El Mandato
El Mandato
El Mandato
El mandato está regulado en el titulo XI del Código civil venezolano, a partir del
artículo 1.684, el cual dispone que: El mandato es un contrato por el cual una
persona se obliga gratuitamente, o mediante salario, a ejecutar uno o más
negocios por cuenta de otra que la ha encargado de ello. De acuerdo con esta
definición, es esencial al mandato:
Los elementos de existencia y validez del mandato son los mismos del
Derecho común, pero hacemos algunas referencias al consentimiento, capacidad
y objeto en materia de mandato.
CONSENTIMIENTO.
OBJETO.
1. Se puede conferir mandato para realizar toda clase de actos jurídicos, salvo
para aquellos respecto de los cuales no cabe representación. Este principio,
a veces se formula diciendo que se puede conferir mandato para todos los
actos excepto para los actos personales.
2. Por la extensión de su objeto, el mandate puede ser general o especial.
Esta primera clasificación atiende al ámbito o extensión de los intereses del
mandante respecto de los cuales el mandato surte efectos y no debe
confundirse con la distinción entre mandato concebido en términos
generales y mandato expreso. Por otra parte, [las facultades del mandatario
respecto del asunto o asuntos que se le encarga ejecutar pueden ser muy
diversas. Para determinar el alcance de las mismas debe tenerse en cuenta
que el mandate concebido en términos generales solo faculta para realizar
actos de simple administración (C.C. art. 1.688, encab.), Norma que tiene
su fundamento en la interpretación de la voluntad presunta de las partes.
Por ello en esta materia, la calificación de los actos de administración no
debe hacerse conforme al criterio de la naturaleza objetiva del acto. En
efecto, lo esencial para determinar la voluntad presunta de las partes suele
ser la finalidad, objeto e importancia del acto en relación con los intereses
del mandarte. Así se explica que puede darse el caso de que actos que
constituirían extralimitación de poderes si los realizara un mandatario civil,
estén comprendidos dentro de los limites del mandato de un mandatario
mercantil, aun cuando el texto de ambos mandates sea idéntico.
Por lo demás, tanto al determinar la extensión del objeto del mandato, como al
determinar el alcance de las facultades del mandatario precede, en principio, una
interpretación restrictiva del mandate de la cual se encuentra un ejemplo en la
propia ley cuando expresa que el poder para transigir no envuelve el poder para
comprometer (C.C. ar1.689). De esta regia de interpretación se han deducido,
entre otras, las siguientes consecuencias:
CAPACIDAD.
PUNTO 2
PUNTO 3
Por otra parte en el artículo 1.696 establece que el mandatario debe interese
de las cantidades que aplico a usos propios, desde el día en que lo hizo; y de
las que aparezca deber, desde que se ha constituido en mora, finalmente, el
mandatario que, contratando como tal, ha dado a la parte con quien contrata
conocimiento suficiente de las facultades que se le hayan conferido, no es
responsable para con ella de lo haya hecho fuera de los límites del mandato, a
menos que se haya obligado personalmente.
Extinción del mandato, cuestión general, causas de extinción propias del mandato,
sistematización. Régimen jurídico.
Generalidades
Además de las causas de extinción comunes a todos los contratos, existen causas
especiales de extinción del mandate (C.C. art. 1.704). En cuanto a las causas
comunes solo vale la pena advertir que cuando el mandato tiene fijado un termino
no debe interpretarse necesariamente que se trata de un termino extintivo del
contrato, ya que frecuentemente solo señala el tiempo dentro del cual debe
ejecutarse el mandato, so pena de incurrir en retardo. Esto supuesto, pasamos a
considerar las causas especiales de extinción del mandato.
3°); pero:
a) En caso de muerte del mandante: a') son válidos los contratos celebrados
posteriormente con terceros de buena fe por el mandatario que ignoraba el hecho
de la muerte (C.C. art. 1.710); y b') el mandatario está obligado a terminar el
negocio ya comenzado en la época de la muerte del mandante, si hay peligro en la
demora (C.C. art. 1.711).
Por las mismas razones, el mandate se extingue por inhabilitaci6n de una de las
partes, si tiene por objeto un acto que no podría este ejecutar por si sin asistencia
del curador. Sin embargo, debe observarse que:
A) La norma es supletoria.