Contrato de Donacion

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CONTRATO DE DONACION

CONCEPTO DE DONACION

Art. 1265 C.C. “La donación entre vivos es un acto por el cual una persona
transfiere gratuita e irrevocablemente una parte de sus bienes a otra persona,
que la acepta.” Las partes en este contrato se denominan donante y donatario
siendo el primero el que transfiere el bien y el segundo el que lo acepta.

CARACTERISTICAS DE LA DONACION

La donación se caracteriza por la gratuidad: el donante no recibe ninguna


contraprestación a cambio de su transmisión de bienes. Las causas que llevan
al donante a la realización de la donación son irrelevantes en principio para la
calificación del negocio jurídico como donación.

Para que haya donación es necesario que haya disminución del patrimonio del
donante y aumento en el patrimonio del donatario; si este requisito no se
presenta estaríamos posiblemente ante una posible simulación de contrato.
Cuando se trate de la donación de un bien inmueble es necesaria que sea
otorgada por escritura pública y registrada en el registro de instrumentos
públicos.

De la anterior definición se pueden extraer las características de la


donación las cuales son:

1. Es de carácter gratuito.

2. Es irrevocable, en principio, pues por ingratitud puede ser revocada.

3. Es principal, es un contrato que no depende de otro para existir.

4. Consensual, juega un papel importante tanto el consentimiento del donante


como la del donatario.

5. Unilateral, la obligación principal es para el donante que es la de entregar e


bien dado en donación.

6. De ejecución instantánea.

7. Solemne, pues se deben llenar ciertas formalidades, como cuando se


realiza la donación de un bien inmueble que hay que hacerlo para que
valga por escritura pública.
TURALEZA JURIDICA DE LA DONACION

La donación es uno de esos conceptos tan fáciles de comprender en su


esencia como difíciles de delinear en sus contornos precisos.

La dificultad reside en la circunstancia de que no todo acto a título gratuito es


donación.

No lo son los actos de última voluntad ni tampoco numerosas liberalidades


realizadas entre vivos que quedan excluidas del concepto jurídico de donación.

Se ha circunscripto el régimen legal de las donaciones a ciertos actos respecto


de los cuales se considera particularmente importante proteger al donante.

Esto explica porque no se aplica a todas las liberalidades entre vivos el mismo
régimen.

Habrá donación cuando una persona por un acto entre vivos transfiera de su
libre voluntad gratuitamente a otra, la propiedad de una cosa.

De esta definición se desprenden los siguientes elementos:

a) Es un acto entre vivos.

Los actos de última voluntad, llamados testamentos, tienen un régimen


legal distinto.

B) Obliga a transferir la propiedad de una cosa.

Se dice que la donación transfiere la propiedad, lo que no es exacto porque el


solo título no basta para producir ese efecto, sino que también es necesaria la
tradición.

Solo las cosas pueden ser objeto de donación en nuestro régimen legal; si se
trata de la transmisión gratuita de un derecho, habrá cesión y no donación.

C) La transferencia debe ser a título gratuito

Es decir, hay un desprendimiento de bienes, sin compensación por la otra parte.

GENERALIDADES DE LA CAPACIDAD

La capacidad legal en general, consiste en la aptitud de adquirir y ejercer


Derechos y contraer y cumplir Obligaciones así como conservar y extinguir
ambos.

El Art. 1316 inc. 2. C.C., define la capacidad legal de las personas así:
“La capacidad legal de una persona consiste en poder obligar por sí misma, y
sin el Ministerio o la autorización de otra”.

Esta definición abarca solamente la capacidad legal del ejercicio, llamada


también “de obrar”. Esto nos hace pensar que existe otra clase de capacidad
no puede ejercer por sí mismo sus Derechos, ni cumplir sus obligaciones sino
por medio de otras personas; en algunos casos son autorizados para poder
ejecutar algunos actos que sólo ejercen los capaces; en otros, dichos actos
son confirmados por su representante, y en otros, realizan actos solemnes y de
gran seriedad por estar autorizados por la ley.

La regla general sobre la capacidad se encuentran en el Art. 1317 C.C., que


dice:

“Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara


incapaces””.

Este Artículo por no tener aparentemente ningún problema en la interpretación


no merece ser absoluta, relativa o particularmente incapaz; en el primer caso
los actos no producen ninguna clase de obligación, ni obligación natural;
caución, novación ni rectificación. Art. 1318, 1500 y 1553 C.C. En el segundo
caso los actos pueden tener valor, pero sólo en los casos determinados por la
ley; y en el tercer caso, aunque la persona sea plenamente capaz, la ley le
prohíbe expresamente ejercer algunos actos. Art. 1318 inc. 4º C.C.

Nuestro Código Civil, cuando se refiere a la persona del donante emplea las
palabras “hábil” o “inhábil”, y cuando se refiere a la del donatario las palabras
“capaz” o “incapaz”.

CAPACIDAD DE DONANTE

La regla general antes expresadas que como se dijo, se encuentran en el Art.


1317 C.C., se trasladada al Art. 1266 C.C., sólo con un cambio de palabras,
diciendo éste: “Es hábil para donar entre vivos toda persona que la ley no haya
declarado inhábil”.

Luego, todas las personas son capaces de hacer donaciones excepción de las
que la ley ha declarado incapaces.

Se pregunta: ¿cuáles son esas personas incapaces?;

el mismo Código nos da la respuesta en el Art. 1267 C.C. que dice: “Son
inhábiles para donar los que no tienen la libre administración de sus bienes;
salvo en los casos y con los requisitos que las leyes prescriben”.
Según dicen la primera parte de este Artículo, hay personas que son inhábiles
para donar, por no tener la libre administración de sus bienes.

Entre ellas se encuentran las siguientes:

1. El impúber. Su incapacidad es absoluta y sus actos no producen obligaciones.


(art 26 cc)

2. El demente. Después de la declaración provisional o definitiva de interdicción.


Sus actos ejecutados o celebrados con posterioridad al decreto, pueden ser
declarados nulos absolutamente, aunque los haya hecho en su intervalo lúcido; y
los ejecutados sin previa declaratoria de interdicción serán válidos a menos de
probarse que el que los ejecutó estaba entonces demente.

3. El sordomudo, que ha llegado a la mayoría de edad y no puede darse a


entender por escrito, después del decreto de interdicción dado por el Juez y
notificado en legal forma.

Vemos que el Art. 1267 C.C., en la parte segunda, señala cierta excepción a lo
antes expresado y es que, algunas personas que no tienen la libre administración
de sus bienes, pueden celebrar ese contrato, en su carácter de donantes, si llenan
los requisitos que las leyes le prescriben.

¿Quiénes son estas personas?,

Cómo un ejemplo tenemos: Al menor adulto la ley le prohíbe donar sus bienes
raíces y quien lo represente no puede autorizarlo para otorgar ese contrato, ni aún
con decreto de Juez. Sólo con previo decreto de Juez podrán hacer donaciones en
dinero u otros bienes del pupilo; y no las autorizará el Juez, sino por causa grave,
como la de socorrer a un consanguíneo necesitado, contribuir a un objeto de
beneficencia pública u otro semejante, y con tal que por ellas no sufran un
menoscabo notable los capitales productivos. Los gastos de poco valor para
objetos de caridad. No están sujetos a la precedente prohibición..

En consecuencia, el menor adulto puede donar dinero o bienes muebles, si llena


los requisitos antes mencionados, pero en ningún caso podrá donar sus bienes
inmuebles.

CAPACIDAD DEL DONATARIO

Aquí se continúa aplicando la misma regla antes aludida, diciendo; es capaz de


recibir donaciones, toda persona que la ley no haya declarado incapaz. Art. 1268
C.C.

¿Quiénes son estos incapaces?.


1. La persona que no existe en el momento de la donación con las siguientes
excepciones: Art. 1269 C. C.inc. 1º.

a) La hecha a la persona que no existe en el momento de la donación, pero se


espera que exista, si está existiere antes de expirar los treinta años
subsiguientes; Art. 1269 y 963 C.C.

b) La hecha a la persona que no existe al momento de la donación, en premio


de la prestación de un servicio importante, si dicha persona existiere antes
que expire treinta años siguientes a la fecha en que fue hecha la donación.
Art. 963 C.C.

2º. Al que no existe en el momento de cumplirse la condición, cuando la


donación se ha hecho condición suspensiva. Art. 1296 inc. 2º. CC.

3º. Las cofradías, gremios o establecimientos cualesquiera que no sean


personas jurídicas. Pero si la donación tuviere por objeto la fundación de una
nueva corporación o establecimiento, podrá solicitarse la aprobación legal y
obtenida ésta, valdrá la donación. Art. 1270 y 964 C.C.

4º. Toda persona, que antes de aceptar la donación hubiere sido condenada
por adulterio, por cometerlo con el donante o acusado de dicho delito, si se
siguiere condenación judicial; ya que la palabra “deferir” empleada en el Art.
965 C.C., en este caso, podemos darle el significado de “adherirse a lo dicho
por otro” Art. 1270 y 965 C.C. (De acuerdo con el nuevo código penal, la figura
de adulterio ya no esta tipificada)

5º. El curador del donante, cuando la donación se le ha hecho antes de que


haya exhibido las cuentas de la curaduría, y pagado el saldo, si lo hubiere en
su contra. Art. 1275 C.C.

EL OBJETO.

Es el bien o derecho, que el donante se obliga a sacar de su patrimonio, para


que una vez llenados todos los requisitos de ley, entre el patrimonio del
donatario. De donde decimos, que son o pueden ser objetos de donación los
bienes o derechos patrimoniales, queriendo decir los que puedan valuarse en
dinero.

LIMITES

Pero ésta regla, así como todas las reglas, tiene múltiples excepciones; entre
ellas tenemos las siguientes:
a. Los derechos de uso y de habitación no pueden donarse por ser
personalísimos. Artículo 814 y 821 C.C.

b. El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser
objeto de una donación; artículo 1334 C.C.

FORMA DE LA DONACION:

Donación de Inmuebles

Esta donación es un contrato solemne, por lo tanto debe otorgarse en escritura


pública, cualquiera que sea el valor de los bienes; de no celebrarse en esa
forma, no valen. Art. 1279 inc. 1º. C.C.

El donante aparte de manifestar su intención de donar la propiedad también,


debe hacer la tradición del dominio de esta, y según el art. 34 de la Ley del
Notariado, la escritura pública de donación debe hacerse en presencia de 2
testigos.

De las donaciones a título universal.

A título universal. Las que comprenden la totalidad de los bienes del donante,
con reserva de lo necesario para su congrua subsistencia, o de una cuota de
ellos. Art. 1283 C.C.

Teóricamente, las que comprenden la totalidad de los bienes del donante, como
lo hemos manifestado, no son a título universal, porque tiene éste que reservaste
lo necesario para su congrua subsistencia; de donde decimos que en realidad es
donación de todos los bienes que aparezcan en el inventario solemne,
únicamente.

Las formalidades necesarias para la validez de ellas, son las siguientes:

a) Que se otorguen mediante escritura pública en su caso; y

b) Se elabore un inventario solemne de lo donado.

Falta de uno o ambos requisitos acarrea como consecuencia la nulidad absoluta


de la donación; si se omitieren algunos bienes en este inventario, se entiende
que el donante se los reserva y no tendrá el donatario ningún Derecho o
reclamarlos.

Como puede darse el caso de que una persona llenando todos los requisitos de
ley, haga donación de todos sus bienes sin reservarse lo necesario para su
subsistencia, el legislador previó esta situación y protegió al donante, dándole
una acción imprescriptible, que al ejercerla y probar son extremos o de los suyos
propios, le asigne, una propiedad o en usufructo, lo que se estime competente,
tomando en cuenta la cuantía de los bienes donados. Art. 1284 inc. 1º. C.C.

Esta acción la concede la ley únicamente cuando el donante no se ha reservado


lo necesario para su subsistencia, es decir, que si se ha reservado sólo lo
exclusivamente necesario para su vida, puede ejercer dicha acción.

Donaciones entre esposos

“Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni a privarse de lo que ella
no prohíbe” Art. 8 Cn.

Aunque las donaciones específicamente entre cónyuges no están reguladas en


nuestro actual código Civil, no significa que estén prohibidas.

Sobre este tema de donación entre cónyuges lo único que encontramos es el Art.
1281 C.C. “Las donaciones con causa onerosa, como para que una persona
abrace una carrera o estado, o a título de dote o por razón de matrimonio, se
otorgarán por escritura pública, expresando la causa; y no siendo así, se
considerarán como donaciones gratuitas.”

Art. 1282. C.C. “Las donaciones que con los requisitos debidos se hagan los
esposos uno a otro en las capitulaciones matrimoniales, no requieren otra
escritura pública que las mismas capitulaciones, cualquiera que sea la clase o
valor de las cosas donadas.”

Esto nos dice que la única solemnidad que se necesita para que haya una
donación entre esposos es que debe hacerse por medio de escritura pública,
pero si los acuerdos son celebrados antes o durante la celebración del
matrimonio no requiere otra escritura pública que las mismas capitulaciones.

En el título XXI del Código Civil Derogado se explicaba que si uno de los
cónyuges era infiel el cónyuge inocente podía revocar la donación que le hubiera
hecho al otro.

Nuestro Código de Familia en el art. 103 inc. 3 lo explica así: “Las donaciones o
promesas que por causa de matrimonio se hayan hecho por el otro cónyuge al
que se casó de buena fe, subsistirán no obstante la declaratoria de nulidad del
matrimonio.” Es decir que aunque el matrimonio se declare nulo, las donaciones
hechas al cónyuge que se casó de buena fe, este no las perderá, obviamente
esta disposición no protege al cónyuge que ha actuado de mala fe.
Ahora bien, la donación por causa de muerte es un acto unilateral en el cual una
persona promete ciertos bienes a otra para que tenga efecto después de su
muerte, conservando la facultad de revocarla mientras viva; sin embargo como
se ha mencionado anteriormente, la donación es un acto entre vivos; por lo tanto,
los actos de última voluntad, llamados testamentos, tienen un régimen legal
distinto.

Art. 997 C.C., Toda donación o promesa que no se haga perfecta e irrevocable
sino por la muerte del donante o promisor, es un testamento, y debe sujetarse a
las mismas solemnidades que el testamento.

Se denominan asignaciones testamentarias aquellas instrucciones que hace el


testador respecto a cómo quiere que se repartan sus bienes y a quien se le
deben entregar cuando él fallezca. A la persona que favorece la disposición
hecha por el testador se le denomina por el derecho civil asignatario
testamentario.

Nuestro Código Civil regula el orden de suceder, al establecer un sistema de


concurrencias y exclusiones a la sucesión intestada, y en el art. 988 N° 1 C.C.
encontramos al cónyuge o conviviente sobreviviente.

Donaciones Modales

Art. 1070. C.C. Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo con
la obligación de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o
sujetarse a ciertas cargas, esta aplicación es un modo y no una condición
suspensiva. El modo, por consiguiente, no suspende la adquisición de la cosa
asignada.

El modo, se caracteriza por ser una carga, que se encuentra siempre referida a
un fin especial, por lo que en la mayoría de casos, implica una obligación de dar
o hacer y de lo cual puede resultar beneficiado el mismo asignatario obligado, un
tercero, beneficiarios indeterminados, o incluso, en algunos casos, sucede que
no existe beneficiado alguno; Así por ejemplo:

a) Lego a Javier: La cantidad de veinticinco mil dólares de los estados unidos


de América, para que sean invertidos en la construcción de una escuela,
para una comunidad (Beneficiado indeterminado).

b) Lego a Javier: La cantidad de veinticinco mil dólares de los estados unidos


de América, para que el día de mi muerte construya un busto de mi
persona, en el patio de su casa (No existe beneficiado alguno).
c) Lego a Javier: La cantidad de veinticinco mil dólares de los estados unidos
de América, para que sean invertidos en la compra de una silla de ruedas
para su esposa (El beneficiado es un tercero).

d) Lego a Javier: La cantidad de veinticinco mil dólares de los estados unidos


de América, para que con ello compre su casa (El mismos asignatario
obligado es el beneficiado).

No obstante lo anterior, en las asignaciones testamentarias sujetas a un modo, el


asignatario obligado siempre resulta ser beneficiado, ya que en caso contrario,
se correría latentemente el riesgo, de que la asignación se repudiara, así
también, si el modo no se cumple, por medio de una clausula resolutoria se
obliga al asignatario a restituir la cosa y sus frutos.

Donaciones a Plazo o bajo Condición

Si se dona a plazo o baja condición, es necesario dejar constancia de que se


impuso plazo o determinada condición; por ello, legalmente se imponen las
solemnidades de celebrarse por escrito, en Escritura Pública o Privada, según el
caso; es decir, que deben aplicarse las reglas generales de las donaciones
gratuitas. Art. 1280 C.C.

Como ejemplos señalamos:

a) La donación de un inmueble a plazo debe celebrarse por Escritura Pública; y

b) La donación de muebles bajo condición, debe celebrarse en Escritura Privada.

Si el donante tiene la intención de poner plazo o condición, pero no se consigna


en el documento y queda perfecta ésta, debe verse como válida, como donación
pura y simple.

Si en la Escritura Pública o Privada manifiesta que la donación es a plazo o bajo


condición y no se especifica, ni el plazo ni la condición, ¿producirá efectos esa
donación?

Existe la opinión de que, una donación hecha en la forma aludida, por haberse
consignado en ella el plazo o la condición, produce efectos jurídicos y debe
considerarse como pura y simple. Nuestro criterio es que, esa donación no
produce ningún efecto; partiendo de lo objetivo que el instrumento se llega a lo
subjetivo en la persona del donante, por apreciarse claramente la intención
manifiesta de donar a plazo o condicionalmente. Al no aparecer en la Escritura
ninguna modalidad, no puede tenerse como donación gratuita simple y pura, por
no ser esa la verdadera intención del donante. Como hay incertidumbre, el
problema lo resuelve la ley a no concederle efecto alguno.

EFECTOS DE LA DONACION

EFECTO PRINCIPAL

Empobrecimiento de donante y enriquecimiento del donatario.

1) El empobrecimiento del donante, pues si el mismo no se produce, no hay


donación.

2) El enriquecimiento del donatario.

La intención de hacer una liberalidad, es decir, el animus donandi.

A consecuencia de la donación el patrimonio del donante disminuye, de modo


que tal acto puede tener efectos perniciosos, bien para el que se priva de sus
propios recursos, bien para terceros, como puedan ser los familiares con derecho
a legítima o los acreedores que veían en los bienes donados la garantía del
cobro de sus créditos. Por eso, el régimen de la donación es, en ciertos
aspectos, más severo que el de otros contratos, estableciendo causas de
revocación, rescisión y resolución de la liberalidad específicas.

EFECTOS SECUNDARIOS

Inexistencia de la obligación de responder por evicción.

El donatario se subroga en todos sus derechos y acciones que en caso de


evicción corresponden al donante.

El donatario en cambio no queda obligado al saneamiento de las cosas donadas,


salvo si la donación fuera onerosa. En cuyo caso responderá el donante por la
evicción hasta la concurrencia del gravamen.

Art. 1306. El donatario que sufriere evicción de la cosa que le ha sido donada en
remuneración, tendrá derecho a exigir el pago de los servicios que el donante se
propuso remunerarle con ella, en cuanto no apareciere haberse compensado por
los frutos.

Existencia del derecho de acrecer.

Cuando la donación hubiere sido hecha a varias personas conjuntamente, se


entenderá por partes iguales; y no se dará entre ellas el derecho de acrecer, si el
donante no hubiese dispuesto otra cosa.
Se exceptúan de estas disposiciones las donaciones hechas conjuntamente a
ambos conyugues, Entre los cuales tendrá lugar aquel derecho, el donante no
hubiera dispuesto lo contario.

Existencia de la obligación de pagar las deudas del donante.

Para que el donatario se encuentre obligado al pago es preciso que se estipule al


momento de la dación y de la celebración del contrato.

Si así lo ha hecho, solo se entenderá que queda obligado a pagar las que
aparecieren contraídas antes de la donación.

La donación será entonces una donación con cargas, consistiendo está en la


obligación de reembolsar al donante lo que hubiese satisfecho por razón de las
deudas, sin que la misma cambie de título pasivo.

Deber de gratitud.

Por el hecho de la donación nacen en el donatario especiales deberes de


gratitud, se concreta en la obligación de prestar alimentos al donante cuando lo
necesite, la cuantía de esta debe ser proporcionada por el donado.

REVOCACION DE LA DONACION

La revocación de las donaciones puede darse por las siguientes causas: La


primera y quizá más interesante es que el donatario (receptor de la donación)
incurra en lo que legalmente se denomina causa de ingratitud. Así, el artículo
1299 del Código Civil dice que podrá ser revocada la donación, a instancia del
donante, por causa de ingratitud en los casos siguientes: Si el donatario
cometiere algún delito contra la persona, el honor o los bienes del donante. Si el
donatario imputare al donante alguno de los delitos que dan lugar a
procedimientos de oficio o acusación pública, aunque lo pruebe; a menos que el
delito se hubiese cometido contra el mismo donatario, su cónyuge o los hijos
constituidos bajo su autoridad. Y también si le niega indebidamente los
alimentos.

Puede observarse de la simple lectura de este artículo que las causas de


revocación por ingratitud del receptor de la donación son muy pocas y están
tasadas. Llama mucho la atención la idea de que una de las causas de
revocación sea que el donatario impute algún delito al donante ¡incluso aunque lo
pruebe! Puede parecer verdaderamente extraño, dado que aparentemente choca
de manera frontal contra el deber cívico de todo ciudadano de poner en
conocimiento de las autoridades aquellas actuaciones que podrían ser
constitutivas de delito. Interpretado de manera literal, si mi padre me dona una
plaza de garaje pero se dedica a maltratar a mi hermana y yo lo denuncio,
parece que tendría derecho a revocarme la donación, por la causa, atención, de
no haber sido agradecido con él (?). En general se entiende que el deber cívico
de denunciar está por encima, y que solamente podrá revocarse cuando,
además de denunciar, el donatario interpusiera él mismo la acción penal.

La última causa de revocación por ingratitud, como hemos visto, es que se le


niegue al donante alimentos, de manera indebida. La expresión “alimentos” tiene
un significado jurídico preciso: cuando una persona se encuentra en estado de
necesidad, puede pedir legalmente a ciertos familiares cercanos que le ayuden
para sustentarse, tener un sitio donde vivir, vestido y asistencia médica. A esa
institución se le llama genéricamente “alimentos”. Si el donante tiene esa
necesidad y el donatario le niega esa prestación, puede revocar la donación que
le hubiera hecho (y con toda la razón, añado yo).

No hay más causas de revocación por ingratitud, y esto conviene tenerlo en


cuenta. Si nuestro hijo es un maleducado, no nos visita o llama por teléfono, no
nos invita a su casa o le cae mal nuestro cónyuge actual y no se esfuerza mucho
por disimularlo, eso no es ingratitud legal ni causa de revocación. Si no quiere
llevarse un disgusto al comprobar que un familiar es desagradecido, lo mejor es
que no le ofrezca esa oportunidad…

La segunda causa de revocación también depende, como la primera, del


comportamiento del donatario, beneficiario de la donación y se produce cuando
este donatario no cumpliera alguna condición que le hubiera impuesto el donante
(art. 1281cc). Por ejemplo, un padre dona a un hijo la casa del pueblo del abuelo,
con la condición de que la restaure para que en el plazo de dos años sea
habitable. La obligación no tiene por qué referirse a lo donado: donación de un
piso con la obligación de destinar todos los meses una determinada cantidad a
una ONG. En este tipo de disposiciones condicionadas no hay más límites que la
ley y las necesidades particulares de cada cual.

Aquí también se puede dar en casos excepcionales, por desaparición del motivo
que origino la donación. Por ejemplo, las donaciones que se hacen con la
condición de casarse.

Hay otra causa de revocación que ya no depende del comportamiento del


donatario, y se refiere a circunstancias del donante: Que el donante tenga,
después de la donación, hijos, aunque sean póstumos o que resulte vivo el hijo
del donante que éste reputaba muerto cuando hizo la donación (art. 1303)

Las donaciones se revocan por medio de demanda judicial en la que se alega la


causa de revocación, a menos naturalmente que el donatario reconozca la
existencia de dicha causa y acepte voluntariamente prestar su consentimiento a
la revocación. En este caso simplemente se otorgará el correspondiente
documento, que habitualmente será una escritura pública notarial.

DONACION REMUNERATORIA

Es la que efectúa el donante cuando pretende recompensar al donatario unos


servicios prestados, sin que éstos fueran remunerables y sin que, por tanto,
estuviera el donante jurídicamente obligado a retribuirlos. La causa de esta
donación, pues, conlleva la imposibilidad de revocarla por ingratitud del donatario
posteriormente manifestada. La razón de tal irrevocabilidad radica en que el
donante está cumpliendo con un deber de conciencia u obligación natural.

El concepto de donación remuneratoria ha dado lugar en la doctrina extranjera a


largas discusiones. Algunos códigos (Ver Gr., El argentino) les han puesto
término en derecho positivo con normas que precisan la idea y concluyen con las
dudas. Para ellos, las donaciones remuneratorias son aquellas que se hacen en
recompensa de servicios prestados al donante por el donatario, estimables en
dinero y por las cuales podía este exigir el pago judicialmente al donante.

Para el código civil salvadoreño art 1304. Se entenderá por donaciones


remuneratorias las que expresamente se hicieren en remuneración de servicios
específicos, siempre que estos sean de los que suelen pagarse.

Si no constare por escritura privada o pública, según los casos, que la donación
ha sido remuneratoria, o si en la escritura no se especificaren los servicios, la
donación se entenderá gratuita.

DONACION ONEROSA

Según declara el artículo 1296CC es también donación aquélla en que se


impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo donado. El gravamen se
impone en forma de modo y no de condición. El gravamen puede ser de
naturaleza diversa, y no tiene por qué ser necesariamente de naturaleza
económica . El favorecido por el gravamen puede ser el donante, sus herederos,
un tercero o incluso el propio donatario. Este gravamen puede consistir en la
obligación de pagar las deudas del donante. Como hemos ya adelantado, si la
cláusula no contuviere otra declaración, sólo se entenderá que el donatario
queda obligado a pagar las deudas que apareciesen contraídas antes. Otros
gravámenes podrían ser, por ejemplo, imponer el destino del bien donado,
imponer una obligación al donatario que puede tener contenido patrimonial
(deber de realizar donaciones) o no (obligación de aplicarse en sus estudios).
En cuanto al régimen jurídico, el artículo dispone que la donación onerosa se
regirá por las reglas generales de los contratos y por las específicas de la
donación en la parte que exceda del valor del gravamen impuesto. Esto ha
provocado que el mismo fuese objeto de diferentes discusiones doctrinales. El
legislador trata a la donación onerosa como contrato mixto, pues hasta la
concurrencia del gravamen lo somete a las reglas de los contratos, y, en cuanto
al exceso, a las reglas de la donación. Ello plantea algunas dificultades. En
particular, sobre la forma de la donación se plantea cuál es el régimen aplicable:
como no cabría hablar de una pluralidad de actos, sino de un único acto de
donar, si el valor del gravamen absorbe el total del valor de la donación, no sería
necesario cumplimentar los requisitos formales propios de la donación.

DONACIONES INDIRECTAS

Si en la realidad de la vida, como consecuencia de un acto unilateral, no


negocial, se produce de hecho un empobrecimiento patrimonial pare el autor del
acto con un enriquecimiento correlativo para un tercero, nos hallamos ante un
supuestos que -aunque apuntado-, conviene ahora terminar de precisar, sobre
todo al ponerlo en relación con la donación indirecta. En ésta, sin darse la forma
de la donación típica, sino un negocio jurídico distinto, las partes sí convienen
que en y a través de él también se produzca el resultado práctico de la donación
típica. ¿Cómo precisar las ideas ante la múltiple variedad de supuestos posibles?

En primer lugar, caso de actos unilaterales en que de hecho resulte enriquecido


el patrimonio ajeno, sin acuerdo entre las partes implicadas sobre el carácter
liberal del aumento patrimonial a costa del empobrecimiento del atribúyete, ya se
ha señalado que en puridad -al no haber tal acuerdo negocial sobre la cosa y la
causa- no hay donación, sin perjuicio de que a fin de evitar el enriquecimiento
injusto en contra del que actúa de damno vitando (legitimarios o acreedores), si
se prueba la eadem ratio, pueda analógicamente aplicarse las normas
protectoras de la donación típica a favor de los terceros perjudicados por el
resultado práctico producido.

Despejado lo anterior, sí es clara la existencia de supuestos reales en los que


con un medio técnico-jurídico distinto a la donación típica se persigue obtener
idéntico resultado económico y práctico que con aquélla; así, si por ejemplo se
satisfacen las primas de un seguro de vida con tercero beneficiario (fuera de
supuestos en los que pueda entenderse predominante un deber de socorro
familiar), o se paga la deuda ajena sin intención de repetir, o se da gratuitamente
el dinero para que el accipiens adquiera y ponga a su nombre un bien
(frecuentemente los ascendientes a los descendientes...), el resultado práctico es
idéntico al de la donación, mas no el medio jurídico elegido.
Indirectamente hay donación, como la hay aunque la explicación y encaje hayan
parecido insuficientes en el clásico supuesto del negotium mixtum cum donatione
en el que celebrado un negocio oneroso hay acuerdo entre las partes de que una
recibe una prestación notoriamente inferior a la que a su vez hace (así, en la
«compraventa amistosa»), pues -sin perjuicio de la causa onerosa- existe a la
vez también causa donandi como resultado buscado y obtenido con el «precio de
amigo» (con lo que a su vez se diferencia de la donación disimulada o encubierta
bajo aparente compraventa, por ejemplo). La diferencia con la donación onerosa
o con carga es por ello clara: en ésta -a diferencia del supuesto que aquí se
contempla- la estructura del acto de liberalidad está puesta al servicio de una
finalidad en parte onerosa; en el negotium mixtum cum donatione la estructura de
los negocios onerosos está puesta al servicio de una finalidad en parte lucrativa.

Es obvio que el ordenamiento jurídico no puede permanecer indiferente ante el


efecto económico que se consigue con la donación indirecta: sería una invitación
al abandono de las normas legales sobre la donación típica, directa, con su
régimen restrictivo a favor del mismo donante o de los terceros, si aquélla
escapara a todo control. Pero a la vez, la existencia de otra causa verdadera y
lícita, distinta a la causa donandi y junto a ésta (arts. 1.274 y 1.276) hace que la
donación indirecta exceda del marco trazado por los el código civil; es decir, que
pese a cualquier conveniencia de política jurídica, a falta de contrato de donación
no rigen las correspondientes exigencias formales de aquél, ni las relativas a la
capacidad de donar o las que restringen la amplitud objetiva de la donación típica
(normas ligadas al medio técnico empleado y que el ordenamiento no puede
extender a cualquier negocio del que indirectamente pueda resultar una
donación).

Por lo expuesto, en fin, las normas que en el C.C. tratan de proteger a los
terceros sí deben ser de aplicación al negocio que indirectamente produzca el
resultado práctico de donación y en cuanto lo produce, así: las establecidas a
favor de legitimarios y de acreedores (en ocasiones la ley habla de «donación u
otro título lucrativo» para que no escape en definitiva ningún supuesto atributivo
que en puridad deba comprenderse conforme a la ratio normativa), o las que
protegen intereses de terceros muy cualificados (la revocación del 1301), e
incluso -por la razón íntima del deber de gratitud ínsito en la doni-datio, aun
indirecta- la revocación por causa de ingratitud del donatario del artículo 1299.
Con lo que intereses en juego, técnica jurídica y realismo se tratan de armonizar,
sin que justicia y seguridad a la vez padezcan detrimento injustificado.

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