Fase 4
Fase 4
Fase 4
Grupo 30175-5
Antropología Rural
Mayo de 2020
En el planeta existe un equilibrio natural donde cada uno de sus habitantes tiene una función
específica, pero que entre todos son dependientes para que este se mantenga, por ejemplo los
animales que se adaptan a un entorno para sobrevivir y además cumplir con un papel
importante en los ecosistemas, esto generó desde la antigüedad que la mayoría de los
asentamientos humanos se establecieran en lugares cercanos a fuentes hídricas ricas en
biodiversidad pues a un río llegaban muchos animales y así el hombre los cazaba para
beneficiarse de los recursos y obtener alimento, incluso aún en la actualidad muchos lo siguen
haciendo. Luego apareció el poder de la agricultura que fue uno de los pasos importantes al
permitir la producción del alimento como eje fundamental para la vida y en la actualidad toda la
humanidad es parte esencial de eso para el sustento de muchedumbres que dependen de este
estilo de vida antiquísimo de sembrar. Pero todo en exceso es nocivo, pues en los últimos 50
años la humanidad ha modificado el planeta no sólo con la intensificación de la agricultura
también con la construcción de ciudades donde se han mudado gran cantidad de personas que
antes habitaban en los campos. Lamentablemente la demanda de productos agropecuarios ha
hecho que muchas empresas dedicadas a dichas explotaciones realicen de una forma
inadecuada sus producciones. Por ejemplo con la siembra de muchos cultivos perennes
estamos alterando el suelo y su capa benéfica, por otra parte, la ganadería en su gran parte es
responsable de la depredación de grandes extensiones de bosques sin contar que es la
actividad que más gases GEI produce. La necesidad insaciable del consumismo, lleva al mismo
hombre a producir a gran escala productos no necesariamente de primera necesidad y que
generan una fuerte carga de contaminantes ya sea al aire, agua o suelos o el excesivo uso de
agua para producirlos. La desaparición de muchas culturas como consecuencia del exceso de
consumo no sostenible junto con sus entornos nos exige repensar en un nuevo comienzo de
reacciones para salvar al planeta que activaran acciones con responsabilidad de cada uno de
nosotros. En la actualidad, los medios de comunicación tienen gran influencia sobre las
personas y es posible valernos de la ayuda de éstos para difundir la información adecuada que
busque la generación de una cultura y una conciencia que ayude a minimizar daños.
Actualmente existen países que han comenzado a desarrollar tecnologías limpias
acompañadas de campañas para ampliar la información de vida verde, como los sistemas de
gestión ambiental o la eco eficiencia en la industria que prueba con edificios, ambientalmente
inteligentes que son comienzos para conllevar a un orbe sano pero en crecimiento y con una
armonía de salud ambiental. El afán del hombre por sus creaciones antrópicas con fines
lucrativos es la problemática sustancial que produce sensibilidad, no sólo en los grandes
magnates del mundo sino en todos nosotros como habitantes de la tierra. Estamos todos
comprometidos y nadie tiene excepción. Pensar que una pandemia global fue una manera de
darle un respiro a la tierra del mayor depredador de la naturaleza: “la cultura ostentosa del
hombre” que en su empoderamiento fue obligado a retroceder para volverlo de su locura fue
impensable. Una calamidad global que tocó a ricos y pobres por igual en unos pocos meses
reordenó todo tipo de plan de una manera global demostrando que no somos los dueños de
este planeta sino unos habitantes más con una misión administrativa, y al ver que quedamos
cortos, nos pasaron una cuenta de cobro muy dura de pagar. Ver una minimización de
impactos por dos meses es grandioso porque se comprueba que la naturaleza se regenera por
sí sola, pero debe ser estimulada primero por una inactividad y luego por el impacto de una
moraleja que cree un cambio de conciencia para que altere sociedades completas junto con su
pensamiento y actitud. Si esto no ocurre todo lo conocido algún día dejará de existir y al
parecer el único perdedor será el hombre que seguirá condenado por la misma conciencia que
lo puso en peligro y luego por el entorno que de una u otra manera logrará extinguirlo con una
pandemia por ejemplo, para que ella misma sobreviva sin él, si el foco se enciende desde este
confinamiento…la idea es no llegar a ese punto.
Análisis antropológico:
Noticia elegida: Con la sobreexplotación pesquera que hará desaparecer una especie. Link:
https://www.cepal.org/es/temas/biodiversidad/perdida-biodiversidad.
Se entiende que la pesca excesiva está agotando poblaciones de peces debido a que las
actividades pesqueras se asocian con otras actividades humanas que potencian la severidad
de la pesca y el abuso de sus sistemas de agua dulce y salada que alteran la ecología del
nicho ya que suelen ser las transacciones comerciales y tasas de compra de los pescados los
que alteran las regulaciones gubernamentales para apropiarse de más pescado al año
siguiente con nuevas maneras de pesca que se vuelven incoherentes y destruyen ciclos
normales en la población como las ovoposiciones hasta el punto de afectar la descendencia de
una especie. Tal vez por eso, la antropología está interpretando todo tipo de problemática que
se genera de la relación sociedad-ambiente como ocurre con esta noticia, pues al parecer la
única manera en que el hombre entiende su sociedad y el entorno que la rodea es siendo
partidario y no observador. Abordar el binomio hombre-naturaleza puede entenderse como las
primeras culturas pensaban que la visión mecanicista ponía como empoderador a los
elementos naturales por encima del pensamiento obligando al hombre a adaptarse de una
manera singular mediante la perfección de rasgos que lo mantuvieron vivo y lo ubicaron en una
era de expansionismo obligándolo a pertenecer a un sistema de relacionamiento hombre-
entorno con una ecología cultural priorizada para analizar la ya desbordada conducta de la
sociedad mutada para dejar de administrar y afectar negativamente el ambiente. La cultura está
ligada desde tiempos antiguos con la creación de las poblaciones animales, y es a través de
ellos que el hombre se relaciona materialmente con los otros elementos del entorno en el que
se ubican. La cultura de los pescadores por ejemplo, se formó con adaptaciones como un real
condicionante de sus necesidades, llegando a pensar entonces que la cultura es otro producto
de la naturaleza y ella lo legisla con leyes diferentes a las creadas dentro de la misma cultura
dando inicio a la corriente de la antropología ecológica en donde, se concreta la idea que el
hombre construye o destruye el ambiente con el fin de relacionarse con su semejante a modo
protector o destructor y de la misma manera con el ambiente en donde su libre albedrío define
sus acciones logrando adaptarse a las necesidades de su cultura que por supuesto, no
encajarán en las necesidades de la naturaleza. Ingold (1992) dice que es por estas razones
que la antropología ambiental se ha limitado debido a que sus fundamentaciones están en
confusión porque su teoría explica que es la cultura la que adapta al hombre al ambiente y
determina la relación entre el hombre y el ambiente pero al no existir cultura entonces el
ambiente pierde su significado haciendo que la cultura sea una adaptación de nada, por tal
razón, es mejor pensar que el hombre no vive en un mundo creado sólo por la cultura y por
tanto no existe ninguna diferencia entre ambiente y cultura sino que por el contrario deberían
complementarse para que exista una relación que restablece la vida. La antropología ecológica
siempre compara modelos y en esta noticia el modelo apreciable define la naturaleza como una
organización según lo quiera la cultura porque mientras menos devastadora es una cultura más
adaptada o funcional se considera, por tal razón empezaron a aparecer modelos viables que
combinan planes ecológicos, económicos y sociales (sustentables) que podrían aplicar muy
bien a esta noticia pues, mientras la sociedad diseña tecnologías nuevas para la pesca
sostenible y sustentable que le haga entender el valor intrínseco que tiene el entorno y la
increíble pérdida que acarreará su daño entonces, podría darse cuenta del valor de la
protección, por tal razón ser sustentable es cambiar pensamientos destructivos por un repensar
social para interactuar en una relación sociedad-ambiente o una reconstrucción cultural de la
naturaleza.
Referencias Bibliográficas:
González Varela, S. A. (2015). Antropología y el estudio de las ontologías a principios del siglo
XXI: sus problemáticas y desafíos para el análisis de la cultura. Estudios Sobre Las Culturas
Contemporáneas, 21(42), 39–64. Recuperado de http://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?
url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=zbh&AN=111199828&lang=es&site=eds-live&scope=site