Bioquimica Tomo II - Completo - Parte2
Bioquimica Tomo II - Completo - Parte2
Bioquimica Tomo II - Completo - Parte2
Capítulo
U
na de las características más sobresalientes de los seres vivos es la repro-
ducción, proceso mediante el cual se originan otros seres vivos esencial-
mente idénticos a sus progenitores. En los organismos monocelulares la
reproducción se realiza directamente por medio de la división celular; en
los pluricelulares el proceso es más complejo, pues depende de la existencia de células
especializadas y de un sistema de órganos reproductivos. El hecho de que un organismo
pertenezca a una especie u otra está determinado por el ADN contenido en sus células, por
tanto, el fundamento molecular de la reproducción consiste en el proceso de replicación
del ADN, de manera que los hijos posean la misma información genética que los padres.
La replicación del ADN es el proceso mediante el cual los organismos vivos du-
plican la información genética. Para ello, a partir de una molécula de ADN los seres
vivos generan dos moléculas que son iguales entre sí y asimismo iguales a la que le dio
origen. El mecanismo químico que sirve de base a este proceso es la polimerización de
desoxinucleótidos, en un orden que está determinado por la molécula original. Se trata
de una tarea colosal, si se tiene en cuenta que el ADN de una célula humana contiene
aproximadamente siete mil millones de pares de bases en el ADN que forma parte de
sus cromosomas.
La replicación del ADN es uno de los mecanismos moleculares más complejos de
la naturaleza viva, pues no solo se trata de la síntesis de moléculas gigantes, sino que
el proceso debe transcurrir con un alto grado de fidelidad, de manera que las moléculas
nuevas sean idénticas a aquella que les dio origen. Varios son los mecanismos implicados
en lograrlo.
Por otra parte, la replicación del ADN debe ocurrir solamente una vez durante la
vida de la célula, pues de lo contrario se producirían fenómenos que pondrían en riesgo
la supervivencia celular. De esto se infiere la existencia de mecanismos reguladores que
aseguren que el proceso tenga lugar una y solo una vez durante el ciclo de vida celular.
Por todo lo anterior, no es de extrañar la participación en el proceso de un número
considerable de proteínas, muchas veces en forma de complejos multimoleculares.
En este capítulo se hará una descripción lo más pormenorizada posible de los
mecanismos moleculares de la replicación, teniendo en cuenta, además, que existen
aspectos que no están totalmente aclarados.
Antecedentes
El comienzo del estudio experimental de la replicación del ADN se puede ubicar
en 1953, cuando, después de publicar su célebre trabajo sobre el modelo molecular del
ADN, James D. Watson y Francis H. Crick plantearon una hipótesis para el proceso de
la replicación, al suponer que durante el proceso se producía la separación de las dos
hebras y cada una de ellas servía como molde para la síntesis de la hebra complemen-
taria, al aplicar el principio del apareamiento obligado de las bases nitrogenadas. Esta
hipótesis brindaba dos posibilidades fundamentales: la conservativa, en la cual una vez
sintetizadas las nuevas cadenas, estas se separaban del molde, se apareaban entre sí y
daban lugar a una nueva molécula de doble banda, y la semiconservativa, en la que las
nuevas moléculas estarían formadas por una cadena del molde y otra recién sintetizada.
En 1957, Mathew S. Meselson y Franklin W. Stahl diseñaron un elegante experimento
para dilucidar cuál de las modalidades era la que realmente ocurría en la naturaleza. Ellos
utilizaron cultivos de Escherichia coli, de los cuales extraían el ADN y lo centrifugaban
en un gradiente de densidad de CsCl, y observaron que dicho ADN se concentraba en
una estrecha banda en el tubo de la centrífuga, donde la densidad de la muestra coincidía
con la del medio de centrifugación; cultivaron entonces las bacterias en un medio cuya
única fuente de nitrógeno era NH4Cl, marcado con 15N; este último no es radiactivo, pero
sí más pesado que el isótopo habitual 14N.
Al extraer el ADN y centrifugarlo, se obtenía igualmente una banda, pero localizada
más hacia el fondo del tubo. Si las células se hacían crecer en un medio ligero (con 14N)
durante un tiempo prolongado, se transferían con posterioridad a un medio pesado
(con 15N) y se dejaban el tiempo necesario para que ocurriera un solo ciclo replicativo;
se extraía el ADN, se centrifugaba y se obtenía de nuevo una sola banda, pero su locali-
zación era intermedia entre las dos anteriores. Estos resultados se interpretan de la forma
siguiente: si la replicación fuera conservativa al pasar al medio pesado, se encontrarían
dos tipos de moléculas: las ligeras que sirvieron de molde y las pesadas, recién formadas.
Al aparecer una sola banda, se comprueba que solo existe una especie molecular y,
como su posición en el tubo de la centrífuga es intermedia entre la pesada y la ligera, se
concluye que está formada por una cadena pesada y otra ligera, o sea, la replicación es
semiconservativa (Fig. 26.1).
Los intentos por llevar a cabo la replicación in vitro comenzaron a tener sus pri-
meros éxitos cuando, en 1955, Arthur Kornberg descubrió una enzima capaz de formar
polidesoxinucleótidos, a la que denominó ADN polimerasa (hoy ADN polimerasa I o pol I).
Luego de múltiples esfuerzos infructuosos por utilizar sistemas de células animales,
se decidió utilizar extractos libres de células de E. coli y, como ADN a replicar, el del
virus φX174; para ello se siguió el procedimiento siguiente: el ADN molde se obtuvo
del φX174 y se marcó con tritio, el isótopo radiactivo del hidrógeno; el tritio serviría
después, continuamente, como señal para identificar el molde. Se añadieron al molde
junto con dATP, dTTP, dCTP y dGTP, la ADN-polimerasa, la ADN-ligasa (descubierta
por aquel entonces) y la NAD+. Uno de los dNTP estaba marcado con fósforo radiactivo
que serviría para identificar el material sintético, al igual que el tritio para el molde.
La interacción entre los reactivos tuvo lugar hasta que el número de unidades nu-
cleotídicas polimerizadas fue exactamente igual al número de nucleótidos del molde, lo
cual podía determinarse mas facil, comparando la radiactividad del tritio en el molde con
la del fósforo en el material sintético. Varios medios físicos, incluidos el microscopio
electrónico, demostraron que la replicación había ocurrido de forma completa. Por esos
trabajos, Kornberg recibió el Premio Nobel de Química en 1959.
La década de los años 60 fue pródiga en descubrimientos y purificaciones de enzimas.
En 1967, en los laboratorios de Gellert, Lehman, Richardson y Hurwitz, se descubrieron
Fig. 26.1. Experiencia de Messelson y Stalh. Esta experiencia demostró que al menos en la E. coli la replicación tenía un
carácter semiconservativo. (a) Se muestra cómo las bacterias al crecer en un medio con 14N –su ADN– al ser centrifugado
en gradiente de CsCl, se agrupa en una fina banda donde su densidad se corresponde con la del medio de centrifugación.
Si crecen en 15N forman también una banda, pero desplazada hacia el fondo del tubo, pues su densidad es mayor. Si se les
hace crecer primero en 15N y se pasan al medio con 14N, solo se mantienen en ese medio el tiempo necesario para un ciclo
replicativo, aparece una sola banda cuya densidad es intermedia entre las dos anteriores, lo cual significa que todas las
moléculas tienen la misma densidad y esto solo es posible si cada una de ellas contiene una banda con 14N y otra con 15N,
que la replicación es semiconservativa y (b) se observa que el ADN de bacterias que crecieron en 15N y después fueron
transferidas a un medio con nitrógeno ligero, forma una sola banda, pero que al dejarlas crecer después en un medio con
nitrógeno ligero en cada ciclo replicativo, la banda que representa al ADN híbrido se hace cada vez más tenue, en tanto
la del ADN con nitrógeno ligero se hace cada vez más intensa.
Aspectos generales
Aun cuando existen variaciones en los mecanismos moleculares empleados por
las diferentes especies, en todas ellas se observan algunas regularidades que serán
expuestas a continuación.
Toda la información genética contenida en el ADN reside en su secuencia de bases,
por tanto, la función primordial de cualquier modo de replicación es duplicar la secuencia
de bases de la molécula progenitora. La especificidad de los apareamientos de bases
–adenina con timina y citosina con guanina– provee el mecanismo básico empleado
por todos los sistemas replicativos.
Otro aspecto común es que los nucleótidos son añadidos uno a uno al extremo
3’-OH de una cadena en crecimiento por enzimas denominadas ADN-polimerasas. La
secuencia de bases de cada una de las cadenas del ADN es copiada en forma comple-
mentaria, así, cuando en la hebra molde aparece una base, en la hebra nueva se coloca
la complementaria.
En los ADN de doble hebra el proceso de replicación se produce cuando se copian
ambas cadenas de manera simultánea, por lo que las moléculas formadas contendrán una
banda que proviene del ADN que sirve de molde o patrón, y una de nueva formación, es
decir, el proceso es semiconservativo. Como la molécula de ADN que se está copiando,
está formada por dos bandas complementarias y cada una de ellas sirve de molde para
la síntesis de una cadena nueva, resultará que gracias a este mecanismo las moléculas
nuevas no solo serán iguales al molde en su secuencia de bases, sino que serán iguales
entre sí (Fig. 26.2).
La reacción básica de la polimerización consiste en la adición de un desoxinu-
cleósido monofosfatado, procedente de un desoxinucleótido trifosfatado, al extremo
3’-OH de un polidesoxinucleótido, con la liberación de pirofosfato, la cual conduce a
la formación del enlace fosfodiéster; esto quiere decir que la cadena se va formando
del extremo 5’-P al 3’-OH, luego el crecimiento de la cadena es unidireccional.
Esta reacción es muy reversible, pero el acoplamiento a la hidrólisis del pirofosfato
favorece el crecimiento de la cadena, esto es, la reacción global de polimerización es
irreversible (Fig. 26.3).
Fig. 26.2. Carácter semiconservativo.
El modelo general de la replicación, de
En el proceso de síntesis, la hebra nueva se forma en dirección 5´→3´, pero toma
acuerdo con la experiencia de Messelson como molde la hebra orientada 3´→5´, lo que significa que el proceso presenta también
y Stahl, consiste en que una molécula un carácter antiparalelo; esto hace que la doble hebra que se va formando, tenga ya
duplohelicoidal de ADN (a) se separa en
sus dos cadenas y cada una de estas sirve una estructura en doble hélice, como las moléculas originales, lo cual le confiere una
de molde para la síntesis de la cadena elevada estabilidad (Fig. 26.4).
complementaria. Cada molécula nueva En resumen, la replicación se produce por complementariedad de bases, añadidas
(b) está formada por una banda parental
(en azul) y una neoformada (en rojo). una a una en forma unidireccional y antiparalela, tiene carácter semiconservativo y
Luego, todas estas son iguales entre sí. está acoplada a la hidrólisis del pirofosfato.
Requerimientos de la replicación
Para que la replicación tenga lugar, es necesario un número considerable de moléculas,
en especial de macromoléculas. Entre estas se encuentran los cuatro tipos de nucleósidos
trifosfatados y los cuatro desoxinucleósidos trifosfatados, así como iones divalentes, es-
pecialmente el Mg2+ que siempre acompaña a los nucleótidos en sus reacciones. El total
de proteínas que participa en la replicación es desconocido, pero se sabe que constituye
un número considerable.
En primer lugar se encuentran las enzimas, de las cuales existen cinco tipos prin-
cipales: las polimerasas, las helicasas, las topoisomerasas, las ligasas y las nucleasas.
Las ADN polimerasas catalizan la unión de un nucleósido trifosfatado al 3´-OH
de otro nucleótido que forme parte de una cadena polinucleotídica. Esto significa que
ninguna de ellas es capaz de iniciar la polimerización, por lo cual se requiere de una
molécula que aporte el 3´-OH, por lo general es un ARN, que por ello recibe el nombre
de ARN iniciador. La adición de los desoxinucleótidos se hace de forma reiterativa, de
manera que la hebra crece de uno en uno. En la replicación del ADN intervienen cuatro
polimerasas (abreviadamente pol): pol-α/iniciadora, que además posee actividad de ARN
polimerasa, pol-ε, pol-δ y pol-γ. Las tres primeras replican el ADN nuclear y la última,
el mitocondrial.
Las helicasas son enzimas que desenrollan la doble hélice del ADN y producen zonas
monocatenarias, para lo cual necesitan estar acopladas a la hidrólisis del ATP. Existen
helicasas formadas por una sola unidad y otras por seis subunidades. En la replicación
interviene la helicasa Mcm2-7 que es de tipo hexamérico.
Las topoisomerasas interconvierten los topoisómeros del ADN. Por lo general estas
enzimas introducen superenrollamientos negativos en el ADN, haciendo un corte en el
mismo y haciendo pasar una o las dos hebras por la hendidura creada. Se clasifican en
tipo I o tipo II, según produzcan el corte de una o las dos hebras del ADN, respectiva-
mente. Ambos tipos se requieren en la replicación.
Por último, las ligasas unen dos fragmentos de una hebra de ADN que se encuentren
contiguos, es decir, entre dos nucleótidos sucesivos, siempre que estos fragmentos estén
formando parte de una molécula de ADN de doble hebra.
También se requiere de proteínas que no presentan actividad enzimática, entre ellas
las que marcan sitios en el ADN, las que reclutan otras proteínas, las que incrementan
la actividad o la procesividad de algunas enzimas, etc. Un tipo especial es el de las pro-
teínas de unión al ADN de hebra simple. Durante la replicación las dos hebras del ADN
se separan y, de no existir algún obstáculo, se volverían a unir. La proteína replicativa
A se une al ADN de una hebra e impide su reasociación, lo que permite que las otras
proteínas tengan acceso a las bases nitrogenadas.
Etapas de la replicación
Tradicionalmente, el estudio de la replicación se ha dividido en cinco grandes etapas:
preiniciación, iniciación, elongación, terminación y posterminación.
El conocimiento acerca de lo que ocurre en cada etapa no es uniforme, ya que
la complejidad de cada una es diferente. Esta división se debe fundamentalmente a
Replicación en procariontes
Como sucede casi siempre en la ciencia, los estudios experimentales sobre la repli-
cación comenzaron por los organismos más sencillos y, a partir de estos, se establecieron
no solo los modelos teóricos, sino también los procedimientos experimentales para los
estudios en organismos más complejos.
Este estudio comenzó por los organismos procariontes. Para ello, primero se estudiaron
los virus que infectan las bacterias, denominados bacteriófagos o simplemente fagos, que
como utilizan una parte considerable del sistema replicativo del hospedero, se pueden
considerar teniendo presente las diferencias de complejidad, como buena aproximación
al estudio del proceso en las células bacterianas.
De todos los sistemas replicativos estudiados, el más conocido es el de la bacteria
E. coli. Un procarionte con una molécula única de ADN circular de doble hebra, apro-
ximadamente de 4 × 106 pb.
En la E. coli la replicación comienza siempre en un punto fijo del ADN, que se conoce
como origen de la replicación (oriC) y termina en otro sitio específico, denominado TerC.
En primer lugar, es necesario obtener el topoisómero del ADN adecuado para el
proceso, lo cual se logra por la acción de la topoisomerasa (Fig. 26.5).
La preiniciación consiste en la separación de las dos cadenas en el oriC, de manera
que las proteínas replicativas puedan acceder a la secuencia de bases del ADN. El sitio
de iniciación es marcado por un grupo de proteínas a las cuales se unen las helicasas que
provocan el desenrollamiento del ADN, lo que da lugar a la formación de dos horquillas
de replicación. Las hebras simples son cubiertas por las proteínas de unión al ADN de
hebra simple, SSB. Esta etapa se resume en la figura 26.6.
Una ARN polimerasa sintetiza un polirribonucleótido que servirá como iniciador
y con posterioridad será alargado por la ADN polimerasa III, una enzima formada por
cerca de 20 subunidades que realiza la copia de las dos hebras simultáneamente. Una de
las subunidades de la enzima tiene forma de anillo que se enrolla alrededor del ADN y
permite a la enzima la polimerización de numerosos nucleótidos, sin abandonar el ADN.
Esta parte del proceso se ilustra en la figura 26.7.
Replicación en eucariontes
La replicación en eucariontes es algo más compleja. Esta complejidad deriva de varios
factores. El tamaño de las moléculas a replicar es mucho mayor que en procariontes. Téngase
Fig. 26.10. Activación del complejo prereplicativo. A la izquierda, la Ddk fosforila algunos componentes del complejo
prereplicativo, especialmente a la helicasa. A la derecha, la Cdk2/E fosforila a proteínas unidas a Cdc45 y al complejo
GINS, que a su vez está unido a la polimerasa ε. La proteína de unión a la topoisomerasa, TopBP, une ambos complejos
y de esta forma son reclutados hacia el origen. Las interacciones entre Cdc45 y Mcm2.7 reorganizan el complejo, liberan
algunas proteínas y forman el complejo CMG, característico de la elongación.
Iniciación de la replicación
Una vez que se separan las hebras, uno de los hexámeros Mcm2-7 se enrolla alrededor
de una de las hebras y el otro en la hebra complementaria, de acuerdo con su polaridad
de traslación, esto es 3´→5´, y comienzan a extender el segmento de hebra simple en
los dos sentidos, a partir del origen. Las hebras simples se van cubriendo por la proteína
replicativa A (RPA) que impide que las hebras se vuelvan a unir. Esta etapa se muestra
en la figura 26.11.
Elongación de la replicación
Al terminar la iniciación, cada una de las hebras del ADN tiene un sector duploheli-
coidal, formado por la hebra molde (del ADN original) y los 20 nucleótidos del iniciador.
Terminación de la replicación
En la bacteria E. coli la replicación del ADN se realiza en apenas 30 min. El genoma
humano es unas 700 veces mayor que el de E. coli y la velocidad de la horquilla de
Fig. 26.15. Replicación de la hebra conducida. El desplazamiento del complejo de elongación por una hebra va dejando al
descubierto la hebra complementaria. A esa hebra se une la ADN polimerasa α/inciadora que forma el iniciador. Después
la proteína replicativa C incorpora al PCNA y a este se una la ADN polimerasa δ, encargada de alargar al iniciador hasta
encontrar un fragmento ya formado.
Por lo tanto, la separación entre los ORI es solamente de algunas decenas de kilobases.
Cuando dos ORI vecinos se activan de manera eficiente, en cada uno de estos se forman
horquillas de replicación que avanzan una al encuentro de la otra. Llegado un momento,
dos horquillas se fusionan y el proceso de la replicación queda concluido, de lo que se
infiere que cada uno de los complejos de progresión de la elongación solo tiene que
sintetizar segmentos relativamente cortos de ADN y de esta forma se consigue que el
colosal proceso de síntesis del ADN se realice en unas pocas horas (Fig. 26.18).
Es bueno señalar que aunque para su exposición este proceso se ha dividido en varias
etapas y cada una de ellas ha sido tratada con determinada independencia, el proceso
transcurre normalmente sin pausas, a partir de la activación del complejo prerreplicativo.
En otros términos, en la transición entre G1 y S es que ha de tomarse la decisión de replicar
o no el ADN; si ese tránsito ocurre entonces el proceso procederá hasta su culminación.
Posterminación
Una vez que un sector de la molécula de ADN ha sido replicado, se produce la adición
de grupos metilos a bases específicas, así se crea un patrón de metilaciones que es carac-
terístico de cada especie. El patrón de metilación del ADN genómico no está distribuido
al azar. Más bien regiones discretas, incluyendo la mayoría del ADN repetitivo y parásito,
están hipermetiladas, mientras otras regiones como los islotes CpG, a menudo asociadas
con regiones de regulación génica, están hipometiladas. No todos los dinucleótidos CpG
son metilados, por lo tanto debe existir alguna señal que indique cuáles sí y cuáles no.
Fig. 26.18. Etapa de terminación. La replicación en eucariontes se produce con la formación de numerosas horquillas
que al crecer bidireccionalmente se encuentran unas con otras y se fusionan, con lo cual se aumenta considerablemente
la velocidad del proceso.
Fig. 26.20. Estructura de los telómeros. (a) La estructura de los telómeros con las shelterinas que se unen a la doble
hebra y otras a la hebra simple. Diferentes estructuras secundarias que pueden aparecen en los telómeros; (b) estructura
de cuatro hebras; (c) el lazo “t” y el asa “D”; (d) estructura en horquilla y (e) el apareamiento de cuatro guaninas. Todas
ellas representan obstáculos para la duplicación de los telómeros.
Fidelidad de la replicación
La replicación del ADN ocurre solo una vez durante la vida de las células, por ello
es necesario que las hebras sintetizadas sean exactamente complementarias a las hebras
moldes y por lo tanto las moléculas hijas sean idénticas a las parentales. A la propiedad
del proceso que determina la igualdad de las moléculas nuevas en relación con la original
se le denomina fidelidad. Es asombroso que la colosal tarea de copiar siete mil millones
de parees de bases transcurra con una fidelidad que se ha estimado entre 10-9 y 10-10
(bases mal incorporadas/total de bases incorporadas). Varios son los mecanismos que se
encargan de garantizar esa fidelidad y de cada uno de ellos se hará una breve exposición
en los párrafos siguientes.
Fig. 26.22. Proceso de duplicación de los telómeros. (a) Estructura del ADN telomérico; (b) activación de un origen de
replicación en la vecindad del telómero; (c) la hebra C (en rojo) se duplica de manera continua y forma extremos romos,
mientras la hebra G (en azul) lo hace de forma discontinua y deja un extremo monofibrilar y (d) la hebra C duplicada es
podada por la nucleasa Apolo y forma el extremo monofibrilar. De haber telomerasa, esa hebra puede alargarse; de no
haber, se irá acortando y limitará el número de divisiones celulares.
Fig. 26.23. Rectificación de errores. Cuando existen malos apareamientos, inserciones o deleciones, las proteínas MutS
se unen a la zona alterada. Una exonucleasa es reclutada hacia donde existe una hendidura en el ADN, propia del proceso
de duplicación, y elimina sucesivamente los nucleótidos hasta sobrepasar la zona lesionada. Más tarde la brecha se llena
por la acción combinada de las polimerasas y las ligasas.
Fig. 26.24. Formación de los nucleosomas. El ADN forma parte de los nucleosomas. A medida que la replicación avanza,
los nucleosomas se desarman por delante de la horquilla y se vuelven a armar por detrás, en cada una de las moléculas hijas.
Control de la replicación
Los mecanismos que controlan la replicación del ADN deben garantizar dos
aspectos: primero, que el proceso transcurra hasta completarse totalmente, y segundo,
que se realice solamente una vez durante la vida de la célula.
En cuanto al primer aspecto, las deficiencias en la replicación llevan a la detención
de la polimerasa durante la elongación. Esta polimerasa detenida es una señal que activa
un mecanismo de respuesta, donde interviene la proteína p53 que, entre otros funciones,
tiene la de inducir la síntesis de p21, que es un inhibidor de las Cdk. De esta manera p53
provoca la detención del ciclo celular y da tiempo a que la deficiencia sea superada y el
proceso se reinicie adecuadamente. De no poder continuar, p53 induce la apoptosis
y provoca la muerte de la célula.
En cuanto al segundo aspecto, es importante que el complejo prerreplicativo se
forme durante la primera mitad de la etapa G1, cuando la actividad de quinasas es muy
baja y antes de que la célula reciba el estímulo para su reproducción. Este complejo se
activa en la fase S, al incrementarse la actividad de quinasas, que se mantendrá elevado
durante el resto del ciclo celular, con lo cual no puede formarse de nuevo el complejo
prerreplicativo. Además, las proteínas Cdc6 y Cdt1 que forman parte del complejo, son
fosforiladas al inicio de la fase S y después marcadas con ubiquitina y degradadas por el
proteasoma. Por lo tanto, el complejo prerreplicativo solamente puede volver a formarse
cuando ocurra la síntesis de estas proteínas, que es en los momentos finales de la mitosis.
Estos son los mecanismos básicos que garantizan la realización total del proceso,
solamente una vez durante la vida celular.
Resumen
La trasmisión de la información genética de un organismo a sus descendientes
constituye el fenómeno más importante de la materia viva, y aunque adquiere diferentes
formas de acuerdo con el tipo de organismo, su fundamento final es el mecanismo de
replicación del ADN. Toda la información genética está codificada en la secuencia de
Ejercicios
1. Demuestre que en el proceso de replicación se cumplen los principios siguientes:
a) De los cambios graduales.
b) De acoplamiento.
c) De transferencia de información.
2. Teniendo en cuenta las características de su acción, explique por qué es necesario
que en la preiniciación intervenga la topoisomerasa II y durante la elongación, la
topoisomerasa I.
3. ¿Por qué algunos autores afirman que la replicación es un proceso semidiscontinuo?
4. ¿Cuál es la justificación molecular de la necesidad de formar el ARN iniciador?
5. Para poder aislar con facilidad los fragmentos de Okasaki se prefiere utilizar bacterias
mutantes que son deficientes en la actividad de la ADN ligasa. ¿Por qué cree usted
que sea así?
6. ¿Cuáles son las características del ADN humano que hacen necesaria la participación
de un elevado número de proteínas para su replicación?
7. ¿Por qué el complejo prerreplicativo solamente se puede formar durante la etapa G1
del ciclo celular?
8. En el laboratorio se aísla una célula con mutaciones en el promotor del gen de la
ciclina E que hace que esta proteína se sintetice continuamente durante todo el ciclo
celular. ¿Qué implicaciones tiene esa situación en la replicación del ADN?
9. Si una mutación en uno de los genes que codifican una de las subunidades del com-
plejo GINS impide la formación de ese complejo, ¿podría afectarse el proceso de
duplicación? ¿Por qué?
10. Se ha observado que en muchas células cancerosas existe una elevada actividad
de la enzima telomerasa. ¿Tendrá que ver la elevada actividad de la enzima con el
proceso de transformación cancerosa?
11. Existen varios síndromes debido a deficiencias en la duplicación de los telómeros y
en muchos de ellos los pacientes muestran un envejecimiento precoz. ¿Cómo puede
explicarse esa situación?
12. ¿Qué consecuencias traería para la mitosis la ausencia de alguno de los componentes
del complejo de cohesinas?
13. ¿Qué pasaría si al aparecer un mal apareamiento durante la replicación ese error no
es rectificado?
14. Si durante la elongación se presenta un obstáculo para el avance de la horquilla se
produce la separación de la polimerasa de la helicasa. ¿Qué consecuencias trae ese
fenómeno?
15. ¿Por qué cree usted que se proponga el uso de inhibidores de la telomerasa en el
tratamiento del cáncer?
E
n el capítulo anterior se estudió cómo la duplicación del ADN es el
fundamento molecular de la transferencia de información de una célula
u organismo a sus descendientes. La información genética es la pro-
piedad del ADN que le permite dirigir la formación de un organismo,
monocelular o pluricelular, y dotarlo de mecanismos de supervivencia en un ambiente
determinado. Por lo tanto, los organismos deben contar con mecanismos por medio de
los cuales se logre la expresión de la información genética; ese mecanismo, en líneas
generales, consiste en sintetizar las moléculas de ARN y de proteínas, cuya estructura
primaria está codificada en la secuencia de bases nitrogenadas del ADN. En un primer
proceso, denominado transcripción, el ADN dirige la síntesis de los ARN y algunos
de ellos cumplen funciones específicas en las células. Para la síntesis de proteínas se
requiere un segundo proceso, denominado traducción, en el cual el ARNm sintetizado
a partir de la información contenida en el ADN, dirige la síntesis de las proteínas en
los ribosomas (Fig. 27.1).
En los procariontes estos dos procesos ocurren de manera continua –en algunos
casos hasta simultáneamente– no así en los eucariontes que realizan la transcripción
en el núcleo y la traducción en el citoplasma. De una forma o de otra la expresión de la
información genética constituye el mecanismo fundamental, mediante el cual el ADN
determina las características estructurales y funcionales de una célula y de un organismo
como un todo; por eso, como se vio anteriormente, no es imprescindible la duplicación
exacta de todos los componentes celulares al producirse la división celular, basta con
la división del ADN y los componentes celulares que intervienen en su expresión para
que las células hijas sean de la misma especie que las parentales.
El nombre de transcripción se fundamenta en el hecho de que durante el proceso Fig. 27.1. Relación transcripción-tra-
ducción. En los procariontes (a) al no
se copia una información escrita en el lenguaje de la secuencia de bases nitrogenadas existir envoltura nuclear la traducción
del ADN, en una molécula de ARN que tiene el mismo lenguaje. comienza generalmente antes de terminar
En este capítulo se hará una descripción lo más pormenorizada posible de los me- la transcripción. En los eucariontes (b)
el ARNm se forma en el núcleo y allí
canismos moleculares de la transcripción del ADN, teniendo en cuenta, además, que se procesa antes de ser transportado al
existen aspectos que no están totalmente aclarados. citoplasma, donde es traducido.
Inicios
El estudio experimental de la transcripción comenzó en 1959, cuando Samuel Weis
y Leonard Gladstone, trabajando con extractos de hígado de ratas, descubrieron una
actividad enzimática capaz de incorporar CMP a partir de CTP marcado en el fosfato α
con 32P. Ellos se percataron de que el mecanismo de la reacción era semejante al descrito
para la síntesis de ADN, más bien que al de la polinucleotidofosforilasa, descubierta
3 años antes por Severo Ochoa.
Con este descubrimiento los autores habían abierto el inmenso campo de la trans-
cripción genética, que es algo fundamental para los procesos biológicos como el creci-
miento celular, la diferenciación y el cáncer. Una actividad similar de síntesis de ARN
fue encontrada unos años después en E. coli, en el laboratorio de J. Hurwith, A. Bresler
y R. Diringer, el de A. Stevens y el de M. Chamberlin y P. Berg.
Por razones prácticas, en la década siguiente se establecieron los mecanismos
generales de la síntesis de ARN con el uso de la ARN polimerasa bacteriana purificada,
de esta manera se pudo conocer la naturaleza de los sustratos, la dirección del proceso
y los conceptos del ADN como molde, de la secuencia de promotor y de la holoenzima.
Sin embargo, aunque estas enzimas compartían la propiedad de transcribir un con-
junto diverso de secuencias de ADN, carecían de la habilidad de reconocer secuencias
específicas para el comienzo de la transcripción en cada gen. La selección de los sitios
de iniciación y terminación fue resuelta esencialmente con el descubrimiento del factor
de iniciación sigma, en 1969, por R. R. Burgess, A. A. Travers, J. J. Dunn y E. K. F.
Bautz; posteriormente, J. Roberts descubrió el factor de terminación rho. En ese mismo
año, Burgess aclaró la composición en subunidades de la enzima bacteriana. La primera
secuencia de promotor, reconocida por la ARN polimerasa bacteriana, fue establecida
en 1974 por T. Sekiya y H. G. Khorana, este hecho constituyó una hazaña técnica en esa
época pregenómica.
No obstante, los primeros intentos de reproducir la transcripción in vitro, utilizando
únicamente Pol II purificada, no podían iniciar la transcripción en un sitio específico. Esta
iniciación selectiva solamente se logró cuando la reacción era suplementada con un
extracto crudo de núcleo, obtenido por cromatografía. Estos experimentos, llevados a cabo
por T. Matsui, J. Segal, P. A. Weil y R. G. Roeder, en 1980, condujeron al descubrimiento
de los factores generales de transcripción, un conjunto de aproximadamente 30
polipéptidos necesarios para la selección adecuada del sitio de iniciación y la formación
del complejo de preiniciación.
El sentimiento general, al final de estas primeras décadas, era que se habían revelado
los principios básicos que determinan la especificidad, la selectividad y la fidelidad de
la transcripción genética. Desde entonces hasta la fecha, se ha ido conociendo con más
profundidad el complejo mecanismo de la transcripción. En este capítulo se presentan
los mecanismos fundamentales, pues un examen exhaustivo del proceso está más allá
del alcance de este texto. En el año 2006 Roger Konrberg recibió el Premio Nobel de
Química, por sus estudios sobre las bases moleculares de la transcripción en eucariontes.
Aspectos generales
La transcripción es el proceso central en el crecimiento y desarrollo de las células,
en la cual los genes que se encuentran en el ADN de los cromosomas son selectivamente
localizados, reconocidos y transcritos. Existe una gran variedad de ARN, entre los que se
destacan los mensajeros (ARNm), ribosomales (ARNr) y de transferencia (ARNt). Pero
en los últimos años se han descubierto numerosos ARN, generalmente pequeños, con
Etapas de la transcripción
El estudio de este proceso se ha dividido clásicamente en cinco etapas: la iniciación,
la elongación y la terminación, así como los eventos previos a la iniciación (preiniciación) y
los posteriores a la terminación (posterminación). Aunque en líneas generales el proceso
es muy similar en procariontes y eucariontes, existen diferencias notables en cuanto al
número de proteínas que participan, así como en los mecanismos de etapas específicas
del proceso.
Transcripción en procariontes
La transcripción en E. coli, que es el organismo procarionte donde el proceso ha sido
más estudiado, es más simple que la duplicación y una sola enzima es suficiente para la
realización de todo el proceso. Se comienza por describir las características estructurales
y funcionales de la enzima para no interrumpir la secuencia de los eventos moleculares.
La enzima ARN polimerasa, dependiente de ADN de la E. coli, presenta una estructura
muy compleja que le permite realizar numerosas funciones. Esta enzima debe realizar múl-
tiples acciones para llevar adelante la transcripción: reconocer el sitio de comienzo de
la cadena de ARN que se debe sintetizar en una doble hebra de ADN, para lo cual debe
identificar una secuencia de bases específica, debido a las irregularidades de la estructura
del ADN en esa zona del genoma; colocar cada nucleótido en su posición correcta, de
acuerdo con la secuencia de bases del ADN; realizar la síntesis total de la molécula de
ARN desde el principio hasta el final; reconocer las señales que indica el lugar apropiado
para la terminación del proceso; además, debe reconocer sitios reguladores tanto en el
ADN como en el ARN transcrito, y poder interactuar con factores proteínicos y pequeñas
moléculas que modulan la actividad de la enzima en su recorrido sobre el ADN.
La ARN polimerasa de E. coli está constituida por cinco subunidades: dos subuni-
dades α; una β; una β’; una ω y una σ, de 70 kD, para un total de más de 450 kD. Es una
de las mayores enzimas conocidas. Cada célula bacteriana contiene aproximadamente
3 000 moléculas de la enzima.
Diversos procedimientos experimentales permiten afirmar que la subunidad β se
relaciona con la unión de los ribonucleótidos sustratos y de los inhibidores de la polimeri-
zación, así como la subunidad β’ en la unión con el ADN. Ambas subunidades contienen
un ion Zn2+ por molécula. La función de la subunidad α se relaciona con el ensamblaje
de la enzima. Ninguna de las subunidades presenta actividad catalítica, ni de unión con
el ADN en ausencia de las otras. La subunidad σ se disocia fácilmente de la holoenzima
y el núcleo queda constituido por el resto de las subunidades.
Recientemente se ha reportado la existencia en la E. coli de, por lo menos, cinco
subunidades σ diferentes. Cada una de estas subunidades participa en la transcripción de
genes o grupos de genes específicos.
La holoenzima presenta una forma más bien alargada, con una longitud máxima de
25 nm, es lo suficientemente grande para entrar en contacto con casi 75 pares de bases
del ADN, sin embargo, el núcleo solo presenta 10 nm de longitud, que le permiten cubrir
aproximadamente 30 pb.
5’--- G C T A T A A T G T G T G G A G C A T T G---3’
-10 -5 +1 +5
Iniciación
La iniciación de la transcripción comienza con la unión al complejo, formado por la
polimerasa y el promotor abierto del ribonucleósido trifosfato que formará el extremo
5’P de la cadena naciente de ARN. La unión del segundo nucleótido y la formación del
enlace fosfodiéster también constituyen parte de la iniciación, por tanto, consiste en la
formación de un complejo ternario entre la polimerasa, el ADN y un segmento de ARN,
lo suficientemente largo para que el complejo sea estable y no se disocie.
La zona de elongación tiene una longitud constante de 17 pb, lo que sugiere que
esto se debe a una propiedad de la enzima y no a la secuencia de bases del ADN. La
velocidad promedio de la elongación se encuentra en el rango de 30 a 60 nucleótidos
por segundo (Fig. 27.7).
Terminación
La terminación de la síntesis del ARN ocurre en sitios de secuencia de bases espe-
cíficas en la molécula del ADN. Se conocen muchas de estas secuencias y todas tienen
las características que se muestran en la figura 27.8.
Fig. 27.11. Extremo 5’ del ARNm de procariontes. Hacia el extremo 5’ del codon de iniciación (en rojo) aparece una
zona rica en purinas, conocida como secuencia de Shine y Dalgarno, y es la que va a permitir la fijación del ARNm al
ribosoma en la posición precisa.
Fig. 27.12. Estructura de un ARNm policistrónico. Los ARNm de procariontes son policistrónicos, contienen la información
para varias cadenas polipeptídicas (G1, G2, G3 y G4), cada una de las cuales presenta su codón de iniciación (AUG) y
de terminación (UAG), separados por secuencias espaciadoras (E1, E2 y E3), la zona conductora hacia el extremo 5’ que
contiene la secuencia de Shine y Dalgarno (SD), así como la zona no traducible del extremo 3’OH.
Transcripción en eucariontes
En el capítulo 24 se estudió la estructura de los genes de eucariontes. Es bueno
recordar que presentan una zona de regulación y una de codificación. La zona esencial
de regulación para proceder a la transcripción es el promotor.
El promotor es la zona que controla la expresión del gen y generalmente se encuentra
adyacente al mismo, hacia el extremo 5’. El promotor consta de varias secuencias de
6 a 8 nucleótidos, que son sitios de unión de las proteínas que intervienen en la fase de
iniciación de la transcripción. Esas proteínas se denominan factores de transcripción.
Características generales
La transcripción en eucariontes se torna compleja, debido a varios factores: primero,
la organización estructural de los genes; segundo, el hecho de que el ADN esté íntima-
mente relacionado con proteínas, formando la cromatina y su unidad estructural, el
nucleosoma; tercero, la especialización de las ARN polimerasas y su compleja estructura;
cuarto, la participación de numerosas proteínas, denominadas factores de transcripción,
que intervienen en diferentes momentos del proceso, especialmente en la transcripción
de los genes que codifican proteínas, y quinto, el proceso se lleva a cabo en el espacio
reducido del núcleo celular. El primer aspecto ya fue tratado en el capítulo 24, por eso,
en este solo se hará referencia a los cuatro restantes.
La estructura de la cromatina constituye un factor decisivo para la transcripción.
En ocasiones, los promotores se encuentran sobre la superficie de los nucleosomas y
no son accesibles a los factores de transcripción. También representan un obstáculo
físico para el avance de las ARN polimerasas durante la fase de elongación. Esto se
resuelve gracias a la participación de estructuras multiproteínicas, denominadas com-
plejos remodeladores de la cromatina (CRC), que al utilizar la energía del ATP pueden
modificar la estructura, la composición o la posición de los nucleosomas, y permitir
el acceso de la maquinaria molecular de la transcripción al ADN. Estas dos variantes
se muestran en la figura 27.14.
Preiniciación
El proceso comienza cuando una de las subunidades del TFIID, conocida como
proteína de unión a TATA, TBP (del inglés TATA-bindign protein) se asocia a la secuencia
TATA. Esta proteína tiene la forma de una silla de montar y se dispone “a horcajadas” sobre
el ADN, lo que provoca una flexión en el mismo. La TBP se separa de esos promotores
por la acción combinada del cofactor negativo 2, NC2 (del inglés, negative cofactor 2)
y el modificador 1 de la transcripción, Mot1 (del inglés, modifier of transcription 1), que
es una ATPasa dependiente de TBP. A continuación se unen TFIIA y TFIIB, este último
determina el sentido de la transcripción.
Elongación
Una vez sobrepasada la pausa, la enzima continúa uniendo ribonucleótidos cuyas
bases nitrogenadas sean complementarias a la hebra de ADN que le sirve de molde.
Durante su trayectoria se producen pausas que algunas veces son superadas por la
polimerasa y otras veces requieren de la participación de proteínas específicas, conocidas
como factores de elongación.
Aunque la elongación es un evento altamente procesativo, no es continuo, pues du-
rante el mismo la ARNPII se detiene con frecuencia, debido a varios obstáculos como
secuencias reguladoras específicas o errores en la incorporación de nucleótidos. En tales
casos se produce un retroceso de la ARNPII, disociando el extremo 3´-OH del transcrito
del ADN y llevándolo hacia el canal secundario. El retroceso en dos o tres nucleótidos
Debido a que los genes humanos contienen típicamente múltiples intrones, el proceso
de empalme del pre-ARNm es un paso esencial en la expresión de la mayoría de los
genes. Las reacciones secuenciales de transesterificación, implicadas en el empalme, son
catalizadas por un gran complejo de nucleoproteínas, denominado empalmosoma. Este
complejo contiene más de 300 proteínas principales y cinco ARN nucleares cortos, ARNnc
(U1, U2, U4, U5 y U6) y es el mayor complejo molecular existente en las células. A los
complejos de ARNnc con proteínas se les conoce como partículas de ribonucleoproteínas
(PRN) y se designan por el ARNnc que contienen, por ejemplo, U6-PRN.
Además de estos factores, proteínas reguladoras adicionales participan en el empalme
de pre-ARNm específicos. Estas proteínas pertenecen a dos grandes familias, la SR, por
ser ricas en serina y arginina, y las de las partículas de ARN nuclear heterogéneo (AR-
-Nnh-RNP). A diferencia de la transcripción o la traducción, el empalme se lleva a cabo
mediante un empalmosoma que se forma de nuevo con cada pre-ARNm.
Terminación
La terminación de la transcripción por ARNPII es una etapa compleja, pues se
encuentra acoplada a la modificación del extremo 3´ del transcrito primario. Como fue
expresado, durante la elongación se originan cambios en el patrón de fosforilación del
CTD, de manera que hacia el extremo 3´del gen predomina la forma con la S2 fosforilada.
La S2 fosforilada ayuda a reclutar o estabilizar los complejos proteínicos que intervienen
en esta fase del proceso.
En los mamíferos, la maquinaria molecular del procesamiento del extremo 3´ del
pre-ARNm consta de más de 14 proteínas, con una masa molecular total de 1 MDa. El pro-
ceso ocurre a unos 10-30 nucleótidos por delante (hacia el extremo 3´) del hexanucleótido
conservado AAUAAA y ~30 nucleótidos por detrás (hacia el extremo 5´) de una región
rica en U o GU, que está menos conservada. El proceso consta de tres etapas: la hidrólisis
o corte del pre-ARNm, la adición de poliadenina y la separación de la ARNPII del ADN.
A partir de células humanas se han purificado dos complejos multiproteínicos que
intervienen en esta fase: el factor de especificidad del corte y la poliadenilación, CPSF
(del inglés, cleavage and polyadenylation specificity factor) y el factor estimulante del
corte, CstF (del inglés, cleavage stimulatory factor). En conjunto, estos complejos re-
conocen el AAUAAA y la región GU, y provocan el corte del transcrito entre ellas dos.
Se ha demostrado que estos complejos reclutan la poliadenina polimerasa (PAP) hacia el
extremo 3´del transcrito. También se ha evidenciado la participación de otras proteínas,
denominadas factores de corte, CF (del inglés, cleavage factors) I y II.
El CPSF está formado por cinco subunidades y reconoce la señal AAUAAA,
mientras que CstF, formado por tres subunidades, se asocia a la región GU. La hidrólisis
del ARNm naciente es catalizada por una de las subunidades de CPSF, al tiempo que otra
de las subunidades recluta a poli(A)-polimerasa, que adiciona uno a uno nucleótidos de
adenina al extremo 3´ del transcrito, hasta alcanzar una cifra de aproximadamente 250.
Una proteína de unión a poli(A) (PABP) se asocia a esta estructura en una proporción
1PABP por cada 10 adeninas y de esta forma protege al ARN de la acción de las exonu-
cleasas, además de contribuir a su transporte hacia el citoplasma.
Mientras tanto, la ARNPII continúa asociada al ADN y forma un ARN, que se denomina
residual, cuyo extremo 5´ presenta un solo grupo fosfato (5´-P). Una de las subunidades
de CstF recluta hacia el 5´-P a una exorribonucleasa (Xrn2) que comienza la degradación
del ARN residual. Mediante un mecanismo que se denomina “de torpedo”, la Xrn2 avanza
hacia la polimerasa que está unida al ADN. Al parecer, existe una secuencia de bases que
determina una pausa en la polimerasa y en ese momento es alcanzada por la Xrn2. De esta
manera la ARNPII se separa del ADN y termina la transcripción. Se desconoce si para la
separación solamente es necesario el encuentro entre las dos proteínas o si requiere de la
presencia de factores adicionales. La etapa de terminación se muestra en la figura 27.22.
Unidades de transcripción
Al segmento de ADN que contiene la secuencia de bases que transcribe la ARN
polimerasa II se le denomina unidad de transcripción. Estas unidades pueden ser
simples, si dan origen a un solo tipo de ARNm, o complejas, si dan lugar a más de
uno. Una unidad simple de transcripción típica contiene la zona del promotor por la
cual se une la polimerasa II y un solo sitio de terminación.
Las unidades complejas son menos regulares y se pueden presentar las situaciones
siguientes:
−− Varios sitios de iniciación y uno de terminación, pero con procesamiento diferente
del transcrito primario.
−− Un sitio de iniciación y varios de terminación, con procesamiento diferente.
−− Varios sitios de iniciación y terminación, pero con igual procesamiento.
−− Un sitio de iniciación y uno de terminación, con diferente procesamiento.
Inhibidores de la transcripción
Los inhibidores de la transcripción se emplean en procedimientos experimentales
para el estudio del proceso y algunos sirven como antibióticos en la práctica médica. Las
marcadas diferencias en este proceso entre bacterias y seres humanos proporciona el factor
de selectividad y especificidad, necesarias en el uso de medicamentos antimicrobianos.
Se pudieran considerar dos tipos de inhibidores: los que impiden la separación de
las cadenas del ADN, que por lo general también son inhibidores de la replicación, y
los que actúan de forma directa sobre las polimerasas. Los primeros ya fueron tratados
en el capítulo 26. Entre los segundos se encuentra el antibiótico rifampicina, que actúa
sobre la ARN polimerasa e impide la fase de iniciación. Una sustancia conocida como
α-amanitina inhibe la síntesis de ARN en eucariontes, por actuar sobre la ARN polime-
rasa II (Fig. 27.27).
Resumen
La transcripción es el proceso central en el crecimiento y desarrollo de la célula, en
la cual la información genética contenida en el ADN se copia en un ARN específico. El
desarrollo técnico alcanzado en los últimos años ha permitido obtener una visión com-
prensible, en principio, de este fenómeno. Los precursores de la transcripción son los
nucleósidos trifosfatados que se unen mediante un enlace fosfodiéster 3’→5’, por acción
de la ARN polimerasa, según la secuencia de bases de una hebra del ADN.
Ejercicios
1. Para hacer una experiencia de transcripción in vitro se sintetizan artificialmente tres
polidesoxinucleótidos con la estructura siguiente:
a) TGTTGACA 18 bases AATATTG
b) TGTTGACA 16 bases TTTATAG
c) TGTTGACA 17 bases TATAAAG
¿Puede usted determinar cuál de ellos funcionará como el promotor más fuerte y
cuál como el más débil? Argumente su respuesta.
2. En una experiencia donde se pretendía investigar el proceso de transcripción, se
añadió al sistema rifampicina y se observó que la iniciación quedaba bloqueada. Si
se añadía estreptoligidina ocurría la iniciación, pero quedaba bloqueada la elongación
¿Cuáles serían las conclusiones que este experimento aporta sobre el mecanismo
molecular de la transcripción?
3. En un experimento posterior se comprobó que la rifampicina se unía fuertemente
a la subunidad β’ de la polimerasa y que la estreptoligidina se asociaba con la sub-
unidad β ¿Cuáles serían las conclusiones más importantes de estos experimentos
con respecto al mecanismo de acción de la ARN polimerasa?
4. ¿Qué consecuencias traería para la transcripción una alteración de la proteína NusA
que disminuyera su afinidad por el núcleo de la polimerasa?
5. ¿Cuál es la característica más sobresaliente de la transcripción realizada por la ARN
polimerasa III?
6. La célula hepática sintetiza tres formas de una proteína con actividad de proteína
quinasa: una es nuclear, otra mitocondrial y la tercera del citosol. La nuclear actúa
Código genético
U
no de los problemas centrales de la genética molecular consiste en
conocer cómo la información contenida en el ADN y transcrita en un
ARNm puede dirigir la síntesis de una cadena polipeptídica específica,
o sea, cuál es la relación entre la secuencia de bases del ARNm y la
de los aminoácidos de una proteína; este es el contenido del problema del código
genético.
El código genético surge como una necesidad natural, debido a las diferencias
existentes entre la estructura de las moléculas que conservan la información (ADN) y
aquellas que la expresan en funciones específicas (proteínas). Se acostumbra decir que
esta información está en dos lenguajes diferentes: el primero, en forma de una secuencia
de bases, y el segundo, de aminoácidos. Al pasar la información del ADN al ARNm se
mantiene en el mismo lenguaje, por lo que el proceso se denomina transcripción. Pero
al pasar del ARNm a las proteínas existe un cambio de lenguaje y, por tanto, es una
traducción. Para traducir es necesario poseer la relación de equivalencia que existe
entre los signos utilizados en un lenguaje y los empleados por el otro. En esto consiste
la necesidad del código genético.
En la actualidad, la solución de este problema pudiera parecer muy sencilla, ya que
bastaría con determinar la secuencia de bases de un gen y la de aminoácidos de la pro-
teína por él codificada y correlacionarlas, pero esto no fue posible en los primeros años
de la década de los 60, cuando se enfrentó la solución de este problema. Los métodos de
determinación de la estructura primaria de las proteínas estaban ya establecidos desde el
trabajo de Sanger con la insulina (1956), pero los procedimientos que permitieron hacer
lo mismo con el ADN, con un elevado grado de fidelidad, no aparecieron hasta finales
de la década de los 70, cuando el código ya había sido descifrado.
Este estudio comenzará por un esbozo de los trabajos fundamentales para descifrar
el código genético y después se realizará un análisis y se destacarán sus características
principales. Desde el punto de vista bioquímico el código se define como la relación
de equivalencia entre la secuencia de bases del ARNm y la secuencia de aminoácidos
de la proteína.
Primeros pasos
El problema del código genético fue formulado por primera vez por George
Gamow, en 1953, y en su solución participaron numerosos investigadores, empleando
fundamentalmente métodos químicos y biológicos.
Gamow supuso que la cadena polipeptídica se forma directamente sobre la doble
hélice del ADN, de manera que cada aminoácido se sitúa en un hueco entre cuatro
nucleótidos; este hueco tendría aproximadamente la forma de un rombo. Dos nucleó-
tidos pertenecían a una banda y dos a la otra. El “código de rombos rojos” de Gamow
asegura precisamente las 20 letras, pues como utiliza cuatro bases, da origen a (44)
256 combinaciones; no obstante, esta forma de codificación directa imponía algunas
limitaciones a la secuencia de aminoácidos de la proteína, lo que mostraba que una
vez fijado un aminoácido, el siguiente no podía ser cualquiera de los 20, sino un nú-
mero muy reducido de estos. Sin embargo, las investigaciones demostraron que tal
limitación no existía en las proteínas, cuyas secuencias de aminoácidos eran conocidas.
El descubrimiento de que la síntesis de proteínas se realizaba en una estructura
citoplasmática (los ribosomas) y la existencia de los ARNm, rechazaron definitiva-
mente la hipótesis de Gamow.
Por razonamientos teóricos se estableció la relación de codificación –que se com-
probó después experimentalmente–, o sea, cuántas bases son necesarias para codificar
un aminoácido. Como el lenguaje del ARNm solo tiene cuatro letras (A, U, G y C)
y el de las proteínas 20, la relación no podía ser 1:1, ya que las proteínas constarían
de cuatro aminoácidos; si fueran combinaciones de dos bases, alcanzaría para
(42 = 16) 16 aminoácidos; pero con tres bases (43 = 64), el número de combinaciones
era mayor que el número de aminoácidos, por lo que quedó establecido que a cada
aminoácido en la proteína le correspondían tres bases en el ARNm, y la relación de
codificación es 3:1. Este triplete de bases, por ser la unidad de codificación, recibió
el nombre de codón.
Teniendo en cuenta que son posibles 64 combinaciones de bases y que solo 20
aminoácidos diferentes se incorporan en la síntesis de proteínas, se deduce que al
menos para algunos aminoácidos existe más de un codón, o sea, el código se degenera.
Los codones que se traducen en el mismo aminoácido se denominan sinónimos.
Otra consideración importante se refiere a la forma en que el ARNm es tradu-
cido, si el código es o no superpuesto. Si el código no es superpuesto, cada base
nitrogenada formará parte de un solo codón, mientras que si fuera superpuesto
formaría parte de más de uno:
El modelo experimental
Los polinucleótidos se sintetizaron utilizando una enzima –polinucleótido
fosforilasa–, descubierta en 1955 por Marianne Grumberg Manago y Severo Ochoa.
Esta enzima se diferencia notablemente de la ARN polimerasa, ya que utiliza como
sustratos los nucleósidos difosfatados; como no libera pirofosfato, su acción no pro-
gresa acoplada a la hidrólisis de este, y lo más importante es que esta enzima no es
dirigida por un molde de ADN, por lo que la secuencia del polinucleótido es dictada
al azar por la proporción relativa de los diferentes nucleósidos difosfatos, presentes
en la mezcla de reacción.
El procedimiento consistía en preparar un conjunto de tubos de ensayo, de
composición similar, en cada uno de los cuales se añadía un aminoácido diferente,
marcado con 14C.
Nota: aparecen cuatro clases de frecuencias para los ocho codones posibles.
Fen 100 3U
Val 37 2U+1G
Leu 36 2U+1G
CyS 35 2U+1G
Trp 14 2G+1U
Gli 12 2G+1U
Codones de terminación
El carácter continuo de la secuencia de bases del ARNm y su lectura de tres en tres
bases, es decir, por codones, hace necesario que en el mensajero exista una señal que
indique dónde comenzar y dónde terminar la síntesis de la proteína. Esas señales no
podían ser otras que codones o combinaciones de estos. Para que la síntesis concluya en
un codón determinado, este no puede codificar a ningún aminoácido, lo cual es posible,
pues el número de codones es más de tres veces el número de aminoácidos.
Si se utilizaba el poli (UAUC), la traducción podía comenzar en cuatro sitios dife-
rentes:
1. UAU|CUA|UCU|AUC|UAU|CUA|UCU|AUC|
2. AUC|UAU|CUA|UCU|AUC|UAU|CUA|UCU|
3. UCU|AUC|UAU|CUA|UCU|AUC|UAU|CUA|
4. CUA|UCU|AUC|UAU|CUA|UCU|AUC|UAU|
De esta manera se originan solo cuatro codones diferentes (UAU, AUC, UCU y CUA),
producidos por la secuencia alternante TirLeuSerIle, que puede comenzar con cualquiera
de estos. Esta situación se repetía con muchos polinucleótidos del tipo poli (MNPQ).
Cuando se ensayó el poli (GUAA), se esperaba encontrar un resultado similar, ya
que este debe producir también cuatro codones y, por tanto, un tetrapéptido repetido:
1. GUA|AGU|AAG|UAA|GUA|AGU|AAG|UAA|
2. UAA|GUA|AGU|AAG|UAA|GUA|AGU|AAG|
3. AAG|UAA|GUA|AGU|AAG|UAA|GUA|AGU|
4. AGU|AAG|UAA|GUA|AGU|AAG|UAA|GUA|
Codón de iniciación
En los sistemas in vitro la síntesis de proteínas comienza en cualquiera de las bases
del polinucleótido sintético utilizado. La síntesis de proteínas in vivo requiere un triplete
específico de bases, conocido como codón de iniciación. Por experimentos in vitro se ha
podido determinar que el más utilizado para ello es el AUG, aunque en muy pocos casos
también el GUG; esto fue corroborado más tarde en numerosos estudios de secuencias de
ADN. Estos codones tienen además la función de codificar aminoácidos específicos –el
AUG metionina y el GUG valina– para incorporarlos dentro de la cadena polipeptídica.
En el capítulo 30 se explicará cómo la célula puede diferenciar una de otra.
Como resultado de todos estos trabajos, a finales de 1966 el código genético había
sido descifrado completamente. El total de codones y su significado se muestra en la
figura 28.2.
Tabla 28.3. Grupo I de codones, donde las dos primeras bases son
suficientes para la codificación del aminoácido
X Y N Aminoácido
G G 6 Gli
G C 6 Ala
C G 6 Arg
C C 6 Pro
C U 5 Leu
G U 5 Val
A C 5 Tre
U C 5 Ser
G A 5 Glu Asp
A G 5 Arg Ser
U G 5 Trp/Ter CyS
C A 5 GlN His
A A 4 Lis AsN
A U 4 Ile/Met Ile
U A 4 Ter Tir
U U 4 Leu Fen
Aunque en solución los trinucleótidos se aparean mal, pues su tamaño no les permite
estabilizarse por las interacciones de apilamiento de bases, en el proceso de traducción
estas interacciones entre el codón y el anticodón se estabilizan debido a varios factores:
−− Tanto el codón como el anticodón forman parte de moléculas mayores, lo cual permite
que la unión entre estos se pueda estabilizar por apilamiento de bases.
−− Hacia el lado 5’ del anticodón siempre hay una U, lo que sugiere que debe tener alguna
participación en la estabilización de la unión del codón con el anticodón.
−− El apareamiento se produce normalmente cuando ambos (ARNt y ARNm) están unidos
a los ribosomas. Es posible que esa unión haga que el codón y el anticodón adopten
una posición tal que la estabilidad de la unión sea máxima.
Resumen
Desde el punto de vista bioquímico el código genético es la relación de equivalencia
entre la secuencia de bases nitrogenadas de los ARNm y la secuencia de aminoácidos de
las proteínas. El codón es la unidad de codificación y está formado por tres bases, por
lo que la relación de codificación es 3:1. Cada base nitrogenada del ARNm forma parte
de un solo codón, lo que quiere decir que el código no es superpuesto. Por lo general
cada aminoácido es codificado por más de un codón, lo que significa que el código es
degenerado.
El descifrado del código fue posible gracias a dos grupos de trabajo, principalmente
el de Niremberg y el de Khorana. El primero, mediante un sistema libre de células y
polinucleótidos sintéticos, como inicio, y trinucleótidos de secuencia conocida, después,
logró establecer la estructura de numerosos codones. El segundo, mediante el uso de
polinucleótidos de secuencia conocida, confirmó las asignaciones hechas por Niremberg
y estableció la secuencia de otros codones, entre estos los de terminación. A finales de
1966 el código estaba totalmente descifrado.
En general todas las bacterias, virus, hongos, vegetales y animales, utilizan el mismo
código, aunque existen variaciones entre organismos y dentro del mismo organismo entre
Ejercicios
1. Como se observa en la figura 28.2 existen seis codones para Leu, Ser y Arg. ¿Cuál
será el número mínimo de LeuARNt, SerARNt y ArgARNt que debe tener una célula
para sintetizar proteínas eficientemente, si todos los codones son utilizados con la
misma frecuencia?
2. El codón UAC codifica Tir y el UAG es un codón de terminación. ¿Podría un tirARNt
aparearse al UAG y provocar que la síntesis de la proteína continuara más allá de su
límite normal?
3. El codón de iniciación preferencial es el AUG, pero se ha comprobado que también
puede emplearse el GUG y en ambos casos se incorpora Met. ¿Pudiera explicarse
esta situación, suponiendo que un mismo ARNt pueda leer los dos codones?
4. Los ácidos aspártico y glutámico ocupan la misma casilla del código, difieren solo
en la tercera base. ¿Cuáles deben ser los anticodones del aspARNt y el gluARNt
para que en la cadena polipeptídica no pueda incorporarse uno de estos en vez del
otro?
5. Un bioquímico afirmó haber establecido la secuencia de bases de un TirARNt, cuyo
anticodón tenía la secuencia 5’ ICA3’, pero este hallazgo se puso en duda por todos
sus colegas ¿Cuáles serían las razones que hicieron poner en duda el hallazgo anun-
ciado?
6. Un ARNm es modificado artificialmente, incluyéndole una G entre los codones 15
y 16, y se observa que el polipéptido sintetizado difiere del original en la secuencia
de aminoácidos, a partir del 16; después se hace una segunda modificación al ARNm
y se observa que ahora la secuencia de aminoácidos del polipéptido solo difiere del
original en los aminoácidos 16, 17 y 18. ¿En qué consistió la segunda modificación?
¿Cómo se pueden explicar los dos resultados obtenidos?
Ribosomas
U
na vez esclarecido el aspecto informacional, empleado en el proceso
general de expresión de la información genética, se tratarán los aspectos
estructurales y funcionales de las partículas donde ocurre el fenómeno de
descodificación, cuyo resultado es la síntesis de una molécula de proteína.
Los ribosomas fueron observados por primera vez con la ayuda del microscopio
electrónico, por George Palade, en 1955, de manera que algunos autores aún los siguen
denominando gránulos de Palade. Más tarde, se ha podido demostrar la presencia de
estos en el citoplasma de todas las células animales y vegetales, hongos y bacterias, así
como en algunos organelos citoplasmáticos, especialmente los cloroplastos de las células
vegetales y las mitocondrias.
Los ribosomas son los componentes celulares más abundantes. En una bacteria en
fase de crecimiento activo se pueden encontrar cerca de 20 000 ribosomas, los cuales
contienen aproximadamente 10 % de las proteínas y 80 % de ARN celular. En eucarion-
tes la proporción de proteínas es menor, pero mayor su número absoluto, y contienen la
mayor parte del ARN celular.
Los ribosomas bacterianos se encuentran unidos al ARNm, que a su vez está unido
al ADN. En el citoplasma de los eucariontes los ribosomas están comúnmente asociados
con el citoesqueleto y en ocasiones con membranas del retículo endoplasmático; todo esto
significa que durante la traducción no están libres en las células, sino asociados directa
o indirectamente con alguna de las estructuras celulares.
El interés en el estudio de los ribosomas no radica solo en su participación en la
síntesis de proteínas, sino, además, en el proceso de su propia formación a partir de sus
componentes moleculares. También es de interés la interrelación funcional que se esta-
blece entre sus componentes, que se manifiesta en que estos, por separado, no pueden dar
cuenta de ninguno de los principales eventos que suceden cuando todos están organizados
en la forma adecuada.
Los avances tecnológicos alcanzados entre mediados de la década de los 60 hasta
nuestros días, han permitido comenzar a desentrañar la estructura molecular de los ri-
bosomas, la organización tridimensional y la biogénesis, así como han posibilitado una
primera aproximación a la relación estructura-función de estos organelos.
Este capítulo comenzará por el estudio de los ribosomas bacterianos, especialmente
los de la E. coli, lo que servirá de referencia para la comparación con los de otro origen.
Los aspectos funcionales de estas partículas, sin embargo, solo serán completamente
comprensibles después del estudio del capítulo 30.
Primeros indicios
La historia del conocimiento de los ribosomas se remonta a los primeros años de la
década de los 50. En aquellos momentos se descubrió que la capacidad de diversos tipos
celulares para sintetizar proteínas, se relacionaba con el contenido celular de ARN y que
la mayor proporción de este aparecía en forma de pequeñas partículas (que entonces de-
nominaron microsomas) en el citoplasma celular; esto sugería que las partículas debían
intervenir de alguna forma en la síntesis de proteínas, pero la importancia real de los
ribosomas solo se puso de manifiesto después de algunos años de intensa investigación
bioquímica.
El trabajo principal fue desarrollado por Paul C. Zamecnik y otros, quienes añadían
a homogenatos de hígado de rata, aminoácidos marcados con 14C y ATP como fuente de
energía para lograr detectar la formación de pequeñas cantidades de proteínas. Mediante
un proceso de eliminación llegaron a establecer que varios organitos celulares, entre estos
el núcleo y las mitocondrias, no eran necesarios para la síntesis de proteínas, pero que los
ribosomas eran esenciales. También lograron identificar otros componentes esenciales
para la síntesis de proteínas, entre estos los ARNt y la enzima que une los aminoácidos a
los ARNt correspondientes. Estos sistemas, sin embargo, producían una escasa cantidad
de proteínas. Los avances posteriores se llevaron a cabo con los trabajos presentados por
Marshall W. Niremberg y J. Heinrich Matthaei, acerca de los sistemas libres de células,
descritos en el capítulo 28.
A partir de ese momento se comenzó el estudio intensivo de los ribosomas, la se-
paración y la caracterización de sus componentes, la función de cada uno de estos en
la traducción, el ensamblaje de la partícula y su regulación, que son los aspectos que se
tratan a continuación. Por sus estudios sobre la estructura y la función de los ribosomas,
Venkatraman Ramakrishnan, Thomas A. Steitz y Ada E. Yonath recibieron el Premio
Nobel de Química, en el año 2009.
Composición molecular
Los ribosomas de todos los organismos están formados por varias moléculas de ARN,
de ahí su denominacion ribosomal (ARNr), y numerosas proteínas.
Ribosomas de procariontes
Los ribosomas de la E. coli se han estudiado con mayor intensidad que los de cualquier
otro organismo; al ser analizados en la ultracentrífuga presentan un coeficiente de sedi-
mentación de 70 S, con una masa de partícula de 2 520 kD, y están constituidos por 66 %
de ARN y 34 % de proteínas.
Esta partícula puede ser disociada en dos subunidades de tamaño desigual. La menor
presenta un coeficiente de sedimentación de 30 S, se le conoce como subunidad 30 S, con
una masa de 930 kD; está formada por una molécula de ARN de 16 S que tiene un total
de 1 541 nucleótidos, para una masa molecular de 560 kD, lo que representa 60 % de la
masa de la subunidad; el 40 % restante lo constituyen 21 proteínas, con una masa total
de 370 kD, que se han designado S1 a S21 para indicar que pertenecen a la subunidad
menor (small, pequeño) del ribosoma.
Subunidad menor
Masa de la partícula 0,9 × 106 1,44 × 106
ARN 16 S 18 S
Masa molecular 0,51 × 106 0,7 × 106
Proteínas 21 33
Masa molecular 8 300 - 25 800 11 200 - 41 500
Masa total de proteínas 0,39 × 106 0,74 × 106
Sedimentación 30 S 40 S
Subunidad mayor
Masa molecular 1,8 × 106 2,8 × 106
ARN tipo/masa 5 S/40 000 5 S/39 000
23 S/0,98 × 106 5,8 S/51 000
28 S/1,7 × 106
Masa total de ARN 1,02 × 106 1,79 × 106
Proteínas 32 46
Masa molecular 5 300 - 24 600 11 500 - 41 800
Masa total de proteínas 0,78 × 106 1,05 × 106
Sedimentación 50 S 60 S
Ribosomas de eucariontes
Los ribosomas del citoplasma de los eucariontes son más complejos que sus similares
de procariontes. Presentan mayor tamaño, con un coeficiente de sedimentación de 80 S
y una masa de partícula de 4 420 kD; están constituidos por 60 % de ARNr y 40 % de
proteínas.
En los seres humanos la subunidad menor presenta un coeficiente de sedimentación
de 40 S, con una masa de 1 400 kD, y está formada por una molécula de ARN de 18 S,
que contiene 1 900 nucleótidos, con una masa total de 700 kD que representa 50 % de
la partícula; 50 % restante corresponde a 33 proteínas, con un peso total de 700 kD,
denominadas RPS (del inglés ribosomal protein of small subunit).
La subunidad mayor –de 60 S y masa de 2 820 kD– presenta en su composición tres
moléculas diferentes de ARNr: una de 28 S, con 4 700 nucleótidos; otra de 5,8 S, con
160 nucleótidos, y la tercera de 5 S, con 120 nucleótidos; estos tres constituyen el 65 %
del peso de la partícula, que incluye, además, 46 proteínas, denominadas RPL (del inglés
ribosomal protein of large subunit). En la tabla 29.1 se muestran los aspectos principales
de la composición molecular de los ribosomas eucariontes.
Además, los eucariontes presentan ribosomas en las mitocondrias, también for-
mados por ARNr y proteínas que presentan un coeficiente de sedimentación de 55 S, con
una masa de partícula de 2,7 MDa y una relación ARN/proteínas de ½. La subunidad
menor o de 28 S contiene un ARNr de 12 S, con 950 nucleótidos más 29 proteínas. La
subunidad mayor o de 39 S está formada por un ARNr de 16 S, con 1 560 nucleótidos
y 50 proteínas. En estos ribosomas se realiza la traducción de los ARNm formados por
transcripción del ADN mitocondrial.
Estructura tridimensional
Los ribosomas presentan una estructura tridimensional compleja, de acuerdo con
la función relevante que realizan. El modelo asimétrico es el más aceptado como con-
formación general del ribosoma, en el cual la subunidad mayor aparece más o menos
redondeada, con un diámetro aproximado de 23 nm.
La formación de enlaces cruzados se realiza tratando los ribosomas con algún reac-
tivo que pueda formar enlaces covalentes entre grupos cercanos (el más empleado es el
2-iminotiolano); más tarde las partículas se disocian en sus componentes y por métodos
electroforéticos se identifican los componentes que resultaron unidos por el agente en-
trecruzador. Este método permite conocer las moléculas que están más próximas unas a
otras. Variando las características del reactivo se puede aumentar la distancia entre las
proteínas que resultan unidas. Por métodos similares se puede conocer la disposición de
Dominios funcionales
Los ribosomas de todos los organismos presentan en general dos regiones funcio-
nales: la traduccional y la de salida o secreción, ubicadas en zonas opuestas. El dominio
traduccional incluye la cabeza y la plataforma de la subunidad menor, así como la pro-
tuberancia central y las laterales de la subunidad mayor; es en este dominio donde han
sido localizados varios sitios funcionales (Fig. 29.7).
Durante la traducción existe una especialización funcional de las dos subunidades,
mientras en la de 30 S se produce el reconocimiento codón-anticodón, en la subunidad
Fig. 29.9. Reacción catalizada por el centro de peptidil-transferasa. Una adenina del ARNr de 28 S realiza un ataque
nucleofílico sobre el grupo amino del aminoacil-ARNt. Por corrimiento de electrones se forma un intermediario inestable
que conduce a la transferencia del grupo peptidilo del peptidil-ARNt hacia el grupo amino del aminoacil-ARNt, con
liberación del ARNt que estaba unido al grupo peptidilo.
Si el dominio traduccional está bastante bien conocido, todo lo contrario sucede con
el de salida o secreción. Pocas proteínas han sido localizadas en esta zona, por donde la
cadena polipeptídica recién formada abandona el ribosoma.
En estudios realizados con microscopia electrónica se ha demostrado que en los
ribosomas existe un túnel que sirve para la salida de la proteína. Este túnel tiene 12-10 Å
de diámetro; se extiende desde el centro del lado interno de la subunidad mayor, donde
radica la actividad de peptidil-transferasa, hasta el lado opuesto, alejado unos 80 Å, y
termina en el dominio de salida.
Este túnel se va ensanchando a medida que se aleja del centro de actividad de la
peptidil-transferasa y su extremo es lo suficientemente ancho para permitir la formación
de α-hélices en las proteínas en proceso de síntesis.
En los eucariontes el dominio de salida está muy próximo al dominio de unión a
membranas. De esta manera, cuando los ribosomas se unen al retículo endoplásmico, las
proteínas van saliendo del ribosoma –muy próximas al sitio de unión a la membrana–
y se descargan fácilmente a través de estas, hacia el lumen del retículo.
Polirribosomas
En los procariontes varios ribosomas se unen a un mismo ARNm para
formar los polirribosomas o polisomas, estos pueden estar libres en el citoplasma
o unidos a la membrana plasmática.
En los eucariontes la mayoría de los ribosomas se encuentra en forma de
polisomas y solo una pequeña fracción se halla como ribosomas libres. Es
fácil distinguir dos tipos de polisomas: los que aparentemente están libres en
el citoplasma y los que se encuentran unidos a las membranas del retículo en-
doplasmático y en la membrana externa de la envoltura nuclear.
Los polisomas adheridos forman modelos característicos, como asas, rosetas,
círculos, espirales e hileras dobles, en los que participa un número variable de
ribosomas (de 5 a más de 20). En algunos tipos celulares predomina un solo
modelo, por ejemplo, espirales en los plasmocitos e hileras dobles en los fibro-
blastos, mientras que en otros existen mezclas variadas.
Los polisomas libres sintetizan principalmente proteínas para el uso de la
célula, en tanto los adheridos lo hacen para la secreción, membranas u organitos
membranosos, pero no existen diferencias estructurales entre estos. La proporción
de ribosomas libres y adheridos puede variar notablemente durante la vida ce-
lular, una célula exocrina, por ejemplo, comienza su proceso de diferenciación
con una población predominante de polisomas libres, que elaboran las proteínas
necesarias para su crecimiento y reproducción, pero al estar completamente
diferenciada, presenta casi todos sus polisomas adheridos y solo una fracción
muy pequeña en forma libre.
Ejercicios
1. ¿Cómo se evidencia en la estructuración de los ribosomas el principio de organización
de las macromoléculas?
2. ¿Cómo procedería usted para determinar la posición de alguna de las proteínas que
forman parte de los ribosomas?
3. ¿Cuáles son las principales diferencias entre los ribosomas procariontes y los
eucariontes?
4. ¿Existen algunas diferencias entre los polisomas libres y los unidos a membranas
en los eucariontes?
5. En el ciclo celular de los eucariontes existe una etapa en que cesa la biogénesis de
los ribosomas. ¿Puede usted deducir en cuál y por qué?
Traducción
L
a traducción constituye la etapa crucial en el mecanismo de expresión de
la información genética. En este proceso ocurre la síntesis de la proteína
específica que ha de cumplir una función determinada en la célula o el orga-
nismo, con lo cual la información contenida en los genes quedará totalmente
expresada. En la traducción se realiza el tránsito de genotipo a fenotipo.
La explicación de la biosíntesis de proteínas en términos moleculares constituye un
problema central de la biología molecular. En 1961 se obtuvieron los primeros progresos
significativos en el estudio de este proceso, a partir de extractos bacterianos que sinte-
tizaban proteínas activamente. Estudios más recientes en eucariontes permiten afirmar
que, en general, el proceso ocurre de forma similar en todos los organismos vivos y que
las mayores diferencias radican en sus mecanismos de control.
El estudio de la traducción incluye tres aspectos: el informacional o del código,
estudiado en el capítulo 28; el topográfico o de la estructuración del sistema sintetizador
de proteínas, en el capítulo 29, y el químico, o sea, el problema concreto de la síntesis
de las proteínas, es decir, la iniciación de la síntesis, la unión de los aminoácidos en el
orden correcto, la liberación de la cadena polipeptídica neoformada, la adquisición de su
conformación y, en ocasiones, las modificaciones que ocurren simultáneamente o después
de la síntesis. A este último aspecto está dedicado el contenido del presente capítulo.
Como en capítulos anteriores, se hará una somera descripción del proceso en los
organismos procariontes, para luego hacer un estudio más detallado en los eucariontes.
Antes se tratarán aquellos aspectos que son comunes a ambos tipos de organismos.
Primeros aportes
El descubrimiento de los mecanismos moleculares de la síntesis de proteínas implicó
el esfuerzo de muchos investigadores durante años. A mediados de la década de los 50
Crick propuso la hipótesis de que no existía una interacción directa entre los aminoácidos
y los ácidos nucleicos que los codificaban y que era necesaria una molécula adaptadora,
sin poder precisar nada acerca de esta. Dicha idea fue corroborada pocos años después
cuando en 1957, Hoagland descubrió un tipo de ARN capaz de unirse específicamente
con aminoácidos y que se denominó soluble, pero que más tarde se nombró de transfe-
rencia (ARNt).
Un aspecto interesante del problema fue resuelto en una experiencia realizada por
Howard Dintzis, quien determinó la dirección en la cual se produce la síntesis. Para ello
se utilizaron reticulocitos que sintetizaban hemoglobina de manera activa. Las células
se exponían a aminoácidos marcados con 3H durante diferentes periodos, que siempre
eran menores que el requerido para la síntesis de la proteína. La hemoglobina se extraía
y se separaban las cadenas α y β que eran entonces tratadas con tripsina. A los péptidos
resultantes se les medía la radiactividad y se comprobaba que esta era mayor hacia el
extremo carboxílico. De hecho, había un gradiente de incremento de radiactividad desde
el extremo N terminal hacia el C terminal, por tanto, esa era la dirección de la síntesis.
Los experimentos para dilucidar el código genético ya habían mostrado que el ARNm
se leía en el sentido 5’→3’. A esta relación entre la dirección de lectura del ARNm y la
de síntesis de la cadena polipeptídica se le denomina colinealidad.
Otro hecho sobresaliente fue puesto al descubierto en el laboratorio de Frederick
Sanger, quien dejó establecido que existe un codón específico para la iniciación y que
este es leído por un ARNt específico que difiere estructuralmente del resto de las mo-
léculas del mismo tipo.
Sanger también pudo determinar que este ARNt era cargado con la metionina y que
a esta se unía un grupo formilo, que constituía la formilmetionina, primer aminoácido
que era incorporado a la síntesis de proteínas.
El interés por los mecanismos de síntesis de proteínas es tal, que son muchos los
hombres y los laboratorios que han realizado aportes al esclarecimiento del proceso hasta
el nivel en que se encuentra en la actualidad.
Características generales
La síntesis de proteínas ocurre en los ribosomas, de manera unidireccional, acoplada
a la hidrólisis de nucleósidos trifosfatados y dirigida por la lectura colineal del ARNm. La
traducción ocurre en un organito citoplasmático específico (los ribosomas) y se produce
de forma unidireccional desde el extremo N terminal hacia el C terminal, colinealmente
a la lectura del ARNm (Fig. 30.1). Tiene carácter gradual y repetitivo, ya que los amino-
ácidos se van incorporando uno a uno mediante el mismo mecanismo. También posee
carácter acoplado, pues la energía necesaria para el proceso proviene de la hidrólisis de
nucleósidos trifosfatados, y carácter dirigido, ya que el orden que ocupan los aminoácidos
en la cadena polipeptídica está determinado por el orden de los codones en el ARNm.
Para la realización de la traducción se requieren más de 200 macromoléculas y trans-
curre a una velocidad promedio de 10 aminoácidos incorporados por segundo.
En el estudio de la traducción se considerarán de manera secuencial las mismas etapas
que en los procesos anteriores, o sea, los eventos previos a la iniciación, la iniciación, la
elongación, la terminación y los eventos posteriores a la terminación.
con valina se logró la formación del valil-AMP, pero al añadir el ARNtval en vez de pro-
ducirse la transferencia del grupo valilo al ARNt, se estimuló la hidrólisis del valil-AMP.
Varios estudios encaminados a dilucidar el mecanismo por el cual la enzima reconoce
a su ARNt específico han llevado al descubrimiento del “conjunto de identificación”,
esto es, el grupo de detalles estructurales de los ARNt que determinan el reconocimiento.
Formando parte de este conjunto de identidad se encuentran el nucleótido que ocupa la
posición 73 (N73), el brazo aceptor y el anticodón. También se han observado impor-
tantes interacciones con el brazo variable, el brazo D, el interior de la forma Γ del ARNt
y el eje fosfato ribosa. El reconocimiento no se produce por interacciones aisladas con
estos elementos, sino más bien en una forma cooperativa y secuencial de todos ellos.
En algunas enzimas específicas otros detalles estructurales son de gran significación.
El mecanismo de reconocimiento molecular es tan preciso que estas enzimas tienen un
índice de error de 1 en 10 000.
Casi todos los aminoácidos, una vez unidos a su ARNt correspondiente, están en
condiciones de unirse a los ribosomas para la síntesis de proteínas, no obstante, existe
una notable excepción. Se trata de aquel que va a servir para la iniciación.
Como ya se estudió en el capítulo 28, el codón de iniciación es el AUG (y en algunos
organismos el GUG), que además codifica la metionina. Frederick Sanger descubrió que
existen dos tipos de ARNtMet, uno que se emplea en la iniciación, el ARNtiMet, y otro para
las posiciones interiores –el ARNtmMet.
En procariontes la misma sintetasa cataliza la unión de los dos ARNt a la metionina,
pero el MetARNtiMet es modificado luego por la acción de una transformilasa específica
que utiliza como donante activado de formilo el N10formiltetrahidrofolato (FH4), como se
representa en la figura 30.4. El producto de la reacción se denomina N-formilmetionil-ARNt
Traducción en procariontes
La traducción comienza con la formación de un complejo de iniciación 70 S.
Los componentes que interactúan son las dos subunidades del ribosoma, ARNm,
fmetARNtiMet y GTP. Se requiere, además, la participación de tres proteínas, denominadas
factores de iniciación e identificadas simbólicamente como FI-1, FI-2 y FI-3. A conti-
nuación se describe la secuencia de eventos que llevan a la formación de este complejo.
Para lograr una mejor comprensión se ha dividido en cuatro fases (Fig. 30.5).
Fig. 30.6. Estructura del GDPCP. La figura muestra las estructuras del GTP (a) y del GDPCP (b) que presenta cómo,
en este último, el grupo fosfato más externo está unido al resto de la molécula por un grupo metileno, por lo cual este
compuesto no es hidrolizable como el GTP y resulta de gran utilidad como su análogo.
Para liberar al FI-2 se requiere la participación del FI-1, en cuya ausencia la hidrólisis
del GTP no permite la liberación del FI-2, ni la incorporación de la 50 S. Parece ser que
al hidrolizarse el GTP, el FI-2 queda unido al GDP que debe intercambiar con el FI-1
para abandonar el ribosoma.
Las proteínas L11 y L7/L12 están involucradas en la hidrólisis del GTP. El contacto
entre FI-2:GTP y la prominencia L7/L12 produce en esta última una transconformación
que activa la GTPasa unida el ribosoma.
La etapa de iniciación es la más compleja de todas, pero se debe tener presente que
de la adecuada ubicación del codón de iniciación depende que el resto del proceso se
lleve a cabo con la fidelidad requerida.
Fig. 30.7. Elongación. Las tres etapas fundamentales de la elongación se repiten de manera continua tantas veces como
aminoácidos tiene la proteína, por eso esta etapa tiene carácter reiterativo. (a) El complejo, como queda al final de la
iniciación; (b) se ha incorporado el aminoacil-ARNt al sitio A del ribosoma, que en el paso siguiente (c) queda unido al
aminoacil que ocupaba el sitio P. Se produce la translocación (d) y comienza un nuevo ciclo de elongación.
Translocalización
El ciclo de elongación se completa con la translocación, en la cual el ribosoma avanza
tres nucleótidos a lo largo del ARNm. Al formarse el enlace peptídico, el ribosoma porta
un ARNt descargado en el sitio P y un peptidil-ARNt en el sitio A. Como parte de un
mismo mecanismo, en la translocación el ARNt del sitio P se mueve hacia el sitio E y de
manera simultánea el peptidil-ARNt se desplaza del sitio A hacia el sitio P. El ribosoma
presenta un sitio A no ocupado, que permitirá la entrada del siguiente aminoacil-ARNt.
En esta fase interviene el FEG (la G alude a que liga nucleótidos de guanina).
Como en los casos anteriores, se debe formar un complejo FEG-GTP que garantiza
la conformación adecuada para la unión al ribosoma y después la hidrólisis del GTP no
solo proporciona la energía necesaria para el movimiento, sino que, además, cambia la
conformación de la proteína y le permite abandonar el ribosoma.
Los ribosomas no pueden unirse simultáneamente al FETu y al FEG, por lo que
la síntesis de proteínas sigue un ciclo en el cual estos factores son alternativamente
unidos a, o liberados de, los ribosomas.
Este ciclo de elongación se repite tantas veces como aminoácidos sean necesarios
incorporar a las proteínas, por lo cual constituye el periodo de mayor duración de todo
el proceso.
Traducción en eucariontes
En eucariontes el proceso transcurre de forma similar, solamente la etapa de iniciación
muestra grandes diferencias con la misma etapa en procariontes. En esta fase ocurre un
grupo de eventos que pueden ser sucesivos o simultáneos. En la siguiente descripción se
Elongación
La elongación consiste en el alargamiento de la cadena polipeptídica, con la
incorporación uno a uno de los aa-ARNt, de acuerdo con el orden de los codones
en el ARNm. Es un proceso repetitivo cuya duración depende del número total de
aminoácidos que deben ser incorporados a la proteína que se sintetiza.
La elongación de la traducción en eucariontes requiere de un conjunto de
proteínas no ribosomales, denominadas factores de elongación (eFE). Este grupo
incluye eFE-1A y eFE-1B, que están implicados en el reclutamiento de los aa-ARNt
hacia el ribosoma, y eFE-2 que interviene en la translocalización del ribosoma.
En la elongación se describen habitualmente tres pasos fundamentales: la in-
corporación del aa-ARNt, la formación del enlace peptídico y el movimiento del
ribosoma sobre el ARNm hacia el siguiente codón (Fig. 30.15).
Incorporación del aa-ARNt. Los aminoácidos son transportados hacia
el ribosoma, donde forman un complejo ternario con el GTP y el factor de
elongación 1 (eFE-1A) en forma aa-ARNt-GTP-eFE-1A. El ARNt desempeña una
función importante en la ubicación del aminoácido y la descodificación, y poste-
riormente en la formación del enlace peptídico. Esto, a su vez, estimula la actividad
GTPasa de eFE-1A. El eFE-1A-GDP libera el aa-ARNt en el sitio A, en una forma
que permite continuar la elongación, en tanto este abandona el ribosoma.
El eFE-1A-GDP no es capaz de unir un nuevo aa-ARNt, pues para ello debe
estar unido al GTP. El intercambio de nucleótidos es catalizado por eFE-1B.
Terminación
La fase de terminación ocurre cuando un codón de terminación ocupa el sitio A del
ribosoma y el peptidil-ARNt se encuentra en el sitio P. Esto trae como resultado la li-
beración de la cadena polipeptídica completa, debido a la hidrólisis del enlace éster entre
el polipéptido y el ARNt que se encuentran en el sitio P. Una proteína conocida como
factor de liberación (eRF), de clase I, descodifica la información del codón de termi-
nación y estimula la hidrólisis que es catalizada por el centro de peptidil transferasa de la
subunidad de 60 S. Otro eRF de clase II, con actividad de GTPasa, estimula la actividad
del eRF de clase I, sin importar a cuál codón de terminación el eRF de clase I esté unido.
Al contrario de los procariontes, los eucariontes solo poseen un factor de liberación
de clase I (eRF-1) que tiene una capacidad de descodificación total y puede promover la
hidrólisis del peptidil-ARNt en presencia de cualquiera de los codones de terminación,
UAA, UAG o UGA, por un mecanismo de mimetismo molecular. Los eucariontes
también poseen solamente un factor de clase II, el eRF-3, que acciona la liberación del
eRF- 1 del ribosoma una vez hidrolizado el peptidil-ARNt. La etapa de terminación se
ilustra en la figura 30.16.
La estructura tridimensional del eRF-1 semeja una letra “Y” y presenta tres dominios:
el dominio 1 ocupa la base de la Y, mientras que los dominios 2 y 3 ocupan los brazos.
Los dominios 1 y 2, en su conjunto, son los que se unen al ribosoma, reconocen el codón
de terminación y activan la hidrólisis del peptidil-ARNt. El dominio 3 sirve para la unión
Fig. 30.16. Terminación. Al aparecer en el ARNm un codón de terminación, se produce la unión del eRF-1 que promueve
la hidrólisis del enlace entre la cadena polipeptídica y el ARNt que está en el sitio P. El eRF-3 provoca la disociación
total del sistema.
Posterminación
La mayoría de las proteínas no tiene su conformación definitiva y funcional al aban-
donar los ribosomas. La cadena polipeptídica formada en el ribosoma suele experimentar
modificaciones que se pueden producir de manera simultánea a su formación (modifica-
ciones cotraduccionales), o una vez que ha sido liberada del ribosoma (modificaciones
postraduccionales), que dan lugar a la forma definitiva y funcional de la proteína.
En los procariontes el grupo formilo de la formilmetionina es eliminado antes de
terminar la traducción por la acción de una desformilasa específica, y en ocasiones, tanto
en procariontes como en eucariontes, enzimas del tipo de las aminopeptidasas catalizan
la separación de varios aminoácidos a partir del extremo N terminal. La eliminación de
los aminoácidos parece estar influida por los aminoácidos que ocupan las posiciones
siguientes: la metionina permanecerá como primer aminoácido, si el aminoácido que
ocupa el segundo lugar es arginina, asparagina, ácido aspártico, ácido glutámico, isoleu-
cina o lisina; mientras que será separada si los aminoácidos que ocupan el segundo lugar
son alanina, glicina, prolina, treonina o valina. Con frecuencia el grupo aminoterminal
constituido es acetilado por la acción de transacetilasas.
Algunas cadenas laterales de los aminoácidos son modificadas, por ejemplo, durante
la síntesis del colágeno sucede la hidroxilación de los restos de prolina y de lisina; también
son esterificados grupos fosfatos a restos de serina, tirosina y triptófano de numerosas
proteínas.
Los grupos prostéticos son añadidos a las proteínas, como el hemo de la hemoglobina
y los cofactores que se unen de forma covalente a la enzima, como la biotina, el FAD,
etcétera.
Un evento postraduccional importante es la formación de los puentes disulfuro entre
dos cisteínas que contribuyen a la estructura tridimensional de muchas proteínas.
La cadena proteínica puede ser hidrolizada en diferentes puntos, como sucede con
los zimógenos del tubo digestivo, el pepsinógeno, el tripsinógeno, etc., que parecen
ser formas de almacenamiento de la enzima y solo alcanzan su estado funcional en el
momento de su acción.
La proinsulina es hidrolizada con la liberación de un segmento polipeptídico, deno-
minado péptido C, que se encuentra en el centro de la molécula, haciendo que la forma
funcional de la hormona esté constituida por dos cadenas polipeptídicas, cuando se ha
sintetizado como una cadena polipeptídica única. En la hipófisis se forma una proteína que
Distribución de proteínas
En los organismos eucariontes tiene una significación especial el proceso de dis-
tribución de las proteínas. Todas las proteínas se forman en los ribosomas, pero deben
realizar sus funciones en diferentes compartimentos celulares y, en ocasiones, deben ser
llevadas hacia el exterior de las células. Las proteínas que permanecen en el citosol, así
como las destinadas a las mitocondrias, los peroxisomas y el núcleo, son sintetizadas por
ribosomas libres; las destinadas a otros compartimentos o hacia el exterior se sintetizan en
ribosomas unidos a las membranas del retículo endoplasmático. A manera de ilustración
se describirá el tránsito de proteínas a través de los sistemas membranosos de la célula,
entre otras cosas por ser el mejor conocido.
Las proteínas que deben ser procesadas en el retículo endoplasmático se forman
en un estado de preproteína, pues contienen hacia su extremo N terminal un pequeño
péptido de 22 a 30 aminoácidos, denominado péptido señal. Cuando este péptido ha
sido traducido es reconocido por un complejo nucleoproteínico conocido como partícula
de reconocimiento de la señal que está formada por un ARN de aproximadamente
300 nucleótidos y seis proteínas de diferentes tamaños. Esta partícula actúa también
sobre el ribosoma, bloquea la traducción y más tarde transporta los ribosomas hacia las
membranas del retículo, transfiriéndolos a una proteína receptora que es parte integral
de la membrana. La unión del ribosoma a su receptor recluta hacia esa zona un grupo de
proteínas que se organizan en forma de canal, denominado aparato translocador, y hacia
el cual es transferido el ribosoma. La unión del ribosoma al aparato translocador se rea-
liza de manera que el dominio de secreción quede en contacto con la luz del canal, y al
continuar la síntesis de la proteína esta es descargada hacia la luz del retículo (Fig. 30.17).
Formando parte del aparato translocador se han identificado, al menos, cuatro pro-
teínas con actividad enzimática. La peptidasa señal separa el péptido señal del resto de
la cadena polipeptídica, en tanto la péptido señal hidrolasa produce la degradación hidro-
lítica del péptido señal hasta sus aminoácidos constituyentes. Las dos enzimas restantes
actúan sobre la cadena polipeptídica en crecimiento. La oligosacaril transferasa cataliza
la transferencia de oligosacáridos hacia residuos específicos de serina o asparagina, en
tanto la tiol disulfuro isomerasa cataliza la formación de los enlaces disulfuros y contri-
buye a la formación de la estructura tridimensional de las proteínas.
Las proteínas que pasan a la luz del retículo contienen pequeñas secuencias ami-
noacídicas que indican su destino. La presencia hacia el extremo C terminal de la se-
cuencia KDEL determina que la proteína permanezca en el retículo, en tanto la señal
KxKx o KKxx u otras con dos lisinas dirigen las proteínas hacia el aparato de Golgi. La
presencia de manosa-6-P en el extremo de los oligosacáridos orienta las proteínas hacia
los lisosomas. Se cree que existe otra señal para las proteínas que forman gránulos de
secreción, pero no ha sido identificada. Estos gránulos de secreción se acumulan por
debajo de la membrana plasmática y son segretados hacia el exterior cuando la célula
recibe un estímulo específico. De igual manera se supone la existencia de señales que
determinan la ubicación de proteínas en la membrana plasmática, en la cual parece ser
determinante un residuo de tirosina. Si ninguna de estas señales está presente, entonces
Fig. 30.17. Síntesis de las proteínas de secreción. (a) Formación del complejo de iniciación y comienzo de la elongación;
(b) al aparecer el péptido señal este es reconocido por la partícula de reconocimiento que detiene la síntesis de proteínas;
(c) los ribosomas son llevados a una proteína receptora que se encuentra en la membrana del retículo endoplasmático;
(d) la unión del ribosoma a su receptor provoca el reclutamiento hacia ese sitio de un grupo de proteínas que forman un
canal a través de la membrana; (e) la proteína es translocada por el canal hacia la luz del retículo y la síntesis continúa,
y (f) una vez terminada la síntesis, el ribosoma se separa del canal que se desarma y el ciclo comienza de nuevo.
Consideraciones energéticas
El proceso que se acaba de describir representa un gasto energético considerable
para la célula que solo puede justificarse por el elevado valor que tiene el producto que
se obtiene –las proteínas. Aunque se ha señalado que la hidrólisis del GTP tiene
fundamentalmente una función reguladora, es cierto que la energía se libera y, por tanto,
constituye un gasto para la célula, que se pudiera cuantificar si se tiene en cuenta lo que
ocurre en cada una de las etapas.
En los eventos previos a la iniciación tiene lugar la activación de los aminoácidos,
reacción en la cual se libera AMP, por lo que representa un gasto energético equivalente
a dos ATP por cada aminoácido que es activado. En la iniciación un GTP es hidrolizado
cuando el formilmetionil-ARNt o la met-ARNti se incorpora al sitio P. Durante la elon-
gación se requiere un GTP para la incorporación de cada aminoacil-ARNt y otro más
para la translocalización. Como esta etapa tiene carácter repetitivo, representa el mayor
gasto; también en la terminación se consume un GTP.
Inhibidores de la traducción
Debido a las diferencias entre los componentes del sistema traduccional en proca-
riontes y eucariontes, los inhibidores del proceso en un tipo de organismo suelen no serlo
en el otro, aunque existen excepciones.
Los principales inhibidores de la traducción son antibióticos que no solo han tenido
valor en el tratamiento de las enfermedades infecciosas, sino también en el esclareci-
miento de muchos de los aspectos relacionados con los mecanismos de la traducción.
La puromicina permitió comprobar la existencia de los dos sitios funcionales del
ribosoma. Este antibiótico actúa como un análogo del aminoacil-ARNt (Fig. 30.18),
pero no del fmet-ARNti lo cual demostró que uno y otro se ubican en sitios diferentes.
La adición de puromicina a un sistema de síntesis de proteínas provoca la terminación
prematura de la cadena y origina pequeños péptidos de diferentes tamaños.
Resumen
La traducción constituye la etapa crucial del proceso general de expresión de la in-
formación genética, ya que en esta se producen las proteínas cuyas funciones específicas
determinan un organismo.
Este proceso tiene lugar en los ribosomas y se produce unidireccionalmente del ex-
tremo N terminal al C terminal, colineal a la lectura del ARNm. Tiene carácter gradual y
repetitivo y está acoplada a la hidrólisis de NTP; para su realización se requieren más de
200 macromoléculas específicas. Para su incorporación a las proteínas los aminoácidos
deben ser activados, lo cual se logra con su unión a los ARNt específicos por enzimas
denominadas aminoacil-ARNt sintetasas.
Ejercicios
1. Demuestre que en el proceso de la traducción se cumplen los principios siguientes:
a) De los cambios graduales.
b) De acoplamiento.
c) De interrelación.
d) De transferencia de información.
2. ¿Por qué en los experimentos de Niremberg y otros (ver capítulo 28) se podían utilizar,
como ARNm, polinucleótidos que no contenían el codón AUG para la iniciación?
3. ¿Qué significado tienen en cuanto a la fidelidad de copia de la traducción las pro-
piedades de las enzimas aminoacil-ARNt sintetasa?
4. La enzima nucleósidodifosfatoquinasa cataliza la reacción:
ATP + GDP = ADP + GTP
¿Por qué cree usted que la inhibición de esta enzima provoca una inhibición de la
traducción?
5. La cisteína puede perder su grupo sulfihidrilo espontáneamente. En un experimento
con reticulocitos de conejo se observó que en algunas posiciones de la proteína donde
debía aparecer cisteína, aparecía alanina. ¿Cuándo se produjo la pérdida del grupo
sulfihidrilo, antes o después de la reacción de activación?
6. Una cepa de E. coli produce una proteína L12 mutante. Esta cepa es resistente a la
acción de la estreptomicina. ¿Existe alguna relación entre estos dos hechos? Expli-
que su respuesta.
7. Explique por qué la fosforilación del eFI-2α por la proteína quinasa, estimulada por
el interferón, provoca una inhibición de la síntesis de proteínas. ¿Pudiera esta acción
explicar la acción antiviral del interferón?
8. ¿Qué sucedería si por una mutación un ARNt pudiera leer uno de los codones de
terminación?
Recombinación genética
L
a recombinación genética es uno de los procesos más importantes en que
participa el ADN celular. Durante su transcurso se produce el intercambio
de grandes segmentos de ADN entre dos moléculas. Sin este proceso, los
cromosomas constituirían una combinación fija de alelos particulares,
sujetos únicamente a los cambios mutacionales; el lugar de los daños provocados por
las mutaciones se agrandaría muchas veces, ya que pasaría del gen al cromosoma; las
mutaciones dañinas se irían acumulando hasta anular funcionalmente al cromosoma. Al
intercambiar los genes de un cromosoma a otro, la recombinación permite la separación
de las mutaciones dañinas de las beneficiosas, haciendo posible la eliminación de las
primeras y la conservación de las segundas. Desde el punto de vista de la evolución,
un cromosoma viene a ser algo así como “un ave de paso”, una asociación temporal de
alelos, cuya existencia particular en los grandes periodos evolutivos sería efímera.
Existen numerosas formas de recombinación genética, teniendo en cuenta el modo en
que sucede el intercambio de los bloques de ADN y de acuerdo con el tipo de organismo
donde se produce. El mecanismo es complejo y no está totalmente esclarecido ni en los
organismos más simples, a pesar del extraordinario avance logrado en su comprensión
durante los últimos años.
En este capítulo, primero se discutirán brevemente los conocimientos actuales acerca
de los mecanismos moleculares de la recombinación genética, tomando como referencia
el sistema mejor conocido –el de la E. coli–, y con posterioridad, los ejemplos más so-
bresalientes del proceso en seres humanos.
Modelo de Holliday
El modelo más aceptado sobre el mecanismo de la recombinación genética fue propuesto
por Robin Holliday, en 1964 (Fig. 31.1). Este comprende dos grandes etapas: iniciación
y maduración.
Iniciación. Dos dobles hélices homólogas se alinean una al lado de la otra (aparea-
miento) y cada una de las bandas es cortada mediante enzimas en un lugar específico,
de esta manera se crea un extremo libre que abandona la hebra complementaria a la cual
estaba unida por puentes de hidrógeno, se asocia con la cadena complementaria de la otra
molécula (invasión de hebra) y se establece una interacción física entre las dos moléculas
a recombinar. Esta estructura se puede estabilizar por la acción de la ADN ligasa que
forma los enlaces fosfodiéster correspondientes en cada hebra. La hebra invasora puede
ir estableciendo cada vez un mayor número de puentes de hidrógeno con la molécula
invadida y desplaza a la cadena original (migración de hebra). La estructura así formada
recibe el nombre de intermediario de Holliday.
Este intermediario no es estático y su posición puede ir variando en un sentido o en
otro por el mecanismo de migración, o puede rotar sobre su eje cilíndrico (isomerización),
lo que hace que adquiera una nueva forma.
Fig. 31.5. Modelo de recombinación sin corte. Dos moléculas de ADN se aparean a todo su largo (a). Una desnatura-
lización local permite la invasión recíproca de las dos moléculas (b), que va aumentando en longitud (c y d). El paso
de isomerización por rotación (e y f) y el corte (g) dan lugar al intermediario de Holliday (h) que se madura y da dos
moléculas recombinadas, cuyas zonas heterólogas son de igual longitud.
Enzimología de la recombinación
Por estudios con bacterias mutantes se han podido identificar 12 genes involucrados
en el proceso de la recombinación y son principalmente de las familias rec y ruv. Además,
están los relacionados con las proteínas que participan en el metabolismo general del
ADN, como la ADN polimerasa I, la ADN ligasa, las SSB y las topoisomerasas I y II.
No todos los genes de la familia rec se han podido caracterizar con igual profundidad,
lo cual supone que el proceso no está completamente esclarecido. Sin embargo, el co-
nocimiento actual permite buena aproximación al mecanismo molecular del proceso.
Estudios experimentales han demostrado que mutaciones en el gen recA pueden
reducir hasta 1 000 veces la recombinación genética. La proteína RecA es un polipéptido
de 40 kD, cuya síntesis se incrementa notablemente en situaciones que afectan de forma
negativa el metabolismo del ADN (luz ultravioleta, ácido nalidíxico, bleomicina o mi-
tomicina C), haciendo que pase de su nivel normal de unas 2 000 moléculas por célula
a 50 000 aproximadamente, o sea, 6 % del total de las proteínas celulares.
La primera actividad enzimática conocida de RecA fue su acción proteolítica, cuyo
significado se aclara en el capítulo 33 y no está relacionada con la recombinación.
Con posterioridad se demostró que la interacción con ADN de cadena simple (ADNs)
desarrollaba en esta una fuerte actividad de adenosintrifosfatasa (ATPasa) y le permitía
catalizar la asimilación de esa hebra a una molécula de ADN de doble hebra (ADNd),
donde existieran zonas de secuencias homólogas.
En experimentos de recombinación la cantidad de RecA necesaria es directamente
proporcional a la cantidad de ADNs en el sistema, en forma estequiométrica; un monómero
de 40 kD es necesario por cada tres bases de ADNs. La RecA puede unirse tanto al ADNs
como al ADNd, pero de forma diferente y compleja. Su unión al ADNs es más simple
y no requiere ATP, pues si se añade, este es hidrolizado rápidamente y RecA se une y se
separa de forma alternativa del ADNs. En contraste, en condiciones fisiológicas la unión
de RecA al ADNd requiere ATP y es 100 veces más lenta que su unión al ADNs. El sitio
de unión del ADNs y el ADNd es el mismo o son tan próximos que llegan a superponerse.
El producto de recB es un polipéptido de 140 kD que se asocia con el producto
de recC, un polipéptido de 128 kD y con el de recD de 58 kD, formando una proteína
multimérica conocida como RecBCD. Mutaciones en estos genes disminuyen la recom-
binación al nivel de 1 % del tipo silvestre, muy importante, aunque menos que recA.
Tiene una potente actividad de exonucleasa y endonucleasa. Lo más sobresaliente es una
actividad de endonucleasa de sitio específico como la enzima de restricción que reconoce
la secuencia 5’GCTGGTGG3’, conocida como motivo chi (χ). La enzima corta el ADN
en el cuarto o sexto nucleótido después de 3’. Los productos de los demás genes de la
familia rec son menos conocidos, aunque se sabe que RecF es una proteína de unión al
ADNs, RecJ es una exonucleasa para ADNs y RecQ es una helicasa.
La otra familia génica implicada es ruv. RuvA es una proteína de 22 kD que forma
tetrámeros, los cuales se unen al ADN que presente forma de X. RuvB es una ATPasa
débil de 34 kD que se une al complejo ADN¦RuvA, y RuvC que solo tiene 19 kD es capaz
de resolver los intermediarios de Holliday por rupturas endonucleolíticas.
Cuando RecBCD se incuba con ADNd, ATP y ADNs, su actividad de nucleasa se
suprime y actúa desenrollando el ADNd, como una helicasa, de este modo se expone
ADNs que es cubierto por las SSB. Se ha propuesto un modelo a partir de los estudios
cinéticos de la enzima. En condiciones fisiológicas un extremo de RecBCD se une al
ADNd y comienza a desenrollarlo a una velocidad de 300 nucleótidos por segundo. La
cadena formada es liberada en el otro extremo a una velocidad de 200 nucleótidos por
segundo. La diferencia de velocidades origina un asa de ADNs, que va creciendo en la
Aproximadamente los 100 primeros aminoácidos de las dos cadenas son diferentes
en todas las inmunoglobulinas del mismo tipo y por eso se le llama zona variable (V);
el resto es igual en las moléculas del mismo tipo y se le llama constante (C). Esta gran
diversidad estructural es resultado de la forma de organización de los genes, pues no están
organizados de forma continua, sino por sectores. Así, el conjunto génico de las cadenas
pesadas tiene varios sectores variables (V), otros que son de unión o J (del inglés, join,
unir) y otros que se denominan D, por incrementar la diversidad (Fig. 31.8).
Durante la maduración de los linfocitos B se produce la reordenación de estos
segmentos génicos que dan lugar a una unidad de transcripción de la cual se origina un
ARNm que al traducirse producirá una molécula única de inmunoglobulina.
Hacia el lado 3´de cada segmento V existe una secuencia señal de recombinación
(SSR), formada por un heptanucleótido y un nonanucleótido, separados por un espaciador
de 12 pb y hacia el extremo 3´de los segmentos D también existe un nonanucleótido y un
heptanucleótido, pero separados por un espaciador de 23 pb. Las proteínas de los genes
RAG1 y RAG2 (del inglés, recombination activating genes) acercan la SSR del extremo
3´de un sector V con la SSR del extremo 5´de un sector D. Estas proteínas catalizan la
hidrólisis del enlace fosfodiéster entre el heptámero y la zona V y D, de manera que en
ambas aparece el extremo 3´-OH que produce un ataque nucleofílico sobre el fosfato
de la hebra complementaria formando una estructura en forma de horquilla y liberando
la zona que une al segmento V con el D. Estos extremos en forma de horquilla generan
una estructura llamada sinapsis que se mantiene por el complejo Rag1/Rag2 que recluta
al complejo Ku (formado por Ku70 y Ku80) hacia ese sitio. Las proteínas Ku son las
subunidades acompañantes de la proteína quinasa dependiente de ADN (ADN-PK); tienen
Fig. 31.8. Recombinación somática. Un sector V y otro D son unidos por el complejo RAD1/RAD2 utilizando las secuencia
señal de recombinación (SSR) y corta las dos moléculas liberando toda la zona de ADN intermedia entre los dos sectores.
Los bordes son procesados por un complejo de proteínas que incluye a la ADN-PK y sellados por XRCC4/XLF/ADN
ligasa IV. Más detalles aparecen en el texto.
Resumen
La recombinación genética es uno de los procesos más importantes en que parti-
cipa el ADN celular. En esta etapa se produce el intercambio de grandes bloques entre
dos moléculas de ADN. Existen diferentes tipos de recombinación, de acuerdo con las
características de la molécula donante y la aceptora. La transformación, transducción y
conjugación pertenecen al grupo denominado recombinación general u homóloga, en tanto
la transposición es de tipo heteróloga. Al nivel molecular la recombinación consta de dos
etapas: la iniciación, con la formación del intermediario de Holliday, y la maduración.
Se ha planteado un modelo general para explicar el proceso en términos enzimáticos;
este comienza con la participación de la proteína RecBCD que al moverse sobre el ADN
crea una zona desnaturalizada de varios cientos de bases que se mantiene gracias a la
intervención de las proteínas SSB. Una de estas cadenas invade la otra molécula que
participa en el proceso.
En este momento interviene la proteína RecA que se une a la hebra invasora y forma
un complejo ADN-RecA, que explora la otra molécula hasta encontrar una zona de ho-
mología en la secuencia de bases, para lo cual provoca la desnaturalización parcial de la
molécula receptora. Al encontrar la zona homóloga se produce el apareamiento de bases
entre la hebra invasora y la molécula receptora. A medida que el apareamiento progresa
se crean zonas de tensión en la molécula que pueden ser eliminadas con la participación
de la topoisomerasa I. La rotación de la molécula formada da lugar a la aparición del
intermediario de Holliday.
La ruptura del intermediario produce dos nuevas moléculas recombinadas, pero de
esta etapa es poco lo que se conoce y solo recientemente se ha encontrado una enzima
producida por el fago T4 que reconoce esta estructura como sustrato.
La frecuencia en la recombinación de dos o más genes ha permitido la elaboración
de mapas genéticos en varios organismos.
En los seres humanos existen dos tipos generales de recombinación: la somática y la
sexual. El caso más estudiado de recombinación somática es el proceso de maduración
de los genes de las inmunoglobulinas en los linfocitos B. Estos genes se encuentran
formados por sectores para las zonas variables de la proteína. En el proceso varios
sectores se unen y dan lugar a un gen funcional que codificará una sola molécula de la
inmunoglobulina correspondiente.
La recombinación sexual se produce en la meiosis durante la formación de las células
germinales. El proceso es muy complejo y no está totalmente aclarado, pero durante la
primera profase se produce el intercambio de grandes sectores de ADN entre cromoso-
mas homólogos. De esta forma los descendientes no serán necesariamente iguales a sus
progenitores.
La recombinación genética es el principal mecanismo capaz de explicar la gran diver-
sidad de organismos que componen una especie, de ahí su valor en el proceso evolutivo.
Además, puede significar un mecanismo de protección, ya que permite la separación
de las mutaciones dañinas de las beneficiosas. Se espera que en los próximos años se
produzcan notables avances en nuestro conocimiento sobre los mecanismos moleculares
de la recombinación genética.
Mutaciones
L
os seres vivos se desarrollan en dependencia del medio y si bien de este
obtienen todo lo necesario, también pueden experimentar daños, debido
a la presencia en su ambiente de agentes físicos y químicos, capaces de
interactuar con las biomoléculas y provocar alteraciones en estas. Dicha
situación también se puede originar como resultado de interacciones entre las propias
sustancias componentes de los seres vivos en condiciones especiales.
La actividad del hombre, en ocasiones, puede modificar de forma negativa las
características del medio, ya sea de manera accidental o deliberada, con el propósito de
hacer daño. La contaminación ambiental es, sin dudas, uno de los grandes problemas
actuales, que requiere del concurso internacional para su solución definitiva.
En este capítulo se estudiarán aquellos agentes que pueden alterar el material gené-
tico y, por tanto, provocar la aparición de variaciones fenotípicas en los individuos y en
su descendencia.
Después de aclarar los conceptos fundamentales y la terminología que se debe
emplear, se estudiarán los mecanismos que originan las mutaciones, sus consecuencias
positivas y negativas, analizadas desde diferentes puntos de vista, para terminar con el
análisis de algunas situaciones relacionadas con la práctica médica.
Definiciones y nomenclatura
En este tema se emplea un conjunto de términos que deben ser definidos antes de
comenzar el estudio de los contenidos.
Concepto de mutación
Se denomina mutación a toda alteración permanente que se produce en el material
genético, esto es el ADN, y que se trasmite a los descendientes durante el ciclo replica-
tivo. No todas las alteraciones son trasmitidas a los descendientes, gracias a un sistema de
mantenimiento y reparación del ADN, por esta razón, desde el punto de vista bioquímico
una mutación es el resultado de un daño al ADN que no ha sido reparado. El organismo
que se origina como consecuencia de una mutación y que difiere del organismo original
se denomina mutante. El agente capaz de provocar la aparición de una mutación se
denomina agente mutagénico o mutágeno, el cual puede ser de naturaleza física o química
y puede originarse en el interior o exterior del organismo. Por último, el mecanismo por
el cual un mutágeno origina la mutación se denomina mutagénesis.
Si la E. coli que existe en la naturaleza es capaz de formar leucina a partir de una
fuente carbonada y una nitrogenada, el organismo se nombrará leu+ y se considera que
es el tipo silvestre. Si por la acción de un mutágeno se obtiene un mutante que no es
capaz de crecer en un medio carente de leucina (ha perdido la capacidad de sintetizar
ese aminoácido), entonces se nombra leu˗. En este sistema de nomenclatura el tipo (+)
es siempre el tipo silvestre, aunque no sea el que existe en la naturaleza, y el tipo (-) es
el mutante. Para referirse al genotipo se utilizarán letras minúsculas y para el fenotipo,
las mayúsculas.
En los organismos diploides se mantiene la notación, pero identificando el geno-
tipo del organismo. Si se quiere hacer referencia a situaciones relacionadas con el gen
CDK2, existen tres posibilidades: si los dos genes son de tipo silvestre, cdk2+/+;
uno silvestre y otro mutado, cdk2+/- o los dos mutados cdk2-/-. En ocasiones se hace
referencia al tipo de mutación, por lo general se define el cambio originado en la
proteína, por ejemplo, el gen que codifica el transportador de cloruros, conocido como
CFTR, presenta frecuentemente una mutación en la cual está ausente la fenilalanina,
que ocupa la posición 508, entonces se escribe CFTRΔ508 o también CFTRΔ508. El gen
de la cadena β de la hemoglobina se designa HBB y por eso la mutación que origina la
drepanocitosis se puede escribir HBBE6→V y también HBB E6→V.
Tipos de mutaciones
Las mutaciones se pueden clasificar en función de numerosos criterios, de los cuales
los más utilizados son los que se definen a continuación. De acuerdo con su origen las
mutaciones pueden ser espontáneas o inducidas. Algunas se producen como consecuencia
del funcionamiento normal de la célula, estas reciben el calificativo de espontáneas y
ocurren en una proporción que es característica para cada gen en un organismo deter-
minado. Las mutaciones que se originan como consecuencia de la acción del hombre
sobre determinados organismos reciben la denominación de inducidas. La efectividad
de un mutágeno debe medirse por su capacidad para incrementar la proporción de las
mutaciones en un organismo determinado.
Las mutaciones pueden ser génicas o cromosómicas de acuerdo con el segmento del
ADN que ha sido afectado. Teniendo en consideración el grado de afección que el mutá-
geno origina en el material genético, las mutaciones se pueden clasificar en dos grandes
grupos: aquellas que se pueden visibilizar con el microscopio por afectar un sector grande
del ADN, que reciben el nombre de mutaciones cromosómicas (también denominadas
aberraciones estructurales), y las que afectan solo una o muy pocas bases nitrogenadas, por
lo que tienen un nivel molecular o submicroscópico y se denominan mutaciones génicas.
Las aberraciones cromosómicas estructurales más importantes son: la deleción,
cuando falta una porción del cromosoma; la inserción, cuando aparece un segmento
adicional, y la translocación, cuando un segmento de un cromosoma aparece en otro.
Para su estudio detallado debe consultarse un texto de citogenética.
Mutaciones génicas. Las mutaciones génicas se producen fundamentalmente por
alteraciones en la secuencia de bases del ADN. Estas alteraciones pueden ser consecuencia
del cambio de una base por otra, entonces se les denomina puntuales. Los cambios de
más de una base son fenómenos que aunque probables, resultan muy poco frecuentes.
Otros tipos se producen por la adición (inserción) o sustracción (deleción) de una o más
bases (Fig. 32.1).
Para los cambios de una base por otra existen términos especiales, así, se denomina
transición el cambio de una purina por otra o una pirimidina por otra, en tanto recibe el
nombre de transversión el cambio de una purina por una pirimidina, o viceversa.
Las mutaciones pueden ocurrir en las secuencias de bases que codifican aminoácidos
de la cadena polipeptídica o radicar en secuencias reguladoras (promotores, etc.). Las
que afectan las secuencias codificantes pueden estar localizadas en diferentes partes del
gen y alterar el codón de iniciación, los intermedios o los de terminación, lo cual indica
que las consecuencias de las mutaciones pueden ser muy diversas.
Cuando una mutación se produce en la zona de codificación del gen, puede no alterar
la secuencia de aminoácidos en una proteína y se denomina silente. Existen casos en los
que la mutación provoca el cambio de un aminoácido por otro similar, que no altera la
función de la proteína y entonces se denomina mutación neutra.
Un tipo especial son las mutaciones dinámicas. En este caso se trata de tríos de bases
(tripletes), cuyo número se va incrementando de generación en generación. El mecanismo
de producción de estas mutaciones se desconoce.
Ejemplos de este tipo de mutaciones se encuentran en el origen de la enfermedad
de Huntington (CAG/CTG), el síndrome frágil X (CGG/CCG) y la ataxia de Friedrich
(GAA/TTC). El número de repeticiones se incrementa durante la maduración de las
células germinales, de manera que va creciendo a medida que un individuo se reproduce.
En el caso del síndrome frágil X se ha podido demostrar que hasta 50 repeticiones
el fenotipo es normal. De 50 a 200 se encuentra en estado de premutación, con manifes-
taciones moderadas; y más de 200 es la mutación completa, con manifestaciones más
graves como el retraso mental.
Estas enfermedades se caracterizan por el fenómeno de anticipación, que consiste
en que en cada generación los síntomas se presentan en edades más tempranas. Esto se
puede explicar de la manera siguiente: un individuo con 50 repeticiones pasa a su hijo
ese mismo número de tripletes, pero en las células germinales del hijo ese número au-
menta, por ejemplo, a 150. Ahora el nieto hereda 150 (premutación), pero en sus células
germinales el número crece a 200 (mutación completa), por lo tanto en cada uno de ellos
las manifestaciones clínicas se presentarán cada vez en edades más tempranas, pues van
heredando un número mayor de tripletes.
Mutagénesis
Son numerosos los agentes que pueden dañar el ADN y de no repararse la lesión,
actuar como mutágenos, pero pueden reunirse de acuerdo con el mecanismo por el cual
producen las mutaciones en los grupos que se describen a continuación.
Mutágenos químicos
Un mutágeno químico es una sustancia que reacciona con alguna de las bases
del ADN y la modifica de forma que cambia su patrón de apareamiento. Los más
poderosos son el ácido nitroso (HNO2), la hidroxilamina, el sulfonato de etilmetano
y la N-metil-N’-nitro-N-nitrosoguanidina (Fig. 32.4).
El ácido nitroso transforma los grupos aminos en cetónicos y, por tanto, transforma
la citosina en uracilo, la adenina en hipoxantina y la guanina en xantina (Fig. 32.5),
que forman los pares UA, HC y XC; esto provoca los cambios GC en AT y AT en GC
cuando la citosina y la adenina son desaminadas. La desaminación de la guanina en
xantina no provoca mutaciones, ya que GC da XC. Por un proceso muy complejo la
hidroxilamina reacciona con la citosina y la modifica, de manera que forma pares con
la adenina, por lo que ocurre un cambio de GC en AT.
Sustancias intercalantes
Los agentes intercalantes son moléculas planas de tres ciclos que se introducen entre los
pares de bases y alteran la replicación y la transcripción. A este grupo pertenecen algunos
colorantes como el naranja de acridina, la proflavina y la acroflavina, cuyas dimensiones
son aproximadamente iguales a las de un par de bases. Esto le permite intercalarse entre
dos pares de bases y al ocurrir la replicación generalmente suceden inserciones de una
base (muy pocas veces de dos) y con mucha menor frecuencia deleciones; el mecanismo
se desconoce.
Sustancias de esta naturaleza fueron utilizadas por Crick para descifrar el código
genético.
Radiaciones
La luz ultravioleta, los rayos gamma, los rayos X y otras radiaciones ionizantes son
poderosos agentes mutagénicos. Su mecanismo de acción, así como sus consecuencias,
se estudiarán con más detalles en el capítulo 33.
Fig. 32.6. Consecuencia de las mutaciones puntuales. Al producirse el cambio de una base por otra, las consecuencias
pueden ser diferentes debido al carácter degenerado del código genético. El cambio de A × G da origen a una mutación
silente (derecha), pues se codifica el mismo aminoácido; C × A produce una mutación neutra, ya que cambia la leucina por
la isoleucina que son aminoácidos del mismo tipo (centro); por último, el cambio de T × G, sí debe originar un fenotipo
mutante, ya que la leucina que es un aminoácido apolar se cambia por arginina (izquierda) que es del tipo polar iónico.
Mutaciones mayores
Con una frecuencia muy baja ocurren cambios que afectan secuencias de mu-
chas bases (hasta miles) y que también deben ser consideradas como mutaciones.
Las principales son deleciones, duplicaciones y rearreglos. Las deleciones de 100
hasta 1 000 pb ocurren de manera espontánea, pero pueden ser estimuladas por
agentes de entrecruzamiento; presumiblemente los largos segmentos entrecruzados
se eliminan de alguna forma, quizás con la participación de algún mecanismo de
recombinación.
En una duplicación (o triplicación que también puede ocurrir) una secuencia de
bases se repite y aparece organizada en tándem (Fig. 32.9). La longitud del segmento
duplicado es típicamente tan larga que incluye varios genes. Este mecanismo es
poco frecuente en bacterias, pero se observa en anfibios durante el mecanismo de
amplificación genética y en células de mamíferos, relacionado con los mecanismos
Fig. 32.9. Mutaciones mayores. La dupli-
cación y la inversión de grandes sectores
de resistencia a algunas drogas, como se discute en el capítulo 86.
del ADN constituyen fenómenos que no Parece ser que la duplicación de genes ha desempeñado una función importante
son poco frecuentes y que generalmente en el proceso de la evolución; como un gen duplicado puede mutar independiente-
implican varios genes. Los mecanismos
de producción de estos tipos de mutaciones mente del otro, a partir de un gen único suele producirse una familia de genes que
son desconocidos. tiene un grupo de características comunes, pero posee aspectos específicos que lo
Supresión
Se denomina supresión el fenómeno mediante el cual un mutante vuelve a adquirir
el fenotipo silvestre. Hasta ahora solo se ha estudiado el proceso de obtención de
mutantes a partir del tipo silvestre, el fenómeno contrario también existe y se le
denomina retromutación o reversión. Una forma de reversión sería que el mutante
recuperara el genotipo original, pero eso no siempre ocurre, ya que existen muchas
formas de reversión.
Si se colocan 104 bacterias Leu˗ en un medio carente de leucina no se obtiene
crecimiento alguno, pero si se colocan 107 bacterias Leu- se recogen unas pocas
colonias Leu+, esto se debe a que dichas bacterias elaboran su propia leucina y se
les denomina revertantes. El hecho de que muestren un fenotipo Leu+ no significa
necesariamente que presenten el genotipo leu+ original.
Gen Enfermedad
Como resumen de las distintas alteraciones que pueden presentar los genes humanos,
en la tabla 32.2 se muestran diferentes causas de β-talasemia, una enfermedad que se
caracteriza por la síntesis de cantidades insuficientes de β-globina, que es una de las
cadenas polipeptídicas que componen la hemoglobina. Se puede apreciar cómo existen
mutaciones que afectan los exones y los intrones e incluso a secuencias reguladoras,
codones de iniciación y de terminación, etcétera.
1. Mutaciones puntuales
a) Transcripción defectiva
mutaciones del promotor C a T en -88
A a G en -29(1)
b) Defectos de maduración del ARNm
corte anormal G a A intrón 1 posición 1
G a A intrón 2 posición 1
G a C intrón 1 posición 5 (2)
‒ Nuevo sitio de corte GAG a AAG en codón 26 (5)
‒ Intrón dentro del gen G a A en 110 intrón 1 (3)
G a T en 654 intrón 2 (4)
‒ Sitio de poliadenilación AATAAA a AACAAA (4
c) Traducción defectiva
terminación prematura Codón 17 A a T = lis a ter
Codón 39 C a T = glN a ter (3)
2. Deleciones
a) Transcripción defectiva Parcial de 619 pb (6)
b) Defectos de maduración 25 pb extremo 3’ de intrón 1
c) Traducción defectiva 2 bases en el codón 8
4 bases en codones 41/42
3. Inserción
corrimiento del marco de lectura 1 base en 8/9
1 base en 71/72 (4)
Ejercicios
1. Explique qué tipo de mutación (transición o transversión) se produce si un cultivo
celular es tratado con:
a) Bromouracilo.
b) 2-aminopurina.
c) Ácido nitroso.
d) Hidroxilamina.
e) Sulfonato de etilmetano.
f) N-metil-N’-nitro-N-nitrosoguanidina.
2. ¿Qué tipo de mutaciones se originan con el empleo de las sustancias intercalantes?
3. A continuación se muestra la secuencia de la hebra codificante de un segmento de
ADN que usted debe tomar como referencia para responder las preguntas siguientes:
T G T C T C T C G A G C G A G C T C C C G T C T A G T G A A G A 3’
a) Escriba la secuencia del péptido que se codifica.
b) Cómo se modifica esa estructura si:
−− Cambia A × T en la posición 12.
−− Cambia T × C en la posición 15.
N
o existe ninguna otra biomolécula cuya integridad tenga para la célula el
significado vital que tiene el ADN. Todas las características estructurales
y funcionales de la célula están codificadas en estas grandes y complejas
moléculas. La posibilidad de expresar esas características, como la de
poder trasmitirla a sus descendientes, dependen en elevado grado de la integridad es-
tructural de estas moléculas, tanto de su estructura primaria como de su arquitectura
tridimensional. El ADN no es dispensable ni reciclable, por tanto las alteraciones que se
produzcan en él deben ser eliminadas para que la célula pueda continuar normalmente
su vida. Las otras biomacromoléculas, proteínas, ARN y polisacáridos experimentan un
recambio permanente como resultado de los procesos de síntesis y degradación. Esto no
sucede con el ADN.
No obstante, las posibilidades que tiene esta molécula de sufrir alteraciones es
bastante elevada, ya sea durante su funcionamiento como molde para la replicación y
la transcripción, como por su susceptibilidad a la acción de agentes físicos y químicos
provenientes del exterior o del interior de la célula.
No es de extrañar que durante los millones de años que han transcurrido de la
evolución, todos los organismos, desde los unicelulares hasta los pluricelulares, hayan
desarrollado mecanismos que le permitan conservar dentro de algunos límites la más
elevada fidelidad de la información contenida en el ADN.
En la sección de biomoléculas quedó demostrado que la estructura del ADN, con
sus elevadas estabilidades quimicofísica y metabólica constituye un primer nivel de se-
guridad en la conservación; su asociación con proteínas en organizaciones de cada vez
mayor complejidad, aumentan el grado de seguridad que se incrementa aún más en los
eucariontes, donde el ADN está confinado al núcleo y separado del resto de la célula por
una envoltura de doble membrana.
Aún así, el ADN no constituye una molécula invulnerable a la acción de agentes
que originan en él cambios que pueden traducirse en daños a su estructura y, por ende,
en alteraciones de sus funciones.
En este capítulo se examinarán los principales daños que puede experimentar el ADN
celular, así como los diferentes sistemas que tienden a conservar la información original,
tanto durante la actividad normal de la célula como en respuesta a algún agente agresor,
por último, se estudiará cómo algunas alteraciones en los sistemas de conservación pueden
originar alteraciones morbosas en los seres humanos.
Modificación-restricción
Uno de los mecanismos más generalizados para mantener la integridad del material
genético es el de modificación-restricción. Las células pueden captar ADN del entorno
y este puede incorporarse al propio y modificar su contenido informativo, sin embargo,
este proceso tiene sus limitaciones. Las células o bacterias son capaces de distinguir
entre el ADN propio y el extraño. Esto viene dado porque cada especie posee un grupo
de enzimas que metilan el ADN en posiciones específicas, principalmente en adenina y
citosina, y crean un patrón de metilación que indica el origen del ADN, este proceso
se conoce como modificación. De manera simultánea existe un conjunto de endonu-
cleasas que si al interactuar con el ADN en los mismos sitios no encuentran el patrón
de metilación característico de su especie, entonces lo hidrolizan. Este fenómeno se
denomina restricción. Su nombre deriva de experimentos con virus (fagos) que infectan
a E. coli. Se pudo observar que la infección en ocasiones se limitaba a una de las cepas
de la bacteria, esto es, el virus estaba restringido a una sola cepa bacteriana. Un esquema
de los sistemas de modificación-restricción se muestra en la figura 33.1. En su conjunto
el sistema de modificación-restricción protege la célula contra la contaminación de mo-
léculas extrañas de ADN.
Fig. 33.1. Sistema general de modificación-restricción. La enzima de modificación-restricción unida previamente con
la S-adenosilmetionina (SAM) se une al ADN, y su acción dependerá del grado de metilación de este. Si el ADN está
totalmente metilado la enzima se disocia. Si está hemimetilado, entonces transfiere el grupo metilo del SAM y completa
la metilación. Si el ADN no está metilado, entra a funcionar la actividad restrictiva que produce la hidrólisis del enlace
fosfodiéster en las dos hebras. La S-adenosilhomocisteína (SAH), producida cuando el SAM cede su grupo metilo al
ADN, tiene que convertirse nuevamente en SAM por acción de transmetilasas específicas.
Sistemas de reparación
Existen numerosos sistemas enzimáticos especializados en la reparación de los
distintos tipos de daños al ADN. Una evidencia de la importancia de la integridad del
ADN para las células se deriva del hecho de la existencia de numerosos sistemas de
reparación. Prácticamente cada uno de los daños mencionados tiene su mecanismo
de reparación específico, aunque algunos suelen ser empleados en la reparación de
diferentes tipos de daños que tengan un factor común, por ejemplo, la alteración de la
estructura duplohelicoidal del ADN. También existe una escala jerárquica en cuanto
a la prontitud de la reparación. Así, especialmente en eucariontes, el ADN que forma
parte de genes que se transcriben activamente, se repara antes que el resto de ADN
no genómico. Pero en el ADN génico la hebra molde en la transcripción es reparada
antes que la hebra codificadora. La razón de este proceso se explicará más adelante.
Reparación directa
La reparación directa consiste en hacer retornar el ADN al estado existente antes
de la lesión. Dos sistemas enzimáticos intervienen en este mecanismo.
Las fotoliasas transforman la energía radiante de la luz en potencial químico
para la ruptura de enlaces covalentes. En todas las células, desde las bacterianas
hasta las humanas, se ha aislado una enzima que interviene en la reparación de los
dímeros de pirimidinas, formados a causa de la irradiación con la luz ultravioleta.
Esta enzima cataliza la ruptura de los dímeros de timina (los dímeros de citosina
y de citosina-timina se forman en menor proporción y también se reparan por esta
enzima) siempre que se produzca una fuerte irradiación con luz visible (300-600 nm),
preferiblemente la luz solar. La enzima contiene un cofactor de pteridina que actúa
como una antena para la captación de la luz. Al ser iluminada la enzima, la pteridina
capta fotones, se activa y transfiere electrones a una molécula de FAD, unida de
forma covalente a la enzima. Estos electrones son transferidos al dímero de timina y
rompen el enlace covalente, con lo cual el daño se elimina. En la figura 33.3 se muestra
un esquema de este proceso.
Alteraciones de la reparación
En los últimos años el estudio de varias enfermedades genéticas ha llevado a la
conclusión de que en algunas de ellas existen alteraciones del sistema de reparación
del ADN. En algunos casos parece ser la causa primaria, mientras que en otros se trata
solo de una deficiencia secundaria, por ejemplo, el Xeroderma pigmentosum, la ataxia
telangiectásica, el síndrome de Fanconi y el síndrome de Bloom.
Resumen
No existe otra macromolécula cuya integridad estructural tenga en la célula el
significado vital que posee el ADN; su conservación constituye por tanto una actividad
principal de la célula, para evitar la contaminación con ADN foráneo y reparar cualquier
daño producido en las propias moléculas.
Unas de las primeras características que contribuyen a la conservación del material
genético son la propia estructura del ADN, su asociación con proteínas y su ubicación,
que en los eucariontes está separado del resto de la célula por una doble membrana.
Otro mecanismo lo constituye el sistema de modificación-restricción, ya que
permite la identificación del propio ADN y la degradación de los ADN extraños, evitando
la contaminación.
No obstante, el ADN es una molécula que está expuesta a daños como: bases mal apa-
readas, bases perdidas, alteraciones de bases, rotura de una o de las dos bandas, formación
de enlaces entrecruzados, etc. Para casi todos estos daños existen sistemas de reparación
que se pueden clasificar en directos e indirectos. En los directos el sistema hace que el
ADN vuelva a su estado original y elimine las modificaciones producidas por el agente
dañino. A este grupo pertenecen los mecanismos de fotorreactivación y de eliminación
de grupos alquilos. En los indirectos se separa un segmento de ADN que contiene la
zona dañada y la brecha es llenada por acción de polimerasas y ligasas. Las principales
diferencias radican en los mecanismos para la eliminación del fragmento dañado y el
tipo de polimerasas y ligasas empleadas. Entre estos se encuentran la escisión de bases,
la escisión de nucleótidos y la eliminación de entrecruzamientos intercatenarios. Los
daños más graves y los mecanismos más complejos son las roturas de las dos hebras. En
dependencia del momento del ciclo celular estas lesiones pueden ser reparadas mediante
la unión no homóloga de los extremos, con pérdida de algunos nucleótidos o mediante
la recombinación homóloga, sin pérdida de material genético.
Algunas enfermedades en los seres humanos se deben o se acompañan por trastornos
en los mecanismos de reparación, entre otras el Xeroderma pigmentosum, la ataxia te-
langiectásica, el síndrome de Bloom, el síndrome de Fanconi y el síndrome Cockaine.
Últimamente se ha planteado la posibilidad de que el proceso de envejecimiento esté
también relacionado con una especie de agotamiento de los mecanismos de reparación
del ADN.
L
os seres vivos están en constante intercambio de materia, energía e
información con el medio, esta es una característica esencial de la vida,
pero dicho intercambio no ocurre de manera similar en todos los orga-
nismos.
Las bacterias, por la forma en que viven, están sometidas a cambios pronunciados
del medio, del cual extraen sus fuentes de supervivencia. Los eucariontes monoce-
lulares, aunque poseen una estructura más compleja, están en iguales condiciones.
En los organismos pluricelulares más desarrollados no todas las células se en-
cuentran expuestas a grandes cambios en la composición del medio; en el hombre,
solo las células del tubo digestivo y el hígado experimentan grandes variaciones en
la composición del medio; el resto de las células del organismo se desarrollan en un
medio de composición prácticamente constante.
Estas condiciones de vida influyen de manera significativa en los mecanismos
utilizados por cada tipo de organismo, que le permiten adaptarse a los cambios am-
bientales. Los organismos monocelulares deben poseer mecanismos que funcionen
de forma rápida, tanto, como cambia el medio, mientras los organismos superiores
pueden emplear mecanismos de respuesta más lenta.
La presencia de nutrientes, su tipo y cantidad son algunos de los factores que
más influyen en la supervivencia de un organismo; si este no dispone de mecanismos
capaces de adaptar su metabolismo cuando suceden cambios negativos de nutrientes
en el medio, perecerá en un tiempo más bien corto.
En este capítulo se estudiarán los mecanismos generales de regulación de la expresión
de la información genética en los diferentes niveles que permiten a los organismos
adaptarse a las condiciones cambiantes del medio. Se comienza por presentarlos en
procariontes, donde han sido mejor estudiados, y luego se hacen algunas consideraciones
acerca de los conocimientos actuales en los organismos pluricelulares.
Aspectos generales
Los mecanismos de selección natural han ido conservando las formas de vida que
presentan mayor eficiencia. Entre los organismos monocelulares, cualesquiera cambios
permanente y hereditario que aumenten la eficiencia global del metabolismo celular,
hacen que estos tipos crezcan más rápido que el tipo silvestre. Si se deja pasar un tiempo
prolongado la nueva línea celular, desplazará totalmente al tipo silvestre.
A modo de ejemplo, si en una población de 109 bacterias que duplican su número en
30 min, una bacteria es alterada de forma que se duplique cada 29,5 min, aproximada-
mente en 80 días de crecimiento continuo, 99,9 % de la población será del nuevo tipo; este
tiempo es quizás muy largo en términos de trabajo de laboratorio, pero es insignificante
en cuanto a tiempo evolutivo se refiere, por tanto, sobre esta base es razonable pensar
que los sistemas de regulación surgieron y se desarrollaron en el sentido de ganar mayor
eficiencia, como consecuencia del proceso de evolución.
Existen algunas características más o menos generales de la regulación intracelular
que pueden resumirse en:
−− Las moléculas que ocasionalmente se utilizan son sintetizadas solo en el momento
para ser empleadas.
−− Una actividad enzimática que consume energía de manera inútil en un momento
dado, o utiliza una sustancia que es sustrato de otra reacción de mayor prioridad, está
frecuentemente inhibida.
−− Cuando existen varias vías posibles de producción de energía, la célula utiliza la que
produce mayor cantidad por unidad de tiempo.
−− La alteración de una vía biosintética, que reduce la producción de moléculas deficientes,
resulta eficaz y tiende a conservarse.
Regulación transcripcional
Los mecanismos moleculares para cada sistema de regulación pueden variar mucho,
pero con frecuencia se clasifican en dos grandes tipos: positivos y negativos.
En la regulación negativa, la célula presenta un inhibidor cuya acción determina que
la transcripción se encuentre desconectada. En la positiva, existen moléculas que provocan
la activación del promotor. Las regulaciones positiva y negativa no son excluyentes, y
de hecho existen sistemas que están regulados por las dos formas.
En estos casos es necesaria la existencia de dos efectores. Para evitar confusiones en lo
sucesivo, debe tenerse presente la diferencia fundamental entre las dos formas mencio-
nadas. En la regulación negativa la unión del efector (que suele ser una proteína) al ADN
provoca la inhibición de la transcripción, en tanto, en la positiva, la unión determina una
activación de la transcripción.
Inducción enzimática
Desde principios del siglo xx se conocía que la E. coli, cuando crece en un medio
que contiene glucosa, no utiliza la lactosa que se añade al medio de cultivo. Si se tras-
ladan las células a un medio carente de glucosa, pero que contiene lactosa como fuente
de carbono, a los pocos minutos las células utilizan la lactosa de manera eficiente. Si
al medio anterior se añade glucosa, a los pocos minutos las células dejan de utilizar la
lactosa y continúan utilizando solo glucosa.
Si se añaden al medio de manera simultánea la glucosa y la lactosa, las células
utilizan la glucosa y una vez agotada esta, comienzan a utilizar la lactosa. La primera
explicación que se dio a este fenómeno, conocido entonces como adaptación enzimática,
fue la existencia en las células de precursores inactivos de las enzimas que utilizaban
la lactosa y que esta activaba.
Para investigar la certeza de esta hipótesis se realizó una experiencia que, por su
sencillez y claridad, se expone a modo de ilustración.
Se tomó una colonia de E. coli y se puso a crecer en un medio que contenía
[32S]-metionina, al cual no se añadía lactosa; después de algún tiempo las células fueron
lavadas y pasadas a un medio con metionina normal, a los pocos minutos se añadió
lactosa; se midió la aparición de las enzimas activas y cuando alcanzaron un valor
elevado, se homogenizó el cultivo y se aislaron las enzimas; se midió la radiactividad
y se comprobó que no contenían azufre radiactivo.
Se repite la experiencia, pero incorporando la metionina radiactiva junto con la
lactosa y después de un procesamiento similar se detecta el azufre radiactivo en las
enzimas. Como se deduce de este experimento, las enzimas no existen como precur-
sores inactivos en ausencia de lactosa, sino que son sintetizadas totalmente a partir
del momento en que la lactosa es añadida, siempre que el medio no contenga glucosa.
Luego se pudo comprobar que además de la enzima β-galactosidasa, que hidroliza
el enlace β-glicosídico de la lactosa y produce galactosa y glucosa, ocurría la inducción
de una proteína que fue denominada galactopermeasa, ya que esta forma parte del sistema
transportador de membrana para los galactósidos. De manera coordinada se regula la
síntesis de las proteínas que favorecen el transporte del azúcar hacia el interior de la
célula y las que comienzan su degradación.
Hoy se sabe que existe una tercera enzima implicada en la inducción, denominada
galactosa transacetilasa, cuya función en el metabolismo de la galactosa no está to-
talmente esclarecida.
A este fenómeno mediante el cual la presencia de una sustancia en el medio provoca
la síntesis de determinada enzima, o grupo de enzimas, se le da actualmente el nombre
de inducción de la síntesis de enzimas o inducción enzimática (Fig. 34.1).
El estudio de distintos microorganismos con medios selectivos ha puesto de ma- Fig. 34.1. Inducción enzimática. Se
nifiesto que la inducción enzimática no es exclusiva de las enzimas del metabolismo representan los resultados de una
de la lactosa, sino que está presente o relacionada con las enzimas que intervienen en experiencia típica de inducción de
las enzimas del operón lac. Como se
el catabolismo de otros azúcares. observa, a los pocos minutos de ser
Las sustancias capaces de provocar la inducción reciben el nombre de inductores, añadida la lactosa (a) comienza la
síntesis del ARNm y más tarde de las
estos son transformadas por la enzima y sus concentraciones disminuyen con el tiempo. enzimas correspondientes. Al retirarse
Existen sustancias, relacionadas estructuralmente con los inductores naturales, que la lactosa (b) comenzará el descenso
de la concentración del ARNm que
tienen un poderoso efecto inductor, pero no son transformadas por las enzimas, de- será seguido por una disminución de la
nominadas inductores gratuitos, cuyo empleo ha contribuido de manera eficaz al concentración de las enzimas.
Operón lac
La estructura y el funcionamiento del operón lac han provocado el interés de
muchos científicos en los años posteriores a la proposición del modelo del operón. En
la actualidad se tiene una visión completa de todo este complejo sistema (Fig. 34.4).
Fig. 34.4. Estructura del operón lac. Se muestran las principales características estructurales del operón lac y de sus
productos.
Fig. 34.6. Funcionamiento del operón lac. Los dos estados posibles del operón lac. (a) Ausencia de lactosa, el represor
posee su conformación activa y se encuentra unido al operador, por lo que no permite la unión de la ARN polimerasa, y
(b) se incorpora la lactosa que se une al represor y lo separa del operador, con lo cual permite la unión de la polimerasa
y desencadena todo el mecanismo de la síntesis de la β-galactosidasa (GAL), la permeasa (PER) y la acetilasa (Ac).
Como la vida media del ARNm en procariontes es muy corta, estos solo pueden ser
traducidos muy pocas veces, además, con la duplicación de las bacterias, la concentración
de las enzimas disminuye rápidamente.
La presencia del inductor es la señal que conecta al sistema y su desaparición, lo
desconecta; pero queda una interrogante: ¿por qué si la glucosa está presente no sucede
la utilización de la lactosa? El estudio detallado del funcionamiento del operón lac
llevó a la conclusión de que no era suficiente retirar el represor del operador para que la
síntesis de enzimas comenzara, había un requerimiento adicional; con la búsqueda de
este requerimiento se descubrió que una proteína específica, en su estado activo, se une
al ADN en un sitio cercano al promotor y estimula la síntesis del ARNm.
Esta proteína es también del tipo alostérico, con uno de sus sitios con afinidad por el
ADN en la conformación R; pero para adquirir esta conformación, es necesario que antes
Represión enzimática
Otro fenómeno relacionado con la regulación de la expresión genética surgió con
el estudio de las vías biosintéticas en algunas bacterias, especialmente en E. coli. Esta
bacteria contiene un equipo enzimático que le permite la síntesis de todos los aminoácidos,
para formar sus proteínas a partir de una fuente de carbono (puede ser la glucosa) y una
fuente de nitrógeno (cloruro de amonio).
Las rutas biosintéticas de algunos aminoácidos son complejas y requieren de nume-
rosas enzimas; cuando algunos de estos aminoácidos son añadidos al medio de cultivo
se produce un rápido descenso de las concentraciones intracelulares de las enzimas
Operón trp
En la figura 34.9 se representa la estructura del operón trp. El gen regulador codifica
la síntesis de la proteína represora, que es también una proteína alostérica con sitios espe-
cíficos de unión al ADN del operador. Su unión determina la inhibición de la transcripción
y con ello se suprime la síntesis de enzimas, se trata de un sistema de regulación negativa.
La diferencia con el sistema del operón lac estriba en que en este caso el represor se
sintetiza en forma inactiva (conformación T), que presenta muy poca afinidad por el ADN.
La unión del correpresor provoca un cambio de conformación que aumenta extraor-
dinariamente la afinidad por el ADN y favorece la unión con el operador; este correpresor
resultó ser el propio triptófano.
Cuando la célula no dispone de triptófano exógeno, su concentración intracelular es
tan baja que no existen posibilidades de unión con el represor y, por tanto, los genes son
transcriptos de forma continua. La adición de triptófano al medio aumenta de manera
brusca su concentración intracelular, favorece su unión al represor y con ello la inhibición
de la transcripción. La utilización intracelular del triptófano disminuye su concentración,
se vuelve a la situación inicial (Fig. 34.10).
Fig. 34.10. Funcionamiento del operón trp. El operón trp funciona de acuerdo con la disponibilidad del triptófano. Cuando
no existe triptófano en el medio celular (a), el represor es inactivo y no puede unirse al operador, lo cual permite que se
realice la transcripción de los genes del operón. La incorporación del triptófano, que actúa como correpresor, cambia
la conformación del represor a su forma más activa, que se une al ADN del operador y bloquea la síntesis del ARNm
correspondiente.
Mecanismo de atenuación
Las enzimas que sintetizan triptófano se someten a un segundo tipo de control, en el
cual la traducción desempeña una función fundamental. En E. coli y otras bacterias, la
transcripción y la traducción suelen ocurrir de manera simultánea.
Como se observa en la figura 34.9, entre el operador y el primer cistrón existe una
zona designada con la letra L, que corresponde con la zona no traducible del ARNm
en su extremo 5’-P; lo sorprendente de este sistema es que, en este caso, esa zona sí se
traduce en un péptido de 13 aminoácidos, denominado péptido guía.
¿Cuál es la función de este péptido? La respuesta está en su secuencia de aminoácidos,
que incluyendo la metionina iniciadora es:
MetLysAlaIlePheValLeuLysGlyTrpTrpTyrTyrSer
Se observa la presencia de dos trp consecutivos en la secuencia. La secuencia con-
ductora del ARNm puede formar estructuras alternativas por apareamiento de bases
(Fig. 34.11).
Regulación postranscripcional
Este tipo de regulación, aun cuando es posible, es al parecer mucho menos frecuente.
Existen pocos casos esclarecidos donde la regulación se exprese por variaciones en
el mecanismo de la traducción, una vez formado el ARNm correspondiente.
El caso más esclarecido es la regulación de la síntesis de las proteínas que forma
parte de los ribosomas en los procariontes, como se vio en el capítulo 29, se encuentran
organizados en siete operones.
Es necesario recordar que estos organismos carecen de envoltura nuclear y por
ello la transcripción y la traducción están vinculadas directamente. Para formar los
ribosomas son necesarias las síntesis de los ARNr y de las diferentes proteínas, por
lo que debe ocurrir la transcripción de los ARNm correspondientes a cada uno de
los operones y su posterior traducción.
Como cada tipo de ARNr se une a un grupo específico de proteínas durante el proceso
de autoensamblaje del ribosoma, debe existir una adecuada proporción entre el número de
ambos tipos de moléculas. Cuando se ensamblan muchos ribosomas, el número de
ARNr empieza a disminuir y puede existir superproducción de proteínas ribosomales,
las proteínas que controlan la expresión de cada uno de los operones se unen al
ARNm correspondiente, impidiendo la traducción. Solo si aparecen más moléculas
de ARNr puede continuar la traducción, de lo contrario, esta se mantiene inhibida
(Fig. 34.12).
Regulación pretranscripcional
Un primer nivel de regulación está determinado por la selección de los genes que
deben transcribirse en un momento dado en cada célula. Por lo tanto el primer nivel de
Fig. 34.13. Metilación del ADN. El ADN es metilado en la posición 5 de la citosina que forma parte del dinucleótido
CpG. Esta metilación puede traer como consecuencias que proteínas específicas se unan a la citosina metilada (a) o bien
que no puedan unirse porque el grupo metilo representa un obstáculo para la unión, y (b) en cualquiera de los dos casos
los efectos son de regulación de la expresión de genes.
Fig. 34.15. Modificaciones de las histonas. Se presenta un resumen de las principales modificaciones en las histonas que
forman el núcleo del nucleosoma. No todas aparecen simultáneamente, pero sí están relacionadas con la expresión de los
genes que se encuentran en su vecindad.
Regulación transcripcional
El nivel más estudiado es el transcripcional, especialmente el de la ARN polimerasa II que
sintetiza los ARNm. El promotor de estos genes es complejo y presenta una estructura
modular con dos tipos de elementos principales. Cerca del sitio de iniciación de la trans-
cripción se encuentra el elemento central del promotor, que en muchos casos contiene la
secuencia consenso TATAAT y es el sitio de unión de los factores generales de transcrip-
ción (capítulo 27). Más hacia la izquierda estos promotores contienen varias secuencias
denominadas elementos distales del promotor, que también constituyen sitios de unión de
proteínas y son diferentes para los distintos genes transcriptos por la ARN polimerasa II.
La unión a estos sitios de proteínas específicas en unos casos origina el incremento de la
transcripción, o sea, ocurre el fenómeno de la inducción, mientras que en otros hay decre-
mento de la intensidad del proceso, que implica represión. A diferencia de los procariontes,
donde los nutrientes son esenciales en la regulación, en los organismos superiores las
sustancias determinantes son mensajeros químicos como las hormonas, que por variados
mecanismos favorecen la unión de esos factores de transcripción génico-específicos a
sus sitios correspondientes; así, la insulina favorece la unión de una proteína específica
en el gen de la glucoquinasa en el hígado y en las células β del páncreas, lo que induce
la síntesis de esta enzima.
La complejidad del promotor permite que a este se unan proteínas que pueden tener
efectos contrarios sobre la transcripción, cuando esto sucede una de ellas es dominante
sobre la otra; por ejemplo, el gen de la fosfoenolpirúvico carboxiquinasa del hígado con-
tiene dos sitios de unión para el receptor del cortisol, que actúa como un factor génico
específico y estimula la transcripción del gen. Más hacia la izquierda, también presenta un
sitio de unión para la proteína activada por la insulina, esta unión inhibe la transcripción.
Cuando las dos proteínas se encuentran unidas se produce la inhibición del proceso, lo
cual significa que la acción de la insulina es dominante sobre la del cortisol.
Regulación postranscripcional
Se ha sugerido la existencia de mecanismos de control en el procesamiento de los
ARNm, pues algunas de las proteínas que intervienen en el proceso están sometidas
a ciclos de fosforilación y desfosforilación, sin embargo, los mecanismos no están
totalmente dilucidados. También se ha señalado que puede ser un punto de control el
transporte del ARNm del núcleo al citoplasma.
Una vez en el citoplasma, el ARNm se une a proteínas y se mantiene almacenado
hasta el momento de la traducción. Algunos ARNm presentan secuencias específicas a
las cuales se unen proteínas reguladoras que estimulan o inhiben la traducción, según sea
el caso; el ejemplo más conocido es el de los ARNm de proteínas que están relacionadas
con el metabolismo del hierro.
Un componente esencial en el control de la traducción es la proteína quinasa blanco
de la ripamicina en mamíferos, mTOR (del inglés, mammalian tanget of ripamicin). Se
trata de una proteína quinasa controlada por la disponibilidad de nutrientes, especialmente
de la leucina. Cuando se activa, esta quinasa fosforila a la proteína de unión al eFI-4E
(ver capítulo 30) y propicia su disociación del eFI-4E que se une al casquete para dar
inicio a la síntesis de proteínas. Esta quinasa también se puede activar como respuesta a
la insulina y los factores de crecimiento. En la figura 34.17 se presenta un resumen del
mecanismo de mTOR.
Por otra parte, son numerosos los factores de traducción que sufren ciclos de fosfori-
lación-desfosforilación durante la vida celular y esto puede indicar que están sometidos
a mecanismos de regulación.
Existen mecanismos que regulan el destino final de las proteínas sintetizadas. Todos
los estudios realizados señalan que las proteínas contienen secuencias específicas de
aminoácidos o estructuras tridimensionales típicas que indican su lugar de destino: el
citosol, el núcleo, los organitos citoplasmáticos o el espacio extracelular.
Todos estos mecanismos están bajo intensas investigaciones y es de esperar que en
los próximos años se pueda contar con una visión mucho más aproximada de los meca-
nismos que regulan la expresión de la información genética en los organismos superiores,
especialmente en el hombre.
Resumen
La dependencia manifiesta que existe entre los organismos vivos y el medio donde
se desarrollan trae aparejada la necesidad de la existencia de mecanismos de regulación
de la expresión de la información genética, que permite la adaptación del complejo
metabólico celular a los cambios constantes del medio. Estos mecanismos difieren de
acuerdo con el tipo de organismo que se trate, ya que pueden estar expuestos a mayores
o menores variaciones de las características del medio, sobre todo respecto a la obtención
de nutrientes.
En general estos mecanismos de regulación se caracterizan por la síntesis de una
proteína específica, solo en el momento que es necesaria; la inhibición de actividades
enzimáticas que representan mayor gasto de energía o mayor producción de desechos y
Ejercicios
1. ¿Qué repercusión podría tener sobre el mecanismo de regulación del operón lac, una
mutación en el gen regulador que produzca una modificación en la conformación de
la proteína represora? Discuta, por lo menos, dos posibilidades.
2. ¿Cómo se podría afectar el funcionamiento del operón lac, si ocurriera una mutación
en la zona del operador-promotor? Discuta, al menos, tres posibilidades.
3. ¿Cómo repercutiría sobre el funcionamiento del operón lac una mutación que diera
origen a la aparición de un codón de terminación en la zona central del cistrón de la
β-galactosidasa?
4. ¿Qué características debe poseer una sustancia para poder actuar como inductor
gratuito de un operón determinado?
5. Si en la zona guía del ARNm del operón trp ocurriera una mutación, que diera lugar
a la aparición de un tercer codón para el triptófano, ¿influiría esto en la sensibilidad
del mecanismo de atenuación a los cambios de concentración del aminoácido en la
célula?
6. ¿Cree usted que el mecanismo de regulación postranscripcional utilizado en la
síntesis de proteínas ribosomales pudiera ser igualmente efectivo en otras proteínas
conjugadas?
7. ¿Cuáles son las características del material genético de eucariontes que hacen más
complejos los mecanismos de regulación?
8. ¿Por qué la acetilación de las histonas favorece los mecanismos de expresión de los
genes?
9. ¿Cuál de los principios de la bioquímica se hace evidente en el hecho de que sea la
transcripción el blanco principal de los mecanismos de regulación de la expresión
de los genes?
10. ¿Por qué se considera que la impronta genómica es un mecanismo de regulación de
la expresión genética?
E
ntre las ciencias teórica y técnica existe una relación dialéctica. La teoría
busca el conocimiento de las leyes generales de la naturaleza a partir del
estudio detallado de numerosos fenómenos, en tanto la técnica persigue
el objetivo de convertir esos conocimientos en instrumentos prácticos,
vinculados directa o indirectamente con la producción material.
Esta interacción, tan evidente en las últimas décadas, gracias a la revolución cientí-
fico-técnica, ha llevado a formular la tesis de la conversión de la ciencia en una fuerza
productiva; pero existe también la relación inversa, o sea, los avances tecnológicos
contribuyen, de manera considerable, al desarrollo de la ciencia teórica con la pro-
ducción de instrumentos que cada vez alcanzan un grado más elevado de perfección y
sirven para profundizar aún más en el conocimiento de la naturaleza. A esta situación no
escapan algunos campos, al parecer tan alejados de la vida práctica como la genética
molecular.
Existen muchos ejemplos de cómo en los últimos 40 años, el desarrollo tecnológico
ha conducido a gigantescos pasos de avance en el conocimiento de la biología molecular.
La difracción de rayos X permitió a los investigadores tener una visión detallada de la
estructura de las macromoléculas, así como la técnica de centrifugación en gradientes
de densidad de CsCl abrió las puertas al conocimiento del mecanismo de replicación
del ADN. La adquisición más reciente lo constituye la técnica para unir moléculas de
ADN in vitro, denominada tecnología del ADN recombinante. Esta técnica básica y sus
múltiples variantes han revolucionado el estudio de la genética de los eucariontes y
proporcionado fuentes de proteínas específicas en cantidades consideradas anteriormente
casi imposibles.
En este capítulo se estudiarán los procedimientos generales de esta tecnología y otras
basadas en el ADN, así como algunas implicaciones de sus procedimientos, en especial
aquellos que están más vinculados con la práctica médica. Así mismo, no se pretende hacer
un análisis pormenorizado de este tema, que por lo demás está en constante crecimiento,
ni siquiera describir sus múltiples procedimientos. El objetivo principal es brindarle al
estudiante una idea de cómo estos conocimientos del nivel molecular de la biología se
pueden utilizar en la práctica.
Procedimiento general
Existen numerosos procedimientos para la manipulación de los genes, de acuerdo
con los objetivos que se persigan. Un procedimiento general para la obtención de
cantidades apreciables de productos génicos se puede dividir en las etapas siguientes:
−− Obtención de un segmento de ADN, o sea, un gen, a partir del genoma de un
organismo dado.
−− Unión de este gen a una molécula de ADN capaz de replicarse.
−− Establecimiento de un medio adecuado que permita la propagación de la unidad
de ADN así formada.
Fig. 35.2. Recombinación con enzimas que originan fragmentos monofibrilares. Como se muestra en la figura, si dos ADN
son tratados con una misma enzima de restricción (a), de las que originan fragmentos monofibrilares (b), al mezclar las
dos muestras en presencia de ADN ligasa la recombinación ocurre fácilmente (c).
de esa actividad específica, o por el empleo de inhibidores. Aun así, en los primeros
momentos no era fácil lograr todas las condiciones requeridas para un caso específico,
de ahí que el número de experiencias exitosas no fuera aún muy elevado. Con el decursar
del tiempo los procedimientos se han ido refinando y muchos se han automatizado, con
lo cual los resultados exitosos ya son numerosos.
Experiencia típica
Una vez conocidos todos los elementos de trabajo, así como las dificultades que
encierran estos experimentos, se describirá una experiencia exitosa de síntesis de un
producto eucarionte por medio del aparato metabólico de E. coli, se trata de la somatos-
tatina, una hormona polipeptídica de 14 aminoácidos que se sintetiza normalmente en
el hipotálamo y el páncreas.
Como el número de aminoácidos es pequeño, se procedió a la síntesis artificial del
gen que contiene 51 pb, cuya secuencia en la banda codificadora sería:
T A C-(las 42 bases que codifican la somatostatina)-A C T A C T
La secuencia de bases en el ARNm sería:
A U G-(las 42 bases de la somatostatina)-U G A U G A.
Así, este ARNm tiene un codón para la metionina (que no se emplea en la iniciación),
la secuencia codificadora y dos codones de terminación consecutivos.
Se utilizó como vector un plásmido de E. coli que fue reconstruido con un segmento
del operón lac y que contenía la zona del promotor operador, así como un pequeño
sector del extremo N-terminal de la β-galactosidasa. El vector fue cortado mediante una
enzima de restricción y recombinado con el ADN sintetizado.
Una vez lograda la incorporación del plásmido a la bacteria, estas fueron colocadas
en un medio de cultivo carente de glucosa al que se adicionó isopropiltiogalactósido
(IPTG), un inductor gratuito del operón lac (ver capítulo 34).
Cuando se produce la inducción se obtiene una proteína que contiene un segmento del
extremo N-terminal de la β-galactosidasa, unido a la somatostatina mediante la metionina,
y que finaliza gracias a la doble señal de terminación del ADN sintetizado. Esta proteína
es purificada y tratada con bromuro de cianógeno, un agente que provoca la ruptura de
enlaces peptídicos del lado carboxílico de la metionina, de esta forma la metionina li-
gante queda unida al extremo de la galactosidasa y se libera la somatostatina (Fig. 35.6).
El empleo de la metionina como ligante puede ser útil en la síntesis de péptidos
pequeños, a menos que la metionina forme parte de la estructura del péptido.
En la actualidad se han logrado sintetizar otras proteínas de eucariontes mediante pro-
cedimientos similares al descrito, como son: la insulina; la hormona pancreática, de gran
importancia en el tratamiento de la diabetes mellitus; la ovoalbúmina y especialmente el
interferón humano, un potente agente antiviral y posiblemente antitumoral. Esta proteína
se produce desde hace años en Cuba, por diferentes procedimientos como la ingeniería
genética, y fue utilizada en el tratamiento de la epidemia de dengue hemorrágico, intro-
ducida de manera criminal en Cuba, que costó la vida a más de 100 personas, entre
ellas a muchos niños. Desde entonces la biotecnología ha alcanzado un notable desarrollo
en nuestra nación y se ubica entre las más destacadas del mundo.
En principio, cualquier proteína eucarionte puede ser producida mediante esta
tecnología con un sistema apropiado.
Empleo diagnóstico
La presencia de formas alélicas de un gen en un individuo, que en algunos casos
pudiera ser causa de una enfermedad, se detecta habitualmente por electroforesis o
métodos antigénicos de las variantes de proteínas, aun cuando se sabe que ello se debe,
en última instancia, a variaciones en la secuencia de bases del ADN en los loci cromo-
sómicos correspondientes. Recientemente métodos derivados de la tecnología del ADN
recombinante han permitido el análisis directo de las secuencias del gen, así como de-
terminar sus alteraciones específicas que provocan cambios estructurales de una proteína
particular. La utilidad de esta técnica es que permite la distinción entre dos copias de un
locus particular del genoma humano.
El método más utilizado en la práctica para el estudio de las variaciones génicas
es el uso de las enzimas de restricción; como estas enzimas realizan su acción en sitios
específicos del ADN, un cambio en la secuencia puede conducir a la aparición o des-
aparición de un sitio particular y, por tanto, se altera el tamaño de los fragmentos que se
obtienen cuando el ADN es digerido utilizando esa enzima; lo mismo ocurre si existen
deleciones o inserciones.
La diferencia en los tamaños de los fragmentos de una región determinada de cromo-
somas homólogos puede ser detectada, con lo que se determina la existencia de los alelos.
Suponga que un gen presenta dos alelos A1 y A2, en el A1 existen dos sitios recono-
cidos por una enzima de restricción, separados por una distancia de 20 kb; pero en A2,
producto de las mutaciones, ha aparecido un nuevo sitio de restricción para la misma
enzima entre los dos anteriores, de manera que la acción de la enzima dará lugar a dos
fragmentos de 8 kb y 12 kb, respectivamente (Fig. 35.7).
Si el ADN de una célula se extrae y fragmenta con la enzima de restricción, se obten-
drán numerosos fragmentos que deben ser sometidos a electroforesis en gel de agarosa
para separarlos de acuerdo con su tamaño.
Se prepara un polinucleótido que contenga una secuencia de bases similar a la del
fragmento con tamaño de 8 kb, utilizando dNTP marcado con fósforo radiactivo, que
recibe el nombre genérico de sonda.
Perspectivas
Muchos son los campos del quehacer humano donde la tecnología del ADN
recombinante puede dar grandes resultados. La introducción de genes específicos en
bacterias puede ser de gran utilidad, si estos organismos con su actividad provocan un Fig. 35.8. Identificación de fragmentos de
mejoramiento del suelo, un incremento en la fijación de nitrógeno u otras modifica- restricción. El ADN genómico de tres indi-
ciones que hagan que se obtengan cosechas más productivas, tanto cualitativa como viduos es fragmentado mediante una enzima
de restricción. Los fragmentos se someten
cuantitativamente. a una electroforesis en gel de agarosa que
La producción de agentes biológicos, que ayudan al hombre a combatir las en- los separa de acuerdo con su longitud. Se
fermedades en formas inocua y económica, es también una de las posibilidades de transfieren a un soporte sólido y se embe-
ben en una solución que contiene la sonda
estas técnicas. radiactiva durante el tiempo necesario para
La producción de microorganismos que ayuden a combatir la contaminación permitir la hibridación; después se somete
ambiental, tanto de la atmósfera como de los mares y ríos, propiciaría que el hombre a un proceso de autorradiografía que revela
la posición de las zonas híbridas. Como se
pueda vivir en un planeta con ambiente menos agresivo; esta, entre otras producciones, observa en los resultados, el sujeto A es
constituyen posibilidades casi inmediatas de la tecnología del ADN recombinante. homocigótico para el alelo A1 (de 20 kb), el
Aun cuando en estos momentos no se vislumbra, puede que en un futuro no lejano sujeto C es homocigótico para el alelo A2 y
el B es heterocigótico, ya que presenta tanto
esta técnica sea capaz de enfrentar el tratamiento de enfermedades hereditarias, al pro- el alelo A1 de 20 kb como el A2 que origina
ducir rectificaciones de los genes alterados mediante su sustitución por los normales. el fragmento de 8 kb.
Resumen
Uno de los éxitos más sobresalientes de la genética molecular ha sido la introducción
de la tecnología del ADN recombinante, que ha permitido obtener proteínas eucariontes en
cantidades antes insospechadas y al mismo tiempo un análisis del gen al nivel molecular.
El procedimiento general consiste en la obtención de un gen particular, su incor-
poración a un vector y su propagación. Los genes pueden obtenerse por fragmentación
del ADN, por aislamiento del ARNm y síntesis del gen por la transcriptasa inversa o
por síntesis artificial del gen. Los vectores más empleados son los plásmidos, los virus
y los cromosomas artificiales de levadura. La unión del gen al vector puede ocurrir de
dos formas, según el tipo de enzima de restricción empleada en el proceso. Cuando la
enzima no da fragmentos monofibrilares se requiere el concurso de la nucleotidil trans-
ferasa terminal.
La producción de proteínas eucariontes en bacterias presenta varias dificultades,
pero basta con obtener algunas células recombinantes que, proporcionándoles el medio
adecuado, en pocas horas se tendrán tantas como se quiera.
Ejercicios
1. ¿Cuáles cree usted que son las características que presentan los plásmidos que les
permite servir de vectores en los procedimientos del ADN recombinante?
2. Haga un diseño de un experimento para recombinar in vitro un gen con un plásmido,
utilizando alguna de las enzimas de restricción que aparecen relacionadas en el
capítulo 33.
3. ¿Cuál fue el principal inconveniente encontrado al utilizar directamente los genes
eucariontes para la recombinación in vitro? ¿Cómo pueden eliminarse esos incon-
venientes?
4. ¿Por qué no siempre se logra la expresión de los genes aún cuando han sido incor-
porados al vector y este se multiplica en la célula receptora?
5. ¿Qué ventaja representa la incorporación del promotor lac en los vectores?
6. ¿Cómo puede la tecnología del ADN recombinante favorecer el desarrollo de un
departamento de trasplante de órganos?
7. ¿El hecho de que los procedimientos del ADN recombinante puedan ser utilizados
para causar daño a la humanidad, debe indicarnos que hay que concluir las investi-
gaciones en este campo?
8. ¿Qué perspectivas representa la tecnología del ADN recombinante para los países
subdesarrollados?
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A 668, 669, 670, 671, 672, 673, 676, 678, 679, 680, 681,
682, 683, 685, 686, 687, 688, 689, 691, 693, 695, 696,
ácido/ 380, 382, 386, 407, 522, 539, 540, 572, 586, 596, 697, 698, 699, 700, 701, 702, 703, 704, 705, 706, 707,
614, 628, 643, 650 708, 709, 710, 711
desoxirribonucleico/ 406 circular/ 497, 498
hialurónico/ 386 complementario/ 697
siálico/ 382 doble hélice del/ 496, 524, 541, 543, 564
acoplamiento/ 494, 525, 573, 575, 619 helicasa/ 672
vacilante/ 573, 575 ligasa/ 500, 508, 510, 511, 519, 525, 623, 624, 626, 628,
actina/ 416, 417, 418, 419, 424, 425, 444, 447 629, 631, 661, 663, 666, 668, 670, 697, 698, 699, 702
F/ 417 polimerasa/ 492, 497, 499, 500, 501, 504, 505, 509, 511,
G/ 417, 418 515, 519, 522, 626, 627, 628, 633, 661, 662, 663,
globular/ 417 668, 670, 697, 698, 701
polimerizada/ 417 dependiente de ARN/ 697
actinomicina D/ 522 I/ 492, 500, 626, 627, 628, 701
activación/ 383, 416, 444, 480, 481, 487, 499, 500, 501, 503, III/ 497, 499, 500
509, 510, 516, 531, 545, 596, 616, 617, 619, 658, 676, ribosomal/ 541
689, 691, 694 satélite/ 459, 460, 461
topoisomerasa/ 440, 487, 497, 498, 502, 503, 506, 508,
acuaporina (aquaporina)/ 391, 393
522, 525, 626, 629, 633, 636, 637
adenina/ 463, 494, 517, 531, 535, 545, 551, 553, 554, 560, topoisómeros del/ 496
574, 586, 603, 642, 643, 644, 654, 656, 657, 661
ADNr/ 464, 541
adenosín/ 691
ADP/ 619, 668
difosfato. Véase ADP
monofosfato. Véase AMP agentes/ 379, 383, 453, 487, 639, 641, 643, 644, 646, 650,
monofosfato cíclico. Véase AMPc 653, 656, 657, 658, 660, 661, 665, 666, 671, 707
trifosfato. Véase ATP alquilantes/ 657, 660
ADN/ 385, 427, 428, 429, 430, 435, 436, 437, 438, 439, mutagénicos/ 644, 650
440, 441, 442, 443, 444, 448, 450, 452, 453, 454, 455, alelos/ 456, 457, 458, 621, 632, 688, 689, 705, 706
456, 459, 460, 461, 463, 464, 466, 467, 469, 470, 471, aminoacil-ARNt sintetasas/ 596, 597, 617
472, 473, 474, 475, 476, 477, 479, 480, 485, 486, 487, AMP/ 510, 596, 597, 616, 691
488, 489, 491, 492, 493, 494, 495, 496, 497, 498, 499, AMPc/ 681, 691, 693, 703
500, 501, 503, 504, 505, 506, 507, 508, 509, 510, 511, anafase/ 446, 447, 449, 484, 485, 500, 632, 633
512, 513, 514, 515, 516, 517, 518, 519, 520, 521, 522,
análogos de bases/ 642, 650, 657
523, 524, 525, 527, 528, 529, 530, 531, 532, 533, 534,
535, 536, 539, 541, 542, 543, 544, 545, 546, 547, 551, anfipáticos/ 377, 378, 398
553, 554, 555, 556, 558, 559, 563, 564, 565, 569, 573, aniones/ 395
575, 576, 577, 580, 587, 621, 622, 623, 624, 625, 626, antibióticos/ 524, 558, 591, 617, 618, 619, 665, 700, 702,
627, 628, 629, 630, 631, 632, 633, 634, 636, 637, 639, 703
640, 641, 642, 643, 644, 646, 647, 650, 653, 654, 655, actinomicina D/ 522
656, 657, 658, 659, 660, 661, 662, 663, 665, 666, 667, cloranfenicol/ 617
estreptomicina/ 591, 617, 619 ATPasa Na+-K+ dependiente/ 395, 397, 398
puromicina/ 617 autofagia/ 410, 411
rifampicina/ 558, 559, 560 autofagosomas/ 409, 410
tetraciclina/ 701, 702
anticodón/ 573, 574, 575, 576, 584, 586, 590, 597, 600, 606, B
609, 612
bacteriófagos/ 497
anticuerpos/ 582, 630
balsa lipídica/ 383
antígenos/ 383, 459
bases nitrogenadas/ 453, 454, 469, 471, 472, 492, 496, 498,
antiporte/ 394, 395
506, 523, 527, 538, 546, 575
aparato de Golgi/ 401, 405, 406, 407, 408, 412, 413, 414,
bicapa/ 378, 379, 380, 381, 382, 383, 384, 387, 388, 398,
444, 447, 448, 450, 615
402, 406
ARN/ 427, 428, 435, 436, 437, 438, 439, 448, 454, 455, 456,
biogénesis/ 540, 577, 587, 590
460, 461, 463, 466, 467, 469, 470, 472, 476, 478, 489,
495, 497, 499, 500, 504, 505, 506, 515, 516, 524, 525, bombas/ 394, 398
527, 528, 529, 530, 531, 532, 533, 534, 535, 536, 537, C
538, 539, 540, 541, 542, 543, 544, 547, 549, 551, 553,
554, 555, 556, 557, 558, 559, 560, 565, 573, 577, 578, canales/ 380, 381, 383, 384, 385, 387, 388, 389, 397, 421,
579, 580, 581, 584, 586, 587, 588, 593, 606, 615, 653, 433, 439, 540
663, 678, 679, 680, 681, 685, 690, 693, 697, 702, 710 cargas eléctricas/ 395
de interferencia/ 461, 529
carioesqueleto/ 438
iniciador/ 495, 499, 500, 506, 516, 524, 525
largos no codificantes/ 461 cariotipo/ 440, 442, 443, 449
mensajero/ 427, 435, 436, 448, 452, 461, 462, 463, 464, casquete/ 543, 547, 548, 549, 550, 555, 560
465, 467, 468, 472, 527, 528, 529, 537, 539, 543, catalasa/ 412
545, 547, 548, 549, 551, 553, 554, 555, 557, 559, cationes/ 395
560, 563, 564, 565, 567, 568, 570, 571, 573, 574, caveolas/ 383
575, 576, 577, 580, 581, 585, 586, 587, 589, 594, caveolinas/ 383
596, 598, 599, 600, 601, 603, 604, 605, 606, 607,
célula eucariota/ 401
608, 609, 612, 613, 614, 615, 617, 618, 619, 630,
649, 677, 678, 679, 680, 683, 684, 685, 686, 690, células bacterianas/ 497
691, 692, 693, 694, 696, 697, 702, 704, 708 celulosa/ 386
nucleares cortos/ 461, 529, 549, 551, 560 centríolos/ 407, 420, 421, 425, 445, 446
polimerasa bacteriana/ 528 centro celular/ 420
polimerasa I/ 461, 470, 540, 541, 542, 543, 559, 560, centros organizadores/ 420, 425
587 ciclinas/ 444, 480, 481, 482, 485, 487, 488, 489, 500
polimerasa II/ 455, 461, 540, 543, 544, 545, 546, 547,
ciclo celular/ 439, 443, 444, 448, 451, 455, 468, 473, 474,
548, 552, 553, 554, 555, 558, 559, 560, 587
475, 476, 477, 478, 479, 480, 481, 482, 484, 485, 486,
polimerasa III/ 461, 540, 541, 556, 557, 558, 559, 560,
587 487, 488, 489, 499, 502, 514, 519, 521, 524, 525, 590
telomérico/ 461 ciclosis/ 419
transferencia/ 435, 436, 451, 456, 461, 466, 467, 472, cilios/ 415, 419, 421, 425
476, 488, 497, 523, 525, 527, 528, 537, 538, 539, cinetocoro/ 445, 446, 447
545, 556, 557, 558, 559, 560, 565, 567, 570, 573, cisternas/ 403, 404, 407, 408
574, 575, 576, 578, 581, 585, 586, 590, 593, 594, cistrón/ 683, 694
596, 597, 598, 599, 601, 602, 603, 604, 605, 606,
citidín
608, 611, 612, 613, 614, 615, 616, 617, 618, 619,
monofosfato. Véase CMP
623, 633, 660, 684, 700, 711
trifosfato. Véase CTP
ARNr/ 437, 438, 461, 464, 466, 467, 469, 470, 528, 529,
537, 539, 541, 542, 556, 557, 559, 560, 578, 579, 580, citocalasina/ 425, 426
581, 582, 584, 586, 587, 588, 589, 590 citocentro/ 420
ásteres/ 446 citocromo P450/ 407
ATP/ 395, 396, 408, 417, 418, 419, 420, 436, 441, 445, 479, citoesqueleto/ 415
481, 482, 483, 496, 508, 510, 529, 533, 536, 539, 545, citoplasma/ 397, 404, 411, 415, 416, 417, 419, 420, 421,
551, 578 422, 423, 424, 427, 428, 430, 431, 432, 435, 436, 437,