Cartas de Amor Leonidas Montes PDF
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Siglos XIX y XX
Leónidas Morales T.
Siglos XIX y XX
Leónidas Morales T.
Carta de amor
y sujeto femenino en Chile
SigbsXIXyXX
Siglos XIX y XX
© Leónidas Morales T.
Inscripción N° 134.900
I.S.B.N. 956-260-295-8
Introducción 1 1
de Gabriela Mistral 37
Introducción
a continuación, están
me
ya planteadas, con diversos grados
de desarrollo, en distintos pasajes del libro cuya lectura es
toy introduciendo, no está demás, me parece, volver a ellas,
con una formulación desde luego muy escueta, para ofrecer
2
Este lema se aborda en el ensayo sobre Carmen Amagada, p. 10 y ss.
14 Leónidas Morales T.
en el
4
Una temática examinada por Blanchot en el caso del diario íntimo,
íntimo y el relato" recogido en El libro vendrá
ensayo "El diario que
distintos discursi
de un saber especializado) de los géneros
se publican entre nosotros. La sustitu
vos que se escriben y
ción modifica sustancialmente las condiciones de lectura: el
destinatario inicial leía la carta dentro de un horizonte de
6
Santiago, Editorial Universitaria.
7
Enop. cit., pp. 9-15.
20 Leónidas Morai.es T.
diante universitario, un
ensayo para una clase de literatura.
Por supuesto, también puede decidir escribir una carta. Así
lo hizo, y muchas veces, Carmen Arriagada. Pero la elec
ción del género, sobre todo en el caso de las escrituras com
dad plantean
nos elección de género discursivo y pro
como
ventura. Pues bien, hoy me echas otra vez en ella; hoy soy
tan miserable como entonces y ya sin esperanza, porque
no hay otro tú que me saque de ella. Yo quiero amar a otro
14
Carta del 1 8 de febrero de 1 837. Op. cit., p. 67.
26 Leónidas Morales T.
mar mi vida.
¡Oh! ¿por qué me arrancaste mi amor, mis dul
ces ilusiones? No, no
pueden existir dos amores en una alma,
imposible, y es el mío el que salió de la tuya para hacer lugar
al de tu Clara. ¡Ingrato!"15. Aunque no pueda evitar el len
ella
sigue obstante escribiéndole, ya
no sin respuestas, hasta
junio de 1851. Sorpresa final: esta obstinación ni siquiera
estaba alimentada por el recuerdo de experiencias sexuales
concretas, algo que al parecer nunca se dio. ¿Cómo explicar,
entonces, semejante persistencia epistolar, rayana en una
15
p. 368.
Op. cit.,
16
Véase Patrizia Violi, "La intimidad de la ausencia: formas de la escritura
17
Sobre la influencia de Rugendas en las lecturas de Carmen, véase Tomás
21
Albcrt Beguin, ¿7 alma romántica y el sueño. México, Fondo de Cultura
Económica, 1954, p. 65.
30 Leónidas Morai.es T.
del del
objeto pura positividad. Comenzando por los
deseo,
rasgos dominantes en la vida colectiva del chileno. Critica
la mirada sobre "paisanos" de Vicente Pérez Rosales,
sus
elementos con
que configura surelación de ruptura con lo
cotidiano, que hace de ella un sujeto exiliado en el mundo,
tópico éste inaugurado por los románticos alemanes pero in
sistente desde entonces en la literatura moderna. El mundo
cotidiano se le aparece a Carmen tan nulamente propicio
para una vida
intensa, intelectual y emotivamente superior,
de acontecimientos aureolados por la grandeza, que hasta la
escritura de las cartas amenaza fracasar por
de pronto con
24
Carta del 24 de agosto de 1 837. Op. cit., p. 99.
25
Tomás Lago, op. cit., pp. 100-101.
32 Leónidas Morai.es T.
26
Carta del 28 de septiembre de 1 837. Op. cit., p. 107.
27
Ver carta del 1 8 de febrero de 1 837. Op. cit., p. 67.
28
Cartas del 26 de enero de 1838 y del 27 de abril de 1843. Op. cit.,
y 400.
I. Carmen Arriagada: la carta como espacio de construcción. . . 33
Sobre las tertulias en Chile, véase María Angélica Muñoz Gom, 'Tertulias
chilenos: su función sociocultural", y Hernán Godoy
y salones literarios
Urzúa, "Salones literarios y tertulias intelectuales en Chile, trayectoria y
significación sociológica". Ambos textos en Formas de sociabilidad en
Mario
Chile 1840-1940. Compilación de estudios. Santiago, Fundación
237-253 137-151.
Góngora, 1992, pp. y
Leónidas Morai ls T.
en un
espejo, principio que explica el concepto romántico
de la amistad y del amor. Y desde luego, la amistad y el
amor de Carmen y Rugendas. En una carta del 13 de mayo
30
Op. cit., p. 525.
I. Carmen Arriagada: la carta como espacio de construcción. . . 35
"
Introducción, recopilación, iconografía y
notas de Sergio Fernández Larraín.
Andrés Bello, 1978.
Santiago, Editorial
38 Leonipas Moralks T.
de la enunciación". En Problemas
£milo Renveniste "El aparato formal
1 978 (2» ed.), pp. 83
T^gu^cTgZral //.Mcx.co. Siglo XX. Edüores,
y 84.
40 Leónidas Morales T.
espacio y en un
tiempo. Hablo de esa zona donde se inscri
ben los datos,normales en cualquier carta, pero imprescin
dibles en la de amor, que dan cuenta del lugar preciso (de
signado normalmente por su nombre: un topónimo) desde el
que escribe al amado y del momento temporal exacto (día,
se
43.
,5
"Introducción",op. cit., p.
"El aparato formal de la enunciación". En Problemas
,6
Fmilc Benveniste.
11. México, Siglo XXI Editores, 1981 (4a ed.), pp.
de lingüística general
82-91.
Leónidas Morai e.s T.
42
de alguna
plenitud "material", de su inmediatez vivencial, y
manera los "esencializan" o los
convierten en un mero dato,
Por ejemplo, le dice a Ma
escueto, puramente referencial.
gallanes: "Me gusta mucho escribirte en la noche, pero aho
leer escribir esta hora". El lector
ra me duelen los ojos de o a
»»
G. Mistral, Carlas de amor, pp. 106. 137, 163.
44 Leónidas Morales T.
85.
40
É. Benveniste. op. cit.. pp. 83,
46 Leónidas Morai.es T.
1
43
G. Mistral, op. cit., p.
50 Leónidas Moraijís T.
46
G. Mistral, op. cit., p. 165.
52 Leónidas Mor.m es T.
47
G. Mistral, op. cit., p. 203.
II. Enunciación y misticismo hn las cartas de amor de Gabriela Mistral 53
de ascenso: "Pero
siempre, siempre, hubo en mí un clamor
por la fe y por la perfección, siempre me miré con disgusto y
pedí volverme mejor"48. Segundo paso: desexualizada ("des
virilizada") y reducida la figura del amado a casi pura espi
ritualidad, el discurso de Gabriela Mistral está ya en condi
ciones de promover la identificación, por semejanza, entre
la
experiencia del amor y la de la fe. La fe, dice ahora, abre
"ventanas" impensadas "hacia lo desconocido" poniendo al
Las citas de esta segunda carta, G. Mistral, op. cit, pp. 109 y 110.
II. Enunciación y misticismo en las cartas de amor de Gabriela Mistral 55
términos no se inscriben el
eje vertical del misticismo,
en
56
Para las diferencias entre discursos testimoniales y género discursivo, ver
mi ensayo "Género y discurso: el problema del testimonio". En Leónidas
Morales T., La escritura de al lado. Géneros referenciales. Santiago, Edi
torial Cuarto Propio, 2001, pp. 17-33.
III. Violeta Parra: del erío y del calor 61
pasajes. Ellos pueden viajar unos tres días antes del recital.
Tú tienes que venirte al tiro, porque yo no puedo más sin ti,
57
Isabel Parra, op. cit., p. 79.
III. Violeta Parra: del erío y del calor 63
1,8
Joan Coraminas le da a ominoso el significado de "mal agüero", conecta
do con la idea de "presagio". En su Diccionario Crítico Etimológico. Vol.
III. Madrid. Editorial Gredos, 1976 (3" reimpresión), p. 560.
64 Leónidas Morai.es T.
calor del amor sólo hace visible lo que ha estado ahí desde
siempre, o desde mucho: "He estado muerta años de años".
Yo diría que cuando la palabra "frío" termina significando
muerte, o mejor, inminencias de muerte, presentimientos de
muerte, es cuando lleva hasta el límite
significado como su
61
No hay en la edición de Isabel Parra ninguna puntuación entre "sola" y
"por eso".
62
Isabel Parra, op. cit., p. 124.
III. Violeta Parra: del erío y del calor 69
uno y otro. Esos puntos, que por ahora sólo formulo, quiero
decir, sin todavía ninguna especificación, son: el sujeto (tanto
el sujeto de la enunciación como el sujeto del enunciado, en
tw
Supra, el ensayo sobre Carmen Arriagada, p. 5 y s.
76 Leónidas Morai.es T.
diana real. Ella, en las décadas del 30, 40 y 50 del siglo XIX,
cuando escribe sus cartas, habita un concreto, Chile, y
país
dentro de él un pequeño espacio urbano, provinciano ade
de mundo
más, el de la ciudad de Talca, ambos expresiones
un
80 Leónidas Morai ks T.
™
Véase Leónidas Morales "José Mana Arguedas: el
, lenguaje como perfec
ción humana". En op. cit., pp. 145-160.
86 Leónidas Morai.es T.
duda, sino un diario de viaje, con indicación de los lugares por donde trans
curre (distintas ciudades de España). Un equívoco similar se ha producido
como subtítulo Diario íntimo. Título y subtítulo son del editor de los escri
tos, Jaime Quezada Tampoco este libro es exactamente un diario íntimo, y
por las mismas razones. Se trata sí de textos personales, de reflexiones
sobre materias diversas desde la intimidad de un sujeto, pero sin anclaje
ideológicas.
Al comienzo, todo funciona bien para Lily. Las prime
ras páginas de su diario son de una exaltación gozosa y per
manente de los sentidos. Ella sueña con ser "escritora", y la
escritura del diario es un modo de preparar y probar las ar
mas. Anota en diciembre de 1921, desde una ética y una
p. 152.
91
Op. cit.,
Véase Susan Sontag, La enfermedad y sus metáforas. Publicado junto
82 con
81
Op. cit., p. 150.
V. Diarios íntimos de. mujeres chilenas: el no lugar aristocrático de. . . 93
»4
Op. cil.,p. 165.
94 LkonhiasMorai.es T.
p. 189 y
87 s.
Op. cit.,
96 Leónidas Morai.es T.
del orden aristocrático del que provenía: ese vacío, ese abis
mo que termina habitando, es la mejor metáfora del destino
histórico del orden social del que había salido. Así lo vio
también Luis Oyarzún, al comentar la breve antología de
escritos de Teresa publicada en Santiago, poco después de
su muerte, suicidada, con el título de Lo que no se ha di
cho88. Para Oyarzún, la voz audible en la poesía y la prosa de
Teresa se suma a que más o menos en torno o a
otras voces
cit.,p. 171.
Ágata Gligo, op.
98 Leónidas MoralksT.
status.
93
Acata Gligo fue, en elprimer gobierno de "transición a la democracia", el
de Patricio Aylwin, Directora de la División de Cultura del Ministerio de
Educación.
100 Leónidas Morai i s T
94
Op. cit., pp. 32-34.
95
Op. cit., p. 34.
V. Diarios íntimos aristocrático de... 101
de mujeres chilenas: el no lugar
se siente
incapaz de seguir con el proyecto de la novela (Boca
Ancha), y que su "sensibilidad" encuentra en cambio un cauce
inesperado en la escritura del diario. La amiga defiende la
"verdad" contenida en un el del diario íntimo, y
relato como
de la
duce de hecho, por los caminos menos previsibles
% 101.
Op. cil.,p.
102 Leónidas Morai i-.s T
97
Op. cit., p. 174.
98
Op. cit., p. 159.
V. Diarios íntimos aristocrático de. 103
de mujeres chilenas: el no lugar
. .
p. 210.
99
Op. cit.,
[m
Sobre el tema, en su historia chilena, mi libro La escritura de al lado.
101
Hermann Broch, Kitsch, vanguardia y el arte por el arte. Traductores dis
tintos para cada uno de los ensayos del libro. Barcelona, Tusquets Editor,
1970. p. 10.
102
Op. cit., p. 210.
i
""^s.
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