Los Siete Habitos de Una Vida Consagrada A Dios

NOTAS DEL SERMÓN
De En Contacto con el Dr. Charles Stanley
Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

PASAJE CLAVE: Varios pasajes | LECTURAS DE APOYO: Deuteronomio 27.10; 28.1 | Salmo 37.1, 7, 8; 63.6-8;
103.19; 119.133 | Proverbios 3.5, 6 | Marcos 1.35-37 | Lucas 4.42, 43; 6.38; 11.1; 24.49 | 2 Corintios 9.7
Efesios 1.13; 4.26-32; 5.18

INTRODUCCIÓN Las oraciones que promueven una vida consagrada a Dios
no son las que solo se ofrecen durante los tiempos de difi-
¿Qué es una vida consagrada y cómo podemos cultad o necesidad, sino las que elevamos a nuestro Padre
alcanzarla? celestial cada día, motivados por el amor y la gratitud por
quién es Él y por lo que ha hecho. No es una obligación,
Esas preguntas son importantes porque, como creyentes en sino un deleite.
Cristo, hemos sido llamados a vivir en santidad entregados
al Señor. Aunque sabemos que esa es la voluntad de Dios Los discípulos se dieron cuenta de que las oraciones de
para nuestra vida y que Él obra para que su propósito se Jesús no eran como las que estaban acostumbrados a es-
cumpla en nosotros, también tenemos una responsabilidad cuchar en su época. Fue al escuchar la forma tan personal
en el proceso. Lo que hacemos habitualmente influye en en la que hablaba con su Padre celestial, que se sintieron
gran medida en si podremos o no vivir consagrados a Dios. motivados a pedirle que les enseñara a orar (Lc 11.1).
DESARROLLO DEL SERMÓN Como vivimos en un mundo lleno de tentaciones, prue-

bas, dificultades, cargas y pecado, nuestra vida de ora-
Existen siete hábitos que nos ayudarán en nuestro deseo de ción personal debe ser una prioridad, pues nos mantiene
vivir en santidad. Un hábito es un patrón de comportamien- conectados a Dios y sensibles a su voluntad. Todo lo que
to, a menudo inconsciente, que se adquiere por repetición hagamos lo podremos lograr de rodillas y rendidos ante
frecuente. Una vida consagrada es aquella que ya no busca el Señor, mientras le damos nuestro tiempo y escuchamos
satisfacción propia mediante un estilo de vida pecaminoso, sus instrucciones.
sino que se ha entregado a Dios y a su voluntad.
2. Tener fe en Dios. El Salmo 103.19 dice: “Jehová estableció
Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos”.
Dios está en control de todo lo que existe; no solo de lo
1. Tener una vida de oración. Esto es algo que aprende- que sucede, sino también de las causas y de los méto-
mos de la vida de Jesucristo. Aunque los discípulos y la dos necesarios. Su soberanía es nuestro cimiento firme
multitud no comprendían por qué tenía que retirarse, para creer y confiar en Él. En Proverbios 3.5, 6 nos da el
cuando todavía había tanto que hacer, el Señor sabía que siguiente consejo: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y
la oración era una prioridad en su vida. no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos
tus caminos, y Él enderezará tus veredas”.
Marcos 1.35: “Levantándose muy de mañana, siendo
aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí La única alternativa a la fe es la preocupación. Una vida
oraba”. consagrada a Dios pone a un lado las preocupaciones y
Lucas 4.42: “Cuando ya era de día, salió y se fue a un confía en las promesas del Señor. Cada vez que una situa-
lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a don- ción nos inquiete, debemos recordar quién está en con-
de estaba, le detenían para que no se fuera de ellos”. trol. Si reconocemos que la soberanía de Dios reina por
NOTAS DEL SERMÓN | SSN170924
encima de todo, no tenemos razones para preocuparnos. 4. Obedecer a Dios. Moisés le dijo a la nación de Israel:
La mejor evidencia de nuestra fe es la ausencia de afán. “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo
La confianza en el Señor también fortalece nuestra comu- te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre
nión íntima con Él. Mientras hablamos y le escuchamos, todas las naciones de la tierra” (Dt 28.1). De igual manera,
para luego responder en obediencia, nos guía y venimos si vivimos en obediencia al Señor, andamos en un nivel
a ser uno con Cristo en nuestra manera de pensar y en más elevado que el del mundo. No se trata de menospre-
nuestro corazón. ciar a otros, sino de escoger vivir bajo los mandamientos
de Dios y desechar el estilo de vida del mundo.
3. Meditar en la Palabra de Dios. El salmista dijo: “Cuando
me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las 5. Depender del Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora en
vigilias de la noche” (Sal 63.6). Meditar incluye leer la Bi- la vida de cada cristiano, pero el apóstol Pablo también
blia, reflexionar en sus enseñanzas y poner en práctica lo nos dice que debemos “[ser] llenos del Espíritu” (Ef 5.18).
que nos ha dicho. Debemos hacerle preguntas y someter El verbo en griego indica que esa es una acción continua,
ante su autoridad todo lo que nos indique. Es como si nos la cual significa vivir en obediencia a la Palabra de Dios,
detuviéramos a observar en el espejo de la Palabra de mientras dependemos y esperamos en Él para que nos
Dios, para ver lo que nos dice y luego mirar un poco más fortalezca y nos guíe. Solo al depender del Espíritu Santo
allá para verle a Él. podemos llegar a ser y a hacer lo que Dios desea.
A medida que ponemos nuestra mirada en Cristo las 6. Dar a Dios y a otros. Contamos con una promesa en
preocupaciones se alejan y nuestra mente queda libre Lucas 6.38: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, re-
de aquello que nos estorba. El Salmo 119.133 debería ser mecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con
parte de nuestras oraciones, pues nos dice: “Ordena mis la misma medida con que medís, os volverán a medir”.
pasos con tu Palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree Nunca podremos superar a Dios en generosidad. Pero si
de mí”. nos negamos a dar, declaramos que no le necesitamos.
Solo el Señor puede predecir y proveer para nuestras
El tiempo de meditación nos mantiene alertas y sensibles necesidades futuras.
para hacer lo que Dios nos ordene. Por eso es tan impor-
tante que apartemos tiempo cada día para estar a solas 7. Perdonar a otros. No es fácil perdonar, pero es lo que
con el Señor por medio de su Palabra. Al leer y pensar en Dios nos pide que hagamos (Ef 4.32). Aunque alguien nos
lo que dice, el Señor le habla a nuestro corazón. traicione, debemos perdonar y confiar en que el Señor se
hará cargo de la situación.
Si deseamos que Dios llene nuestra mente con su Palabra,
no debemos permitir que el mundo domine nuestros REFLEXIÓN
pensamientos. Es fácil vivir ocupados todo el día con los
asuntos de este mundo y no dedicar tiempo para pensar ¿Qué aspectos de su vida debe cambiar para cultivar
en el Señor. Sin embargo, es esencial que dediquemos estos siete hábitos?
tiempo para meditar en la Biblia, si queremos tener una ¿Cuál de ellos es el que le resulta más difícil? ¿Qué obs-
vida consagrada. Cada día debemos elegir entre caminar táculos tendrá que vencer?
con el Señor o con el mundo.
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