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Ângela Otero
Grado en Estudios hispánicos 2015 – 2016
Trabajo de Fin de Grado
Tutora: Dra. Lola González
13/06/2016
(Ilustración portada: Revista Ars Theatrica - Siglo de Oro – disponible en:
1
Índice
0. Resumen .............................................................................................................................. 3
1. Introducción ........................................................................................................................ 5
6. Conclusiones...................................................................................................................... 52
7. Bibliografía .......................................................................................................................... 55
2
0. Resumen
poético-literaria, es uno de los principales rasgos que caracterizan el teatro español del
Siglo de Oro. Lope de Vega, considerado el fundador del teatro nacional, fue el
responsable de fijar las reglas que regirían el nuevo género dramático que se estaba
indagando sobre sus orígenes y sus funciones a través de la lectura e interpretación de los
estudios más relevantes sobre el tema y contando como punto de referencia con la teoría
expuesta por Lope en el Arte Nuevo de hacer comedias (1609), obra en que el propio
Abstract:
The polimetría, the use of different types of verses and strophes in a poetic - literary
composition, is one of the most distinguished caractheristics of the Siglo de Oro’s plays.
Lope de Vega, who was considered “the national theatre inventor”, was as well the
responsible for structuring the rules of the new way of writting theatre plays, called
comedia, and the usage of the different types of poetical strophes, combining them with
investigating its origins and functions inside and outside the play, through the reading and
3
interpretation of the most relevant studies about it. Our point of reference was the theory
exposed on the Arte Nuevo de hacer comedias (1609), where his own author, Lope de
Key words: polimetría, metric, verse, dramatic preceptive, drama, types of speech,
dramatical situation.
4
1. Introducción
La presencia del verso y de sus variadas formas es uno de los aspectos más destacados
del teatro español del Siglo de Oro. Símbolo de una época marcada por
hoy en día, el verso, tanto el dramático como el lírico, suele provocar, a primera vista, el
carrera de Letras, para nuestra sorpresa. Ante esta evidencia, se nos han ocurrido los
impartida en el tercer año de la carrera. El ejercicio consistía en redactar una reseña sobre
una obra teatral del Siglo de Oro y que convenciera al lector contemporáneo de que las
obras de la literatura clásica española todavía tienen algo que decirnos. En otras palabras,
el trabajo consistía en presentar las razones por las que debemos seguir leyendo a los
No obstante, en vez de pensar en la cuestión tal y como se nos había planteado para el
ya no se interesa tanto por las obras clásicas? ¿Por qué los clásicos son más nombrados
que leídos? Además de la lejanía en el tiempo, ¿cuáles son los otros factores que
carrera de Letras o entre los aficionados a la lectura, una opinión suele ser unánime: lo
que aleja al lector de las obras clásicas es el lenguaje empleado. Por un lado, está el
5
arcaísmo y el tono elevado; por otro, la artificialidad que provoca el verso. Y este es, en
Pese al gran valor literario y cultural de las obras dramáticas de Miguel de Cervantes, de
Lope de Vega o de Calderón de la Barca, el empleo del verso en su escritura parece poco
inconcebible que se utilicen versos en una pieza teatral como forma de expresión. Suena
por un cambio en los gustos, diferentes a los actuales: pertenecemos a una época, a una
archiconocida y repetida frase que propugna que “una imagen vale más que mil palabras”.
es necesaria la descripción de algo que se puede plasmar ante nuestros ojos. Además, su
corriente de hablar. Así que dichos factores, sumados al desconocimiento del código
teatral, sobre todo al del teatro clásico, tiene como consecuencia el desinterés hacia las
En general, nos resulta muy extraño, por no decir incómodo, el lenguaje artístico. El
discurso poético queda relegado o a la esfera académica (a los libros de poemas o a los
frecuente que se caractericen a los personajes de los siglos XVI y XVII haciéndoles hablar
en verso, como si ésta fuera la manera de hablar propia de las referidas épocas, tamaña es
verdadera paradoja que, con la cultura literaria que se adquiere hoy en día en las escuelas,
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el ciudadano común, que solía ser el público de las comedias de corral en la época de
Lope de Vega, no pueda apreciar fácilmente su teatro, como ocurre, por ejemplo, con una
película. Por esta razón, y en medio de estos prejuicios, es difícil imaginar cómo las
comedias de Lope, consideradas por la crítica como verdadera poesía dramática, pudieron
tener tanto éxito entre el vulgo que era, en su gran mayoría, iletrado.
1.2. Objetivos
Tras estas reflexiones, hemos decidido investigar sobre la polimetría y el valor del verso
de Lope de Vega. Nuestro objetivo inicial era reunir en un mismo estudio el máximo de
información posible para aclarar el referido tema, puesto que, hasta donde podemos saber,
no hay trabajos de referencia específicos que traten de la polimetría desde una perspectiva
histórico-cultural-estilística, que sería la más afín a la nuestra. Por esta razón, nuestro
agruparlos. Una vez reunidos, intentar darle forma coherente al conjunto de información
para, así, arriesgar unas conclusiones acerca de las prácticas polimétricas de Lope.
máximo de información acerca de la historia del teatro español. Sin embargo, la inmensa
bibliografía dedicada al teatro del Siglo de Oro y a la obra de Lope es capaz de provocar
verdadero vértigo. Por esta razón, la orientación de nuestra tutora, la Dra. Lola González,
podido movernos por este amplio y fascinante entramado de lecturas, acercándome con
7
seguridad a aquellas obras más representativas y que proveerían la información más
1.4. Estructura
terreno del contexto cultural e histórico en que Lope de Vega y su teatro estaban inseridos
(apartado 2). Para averiguar los orígenes de la práctica escénica de la polimetría, era
subapartados, dedicados a los autores más relevantes de la época y a los períodos más
significativos.
están presentes en sus orígenes. Este y otros aspectos que ayudaron a formar y a
desarrollado por Lope. En él podemos encontrar tablas que reúnen los principales tipos
y preferencias.
bibliografía citada a lo largo del trabajo y los enlaces digitales del material consultado a
través de internet.
8
1.5. Consideraciones generales
adquiere un nuevo matiz: “metro” hace referencia tanto a la medida de un verso como a
la “estrofa”, que es “cada una de las partes compuestas del mismo número de versos (o
aunque no estén ajustadas a exacta simetría) y ordenadas de modo igual de que constan
Como tendremos ocasión de ver más adelante, hubo en la trayectoria del teatro español
períodos de experimentación con los más diversos tipos de versos y estrofas. No obstante,
prosódica. Según la definición dada por Pedro Ruiz Pérez (2001: 70), para que la
polimetría realmente ocurra deben concitarse en una misma combinación los metros
octosílabos y endecasílabos. De esta forma, si en una obra teatral se dan cita tres tipos de
sensu.
1
Diccionario de la Real Academia Española de la lengua, versión en línea: http://dle.rae.es/?id=TYGSOxG
[Consultado en 14/05/2016].
2
Ibdem: http://dle.rae.es/?id=H0FRbpK [Consultado en 14/05/2016].
9
Cabe aclarar también que, cuando empleamos el término comedia, lo utilizamos como
sinónimo de ‘obra teatral’ ya que, durante el Siglo de Oro, dicho término abarcaba todas
10
2. Lope de Vega y el Arte Nuevo de hacer comedias
Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562 – 1635), conocido también como “el Fénix de los
española de todos los tiempos. Al igual que sus contemporáneos, Lope practicó todos los
incipientes géneros literarios conocidos en su época: escribió tanto poesía lírica como
épica, pero fue en el terreno de la poesía dramática donde alcanzó notoriedad. Se estima
mil quinientas piezas a lo largo de cincuenta y cinco años de intensa actividad literaria.
De esta exorbitada cantidad de obras sólo se conservan hoy día poco más de cuatrocientas,
de las cuales trecientos catorce son consideradas auténticas, veinte y seis más, probables
Cuando Lope empieza su carrera como dramaturgo, hacia 1580, el panorama cultural y
artístico en España era bastante rígido. El arte estaba encorsetado en una serie de reglas
italianos del siglo XVI Francesco Robortello y Ludovico Castelvetro. Conceptos como
originalidad y libertad artística no eran considerados aspectos positivos, sino más bien al
revés: aquel que no seguía los preceptos establecidos por la tradición clásica o por los
preceptistas más inminentes demostraba desconocimiento del arte, con lo cual no podía
ser considerado por los doctos como un buen artista y eran objeto de intensas críticas.
denominadas artes poéticas. En ellas, los poetas3 encontraban el espacio adecuado para
3
En la época de Lope de Vega, todavía no existía el concepto de literatura tal y como lo conocemos hoy en
día. A los que hoy en día llamaríamos ‘escritores’ se denominaban ‘poetas’, en el sentido etimológico del
término griego poiesis: ‘crear’. Así que la persona que se dedicaba a la creación de ficción, fuera en la
11
promocionar sus ideas, sus posiciones acerca del arte y sus conocimientos poéticos, pero
atacar) deliberadamente a aquellos que osaban incumplir los preceptos establecidos (clara
o tácitamente).
Entre los mencionados tratados teóricos de la época, destacamos el Arte Nuevo de hacer
comedias en este tiempo, escrito por Lope de Vega en 1609. La obra, en realidad un
poema compuesto por 389 versos endecasílabos, es considerada como “el primer
manifiesto del teatro moderno” (VEGA, 2006: 14). Tiene como objetivo dar razones de
la nueva fórmula teatral practicada por Lope, basada tanto en sus conocimientos poéticos
oposición a los teóricos clasicistas, que partían de una certidumbre, sólo apoyada en
el criterio de autoridad, para llegar a otra certidumbre, más alejada de lo real que la
De hecho, el principio que guiaba el arte de Lope era la satisfacción del público. En sus
propias palabras, era “darle gusto”. Y, para lograrlo, Lope se veía obligado a no respetar
ciertas normas establecidas en el código teatral de la época, que visaban dar verosimilitud
a la ficción escénica. Lope imponía su “arte natural” ante el “arte culto”, que propugnaba
la naturalidad de la acción, el Fénix incumplía los dos últimos principios, evitando así la
modalidad que fuera, lírica, épica o dramática, según las categorías tradicionales equivalentes a nuestros
actuales ‘géneros literarios’ que, hasta aquél momento, no se habían establecido, era un poeta.
12
Pese a su carácter “revolucionario” en la creación dramática, Lope se rindió al
verso como esencial en la poesía. Dijo el propio Fénix a través de López de Aguilar, quien
los cuerpos bien proporcionados, que la harmonia está allí como accidente, y no
como real sustancia; de suerte, que si alguno pensasse que consistia en los
Esto es terminante, como lo es en mi opinión que aquí habla Lope mismo. [El]
realzada con la fermosa cobertura del metro, que dijera Santillana. Esencia es de
su estética. Se podrá citar tal cual pasaje de sus obras que la contradigan; pero
sólo a primera vista. Repasándolos los hallo todos conformes con semejante
basta/como no haya error que sea/disparate que se vea…’ (Lo fingido verdadero,
ed. Acad, IV, 50), claro está que no expresa un concepto formal de la poesía, sino
13
tres cosas, que son plática,/verso dulce, armonía, o sea la musica’ (Arte Nuevo,
Al emplear el verso y aconsejar su uso, Lope no hace nada más que seguir la incipiente
una especie de Cancionero por reunir tan variados tipos de versos y canciones
tradicionales.
El contenido del Arte Nuevo de Lope se divide, según el esquema presentado por Pedraza
Jiménez (2008: 65), en cinco bloques temáticos: abrazados por el exordio (vv. 1-48) y el
epílogo (vv.361-389) están el bloque dedicado a la comedia clásica (vv. 49-127), una
selección de enlace (vv. 128-156) y el bloque donde se expone las ideas acerca de la
comedia nueva (vv. 157-361). Nos centraremos en el contenido de este último, donde
titulado por Pedraza Jimenéz como estrofas y situaciones dramáticas (vv.305-312), que
reproducimos a continuación:
14
son los tercetos para cosas graves,
Según Enrique García Santo-Tomás, el responsable de la edición del Arte Nuevo que
manejamos, este fragmento es uno de sus pasajes más comentados y que cuenta con
bibliografía más extensa (VEGA, 2006: 148) (hecho que ha supuesto para nosotros una
gran dificultad ya que es prácticamente imposible abarcarla). Tamaño interés por este
pasaje se debe, ciertamente, a que en tan sólo ocho versos esté condensada la esencia de
técnica polimétrica. Pero ¿dicha fórmula le era exclusiva? Mejor dicho, ¿el uso de
diferentes estrofas en una misma obra dramática fue invención de Lope? Para responder
a estas cuestiones, debemos remitirnos forzosamente a la historia del teatro español para
15
1. Imagen Lope de Vega y Carpio (1562-1635) (Fuente: Enciclopedia Libre Universal en Española. Disponible
en: http://enciclopedia.us.es/index.php/Archivo:Lope_de_Vega.jpg. Consultado en: 24/05/2016).
16
3. El legado de la tradición teatral
Una de las condiciones esenciales para empezar a investigar los orígenes de la polimetría
es reconocer la conexión que existía entre la poesía lírica y la poesía dramática. Como
dice Tomás Navarro Tomás “no existió una métrica especial para las obras dramáticas;
se utilizaron en la escena las mismas formas usadas en la poesía corriente” (1991: 251).
Es importante subrayar que, aunque teatro y lírica compartieran las mismas formas
versales, el verso dramático responde a un código distinto de la lírica. Esto significa que,
en su esencia, ambos versos son de naturaleza distinta y cuya finalidad también diverge.
El verso dramático estaba escrito para ser representado y, por lo tanto, para la oralidad.
Ya el verso lírico, en sus inicios, era concebido para el canto, como letra para canciones.
Ahí, pues, yacen las principales diferencias entre las dos modalidades versales.
Dicho esto, cabe recordar que hasta mediados del siglo XVIII, lo que conocemos hoy en
día como literatura todavía se denominaba poesía de un modo general. Los géneros
en una sola modalidad de escritura; solían practicarlas todos. Y el verso era el cauce
privilegiado y superior por excelencia para la expresión artística. Así que un estudio sobre
la versificación dramática, recomienda Pedro Ruiz Pérez (2001: 67), debería tener
también en cuenta lo que ocurre en el ámbito de la poesía lírica puesto que, en mayor o
en el presente estudio no nos será posible ahondar en esta cuestión, puesto que la
profundidad y complejidad del tema rebasan todos los límites de este trabajo. De esta
manera, iremos refiriéndonos a las conexiones más significativas entre teatro y lírica, y
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Desde el testimonio más antiguo conservado de una obra teatral en español, el Auto de
los Reyes Magos (finales del siglo XVII) ya es posible encontrar indicios de polimetría
el Auto cuenta con versos de varias medidas, escogidos conscientemente, que se alternan
que representan aproximadamente la mitad del total de versos; “el resto se reparte entre
seis y ocho sílabas” (NAVARRO TOMÁS, 1991: 83). Navarro Tomás también señala
Además de la polimetría, el Auto de los Reyes Magos parece contener también una
voluntad de acomodar los varios tipos de metros al carácter de las escenas a que
corresponden; recurso que siglos más tarde sería usado y recomendado por Lope de Vega
en el Arte Nuevo. Navarro Tomás (1991: 83) explica cómo se da la concordancia entre
de Herodes, preocupado por las predicciones sobre el reinado del Mesías, aparece
en entrecortados versos: “¿Es? ¿Non es? – Cudo que verdad es”. “Pus catad, -
dezitme la verdat”.
18
Tras un período de aparente inactividad teatral (entre el siglo XIII y mediados del XV,
polimetría en el teatro de Gómez Manrique, como veremos. Pero, antes de seguir adelante,
creemos necesario delimitar los períodos que iremos estudiar. Para ello, recorremos a la
sobre las estrofas presentes en el teatro español anterior a Lope de Vega, y al cual haremos
4
“Strophes in the Spanish drama before Lope de Vega”, presente en Homenaje ofrecido a Menéndez Pidal:
miscelánea de estudios lingüísticos, literarios e históricos, Tomo I, Madrid: Librería y Casa Editorial
Hernando, 1925.
19
2. Imagen del manuscrito del Auto de los Reyes Magos (Fuente: Biblioteca Augustana – disponible en:
https://www.hs-augsburg.de/~harsch/hispanica/Cronologia/siglo12/Magos/mag_autm.html).
3. Imagen del manuscrito del Auto de los Reyes Magos (Fuente: Biblioteca Augustana – disponible en:
https://www.hs-augsburg.de/~harsch/hispanica/Cronologia/siglo12/Magos/mag_autm.html).
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3.1. Primer período: 1475-1530
“egloguistas” (Juan del Encina, Diego Sánchez de Badajoz, sus seguidores inmediatos);
El autor más destacado de este primer período es el poeta Gómez Manrique (1412-1490).
con el lejano testimonio del Auto de los Reyes Magos” nos dice Navarro Tomás (1991:
metros que predominarían en la escena española hasta la llegada de los metros italianos
castellanas, con redondillas y cuartetas, al igual que coplas mixtas y zéjel. En los Momos,
coplas mixtas.
Morley señala tres peculiaridades de su versificación: el autor no distingue entre los dos
tipos de cuartetas que utiliza (abba y abab), intercambiándolas una por otra; cambia
La indistinción entre dos tipos de cuartetas da lugar a lo que Morley clasifica como estrofa
fluctuante, que no tiene una forma fija, cristalizada, y que aparecía con frecuencia en el
teatro primitivo. En el caso del cambio frecuente de estrofas, no tenemos claro cuál era el
criterio que Gómez Manrique obedecía para operar dichos cambios. Podríamos inferir
que la variedad estrófica estaría relacionada con el tercer ítem, la aparente voluntad de
21
En la Representación del Nacimiento de Nuestro Señor, Gómez Manrique designa a cada
grupo de personajes un determinado tipo de estrofa: “San José, la Virgen y los arcángeles
1991: 187).
Según Morley, con Juan del Encina (1468-1529), Lucas Fernández (1474-1542) y Diego
Sánchez de Badajoz (1479-1549) (aunque la obra de este último sea más tardía), el teatro
Juan del Encina, p.ej., manejó en sus catorce piezas dramáticas once tipos diferentes de
estrofas, pero no las mezclaba en una misma obra. Lo que hay en su obra más ambiciosa,
Lucas Fernández también empleó muchas estrofas distintas en sus siete obras. Sin
embargo, tampoco hay cambio métrico en la obra de este autor. Quien presenta una ligera
variación métrica en su obra es Diego Sánchez de Badajoz, que utilizó cinco formas
estróficas en total a lo largo de veintiocho piezas, con el máximo de dos tipos por obra.
S.G. Morley nos recuerda que fueron raros los casos de cambio métrico después de 1550,
22
3.1.3. Torres Naharro y Gil Vicente
encontramos un ligero avance en el arte métrico porque, en sus diecinueve piezas, hay
seis tipos de estrofas de las cuales tres son nuevas, lo que se considera un rasgo de
originalidad. Sin embargo, salvo el Diálogo del Nacimiento, su teatro tampoco muestra
cualquier tipo de cambio métrico. Lo que sí podemos encontrar en una de sus obras es un
Entre las obras de menor calado en nuestro recorrido, abrimos espacio para Colloquio de
las damas valencianas, de Juan Fernández de Heredia. Nos referimos a ella por haber
del tipo 5. Esto significa que el Colloquio es el primer ejemplo del uso regular de
Por último, mencionamos al poeta y dramaturgo portugués Gil Vicente (1465-1536), que
compuso cuarenta y una piezas dramáticas entre 1502 a 1536, y algunas de ellas fueron
quintillas, dos formas estróficas típicamente castellanas, pero inusuales entre sus poetas.
estrófica, sino la fluidez estrófica. Según Morley, Gil Vicente tenía un concepto de las
estrofas totalmente distinto del que tenían sus contemporáneos castellanos: “Vicente
quitaba o añadía un verso sin ningún reparo si así lo exigía el sentido de lo que escribía.
Él era ‘señor de las estrofas y no su siervo’” (MORLEY, 1925: 513). Por ejemplo, si
23
inesperadamente, al contrario de lo que ocurría con Juan del Encina y Lope de Vega, que
eran imprevisibles. Gil Vicente mezclaba redondillas, quintillas y coplas, a las que les
seguían estrofas de variadas extensiones sin cualquier orden aparente. Algunos pasajes
son tan engorrosos que Morley los clasifica como verdaderos “revoltijos” (1925: 513).
El segundo período, al igual que el anterior, se caracteriza por una cierta inercia en lo que
respecta a la polimetría. Los hechos más notables de esta etapa son la aparición esporádica
hechos más señalados del período son la experimentación con las formas españolas e
italianas en una misma obra y la irrupción repentina de la imitación del teatro clásico (que
desterraría la prosa de los escenarios). Con dichas práctica, el teatro español se veía
forzado a abandonar su cauce natural y a compartir su espacio con los metros italianos.
Podríamos decir que, con la llegada de las estrofas italianas, la flexibilidad métrica, propia
del teatro español, se vio forzada hasta sus límites, lo que resultó, al fin y al cabo de
24
Los nombres más destacados del período son Jerónimo Bermúdez (1530-1599), Juan de
(1550-1614).
metros italianos en una obra teatral castellana que no fuera una égloga (MORLEY, 1925:
escribió 14 piezas, publicadas en 1583, pero que habían sido representadas entre 1579 y
1581. Se distingue de sus predecesores por haber sido el primero en utilizar los metros
no ser por el uso de las liras. Artieda tampoco siguió a Juan de la Cueva, de quien se
afirmación de M. Mérimée, como señala Morley (1925: 522), fuera cierta, es decir, si Rey
sido el primero en mezclar los metros italianos y españoles con alguna variedad. Sin
embargo, si Mérimée estaba equivocado, Morley afirma que Rey de Artieda “no
contribuyó con nada original a la fórmula métrica teatral” (MORLEY, 1925: 522).
El capitán Cristóbal de Virués, por su parte, fue quién, probablemente, fijó la división de
la materia teatral en tres actos. No se puede determinar la fecha de sus cinco obras, pero
sí saber que fueron escritas durante la juventud del autor, sin duda antes de 1587, y
interesante es que él asociaba los metros italianos a los pasajes trágicos, serios de la obra,
25
dado que, más adelante, esta asociación vendría a formar parte de la fórmula teatral
lopesca. El capitán Virués, además, añadió a los sueltos y a las octavas introducidos por
Juan de la Cueva los tercetos como un tipo estándar de estrofa para el diálogo (lo que
las estancias. Otro dramaturgo de renombre entre los valencianos es Lupercio Leonardo
metros italianos y españoles con cierta frecuencia; sin embargo, “no hay nada en su
Tras este breve y escueto recorrido por la historia de la versificación dramática española
podemos ver que, desde sus inicios, el teatro español ya presentaba una tendencia a la
seguidores la tarea de sistematizar lo que ya se practicaba sobre las tablas, sobre todo, en
lo que respecta a la versificación. Lo confirma Francisco Ruiz Ramón: “La rica polimetría
del drama español es sometida por Lope de Vega y sus seguidores a un verdadero proceso
criterio que preside la elección es esencialmente dramático” (RUIZ RAMÓN, 2011: 130).
26
4. Imagen del manuscrito original de La dama boba de Lope de Vega (1613) (Fuente: Biblioteca Digital Hispánica
– Biblioteca Nacional de España. Disponible en:
http://www.bne.es/es/Micrositios/Exposiciones/BNE300/Exposicion/Seccion3/sub3/Obra11.html?origen=galeria)
(Consultado en: 21/05/2016).
27
4. Otros factores que influyeron en el surgimiento de la polimetría
Hasta aquí vimos que la polimetría ya formaba parte del teatro español anterior a Lope de
lopesca, pero su implantación es anterior a ésta”, comenta Pedro Ruiz Pérez (2001: 68).
El autor añade: “el Fénix se encuentra ya con este elemento y en ningún modo tantea otros
De esta forma, además de buscar los orígenes de la polimetría en la historia del teatro,
Ruiz Pérez sugiere que también tengamos en cuenta las novedades culturales y las
El autor apunta que ciertas manifestaciones públicas, que tenían como eje central la
poetas y de parte del público, que había frecuentado los colegios jesuitas y estaban
como material para las clases de retórica, donde los alumnos practicaban la recitación de
Cuando Pedro Ruiz Pérez cita las manifestaciones culturales (2001: 71), en realidad hace
referencia especialmente a una práctica pública que solía ocurrir en las ciudades, sobre
[una celebración] entre la fiesta, la etiqueta cortesana y las justas poéticas (…). Entre
28
por el marco dramático y por la variedad formal, con el resultado de un friso cortesano
del verso “para compenetrar sus efectos con las circunstancias y accidentes del
En este “festival de declamación dramatizada”, se nos presenta una vez más el vínculo
dramático, como hemos visto, ha sido proveer múltiples formas métricas. Según Tomás
Navarro Tomás “no existió una métrica especial para las obras dramáticas; se utilizaron
1991: 251). Sin embargo, este vínculo va mucho más allá del mero préstamo de formas
estróficas.
En realidad, el teatro fue el gran escaparate del verso durante el Siglo de Oro ya que una
ínfima parte de la población tenía acceso a la poesía escrita. “Divulgadas por las
los dominios de la lengua” (Ibídem: 251). Y Lope de Vega era totalmente consciente del
papel que su teatro desempeñaba como divulgador de versos y “como elemento educador
29
frasses, locuciones, donayres y otras infinitas diuersidades de exornaciones en
El último factor de carácter cultural que ayudó a forjar la polimetría fue la publicación de
las “varias rimas”. Según Ruiz Pérez, las “varias rimas” representan uno de los elementos
de la variedad estética barroca. Eran ediciones que reunían obras teatrales y poesía lírica.
citamos Buen placer trovado (1550), de Juan Hurtado de Mendoza; Tesoro de varia
Dichos volúmenes, consolidados a finales del siglo XVI, poseían los mismos rasgos que
lector (cada vez más heterogéneo) y la variedad, “con unos elementos de ordenación y
distribución de las funciones expresivas de las estrofas en las que pueden descartarse
(RUIZ PÉREZ, 2001: 87). Por lo tanto, un factor tan externo y secundario a primera vista
puede haber ayudado a configurar el gusto del público que frecuentaba los corrales de
comedias. Puede que, también, las funciones expresivas establecidas a las estrofas en las
referidas publicaciones hayan traspasado los límites de la lírica, llegando a formar parte
Lope de Vega también publicó algunos volúmenes de “varias rimas”, aunque los suyos
contaban con un aspecto distinto: no contaban con sus obras teatrales. En 1602 publicó
las Rimas (destacamos especialmente la ausencia del término “varias” en el título), que
contaba con doscientos sonetos, juntamente con los poemas épicos La hermosura de
30
Angélica y La Dragontea (LÁZARO CARRETER, 1996: 76). Parece que la ausencia de
sus piezas dramáticas se debe a una voluntad de Lope de preservar su producción lírica,
ya que era considerado por muchos de sus contemporáneos cultos como un poeta menor.
Lope hubiera querido extender su monarquía a toda la poesía. Por desgracia, Góngora le
Con todo lo dicho hasta aquí, es posible percibir que son varios los factores que convergen
complejidad de este hecho tan característico y preciado del teatro español. Una vez que
nos acercamos a la comedia, atraídos por la belleza de sus versos, que es su aspecto
Marqués de Santillana (DÍEZ ECHARRI, 1970: 102), nos percatamos de que, para dar
sílabas métricas. Las estructuras que sustentan la versificación dramática son mucho más
31
5. Portada de las Rimas de Lope de Vega, edición que incluye el Arte Nuevo (1609).
32
5. Consideraciones sobre el sistema polimétrico de Lope de Vega
Tras haber recorrido, aunque breve y superficialmente, la historia del teatro español, nos
queda claro que la polimetría en el teatro de Lope de Vega no surge ex nihilo. Al revés:
de orden literario, cultural e histórico. Podríamos decir, recurriendo a una metáfora típica,
que la comedia clásica española es como un tapiz: lo que nos llega a los ojos es la belleza,
la armonía entre dibujo y colores, bien distribuidos, en perfecto equilibrio. Sin embargo,
parte “visible” de la comedia, esconde una técnica estructural compleja, responsable por
bien desde una perspectiva estético-estilística. En general, los estudios versan sobre su
artículo que intente responder a las cuestiones relativas al origen y desarrollo de la métrica
en la fórmula lopesca.
Entre los trabajos más conocidos, citamos el imprescindible Cronología de las comedias
de Lope de Vega, escrito por los norteamericanos C. Bruerton y S.G. Morley en 1940,
publicado en castellano en 1968. A través del estudio métrico de quinientas y siete obras
de Lope (de las cuales casi doscientas no son de su autoría), Morley y Bruerton observan
una evolución gradual y constante en el uso de las varias estrofas y, con ello, pueden
determinar la fecha de piezas cuya datación sea incierta o desconocida por la presencia o
33
Bruerton sea el estudio que más información ofrezca acerca del uso de los versos por
parte de Lope. Sin embargo, como el objetivo de dicho estudio era establecer una
cronología de las obras del Fénix, los autores ofrecen los resultados de sus investigaciones
a través de tablas, esquemas y porcentajes, es decir, interpretan los datos del estudio desde
La Cronología de Morley y Bruerton fue de gran ayuda para determinar la autoría de una
obra de Lope dada por perdida y que fue descubierta5 en 2013 en los archivos de la
criados salió a la luz a través de una edición digital promovida por el grupo de estudios
Prolope. Luego, fue publicada en formato papel por la Editorial Gredos en 2014 y llevada
a las tablas en abril de 20156. En su estudio7, García Reidy explica que “la versificación
que presenta el texto conservado de Mujeres y criados se ajusta perfectamente a los usos
de los versos en el teatro de Lope desde una perspectiva cualitativa, lo que resulta en la
propósito era “tratar de intuir algo de la ‘poética invisible’ de Lope a través del análisis y
método de Morley y Bruerton. Marín analiza un corpus compuesto por veintisiete obras,
5
Noticia disponible en: http://www.abc.es/cultura/20140523/abci-descubrimiento-comedia-inedita-lope-
201405222250.html [Consultada en: 20/10/2015].
6
Noticia disponible en: http://madridesteatro.com/mujeres-y-criados-de-lope-de-vega-en-el-teatro-
espanol/ [Consultada en: 20/10/2015].
7
Estudio disponible en: http://dicat.uv.es/DicatPublicaciones/wp-
content/uploads/1900/02/Garc%C3%ADa-Reidy__Mujeres-y-criados.pdf [Consultado en 18/09/2015].
34
insuficiente por varios especialistas puesto que la cantidad de obras analizadas por él es
muy pequeña, ofreciendo una impresión incorrecta o muy parcial del sistema de
versificación de Lope.
comedia. Su teoría se basa en los cambios métricos como forma de segmentar el texto
acto. Las variaciones de las formas estróficas, clasificadas por él como englobadoras o
englobadas, juntamente con otros cambios en la escena, como podría ser la entrada o la
salida de personajes, el vacío total del escenario, indicarían el inicio o el fin de una escena
corresponda exactamente con la práctica dramática de Lope, ya que es sabido que el Fénix
utilizaba un sistema de marcación constituido por rayas y símbolos para indicar las
mutaciones escénicas9, como nos indica Diego Marín en su edición de La dama boba
clásico español, publicado en 2006. Su mirada, desde una doble perspectiva (la de
filóloga y directora de escena), trata el verso en sus dos dimensiones: como palabra escrita
8
En CAMPBELL, Ysla (ed.) (1998), El escritor y la escena VI: estudios sobre el teatro español y
novohispano de los Siglos de Oro, Ciudad Juárez, MX: Universidad Autónoma de Ciudad de Juárez, pp.45-
63.
9
Sobre este tema, recomendamos la lectura del estudio de Daniel Fernández Rodríguez (Universidad de
Barcelona), titulado “¿Escribió Lope guiones métricos? Métrica y segmentación dramática en Viuda,
casada y doncella”, publicado en la revista electrónica Castilla. Estudios de literatura, 7 (2016), pp.38-68.
[disponible en: http://www5.uva.es/castilla/index.php/castilla/issue/view/33/showToc]. El estudio gira en
torno al minucioso trabajo realizado por Daniele Crivellari acerca del sistema simbólico de marcación
textual de Lope en sus autógrafos.
35
cuya finalidad es la oralidad (la representación), y como un código, un sistema que sirve
obra de Lope de Vega en su tratado, sino que realiza un análisis que abarca todo el Siglo
de Oro. No obstante, sus reflexiones nos han permitido comprender las funciones que
ejercen los diferentes tipos de estrofa dentro de la compleja estructura del texto teatral.
hay conclusiones acerca del tema. Nuestro intento de síntesis obedece tan sólo al anhelo
36
5.1. Las formas métricas más comunes y sus funciones
Lope utilizó, básicamente, veinte tipos de estrofas a lo largo de las tres fases10 de su
Entre las veinte estrofas preferidas por Lope, nueve son formas españolas (octosílabas),
mientras que once son italianas (endecasílabas). Según Morley y Bruerton (1968: 188),
Lope podía llegar a emplear once formas métricas distintas en una misma obra, al igual
que podría haber hasta cincuenta y tres cambios de estrofas en una misma composición,
como formas métricas propias del teatro español porque caben naturalmente en el habla
castellano. Debido a su naturaleza oral, el verso dramático está sometido a los límites
impuestos por la respiración y de la voz humana y, desde la concepción del texto, el autor
teatral tiene que respetar estos límites para que sea posible el trabajo del actor. Dicho en
otras palabras, la naturaleza del verso teatral es la oralidad, ya que está escrito para ser
dicho y, siendo así, el verso tiene que caber en la voz hablada. Curiosamente, el verso
octosílabo coincide con el período frástico natural del castellano, es decir, con el grupo
admitido por la voz hablada, sin que haya la necesidad de subdividirse en hemistiquios.
10
De acuerdo con la clasificación de Pedraza Jiménez (2008: 125).
37
5.1.1. Tabla de las formas octosílabas preferidas por Lope
Forma
Estructura Funciones
estrófica
Tiradas de versos octosílabos Estrofa adaptable a cualquier
de extensión indeterminada, situación dramática, suele
Romance
con la misma asonancia en emplearse en narraciones en general
los versos pares y diálogos
Cuatro versos octosílabos con Tiene amplias funciones; sirve
rima consonante abrazada, prácticamente para todo tipo de
Redondilla
abba situación dramática y de elocución:
monólogos, diálogos y relatos
Cinco versos octosílabos con
Suele ser el cauce de la acción
sólo dos rimas. No puede
secundaria de la trama y puede ser
haber más de dos versos
utilizada para caracterizar de modo
Quintilla seguidos con la misma rima.
específico emociones señaladas,
Tiene siete combinaciones
pero, por lo general, sirve a la
posibles, siendo las más
narración.
comunes: ababa, aabba
Sirve, principalmente, como cauce
Diez versos octosílabos con para soliloquios líricos, pero
Décima (o
rima abba: accddc. Puede también puede utilizarse en el
espinela)
tener variantes. soliloquio factual y hasta en el
diálogo (fase tardía)
38
5.1.2. Características generales del octosílabo
supremacía sobre todos los otros (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 50). Aparece en algunas
jarchas mozárabes de los siglos XI y XII, y sus raíces están en la medida básica de los
grupos fónicos de la lengua. Interviene como elemento predominante en los moldes más
cualquier asunto o situación, desde lo más prosaico hasta lo más refinado y poético. Es
1991: 50).
Lope fue un gran reivindicador de los versos octosílabos. Generalmente, estos no eran
considerados con suficiente altura para expresar los pensamientos y sentimientos más
nobles y elevados puesto que estaban asociados a la tradición lírica popular: a las
canciones folclóricas, a los refranes, etc. Pero Lope, con su concepción renacentista del
Entre las nueve estrofas octosilábicas preferidas por Lope, destacamos especialmente
cuatro: romances, redondillas, quintillas y las décimas (o espinela), que son las que más
importancia de estas últimas en las comedias, no las hemos añadido a la tabla de estrofas
preferidas.
39
En nuestra investigación, hemos constatado que los romances, las redondillas y quintillas
determinante en el curso de la acción. Pese a los rasgos que comparten, estas estrofas
1968: 39). De acuerdo con S. Griswold Morley, Lope fue el responsable directo de la
introducción del romance en el teatro (para otros fines que no fuesen las canciones), aparte
formas antes de su tiempo. Probablemente, la fecha más temprana para la aparición del
En el Arte Nuevo Lope recomienda el uso del romance para las relaciones, para la
para el diálogo, con más velocidad que la redondilla. Pero el romance se aventaja sobre
asonancia le acercan a la libertad de la prosa (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 61). Quizás por
ello Lope prefiera el romance hacia el final de su carrera. Creemos que Lope fue
escrito para la lectura representativa y no para las tablas. A su última etapa pertenece la
consonante abrazada, abba. Se encuentra ocasionalmente con versos de seis o siete sílabas
40
(MORLEY y BRUERTON, 1968: 38) y se originó por desdoblamiento de las primitivas
coplas castellanas y coplas de arte menor, con un cambio de sentido después del cuarto
verso. Aparecen en las obras de Gil Vicente y Lucas Fernández. En El infamador de Juan
Según Morley y Bruerton (1968: 102), la redondilla era la estrofa preferida por Lope y la
más estable puesto que se encuentran en todas las obras conservadas y, generalmente, en
todos los actos. Entre los dramaturgos de su tiempo, Lope fue quien mejor las manejó
(ROMERA-NAVARRO, 1935: 98). En el Arte Nuevo él las recomienda para tratar las
“cosas de amor”.
elección para los grandes momentos de tensión dialéctica violenta, y también (…)
peripecias de acción física, huidas, etc. Por este motivo, se utiliza con mucha
Con el paso del tiempo, la redondilla va siendo desplazada por el romance, pero resurgiría
más adelante en el drama romántico (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 55). En el último período
de Lope, esta estrofa en declive tiende a especializarse, siendo dedicada más al diálogo,
“aunque sin dejar por ello de emplearse en menor proporción para monólogos de índole
41
En el caso de la quintilla, esta estrofa se caracteriza por contar con cinco versos
octosílabos, con sólo dos rimas; no puede haber más de dos versos seguidos que tengan
la misma rima (MORLEY y BRUERTON, 1968: 38). Hay siete combinaciones posibles:
Morley y Bruerton, es muy rara. Los autores también advierten que puede aparecer en
alguna ocasión la combinación del tipo abbba, pero puede deberse a “un error de imprenta
Al igual que las redondillas, las quintillas surgen de la separación de las antiguas y
tradicionales coplas: copla real (5 + 5), llamada también quintilla doble, o de la mixta
(redondilla + quintilla: 4 + 5, 5 + 4). Estaban presentes en las obras de Juan del Encina,
Gil Vicente, Gómez Manrique y Sánchez de Badajoz. Su uso se extiende a lo largo del
siglo XVI; las podemos encontrar en las obras de Lope de Rueda y Torres Naharro
(GARCÍA ARÁEZ, 1991: 55). A modo de curiosidad, las quintillas también se llamaban
redondillas antes de que fueran introducidas en el teatro. Quizás sea esta la razón por la
mencionada, abbba, que contradice la regla. Como hemos comentado más arriba, el Fénix
tenía unas preferencias muy marcadas por los tipos 1 y 5, pero los mezclaba con las del
Al igual que las redondillas, las quintillas solían emplearse en monólogos narrativos,
interpelativos, monólogos líricos, diálogos o cartas. Sin embargo, a partir de 1603, con la
creciente importancia de los romances y de las décimas, las quintillas eran usadas
42
principalmente para los diálogos (MORLEY y BRUERTON, 1968: 113). Dada su
un quinto verso que abrocha la rima, lo que la hace más contundente que estos dos tipos
tensiones sordas que mueven los hilos ocultos de la trama y, en particular, para
ciertos límites cuya transgresión (…) exige estrofas más marcadas. En este uso,
las bajezas humanas, rasgo para el que el broche expresivo de su quinto verso
En lo que respecta a la décima, podemos decir que esta estrofa se caracteriza por contar
con diez octosílabos, con rima abba: accddc. Sin embargo, hay controversias acerca de su
estructura. Según Morley y Bruerton (1968: 38), se puede considerar la décima como una
sola, y es característica la pausa después del cuarto verso, aunque no es obligatoria. Hay
una décima aumentada (abba: accddeed) de doce versos, que aparece en medio de pasajes
defectuosa. Para Tomás Navarro Tomás (2004: 127), la décima está formada por dos
redondillas de rimas abrazadas y unidas por dos versos de enlace, abba: ac: cddc. Ya
Josefina García Aráez (1991: 57) distingue entre la décima antigua y la espinela, otra
forma de denominar a la décima, como veremos más adelante. La primera está compuesta
por dos semiestrofas desiguales de 4 + 6 versos o 6 + 4 versos. Las de cuatro versos suelen
43
ser una redondilla o cuarteta, y la de seis, de más variada composición. La rima de la
Aráez la define como una composición de dos redondillas de rima diferente, más dos
versos intercalados, el 5º y el 6º, que sirven de enlace con las redondillas, consiguiendo
una estructura ordenada y casi siempre perfecta. Después del cuarto verso ha de ir una
a
b
b Se plantea el pensamiento
a
Pausa
a
c Enlace
c
d
d Se termina el pensamiento
c
De acuerdo con Tomás Navarro Tomás (2004: 127), la décima no se divulgó hasta la
décima suele llamarse también espinela. A modo de curiosidad, hay quien afirma que
Lope de Vega fue alumno de Vicente Espinel durante su juventud (ARELLANO, 1995:
169). Debido a su estructura bien definida, la décima suele ser considerada un soneto de
arte menor porque su forma concisa se presta a un contenido cerrado (GARCÍA ARÁEZ,
1991: 58).
44
En el Arte Nuevo Lope recomienda el uso de las décimas para las quejas y, efectivamente,
este fue su uso más extendido. Fue una estrofa muy utilizada por Lope en sus últimos
tiempos, casi tanto como las redondillas (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 58). Nos comenta
Susana Cantero que la décima es una estrofa marcada. “Recoge el otro lado de la subida
dentro de este carácter, su registro presenta una gran consciencia lírica que le hace
literarias, por ejemplo. Su gran nobleza formal le permite también servir en algún
Al comentar las funciones asociadas al uso de las décimas, no podemos dejar de señalar
la importancia de dicha estrofa en el teatro del Siglo de Oro, más precisamente en la obra
de Calderón de la Barca (1600-1681). Para el autor, las décimas eran la tercera estrofa de
su preferencia, detrás de los romances y las redondillas (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 58). Y
45
5.1.3. Tabla de las formas endecasílabas preferidas por Lope
46
5.1.4. Características generales del endecasílabo
Hacia 1580, cuando Lope empieza a componer sus obras dramáticas, el uso de los metros
italianos estaba tan extendido que Lope comenta “que los poetas primero comienzan por
comprobar en el Arte Nuevo: Lope recomienda, por ejemplo, el uso de los tercetos para
“cosas graves” y las octavas, “porque lucen por extremo”. Este suele ser el uso más
extendido de los endecasílabos por parte de Lope: para tratar asuntos serios, por personas
mayores, de aire respetable y grave. Sin embargo, Lope añade un matiz a este uso: tiene
del rango social de los personajes. Lo que Lope tiene en cuenta es la nobleza o la gravedad
En el caso de las estrofas italianas, sus preferidas eran: la octava (real), el soneto, los
sueltos y el terceto. Lope también utilizó la silva, la lira, la canción, al igual que los
pareados y sestina (o sextina), pero en muy menor proporción. Por esta razón dichas
Entre todas las estrofas italianas, la octava fue la forma preferida por Lope. En el Arte
Nuevo él las recomienda para las relaciones “porque lucen por extremo”. Los poetas
cultos españoles la habían adoptado de la poesía italiana medieval, y Boscán nos la trajo
consistente y la más estable, sólo detrás de la redondilla. Sin embargo, su interés por dicha
47
La octava solía ser el cauce de parlamentos solemnes, graves o reflexivos, pero también
podía aparecer en algunos momentos ligeros (GARCÍA ARÁEZ, 1991: 57). Morley y
Bruerton comentan que, aparentemente, Lope empezó a usar la octava a partir de 1615 en
los monólogos líricos “no sólo cuando deseaba una gravedad especial, sino cuando sentía
que hacía falta una cualidad más lírica de la que podía dar un romance” (MORLEY y
BRUERTON, 1968: 144). Diego Marín afirma que la octava solía ser empleada
conflicto dramático y de índole grave y tono elevado. Se emplea algo menos para los
diálogos de tipo armonioso, según él (1968: 41), sirviendo generalmente para expresar
es, sin lugar a dudas, el soneto. Ocupa un puesto destacado entre los metros renacentistas
1968: 50).
Considerada una estrofa marcada, el soneto fue el metro preferido de Lope para el
soliloquio lírico, en lamentos de amor por la pérdida de la amada o por la expectativa del
anhelo, siguiendo así el modelo petrarquista, hasta su época final, cuando se observa una
ligera disminución por compartir la misma función con la décima. Su forma típica
espera, tal y como recomienda el Fénix en su Arte Nuevo, el soneto “está bien en los que
soliloquio factual, que revela hechos más que intimidades, Lope recurre a metros
octosílabos como, por ejemplo, la redondilla o las décimas, con más frecuencia.
48
Estos son los sus usos más corrientes del soneto. Sin embargo, según comenta Pedro Ruiz
Pérez (2001: 80), el soneto en Lope pasa por un proceso de evolución (lo mismo ocurre
corresponder sólo a situaciones de espera más íntima y espiritual para convertirse en una
especie de herramienta para llenar espacios vacíos (en sentido concreto; físico, espacial).
lírico, expresa un juego de ingenio, de agudeza y dominio verbal “más celebradas del
Fénix”:
Pero el uso del soneto no se limita sólo a lo que acabamos de ver. Puede servir también
para rematar un bloque o unidad de sentido o como cauce para cartas y billetes.
49
Son considerados sueltos los versos endecasílabos sin rima. Cada pasaje suele acabar en
un pareado. Lope tenía por costumbre insertar con frecuencia creciente dísticos en el
conjunto de cada pasaje en sus últimas comedias, pero entre los años 1626-1635, no hay
endecasílabos sirven para el diálogo de asunto grave y de tono más elevado que el
El terceto es una estrofa compuesta por tres versos endecasílabos con la rima consonante
y encadenada en: el 1º con el 3º; y el 2º, con el 1º y el 3º del siguiente, cuyo cierre se da
con un serventesio para que no quede ningún verso libre (ABA BCB).
lírica, el terceto también cumple la función de ser el cauce para las “cosas graves”, tal y
como propugnaba Lope en el Arte Nuevo. Los tercetos solían emplearse en los monólogos
más común para ello. Luego, en la última época, vuelven a aparecer en monólogos
narrativos, alternando su presencia con pasajes largos en romance para la misma función.
En las comedias fechadas entre 1613-1625, una fase anterior a la última década de la
Hacia finales de su carrera, tras haber exaltado el empleo de los octosílabos españoles
Apolo (1630), el Fénix comenta que los metros castellanos no eran capaces de la misma
elevación que tenían los italianos a la hora de “adornar un sujeto con todo esplendor de
50
imágenes y colores” (ROMERA-NAVARRO, 1935: 103). Con esta declaración Lope
de ser el metro de la poesía heroica por excelencia. A las coplas castellanas “queda a éstas
se goza el pensamiento,
y llegan al oydo
51
6. Conclusiones
complejo y que caracteriza el teatro español del Siglo de Oro. Sus orígenes más remotos,
componer teatro desde siempre. Como diría S. G. Morley, “es propio del ingenio innato
de la raza”.
métrica, que ha acompañado toda la historia del teatro español. Dicha flexibilidad pasó
por momentos de mayor intensidad como, por ejemplo, en el teatro de Gómez Manrique
y de Gil Vicente; y otros, de verdadera inercia, como en el caso de la obra de Juan del
Encina.
a un nuevo género dramático, la comedia nueva. Muy apreciada por el público, la comedia
presentaba asuntos trágicos y cómicos mezclados en una misma obra, en la que el tiempo
era irregular y donde la acción podía desplazarse a diferentes escenarios, lo que le confería
mayor naturalidad. Y, de acuerdo con los valores estéticos renacentistas de Lope de Vega,
el poeta dramático más eminente del período, el esquema estructural de sus comedias
realidad misma.
El uso del verso en su teatro, una convención del teatro de la época de la cual Lope no
quiso prescindir, cumplía amplias funciones. Quizás la primera y la más importante sea
soportar todo el peso de la teatralidad, puesto que el teatro de corral contaba con una
52
escenografía simbólica o prácticamente nula. Aparte del vestuario y algunos elementos
que ayudaban a ubicar el tiempo y el lugar de la acción, lo demás dependía del decorado
verbal y de la imaginación de los asistentes. Ésta sería la función más evidente del verso,
la más inmediata y que tanto agradaba al público que asistía a las funciones para “oír la
gran capacidad técnica que poseía Lope en la elaboración del tejido dramático.
significación de las diferentes estrofas que le serviría de apoyo tanto para la continuidad
dramática (la repetición de una determinada forma en otros momentos de la obra lograba
octosílabo (que coincide con el grupo fónico propio de la lengua castellana); y el segundo,
el elevado y culto, representado por el endecasílabo. Se supone, además, que a través del
potencial como poeta, aparte de su vasto conocimiento de la poesía lírica, a la cual recurría
para tomar prestadas sus formas. Presentaba sus dotes artísticas a sus detractores a través
que retorcían el verso. Lope creía que “la poesía ha de costar gran trabajo a quien la
en elevar la comedia a niveles de mayor dignidad hizo que el teatro español del siglo
53
El sistema polimétrico de Lope, en definitiva, se incorporó a la manera de concebir la
obra teatral de sus seguidores y que llega a influir en la obra de Calderón de la Barca, con
en el siglo XVIII.
Con esta investigación, muy breve, pero no por ello menos laboriosa, hemos logrado
constatar que hay una gran complexidad técnica que subyace en la capa más superficial
acerca de las prácticas teatrales de Lope, sumada a las limitaciones impuestas por el
tiempo y por las pautas establecidas para el presente trabajo, no nos ha permitido
profundizar tanto como hubiéramos deseado en el asunto. Pese a todas las dificultades
que conlleva un estudio sobre cualquier aspecto del teatro de Lope de Vega, esperamos
54
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