Oraciones y Dialogo Con Maria PDF
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Santísimo JOSÉ, tú que eres mi Padre Espiritual, Dirige hacia mí tu mirada llena
de amor. Enséñame a vivir como tú para MARÍA y JESÚS. Haz que crezca sin
cesar en el amor. Haz que alcance un espíritu abierto, que era tu honor y
llévame de tu mano al día más grande de mi vida, mi entrada en el cielo.
Amén. (Gloria).
7. Canción: LO PROMETÍ:
Coro:
Lo prometí, lo prometí, con alegría,
Fiel permaneceré,
Lo prometí, con alegría,
Fiel permaneceré, hijo soy de María.
ORACIONES FINALES
OREMOS:
“Te he dado a MARÍA SANTÍSIMA para que ella te diera, por misericordia lo que yo
no puedo darte por justicia.” (Palabras de JESÚS a Luisa Picarreta)
Dijo: ”Debemos volver a ser capaces de dialogar en todo momento con María
Santísima. No es difícil para las almas grandes ni para las pequeñas. Es la relación
trascendente y sublime que la piedad cristiana concede a los que poseen la fe,
para poder platicar con los que están ya en el paraíso y especialmente con la
REINA DEL PARAÍSO que es MARÍA SANTÍSIMA.”
“Con el transcurso de los años se perdió el aprecio por estos métodos y autores.
¿Quién habla hoy de ellos? Y fuimos olvidando, poco a poco, que MARÍA está muy
cerca a nosotros porque es nuestra MADRE y como tal nos ama, y descuidamos el
trato o dialogo personal y filial con ella. Afortunadamente Pablo VI nos invita a
reanudarla y efectuarla en todo momento”.
¡Madre, yo no soy huérfana porque te tengo a ti, que eres más que Madre, pero los
pobres indios están huérfanos y me parten el alma! ¿No querrás ser su MADRE? Yo
llevaré tu nombre entre ellos, te serviré hasta para rueda del carro que te lleve a
sus corazones. Ábreme los caminos y reinarás en ellos.
Quizás como favor de la SANTÍSIMA VIRGEN, obtuve permiso de mis superiores para
hacer un viaje a Roma, con el fin de interesar al Santo Padre en el asunto de los
salvajes, refiriéndole mi dolor; tanto mi confesor como mi MADRE que vio siempre
en mi afán un designio especial de DIOS me otorgaron la licencia.”
“¡Mira Señora este dinero! -se lo mostraba- Es el fruto de las economías de muchos
años y va a gastarse en hoteles y barcos... Y todo porque Tú, SEÑORA MIA me dejas
sufrir sola y no me haces ese mandado a Roma.
Esto lo decía llorando, y después de enjugarme un poco le dije:
Mira SEÑORA: Esta misma noche, preséntate, te lo ruego, ante el Papa, -ya que Tú
para ello no necesitas esperar recomendación ninguna -y cuando ya el Santo
Padre ponga la cabeza en la almohada, hazle oír los gemidos de los pobres salvajes
del mundo y ¡empéñalo en hacer algo nuevo por ellos!
Digo que me sentí oída por la SANTÍSIMA VIRGEN hasta el punto de que me levanté
y le dije: SEÑORA, suspendo el viaje mientras traes la respuesta del Santo Padre.”
Esperé y sin dejar de rogar, sentía la seguridad del éxito, cuando por allá a los dos
meses llega de Roma, escrita en la fecha que le indique a la SANTÍSIMA VIRGEN,
una Encíclica en la que dice el Santo Padre a los Obispos, que está compadecido
de los salvajes del mundo, y que es preciso que no desperdicien medio que se les
presente para hacer algo que en favor de ellos se les pida.
Esta doctrina ha sido recomendada y vivida por los Papas. Su mensaje se halla en
perfecta concordancia con la orientación dada por el Concilio Vaticano II,
cuando dice que: “la verdadera devoción no consiste ni en afecto estéril y
transitorio, ni en vana credulidad, sino que procede de la verdadera fe, por la que
somos excitados al amor hacia nuestra MADRE y a la imitación de sus virtudes.”
(L.G. 67) Lumen Gentium.
No llevaba corona de espinas, pero de todas las llagas de la cabeza salían rayos
que se esparcían horizontalmente sobre el mundo. Los rayos de las manos, de los
pies, y del costado lucían en color del arco iris y se dividían en líneas muy tenues,
algunos se reunían en haces y se dirigían hacia los pueblos, las ciudades, las casas,
a través del mundo entero.
Los vi por aquí y por allá, a veces lejos, caer sobre toda clase de gente que sufría,
y aspirar sus almas, las que penetraban en la llaga del SALVADOR introduciéndose
en estos rayos coloreados. Los rayos de la llaga del costado caían sobre la iglesia
situada debajo en un raudal muy amplio y ancho. La Iglesia estaba iluminada por
completo, y por esta irradiación vi entrar en el SEÑOR la mayor parte de las almas.
Pero también vi planear en el cielo un corazón rojo, luminoso del que salía un raudal
de rayos blancos que iba a la llaga del costado y otro raudal de rayos que se
esparcía sobre la iglesia y sobre otras regiones; y estos rayos aspiraban almas muy
numerosas, que a través del corazón y la vía luminosa entraban en el costado de
JESÚS. ME FUE DICHO QUE ESTE CORAZÓN ERA MARÍA.
- “Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré pronto. Pero tú quedarás aquí un tiempo
más. JESÚS quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. El quiere establecer
en el mundo la devoción a mi INMACULADO CORAZÓN. A quien acepte esta
devoción, le prometo la salvación; y estas almas serán amadas por DIOS, como
flores puestas en MÍ para adornar su trono...
- Yo nunca te dejaré. MI INMACULADO CORAZÓN será tu refugio y el camino que
te conducirá hasta DIOS.”
“Ya me falta poco para ir al Cielo. Tú quedarás acá para decir que DIOS quiere
establecer en el mundo la devoción al INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.
Cuando sea el momento de decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que DIOS
nos concede las gracias por medio del CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA; que se
las pidan a ELLA; que el CORAZÓN DE JESÚS quiere que, a su lado, se venere el
CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, que pidan la paz al CORAZÓN INMACULADO
DE MARÍA, que DIOS se la entregó a ELLA. Si yo pudiera meter en el corazón de
todo el mundo el fuego que tengo dentro de mi pecho, quemándome y
haciéndome ¡amar tanto el CORAZÓN DE JESÚS Y CORAZÓN DE MARÍA!”
PALABRAS DE LUCÍA
Yo velo por sus vidas; tengo sus problemas en mi corazón; me intereso no solo por
su provecho espiritual, sino también por la prosperidad material de todos sus
miembros. Cuando ustedes consagran una familia a MI CORAZÓN INMACULADO,
es como si abrieran la puerta de la casa a vuestra Madre Celestial, la invitaran a
entrar y le dieran la oportunidad de ejercer su función maternal de un modo cada
vez más fuerte. Por esto quiero que todas las familias cristianas se consagren a mi
CORAZÓN INMACULADO. Les pido que abran las puertas de todos sus hogares
para que yo pueda entrar y asentar mi maternal morada entre ustedes. Entonces
entraré como su MADRE, residiré con ustedes y participaré de toda su vida...”
¿Ves cómo todo te causa y te deja como vacío cuando no haces todas las cosas
conmigo?
Y te preguntas: ¿Pero por qué me ocurre esto tan extraño? ¿No son acaso las
mismas cosas que antes me cautivaban y me absorbían totalmente? ¿Qué ha
ocurrido ahora en mí?
Con el acto de la consagración tú has puesto en mis manos toda tu vida, ahora
ella me pertenece, es Mía. Yo he tomado posesión de ella y ahora, poco a poco
voy transformándola según mi voluntad.
Sin embargo, cuantos hermanos tuyos se dejan guiar y dominar por ellas: ven según
el mundo, viven para el mundo, malgastando así por nada el don de su existencia.
Cuanto dolor sentirás por tantos que hoy hacen vana la redención de mi hijo, todos
los que, sin culpa suya, se descarrían, porque son víctimas ignorantes de estos
errores.
Qué lástima ilimitada tendrás por tantos hermanos tuyos sacerdotes que
abandonándonos a JESÚS y a Mí, no son ya fieles al Evangelio: se hacen
propagadores de muchos errores, solo sienten y juzgan como el mundo juzga y
siente.
Han apostado ya en su corazón, pero aún pueden ser salvados.
Pueden ser aún salvados por Mí.
Y te daré también un nuevo modo de pensar: Pensarás según el corazón de JESÚS
y mi corazón maternal, viendo cada cosa en DIOS y desde DIOS, según el espíritu
de sabiduría. Te daré la sabiduría de corazón.
Consagrado a Mí, debes sentir, ver y pensar como Yo, conmigo, porque quiero
tomar posesión de toda su vida, quiero transformarla, volverla imagen de mi Hijo
JESÚS, el Primogénito de muchos otros hijos míos.
¡Que se dejen formar por Mí, como niños, con mucha confianza y el mayor
abandono!
Entonces, por medio de ellos, volverá a resplandecer la luz del Evangelio en este
mundo invadido por las tinieblas.