Caso de Estudio Vasa

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Caso de Estudio: Construcción Barco de Vasa

En 1625, el imperio Sueco se expandía alrededor del mar Báltico y se encontraba en guerra contra
Polonia, por lo que la marina Sueca estaba en constante expansión. El rey Gustav, quien era el rey
de Suecia, comisionó la construcción de un nuevo buque insignia, mismo que debía ser el barco más
grande de toda Europa.

Para la construcción de este barco, llamado el VASA, el rey seleccionó a Hendrick Hybertsson, un
experimentado maestro constructor de la vecina Holanda. Durante la primera entrevista el rey
definió la idea que tenía respecto al barco, y habló del barco más imponente jamás construido. El
maestro regresó a su pequeño taller y construyó un modelo a escala para obtener la aprobación
real. Una vez que el modelo le fue presentado, el rey quedó encantado con el mismo y designó un
bosque de robles recién expropiado para proveer de la madera necesaria para la construcción del
Vasa.

Realmente no había ninguna especificación escrita. Piezas de madera fueron cortadas, de acuerdo
al supuesto de que el barco mediría 108 pies de eslora. Sin embargo, durante la primera reunión
para revisar los avances, el rey solicitó que el barco fuera construido de 135 pies. El maestro
Hendrick accedió agregando una sección a la quilla que estaba ya casi terminada, pero consideró
que una longitud de 120 pies sería más que suficiente para agradar e impresionar al rey. Mientras
los trabajos continuaban, el rey Gustav partió al sur de Suecia para sus vacaciones de verano.

Sin embargo, mientras vacacionaba, el rey se enteró de que los daneses recién habían comisionado
la construcción de un barco, pero el barco Danés contaba con dos cubiertas de cañones, es decir,
una más que el Vasa.

Inmediatamente después de regresar a Estocolmo, el rey Gustav exigió una revisión al diseño, por
lo que demandó que se agregara una segunda cubierta con 3 cañones de bronce, además de
proponer que se agregaran varias decoraciones. Finalmente, ordenó a Hendrick que, para adelantar
a los constructores daneses, el barco debería ser terminado cinco meses antes de lo previsto, el
costo no importaba.

Hendrick, el maestro constructor estaba realmente sorprendido. Cómo era posible que el rey
solicitara un cambio estructural tan importante, a pesar de que la quilla ya había sido terminada y
el tablaje exterior estaba a punto de concluirse. Pero debido a que su cliente era un rey, era
imposible negarse.

Las Matemáticas y la Física no estaban muy bien desarrolladas en 1625. Faltaba más de una década
para que la Geometría Analítica fuera descubierta por Descartes y alrededor de 50 años para la
primera publicación de Newton acerca del Cálculo. Así que, en 1625, un maestro constructor no
podía calcular científicamente la navegabilidad de los barcos, por lo que tenía que imaginar,
modelar, construir y aprender; en ese orden. Era también una tradición entre los constructores de
barcos de aquella época mantener en absoluto secreto las especificaciones de los barcos más
importantes. Ninguno de los cálculos hechos hasta ese momento tomaba en cuenta que se tendrían
que agregar alrededor de 50 toneladas de peso a causa de la cubierta adicional de cañones. El
maestro constructor decidió que el peso de la nueva cubierta de cañones requeriría de algún lastre
adicional en los costados y de tablajes adicionales.
Sin embargo, no existía suficiente espacio para añadir el lastre adicional en las cubiertas existentes
(principalmente rocas), así que la idea del lastre fue desechada por el momento. Usando las mejores
herramientas a su alcance, el maestro Hybertsson calculó los cambios requeridos en el tablaje y los
comunicó a su equipo de constructores.

Estos, solo para estar seguros y sin consultar con el maestro, agregaron algunas pulgadas más de
espesor, además de que ocuparon la mayor parte de su tiempo en realizar las decoraciones
solicitadas por el rey y no los cambios estructurales.

Cuando las modificaciones finalmente estuvieron completas, el maestro Hybertsson solicitó al


almirante Fleming de la armada sueca que realizara algunas pruebas de estabilidad al Vasa. Treinta
marinos fueron instruidos para realizar maniobras arriba del barco, entre las que se encontraban
correr de un lado al otro de la cubierta superior. La prueba fue considerada suficientemente exitosa,
a pesar de que en una ocasión la cubierta inferior casi tocó el agua.

Realmente la prueba fue dada por buena, ya que nadie sabía cómo solucionar el problema del
sobrepeso y la fecha comprometida con el rey estaba a punto de llegar.

Finalmente, el domingo 10 de agosto de 1628 llegó el momento. Entre grandiosas celebraciones el


barco tomó rumbo hacia el archipiélago de Estocolmo al mando del Capitán Hansson. Los invitados,
entre los cuales se encontraban varios diplomáticos extranjeros, se congregaron en las playas de
Estocolmo para contemplar el primer viaje del buque. El Vasa izó las velas, disparó la salva de saludo
y, lentamente, se hizo a la mar. Sin embargo, como a una milla del puerto, una modesta ráfaga de
viento infló la vela principal, provocando que la primera cubierta de cañones alcanzará la línea de
flotación y se inundará en pocos minutos. El agua irrumpió por las troneras abiertas de los cañones
y el buque comenzó a hundirse "…con velas desplegadas, banderas y todo"; como contó un testigo
ocular. El barco se volteó boca abajo casi instantáneamente. Unos minutos después el Vasa se
hundía, cobrando la vida de 50 de los 150 marinos que se encontraban a bordo.

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