36 La Escultura Barroca
36 La Escultura Barroca
36 La Escultura Barroca
1. CRONOLOGÍA, COORDENADAS HISTÓRICAS Y CARACTERÍSTICAS
GENERALES DEL BARROCO
- El Barroco es el período del arte comprendido entre los años 1600 y 1780.
- Nacido en Roma a partir de las formas del “Cinquecento” renacentista, pronto se
diversificó en varios estilos paralelos, conforme lo iba adoptando y adaptando a su propia
idiosincrasia cada país europeo.
- Uno de los rasgos esenciales de este amplio período artístico es que durante su apogeo las
artes plásticas lograron una integración total: la arquitectura es monumental, con fachadas
pletóricas de mármoles y estucos, caracterizadas por la proyección tridimensional de planos
cóncavos y convexos, que sirvieron de marco teatral ideal a las apoteósicas pinturas y a las
dramáticas esculturas de mármol blanco que decoraban sus exteriores e interiores, llegando
a ser excesiva la decoración.
- El Barroco es el estilo de la grandilocuencia y la exageración.
- El por qué de estas peculiaridades lo encontramos en el hecho de que el Barroco fue una
especie de expresión propagandística, el absolutismo monárquico y la Iglesia de la
Contrarreforma lo utilizaron como manifestación de su grandeza, mostrando mediante el
arte que en ellos está la "Verdad" y el "Poder".
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ESCULTURA BARROCA
- La estatuaria barroca cumplió un papel muy importante en la decoración arquitectónica
tanto interna como externa.
- A diferencia de las equilibradas y axiales esculturas del renacimiento, parecen posarse
vivas sobre la base de piedra, prestas a salir de ella en cualquier momento.
- Los rostros sufren, se esfuerzan, apretando los labios o abriéndolos para gemir, los
músculos se encuentran en tensión y las venas parecen latir bajo la piel, incluso cabellos y
barbas, despeinados, plasman un estado de ánimo.
- El movimiento se convierte en una auténtica obsesión de los escultores barrocos, captando
siempre en plena acción, hacia afuera, mediante composiciones abiertas en las que ropajes
y miembros se proyectan violentamente hacia el exterior, en las que desaparece la simetría,
en las que predominan las líneas sesgadas y los escorzos, en las que se multiplican los
pliegues, los contrastes lumínicos, los puntos de vista, etc.
- Por doquier aparecen ángeles y arcángeles, santos y vírgenes, dioses paganos y héroes
míticos, agitándose en las aguas de las fuentes o asomándose de sus nichos en las fachadas,
cuando no sostienen una viga o están en los altares.
- Los materiales que mejor expresaban estos sentimientos eran el mármol blanco y el
bronce.
3. ESCULTURA BARROCA EN ITALIA: GIAN LORENZO BERNINI
- Bernini fue al Barroco lo que Miguel Ángel al Renacimiento, tanto su arquitectura como
su escultura son las obras más acabadas del arte romano del “seiscientos”; las esculturas
más representativas de este estilo y las que inauguraron el ciclo fueron las de Bernini,
arquitecto y escultor casi exclusivo del Vaticano, del papa Urbano VIII, siendo su
influencia enorme a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
- Sus obras escultóricas se caracterizan por un profundo naturalismo, por la búsqueda de
calidades texturales, casi pictóricas, tanto en pieles como en vestidos u otros elementos, por
emplear escenografías barrocas en sus composiciones, donde es protagonista el
movimiento, los gestos son siempre exaltados y las actitudes teatrales. Ejemplos:
+ El rapto de Proserpina: grupo escultórico que representa a Proserpina siendo
raptada por Plutón; la composición, figura serpentinata, es reminiscencia del
Manierismo y permite una observación simultánea del rapto y de la petición de
Proserpina a su madre de regresar durante seis meses a la Tierra; destacables son los
detalles, Proserpina empuja la cabeza del dios estirando su piel y los dedos de éste
aprietan cruelmente la carne de la diosa.
+ Apolo y Dafne: Se representa el momento en el que la ninfa se metamorfosea en
laurel, produciéndose una dicotomía entre el movimiento y la quietud, por un lado,
y lo pulido y lo rugoso, por otro.
+ David: Representado en plena acción, con el cuerpo retorcido y el rostro
extremadamente expresivo; continúa la evolución del tratamiento de este tema,
desde Donatello y Miguel Ángel hasta éste de Bernini.
+ Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto en bronce de la estética
barroca sobre la tumba del apóstol, de 29 metros de altura, recargado con
abundantes elementos decorativos, tratamiento distinto y rupturista de los órdenes
clásicos, cuatro columnas salomónicas con capitel de orden compuesto sostienen un
entablamento ondulado, coronado por un dosel, decorado con figuras de ángeles y
niños, sobre el que se alzan cuatro volutas que convergen en el globo terráqueo que
sostiene una cruz.
+ Cátedra de San Pedro: Termina su decoración interior con esta espectacular
Cátedra, situada en el fondo del ábside y sostenida por estatuas de los Padres de la
Iglesia Católica, como símbolo de la sabiduría y de la autoridad papal; la paloma
simboliza la iluminación divina.
+ Éxtasis de Santa Teresa: Muy efectista y teatral, el pesado cuerpo de la santa
aparece sobre las nubes, algo insólito en escultura, destacando además los pliegues y
ligereza de la túnica; Bernini nos ofrece de nuevo una imagen momentánea: el
momento en que el ángel levanta el dardo para volverlo a clavar e insuflar de amor
por Dios a Teresa, ; esta escena escultórica se integra en un gran marco
arquitectónico también compuesto por Bernini.
+ Muerte de la Beata Ludovica Albertoni: Este tipo escultórico es repetido en la
representación de esta otra composición, en la que vuelve a plasmar el éxtasis
místico.
4. ESCULTURA BARROCA EN FRANCIA
- En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la organización
de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El proteccionismo
estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte clasicista en el que
domina la monumentalidad y la grandeza.
- La escultura francesa del siglo XVII, al igual que la arquitectura, tuvo por encima de todo
carácter oficial y cortesano, en que prevaleció la exaltación del soberano y de los grandes
artífices de la monarquía francesa. La obra religiosa pasó a un segundo plano y fue
sustituida por retratos, estatuas o monumentos funerarios que perpetuaban la labor del
soberano y las principales personalidades de la Francia del Barroco. Además, la floreciente
arquitectura palaciega demandó de la escultura numerosos encargos para la decoración
interior y de los inmensos parques y jardines que rodeaban los principales edificios.
- La ortodoxia clasicista promovida desde la Academia tuvo en la obra de François
Girardon a su más directo exponente; sin embargo, a finales de siglo el gusto declinó hacia
el espíritu más barroco de Antoine Coysevox y, sobre todo, de Pierre Puget, que pese a ser
denostado por el Clasicismo dominante en Francia será el más barroco de los escultores
franceses de todos los tiempos; otros, considerados de segunda fila, ayudaron a engalanar la
arquitectura palaciega.
- Sobresalen las siguientes obras:
+ Apolo atendido por las ninfas, de François Girardon: los grandiosos jardines de
Versalles sirvieron de escenario perfecto para el programa alegórico de la fábula de
Apolo; la secuencia que se iniciaba con el nacimiento del dios en el estanque de
Latona culminaba en la Gruta de Tetis con el auxilio de las ninfas; Girardon
esculpió una de las obras cumbres de la escultura francesa, sofisticada composición
en forma abierta y bajo un concepto paisajístico próximo al helenismo, lo que
resulta evidente en el ademán del Apolo sedente, que denuncia su relación evidente
con la escultura clásica.
+ Retrato de Luis XIV, de Antoine Coysevox: su obra más original y naturalista son
los bustos y retratos, como este de Luis XIV, de honda captación realista,
pudiéndose comparar con los antiguos retratos romanos; aparte destaca la libertad
de movimientos y la aparente improvisación de la composición.
+ Milón de Crotona, de Pierre Puget: a menudo esta obra ha sido comparada con el
David de Bernini; sus anatomía se halla también en tensión incontenible,
organizándose las figuras en una unión casi perfecta, sobre todo la mano de Milón y
el árbol en que se apoya.
5. ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA
- En España el Barroco coincide con el período cultural que se ha denominado el Siglo de
Oro. Es un período de máximo desarrollo de las letras y las artes, que contrasta con la
profunda y compleja crisis política, social y económica que se vive en España, lo que casi
anula los encargos de la burguesía y de la aristocracia, que se conforma con las grandes
decoraciones barrocas de pintura. Por tanto es la iglesia el principal cliente y las ideas de la
contrarreforma las que en la escultura se van a manifestar.
- La escultura barroca es una de las manifestaciones más genuinas de nuestro arte, de
temática casi exclusivamente religiosa, sillerías, retablos, imágenes sueltas de iconografía
repetida mil veces, pasos procesionales de Semana Santa, para cuya realización se emplea
principalmente la madera policromada, a la que incluso se añaden postizos.
-También podemos encontrar sepulcros, retratos y temas mitológicos en los jardines y
fuentes, en estos casos todos ellos realizados en mármol.
- De sus características podemos destacar: entre las comunes a todo el barroco el
dinamismo, las figuras en escorzo, las diagonales y la abertura hacia afuera en las líneas
compositivas, la abundancia de plegados en los vestidos y las preocupaciones lumínicas; y
entre las características meramente españolas el fuerte realismo y la extremada
expresividad de las figuras humanas.
5.1. La escultura en la Corte
- La estatuaria oficial apenas existe, los mayores clientes de los escultores barrocos son las
iglesias y conventos, sólo cabe citar:
+ Estatua Ecuestre de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid: Regalada al
monarca español por el gran duque de Florencia, Cosme de Médicis, está situada en
el centro de la plaza, fue realizada en Florencia por los escultores Juan de Bolonia,
que hizo el vaciado en bronce, y Pietro Tacca, que remató la obra.
+ Estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza de Oriente: Una de las más importantes
estatuas ecuestres de la historia, fue diseñada por Velázquez, fundida en bronce por
Pietro Tacca en Italia y se supone que Galileo hizo los cálculos para que pudiera
sujetarse en un difícil equilibrio, en corbeta y sostenido con las patas traseras y la
cola.
5.2. El realismo violento de la Escuela Castellana: Gregorio Fernández
- La Escuela Castellana es realista, como la andaluza, pero más trágica y dura que ésta,
mostrando el dolor y el patetismo con toda su crudeza, caracterizándose, por tanto, por su
realismo y expresividad.
- Destaca la figura de Gregorio Fernández por su extremado realismo patético, sin asomo
de idealización, y la expresividad de sus rostros, reflejándose en sus obras su profunda
religiosidad; sus ropajes son muy convencionales, excesivamente angulosos; también
destaca por el uso de una policromía, de la que ha desaparecido la técnica del estofado. Sus
principales obras son:
+ Bautismo de Cristo: Gregorio Fernández es un magnífico conocedor de su oficio
que ejerce con gran perfección técnica, su dominio del cuerpo humano, le conduce a
detallar las anatomías, pero frente a la gran plasticidad de los cuerpos, sus ropajes
son, por el contrario, pesados y acartonados, dispuestos en pliegues rígidos y
angulosos que producen fuertes contrastes de luces y sombras.
+ Cristo atado a la columna: Representado con las manos descansando sobre la
columna baja, ya normal en esta época, y de expresión de dolor que alcanza niveles
muy altos.
+ Cristo de la Luz (Crucificado): Con tres clavos y el Cristo ya muerto; es una talla
de gran perfección anatómica, recreándose en el dolor y patetismo de rostro,
reflejando dolor y sufrimiento con profusión de sangre.
+ Cristo yacente: Tipo iconográfico creado por él y que repitió en otras ocasiones;
el modelado del cuerpo de Cristo es perfecto, el realismo patético, con abundancia
de sangre.
+ La Quinta Angustia (Piedad): Tema de la Piedad, en el que los gestos y la actitud
de la Virgen acentúan el patetismo y pretenden despertar el fervor popular.
5.3. Andalucía: el realismo clásico
- La Escuela Andaluza es menos hiriente que la castellana, más serena y sosegada, aunque
también se caracteriza por el realismo, pero sobre todo destaca por el clasicismo y
elegancia de sus figuras y composiciones.
A) Juan Martínez Montañés
- El escultor de más prestigio y fama de su época, creador de la Escuela Sevillana de
Imaginería. Sus obras se caracterizan por su realismo mesurado, en el que destaca el sentido
del equilibrio y la belleza más próximos al clasicismo y al manierismo, aunque
evolucionará hacia el realismo barroco; además sobresale por el buen modelado de sus
tallas, los grandiosos paños y el empleo aún del estofado.
+ Adoración de los Pastores del Retablo de San Isidoro del Campo en Santiponce:
Altorrelieve de composición bastante simétrica y que conserva aún el estofado de
épocas anteriores.
+ Inmaculada: Es una estatua donde la Virgen, idealizada, representada sobre nubes
con ángeles mirando hacia abajo; su posición es piadosa y lleva manto amplio hasta
los pies, en el que se utiliza aún la técnica del estofado.
B) Juan de Mesa
- De mayor dramatismo y violencia expresiva. Ejemplos:
+ Jesús del Gran Poder: Es una escultura de Cristo llevando la cruz, con patética
expresión de cansancio y dolor; se trata de una escultura de vestir.
+ Cristo de la Agonía: Por muchos está considerada esta obra como la obra cumbre
de la imaginería barroca española, inicialmente atribuida a Martínez Montañés, del
que fue discípulo Juan de Mesa.
C) Alonso Cano
- Primer escultor andaluz que no utiliza ni el oro ni el estofado, por lo que emplea colores
puros en la policromía de sus esculturas, aumentando así su valor expresivo. También se
caracteriza por una mayor expresividad en rostros y actitudes, por un mayor dinamismo y
por la búsqueda de la perfección, del equilibrio y la idealización de los modelos.
+ Virgen de la Oliva del Retablo de la Iglesia de Lebrija: Cano se hizo cargo de la
parte arquitectónica y escultórica, representando una revolución barroca en el diseño
arquitectónico, siendo su rasgo principal el orden colosal a gran escala. Aparece la
Virgen, enormemente clásica, en actitud contemplativa y con una gran dignidad. Se
aleja de sus contemporáneos en dos rasgos iconográficos: la desnudez del cuerpo del
Niño y la cabeza cubierta de la Virgen, dos rasgos renacentistas que Cano conserva,
junto con la pervivencia del estofado.
+ Inmaculada: La Virgen es esculpida con rostro clásico, muy joven, mirando hacia
abajo y con las manos en actitud piadosa; lleva un manto azul ya sin estofado; sus
pies se apoyan sobre nubes y ángeles.
D) Pedro de Mena
- Discípulo de Alonso Cano, aunque muy distinto a él, es más realista que su maestro e
intenta representar en sus obras incluso los estados de ánimo de los protagonistas,
manifestando también la emoción contenida y la tensión dramática de los temas, pero
siempre con la mesura y sensibilidad andaluza.
+ Bustos de la Dolorosa: Expresivos, mostrando un intenso dolor.
5.4. La escultura del XVIII en Murcia: Francisco Salzillo
- Autor principalmente de pasos de Semana Santa, grupos complejos más que figuras
aisladas, que a modo de secuencia van narrando la Pasión de Cristo a los fieles. En su obra
se aprecian claras influencias italianas, sobre todo por su equilibrio clásico, y se hace
evidente el encanto rococó de moda en la Europa del siglo XVIII.
+ La Oración en el huerto: su obra más importante, es un grupo en madera
policromada perteneciente a las escenas de la Pasión y destinado a ser paseado por
las calles en Semana Santa; por sus características plásticas se sitúa en la transición
entre el barroco y el refinamiento y delicadeza del rococó, destacando el canon
neoclásico en el desnudo del ángel.
+ El Prendimiento: Destacan el contraste entre los rostros de Jesús y Judas, la
belleza y bondad frente a la fealdad y maldad, y el realismo del brazo que porta la
espada de San Pedro.
+ Figuras de belenes: Impresionante belén que consta de 556 figuras de gran
tamaño realizadas en barro cocido y con elementos de madera, cartón o textiles.