Caracteres Del Acto

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Investigar los siguientes temas

1) Caracteres del acto administrativo 


A. Presunción de legitimidad 
B. Ejecutividad
C. Ejecutoriedad 
D. Estabilidad 
E. Obligatoriedad 
F. Irretroactividad 
G. Impugnabilidad 
2) Investigar cuál es la normativa aplicable a los actos administrativos en la Provincia de Misiones. 

1 La presunción de legitimidad.

La norma Civil establece que “Los actos anulables se reputan válidos mientras no
sean anulados y sólo se tendrán por nulos desde el día de la sentencia que los
anulase.”
A ese argumento normativo civilista cabía agregar otro de índole lógica: si un acto
tiene un vicio que no es manifiesto o aparente, es plausible que deba
considerárselo, en principio y provisoriamente (hasta que una autoridad
competente resuelva lo contrario), legítimo; si, en cambio, el vicio es claro y
evidente, no podría presumirse que el acto es válido.
Se trata, como su mismo nombre lo indica, de una presunción, en virtud de la
cual se supone que el acto dictado por un órgano estatal se ha emitido de
conformidad al ordenamiento jurídico y en ella se basa el deber u obligación
del administrado de cumplir el acto.

Ley 19549, ARTICULO 12.- El acto administrativo goza de presunción de


legitimidad; su fuerza ejecutoria faculta a la Administración a ponerlo en práctica
por sus propios medios -a menos que la ley o la naturaleza del acto exigieren la
intervención judicial- e impide que los recursos que interpongan los administrados
suspendan su ejecución y efectos, salvo que una norma expresa establezca lo
contrario. Sin embargo, la Administración podrá, de oficio o a pedido de parte y
mediante resolución fundada, suspender la ejecución por razones de interés
público, o para evitar perjuicios graves al interesado, o cuando se alegare
fundadamente una nulidad absoluta.

Esta presunción es iuris tantum (es decir que cede y se rompe si se prueba la


invalidez del acto, e incluso si sus vicios son claramente manifiestos). De modo
que se impone al destinatario del acto, la carga de probar la ilegitimidad de éste si
pretende su exclusión del mundo jurídico.

Fundamentos de la presunción de legitimidad


Se FUNDA en el hecho de que si no existiera tal presunción, toda la actividad
estatal podría ser cuestionada con la posibilidad de justificar la desobediencia
como regla normal en el cumplimiento de los actos administrativos,
obstaculizando el cumplimiento de los fines públicos como consecuencia de
anteponer el interés individual y privado al interés de la comunidad.

Efectos
La presunción de legitimidad produce los siguientes efectos jurídicos:
 La legitimidad no necesita declaración: el Estado no necesita declarar que
su actividad es legítima.
 Anulación solo a pedido de parte: la nulidad no puede declararse de oficio
por los jueces salvo los casos de inexistencia.
 Necesidad de alegar la ilegitimidad: el administrado debe peticionar, invocar
o alegar la ilegitimidad en el caso de que ésta exista.
 Necesidad de probar legitimidad: la prueba de legitimidad queda reducida a
los actos anulables, no a los nulos de nulidad absoluta e insanable, que
están excluidos de la presunción de legitimidad.
 Ejecutoriedad administrativa: La presunción de legitimidad es presupuesto
de la posibilidad administrativa de ejecutar el acto, pues el acto que se
presume legítimo tiene obligatoriedad y exigibilidad.
 Instrumentalidad pública administrativa: el instrumento probatorio de los
actos administrativos es un instrumento público

Alcance
Alcance subjetivo : se refiere a todas aquellas personas a las cuales el acto
afecta y no invocan su ilegitimidad.
Alcance objetivo : Sólo los actos administrativos validos y los anulables (nulos
relativos) se presumen legítimos. Los actos administrativos inexistentes o los nulos
absolutamente no se presumen legítimos.

2 Ejecutividad

El acto estatal es de carácter ejecutorio (es decir, el Estado puede hacerlo cumplir
aún contra la voluntad del destinatario y sin intervención judicial).

Se reconoció al acto administrativo como ejecutorio en todos los casos y ello


importaba dos efectos:
1. Que el acto debía cumplirse
2. Que la administacion tenia en sus manos los instrumentos necesarios para
hacerlo cumplir por medio de la coerción, en cuyo caso seria propia si
contaba ella misma con los medios de coerción, o impropia si debía solicitar
a la justicia.
Los actos administrativos tienen fuerza ejecutoria, pero se establece dos
excepciones, a saber :
a. cuando la ley dispusiese otro criterio; o 
b. cuando la naturaleza del acto exigiese la intervención judicial.

La COERCIÓN puede ser:


 DIRECTA: la administración puede forzar al administrado a cumplir con el
acto.
 INDIRECTA: otro tipo de sanciones como multas, clausuras, etc.
 LA ADMINISTRACIÓN TAMBIÉN PUEDE REALIZAR EL ATO POR
CUENTA DEL ADMINISTRADO (en los casos en que debiera hacerlo el
administrado) para asegurarse, de esa forma, que el acto se ejecute.

Ejecutoriedad:

Es la capacidad de la Administración para obtener el cumplimiento de sus propios


actos, sin necesidad de que el órgano judicial reconozca su derecho y la habilite a
ejecutarlos. Para que un acto administrativo sea ejecutorio, tiene que tratarse de
un acto “presumiblemente válido”, que goza de presunción de legitimidad y de
ejecutividad y haya sido notificado. Por último debe ser factible física y
jurídicamente su ejecución.

Clases: la ejecutoriedad puede ser administrativa o judicial. La primera es la regla,


la segunda es la excepción.

Administrativa: es el modo propio y ordinario de ejecución de los actos


administrativos, tanto la emisión como el cumplimiento del acto corresponden a la
administración.

Judicial: si bien el acto emana de la Administración, su cumplimiento le compete


al órgano judicial a instancias de las Administración.

Carácter

Como tal Gordillo señala que no constituye un carácter permanente o propio del
acto administrativo, sino excepcional, se da en casos en que el ordenamiento
jurídico le otorga a la Administración en forma expresa o razonablemente implícita,
ellos no puede suponer a priori y su existencia debe ser demostrada en caso
concreto.

Fundamento

En cuanto a sus FUNDAMENTOS, encontramos:


• fundamento político: reposa en el poder del estado y en el mantenimiento de la
legalidad objetiva que corresponde a la autoridad con función administrativa.
• fundamento legal/jurídico: reposa en la ejecutividad del acto administrativo, la
que a su vez deviene de reconocerlo como presuntivamente legitimo.

La EJECUTORIEDAD puede ser:

PROPIA: cuando la ley le permite a la Adm. dictar el acto y proveer por sí sola
su cumplimiento, a través de sus elementos o medios.

IMPROPIA: cuando el acto emana de la ADm. pero es ejecutado por medio


de una sentencia judicial, es decir, la ejecución del acto la decide el juez.

Es precisamente, la negación de la ejecutoriedad ya que, en tales casos, el acto


carece en sede administrativa de toda fuerza ejecutoria, debiendo acudirse al
órgano judicial para obtener su cumplimiento.

Suspensión de la ejecución:

 Es la garantía otorgada al administrado de la suspensión de la ejecución del acto


administrativo. Es una medida preventiva que arbitra nuestro derecho, que puede
tener lugar por decisión administrativa, judicial o legislativa.

1. Suspensión administrativa: dispuesta de oficio por la misma Administración


o a petición de parte, tiene lugar cuando existen las causales previstas por
el ordenamiento jurídico, debiendo la administración mediante resolución
fundada proceder a la suspensión de la ejecución.

2. Suspensión judicial: Tiene lugar cuando los particulares agraviados por el


acto administrativo peticionen ante el órgano jurisdiccional para impedir su
ejecución.

3. Suspensión Legislativa: Sucede cuando el órgano legislativo puede


disponer de la suspensión de la ejecución del acto administrativo, sea
modificando la ley o disponiendo una amnistía por la ley especifica contra
ciertos actos administrativos de carácter ejecutorio.

Estabilidad
Es la irrevocabilidad del acto de la propia Administración. Es la prohibición de
revocación de los actos que crean, reconocen o declaran un derecho subjetivo,
una vez que han sido notificados al interesado, salvo que extinga en beneficio del
interesado. Los actos son en principio inextinguibles en sede administrativa y solo
impugnable por vía de anulación ante el órgano jurisdiccional.

Requisitos
a. Que se acto administrativo regular: el acto regular no implica acto perfecto,
sino presumiblemente valido, y estable e inextinguible en sede
administrativa.
b. Que de el haya nacido derechos subjetivos: el acto que reconoce un interés
legítimo, interés simple o crea deberes no es estable. Debe tratarse de
derechos subjetivos, nacidos de disposiciones legales o reglamentarias,
conductas predeterminadas por normas y la administración. El derecho
subjetivo seria el limite de la potestad administrativa revocatoria.
La estabilidad funciona en favor del administrado, en la medida en que por
error se le haya reconocido un derecho menor que el que debía
corresponderle, se revocara el acto y reconocerá un mejor derecho.
c. Que sea notificado el interesado: se requiere que el acto se perfeccione
técnicamente con la notificación y produzca consecuentemente efectos
jurídicos.
d. Que no haya ley que autorice su revocación: una ley puede válidamente
modificar el status creado al amparo del acto administrativo. Debe tratarse
de una ley de origen publico y que expresamente autorice la revocación y
se debe indemnizar al particular.

Obligatoriedad 

La doctrina argentina tradicional reconocía al acto administrativo, con variantes


terminológicas y de manera imbricada recíprocamente, una doble característica
proveniente ab initio del derecho francés: a) que debe cumplirse (préalable) y b)
que la administración tenía a su disposición los medios necesarios para hacerlo
cumplir por medio de la coerción directa o indirecta.

La regla general es que las intervenciones sobre la propiedad o la libertad de los


individuos no las puede disponer ni menos actuar la administración, sino que debe
hacerlo la justicia.
El modo normal de ejecución forzosa de un acto administrativo, cuando avanza
sobre la libertad de los individuos o la propiedad lato sensu de las personas físicas
o jurídicas, es con la debida intervención judicial que controle que el acto es al
menos regular, esto es, válido o anulable pero jamás nulo o inexistente.

Ejercicio de la fuerza y potestad de disponerlo


No debe confundirse el ejercicio material, físico, de la fuerza con la facultad de
disponer, ordenar o autorizar su ejercicio ya que si bien por lo general “las
medidas de ejecución son obra exclusiva del Poder Ejecutivo, el Poder Ejecutivo
no puede, en principio, tomar estas medidas más que en virtud de una decisión de
justicia: únicamente el juez tiene la cualidad de autorizar las vías de ejecución.
La razón de ser de la necesidad de intervención judicial es que un juez,
resguardando precisamente la libertad y la propiedad privadas, controle la
legalidad del acto tanto en lo formal como en lo sustancial.

Irretroactividad 

“podrá tener efectos retroactivos –siempre que no se lesionaren derecho


adquiridos– cuando se dictare en sustitución de otro revocado o cuando
favoreciere al administrado”.
La regla es que el acto administrativo no tiene efecto retroactivo, pero hay algunos
casos de EXCEPCIÓN:
1. cuando con ella no se lesionen derechos adquiridos;
2. cuando se favorezca al administrado sin perjudicar a terceros;
3. cuando el acto se dictó especialmente para sustituir a otro acto revocado;
4. cuando se subsana un acto anulable: el saneamiento sólo procede respecto
de aquellos actos que adolecen de una nulidad relativa
5. cuando la retroactividad la ordena una ley de orden público o está pactada
contractualmentec siempre que no afecten derechos patrimoniales ya
incorporados a la esfera jurídica del administrado.

Este principio de no retroactividad constituye una consecuencia de la garantía


genérica de no afectación de los derechos constitucionales que han sido
incorporados al patrimonio del administrado.

Impugnabilidad

es ínsito a su calidad de acto productor de efectos jurídicos directos, que tales


efectos puedan ser controvertidos por el interesado mediante la interposición de
recursos administrativos o judiciales. El acto en sí mismo “irrecurrible” no existe en
un Estado de Derecho, salvo la sentencia judicial que con autoridad de cosa
juzgada cierra definitivamente una cuestión.

Si se reconoce al acto administrativo presunción de legitimidad, exigibilidad, e


incluso ejecutoriedad en algunos casos, esas potestades deben ir acompañadas
de los medios para que el individuo pueda cuestionar y discutir eficazmente la
validez o el mérito del acto que lo perjudica.

En sede administrativa
La impugnación se efectúa a través de los recursos, reclamaciones y denuncias.
siempre debe reconocerse al tercero afectado la facultad de discutir que el acto no
goza de estabilidad por tener tal vicio y que debe ser revocado.
En situaciones en que el acto es irrecurrible administrativamente, sea por haber
sido dictado por el Poder Ejecutivo en situaciones en las que no es procedente el
recurso de reconsideración ni de revisión, sea por impugnar decisiones que de
acuerdo a normas expresas son consideradas definitivas, de todos modos se
admite el derecho a cuestionar la legitimidad del acto interponiendo lo que se
denomina denuncia de ilegitimidad, que si bien no constituye técnicamente un
recurso, es de todos modos una impugnación formalmente admisible en el
procedimiento administrativo.

En sede judicial
cobra plenitud de aplicación la garantía de la defensa en juicio, que no puede
conculcarse sin grave lesión constitucional.
La característica básica y esencial de los actos administrativos es: la posibilidad
amplia de discutirlos y atacarlos ante la justicia y la potestad amplia de los jueces
para revisarlos y anularlos si son contrarios a derecho

En sede arbitral internacional


Cabe destacar los tratados de inversiones extranjeras, que con criterio amplio y
aplicable a estos supuestos, otorgan una instancia arbitral internacional.

2 La LEY I N° 89, Antes Ley 2970 dice:


ARTÍCULO 1.- Esta Ley regirá la actividad administrativa Provincial, centralizada y
descentralizada. Se aplicará asimismo en los organismos de la Constitución, a las
personas públicas no estatales y a las personas privadas cuando ejerzan función
administrativa por autorización o delegación estatal.

También podría gustarte