TEMA 7 Hongos Microbiologia

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TEMA 7 – MICOSIS. Importancia de la micología. Efectos benéficos de los hongos.

Efectos
nocivos de estos organismos. Características generales de los hongos. Clasificación. Estructura.
Reproducción. Mecanismos de patogenicidad. Micosis superficiales, subcutáneas, sistemáticas y
oportunistas. Respuesta inmunitaria.

MICOSIS
Las micosis son las infecciones producidas por hongos. Si bien existen muchos tipos de
hongos no todos afectan al ser humano. Los que habitualmente lo afectan son aquellos que están
acostumbrados a vivir en él. Se pueden clasificar en superficiales o profundas, pueden afectar a un
solo órgano o varios órganos (sistémicas). Varían mucho en sus manifestaciones, pero tienden a
ser subagudas a crónicas, con características indolentes, con recaídas. La enfermedad aguda, como
la producida por muchos virus y bacterias, es poco común con las infecciones micóticas.
Como en toda enfermedad humana, se requieren dos condiciones para afectarse: primero
la predisposición individual (en general, factores genéticos que se van transmitiendo de
generación en generación, o factores ambientales que tiene mucho que ver con el hábitat de los
hongos) y, segundo, el contacto con el agente infeccioso que produce la enfermedad.
A los hongos les interesa para reproducirse un ambiente húmedo y cálido.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS HONGOS

 Los hongos constituyen un grupo de organismos eucariotas entre los que se encuentran
los mohos, las levaduras y las setas.
 Las células micóticas tienen características típicas de eucariotas, incluyendo la presencia
de un núcleo con un nucleolo, membrana nuclear y cromosomas lineales. El citoplasma
contiene un citoesqueleto con microfilamentos de actina y microtúbulos que contienen
tubulina. También cuentan con ribosomas y organelos, como las mitocondrias, retículo
endoplásmico y aparato de Golgi. Las células micóticas tienen una pared celular rígida
externa a la membrana citoplásmica, cuya constitución química difiere de la observada en
plantas y bacterias. Una diferencia importante con las células de mamíferos es que las
membranas citoplásmicas están constituidas por esteroles. En hongos, el esterol
dominante es el ergosterol, en tanto que en células de mamíferos es el colesterol. Los
hongos por lo común se encuentran en un estado haploide, aunque se forma un núcleo
diploide a través de fusión nuclear en el proceso de reproducción sexual. 
 Se clasifican en un reino distinto al de las plantas, animales y bacterias, y esto se debe en
gran parte, a que poseen paredes celulares compuestas por quitina, y debido a que
algunos crecen y/o actúan como parásitos de otras especies.
 No tienen clorofila y no realizan la fotosíntesis por lo que para vivir tienen que buscar su
fuente de energía en ellas, en los animales y en el propio hombre.
 Se nutren por absorción-heterótrofos. Se alimentan mediante la secreción de enzimas
extracelulares que digieren compuestos orgánicos complejos, como polisacáridos y
proteínas, en sus monómeros constituyentes, como azúcares, péptidos, aminoácidos y
demás. Estos compuestos son adsorbidos por la célula fúngica como fuentes de energía,
carbono y otros nutrientes.
 Como parásitos del ser humano toman los nutrientes de las células vivas y de
descamación.
 Aerobios
 Desarrollo a 28°C - 37°C
 Bajo ciertas condiciones (mal funcionamiento del sistema inmune o determinadas
condiciones de humedad y temperatura) producen infecciones denominadas micosis.

REPRODUCCIÓN
Los hongos se reproducen sobre todo por medio de esporas, las cuales se dispersan en un
estado latente, que se interrumpe solo cuando se hallan condiciones favorables para su
germinación. En estos casos la espora germina, surgiendo de ella una primera hifa, por cuya
extensión y ramificación se va constituyendo un micelio. La velocidad de crecimiento de las hifas
de un hongo es verdaderamente espectacular: en un hongo tropical llega hasta los 5 mm por
minuto. Se puede decir, sin exagerar, que incluso es posible ver crecer a algunos hongos en tiempo
real.
Las esporas de los hongos se producen en esporangios, ya sea asexualmente o como
resultado de un proceso de reproducción sexual. En este último caso la producción de esporas es
precedida por la meiosis de las células, de la cual se originan las esporas mismas. Las esporas
producidas a continuación de la meiosis se denominan meiosporas. Como la misma especie del
hongo es capaz de reproducirse tanto asexual como sexualmente, las meiosporas tienen una
capacidad de resistencia que les permite sobrevivir en las condiciones más adversas, mientras que
las esporas producidas asexualmente cumplen sobre todo con el objetivo de propagar el hongo
con la máxima rapidez y extensión posible.
El micelio vegetativo de los hongos, o sea el que no cumple con las funciones
reproductivas, tiene un aspecto muy simple, porque no es más que un conjunto de hifas
dispuestas sin orden. La fantasía creativa de los hongos se manifiesta solo en la construcción de
cuerpos fructíferos, los cuales, como indica el nombre, sirven para portar los esporangios que
producen las esporas.
CLASIFICACIÓN POR LA FORMAS DE PRESENTACIÓN
Los hongos se presentan bajo dos formas principales: hongos filamentosos o mohos y
hongos levaduriformes o levaduras.

Hongos filamentosos: Reúne hongos microscópicos, pluricelulares filamentosos. El moho


es una fina capa pulverulenta, de diverso color, que forman estos hongos sobre materia orgánica
como pan, fruta, queso, carne etc. Los antibióticos son producidos principalmente por mohos para
impedir el desarrollo de las bacterias que competirían con ellos por los nutrientes del medio.

El cuerpo tiene dos porciones, una reproductiva y otra vegetativa. La parte vegetativa está
compuesta por filamentos llamados hifas (la mayoría de las veces microscópicas), a menudo
divididas por tabiques llamados septos, y el conjunto de éstas conforma el micelio del hongo
(usualmente visible). Las hifas nuevas se forman típicamente por la aparición de nuevos ápices a lo
largo de hifas preexistentes por la bifurcación del extremo apical de las hifas, dando lugar a dos
hifas con crecimiento paralelo.
Levaduras: Son siempre unicelulares, de forma casi esférica. Viven en medios ricos en
azúcares. Tienen una gran importancia económica, pues las fermentaciones del vino, cerveza y pan
las realizan levaduras del género Saccharomyces.
No existen en ellas una distinción entre cuerpo vegetativo y reproductivo. La estructura
química de la pared celular en los hongos es notablemente diferente de la observada en células
bacterianas porque no contiene peptidoglucano, glicerol, ácido teicoico de ribitol o
lipopolisacáridos. En su lugar, los polisacáridos manano, glucanos y quitina se encuentran en
estrecha asociación y con proteínas estructurales. Las manoproteínas son polímeros de manosa
(manano) que se encuentran en la superficie de la matriz estructural de la pared celular, donde se
encuentran unidas a proteínas.
CLASIFICACIÓN

Hongos superiores

Ascomicetos: 

Son el grupo de hongos más numeroso, y abarca unas 30,000 especies. Se trata de
hongos saprofitos que pueden vivir en numerosos sustratos, incluso bajo tierra, como es
el caso de las trufas. En este grupo también se incluyen hongos parásitos responsables de
gran cantidad de plagas. Tienen una gran importancia económica ya que se usan para la
fermentación de pan, vino, cerveza y otros comestibles como las trufas y las colmenillas.
Las principales características de estos hongos son:
·         Tienen un micelio con hifas septadas
·         Las esporas meióticas se llaman ascosporas, y se producen en el interior de esporocitos
llamados ascas.
·          En la reproducción sexual, entre la plasmogania y la coriogama, hay una fase dicariótica
en la que los núcleos se encuentran apareados, pero no fusionados.
·         El crecimiento es de tipo apical y la pared celular tiene quitina.
·         Las células pueden tener plentéquimas, prosénquimcas y pseudoparéquimas.
·         La reproducción asexual, la hay de todos los tipos, excepto la producción de zoosporas.

Basidiomicetos: 

Con más de 22,000 especies, constituyen el 2do grupo en importancia entre los
hongos superiores que se caracterizan por tener núcleo dicariótico. Se diferencian de los
ascomicetos por la mayor importancia y duración de la fase dicariótica, y porque las
esporas que se originan después de la meiosis no son endoesporas, sino exosporas, que se
forman en general en número de cuatro en la superficie de la célula esporífera, que se
denomina basidio.
El talo es filamentoso de tipo miceliar, con hifas tabicadas o septadas, con una
pared bien estructurada y rica en tiquina, estos tabiques son incompletos por la presencia
de un poro con forma de túnel, que mide de 0.1-0.2 micras de diámetro, y lo que hace es
seleccionar el tipo de partículas que van a pasar de una célula a otra. Es típico que el poro
tenga en sus extremos un casco, se llaman parentosomas o bandas de cierre y seleccionan
aún más el paso de sustancias. Suelen ser de retículo endoplásmico.
El ciclo vital se distingue por la corta duración del micelio que se forma al originar
las basiodiosporas. Este micelio primario puede producir mitósporas a modo de conidios.
Pronto se produce la reproducción sexual, que es muy sencilla, por simple fusión de hifas
compatibles. El micelio dicariótico así formado puede ser muy resistente y durar muchos
años. La plasnogamia también puede ocurrir mediante espermatización.
Hongos inferiores

Oomicetos o mohos: 

La pared celular del micelio de los mohos semeja un extenso sistema tubular por el
que avanza el citoplasma para su dispersión y búsqueda de nutrientes. Los mohos se
reproducen asexualmente en la mayoría de los casos, y las estructuras sexuales solo
aparecen cuando las circunstancias son favorables o se encuentran micelios de distinta
polaridad.
El color de la mayoría de los mohos se debe a sus esporas asexuales, las cuales
suelen desarrollarse en el extremo de unas estructuras especializadas que se extienden en
el aire a partir del micelio, conocidas como esporóforos. Las esporas pueden estar
encerradas en un esporangio o ser externas (conidios).

Zigomicetos:
Son hongos terrestres, formados por hifas de las paredes quitinosas. Algunos son
parásitos, pero la mayoría son saprofitos, viven en el suelo y se alimentan de materia
orgánica muerta. No tienen esporas flageladas y en la reproducción sexual producen
zigosporas, es decir, cigotos de pared espesa y resistente, pudiendo sobrevivir en
condiciones ambientales.
Hay más de 750 especies de zogomicetos, todos forman esporas de esporangios en
la reproducción asexual y zigoesporangios en la reproducción asexuada; estos hongos
constituyen un problema para la conservación de los alimentos.

CLASIFICACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA ALIMENTICIO


Su ecología es muy diversa. Aunque hay representantes acuáticos, principalmente
son terrestres. En función de cómo consiguen la materia orgánica que necesitan,
encontramos:
• Hongos parásitos, tanto de plantas como de animales causando enfermedades
conocidas como micosis. Ejemplo son las tiñas, royas, el cornezuelo, pie de atleta,
candidiasis, etc.
• Hongos saprofitos, ocupan en los ecosistemas el nivel trófico de los descomponedores
siendo responsables de la mineralización de los bioelementos.
• Hongos simbióticos, con las algas formando los líquenes, o con raíces de plantas en las
microrrizas.

CLASIFICACION SEGÚN EL TIPO DE INFECCION QUE PRODUCE


Micosis cutáneas o superficiales

Son las enfermedades infecciosas de la piel causadas por hongos. Dentro de los hongos
que infectan la piel y estructuras relacionadas, un grupo importante lo constituyen los
denominados dermatofitos que son los responsables de las tiñas, o infecciones por dermatofitos
de piel, pelos o uñas, algunas tan conocidas como el pie de atleta o tiña pedis.

Dermatofitosis (tiñas): se le llama así a la infección de la piel provocada por mohos o dermatofitos.
Puede ocurrir en cualquier zona del cuerpo, pero se produce sobre todo en áreas cálidas y
húmedas de la piel. Dependiendo de su localización las tiñas se llaman de forma distinta.
Los hongos responsables de estas infecciones pertenecen a los géneros Trichophyton,
Microsporum, Epidermophyton.
Las dermatofitosis son muy contagiosas. Se transmiten por contacto directo y a través de
zapatos, medias, toallas, duchas y piletas. La susceptibilidad a la infección aumenta en situaciones
de poca higiene, calzado cerrado, humedad y lesiones de la piel o las uñas. Producen
enrojecimiento local, picor y escozor en la zona afectada y a veces también agrietamiento y fisuras
en la piel.
A continuación, veremos los distintos tipos de tiñas que se pueden encontrar en una
micosis superficial:

Afección Descripción
Tiña capitis o del cuero cabelludo Aparecen zonas sin pelo y con escamas, a veces con
pústulas y costras. En ocasiones la lesión desprende un
olor a amoniaco.
Tiña barbae o de la barba y el bigote Pequeños abscesos foliculares en la zona de la barba y el
bigote.
Tiña corporis En las zonas de piel sin pelo, de las regiones del tronco,
abdomen, brazos, piernas y cara. Las lesiones son
circulares con bordes enrojecidos y escamosos, que
producen picor y van creciendo hacia fuera.
Tiña cruris En la ingle, una placa enrojecida y escamosa, que causa
picor, con vesículas en los bordes. Esta forma es más
frecuente en el varón adulto.
Tiña manum En las palmas de las manos y bordes de los dedos se
forman placas con descamación y vesículas con o sin
aumento del grosor de la piel. Pueden ser lesiones
parecidas a un eczema de contacto.
Tiña manum En la planta de los pies y en los espacios entre los dedos.
Las lesiones presentan descamación, con picor y grietas
en el fondo de los pliegues de los espacios entre los
dedos, sobre todo en el cuarto espacio. También se le
llama pie de atleta, ya que se relaciona con la
sudoración al
usar calzado deportivo.
Tiña unguium Tiña de las uñas.

En todos los casos produce quemazón, picor, descamación y pérdida de cabello en la zona
afectada, entre las principales consecuencias. Otras micosis superficiales son producidas por los
llamados hongos no dermatofitos, de los cuales, el más conocido es el Malassezia farfur productor
de la tiña versicolor o pitiriasis versicolor.

Pitiriasis versicolor: se caracteriza por lesiones parecidas al salvado, con más o menos coloración
que la piel sobre la que asientan, localizadas en el tronco, sobre todo en los hombros y en la
espalda. La aparición de las lesiones se relaciona con factores de la persona, ya que el hongo
habita normalmente en la piel de personas sanas. Estos factores que favorecen su aparición se
relacionan con un recambio de las capas más externas de la piel más lento de lo habitual.
Micosis subcutáneas

Este tipo de micosis se implanta en el tejido subcutáneo, por debajo de la piel, y entra por
cualquier pequeña herida, excoriación o traumatismo, ya que los hongos no disponen de medios
para introducirse a través de una piel sana. Las micosis subcutáneas más difundidas son la
esporotricosis y el micetoma.
La esporotricosis es causada por el hongo Sporothrix schenckii que se encuentra en la
vegetación. La infección ocurre comúnmente cuando la piel se rompe al manipular materiales
vegetales como rosales, zarzas o tierra abonada. Los síntomas principalmente comprenden una
protuberancia pequeña, rojiza e indolora que se desarrolla en el sitio de la infección y que se
convierte finalmente en una úlcera. Esta protuberancia puede desarrollarse hasta 3 meses
después de la lesión y se presentan a menudo en las manos y antebrazos porque estas áreas son
sitios frecuentes de lastimaduras.
El hongo sigue los canales linfáticos en el cuerpo, apareciendo pequeñas úlceras en filas
sobre la piel a medida que la infección sube por un brazo o una pierna. Estas lesiones no sanan, a
menos que reciban tratamiento, y pueden permanecer por años.
Dependiendo del estado inmunitario de la persona infectada, los síntomas serán
diferentes. En personas con un sistema inmunitario normal, produce molestias e infecciones
secundarias en la piel (como estafilococos o estreptococos). En personas inmunodeprimidas
pueden producir artritis, infección del hueso, complicaciones de los medicamentos, problemas
respiratorios y pulmonares como neumonía, meningitis y puede terminar en una enfermedad
generalizada.
El micetoma es una enfermedad crónica, inflamatoria, subcutánea y granulomatosa,
causada por diferentes especies de hongos. Los microorganismos causales están presentes en el
suelo y pueden entrar al tejido subcutáneo por inoculación traumática. El micetoma comúnmente
afecta adultos entre 20 y 40 años, predominantemente hombres, siendo el pie es el sitio más
comúnmente afectado.
Se presenta como una inflamación subcutánea progresiva en la cual se desarrollan
múltiples nódulos, los cuales supuran y drenan a través de senos, descargando granos durante la
fase activa de la enfermedad. El curso de la enfermedad es crónico y progresivo. En sus últimas
fases las lesiones pueden resultar parcialmente incapacitantes, aunque no suele provocar
mortalidad.

Micosis profundas
También conocidas como sistémicas, las micosis profundas se caracterizan por invadir
vísceras como los pulmones, el bazo o el cerebro. Los hongos que intervienen en este tipo de
infección son subdivididos en dos grupos: los oportunistas, que provocan la enfermedad en
sujetos inmunodeprimidos, y los patógenos, que provocan la enfermedad en todos quienes
inhalan sus esporas cuando son trasportadas por el aire. Entre los últimos podemos destacar al
responsable de la criptococosis y la histoplasmosis.

La criptococosis es una enfermedad oportunista generada por el el Cryptococcus


neoformans y generalmente solo se produce en personas imnunodeprimidas como los pacientes
VIH positivos o los trasplantados. El hongo se encuentra en suelos contaminados con heces de
aves y su transmisión es por inhalación. De esta forma, al respirar, el hongo entra por la vía
respiratoria y llega a los pulmones donde puede generar la infección o diseminarse, siempre y
cuando el sistema inmune no esté en condiciones adecuadas. En algunos casos también, puede
pasar por vía linfática a órganos principales como el sistema nervioso central y producir la muerte.
Los individuos propensos a la infección son los que presentan las siguientes características:
• pacientes con VIH
• personas en tratamiento prolongado con corticoides
• trasplantados

La histoplasmosis, por su parte, es una infección micótica y se presenta en todo el mundo.


La infección ingresa al cuerpo a través de los pulmones. El hongo productor, Histoplasma
capsulatum, crece como un hongo en el suelo y la infección resulta de la inhalación de partículas
transportadas por el aire. El suelo contaminado con los excrementos de aves o de murciélagos,
puede tener mayores concentraciones de histoplasma.
La histoplasmosis puede ser asintomática, sin embargo, las personas que sí desarrollan
síntomas padecen un síndrome pseudogripal y padecimientos pulmonares relacionadas con una
neumonía. Las personas con enfermedad pulmonar crónica, como el enfisema o la bronquiectasia,
están en mayor riesgo de una infección más severa.
Aproximadamente el 10% de las personas con histoplasmosis desarrollará inflamación,
irritación e hinchazón en respuesta a la infección inicial, afectactando la piel, los huesos, las
articulaciones, o el pericardio. Estos síntomas no se deben a la infección micótica de esas partes
del cuerpo, sino a la inflamación.
En un pequeño número de pacientes, la histoplasmosis puede volverse generalizada y
comprometer la sangre, las meninges, las glándulas suprarrenales y otros órganos. Los más
propensos a esta micosis diseminada, son las personas muy jóvenes, muy ancianas o aquellas con
disfunción del sistema inmune (debido por ejemplo a HIV, cáncer o un trasplante).
Dependiendo del tipo de infección, los síntomas serán distintos:
• Histoplasmosis pulmonar asintomática aguda: no se presentan síntomas.
• Histoplasmosis pulmonar sintomática aguda: fiebre, escalofríos, tos y dolor torácico al inspirar.
• Histoplasmosis pulmonar crónica: dolor torácico, tos, posiblemente expectorando sangre, fiebre,
dificultad respiratoria y sudoración.
• Histoplasmosis diseminada: fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, úlceras
bucales, lesiones cutáneas.
• Otros síntomas generales de histoplasma: dolor articular, sarpullidos, nódulos cutáneos
(protuberancias rojas llamadas eritema nudoso), casi siempre en la parte baja de las piernas.
Micosis oportunistas
A los hongos del género Candida y Aspergillus, se los reúne al grupo de agentes
oportunistas, pues el estado mórbido a que pueden conducir es producto de un déficit defensivo
del huésped. Los hongos pueden llegar a los pulmones a través de dos vías principales: aérea y
hematógena. La primera de ellas, más frecuente, origina micosis pulmonares primarias, y la
segunda promueve una localización más una micosis diseminada, resultando por lo tanto una
micosis pulmonar secundaria.

La candidiasis es una infección primaria o secundaria capaz de comprometer cualquier


tejido del organismo, provocada por hongos levaduriformes del género Candida, siendo Candida
albicans la especie responsable de la gran mayoría de los casos. A diferencia de otros hongos cuya
fuente es el ambiente, el reservorio del género Candida es por lo general la propia flora endógena
del paciente.
Aunque la candidiasis es la micosis oportunista más frecuente en el hombre, los pulmones
no son el órgano más afectado. La infección pulmonar puede ser en ocasiones primaria de origen
endobronquial, pero más frecuentemente es secundaria a una diseminación hematógena a partir
de un foco extrapulmonar.
Las probabilidades de contraer candidiasis aumentan en pacientes donde hay consumo de
antibióticos, anticonceptivos, embarazo y también obesidad. Se presenta con mayor frecuencia y
de forma más severa en personas con disfunción del sistema inmune donde la infección puede
extenderse, con consecuencias graves, provocando también neoplasias, diabetes, lupus
eritematoso y linfomas.
La candidiasis generalmente aparece en la boca, la garganta o la vagina. La causa más
frecuente es por la proliferación de los mismos hongos que la persona tiene en otras partes del
cuerpo como piel, estómago, colon, vagina, recto, boca y garganta. Aunque se puede transmitir
por una relación sexual normal, también puede ocurrir después de sexo anal.
En la boca la infección se llama candidiasis bucal o aftas. Cuando la infección se disemina
hacia el interior de la garganta se llama esofagitis, la cual tiene el aspecto de parches blancos o
aparece como manchas rojas, causando dolores de garganta, dolor al tragar, náuseas y pérdida de
apetito, así como también puede causar agrietamiento en las esquinas de la boca.

En la vagina, la infección se llama vaginitis y es una infección muy común. Los síntomas
incluyen picazón, quemazón y flujo blanquecino y espeso. También puede extenderse y causar
infección en el cerebro, el corazón, las articulaciones y los ojos.
La aspergilosis es causada por el hongo Aspergillus que comúnmente crece en hojas
muertas, granos almacenados, pilas de estiércol o abono u otra vegetación en descomposición.
También se puede encontrar en las hojas de marihuana.
Aunque la mayoría de las personas frecuentemente están expuestas al Aspergillus, las
infecciones causadas por el hongo rara vez ocurren en personas con un sistema inmunitario
normal.
Existen varias formas de aspergilosis, entre ellas:

Aspergilosis pulmonar de tipo broncopulmonar alérgica: reacción alérgica al hongo que


generalmente se desarrolla en personas que ya tuvieron problemas pulmonares, como asma o
fibrosis quística.
Aspergiloma: es un tumor que se desarrolla en un área de enfermedad pulmonar o
cicatrización pulmonar previas, como una tuberculosis o un absceso pulmonar.
Aspergilosis pulmonar de tipo invasivo: es una infección grave con neumonía que se puede
diseminar a otras partes del cuerpo. Ocurre casi exclusivamente en personas con sistemas
inmunitarios debilitados debido al cáncer, sida, leucemia, trasplante de órganos, quimioterapia u
otras afecciones o medicamentos que reducen el número de glóbulos blancos normales o debilitan
el sistema inmunitario.
Los principales síntomas dependen del grado y tipo de infección. En la aspergilosis alérgica
broncopulmonar puede provocar tos, tos con sangre o tapones mucosos de color oscuro, fiebre,
malestar general, sibilancias y pérdida de peso. Otros síntomas dependen de la parte del cuerpo
afectada y pueden abarcar sangre en la orina, dolor de huesos, dolor torácico, escalofríos,
disminución del gasto urinario, dolores de cabeza, aumento en la producción de esputo que puede
tener sangre, insuficiencia respiratoria, úlceras cutáneas y problemas de visión.
RESPUESTA INMUNITARIA
Los hongos son reconocidos por las células del sistema inmunitario innato, que se unen
componentes de las paredes fúngicas gracias a los Receptores de Reconocimiento de
Patrones (PRR) expresados en la superficie de las células. Los receptores de lectina tipo C (o CLRs,
como la Dectina-1), son particularmente importantes en la inmunidad antifúngica, aunque otros,
como los TLRs (receptores de tipo Toll), también son importantes.
La inmunidad adaptativa frente a hongos sólo se conoce parcialmente, aunque parece ser
que las células T CD4+, que producen IFN-γ (Th1) o IL-17 (Th17) son las mayores protectores frente
a las infecciones fúngicas, ya que ayudan a las células innatas efectoras, como neutrófilos y
macrófagos, a una correcta destrucción.

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de micosis superficiales se realiza en base a la visualización en la muestra de
hifas o esporas características en el examen microscópico directo y en el aislamiento del agente
causal en los cultivos. Para ello se requiere de la recolección de la muestra en la zona activa de la
lesión. Las muestras así obtenidas se someten a un examen microscópico directo y cultivo en
medios adecuados, para luego realizar pruebas bioquímicas, técnicas inmunológicas y de biología
molecular para instaurar una terapéutica específica.
En micosis subcutáneas y profundas, dependiendo de la localización de la micosis, las
muestras a examinar pueden ser: biopsia de lesiones, líquido cefalorraquídeo, sangre, orina,
secreciones respiratorias como esputo o lavado bronquial, tejidos, médula ósea, raspados
corneales, raspado de mucosa oral. Las muestras se someten a examen microscópico directo,
examen microscópico previa coloración de Giemsa, examen microscópico previa coloración de
Gram, examen microscópico previa coloración de Ziehl Neelsen y cultivo para aislar el agente
patógeno.
En el caso de la identificación de hongos patógenos, cuando se encuentra un cultivo
micótico positivo se debe determinar la patogenicidad potencial del aislamiento. Para ello se debe
observar si el crecimiento es rápido, la aparición de pigmentación brillantemente coloreada, la
producción de pigmentos solubles y finalmente la identificación por características macro y
microscópicas de las colonias.
EFECTOS BENÉFICOS DE LOS HONGOS

Hay hongos que se encargan de descomponer la materia orgánica y permiten el reciclaje


de los nutrientes en los ecosistemas.
 Otros hongos establecen relaciones simbióticas con organismos hospedantes, de tal
manera que ambos salen beneficiados. Las relaciones simbióticas más conocidas son los
líquenes, combinación de una alga y un hongo, y las micorrizas, combinación de un hongo
y la raíz de una planta.
 Algunos hongos se utilizan en alimentación, como por ejemplo las levaduras, los que
fermentan el vino, los que maduran los quesos, los que producen las setas, etc.
 Finalmente también se descubrieron sus propiedades útiles para la medicina, como es la
producción de antibioticos (Penicilium: penicilina).

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