Informe Del Habla - Odt
Informe Del Habla - Odt
Informe Del Habla - Odt
Estudiante:
*Valera Angie
*C.I:19.414.391
Introducción:
Los trastornos del habla hacen referencia a todos los trastornos en la mecánica articulatoria y/o rítmica
de la palabra como unidad de la expresión verbal. Los principales trastornos los enumeramos a
continuación: Dislalias: Se manifiesta por la presencia de errores en la articulación de las palabras
debida a la función incorrecta de los órganos del habla sin que haya ningún tipo de lesión ni
malformación de los mismos.
Disfemia: Es un deterioro de la fluidez verbal caracterizado por repeticiones y/o prolongaciones de los
elementos del habla.
DISLALIA
DISGLOSIA
TARTAMUDEZ / DISFEMIA
DISLALIA
El término dislalia corresponde al trastorno en la articulación de los fonemas, o bien por ausencia o
alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma improcedente.
Se trata pued de una incapacidad para pronunciar o formar correctamente ciertos fonemas o grupos de
fonemas. Cuando afecta a varios fonemas el habla del niño suele ser ininteligible, por las
desfiguraciones verbales que emplea continuamente. Las dislalias es el principal motivo de referencia
para muchos logopedas, sobre todo de pacientes con edades comprendidas entre los 4 y los 10 años. La
causa de estos errores puede ser: una dificultad práxica en la precisión, en la combinación o en la
secuenciación de los movimientos articulatorios. Una dificultad discriminativa de los patrones
fonológicos o de los sonidos que caracterizan los fonemas y los diferencian entre sí. Un trastorno
afectivo o emocional, principalmente caracterizado por la persistencia de una actitud propia de un niño
más pequeño. Una combinación de los puntos anteriores.
Las dislalias se pueden producir por diversas causas. Teniendo en cuenta de una forma genérica el
origen de su producción, se hará la clasificación de las mismas. Así podemos clasificar las dislalias en:
DISLALIA EVOLUTIVA: Es aquella fase del desarrollo del lenguaje infantil en la que el niño no es
capaz de repetir por imitación las palabras que escucha, de formar los estereotipos acústico-
articulatorios correctos. A causa de ello repite las palabras de forma incorrecta desde el punto de vista
fonético. Dentro de una evolución normal en la maduración del niño, estas dificultades se van
superando y sólo si persisten más allá de los cuatro o cinco años, se pueden considerar como
patológicas.
DISLALIA FUNCIONAL: Es un defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje, por una
función anómala de los órganos periféricos sin que existan trastornos o modificaciones orgánicas en el
sujeto (disglosia), sino tan sólo una incapacidad funcional. Existe una incapacidad o dificultad en
cualquiera de los aspectos que impiden la perfecta articulación como son la respiración, fonación o la
articulación. La etiología de la dislalia funcional es muy variada, puede a deberse a una escasa
habilidad motora, a dificultades en la percepción del espacio y el tiempo, a la falta de comprensión o
discriminación auditiva, a factores psicológicos, a factores ambientales, hereditarios o por deficiencia
intelectual. Los síntomas son la omisión, sustitución o deformación de los fonemas. En muchas
ocasiones el niño cree que habla bien, sin darse cuenta de sus propios errores, y en otras, aunque sea
consciente de ellos, es incapaz por sí solo de superarlos, creando a veces este hecho situaciones
traumatizantes que dificultan más su rehabilitación. Los tipos de errores que se producen en la dislalia
funcional son: sustitución, que es el error de articulación en que un sonido es reemplazado por otro. La
omisión, que se produce al no emitir un determinado sonido, el niño omite el sonido que no sabe
pronunciar sin sustituirlo por otro. La inserción consiste en intercalar un sonido con otro que no
corresponde a esa palabra. La distorsión es el sonido que se da de forma incorrecta o deformada, pero
que no es sustituido por otro fonema correcto, sino que su articulación se hace de forma aproximada a
la correcta, pero sin llegar a serlo.
DISLALIA AUDIÓGENA: Un elemento fundamental en la elaboración del lenguaje es la percepción
auditiva, siendo necesario para conseguir una correcta articulación el poseer una correcta audición. El
niño que no oye nada, no hablará nada espontáneamente, y el niño que oye incorrectamente, hablará
con defectos. Estas alteraciones de la articulación producidas por una audición defectuosa, se
denominan dislalia audiógena. Las alteraciones que presente en el hala el niño hipoacúsicos,
dependerán de la intensidad de la pérdida de oído que tenga y de la capacidad del niño para
compensarla. Además de dislalia suelen presentar alteraciones de la voz y del ritmo.
DISLALIA ORGÁNICA: Se denomina dislalia orgánica a aquellos trastornos de la articulación que
están motivados por alteraciones orgánicas. Estas alteraciones orgánicas pueden referirse a los órganos
del habla por anomalías anatómicas o malformaciones de los mismos, se tiende a llamarlas disglosias.
También pueden referirse a lesiones del sistema nervioso que afecten al lenguaje, en cuyo caso se
denominan más propiamente disartrias.
REHABILITACIÓN LOGOPÉDICA: En primer lugar es necesaria una exhaustiva evaluación del
niño para conocer cuál es la causa de la dislalia. Para ello se realizará una anamnesis, para conocer
datos que pueden ser relevantes para el diagnóstico e intervención. También se hará una evaluación de
la articulación en repetición, lenguaje dirigido y espontáneo. Se examinará la inteligencia, la
psicomotricidad, la percepción y orientación espacial, la percepción temporal y ritmo, la percepción y
discriminación auditiva, la personalidad y otros exámenes complementarios.
Un posible programa de tratamiento podría ser el siguiente: 1º- tratamiento indirecto dirigido a las
funciones que inciden en la expresión oral del lenguaje: ejercicios respiratorios, de relajación, de
psicomotricidad, de percepción y orientación espacial y temporal, ejercicios de ritmo, de percepción y
discriminación auditiva y ejercicios bucofaciales (praxias). 2º-Tratamiento directo de la articulación y
de su integración en el lenguaje espontáneo: ejercicios articulatorios, utilización del ritmo como medio
de automatización de la articulación correcta, ejercicios de repetición, de expresión dirigida y de
expresión espontánea.
DISGLOSIA
Es una alteración o defecto de la articulación de los fonemas producida por anomalías, congénitas
o adquiridas, en los órganos del habla. Se distinguen disglosia dental, labial, lingual, mandibular
y palatina. Las causas suele ser: malformaciones congénitas craneofaciales, trastornos de
crecimiento o anomalías adquiridas como consecuencia de lesiones en la estructura orofacial o de
extirpaciones quirúrgicas.
Ejemplos de disglosias:
- Labio leporino: es un defecto congénito de las estructuras que forman la boca y que se manifiesta
mediante una hendidura en el labio y/o en el paladar, como resultado de que los dos lados del labio
superior no crecieron a la vez. Varía desde un simple corte en el labio hasta una fisura completa que se
extiende hasta una fisura completa que se extiende hasta la nariz.
Paladar Hendido: es una apertura en el paladar superior que afecta al cielo de la boca con un surco
que puede extenderse hasta el arco dental.
Son anomalías anatómicas que se presentan en el momento del nacimiento y que se produce en el
primer trimestre del embarazo. El labio leporino es una lesión diferente a la del paladar hendido y
debido a que el labio y el paladar se desarrollan separadamente, es posible que un niño tenga una fisura
de labio, de paladar o labio-palatina en sus distintas formas. En estos casos el logopeda es el encargado
de enseñar a los niños a emitir su voz de forma correcta, es decir, les enseñan a hablar. Deben estimular
a los niños, que han sido operados, para que puedan hablar correctamente por medio de ejercicios que
le enseñen a utilizar los músculos del paladar atrofiados. Una de las terapias que se utiliza más
frecuentemente es la terapia miofuncional.
Programa:
- De 0-3 años, se realiza un programa de estimulación del lenguaje, con la participación completa de
los padres.
- De 3-6 años, se produce el inicio y el término del tratamiento del habla.
- Prognatismo: Mal posición del arco mandibular, que se proyecta hacia delante respecto al maxilar y
da lugar a una maloclusión dentaria tipo III.
- Otros: glosectomía (resección quirúrgica, parcial o total, de la lengua), atresia o resección maxilar, el
velo del paladar largo, las agenesias dentarias, la maloclusión dental, tumoraciones, hipertrofia del
tejido adenoide, etc.
REHABILITACIÓN LOGOPÉDICA:
El tratamiento dependerá del tipo de malformación que presente el paciente. Para obtener buenos
resultados en la rehabilitación será necesario que el logopeda realice una exploración exhaustiva de los
órganos bucofonatorios, para averiguar si las estructuras orgánicas relacionadas con el habla son
competentes, teniendo en cuenta la forma, el tamaño y las interrelaciones entre dichas estructuras y sus
funciones.
La TERAPIA MIOFUNCIONAL es una de las más empleadas por los logopedas en estos casos. Es
necesario conseguir entrenar las funciones motoras y neurovegetativas (la respiración nasal, la
masticación, la deglución y la voz), los órganos fonoarticulatorios (labios, lengua, maseteros,
buccinadores, mentoniano, paladar duro, velo del paladar, huesos maxilares o arcadas dentarias) y el
entrenamiento en la articulación del habla.
Es importante tener presente que la rehabilitación logopédica sería poco provechosa sin la colaboración
de otros profesionales (ORL, neurólogo, psicólogo, pedagogo, etc) y por supuesto es absolutamente
necesaria la implicación familiar.
DISARTRIA
El término disartria deriva del griego dys, que significa defecto y arthron, articulación. La disartria es
un trastorno de la expresión verbal causado por una alteración en el control muscular de los
mecanismos del habla. Comprende las disfunciones motoras de la respiración, fonación, resonancia,
articulación y prosodia. El daño puede deberse a diferentes causas antes, durante o después del parto,
como la falta de oxigenación o a algún trauma, o por enfermedades neurológicas de instalación
progresiva en diferentes etapas de la vida como en la enfermedad de Parkinson. Su pronóstico está en
relación con el síndrome neurológico de base, así como el diagnóstico e inicio del tratamiento. El
diagnóstico diferencial se realiza con las dislalias y la afasia motriz aferente. Las manifestaciones de
alerta pueden ser el retardo en el desarrollo del lenguaje: cuando el niño no habla; cuando existe retraso
en el desarrollo psicomotor (demora en sostener la cabeza, sentarse o caminar); o hipotonía (niños muy
flojitos); o dificultades en la alimentación (no succiona, se atora con facilidad), todas ellas muy
relacionadas con los procesos de maduración del sistema nervioso.
Existen varios tipos de disartria:
DISARTRIA ESPÁSTICA: Está afectación es producida por trastornos de la motoneurona superior.
La espasticidad se reconoce por una peculiar resistencia al movimiento pasivo de un grupo muscular.
En la articulación se produce un sonido con mucha tensión muscular. El habla es lenta y parece surgir
con esfuerzo, como si se produjera en contra de una gran resistencia.
DISARTRIA FLÁCIDA: Se produce por una lesión de algún componente de la motoneurona inferior,
lo que supone la alteración del movimiento voluntario, automático y reflejo, produciendo flacidez y
parálisis con disminución de los reflejos de estiramiento muscular. También puede producirse atrofia de
las fibras musculares. En la articulación se produce un sonido con escasa tensión muscular.
DISARTRIA ATÁXICA: Este tipo de disartria se produce por una afectación cerebelosa, el cerebelo
es el que regula la fuerza, duración, dirección y velocidad de los movimientos originados en otros
sistemas motores. La afectación del habla suele presentarse coincidiendo con lesiones cerebelosa
bilaterales o generalizadas. Los músculos suelen estar hipotónicos y los movimientos son lentos e
inapropiados en la fuerza, extensión, duración y dirección. Con respecto a la disfunción laríngea suelen
aparecer aspereza de la voz y una monotonía en el tono con pocas variaciones en la intensidad.
DISARTRIA POR LESIONES DEL SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL: El sistema extrapiramidal
es el encargado de regular el tono muscular necesario para mantener una postura o cambiarla. Organiza
los movimientos asociados a la marcha y facilita el automatismo en los actos voluntarios que requieren
destreza. Las manifestaciones extrapiramidales se manifiestan a menudo en forma de hipocinesia,
apareciendo lentitud y limitación en ña excursión de los movimientos, disminución de los actos
espontáneos y asociados, rigidez, temblor de reposo, así como pérdida de los aspectos automáticos del
movimiento. Estas son las manifestaciones que se presentan en la enfermedad de Parkinson. Pero
también pueden presentase síntomas hipercinéticos en patologías como la corea de Huntington,
atetosis, temblor y distonía, en las que se producen movimientos anormales involuntarios. Aparece
articulación distorsionada, exceso prosódico, insuficiencia prosódica, estenosis fonatoria e
incompetencia resonatoria.
DISARTRIA MIXTA: Este tipo de disartrias poseen patrones de disfunción del habla que combinan
las características de los sistemas motores implicados. Algunas de las enfermedades que se
corresponden con este cuadro son la Parálisis bulbar progresiva o enfermedad de la motoneurona y la
esclerosis múltiple.
TRATAMIENTO LOGOPÉDICO: La rehabilitación consiste en corregir el defecto en la producción
articulatoria de las palabras (omisión, sustitución...), tratando de mejorar la articulación. Será necesario
realizar una correcta evaluación de la disartria, observando el funcionamiento y estado de todos los
órganos y músculos implicados en el habla, observando los siguientes procesos motores del habla:
respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.
TARTAMUDEZ
La tartamudez es una interrupción en la fluidez del habla caracterizada por repeticiones audibles o no,
y/o prolongaciones de los elementos del habla, tales como sonidos, sílabas, palabras y frases. Pueden
ocurrir también otras clases de interrupciones, como los bloqueos, pausas y trastornos en la dicción.
Las interrupciones en la fluidez pueden acompañarse de otras actividades motoras de los órganos del
habla y otras partes del cuerpo. Además, existen, a menudo, un estado emocional que puede variar de
una condición general de excitación y tensión a emociones más específficas, como la ansiedad, la
vergüenza, los sentimientos de inferioridad, etc. Estas emociones específficas pueden acompañarse de
reacciones fisiológicas fuertes, como respiración irregular, cambios en el ritmo cardiaco, etc. También
existe un componente cognitivo intrapersonal, la autoestima de la persona con problemas de tartamudez
llega a considerarse a sí mismo como incapacitado por los trastornos del habla para relacionarse con los
demás. Además existen actitudes negativas hacia la tartamudez, el habla y la comunicación en general.
Finalmente, hay un componente comunicativo interpersonal, que se caracteriza por la interacción
comunicativa trastornada entre el tartamudo y los que le escuchan a nivel verbal, emocional y de
relajación.
Pero, además de la tartamudez, existen otros trastornos de fluidez como la taquifemia o farfulleo, la
disfluencia neurogénica adquirida, la disfluencia psicogénica adquirida, etc:
TAQUIFEMIA: Es un trastorno, tanto del procesamiento del habla como del lenguaje, que se
caracteriza por un habla rápida, disrítmica, esporádica, desorganizada y frecuentemente con errores de
articulación. Las personas que lo padecen son completamente inconscientes de du dificultad y no les
preocupa.
DISFLUENCIA NEUROGÉNICA ADQUIRIDA: Es un problema de fluidez que resulta de una
patología neurológica identificable, en un hablante sin historia de problemas de fluidez previa a la
patología. El tipo de patologías que producen la tartamudez neurogénica son las típicas que pueden
afectar al cerebro: accidentes vasculares, traumatismos craneales, enfermedades extrapiramidales,
tumores, demencia, anoxia, abuso de drogas, o después de intervenciones quirúrgicas por afecciones
cerebrales.
DISFLUENCIA PSICOGÉNICA ADQUIRIDA: Es la que aparece en adultos que no tienen una
historia previa de tartamudez, ni afectación neurológica conocida, que comienzan a tartamudear
después de experimentar aluna circunstancia que les causó intenso estrés psicológico. No varía
dependiendo de la situación, ni se observan intentos de evitarla.
OTROS DESÓRDENES DE LA FLUIDEZ: La disfonía espástica, que se trata de un espasmo en la
musculatura laríngea que produce síntomas similares a la tartamudez. Los laringectomizados, el
síndrome de la Tourette, que es un desorden neurológico caracterizado por la presencia de tics y
movimientos o frases involuntarias.
PROTOCOLO GENERAL DE INERVENCIÓN EN DISFEMIAS: Uno de los criterios
fundamentales a tener en cuenta antes de comenzar la rehabilitación en el paciente disfémico es
establecer si el niño muestra una tartamudez establecida (cuando es consciente del problema), una
tartamudez límite (aparecen señales características como que la cantidad de disfluencias tipo
tartamudez es superior al diez por ciento, hay presencia de tensión muscular y movimientos asociados,
repeticiones rápidas, etc.), o si se trata simplemente de una disfluencia normal. En los adultos damos
por sentado que presentan una tartamudez establecida (el sujeto suele ser consciente de su disfluencia a
los 6- 7 años de edad).
Tartamudez establecida: trabajaremos directamente sobre el habla a la vez que intentaremos eliminar
el estrés ambiental.
Tartamudez límite: como el niño no es consciente de su problema intentaremos modificar los aspectos
ambientales:
-Orientación e información a padres.
-Entrenamiento en habilidades comunicativas a los padres.
-Técnicas operantes de modificación del habla…
Disfluencia normal: orientación e información a padres.
La intervención con adultos, difiere en algunos aspectos a la que se utiliza con los niños que presentan
disfluencia establecida, ya que mientras en éstos influyen más los factores ambientales, en los adultos
lo que predominan son los factores intrapersonales, por lo que parte de la terapia irá dirigida a
esclarecer qué hace, piensa y siente que le ayuda y que no. Existe una gran variedad de técnicas de
intervención para paliar o erradicar la tartamudez.
Ajustes fisiológicos:
Técnicas de articulación
Técnicas de reducción del estrés
Técnicas de retroalimentación auditiva
Farmacoterapia, trabajo con respiración
Control de la velocidad del habla:
Prolongación
Fonación continua
Ritmo
Control instruccional
Control operante: refuerzo castigo
Técnicas para controla el tartamudeo: cancelación, arranque y anticipación…
Pruebas Audiológicas
Existen 2 principales categorías de pruebas audiológicas formales: pruebas fisiológicas y pruebas
conductuales.
Pruebas fisiológicas
Las pruebas fisiológicas incluyen la prueba de respuestas auditivas cerebrales (ABR o BSER), o la
audiometría de emisión oto-acústica (OAE), y la timpanometría. Estas pruebas son funcionales en el
verdadero sentido de la palabra: ellas describen el funcionamiento neurológico o mecánico del sistema
auditivo. No involucran la participación activa de la persona sometida a la prueba. Los audiólogos
pueden plantear hipótesis sobre cómo los resultados de estas pruebas afectarán el uso de información
auditiva por parte de un individuo, pero no hay una correspondencia exacta entre la función
neurológica o mecánica y lo que el individuo puede y no puede hacer con su audición.
Pruebas Conductuales
Las pruebas conductuales requieren la participación del individuo sometido a la prueba. Las pruebas
conductuales más comunes utilizan tonos puros. Los tonos puros son sonidos generados por una
máquina. Estos sonidos están muy controlados en cuanto a tono y volumen. Los tonos puros no existen
en la naturaleza. Incluso las notas musicales individuales no son tonos puros. Todos los sonidos
naturales, especialmente el habla, contienen una combinación de diferentes frecuencias (tono) de
variada intensidad (volumen). Durante las pruebas de tonos puros, los audiólogos tratan de encontrar el
umbral del sonido para un individuo a diversas frecuencias. El umbral es el nivel de intensidad donde el
sonido justo puede ser detectado. No hay una correspondencia exacta entre los umbrales auditivos y lo
que el individuo puede hacer con su audición, pero es importante usar las pruebas de tonos puros como
punto de partida para hacer predicciones que servirán de base para recomendar cierto tipo de audífono.
También son necesarios procedimientos muy similares a las pruebas de tonos puros para la inserción de
implantes cocleares durante el procedimiento conocido como mapeo.
Se pueden hacer llegar tonos puros al oído a través del aire, usando audífonos o altoparlantes, o a través
de conducción ósea, lo que involucra ubicar un vibrador especial en la cabeza. Las diferencias en los
umbrales de la conducción de aire y la conducción ósea entregan información a los audiólogos y
médicos sobre qué parte del sistema auditivo podría estar experimentando dificultades.
Existe otro tipo de prueba conductual que nunca se ha administrado a muchos estudiantes con
sordoceguera. En lugar de usar tonos puros, se usa el habla. Usando el habla, el audiólogo puede
determinar:
• el umbral de detección del habla (qué tan alto debe ser el volumen del habla para que la persona
simplemente la detecte),
• el umbral de recepción del habla (qué tan alto debe ser el volumen de un tipo especial de
palabras de 2 sílabas antes de que el individuo pueda identificar correctamente una proporción
específica de ellas), y
• discriminación del habla (qué porcentaje de palabras con un volumen fijo puede identificar
correctamente un individuo).
Lamentablemente, la medida más similar al “mundo real”, en las pruebas de discriminación del habla
(especialmente cuando se realizan en presencia de ruido), es también la más difícil. Esto se debe a que
el individuo sometido a la prueba debe ser capaz de repetir palabras, escribir palabras o mostrar dibujos
de las palabras. Las pruebas de discriminación del habla son muy importantes para determinar el tipo
correcto de audífono y para el ajuste continuo del componente procesador del habla de un implante
coclear. Muchos niños con discapacidades múltiples importantes no pueden ser sometidos a pruebas de
discriminación del habla.
Una vez más, no hay una correspondencia exacta entre estas pruebas audiológicas formales y el uso
diario de la audición. Entonces, ¿Por qué realizar estas pruebas?
Tanto las pruebas fisiológicas como las conductuales fueron diseñadas para entregar información
específica sobre el sistema auditivo. Las condiciones bajo las cuales son administradas y el tipo de
entrada usada son cuidadosamente controlados, de modo que los resultados de las pruebas de una
persona puedan ser comparados con las pruebas de otra persona. Y para que el desempeño en una
prueba en un día pueda ser comparado con el desempeño en la misma prueba otro día. Esto nos da la
oportunidad de analizar la integridad del sistema auditivo con poca consideración de otros factores,
como la habilidad cognitiva o física, según sea posible. La ventaja de esto es que podemos identificar
dónde puede existir un problema en el sistema auditivo. Esto tiene implicancias médicas muy
importantes y por esta razón, las pruebas audiológicas formales solas no deben ser reemplazadas
con pruebas informales. Los dos tipos de pruebas son complementarías.
Las pruebas formales permiten una evaluación cuidadosa de los audífonos y el ajuste de los implantes
cocleares. Finalmente, aunque las pruebas de tono puro realizadas en una cabina de pruebas
audiológicas constituyen una situación auditiva diferente que tratar de sostener una conversación en un
automóvil, las pruebas de tono puro pueden entregar una predicción aproximada del éxito de esa
conversación. Las pruebas fisiológicas y conductuales nos entregan un punto de partida muy
importante.
La audiometría tonal
La audiometría es el término utilizado para describir la medición formal de la capacidad de audición.
La medición o prueba se realiza generalmente mediante un “audiómetro” por un “audiólogo”.
La audiometría es una prueba subjetiva – no es una medición objetiva. Depende de que la persona
presione un botón o levante la mano, cuando escucha un tono. La cooperación es necesaria.
Se utilizan unos cascos para utilizar la vía aérea de transmisión de sonido, en un ambiente sin ruidos
(en España, la legislación exige que se realice la prueba en una cabina o sala insonorizada).
En la audiometría tonal, la audición se mide en frecuencias que van desde las frecuencias bajas o
graves (250 Hz) a los tonos altos o agudos (8000 Hz). Esto es sólo una parte de todo el rango auditivo
humano, que se extiende entre 20 y 20.000 Hz. Sin embargo la mayoría de los audiómetros están
diseñados de manera que no pueden ir tan bajo o alto como el oído humano.
El método básico de la audiometría de tono puro o tonal es presentar una serie de tonos en un oído,
cerca de umbral (la sonoridad que la persona apenas puede detectar), y seguir bajando la intensidad en
pasos de 10 dB hasta que la persona deja de responder. Entonces se vuelve a subir en pasos de 5 dB
hasta que la persona empieza a responder de nuevo. Esto se hace convencionalmente en las frecuencias
de 250, 500, 1000, 2000, 4000 y 8000 Herzios. El proceso se realiza en ambos oídos.
Las respuestas proporcionadas durante la prueba para cada oído se representan en un gráfico llamado
audiograma. El oído derecho por lo general se representa en rojo, y como una ‘x’, y el izquierdo en azul
como un círculo. El audioprotesista o audiólogo puede decidir incluir otras anotaciones en el
audiograma como cuando el paciente siente dolor o molestia por el estímulo tonal, si ha utilizado
condiciones especiales como “enmascaramiento” o si la respuesta ha sido vaga.
Una vez terminada la audiometría tonal el audioprotesista debe realizar una audiometría verbal o
logoaudiometría, de la que hablaremos en otro post.
Hasta aquí, el audioprotesista podrá valorar el tipo de pérdida auditiva en función de los decibelios en
los que comienza la audición de los estímulos tonales. La pérdida de audición o hipoacusia es descrita a
menudo de la siguiente manera.
Audición normal:
<25 dB HL (adultos)
<15 dB HL (niños)
Pérdida de audición leve o hipoacusia leve = 25-40 dB HL
Pérdida de audición moderada o hipoacusia moderada = 41-65 dB HL
Pérdida de audición severa o hipoacusia severa = 66-90 dB HL
La hipoacusia profunda = 90 + dB HL
El Weber acumétrico
En caso de una sordera neurosensorial el sonido es percibido por el oído sano o el de mejor audición
(1). En efecto, el estímulo partiendo del centro del cráneo llegará al mismo tiempo a ambas cócleas. La
cóclea dominante (con mejor umbral auditivo) dará una percepción auditiva localizada en su lado. La
cóclea con umbral alterado no proporcionará sensación auditiva.
En el caso de la sordera de transmisión el sonido es percibido por el oído afectado (2): la vibración
provocada por el sonido no necesita pasar por cadena tímpano-osicular. Esta situación se traduce en un
falso efecto de amplificación del oído afectado frente al oído sano contralateral.
El
El habla y la audicion estan estrechamente relacionadas, ambas se complementan para el ser humano
pueda emplear el lenguaje comprensivo y expresivo. Mediante este informe analizamos lo que es el
habla y las patologias que impiden o afectan su desarrollo, lo cual es importante para poder conocer y
dicernir las diferentes afecciones que puede presentar un paciente. Ademas de los metodos formales e
informales que hay para llevar a cabo una evaluación auditiva.