NEUROAPRENDIZAJE
NEUROAPRENDIZAJE
NEUROAPRENDIZAJE
¿Qué es la neurociencia?
La neurociencia es el conjunto de disciplinas científicas que
estudian el sistema nervioso, con el fin de acercarse a la
comprensión de los mecanismos que regulan el control de las
reacciones nerviosas y del comportamiento del cerebro.
Existen múltiples disciplinas como la neuroanatomía,
neurofisiología, neurofarmacología, neuroquímica… etc. Es por
ello que la neurociencia debe ser estudiada de manera
integrada y complementaria con el fin de comprender la
complejidad del cerebro.
Aprendizaje y Neurociencia
• El aprendizaje consiste en el
establecimiento de redes neuronales,
para que se produzca un aprendizaje
tenemos que crear la red pertinente. La
manera de crear esa red es utilizando el mismo camino hasta asentarlo. Para ello
debemos relacionar contenidos, reforzar conocimientos, llegar a las mismas conclusiones
(usando los mismos caminos neuronales), utilizando diferentes alternativas de
pensamiento
El estudio del cerebro del niño inherente a la emoción, placer y experimento que forman
parte del neuroaprendizaje. El actual sistema educativo es anacrónico, escolástico y
retrógrado Los niños se aburren, se enseña de la misma manera desde hace 200 años.
Según Prensky y Robinson expertos en educación e inventores de modelos
neurocognitivos que establecen cambios en los patrones conductuales de los estudiantes
que genere un nuevo modelo de aprehensión del saber. El colegio seguía el mismo
patrón: niños que aprendían de memoria los conocimientos para luego repetirlos como
loros. “Necesitamos maestros que preparen a los niños para afrontar los nuevos retos.
Ellos son capaces de transformar el cerebro de los alumnos, tanto física como
químicamente, de la misma manera que un escultor con su cincel es capaz de crear una
figura tan bella. El neuroeducador Francisco Mora expone que los docentes , de acuerdo
con la neuroeducación, deberían comenzar a aprovechar todo lo que se conoce del
funcionamiento del cerebro humano para enseñar mejor. Y eso no engloba solo
matemáticas, lengua o literatura. “Muchas veces formamos a las personas para que sean
grandes profesionales, pero nos olvidamos de que antes tienen que ser personas. Y eso
también quiere decir aprender a disfrutar de su tiempo libre”, considera David Bueno.
Sabemos que no hay cerebro cognitivo que no haya sido filtrado por el cerebro emocional.
Por tanto, insiste Mora, hay que buscar el significado emocional de lo que se enseña, para
que el alumno piense: Siga contándome eso, profesor, que me interesa mucho. “Los
profesores tienen que ser la joya de la corona de un país, porque sobre sus espaldas
recae una enorme responsabilidad. Tienen que estar muy formados y conseguir que los
niños se sientan realmente entusiasmados por lo que aprenden. Porque esa es la base
para crear no solo ciudadanos cultos, sino también honestos y libres”. La neuroeducación
aconseja que durante los primeros años de vida los infantes estén en contacto con la
naturaleza, fuente inagotable de estímulos, pues a esas edades es cuando se construyen
los perceptos, las formas, los colores, el movimiento, la profundidad, con los que luego se
tejerán los conceptos. “Para construir buenas ideas hay que tener buenos perceptos. Son
los átomos del conocimiento, del pensamiento. No podemos entender la educación si no
tenemos en cuenta cómo funciona el cerebro. La neuroeducación es mirar la evolución
biológica y aprender de ella para aplicarla a nuestros procesos educativos”. En los
actuales programas de educación, la forma en que se intenta enseñar a los adolescentes
está totalmente en contra de los códigos del cerebro. A esta edad comienza la enseñanza
de materias como Biología, Química, Física, que deben aprender de manera racional. Sin
embargo, el cerebro de los adolescentes es plenamente emocional. “Desde un punto de
vista evolutivo tiene sentido porque en esta época de la vida, los chicos buscan sus
propios límites e intentan superarlos. Forma parte de una estrategia de supervivencia de
la propia especie”