MORFOLOGICO
MORFOLOGICO
MORFOLOGICO
Lengua castellana y
Literatura (I.E.S. Conselleria)
ANÁLISIS MORFOLÓGICO.
I. DEFINICIÓN DE “MORFOLOGÍA”
Por un lado, ANALIZAR las relaciones que se establecen, dentro de una palabra,
entre unidades menores que ella; esto es, analizar cómo está constituida
formalmente una palabra. Así, podemos decir que dicha palabra está formada por
unidades más pequeñas (monemas) como el lexema y, normalmente, uno o más
morfemas; ej.: la palabra “verdoso” está formada por unidades más pequeñas: verd-
(lexema) / -os- (morfema) / -o (morfema).
Por otro, CLASIFICAR las palabras en diversos grupos (CATEGORÍAS), según sea su
FORMA, su significado y la función sintáctica que pudieran llegar a cumplir.
LEXEMAS: son monemas con significado léxico (aquel significado que apunta a un
referente extralingüístico; aquel que, al oír un vocablo, nos permite pensar en una
determinada realidad). Suele ser la parte invariable de una palabra, de modo que los
términos que comparten el mismo lexema forman lo que se conoce como familia
léxica1. Dentro de una misma familia léxica, puede haber palabras de distintas categorías
gramaticales.
Ej.: la palabra “casita” se puede descomponer, inicialmente, en dos monemas (cas- / -ita); el primer
monema (cas-) es el lexema, la parte de la palabra que tiene significado léxico, la que nos permite pensar
en una determinada realidad (una casa).
Si nos fijamos en otras palabras como “caserón” (cas- / -erón), “caseta” (cas- / -eta), “casilla” (cas- / -illa),
“casona” (cas- / -ona), “casero” (cas- / -ero), “casucha” (cas- / -ucha), etc., veremos cómo, en todas ellas,
la parte que no cambia nunca es (cas-); esa parte que permanece invariable es el lexema, que hace que
todos estos vocablos, con sus variaciones, nos hagan pensar en una casa. Todas estas palabras
pertenecen, por tanto, a la misma familia léxica.
Como norma general, para conocer el lexema de una palabra, podemos pensar en
varios términos de su misma familia léxica, de manera que la parte que no cambie
en todos ellos será el lexema.
1
No confundir familia léxica con campo semántico; un campo semántico está formado por palabras que se refieren a
una misma esfera de la realidad, aunque no compartan un mismo lexema. Por ejemplo, palabras como “guitarra”,
“piano”, saxofón”, violín”, “contrabajo”, “batería” o “trompeta” no comparten el mismo lexema (no forman una familia
léxica), pero se refieren a una misma esfera de la realidad (la de los instrumentos musicales); pertenecen, por tanto, al
mismo campo semántico.
2
Normalmente, este fenómeno se produce por la existencia de dobletes. Para saber qué es un doblete, debemos
distinguir entre:
a) Palabras patrimoniales: palabras que se incorporaron tempranamente al castellano y evolucionaron
fonéticamente, dando lugar a términos distintos del original latino; ej.: homo, hominis → hombre.
b) Cultismos: palabras latinas que penetraron tardíamente en nuestra lengua, por lo que no han sufrido ningún
cambio fonético; ej.: gloria, gloriae → gloria.
Así, los dobletes son aquellas palabras que, provenientes del latín, han dado lugar a dos variantes léxicas: la palabra
patrimonial y el cultismo; ej.: speculum, speculi → espejo (patrimonial) / especular (cultismo); ej.: colocare
→ colgar (patrimonial) / colocar (cultismo).
2 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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mort- : mortal, mortandad, mortalidad, inmortalidad, inmortal, mortífero, mortuorio, mortaja,
amortajar, amortajamiento, amortiguar, amortiguador, amortiguamiento, amortizar…
Ej.: si pensamos en los adjetivos “amarillo” y “amarillas”, vemos que la parte que comparten (que
permanece invariable) es “amarill-” (que es el lexema); las partes de ambas palabras que han
cambiado son:
- En el primer caso, “-o” (morfema flexivo que indica género masculino) y Ø (el morfo 3 cero o la
ausencia de un morfema flexivo de plural nos indica que la palabra tiene un número singular).
- Por su parte, “amarillas” tiene un morfema flexivo “–a” (que indica género femenino) y otro
morfema flexivo “-s” (que marca el número plural).
Ej.: entre las palabras “moral” e “inmoral” hay una diferencia: ambas comparten el lexema “moral”,
pero una de ellas contiene el morfema derivativo (afijo) “in-” que modifica el significado de la palabra
para expresar negación (in- / -moral = no moral).
Según la posición que ocupen, con respecto al lexema, los afijos se clasifican en:
Cuando una palabra contiene más de un sufijo, no debemos confundir un infijo con un sufijo:
Ej.: en “rosaleda”, dado que existe la palabra “rosal”, tenemos dos sufijos (“al” y “eda”) que modifican
el significado del lexema “ros-” (“-al” modifica el significado de “ros-” para referirse a un arbusto que
produce rosas, mientras que “-eda” permite hablar de un conjunto de rosales). En cambio, en
“lucecita”, “-ec” es un infijo, ya que no existe la palabra * lucez.
3
El morfo es la materialización lingüística de un morfema (el morfema, realmente, es una realidad abstracta, mientras
que el morfo es su representación lingüística).
3 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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Ej.: podemos obtener las distintas formas de un verbo añadiendo morfemas flexivos que expresen los
valores gramaticales de persona, número, tiempo, aspecto y modo: cant- (lexema) / -a- (vocal temática) /
-ba- (morfema flexivo que expresa pretérito [tiempo] imperfecto [aspecto] de indicativo [modo]) / -s
(morfema flexivo que indica 2ª persona [persona] del singular [número]).
DERIVACIÓN: mediante morfemas derivativos (afijos) que acompañen a un lexema,
podemos formar palabras derivadas a partir de una palabra primitiva. Pueden llevar
morfemas flexivos. Según los tipos de afijos que intervengan, la derivación puede ser:
COMPOSICIÓN: unión de dos o más lexemas para crear una palabra nueva, que llamamos
compuesta (agridulce, cortaplumas, grecorromano, alicorto, chupatintas, espantapájaros,
boquiabierto, teórico-práctico, etc.) 4
En ocasiones, entre dos lexemas de una palabra compuesta suele aparecer un interfijo (ej.:
va-i-vén).
Ej.: la palabra “desalmado” (formada por el lexema “-alm-”, acompañado por el prefijo “des-” y el sufijo
“-ad-o”) es una palabra parasintética porque no existe *desalmar (si eliminamos el sufijo) o *almado (si
eliminamos el prefijo).
4
Un tipo especial de composición lo constituyen las lexías: sintagmas nominales que, por su uso constante, se han
fosilizado y no se pueden separar sin que cambie su significado; ejs.: “ojo de buey”, “esperanza de vida”, “mano de
obra”, “retrato robot”, “cabeza de turco”, “buque insignia”, etc.
4 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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a) Acronimia: los acrónimos son palabras formadas por las iniciales de
diferentes términos, de modo que obtenemos una unidad nueva con
significado léxico propio y que podemos pronunciar de manera
autónoma5.
Ej.: la palabra “ovni” es un acrónimo formado a partir de las iniciales de las palabras “objeto
volador no identificado”, de modo que el acrónimo resultante se convierte en una palabra
autónoma que, incluso, puede ir acompañada de un determinante (ej.: el ovni; aquellos
ovnis).
b) Siglación: en este caso, se unen las iniciales de varias palabras sin que se
forme un nuevo término con significado léxico (ej.: EE.UU., R.D.A., S.M., etc.).
Las siglas se escriben con mayúsculas y separadas por puntos.
El ser humano, para comprender mejor el mundo que le rodea, necesita clasificar las diversas
realidades que forman dicho mundo, según un determinado criterio, en distintos grupos o
compartimentos formados por aquellos elementos que compartan unas mismas características.
Una lengua también es una realidad y está formada por un sinfín de elementos llamados palabras;
para poder estudiar mejor dichas palabras, los lingüistas las clasifican en distintos grupos
(categorías gramaticales), de modo que las palabras de un mismo grupo comparten
determinados rasgos comunes como su forma, su significado y su potencial función en el
seno de la oración. De este modo, podemos clasificar las palabras en las siguientes categorías
gramaticales: sustantivos, adjetivos calificativos, determinantes (artículos y adjetivos
determinativos), pronombres, verbos, adverbios, preposiciones, conjunciones e
interjecciones.
1. EL SUSTANTIVO Y SU FLEXIÓN
El sustantivo o nombre (Sust.) es la palabra que nos permite designar, poner nombre a
la realidad (seres, objetos, ideas, cualidades, sentimientos…); ejs.: casa, perro, amor,
Alberto...
Lo reconocemos porque es una palabra variable (puede cambiar de género [ej.: niño →
niña] o número [ej.: niño → niños]), puede ir acompañado de un determinante (artículo
[ej.: el niño] o adjetivo determinativo [ese niño]) y cumple la función sintáctica de núcleo del
sintagma nominal.
Comunes: designan, en general, seres, objetos, ideas, etc. sin distinguirlos de entre el
grupo al que pertenecen (ejs.: país, mujer, montaña, río…).
Propios: designan, en particular, seres, objetos, ideas, etc. diferenciándolos de entre
los de su misma clase. Se escriben siempre con mayúscula (ejs.: España, Ana, Everest,
Guadalquivir…). Los nombres propios se clasifican en:
- Antropónimos: nombres propios de persona (Juan, Isabel, José Luis, García,
Giménez…).
- Topónimos: nombres propios de lugares y accidentes geográficos (Madrid, Francia,
Ebro, Teide…).
- Nombres de instituciones (Real Academia Española), festividades (Navidad,
Fallas…), marcas comerciales (Pepe-Cola), obras de arte o monumentos
(Venus de Milo, Partenón…), períodos o acontecimientos históricos y
corrientes artísticas (Edad Media, Renacimiento, Revolución Francesa,
Romanticismo…), etc.
5
También se entiende por acronimia la fusión de dos palabras de las que se elimina una parte; ejs.: de “ cantar” y
“autor”, tenemos “cantautor” / de “Europa” y “visión”, obtenemos “Eurovisión”.
5 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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Concretos: designan aquellas realidades que pueden ser percibidas por cualquiera de
los cinco sentidos (ejs.: libro, lápiz, mesa, ruido, aroma, dulzor…).
Abstractos: designan pensamientos, ideas, cualidades o sentimientos que no se
perciben por los sentidos (ejs.: amor, paz, libertad, tiempo, rapidez, eficacia, bondad,
madrugada, tristeza…).
b) El número plural viene marcado por los morfemas alomorfos 6 “-s” o “-es”:
- Añadimos “-s” para formar el plural de palabras que terminan en vocal átona o
en –á, -é, -ó (mesa/s, sofá/s, café/s, etc.). Excepciones: no → noes; a → aes; o →
oes.
- Añadimos, indistintamente, “-s” o “-es” si el singular termina en –í, ú (esquí/s/es,
iglú/s/es). Excepciones: sí → síes; i → íes; u → úes; menú → menús; champú →
champús.
- Añadimos “-s” cuando el singular termina en consonante –d, -j, -l, -n, -r, -y, -z o
es una palabra aguda terminada en –s, -x (pared/es, reloj/es, papel/es,
camión/es, par/es, ley/es, lápiz/c/es, revés/es, fax/es). Excepciones: jersey →
jerséis; paipay → paipáis; guirigay → guirigáis… y todas las palabras extranjeras
terminadas en –ay, -ey adaptadas al castellano (espray → espráis; yóquey →
yoqueis).
- Añadimos “-s” cuando el singular termina en otras consonantes (zigzag/s,
cómic/s, tic/s). Excepciones: álbum → álbumes; sándwich → sándwiches.
El número plural sólo suele ser posible para los sustantivos concretos contables, de
modo que aquellos sustantivos incontables que reciben un morfema de plural
experimentan un cambio de su significado; también suele ocurrir con muchos
sustantivos abstractos:
Ej.: el sustantivo incontable “vino” hace referencia a una sustancia; en cambio, “vinos”, en una oración
como “Ayer me tomé dos vinos”, significa “copa de vino” (metonimia continente por contenido).
Ej.: el sustantivo “belleza” hace referencia a una cualidad abstracta e incontable; en cambio, si decimos
“Aquel lugar estaba lleno de bellezas”, estamos diciendo que “Aquel lugar estaba lleno de personas
bellas”.
2. EL ADJETIVO CALIFICATIVO Y SU FLEXIÓN
El adjetivo calificativo (Adj. Cal.) es la palabra que nos permite expresar un rasgo (una
característica, una cualidad) o un estado referidos a un determinado sustantivo; ejs.: verde,
grande, simpático, horrible, hermoso, generoso...
Lo reconocemos porque es una palabra variable (puede cambiar de género [ej.: feo → fea]
o número [ej.: fuerte → fuertes]), se refiere a un sustantivo al que puede acompañar
(concordando con él en género y número) para decir cómo es o cómo está (el adjetivo
calificativo responde a las preguntas “¿cómo es?” [“¿cómo es el coche?” → “veloz”] o “¿cómo
está”? 7 [“¿cómo está Juan?” → “triste”]), suele admitir distintos grados (positivo,
comparativo y superlativo) y cumple la función de núcleo del sintagma adjetival.
6
Los alomorfos son las posibles variantes que puede presentar un mismo morfema. En este caso, el morfema de plural
puede marcarse, según el caso, mediante dos variantes (“-s” o “-es”).
7
No debemos confundir, con la respuesta a la pregunta “¿cómo está?”, un adjetivo y un adverbio; el adverbio es una
palabra invariable, mientras que el adjetivo siempre puede variar su número y, en ocasiones, su género. Así, cuando
decimos “Juan está bien”, la palabra “bien” no es un adjetivo calificativo, ya que no puede cambiar de número (la
palabra “bienes” es el plural del sustantivo “bien”, que significa “riqueza o pertenencia”).
7 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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b) Sin alternancia de género: algunos adjetivos presentan la misma forma tanto
para el masculino ([coche] verde) como para el femenino ([mesa] verde).
Número: para marcar el número (singular o plural) del adjetivo calificativo, se siguen
las mismas normas que en el caso del sustantivo (ejs.: pequeño → pequeños; voraz →
voraces).
c) Superlativo: expresa una cualidad o estado en su máximo grado. Puede ser de dos
tipos:
- Absoluto: expresa una cualidad o estado en su grado sumo sin relacionarlo con
el de otros elementos (ej.: Juan es altísimo). Se puede construir de diversas
maneras:
Con los morfemas “-ísimo” / “érrimo”8 (ejs.: Juan es altísimo. / Este campo
es ubérrimo).
Con el adverbio “muy” o equivalentes como “sumamente”,
“enormemente”, “extraordinariamente”, etc. (ejs.: Juan es muy alto. /
Juan es extraordinariamente alto.).
Con los prefijos “super-” o “hiper-”9 (ej.: Juan es súper alto. / Juan es
superalto.).
Algunos adjetivos son, en sí mismos, superlativos (superlativos sintéticos):
8
Se trata de una variante que se conserva del latín en algunos pocos adjetivos: pobre → paupérrimo; célebre →
celebérrimo; mísero → misérrimo; libre → libérrimo; fuerte → acérrimo; fértil → ubérrimo).
9
También pueden utilizarse prefijos como “re-” (se usa, sobre todo, en Hispanoamérica; ej.: Eres refuerte.), “ultra-”
(ej.: Aquella sociedad era ultraconservadora.); “archi-” (rara vez se utiliza; ej.: Este juego es archidivertido.)
“requete-” (es muy coloquial; ej.: Tu niño es requeteguapo.).
8 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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de “bueno” → “óptimo” de “grande” → “máximo” de “alto” → “supremo”
de “malo” → “pésimo” de “pequeño” → mínimo de “bajo” →
“ínfimo”
- Relativo: expresa una cualidad o estado (en su grado máximo o mínimo) que
permite destacar un elemento de entre el conjunto al que pertenece. Se puede
construir de las siguientes maneras:
Con “artículo + más / menos + adjetivo (de)” (ej.: Juan es el más alto. /
Juan es el más alto de la clase. / Ellos son los menos favorecidos con el
reparto.).
Con “artículo + comparativo sintético” (ej.: Pepe es el mejor del equipo.).
Como hemos apuntado antes, los morfemas independientes sólo tienen significado
gramatical; carecen, por tanto, de lexema. Pero debemos tener en cuenta que, de entre estos
tipos de palabras, los artículos (Art.), los adjetivos determinativos (Adj. Det.) y los
pronombres (Pron.) pueden recibir morfemas flexivos de género y número:
Ejs.: un/ una; los/ las; este/ esta; mi/ mis; aquel/ aquellas; nuestro/ nuestras…
4. EL VERBO Y SU FLEXIÓN
El verbo (V) es la palabra que expresa acciones (correr, estudiar, trabajar…), estados (ser,
estar, parecer…) o procesos (crecer, palidecer, morir…) referidos a seres, objetos, ideas, etc.
Lo reconocemos porque es una palabra variable (puede cambiar de persona [ej.: canto →
cantas], número [ej.: canto → cantamos], tiempo [ej.: canto → cantaré], aspecto [ej.: canté
→ cantaba] o modo [ej.: canto → cante]) que, por tanto, se puede conjugar y cumple la
función de núcleo del sintagma verbal (predicado).
PERSON
A 1ª 2ª 3ª 1ª 2ª 3ª
MORFEM
A -Ø -s -Ø -mos -is -n
b) Tiempo, aspecto y modo: estos tres valores también vienen expresados mediante
un solo morfema flexivo (sincrético o amalgamado):
a) Infinitivo: es el propio nombre del verbo. Se identifica con el sustantivo. Puede ser:
- Simple (cant-a-r; tem-e-r; part-i-r…).
- Compuesto (haber cant-a-do haber tem-i-do
haber part-i-do…).
En la 1ª pers. del sing., la vocal temática, el morfema de tiempo-aspecto-modo y el de persona presentan sincretismo
en un único morfema “-o”.
Subjuntivo
El modo indicativo va marcado por la alteración de la vocal temática.
PRETÉRITO IMPERFECTO
Indicativo
El morfema de pretérito imperfecto de indicativo es “-ba-” (1ª conj.) y “-a” (2ª y 3ª conj.).
part í a Ø
cant a ba Ø tem í a Ø
part í a s
cant a ba s tem í a s
part í a Ø
cant a ba Ø tem í a Ø
part í a
cant á ba mos tem í a mos
mos
cant a ba is tem í a is
part í a is
cant a ba n tem í a n
part í a n
Subjuntivo
El morfema de pretérito imperfecto de subjuntivo tiene dos variantes: “-ra-” y “-se-”.
PRETÉRITO IMPERFECTO
El morfema de pretérito perfecto simple es muy complejo, pues presenta sincretismo con la persona en la mayoría de
las formas.
FUTURO
Indicativo
11 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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Los morfemas de futuro de indicativo son “-ré-” y “-rá-”, según la persona.
Subjuntivo
Está en desuso; se emplea, normalmente, en textos legales. Su morfema es “re-”.
CONDICIONAL (o POTENCIAL)
El morfema de condicional es “-ría-”.
part i ría Ø
cant a ría Ø tem e ría Ø
part i ría s
cant a ría s tem e ría s
part i ría Ø
cant a ría Ø tem e ría Ø
part i ría
cant a ría mos tem e ría mos
mos
cant a ría is tem e ría is
part i ría is
cant a ría n tem e ría n
part i ría n
MODO IMPERATIVO
Sólo contiene formas exclusivas de 2ª persona. El resto de personas se forman con el presente de subjuntivo.
part e Ø (tú)
cant a Ø (tú) tem e Ø (tú) part a Ø (usted)
cant e Ø (usted) tem a Ø (usted) part i d
cant a d (vosotros) tem e d (vosotros) (vosotros)
cant e n (ustedes) tem a n (ustedes) part a n
(ustedes)
INDICATIVO
Simples
Compuestos
PRESENTE (canto)
PRETÉRITO IMPERFECTO (cantaba) PRETÉRITO PERFECTO COMPUESTO (he cantado)
PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE (canté) PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO (había cantado)
FUTURO (cantaré) PRETÉRITO ANTERIOR (hube cantado)
CONDICIONAL (cantaría) FUTURO PERFECTO (habré cantado)
CONDICIONAL COMPUESTO (había cantado)
SUBJUNTIVO
Simples Compuestos
PRESENTE (cante) PRETÉRITO PERFECTO COMPUESTO (haya cantado)
PRETÉRITO IMPERFECTO (cantara o cantase) PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO (hubiera o
FUTURO (cantare)
hubiese cantado)
FUTURO PERFECTO (hubiere cantado)
Así, deberemos conjugar el verbo “haber” en el tiempo simple correspondiente (ej.: el pretérito
pluscuamperfecto del verbo “cantar” se forma mediante el verbo “haber” conjugado en pretérito imperfecto [“había”]
seguido del participio “cantado” → “había cantado”). En las formas compuestas, el verbo “haber” funciona, pues,
como morfema sincrético de persona, número y tiempo.
5. EL ADVERBIO Y SU FLEXIÓN
El adverbio (Adv.) se define como una palabra invariable (por lo que, en principio,
carecería de morfemas) que complementa el significado de un verbo, de un adjetivo
12 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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calificativo o de otro adverbio. Cumple la función de núcleo del sintagma adverbial.
Según la circunstancia que exprese su lexema, los adverbios pueden ser:
De lugar: aquí, acá, ahí, allí, delante, detrás, atrás, encima, debajo, cerca, lejos,
enfrente, dentro, fuera, arriba, abajo, (a)donde, (a)dónde…
De tiempo: antes, ahora, luego, ya, tarde, pronto, temprano, ayer, hoy, mañana, anoche,
nunca, siempre, antes, después, aún, todavía, enseguida, mientras, cuando,
constantemente, cuándo…
De modo: así, bien, mal, regular, mejor, peor, igual, como, cómo, rápidamente,
eficazmente…
De cantidad: mucho, poco, bastante, muy, más, menos, nada, todo, demasiado, tan,
casi, apenas, justo, cuando, cuándo, sobremanera, abundantemente…
De afirmación: sí, también, claro, en efecto, bueno, efectivamente, naturalmente…
De negación: no, tampoco…
De duda: quizá, quizás, acaso, tal vez, posiblemente, seguramente…
De deseo: ojalá, así…
De exclusión, inclusión o adición: solo, solamente, únicamente, además, incluso,
exclusivamente…
Si bien definimos los adverbios como palabras invariables (y, por lo tanto, sin
morfemas), algunos de ellos escapan a esta definición; en efecto, algunos adverbios admiten
morfemas diminutivos como “-ita” (ejs.: cerca → cerquita / ahora → ahorita). Por otro lado, los
adverbios terminados en “-mente” constan de un adjetivo en género femenino o neutro
(que contiene el lexema) y la partícula formadora de adverbio “-mente”.
11
En algunos casos, los diminutivos dan lugar a palabras que, por el uso, se han fosilizado (lexicalizado), de modo que
el hablante no tiene conciencia de que está empleando un diminutivo. Por ejemplo, la palabra “peseta” viene de la
palabra “peso” (moneda), a la que, en su día, se añadió el sufijo diminutivo “-eta”; al haberse lexicalizado esta unión,
en una palabra como “pesetita” el lexema sería “peset-” y el sufijo diminutivo “-ita”. Lo mismo ocurre con el vocablo
“bicicleta” (lexema: “biciclet-”).
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Con restricciones: algunos despectivos se pueden combinar sola y exclusivamente con algunos lexemas: “ libraco”,
“camastro”, “poetastro”, “hierbajo”, “casucha”, “mujeruca”, etc. También debemos tener en cuenta que el diminutivo
“-uelo”, normalmente precedido del infijo “-ez-“ puede funcionar como despectivo (“mujerzuela”).
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cuyo lexema es “man-” (existe “manipular”, “manual”, “manita”, “manota”, etc.); en este caso,
el morfema derivativo “-o” está actuando como un mero sufijo formador de sustantivo.
Ej.: lo mismo ocurre con el sustantivo “tasación”: “tas-” (lexema o raíz) + “-a-” (morfema flexivo de vocal
temática) + “-ción” (morfema deverbal formador de sustantivo abstracto que significa “acción” o “efecto”]).
Ej.: si al sustantivo “duda” le añadimos el sufijo denominal “-os-o” (que significa “que tiene”), tenemos el
adjetivo calificativo “dudoso”.
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Notemos cómo la presencia de una vocal temática actúa de sufijo denominal, al convertir el sustantivo “posición” en
el verbo “posicionar”.
14 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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- AZO / ÓN: además de aumentativos, significan “golpe dado con fuerza” (“manotazo”, “bofetón”) o “acción
repentina y enérgica” (“broncazo”). “-Ón” también significa “que ejerce mucho la acción de” (de “abusar” →
“abusón”).
- ISMO: significa “movimiento político o cultural, doctrina, creencia” (“socialismo”, “realismo”, “cristianismo”) u
“oficio” (“periodismo”).
- ISTA: significa “partidario de” (“socialista”, “realista”) o “persona que se dedica a” (“periodista”).
- IVO: significa “propio de” (“privativo”).
- MENTO/ -MIENTO: sufijo deverbal formador de sustantivos abstractos que significan “acción o efecto”
(“pegamento”, “sufrimiento”).
- CIÓN: sufijo deverbal formador de sustantivos abstractos que significan “acción o efecto” (“votación”).
- URA: significa “efecto resultante de una acción” (“soldadura”, “holgura”, “apoyatura”, “cochura”).
- EZ/ EZA/ -ÍA: sufijos deadjetivales que significan “cualidad” (de “pálido” → “palidez” / de “delicado” → “delicadeza” /
de “lozano” → “lozanía”).
- ANZA: sufijo deverbal que significa “acción y efecto” (de “matar” → “matanza”).
- ANCIA/ -ENCIA/ -IENCIA: sufijos deverbales que forman sustantivos abstractos como “ignorancia”, “resistencia” o
“experiencia”.
- DAD: sufijo deadjetival que significa “cualidad” (de “bueno” → “bondad”).
- A/ -O/ -E: aquí hablamos de derivación regresiva, en la que se produce un acortamiento de una palabra. Esta vocal
final no es, realmente, un sufijo, pues la palabra resultante coincide con una forma verbal existente en la
conjugación; se trata de una derivación Ø, que se da en casos como: la acción de “pelear” es la “pelea”; la de
“deteriorar” es el “deterioro”; la de “cortar” es “corte”.
En algunos casos, además, los prefijos “en-” (que significa “entrar en”) o “a-” (que
significa “moverse hacia”) tienen un valor denominal o deadjetival formador de verbos;
ej.: del sustantivo “peste”, podemos obtener el verbo “apestar” y del adjetivo “sucio”,
podemos obtener el verbo “ensuciar”. Puede darse prefijación y sufijación simultáneas
sin que exista la palabra intermedia (parasíntesis) en verbos como enflaquecer (no existe
* “enflaco” ni * “flaquecer”).
- EAR: puede significar “actuar como” (“zorrear”), “producir” (“marear”) o, en ocasiones, nos habla de acciones
repetitivas (“torpedear”). Con adjetivos, tiene el significado aspectual ingresivo de “entrar en un estado” o
“volverse”. Entre el lexema y el sufijo “-ear” puede intercalarse un sufijo diminutivo, aumentativo o despectivo,
con una connotación iterativa y, a menudo, despectiva; ej.: de “llor-ar”, podemos obtener “llor-i(c/qu)-ear”.
- ECER: es también ingresivo, significa “volverse”, “hacer que algo se vuelva” (“florecer”, “humedecer”).
- IFICAR/ - IZAR: tienen, también, el significado de aspecto ingresivo de “hacer que algo se vuelva”, “crear o
producir”, etc. (“intensificar”, “mecanizar”).
15 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
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3. SUFIJOS FORMADORES DE GENTILICIOS
Los gentilicios son adjetivos calificativos que expresan el origen geográfico de alguien o de
algo. La mayoría de tales gentilicios se forman mediante los siguientes sufijos:
4. SUFIJOS CUANTIFICADORES
Multiplicativos: “-ble”/ “-ple”/ “-plo” (“doble”, “triple”, “cuádruple”, “céntuplo”…).
Partitivos: “-avo”, “imo” (“treceavo”, “décimo”, “centésimo”, “vigésimo”…).
De negación u oposición:
A-: indica negación, privación: “alegal”, “amoral”.
IN-/ IM-: indica negación, privación; con adjetivos, significa “que no es” (“inmoral”), con verbos indica “impedimento”
(“incomunicar”) y con sustantivos indica “carencia de” (“indecencia”).
DES-: significa “lo contrario de” (“deshacer”, “desconvocar”, “desatinado”).
ANTI-: indica “oposición” (“antisistema”, “antibiótico”, antitérmico”).
CONTRA-: también indica “oposición” (“contracepción”), pero también tiene un significado locativo de ubicación en el
espacio (“contrachapado”) o en una jerarquía (“contramaestre”).
1. LOS “PREFIJOIDES”:
16 Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y
Literatura (I.E.S. Conselleria)
Determinados constituyentes de origen griego o latino dan lugar a numerosos neologismos
en el léxico moderno (sobre todo técnico y científico). Hay discusión sobre su carácter, pues
unas veces se comportan como prefijos y otras como sufijos. En todo caso, debemos tener
presente que estos elementos tienen significado léxico pleno, por lo que pueden funcionar
como lexemas y dar lugar a palabras aisladas. Ejs.: TELE: “a distancia” (“televisión”); FOTO:
“luz” (“fotosensible”); FONO: “sonido” (“teléfono”); AERO: “aire” (“aeroplano”); AUTO: “por sí
mismo” (“automóvil”); ANDRO: “hombre” (“andropausia”); GINO: “mujer” (“andrógino”); MISO:
“odio, rechazo” (“misógino”); ANTROPO: “ser humano” (“misántropo”); LOGO/ LOGÍA: “ciencia,
conocimiento, tratado” (“antropología”) …
Para familiarizarse con estos “prefijoides”, consultar las tablas de las hojas anexas con
prefijos y sufijos.
I. La segmentación morfológica:
1. Localizar el lexema (o lexemas, si la palabra es compuesta). Para ello, deberemos formar la familia
léxica de la palabra.
a) Si estamos ante un verbo, el lexema también se llamará “raíz”.
2. Aislar los diversos morfemas (derivativos y flexivos).
3. En el caso de los morfemas derivativos (afijos), indicar si se trata de prefijos, sufijos, infijos o
interfijos y, a ser posible, explicar su significado.
a) Indicar si estos morfemas derivativos cumplen una función recategorizadora (denominales,
deadjetivales, deverbales) y explicar qué nueva categoría gramatical forman.
b) Indicar si estos morfemas derivativos son apreciativos (diminutivos, aumentativos o despectivos)
o de otro tipo.
4. En el caso de los morfemas gramaticales o flexivos:
a) Si estamos ante un sustantivo, deberemos marcar los morfemas gramaticales de género y
número (recordemos que la ausencia de morfema de género o número se marca mediante el
morfo cero: Ø).
b) Si estamos ante un adjetivo calificativo, también deberemos indicar cuáles son los morfemas
gramaticales de género y número pero, además, también el de grado.
c) Si estamos ante un verbo, deberemos segmentar la vocal temática y los morfemas sincréticos o
amalgamados (por una parte, de persona y número y, por otra, de tiempo, aspecto y modo).
1. Indicar la categoría gramatical (sustantivo, verbo, adjetivo calificativo, etc.) y valores gramaticales
(género y número en el sustantivo; género, número y grado en el adjetivo calificativo; número,
persona, tiempo, aspecto y modo en el verbo…), así como cualquier información que consideremos
pertinente para la caracterización de la palabra (si tenemos que analizar una palabra como
“adelantado”, deberemos prestar atención al contexto en el que figura dicha palabra, para saber si
se trata de un verbo [ej.: “el partido fue adelantado”] o de un adjetivo, gracias a la utilización, por
ejemplo, de un artículo [ej.: “Edison fue un adelantado a su tiempo”]).
2. Explicitar cuál es el procedimiento de formación de la palabra (morfema independiente, palabra
primitiva, flexión, derivación [prefijación, sufijación, infijación, etc.], composición, parasíntesis,
abreviación, combinación…) y el máximo de información posible sobre cómo se ha producido este
procedimiento.
Ejemplos:
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Literatura (I.E.S. Conselleria)