Libro Derecho Comercial I - Cap2

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Nociones de Derecho Comercial

Manuel Coronado

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2018


II

DERECHO A EJERCER EL COMERCIO


Orientaciones Unidad II
La unidad está diseñada para que el participante conozca el fundamento legal del comercio
en el país. Se recomienda analizar los artículos 50 y 62 de la constitución y dedicar de 30 a
40 minutos por espacio de una semana a la lectura y realización de la autoevaluación y las
actividades señaladas. También visitar las páginas de la Cámara de Comercio y Producción, la
DGII y el Ministerio de Trabajo.

Competencias:
1-El participante, al concluir la unidad, interpreta la el derecho a ejercer el comercio, para
diferenciar los actos de comercio de las operaciones de compra y venta.

2-Identifica la base legal a aplicar para el ejercicio del comercio en el país, la capacidad del
comerciante y su clasificación, para actuar apegado a la ley.

3-Conoce las condiciones a cumplir por el menor y la mujer a fin de poder ejercer el comercio,
para poder asesorar a sus clientes respecto que quien puede ejercer o no la actividad mercantil
de manera legal.

4-Identifica las normas y leyes que favorecen a la mujer comerciante, así como la condición
que deben cumplir los ciudadanos extranjeros para ejercer el comercio en el país, para con ello
garantizar el ejercicio legal del comercio, conforme a la cuota de participación femenina, como
de los nacionales de otros países que invierten en la Republica Dominicana.
Esquema de contenido de la Unidad II

2. Derecho a ejercer el comercio


2.2. La capacidad
2.2.1. Clasificación de la capacidad
2.3. Capacidad para comerciar
2.4. La capacidad del menor para ejercer el comercio
2.5. Condición para el menor ejercer el comercio
2.6. Condición de la mujer para ejercer el comercio
2.7. Leyes y normas que favorecen a la mujer para su desarrollo integral
2.8. Condición de los extranjeros para ejercer el comercio en la R.D.
2.9. La interdicción como limitación para ejercer el comercio.
Nociones de Derecho Comercial

2. Derecho a ejercer el comercio

Según la Constitución dominicana (2010), en principio y haciendo uso del sentido común,
toda persona que se encuentre en pleno goce y disfrute de sus derechos civiles y políticos, y
sus facultades mentales, puede ejercer el comercio. No discrimina entre un ciudadano nacional
o extranjero.

Por analogía, según el artículo 43 de la Constitución dominicana, sobre los derechos civiles y
políticos, todo ciudadano tiene derecho al libre desarrollo de la personalidad sin más limitaciones
que las impuestas por el orden jurídico y los derechos de los demás. Debe entonces entenderse
que el ejercer el comercio conforme a lo establecido en la ley, se constituye en un medio para
el desarrollo de su personalidad. Siendo este a su vez un fin del estado.

Acorde con este concepto se encuentra el artículo 50 de la misma Constitución, el cual establece
la libertad de empresa. Lo que quiere decir que el ejercicio del derecho constitucional de la
libertad de empresa, se conjuga con el derecho de ejercer el comercio.

Finalmente, el artículo 62, también de la Constitución, establece el derecho al trabajo; Indicando


además que el trabajo es un derecho, un deber y una función, lo que sin lugar a dudas también
es el derecho a ejercer el comercio.

En tal sentido, toda persona que se encuentre en pleno estado de goce y disfrute de sus
derechos civiles y políticos, tendrá derecho a ejercer el comercio.

2.2. La capacidad

Para la Real Academia de la Lengua Española (1713), capidad es el conjunto de condiciones


intelectuales para el cumplimiento de una función o el desempeño de un cargo. Lo que hace
pensar que la capacidad está totalmente relacionada con la aptitud.

Desde el punto de vista jurídico, el término capacidad se refiere a la aptitud para ser titular de
derechos y obligaciones; de ejercitar los primeros y contraer los segundos en forma personal y
comparecer a juicio por propio derecho.

Otra acepción jurídica de capacidad, se refiere a la habilidad legal de cerrar ciertos actos, tales
como la celebración de un contrato.

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UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

La capacidad es una condición de la personalidad, de donde solo la persona podrá tener


capacidad; es por eso que algunos jurisconsultos han confundido el término.

Lo mismo aplica para la diferenciación entre capacidad de goce y de ejercicio. Se puede tener
capacidad de goce mas no de ejercicio; un ejemplo perfecto es el caso de los menores que
son propietarios de un bien inmueble. Aunque tienen derechos sobre la propiedad, no pueden
ejercitar ese derecho vendiéndola o arrendándola.

En el Código civil dominicano (1884), el artículo 1108 establece que para que un contrato
tenga efecto, la capacidad de contratar debe estar presente entre los contratantes. Según la
doctrina de Henry Capitant, capacidad es la aptitud para gozar de un derecho o para ejercerlo.
El artículo 1108 ya mencionado, informa que para ser parte de un contrato, o más bien, para
que éste surta los efectos jurídicos que tiene como mérito, las partes se tienen que encontrar
en plena habilidad de gozar del poder de hacer un acto jurídico.

Esta regla es reforzada y apoyada por el artículo 1123 del mismo Código Civil, el cual propone
que cualquiera puede contratar, si no está condicionado, limitado o declarado incapaz por la
ley. Es el caso de los menores de edad, los sujetos de interdicción cuando la ley lo expresa,
y generalmente todos aquellos a quienes la ley ha prohibido hacerlo. En consecuencia, la
capacidad es la regla y la incapacidad, el estado de excepción.

Los hermanos Mazeaud establecen que es importante evitar toda confusión entre capacidad y
algunas nociones muy próximas a ella. Aunque la capacidad tenga efectos en una persona no
debe equipararse con la personalidad jurídica. Mientras la capacidad consiste en poder ejercer
derechos, la personalidad abarca la habilidad de ser sujeto de derecho.

Puede haber una persona jurídica incapaz. Por ejemplo, un niño recién nacido, registrado en
la Oficialía del estado Civil, tiene calidad de existencia jurídica propia y ser sujeto de derecho,
pero es incapaz de participar en las convenciones, según lo establecido en el artículo 1123 del
Código Civil, precedentemente dicho. 

Asimismo, hay que diferenciar la incapacidad y el simple hecho de no tener derecho. Es posible
que una persona no pueda alegar un derecho, no porque el legislador se lo prohíba, sino
sencillamente porque no es el titular de él. Tal es el caso, de una pareja casada bajo el régimen
comunidad de bienes que no puede gozar propiamente de sus ingresos, porque la comunidad
matrimonial es titular de ese derecho. Esto no implica que cada parte sea incapaz, sino que
simplemente no es titular. 

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Nociones de Derecho Comercial

La incapacidad

El Código Civil dominicano (1884), distingue la incapacidade de obrar y las incapacidades de


goce. Dentro de la incapacidade de obrar se encuentran las naturales y las legales.

El ejercicio de un derecho de que se es titular está prohibido a una persona que es incapaz de
obrar. Las incapacidades naturales de obrar afectan alinfans, o al niño y al demente, porque
son incapaces de manifestar una voluntad y ser parte de un contrato. Éstas no se encuentran
establecidas en la ley. Las incapacidades legales de obrar afectan a determinadas personas
que la ley dispone como son menores, sujetos de interdicción, y todo aquél a que la ley haya
prohibido.

La incapacidad de goce restringe a una persona del derecho de contratar, incluso por medio
de un representante. La persona se ve prohibida a llegar a ser titular de un derecho o unos
derechos determinados. No solo afecta al ejercicio del derecho, sino al derecho en sí mismo.
Por ejemplo, un menor de edad tiene capacidad de obrar por medios establecidos por la ley
como la representación de un tutor, pero tiene una incapacidad de goce ya que en legislador en
los Artículos 903 y 904 del Código Civil los detiene de realizar una donación.

Efectos de las incapacidades

La ley 659 sobre actos del estado civil de las personas (1944), indica que el titular que conlleve
un acto jurídico con la incapacidad de obrar resultará en la nulidad relativa del mismo. La
incapacidad natural equivale a una ausencia total de consentimiento y solamente puede ser
demandada por aquél que la ley ha querido proteger, como, por ejemplo, al demente. Por otro
lado, las incapacidades de goce tienen como consecuencia la nulidad absoluta o relativa, según
se base en materia de orden público o de interés privado. 

Veamos, los menores de edad están prohibidos de contraer matrimonio sin el consentimiento
de los padres, según la ley 659 sobre Actos del Estado Civil. Debido a que son incapaces
de obrar, esta incapacidad legal de obrar puede ser demandada en nulidad por aquellos que
prestaron su consentimiento para que se lleve a cabo el acto. La misma ley refleja la incapacidad
de los dementes cuando dice que el acto de matrimonio no podrá ser realizado si una de las
partes o las dos sean dementes.
Una vez más, mencionamos que el propósito del derecho, y más aún del efecto de la nulidad
de un acto, tienen como propósito conservar y promover el orden social con la mayor libertad
individual posible, sin quebrantar las buenas costumbres y el orden público.

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2.2.1. Clasificación de la capacidad

Una primera clasificación la constituye la capacidad política y la capacidad civil.

La capacidad política pertenece al derecho público y la capacidad civil es de orden privado,


siendo ambas capacidades independientes la una de la otra.

Otra clasificación de capacidad es:


Capacidad de derecho: Esta se refiere al goce de los derechos. En principio, todas las personas
son capaces de derecho. La capacidad de hecho: Se refiere al ejercicio de los derechos. No
todas las personas tienen capacidad de hecho absolutas, como es el caso, en algunos países de
los menores impúberes, los dementes o las personas por nacer.

Para obtener la capacidad de ejercicio deben cumplirse ciertos requisitos que la ley señala, los
cuales son: Poseer la mayoría de edad, estar en pleno goce y disfrute de sus derechos civiles y
políticos y no haber sido declarado interdicto por un tribunal competente o alguna ley especial
por la comisión de algún hecho. Entones, la capacidad para comerciar es una condición de
goce y disfrute, cuya condición es exclusiva de la persona, lo que quiere decir entonces que
todo hombre o mujer que cumpla con esta condición, tendrá la capacidad para comerciar.

2.3. La capacidad para comerciar

El Código de Comercio dominicano (1884), asegura que la capacidad jurídica se refiere a


la aptitud de una persona para ser titular de derechos y obligaciones; de ejercer o exigir los
primeros y contraer los segundos en forma personal y comparecer a juicio. La capacidad jurídica
permite crear, modificar o extinguir relaciones jurídicas de forma voluntaria y autónoma.

La capacidad jurídica está íntimamente relacionada con la voluntad, entendiéndose esta como la
facultad psíquica que tiene el individuo o persona para elegir entre realizar o no un determinado
acto, y depende directamente del deseo y la intención de realizar un acto o hecho en concreto.
Tiene relación también, con la capacidad que tiene la persona para tomar decisiones sin estar
sujeto a limitaciones; libremente, sin secuencia causal ni imposición o necesidad.

Capacidad Jurídica o de derecho: es el grado de aptitud que tiene la persona para ser titular
de derechos y obligación. Toda persona humana, cualesquiera que sean las circunstancias,
condiciones individuales, o su dignidad personal, en tanto que es sujeto de derecho, tiene
capacidad jurídica, o sea capacidad de ser titular de relaciones jurídicas; por lo tanto, su

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Nociones de Derecho Comercial

incapacidad jurídica será siempre relativa. Concebida así, la capacidad de derecho acompaña a la
persona desde el nacimiento hasta la muerte, y es igual en todos y para todos, sin graduaciones
ni modificaciones.

El artículo 1 del Código de Comercio, expresa: “Son comerciantes todas las personas que
ejercen actos de comercio y hacen de él su profesión habitual”. Por su parte, la jurisprudencia
dominicana indica, la calidad de comerciante no puede ser atribuida sino a quien reúne las
condiciones legales relativas a aquella. Es cierto que, cuando dicha persona se ha presentado
en actos y documentos, sean estos bajo firma privada o públicos con esa calidad, es a ella a la
que corresponde hacer la prueba contraria de la situación creada por sus propias actuaciones
y declaraciones, es decir, que de otro modo provocaría situaciones incompatibles con el
verdadero fin de la justicia. 1937. B.J. 320, p.155.

Otra jurisprudencia señala que la profesión de negociante, si se comprueba mediante


certificación de la Dirección General de la Cédula que el demandado tiene la profesión de
negociante, se presume que toda operación se hace en interés de su comercio, hasta prueba en
contrario. Octubre 1981. B.J.752, p.2077

Y otra jurisprudencia narra que un acto de comercio, según la teoría de lo accesorio, que
aun cuando una convención no tenga, por su naturaleza, carácter comercial, basta que esté
relacionada con la explotación de un comercio y sea el accesorio de éste, para que dicha
convención adquiera un carácter comercial respecto del comerciante que la suscribió. En la
especie juzgada se trataba, según la parte recurrente, de un “contrato de locación de inmueble
con promesa de venta, es decir, un contrato esencialmente civil”. 15 julio 1932. B.J.264, p.11.

El artículo 50 de la Constitución señala la libertad de empresa, y dice: el Estado reconoce y


garantiza la libre empresa, comercio e industria. Todas las personas tienen derecho a dedicarse
libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más limitaciones que las prescritas
en esta Constitución y las que establezcan las leyes, sigue diciendo que no se permitirán
monopolios, salvo en provecho del Estado. La creación y organización de esos monopolios se
hará por ley. El Estado favorece y vela por la competencia libre y leal y adoptará las medidas
que fueren necesarias para evitar los efectos nocivos y restrictivos del monopolio y del abuso de
posición dominante, estableciendo por ley excepciones para los casos de la seguridad nacional;

También expresa que el Estado podrá dictar medidas para regular la economía y promover
planes nacionales de competitividad e impulsar el desarrollo integral del país. Concluye
resaltando que el Estado puede otorgar concesiones por el tiempo y la forma que determine
la ley, cuando se trate de explotación de recursos naturales o de la prestación de servicios
públicos, asegurando siempre la existencia de contraprestaciones o contrapartidas adecuadas
al interés público y al equilibrio medioambiental.

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UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Esta realidad del ejercicio de un derecho fundamental establecido en la Carta Magna, se debe
conjugar con el artículo 62 de la misma Constitución, el cual citamos: el trabajo es un derecho,
un deber y una función social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado. Es finalidad
esencial del Estado fomentar el empleo digno y remunerado. Los poderes públicos promoverán
el diálogo y concertación entre trabajadores, empleadores y el Estado. En consecuencia, el
Estado garantiza la igualdad y equidad de mujeres y hombres en el ejercicio del derecho al
trabajo. Nadie puede impedir el trabajo de los demás ni obligarles a trabajar contra su voluntad.
En conclusión, para comerciar, lo correcto es hacerlo apegado a la disposición de la ley.

Ahora bien, al jurista le interesa conocer cuándo una persona puede actuar válida y eficazmente
en derecho, y cuáles son los efectos del acto o negocio realizado con capacidad deficiente o sin
ella. Para poder examinar estas cuestiones es preciso sacar a la luz las diversas acepciones que
se esconden bajo el término capacidad, y deslindarlo de una serie de conceptos íntimamente
ligados a ella.

También se debe considerar que tradicionalmente se han venido distinguiendo dos especies de
capacidad en la persona individual: capacidad jurídica y capacidad de obrar, veamos cada una:

a) La capacidad jurídica se presenta como aptitud para ser titular de relaciones jurídicas, o lo
que es lo mismo, sujeto activo o pasivo de derechos y obligaciones. Esta capacidad se define
como un atributo de la personalidad, y desde una perspectiva estática; de modo que es una,
igual para todos los hombres, uniforme. También es indivisible, en el sentido de que no caben
grados ni modificaciones; es así mismo abstracta, sin que pueda diferenciarse según el acto
o negocio concreto, ya que se predica por igual para toda actuación jurídica. Acompaña a la
persona desde que nace hasta su muerte, y es inherente a ella, de modo que sólo se pierde con
ésta.

b) La capacidad de obrar se define como la aptitud para ejercitar relaciones jurídicas. Esta
capacidad se contempla desde una perspectiva dinámica, como posibilidad no ya de ser titular
de relaciones jurídicas, sino de actuar válidamente por sí en derecho. No es uniforme, sino
contingente y variable y admite graduaciones, de manera que carece totalmente de ella el recién
nacido, la tiene limitada el menor emancipado y la disfruta plenamente el mayor de edad.

De manera que para ser capaz no basta con la capacidad jurídica, sino que además es necesario
tener conocimiento y voluntad; y puesto que estas cualidades no las tienen todas las personas
en el mismo grado, tampoco gozarán de la misma capacidad de obrar. En buena técnica
jurídica se debe precisar que la capacidad de obrar deriva del estado civil de las personas y no
de sus condiciones naturales de conocimiento y/o voluntad. El derecho tiene en cuenta estas

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Nociones de Derecho Comercial

condiciones para asignar un específico estado civil, y la capacidad del individuo dependerá
directamente de éste.

De esta manera, el conocimiento del estado civil del sujeto releva la necesidad de comprobar
en cada caso concreto sus condiciones de madurez, ya que bastará con saber cuál sea su estado
civil para de esta manera determinar su capacidad de obrar.

Esto vale como regla general, sin perjuicio de que en determinadas ocasiones sea necesario
fijarse en las circunstancias personales del sujeto (por ejemplo, cuando se atiende a «sus
condiciones de madurez», «suficiente juicio», en relación con los menores).

Capacidad general y capacidad especial

La capacidad general hace referencia a la posibilidad de actuar válidamente en la totalidad de


los actos y negocios jurídicos, prescindiendo de su clase y naturaleza.

La capacidad especial, que es aquella que el ordenamiento exige en supuestos concretos


atendiendo a la específica naturaleza o efectos propios de un acto o negocio determinado, sin
que por ello se entienda que el sujeto es incapaz, simplemente no podrá realizar con eficacia
un determinado acto jurídico. Esta capacidad puede significar tanto una ampliación de los
requisitos exigidos por la capacidad general (como es el caso, por ejemplo, de la adopción, en
que no basta la capacidad que otorga el status de la mayoría de edad).

En cuanto a la capacidad natural, esta es sinónimo de condiciones psíquicas adecuadas. Para


realizar un acto concreto, además de la capacidad de obrar, es necesario que el sujeto se
encuentre en situación normal de entender y de querer. Así, el acto realizado por un mayor de
edad en estado de sonambulismo o de embriaguez, no será válido por falta de consentimiento.

De manera general sostienen positivamente las diferentes legislaciones en materia de comercio,


todo aquel que tenga capacidad legal para el ejercicio habitual de la actividad productiva laboral,
la cual sea pagada por quien la requiera o la necesite, y que además ese que la ofrece cuente con
la edad ordenada por la ley y no tenga limitaciones de tipo natural o legal será beneficiario de
la capacidad para comerciar.

Por otra parte, también se debe entender la capacidad para comerciar, como la condición legal
que se exige como requisito para adquirir la calidad de comerciante, lo cual significa que el
individuo tenga capacidad legal para contratar. En tal sentido, el comercio engendra relaciones
jurídicas; el comerciante celebra contratos y contrae obligaciones. De ahí, la necesidad de que
esté dotado de capacidad.

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2.4. La capacidad del menor para ejercer el comercio

En la legislación nacional cualquier actuación realizada por un menor se considera irregular. El


menor no cuenta con capacidad para contratar. Por consiguiente, no podrá ser comerciante el
menor y para este ejercerlo de manera legal, debe ser emancipado.

2.5. Condición para que el menor ejerza el comercio formal

El legislador ha establecido (2) condiciones como excepción, para que el menor pueda
ejercer la función de comerciante y ellas son la emancipación y el matrimonio.

La emancipación es la condición otorgada por el tribunal de primera instancia en materia civil


a un menor, por solicitud del padre, madre o consejo de familia para que este pueda ejercer un
tipo de comercio. Por su parte, el artículo 476 del Código Civil establece que el matrimonio del
menor produce de pleno derecho su emancipación.

Retomando la emancipación, el artículo 477 del Código Civil dice que el menor, aunque no
esté casado, puede ser emancipado por su padre, y a falta de éste, por su madre, cuando haya
cumplido los quince años. Bastará para realizar esta emancipación, que el padre o la madre
presten declaración ante el Juez de Paz, acompañado de su secretario.

El artículo 478 del Código Civil (Modificado por la Ley 4999 del 19 de septiembre de 1958;
G.O. 8287) indica que el menor, huérfano de padre y madre, podrá también, (pero únicamente
después de haber cumplido los dieciséis años), ser emancipado, si lo juzga capaz el consejo
de familia. En este caso, la emancipación nacerá del acuerdo que la haya autorizado, y de la
declaración que el Juez de Paz, como presidente del consejo de familia, haga en el mismo acto
diciendo: El menor queda emancipado.

Establece el artículo 479 del código civil que cuando el tutor no haya practicado ninguna
diligencia para emancipar al menor a quien el artículo anterior se refiere, y uno o varios
parientes o afines de aquel, primos hermanos o en grado más próximo, lo consideren capaz de
ser emancipado, podrán pedir al Juez de Paz que convoque el consejo de familia para acordar
sobre aquel punto. El Juez de Paz deberá acceder a esta solicitud.

En tanto que el 480 señala que las cuentas de la tutela se darán al menor emancipado,
acompañado al efecto de un curador nombrado por el consejo de familia y el 481 dice que
el menor emancipado otorgará los arrendamientos cuya duración no exceda de nueve años;
recibirá sus rentas; dará recibos y ejecutará todos los actos de pura administración, sin que

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Nociones de Derecho Comercial

pueda pedir restitución por esos actos en todos los casos en que no pueda pedirla el que haya
cumplido la mayor de edad.

Por su parte, el artículo 482 precisa que el menor no podrá intentar acciones inmobiliarias, ni
contestar a las que en este punto se entablen contra él, ni aun recibir y dar cartas de pago de un
capital mueble sin la asistencia de su curador, el cual, en el último caso, velará sobre el empleo
que se dé al capital recibido.

Ordena el artículo 483 que bajo ningún pretexto podrá el menor emancipado tomar dinero a
préstamo sin un acuerdo previo del consejo de familia, aprobado por el tribunal de primera
instancia, después de oír éste el dictamen fiscal.

Por su parte el 484 puntualiza que el menor tampoco podrá vender ni enajenar sus bienes
inmuebles, ni ejecutar más actos que los de pura administración, sin observar las formas
prescritas al menor emancipado. Respecto a las obligaciones que haya contraído por compra
o en otra forma, podrán reducirse en caso de exceso: en esta parte los tribunales tomarán en
consideración las condiciones de la fortuna del menor, la buena o la mala fe de las personas
que con él hubieren contratado, y la utilidad o inutilidad de los gastos hechos.

El 485 indica que si los contratos hubieren sufrido reducción, en virtud de lo dispuesto en el
artículo anterior, podrá ser privado del beneficio de la emancipación, siguiendo para ello las
mismas formas que tuvieron lugar para conferírsela. En tal sentido el artículo 486 sostiene que
desde el momento en que se revoque la emancipación, entrará nuevamente en tutela el menor,
y quedará sujeto a ella hasta que cumpla la mayoría de edad.

Finaliza el artículo 487 del mismo código indicando que el menor emancipado que se dedique al
comercio, está reputado como mayor de edad a los efectos de los hechos relativos al comercio
mismo.

B) El matrimonio

El artículo 487 del código civil establece que el menor emancipado que se dedique al comercio,
está reputado como mayor de edad a los efectos de los hechos relativos al comercio mismo.
Al respecto, el menor no emancipado que contrae matrimonio, corre con la misma condición
de adulto; posee la condición natural para ejercer el comercio y solo debe cumplir con las
condiciones de capacidad.

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2.6. Condición de la mujer para ejercer el comercio

Según la investigadora Wanda Méndez, durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina
fueron promulgadas una serie de leyes que favorecían o afectaban a las mujeres, pero tenían
un carácter circunstancial, debido a que el fin primordial del dictador era obtener ventajas
políticas y personales. Las juristas que han estudiado el tema consideran que Trujillo quiso que
se aprobaran leyes que colocaran al país entre los más modernos de la región, en los cuales veía
o le informaban que había avances.

La abogada Martha Olga García, presidenta de la Corte de Apelación de Niños, Niñas y


Adolescentes de San Cristóbal, le atribuye a esas legislaciones aprobadas durante la tiranía un
carácter coyuntural e interesado. “Trujillo era un dictador, cada cosa la hacía en una coyuntura
que le conviniera a él. Era fuerte para determinar hasta dónde una ley era suficientemente
amplia y cuándo tenía que estrechar”, resalta.

Apunta que mientras le reconoció a la mujer el derecho al voto, poco después promulga otra
ley que la perjudicaba. Citó la reforma a la ley de divorcio, con el único objetivo de establecer
como una de las causas de la separación legal, la no procreación, para poderse divorciar de su
segunda esposa.

Puso como ejemplo también la ley 390, que le reconoció una serie de prerrogativas civiles a las
mujeres, pero no le fueron otorgadas hasta tanto a Trujillo se le presentara alguna coyuntura de
la cual pudiera sacar ventajas. Ese hecho lo constituyó el genocidio de los haitianos, en 1937,
por lo cual, en opinión de la abogada, Trujillo estaba siendo cuestionado a nivel del continente,
había perdido toda credibilidad y necesitaba hacer creer que su base de apoyo nacional era
suficientemente amplia.

Pero sostiene que hubo momentos en que cualquier ley que se aprobara con respecto a las
mujeres adolecía de un vacío grande, porque los abogados formados antes de 1961 no tenían
las herramientas sociológicas ni de ciencias políticas para poder juzgar si se adaptaba o no a
las necesidades reales del país.
Trujillo y las mujeres
“Quiso coquetear, agasajar en momentos determinados y por circunstancias muy especiales
emitió algún decreto, alguna modificación de una ley, que en cierto sentido beneficiaban a

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Nociones de Derecho Comercial

las mujeres”, enfatiza la abogada Mercedes Lora. Cuando Trujillo quería confabularse con la
mujer, subraya, le “hacía cosas bonitas de manera circunstancial, pero la vida seguía igual”.

Los grupos feministas que surgieron luego de terminado el régimen lograron modificaciones
de las legislaciones discriminatorias a la mujer. Los artículos discriminatorios que pueden
persistir, dice Lora, están incluidos ahora en el proyecto de modificación del Código Civil, que
se discute en el Congreso. 

Con el paso del tiempo la República Dominicana ha modificado y actualizado las leyes que
de una u otra forma limitaban el ejercicio de la mujer y la mujer casada de participar en
las actividades sociales, de comercio, profesional y productivas en sentido general en que
ellas como ser social podían realizar, pero estaban obligadas a no participar en vista de las
limitaciones que la propia ley les imponía.

En ese orden y gracias a la madurez y civilidad alcanzada por los legisladores y los grupos de
presión existentes en el país, se ha dado paso al establecimiento del estatus de igualdad de la
mujer en el país para que pueda ejercer, no solo del comercio, sino también toda la actividad
que ella desee incursionar en igual condición que el hombre.

2.7. Leyes y normas que favorecen a la mujer para su desarrollo integral

A) En el derecho civil

El código civil vigente en la República Dominicana, es el código civil francés del año 1804,
adoptado en el país mediante decreto del 4 de junio del año 1845. Desde esa fecha hasta hoy
solo se han hecho modificaciones parciales a ese instrumento jurídico.

Dentro de esas modificaciones parciales, se encuentran varias leyes que han contribuido a
cambiar la situación jurídica de la mujer, en cuanto al reconocimiento y ejercicio de sus derechos
civiles y políticos, desde el derecho de patria sobre sus hijos menores de edad, derecho a
decidir y disponer sobre su patrimonio, hasta la administración conjunta de los bienes de la
comunidad matrimonial.

Otros derechos vinculantes a la mujer, relativos a la familia, a los niños niñas y adolescentes,
como la filiación, el patrimonio familiar, el reconocimiento de la familia natural, los cuales
atañen tanto al hombre como a la mujer, pero por el rol de estas instituciones y el desempeñado
por las mujeres recaen sobre estas últimas. Dentro de estas leyes, las más significativas han sido
los siguientes:

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La ley 189-01 del 22 de noviembre del año 2001: Esta es una de las leyes más importantes que
en el ámbito del derecho civil se ha dado en el país en los últimos años, con relación a cambiar
la condición jurídica de la mujer casada en la administración y disposición tanto del patrimonio
común en el matrimonio, como de los bienes de esta en caso de matrimonio con separación
de bienes.

Mediante esta ley se modificó y derogó gran parte de los artículos del código civil que
discriminaban la mujer casada en la administración de sus bienes propios y los bienes de
la comunidad matrimonial, los que conferían al marido la potestad marital sobre la mujer,
las cláusulas de limitación para la mujer casada sin comunidad de administrar sus propios
bienes, la formación de la comunidad matrimonial pasivamente, con los cuales las mujeres
permanecían en la más absurda desprotección e injusticia en el código civil.

Los artículos de código civil modificados con esta ley 189-01 fueron: 1388, 1409,1412, 1419,
1421, 1422, 1423, 1424, 1449, y 1469 y los derogados fueron: 1410, 1413, 1415, 1417, 1420,
1426, 1427, 1428, desde 1463 hasta 1466, desde 1492 hasta 1495, 1530 y 1531. Además esta ley
derogó de manera expresa todas las leyes o disposiciones que les sean contrarias a ella.

Ley 136-03 “Nuevo código para la protección de niños, niñas y adolescentes” que sustituye la
ley 14-94 “antiguo código para la protección de niños niñas y adolescentes”.

Este código define el sistema de protección y derechos fundamentales de niños, niñas y


adolescentes, y establece los principios que permiten el reconocimiento de los derechos y
el poder para reclamar el cumplimiento y respeto de estos. De igual manera, se resaltan los
derechos humanos, los derechos y obligaciones del padre y de la madre para con sus hijos
menores de edad; define las obligaciones del Estado con los menores en edad protegidos,
conforme lo previsto por la Constitución de la República y los convenios internaciones
vinculantes.

Si bien es cierto que el objeto de estas leyes ha sido el menor de edad, no es menos cierto que en
ella se recogen varios reclamos de la mujer dominicana durante muchos años, se modificaron
y derogaron varios artículos del Código Civil. Derogó y modificó casi en su totalidad las
leyes 985 sobre filiación natural, la ley 855 de 1978 sobre la autoridad compartida del padre
y de la madre, y reconoce jurídicamente las uniones consensuales como familia, el derecho
de estas uniones para adoptar, la igualdad de los hijos nacidos fuera del matrimonio con los
nacidos dentro del matrimonio, en lo concerniente a los derechos de sucesión respecto del
padre. También mejoró sustancialmente el contenido de la antigua ley 2402 sobre obligación
de alimentos de los hijos menores de edad, entre otras.

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Nociones de Derecho Comercial

Ley de divorcio: Se modificó en 1934 para incluir como causa la no procreación.

Decreto 583 de 1934: Estableció el voto de ensayo de la mujer, con un valor plebiscitario,


encaminado a obtener la opinión positiva o no de la población para que se le reconociera el
derecho de elegir y ser elegida en la reforma a la constitución.

La ley 390 del año 1940, mediante la cual la mujer dominicana adquirió plena capacidad para
el ejercicio de sus derechos civiles, “. Registrada y publicada en la gaceta oficial No. 5535, de
fecha 18 de diciembre del 1940 y que al día de hoy también ha sido objeto de reformas.

Ley 279 sobre maternidad fecunda, 1941: Instituyó el premio Julia Molina, para reconocer
las madres que tuvieran más de 10 hijos, aprobada en honor a la madre de Trujillo.
Constitución de 1942: Estableció que “son ciudadanos los dominicanos de uno u otro sexo
mayores de edad y los que sean o hubieran sido casados, aunque no hayan cumplido esa edad”.

Ley 391 de 1942: Creó la cédula personal de identidad para mujeres, que no tenían.

Ley 659 de 1944, sobre actos del estado civil, la cual instituyó lo relativo al registro de los actos
del Estado civil de la persona: matrimonio, nacimiento, divorcio y defunción, esta es vinculante
con relación al establecimiento de la filiación mediante la acción de judicial.

Ley 985 de 1945 modificó varios artículos del código civil relacionados con la filiación natural
paterna. Posteriormente fue derogada mejorando su contenido en todas sus partes por las
leyes 14-94 y 136-03 “Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes”.

Ley 855 del año 1978, mediante la cual la mujer obtiene el reconocimiento de sus derechos
sobre sus hijos menores de edad en igualdad de condición que el padre. Publicada en la gaceta
oficial No. 9478, de fecha 23 de junio del 1978 ya ha sido derogada por las leyes 14-96 y 136-
03 “Código de Niños, Niñas y Adolescentes”.

Ley 1306-Bis de 1954 sobre la disolución del matrimonio mediante el procedimiento de


divorcio, mediante la cual la mujer tiene el derecho de demandar en divorcio en la misma
condición que el hombre por una de las causas establecidas en esta ley.

70
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Además, garantiza a las mujeres el derecho de defensa durante el proceso de divorcio y el


derecho a reclamar una pensión hasta que concluya el proceso de divorcio. Esta ley amerita ser
revisada, para mejorar la situación de la mujer, no para limitar los derechos obtenidos en ella.

Orden ejecutiva No. 201 del 28 de agosto de 1918, gaceta oficial No. 2939-A, que concede a la
mujer el derecho de ejercer la abogacía. Se confiere a la mujer dominicana el derecho a ejercer
la abogacía cuando haya llenado los requisitos legales exigidos, y tenga los diplomas necesarios
para ello. Se deroga todo lo que sea contrario a esta orden.

Ley 1024. Sobre constitución bien de familia inembargable. Registrada y publicada en la gaceta
oficial 4025, de fecha 24 de octubre del año 1928 y sus modificaciones mediante la ley No.
5610 del 25 de agosto de 1961, registrada y publicada en la gaceta oficial No. 8599.

Mediante esta ley puede constituirse como bien de familia, es decir, inembargable, cualquier
bien inmueble propiedad de la familia del patrimonio común o individual de la pareja. Sin
embargo, es importante tener presente que esto beneficia a la mujer como parte integral de
la familia, pero que ella de manera individual no tiene poder de disposición de ese bien, salvo
cumplimiento de las formalidades previstas en la ley.

Ley 339, del bien de familia. registrada y publicada en la gaceta oficial No. 9096 de fecha 30
de agosto del 1968. Mediante esta ley los inmuebles: casas, apartamentos o parcela mediante
la reforma agraria que el Estado transfiera en propiedad a los particulares, quedan declarados
pleno derecho bien de familia, y por tanto no pueden transferirse salvo las situaciones que
plantea la Ley o mediante autorización del Poder Ejecutivo.

Sentencia de la Suprema Corte de Justicia del 17 de octubre del año 2001. Esta sentencia es
muy importante para la mujer. Mediante ella se admite la reclamación civil por daños morales
incoada por una concubina a raíz de la muerte de su compañero en un accidente de tránsito.

Esta sentencia constituye el precedente jurisprudencial y la antesala de reconocimiento de los


efectos civiles de las uniones consensuales, concubinato o unión de hecho como se le llama
indistintamente, que es lo que falta a estas uniones para quedar jurídicamente establecida.

La convención de Ginebra sobre los efectos civiles de raptos de menores: Es de


importancia vital para la mujer dominicana la reciente aprobación por el Congreso Nacional
de esta convención. Facilitará a cientos de mujeres dominicanas que han sido despojadas de
manera ilegal de la guarda y cuidado de sus hijos menores de edad procreados con persona de
otra nacionalidad agilizar su procedimiento y servirá además de instrumento para orientar a
otras mujeres en condiciones semejantes.

71
Nociones de Derecho Comercial

Proyecto de nuevo Código Civil: El cual, según voces públicas, existe y reposa en el
congreso nacional desde el año 1999, este propone modificar el artículo 35 de la ley 1306-Bis
sobre divorcio para que la mujer pueda contraer nuevas nupcias inmediatamente después de
pronunciado el divorcio.

También faculta a la mujer divorciada a contraer nupcias inmediatamente después de haber sido
pronunciada la sentencia de disolución de su matrimonio, ya que en la legislación actual (código
civil), la mujer debe esperar diez (10) meses –300 días- para contraer un nuevo matrimonio.

B) En el código de comercio

Es importante revisar este código y adecuarlo a la realidad en donde la mujer ejerce el comercio
en las mismas condiciones que el hombre, adecuarlo al lenguaje y revisar principalmente lo
concerniente a los artículos 557 a los 565 relativos a los derechos de las mujeres, en el cual se
refiere a los efectos de la quiebra del esposo comerciante.

Ley 3-02, del 18 de enero del 2002. Sobre registro mercantil que obliga a los comerciantes
casados a declarar el contrato de matrimonio en la oficina de registro mercantil. Modifica
además algunos aspectos relacionados con la quiebra en lo referente a los derechos de las
mujeres.

Proyecto de código de comercio: Reposa en el congreso nacional, desde el año 2000.

C) En el derecho laboral

Declaración universal de los derechos humanos y constitución de la República: Conforme


la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 23, la Constitución de
la República y el Código de trabajo vigente en nuestro país, la mujer y el hombre tienen los
mismos derechos, deberes, oportunidades y obligaciones para el trabajo, salvo las disposiciones
especiales previstas en los artículos 231 al 240 y 243 de dicho Código, las cuales tienen como
propósito fundamental la protección a la maternidad.

Estas disposiciones regulan la terminación del contrato de trabajo cuando la trabajadora está
embarazada, las condiciones de trabajo de estas, el descanso antes y después del parto, durante
el período de lactancia y el primer año posterior al parto.

Ley 16/92. Código de Trabajo de la República Dominicana. Promulgada por el poder


ejecutivo en su última revisión, del día 29 de mayo de 1992 y sus modificaciones.

72
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Ley 103-99. Sobre las(os) trabajadoras(os) domésticas(os). Modifica los artículos 263 y 264 del
código de trabajo, octubre 10 del 1999. Publicada en la Gaceta oficial 10029, del 15 de octubre
de 1999.

El trabajo doméstico asalariado regulado por el código de trabajo en sus artículos desde el
258 al 265 modificado por la ley 103-99, establece el derecho a todo trabajador o trabajadora
doméstica a dos semanas de vacaciones pagadas al término de cada año de servicio, el pago de
salario de navidad al 31 de diciembre de cada año y el descanso semanal de 36 horas. Esto sin
distinción por género, tanto para el hombre como para la mujer.

Es importante destacar que cuando el trabajo doméstico se realiza en lugares donde se


comercializa con alimentos, bebidas, habitaciones, como es caso de los hoteles, restauran,
comedores, cafeterías, oficinas, etc., no es considerado un trabajo doméstico y se regula como
un contrato de trabajo igual que los demás con los mismos beneficios. La denominación y las
condiciones de trabajo doméstico, es solo para las casas de familia.

Tanto la mujer como el hombre tienen igual derecho a invocar la terminación del contrato de
trabajo con responsabilidad para el empleador, invocando además de una de las condiciones
previstas en el artículo 88: invocar el acoso sexual, así como también a querellarse penalmente
contra un superior, compañero o compañera por acoso sexual en el lugar de trabajo, esto
último en virtud de lo establecido en la ley 24-97 que modificó el código penal e introdujo el
acoso sexual en el trabajo como un delito penal, pudiendo ejercer este derecho en igualdad de
condiciones tanto la mujer como el hombre.

La discriminación en el trabajo o rehusar contratar, sancionar o despedir una persona de


su lugar de trabajo por cualquier hecho que pueda resultar discriminatorio, como es el caso
de exigir presencia física, edad, color, ideas religiosas o políticas, procedencia social u otras
vinculantes, cualquiera de esta es considerada discriminatoria y está sancionado conforme lo
previsto por los artículos 336, 336-1, y 337 del código penal modificado por la ley 24-97.

Si bien el acoso sexual y la discriminación forman parte del ámbito del derecho penal, guardan
una vinculación estrecha con el ámbito del derecho del trabajo que es su causante por lo que
aparece en ambos.

No existen ninguna disposición legal que establezca diferencias entre hombres y mujeres en el
ámbito del trabajo salvo las relativas a la maternidad, cualquier otra diferencia es inconstitucional
e ilegal y constituye discriminación conforme se explica precedentemente.

Resolución No. 3592, del 30 de junio de 1953, que aprueba los convenios laborables 79,
98 y 100, y la igualdad de remuneración entre la obra de mano masculina y la mano de obra

73
Nociones de Derecho Comercial

femenina por un trabajo de igual valor. Gaceta oficial No. 7584 No. 3592. Visto en el inciso 15
del artículo 33 de la constitución de la República.

Convenio No. 100 de la Organización Internacional del Trabajo, convocada en


Ginebra el 6 de junio de 1951. La expresión de igualdad de remuneración entre la mano de
obra masculina y la femenina por un trabajo de igual valor designa las tasas de remuneración
fijadas sin discriminación en cuanto al sexo. Este principio se deberá aplicar por medio de la
legislación, y cualquier sistema de remuneración establecido o reconocido por la legislación, o
contratos colectivos entre empleadores y trabajadores o por acción conjunta.

Resolución No. 2-94 del 15 de enero del 1994. Acoge la solicitud de denuncia del convenio
No. 89 de la organización internacional del trabajo, sobre el trabajo nocturno de la mujer.
gaceta oficial No. 9878.

El código de trabajo vigente derogó todas las prohibiciones que afectan a la mujer en lo
referente al trabajo nocturno y el Convenio 171 de la OIT del 1992 que regula el trabajo
nocturno de los asalariados sin distinguir diferencias entre los sexos, por lo que el Convenio
No. 89 de la OIT que contrapone las disposiciones anteriores, fue declarado mediante esta
resolución. Este convenio No. 89 de la OIT contemplaba en su artículo 3 “que las mujeres sin
distinción de edad no podrán ser empleadas durante la noche en ninguna empresa industrial,
pública o privada, ni en ninguna dependencia de esta empresa, con excepción de aquellas en
que estén empleados los miembros de una misma familia.”

D) En el derecho penal:

En los últimos diez años la mujer dominicana ha logrado eliminar casi en su totalidad la
desigualdad por razones de género del código penal, así como también el establecimiento de
figuras jurídicas al respecto, lo cual ha sido posible principalmente por la lucha desarrollada
por la mujer dominicana para el reconocimiento de sus derechos, esto ha hecho posible que
el Estado Dominicano ratifique las convenciones y acuerdos internacionales relacionados con
los derechos de la mujer y en ese sentido adecuar la ley nacional. Las leyes más significativas
han sido:

Ley 137-03 sobre “Tráfico ilícito de migrantes y trata de personas” la cual sanciona todo tipo
tráfico con la persona humana. Castiga a quienes obtengan beneficios de la entrada o salida del
país de una persona para que ejerza la prostitución, incluyendo penas en años de reclusión y
pecuniarias con rangos que dependen de la posición o cargo de la (s) persona(s) que promuevan
esta actividad así como por la edad de la persona y el tipo de acción que le induzcan y las
consecuencias posteriores (enfermedades, escenas atentatorias al pudor y buenas costumbres,
etc.).Los que violen esta ley quedan excluidos de la libertad provisional bajo fianza.

74
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Ley 88-03, que crea las casas de acogidas para las mujeres e hijos víctima del delito de violencia
domestica e intrafamiliar.

Ley 24-97, que modificó el código penal, mediante la cual se tipifica la violencia de género,
violencia doméstica, intrafamiliar, violación sexual, agresiones sexuales, violación sexual entre
pareja, discriminación, acoso sexual, el respeto a la intimidad de las personas, el derecho a
una orden de protección por la mujer víctima de violencia, la sanción a las torturas y actos de
barbarie.

Ley 605/95. Ratifica la convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la


violencia contra la mujer (Belem do Pará). Estas leyes persiguen condenar las diferentes formas
de discriminación y violencia contra la mujer, crear medios apropiados para dirigir políticas
orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la discriminación, violencia contra la mujer y crear
medios efectivos para ejecutar políticas públicas al respecto.

E) En las políticas públicas para la equidad de género

Ley 42-01 “Ley general de salud” que derogó la ley 4471 de 1956 (código de salud pública),
la cual establece como grupos prioritarios a las mujeres, principalmente las embarazadas, los
niños, niñas, ancianos y discapacitados. Además, enfatiza todo lo relacionado a la educación
para la salud, el derecho a la información, concede prioridad a la atención materno infantil y la
prevención de la morbi-mortalidad. Esto último está contemplado en varias legislaciones. (Ver
arts. 30,31, 41 a la 59 ley 41-01).

Ley 87-01 que crea el sistema dominicano de seguridad social y modifica varios aspectos de la
ley 1896 sobre el seguro social general. En esta se establecen el campo de acción que incluye
los riesgos por enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y muerte y las categorías de los
ocupados que deben estar comprendidos en lo denominado seguro obligatorio, la maternidad,
los beneficios a los que tienen derecho las aseguradas en el embarazo, parto y puerperio. (Ver
artículos 132 y 134 ley 87-01 50 de la ley 1896).

En la creación del sistema de seguridad social se establece el concepto de universalidad en el


tratamiento igualitario a todos los dominicanos y dominicanas, se señala la participación de
ambos géneros en los consejos y comités operativos, así como la inclusión como beneficiarias
del régimen de subsidio como pensiones a las madres solteras, desempleadas y con hijos
menores de edad que carecen de recursos, el subsidio por maternidad y el establecimiento
de las estancias infantiles para los hijos de las trabajadoras desde los 45 días de nacidos ( Ver
artículos 132 y 134 ley 87-01).

75
Nociones de Derecho Comercial

Ley 19-01 de febrero del año 200,1 mediante la que se instituye el defensor del pueblo, el
cual tiene como objetivo esencial salvaguardar las prerrogativas personales y colectivas de
los ciudadanos y ciudadanas plasmadas en nuestra Constitución. En caso de ser violadas
por funcionarios de la administración pública. Así mismo deberá velar por el correcto
funcionamiento de la administración pública, a fin de que esta se ajuste a la moral, a las leyes,
convenios, pactos, tratados y principios generales del derecho.

Esta ley establece la designación de un defensor adjunto para conocer asuntos de la mujer. Es
importante para la política de género en el sentido de que además de ser política general del
Estado, contribuye a la institucionalización del reclamo de los derechos de las mujeres desde
las perspectivas de género.

Ley 8-95 que declara la lactancia materna como prioridad nacional, al considerarse fundamental
para el desarrollo de la infancia y la disminución de la mortalidad infantil. Este aspecto es
apoyado en el código de trabajo y el de salud, donde existen disposiciones sobre la atención
materno infantil y la mencionada ley de seguridad social.

Ley 88-03 que crea las casas de acogidas para las mujeres e hijos víctima del delito de violencia
domestica e intrafamiliar.

Ley 66-97 de educación, que garantiza el derecho de todos los habitantes del país a la misma, en
su artículo 5 dice “formar personas, hombres y mujeres libres, críticos y creativos…” y “educar
para el conocimiento de la dignidad y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. De la
interpretación de esta ley se entiende que el sistema de educación en el país debe ser exclusión
y con contenido de género en todos los contenidos temáticos.

Ley 55-97 sobre reforma agraria, contempla una justa distribución de parcelas y una idónea
selección de agricultoras y agricultores escogidos de acuerdo a las disposiciones de esta ley.
En ella se detalla el apoyo que debe regir desde las instituciones del Estado que inciden en el
Sector Agrícola, con los/as parceleros /as, en términos de crédito, educación, organización
administrativa, asistencia en el mercadeo, almacenamiento y vivienda. La misma sustituye la
No. 58/79 en donde solo los hombres tenían derecho a una parcela del Instituto Agrario
Dominicano.

F) En la administración pública

Como consecuencia del reclamo constante de las mujeres dominicanas y los compromisos
asumidos con la comunidad internacional al ser signatarios de varios acuerdos y convenios
internacionales sobre la garantía y el respeto al ejercicio de sus derechos por parte de las mujeres, el

76
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Estado Dominicano en los últimos años ha ido creando la plataforma legislativa hacia lo que debe
ser una política clara y coherente tendente a erradicar la desigualdad jurídica, la violencia contra
la mujer y su integración plena e igualitaria en la sociedad. Se han dictada varias leyes, decretos y
reglamentos. Entre las de mayor impacto están:

Ley 86-99: Mediante esta se crea en el año 1999 la Secretaría de Estado de la Mujer, eleva en
el ámbito ministerial la dirección general de promoción de la mujer (DGPM. Se conforma
como el organismo responsable de establecer las normas y coordinar la ejecución de políticas
públicas, planes y programas en el ámbito sectorial, interministerial y con la sociedad civil,
dirigida a lograr la equidad de género.

La ley 61-93 declara el 25 de noviembre de cada año como día de la no violencia contra la
mujer, recordando a las hermanas Mirabal.

Los decretos 30-13, 68-94 y 66-95 que crean la Medalla al Mérito, el comité de mortalidad
materna con la finalidad de estudiar, investigar, analizar y divulgar las causas y factores asociados
a la mortalidad materna ocurrida en el país. Con el decreto 66-95 se crea la comisión de
coordinación y apoyo a los acuerdos de la cuarta conferencia mundial de la mujer, celebrada en
Beijing China, la cual debe promover los preparativos de la conferencia y elaborar los informes
nacionales sobre la situación de la mujer, así como dar seguimiento a los acuerdos de la misma.

G) En los derechos políticos:

De manera general los derechos políticos están sustentados en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, en el pacto de los derechos civiles y políticos, en la Constitución de la
República Dominicana, así como en los tratados y acuerdos internacionales vinculantes.

Ley 275-97: Ley electoral que avala el derecho a elegir y ser elegido, conferida en la Constitución
quien proporciona a las y las ciudadanas /os el ejercicio del voto para aquellos cargos públicos
que rigen la nación. Registrada y publicada en la gaceta oficial No. 9970 de fecha 21 de diciembre
del. En la Constitución queda conferido para los ciudadanos y las ciudadanas el ejercicio del
voto para aquellos cargos públicos que rigen la nación.

Ley 12-00 del 2000 modifica su artículo 68, sustituyendo la proporción del 25.0% a 33.0%
cuando se traten de los cargos de diputados como asignación de la mujer a los mismos. Igual
proporción se incluirá para los cargos municipales, exceptuando el de Síndico.

Ley 13-2000. (Modifica la ley 3455 del 21 diciembre del 1952, de organización municipal en los
artículos del 5 al 12. Ley 2 –03 que modificó el artículo 115 de la ley electoral relativo al padrón

77
Nociones de Derecho Comercial

electoral, en donde se anota que en cada colegio electoral habrá una lista de electores con los
nombres de los (las) ciudadanos (as) con derecho al voto.

La ley 13-2000 amplía la ley 3455 de organización municipal al introducir el párrafo II en el


artículo 5, donde se especifica que en la boleta electoral municipal de todos los partidos debe
incluirse una mujer en los puestos de síndico o vice-síndico.

2.8. Condición de los extranjeros para ejercer el comercio en República. Dominicana.

Los extranjeros son libres para ejercer el comercio, según lo que se hubiere convenido en los
tratados con sus respectivas naciones, y lo que disponga las leyes que regulen los derechos y
obligaciones de los extranjeros. Los extranjeros comerciantes, en todos los actos de comercio
que intervengan, se sujetarán a las leyes mercantiles dominicanas.

Las sociedades legalmente constituidas en el extranjero, que se establezcan en la República


o tengan en ella alguna agencia o sucursal, podrán ejercer el comercio sujetándose a las
disposiciones especiales del código de comercio en todo cuanto concierna a la creación de sus
establecimientos dentro del territorio nacional, a sus operaciones mercantiles y a la jurisdicción
de los tribunales de la nación.

2.9. La interdicción como limitación para ejercer el comercio

La interdicción es la prohibición u oposición que un tribunal de primera instancia le impone


por sentencia a una persona. Con frecuencia la interdicción recae sobre una persona con un
estado mental deficiente. La interdicción debe ser solicitada al tribunal de primera instancia
de la jurisdicción que corresponda. Debe estar acompañada de los documentos suficientes y
competentes probatorios de dicha condición.

En otra perspectiva, la interdicción es un procedimiento sumario y de tramitación sencilla,


cuyo objetivo es atribuir a una persona física o jurídica la posesión de un determinado.

Diversos autores establecen que la figura jurídica de la interdicción se puede utilizar como
protección ante cualquier agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica
posesión. Por lo general es empleado en el caso de ruidos, olores, etc. que impidan a una
persona disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea un proceso al que se recurre en
ocasiones para obligar a paralización de obras cercanas o de otras actividades molestas (salas
de fiestas, etc.) para el propietario de un inmueble.

78
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

Por su parte el artículo 489 del código civil indica que el mayor de edad que se encuentre en un
estado habitual de imbecilidad, enajenación mental o locura, debe estar sujeto a la interdicción,
aunque aquel estado presente intervalos de lucidez. El 490 indica que cualquier pariente puede
solicitar la interdicción de su pariente. Lo mismo puede hacer cualquiera de los cónyuges
respecto al otro.

En tanto que el 491 señala que, en el caso de locura, si no se ha solicitado la interdicción por
el cónyuge o los parientes, debe ser pedida por el fiscal, el cual, en los casos de imbecilidad o
de enajenación, puede también solicitarla contra una persona que no esté casada o no tenga
parientes conocidos.

Para tales casos, el artículo 492 señala que las demandas de interdicción se presentarán ante
el tribunal de primera instancia. Desde el artículo 493 al 512 del código civil son establecidas
las condicionantes para el ejercicio de la indicada figura jurídica de limitación del ejercicio del
comercio.

Por su parte el artículo 493 del Código Civil establece que se articularán por escrito los hechos
de imbecilidad, enajenación mental o locura, y los que soliciten la interdicción presentarán los
testigos y documentos de prueba. En tanto que el tribunal ordenará que el consejo de familia,
convocado en la forma determinada en la sección cuarta del capítulo segundo del título de la
menor edad, de la tutela y de la emancipación, informe acerca del estado de la persona cuya
interdicción se pida.

Dice el código también que los que hayan provocado la interdicción no podrán formar parte
del consejo de familia. Sin embargo, el cónyuge o los hijos de la persona cuya interdicción se
solicite, podrán ser admitidos en él, pero sin tener voto.

Recibido el informe del consejo de familia, el tribunal, en cámara de consejo, interrogará al


demandado; si éste no puede presentarse, se le recibirá declaración en su propia casa, en la cual
uno de los jueces comisionado al efecto, se personará con el secretario. En todos los casos el
fiscal presenciará los interrogatorios.

Después del primer interrogatorio, el tribunal, si procede, nombrará un administrador


provisional que cuide la persona y bienes del demandado. La sentencia dada con motivo de
una demanda de interdicción, no podrá pronunciarse más que en audiencia pública, oídas o
citadas las partes.

Explica el artículo 499 del mismo código que al desechar la demanda de interdicción, podrá
el tribunal, sin embargo, ordenar si las circunstancias así lo exigiesen, que el demandado no

79
Nociones de Derecho Comercial

pueda en adelante litigar, transigir, tomar prestado, recibir un capital mueble ni dar de él carta
de pago, enajenar ni hipotecar sus bienes, sin el concurso de un consultor, nombrado en la
misma sentencia. Si se apelare de la sentencia de primera instancia, podrá el tribunal superior,
si lo juzga necesario, interrogar de nuevo o hacer interrogar por medio de un delegado a la
persona cuya interdicción se solicita.

Establece la ley que de toda sentencia que produzca interdicción o nombramiento de


consultor se expedirá copia a solicitud de los demandantes, quienes la notificarán a la parte
que corresponda, y la harán fijar por carteles, dentro de los diez días, en la sala de audiencias y
las notarías del distrito judicial.

Resalta la ley que la interdicción o nombramiento de consultor, producirá efecto desde el


día en que se pronuncie la sentencia. Los actos ejecutados con posteridad por el sujeto a la
interdicción, sin la asistencia del consultor, serán nulos de derecho y los actos anteriores a la
interdicción podrán ser anulados, si existía la causa de la interdicción y era notoria en la época
en que se otorgaron aquéllos.

Ahora bien, después de la muerte de una persona, no podrán ser impugnados por causa de
demencia, los actos por él mismo otorgados, si no hubiese sido declarada su interdicción o
solicitada antes de su muerte, excepto en el caso de que la prueba de la denuncia resulte del
acto mismo que se impugna.

Por lo tanto, si no se apelase de la sentencia de interdicción pronunciada en primera instancia,


o si ésta fuere confirmada, se procederá al nombramiento de un tutor y de un pro-tutor para
la persona objeto de la interdicción conforme a las reglas prefijadas en el título de la menor
edad, de la tutela y de la emancipación. El administrador provisional cesará en su cargo y dará
cuenta al tutor, a no ser que él mismo haya obtenido el nombramiento.

Indica el artículo 506 del código civil que el marido es de derecho, el tutor legal de su mujer
sujeta a interdicción, en tanto que la mujer podrá ser nombrada tutora de su marido. En este
caso el consejo de familia determinará la forma y condiciones de la administración, sin perjuicio
del recurso que ante los tribunales puede entablar la mujer que se considere perjudicada por el
acuerdo de la familia.

A excepción de los cónyuges, de los ascendientes y descendientes, nadie estará obligado a


conservar por más de diez años la tutela de una persona sujeta a interdicción. Concluido

80
UNIDAD II.: DERECHO A EJERCER EL COMERCIO

aquel tiempo, podrá el tutor pedir y deberá obtener su reemplazo. Deja saber la ley civil, que
el individuo interdicto será considerado como menor en lo relativo a su persona y bienes,
aplicándose a estos casos las leyes dictadas sobre la tutela de los menores.

Y por consiguiente, las rentas de la persona objeto de la interdicción, deben principalmente


destinarse a mitigar su suerte y acelerar su curación. Según las circunstancias de su enfermedad
y el estado de su fortuna, podrá disponer el consejo de familia que se le atienda en su domicilio
o se le traslade a un establecimiento de curación, y si fuere necesario, a un hospital. Cuando
se trate del matrimonio del hijo de una persona interdicta, se arreglará la dote, el anticipo a
cuenta de la herencia, y las demás estipulaciones matrimoniales, por medio de un dictamen del
consejo de familia aprobado por el tribunal, previo informe fiscal.

Finalmente señala, que la interdicción cesa con las causas que la determinaron; sin embargo,
no se pronunciará sentencia con este objeto, sin haber observado previamente las mismas
formalidades prescritas para acordarla; el que esté sujeto a la interdicción no podrá recobrar
el ejercicio de aquellos derechos, sino después de haberse pronunciado la sentencia que lo
habilite.

81
Resumen de la unidad II

En esta unidad, se hace contacto con la parte legal del ejercicio del comercio en el país, se
explica el respaldo legal para ejercer el derecho a comerciar y se demuestra en qué consiste
la capacidad del comerciante y su clasificación. De igual modo se evidencia el significado
de la capacidad y condición del menor para ejercer el comercio. También se da a conocer la
condición para que la mujer pueda ser comerciante. Se incluye un listado de normas y leyes
que favorecen a la mujer comerciante en el país. Se indica la condición que deben cumplir
nacionales extranjeros para dedicarse a la explotación de la actividad del comercio en tierras
nacionales, en la última parte, se explica el significado de la interdicción como límites legales
para el ejercicio del comercio en el territorio dominicano.
RESUMEN
Actividades de la Unidad II

1-Define el concepto capacidad, desde el punto de vista legal.


2- ¿Cuáles son los elementos que identifican la capacidad para comerciar?
3- ¿Existe alguna clasificación de la capacidad de la persona? Justifica.
4- ¿En cuáles regulaciones se establece el derecho a ejercer el comercio?
5- Explica los modos en que el menor adquiere la capacidad para ejercer el comercio.
6- ¿Existen algunas condiciones para el menor poder ejercer el comercio? Justifica
7- ¿Exige la ley alguna condición para que la mujer pueda ejercer el comercio? Justifica
8- ¿Deben cumplir los extranjeros alguna condición legal para ejercer el comercio en R.D.?
9- ¿En qué consiste la interdicción como limitación para ejercer el comercio?
10- Enumere (5) cinco legislaciones que favorezcan de manera particular a la mujer en la Rep.
Dom.
Ejercicios de autoevaluación de la unidad II

Responde encerrando la letra F o V.

1-El derecho a ejercer el comercio en cualquiera de sus modalidades, en tanto estas no riñan
con la ley, es un derecho reconocido en el artículo 50 la constitución dominicana V___ F____
2-La capacidad para comerciar se refiere a la habilidad legal de cerrar ciertos actos, tales como
la celebración de un contrato V___ F____
3-La emancipación y el matrimonio son estatus que otorgan a la persona la capacidad para
ejercer el comercio V___ F____
4-La mujer casada o no, posee los mismos derechos en el ordenamiento jurídico dominicano
para ejercer el comercio V___ F____
5- La interdicción es uno de los recursos que existen en el ordenamiento jurídico dominicano
para despojar a una persona de la calidad para comerciar V___ F____
Bibliografía Básica de la Unidad II

1- Lic. Biaggi Lama, Juan Alfredo, Manual de Derecho Comercial Dominicano., Tomo I y II.
2-Código Civil Dominicano (1884)
3-Código de Comercio (1884)
4-Constitución Dominicana (2010)
5-Guyenot, Jean. Curso de Derecho Comercial. Vol. I.
6-Gómez, (hijo) Ubaldo Manuel. Derecho Comercial. Vol. I.
7-Tellado (Hijo). Práctica De Derecho Comercial. Tomo I.

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