DEONTOLOGIA
DEONTOLOGIA
DEONTOLOGIA
1.Ejercicio libre de la profesión. El código ético del abogado supone el libre ejercicio
de sus funciones, de manera que no esté sujeto a presiones de ningún tipo. Los
abogados pueden decidir si aceptar o no un caso, y tienen la libertad para determinar
las acciones más adecuadas a seguir, siempre en el respeto de la ley y para defender
a su cliente. Si el abogado no puede ejercer con total independencia debe rehusar el
caso.
4.Solicitar la venia del abogado anterior que llevaba el caso. El cliente tiene
derecho a cambiar de abogado en cualquier momento, pero el nuevo profesional que
contrate debe solicitar la venia al anterior. Si el nuevo abogado no puede ponerse en
contacto con el anterior, puede solicitar la venia al Colegio o decano. El abogado
anterior, por su parte, está obligado a entregar toda la información y documentación
que posea sobre el caso.
El profesional del derecho tiene que defender los intereses de su cliente siempre
actuando con la verdad y teniendo en cuenta su ética profesional. El abogado que es
honesto tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos vinculados con la vida
privada de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la
intimidad de la vida privada de las personas, protegidas por la normatividad jurídica.
Entre otras cosas, podemos decir, que entre los deberes esenciales del abogado,
tenemos que, debe actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia, desinterés,
veracidad y lealtad, según, sus propias leyes. Su conducta deberá caracterizarse siempre por
la honradez y la franqueza. No deberá aconsejar ni ejecutar actos que puedan calificarse de
dolorosos, hacer aseveraciones o negaciones falsas, citas inexactas, incompletas o
maliciosas, ni realizar acto alguno que pueda entorpecer una eficaz y rápida administración
de la justicia. Deberá abstenerse de hacer uso de recusaciones injustificadas y de ejercer
otros recursos y procedimientos legales innecesarios, con el objeto de entorpecer o retardar
la secuela del juicio. Lea bien, es deber del abogado, la defensa gratuita de las personas de
escasos recursos económicos, según su propia ley y el Reglamento Nacional de Honorarios
Mínimos. Art. 23, de su código ético.
Es deber del Abogado abstenerse de ejercer influencia sobre un juez en razón de vínculos
políticos, religiosos o de amistad. Está obligado a emplear en su condición profesional,
solamente medios persuasivos fundados en razonamientos jurídicos. El ejercicio de la
abogacía no puede considerarse como comercio o industria. La abogacía impone dedicación
al estudio de las disciplinas que impliquen la defensa del derecho, de la libertad y de la
justicia. “En moral como en política hay reglas que no se deben traspasar, pues su violación
suele costar caro”. Simón Bolívar.
Un abogado durante un juicio debe seguir algunas normas cuyo cumplimiento también
denota profesionalismo en su actuación. Entre ellas resalta el dominio del tema a tratar, la
presentación de los argumentos de acuerdo a lo establecido, el respeto por los colegas
presentes y testigos, el uso correcto del lenguaje en sus intervenciones y la puntualidad al
presentarse.
A la hora de cumplir con sus obligaciones es importante ser diligente y eficiente . Pues
los retrasos en los procesos perjudicarán al patrocinado. Sobre todas las cosas, el ejercicio
legal requiere del estudio, verificación y análisis correcto de los casos, pruebas y
argumentos.