Cooperativas de Musicos PDF
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III
LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO 23
IV REGULARIZACIÓN LABORAL 27
DEL PERSONAL AUXILIAR
VI LA ASOCIACIÓN CULTURAL 31
VII PARTICULARIDADES 34
PRÓLOGO
Luis Cobos
Confieso que en lo que escribo a continuación, no seré imparcial sino muy parcial.
Conozco y trato a Antoni Mas hace años y, con el devenir del tiempo, he aprendido
muchas cosas de él. En Antoni se dan cita, con sencillez y profundidad: talento, discreción,
responsabilidad, trabajo, lealtad y compromiso.
Antoni Mas se declara intérprete y compositor, músico, por encima de cualquier otra
consideración.
Un hombre que, durante años estuvo voluntariamente sometido al delicado equilibrio entre
la vocación y la profesión, la soledad y el tumulto, la sensatez y la vanidad y al continuo
esfuerzo por conseguir expresar lo que se siente, atrapar las emociones, complacer la
propia exigencia y deseo, y vivir dignamente del trabajo, logrando la aceptación del público
y la comprensión de la familia.
Ha sabido vivir en los escenarios, en la carretera, en los aeropuertos, en los estudios de
grabación, en el éxito y el fracaso, manteniendo la intimidad y la vida familiar, transitando
por un camino lleno de altos y bajos… y la incertidumbre que produce, cuando llega, el éxito:
esa novia infiel y absorbente que te adopta o abandona cuando quiere, sin que puedas hacer
nada por evitar ni lo uno ni lo otro.
Este hombre, formado en los avatares descritos, con un gran instinto y un alto sentido de
la responsabilidad social, aunque sin formación alguna en la gestión, se puso a estudiar
la viabilidad de las sociedades cooperativas como posible solución al problema laboral
de los músicos, consiguiendo un gran éxito como gestor, logrando conducir el sistema de
cooperativas de músicos a la cima de la eficacia gestionaria.
Las cooperativas representan una buena solución para los artistas y todo el sector musical.
Gracias a la gestión de las cooperativas los artistas musicales ya están dados de alta en la
Seguridad Social; los organizadores de espectáculos y demás, gozan de seguridad jurídica;
las administraciones recaudan los correspondientes impuestos y se ha dado un gran paso
hacia la normalización y significación del trabajo de todos los artistas, ya sean intérpretes o
ejecutantes.
La situación actual no es la idónea. La solución del problema está en la reforma del Régimen
Especial de Artistas de la Seguridad Social que facilite la contratación de los artistas de
forma directa.
Hay que avanzar hasta consolidar una Ley de la Música como herramienta fundamental para
resolver los problemas de los artistas de la música. Esto dignificará la profesión de músico.
La carrera de Antoni Mas como innovador y gestor demuestra que, a veces, hacemos un uso
muy pobre de nuestros talentos. Muchas personas pasan toda su vida sin ningún sentido de
cuales pueden ser sus talentos, o si tienen alguno del cual hablar.
La innovación es difícil porque significa hacer algo que las personas batallan en hacer.
Significa desafiar lo que aceptamos y damos por hecho. Cosas que pensamos que
son obvias.
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PRÓLOGO. LUIS COBOS
El gran problema para la reforma o la transformación es la tiranía del sentido común, las
cosas que las personas piensan: “Bueno, no puede hacerse de otra manera porque así es
como debe hacerse”.
Antoni, puede que sin saberlo o sin proponérselo, como otras personas visionarias, rompe
esa idea preconcebida de la linealidad para dar paso a la universalidad.
Muchas de nuestras ideas han sido formadas no para enfrentar las circunstancias de
este tiempo sino las circunstancias de tiempos anteriores. Pero nuestras mentes siguen
hipnotizadas por ellas. Y tenemos que desencantarnos nosotros mismos de ellas.
A menudo las personas son buenas en algo que no les importa. Se trata de la pasión y de lo
que entusiasma a nuestro espíritu y nuestra energía.
Si estás haciendo aquello en lo que eres bueno y te gusta, el tiempo toma un curso diferente;
una hora cuenta como cinco minutos. Y viceversa.
Antoni ha escrito este libro de orientación, información y rendición de cuentas de una etapa,
un período importante de su vida que le ha dado muchas satisfacciones y ha proporcionado
muchos beneficios a una gran cantidad de músicos.
Abraham Lincoln dijo: “Los dogmas del pasado silencioso son inadecuados para el
presente tempestuoso. La ocasión es una montaña de dificultades, y debemos crecer con
la circunstancia”.
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PRÓLOGO. LUIS COBOS
Las cooperativas de gestión del trabajo de los músicos han sido y son esenciales para que
los músicos puedan disfrutar de las contraprestaciones sociales y contribuir al bienestar
social de todos los ciudadanos.
La defensa de la creación, del trabajo y del derecho al beneficio del trabajo, no puede ser
obligación exclusiva de los creadores y de las entidades de gestión colectiva, sino de todos.
Con ello mejoraremos la sociedad, la seguridad, la libertad de expresión y el futuro de la
cultura y de los ciudadanos, en una sociedad orientada al bien del individuo y no del consumo.
Antoni pertenece a ese grupo de personas intrépidas que, enamoradas de la música y de la
sorpresa, con escasos medios y mucha ilusión, imaginación y una gran fuerza de voluntad,
han logrado alcanzar el éxito.
Quiero, en nombre de los artistas, dar la bienvenida a este magnífico trabajo que pretende
crear, en el músico, la conciencia del esfuerzo realizado, y por realizar, de las cooperativas.
Este libro incluye datos y reflexiones muy útiles para todo tipo de músicos y no sólo para los
que tocan a diario en grandes formaciones.
Los músicos desconocemos casi todo lo concerniente a nuestros deberes y derechos y su
relación con el ejercicio de la profesión y este trabajo de Antoni, nos ayuda a obtener el
mejor resultado de nuestro trabajo y cumplir con las obligaciones contractuales y fiscales
que las leyes prescriben.
Mi querido y admirado Antoni aborda, en este libro, con decisión y sabiduría, este complicado
mundo de la contratación y los deberes burocráticos del mundo del artista musical.
Luis Cobos
Músico y presidente de AIE
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DEFENSA DE LOS INTERESES COLECTIVOS. LUIS MENDO
Luis Mendo
Es muy propio del carácter colectivo (si es que tal cosa existe) de nuestra profesión, pensar
que todo va a continuar así para siempre, sin tener en cuenta los factores que condicionan
algo tan aleatorio como una carrera artística (edad, salud, familia, circunstancias de mercado,
etc.) y no prever los posibles obstáculos que de forma lógica han de aparecer.
Así, nunca nos preocupábamos de cosas tan prosaicas como la cotización a la Seguridad
Social, el desempleo o la jubilación. Nosotros estábamos dispuestos a ser siempre jóvenes
y exitosos (unos más y otros menos, claro).
También es cierto que los estamentos con poder en la misiva, no favorecían lo más mínimo
la regularización de esta situación; sólo algunas formaciones estables, como orquestas en
salas con contratos de larga duración disfrutaban de una situación “normal” en cuanto a sus
cotizaciones a la Seguridad Social.
Así las cosas, hemos comprobado las terribles consecuencias de esta actitud, al conocer
decenas de casos de compañeros en situaciones de absoluto desamparo, sin derecho
alguno a jubilación o prestación por desempleo rozando, a veces, la indigencia y sin tener a
quién recurrir en busca de ayuda. Solo las modestas ayudas asistenciales que se les prestan
desde instituciones como AIE han paliado un poco sus difíciles circunstancias.
Por eso, nos parece trascendental el trabajo de MUSICAT, continuado posteriormente por
MUS XXI en Madrid, y otras asociaciones (Músicos en Vivo en Galicia, Tal-Cual en Canarias,
etc.) orientado a que todos los profesionales coticen a la Seguridad Social cada día que
trabajen, al margen de las circunstancias concretas de cada contrato.
No ha sido sencillo vencer las dificultades para conseguirlo, empezando por la propia
Administración del Estado que nunca había tenido muy claro cómo tratar a los artistas y
que tuvo que reconocer con sorpresa que una solución “desde dentro”, encontrada por los
propios profesionales venía a resolver siquiera parcialmente una carencia que afectaba a un
gran número de artistas de la misma.
1 Discográficas, promotores, Administraciones Públicas.
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DEFENSA DE LOS INTERESES COLECTIVOS. LUIS MENDO
Sabemos, y los propios gestores de las cooperativas lo reconocen, que ésta es una solución
temporal, que la única forma de resolver este problema es una nueva legislación sobre “todo”
el mundo de la música (la tantas veces demandada “Ley de la Música”) que regularice de
forma definitiva los sistemas de cotización a la Seguridad Social para nuestras actividades.
Pero mientras llega ese momento, las cooperativas están haciendo un maravilloso trabajo,
no sólo resolviendo los asuntos “burocráticos” de los músicos, sino también aglutinando al
sector, constituyéndose en portavoces frente a otras instancias y procurando la defensa de
los intereses colectivos de sus asociados.
Nuestro agradecimiento pues a todos los compañeros que han conseguido poner en marcha
estas organizaciones que tan eficaces están resultando. Saben que cuentan con nuestro
ánimo y todo el apoyo posible para continuar con su labor.
Luis Mendo
Vicepresidente de AIE
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INTRODUCCIÓN DEL AUTOR
Con estas premisas espero que resulte más facil disculpar los defectos y limitaciones que
pueda presentar este trabajo, especialmente en el aspecto técnico.
Probablemente estas deficiencias le restaran valor de cara a los lectores más eruditos o mejor
preparados en temas laborales, fiscales y jurídicos, sobre todo los que sean especialistas de
estas materias en sus aspectos directamente relacionados con la normativa que regula la
relación laboral de los músicos y los artistas.
Por otra parte, también cuento con la ventaja que representa mi dilatada trayectoria como
músico profesional, que me ha obligado a convivir durante mucho tiempo con la problemática
que comporta el ejercicio de esta actividad. Una problemática tan específica, que tan solo
se puede conocer a fondo a través de la propia experiencia y por el hecho de haber sufrido
directamente sus efectos.
Confío en que estos conocimientos prácticos lleguen a compensar de alguna manera las
evidentes limitaciones de este trabajo en otros aspectos, para así poder justificar el esfuerzo
que ha representado su divulgación.
Precisamente, por ser consciente de los escasos conocimientos que tenía sobre la materia,
cuando me propuse estudiar la viabilidad de las sociedades cooperativas como posible
solución al problema laboral de los músicos, empecé por buscar un asesor laboral que
ofreciera plenas garantías.
Tanto es así, que en el transcurso de mis gestiones intentando dar con la persona indicada,
pude constatar que, incluso entre el propio funcionariado de la administración correspondiente,
existian serias dudas sobre el tema.
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INTRODUCCIÓN DEL AUTOR
Finalmente, entre las vías que él apuntaba, los propios músicos escogíamos las que
resultaban más apropiadas a nuestras necesidades y más ajustadas a nuestras posibilidades.
Quiero destacar el hecho de citar expresamente a los músicos en plural, ya que entre los
componentes de las diversas juntas directivas de la asociación que tuve el honor de presidir,
encontré buenos colaboradores.
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NOTAS PREVIAS
NOTAS PREVIAS
Partiendo de la base de que es sumamente recomendable que los músicos lean la totalidad
de este trabajo para poder sacar el máximo partido de los servicios que ofrecen las
cooperativas y reducir al máximo los costes de facturación de sus actuaciones, en los casos
en que la urgencia así lo recomiende, pueden consultar previamente el Capítulo XI, titulado
Manual práctico para los músicos y los artistas, en el cual se indica de manera resumida
el procedimiento a seguir para facturar una actuación.
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CAPÍTULO I. SITUACIÓN LABORAL DE LOS MÚSICOS
CAPÍTULO I
Esta normativa se venía aplicando con relativa normalidad en los casos de contratos fijos o
de larga duración. Sin embargo, en las contrataciones esporádicas - más conocidas como
“bolos” - ya sea por desconocimiento o por negligencia, se incumplía sistemáticaticamente,
con lo cual los pagos a los músicos se realizaban en metálico y se justificaban a través de
un simple recibo, en el mejor de los casos. Estas malas prácticas dejaban a los músicos
desprotegidos socialmente y responsabilizaban a los organizadores de las consecuencias
que se pudieran derivar de un hipotético accidente laboral o de una inspección de trabajo.
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CAPÍTULO I. SITUACIÓN LABORAL DE LOS MÚSICOS
Para evitar esta inseguridad jurídica, dotar a los músicos de las coberturas previstas por la
normativa en materia laboral, garantizar a los organizadores una gestión correcta, tanto desde
el punto de vista laboral como fiscal, y favorecer el reconocimiento social de la profesión, se
optó por regularizar la situación a través de la creación de sociedades cooperativas que se
hicieran cargo de gestionar la contratación de los músicos asociados, tal como se explica en
los capítulos siguientes.
Desde que empecé a desarrollar mis actividades como músico, más o menos a principios
de la década de los 60 (y probablemente desde mucho antes, pero en cualquier caso yo no
puedo dar fe), los músicos cobrábamos en efectivo, justo al terminar nuestras actuaciones.
Estos pagos se justificaban con un simple recibo en el que no figuraba otra identificación que
el nombre de la formación musical - que carecía de cualquier tipo de personalidad jurídica - y
la firma del músico que actuaba en representación del resto de compañeros como cabeza
de grupo. El dinero que recibíamos, provenía de la recaudación de la taquilla y, cuando se
daba el caso, de la caja del bar que explotaba la propia comisión de fiestas. Tanto era así,
que normalmente se cobraba en billetes de cien y de cincuenta pesetas, lo cual, sea dicho
de paso, nos venía bastante bien a los músicos para poder repartir.
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CAPÍTULO I. SITUACIÓN LABORAL DE LOS MÚSICOS
Con esta explicación queda claro que la regularización del sector musical y artístico se
debe más a un hecho fortuito que no, como hubiera sido de desear, a la previsión de las
administraciones o a los esfuerzos de las asociaciones de músicos, que tantas veces
han caído en saco roto. En descargo de las administraciones y, como ya se ha indicado
anteriormente, se podría considerar que la complejidad del sistema laboral dificulta
enormemente su aplicación cuando se trata de las actuaciones esporádicas que contratan
los ayuntamientos.
En este sentido, sería deseable una reforma que agilizara el citado sistema para que
pudiera ser utilizado habitualmente por cualquier organizador de espectáculos públicos para
contratar a los profesionales músicos y artistas. Pero, ante las escasas perspectivas sobre
este asunto (ya ha sido denegado un proyecto de reforma, a pesar de contar con el respaldo
de los principales grupos políticos con representación parlamentaria), la prudencia aconseja
seguir recomendando las cooperativas como solución inmediata para preservar los intereses
sociales de los músicos y evitar las graves responsabilidades en las que podrían incurrir los
organizadores de espectáculos que los contratan.
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CAPÍTULO II. COOPERATIVAS DE SERVICIOS
CAPÍTULO II
SISTEMA OPERATIVO
FUNCIONAMIENTO
2.- Da de alta en el Régimen Especial de Artistas de la Seguridad Social, para el dia concreto
de la actuación, a todos los músicos-socios que intervendrán en la misma. Si se trata de
una formación musical, el delegado, como representante de los músicos, habrá declarado
previamente a la cooperativa la relación de componentes que realizarán la actuación. En
los casos en que se trate de formaciones con una plantilla fija, lo hará a través de una
declaración anual de plantilla firmada por todos los componentes, que valdrá para todas
las solicitudes de facturación que se produzcan durante el ejercicio.
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CAPÍTULO II. COOPERATIVAS DE SERVICIOS
4.- Entrega la factura al organizador del espectáculo (de manera directa, a través del
representante o mánager que haya intervenido en la contratación, o a través de los propios
músicos, en función de las instrucciones que reciba de éstos últimos). También entregará
una copia de la factura al músico o delegado de la formación musical.
A esta copia adjuntará la hoja de liquidación, en la cual se indicarán los gastos que hay que
deducir del importe a cobrar en concepto de Seguridad Social, IRPF y comisión de gestión
de la cooperativa. Asimismo se especificará, si se da el caso, la parte de IVA a reintegrar a
los músicos en concepto de facturas descontadas.
Una vez se haya realizado la actuación, será la propia cooperativa la encargada de cobrar
su importe al organizador.
5.- Paga los gastos derivados de la actuación (alquiler de equipo, contratación de personal
auxiliar, comisiones de mánager o representante, publicidad, vestuario, comisión de gestión
de la propia cooperativa, etc.) para obtener, una vez descontados estos importes, la cantidad
destinada a repartir entre los músicos-socios que han participado en la actuación. Una parte
de esta cantidad se paga a los músicos en concepto de dietas de manutención, alojamiento
y desplazamiento, según los baremos que marca la normativa. El resto constituye lo que
se llama coste laboral, a partir del cual se calcula la cuota correspondiente a la Seguridad
Social. Una vez descontada la parte empresarial de esta cuota, se obtiene el salario diario,
que es el que finalmente se imputa a los músicos a efectos fiscales.
Este salario, previo descuento del IRPF, se transfiere a los músicos-socios participantes en la
actuación junto con el importe de las dietas de manutención, alojamiento y desplazamiento.
6.- Ingresa a los respectivos organismos las cantidades corespondientes a Seguridad Social,
retención del IRPF e IVA no repercutido.
7.- Al final de cada ejercicio entrega a los músicos-socios el certificado en el cual se indican
los ingresos obtenidos a través de la cooperativa, así como las retenciones practicadas y las
cuotas deducibles abonadas a la Seguridad Social,
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CAPÍTULO II. COOPERATIVAS DE SERVICIOS
CONDICIONES
1.- Para poder facturar sus actuaciones a través de la cooperativa, los músicos deberán
estar dados de alta como socios de la misma, estar al corriente de las obligaciones
correspondientes y cumplir los requisitos que establecen los estatutos.
La relación de los socios con la cooperativa se regula a través del contrato de gestión, que
se firma en el momento de la inscripción.
2.- Las cooperativas pueden exigir, como condición a la admisión de socios, que éstos
estén previamente inscritos en la asociación profesional que las ha impulsado.
Con este requisito se garantiza que los músicos-socios cumplan con el régimen estatutario
de la asociación y se otorga a ésta la representatividad necesaria para poder defender los
intereses del colectivo en las mejores condiciones.
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CAPÍTULO III. COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO
CAPÍTULO III
CONSIDERACIONES PREVIAS
Según está previsto en los estatutos de las cooperativas de trabajo asociado, éstas tienen
la potestad de elegir el régimen de la Seguridad Social en el que inscriben a sus socios-
trabajadores.
Por este motivo, a pesar de que los músicos están considerados como trabajadores por
cuenta ajena y no pueden facturar sus actuaciones como autónomos, sí que pueden formar
parte de una cooperativa de trabajo asociado que se encargue de facturar dichas actuaciones
teniéndoles inscritos en este régimen de la Seguridad Social.
La diferencia que legitima la aplicación de este sistema radica en el hecho de que los
músicos, a pesar de estar dados de alta como autónomos, no disponen de epígrafe ni de
CIF a su nombre, sino que dependen exclusivamente de las cooperativas para facturar los
rendimientos de su trabajo.
A pesar de ello, son los mismos músicos-socios los que tendrán que abonar directamente la
cuota de autónomo a través de una domiciliación bancaria en su cuenta particular.
De esta forma, las cooperativas de trabajo asociado permiten que los músicos que ya están
previamente dados de alta como autónomos por otros conceptos, los que tienen suficiente
volúmen de trabajo como para poder soportar la cuota, o los que, por cualquier otro motivo,
tienen interés en pertenecer al régimen de autónomos, puedan facturar sus actuaciones a
través de la afiliación a este régimen, en lugar de causar alta y baja por cada actuación en
el Régimen Especial de Artistas de la Seguridad Social.
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CAPÍTULO III. COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO
SISTEMA OPERATIVO
FUNCIONAMIENTO
Este contrato también se puede suscribir entre tres partes, para que el músico-socio - o el
delegado como jefe de grupo, si se trata de una formación musical - participe en el mismo
para certificar con su firma la aceptación de las condiciones pactadas en relación a la
actuación contratada.
2.- Comprueba si efectivamente el músico-socio que debe facturar está dado de alta
en el Régimen Especial de Autónomos y si se encuentra al corriente de pago de las
correspondientes cuotas. Si se trata de una formación musical, el delegado de los músicos
habrá declarado previamente a la cooperativa la relación de componentes que realizarán
la actuación. Cuando se trate de formaciones con una plantilla de carácter fijo, lo hará a
través de una declaración anual de plantilla firmada por todos los componentes. En el caso
de formaciones de carácter eventual, utilizará una solicitud de facturación para cada una de
las actuaciones que tengan que facturar. Si en la formación musical actúa algun músico que
no está dado de alta en el Régimen Especial de Autónomos, éste deberá facturar su parte a
través de la cooperativa de servicios y causar alta en el Régimen General.
Cuando se dé el caso, para evitar que la formación musical deba presentar dos facturas al
organizador del espectáculo, la cooperativa de servicios facturará la parte correspondiente a
los músicos que no sean autónomos contra la cooperativa de trabajo asociado y ésta, a su
vez, facturará el total del importe de la actuación contra el organizador.
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CAPÍTULO III. COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO
Hay que tener en cuenta que en la actuación pueden participar músicos-socios afiliados al
Régimen General de la Seguridad Social, en cuyo caso las altas serían las correspondientes
a este régimen.
4.- Entrega la factura al organizador del espectáculo (de manera directa, a través del
representante o mánager que haya intervenido en la contratación o a través de los propios
músicos, en función de las instrucciones que reciba de éstos últimos). También entregará
una copia de la factura al músico o delegado de la formación musical. A esta copia adjuntará
la hoja de liquidación, en la cual se indicarán los gastos que hay que deducir del importe
a cobrar en concepto de Seguridad Social, IRPF y comisión de gestión de la cooperativa.
Asimismo se especificará, si se da el caso, la parte del IVA a reintegrar a los músicos en
concepto de facturas descontadas. Una vez se haya realizado la actuación, será la propia
cooperativa la encargada de cobrar su importe al organizador.
5.- Paga los gastos derivados de la actuación (alquiler de equipo, contratación de personal
auxiliar, comisiones de mánager o representante, publicidad, vestuario, comisión de gestión
de la propia cooperativa, etc.) para obtener, una vez descontados estos importes, la cantidad
destinada a repartir entre los músicos-socios que han participado en la actuación. Una parte
de esta cantidad se paga a los músicos en concepto de dietas de manutención, alojamiento
y desplazamiento, según los baremos que marca la normativa; el resto constituye el llamado
salario diario, que es el que finalmente se imputa a los músicos a efectos fiscales. Este
salario, previo descuento del IRPF, se transfiere a los músicos-socios participantes en la
actuación junto con el importe de las dietas de manutención, alojamiento y desplazamiento. La
trasferencia se puede hacer individualmente, por el importe correspondiente a cada músico,
o bien por la totalidad que debe percibir el conjunto de la formación, a su representante
autorizado. Al final de cada ejercicio, los músicos deberán firmar los justificantes de las
cantidades que han cobrado en concepto de dietas de manutención, alojamiento y
desplazamiento. Hay que destacar que, así como para descontar las dietas de manutención
y desplazamiento no es necesaria la presentación de justificantes por parte de los músicos-
socios, para poder aplicar la dieta de alojamiento se tendrá que justificar la pernoctación con
la correspondiente factura o tiquet del establecimiento donde se haya realizado.
6.- Ingresa a los organismos respectivos las importes correspondientes a la retención del
IRPF y al IVA no repercutido.
7.- Al final de cada ejercicio extiende a los músicos-socios el certificado en el que se expresan
los ingresos obtenidos a través de la cooperativa, así como las retenciones practicadas y las
cuotas abonadas al Régimen Especial de Autónomos de la Seguridad Social.
Hay que tener en cuenta que el importe íntegro de estas cuotas es deducible de la declaración
de la renta.
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CAPÍTULO III. COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO
CONDICIONES
1.- Para poder facturar sus actuaciones a través de la cooperativa, los músicos deberán
estar dados de alta como socios de la misma, estar al corriente de las obligaciones
correspondientes y cumplir los requisitos que establecen los estatutos.
La relación de los socios con la cooperativa se regula a través del contrato de gestión, que
se firma en el momento de la inscripción.
2.- Las cooperativas pueden exigir, como condición a la admisión de socios, que éstos estén
previamente inscritos en la asociación profesional que las ha impulsado. Con este requisito
se garantiza que los músicos-socios cumplan con el régimen estatutario de la asociación
y se otorga a ésta la representatividad necesaria para poder defender los intereses del
colectivo en las mejores condiciones.
3.- Los músicos socios que facturen sus actuaciones a través de las cooperativas de trabajo
asociado deberán estar dados de alta en el Régimen Especial de Autónomos de la Seguridad
Social y al corriente de pago de las cuotas correspondientes.
Estas cuotas serán abonadas directamente por los músicos siguiendo el procedimiento
habitual de domiciliación bancaria a su cuenta corriente.
Periódicamente y de manera fehaciente deberán acreditar ante la cooperativa el pago de
las mismas.
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CAPÍTULO IV. REGULARIZACIÓN LABORAL DEL PERSONAL AUXILIAR
CAPÍTULO IV
REGULARIZACIÓN LABORAL
DEL PERSONAL AUXILIAR
(A TRAVÉS DE UNA SOCIEDAD LIMITADA UNIPERSONAL,
PARTICIPADA AL 100% POR UNA DE LAS COOPERATIVAS)
CONSIDERACIONES PREVIAS
En definitiva, se evitaba de esta forma que los músicos se vieran obligados a asumir
funciones y responsabilidades no deseadas, que no les son propias, para poder desarrollar
su profesión con normalidad. No obstante, la solución escogida para resolver el problema
comportaba el planteamiento de uno nuevo: la propia falta de personalidad jurídica impedía
a las formaciones musicales, como tales, contratar al personal auxiliar necesario para llevar
a cabo sus actuaciones, es decir, técnicos de sonido, técnicos de iluminación, choferes
y montadores.
Por lo tanto, había que encontrar un sistema que permitiera regularizar la situación de este
personal a través de contratos fijos a tiempo parcial, tal como prevé la normativa laboral en
estos casos.
A este efecto se creó una sociedad limitada con capacidad para contratar al personal
auxiliar por un número de horas proporcional al volúmen de trabajo de la formación a la que
prestaban su servicio.
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CAPÍTULO IV. REGULARIZACIÓN LABORAL DEL PERSONAL AUXILIAR
SISTEMA OPERATIVO
FUNCIONAMIENTO
Ejemplo: el personal perteneciente a una formación que actua 80 días anuales trabajaría,
partiendo de la base de una jornada de 10 horas por actuación, un total de 800 horas.
Estas 800 horas, repartidas entre las 52 semanas del año, darían el número de horas por las
que habría que extender el contrato de cada trabajador.
2.- Paga las nóminas mensuales al personal e ingresa a los organismos respectivos los
importes correspondientes a Seguridad Social e IRPF.
3.- Factura el importe bruto de las nóminas contra la cooperativa para que ésta las pueda
descontar como gastos inherentes a las actuaciones.
4.- Entrega a los trabajadores, al final de cada ejercicio, el certificado en el que se indican
los ingresos obtenidos a través de la sociedad limitada, así como las retenciones practicadas
y los importes deducibles de la Seguridad Social.
NOTA
Entre la sociedad limitada y el músico que actúe como jefe de grupo, en representación de
todos los componentes de la formación musical, se formalizará un documento que establezca
que, en caso de despido de algún miembro del personal auxiliar, los componentes de la
formación tendrán que hacerse cargo del importe de la indemnización correspondiente que,
previamente, le habrá hecho efectiva la sociedad limitada.
El pago de esta indemnización se podría evitar en el caso de que la sociedad limitada pudiera
recolocar al auxiliar despedido en otra formación.
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CAPÍTULO V. TITULARIDAD DEL MATERIAL PROFESIONAL
Y DE LOS VEHÍCULOS DE TRANSPORTE
CAPÍTULO V
CONSIDERACIONES PREVIAS
De la misma forma que ocurre con la contratación del personal auxiliar, la carencia de
personalidad jurídica de las formaciones musicales las inhabilita para la adquisición de
material profesional (equipos de sonido, iluminación, etc.) y vehículos de transporte. Igual
que sucedía en el capítulo anterior, las formaciones que contraten a una empresa de servicios
el alquiler de estos equipos y los vehículos necesarios para su transporte, tan solo deberán
tener en cuenta que las facturas correspondientes deben emitirse contra la cooperativa para
que puedan ser descontadas como gasto de las actuaciones. En cuanto a las formaciones
que pretendan disponer de material y vehículos propios, deberán utilizar los servicios de la
sociedad limitada, de la forma que se explica a continuación:
SISTEMA OPERATIVO
La sociedad limitada actúa como una empresa intermediaria que suministra a la formación
musical el material profesional que ésta requiere para poder realizar sus actuaciones, así
como los vehículos de transporte necesarios.
FUNCIONAMIENTO
1.- Adquiere el material que utiliza la formación musical en las actuaciones a través de un
préstamo bancario o leasing.
2.- Adquiere los vehículos que utiliza la formación musical para el transporte del material
profesional y los instrumentos. Si se trata de vehículos nuevos, lo hará a través de un
préstamo bancario o leasing. Si se trata de vehículos usados, que pueden ser de propiedad
de alguno de los miembros de la formación musical, lo hará a través de una venta directa
o traspaso.
En cualquier caso, la sociedad limitada debe figurar como titular de los vehículos, ya
que, en caso contrario, no se podrían deducir los gastos de combustible, mantenimiento,
reparaciones, seguros, etc. No es el mismo caso de las facturas de mantenimiento del
material profesional, que la cooperativa puede descontar directamente aunque no figuren
como de su propiedad.
3.- Hará efectivas las cuotas del préstamo bancario o leasing correspondientes a las
compras de material y vehículos, así como todas las facturas de combustible, mantenimiento,
reparaciones, seguros etc.
4.- Facturará el importe de las cuotas y gastos contra la cooperativa para que ésta las pueda
deducir como gastos de las actuaciones.
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CAPÍTULO V. TITULARIDAD DEL MATERIAL PROFESIONAL
Y DE LOS VEHÍCULOS DE TRANSPORTE
NOTA
Como sea que la sociedad limitada figura como titular del material profesional y de los
vehículos - el importe de los cuales habrá descontado de los rendimientos percibidos por las
formaciones musicales que los utilizan - y en previsión de que estas formaciones puedan
desvincularse en algun momento de la cooperativa, la sociedad limitada deberá cumplir el
siguiente protocolo:
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CAPÍTULO VI. LA ASOCIACIÓN CULTURAL
CAPÍTULO VI
LA ASOCIACIÓN CULTURAL
(FACTURACIÓN DE LAS ACTUACIONES DE MÚSICA TRADICIONAL)
CONSIDERACIONES PREVIAS
En el primer capítulo se daba cumplida información sobre los inconvenientes que para los
ayuntamientos representa la aplicación del sistema laboral en la contratación de músicos
y artistas para actuaciones esporádicas. Tanto es así, que cuando finalmente decidieron
regularizar estas actuaciones, optaron mayoritariamente por el sistema mercantil o de
prestación de servicios, a pesar de que les comportaba un aumento del gasto, al tener que
soportar la aplicación del IVA. Para paliar este incremento y, en consecuencia, favorecer la
contratación de los músicos y los artistas por parte de las administraciones públicas, se pensó
en la creación de una asociación cultural a través de la cual, una vez concedida la exención
correspondiente por parte del Ministerio de Hacienda, se pudieran facturar sin IVA las
actuaciones de música tradicional, tal como establece la normativa correspondiente. De esta
forma, los ayuntamientos y las demás administraciones públicas, que no tienen la posibilidad
de compensar el IVA soportado, pueden ver deducido el porcentaje correspondiente en este
tipo de contrataciones. Un ahorro que finalmente redunda en bien de los músicos, dado que
los organizadores ven incrementados sus presupuestos finales.
NOTA INFORMATIVA
Se podrá apreciar que en la redacción del presente capítulo se repiten algunos parágrafos que
aparecen en los capítulos II y III, en los que se explica el funcionamiento de las cooperativas.
El motivo es que muchos aspectos coinciden y se ha optado por reflejar la explicación de
manera textual, a pesar de la reiteración, ante la previsión de que algún futuro usuario leyera
exclusivamente el capítulo sobre la asociación cultural, porque es el que le interesa.
SISTEMA OPERATIVO
FUNCIONAMIENTO
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CAPÍTULO VI. LA ASOCIACIÓN CULTURAL
2.- Da de alta en el Régimen Especial de Artistas de la Seguridad Social, para el dia concreto
de la actuación, a los músicos-socios que la realizarán (si son autónomos comprobará que
están al corriente de pago de las cuotas). Si se trata de una formación musical, el delegado
de los músicos habrá declarado previamente a la asociación la relación de componentes que
realizarán la actuación. En los casos de las formaciones de carácter fijo, lo hará a través de
una declaración anual de plantilla firmada por todos los componentes. En el caso de las
formaciones de carácter eventual, utilizará una solicitud de facturación para cada una de
las actuaciones que se deban facturar.
4.- Entrega la factura al organizador del espectáculo (de manera directa, a través del
representante artístico que haya intervenido en la contratación o a través de los propios
músicos, en función de lo que se le indique). También entregará una copia de la factura
al músico o al delegado de la formación musical. Esta copia irá acompañada de la hoja
de liquidación, en la cual se indicarán los gastos a deducir del total cobrado en concepto
de Seguridad Social (si es el caso), IRPF y comisión de gestión de la asociación. Una vez
realizada la actuación, será la propia asociación la que deberá hacerse cargo de cobrar
el importe.
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CAPÍTULO VI. LA ASOCIACIÓN CULTURAL
de los músicos-socios, para poder aplicar las dietas de alojamiento es preciso justificar
la pernoctación con la correspondiente factura o tiquet del establecimiento donde se
haya realizado.
6.- Ingresa a los organismos respectivos los importes correspondientes a la Seguridad Social
(si es el caso) y a la retención del IRPF.
7.- Al final de cada ejercicio entrega a los músicos-socios el certificado donde se indican los
ingresos obtenidos a través de la asociación cultural, así como las retenciones practicadas
y las cuotas deducibles abonadas a la Seguridad Social.
CONDICIONES
1.- Para poder facturar las actuaciones a través de la asociación cultural, los músicos
deberán estar dados de alta como socios, encontrarse al corriente de las obligaciones
correspondientes y cumplir los requisitos establecidos por los estatutos. La relación de los
socios con la asociación cultural se regula a través del contrato de gestión, que se firma en
el momento de la inscripción.
2.- La asociación cultural puede exigir, como requisito previo a la admisión de socios, que
éstos ya formen parte de la asociación profesional que la ha impulsado. De esta forma
se asegura que los músicos cumplan el régimen estatutario de la mencionada asociación
profesional y se otorga a ésta la representación necesaria para poder defender al colectivo
en las mejores condiciones.
NOTA
Queda claro que, al no generar IVA, la asociación cultural no tiene posibilidad de compensarlo
con el de las facturas que los músicos-socios puedan presentar para descontar como gastos
de sus actuaciones.
33
CAPÍTULO VII. PARTICULARIDADES
CAPÍTULO VII
PARTICULARIDADES
Han sido omitidas expresamente las situaciones especiales para no crear confusión y facilitar
al máximo la comprensión del funcionamiento de las mencionadas entidades. No obstante,
entendemos que puede resultar de gran interés para los futuros usuarios de las cooperativas
conocer lo mejor posible los servicios que éstas le pueden ofrecer y la forma de sacarles el
mejor partido.
Por este motivo explicaremos en este capítulo aparte las circunstancias que, sin ser las
más habituales en la relación de los socios con las respectivas entidades, probablemente
acabarán apareciendo en un momento u otro.
Anteriormente hemos explicado que al facturar las actuaciones, las cooperativas pueden
descontar como gasto las facturas presentadas por las formaciones musicales o por los
músicos-socios. Siempre que estas facturas sean en concepto de prestación de servicios
(facturas de mánagers o representantes), alquileres, reparaciones o compras no imputables
como patrimonio (publicidad, vestuario, etc.), la cooperativa las podrá descontar directamente
sea cual sea su importe.
En estos casos, para poder descontar las facturas como gasto, la sociedad limitada debe
hacerse cargo de la adquisición de estos bienes en la forma que se explica en el capítulo V.
Hay que señalar que, en cualquier caso, las facturas a descontar deben ser en concepto
de servicios, alquileres o compras relacionadas con el ejercicio de la actividad musical
o artística.
Las facturas con importe superior al que se puede descontar en una sola actuación se
podrán fraccionar para ser descontadas en actuaciones posteriores.
Las facturas solo se podrán descontar dentro del año natural (de 1 de enero a 31 de
diciembre) de la fecha de admisión.
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CAPÍTULO VII. PARTICULARIDADES
COBROS
El proceso habitual en el momento de hacer efectivas las facturas de las actuaciones es que
el organizador pague a la cooperativa emisora de la factura. En este caso, las cooperativas
pagarán el salario correspondiente a los músicos tan pronto como el organizador del
espectáculo les haga efectivo el importe de la actuación.
Si en algún caso el organizador pagara directamente a los músicos, éstos estarían obligados
a pagar a las cooperativas, de manera inmediata, los importes correspondientes al IVA,
Seguridad Social (si fuera el caso), IRPF y facturas inherentes a la actuación, de las cuales
se hubiera hecho cargo la propia cooperativa y que se relacionan en la liquidación adjunta a
la copia de la factura que se ha entregado a los músicos.
También se podría dar el caso de que el organizador pagara directamente a los músicos,
pero que lo hiciera con un cheque bancario a nombre de la cooperativa. Si así fuere, el
músico tiene la obligación de remitir el cheque a la cooperativa para que ésta lo pueda
cobrar y proceder a la liquidación definitiva de la actuación.
PARTICIPACIÓN DE MÚSICOS
QUE NO SON SOCIOS DE LA COOPERATIVA
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CAPÍTULO VII. PARTICULARIDADES
Para facturar las actuaciones de los socios en otros países, la cooperativa actuará de la
misma forma que se ha explicado para las actuaciones realizadas en el propio país, con las
dos únicas variantes siguientes:
En cuanto a la Seguridad Social, las altas deberán convalidarse, en función del convenio
vigente, con el país donde se realice la actuación. Por este motivo, la cooperativa deberá
presentar dichas altas adjuntas al formulario de trabajadores desplazados, según indica el
Reglamento C.E. 883/04.
Por lo que respecta a la fiscalidad, se deberá solicitar a la delegación de hacienda
correspondiente el Número Intracomunitario, conocido internacionalmente como Vat Number,
para que la parte contratante pueda liquidar el IVA de la factura en el propio país donde se
realice la actuación. En este caso, la cooperativa emitiría una factura sin IVA.
Según la normativa que regula la contratación de músicos y artistas, los ensayos precisos
para poder llevar a cabo las actuaciones en óptimas condiciones deberían remunerarse
aparte. Como sea que esta disposición no se lleva a la práctica, se considerará que el
importe percibido por los músicos por sus actuaciones comprende la propia actuación así
como los ensayos correspondientes. Por este motivo, las cooperativas podrán dar de alta a
los músicos en la Seguridad Social los días que éstos realicen dichos ensayos. Esta práctica
permite un ahorro en los pagos de IRPF y Seguridad Social, ya que la cooperativa puede
deducir las dietas de los días de ensayo como gasto. Sin embargo, no se podrán deducir
los gastos de desplazamiento ya que se considera que los ensayos se realizan en la propia
localidad donde se encuentra domiciliada la formación musical. Siempre que se pretenda dar
de alta a los músicos en concepto de ensayos, el número de días de alta deberá adecuarse a
las características de la actuación y la factura deberá solicitarse con una antelación mínima
de tres días antes del primer ensayo.
En estos casos, se les descontará la prestación correspondiente a los días que han causado
alta. A pesar de ello, no sufrirán ningun perjuicio económico ya que verán prorrogada su
situación de paro tantos días como hayan trabajado y les haya sido descontada la prestación.
Lo que no podrán hacer los músicos en situación de paro, es darse de alta en el Régimen
Especial de Autónomos, ya que, en este caso, perderían cualquier derecho a prestación.
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CAPÍTULO VII. PARTICULARIDADES
Igual que ocurre con los músicos que se encuentran en el paro, los jubilados también podrán
actuar y ser dados de alta en el Régimen Especial de Artistas de la Seguridad Social. En este
caso, también resultará prudente dar cuenta de la situación en el organismo correspondiente,
aunque normalmente suelen actuar de oficio.
El proceso es el siguiente: de forma periódica (y de acuerdo con los criterios de las respectivas
oficinas del INSS), el músico recibirá comunicación de los días que ha constado de alta en
la Seguridad Social. Asimismo, se le notificará la cuantía del correspondiente descuento.
Esta cantidad resultará proporcional a la prestación que correspondería a los días trabajados.
Naturalmente, y como en el caso de los músicos en paro, los jubilados no podrán ser dados
de alta en el Régimen Especial de Autónomos, ya que dejarían de percibir la prestación
de jubilación.
Cada vez se da con más frecuencia el caso de formaciones musicales y artistas que, en
lugar de pactar una cantidad fija por su actuación, son contratados a cambio de determinado
porcentaje de la recaudación que acabe generando el espectáculo. En estos casos,
obviamente no se puede emitir ninguna factura por adelantado, dado que se desconoce la
cantidad final que se deberá facturar. Por lo tanto, la cooperativa se rige por el procedimiento
siguiente:
ACTUACIONES NO REMUNERADAS
Cuando los músicos o artistas actúen sin percibir remuneración alguna, por tratarse de
espectáculos de carácter benéfico, de actuaciones promocionales o de cualquier tipo de
colaboraciones desinteresadas, no existe la obligación de darles de alta en la Seguridad
Social y quedan a cubierto de cualquier contingencia a través de la póliza de responsabilidad
civil que debe tener contratada el organizador del espectáculo.
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CAPÍTULO VII. PARTICULARIDADES
En los casos en que se acuerde que el organizador se hará cargo de los gastos de manutención,
alojamiento o desplazamiento, no es recomendable que entregue directamente los importes
a los músicos y artistas participantes en las actuaciones, ya que cabría la posibilidad de que
fueran imputados como salario de los mismos.
Por lo tanto, lo más conveniente es que el organizador pague directamente las facturas de
los hoteles y restaurantes, así como los comprobantes o facturas de los viajes.
En estos casos, la posible compensación a recibir por parte de los ayuntamientos debería
regularse a través de un convenio en virtud del cual se otorgaran las contraprestaciones
habituales, como son la utilización de instalaciones municipales para ensayos, cesión de
instrumentos musicales, material, vestuario etc.
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CAPÍTULO VIII. EL GRUPO DE GESTIÓN
Y LOS SERVICIOS QUE PRESTA
CAPÍTULO VIII
EL GRUPO DE GESTIÓN
Y LOS SERVICIOS QUE PRESTA
CONFECCIÓN DE PRESUPUESTOS
Antes de concretar las condiciones de cualquier actuación, los músicos o las formaciones
musicales que vayan a ser contratados tienen la posibilidad de conocer el importe de
los cargos en concepto de Seguridad Social, cuota de IRPF y comisión de gestión que
comportará la facturación de su actuación. Este dato les brindará la posibilidad de ajustar al
máximo el importe a solicitar por su actuación. Como sea que estos cargos son variables en
función de las dietas aplicables, el quilometraje y las facturas de gastos que se presenten
para descontar, es preciso que el músico o el representante de la formación indiquen a la
cooperativa el importe neto que pretenden cobrar por su actuación para que ésta calcule el
importe total que se deberá solicitar al organizador del espectáculo.
En los casos en que la cantidad a cobrar esté preestablecida, el músico o representante de
la formación también podrá solicitar a la cooperativa que le facilite el importe de los cargos,
a efectos de conocer de antemano el importe neto que acabarán percibiendo.
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CAPÍTULO VIII. EL GRUPO DE GESTIÓN
Y LOS SERVICIOS QUE PRESTA
Normalmente, este servicio prevé que las consultas y el estudio de cada uno de los casos
que se presenten se puedan realizar de manera gratuita y que, en los casos en que se
requiera intervenir, las minutas a cargo de los socios se beneficien de un descuento especial
que deberá indicarse en el presupuesto elaborado por la empresa asesora.
BOLSA DE TRABAJO
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CAPÍTULO VIII. EL GRUPO DE GESTIÓN
Y LOS SERVICIOS QUE PRESTA
Es decir: los usuarios de los servicios que ofrecen las formaciones musicales no tienen
necesidad de consultar los datos que precisan de forma individualizada, ya que la web de la
asociación se los ofrece de manera integral. Obviamente, este servicio repercute de forma
muy positiva en la contratación de las formaciones musicales y artistas pertenecientes a la
asociación y, en consecuencia, contribuye a generar ocupación para los músicos.
CONSULTAS ADMINISTRATIVAS
Tiendas de música que facturan contra las cooperativas las compras de los socios.
Y cualquier empresa, entidad o institución relacionada con la asociación, o con las entidades
que configuran el grupo de gestión.
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CAPÍTULO IX. REPERCUSIONES DIRECTAS SOBRE EL SECTOR MUSICAL
CAPÍTULO IX
MÚSICOS Y ARTISTAS
La facturación de las actuaciones musicales a través de las cooperativas ha facilitado que los
músicos y los artistas puedan trabajar al amparo de las coberturas que ofrece la Seguridad
Social en caso de accidente laboral (hay que recordar que anteriormente, casi siempre se
obviaban las altas). Para valorar convenientemente esta cobertura, hay que tener en cuenta
que los desplazamientos se consideran comprendidos en la jornada laboral y que el alta en
el Régimen Especial de Artistas es extensiva desde el momento en que el músico abandona
su domicilio hasta su regreso al mismo. En el caso de las giras, cuando los músicos se
desplazan directamente al lugar de la actuación del día siguiente, la cobertura será efectiva
hasta que el músico llegue al destino de la próxima actuación. Así lo dispone la normativa,
incluso para aquellos casos en que, entre la actuación y el desplazamiento, se sobrepase el
día concreto para el que se ha dado el alta. Es decir, se considera que la cobertura concierne
la actuación más que el propio dia para el que ha sido contratada. De hecho, se podrá
observar que, en función de los horarios, muchas veces las actuaciones empiezan al día
siguiente de la fecha que figura en el contrato y para la que se ha dado el alta.
Aparte de la citada cobertura de accidente laboral, las cotizaciones acreditadas por los
músicos y los artistas también les dan derecho a los subsidios de baja laboral o paro y a
la pensión de jubilación cuando corresponda. En cualquiera de los casos, la cuantía de las
prestaciones siempre será proporcional al volumen de las cotizaciones que consten en la
vida laboral del perceptor. Precisamente para optar a la mejora de estas prestaciones, el
músico o artista tiene la posibilidad de regularizar anualmente sus cotizaciones, abonando la
diferencia que hay entre las bases por las cuales ha cotizado la cooperativa y el sueldo que
realmente ha percibido. Al final de cada ejercicio, la Tesorería de la Seguridad Social facilita
la información y los impresos correspondientes para que se pueda dar curso a este trámite.
Huelga decir que la posibilidad de acceder a todos estos derechos constituye una mejora
considerable para los músicos y artistas que, por fin, pueden ver equiparada su situación
laboral a la de los demás profesionales de cualquier otra especialidad. Como es lógico, el
proceso de regularización laboral del colectivo artístico ha comportado una regularización
de los aspectos fiscales. Una consecuencia que, si tenemos en cuenta ciertas reacciones
que ha producido, puede haber sido mal entendida por algunos músicos o artistas que
se dedican a otras ocupaciones y que, a través de las mismas, ya tenian cubiertos sus
derechos sociales.
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CAPÍTULO IX. REPERCUSIONES DIRECTAS SOBRE EL SECTOR MUSICAL
Y por otra parte, debemos tener claro que para poder reclamar legítimamente nuestros
derechos, es preciso que cumplamos estrictamente con nuestras obligaciones. De lo
contrario, dificilmente avanzaríamos hacia la pretendida dignificación de nuestra profesión.
ORGANIZADORES DE ESPECTÁCULOS
En este último caso, la parte contratante se vería obligada a capitalizar la cantidad necesaria
para hacer frente a las pensiones de invalidez, viudedad y orfandad que se determinaran.
Así lo demuestran varias sentencias condenatorias de entidades que, en algun caso, se han
visto obligadas a desprenderse de su patrimonio para poder afrontar la situación.
El hecho nos da idea de las ventajas que conlleva para estas entidades la posibilidad de
contratar a los músicos y a los artistas a través de las cooperativas. Principalmente, por las
garantías que éstas ofrecen, pero también por la comodidad que representa encomendarse
a su gestión.
PROMOTORES, MÁNAGERS Y REPRESENTANTES
Uno de los problemas más frecuentes que se veían obligados a afrontar los promotores,
mánagers y representantes que intervienen en la contratación de espectáculos musicales,
consistía en el hecho de que, por una parte, el organizador del espectáculo les exigía una
factura legal para justificar el importe total de la actuación y, por otra parte, algunos músicos
y artistas no se hallaban en condiciones de facturar o justificar debidamente su participación
en la actuación.
En estos casos, los citados interventores no tenían otro remedio que pagar a los músicos y
a los artistas a cambio de un simple recibo justificante de la cantidad pagada y asumir las
cargas fiscales y las responsabilidades laborales derivadas del procedimiento.
43
CAPÍTULO IX. REPERCUSIONES DIRECTAS SOBRE EL SECTOR MUSICAL
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CAPÍTULO X. EFECTOS SOBRE EL COLECTIVO MUSICAL
CAPÍTULO X
Debido probablemente al mal trato que nuestra profesión viene recibiendo de forma
continuada, los músicos y los artistas nos hemos vuelto sumamente desconfiados. A costa
de comprobar como, legislatura tras legislatura, ningún gobierno se tomaba en serio la
búsqueda de soluciones para paliar nuestra situación, hemos acabado por desengañarnos de
que nadie nos eche una mano y nos hemos convertido en unos individualistas recalcitrantes.
De manera que cualquier iniciativa destinada a conseguir la cohesión de nuestro colectivo se
ha considerado tradicionalmente como una auténtica utopía.
Nuestra desunión es tan patente, que han acabado por hacer fortuna algunos comentarios
en el sentido de que los músicos deberíamos aprender a defendernos de nosotros mismos.
Huelga decir que esta actitud nos ha perjudicado considerablemente ya que, yendo cada
uno por su lado, cualquier intento de solucionar, o tan siquiera aliviar, los problemas de la
profesión está condenado al fracaso.
En este contexto, el hecho de que una asociación como MUSICAT haya sido capaz de reunir
a un colectivo de cuatro mil músicos, se antoja como algo increíble. Sin embargo, cuenta
con una explicación coherente: se trata de la capacidad de la asociación para ofrecer un
servicio que, en los momentos actuales, resulta casi imprescindible para que los músicos y
los artistas puedan trabajar.
Así, podríamos decir que la necesidad ha hecho posible lo que no pudo conseguir la
solidaridad. Por descontado que hubiera sido mucho más bonito de la otra manera, pero el
caso es que, por un camino o por otro, se haya llegado al destino que se pretendía.
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CAPÍTULO X. EFECTOS SOBRE EL COLECTIVO MUSICAL
REPRESENTATIVIDAD
Sin ningún género de dudas, el hecho de aglutinar un número tan considerable de músicos
y artistas ofrece muchas ventajas que acaban repercutiendo en los socios y en la propia
entidad. Una de estas ventajas, seguramente la principal, es que otorga a la asociación la
representatividad del colectivo en el ámbito territorial de su incumbencia, convirtiéndola en el
interlocutor válido a todos los efectos ante las distintas administraciones y demás empresas
y entidades con las que se pueda relacionar.
Ello permite que cualquier reivindicación o propuesta cuente con muchas más posibilidades
de ser escuchada y también que las administraciones correspondientes tengan a quién
dirigirse en el caso de que pretendan dialogar con el colectivo musical.
La representatividad del colectivo no tan solo resulta eficaz de cara a las relaciones exteriores,
sinó que también ofrece a los propios músicos la oportunidad de tener adonde dirigir sus
sugerencias, peticiones y - ¿por qué no? - reivindicaciones y quejas.
Es de esperar que a través de esta participación, así como del reconocimiento de los servicios
ofrecidos por las asociaciones, los músicos y los artistas se den cuenta de las ventajas que
comporta la unidad de la profesión y acaben por desterrar aquel fatídico espíritu cainita al
que aludíamos hace un momento y que tanto daño ha causado a la profesión.
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CAPÍTULO XI. MANUAL PRÁCTICO PARA ARTISTAS Y MÚSICOS
CAPÍTULO XI
Para poder utilizar el servicio de facturación de las actuaciones a través de las cooperativas,
es condición indispensable ser socio de las mismas, estar al corriente de pago de la cuota
correspondiente, cumplir las disposiciones previstas en los estatutos y haber firmado el
contrato de gestión que regula la relación de las cooperativas con sus asociados.
A partir del cumplimiento de estas premisas, el procedimiento para facturar una actuación
es el siguiente:
PRESUPUESTOS
Con anterioridad a la solicitud de una factura, los socios tienen la posibilidad de encargar a la
cooperativa el presupuesto de gastos de Seguridad Social, IRPF y comisión de gestión que
ésta comportará. La petición deberá cursarse a través de correo electrónico.
SOLICITUD DE FACTURACIÓN
ADVERTENCIAS
Si se trata de una solicitud cursada por una formación musical que tiene cumplimentada la
declaración anual de plantilla, bastará con que el delegado del grupo curse la petición de
forma fehaciente. Si previamente no se ha realizado la declaración de plantilla, la petición de
la factura se deberá cursar a través del correspondiente impreso de solicitud de facturación,
convenientemente cumplimentado y firmado por el delegado del grupo.
Si no se produce ninguna indicación en sentido contrario, la cooperativa aplicará las
desgravaciones en concepto de viajes y dietas que establece la normativa.
El modelo de solicitud de facturación se encuentra a disposición de los usuarios en la web
de la asociación.
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CAPÍTULO XI. MANUAL PRÁCTICO PARA ARTISTAS Y MÚSICOS
DESCUENTO DE FACTURAS DE GASTOS
Las facturas que se presenten para ser descontadas como gastos de la actuación deberán
ser originales, estar emitidas contra la cooperativa encargada de facturar la actuación y ser
presentadas con anterioridad a que la cooperativa inicie los trámites.
ENTREGA DE LA FACTURA
COBROS
Las facturas deberán ser pagadas directamente a la cooperativa que las ha emitido. Si se
diera el caso de que el organizador del espectáculo pagara directamente a los músicos, el
delegado del grupo deberá cumplir el procedimiento siguiente:
PAGOS
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CAPÍTULO XII. MANUAL PRÁCTICO PARA ORGANIZADORES DE ESPECTÁCULOS
CAPÍTULO XII
El hecho de contratar las actuaciones a través de una relación mercantil con otra empresa,
exime al organizador del espectáculo de la obligación de dar de alta en la Seguridad Social
y practicar la retención a cuenta del IRPF a los músicos y artistas contratados, ya que estas
responsabilidades recaerán en la empresa o entidad que le presta el servicio. No obstante,
a pesar de no tener responsabilidades directas en la contratación de los músicos y los
artistas, el organizador mantendría la responsabilidad subsidiaria en caso de que la empresa
emisora de la factura no hubiera cursado correctamente las altas en la Seguridad Social.
Esta responsabilidad se deriva de la disposición de la normativa, en el sentido de que el
organizador del espectáculo tiene la obligación de verificar el cumplimiento de este trámite.
En los casos en que no se cumplan estos requisitos o ante cualquier duda que se le pueda
presentar, el organizador del espectáculo deberá exigir por adelantado a la entidad que le
factura la actuación la relación de músicos y artistas que participan en la actuación y
las altas correspondientes en la Seguridad Social. Solo de esta forma tendrá garantizada
la plena seguridad jurídica ante cualquier contingencia que se pudiera presentar.
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CAPÍTULO XIII. MANUAL PRÁCTICO PARA LOS PROMOTORES,
MÁNAGERS Y REPRESENTANTES
CAPÍTULO XIII
Cuando en la relación contractual entre el organizador del espectáculo y los músicos o los
artistas interviene la figura de un promotor, de un mánager o de un representante, pueden
darse dos situaciones distintas:
B.- Que sea el propio organizador del espectáculo quien contrate directamente a los músicos
y artistas, y que el promotor, mánager o representante intervenga únicamente como asesor
en la contratación.
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CAPÍTULO XIV. CONCLUSIONES FINALES
CAPÍTULO XIV
CONCLUSIONES FINALES
Sin ningún género de dudas las cooperativas han representado una buena solución para los
músicos y los artistas ante la necesidad de facturar sus actuaciones. Asimismo, la solución
ha resultado positiva para el resto del sector musical, ya que, si bien de forma indirecta,
también resultaba implicado en el problema que se había creado. Como ya se ha explicado
en capítulos anteriores, gracias a la gestión de las cooperativas, actualmente los músicos y
artistas ya realizan sus actuaciones de forma habitual estando dados de alta en la Seguridad
Social; los organizadores de espectáculos, promotores, mánagers y representantes pueden
ver garantizada su seguridad jurídica en lo que se refiere a la contratación de músicos y
artistas; las administraciones recaudan los correspondientes impuestos y, en definitiva,
la profesión ha dado un gran paso hacia su normalización y, al mismo tiempo, hacia la
dignificación de su trabajo.
Hay que reconocer que el camino no ha sido fácil. Algunas inercias resultan muy difíciles
de cambiar y por este motivo el discurso en el sentido de que los músicos tienen unos
derechos que hay que respetar y el conjunto del sector musical unas obligaciones que hay
que cumplir, no siempre ha sido escuchado con la atención que cabría esperar.
Finalmente, el rigor en la gestión por parte de MUSICAT y los avales que le han concedido
diversas personas y entidades con suficiente autoridad en este tema, han acabado por
consolidar el sistema de facturación a través de las cooperativas hasta convertirlo en el
modelo general a seguir, no tan solo en Catalunya, sino también en buena parte de las
autonomías que constituyen el Estado español.
Para ser sinceros, tendremos que reconocer que la extensa campaña que la Inspección de
Trabajo ha puesto en marcha últimamente para exigir las altas en la Seguridad Social de
músicos y artistas ha influido en gran manera a la hora de convencer a los más reticentes.
Esta campaña tambien ha resultado decisiva para confirmar la buena gestión de MUSICAT,
ya que las cooperativas respondieron correctamente de las actuaciones que habían facturado
presentando todas las altas solicitadas. A través de esta gestión, quedaron al margen de
cualquier responsabilidad los organizadores de espectáculos que habian confiado en las
citadas cooperativas y los promotores, mánagers y representantes que habían intervenido
en las contrataciones. No ocurrió lo mismo en el caso de diversas actuaciones que habían
sido facturadas por otros sistemas ajenos a las cooperativas, ya que los organizadores,
así como los promotores, mánagers y representantes, tuvieron que responder, como
responsables subsidiarios, de las irregularidades que se habían cometido en la emisión de
diversas facturas.
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CAPÍTULO XIV. CONCLUSIONES FINALES
Debemos ser conscientes de que la verdadera solución del problema solo se conseguirá a
través de una reforma del Régimen Especial de Artistas de la Seguridad Social que facilite
a los organizadores de espectáculos la contratación de los músicos y los artistas a través
de una relación laboral directa. De hecho, la creación de las cooperativas dió respuesta a
la necesidad que tenían los músicos de resolver de una manera rápida y eficaz el problema
que se presentó a partir de la exigencia de facturar las actuaciones.
No obstante, desde el primer momento, el objetivo de la asociación que las creó no ha sido
otro que la consecución de la reforma del sistema de cotización que se ha apuntado como la
solución definitiva. Tanto es así que MUSICAT ya ha elaborado un proyecto de reforma que,
en el momento en que se disponga de un órgano de representación de los músicos a nivel
estatal, propondrá que se presente a las administraciones competentes.
Tal vez esta manera de actuar se podría considerar contradictoria ya que pretende,
aprovechando la representatividad adquirida mayormente a través de las cooperativas,
impulsar un proyecto de reforma que, de prosperar, podría significar la desaparición de
las mismas.
Una vez constituída la federación, será el momento oportuno para presentar los distintos
proyectos que, como el de la reforma laboral, dependen exclusivamente de estas
administraciones.
Una vez se cuente con la representatividad adecuada, tanto a nivel estatal como autonómico,
los músicos estarán en las mejores condiciones para cambiar la situación actual. Partiendo
de esta base, se tratará de avanzar constantemente atendiendo las reivindicaciones del
colectivo hasta consolidar una Ley de la Música como herramienta fundamental para resolver
los problemas endémicos de la profesión y avanzar definitivamente hacia la dignificación de
la misma.
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