Gracia para David

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GRACIA PARA DAVID

61-0827 (v) El.Mensaje.De.Gracia


¿Qué podríamos decir de David? ¡La gracia de Dios! Aquel gran guerrero al cual
Dios mismo, El dijo, "El es un hombre conforme a Mi propio corazón." Aquel gran guerrero,
David, ¿cómo pudo él hacer tal cosa como hizo, de tomar (la esposa de) Urías, El profeta dijo,
"Seguramente (la gracia) tú no morirás. No morirás David. Gracia te ha salvado."
FUE GRACIA PARA CON DAVID, lo que le salvó. Oh, hermano, si no fuera por la gracia.
¿adónde estaríamos todos nosotros? Correcto.

2Samuel 11:26-27 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido.
27 Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto
que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.

2Sa 12:1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad,
el uno rico, y el otro pobre.
2Sa 12:2-7 El rico tenía numerosas ovejas y vacas;
12:3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había
crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en
su seno; y la tenía como a una hija.
12:4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar
para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó
para aquel que había venido a él.
12:5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive
Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.
12:6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.
12:7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre.

2Sa 12:13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. ( intervalo salmo 51)
Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.

SALMO 51 Al Músico principal: SALMO DE DAVID, CUANDO DESPUÉS QUE SE LLEGO


Á BETH-SABE, VINO Á ÉL NATHÁN EL PROFETA.
51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus
piedades borra mis rebeliones.
51:2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

DAVID
NOMBRE. El sustantivo dawíd parece derivarse de la raíz ydd y del nombre dód, que tiene el
significado de “amado’, “predilecto.

EL OCTAVO
1Sa 17:12 Y David era hijo de aquel hombre efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía
ocho hijos; y en el tiempo de Saúl este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres.

1Sa 16:10 E hizo pasar Isaí sus siete hijos delante de Samuel; mas Samuel dijo á Isaí: Jehová no ha
elegido á éstos. 16:11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él
respondió: Queda aún el menor

CONFORME AL CORAZON DE DIOS


EN general, su fidelidad al Señor fue de tal calibre que se le llama «el varón según el corazón de
Jehová» (1Sa_13:14). 1Sa 13:14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un
varón conforme a su corazón,
hechos13:22 Y removido éste, les dio por rey a David, a quien abonó diciendo: He hallado a David, hijo de
Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos.

1
En las mismas Escrituras se declara que él hizo siempre lo recto a los ojos del Señor, «salvo en lo
tocante a Urías heteo» (1Re_15:5).
Escribió 73 Salmos.
Su influencia espiritual se perpetúa por sus salmos, que la cristiandad entera atesora siglo tras siglo.
David es un tipo notable del Señor Jesucristo

DAVID REFLEJANDO
LA ESTATURA DE UN HOMBRE PERFECTO
12Lo podemos ver tan claro en David como un rey rechazado. Fue destronado por sus hermanos, y
su propio hijo. Subió al Monte de los Olivos y contemplando la Ciudad de Jerusalem, lloró porque
allí estaba su propio pueblo al cual había servido y les había enseñado acerca de Dios. Y su mismo
pueblo lo echó hasta le tiraron cosas, y le escupieron y se mofaron de él; y siendo rechazado subió
al monte. Oh, que tipo tan perfecto del Hijo de Dios, ochocientos años antes! El también
fue un rey rechazado de entre Su propio pueblo y sentado en el Monte de los Olivos lloró sobre
Jerusalem, como un rey rechazado. ¿Qué fue? Dios reflejándose en aquellos profetas,
reflejando a Cristo.
José Encontrando A Sus Hermanos
Diciembre 30,1956. Jeffersonville, Indiana. U.S.A.
18Ahí está el Pacto de Dios con Su gente.
19Y todas estas cosas; José, David, los profetas, eran sólo un reflejo. Amén. Reflejando, desde la simiente
verdadera del jardín del Edén, hasta el tiempo que El vendrá por segunda vez en gloria, para recibir a Su
pueblo y a Su Iglesia. Allí está, que hermoso.

64-1212 (t) El.Tiempo.De.La.Siega


137 Luego vino David, en quien El iba a reflejar Su-Su...el gran Milenio, en David, y
El iba a demostrar qué sería Su rey. Y Dios juró a David, que levantaría el...levantaría a su hijo
para que se sentara en su trono. Y David era un hombre tan valeroso, a tal grado, "que él era un
hombre conforme al propio corazón de Dios". Y David iba muy bien. El destruyó a todos los
Filisteos y derribó sus altares, y se quedó con la Palabra. Y finalmente, una mujer bonita lo
transtornó, y él quebrantó el mandamiento, perdió la Palabra, cometió adulterio. ¿Ven? Un
hombre conforme a Su Propio corazón, ¿ven?, y aun así David le falló.

David siempre ha ocupado un lugar especial en mi corazón WMB


55-0118 (t) El.Gran.Guerrero.David
2 Ahora, siendo esta noche la noche de David, David siempre ha ocupado un lugar especial
en mi corazón, porque él era-él era, como Dios le dijo a él: "Varón conforme a mi
corazón".Hech.13:22-A mí me gusta ver personas que saben donde están paradas, y que saben de
lo que están hablando. A mí me gusta escuchar a personas hablar no importa lo que sean, ni a que
religión pertenecen, o de que tema están hablando, conque sepan de qué están hablando. Y a mí
me gusta eso.

GRACIA PARA DAVID


61-0827 (v) El.Mensaje.De.Gracia Paginas 22 al 26
Fíjese en David. ¿Cómo él pudo hacer? Uno brincó en una zanja y mató a un león.
¿Cómo pudo David tomar la esposa de Uría, la hermosa Bath-sheba, cuando él ya
tenía quinientas esposas? Pero la vió bañándose y allí está la negligencia. Ahora, ella
simplemente se olvidó de cerrar la cortina. Se estaba bañando y ella sabía que el rey se paseaba por
allí todos los días, por el terrado de la casa.
Pero cuando David hizo aquella cosa malvada, su propio juicio lo debió haber
matado. Cuando el profeta llegó allí, él pensó que estaba escondido. Cuando el profeta llegó allí y
se paró ante David, y dijo, "David, ¿está todo bien?"

" Sí, todo está muy bien." David, en su túnica majestuosa y su gran corona, y tenía a Joab allá,
su gran general, y la pelea estaba rugiendo. El estaba corriendo los enemigos de las fronteras y
todo estaba andando muy bien. Tenía aquí al niño por esta Bath-sheba y mandó al pobre Uría allá,
2
y mandó que Joab estuviera a su lado y luego apartarse de él. Y luego Uría murió cuando se estaba
poniendo el sol con el cuchillo de la guerra en su mano, sangre en su escudo, adonde él había
estado parándose por Israel aun siendo un prosélito a su religión. Luego cuando Joab regresó y le
dijo esto a David y que Uría había muerto, David pensó, "Ahora sí, todo está muy bien.
Tengo aquí a su esposa y todo va a estar muy bien. Tengo un niño." Pero el niño se
enfermó. El niño comenzó a morir. Y él hizo todo lo posible para salvar la vida del niño y quizás
mandó a traer todos los médicos. Pero todo sin éxito. Por fin el niño murió. Tenían temor de
decírselo a David que el niño había muerto, pero había muerto. Entonces él pensó que todo
estaba escondido. Y él confortó a Bath-sheba y él ya la había tomado por esposa,
después de haber ya tenido todas esas demás esposas. Y este viejo profeta Natán, el viejo calvo, él
entró enojado de allá del desierto y se sentó, y dijo, "David, ¿cómo andan todas las cosas?"
El dijo, "Oh, ¡muy bien! ¡Muy bien! O profeta de Dios, que vivas para siempre. ¡Aleluya!" Oh,
él pensaba que todo estaba bien. El pensaba que podía esconder aquello.
Dios se lo había revelado a ese profeta. El dijo, "David, había un hombre rico que vivía de este lado
del camino, y él tenía muchas ovejas. Oh, él era un hombre muy rico. Había otro hombre del otro
lado del camino y era muy pobre, él tenía una sola ovejita, que la mantenía como una hija. Le daba
de comer de su propia cuchara de con que él comía. Y dormía con la oveja, todo. Era como una hija
para él. Y un día, al rico le llegó una visita, y en vez del rico tomar una de sus propias ovejas y
ponerla como para comer para la visita, pues entonces él en vez de hacer eso, él fue allá al otro
lado del camino y tomó la oveja del hombre pobre. Por fuerza se la tomó, y la trajo a su casa,
para alimentar a su visita."
Ahora, todo esto fue a razón de las pasiones de David. El ya tenía quinientas esposas,
pero cuando él vió la esposa de Uría, en vez de tomar una de sus propias quinientas para
apaciguar y satisfacer su pasión él fue y tomó la esposa de este hombre y mató a Uría
cuando ella se vió embarazada. ¡David no sabía lo que estaba haciendo, porque David estaba
listo para pronunciar juicio! Así somos nosotros. Siempre podemos dar juicio a la otra persona,
pero cuando es algo propio, oh, eso es distinto.
61-0827 (v) El.Mensaje.De.Gracia
David dijo, "El hombre pagará con su vida." El profeta, esos ojos se enfocaron, y él dijo, "David,
¡Ciertamente no morirás!" Vea como la gracia vino a obrar rapidamente. El Espíritu bajó
al profeta y salvó la vida de David. ¡Gracia! "Seguramente no morirás, pero la espada no se
apartará de tu casa hasta que haya purgado completamente tu corazón. Tú eres aquel hombre
rico." Oh, entonces era muy distinto ¿verdad? ¿Qué salvó a David? Cuando su propio juicio
dijo: " ¡Aquel hombre morirá! El pagará hasta lo sumo, él pagará por esto con su vida!"
El profeta dijo, "Seguramente (la gracia) tú no morirás. No morirás David. Gracia
te ha salvado." FUE GRACIA PARA CON DAVID, lo que le salvó. Oh, hermano, si no fuera
por la gracia. ¿adónde estaríamos todos nosotros? Correcto.

Gracia soberana viene de un Ser soberano. Gracia soberana viene de un Ser Soberano. ¿Qué puede
hacerlo? Soberano puede hacer lo que El bien desea. Ahora escuche. Gracia soberana sólo puede
ser brindada por uno que es Soberano. Y Dios es Soberano. Así que El puede dar gracia soberana.
Por lo tanto, El siendo el Ser Soberano, gracia no tiene que pedirle permiso a nadie, no lo
tiene que hacer. El hace lo que desea. ¿No es maravilloso? No tiene que pedirle a nadie,
"¿Puedo hacer esto? ¿Puedo hacer aquello? ¿Debo hacer esto?" No lo hace. Lo hace por
cuenta propia. Gracia es soberana. Por lo tanto, El puede salvar al más vil pecador, El
puede salvar al peor, El puede salvar al más impuro, El puede salvar al más inmoral,
El puede salvar al más enfermo. ¡Aleluya!
El puede salvar a un miserable como yo ¡Y lo hizo! ¿Qué es? ¡Gracia! William Branham, hijo de
borracho. ¡Eso no importa! ¡La gracia de Dios me salvó! "Yo, pues yo soy la hija de una mujer de
mala fama." ¡No importa! La gracia de Dios te salvó! Es soberana, no le pide permiso a nadie.
¡Amén! Estoy tan contento por eso. ¡Aleluya!

Puede tomar al más vil pecador y hacerlo blanco como la nieve, y no tiene que consultar con nadie.
Lo puede hacer, porque es soberana. Escuche rápidamente ahora.

3
Eso fue probado allá en la cruz, cuando allí estaba el más vil ladrón. El merecía la muerte. El jamás
había pensado en Dios. El nunca pensó nada de eso. Luego allí en la cruz, cuando por esos labios
sangrientos, entre los gemidos, salió un sonido, " ¡Señor, ten misericordia de mí!"Y le
respondió otro, a través de sangre, lágrimas y agonía. La gracia bajó y dijo, "Hoy mismo estarás
conmigo en el paraíso." Gracia hizo eso. ¿Cómo pudiera aquel ladrón ayudarse a sí mismo? No
pudo ayudarse a sí mismo, no pudo. Igual como Adán no pudo ayudarse a sí mismo, ni tampoco
Eva pudo ayudarse a sí misma, ni tampoco como Ud. puede ayudarse a sí mismo, ni
tampoco como yo podría ayudarme a mí mismo. Semejante imposibilidad sería subirnos a
la Vía Láctea por medio de jalándonos los tirantes de las botas. No lo podríamos lograr. ¡Pero la
gracia de Dios sí puede ayudarnos en eso, y lo hace! La gracia de Dios, la soberanía de la gracia de
Dios llegó a aquel ladrón moribundo, "Hoy estarás conmigo en el paraíso." Oh, ¡piénselo! ¡Eso es
maravilloso!La gracia de Dios, la gracia de Dios es lo que nos salva.

EL SALMO 51 LA CLAVE
LA GRACIA DE DIOS AYUDA A DAVID A TRAVES DE EL ESPIRITU SANTO QUIEN LE CONCEDE EL
ARREPENTIMIENTO Y PONE EN EL CORAZON DE DAVID LAS PALABRAS DE ESTE SALMO 51, MOSTRANDO
COMO LLEGAR AL CORAZON DE DIOS, HACIENDO LA ORACION PERFECTA, CON EL CORAZON CONTRITO
Y HUMILLADO, ES LA GUIA PERFECTA PARA EL PECADOR ARREPENTIDO SEA CREYENTE O INCREDULO.

Rom 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.
Rom 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a
la voluntad de Dios intercede por los santos.

salmo 51:1 Cuando, después que pecó con Betsabé, vino a él el profeta Natán.
TEN PIEDAD DE MÍ, oh Dios, conforme a TU MISERICORDIA;
Conforme a la multitud de TUS PIEDADES borra MIS REBELIONES.
Psa 51:2 LÁVAME MÁS Y MÁS DE MI MALDAD, Y límpiame de MI PECADO.
Psa 51:3 Porque yo reconozco MIS REBELIONES, Y MI PECADO está siempre delante de mí.
Psa 51:4 Contra ti, contra ti solo HE PECADO, Y HE HECHO LO MALO delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
Psa 51:5 HE AQUÍ, EN MALDAD HE SIDO FORMADO, Y EN PECADO ME CONCIBIÓ MI MADRE.
Psa 51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Psa 51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Psa 51:8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Psa 51:9 Esconde tu rostro de MIS PECADOS, Y borra todas MIS MALDADES.
Psa 51:10 Crea en mí, oh Dios, UN CORAZÓN LIMPIO, Y renueva UN ESPÍRITU RECTO dentro de mí.
Psa 51:11 NO ME ECHES de delante de ti, Y NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU.
Psa 51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y ESPÍRITU NOBLE me sustente.
Psa 51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.
Psa 51:14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.
Psa 51:15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
Psa 51:16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.
Psa 51:17 Los sacrificios de Dios son EL ESPÍRITU QUEBRANTADO; Al CORAZÓN CONTRITO Y
HUMILLADO no despreciarás tú, oh Dios.
Psa 51:18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.
Psa 51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
el holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
Este Salmo es la joya más preciosa de todo el Libro, y contiene instrucción tan importante ydoctrina tan
grande que la lengua de los ángeles no podría hacer justicia a su pleno desarrollo.Victorinus
Strigelius.Este Salmo es titulado con frecuencia y apropiadamente «La Guía del Pecador». En algunas
versiones es una ayuda para el pecador arrepentido. Todas las iglesias evangélicas están familiarizadas con
él. Este es uno de los siete salmos llamados de arrepentimiento (Sal 6; 32; 38; 102; 130; 143).

4
Lutero dice: «No hay otro Salmo que sea cantado u 
Salmo 51 El Salmo Miserere (Misericordia) notas
Excelente introducción al comentario del Salmo 51 por Martín Lutero
miserere mei Deus (v1 latin) RACHEIM(MISERICORDIA/PIEDAD Hebreo)
‫ ֶרחֶ ם‬rékjem;rákjam; de 7355; compasión (en el plur.); por extens. vientre (como que acaricia al
feto); por impl. soltera:-afecto, compasión, corazón, doncella, entraña, gracia, matriz, misericordia, natural,
piedad, vientre. Conmocion de entrañas
kjésed; de 2616; bondad; por impl. (hacia Dios) piedad; rara vez (por oposición) reproche, o (subj.)
belleza:-afrenta, agradecido, agradecimiento, amor, benevolencia, benignidad, bien, bondad, clemencia,
clemente, consolar, cosa execrable, favor, fidelidad, gloria, gracia, hacer merced, misericordia,
misericordioso, piadoso, piedad, voluntad.
Ahora he comenzado la exposición del Salmo Miserere, que enseña acerca del
arrepentimiento.
El conocimiento de este salmo es necesario y útil de muchas maneras.
Contiene instrucción acerca de las partes principales de nuestra FE, sobre el
arrepentimiento, el pecado, la gracia y la justificación, junto con el culto que
debemos rendir a Dios. Éstas son doctrinas divinas y celestiales. A menos que
el gran Espíritu nos las enseñe, no pueden entrar en el corazón del hombre, el
verdadero conocimiento de estas doctrinas no depende de la inteligencia y la
sabiduría de la raza humana, ni nace, para decirlo así, en nuestra casa o
nuestros corazones. Más bien es revelado y dado desde el cielo. ¿En dónde hay
un hombre que podría hablar del arrepentimiento y el perdón de los pecados en
la manera en que el Espíritu Santo lo hace en este salmo?
A este salmo generalmente se le llama “salmo penitencial,” y entre todos ellos
es el más usado en la iglesia y en las oraciones diarias. El que primero le dio
este nombre sabía lo que hacía. No obstante, los demás de la multitud, que lo
cantan o lo rezan diariamente para hacer las obras que exigen los obispos, no
han entendido nada de él.
Ahora pasemos al salmo. Aquí se nos expone la doctrina del verdadero
arrepentimiento. Hay dos elementos en el verdadero arrepentimiento: el
reconocimiento de la gracia; o, para utilizar los términos más comunes, el
temor de Dios y la confianza en su misericordia. David expone las dos partes
en esta oración como en un cuadro hermoso para que lo miremos. Al principio
del salmo, lo vemos atribulado por el conocimiento del pecado y el peso de su
conciencia. Al final se consuela con confianza en la bondad de Dios y promete
que también instruirá a otros para que sean convertidos. Así es evidente que
en este salmo el profeta quería exponer la verdadera sabiduría de la religión
divina en las palabras correctas y con el significado correcto, con el propósito
explícito de enseñarnos la naturaleza del pecado, de la gracia, y del
arrepentimiento completo. También hay otros salmos de esta clase, como el
salmo 32, Beati quorum, y el salmo 130, De profundis.
No debemos concentrarnos en los pecados externos de David, sino ir más allá
y mirar toda la naturaleza, fuente y origen del pecado. El salmo habla de la
totalidad del pecado, acerca de la raíz del pecado, no solamente de la obra
externa, que brota como fruto de la raíz y árbol del pecado. Cuando se queja (v.
5) que fue concebido en el pecado, esto claramente no se refiere sólo al
adulterio sino a toda su naturaleza contaminada por el pecado, aunque no
objetaré si se presenta lo que David hizo como un ejemplo. En esta obra
5
aparecen otros pecados más que únicamente el que cometió con Betsabé. A
su adulterio agregó un plan malvado. Declaró que el hombre que había robado
el pobre corderito de su vecino merecía la muerte. Al mismo tiempo no vio su
propio pecado cuando mató a Urías, que sin duda fue un hombre bueno y fiel a
su rey, y le quitó su esposa. Quería parecer un hombre santo que amaba el
derecho y la justicia. Esto duplicó el pecado. No sólo encubrió el asesinato
cruel de Urías, sino también perecieron otros israelitas y fue blasfemado el
nombre del Señor. Así pasó más allá del Quinto y Sexto Mandamientos para
pecar también contra el Primero, el Segundo y el Tercero. Tampoco habría
dejado sin quebrantarlo el Cuarto, acerca del deber hacia los padres, si ese
mandamiento hubiera sido una barrera contra el adulterio que deseaba. En
realidad, Dios especialmente lo acusa de blasfemia (2 Sam. 12:14): “Has hecho
blasfemar a los amonitas.” El colapso de su pueblo incitó las mentes de los
gentiles contra el pueblo y el Dios de Israel, de modo que clamaban que el Dios
de Israel no era nada y el dios de los amonitas era Dios y era victorioso. Así
David es un ejemplo sobresaliente. Uno por uno quebrantó casi todo el
decálogo. Sin embargo, no hubiera reconocido estos pecados si Natán no
hubiera venido, sino habría deseado todavía que se le reconociera como un rey
justo y santo.
Al explicarlo de esta manera, el pecado de David es un ejemplo muy
conmovedor de la gracia y el pecado. De hecho, si la Sagrada Escritura no
hubiera contado esta historia, ¿quién habría creído que un hombre tan santo
podría haberse hundido tanto? Por medio del Espíritu Santo había instituido el
culto del tabernáculo. Había adornado este culto con cánticos santos. Había
practicado la guerra con gran éxito. Dios había declarado que era un hombre
escogido. Tenía una promesa sumamente gloriosa acerca de la Simiente
venidera, Cristo, a quien los profetas llamaron el Hijo de David y el Rey de
David. ¿Para qué decir más? No hay ninguna razón por la que no podría
compararse justamente con Moisés y Samuel. Sin embargo, tal hombre cayó no
en algún pecado pequeño, sino a la vez en toda una masa de pecados. Lo que
es peor, cayó en la impenitencia y en la gran presunción, de modo que si no
hubiera venido Natán, David tal vez hubiera pecado contra el Espíritu Santo.
El hecho de que un hombre tan bueno — lleno del Espíritu Santo, con las
mejores obras y con sabiduría divina, y famoso sobre todo por su don
sobresaliente de la profecía divina —haya caído de manera tan miserable es un
ejemplo para nosotros, para consolarnos cuando el pecado nos acosa y nos
caemos, o cuando nuestras conciencias se ven afectadas con el sentimiento
de la ira y el juicio de Dios. Aquí, en un ejemplo bello, brilla la bondad y la
misericordia de Dios, quien está listo para perdonar los pecados y
justificarnos, con que no agreguemos a nuestro pecado la negación de que
hemos pecado. Aunque el salmo habla de toda la naturaleza del pecado y de su
fuente, sin embargo no excluimos la historia a la cual se refiere el título, o sea,
al adulterio y al asesinato de Urías. David ve en todos estos pecados suyos
como en un espejo la impureza de toda la naturaleza. Es como si estuviera
pensando: “¡Mírame! He administrado los asuntos públicos. He establecido la
iglesia de Dios y su culto. He gobernado al pueblo con mano diestra (Salmo
78:72). ¡Mira cómo he caído en tanta abominación y tantos pecados graves!”

6
Así partiendo de un pecado ha llegado a un reconocimiento de todo pecado,
como si dijera: “Si un hombre tan grande como yo puede caer como si fuera
desde el cielo hasta el mismo infierno, ¿no es esta caída una prueba para mí y
para otros que no hay nada bueno en mi carne (Rom. 7: 18)?” Por eso es gran
sabiduría saber que no somos nada sino pecado, para que no pensemos
levemente del pecado como lo hacen los teólogos del Papa, que definen el
pecado como “cualquier cosa que se dice, hace o piensa contra la ley de Dios.”
Más bien, define el pecado en base a este salmo como cualquier cosa que
nace de padre y madre, antes que el hombre tenga la edad para decir, hacer o
pensar nada. De tal raíz no puede brotar nada bueno delante de Dios. Sobre la
base de esto se pueden distinguir dos clases de pecado. Primero, hay toda la
naturaleza corrompida por el pecado que está sujeta a la muerte eterna.
Segundo, hay una clase de pecado que puede reconocer el hombre que tiene la
ley cuando se cometen actos tales como el hurto, el asesinato y el adulterio.
Aun el derecho civil habla de esta última clase, aunque no con mucha
precisión.
La afirmación de los escolásticos de que los poderes naturales “están
inalterados” es una blasfemia horrible, aunque es aun peor cuando dicen lo
mismo de los demonios. Si los poderes naturales están inalterados, ¿qué
necesidad hay de Cristo? Si por naturaleza el hombre tiene una buena
voluntad; si tiene el entendimiento recto al cual, como dicen, la voluntad
puede conformarse por naturaleza; ¿entonces qué es lo que se perdió en el
paraíso por medio del pecado y que tenía que ser restaurado sólo por medio
del Hijo de Dios? Por lo tanto, nuestro pecado consiste en que hemos nacido y
sido concebido en el pecado. David lo aprendió por su propia experiencia.
Define el pecado como la corrupción de todos los poderes, internos y externos.
Ningún miembro cumple ahora su función como lo hacía en el paraíso antes del
pecado. Nos hemos apartado de Dios, cargados de una mala conciencia y
sujetos a la enfermedad y a la muerte, como lo demuestran las palabras del
castigo (Gen. 2:17): “En el día que comiereis de él, moriréis.” Lo aprendemos
sólo por la Palabra de Dios. Los gentiles que no tienen la palabra no entienden
correctamente estos males aunque están en medio de ellos. Suponen que la
muerte es alguna clase de necesidad natural, no un castigo por el pecado. Así
no pueden evaluar correctamente nada de la naturaleza humana, porque no
conocen la fuente de la cual han venido estas desdichas sobre la humanidad.
El salmo nos enseña este conocimiento del pecado y de toda la naturaleza
humana. No sólo presenta un ejemplo — aunque agradecemos que los
escolásticos hayan dejado al menos esto — sino incluye toda la enseñanza de
la religión espiritual acerca del conocimiento de Dios, el conocimiento de
nuestra propia naturaleza, el pecado, la gracia, etc. Por tanto, creemos que
este salmo es una instrucción general para todo el pueblo de Dios desde el
tiempo en que se compuso hasta el día de hoy. En él David, o más bien el
Espíritu Santo en David, nos instruye en el conocimiento de Dios y de nosotros
mismos. Hace las dos cosas de forma magistral. Primero nos demuestra con
claridad nuestro pecado, luego el conocimiento de Dios, sin el cual hay
desesperación.

7
Este conocimiento del pecado, además, no es alguna clase de especulación o
una idea que la mente inventa para sí misma. Es un sentimiento verdadero, una
verdadera experiencia, y una lucha muy intensa del corazón, como testifica
cuando dice (v. 3), “Conozco (es decir, siento o experimento) mis
transgresiones.” Esto es lo que realmente quiere decir la palabra hebrea. No
significa, como ha enseñado el Papa, traer a la mente lo que la persona ha
hecho y lo que no ha hecho; sino significa sentir y experimentar la carga
intolerable de la ira de Dios. El conocimiento del pecado es en sí sentir el
pecado, y el hombre pecaminoso es el que su conciencia le oprime y lo empuja
aquí y allá, sin saber a dónde ir. Por tanto, no tratamos aquí el conocimiento
filosófico del hombre, que define al éste como un animal racional, etc. Esas
cosas son para que la ciencia las discuta, no la teología. Así el abogado habla
del hombre como dueño y señor de una propiedad, y el médico habla del
hombre como saludable o enfermo. Sin embargo, el teólogo habla del hombre
como pecador. En la teología, ésta es la esencia del hombre. El teólogo se
preocupa por que el hombre se haga consciente de esta naturaleza suya,
corrompida por el pecado. Cuando esto sucede, sigue la desesperación que lo
echa al infierno. Frente al Dios justo, ¿qué debe hacer el hombre que sabe que
toda su naturaleza la ha triturado el pecado y que no puede depender de nada,
sino que su justicia se ha reducido precisamente a no existir? Cuando la mente
se ha sentido así, debe seguir la otra parte del conocimiento. Esto tampoco es
asunto de especulación, sino totalmente de la práctica y el sentimiento. El
hombre oye y aprende lo que son la gracia y la justificación, qué es el plan de
Dios para el hombre que ha caído en el infierno, es decir, que ha decidido
restaurar al hombre por medio de Cristo. Aquí se alegra el corazón
desalentado, y en base a esta doctrina de gracia declara con gozo: “Aunque
por mí mismo soy pecador, no soy un pecador en Cristo, que se ha hecho
justicia por nosotros. (I Cor.1:30). Soy justo y estoy justificado por medio de
Cristo, el Justo y el que justifica, que se llama el que justifica porque
pertenece a los pecadores y fue enviado para los pecadores.”
Por tanto es necesario este conocimiento teológico: El hombre debe
conocerse a sí mismo, debe saber, sentir y experimentar que es culpable del
pecado y que está sujeto a la muerte; pero debe también conocer lo opuesto,
que Dios es el que justifica y redime al hombre que se conoce de esta manera.
Invocación: súplica de misericordia (1-2).
Vers. 1. Ten piedad de mí, oh Dios. David apela al instante a la misericordia de Dios, antes
incluso de mencionar su pecado. La vista de la misericordia es buena para los ojos que duelen del
llanto penitencial. El perdón del pecado siempre ha de ser un acto de pura misericordia, y por
tanto es a este atributo que ha de dirigirse el pecador despertado. C. H. S.
Conforme a la multitud. Los hombres se quedan aterrorizados ante la multitud de sus pecados,
pero aquí hay consuelo: nuestro Dios tiene multitud de misericordias. Si nuestros pecados fueran
en número como los cabellos de nuestra cabeza, las misericordias de Dios son como las estrellas
de los cielos; y como El es un Dios infinito, sus misericordias son infinitas; si, muchas más que
nuestros pecados, como Él mismo está por encima de nosotros pobres pecadores. A.Symson
Vers. 2. Lávame afondo de mi maldad. El tinte es en sí indeleble, y yo, pecador, he
permanecido sumergido en él largo tiempo, hasta que el carmesí ha quedado fijado; pero, Señor,
lávame, lávame y lávame de nuevo, hasta que la última mancha haya desaparecido y no quede
rastro en mí de mi contaminación. El hipócrita se contenta con que sean limpiados sus vestido,;
pero el verdadero penitente dama: «Lávame a mí.» Uno de los pecados es contra Betsabe, que
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sirvió para mostrar al Salmista toda la montaña de su iniquidad, de la cual este hecho nefando era
sólo una piedra desprendida. Su deseo es librarse de toda la masa de su inmundicia, que, aunque
poco notada antes, ha pasado a ser un terror horrible y alucinante para su mente. C. H. S.
Y límpiame de mi pecado. Muchos criminales están más alarmados ante la horca que en presencia
del crimen que los lleva a
ella. El ladrón se deleita en el pillaje, aunque teme la cárcel. No es así David; el pecado le
trastorna por ser pecado; sus gritos más penetrantes son contra el mal de su trasgresión y no
contra las penosas consecuencias de la misma. Cuando tratamos seriamente con nuestro pecado,
Dios nos trata cuidadosamente a nosotros. Cuando aborrecemos lo que aborrece el Señor, Él
pronto va a poner fin al tormento y nos devolverá el gozo y la paz. C. H. S.
Reconocimiento del pecado (3-6).
Vers. 3. Porque yo reconozco mis delitos. Parece decir: «Hago plena confesión de ellos.»
No es
esto lo que alego para obtener perdón, sino que es una evidencia clara de mi necesidad de
misericordia, y soy por completo incapaz de buscarla en otra dirección.
Y mi pecado está siempre delante de mí. Mi pecado, en conjunto, nunca se aparta de mi
mente;
está oprimiendo mi espíritu sin tregua. Lo pongo ante Ti porque está siempre delante de mí;
Señor, apártalo de Ti y de mí. Para una conciencia despierta, el dolor, a causa del pecado, no es
pasajero y ocasional, sino intenso y permanente, y esto no es una señal de la ira divina, sino más
bien un prefacio seguro del favor inminente. C. H. S
Vers. 4. Contra Ti, contra Ti solo he pecado. Y he hecho lo que es malo
delante de tus ojos.
Vers. 5. Mira que en maldad he sido formado. David está anonadado por el
descubrimiento de
su pecado innato, e inmediatamente lo pone delante. Esto no es con la intención de justificarse,
sino más bien de completar la confesión. Es como si dijera: «No sólo he pecado esta vez, sino
que soy por mi propia naturaleza un pecador. La fuente de mi vida está contaminada ya en su
comienzo. Las tendencias por mi nacimiento están desequilibradas: me inclino a las cosas
prohibidas.»
Y en pecado me concibió mi madre. Vuelve a los primeros instantes de su ser, no para culpar
a
su madre, sino para reconocer las raíces más profundas de su pecado. Negar el pecado original y
la corrupción natural que nos enseña la Escritura es ponerse frente a frente de la misma. Sin
duda, a los hombres que se revuelven contra esta doctrina es necesario que les enseñe el Espíritu
Santo cuáles son los primeros principios de la fe. C. H. S.
Vers. 6. Tú amas la verdad en lo íntimo. Dios exige realidad, sinceridad,
Ansias de purificación espiritual (7-9).
Vers. 7. Purifícame con hisopo. Dame la realidad simbolizada por las ceremonias legales.
Y quedaré más blanco que la nieve. Nadie sino Tú puede emblanquecerme, pero Tú puedes
Las Escrituras contienen pocos versículos en que se exprese una fe tan plena como ésta.
Considerando la naturaleza del pecado y el profundo sentido que tiene el Salmista del mismo, es
una fe gloriosa la que puede ver en la sangre un mérito más que suficiente para purificarla
enteramente. C. H. S.
Súplica de renovación espiritual (10-15).
El sacrificio grato a Dios es un corazón contrito (16.-17)
Oración por la reconstrucción de Jerusalén (18-19).

* “Gracia para David” Sermón en audio(5-6-99) en el CD/mp3 N 5 (Salvación) msj. n4

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