TOXICOLOGIA
TOXICOLOGIA
TOXICOLOGIA
El comienzo:
Obtención de una nueva molécula: por síntesis química (diseño asistido por
computadora), fermentación (ATB), extracción de fuentes naturales (plantas),
ingeniería genética (drogas recombinantes)
Se establecen las propiedades físico-químicas
Etapa Preclínica
Es el estudio farmacológico de la nueva molécula en animales de experimentación. Se
extiende de 1 a 5 años (promedio 2,6 años)
Farmacodinamia:
Se efectúan CDR
Estudios de “binding”, de inhibición o competición (IC50), etc.
Se evalúan los efectos sobre parámetros hemodinámicos (PA, Fc), y sobre órganos
especiales (pulmón) según la droga en estudio (broncodilatador)
Farmacocinética:
Etapa Preclínica
Toxicología:
Nos informan sobre la toxicidad potencial y los posibles EA
Dosis únicas o múltiples
Incluyen:
Estudios de toxicidad: aguda, subaguda y crónica
Estudios de toxicidad especial: reproducción, Mutagénesis y carcinogénesis
Estudios de tolerancia local (según la droga y vía)
Permiten establecer el Índice Terapéutico (IT) y el índice de Seguridad (IS)
Toxicidad Aguda:
Son estudios de letalidad: se determina la DL50
Duración: 24 horas
Varios niveles de dosis espaciadas logarítmicamente: 10, 30, 100, 300, 1000, mg/kg
Se administra una sola dosis por grupo de animales
Diferentes vías: una debe ser parenteral e incluir todas las que se proponen para el
hombre.
Etapa Preclínica
Etapa Preclínica
Etapa Preclínica
Toxicidad Especial:
PROCESOS DE REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO
Se administra el medicamento en diferentes períodos según lo que se desea evaluar:
Fertilidad y capacidad reproductiva: función gonadal, ciclos sexuales, conducta en el
apareamiento, frecuencia de concepción e implantación.
Etapa Preclínica
Toxicidad Especial:
MUTAGÉNESIS – CARCINOGÉNESIS
Etapa Preclínica
Será Suficiente?
EL CASO DE LA TALIDOMIDA
FARMACOLOGIA CLÍNICA
Es la parte de la farmacología que utiliza como, Sujeto experimental al ser humano
Su instrumento fundamental es el Ensayo Clínico, Es un experimento cuidadosamente
y éticamente diseñando con el propósito de responder una o unas pocas preguntas
precisamente definidas (B.Hill).
Éticamente justificado
Correctamente diseñado
Que responde a un problema concreto fijado de antemano.
Normas Éticas:
Experimentación animal previa (Talidomida)
Protocolo aprobado por un CEI y el ANMAT
Investigador principal calificado: único responsable
Evitar toda lesión, sufrimiento o muerte
Los riesgos no beben superar los beneficios
Consentimiento del voluntario firmado
Libertad del voluntario de interrumpir el ensayo
Libertad del investigar de interrumpir el ensayo
FARMACOLOGIA CLÍNICA
LOS ENSAYOS CLÍNICOS DEBEN CUMPLIR GCP
Un conjunto de actividades e instrucciones que deben ser tenidas en cuenta durante el
diseño y ejecución del ensayo clínico.
ENSAYO CLINICO
Algunos aspectos
Sujetos experimentales
Características basales de la muestra
Homogeneidad – extrapolación
Criterios de inclusión: edad, sexo (mujeres), definir las características de
patología a estudiar.
Las embarazadas, niños y ancianos se excluyen salvo que el medicamento
tenga indicaciones en ellos
Criterios de exclusión
FARMACOLOGIA CLÍNICA
Ensayo Clínico:
FARMACOLOGIA CLÍNICA
Diseño del Ensayo:
Grupos paralelos:
Un grupo al azar recibe la medicación a evaluar y el otro el tratamiento control, Propio
individuo como control: el mismo individuo recibe ambos tratamientos en un orden al
azar: diseños cruzados.
Según el conocimiento que el médico y el paciente tengan del tratamiento recibido se
distinguen 3 tipos de estudios:
Abiertos: los tratamientos son conocidos por ambos. La gran limitación es sesgo y
subjetividad, siempre arrojan mayor eficacia que los estudios ciegos, no se
recomiendan
Ciego simple: cuando uno u otro conocen el tratamiento. Se utilizan cuando por
razones técnicas o éticas no se puede aplicar el doble ciego
Doble ciego: ambos desconocen el tratamiento. Es el diseño ideal para minimizar la
subjetividad
FARMACOLOGIA CLÍNICA
Elección de la dosis:
1/10 de la DL50 de la especie más sensible se calcula a partir de una droga
químicamente similar y de igual acción terapéutica, utilizándose 1/5 a 1/10 de ella
Siempre se utiliza la menor dosis 20 a 50 pacientes seleccionados.
Farmacocinética en pacientes
Acciones farmacológicas
Posibles efectos terapéuticos
Detección de reacciones adversas
Interacciones
Determinar el rango de dosis terapéuticas para la fase siguiente:
FASE
Todo medicamento debería ser eficaz y a la vez inocuo, pero ambos objetivos son
relativos
Al finalizar la fase:
Se han estudiado de 2000 a 5000 pacientes
En un máximo de 3 a 6 meses
Sea cual fuera la duración posterior del tratamiento
Solo detectan las RA más frecuentes (>del 1%) y de aparición precoz
Los EA médicamente importantes pero tardíos, con una frecuencia menor de 1 en
1000, no se descubrirán antes de la comercialización.
FARMACOVIGILANCIA
Objetivos
Identificar EA desconocidos o mal cuantificados por su baja incidencia
Cuantificar el riesgo de aparición
Establecer los factores de riesgo que pueden incrementar su aparición
Establecer las posibles interacciones medicamentosas
Informar a los profesionales de la salud y a la población
Tomar medidas administrativas: alertas en prospectos, farmacovigilancia intensiva,
retiro, etc.
FARMACOVIGILANCIA
Tipos
ESPONTÁNEA: notificación voluntaria por parte del equipo de salud
INTENSIVA: se aplican técnicas epidemiológicas que permiten obtener
sistemáticamente datos de diversas fuentes (hospitales, centros médicos)
Utilidad:
Cuando la presunta causa está constituida por: hábitos (fumar), condiciones
personales, factores ambientales (tóxicos ambientales), medicamentos comunes o
frecuentemente usados
La frecuencia del evento (EA) es baja
Limitación:
Es necesario que se establezcan condiciones basales estrictas y que la diferencia
entre ambos sea la exposición a la droga.
Ejemplo: sería necesario vigilar por lo menos 10000 pacientes que reciben un
medicamento para detectar, con IC 95%, un fenómeno que se presenta a razón de 1
caso cada 3300 pacientes, y que tal caso pueda atribuirse al fármaco sólo, si no surge
de manera espontánea en la población testigo.
FARMACOVIGILANCIA INTENSIVA
Ej:
FARMACOVIGILANCIAFARMACOS CON USO RESTRINGIDO.
Iotrolan
Troglitazona
Fenilpropanolamin a
Tolcapone (España)
Astemizol y Terfenadina
MATERIAL Y METODOS INCIDENCIA DE EFECTOS ADVERSOS EN PACIENTES
HOSPITALIZADOS: METANÁLISIS DE ESTUDIOS PROSPECTIVOS.
Resultados
6,7 % de las internaciones hospitalarias son por EA serios
Durante 1994:
2.216.000 pacientes fueron internados por EA serios
106.000 tuvieron EA fatales
33% fueron intrahospitalarios
Son 4,6 % de las muertes en 1994 (2.286.000)
4°- 6° causa más frecuente de muerte.
Costo de salud de: 4.000.000.000 U$S / año
Los efectos adversos más frecuentes son:
Reacciones alérgica a ATB
Hemorragia gastrointestinal por AINES
La incidencia no cambio en 32 años
Esta situación se repite en al menos 22 países
Mayor monitoreo
Sistematizar la búsqueda
Consignar la historia clínica de alergia a determinados fármacos
Incrementar con cuidado las dosis en ancianos en los que la función renal y
hepática está alterada
Alertar a los pacientes sobre los posibles síntomas para que se los comuniquen
a los médicos
MICRONUTRIENTES EN GESTANTES COLOMBIANAS
El Hierro y ácido fólico son dos de los principales nutrientes que necesita, pero ¿cuánto debe
estar recibiendo y qué papel juegan?
Ácido fólico es una vitamina que previene malformaciones de cabeza y columna durante la
gestación. La Secretaría de Salud destaca que las mujeres entre 15 y 49 años tomen a diario
una pastilla antes y durante los primeros 3 meses de embarazo, así protegerán a su bebé y
aportarán grandes beneficios a su desarrollo. Además, el ácido fólico favorece la salud del
corazón, previene la anemia y algunos tipos de cáncer.
Beneficio directo
El consumo de ácido fólico previene defectos en el cierre de tubo neural -la estructura
embrionaria que dará origen a la columna vertebral- y que termina de formarse el día 28
después de la concepción.
Defectos en su cierre causa graves alteraciones en el embrión; los principales defectos son la
anencefalia (ausencia de masa cerebral), espina bífida (falta de cierre de la columna en la
espalda), o encefalocele (falta de unión entre los huesos del cráneo permitiendo que el cerebro
y las meninges se exterioricen).
Sin embrago, el ácido fólico presente en los alimentos de consumo diario no es suficiente para
ayudar a proteger la salud femenina, por lo que adicionalmente la Secretaría de Salud
recomienda la ingesta diaria de una tableta de 400 microgramos para obtener la cantidad de
ácido fólico que requiere el cuerpo.
La alimentación cobra especial importancia durante la gestación, pero más aún si se
trata de una madre adolescente ya que en este período de crecimiento y desarrollo,
las demandas de energía y nutrientes se incrementan en comparación con otras
etapas del proceso vital humano. Si el embarazo ocurre poco después de la aparición
de la menarquía, las necesidades nutricionales aumentan aún más por el acelerado
crecimiento y por tanto la adolescente debe satisfacer sus propios requerimientos de
energía y nutrientes y las demandas de la gestación.
Calcio
Es uno de los minerales de mayor interés y especial cuidado durante la gestación
adolescente, ya que su requerimiento aumenta en más de una cuarta parte con
relación a la gestante adulta, El incremento en las necesidades del mineral obedece a
la formación de la masa ósea en la mujer adolescente y el feto.
Hierro.
Durante la gestación en la adolescencia, el riesgo de deficiencia de hierro y/o anemia
aumentan, puesto que las necesidades del mineral se encuentran aumentadas como
consecuencia de los cambios en el tamaño corporal, la formación de tejidos propios de
la adolescencia y las necesidades de hierro adicional, indispensable para la síntesis
acelerada de glóbulos rojos, la formación de la placenta y el crecimiento y desarrollo
del feto (45). Las necesidades de Hierro incrementan en la medida que la gestación
progresa, alcanzando su pico máximo en el tercer trimestre, cuando NUTRICIÓN DE LA
GESTANTE.
Las demandas del feto son mayores. La RDA de hierro para Colombia es 40 mg/día,
igual valor que en la gestante adulta, por lo cual las recomendaciones alimentarias y la
necesidad de la suplementación, son similares para ambos grupos poblacionales.
Todas las notificaciones de sospechas de RAM, deben contar como mínimo con los
siguientes datos:
• Paciente identificable
• Identificación del medicamento sospechoso y la fecha de inicio y término de su
administración
• Descripción de la sospecha de la RAM, y su fecha de inicio
• Información del notificador
FECHA DE INICIO
indique la fecha en la que inicio la administración tanto del fármaco bajo
sospecha como los medicamentos concominantes.
FECHA DE TERMINO
RAZON DE USO
señalar la enfermedad o patología del paciente para la cual fue prescrito cada
medicamento.
TRATAMIENTO DE LA RAM
señalar las medidas adoptadas frente al evento adverso (por ej:suspencion del
tratamiento, ajuste de dosis, administración de antídoto especifico,
administración de antídoto especifico, administración de tratamiento
paliativo,etc,)
SUSPENCION/READMINISTRACION
RESULTADO RAM
Indicar con una X el resultado obtenido en el casillero correspondiente. Es relevante
saber si al momento del reporte el paciente está recuperado, no recuperado, o si
sospecha que la reacción adversa ha causado la muerte del paciente.
CONSECUENCIA RAM
Indicar con una X la consecuencia de la reacción adversa en el casillero
correspondiente. Es relevante saber si origino una hospitalización o prolongo los días
de una hospitalización en curso. Este dato permitirá evaluar la gravedad del evento.
COMENTARIOS
Incluir cualquier antecedente clínico relevante, tales como patología de base, alergias
previas, enfermedades concomitantes, exposición previa a los medicamentos, datos
de análisis de laboratorio, etc.
En este apartado puede complementar el caso y detallar el resultado de la suspensión
y/o readministracion del fármacos necesita más espacio, agregar hoja anexa.
Es especialmente relevante en este apartado el describir otras situaciones que
pudieran constituir causas alternativas de la sintomatología que presenta el paciente;
ejemplo: estados de estrés o ansiedad, excesos o desajustes alimenticios, exposición
a alimentos o animales a los cuales es alérgico, etc.
Acetaminofén
Una sobredosis de acetaminofén en primer trimestre se aumenta el riesgo de aborto,
al parecer por toxicidad directa sobre el embrión, aunque no es claro el mecanismo. El
mayor reto lo presenta la gestante que tiene una sobredosis en el tercer trimestre de
embarazo. El tratamiento con N-acetil-cisteina en la madre parece no evitar la
hepatotoxicidad en el feto, pues no atraviesa la barrera placentaria. Los neonatos
pueden requerir exsanguinotransfusion para el desarrollo de hepatoxicidad, algunas
maternas también pueden iniciar trabajo d parto prematuro espontaneo después de la
sobredosis de acetaminofén.
Hierro
El gran reto con esta intoxicación en la mujer embarazada es el riesgo de alta
tetatogenicidad de la desferoxamina (su antídoto) , de la cual se han reportado
malformaciones esqueléticas y defectos de Dosificación en animales. La gravedad de
esta intoxicación es mayor parte en la madre que en el feto pues, a pesar de que
barrera placentaria es permeable al hierro, evita que este pase en cantidad excesiva.
Dada la letalidad de esta intoxicación para la madre, con reportes que hablan de
muerte materna con fetos completamente sanos. Existen indicaciones claras, si la
intoxicación es en el tercer trimestre e gestación, la desferoxamina puede ser
suministrada
.
Monóxido De Carbono
En el caso de la intoxicación es el feto quien corre mayor riesgo que la madre. En
estado estable el feto tiene niveles 58% más altos de carboxihemoglobina que la
madre, pues hay una disminución de aporte de oxigeno materno a la placenta por la
intoxicación misma, además de la afinidad del monóxido de carbono. El tratamiento de
elección en esta intoxicación es el oxígeno hiperbatico, el cual ha mostrado efectos
nocivos en estudios animales, mas no en los portes de casos humanos. La mayor
limitante es el hecho que los niveles de carboxihemoglobina de la madre no reflejan
los del feto, además de que es una intoxicación muy nociva para el feto por la hipoxia
prolongada que produce, llevando a graves secuelas neurológicas y en muchos de los
casos a la muerte fetal. En conclusión, si la madre tiene indicaciones debe ser tratada
con oxígeno hiperbárico y debe ser informada de los altos riesgos del feto, no por el
tratamiento sino por la intoxicación misma.
Organofosforados
Dada la variabilidad de los organofosforados con el pH, el hecho que el feto sea
acidótico hace más fuerte la fosforilación de estos compuestos, haciendo más firme su
porción esteárica evitando su degradación y tendiendo a acumularse en él. Por esta
razón en caso de intoxicación con fosforados orgánicos el feto es de especial atención
y seguimiento, el tratamiento es igual al de otras mujeres no embarazadas.
Antidepresivos tricíclicos:
En casos de sobredosis con este grupo farmacológico el feto también es
especialmente susceptible, si tenemos en cuenta que gracias al retardo del
vaciamiento gástrico y a la disminución del peristaltismo propias del embarazo,
sumado al efecto anticolinérgico de la sustancia que contribuye a estos dos eventos,
se aumenta su disolución favoreciendo su absorción y por tanto su biodisponibilidad
gracias al estado acidótico propio del feto tiende a atrapar estos medicamentos que en
su mayoría son básicos y, por lo tanto, sufriendo con más intensidad los efectos de la
intoxicación.
Alcohol:
Estadísticas de otros países muestran que aproximadamente el 40% de las
embarazadas consumen alcohol. Dada su liposolubilidad y su bajo peso molecular
atraviesa fácilmente la barrera placentaria, y el feto tiene una baja actividad tanto de
alcohol deshidrogenasa como de acetaldehído deshidrogenasa, acumulando alcohol y
acetaldehido.Estos dos compuestos juntos ejercen su toxicidad aumentando la
peroxidacion celular interfiriendo con síntesis de ADN y de proteínas en esta vital
etapa del desarrollo, además de disminuir neurotransmisores en el cerebro fetal. Estos
efectos terminan en retardo mental asociado a malformaciones fetales, denominados
“Síndrome alcohólico fetal” que puede tener diferentes grados y están relacionados
con grandes consumos puntuales a repetición durante la gestación (especialmente si
son entre las semanas 15 y 20 y después de la semana 25 de gestación, etapas en
Las que el Sistema Nervioso Central es más susceptible).
Cocaína:
Se ha relacionado el consumo de cocaína durante el embarazo con diferentes
patologías, mas no con un síndrome definido como en el caso del alcohol. La
vasoconstricción que produce la cocaína a nivel de los vasos placentarios lleva a
disminución de flujo a este nivel, y dependiendo de la etapa en la que esto suceda y la
intensidad con que se haga puede llegar a producir abruptio de placenta, parto
prematuro, retardo de crecimiento intrauterino y malformaciones cardiovasculares y
neurológicas. No hay reportes de síndrome de abstinencia neonatal a cocaína hasta el
momento.
Opioides:
La Asociación Americana de Pediatría considera como compatible con el
amamantamiento a la codeína, meperidina, metadona y morfina. La heroína pasa a la
leche en cantidad suficiente para producir dependencia en él bebe. El síndrome de
Abstinencia a opioides en neonatos se puede presentar en hijos de consumidoras de
heroína o en hijos de adictas que amamanten; se inicia entre 12 a 72 horas postparto.
Los niños pueden estar deshidratados, irritables, insomnes, con succión pobre,
temblores, diarrea, piloereccion, hipertonía, trastornos respiratorios y disautonomia,
que finalmente los puede llevar a la muerte. La aparición de esta sintomatología es
criterio de remisión a tercer nivel.
Mercurio:
La exposición a mercurio se ha asociado a aborto espontaneo y es además
embriotóxico, fetotoxico y teratogénico. La decisión de tratar a una paciente
embarazada con toxicidad por mercurio, debe sopesarse según riesgo-beneficio. No
existe una alternativa farmacológica segura durante el embarazo y en lo posible se
espera al parto para iniciar cualquier tratamiento. En caso de requerirse tratamiento
De un neonato con penicilina la dosis pediátrica es de 25 mg/kg/dia, por vía oral,
repartidos en tres dosis. En estos casos la penicilamina debe suministrarse durante 10
días, con monitoreo de la excreción urinaria de mercurio. Se debe esperar un mínimo
de 3 días pos tratamiento para repetir la medición de mercurio en orina de 24 horas y
determinar así la necesidad o no de un nuevo tratamiento.
Plomo:
El plomo cruza la barrera placentaria y la exposición en el útero se asocia a
alteraciones cognitivas y anomalías congénitas menor tipo linfagioma e hidrocele.
Algunos estudios han mostrado una mayor incidencia de aborto espontaneo.
Al igual que con el mercurio no existe una alternativa farmacológica segura para ser
empleada durante el embarazo y la decisión de administrar cualquier tratamiento debe
basarse en el riesgo-beneficio.
TOXICIDAD EN PEDIATRIA
Son situaciones en las cuales los niños o adolescentes entran en contacto con
sustancias potencialmente letales y que demandan una acción rápida por parte de la
familia o del cuerpo médico y paramédico para evitar o disminuir los efectos. Con
relación a los medicamentos se presentan tanto reacciones de idiosincrasia como
Sobredosis.
Diagnóstico
Anamnesis:
Durante el interrogatorio, en el caso de tener historia clara de contacto con alguna
sustancia tóxica, se deben hacer todas las preguntas: ¿Qué sustancia pudo ingerir?
¿En qué cantidad pudo ingerir? ¿Cuándo?, ¿Cómo? ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Por qué? Y
de ser posible conseguir una muestra del elemento. ¿En qué circunstancias se
encontraba el paciente? ¿Qué sustancias o medicamentos tienen en la casa y por
qué? No siempre se pueden obtener estos datos y menos la evidencia, en estos casos
sospechamos de intoxicación, si se presenta una de estas situaciones:
Examen Físico:
Si se encuentra pasividad en el niño, sin reacciones ante estímulos desagradables y
probablemente está en malas condiciones y con compromiso del Sistema Nervioso
Central. Desde el principio se debe efectuar un “triage” adecuado,
Que puede implicar el detectar y corregir al mismo tiempo. Tener en cuenta el ABCD.
Se debe incluir el examen de los genitales (en niñas y niños) para descartar abuso
sexual como causa de la intoxicación; en este caso se debe guardar la ropa en forma
adecuada. En niños, por la diferente distribución de receptores y rutas metabólicas
distintas, existe la posibilidad de que se presenten cuadros clínicos atípicos; por
ejemplo, con los organofosforados pueden ser más frecuentes las manifestaciones del
Sistema Nervioso Central y el síndrome intermedio que las muscarínicas clásicas.
Química sanguínea:
En pediatría es básica la glucometría (hipoglicemia en lactantes: <40mg%, niños más
grandes <70mg% o si hay signos y síntomas), ionograma completo, pruebas de
función renal, hepáticas, pH y gases arteriales, hemoleucograma, pruebas de
coagulación y citoquímico de orina. Rayos X: (Rx de abdomen en sulfato ferroso y
algunas fenotiazina), bolsas para el transporte de estupefacientes, signos de
broncoaspiración, SDRA, perforaciones por cáusticos, neumotórax o neumo
mediastino.
ECG:
Básico en el diagnóstico de arritmias e intoxicaciones por medicamentos cardiotóxicos.
Pruebas rápidas:
Cianuro, fenotiazinas, salicilatos, etc.
Dosificación:
Idealmente selectiva de acuerdo con los hallazgos clínicos. En nuestro medio se
puede detectar:
Alcohol metílico y etílico, salicilatos, opioides / heroína, canabinoides,
anticonvulsivantes como fenobarbital, carbamazepina, ácido valproico, metales
pesados y colinesterasas entre otros.
Descontaminación:
IRRIGACIÓN INTESTINAL
Descontaminación gastrointestinal total: Está indicada en intoxicaciones por elementos
en que no es útil el carbón activado, en casos de medicamentos de liberación lenta o
en el lavado gástrico; no se logra recuperar gran cantidad del tóxico. Se realiza con
sustancias no absorbibles por el intestino como el polietilenglicol, que producen diarrea
sin efecto osmótico y sin riesgo de deshidratación o pérdidas electrolíticas. Riesgo:
vómito Polietilenglicol (Nulytely): se diluye 1 sobre en 1 litro de agua y se administra
por sonda nasogástrica.
Dosis: 15-25cc/kg/hora hasta que las heces sean completamente claras, iguales al
líquido que ingresa o hasta que no haya evidencia radiológica del tóxico en el intestino.
En lactantes la dilución debe ser en una proporción 1:3, en preescolares 1:2 y en niños
mayores:
El Bicarbonato de sodio es el antídoto específico en la intoxicación por
Antidepresivos tricíclicos, caso en el cual está indicado el bolo en forma rápida
y a veces sin diluir. Se suministra un bolo de 1 me/kg. Dosis de mantenimiento:
a los líquidos de mantenimiento del niño, los cuales son de acuerdo a su edad,
peso, pérdidas proyectadas y estado de hidratación, se puede suministrar
inicialmente una mezcla en Dextrosa al 5% que contenga Bicarbonato de sodio
con 40mEq/L y se va incrementando su concentración en forma progresiva,
para mantener un pH urinario entre 7 y 8, o un pH sérico entre 7,45 y 7,55. Las
soluciones con NaHCO3 son inestables y no deben prepararse por más de 4
horas. Es importante tener en cuenta que es más fácil corregir una acidosis
metabólica que una alcalosis metabólica.
Secuelas:
Pueden ser de diverso tipo; estas son algunas de ellas: encefalopatía hipóxica-
isquémica, trastornos de aprendizaje, infecciones, fibrosis pulmonar, anemia, neuro y
nefropatías, estenosis esofágicas, flebitis, necrosis y amputaciones.
Trabajo multidisciplinario:
El equipo debe estar integrado por Trabajadores
Sociales, Psicólogos, Psiquiatras y en algunos casos hasta de Médico Legista.
Prevención:
Debe hacerse el mayor énfasis posible porque puede evitar la muerte, las lesiones y
sus secuelas y además es económicamente menos costosa. Debe desarrollarse en
distintos ambientes sociales la cultura de la prevención. Estas son las
recomendaciones:
Mantener las sustancias peligrosas “fuera del alcance de los menores” y bajo llave.
Desechar en su totalidad los sobrantes de sustancias peligrosas.
PACIENTE ADULTO
A. Vía aérea
B. Respiración
C. Circulación
D. Alteración del estado mental
E. Diagnóstico clínico
F. Antídoto-terapia
G. Descontaminación
H. Potenciar eliminación
I. Disposición
En el presente capítulo se darán algunas consideraciones y recomendaciones
toxicológicas para cada uno de los eventos que componen la reanimación
cardiopulmonar avanzada. El propósito de estas guías no es explicar cómo reanimar a
un paciente sino dar una orientación en dicho proceso para realizar el manejo
adecuado de cada etiología tóxica.
Vía aérea:
Respiración:
Circulación:
Se verifica si el paciente tiene pulso. En caso de encontrarlo débil o no tenerlo se debe
iniciar monitoreo electrocardiográfico e identificar el ritmo y la frecuencia cardiaca, así
como evaluar si presenta algún tipo de alteración (fibrilación ventricular, taquicardia
ventricular sin pulso, actividad eléctrica sin pulso o asistolia) que requiera manejo
específico de acuerdo con los algoritmos establecidos para cada una de estas
situaciones (protocolos de ACLS). Paralelamente se debe determinar la tensión
arterial, obtener un acceso venoso y tomar una muestra de sangre para realización de
laboratorio.
Clínico y toxicológico;
Diagnóstico Clínico:
Para realizar este proceso se requiere la elaboración de una adecuada historia clínica,
un examen físico detallado y la solicitud de exámenes de laboratorio teniendo ya una
primera sospecha clínica o impresión diagnóstica que permita orientar la solicitud tanto
de exámenes paraclínicos como de análisis toxicológico. (Ver Capítulo 2 aparte 2.2:
Enfoque Diagnóstico del paciente Intoxicado).
Antídoto-Terapia:
De acuerdo al toxico involucrado en la intoxicación
Y según su indicación y disponibilidad se utilizará
El respectivo antídoto para revertir el cuadro toxico
(Ver 3ª. Parte: Antídotos Específicos).
Descontaminación:
En caso de tóxicos considerados como materiales peligrosos “HazMat” (Hazardous
Material) se debe realizar el manejo del lugar donde se presentó el evento tóxico
únicamente con personal calificado y debidamente protegido, siguiendo los protocolos
establecidos para cada caso. En el servicio de urgencias se realizará la
descontaminación del paciente de la siguiente manera:
Descontaminación de Superficies
• Piel
• Ojos
• Inhalación
Descontaminación Gastrointestinal:
• Emesis
• Lavado Gástrico
• Carbón activado
• Catárticos
• Irrigación intestinal preferiblemente con polietilenglicol
(Nulytely)
• Remoción quirúrgica
La ampliación correspondiente a este punto se encuentra en el Capítulo 2 aparte 2.3
Descontaminación del paciente intoxicado.
Potenciar la eliminación:
Este proceso hace referencia a la utilización de métodos para favorecer la salida del
tóxico del organismo, dentro de los que se incluyen:
• Forzar Diuresis
• Alcalinización urinaria
• Hemodiálisis
• Hemoperfusión
• Hemofiltración
• Administración de dosis repetidas de carbón activado
Disposición:
Dependiendo de la severidad del cuadro clínico del paciente intoxicado admitido en
urgencias, puede requerirse observación, valoración por otras especialidades,
hemodiálisis, hemoperfusión, hospitalización en piso o manejo en Unidad de Cuidado
Intensivo. Es posible que en la institución donde se realiza el manejo inicial del caso
no se disponga de todos los elementos diagnósticos, terapéuticos ni hospitalarios, por
lo cual hay que procurar la ubicación oportuna y eficaz, en una institución de nivel de
complejidad mayor, donde se cuente con los insumos necesarios para su óptima
atención. Hay que recordar que muchos casos de intoxicaciones son con intención
suicida y por lo tanto estos pacientes requieren siempre valoración por psiquiatría para
determinar el riesgo suicida. Además se debe tener especial cuidado con la ropa, las
pertenencias u objetos que lleguen con el paciente, al igual que las muestras
biológicas que son únicas e irreproducibles, ya que estos elementos pueden llegar a
ser pieza clave en casos médico-legales por actos traumáticos o delictivos.
Seguir los protocolos establecidos de cadena de custodia de las muestras biológicas
del paciente.
El daño que producen los fármacos puede ir desde una lesión leve que afecta tanto a
la célula del hígado como a los conductos biliares con elevación de las enzimas del
hígado (transaminasas, fosfatasa alcalina y gama glutamil trasferasa) Sin embargo el
daño puede ser tan severo como un cuadro de hepatitis fulminante o hasta desarrollar
una enfermedad crónica (hepatitis crónica) y llegar a la cirrosis hepática.
¿Cómo sé si me puede hacer daño un medicamento?
Desgraciadamente el daño del hígado por medicamentos es muy difícil predecir.
Aunque hay algunos fármacos en los cuales se puede predecir el daño que está dado
por las dosis, como el acetaminofén, en el cual se conoce una dosis alta que es tóxica
(no en dosis habituales). Hay otros medicamentos que se conoce que a mayor
cantidad pueden provocar mayor daño (ejemplos: metotrexate, ciclofosfamida,
ciclosporina y la cocaína). Y algunos que pueden provocar daño del hígado por un
efecto acumulativo como los anticonceptivos orales o amiodarona.
El diagnóstico del daño por fármacos es muy complejo y difícil ya que no hay una
prueba de laboratorio específica para poderlo diagnosticar. Se debe sospechar el daño
por medicamentos en cualquier persona que presente alteración en las pruebas de
función del hígado y debe acudir al especialista para que se pueda hacer el
diagnóstico.
Para tratamientos controlados por los niveles séricos de fármacos, como es el caso de
los antiepilépticos, se considera que hasta el 6 % de los casos de toxicidad pueden
estar relacionados con interacciones farmacológicas.
Es interesante conocer la frecuencia con que una interacción tiene consecuencias
desfavorables para el paciente, por toxicidad o por ineficacia; esta frecuencia va a
definir, junto con otras características, la importancia clínica de esa interacción. El otro
aspecto de vital importancia es la gravedad del efecto de la interacción,
particularmente aquellas interacciones con riesgo potencial para la vida del paciente,
como son gran parte de las interacciones que afectan los fármacos anticoagulantes o
los hipoglucemiantes. El médico, por lo tanto, debe conocer qué fármacos, entre los
que prescribe, experimentan interacciones con mayor frecuencia y, en particular,
aquellas interacciones que pueden ser graves. Como guía orientativa el lector dispone
al final de este capítulo de una tabla que recoge una serie de interacciones con posible
repercusión clínica. Los datos obtenidos a partir de estudios in vitro, con animales de
experimentación e incluso de individuos sanos son meramente orientativos y deben
llevarnos a establecer una estrecha vigilancia del paciente cuando recibe fármacos
potencialmente interactivos. Además, la posibilidad de que aparezca una interacción
no significa que lo haga de manera constante, ya que son muchos los factores que
pueden influir, unos dependientes de los fármacos y otros de las características y
situación del paciente.
Fundamentales
Los que muestran una alta afinidad a proteínas y, por lo tanto, pueden desplazar con
más facilidad a otros fármacos de sus sitios de fijación; es el caso de muchos
antiinflamatorios no esteroideos.
Los que alteran el metabolismo de otros fármacos, porque lo estimulan o porque lo
inhiben. Estimulantes bien conocidos son algunos antiepilépticos y la rifampicina;
inhibidores más usados son la cimetidina, el metronidazol y otros imidazoles, el
alopurinol, la fenilbutazona y afines.
Los que alteran la función renal y el aclaramiento renal de otros fármacos; es el caso
de los diuréticos, los aminoglucósidos y algunos uricosúricos.
Los fármacos que con más frecuencia sufren la acción del desencadenante y provocan
el efecto no deseado suelen ser: a) aquellos que tienen una curva dosis-efecto de gran
pendiente, de forma que cambios pequeños en la dosis producen grandes cambios en
el efecto, lo cual es particularmente importante en interacciones que reducen el efecto
del fármaco; b) los que dependen para su eliminación de vías metabólicas
autoinducibles o fácilmente saturables, aquellos que tienen un índice terapéutico
pequeño y originan toxicidad a causa de la interacción. En estos casos se encuentran
los fármacos hipoglucemiantes, anticoagulantes orales, antiepilépticos, antiarrítmicos,
glucósidos cardiotónicos, anticonceptivos orales, aminoglucósidos, antineoplásicos e
inmunodepresores, y diversos fármacos que actúan en el sistema nervioso central.
Detección y prevención de las interacciones
Dadas las dificultades para establecer el riesgo real de que se desarrolle una
interacción determinada, es necesario identificar, en la medida de lo posible, las
situaciones en las que este riesgo es mayor. Para ello puede ser útil seguir las
siguientes reglas prácticas:
a) Conocer bien las características de los fármacos que con más frecuencia
producen interacción, en especial aquellos fármacos que más se utilizan.
i) Sustituir el fármaco desencadenante por otro del mismo grupo, pero con menos
potencial interactivo (p. ej., cimetidina por ranitidina, famotidina o nizatidina).
En este sentido, la tabla que figura al final del capítulo recoge una serie de ejemplos
de interacciones entre las múltiples posibles, seleccionadas por la mayor frecuencia
con que provocan alteraciones clínicas o requieren modificaciones en el tratamiento. El
conocimiento de los distintos mecanismos de producción de las interacciones
farmacológicas ayudará a perfilar el criterio de actuación más adecuado a cada caso.
A continuación se describen algunas interacciones clasificadas según el mecanismo.
Distribución
Los fármacos pueden competir entre sí por los sitios de unión en las proteínas
plasmáticas, aumentando en consecuencia la fracción libre del fármaco desplazado, lo
cual en teoría puede acompañarse de un aumento en sus efectos. En la práctica, las
interacciones por desplazamiento de la unión a proteínas plasmáticas no suelen tener
consecuencias clínicas. Sólo los fármacos cuya unión a proteínas es alta (90 % o más)
y cuyo volumen de distribución es pequeño pueden llegar a ser objeto de interacción
por este mecanismo. Sin embargo, hay que tener presente que el aumento de fracción
libre va a incrementar la eliminación renal o hepática del fármaco, por lo que el efecto
de la interacción, si se observa, va a ser transitorio (v. cap. 4, IV, 3.3). Pueden ser
objeto de este tipo de interacción la warfarina (unión a proteínas del 99 %; Vd: 9 l), la
tolbutamida (unión a proteínas del 96 %, Vd: 10 l), la fenitoína (unión a proteínas del
90 %; Vd: 35 l). Estos fármacos, que dependen del metabolismo hepático para su
eliminación, tienen una fracción de extracción hepática pequeña, por lo que su
aclaramiento depende de la fracción libre en plasma y aumenta proporcionalmente al
aumento de fracción libre. Así, como consecuencia de la interacción, se llega a un
nuevo equilibrio en que la concentración de fármaco libre es igual a la que había antes
de ser desplazado de la unión a proteínas, la fracción de fármaco libre es mayor y la
concentración total de fármaco es menor (no se debe ajustar la dosis de acuerdo con
la concentración total sino en función de la respuesta clínica y, si es posible,
determinando la concentración de fármaco libre).
Como fármacos que producen desplazamiento suelen comportarse los salicilatos, las
sulfamidas y la fenilbutazona.
Las sustancias que modifican el pH de la sangre también pueden cambiar la
distribución de algunos fármacos al SNC al variar su grado de ionización.
Un último tipo de interacción por cambio en la distribución es el que tiene lugar en
ciertos tejidos o células. Hay fármacos que dificultan la penetración o la salida de otros
en su sitio específico de acción, impidiendo en unos casos y favoreciendo en otros que
ejerzan su efecto. Por ejemplo, la rifampicina inhibe la entrada de warfarina al
hepatocito y, aunque éste no es el mecanismo fundamental de la interacción entre
estos dos fármacos, se suma al efecto inductor de la rifampicina para disminuir la
eficacia del anticoagulante. Los fármacos inhibidores de la glucoproteína P de
membrana (v. cap. 3, I, C, 4) bloquean el transporte de algunos fármacos
antineoplásicos hacia el exterior de la célula, facilitando así su acción en el interior
celular
Biotransformación
Los mecanismos por los que algunas enzimas que metabolizan fármacos pueden ser
incluidas o inhibidas por otros fármacos. Las interacciones por alteraciones en el
metabolismo son las que con más frecuencia tienen repercusión clínica. La
estimulación del metabolismo de los fármacos aumenta su aclaramiento y, en
consecuencia, disminuye su concentración en la fase estacionaria y su eficacia
terapéutica. El proceso de inducción es gradual tanto en su inicio, al introducir el
fármaco inductor, como en su desaparición, al retirar dicho fármaco. Su duración se
relaciona con la semivida del fármaco inductor; el proceso se prolonga en el tiempo
con inductores, como el fenobarbital, de semivida larga, en relación con inductores de
semivida corta, como la rifampicina. La inhibición del metabolismo de un fármaco
incrementa su vida media y su nivel estable, aumenta la intensidad de su efecto y la
probabilidad de que produzca toxicidad. La mayoría de las interacciones por inhibición
enzimática afectan el sistema de oxidasas del citocromo P-450 (CYP); los fármacos
inhibidores pueden afectar una isoenzima concreta del sistema sin afectar las demás
la relación de algunos fármacos con distintos isoenzimas del citocromo P-450; El
proceso de inhibición suele establecerse de forma rápida y tiene su máxima expresión
cuando el inhibidor alcanza su nivel estable. Otras enzimas, cuya inhibición es fuente
de interacción, son la xantín-oxidasa, el alcohol-deshidrogenasa o la
monoaminooxidasa.
Excreción renal
Las interacciones son múltiples conforme se van identificando los receptores de los
diversos grupos farmacológicos y de elementos endógenos, y se van obteniendo
antagonistas cada vez más específicos. El lector las irá analizando a lo largo de los
diversos capítulos. Son ejemplos con aplicación terapéutica el antagonismo de la
naloxona para revertir la sobredosificación opioide, o del flumazenilo para las
benzodiazepinas.