Capitulo 3
Capitulo 3
Capitulo 3
LISTA DE FIGURAS
Figura 3-1 Criterios para la medición del DAP ...........................................................................................................3-9
Figura 3-2 Mapa hidrológico del Proyecto ............................................................................................................... 3-24
Estudio ambiental y social - Corredor Perimetral de Oriente de Cundinamarca Índice, Pág iii
3 CARACTERIZACIÓN DEL ÁREA DE INFLUENCIA Y LÍNEA
BASE AMBIENTAL
En este capítulo se presentan las condiciones del medio físico, biótico y socioeconómico existentes en
las áreas a ser intervenidas en el proyecto Corredor Perimetral del Oriente de Cundinamarca, basado
en la Guía de Manejo Ambiental de Proyectos de Infraestructura, Sector Vial, elaborados por INVIAS
y el Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ahora Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible, para las Unidades Funcionales del Corredor Perimetral de Oriente de
Cundinamarca (01: El Salitre - Sesquile, 02: Sopo – La Calera, 03: La Calera – Patios – Limite Bogotá
– Choachi, 04: La Calera – Choachi y 05: Choachi – Caqueza).
De acuerdo con la intervención propuesta para los tramos de la unidad funcional 02 se define como
Área de Influencia Directa (AID) para el componente abiótico y biótico, el área geográfica establecida
por el corredor vial existente, las áreas de taludes de corte y relleno y una franja de 2 metros adicional
a lado y lado de las mismas.
Para el establecimiento del área de influencia directa se tomaron en cuenta las siguientes
consideraciones:
Aquellas comunidades existentes a lo largo del Corredor Vial, incluyendo las cabeceras
municipales de los Municipios de Sopo, Sesquilé, Guatavita, Guasca, La Calera, Choachí y
Úbaque, así como los asentamiento humanos o viviendas dispersas de las veredas por donde
transcurre dicho Corredor
Los cuerpos de agua que cruza el proyecto, descritos en la Tabla 3-1:
La definición y la determinación del área de influencia socioeconómica del proyecto, se respalda por
las consideraciones de carácter técnico, ambiental y social que justifican la interrelación de las
actividades de construcción y operación del proyecto. Teniendo en cuenta esto, el área de influencia
se delimitó a partir de los criterios ambientales y sociales, los cuales se señalan a continuación:
Entre los criterios generales a tener en cuenta para la calificación de los impactos que se manifestarán
en el área de influencia directa para el componente social, se citan los siguientes:
Se define para este caso, para el componente abiótico, biótico y socio-económico un corredor de 200
m, 100 metros a lado y lado del eje de la vía, adicionalmente para el medio Socio-Económico el (AII)
se establece las comunidades que atraviesa la vía y aquellas que se conecten a la misma.
El AII para el componente socio – económico, corresponde a los municipios de Sopó, Guasca, La
Calera, Guatavita, Sesquilé, Choachí Ubaque y Cáqueza.
El área de influencia indirecta del proyecto es el área donde los impactos trascienden el espacio físico
del proyecto y su infraestructura asociada, es decir, al área externa del área descrita anteriormente,
extendida hasta donde se podrían manifestar los posibles impactos.
A partir de la descripción de las actividades de obra del proyecto y de la caracterización del AID se
procedió a realizar la identificación y evaluación de los impactos, en el componente abiótico, biótico
y socio-económicos del sector.
La actividad de recopilación de información acudió a los estudios realizados por los municipios para
la ejecución de los P.O.T. especialmente los Documentos Técnicos y los diagnósticos ambientales de
los Municipios de Sopó, La Calera, Guasca, Guatavita, Sesquilé, Choachi, Ubaque y Cáqueza.
Información Primaria: Se realizó la identificación de condiciones ambientales así como de las
afectaciones al componente físico en el corredor vial del proyecto.
Información secundaria: Se recopilaron y revisaron los estudios climatológicos de la zona
efectuados por la Corporación, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales
– IDEAM.
Procesamiento de Información: Posteriormente, se analizó toda la información recopilada,
destacando la más importante para el proyecto, la cual se incluyó en el capítulo de diagnóstico
ambiental del componente físico.
Fase precampo
Fase Campo
Registro fotográfico
Se realizó la toma del registro fotográfico correspondiente a las diferentes unidades de coberturas de
la tierra, en donde se registraron panorámicas del AID y se registraron especies forestales de interés
identificadas en campo en observación directa.
Formularios de campo
La información anteriormente mencionada deberá ser registrada en formato de campo (Tabla 3-2) que
posteriormente serán llevados a formato digital, para realizar los cálculos correspondientes.
Código Documento:
Total de Páginas __/__
INVENTARIO FORESTAL
SUB- COORDENADAS C.A.P a 1.30 m (cm) DIAMETRO DE COPA ALTURA (m) Observaciones: Tronco,
No NOMBRE COMUN
PARCELA X Y 1 2 3 X Y Comercial Total raiz, copa, Bifurcado
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
La caracterización de fauna silvestre, del corredor perimetral del oriente de Cundinamarca, se llevó a
cabo en dos fases dos fases:
Una Preliminar, donde se recopiló información sobre estudios previos el área de estudio, para con ello
contar con un noción del potencial de especies presente para cada uno de los grupos faunísticos a
evaluar, para Anfibios y Reptiles se emplearon: los reporte para la Sabana de Bogotá y sus alrededores
(Lynch & Renjifo 2001), siendo el informe de Inventario de Fauna de la Reserva Forestal Protectora
Bosque Oriental de Bogotá (CAR y CI, 2009), el llevado a cabo en el Parque Ecológico Distrital de
Montaña Entrenubes (DAMA 2003) y el efectuado en la alta Montaña del suroriente de la sabana de
Bogotá (Mediana-G, G.F. & López-P, J.R. 2014).,para Aves además del estudios anterior se tomó en
cuenta: el informe de Conservación de las Gravilleras del Río Siecha (De Las Casas et al, 2005) y el
listado de aves recopilado para la vereda Cerca de Piedra del municipio de Chía (Echeverry-G, M. A.
& Morales-R, A. 2007), y el inventario del el Parque Ecológico Distrital de Montaña Entrenubes
(DAMA 2003). Para mamíferos se tomó en cuenta la información proveniente de los trabajos de la
Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá (CAR y CI, 2009), como el del Parque
Ecológico Distrital de Montaña Entrenubes (DAMA 2003). El documento referente para esta labor.
Y una segunda fase correspondió a la recolección de información primaria, que se llevó a cabo por
medio de transeptos de observación de longitud y ancho variable en las coberturas vegetales presentes
a lado y lado de la vía a mejorar.
La determinación de las especies se realizó in situ en campo, con el apoyo de guías temáticas ilustradas
y a fines en cada grupo de fauna de interés como: para anfibios y reptiles se consultó la “Guía de
anfibios y reptiles de Bogotá y sus alrededores” (Lynch & Renjifo 2001), para aves se utilizó la “Guía
de las aves de Colombia” (Hilty & Brown 2001) y la guía de campo de “Aves de La Sabana de Bogotá”
(ABO, 2000), para mamíferos a: Neotropical rainforest mammals: a field guide (Emmons & Feer
1997), y Marsupiales Cenolestidos e Insectívoros de Colombia (Cuartas-C & J. Muñoz 2003).
Las propuestas taxonómicas seguidas para la actualización de listados y el trabajos de campo fueron:
para Anfibios a Acosta-Gálvis, (2015), en Reptiles se empleó a Reptile database (Uetz, y Hošek,
2015), en Aves a South American Classification Committee (Remsen et al, 2015) y en Mamíferos a
Solari et al, (2013).
La población objeto de estudio corresponde a la que se ubica en los municipios y veredas antes
mencionadas para mayor detalle revisar tabla de localización política administrativa, incluida en el
capítulo 2.
Las técnicas a utilizadas en este proceso fueron aquellas que facilitaron la consecución registro de
manera organizada y acertada la información existente, tanto en las fuentes de información primaria
como secundaria. Estas técnicas serán implementadas por el Área de Gestión Social de la fase de pre-
factibilidad, cuyo objetivo principal será el cumplir con los productos requeridos en los términos de
referencia del Contrato. A continuación se indican las técnicas utilizadas para la obtención de
información:
Información Primaria
Con el objetivo de realizar un acercamiento directo en campo que permitiera identificar características
socioeconómicas así como la percepción sobre la dinámica del entorno y la percepción sobre la
construcción del Corredor Perimetral de Oriente de Cundinamarca, se realizaron recorridos donde se
aplicó un instrumento que permitiera obtener datos para retroalimentar los aspectos relevantes del
AID, como insumo clave para las actuaciones previstas de una forma acertada que pudieran verse
reflejados en los Programas y proyectos a proponer en términos de sociales.
Es así que se aplicaron sondeos diferenciados, uno para la comunidad en general y otros sondeos para
instituciones o empresa, teniendo para ello preguntas orientadas a las características de dichos grupos,
ambas con la intención lograr un acercamiento a impactos positivos o negativos a generar, tales como
eventual desplazamiento poblacional o productivo, por traslado involuntario de las Unidades Sociales,
sean estos hogares o actividades económicas cómo también la posible alteración de las dinámicas
institucionales, afectaciones a infraestructura de predios, infraestructura vial o de servicios públicos,
afectación a la movilidad vehicular y peatonal , entre otros. Igualmente, considerando la disponibilidad
de información veraz y oportuna que hayan tenido las comunidades e instituciones al momento, con
el fin de tomar las medidas correspondientes que disminuyan los conflictos, y por el contrario
conduzcan a la concertación y al cumplimiento de los acuerdos que sean pactados.
La línea base territorial, de uso del suelo y paisaje, se desarrolló con base en las coberturas de uso
actual del suelo del IGAC, los POTs de cada municipio, recorridos de campo e información secundaria
relacionada en la sección de referencias.
Levantamiento Arqueológico
El método de trabajo se basó en los parámetros requeridos para la realización de las diferentes fases
de los Programas de Arqueología Preventiva, presentados en el documento “Régimen legal y
lineamientos técnicos de los programas de arqueología preventiva en Colombia” (ICANH 2010) en el
Este diagnóstico arqueológico es la primera fase del programa de arqueología preventiva del Corredor
Perimetral de Oriente. Académicamente se buscaba contribuir al conocimiento del proceso de
ocupación humana y las estrategias de adaptación a distintos medioambientes en las regiones
atravesadas por el proyecto, lo cual puede ser el origen de futuras investigaciones académicas que
aborden vacíos y problemáticas arqueológicas de la región. En tal sentido y para cumplir los objetivos
propuestos, el enfoque con el cual se abordó el diagnóstico es el de la “Ecología Humana” bajo los
planteamientos teóricos expuestos en Campbell (1986) y Clarke (1983).
Primer paso: Esta labor consistió en la revisión de información secundaria disponible sobre
bibliografía e informes inéditos, principalmente de estudios arqueológicos, realizados en la
región del diagnóstico. Esta información fue consultada, especialmente, en la biblioteca del
Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH. La bibliografía arqueológica
consultada se concentró en los siguientes departamentos y municipios (Tabla 3-3).
Segundo paso. Consistió en elaborar un análisis espacial que permitió plantear un modelo
ponderado de zonas en las cuales existen mayores o menores probabilidades de hallar sitios
arqueológicos en las unidades funcionales y tramos del proyecto. Tras un recorrido de
evaluación arqueológica del paisaje se elaboraron mapas de Zonificación Arqueológica
Preliminar que ilustran el Potencial arqueológico de los trazados.
POTENCIAL COLOR
ARQUEOLÓGICO En Mapa
Alto
Medio
Bajo
Tercer paso. Planteamiento de un Plan de Manejo Arqueológico Preliminar que proponga las
actividades arqueológicas pertinentes para realizar teniendo en cuenta el tipo de obras civiles
que el proyecto planea realizar y el potencial arqueológico zonificado para cada tramo.
Los resultados son plasmados en una matriz interactiva que permiten al evaluador discriminar
claramente los factores ambientales más afectados y sobre los cuales se debe poner mayor atención a
la hora de aplicar medidas de mitigación o manejo ambiental que eviten, reduzcan, controlen,
compensen o incentiven dichos impactos negativos; así como para determinar el nivel de estas
medidas.
Los Programas y proyectos que se deben ejecutar durante la etapa de construcción se formularon con
base en lo establecido en la Guía Ambiental de Proyectos de Infraestructura, Subsector Vial año 2011,
teniendo en cuenta las características ambientales del AID y de las obras a ejecutar.
Se plantearon los indicadores para cada programa con el fin de realizar monitoreo y seguimiento de
las medidas de manejo.
Se realizan las siguientes consideraciones para tener en cuenta en lo que respecta a la caracterización
del AID.
Elemento Agua
A lo largo del proyecto se presenta un relieve de ondulado a montañoso destacándose para cada unidad
funcional las siguientes características:
Para la unidad funcional uno (UF-01), se encuentra dentro de los sistemas lenticos algunos lagos a lo
largo del corredor de pequeña área, en el tramo Intersección Guatavita – Guasca en el PR 0+000 se
ubica un lago de uso turístico y piscícola irrigado por la Quebrada el Volador, el cual es el Lago Timaná,
a la altura del PR 17+500 se encuentra la Laguna de Guatavita, a una distancia de 4 km
aproximadamente del corredor a intervenir, y que representa un sitio turístico de gran interés. Por
otro lado, aunque no se ha generado de forma natural podemos tratar el embalse de Tominé como
otro gran estancamiento, bordeado en sentido longitudinal por el proyecto entre los PR 3+100 y
24+300.
En la unidad funcional dos (UF-02) es difícil encontrar aguas estancadas sin embargo, en el sector de
Intersección El salitre en el PR 10+300 se ubica el mismo lago descrito en la UF-01. Igualmente a lo
largo del tramo Sopó – El Salitre se encuentran estancamientos de aguas naturales irrigadas por las
quebradas Hacienda Casa Blanca, Gratamira y El Cortijo.
La Unidad Funcional tres (UF-03) difícilmente, se encuentran aguas estancadas sin embargo, en el
tramo La Calera – Patios, a la altura del PR 2+700 el proyecto bordea el Embalse de San Rafael hasta
el PR 4+500. Aunque no constituye un estancamiento de aguas natural, por su importancia y
características de regulación del régimen hídrico de la sub-cuenca del río Teusacá, puede tratarse como
el único sistema léntico encontrado en este tramo. Para el tramo Límite de Bogotá – Choachí se
pueden considerar el sistema de nacimientos de agua ubicados en el páramo de cruz verde, sitio en el
cual nace y comienzan a conformarse Quebradas y ríos como el Teusacá, Río Palmar, San Cristóbal y
otros.
Para la unidad funcional cinco (UF-05) se identificó un estancamiento natural ubicado a la altura del
PR14+830, en la vereda Del Cacique en el Municipio de Ubaque, conocido como Laguna de Ubaque,
las aguas que le llegan a esta laguna provienen de escurrimientos superficiales originados por las lluvias.
Por el sector nororiental de la laguna se desprende la quebrada de La Laguna, la cual entrega sus aguas
al río Palmar. La Laguna de Ubaque, representa un importante recurso turístico para el municipio,
Patrones de Drenaje
La red de drenaje atravesada por el Proyecto Corredor Perimetral del Oriente, tiene como origen la
cordillera oriental. Se aprecia un eje que recorre de noreste a sureste todo el proyecto. De estos límites
surgen dos claras vertientes una con dirección Norte y otra con dirección Sur. El patrón de drenaje de
ambas vertientes es claramente sub-dendrítico.
La vertiente que se dirige hacia la dirección norte, Para la Unidad Funcional 01 está comprendida por
la sub-cuenca del Río Tominé tributario del Río Bogotá, y en dirección sur, está constituida por la sub-
cuenca del Río Blanco en el tramo Límite de Bogotá – Choachí.
Pertenece a la cuenca del río Magdalena, puesto que sus aguas descargan al río Bogotá. Está
conformado por las microcuencas de los ríos Siecha y Aves. El área total de las dos microcuencas, es
de 247,29 km2. El patrón de drenaje es sub-paralelo con una participación en la cuenca del Río de
Bogotá de 6.4%.
La Cuenca del Río Siecha está ubicada en la cordillera oriental de los andes Colombianos, en el
municipio de Guasca, departamento de Cundinamarca. Cuenta con una extensión o superficie de
14.500 Has, con alturas sobre el nivel del mar desde 2.600 a 3.750 m.s.n.m., es de clima frio, con
precipitación promedio anual entre 1.300 y 1.600 mm, y una temperatura promedio de 13°C., su única
entrada de agua es la precipitación, con presencia de ecosistemas de paramo y bosque alto-andino1.
Dentro de la cuenca se encuentran superficies de áreas protegidas como el Parque Nacional Natural
Chingaza, Reserva Forestal Protectora Nacional Paramo Grande, Reserva Forestal Regional Cerro
Pionono Las Águilas.
Para la Unidad Funcional 02; para el tramo La calera Patios de la unidad Funcional 03 y Para la Unidad
Funcional 04 en el tramo La Calera – Choachí tiene como cuenca de segundo orden la del Río Bogotá
(cuenca alta), siendo tributarias del mismo el Río Teusacá, la anterior está conformada por siete (7)
municipios todos ellos vinculados parcialmente y que se abastecen de este rio para satisfacer las
1Emiro José Díaz Leal Lindis Javier Zamora Rosero. Estrategia De Gestión Ambiental Para El Manejo Del Recurso
Hídrico En El Ámbito Local Caso Municipio De Guasca – Cundinamarca. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2011.
En el Municipio de Choachí se encuentra El Río Blanco con sus afluentes, las quebradas del Chuscal,
Agua Dulce, del Raizal y del Uval además de las quebradas Guaza y Quebrada Blanca, El municipio
cuenta con extensas áreas de páramo, que son “fabricas” de agua, estas abastecen las numerosas
corrientes superficiales que de una u otra forma constituyen un patrimonio hídrico muy valioso. En
cuanto a sistema hídrico que se encuentra dentro del casco urbano, tenemos dos brazos de la Quebrada
El Uval, y un brazo que es llamado La Quebrada del Pueblo.
El municipio de Choachí es atravesado de norte a sur por el Río Blanco, cuyo nacimiento se ubica a
una altura de 3650 m.s.n.m. en la laguna de Buitrago, cerca de la laguna de Siecha en el municipio de
La Calera. Tributa sus aguas al río Negro, el cual al llegar a los llanos se convierte en el río Guayuriba,
el cual va a desembocar en el río Meta y finalmente al gran Río Orinoco.
Las vertientes se separan en el municipio de La Calera, es así que la vertiente que se dirige hacia la
dirección norte, está comprendida por la sub-cuenca del Río Tominé tributario del Río Bogotá, y en
dirección sur, está constituida por la sub-cuenca del Río Blanco la cual discurre paralela al proyecto
para las unidades funcionales 04 y 05, Tramos La Calera – Choachí y Choachí – Cáqueza,
respectivamente.
Régimen Hidrológico
La información recolectada corresponde a los municipios de Sopó, Guasca, La Calera y Choachí,
reflejadas en el POT y el PDM y basado en el Diagnóstico del estado del plan de desarrollo y planes
de ordenamiento territorial de los mismos, además de información correspondiente a los POMCAS
del Rio Bogotá y Rio Negro.
La Red Hidrográfica del Municipio de La Calera se encuentra conectada por medio del Río Teusacá
hacia el occidente al Río Bogotá que desemboca en el Río Magdalena, y hacia el oriente por medio del
Río Blanco con el Río Meta, que es tributario del Río Orinoco. En general en este territorio se ha
encontrado un alto potencial de recursos hídricos, resultado de las características climáticas e
hidrológicas del área. De esta manera el área del Municipio de La Calera está dividida en Dos cuencas
principales y un embalse de San Rafael.
En materia de aguas superficiales, el caudal del Río Teusacá es regulado en casi un 50% por la Empresa
de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, es decir que del caudal medio medido en el Puente Adobes
2Sandra Liliana Muñoz Real, Diana Carolina Beltrán Carvajal. Perfil Ambiental de La Subcuenca Del Río Teusacá de La Cuenca Alta
Del Río Bogotá. Bogotá: Universidad de La Salle, 2010.
Con respecto al Tramo Límite de Bogotá – Choachí – Cáqueza y parte del tramo La Calera - Choachi
las aguas de escorrentía están conformadas dentro de la sub-cuenca del Río Blanco el cual nace en la
laguna de Buitrago, cerca de la laguna de Siecha en el Municipio de La Calera. Tributa sus aguas al Río
Negro, que al llegar a los llanos es llamado Guayuriba, afluente del Río Meta.
En la cuenca de Siecha, se encuentra el ecosistema estratégico de agua Blanca que se integra a la Laguna
del Cacique Guatavita, importante por la altura en que se encuentra 2800 msnm.
En parte occidental, de Norte a Sur, se originan las siguientes quebradas: Junia, Potrerogrande
(también conocida como Q. Del Pueblo), Chorrera, Chuscal, Rajatablas, Alcaparro, Raizal, Quiuza, El
Hato, Termales, El Uval, Cucuaté y Guaza; el agua para el casco urbano se toma de la quebrada del
Pueblo y de un nacimiento denominado "Potreritos", dicha agua surte también las veredas de
Resguardo, Guaza, y Río Blanco. El acueducto municipal y el cruce con la Quebrada del Pueblo se
encuentran ubicado a la altura del PR 19+900.
La aplicación HEC-GeoRas se integra en ArcGis para permitir el tratamiento completo de los datos
topográficos y ambientales para su posterior exportación a HEC-Ras. El tratamiento de los datos parte
de la importación de los datos del modelo LIDAR como un tin (malla triangular irregular). Dada la
calidad y precisión de los datos del LIDAR el terreno que va a ser modelado presenta una alta similitud
con la realidad frente a otras posibles adquisiciones de datos topográficos.
La tecnología LIDAR empleada aporta puntos de datos topográficos como poco cada 40 cm, siendo
el valor medio de un punto cada 12 cm, ello nos asegura recoger cualquier elemento topográfico con
dimensiones en planta apreciables a la malla LIDAR.
El tin generado en ArcGis a partir del LIDAR, y sobre el que trabaja HEC-GeoRas, tiene por tanto
recogido cualquier irregularidad superficial que pudiera influir en el régimen hidráulico.
Características técnicas:
Según el apartado “4.5.4.3. Gálibo” del mismo manual el gálibo mínimo que debe respetar la lámina
de agua para su periodo de cálculo con respecto el fondo del tablero es de:
Tramo Salitre – Guasca. Puente existente sobre el río Siecha, P.R. 10+120
Los caudales para periodo de retorno 50 y 100 años son de 182.772 m³/s y 207.059 m³/s
respectivamente.
Para que el caudal de la N.A.M.E. no desborde por encima del tablero se han considera en el modelo
dos estructuras auxiliares de dimensiones 4.0x3.0m ambas ubicadas en la margen izquierda del río.
Tramo Guasca - Sesquilé. Puente existente sobre el río Tominé, P.R. 3+300
La longitud de la estructura es de 37.20 m, por tanto la lámina de agua para la que se ha calculado la
N.A.M.E. (Nivel De Aguas Máximas Extraordinarias) es para 50 años de periodo de retorno.
Los caudales de cálculo para periodo de retorno entre 50 y 100 años han sido de 263.3 m³/s y 298.288
m³/s respectivamente.
Hemos de tener presente que la zona en cuestión es una zona pantanosa en la cola del embalse Tominé,
es por ello que la pendiente de fondo es prácticamente nula. Para su modelización se le ha dado de
La cuenca interceptada por la estructura presenta un área de aportación de 161.68 km², dicha cuenca
está parcialmente regulada por el embalse San Rafael con una superficie de regulación de 66.3916 km²
(el 41% del total de la cuenca), de esta forma se precisa que los caudales con los que se dimensionará
la estructura, será la suma de los aportados por el aliviadero de San Rafael y el resto de la cuenca.
Para periodo de retorno 50 y 100 años los caudales de diseño son de 150.69 m³/s y 171.927 m³/s
respectivamente, considerando que la estructura actual presenta tres vanos de 4.0m de luz, el modelo
de HEC-RAS realizado, ha comprobado para el nivel de aguas máximas extraordinarias (N.A.M.E.)
que en esta estructura corresponde al periodo de retorno 50 años. El nivel obtenido pone de
manifiesto que la N.A.M.E. desborda por encima del tablero por lo que se considera este punto un
punto crítico desde el punto de vista hidráulico.
Para que el caudal de la N.A.M.E. no desborde por encima del tablero, se han considerado en el
modelo dos estructuras auxiliares de dimensiones 4.0x3.0m; una en cada margen del río, de esta forma
al ejecutar el modelo se pudo comprobar que se consiguió un descenso de la lámina de agua hasta el
nivel del tablero, por lo que se considera suficiente lo proyectado para mantener una permeabilidad
hidráulica en la cuenca.
El presente cruce de nuestra traza con el río Teusacá se encuentra también regulado por el embalse de
San Rafael, el caudal para periodo de retorno 50 y 100 años de 62.745 m³/s y 72.296 m³/s
respectivamente.
La longitud aproximada de la estructura es de 11.5 m, por tanto la lámina de agua para la que se ha
calculado la N.A.M.E. (Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias) es para 50 años de periodo de
retorno.
En cuanto a los caudales estos han sido calculados para periodo de retorno 50 y 100 años de 120.587
m³/s y 136.611 m³/s respectivamente.
Conforme la modelación realizada el nivel de avenida no supera el tablero, por lo cual se estima que
las condiciones de la estructura son suficientes y aceptables.
La longitud aproximada de la estructura es de 11.5 m, por tanto la lámina de agua para la que se ha
calculado la N.A.M.E. es para 50 años de periodo de retorno.
Los caudales de cálculo usados han sido para periodo de retorno 50 y 100 años de 31.87 m³/s y 36.10
m³/s respectivamente. Dado que la actuación es una rehabilitación y la rasante no es modificable se
acepta el resultado mientras este, para el periodo de retorno marcado por la normativa INVIAS, no
rebase el nivel del tablero. En nuestro caso se observa un pequeño resguardo sobre el mismo.
Calera – Choachí. Puentes nuevos sobre la Quebrada Simaya P.R. 1+235 y 1+565
En esta zona la orografía vierte en dirección norte de forma que el río queda encajonado entre dos
montes y el trazado es obligado a circular adyacente al curso del río, la quebrada en cuestión es la
Quebrada Simaya. El trazado se ha visto obligado a circular lo más próximo posible a la ladera
occidental para no verse afectado por la lámina de inundación.
El puente del P.R. 1+235 se ha diseñado con una luz libre de 40 m ya que el cruce entre el río y el
trazado es muy esviado, ello obliga a un aumento considerable de la longitud de viaducto para que el
ancho efectivo de paso a bajo el mismo quede próximo a 25 m.
El puente del P.R. 1+565 se ha diseñado con una luz libre de 35 m ya que la lámina de agua para luces
menores “moja” demasiado los estribos provocando socavaciones importantes y un exceso de
protección del terraplén.
Caudal para periodo de retorno 50 y 100 años de 92.681 m³/s y 104.996 m³/s respectivamente.
Ambos estructuras respetan un gálibo mínimo de 2.5 metros con respecto a la lámina de inundación
de los 50 años de periodo de retorno. El modelo realizado pone de manifiesto el correcto diseño
geométrico planteado tanto en trazado como en estructuras.
La longitud aproximada de la estructura es de 245 m, por tanto la lámina de agua para la que se ha
calculado la N.A.M.E. es para 100 años de periodo de retorno.
Caudales de cálculo han sido para periodo de retorno 50 y 100 años de 86.604 m³/s y 98.113 m³/s
respectivamente. Tras ejecutar el modelo HEC-RAS se comprueba que se respetan los gálibos
normativos del INVIAS.
Tramo Calera – Choachí. Puente nuevo sobre la Quebrada de los Ocales, P.R. 15+970
La estructura nueva presenta una longitud aproximada de 33 metros. Se ha considerado esta estructura
otro punto crítico debido a que la antigua estructura queda bajo la sección de la nueva estructura.
El modelo realizado se modificó para eliminar la estructura existente, los caudales para periodo de
retorno 50 y 100 años son de 51.219 m³/s y 60.708 m³/s respectivamente.
Tramo Calera – Choachí. Puente nuevo sobre la Quebrada Junia, P.R. 19+430
La estructura nueva presenta una longitud aproximada de 75 metros. La rasante de la carretera obliga
a ir a una altura mínima sobre terreno de unos 17 metros. Los caudales para periodo de retorno 50 y
100 años son de 48.849 m³/s y 55.341 m³/s respectivamente.
Tramo Calera – Choachí. Puente nuevo sobre la Quebrada de Potrero Grande, P.R. 23+557
La estructura nueva presenta una longitud aproximada de 189 metros. La rasante de la carretera obliga
a ir a una altura mínima sobre terreno de unos 67 metros. Los caudales para periodo de retorno 50 y
100 años son de 288.981 m³/s y 327.382 m³/s respectivamente.
Tramo La Calera – Choachí. Puente nuevo sobre la Quebrada el Raizal, P.R. 26+375
La presente estructura se considera otro de los puntos críticos a nivel hidráulico ya que, como el puente
nuevo sobre la Quebrada de los Ocales, P.R. 15+970, la antigua estructura queda muy próxima a la
nueva. Dado que la estructura antigua no tiene capacidad suficiente es necesario su demolición y la
reposición del cauce natural.
Los caudales para periodo de retorno 50 y 100 años son de 67.293 m³/s y 76.235 m³/s
respectivamente.
La estructura nueva presenta una longitud aproximada de 143 metros. La rasante de la carretera obliga
a ir a una altura mínima sobre terreno de unos 28 metros.
Los caudales para el periodo de retorno 50 y 100 años son de 266.677 m³/s y 302.114 m³/s
respectivamente.
Geología Regional
Se realiza aquí una exposición de los principales condicionantes geológicos, geomorfológicos,
hidrogeológicos y geotécnicos del trazado. Las descripciones realizadas en el presente documento
están basadas en el Capítulo IV. Estudio Geológico Y Geotécnico, Realizado por el Consultor: U.T.
Euroestudios – Deloitte – Durán & Osorio, durante la estructuración del Proyecto Corredor
Perimetral De Oriente – (Victoria Temprana)
Las estructuras más comúnmente encontradas presentan un rumbo que coincide con el de la cordillera
oriental (N-NE), donde las estructuras sinclinales son amplias mientras que los anticlinales son
estrechos y altamente deformados por fallas de cabalgamiento. Entre los plegamientos importantes
de la Sabana de Bogotá se encuentran los anticlinales de Usaquén, Bogotá y de Sopó-Sesquilé y los
sinclinales de Teusacá y Siecha. Algunas de las estructuras anticlinales del departamento se
interrumpen o están afectadas por la presencia de diapiros salinos, los cuales no están incluidos en este
informe. En cuanto a los fallamientos, en el flanco occidental de la cordillera oriental, las principales
fallas son de cabalgamiento, de bajo ángulo y con vergencia al oeste mientras en el flanco oriental de
la cordillera las fallas presentan una vergencia al este.
Estratigrafía
El área de estudio presenta rocas cretácicas, terciarias y cuaternarias de origen sedimentario. A
continuación se presenta la recopilación de la estratigrafía de la zona desde la unidad más antigua a la
más reciente. Esta información fue tomada de los mapas geológicos del cuadrángulo K-11 de
Zipaquirá y L-11 de Villavicencio, memoria explicativa de Cundinamarca de INGEOMINAS,
Geología de la Sabana de Bogotá de INGEOMINAS (2005) y del léxico estratigráfico internacional
volumen V fascículos 4A y 4B para Colombia de J. de Porta (1974) y M. Julivert (1968).
Cretácico
Grupo Cáqueza (Kc): Unidad del cretácico inferior que incluye rocas sedimentarias principalmente
lutitas negras con intercalaciones de areniscas. En la parte inferior son mayoritarias las lutitas, mientras
que en la superior predominan las areniscas. Su espesor aproximado es de 3000m a 4000m.
Formación Une (Kiu): Conjunto de areniscas cuarzosas con intercalaciones de lodolitas negras. El
espesor de esta unidad varía de 800 m y 1100 m. Se encuentra en contacto concordante con la unidad
Formación Chipaque (Kch): Unidad formada por lutitas que hacia la parte inferior presenta bancos
de caliza intercalada. El espesor es de 800 – 900m.
Grupo Guadalupe (Kg): Está formado por tres unidades básicas, que se describen a continuación:
Formación Arenisca Dura (Ksgd): Parte inferior del Grupo Guadalupe. Cuarzoareniscas de grano
fino con intercalaciones de lodolitas. El espesor medido es de 250m.
Formación Plaeners (Ksgpl): Presencia de liditas y chert con delgadas intercalaciones de lodolitas y
arcillolitas laminadas comúnmente silíceas. El espesor estimado es de 100m.
Formación Labor y Tierna (Ksglt): La expresión morfológica es fuerte, de laderas pendientes bien
inclinadas de difícil acceso. Son areniscas de cuarzo de grano fino a grueso, esporádicamente con
intercalaciones de lodolitas y limolitas de cuarzo. El espesor observado de la unidad es de 260m.
Formación Chipaque (Kch): Unidad formada por lutitas que hacia la parte inferior presenta bancos de
caliza intercalada. El espesor es de 800 – 900m. , la unidad está constituida por lodolitas negras con
intercalaciones esporádicas de calizas hacia la parte inferior.
Cenozoico
Formación Cacho (Tc): Areniscas de cuarzo de grano medio a muy grueso y conglomeráticas
localmente. Presenta lentes de arenisca de grano fino a limolita e intercalaciones delgadas de lodolita.
Forma escarpes relativamente fuertes.
Formación Bogotá (Tb): Esta unidad ha sido dividida en dos partes como sigue. La parte inferior
está constituida por una sucesión alternante de arenitas subfeldespáticas con intercalaciones de
lodolitas y arcillolitas, que presenta un espesor de 250m. La parte superior presenta una sucesión
alternante de arcillolitas y limolitas intercaladas esporádicamente con capas de cuarzoareniscas. El
espesor de la unidad aflorante en total es de 750m. La unidad forma valles.
Formación Tilatá (QTt): Constituye el tránsito entre el Plioceno y el Pleistoceno inferior.Se trata de
areniscas y arenas, de grano fino a grueso, blancuzcas a gris rojizas, conglomerados, areniscas
conglomeráticas y gravas. Se encuentran únicamente en un tramo entre las poblaciones de Guatavita
y Sesquilé, sobre las formaciones Areniscas de Cacho y Bogotá, y en el emplazamiento de la población
de Sesquilé.
Depósitos fluvioglaciares (Qfg): Esta unidad está constituida por materiales depositados en un
ambiente de derretimientos de los glaciares que se originaron a finales del plio-pleistoceno. Son muy
heterogéneos, y están constituidos principalmente por bloques angulares a sub-angulares embebidos
en una matriz limo-arcillosa.
Depósitos de terraza (Qat): Están constituidos principalmente por materiales aluviales en donde hay
presencia de conglomerados, gravas y arenas y se caracterizan morfológicamente por tener hacia la
parte superior una superficie relativamente plana y hacia los lados pendientes prácticamente verticales.
Depósitos coluviales (Qc): Estas unidades están conformadas por materiales depositados en las
laderas. Se caracterizan por presentar una serie de bloques angulares a sub-angulares embebidos en
una matriz arcillosa.
Depósitos fluviolacustres (Qfl): Se caracterizan por estar conformados por materiales de gravas y
arenas en forma lenticular.
Cuerpos Deslizantes (Qd): Estos se tratan de zonas con fenómenos de remoción en masa que
generalmente se han derivado de procesos en donde se combina la socavación y eventualmente la
intervención antrópica. Los más importantes se encuentran entre las poblaciones de La Calera y
Choachí, en donde se han manifestado actualmente algunos movimientos que están siendo
investigados con exploración de sondeos.
Para la unidad funcional uno (UF-01) se hacer referencia como formación Sabana, el fallamiento más
destacado en la unidad funcional cuatro (UF-04) es la falla de Siberia; En la unidad funcional cinco
(UF -05) son las Fallas de Siberia, Falla de Cachivali y fallas de potrero Grande.
En relación con las inestabilidades del terreno o movimientos en masa, la zona de estudio a nivel
general se enmarca dentro de la Región Andina, la cual comprende la cordillera andina, sus ramales,
sus valles, algunas mesetas y planicies montañosas. El régimen pluviométrico y la temperatura está
ligada a su altitud, y la vegetación es muy variada. Es una zona que en cierto modo está desarrollada
por la acción humana.
Según la zonificación del terreno con respecto a las inestabilidades que se recoge en el documento
titulado “La clasificación regional de amenaza relativa de movimientos en masa de Colombia” redactado por el
Ministerio de Minas y Energía – Instituto de investigación geo científica, minero-ambiental y nuclear
– INGEOMINAS en mayo de 2002, la zona del proyecto a estudio en el tramo entre La Calera y
En el “Mapa de amenaza relativa por fenómenos remoción en masa” del departamento de Cundinamarca, a
escala 1:250.000, elaborado por INGEOMINAS en 1998, se valora la amenaza relativa en esta zona,
y se le asocia una categoría de estabilidad Media-Alta (CE IV) y Alta (CE V).
Según el “Mapa de amenaza relativa por movimientos en masa. Actualización. Plancha 5-09” del año 2010,
elaborado por INGEOMINAS, la zona correspondiente al proyecto se clasifica del siguiente modo:
Desde antes de La Calera hasta más o menos La Calera se clasifica con una categoría Media
Desde La Calera hasta Cáqueza se clasifica con una categoría Alta
Guasca - Sesquilé, se clasifica con una categoría no susceptible, con un pequeño tramo en alta
y moderada.
Desde Briceño hasta poco antes de llegar a la Calera se clasifica con una categoría Baja.
En el área que abarca el estudio se identifican principalmente un sistema de fallas inversas de dirección
nor-noreste y fallas de movimiento lateral izquierdo de dirección noroeste-sureste. Las principales
fallas se muestran en la figura adjunta, en la cual se resaltan las fallas que se encuentran activas y las
potencialmente activas. Como se puede observar la mayoría tienen una dirección predominante
(azimut entre 5º y10º) excepto la de Usaquén que es ortogonal a las anteriores y presenta un
desplazamiento lateral.
Según el mapa Nacional de Amenaza Sísmica, la zona Guasca – Sesquilé, presenta bajo grado de
sismicidad. Ver Figura 3-3.
En cuanto a la amenaza sísmica la zona del municipio de Choachí se encuentra en categoría alta,
definida para aquellas regiones donde se esperan temblores muy fuertes con valores de aceleración
pico efectiva, mayores de 0.20g.
Del estudio de suelo del tramo Sopó – La Calera y La Calera – Patios, la información se extrajo de los
estudios realizados por el Instituto INGEOMINAS y en el EPAM LTDA., así mismo esta fue
determinada mediante foto interpretación y comprobaciones de campo realizadas por el consultor UT
Euroestudios Deloit – Duran & Osorioen Mayo de 2014. En términos sencillos el suelo y
conformación de la zona está compuesta por materiales pétreos sedimentarios, ya que en general solo
existen conglomerados, areniscas y arcillolitas o arcillolitas limosas, llamadas en general lutitas, los
cuales macroscópicamente no presentan mayor dificultad para su distinción entre sí. Así mismo se
presentan intercalaciones de otras formaciones de unidades geológicas afectadas por la tectónica de la
zona correspondiente a la Sabana de Bogotá
De acuerdo con el diagnóstico del Municipio de Guasca, en el tramo Salitre – Guasca, la formación
de los suelos depende de un largo y complejo proceso de descomposición de las rocas, en el cual
intervienen factores físicos, químicos y biológicos. La interacción de estos, como factores ecológicos,
Con respecto al municipio de Choachí, los suelos se pueden clasificar según su material parental,
topografía y condiciones climáticas. De esta forma, el trazado del proyecto se puede clasificar en tres
zonas pedogenéticas
Suelos de paramo: Localizados a más de 3.000 m.s.n.m. modelados por acción de glaciares,
representado en acumulación de materiales rocosos no consolidados denominados morreras y formas
rocosas redondeadas llamadas circos glaciares. Posteriormente se han acumulado capas de cenizas
volcánicas que han tornado algunas zonas quebradas en paisajes ondulados y suavemente
redondeados.
Tiene alto contenido de materia orgánica, más del 20%, en bajo grado de descomposición, color negro
a rojizo dependiendo del drenaje, la profundidad varía según el grado de pendiente siendo más
profundos los localizados en los sectores planos, presenta alto grado de retención de humedad, bien
estructurados, friables de textura franca, porosos, poco susceptibles a la erosión con un drenaje
externo rápido e interno lento; por causa de la baja temperatura su actividad microbial es escasa.
Químicamente son suelos muy ácidos pH 4.0 a 5.0, con alta capacidad de intercambio catiónico, baja
saturación de bases, bajo contenido de nitrógeno y fósforo, medio contenido de calcio y magnesio y
alto potasio.
Para la UF-04 y 05 ocupan al 44.53% del área total, cubriendo 9.558,77 Has.
Suelos de clima frío: Localizados de 2.400 a 3.000 m.s.n.m., originados por el transporte lento de
materias, reptación y solifluxión de los suelos, movimiento rápido de masas de tierra sobresaturado,
topografía de ondulada a muy escarpada. En forma general estos suelos se caracterizan por tener un
horizonte superficial muy profundo, muchas veces en color negro, alto contenido de materia orgánica,
texturas francas, estructuras en bloques, bien desarrollados, con alta retención de humedad, buena
actividad radicular, avances con presencia de crotovinas, pH ácido (4,5 – 5,5), contenido de aluminio
medio a alto (más de 1 me /100 gr de suelo), alta capacidad de intercambio catiónico, alto contenido
de potasio, moderado de calcio y magnesio, bajo contenido de nitrógeno y fósforo disponible (menos
de 30 p.p.m.).
Para el proyecto están localizados entre los PR 19+500 a PR 20+900 aproximadamente de la unidad
funcional 04.
Suelos de clima medio y transición a frío: Están localizados de 1.500 a 2.400 m.s.n.m.,
pertenecientes a la parte baja de la cuenca del Río Blanco. Estos suelos tienden a diferenciarse en dos
grupos; los desarrollados a partir de arcillolitas, lutitas, areniscas y pizarras, esquistos y granitos por lo
general ácidos y los desarrollados a partir de calizas sean margas o lutitas generalmente básicas. Los
Topografía
A continuación se presenta el mapa topográfico del proyecto. Dentro del proyecto el área más alta se
encuentra en el tamo de Límite de Bogotá – Choachí, que presenta un poco más 3500 msnm, mientras
que el área más baja del proyecto está en el tramo Choachí – Cáqueza con 1700 msnm (Ver Figura 3-
4).
Las áreas de descapote y sitios de empradización corresponden a los sitios donde se tiene previsto la
ubicación de instalaciones temporales, campamentos, sitios de disposición final de materiales,
almacenamiento temporal. El número de árboles a reforestar dependerá de la cantidad de árboles que
se encuentren en la zona y sea necesario talar.
Total material
Total
Total cortes Total aprovechado requerido (base y
Tramo botaderos
(m3) para el tramo (m3) sub-base
(m3)
granular) (m3)
Intersección a Guatavita – No tienen mediciones de tierras ya que se trata de tramos en rehabilitación, operación
Guasca (7.68Km) y mantenimiento
Tramo Sesquilé –
No tienen mediciones de tierras ya que se trata de tramos en rehabilitación, operación
Intersección a Guatavita
y mantenimiento
(27.28Km)
Intersección Guatavita –
3213.50 2892.15 321.35 1406
Salitre (3.30Km)
10,002.90 (Terraplén)
Sopó - El Salitre 16,196.70 3,784.25 (Tramo Salitre 2,409.55 0
– Guasca)
19,765.10 (Terraplén)
El Salitre – La Calera 59,501.30 39,736.20 (Tramo Calera 0 0
– Choachí)
Para el caso de los materiales que no son aprovechables y requieren un manejo ambiental para su
disposición final, se tiene contemplado el uso de escombreras autorizadas por la autoridad ambiental
que cumplan con los requerimientos exigidos, tales como títulos mineros vigentes, plan de manejo
ambiental para proyectos antes de la Ley 99 de 1993 o Licencia Ambiental conforme lo establecido en
el Decreto 2820 del 05 de agosto de 2010, “Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de
1993 sobre licencias ambientales”.
A continuación se lista las escombreras disponibles en los tramos a intervenir. (Ver Tabla 3-7).
Fuente de Materiales
El estudio de fuentes de materiales tiene como objetivo la identificación y recomendación de zonas
de explotación y/o plantas de suministro de materiales aptas para las diferentes obras del proyecto
tales como: filtros, concretos, bases, sub-bases desde el punto de vista de su capacidad, calidad de los
materiales, acceso y cercanía a los sitios del proyecto.
A continuación se listan las canteras disponibles en cercanía al proyecto. Ver Tabla 3-8:
X: 1015251
Cundinamarca Sopó 12346 m2
Y: 1033662
Chía
Cantera
1033310,0000N
Cundinamarca Inversiones y 119 ha y 6293 m2
1011870,0000S
Construcciones El
Cerro (ICC)
Chía
1033310,0000N
Cundinamarca Agregados de 25 ha y 912 m2
1011870,0000S
Resaca s.a
La Calera, Siberia.
Depósitos de
terrazas (Qat). Son
X: 1014041
Cundinamarca depósitos de tipo 539,000 m3
Y: 1012335
aluvial que están
conformados por
conglomerados,
gravas y arenas
Desvío a Siberia.
X: 1014210
Cundinamarca La Calera, Siberia 245,000m3
Y: 1013721
Fuente De Material
Choachí
Cundinamarca X-1015498 477000 m3
Y- 991154
Choachí –
Fuente De Material
Potrero Grande
Cundinamarca X-1013731 476000 m3
Y- 999884
Choachí –
Fuente De Material
Potrero Grande
Cundinamarca X-1013731 476000 m3
Y- 999884
Choachí –
Fuente De Material
Potrero Grande
Cundinamarca X-1014804 560,000 m3
Y- 1000968
La calidad del aire en el tramo Sopó – La Calera - Patios, según el POT elaborado por el Consorcio
Consultoría S.A. EPAM Ltda. Es excelente, sin embargo conforme la revisión realizada por medio de
fotografías aéreas y comprobación de campo se pudo evidenciar en la zona del área de influencia
indirecta (AII), fuentes fijas y móviles de contaminación del aire como son:
La calidad del aire en el tramo del municipio de La Calera, según el POT elaborado por el Consorcio
Consultoría S.A. EPAM Ltda.es excelente, sin embargo se presenta alguna contaminación producida
por la circulación de automotores en la Vía y varios carreteables para comunicación interna de las
fincas, y las generadas por la planta de cemento que produce emisiones de material particulado, las
plantas de Siberia y Santa Rosa, Tecnoconcreto, y la pasteurizadora La Pradera.
De acuerdo con la definición de área de influencia directa (AID) descrita anteriormente en el corredor,
se encuentra como fuente fija una pequeña extracción de material que opera de manera intermitente
conforme la demanda del material, se ubica a orillas de la vía a la altura en el municipio de Cáqueza
Respecto al monitoreo de calidad del aire, estos no aplican para estos tramos teniendo en cuenta que
se propone la utilización de proveedores de materiales.
En el área del municipio de Choachí, no se presenta producción industrial que incremente los niveles
de ruido los cuales son los producidos por el tránsito de automotores en los corredores viales y los
producidos por las actividades normales de sus habitantes.
Para el tramo Límite de Bogotá – Choachí en el área no se presenta producción industrial que
incremente los niveles de ruido los cuales son los producidos por el tránsito de automotores en los
corredores viales y los producidos por las actividades normales de sus habitantes.
Para el tramo, alguna contaminación por ruido está representada por la circulación de automotores
principalmente, y en algunas otras zonas por el ruido producido por las actividades agrícolas de los
habitantes de la zona.
De acuerdo con el plano de uso de suelo y lo establecido en la resolución 627 de 2006 el proyecto se
encuentra dentro del Sector D. Zona Suburbana o Rural de Tranquilidad y Ruido Moderado cuyos
parámetros están entre 55dB de día y 50 dB de noche.
Respecto al monitoreo de calidad del aire, estos aplican solamente para las estimación de
concentraciones de las fuentes móviles y material particulado, durante la Etapa de Construcción y
posteriormente para la Etapa de Operación, cuando se dé la puesta en marcha del proyecto e
incremento el flujo de vehículos en la vía.
Flora
Orobioma Bajo de los Andes: Corresponde a las zonas de piedemonte entre los 500 y 1800
msnm.
Orobioma Medio de los Andes: Corresponde a las zonas de montaña que se localizan en el
rango altitudinal 1800 – 2800 msnm, con temperaturas promedio de 12 y 18°C.
Orobioma Alto de los Andes: Presenta una altura superior a los 2800 msnm, alcanzando las
nieves perpetuas (4.500 msnm). Dentro de este orobioma algunos autores incluyen el
Orobioma de páramo, por debajo del límite inferior de las nieves perpetuas.
Así mismo, dentro del área de influencia del proyecto se encuentra la Reserva Forestal Distrital
canteras del boquerón, ubicada en la vereda los Soches, entre la nueva autopista al llano y la antigua
carretera de oriente a la altura del Boquerón en Chipaque. La Reserva Forestal Protectora Río Blanco
y Negro y el Páramo Cruz verde. La primera hace parte de los municipios de Fomeque, Guasca,
Choachí y la Calera y perteneciente a la Provincia Biogeográfica Norandina.
Por su parte el Páramo Cruz Verde, se encuentra ubicado al Oriente del Distrito Capital de
Bogotá, haciendo parte del Páramo de Sumapaz, hace parte de los municipios de Chipaque, Ubaque,
Choachí y una pequeña parte de la Calera. También se encuentra el Parque Nacional Natural Chingaza
La Reserva Forestal Distrital Los Soches, ubicada en la parte alta de la Vereda los Soches y parte del
Uval, entre la vertiente oriental del Tunjuelo y los Cerros Orientales de Bogotá.
Reporte Tremarctos
El reporte interactivo de Alertas Tempranas en Biodiversidad, registra que un sector importate del
área de influencia del proyecto presenta proximidad con la Reserva Forestal Cerros Orientales de
Bogotá y con el embalse de Tominé. Aunque no presenta de manera directa un área sensible, es
importante resaltar que el área del proyecto se encuentra en el corredor de conservación Chingaza –
Sumapaz – Páramo de Guerrero.
De igual forma se resalta, el páramo de Cruz Verde como zona estratégica de biodiversidad y el parque
ecológico Matarredonda.
Cabe resaltar que un área de estudio, presenta cercanía con la Reserva Forestal Protectora Productora
RFPP Laguna de Guatavita, con la Cuchilla de Peñas blancas. Un sector importante del proyecto,
hace parte de la zona amortiguadora del Parque Nacional Natural Chingaza.
Zonas de vida
Para el área de estudio, la clasificación de la vegetación se llevó a cabo siguiendo el método de Zonas
de Vida de L. R. Holdridge (1978), adaptado por el IGAC; el cual tiene en cuenta tres (3) parámetros
ambientales fundamentales: biotemperatura, precipitación y altitud. Teniendo en cuenta lo anterior en
el área de estudio se tiene las siguientes zonas de vida:
Bosque seco montano bajo bs-MB: Se localiza entre 2.000 y 3.000 msnm, con variaciones
microclimáticas de acuerdo a los pisos altitudinales de las cordilleras.
Coberturas de la tierra
De acuerdo al mapa de coberturas de la tierra, actualizado mediante visita a campo y puntos de control,
en la ventanas cartográficas (Área de influencia directa-AID) definidas para cada una de las Unidades
Funcionales que hacen parte del proyecto se identificaron las unidades de cobertura descritas en la
Tabla 3-9. Las coberturas de la tierra definidas fueron identificadas utilizando la metodología
CORINE Land Cover adaptada para Colombia por el IGAC en el año 2010.
En cuanto a la fauna, esta está conformada por especies de las taxas Aves, Mamíferos, Reptiles y
Aves, que hacen parte de la biodiversidad presente en el área de Influencia del Proyecto de forma
esporádica o de paso, muy poca de forma permanente debido principalmente a que las coberturas
vegetales correspondientes a zonas de terrenos artificiales donde se incluyen zonas urbanizadas;
también encontramos territorios agrícolas que corresponden a áreas agrícolas heterogéneas y un
mosaico de pastos con espacios naturales; donde los espacios naturales presentes corresponden a
relictos de bosques secundarios, bosques riparios o humedales y lagunas, poco intervenidos.
Aves:
Passeriformes, él cuál es el orden con mayor riqueza a nivel mundial, debido a que son aves que
cuentan con adaptaciones para diferentes hábitos alimenticios como la granivoría, frugivoría,
insectivoría, entre otras; además de tener un tamaño relativamente pequeño; por lo cual debido a su
tamaño, diferentes adaptaciones ecológicas y requerimientos nutricionales ha logrado colonizar con
éxito todo tipo de coberturas vegetales de las cuáles se pueden alimentar. El ave de este orden con
mayor incidencia en la zona es Tyrannus melancholicus (pechiamarillo) y la paloma sabanera (Zenaida
auriculata) del orden Columbiformes, la primera tiene hábito insectívoro mientras la segunda es
granívora; por ende aprovecha las zonas urbanas para adquirir su alimento de forma oportunista.
En la zona al haber presencia de páramos es posible encontrar fauna característica de este tipo de
sistemas, como por ejemplo el perico de páramo (Pyrrhura calliptera), la cotorra montañera
(Hapalopsittaca amazonina), entre otras especies que aunque su hábitat pueda ser los páramos; éstas
especies también pueden realizar migraciones altitudinales, alcanzando incluso la vegetación
conservada de la zona y muy cercana al borde de la vía.
La especies más representativas de la vegetación y clima andino en la región son el copetón (Zonotrichia
capensis), el chamón común (Molothrus bonariensis), la paloma sabanera (Zenaida auriculata) y la mirla negra
(Turdus fuscater); todas tienen una alta abundancia en la zona del Proyecto y se pudo observar en el
corredor a la mirla negra, cerca de la vegetación presente de la zona urbana de Guatavita.
También los hay insectívoros como la mayoría de especies perteneciente a las familias Tyrannidae y
Furnaridae, granívoros (Familia Emberizidae) que generalmente forrajean en zonas de pastizales
eliminando así la exclusión competitiva y participando de forma activa en la regeneración de la
vegetación, mediante la dispersión de semillas que es realizada por parte de las aves.
Le siguen en proporción las especies que se encuentran asociadas a los pastizales, zonas abiertas o de
cultivos presentes en la zona del proyecto y por ende son muy comunes de ver, donde se destacan
especies como la abuelita (Columbina talpacoti) que incluso hace parte de las zonas urbanas. También
algunos falconiformes que se asocian a estas coberturas cuando forrajean en los pastizales y zonas de
cultivos.
En el caso del orden Strigiformes se obtuvo un listado de 9 especies equivalentes al 16,6%. Este grupo
de aves incluye a las lechuzas y búhos, los cuales prefieren los bordes de bosques fragmentados en los
cuales existe vegetación densa que les permite dormir a media altura. Seguidamente están los órdenes
Accipitriformes y Ciconiiformes con un porcentaje del 11,1% que incluyen a las aguilillas, gavilanes y
águilas, y cigüeñas respectivamente. Los primeros tienden a perchar en guayas y postes cerca de áreas
abiertas (pastizales), por tanto se ven beneficiados por la deforestación; allí consumen caracoles,
invertebrados, lagartos y roedores. Los últimos perchan en árboles de pastos arbolados donde pueden
consumir pequeños vertebrados y grandes invertebrados.
El orden Piciformes representó el 7,4%. Estas aves más conocidas como Carpinteros son aves
trepadoras que prefieren los palitos delgados para posarse en ellos, allí consiguen alimentos como
insectos, larvas y frutos. La tendencia es a habitar en los bordes de bosques fragmentados y en pastos
arbolados. Algunas aves como las Caracaras (orden Falconiformes), son aves carroñeras que a
diferencia de las demás mencionadas anteriormente, prefieren las coberturas de pastos y herbazales
que abundan en la zona de estudio, pues optan por las presas lentas; en este caso se obtuvo un
porcentaje del 5,5%.
Otra cobertura de gran importancia es la del bosque ripario, donde se encuentran asociadas especies
acuáticas como la garza blanca que fue posible verla en el proyecto en bandada, también el chilaco
(Rallus semiplumbeus) que es una especie que de acuerdo a la UICN se encuentra En Peligro (EN), por
la pérdida de y degradación de su hábitat (humedales), bien sea por vertimiento de químicos y
contaminación de las aguas, perdida de vegetación propia de éstos humedales y de las rondas
hidráulicas.
En menor grado las demás especies se encuentran presentes en todas las coberturas como el caso del
chulo (Coragyps atratus) o tanto en el bosque como en la sabana.
En este sentido, considerando la gran distribución de estas especies y el tipo de intervención que se
realizará en la UF01 (rehabilitación), se considera que la presencia de estas especies vulnerables dentro
del AID, será de baja probabilidad.
Mamíferos:
Los órdenes Carnivora y Rodentia son los más frecuentes en la zona de estudio, de igual manera el
orden chiroptera. Las especies del primer orden varían notablemente de tamaño entre ellas mismas,
por ejemplo la más pequeña es la comadreja (Mustela frenata) y entre las más grandes el oso de
anteojos (Tremarctos ornatus), son en mayor parte terrestres, a pesar que algunos tienen hábitos
arborícolas como el tigrillo (Leopardus wiedii).
El orden Rodentia es el orden con mayor riqueza entre los mamíferos, su éxito radica en su tamaño
pequeño que los hace difíciles de capturar, su período de reproducción corto y sus diferentes hábitos
alimentarios; entre los roedores los más comunes son los ratones, en el corredor aparte de los ratones
comunes o “caseros” se registra la especie silvestre Thrinacodus albicauda (Rata de chusque). El curí
(Cavia anolaimae) tiene importancia en general porque son apreciados por el sabor de su carne, el
borugo de páramo (Agouti tczanowskii) por su parte se alimenta de cultivos de papa y de igual manera
son cazados por los pobladores para alimentarse; mientras que los demás miembros del este orden
dentro de la zona del Proyecto no tienen mayor importancia para los lugareños.
Especies como la chucha (Didelphis albiventris) también se pueden observar fácilmente en las noches
en las fincas donde hay bien sea aves de corral o frutos cultivados, de los cuáles se alimenta de manera
oportuna esta especie. De igual forma en zonas menos perturbadas es posible ver a soches (Mazama
americana) en donde hay plantaciones, alimentándose de los mismos.
Los Apéndices CITES mencionan en el Apéndice I al oso de anteojos, el puma, el tigrillo y la danta
de páramo; y en el Apéndice III menciona al zorro guache (Nasua nasua).
En cuanto a la UF02, la forma en la que se encuentran asociados a las coberturas vegetales presentes
en la zona, se evidencia que la mayoría de especies dependiendo de sus requerimientos nutricionales y
de su hábito diurno o nocturno se encuentran presentes en la vegetación de bosque, sin importar si
éste haya sido intervenido.
De acuerdo a la literatura dichos bosques pueden ser intervenidos, lo cual para la zona correspondería
a los bosques secundarios presentes. El 14% de las especies se encuentran asociados a sistemas
acuáticos como humedales o zonas riparias; se presenta el mismo porcentaje de mamíferos presentes
en la zona tanto en el bosque, como en el borde del bosque e incluyendo las partes donde hay algún
tipo de cultivo, como por ejemplo es el caso de los roedores (Mus musculus) o la ardilla (Sciurus
granatensis), donde aprovechan para alimentarse de los mismos sistemas productivos.
Por último una sola especie está asociada a Sabanas y Bosques y una sola a Bosque maduro; en este
último caso se trata del tigre mariposo (Panthera onca), que debido a su gran tamaño y requerimientos
nutricionales necesita de hábitats menos intervenidos que contengan a su vez especies más complejas
para su alimentación. Sin embargo el hecho de que las especies se encuentren asociadas a un tipo de
cobertura vegetal determinado no significa que éstas no puedan desplazarse fácilmente a zonas
urbanas o sub-urbanas en busca de alimento, y en el caso de los carnívoros y dependiendo de su
tamaño pueden controlar otro tipo de plagas para el hombre como los herbívoros que se alimentan
de algunos cultivos o también ser considerados una amenaza por alimentarse de sus animales
domésticos o de cría.
Para la UF 04 y 05 y la Variante de Choachí, el grupo de elementos más abundantes fueron los roedores
y los murciélagos, tendencia que se observa por lo general en el neotrópico. El orden con mayor
representación luego de roedores y murciélagos, son las especies de Faras y Chuchas (Familia
Didelphidae), con tres especies, dos de ellas de distribución muy común; la chucha o fara, como se
conoce comúnmente, se halla asociada a todo tipo de ambiente, sacando provecho además de los
asentamientos humanos, donde encuentra también una fuente importante de alimento. En general, la
gente la reconoce por el conflicto por depredación de las aves de corral.
La mayoría de la mastofauna del área de influencia directa se pueden encontrar en los bosques
secundarios o primarios a pesar del grado de intervención antrópica al que han sido sometidos (49%),
a pesar que éstos últimos se encuentran muy bien conservados por su difícil acceso. Lo cual supone
que soporta especies más complejas en cuanto a sus necesidades fisiológicas y de hábitat, además los
bosques secundarios presentes en el corredor tienen buenos procesos de regeneración, que
indirectamente señalan la presencia de mamíferos, pues estos juegan un papel muy importante en el
mantenimiento y la regeneración de los bosques, a través de procesos como dispersión de semillas,
folivoría, frugivoría y la dispersión de semillas; dentro del mismo.
El 25% de las especies reportadas se pueden ver en coberturas como pastos y cultivos (territorios
agrícolas), que se combinan con espacios naturales arbolados que funcionan como corredores para
especies que tienen su refugio en los bosques aledaños; como es el caso de la Chucha o fara
El 26% restante de las especies de mamíferos pueden estar indiscriminadamente en cualquiera de las
coberturas; bien sea en los territorios agrícolas, los bosques primarios y secundarios, los herbazales.
Un buen ejemplo es la ardilla común o ardilla roja (Sciurusgranatensis), que se ve frecuentemente en
los árboles a los lados de los caminos y carreteras.
Los Apéndices CITES reportan también algunas especies mencionadas anteriormente al igual que
otras, en el Apéndice I están reportadas las tres especies de la familia Felidae presentes en la zona: el
gato pardo (Herpailurus yaguarondi), el tigre mariposo (Panthera onca) y el puma (Puma concolor), en el
Apéndice II el zorro perruno (Cerdocyon thous), la comadreja de cola larga (Mustela frenata), el soche
colorado (Mazama americana) y el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus); mientras que el Apéndice
III menciona al perro de monte (Potos flavus), el coatí (Nasua nasua) y la comadreja (Eira barbara). La
mayoría de estas especies fuera de ser traficadas por sus pieles u ornamentos lo son también porque
tienen un alto atractivo para ser usados como mascotas.
Herpetofauna:
En Colombia hay 586 especies de reptiles, que hacen de nuestro país el tercero en riqueza de esta taxa
a nivel mundial; y en relación a los anfibios Rueda-Almonacid et al. (2004), estima que en Colombia
hay más de 753 especies de anfibios distribuidas por todo el territorio nacional. En el área de influencia
de la UF02 se registran 27 especies, 11 familias y 3 órdenes; de las cuáles 19 especies corresponden a
reptiles y 8 a anfibios. Para la UF03, se registran 31 especies, 12 familias y 4 órdenes; de las cuales 19
especies corresponden a reptiles y 12 a los anfibios, para el tramo Límite de Bogotá – Choachí y
cercana al área de Patios, en el Tramo Patios – La Claera, se pueden encontrar al menos 17 especies
de anfibios, distribuidos en 5 familias taxonómicas.
Entre los reptiles las más conspicuas son las especies pertenecientes al orden Colubridae, que son
serpientes no venenosas, o por lo menos cuyo veneno no afecta a los hombres en el caso de algunas
especies específicas, también se pueden encontrar especies venenosas cuya importancia ecológica
radica en que controlan las poblaciones de animales considerados como plaga, por ejemplo ratones.
Y al hombre le proveen la oportunidad de crear suero antiofídico para curar las mordeduras causadas
por las mismas, así como elementos o compuestos de importancia en la generación de medicamentos
y productos cosmetológicos.
En cuanto a los anfibios algunos autores sugieren que su alta diversidad en la región andina es la
respuesta ante diversos factores como la posición geográfica, las lluvias y la complejidad orográfica,
donde se pueden encontrar una serie de microhábitats diversos y picos aislados, que han permitido
procesos de especiación y endemismo importantes (Acosta-Galvis, 2000), dentro de sus miembros,
existen varias especies endémicas para la región. En la región de estudio, se pueden encontrar al menos
17 especies de anfibios, distribuidos en 5 familias taxonómicas. Incluso en la zona se pueden
encontrar algunas especies que son de carácter endémico.
La herpetofauna presente en el área del proyecto por sus características fisiológicas se esperaría
encontrarlos asociados a zonas húmedas, como por ejemplo el bosque de galería o aquellas cercanas
al Paramo. Sin embargo, hay un número reducido de especies generalistas y oportunistas que se
adaptan bien a la presencia humana, incluso sacando provecho de sus sistemas productivos; mientras
que las especies que son especialistas se ven afectadas drásticamente cuando el hábitat natural es
intervenido.
La IUCN reporta cinco especies cuyas poblaciones están en peligro de extinción, estas especies
pertenecen al orden anura y se consideran En Peligro Critico (CR): Las ranas arlequín (Atelopus
pedimarmoratus, A. muisca y Colostethus edwardsi) y la salamandra de Chingaza (Bolitoglossa adspersa). En
categoría Vulnerable (VU): las ranas (Eleutherodactylus elegans y E. affinis). Mientras que los Apéndices
CITES reportan en el Apéndice II la ranita de colores (Phyllobates subpunctatus), la boa (Boa constrictor)
y la cazadora negra (Clelia clelia); mientras que las poblaciones de las demás especies no se encuentran
en peligro de extinción. Sin embargo es importante precisar que aunque sean especies más generalistas
si no se tiene el debido cuidado con los recursos naturales llegaran fácilmente a desaparecer.
En general, como se mencionó anteriormente, debido a la alta intervención antrópica de las coberturas
ubicadas en el área de influencia de la UF 04, existe una baja probabilidad de que se afecten especies
vulnerables. Sin embargo, debido al nuevo trazado de la UF 04 y la afectación a nuevas áreas, se debe
tener especial cuidado en la identificación, rescate y reubicación de las especies de flora y fauna que se
encuentren previo a la construcción.
En el caso del Segundo tramo de la UF01, Guasca- El Salitre, se reporta en cuanto a fauna que la
vegetación de los Municipios de Sopó, Guasca y la Calera se ha degradado en manera drástica por la
ampliación de la frontera agrícola, agropecuaria y la construcción de mansiones o chalets en las zonas
boscosas, haciendo que en su mayoría la vegetación presente sean algunas especies de borde entre la
carretera y las fincas o las casas; entre dichas especies encontramos eucalipto (Eucaliptus spp.), acacia
(Acacia spp), y el arrayan (Eugenia rhopaloides) entre otros.
Aves:
En la zona se reportaron 36 especies, distribuidas en 19 familias y 11 órdenes. El orden con más
especies presentes en la zona corresponde al Passeriformes, esto se explica ya que este orden es el
que mayor número de especies tiene en el mundo, es decir es el orden con mayor riqueza de
especies.
También los hay insectívoros como la mayoría de especies perteneciente a las familias Tyrannidae,
y Furnaridae, granívoros (Familia Emberizidae) que generalmente forrajean en zonas de pastizales
eliminando así la exclusión competitiva y participando de forma activa en la regeneración de la
vegetación, mediante la dispersión de semillas que es realizada por parte de las aves.
De igual forma algunas especies alternan el consumir dos clases diferentes de ítems para
aprovechar la oferta de los ecosistemas, como es el caso del arrendajo común, perteneciente a la
familia Icteridae; Cacicus cela es una especie que anida colonialmente y es común verlas forrajear
en todos los niveles incluyendo los bordes y los bosques secundarios (Hilty & Brown, 2009).
Los Apéndices CITES reportan también algunas especies mencionadas anteriormente al igual que
otras, en el Apéndice I están reportadas las tres especies de la familia Felidae presentes en la zona:
el gato pardo (Herpailurus yaguarondi), el tigre mariposo (Panthera onca) y el puma (Puma concolor), en
el Apéndice II el zorro perruno (Cerdocyon thous), la comadreja de cola larga (Mustela frenata), el
soche colorado (Mazama americana) y el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus); mientras que
el Apéndice III menciona al perro de monte (Potos flavus), el coatí (Nasua nasua) y la comadreja
(Eira barbara). La mayoría de estas especies fuera de ser traficadas por sus pieles u ornamentos lo
son también porque tienen un alto atractivo para ser usados como mascotas.
Considerando la distribución de estas especies, las condiciones de uso de suelo y cobertura vegetal
existentes dentro del AID y el tipo de intervención (rehabilitación y mejoramiento en 3,3 km), se
considera que la probabilidad de que se encuentren alguna de las especies vulnerables
anteriormente mencionadas es muy baja.
Herpetofauna:
En relación a la zona de estudio se registran 21 especies posibles, de acuerdo con las fuentes
consultadas, en referencia a la herpetofauna.
Los reptiles tienden a ser más diversos y abundantes en tierras bajas, debido a la dependencia
metabólica de la temperatura externa (hectotermos), es decir que no regulan por sí mismo la
temperatura y por tanto, tenderán a tener mayor actividad en las horas más calurosas del día.
Aunque son de cierta manera más resistentes a las condiciones de sequía, debido a la gruesa capa
de escamas que cubre sus cuerpos, algunos reptiles por sus características fisiológicas y biológicas
son muy sensibles a las modificaciones del medio natural. La única especie cuya población se
encuentra en un grado de amenaza corresponde a Bothriechis schlegelii o taya; ésta es una especie
venenosa que habita preferiblemente en bosques riparios o bosques húmedos.
En cuanto a los anfibios algunos autores sugieren que su alta diversidad en la región andina es la
respuesta ante diversos factores como la posición geográfica, las lluvias y la complejidad
orográfica, donde se pueden encontrar una serie de microhábitats diversos y picos aislados, que
han permitido procesos de especiación y endemismo importantes (Acosta-Galvis, 2000), dentro
de sus miembros. En la región de estudio, se pueden encontrar al menos 17 especies de anfibios,
distribuidos en 5 familias taxonómicas. Incluso en la zona se pueden encontrar algunas especies
que son de carácter endémico.
En general, como se mencionó anteriormente, debido a la alta intervención antrópica de las coberturas
ubicadas en el área de influencia de la UF01, existe una baja probabilidad de que se afecten especies
vulnerables. Sin embargo, debido al nuevo trazado de la UF01 (área de mejoramiento de 3,3 km) y la
afectación a nuevas áreas, se debe tener especial cuidado en la identificación, rescate y reubicación de
las especies de flora y fauna que se encuentren previo a la construcción.
Nuevamente para evitar la afectación a los hábitats y/o coberturas en donde se ubica la fauna nativa,
dentro del PMA y específicamente a través del Programa de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos
se establecerá las medidas necesarias para la protección de ecosistemas sensibles y de la fauna.
Adicional al Programa anterior, se tendrá el Programa de Desarrollo y Aplicación de la Gestión
Ambiental a través del cual se le dará una capacitación ambiental intensiva al personal de obra,
recalcando estas condiciones de vulnerabilidad de la vía.
Participación Comunitaria
Los sondeos realizados en las unidades sociales aledañas a la intervención del Corredor, reconocieron
las Juntas de Acción Comunal como las organizaciones a las que se acude cuando se requiere apoyo.
En cuanto al lugar más importante en la vereda, las personas entrevistadas mencionaron el Salón
comunal como el lugar ideal para encuentros y reuniones. Al preguntar sobre ¿cómo se entera de lo
que ocurre en la vereda o municipio? las respuestas fueron perifoneo a través de la JAC, reuniones
JAC, periódico municipal y de la Alcaldía.
Al preguntar por lo bueno que traería la construcción del Corredor Perimetral de Oriente de
Cundinamarca, las respuestas fueron, la mejoría en las condiciones de la vía, el mejoramiento del
acceso a los predios, el aumento en la seguridad vial, la generación de empleo y la valorización de los
predios. Al preguntar por lo negativo que resultaría del proyecto vial, los pobladores mencionaron la
afectación a los predios, la contaminación auditiva, y el aumento del flujo vehicular.
Municipio de Sopó
Las Juntas de Acción Comunal –JAC- son organizaciones cívicas, sociales y comunitarias, sin ánimo
de lucro de naturaleza solidaria con Personería Jurídica y patrimonio propio. Son integradas
voluntariamente por los residentes de las veredas en procura de llevar a cabo procesos de gestión
social orientados a apoyar aspiraciones y hallar alternativas frente a las problemáticas de las
comunidades. Las JAC del municipio de Sopó se listan a continuación (ver Tabla 3-10).
Otros procesos participativos del municipio son las veedurías ciudadanas, éstas organizaciones
constituyen mecanismos democráticos de representación que le permite a los ciudadanos o a las
diferentes organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre la gestión pública, respecto a las
autoridades, administrativas, políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control, así como
de las entidades públicas o privadas, organizaciones no gubernamentales de carácter nacional o
Información De
Nombre Objeto Representante
Contacto
Ejercen control social de las obras y Juan 3143418518
Veeduría Ciudadana
proyectos que se llevan a cabo en el Evangelista Carrera 4 5-13
Transparencia Sopo
municipio Franco Ojeda Sopó
Y también la administración municipal tiene una oficina de Participación Comunitaria, cuya misión es
gestionar y realizar capacitaciones a las Juntas de Acción Comunal en temas relacionados con
participación ciudadana, temas administrativos y legislación comunal; también es el enlace entre la
JAC, la alcaldía municipal y el Instituto Departamental de Acción Comunal y se encarga de vincular
estos entes gubernamentales en los procesos de participación y desarrollo de proyectos y acciones
lideradas por las juntas de acción comunal. La coordinadora es Hailyn Yamile Cañón Pardo, teléfono:
871 0110 - celular: 310 264 3623, correo electrónico: participacioncomunitaria@sopo-
cundinamarca.gov.co, dirección: Centro Administrativo Casa de Bolívar Altillo 02.
A nivel regional funciona también la Corporación Prodesarrollo del Norte de la Sabana, PRODENSA,
La Corporación nació en Sopó el 11 de febrero de 1986, como una fundación y luego se convirtió en
una corporación empresarial de tipo social, que facilita el trabajo interinstitucional y la conformación
de alianzas con el sector productivo, el sector público y las organizaciones civiles ubicadas en el
corredor industrial del centro de la sabana. La gestión de Prodensa en años recientes se ha realizado a
través de la alianza empresarial de Alpina S.A., Colcerámica de la Organización Corona, Mantesa de
la Organización Pizano, Pelpak S.A., Colombiana Kimberly Colpapel, Fonandes S.A., Ebel
Internacional y Brinsa, quienes orientan y financian la Corporación. De este modo se han ejecutado
programas y proyectos sociales para mejorar la calidad de vida de las comunidades de la región
industrial (PRODENSA, 2015).
Municipio de Guasca
En el municipio de Guasca se encuentran en el área de influencia directa las siguientes Juntas de acción
comunal: Vereda Salitre Alto y Salitre bajo, cuentan cada una con JAC y Gestionan recursos y
proyectos para el sector al que representa, sus presidentes son los señores Alberto Osorio y Jhon
Cifuentes respectivamente (ver Tabla 3-12).
Los comités son otras formas de organización para la realización de acciones sociales, en la Tabla 3-13,
se presentan los comités que desarrollan acciones dirigidas al bienestar social de los habitantes del
municipio de Guasca:
INFORMACIÓN
NOMBRE OBJETO REPRESENTANTE
DE CONTACTO
Realiza la legalización de la situación
Comité Municipal
de las familias desplazadas que Secretario de
de Atención a la
llegan al municipio, e incluirlas en Gobierno, Miguel 857 3161 ext. 13
Población
planes sociales y de ayuda de la Antonio Peña
Desplazada
Administración Municipal.
Realiza un control sobre la calidad y
Comité de continuidad en la prestación de los
Desarrollo y servicios públicos domiciliarios en el
Control Social de municipio, conociendo de antemano 8504330
los Servicios su incidencia directa en la calidad de José Enrique Peñuela Dirección: Calle 3
Públicos vida, salud y el bienestar de las No 2-60 Centro
Domiciliarios personas, permitiendo corregir
deficiencias en la prestación de los
servicios públicos domiciliarios.
Fuente: (Alcaldía Municipal de Guasca, Alcaldía Municipal de Guasca, 2015)
Municipio de La Calera
En el área de influencia directa del municipio de La Calera se encuentran las JAC de las veredas
Altamar, San Cayetano y La Portada. Las cuales son organizaciones cívicas, sociales y comunitarias de
gestión social, sin ánimo de lucro de naturaleza solidaria con Personería Jurídica y patrimonio propio,
integradas voluntariamente por los residentes de las veredas (ver Tabla 3-14).
Por otra parte a nivel municipal existe la Asociación de Veredas de la Calera (AVC) conformada por
38 Juntas de Acción Comunal, es una asociación que desarrolla procesos productivos para generar
estrategias que favorezcan la economía familiar, la autonomía de la mujer y la permanencia en sus
tierras. A este nivel municipal también se encuentra el Comité de Desarrollo Rural y en las veredas
funcionan las juntas de usuarios del acueducto mientras que en la zona urbana existen las cooperativas
de vivienda (Coovical, Cooperativa Educacional Pablo VI y la Cooperativa de Mecánicos de la Calera).
No
Organización Actividad Productiva Representante Legal Dirección Teléfono
Asociados
Plaza De
Apac Productos Orgánicos Dioselina Díaz 8751492 20
Mercados
Desarrollo de Proyectos
de Conservación y
Ecuna William Martínez Cra. 4 # 7-82 3142093569 10
Educación no Formal
En torno al Ambiente
Productos
Manzalac Javier Martínez Vda. Manzano 3114525940 7
Agropecuarios
Asociación de
Propender al Desarrollo Vda. Treinta Y
Ganaderos de José Juan Pérez Pérez 3108556823 25
del Sector Seis
Treinta y Seis
Asociación de
Propender al Desarrollo Complejo
Ganaderos de Ricardo Montoya 3153067245 44
del Sector Ganadero
La Calera
Asociación de
Propender al Desarrollo Vda. Mundo
Ganaderos de Vitencel Avellaneda 3115616839 20
del Sector Nuevo
Mundo Nuevo
Productos Orgánicos y Vda.
Equia Orlando Parra 8741725 11
Agroturismo Quisquiza
Avc Tejidos en Lana Virgen Erminia Cristancho Vda. La Toma 8602748 15
Comercialización de
Complejo
Amuc Productos Luis Eduardo Pissa 3103266244 32
Ganadero
Agropecuarios
Arca Múltiple Lilia Escobar De Rozo Calle 6 # 3-39 8602064 20
Ambiental y Agro Vda. Mundo
La Cascada Jesús Alirio Cifuentes 8605170 8
turística Nuevo
Fuente: Alcaldía Municipio de La Calera
Al consultar sobre el rango de tiempo de residencia en el área se encontraron lapsos que oscilan entre
2 y 15 años, 35 y 75 años. La mayoría de las personas indicaron el rango de mayor antigüedad y pocas
informaron residencia relativamente nueva. Para los grupos de residencia en el mismo lugar durante
un largo tiempo, existe una tendencia de arraigo a los predios.
En su mayoría los predios sondeados cuentan con los servicios básicos de agua, energía y aseo, en
algunos casos poseen servicios adicionales de telefonía e internet, es posible indicar que cuentan con
una buena cobertura de servicios. Sin desconocer que existen predios cómo en la vereda el
Gobernador que aún no poseen sistemas para una adecuada disposición final de aguas residuales
domésticas, como ocurre en gran parte del territorio rural nacional.
De otro lado, las actividades que motivan a la personas desplazarse de su vereda hacia otros sitos, son
la compra de víveres, el estudio, el trabajo y la salud. Siendo el cumplimiento de horarios de trabajo y
estudio el de mayor frecuencia durante la semana.
Al momento de consultar por los sitios de interés en un primer momento las personas no identificaron
un sitio que consideraran generara algún tipo de impacto en sus vidas, posteriormente después de
indagar sobre sus motivaciones y sitios donde tal vez podrían reflejarlos o recibir apoyo se hallaron
respuestas diversas cómo el salón comunal, las casas geriátricas, la casa de la cultura el parque y la
iglesia.
Otro elemento considerado importante por el cual se indagó, fueron los medios de difusión de la
información, en su mayoría las respuestas indican que la información llega a través del voz a voz. El
Municipio cuenta con emisora local “Angelos Stereo” medio de difusión que tiene audiencia por parte
de los habitantes del sector. Se destaca entonces, que conocer la forma de comunicación o información
entre los habitantes se convierte en un factor determinante para el establecimiento de diálogos
bidireccionales tanto comunitarios cómo interinstitucionales.
La percepción sobre la construcción del Corredor Perimetral indica que la mayoría de las personas
sondeadas no ha recibido información sobre el proyecto y los pocos que recibieron información
indican que fue a través de la voz a voz, lo cual impide tener una claridad sobre las características de
la intervención. Se preguntó también sobre los aspectos positivos de la construcción y la respuesta
común fue seguridad vial derivada del mejoramiento de las condiciones de la vía, de la instalación de
reductores de velocidad y señalización vial, e igualmente la facilidad de movilidad vehicular posterior
al proyecto así como la generación de empleo.
Sobre la pregunta ¿Ha escuchado opiniones en contra de la carretera? las respuestas fueron: aumento
del flujo vehicular después de su construcción y durante la obra, ruido e incomodidad debido a las
obras. Pocas personas indicaron que no identificaban aspectos negativos puesto que se trataba de
mejoras importantes para la vía.
Los habitantes de Sesquilé fueron también consultados sobre si les gustaría trabajar en la construcción
de la carretera, a lo cual respondieron estar dispuestos. El resto de personas sondeadas mencionó tener
limitantes como la edad y las ocupaciones. Con relación a la pregunta anterior se indago sobre si
conocía personas dispuestas a trabajar en la carretera, a lo cual sólo la mitad de respuestas indicaron
que sí conocían personas interesadas en laborar.
Municipio de Guatavita
Los Sondeo a unidades sociales residentes y productivas permiten indicar que como medio de
transporte predomina el uso de vehículos de servicio público así como caminar; la fuente de ingreso
de las personas es la producción agropecuaria. Todos los sondeos indican que las personas residen en
el municipio en promedio desde hace 38 años.
Regularmente todos cuentan con los servicios públicos básicos como agua, energía, aseo y
alcantarillado aunque se encuentran veredas como el Choche en el sitio el triángulo donde únicamente
cuentan con servicio de energía y deben recoger aguas lluvias o de nacimientos para el uso doméstico
y en donde no cuentan con sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas.
Identifican como líderes de la zona, a la Junta de Acción Comunal y a la Junta del Acueducto y la
misma empresa CODENSA. En cuanto a la disponibilidad de servicios públicos la persona consultada
en CODENSA manifiesta que en su nueva sede aún no cuentan con ningún tipo de servicio público;
encontrándose en proceso de instalación. En el caso del Restaurante, cuentan con servicio de energía
y agua sin el servicio de alcantarillado.
Sobre la pregunta de la proveniencia de sus usuarios o quienes laboran en el lugar, la respuesta fue de
municipios cercanos, veredas del Municipio de Guatavita y un menor número de personas de la ciudad
de Bogotá y turistas de diferentes regiones. Los medios de transporte usados por dichos usuarios o
empleados son especialmente el servicio público y transporte particular vehículo o motocicleta.
Como aspecto positivo de la construcción del Corredor se mencionó que mejoraría la movilidad en el
sector y que aumentaría el flujo de turistas y consecuentemente la economía del municipio. Como
aspecto negativo se identifican únicamente aspectos durante la construcción, que estará enfocado
incomodidad en la movilidad. Finalmente, manifiestan no haber recibido comentarios en contra del
Corredor.
Municipio de Cáqueza
Las asociaciones de procesos productivos son organizaciones de carácter privado cuyo objetivo es
mejorar las condiciones de producción de los asociados. Algunas de éstas constituyen distritos de riego
los cuales presentan proyectos a los programas del gobierno nacional para recibir apoyos económicos
para su producción. A continuación el listado de las principales organizaciones en dicho campo (Tabla
3-19).
Municipio De Choachí
En el municipio de Choachí existen varias organizaciones, tales como Juntas de Acción Comunal -
JAC, Asociaciones de procesos productivos - distritos de riego y organizaciones sociales dedicadas al
Turismo.
Las JAC son organizaciones cívicas, sociales y comunitarias, sin ánimo de lucro de naturaleza solidaria
con Personería Jurídica y patrimonio propio. Son integradas voluntariamente por los residentes de las
veredas en procura de procesos de gestión social orientados a apoyar aspiraciones y hallar alternativas
frente a las problemáticas de las comunidades. A continuación el listado de Juntas de Acción Comunal
del municipio de Choachí.
En el municipio de Choachí se han gestado organizaciones sociales alrededor del turismo, el objetivo
es promover el turismo en el municipio y la región. A continuación el listado de organizaciones de
Choachí que desarrollan este tema:
Municipio de Sopó
El municipio de Sopó de acuerdo al censo del DANE de 2005, presentaba una población de 21.233
habitantes para la totalidad del municipio, desagregados para el área urbana en 12.834 y 8.389
habitantes para el resto del municipio (zona rural y centros poblados), es decir que el área urbana
concentraba el 60,44% de la población. Según las proyecciones del DANE, para el 2015, el municipio
contará con 26.769 habitantes, 17.151 para el área urbana y 9.618 para el área rural y centros poblados,
con un porcentaje de 64,07% y 35,92% respectivamente. Lo que equivale a decir que la población del
municipio ha crecido en los últimos 10 años en un 26,07% y así mismo el porcentaje de población
urbana también ha aumentado en los últimos años, probablemente a la cercanía del municipio con la
ciudad de Bogotá y la construcción de urbanizaciones residenciales en las áreas rurales que han
contado con una buena infraestructura de servicios públicos, especialmente la penetración vial
(DANE, Proyecciones de Población Municipales por Área 2005-2020, 2005).
Del total de la población de Sopó el 49,5% son hombres y el 50,5% mujeres, y en cuanto a la pirámide
poblacional se aprecia un equilibrio entre todos los grupos de edad, consecuencia de una natalidad y
mortalidad que se mantienen sin variaciones significativas durante un periodo de tiempo largo
(DANE, Boletín Censo General 2005, Municipio de sopó, 2010).
De acuerdo al boletín del DANE (2011), el total de personas con NBI fue de 8,94% para el total del
municipio (2080,33 personas), siendo el porcentaje ligeramente mayor para el área rural (9,35%). Sin
embargo es un porcentaje menor al promedio nacional (19,55%) y al del departamento de
Cundinamarca (15,42%). Esta información difiere con el índice de pobreza multidimensional que para
el año 2011 fue de 26,24%, cifra que se encuentra por debajo de lo que presenta el Departamento de
Cundinamarca, en donde el 41,38% de las personas presentan privaciones en sus condiciones de vida.
El método de cálculo del IPM3 es equivalente al del NBI. En ambos casos se determinan los niveles
de privación por cada aspecto incluido y se identifica a los hogares pobres de acuerdo con el número
de privaciones. Las diferencias entre ambos tienen que ver con la mayor cantidad de dimensiones y
variables en el IPM, y el menor énfasis que ese indicador tiene en las condiciones de la vivienda y el
acceso a servicios, en comparación con el NBI, situación que en este caso podría explicar la diferencia
de los valores indicados de NBI y IPM (Velásquez, 2010).
Sopó cuenta con seis (6) centros poblados rurales localizados a lo largo de todo el territorio los cuales
han tomado esta denominación porque en ellos se han localizado en forma concentrada en zonas de
corredores viales actividades de vivienda y pequeños establecimientos comerciales. Según la
información 2001 estos centros albergaban el 10% de la población del municipio (1456 personas) en
un área cercana a las 36 Has. En cuanto a la densidad de habitantes por hectárea es de 40,5, al dar una
mirada en forma detallada se destaca que en los sectores Pueblo Viejo Alto y Lomitas se presentaban
densidades de 300 y 252,8 habitantes por hectárea respectivamente, las cuales pueden considerarse
típicamente urbanas, incluso están por encima de la densidad media urbana de Bogotá (180Hab/Ha
año 2003) 12, en el rango intermedio se encuentran el Sector Niño (78) y La Diana (83). Los demás
3 El IPM es un indicador que refleja el grado de privación de las personas en un conjunto de dimensiones. La medida permite determinar
la naturaleza de la privación (de acuerdo con las dimensiones seleccionadas) y la intensidad y profundidad de la misma. Las dimensiones
son: Condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y la juventud, trabajo, salud y acceso a los servicios públicos y condiciones
de la vivienda (DANE, ÍNDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL MUNICIPAL PARA COLOMBIA 2005, 2005).
Municipio de Guasca
El municipio de Guasca de acuerdo al censo del DANE de 2005, presentaba una población de 12.442
personas para la totalidad del municipio, desagregados para el área urbana en 4020 habitantes y 8.422
para el resto del municipio (zona rural y centros poblados), es decir que el área urbana concentraba el
32,30% de la población, donde se evidencia un municipio con mayoría de población rural. De acuerdo
a las proyecciones del DANE, para el 2015, el municipio contará con 14759 habitantes, 5023 para el
área urbana y 9556 para el área rural y centros poblados, con un porcentaje de 34,03% y 65,97%
respectivamente. Lo que equivale a decir que la población del municipio ha crecido en los últimos 10
años en un 18,62%. La tendencia del municipio sigue siendo rural según las proyecciones del DANE
(DANE, Proyecciones de Población Municipales por Área 2005-2020, 2005).
De acuerdo al boletín del DANE (2010), el total de personas con NBI fue de 18,52% para todo el
municipio (2512,42 personas), siendo el porcentaje (21,72%) muy por encima para el área rural
(incluyendo centros poblados). Esta información difiere con el índice de pobreza multidimensional
que para el año 2011 fue de 36,74%, valor superior al 33%, porcentaje en el cual se califica
multidimensionalmente pobre si enfrenta carencias en las 15 variables seleccionadas para el IPM4.
Del total de la población de Guasca el 50,7% son hombres y el 49,3% mujeres, y en cuanto a la
pirámide poblacional se presenta una base ancha frente a unos grupos superiores que se van
reduciendo, consecuencia de una natalidad alta y de una mortalidad progresiva según la edad; indica
una estructura de población eminente joven y con perspectivas de crecimiento (DANE, Boletín Censo
General 2005 Municipio de Guasca, 2010).
En cuanto a la población de las veredas del municipio de Guasca que se encuentran en el área de
influencia directa (El Salitre y Santa Isabel), se presenta la información poblacional de las veredas (ver
Tabla 3-23).
4 Op.cit. p12
Municipio de La Calera
El municipio de La calera según el censo del DANE de 2005, presentaba una población de 23.768
personas para la totalidad del municipio, desagregados para el área urbana en 9.520 habitantes y 11.849
para el resto del municipio (zona rural y centros poblados), es decir que el área urbana concentraba el
40,05% de la población y el área rural el 59,95, donde se evidencia un municipio con mayoría de
población rural. De acuerdo a las proyecciones del DANE, para el 2015, el municipio cuenta con
27.527 habitantes, 11849 para el área urbana y 15.678 para el área rural y centros poblados, con un
porcentaje de 43,04% y 56,95% respectivamente. Lo que equivale a decir que la población del
municipio ha crecido en los últimos 10 años en un 16,25%. La tendencia del municipio sigue siendo
rural según las proyecciones del DANE (DANE, Proyecciones de Población Municipales por Área
2005-2020, 2005).
No obstante, existe un desfase entre la información oficial del DANE y la información de los censos
del SISBÉN (que constituye la fuente de las políticas sociales de cada territorio, es decir información
oficial del gobierno municipal), según ésta última para el año 2015 en el municipio de La Calera la
población es de aproximadamente de 34.500 personas.
De acuerdo con el trabajo de campo realizado por esta consultoría es notable el incremento de la
población. La hipótesis de trabajo es que ello se debe al incremento de la urbanización en la región lo
cual se relaciona estrechamente con el proceso de expansión urbana de Bogotá que al superar sus
límites urbanísticos generó una presión en los municipios aledaños para cubrir los servicios
ecosistémicos que la ciudad ya no brinda.
Lo anterior en razón a que esta región se caracteriza por bellos paisajes y se encuentra muy cerca de
Bogotá (26km), lo cual ha sido aprovechado por las constructoras para generar un mercado urbanístico
de vivienda campestre, esto se corrobora en el aparte de uso del suelo actual e identificación de usos
de suelo POT de esta misma consultoría.
Ahora bien las características de la población que demanda este tipo de vivienda ha originado un
incremento en servicios públicos, aumento del tráfico vehicular, aumento en la actividad comercial no
agropecuaria y la construcción de centros comerciales para suplir la demanda de bienes y múltiples
servicios asociados a los centros urbanos. Como consecuencia se han producido impactos negativos
asociados también a la falta de capacidad del municipio de La Calera para planificar su territorio con
una perspectiva de largo plazo, así como a la ausencia de estudios sobre la capacidad de los ecosistemas
para soportar las nuevas demandas (García, 2014).
Como consecuencia de lo anterior es evidente una falta de integración entre los nuevos pobladores y
los pobladores que tradicionalmente habitaban la región. Se trata de dos tipos de poblaciones con
En cuanto a la población de las veredas del municipio de La Calera que se encuentran en el área de
influencia directa retomamos la información del SISBÉN, de acuerdo a lo cual en la vereda San
Cayetano hay un registro de 303 unidades sociales, en la vereda San José de la Concepción se presentan
346, en la vereda Altamar 411 y en vereda La Portada existen 720 registros5.
De otra parte, según el boletín del DANE (2010), el total de personas con NBI fue de 13,36% para
todo del municipio (3429,24 personas), siendo el porcentaje (19,33%) muy por encima para el área
rural que el área urbana (4,45%). Esta información difiere con el índice de pobreza multidimensional
que para el año 2011 fue de 37,91%, valor superior al 33%, porcentaje en el cual se califica
multidimensionalmente pobre si enfrenta carencias en las 15 variables seleccionadas para el IPM6.
Del total de la población de La Calera el 50,1% son hombres y el 49,9% mujeres, y en cuanto a la
pirámide poblacional se presenta una base ancha frente a unos grupos superiores que se van
reduciendo, consecuencia de una natalidad alta y de una mortalidad progresiva según la edad; indica
una estructura de población eminente joven y con perspectivas de crecimiento (DANE, Boletín Censo
General Municipio de La Calera, 2010).
Municipio de Guatavita
En el año 2015 la población del municipio de Guatavita corresponde a 6.898 personas, de las cuales
1.960 son habitantes del casco urbano y 4.938 viven en el área rural. La densidad poblacional de este
municipio es de 27,8 habitantes por km2. Ver Tabla 3-24:
Municipio de Guatavita
Comparación de la Población por Rangos de Edad años 2000 y 2015
RANGOS DE EDAD POBLACIÓN AÑO 2000 POBLACIÓN AÑO 2015
Menor de 1 año 163 164
De 1 a 4 años 632 626
De 5 a 14 años 1.497 1483
De 15 a 44 años 3.503 3469
De 45 a 49 años 712 706
de 60 y más años 446 441
TOTALES 6.953 6898
Fuente: Elaboración propia
El porcentaje de personas que presenta Necesidades Básicas Insatisfechas en Guatavita es del 9.02,
cifra que se encuentra muy por debajo del porcentaje nacional que corresponde al 19,55% y por debajo
del 15,42 que se presenta en Cundinamarca (DANE D. A., 2011)Esta información contrasta
notablemente con el índice de pobreza multidimensional que para el año 2011 fue de 55,23%, cifra
que se encuentra aproximadamente 14 puntos por encima de lo que presenta el Departamento de
Cundinamarca, en donde el 41,38% de las personas presentan privaciones en sus condiciones de vida7.
Municipio de Sesquilé
En el año 2015 la población proyectada para el municipio de Sesquilé corresponde a un total de 13.936
personas (Tabla 3-25), de las cuales 3.468 son habitantes del casco urbano y 10.468 viven en el área
rural. Lo cual significa que el 24,8% ocupan en el casco urbano y el 75,1% se encuentra en las distintas
veredas. La densidad poblacional de este municipio es de 98,83 habitantes por km2. Las familias del
casco urbano ascendieron a 547, mientras que en Boitivá, que es la vereda con mayor número de
familias, se registraron 454, en promedio cada hogar está compuesto por cuatro integrantes (Sesquilé
A. d., Sf)
Municipio de Sesquilé
Comparación de la Población años 2005, 2010 y 2015
POBLACIÓN AÑO 2005 POBLACIÓN AÑO 2010 POBLACIÓN AÑO 2015
9817 11.730 13936
Fuente: Elaboración propia
Entre el año 2005 y 2010 la población creció en un 18,8%, mientras que entre el 2010 y el 2015
aumentó 19,4%, esta cifra contrasta con el crecimiento nacional que para los mismos años estuvo
7 Ver nota 1.
En cuanto a la conformación de la propiedad en Sesquilé predominan las que se encuentran entre 100
y 200m2, continúan los que se hallan entre 200 y 300 m2, los cuales en su conjunto constituyen el
44,8% del total de predios urbanos. Por otra parte, los predios con áreas superiores a los 10.000 m2
sólo ocupan el 0,83%. No existen condominios ni inmuebles en la modalidad de la propiedad
horizontal (AGS, Sfa).
En la área rural, el 31% de los predios se encuentran entre 1 y 3 Ha, el 28% están constituidos por
propiedades entre 3 y 5 Ha y el 12,4% son los que se encuentran entre 5 y 10 Ha. Todos estos suman
el 71,4% de las propiedades rurales, lo que indica que en su mayoría el minifundio caracteriza el
municipio de Guatavita (AGS, Sfa).
Municipio de Choachí:
En 2015 la población del municipio de Choachí se calcula en 10.729 personas, de las cuales 3.615
habitan el caso urbano y 7.114 se habitan el área rural. Es decir, que en la cabecera municipal se hallan
el 33,6% de las personas y en el resto del municipio se concentra el 66,4% (DANE, Proyecciones
Poblacionales 2005-2020).
La estimación de población en el año 2000 fue de 13.331 personas de las cuales 3.823 se con-centraban
en la cabecera municipal y 9.508 habitaban el área rural. Es decir, en el área urbana habitaba el 28,7%
de la población, mientras que en el resto del territorio se asentaba el 71,3% de las personas.
De otra parte, el índice de pobreza multimodal en Choachí presenta una incidencia de 55,1%, es decir
de cada 100 personas, 55 presentan privaciones en algún aspecto de su calidad de vida, esto contrasta
8 Ver nota 1.
El Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas para el año 2011 en este municipio es de 16,5%, el cual
se halla ligeramente por encima de los 15,4% que presenta Cundinamarca para el mismo periodo de
tiempo (DANE, Necesidades Básicas Insatisfechas, 2011).
Municipio De Cáqueza:
En 2015 la población del municipio de Cáqueza se calcula en 17.048 personas, de las cuales 7.297
habitan el caso urbano y 9.751 habitan el área rural. Es decir, que en la cabecera municipal se hallan
el 42,80% de las personas y en el resto del municipio se concentra el 57,19% (DANE, Proyecciones
Poblacionales 2005-2020).
La estimación de población en el año 2005 fue de 16.442 personas de las cuales 6.410 se concentraban
en la cabecera municipal y 10.032 habitaban el área rural. Es decir, en el área urbana habitaba el
38,98% de la población, mientras que en el resto del territorio se asentaba el 61,01% de las personas
(DANE, Proyecciones de Población Municipales por Área 2005-2020, 2005)
Del total de la población de Cáqueza el 50,8% son hombres y el 49,2% mujeres, y en cuanto a la
pirámide poblacional se aprecia una mayor proporción en el rango de edad de los 10-30 años, y con
una disminución en los restantes grupos etáreos (DANE, Boletín Censo General 2005, Municipio de
sopó, 2010).
De acuerdo al boletín del DANE (2011), el total de personas con NBI fue de 30,34% para el total del
municipio, siendo el porcentaje mayor para el área rural (38,99%) que para el área urbana (16,58%).
Sin embargo es un porcentaje mayor al promedio nacional (19,55%) y al del departamento de
Cundinamarca (15,42%). Esta información difiere con el índice de pobreza multidimensional que para
el año 2011 fue de 31,4% para el área urbana y 75% para el área rural, cifras que se encuentra por
debajo, para el área urbana y por encima para el área rural de lo que presenta el Departamento de
Cundinamarca, en donde el 41,38% de las personas presentan privaciones en sus condiciones de vida.
Municipio De Ubaque:
En 2015 la población del municipio de Ubaque se calcula en 6.166 personas, de las cuales 879 habitan
el caso urbano y 5287 habitan el área rural. Es decir, que en la cabecera municipal se hallan el 14,25%
de las personas y en el resto del municipio se concentra el 85,74% (DANE, Proyecciones
Poblacionales 2005-2020).
La estimación de población en el año 2005 fue de 6879 personas de las cuales 864 se con-centraban
en la cabecera municipal y 6015 habitaban el área rural. Es decir, en el área urbana habitaba el 12,55%
de la población, mientras que en el resto del territorio se asentaba el 87,44% de las personas (DANE,
Proyecciones de Población Municipales por Área 2005-2020, 2005)
Del total de la población de Cáqueza el 52,5% son hombres y el 47,5% mujeres, y en cuanto a la
pirámide poblacional se aprecia una mayor proporción en el rango de edad de los 10-24 años, y con
una disminución en los restantes grupos etáreos, sin embargo se presentan menores porcentajes de
los grupos etáreos en comparación de los hombres y mujeres (DANE, Boletín Censo General 2005,
Municipio de sopó, 2010).
De acuerdo al boletín del DANE (2011), el total de personas con NBI fue de 32,15% para el total del
municipio, siendo el porcentaje mayor para el área rural (35,07%) que para el área urbana (11,92%).
Sin embargo es un porcentaje mayor al promedio nacional (19,55%) y al del departamento de
Cundinamarca (15,42%). Esta información difiere con el índice de pobreza multidimensional que para
el año 2011 fue de 29,8% para el área urbana y 71,5% para el área rural, cifras que se encuentra por
debajo, para el área urbana y por encima para el área rural de lo que presenta el Departamento de
Cundinamarca, en donde el 41,38% de las personas presentan privaciones en sus condiciones de vida.
9 ElIPM es un indicador que refleja el grado de privación de las personas en un conjunto de dimensiones. La medida permite determinar
la naturaleza de la privación (de acuerdo con las dimensiones seleccionadas) y la intensidad y profundidad de la misma. Las dimensiones
son: Condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y la juventud, trabajo, salud y acceso a los servicios públicos y condiciones
de la vivienda (DANE, ÍNDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL MUNICIPAL PARA COLOMBIA 2005, 2005).
VEREDA POBLACIÓN
Cruz Verde 38
San Roque 235
Belén 224
Sabanilla 626
Pueblo Nuevo 385
Pueblo Viejo 284
Santa Rosa 135
Guayacundo 155
Puente Amarillo 135
Santa Ana 444
Lúciga 146
Cacique 563
Fistega 194
Molino 235
San Agustín 288
Rionegro 185
Ganco 235
Romero Alto 318
Romero Bajo 521
Centro Afuera 395
Centro Urbano 840
TOTAL 6581
* Las veredas resaltadas en gris corresponden a las ubicadas en el AID de la UF 05 en el municipio de Ubaque. Fuente:
(Alcaldía Municipal de Ubaque, 2012).
Para el Diagnóstico Arqueológico del proyecto vial Corredor Perimetral de Oriente, se realizó la
CARACTERIZACIÓN ARQUEOLÓGICA regional y de los municipios atravesados por la misma.
Se realizó la ZONIFICACIÓN ARQUEOLÓGICA PRELIMINAR de los tramos que las
comprenden y con base en la caracterización y la zonificación, se propone un PLAN DE MANEJO
ARQUEOLÓGICO PRELIMINAR.
Una de las investigaciones más recientes es la realizada por el investigador José Vicente Rodríguez
(2011) en cuyo libro “Los Chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad” hace
un análisis del proceso de ocupación humana de las sociedades de lengua Chibcha en los hoy territorios
de Cundinamarca, Boyacá y Santander, integrando información etnohistórica, arqueológica, bio-
antropológica y ambiental, cuyo resultado constituye un interesante balance general del pasado
Chibcha. En la Tabla 3-27, se ilustra un esquema que sintetiza la cronología de eventos y cambios
socioculturales ocurridos en la región de estudio.
El investigador Gerardo Ardila Calderón (1984) realizó importantes excavaciones en varios sitios del
municipio de Chía Cundinamarca, en cuyo informe “Chía un sitio precerámico en la Sabana de
Bogotá.” Reportó evidencias que permiten ubicarlas entre el 5000 A.P. y la Conquista. Los sitios con
evidencia precerámica son: Chía III en la Hacienda Yerbabuena, en donde reporta un interesante
enterramiento con ajuar funerario compuesto por artefactos líticos (de tecnología abriense elaborados
en roca de chert de origen local). El ajuar se componía también de restos de fauna como venado
(Mazama y Odocoileus), curí (Cavia porcellus), conejo (Sylvilagus), ratón (Sigmodon), guagua
(Stictomys) y zarigüeya (Didelphis). Ardila Obtuvo una fecha que ubica el hallazgo en 5040±100 A.P.
(GRN 1 2122) es decir, 3090±100 A.C. Por otra parte, en la misma Hacienda Yerbabuena, reportó el
sitio Chía VIII, el cual corresponde a un Abrigo Rocoso en cuya excavación evidenció, líticos,
cerámica, restos óseos humanos y de fauna. El sitio Chía I, en la finca La Maná, corresponde a otro
abrigo rocoso en cuyas excavaciones registró, desde artefactos líticos de clase Abriense que incluyen
una tradición de cantos rodados con bordes desgastados y restos óseos humanos y de animales, hasta
cerámica del tipo Herrera, para los cuales obtuvo una fecha de 3120±210 (GRN 10266) es decir
1170±210 a.C.
Más recientemente, en otros sitios arqueológicos como Tibitó y Mondoñedo (Correal 1981; Rodríguez
et al. 2006) también se encontró la coexistencia de los primeros pobladores con grandes animales, hoy
extintos, y de los que habrían hecho un aprovechamiento casual a través de una cacería fortuita, pues
no se hallaron herramientas especializadas que sugirieran la práctica permanente de su cacería.
Durante la década de 1980 Sylvia Broadvent sintetizó en dos publicaciones mucho de los resultados
de sus investigaciones sobre la arqueología Muisca en los documentos: (1986) “Tipología cerámica en
el territorio muisca, Colombia, y (1989) “La prehistoria del área muisca”, en los cuales caracteriza las
variantes tipológicas del altiplano, con lo cual se permite estimar las notorias diferencias y
particularidades de la producción alfarera prehispánica en el territorio muisca.
La transición y secuencia entre las sociedades pre cerámicas hacia nuevas formas de organización social
sedentaria, con economía agrícola y tecnología alfarera se relacionan con las evidencias más tardías
reportadas por Gerardo Ardila (1984), que corresponden al sitio Chía II (Hda. Yerbabuena -
restaurante Las Peñitas) cuyas evidencias consisten en artefactos líticos como raspadores laterales
sobre núcleos y cantos rodados fragmentados no preparados. En dicho sitio también fueron
registrados fragmentos cerámicos de los periodos Herrera y Muisca de los tipos Mosquera roca
El periodo Herrera
El primer periodo referenciado por las tipologías establecidas fue tipo cerámico denominado como
periodo Herrera, cuyo origen ha sido ubicado temporalmente hacia el 3000 a. C., y es considerado
como la evidencia alfarera más temprana para el Altiplano Cundiboyacense. Toma su nombre de la
Laguna de La Herrera y a este periodo corresponden los desarrollos ocurridos entre el precerámico
tardío y el período Muisca en el siglo VIII d.C. (Broadbent 1971 y Cardale 1985). En este período
convivieron estrategias de subsistencia como la caza y la recolección combinadas con los productos
de una agricultura incipiente de tubérculos como la papa. Otra actividad estaba constituida por la
explotación de fuentes de agua sal. Para este periodo no se han registrado evidencias sobre la
fabricación de tejidos, orfebrería o cerámica ceremonial (Botiva et. al. 1989).
Este periodo se caracteriza además por la presencia de pequeñas aldeas cuyos pobladores conocían el
cultivo del maíz, sin embargo, parece que éste no representaba la base económica, siendo, como se
dijo anteriormente, los tubérculos de tierra fría de gran importancia en su alimentación. Muy
probablemente el patrón de asentamiento de estos grupos era de carácter semi-sedentario (Cardale
1985), utilizando tanto los abrigos rocosos como los sitios de campo abierto, para ubicar sus
habitaciones. Si bien la distribución de los asentamientos asociados al periodo Herrera muestra un
patrón primario, que es seguido por el periodo Muisca, esto ha originado varios cuestionamientos al
Otro tipo de investigaciones ha evidenciado que los habitantes del período Herrera, en algunos
sectores de la sabana como en actual municipio de Funza, construyó camellones, en donde estas
actividades de ingeniera requieren un proceso de jerarquización y de distribución de tierras que,
posiblemente, llegaron a obtener debido a la demanda de ellos mismos interna y externa (Boada
2000b). Por otra parte, trabajos realizados por Marianne Cardale (1981) también muestra un
aprovechamiento a gran escala de las salinas de Zipaquirá durante este periodo. Dentro de esta misma
tendencia, los trabajos realizados por Carl Langebaek (1985) evidencian cambios sociopolíticos en
donde el estímulo principal para ello son las condiciones ambientales y las actividades agrícolas.
Otros autores han argumentado que la poca movilidad que tuvieron estos grupos en un marco espacio-
temporal continuo podría sugerir una tendencia de arraigo social, donde cuestiones políticas y
económicas no varían abruptamente, sino que por el contrario, estas se van consolidando en
actividades de larga duración cada vez más complejas a través del tiempo (Romano 2009). Como lo
resaltan las recientes investigaciones desarrolladas en el área de El Venado, proponen patrones de
desigualdad en el acceso a recursos en las aldeas Herrera, de acuerdo con Boada (1999) y Kruschek
(2001), la distribución desigual de cerámica decorada en los sitios de El Venado y Funza sugieren la
existencia de una diferenciación social basada en el prestigio, probablemente en el final del Herrera
Tardío.
El período Muisca
El periodo Muisca se subdivide en dos periodos: Musica Temprano y Muisca Tardío. A continuación
se presentan éstos periódos
El periodo Muisca Temprano. Hacia el 1000 d.C, con el advenimiento de cambios climáticos, se inició a
un proceso de expansión territorial en el cual se establecieron nuevas áreas de cultivo y vivienda
(Rodríguez, 1999), evento que da inicio al periodo que se empieza a conocer como Muisca temprano
(1000 – 1200 d.C). Este período se caracteriza por un marcado crecimiento demográfico y un proceso
de cambio en el patrón de asentamiento. Para la zona del Valle de Fúquene se aprecia un incremento
en el doble de densidad de población en comparación con el de Susa, pero no se percibe que existiera
una supremacía a nivel regional por parte de alguno de los poblados establecidos de la zona. Dentro
del material cultural se aprecia la gran variedad de formas cerámicas asociadas a festejos comunales en
torno a la chicha (Langebaek 1995)
El Período Muisca Tardío. Para el periodo comprendido entre el año 1200 y 1600 d.C se consolida éste
periodo, el cual es caracterizado por un incremento en la centralización política y un incremento
demográfico de grandes proporciones, así como también la proliferación de prácticas asociadas con
funciones rituales. En la cultura material aparecen nuevos objetos como copas y figuras antropomorfas
asociadas a este tipo de actividades (Langebaek 1995: 116; Salge, 2007). Aparecen además evidencias
de fuertes relaciones entre diversas regiones tales como la Sabana de Bogotá, el Valle de Tenza e
incluso el Valle del Magdalena. Sin embargo, el patrón de asentamiento y organización política al
parecer mantuvo la continuidad que poseía en el período pasado, donde predominó la defensa de
territorio sobre las tierras fértiles.
Silva Celis (1981) realizó varias Investigaciones en el sitio arqueológico conocido como El Infiernito,
describió el sitio como un centro ceremonial de culto al sol y registró numerosos rastros de fogones
que revelan sacrificios y ofrendas. Las dataciones realizadas mediante muestras de carbón dan
evidencia de una posible ocupación de este lugar desde el primer milenio a. C. Otro de los rasgos que
resalta la importancia ritual de El Infiernito para los pobladores antiguos son los restos óseos
encontrados y sus contextos, muchos de los cuales fueron saqueados dejando los huesos dispersos
por toda el área.
Uno de los rasgos de mayor importancia es el reporte tipológico de algunas tumbas, las cuales, se
caracterizan por presentar pozos con aberturas circulares u ovaladas, algunas de las cuales presentaron
lajas de piedra que pudieron servir como tapas o como una forma de delimitar la tumba. En cuanto a
los restos óseo identificados en el interior de las tumbas presentan coloración ocre en la superficie,
Las investigaciones realizadas por Ana María Boada (1987) en el Valle de Samacá, en sitios como El
Venado y Marín, permitieron identificar diversos patrones funerarios el sitio de Marín. Se identificaron
los siguientes tipos de tumbas:
Tumbas con forma oval, asociadas con individuos en posición fetal, lateral o dorsal a pocos
centímetros de la superficie. Este tipo de tumba aparece registrada para los sitios de Guasca,
Sopó Soacha y Funza (Boada, 1987: 46).
Tumbas de pozo circular, con presencia de individuos en posición sedente. En cuanto al ajuar
y elementos asociados, se registra ausencia de estos. Esta forma de tumba de pozo se referencia
dispersa para la zona central del área Muisca como son Marín, Tunja, Sogamoso, Valle de
Tenza y Guavio (Boada, 1987: 46).
Tumbas de pozo con nicho con individuos en posición sedente o acostada (Boada, 1987: 36).
En este tipo de tumbas es recurrente el hallazgo de abundante ajuar compuesto de piezas
cerámicas de los tipos Desgrasante Gris y Naranja Pulido, junto a gran presencia de caracoles
mayoritariamente relacionados con individuos femeninos. Esta diferencia y aparente relación
entre la posición de los restos, el tratamiento del cuerpo, la forma de la tumba y los elementos
asociados parece corresponder con una diferenciación social marcada por estos rasgos. Estas
tumbas de pozo con nicho o cámara lateral se reportan frecuentemente en la zona Norte de
Boyacá y Sur del departamento de Santander (Boada, 1987: 46).
Asociado a los contextos de enterramientos Boada reporta restos de huellas de postes de estructuras
de bohíos de diferentes tamaños y además un conjunto de huellas de poste dispuestas de forma que
evidencia un cercado ubicado estratégicamente en el centro del sitio, datos que sumados a la presencia
de cráneos con deformación dentro de las estructuras habitacionales, analiza como marcadores de
estatus dentro de la población que habitó el asentamiento de Marín. Dos de los contextos de
enterramientos fueron datados por medio de muestras de carbón encontradas dentro de vasijas puestas
como ajuar, los resultados arrojaron fechas de 700 +/- 80 A.P y 600 +/- 100 A.P respectivamente.
Otra de las investigaciones que aporto un gran cuerpo de datos que ayudan en la comprensión de las
practicas funerarias desarrolladas por las comunidades prehispánicas fue realizada en los predios de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) por Helena Pradilla, Gemán Villate,
Francisco Ortíz (1992). Para el estudio del sitio en mención, los investigadores tomaron los registros
de las fuentes documentales y las excavaciones que realizaron, encontrando que los cronistas llamaron
al área ubicada en los predios de la UPTC el cercado grande de los santuarios por la gran cantidad de
bohíos en donde según estas descripciones se realizaron múltiples ofrendas. Con ese contexto dado
por la etnohistoria, se realizaron varias excavaciones con el fin de indagar acerca del material que allí
reposaba (Pradilla, Villate y Ortiz 1992).
A partir de las excavaciones se pudo realizar una caracterización de las pautas de enterramiento que
presento el cercado grande de los santuarios. Los entierros excavados se encontraron agrupados
En cuanto a las formas de la tumbas, se lograron identificar 3 características diferenciales: (1) pozos
cuya profundidad alcanzo los 70 centímetros, (2) tumbas con pozos que alcanzaban una profundidad
comprendida entre los 30 y 35 centímetros, y (3) pozos con cámara. La posición de los cuerpos era
variable, podían estar en decúbito dorsal a veces lateral derecho o izquierdo con miembros flexionados
y sedente (Pradilla, Villate y Ortiz 1992).
Como elementos asociados a las tumbas se logró recuperar vasijas cerámicas empleadas con diferentes
usos: tanto como contenedor de alimentos como de urna funeraria para entierros de niños. Las piezas
que presentaron mayor asociación a los entierros fueron las múcuras y las copas, las cuales presentaban
pintura roja y en algunas ocasiones apliques zoomorfos en los bordes (Pradilla, Villate y Ortiz 1992).
En el altiplano Cundiboyacense durante los últimos años se han realizado proyectos de arqueología
preventiva que han brindado información acerca de las practicas funerarias desarrolladas por los
grupos asentados en este territorio, uno de estos proyectos se realizó en el municipio de Ubaté en el
año 2005 por el arqueólogo Jorge Alarcón, en la vía que comunica esta población con el municipio de
Gacheta, donde se ejecutó el rescate arqueológico de cinco tumbas que fueron detectadas mediante el
uso de geo-radar, siendo la aplicación de éste sistema en una de las primeras en proyectos de
arqueología preventiva. En las tumbas detectadas se resalta la presencia de restos cerámicos
pertenecientes al grupo Suta pulido, Suta arenoso, Guatavita desgrasante tiesto, Guatavita desgrasante
gris, empleados al parecer en ofrendas. Igualmente se identifican herramientas líticas compuesta
principalmente por raspadores, punzones, lascas triangulares, pulidores, manos de moler y hachas
pulidas, las cuales se encuentran en todas la tumbas dejadas como ofrendas. También se reportó el
hallazgo de los restos óseos de una anciana y un joven pertenecientes a la tumba 2 (en las otras cuatro
tumbas se evidenciaron alteraciones producto del saqueo). Igualmente, fue posible la recuperación de
material colonial y porcelana en los alrededores de esta zona indicando, de esta forma el uso de estos
espacios por las poblaciones coloniales y republicanas.
Es importante anotar que las tumbas excavadas por Alarcón (2005) tienen rasgos típicos encontrados
en otros lugares del altiplano Cundiboyacense, tal y como la forma de fosa rectangular.
Adicionalmente, la presencia de cuentas de collar y figurinas en estos contextos son registros nuevos
para los habitantes de este sector de la Sabana de Bogotá, generando de esta forma nuevos campos de
interpretación e investigación en la zona. Por otro lado, el hallazgo de manos de moler y hachas pulidas
como ofrendas, sugiere la presencia de prácticas agrícolas en esta comunidad (Alarcón, 2005).
Finalmente se puede decir que existió una importante diversidad en cuanto a los patrones funerarios
reportados para al altiplano Cundiboyacense algunos encontrados, como se mencionó anteriormente
en el Valle de Samacá, Villa de leyva y Tunja que demostraron no solo la complejidad en el ritual, sino
en los contextos en los que se desarrollaron, como el cercado grande de los santuarios (Tunja) y El
Infiernito (Villa de Leyva) lugares de gran carga religiosa y simbólica.
Con respecto a las características anatómicas de la población Muisca de la sabana de Bogotá, estas se
determinaron por el examen de los restos de Soacha y Candelaria La Nueva, el cual, mostró un cráneo
Las características de los individuos encontrados en los entierros y de algunas piezas cerámicas,
muestran un constante contacto con poblaciones de otras regiones, por lo tanto, hay que tener en
cuenta que “el desarrollo histórico del altiplano cundiboyacense estuvo enmarcado por la relación
entre las pautas generadas por las mismas sociedades y los préstamos culturales que condujeron a una
gran diversidad intergrupal delimitadora de las fronteras con grupos lingüísticos no afines” (Rodríguez
1999: 28). Como se ha podido apreciar en el sitio arqueológico de Marín (Boada 1987), cuyas
excavaciones muestran una separación en las costumbres asociadas al Zaque de Tunja. Entre ellas se
destaca la presencia de material típicamente Guane y semejanzas en las prácticas funerarias (tumbas
de pozo y pozo con nicho y cuerpos envueltos) con las halladas en zonas ubicadas hacia el norte del
departamento de Boyacá y sur de Santander. De acuerdo a esto, al parecer todo indica que Marín
estaba habitado desde antes que el área fuera dominada por los cacicazgos sujetos al Zaque. Es por
eso que se plantea la posibilidad de una relación mucho más estrecha entre los grupos del norte, bien
sea por la fusión de dichos grupos o por contactos económicos y políticos más fuertes. También corre
la posibilidad de que otras etnias se hayan asentado en el Valle antes de la ocupación de los Muiscas o
la coexistencia de colonias Guane-Muiscas (Boada 1987: 40-41).
Las informaciones sobre la organización sociopolítica muisca han sido extraídas, principalmente, de
las crónicas de la conquista. En ellas se menciona que esta sociedad tenía mayor densidad de población
y su sistema político trascendía el nivel de pequeñas comunidades independientes, era políticamente
compleja y caracterizada por la existencia de cacicazgos independientes y confederado tales como:
Bacatá (Bogotá), Hunza (Tunja), Sugamuxi (Sogamoso) y Tundama (Duitama) quienes, mediante una
fuerte jerarquización social, controlaban a otras comunidades subordinadas, la producción de
excedentes, la especialización y el trabajo y el sistema de tributos. Además, dichas confederaciones
contaban con un control adecuado de diversos pisos térmicos que les permitía el acceso a varios
productos y la realización de redes internas de intercambio. Todo este ordenamiento social y
económico les permitió mantener una compleja organización política y religiosa dando lugar a
especialistas de tiempo completo en el manejo de las expresiones ideológicas (Broadbent, 1964;
Londoño, 1984; Langebaek, 1986, 1987; Botiva, 1989, Rodríguez, 1999).
Aunque se aprecia una aparente homogeneidad estructural, las confederaciones muiscas presentan una
heterogeneidad sociopolítica, económica y religiosa manifestada en diferencias a nivel de luchas entre
cacicazgos, especializaciones económicas, manejo político, alianzas, variaciones dialectales y fronteras
territoriales más o menos observables, que conducen a proponer la necesidad de un estudio del
altiplano desde una perspectiva subregional (Ramírez y Sotomayor, 1988).
A partir de las crónicas se ha propuesto que, en siglo XVI, el territorio muisca estaba dividido en dos
confederaciones principales: El Zipazgo (en Bogotá) y el Zacazgo (en Tunja), que buscaban sujetarse
el uno al otro y a las confederaciones vecinas (Buitrago y Rodríguez, 1997). De esta forma, lograron
A la llegada de los españoles no existía una unidad política ya que los muiscas se encontraban en luchas
internas por la expansión territorial. Las crónicas relatan cómo el Cacique de Bogotá sometió a otros
caciques que no estaban bajo su dominio, como el Guatavita, el Ubaque y el Fusagasugá. Cada uno de
estos pueblos tenía importancia en la actividad religiosa. En el caso de Guatavita, es sabido que se
realizaba la ceremonia de consagración del cacique de Guatavita y era el punto de encuentro y partida
del ritual de “correr la tierra” (Casilimas, 2001: 20).
El cacicazgo de Bogotá o Zipa era el más poderoso ya que en su historia había logrado diferentes
conquistas mediante guerras, Saguanmachica fue el primero de los caciques en iniciar las guerras de
expansión en su territorio, después el cacique Nemequeme logró otras ocupaciones en las zonas de
Fusa, Guatavita y Ubaque, cuyos caciques eran enemigos del Zipa y gozaban en ese momento de gran
poderío (Langebaek, 1987; Suárez, 1989: 34; Buitrago y Rodríguez, 1997). Sus dominios abarcaban la
sabana de Bogotá, el páramo de Sumapaz hasta las laderas templadas de la cordillera Oriental. También
se extendían hasta Saboyá, Chocontá, Ciénaga, Sisativa, Suesca, Tibabuyes, Ubaté, Ubaque, Tibacuy y
Fusagasugá y zonas fronterizas como Pasca, Cáqueza, Guasca, Chinga, Luchuta, Simijaca, Teusacá,
Subia y Subachoque (Langebaek, 1987; Suárez, 1989: 34; Buitrago y Rodríguez, 1997). Dice Duque
Gómez
“... la Confederación de Bogotá o Bacatá que al decir de Aguado alcanzaba desde Chocontá hasta Guasca en una
extensión de más de veinte leguas...” y “... que se aprestaron entonces a dominar la rebelión que había estallado en
algunos pueblos de su corona como Ubaque, Guatavita, Guasca y otros grupos de la región...” (Duque Gómez, 1966:
482).
Entre el Valle de Tenza (dominio del Zaque) y el Guavio (dominado por el Guatavita y el Zipa) existían
viejos caminos que comunicaban las aldeas y los centros ceremoniales. Mediante su estudio se podría
aclarar la distribución de cerámica, las rutas comerciales, los contactos, etc. (Botiva, 1983).
Dado que la alianza social se realizaba entre grupos sociales y no entre individuos, existía el matrimonio
poligínico (que no era privilegio de los caciques) que dependía de la disponibilidad económica y social
que tuviese el hombre para tener a varias mujeres, sin embargo, la primera mujer era la esposa principal
(Londoño, 1984: 139; Rodríguez, 1999: 39). Los jefes tenían numerosas mujeres llamadas “tiguyes” que
podían incluso llegar a cien, la favorita o esposa principal era la que mandaba en la casa: “Cásase todas
las veces que quieran y con todas las mujeres que pueden mantener, y así uno tiene dos mujeres y otro
veinte según las cualidades del indio...” (Simón III, 1981: 242). El patrón de residencia era avunculocal
(en la comunidad del hermano de la madre), y era practicado por los muiscas dentro de su sistema
matrilineal, generaba una movilidad de mujeres ya que procedían de diversos pueblos (Rodríguez,
1992; 1999: 40).
La cúspide del sistema jerárquico estaba representada en la figura del “cacique” (término acuñado por
los españoles), quien heredaba y transfería el poder. Por su posición social tenía privilegios: llevaba
horadadas las orejas y la nariz como símbolo de supremacía, era llevado en andas, tenía un rito
funerario especial, en ciertas regiones lo momificaban y ningún miembro del grupo podía mirarlo
directamente a la cara (Simón, 1981: Tomo III, 89-91). Los “capitanes” seguían en importancia a los
caciques y compartían algunas de estas prerrogativas (Suárez, 1989: 30).
Los sacerdotes chicuas o jeques o chuques11 también eran social y políticamente influyentes: estos, al
cumplir la función de consejeros, cohesionadores y conocedores de la ideología y del sistema de
organización, mantenían una relación de proximidad con el cacique. Otros personajes de alto estatus
eran los guerreros guechas quienes eran nombrados directamente por el cacique para defender las
fronteras. El pueblo, en la siguiente escala de la pirámide social, generalmente se dedicaba a la
tributación. Al final existía un grupo de esclavos, usualmente cautivos de guerra, que eran empleados
en los rituales religiosos de sacrificio humano (Simón III, 1981: 213; Fernández de Piedrahíta I, 1973:
228).
Patrón de Asentamiento
Sobre la pauta de asentamiento Ezequiel Uricochea dice:
“Vivían en pequeños pueblos edificados en los valles o en las planicies de las colinas. Sus casas eran grandes redondas,
y bien fortificadas por medio de cercados de gruesas guaduas que los rodeaban y que para plantarlos allí, arrancaban
estos moradores de raíz, sus paredes eran hechas de grandes vigas, puestas perpendicularmente y la armazón terminaba
en la parte superior en un arco bajo, sobre el cual edificaban el cobertizo o tejado de paja” (Uricochea, 1970).
11 El término está en discusión, señala Langebaek: “En los documentos figura claramente el término |Chicua como sinónimo de
"sacerdote". Piedrahita (/1666/1973.1:64) habla indistintamente de |jeques o |chuques, mientras que Simón (/1625/1981:111:383) se
refiere a los |ogques o|jeques, pero aclarando que el segundo término corresponde a la mala pronunciación, por parte de los españoles.
del primero” (Langebaek, 1986).
“Eran los caciques obedecidos en tan gran manera, que ninguna nación de las del mundo tuvo tal obediencia ni respeto
a señor que sobre ella tuvo mando”.
Por consiguiente, los recursos entregados al cacique como forma de tributo, muestran un grado
avanzado de especialización en la producción de alimentos y materias primas como algodón, mantas,
cerámica, artefactos de lujo (figuras de oro), entre otros, producto esto de niveles aceptables en la vida
de los sectores productivos de la sociedad muisca. Consecuentemente, los tributos pagados al cacique
en algunas ocasiones tienen un carácter de redistribución en la población, como lo indican las crónicas,
en las cuales, los caciques dan a los ganadores de las competencias mantas según el puesto en el que
queden, el primero ganaba 6 mantas, el segundo 5, con cuatro al 3, etc. (Langebaek, 1987: 49). Por
estos motivos, los caciques actuaban como grandes especialistas en el almacenamiento y distribución
de los diversos productos, los cuales eran excedentes comunales, logrando de esta forma, distribuir
estos artículos a individuos sobresalientes en alguna tarea de la vida diaria o en los campos de batalla
y por otro lado, brindar a los rituales religiosos una mayor importancia y suntuosidad para, de esta
manera, generar mayores favores con las deidades generado con esto, una mayor circulación de bienes
entre toda la población creando una especie de circulo viciosos de tributos-redistribución (Langebaek,
1987: 52-53).
Para los muiscas la fuente principal de adquisición de productos de diversa índole fue el mercado, en
el cual, se podía muy seguramente conseguir aquellos productos escasos en las tierras habitadas por
algunos grupos de población, por consiguiente, el mercado sería una fuente de acopio de importancia
para aquellos individuos que no tenían la posibilidad de poder tener fuentes de sal, esmeraldas, coca
(hayo) ente otros productos en su territorio, generando, de esta forma, como razón principal para el
uso de los mercados entre esta población, la necesidad de procurase artículos de primera necesidad,
los cuales a su vez, están ligados con las fiestas públicas y las ceremonias religiosas y mágicas donde la
congregación de los individuos en lugares centrales era de importancia para el reconocimiento de los
actos realizados (Pérez de Barradas, 1951, Vol. II: 148).
Por las anteriores circunstancias, los mercados se hacían de forma regular, creando de esta manera un
continuo contacto entre diversos individuos y una gran cantidad de intercambios, no solo
interpersonales, si no interregionales. Por estos motivos, la organización de los mercados se daba
según la importancia que tenía el poblado debido a que, a pesar de las fiestas o mercados locales
realizados una vez por semana, los muiscas organizaban mercados en los poblados de mayor tamaño,
como los referentes a Mequetá o Funza, donde se intercambiaban artículos de producción especial,
como en este caso las mantas y tejidos de junco o el mercado de Zipaquirá, en donde se intercambiaban
sal y objetos de cerámica fabricados en Tocancipá y en Turmequé centro de acopio para las esmeraldas
originarias de Somondoco, lo que generaba grandes transacciones en esta plaza y en las de más ya que
Para Langebaek, existen ciertas variables que posibilitaron la interacción entre las comunidades
indígenas del altiplano Cundiboyacense y el piedemonte: primero, notables diferencias
medioambientales sobre distancias cortas. Naturalmente, las condiciones ambientales favorecieron
actividades como el cultivo del algodón en el piedemonte, a su vez, la cercanía entre las tierras altas y
bajas en el flanco de la cordillera determinaba que mediante sistemas de enclaves no se tuvieron
problemas de enormes distancias para el transporte de productos. Por otra parte, diferencias en el
nivel de desarrollo sociopolítico entre los muiscas y sus vecinos del oriente. Estas diferencias
implicaban que los muiscas necesitaron abastecerse de materias primas (algodón) mientras podían dar
énfasis a la producción de bienes que exigían la participación de artesanos especializados. A su vez, el
desarrollo de jerarquías políticas entre los muiscas favorecía que éstas basaran al menos parte de su
poder político en la manipulación y exhibición de bienes de lujo de las tierras bajas (Moreno et al.
2011). Estas variables posibilitaron la existencia de caminos o sistemas de comunicación en el cual
circulaban artículos desde tierras bajas hacia tierras altas como: algodón, coca, tabaco, madera,
guacamayos, pieles de felino, plumas, miel y cera de abejas, yopo y probablemente algunas cantidades
de algodón no refinado. En sentido contrario circulaba una variedad mucho más reducida de
productos: mantas, adornos de oro y quizás algunas esmeraldas (Morey, 1975; Langebaek, 1987 y
Mora, 1988). Ningún alimento figura como un artículo de intercambio importante entre los muiscas y
sus vecinos del oriente. Por lo demás, resulta importante destacar que los productos muiscas
circulaban no sólo hasta el piedemonte sino incluso más lejos, mediante intermediarios, hasta alcanzar
el Orinoco (Morey, 1975). En contraste, los productos del piedemonte no iban más al occidente del
territorio muisca.
Para Pérez (2003), los motivos por los cuales los indígenas tuvieron la necesidad de abrir caminos
estaba basado en tres aspectos según sus tradiciones: las guerras, el comercio y las peregrinaciones
religiosas. Grupos de Guhaibos, esclavizaba a indígenas Sálivas que cogían como macos o esclavos de
guerra. Los yacimientos naturales de sal de Chámeza, Recetor, Pajarito y otros lugares, fueron motivo
Por otro lado, esta interacción entre los Andes y los Llanos Orientales se logra evidenciar gracias a la
descripción realizada por Lamus Gélvez (2003) de uno de los caminos posiblemente empleados por
los grupos muiscas ubicados en las partes altas de la cordillera Oriental correspondiente al reportado
en 1850 por el Gobernador Antonio José Benítez, donde indica:
“…...que la vía más corta para acceder de los andes a los llanos corresponde al camino que comunica de Somondoco en
el Cantón de Tenza a Macanal en el Cantón de Garagoa, posteriormente se atravesaba el rio Lengupa, o también
llamado Upía Chiquito, llegando de esta forma al pueblo de San Agustín y al antiguo pueblo de Teguas y por ultimo
llegando al punto San Pedro, para un total de 57 leguas” (Lamus Gélvez, 2003: 173).
Por lo anterior y una vez se decida la ubicación precisa de las obras civiles (trazados exactos con
topografía de los tramos de la vía que serán modificados), se considera que el plan de manejo
arqueológico y muestreos arqueológicos recomendados para tener en cuenta durante el programa de
arqueología preventiva y la consecuente prospección arqueológica que sea adelantada en cada Unidad
Funcional, sea realizado mediante un muestreo zonificado de la siguiente manera:
Cuando las obras civiles se adentren en los terrenos de las propiedades ubicadas a orillas de la
carretera, es decir, cuando las obras traspasen los límites de los cercados y perturben terrenos
sanos o con alteraciones menores (agricultura), se deberán realizar muestreos mediante pozos
de sondeo, revisiones de superficies y de perfiles, teniendo en cuenta que en las zonas de
potencial alto la intensidad deberá ser mayor (se sugiere muestreos cada 20mts), en las zonas
de potencial medio se sugiere realizar muestreos cada 30mts, y en las zonas de potencial bajo
se sugiere realizar muestreos cada 50mts. Cabe anotar que estos terrenos requerirán de
monitoreos arqueológicos durante las labores de construcción de las obras civiles. Cabe anotar
que todo terreno externo a la vía y empleado para obras civiles anexas al proyecto como:
campamentos de obra, depósitos o almacenamiento de materiales, parqueaderos de
maquinaria, ZODMES, etc., que perturben nuevos terreno que se encuentren sanos, deberán
implementar prospecciones arqueológicas sistemáticas y rigurosas.
Cuando las obras civiles NO excedan los cercados existentes, es decir, cuando no impacten
nuevos terrenos y sean realizadas en las angostas franjas de terreno existentes entre la vía
(pavimento o canales) y los cercados que corren paralelos a la carretera, NO se recomienda
realizar una prospección mediante muestreos sistemáticos ya que las condiciones de alta
perturbación de dichas franjas de terreno no justifican la implementación de, por ejemplo,
pozos de sondeo, pruebas de garlancha, etc. Para estas franjas de terreno SI se recomienda
realizar monitoreos arqueológicos de las obras civiles y la revisión de los perfiles de suelos que
queden expuestos durante las obras.
Para las fases de Prospección, y desarrollo del Plan de Manejo Arqueológico consecuente, se considera
indispensable realizar presentaciones arqueológicas formales a los habitantes de la zona y operarios
del proyecto. Se deberán realizar varias presentaciones de divulgación del Patrimonio Cultural a la
mencionada comunidad. Esta labor estaría a cargo del arqueólogo responsable de la fase en curso y la
Interventoría ambiental y/o social pertinente.