El Santuario Terrenal
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El Santuario Celestial
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del Santuario Celestial
Para un estudio a fondo recomendamos ver: Estudio completo del Santuario Terrenal y el
Santuario Celestial
EL SANTUARIO TERRENAL
El ministerio sacerdotal terrenal consistía en dos partes o en dos servicios:
1. Servicio Diario a favor de toda la nación sin acepción de personas, raza, sexo,
condición social.
2. Servicio Diario de carácter individual – donde el pecador que era convencido de
pecado llevaba su sustituto. (Levítico 4:1-35)
¿Por qué era necesario el Servicio Diario o Continuo?
En el santuario terrenal (en el lugar santísimo) se encontraba la ley de los Diez
Mandamientos que era una copia del original que está en el cielo, en el Lugar Santísimo
del Santuario Celestial.
La Ley requiere, para que el hombre sea justificado/aceptado por Dios:
1. Obediencia perfecta y perpetua (Romanos 2:13; Salmo 15:1-5),
2. Carácter perfecto (Mateo 5:48)
3. Una vida justa (Levítico 18:5),
4. Naturaleza sin pecado (1 Pedro 1:15-16)
Pero la Ley demanda también la muerte segunda o eterna del infractor de la ley (Ezequiel
18:4; Romanos 6:23; Apocalipsis 21:8).
El hombre no tiene en sí mismo ninguno de los requerimientos de la Ley para ser
aceptado, ni la paga del pecado que es la muerte. Por ello, Dios preparó una vía de
escape para que el hombre pueda ser aceptado y sus pecados puedan ser perdonados, y
esa vía de escape nos enseña el servicio diario simbólico.
¿Cuántas veces al día se realizaba el Servicio Diario a favor de toda la nación?
Dos veces al día: el Servicio Diario Matutino (Éxodo 30:7) y el Servicio
Diario Vespertino (Éxodo 30:8).
¿Quién era el encargado de realizar el Servicio Diario a favor de toda la nación?
El Servicio Diario era realizado de principio a fin por el sacerdote (Números 18:7). Pero el
sacerdote terrenal, antes de oficiar a favor del pueblo, debía presentar sacrificio por sus
propios pecados (Levítico 4:3-4), ya que era pecador como cualquier otro hombre.
¿Con qué elementos trabajaba el sacerdote en el Servicio Diario o Continuo a favor
de toda la nación?
1. Incienso,
2. Para el sumo sacerdote un becerro para expiación y un carnero para el holocausto
(Levítico 16:3),
3. Para el pueblo dos machos cabríos para expiación y un carnero para holocausto
(Levítico 16:5).
¿En qué lugares se realizaba el Servicio Anual o Día de Juicio simbólico?
1. Ofrenda: debía ser perfecto, sin defecto alguno (Éxodo 12:5; Levítico 9:3; Levítico
22:20). Pues simbolizaba la vida de obediencia perfecta y perpetua de Cristo a la
Ley de Dios. El Cordero era un sustituto en la vida. La vida manchada de pecado
del hombre es sustituida por la vida sin mancha de pecado de Cristo.
2. Sacrificio: debía morir, porque la paga del pecado es la muerte segunda (Romanos
6:23; Apocalipsis 21:8). El Cordero era un sustituto y garante en la muerte. El
hombre debe morir a causa de sus pecados, pero la muerte de Cristo sustituye la
muerte del pecador. De igual manera, la deuda impagable del hombre pecador es
pagada por Cristo quien fue el que pagó esa deuda impagable para el hombre al
hacerse su garante.
– El pan de la proposición: amasado con aceite de oliva, sal, agua y asado fuera del
santuario una vez a la semana (Levítico 24:5; Éxodo 25:30). Eran también un símbolo
de la vida de obediencia perfecta y perpetua a los Diez Mandamientos que Cristo como
hombre vivió en esta tierra a favor del hombre caído (Juan 6:48-51).
¿Qué debía aprender el hombre gracias a estos símbolos, al ritual simbólico, al
ministerio sacerdotal terrenal, al santuario terrenal y a la ley ceremonial?
1) Tanto el incienso y los panes, que eran símbolo de la justicia perfecta de Cristo, eran
preparados fuera del santuario, en el atrio. La vida de obediencia perfecta y perpetua a la
Ley por parte de Cristo como hombre, desde su engendramiento hasta su crucifixión fue
preparada fuera del Santuario Celestial en esta tierra (Filipenses 2:8). De igual manera, el
cordero debía ser sacrificado en el altar del sacrificio en el atrio, lo cual apuntaba a la
muerte de Cristo en la cruz.
2) Tanto el incienso, como los panes y la sangre eran MEDIOS con los cuales el
sacerdote terrenal estaba habilitado para poder entrar dentro del santuario terrenal a
realizar el Servicio Diario y luego el sumo sacerdote una vez al año para realizar el
Servicio Anual. De igual manera, Cristo vino a la tierra a preparar los MEDIOS, que eran
su vida de obediencia perfecta y perpetua a la Ley y su sangre derramada en la cruz, para
poder entrar en el Santuario Celestial (Hebreos 9:11-15) como nuestro Sumo Sacerdote.
3) La justificación o aceptación NO ES LO MISMO que el perdón de pecados, pues el
incienso era un medio y la sangre era otro medio, cada uno tenía un propósito diferente.
De hecho, el mismo cordero tenía dos funciones: ofrenda y sacrificio. Como ofrenda
debía ser perfecto y como sacrificio debía morir.
Si la aceptación fuera lo mismo que el perdón, no se hubiera necesitado de incienso, ni
panes, ni de la perfección del cordero, solo se hubiese necesitado de su sangre. Si la
aceptación fuera lo mismo que el perdón, no se hubiera necesitado de la justicia perfecta
de Cristo, solo se hubiese necesitado de su sangre. O no se hubiese necesitado de su
muerte, solo de su justicia. Pero la Ley de Dios tiene dos aspectos: el primero es la
demanda para aceptación y segundo es la condenación de la Ley:
a) Como ya vimos anteriormente – Demandas para aceptación:
1. Terremoto de Lisboa: en el año 1755; este terremoto afectó a una gran parte de
Europa y África del Norte, así como estaba anunciado proféticamente (Apocalipsis
6:12).
2. Oscurecimiento del sol: el 19 de Mayo de 1780, sin que haya eclipse de sol hubo
un oscurecimiento sobrenatural, así como la profecía lo indicaba (Mateo 24:29;
Apocalipsis 6:12).
3. La luna como sangre: la noche del 19 de Mayo de 1780 fue seguida por una
oscuridad impenetrable a pesar de haber sido luna llena (Mateo 24:29; Apocalipsis
6:12).
4. Caída de las estrellas: otra señal que se cumplió de un modo sorprendente y
pasmoso con la gran lluvia meteórica del 13 de Noviembre de 1833 (Apocalipsis
6:13; Mateo 24:29).
Con estas señales Dios quiso dirigir la mente y corazón de los seres humanos hacia el
evento más importante que debía ocurrir el 10 del mes séptimo de 1844 (22 de Octubre):
el inicio del gran día del Juicio Antitípico.
Un estudio de la profecía de las 2,300 tardes y mañanas del Libro de Daniel (Daniel 8:14),
demuestra que el 10 del mes séptimo de 1844 se dio inicio al Juicio Antitípico.
Las 2,300 tardes y mañanas y las 70
semanas
Nuestro Señor Jesucristo estuvo desde el 5 del mes tercero del año 31 de la era cristiana
hasta el 22 de Octubre de 1844 (10 del mes séptimo Bíblico) en el Lugar Santo del
Santuario Celestial realizando sólo el Servicio Diario a favor de los que por fe le siguieron
hasta allí, pero los pecados de los creyentes no habían sido borrados hasta esa fecha.
Era pues necesario así como en el ritual simbólico los israelitas esperaban que llegue el
10 del mes séptimo para que sus pecado sean borrados.
Así también a Cristo dentro del plan de la Redención le faltaba realizar un trabajo más, a
favor de los creyentes arrepentidos: el borramiento de sus pecados previamente
perdonados y la conservación de los nombres de los creyentes arrepentidos en el Libro de
la Vida.
Específicamente, el 10 del mes séptimo de 1844, ocurrió lo siguiente:
1) Cambio de Ministerio: En el ritual simbólico, el 10 del mes séptimo terminaba la labor
del sacerdote y empezaba la labor del sumo sacerdote (Levítico 16:17; Levítico 23:27).
También Cristo el 10 del mes séptimo de 1844 fue revestido de las preciosas vestiduras
de Sumo Sacerdote y luego entró al Lugar Santísimo para empezar una nueva fase
dentro del plan de la redención, el trabajo del Sumo Sacerdote el día del Juicio Antitípico
(Daniel 7:13; Mateo 25:6; Malaquías 3:1-3).
En el ritual simbólico, el Servicio Anual o Día de Juicio Típico duraba un solo día—el 10
del mes séptimo—pero el contraste que existe con el trabajo del Sumo Sacerdote
Celestial es que el Juicio Antitípico no es un solo día, pues empezó en 1844 y aún este
servicio no ha llegado a su fin.
Hoy en día se esta realizando el Juicio Investigador de los justos que entraron y entran en
el descanso. Pero pronto se dará inicio al Juicio de los justos vivos. Al igual que en el día
de Pentecostés cuando los apóstoles y los demás discípulos recibieron el Espíritu Santo
en abundancia, este evento volverá a ocurrir otra vez. Con certeza Dios está actualmente
preparando a un grupo singular (al igual que hizo Cristo cuando preparó a un grupo por un
lapso de tres años) para que cuando llegue la Ley Dominical este grupo pueda dar el
Fuerte Pregón al mundo entero.
Una vez concluya el Fuerte Pregón y todo el pueblo de Dios haya recibido el sello de Dios
en lugar de la marca de la bestia, Cristo volverá a pronunciar las palabras “Consumado
es” y “El que es injusto, haga injusticia todavía. El que es impuro, sea impuro todavía. El
que es justo, haga justicia todavía, y el que es santo, santifíquese todavía” (Apocalipsis
22:11). Es entonces que Cristo habrá terminado su trabajo en el Lugar Santísimo, dejará
de interceder y entonces caerán las plagas al mundo hasta su Segunda Venida en gloria.
1. Tierra desierta y
2. Tierra inhabitada.
Esta condición la tierra va a alcanzar cuando Cristo venga por segunda vez, entonces se
realizará la última parte que se hacía en el ritual simbólico:
CES pg. 118.1 – “Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá
“sin relación ya con el pecado” y para salvar (Hebreos 9:28), para bendecir con vida
eterna a su pueblo que lo espera. Así como el sacerdote, al quitar los pecados del
Santuario, los confesaba sobre la cabeza del macho cabrío emisario, así también Cristo
colocará todos esos pecados sobre Satanás, el originador e instigador del pecado. El
macho cabrío emisario, que cargaba con los pecados de Israel, era enviado “a tierra
inhabitada” (Levítico 16:22); así también Satanás, cargado con la culpa de todos los
pecados que ha hecho cometer al pueblo de Dios, será confinado durante mil años en la
Tierra, entonces desolada y sin habitantes, y finalmente sufrirá la entera penalidad del
pecado en el fuego que destruirá a todos los impíos. Así el gran plan de la redención
alcanzará su cumplimiento en la extirpación final del pecado y la liberación de todos los
que estuvieron dispuestos a renunciar al mal.”
Luego, en el ritual simbólico, después de que había enviado el macho cabrío emisario,
hacía traer a los carneros para hacer la reconciliación del pueblo con Dios (Levítico
16:24). Nuestro Señor Jesucristo aún no ha hecho este trabajo a favor del pueblo, pero
cuando Él haga este servicio a favor de los que creen en Él, nuestra naturaleza
pecaminosa será erradicada (1 Corintios 15:53), para siempre. Entonces estaremos
reconciliados con Dios en nosotros mismos para siempre, nada ni nadie nos separará del
amor de Dios (Romanos 8:35).