Michael Mulkay. (1994 - 1979) La Ciencia y El Contexto Social. en Olivé, L PDF

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XI. LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCtAL*

MICHAEL MULK.AY

Por lo general, los sociólogos del conocImIento han prestado


particular atención a la influencia que ejercen los factores sociales
en el trabajo de grupos específicos de productores culturales. Por
ejemplo, Stark ( 1 958) sostiene que la existencia de tradiciones
radicalmente divergentes dentro del pensamiento filosófico, tanto
en Alemania como en la Gran Bretaña, es primordialmente una
consecuencia de diferencias en el medio ambiente sociopolítico.
Asimismo, sugiere que la transición del arte clásico al romántico en
Europa a principios del siglo dieciocho fue fomentada por un
cambio marcado en la posición social del artist" a,
fue un resultado de desarrollos sociales más amplios. Éstos son
típicos de las conexiones entre los productos sociales y la sociedad
que los sociólogos han identificado. No sólo la tasa y dirección del
desarroilo cultural, sino también su contenido, se caracterizan
como directamente dependientes de influencias externas. En el
caso de la ciencia, sin embargo, se ha considerado que los factores
externos ejercen una fuerza menor. En general se ha llegado al
acuerdo de que factores sociales, económicos y técnicos, cuyo
origen reside fuera de la comunidad de investigación científica,
afectan considerablemente la velocidad y dirección del desarrollo
científico (Mendelsohn, 1964; Ben-David, 1971). Pero la mayoría
de los filósofos, historiadores y sociólogos se han mostrado renuen-
• "Science and the Wider Society" apareció origi nalmente como el cap. 4 de

Scirnct and tht Sociology o/KTWWltdge, Ceorge Allen and Unwin, Londres, 1979. La
versión castellana, Cirncia y sociología del conocimiento, la publicó editorial Tecnos,
Madrid. Esta editorial cedió los derechos pan. tn.ducir el capítulo 4.
330 MICHAELMULKAY LA CIENCIA Y EL COJlITEXTO SOCIAL 331

tes a aceptar que dichos factores externos pueden influir sobre el Las revisiones dentro de la visión habitual de la ciencia que se
contenido del pensamiento científico, esto es, sobre sus conceptos, presentaron anteriormente nos permiten reconsiderar la posibili­
descubrimientos empíricos y modos de interpretación (Young, dad de que existan influencias externas directas sobre el contenido I
1973, Lemaine el al., 1976). de lo que los científicos consideran el conocimiento auténtico. Este
Espero que las razones para que ello suceda sean ahora claras. punto queda ahora abierto a la investigación empírica y podemos
Se ha concebido el pensamiento científico como una represen­ acudir a estudios detallados del desarrollo del conocimiento cien­
tación objetiva del mundo físico. Se le ha conferido un ethos a la tífico para ver la medida en que lo influyen, por un lado, las acciones
comunidad científica moderna que reduce a un mínimo las influen­ y productos culturales de los no científicos y, por otro, las acciones y
cias sociales sobre la producción y recepción de las pretensiones de adquisiciones culturales de los científicos mismos dentro de con­
conocimiento, garantizando así la acumulación de conocimiento textos no científicos. Ya no estamos obligados a rechazar estas
objetivo. Dados estos supuestos, no se deben esperar conexiones .posibilidades como incoherentes con el carácter social y cognosci­
directas entre e! ámbito social más amplio y las conclusiones de la tivo de la ciencia. Si bien los sociólogos no han explorado aún estas
ciencia, excepto en aquellos contados casos, como e! de Lysenko, posibilidades, algunos historiadores sociales de la ciencia ya lo han
1I
en donde la intervención externa "distorsiona" los resultados de comenzado a hacer (MacLeod, 1977). En la siguiente sección, por
los cientÍficos Ooravsky, 1970). En consecuencia, cuando los soció­ tanto, examinaré parte del trabajo recientt; dentro de la historia
logos han intentado comprender la relación entre la sociedad y el social de la ciencia. No discutiré el rango completo de las influen­
ámbito social más amplio, han considerado que su tarea central cias externas sobre la ciencia sino que me concentraré en algunos
consiste en demostrar qué ti po de sociedad es más receptiva a la análisis que se ocupan del contenido de la ciencia con el fin de
institucionalización del "etILos científico" y más susceptible de apo- .' establecer relaciones nítidas con el argumento que se desarrolló en
yar a una comunidad de investigación autónoma. los capítulos anteriores.
Ello ha conducido a la tesis que sostiene que las sociedades
democráticas ofrecen el escenario más apropiado para e! desarrollo
científico debido a que tales sociedades ofrecen a los científicos El uso que dan los científicos a los recursos culturales y "externos"
académicos la libertad que requieren para registrar, sin sesgos, los Podemos considerar que los científicos tienen acceso a dos abreva­
hechos del mundo material, y debido a que la ciencia y la democra­ deros culturales fundamentales: el que proporciona la "comunidad
cia comparten valores de los que depende la producción del científica" y el que ofrece el ámbito social más amplio. A medida
conocimiento válida (Barber, 1952; Merton, 1957, p. 522; Hirsch, que la comunidad científica se ha ampliado, sus recursos propios
1961; véase también Polanyi, 195 1 ). Sin embargo, en los dos se han vuelto más extensos. En consecuencia, parece probable que,
capítulos anteriores se han desafiado los supuestos que yacen bajo como sugirió Durkheim, la ciencia se haya vuelto culturalmente
esta línea de razonamiento. Hemos visto que es preferible conside­ más independiente al paso del tiempo. De una manera creciente,
rar el conocimiento científico como un producto cultural contin­ otras subculturas científicas proporcionan recursos interpretativos,
gente, inseparable del contexto social dentro del que se produce. al tiempo que las especialidades dentro de la química y ciencias de
Hemos visto, asimismo, que el supuesto ethos científico es meramen­ la vida explotan los productos de la física y las matemáticas. "A
te parte del repertorio cultural de la ciencia, y en modo alguno medida que la ciencia ha absorbido de una manera creciente los
necesariamente la parte más importante en la creación del conoci­ recursos culturales de las sociedades dentro de las cuales ha flore­
miento científico. Por ende, ya no existe razón alguna para esperar cido se ha vuelto más autosuficiente internamente, con una fertili­
que la ciencia se cree mejor dentro de un vacío social en donde los zación cruzada entre las diversas especialidades que ha sustituido
valores democráticos institucionalizados permitan a los investiga­ los insumos 'totalmente externos' dentro del proceso del cambio
dores desinteresados formular "la única explicación correcta de! cultural" (Barnes, 1974, p. 119).
mundo físico". Pese a esta tendencia, aÍtn es posible observar que la ciencia se
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ji 332 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTE'-"TO SOCIAL 333
1I

apropie de cultura externa. Por ejemplo, los científicos hoy en día tan variado como el temperamento de los científicos" (1973,
1 todavía utilizan de una manera considerable el conocimiento del pp. 384-385).
¡: sentido común que se adquiere en gran medida en el curso de La proposición central, que Holton documenta ampliamente,

I actividades no científicas. Si se observa de cerca a los científicos


dentro de su trabajo, se observará que continuamente oscilan entre
consiste en que el razonamiento informal dentro de la ciencia
depende de presuposiciones básicas que informan y guían el traba­
iI¡l una terminología altamente esotérica y el lenguaje de la vida jo de los científicos y en ocasiones los conducen a conclusiones
"
1\ cotidiana. Así, "los modos de percepción y operación del sentido "erróneas", pero también en numerosos casos les permiten descar­
común constituyen una característica integral y esencial de la práctica tar evidencia contraria en la búsqueda de lo que subsecuentemente
11 científica reconocida" (Elliot, 1974, p. 25). Incluso en las áreas más se considerará la interpretación correcta. Cada científico, arguye
I1
"
sutiles de la física, el razonamiento y el debate informales utilizan Holton, se compromete con un enfoque particular hacia su área de
1;1
l' estudio. Se compromete, por ejemplo, con la noción de discreción
,¡ un amplio rango de nociones interpretativas extraídas del discurso
I1 ordinario; y no solamente del discurso ordinario sobre los objetos atomista o continuidad, con la armonía o el conflicto, con el

I1 físicos sino también sobre las relaciones sociales. Así, las partículas desarrollo o el equilibrio, etc. Holton subraya que estos compromi­
se "a traen" y " repe 1en " entre SI.' Son " capturadas" y "escapan", sos "no son una evolución directa de, ni se pueden resolver en la
'1
!, "experimentan" "fuerzas", "rechazan" o "aceptan" "señales"; "vi­ observación objetiva, por un lado, o en el raciocinio lógico, mate­
1I ven" y "decaen", etc. (Holton, 1973, p. 106). Queda claro, desde mático, o cualquier otra forma analítica, por el otro" (1973, p. 57).
O bien preceden a la interpretación formal, o �ien se les adopta,
11 luego, que dentro de este contexto poco usual, estos términos
I adquieren nuevos significados. No obstante, su significado se sigue sin una prueba formal, para resolver problemas interpretativos. De
hecho, tales compromisos, de los cuales tenemos varios ejemplos
F asemejando a aquél al que los científicos están acostumbrados en
1\J el curso de su vida social cotidiana. Los físicos adoptan estos
arriba, no están abiertos a una prueba o refutación directa; más
bien definen el punto en el cual deja de ser apropiado plantear más
I términos que les son familiares y, por tantoJes proporcionan ideas
preguntas. Ofrecen supuestos que-se<ian-por-hecho y se usan para
que, aplicadas por analogía, les permiten a los físicos razonar a
generar interpretaciones y, así, "franquear la brecha de la igno­
partir de lo conocido hacia lo desconocido (Deutsch, 1959). rancia".
Poco se sabe sobre dichos procesos informales de razonamiento
Independientemente de la consistencia evidente entre este aná­
dentro de la ciencia o de los tipos de recursos que se utilizan. El lisis y el que se desarrolIó en los capítulos anteriores, el punto que
único que ha intentado lIevar a cabo un análisis sistemático de los reviste una relevancia particular aquí es la proposición de Holton
ejemplos históricos con el fin de explorar la' manera en que el que consiste en que este repertorio de temas o presuposiciones I
pensamiento informal contribuye al desarrollo científico ha sido básicas alcanza un lado y otro de las fronteras entre la comunidad
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1
Holton ( 1973). Al igual que los sociólogos cuyo trabajo se discutió científica y el ámbito social amplio. Es parte de una herencia
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'1
en el capítulo anterior, Holton subraya que los procesos informales
tienen una importancia fundamental dentro de la ciencia y que su
imaginativa común. "Es interesante que, en algunas ocasiones,
durante la transformación de las concepciones del ámbito personal
significación no se ha reconocido adecuadamente, en gran medida al público, el científico, tal vez sin saberlo, introduce el compromiso
debido a que los participantes ocultan la transición de la especula­ de su sistema individual así como el de su sociedad dentro de su
ción privada a la demostración formal. Al examinar en detalIe la equipaje supuestamente neutral, indiferente a los valores" (1973,
'manera en que de hecho los científicos lIegan a conclusiones, en p. 1 01 ). Holton muestra que en la ciencia griega los presupuestos
oposición a la forma en que las presentan formalmente, quedamos básicos se tomaban bastante abiertamente del pensamiento social
"abrumados por indicaciones de que muy a menudo no existe un de la época. Se aceptaba que la ciencia era un aditamento de
procedimiento regular, un sistema lógico de descubrimientos, un la filosofía moral. Cuando Holton se ocupa del surgimiento de la
desarrolIo continuo simple. El proceso de descubrimiento ha sido ciencia moderna se encuentra con que los filósofos naturales del
334 MICHAELMULKAY LA CIENCIA Y EL CONTE.'I(TO SOCIAL 335

tiempo de Newton trataron de evadir el tener que afirmar o discutir nario social en el que ocurrieron. En el primer capítulo apuntamos
nociones teológicas u otras "no científicas" que, en la práctica, cómo Stark arguye que la teoría de Darwin es simplemente una
contribuyeron de manera significativa a sus análisis. Ésta es una de explicación concisa de hechos observables y no está abierta, por
las diferencias cruciales entre la ciencia moderna y sus predeceso­ tanto, a un análisis sociológico. De manera semejante, los historia­
ras. En la ciencia moderna se ha ocultado las raíces culturales y dores han distinguido a Darwin de otros escritores de la evolución,
sociales del conocimiento, sobre el supuesto equivocado de que el tales como Lamarck, Chambers y Spencer. Se acepta que las
verdadero conocimiento no debe incluir una confianza en supues­ especulaciones de estos autores, que ahora parecen haber sido
tos ¡nverificables. sumamente inexactas, estaban influidas por factores ideológicos y
Holton (1973) estudia diversos ejemplos para mostrar que la no científicos. Pero se considera que Darwin fue el primero en
conexión cultural entre la ciencia y la sociedad hoy en día no difiere reconocer y describir el mecanismo efectivo del cambio evolutivo.
tanto de la que existía en tiempos de Newton, o incluso de Platón, En consecue'ncia, se presenta su análisis simplemente como una
como se nos ha hecho creer. Existe, en la práctica, un intercambio desprendida respuesta a pruebas objetivas y "se le trata dentro de
cultural continuo entre la ciencia y el ámbito social más amplio. Los un aislamiento relativo en relación con el contexto social e intelec­
recursos interpretativos entran en la ciencia fundamentalmente a tual dentro del cual trabajó" (Young, 1971a, p. 443). Permítaseme
través del pensamiento informal, usualmente con una conciencia demostrar cuán desencaminada está dicha posición.
muy limitada de parte de los participantes en cuanto a sus orígenes Se pueden identificar cinco elementos importantes en la teoría
internos. Se los refina y modifica en el curso de una negociación de Darwin. El primero de ellos es la creencia de que los hechos de
informal y se les permite entrar en los anales públicos de la ciencia la historia natural, la anatomía comparada, la paleontología, etc.,
solamente después de ulla reformulación adecuada. Ni los "hechos se podían explicar mejor mediante una concepción del desarrollo
de la naturaleza" ni la vida social de una comunidad segregada de evolutivo que m.ediame
investigación por sí solos generan estos recursos interpretativos. Se eran estables y habían sido creadas más o menos en su forma
deben entender, al menos parcialmente, como productos de los presente. El segundo elemento es el intento de mostrar que las
procesos sociales de la sociedad en su conjunto. especies de hecho sí cambiaban en el curso del tiempo. Dado que
Si este análisis es correcto, debería ser posible producir dos era imposible obtener evidencia sistemática de tales cambios a
clases amplias de pruebas para apoyarlo. En primer lugar, debería medida que (supuestamente) ocurrían en la vida salvaje, Darwin se
ser posible discernir los paralelos entre el estilo de pensamiento dedicó a observar de cerca a los animales y plantas domésticas. El
dentro de ciertas áreas de la ciencia y el que tiene lugar en otras tercer elemento crucial es el supuesto de que diferentes estructuras
áreas de la producción cultural, como'la pintura o la filosofía-áreas biológicas estaban adaptadas funcionalmente a diferentes tipos de
que están claramente influidas por el contexto social circundante. medio ambiente. En cuarto lugar, Darwin observó un paralelo
Holton comenzó a hacerlo, pero hasta el momento sus pruebas son directo entre el proceso de adaptación en los organismos domésti­
bastante tentativas (véase asimismo Kroeber, 1944). El segundo cos y el que tenía lugar en los escenarios naturales. La selección
tipo de prueba es el que ofrece el estudio histórico detallado de artifuial de ciertas formas biológicas entre animales y plantas
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j,I,
I� desarrollos científicos específicos. Es mi intención ocuparme ahora domésticas, de acuerdo con las preferencias de los criadores y
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del surgimiento de la teoría darwiniana de la evolución, en relación cultivadores, ofreció un modelo para comprender la selección
I con la cual, debido a que representó una revuelta científica impor­ natural que tenía lugar de acuerdo con los requerimientos de

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tante, existe una extensa documentación y el movimiento de las sobrevivencia en la vida salvaje. Finalmente, Darwin aceptaba que
ideas es relativamente fácil de discernir. el mundo de las cosas vivas operaba de una manera uniforme.

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;¡¡I! Tanto los sociólogos como los historiadores en general se han Había, por tanto, regularidades universales en el área de la biología
ocupado del contenido de la teoría darwiniana de la evolución y su así como en los dominios de la astronomía y la física. Así, Darwin

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aceptación como si se tratara de hechos independientes del esce- consideraba que su descripción del mecanismo de la "selección
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. I!
336 MICHAEL MULKAy LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 337

natural" expresaba una ley de la naturaleza. Permítaseme examinar buscar los orígenes sociales de los elementos más específicos del
los orígenes de cada uno de estos elementos. análisis de Darwin.
No hay duda que las teorías de la evolución surgieron a fines del Darwin fue único entre los biólogos de su época en tanto que
siglo dieciocho y principios del diecinueve, en aquellos países diseñó un programa a largo plazo de un registro de detalles de las
donde el capitalismo estaba más avanzado, esto es, en la Europa variaciones en plantas y animales domésticos. Ésta fue su solución
occidental, y particularmente en la Gran Bretaña. Sandow (1938) al problema de mostrar claramente que ciertamente ocurren cam­
ha mostrado claramente que la noción de evolución biológica bios dentro de la estructura biológica y que éstos pueden producir­
gradual y continua ocurrió en dichas sociedades en esa época como se mediante una herencia selectiva. Con este objetivo en mente,
respuesta a la acumulación masiva de nueva información sobre Darwin "reunió datos a una escala de mayoreo ... mediante investi­
plantas, animales y fósiles. Esta información había crecido como un gaciones publicadas, conversaciones con los criadores y cultivado­
producto lateral de desarrollos tales como la exploración mundial. res experimentados y a través de extensas lecturas" (Darwin en
en busca de mercados y del crecimiento de la industria minera. Sandow, 1938, p. 321; véase asimismo Vorzimmer, 1969). La mayo­
Incidentalmente, entonces, la expansión política y económica de la ría de sus observaciones sobre la variación doméstica provenían
Europa capitalista generó evidencia que condujo a la formulación directamente, de hecho, del trabajo de criadores y cultivadores
de nuevas teorías biológicas. Los nuevos datos que obtuvieron (Young, 1971a); y con el fin de ob�ener esta información, Darwin
casualmente los hombres que perseguían asuntos prácticos a me­ invirtió mucho tiempo en conversaciones con hombres de nego­
nudo diferían de las posiciones biológicas establecidas y, para cios, criadores, cultivadores y aficionados al tema. No cabe duda
algunos académicos, implicaban la necesidad de un enfoque inter­ que el tratamiento que Darwin le dio a la variación doméstica estaba
"enraizado en las actividades prácticas de los cultivadores de plan­
pretativo radicalmente nuevo.
tas y los criadores de animales", actividades cuyo éxito se medía,
Para la cuarta década del siglo XIX había surgido un nuevo tipo
no por la validez del conocimiento de sus miembros, sino por el
de especialización dentro de la que se contaba a Darwin, Huxley,
monto de su ganancia financiera (Sandow, 1938, p. 332). Darwin
Hooker y Wallace. Los miembros de esta especialización habían absorbió los supuestos y acciones de estos hombres prácticos; los
tenido acceso a información de primera mano sobre las variaciones incorporó a sus afirmaciones científicas y le ofrecieron criterios
biológicas aprovechando las oportunidades para llevar a cabo para garantizar sus propias pretensiones de conocimiento. Por
investigación de campo que ofrecían a los amatem'S con recursos ejemplo, para afianzar su argumento de que la herencia selectiva
económicos las travesías oficiales emprendidas para mejorar las es la fuente de la variación en los animales domésticos, Darwin se
rutas comerciales y para consolidar los imperios coloniales. Prácti­ refiere al hecho de que "los criadores de animales sonreían" ante
camente todos estos hombres llegaron a creer en la realidad de la cu¡tlquier opinión contraria. De ahí prosigue a citar varios casos en
evolución biológica. De este modo, fue posible que Darwin aceptara los que se obtenían grandes ganancias mediante la cría selectiva y
la idea general de la evolución debido a su posición social, esto es, termina con la afirmación de que "dinero contante y sonante
debido a que pertenecía a una sociedad que tenía acceso, como producido una y otra vez representa una prueba excelente de
nunca antes, a un amplio rango de evidencia biológica, debido a superioridad heredada" (Darwin en Sandow, 1938, p. 332).
que tenía los ingresos suficientes que le permitían dedicarse por Parece, entonces, que el trabajo de Darwin fue posible no sólo
completo a la ciencia, así como a su membresía a una subcultura debido al alto nivel de logros alcanzado en la cría comercial en la
distinta que ya había producido varias teorías sobre la evolución. Inglaterra decimonónica, así como debido a otros aspectos del
¿Pero qué se puede decir en relación con el contenido de la obra desarrollo capitalista ya mencionado, sino también a que sus obser­
de Darwin? Si hemos de entenderla con mayor detalle, debemos vaciones, conclusiones y crit�rios de adecuación en relación con la
hacer algo más que relacionar la teoría darwiniana con las ca­ variación doméstica provenían en cierta medida de los criadores y
racterísticas generales del capitalismo decimonónico. Debemos cultivadores comerciales. La perspectiva de los criadores guió el
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LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 339

razonamiento detallado de Darwin en relación con la variación obligue a aceptar que la variación doméstica y natural sean fenó- '
doméstica y, por ende, sus inferencias sobre la importancia de la menos dentro del mismo dominio. El principio no especifica en
herencia selectiva como fuente de la adaptación evolutiva. Pero la modo alguno el rango de su aplicación. Ello queda ilustrado por el
significación de la relación estrecha entre Darwin y los criadores y hecho de que a Darwin y a Lyell les tomó muchos años llegar al
cultivadores no termina ahí, porque sus procedimientos también acuerdo de que los seres humanos caían dentro del rango de los
le ofrecieron la metáfora central o tema interpretativo que informa fenómenos que abarca la teoría de la evolución. Lyell se oponía a
el resto de su teoría de la evolución. En breve regresaré a esta la idea de que las uniformidades aplicables a los animales se aplican
metáfora. Empero, para entender las fuentes del análisis de Darwin asimismo a los seres humanos. Queda claro, entonces, que si bien
de una manera más completa, debemos hacer una breve digresión Darwin algunas veces afirmaba que seguía un "método verdadera­
para considerar varias otras nociones que tomó del debate teológi­ mente baconiano" y simplemente reunía hechos, efectivamente
co y filosófico en relación con el futuro de la sociedad y el lugar del utilizaba presuposiciones tomadas de los debates filosóficos y teo­
hombre dentro de la naturaleza (Young, 1979). lógicos y las usaba selectivamente para extendet y definir el rango
El uso que Darwin dio a tales nociones es patente en su trata­ de su análisis científico. Ciertamente, este punto se puede llevar
miento de la adaptación. La variación que se encuentra en plantas mucho más allá, porque virtualmente toda noción interpretativa
y animales domésticos es adaptativa en el sentido de que los usada por los evolucionistas biológicos había sido empleada ante­
cultivadores y criadores seleccionan formas particulares de acuerdo riormente en el curso de debates sobre el progreso social y humano
con sus propios propósitos y las demandas del mercado al cual (véase Young, 1 969 y 1971a, para la documentación sobre este
abastecen. No se sigue necesariamente de ello que la variación en asunto).
los escenarios naturales sea asimismo adaptativa. Darwin supuso, Una vez que Darwin concluyó que la variación doméstica equi­
no obstante, que la selección natural y la doméstica eran equivalen­ valía a la natural, completó su teoría extendiendo su interpretación I
tes en este respecto. Adoptó la "suposición tácita de que cada de la cría doméstica a las especies dentro de los escenarios natura­
detalle de la estructura, excepto los rudimentos, daba un servicio les. Al hacerlo, retuvo en un grado sorprendente la terminología
especial, si bien no reconocido" dentro de los medios ambientes de las intenciones y propósitos apropiada para las acciones de los
natural y artificial (Darwin en Young, 1971a, p. 468). Las fuentes de criadores y cultivadores comerciales (Young, 1971a). Incluso en la
esta presuposición parecen haber sido dos. Una fueron los escritos presentación formal de su teoría pedía a su lector concebir la
de William Paley en materia de teología natural, cuya intención era
selección natural como llevada a cabo figurativamente por "un ser
mostrar que un Dios benevolente diseñaba todas las características

I
. infinitamente más sagaz que el hombre", quien operaba sobre las
del mundo natural. Darwin admitió que no era capaz de anular la
poblaciones biológicas en el reino salvaje con el fin de llevar a cabo
influencia de esta creencia, ampliamente sostenida en esa época.
una selección "exclusivamente para el bien de cada ser orgánico"
Dentro de la obra de Darwin se abandona la idea de que Dios
construye activamente cada especie según un diseño preconcebido,
¡- (Darwin en Young, 1971a, p. 461). Esta metáfora persiste a lo largo
I
pero se retiene la idea de que cada punto de la estructura biológica de la exposición de Darwin.
desempeña una función útil.
La segunda fuente fue el principio filosófico de Lyell de la
uniformidad de la naturaleza. Darwin utilizó esta noción para
I
I
Se podría decir que la selección natural somete a un escrutinio cada
variación, incluso la más pequeña, día con día, hora con hora, a través
del mundo, rechazando lo malo, preservando y agregando lo bueno,
argüir que los procesos subyacentes en la variación dentro de los I
I trabajando silenciosa e insensiblemente, donde y cuando la oportuni­
I
escenarios natural y doméstico deben ser idénticos, si bien, desde dad se presente, para mejorar cada ser orgánico en relación con sus
luego, los medios mediante los cuales se seleccionan las variaciones condiciones de vida orgánica e inorgánicas. (Darwin, 1859, p. 84.)
específicas ciertamente difieren. Es importante percatarse de que
no hay nada inherente al principio de la uniformidad que nos La metáfora de la selección natural, que implicaba la existencia de
¡�
I 340 MICHAEL MULKAy LA CIENCIA Y EL CONTE.XTO SOCIAL 341

un agente que ejecutara la selección, le causó muchos problemas a lograr que sus lectores realizaran "el brinco de la fe" que se requería .
Darwin, dado que las reglas de interpretación científica desarrolla­ para ver la adaptación natural y doméstica como procesos equiva­
das en los siglos XVII y XVIII habían intentado descartar el antropo­ lentes (Young, 1971a).
morfismo del repertorio científico. De hecho, en parte sobre estas He sugerido, entonces, que la forma del argumento que usó
bases, esquemas de evolución anteriores como el de Lamarck, se Darwin al ocuparse de la selección natural fue una consecuencia de
habían considerado insatisfactorios . En consecuencia, Wallace, su compromiso con la perspectiva antropomórfica de los criadores
Lyell y otros comentadores con una disposición positiva, criticaron y cultivadores comerciales y de su incapacidad para ofrecer eviden­
a Darwin por usar este tipo de terminología y por pensar de una cia empírica detallada para apoyar una tesis de la que estaba
manera "no científica". Pero Darwin, si bien revisó de hecho todo personalmente convencido pero la cual era incapaz de demostrar
el texto original de El origen de las especies para ediciones subsiguien­ fOl:malmente. De este punto se sigue que la descripción de Darwin
tes, no efectuó grandes cambios para reducir este elemento en su del mecanismo de selección natural, la pieza clave de su teoría, no
análisis. La negativa de Darwin de cambiar su forma de presenta­ se puede tratar simplemente como una afirmación concisa de
ción es particularmente sorprendente debido a que creó cierta regularidades observadas en la naturaleza. Ocupémonos ahora
confusión con respecto a lo que se consideraba "la única novedad" brevemente de cómo Darwin y Wallace -<¡uien llegó de una manera
en su análisis, a saber, su descripción de los mecanismos de la independiente a la misllla conc\usión- llegaron a las "leyes de la
selección natural. Mientras que Darwin profesaba que la "selección selección natural". En primer lugar, queda claro que no llegaron
natural" era una metáfora para las leyes objetivas e impersonales gradualmente a través de una acumulación sistemática de evidencia
de la naturaleza, muchos de sus lectores tomaron la frase literal­ a sus formulaciones, si bien fueron precedidas de una larga reco­
mente. Una razón que Darwin dio para mantener de cualquier lección de datos. Tanto Darwin como Wallace habían contado
manera el término 'selección natural' fue que "se usaba constante­ durante largo tiempo con suficientes pruebas para convencerse de
mente en todas las obras sobre crías y cultivos" (Darwin en Young, que la evolución natural tenía lugar, y estaban buscando una
1971a, p. 464). Esta justificación ilustra el fuerte compromiso de explicación, cuando experimentaron un momento dramático de
Darwin con la perspectiva de los criadores y cultivadores. Pero debe iluminación al efecto de que las "leyes" de Malthus que regían las
haber habido otras consideraciones involucradas que den cuenta poblaciones humanas se podían aplicar aún con mayor fuerza a la
de su uso general de un vocabulario voluntarista y de su renuencia vida animal y vegetal. Como resultado, súbitamente contemplaron
a abandonar su metáfora, una vez que se había demostrado que el cuerpo de observaciones disponibles a partir de una nueva
había logrado confundir, más que aclarar, su argumento. Una de perspectiva.
dichas consideraciones fue que la metáfora de Darwin le permitió Aquí hay evidencia clara de un pensamiento informal, cierta­
evitar tener que de71lostmr que la variación natural y la doméstica mente subconsciente, del tipo de interruptor gestalt que subrayaron
eran equivalentes; tal demostración era imposible. La evidencia Hanson, Kuhn y Holton. En este caso, se vio de pronto que un
disponible en relación con la variación natural era insuficiente para problema interpretativo importante dentro del campo de la bio­
establecer la conexión. Así, Darwin usó la metáfora de la selección logía era solucionable desplazando conceptos de otra área de
natural y una terminología derivada del trabajo de los criadores y actividad cultural (Schon, 1963). Con el fin de entender esta
cultivadores para superar una brecha importante dentro de su transferencia de ideas, es importante percatarse de que Malthus era
argumento. Empezó con la selección artificial y ejemplos familiares el autor más ampliamente discutido en la Gran Bretaña en los
con el fin de convencer a sus lectores de que las formas biológicas primeros años del siglo XIX. El análisis de Malthus desempeñó la
podían ser seleccionadas de acuerdo con requerimientos externos. función de un recurso cultural básico dentro de numerosas áreas
Supuso que en los escenarios naturales las formas biológicas esta­ de la vida intelectual en esa época. Más aún, no sólo los escritores de
ban adaptadas funcionalmente; y utilizó el lenguaje de la selección la evolución utilizaron su argumento, sino que se usó de diversas
doméstica en su análisis de los contextos naturales con el fin de formas. El propio Malthus arguyó que el crecimiento de las pobla- l
342 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 343

ciones humanas podría impedir que el progreso social continuara la situación y siempre lo sería. Así, lo que Darwin y Wallace hicieron
más allá de un cierlo nivel. Paley utilizó el mismo argumento para fue trasladar al dominio de la biología una interpretación que había
mostrar que las especies biológicas eran estables; Lyell se basó en recibido su impulso yjustificación a partir de una consideración de
Malthus para demostrar cómo se eliminaban algunas especies; en fenómenos sociales. Sin embargo, llevaron a cabo esta trasposición
tanto que Darwin y Wallace usaban la misma idea básica para dar sin contar con la evidencia detallada necesaria para documentar las )
cuenta del origen de las especies. Malthus, sin duda, había dado con leyes biológicas que se tenía que suponer que operaban si habría
una formulación interpretativa poderosa, de múltiples propósitos. de aceptarse la interpretación malthusiana. Darwin ya estaba con­
Algo en la doctrina malthusiana fascinó las mentes británicas vencido del cambio evolutivo y de la equivalencia entre la adapta­
decimonónicas educadas y expresaba lo que Holton llamaría "el ción doméstica y la natural; le faltaba una formulación que pudiera
estilo de pensamiento de la época". explicar la adaptación en escenarios naturales y ofrecer un paralelo
La tesis de Malthus surgió a partir del debate de fines del siglo con las acciones de los criadores y. cultivadores de poblaciones
XVIII sobre la naturaleza del hombre y el futuro de la sociedad. domésticas. Dado que no contaba con evidencia detallada sobre la
Escritores utópicos como Godwin y Condorcet habían argüido que cual construir un cuadro de cómo funcionaba la "selección natural"
el hombre es infinitamente perfectible, que la razón humana es (se podía suponer que esta falta de evidencia se debía al hecho de
suprema y que la armonía social completa es alcanzable. Esta que el proceso era muy lento y debido a que el registro de fósiles
concepción del progreso social fue un tema dominante en el siglo era fragmentario), Darwin completó su análisis adoptando la tesis
XVIII. Malthus argumentaba, en contraste, que la perfectibilidad ya construida y disponible en Malthus. Pero, si bien la doctrina
humana y la social estaban limitadas por la operación de una ley malthusiana podía rediseñarse para cumplir con los requerimien­
básica de la sociedad, a saber, que en tanto la población tiende a tos de Darwin, no ofrecía más que una fórmula interpretativa
crecer geométricamente, los medios de subsistencia aumentan sólo general. No sorprende, dados sus orígenes en el debate social, que
aritméticamente. Se sigue que el crecimiento de la población el argumento de Malthus no pudiera acercar a Darwin, por ejem­
siempre sobrepasará la subsistencia y se mantendrá a raya sólo plo, a especificar cómo se transmitía la herencia o cómo estructuras
mediante la eliminación de los "pobres e ineptos" a través de particulares pueden habérselas con las presiones del medio am­
agentes inmisericordes como el hambre y la pobreza, el vicio y el biente.
crimen, la peste y la hambruna, la revolución y la guerra. Darwin y
Wallace tomaron esta parte central del análisis de Malthus y la Al proponer la teoría de la evolución a través del mecanismo de la
selección natural, en realidad no ofrecía ningún mecanismo. Más bien,
aplicaron a la selección de organismos biológicos dentro de esce­
ofrecía una descripción abstracta, a un nivel general, de cómo se pueden
narios naturales. Se consideraba que las formas biológicas mejor
preservar variaciones famrables. Tmía que mantener su descripción a
adaptadas sobrevivían dentro de la lucha por la vida en el medio un cierto nivel de abstracción dado que, como él mismo confesó, no
salvaje exactamente de la misma manera en que se pensaba que los podía especificar las leyes de la variación ni los medios precisos a través
individuos más aptos sobrevivían bajo los rigores de la industriali­ de los cuales se preservaban las variaciones. La aceptabilidad de su
zación en la Gran Bretaña del laissez{aire o bajo presiones equiva­ explicación dependía de su posibilidad y habilidad para explicar en
lentes en otras sociedades. términos muy generales el tiPo de proceso involucrado (Young, 1971a,
El argumento original de Malthus tuvo tanta influencia debido p.469).
a que les confirió sentido a algunos de los cambios sociales pertur­
badores que acompañaban a la industrialización y debido a que Darwin, entonces, se convenció de una manera informal del para­
explicaba estos eventos como consecuencias inevitables de la ley lelo entre los procedimientos selectivos de los criadores y cultiva­
natural (Sandow, 1938). Numerosos miembros de la sociedad dores y de los efectos de las presiones malthusianas sobre las
decimonónica estaban comprometidos en una lucha amarga por la especies en el medio salvaje: pero no podía mostrar en detalle cómo
existencia. Malthus intentaba mostrar que ésta había sido siempre funcionaban la selección natural o la artificial. Al formular su teoría,
344 MICHAELMULKAY LA CIENcrA y EL CONTEXTO SOCrAL 345

por tanto, ocultó las lagunas de su conocimiento de las leyes supusiera que la marcada desigualdad, la ausencia de legislación en
malthusianas naturales, como ocultó la suposición de que la varia­ materia de beneficios sociales, etc., características de la Gran Bre­
ción natural y la doméstica son equivalentes, mediante el uso de la taña decimonónica, eran características necesarias de la sociedad.
metáfora antropomórfica y el dispositivo figurativo del "ser más Solamente bajo este supuesto era posible ocuparse de la formula­
sabio". No obstante, pese a la falta de evidencia, el argumento ción de Malthus como una ley natural de la sociedad lo suficiente­
metafórico y el debilitamiento continuo de sus afirmaciones más mente establecida para ser traspuesta al reino biológico. Existen (,
importantes como resultado de las críticas, la teoría de Darwin gozó algunas bases, por tanto, para sugerir tentativamente que el uso de
de una gran influencia y tuvo mucho éxito en aumentar la acepta­ la doctrina malthusiana que le dieron Darwin y sus colegas fue
ción de la idea general de la evolución orgánica. Dos factores posible debido a que compartían una serie de suposiciones subya­
parecen haber contribuido de una manera significativa a este éxito. centes en relación con la naturaleza de la vida social, derivadas de
Por un lado, como Young (1971a) ha mostrado, la terminología características dominantes de su propia sociedad; y que presuposi­
voluntarista de Darwin facilitaba la formulación de una posición ciones semejantes contribuyeron a la influencia de los escritos de
teológica que pudiera abarcar sus conclusiones. Se llegó á ver a Dios Malthus y al éxito de la teoría de la evolución.
como el "ser más sabio" que había diseñado las leyes de la natura­ El caso de la teoría darwiniana parece ilustrar la mayoría de los
leza con el fin de asegurar la adaptación benéfica de las formas puntos principales que propone Holton. Se llegó a conclusiones
biológicas. Pero igual importancia tuvo la confianza de Darwin en científicas fundamentales median U; procedimientos de razona­
el argumento malthusiano que los victorianos encontraban tan miento informales y metafóricos, los cuales, pese a arduos esfuerzos
persuasivo. Como hemos visto, la única parte novedosa de la teoría de formalización, dejaron rastros claros sobre la forma y contenido
de Darwin fue su aplicación del argumento malthusiano para dar de las pretensiones del conocimiento siguientes. Los científicos
cuenta del surgimiento de nuevas especies (si bien la técnica de acudieron intuitivamente a recursos interpretativos externos que
investigación de Darwin consistente en recolectar datos de criado­ usaron para definir la naturaleza de sus problemas intelectuales y
res y cultivadores era, asimismo, excepcional). Parece, entonces, para llenar las lagunas en su análisis. Las interpretaciones impor­
que la combinación de la hipótesis de la evolución con la poderosa tantes propuestas no se basan directamente en la observación de
tesis malthusiana que pretendía mostrar cómo funcionaba de he­ los fenómenos biológicos. Más bien, procedían de actividades
cho la evolución, fue lo que volvió tan convincente el argumento prácticas y del área más amplia del debate filosófico, teológico y
de Darwin para algunos, y una fuente de consternación para otros. social que proporcionaba el marco dentro del cual se le dio un
La fuerte confianza de Darwin en Malthus, y en menor grado en significado científico a las observaciones. Durante la época en la
otros evolucionistas, es particularmente interesante porque parece que surgió la tesis darwiniana parece haber habido un cuerpo de
haberse basado en ciertas suposiciones sobre la naturaleza de su ideas relacionadas, asociadas con el tema de la lucha y la adapta­
sociedad. Ello se puede observar claramente en el caso de Wallace. ción, que fue el recurso interpretativo fundamental para una
A fines de la década de 1870, Wallace leyó y se convenció de la variedad de empresas intelectuales. Cuando miembros de la espe­
interpretación socialista de la sociedad de Henry George. Wallace cialización en la investigación biológica las adoptaron, se realizaron
\legó a creer que la cooperación y reformas voluntarias eran fuerzas esfuerzos para separarlas de sus orígenes sociales y para diseñar
sociales importantes que podían sustituir la lucha y la competencia formulaciones en las que, en la medida de lo posible, se les pudiera
como agentes centrales del cambio social. A medida que Wallace presentar simplemente como descripciones de regularidades ob­
modificó su visión de la base de la vida social, rechazó el análisis de servadas (Young, 1971a). En consecuencia, se ha ocultado gra­
Malthus. Llegó a ver que la teoría de Malthus no tenía influencia dualmente las suposiciones subyacentes originadas en relaciones
"alguna en las vastas cuestiones sociales y políticas que se han sociales específicas (como aquéllas entre Darwin y los criadores y
apoyado en referencia a ella" (Wallace en Young, 1969, p. 133). cultivadores), o en características más amplias de la sociedad (como
Esto parece mostrar que Malthus era convincente sólo mientras se las implicadas en la doctrina malthusiana). Como resultado, la
346 MICHAll MULKAY
LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 347
mayoría de los sociólogos y numerosos historiadores han aceptado energía en la física del siglo diecinueve (Brush, i 967; Elkana, 1974);
como buena la propia explicación baconiana de Darwin del status la teoría de la relatividad (Feuer, 1971; Holton, 1973); la teoría
epistemológico de sus conclusiones. Por tanto, no se han percatado cuántica (Forman, 1971; Holton, 1973), y la química orgánica de
de la fragilidad de la base observacional de la teoría de Darwin y de hoy en día (Slack, 1972).
la medida en que gran parte de la aceptación de sus afirmaciones Podemos tener la certeza, entonces, de que el análisis de la teoría
dependía del compromiso con presuposiciones compartidas. Dado darwiniana sí ejemplifica procesos que ocurren en las ciencias "más
que la teoría de Darwin influyó sobre tantos aspectos de la biología duras" y en este siglo. Parece posible, por tanto, suplementar la
moderna, bien puede suceder que alguna versión de estas presu­ explicación bosquejada en el capítulo 3 de los procesos de la
posiciones se haya interconstruido dentro de la cultura técnica de producción de conocimiento dentro de la comunidad de investiga­
la ciencia biológica (véase Rose y Rose, 1976, capítulo 6). ción con un análisis más macrosociológico (Stark aboga por este
En las páginas anteriores he examinado un caso en suficiente tipo de enfoque general, 1958), sibien, desde luego, se requiere un
detalle con el fin de ser convincente, en lugar de ojear superficial­ análisis comparativo mucho más extenso del que se puede intentar
mente varios ejemplos. Al lector crítico, sin embargo, le puede aquí. Una manera de relacionar los procesos internos y externos
parecer que se ha confiado demasiado en esta sección en un solo puede ser a través de la noción de "fracaso interpretativo". En otras
ejemplo. El caso de la teoría darwiniana puede resultar confuso en palabras, parece p robable que los científicos acudan a otras áreas
dos sentidos. En primer lugar, como hice notar anteriormente, la culturales cuando los problemas interpretativos básicos resultan ser
comunidad científica se ha vuelto crecientemente capaz de satis­ particularmente difíciles de resolver con los recursos existentes. En
facer sus propios requerimientos culturales durante aproxima­ tales situaciones, es probable que los científicos busquen más allá
damente los cien años pasados; y la investigación biológica, en de su propia comunidad y acudan a otros cuerpos de análisis
particular, se ha vuelto indudablemente más especializada, más relativamente sistemáticos y coordinados, o bien a tradiciones
\ \. '
\
técnica y menos ligada directamente al debate social amplio de prácticas coherentes. Si bien el fracaso interpretativo parece haber
\
lo que lo estaba en la época de Darwin. De modo que podría estado involucrado en el caso de la teoría cuántica así como en el I

parecer que la ilustración darwiniana resulta anticuada. En segun­ de la teoría darwiniana, no siempre parece estar presente. El factor
do lugar, puede ser que la biología decimonónica haya estado más crucial en el caso de la química orgánica parece haber sido la larga
abierta a la influencia externa (o menos separada de lo que ahora relación entre la comunidad de investigación y la industria química.
consideramos distintas áreas del discurso) de lo que nunca lo han Ello constituye un recordatorio útil de que las demandas externas
estado la física o la química, ciencias que se encuentran más alejadas que expresan intereses de grupos pueden influir en la manera en
intelectualmente del ámbito social. Existe una módica cantidad de que los científicos conceptúan su campo, independientemente de
verdad en ambas proposiciones. La comunidad de investigación los recursos culturales externos (véanse asimismo Nelkin, 1977,
académica ha sido capaz de alcanzar una autonomía y una segrega­ para una discusión de la ecología, yjohnston, 1978, para una visión
ción social considerables; y los lazos entre el pensamiento científico más general). Más alm, grupos sociales llevan consigo cuerpos de
y la vida social han tendido a ser más obvios en el caso de la biología cultura y a menudo el movimiento de recursos culturales está
que en el de la química o la física. No obstante, en años recientes mediado a través de las relaciones entre las colectividades. (Esto se
se han completado varios estudios históricos de ejemplos que aplica probablemente en menor grado al conocimiento del sentido
muestran que la influencia externa sobre el contenido de la ciencia común que desempeña un papel misterioso dentro del pensamien­
no se ha confinado al pasado distante ni a las ciencias de la vida to científico que no se ha podido desentrañar aún.) Sin embargo,
(véase asimismo Young, 1971b, y Rose y Rose, 1976, sobre la se puede decir que, para estas alturas, ya he establecido la afirma­
biología moderna). Permítaseme simplemente listar algunos de los ción general de que el contenido de la ciencia se afecta por factores
campos en los que se ha presentado un ejemplo razonable y remitir sociales y culturales originados fuera de la ciencia. En la siguiente
al lector a las fuentes dadas: termodinámica y la conservación de sección consideraré el movimiento de los recursos culturales en la
348 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 349

dirección opuesta, es decir, a partir de la comunidad científica hacia decisiones están de terminadas por cálculos de influencia, poder,
la sociedad más amplia. Nos encontraremos con que las relaciones o ventajas electorales, y un dominio de 'conocimiento puro' en
sociales estructuradas y los intereses de grupo tienen una impor­ donde las decisiones están determinadas por cálculos de cómo
tancia crucial para comprender los procesos involucrados. instrumentar valores sobre los que se está de acuerdo, con raciona­
lidad y eficiencia, parece ... que el dominio político se reduce y el
dominio del conocimiento crece... " (Lane, 1961 , pp. 612; véase
El uso de la cultura científica en los escena,ios políticos exte17ws asimismo Bell, 1960). Dada la concepción sociológica tradicional
Una preocupación central dentro de la sociología del conocimiento de la ciencia, esta línea de argumento, algunas veces llamada la tesis
ha sido mostrar cómo la sociedad en general influye sobre la del "fin de la ideología", result.1 bast.1nte razonable. Los supuestos
producción del conocimient.o especializado. En la l¡ltima sección sobre los que se basa son, sin embargo, claramente incoherentes
intenté mostrar que la ciencia no necesita estar exenta de este tipo con el enfoque que he venido desarrollando. Permítase me demos­
de análisis. Un segundo objetivo importante de la sociología del trar, por tanto, los puntos en los que el argumento resulta inade­
conocimiento ha sido explorar cómo se usa el conocimiento en el cuado y cómo podemos caracterizar con mayor exactitud la manera
curso de la actividad política. Ahora me ocuparé brevemente de en la que los científicos emplean sus recursos culturales dentro del
este segundo tema. Las explicaciones de los sociólogos de la ciencia contexto político.
y del proceso p¿lítico se han formulado de acuerdo con las suposi­ Dentro del análisis tradicional de la ciencia y la política que ha
ciones acostumbradas en relación con el carácter del conocimiento conducido a la tesis del "fin de la ideología", la cultura científica
científico y la naturaleza del ethos científico (véase Blume, 1974). entra bajo la forma de un conjunto estándar de normas sociales y r
Como resultado, se ha considerado que la ciencia y los científicos bajo la forma de un conocimiento independiente de contextos.
ocupan una posición especial dentro de la vida política. Permítaseme discutir las normas sociales primero. Estas normas se
En primer lugar, se ha supuesto, con escaso reconocimiento de han concebido, típicamente, como hemos visto, como un conjunto
la necesidad de una documentación empírica detallada, que los de reglas que especifican directamente ciertos tipos de acción
científicos son los portadores de un tipo de conocimiento que no social. Dentro del dominio del análisis político, se ha considerado
se afecta por el contexto social dentro del cual se usa. "En general que dichas normas obligan a los científicos a adoptar una preocu­
se cree que las teorías, modelos, procedimientos y fórmulas de la pación desinteresada, políticamente neutral, por los datos objeti­
ciencia... permiten a alguien entrenado en su uso calcular simple­ vos. Se ha considerado que un compromiso activo con la política ,
mente una respuest.. correcta y directa" (Mazur, 1973, p. 251). En es ajeno a los científicos y resulta "esencialmente destructivo de la
segundo lugar, se ha acept.1do que las supuestas normas de la tarea científica" (Haberer, 1969, p. 1). Sin embargo, hemos visto
ciencia, tales como el elemento de desinterés y universalismo, que los recursos normativos de la comunidad científica no se
requieren que los científicos actl¡en de una manera políticamente limitan de ninguna manera a aquellos que se han aceptado habi­
neutral y que los científicos continúen observando estas normas tualmente como definitorios del ethos científico. Además, hemos
fuera de la comunidad de investigación (Barber, 1952; Brooks, visto que las normas de la ciencia se conciben de la mejor manera,
1964; véase también Ezrahi, 1971). no como prescripciones claras que especifican ciertos tipos de
Queda claro que, si estos dos supuestos son correctos, la cre­ acción, sino como formulaciones verbales estandarizadas a partir
ciente participación de los científicos en la esfera política pro­ de las cuales los científicos seleccionan algunas con el fin de
bablemente cambiará radicalmente el carácter del proceso político establecer interpretaciones de sus acciones apropiadas a contextos
(Lakoff, 1977); esto es, el área de "la política y la ideología" se sociales particulares. Hay una variedad de estudios históricos dis­
, reducirá, y tal vez, con el tiempo, se eliminará a medida que el rango ponibles sobre las relaciones entre ciencia y gobierno, particular­
de aplicación del conocimiento científico certificado se extienda. mente en los Estados Unidos, que son coherentes con esta posición
Así, "si uno piensa en un dominio de 'política pura' en donde las revisada de la cultura científica; muestran que cuando los científi-
350 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTE>..'TO SOCIAL 351

cos han incursionado en el contexto político utilizan de una manera les ha concedido, un apoyo extenso y creciente en términos de
selectiva su repertorio cultural de un modo que ha extendido sus fondos para investigaci6n, facilidades educativas y personales, au­
i ntereses colectivos. Han usado sus recursos para construir una nados a una vigilancia mínima del exterior -particularmente con
imagen o ideología política particularmente apropiada para el respecto a un control sobre la actividad elitista de investigación
escenario "democrático" estadunidense. pura. El argumento que han esgrimido los científicos en el curso
En la primera mitad del siglo diecinueve los científicos estad u­ de dichas negociaciones ha llegado a alcanzar una forma bastante
nidenses no presentaban una imagen uniforme de la ciencia en sus estandarizada (Greenberg, 1969; Tobey, 1971; Haberer, 1969;
relaciones con los legos. Ello parece haber sucedido porque estaban Weingart, 1970). Se ha argüido no s610 que e! conocimiento
involucrados con una variedad de públicos legos, y, como resulta­ científico es intrínsecamente valioso, sino asimismo que, debido a
do, producían diversas explicaciones de lo que era la ciencia, lo que que es el único tipo válido de conocimiento, necesariamente con­
debía ser, y el pape! que desempeñaba dentro de la sociedad. A duce a un beneficio práctico. Se describe la ciencia como única en
medida que avanzó e! siglo, sin embargo, y a medida que la su adquisición acumulativa de hechos incuestionables, los cuales se
comunidad científica surgió crecientemente como una entidad obtienen siempre y cuando se les permita a los científicos acercarse
social separada, empezó a cristalizar una visión más coherente. al estudio de la naturaleza con valores que plieguen las tendencias
humanas hacia algún sesgo, prejuicio o irracionalidad. Los científi­
Anteriormente, la ciencia se había "vendido" al público en términos de cos, a su vez, describen estos valores en términos tales como
su contribución a valores estadunidenses importantes -utilitarios, igua­ independencia, disciplina emocional � imparcialidad, objetividad,
litarios, religiosos- o incluso como un medio de control social, de una actitud crítica, etc., que son virtualmente idénticos a los que se
acuerdo con la mejor estimación que el conferenciante hacía de su usan en el análisis sociológico habitual. Más aún, el paralelo no
público. Pero en la década de 1870, por primera vez, grandes cantidades termina aquí; porque los científicos mismos han argüido explícita­
de portavoces científicos comenzaron a articular un resentimiento por
mente, varias décadas antes que los sociólogos de la ciencia lo
esta dependencia de valores externos a la ciencia. Esa década, en una
palabra, presenció el desarrollo, como una ideología generalmente
hicieran, que la ciencia y la democracia eran especialmente compa­
compartida, de la noción de la ciencia por la ciencia misma. (Daniels,
tibles debido a su búsqueda de valores comunes y su reconocimien­
1 967, p. 1 699.) to común de la necesidad de la autonomía científica (Mulkay,
1976a). Por ejemplo, durante las décadas de 1920 y 1930 en los
Esta ideología se elaboró y formalizó más aún, a lo largo de los años, Estados Unidos, un influyente grupo científico de presi6n buscó
particularmente en el curso de negociación política en materia de activamente obtener una aceptación dentro del gobierno y entre el
apoyo para la ciencia. _público en general para la noción de que "la democracia estaduni­
Desde fines del siglo diecinueve hasta nuestros días, uno de los dense es la versión polí�ica del método científico" (Tobey, 1971,
factores cruciales que han influido sobre las relaciones entre los p. 13).
científicos y e! gobierno ha sido el incremento acumulativo en el Cuando los sociólogos comenzaron por vez primera el estudio
tamaño de la comunidad científica y en e! costo de la investigación. de la comunidad científica, parecen haber tomado tales pronuncia­
De manera creciente, los científicos han reconocido que solamen­ mientos públicos de los científicos más o menos directamente, y
te e! gobierno central puede ofrecer fondos en la escala suficiente haber modelado su propio análisis con base en ellos. Tal parece
para preservar la búsqueda del conocimiento científico (Price, que los sociólogos carecían notablemente de una dosis de escepti­
1963; Sklair, 1973). Al mismo tiempo, los científicos han luchado cismo en relaci6n con las afirmaciones públicas de los científicos
vigorosamente, y con un éxito considerable, para mantener lo que en comparaci6n con las de otros grupos -probablemente debido
Gouldner llama la "autonomía funcional" alcanzada por la ciencia a que los sociólogos aceptaban sin cuestionamientos la epistemolo­
académica o "pura" durante el siglo pasado. En el curso de sus gía oculta de la cual las explicaciones de los científicos extraían gran
negociaciones con el gobierno, los científicos han luchado por, y se parte de su fuerza. A la luz del análisis de los capítulos anteriores,
352 MICHAELMULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 353

sin embargo, podemos ver que la típica explicación de los científi­ negociación política en relación con la ciencia misma. En este
cos en lo referente a la naturaleza de la ciencia y los valores último contexto, los científicos se asemejan a otros grupos que
científicos es bastante inadecuada. No podemos aceptar, por ende, persiguen sus intereses seccionales y desarrollan una ideología con
que los científicos hayan usado estas formulaciones estandarizadas el fi n de mejorar sus oportunidades de éxito. ¿Pero qué sucede con
dentro de un contexto político simplemente porque eran exactas las situaciones en las que los propios· intereses de los científicos en
o eran las únicas disponibles. Dado que los científicos pudieron tanto que comunidad no están involucrados directamente y en los
haber derivado explicaciones bastante diferentes, y sin embargo que participan los científicos meramente como proveedores de
enteramente admisibles a partir de su repertorio cultural, parece conocimiento certificado? De argumentos anteriores en relación
razonable concluir que se eligió esta versión particular porque con la dependencia de un contexto que guardan las afirmaciones
ayudaba a los científicos a alcanzar sus objetivos centrales dentro del conocimiento, parecería seguirse que el uso que le dan los
del contexto político de los Estados Unidos. Porque si los científicos científicos a su repertorio técnico no diferirá en principio del uso
seleccionan descripciones yjustificaciones a partir del vocabulario que le dan a las formulaciones sociales; esto es, la manera en que
disponible de acuerdo con sus intereses y la naturaleza del contexto los científicos interpretan y se basan en sus habilidades fuera de la I
social dent1"O de su propia comunidad, esto es, al tratar con personas comunidad de investigación variará segíln el escenario social den­
que poseen experi�ncia de primera mano del mundo social de la tro del cual operan y con su posición dentro de dicho escenario.
ciencia, hay toda la razón para esperar que harán algo semejante En años recientes se han llevado a cabo estudios detallados del
en el curso de su interacción con los legos, quienes se verán en uso que se da al conocimiento científico dentro del curso del debate
mayores dificultades para cuestionar sus explicaciones. Ciertamen­ político. La conclusión fundamental de estos estudios consiste en
te, queda claro que los científicos han usado su retrato estándar de que el conocimiento científico no reduce el ámbito de acción 1
la ciencia para justificar afirmaciones políticas (Greenberg, 1969). política, sino que más bien se convierte en un recurso que se puede .
Así, el elemento epistemológico se ha usado para justificar un interpretar de acuerdo con objetivos políticos. Ello queda claro, por
apoyo creciente para la ciencia: "La ciencia debe mantenerse sana ejemplo, en el estudio de Nelkin de la controversia del lago Cayuga
porque es la única fuente de conocimiento válido." Y la descripción (1971; 1975). La cuestión científica en este caso giraba alrededor
de los supuestos valores de la ciencia se ha usado parajustificar su del efecto que traería al medio ambiente construir una planta
autonomía continua: "La ciencia posee un código ético claro que nuclear en el lago Cayuga. La compañía eléctrica del estado,
solamente se perturbará por una intervención externa. Tal inter­ después de que los científicos la desafiaron en esta cuestión, gastó
vención sólo puede conducir a la distorsión de los resultados más de un millón y medio de dólares en investigaciones. Los
científicos y, con el tiempo, a una declinación económica y militar." depositarios de este dinero produjeron resultados que se conside­
Esta caracterización selectiva de la ciencia que hacen los científicos raron una refutación clara de las críticas anteriores y como una
dentro de un contexto político corresponde a la creación de una reivindicación completa del plan original de la compañía. Diversos
ideología profesional. grupos locales, sin embargo, siguieron negándose a aceptar la
Hasta ahora, en esta sección, no he ofrecido nada más que un proposición de la compañía, plantearon nuevos problemas y con­
breve bosquejo de las implicaciones para el análisis político de la tinuaron produciendo análisis científicos alternativos. Después de
ciencia que puede tener mi discusión de su cultura normativa (para cinco años de debate los participantes eran tan incapaces de
un análisis más amplio, véase Mulkay, 1976a). Si esta interpretación ponerse de acuerdo en relación con las "realidades científicas"
es correcta a grandes rasgos, quiere decir que la compatibilidad como al principio, y la disputa terminó con la derrota política de
especial entre ciencia y democracia es prácticamente una concep­ la compañía eléctrica, pese a los gastos masivos invertidos en
ción que los científicos mismos han creado para sus propios fines investigaciones.
prácticos. Significa asimismo que la tesis del "fin de la ideología" El uso que se hizo en este caso de las afirmaciones del conoci­
no opera cuando los científicos están involucrados dentro de una miento científico no parece ser poco usual; como tampoco está el
354 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 355

USO selectivo de tales afirmaciones confinado a puntos que caen restringido y urgían a que se considerara el insumo de la estación
dentro del dominio de las disciplinas científicas "inmaduras" (King como parte del sistema total del lago. Esta perspectiva, una vez más,
y Melanson, 1972; Nelkin, 1 975). Usualmente los partidos opuestos dio lugar a diferentes análisis científicos y a diferentes implicacio­
en disputas políticas que abarcan puntos técnicos pueden obtener nes prácticas. El examen de Mazur (1973) de los debates sobre los
los servicios de científicos reputados, quienes les proporcionarán efectos de radiación y fluoridación en la salud pública ilustra la
datos para apuntalar su política y socavar la de sus oponentes misma tendencia consistente en que los científicos definan los
(Benveniste, 1972). A estas alturas de la discusión queda claro por problemas de manera diferente y, en consecuencia, lleguen a
qué esto es posible. Hemos visto que la formulación de hechos conclusiones divergentes. Mazur muestra que en ambos debates
científicos depende de compromisos anteriores de diversos tipos, algunos científicos se ocuparon fundamentalmente del envene­
y que estos compromisos a menudo se establecen de acuerdo con namiento agudo y, en consecuencia juzgaron que los riesgos de
la posición de los participantes dentro de un escenario social radiación o fluoridación eran bajos; en tanto que otros pensaban
específico, y que influyen sobre los actos informales de interpreta­ en términos de envenenamiento cnínico, y en este caso, el riesgo
ción, esenciales para dar significado a las observaciones. Podríamos parecía ser significativamente más alto. Como sucedió en el ejem­
esperar, por tanto, que los científicos que ocupan diferentes posi­ plo del lago Cayuga, la naturaleza extensa y crítica de estas disputas,
ciones dentro de un contexto político a menudo podrían poner así como el fracaso en reconciliar las diferencias, muestra que los
diferentes presuposiciones en J uego y que su razonamiento infor­ científicos se comprometieron notablemente con estas estrechas
mal estaría influido sutilmente por los supuestos del grupo al cual definiciones del problema.
están afiliados. Esta posición es apoyada por los escasos estudios La elección misma, por parte de los científicos, de una definición
disponibles hasta el momento. Dichos estudios indican que la particular de un problema técnico no puede decidirse solamente
incursión de los científicos en la arena política afecta la interpreta­ mediante la observación y la inferencia sistemática. Más bien, las
ción de su cultura técnica de tres maneras: influye en su definición precede, y está presupuesta en la observación y el análisis. Más aún,
de problemas técnicos; influye en la elección de suposiciones que la elección de una definición tal en estos debates políticos a menudo
se introducen en el curso del razonamiento informal; y somete a parece haber dependido de un compromiso social previo (véase
los científicos al requerimiento de que sus conclusiones sean polí­ Nelkin, 1971 y Mazur, 1973). Así, en los estudios ya mencionados
ticamente útiles. parece que los científicos que hablaban en nombre de las autorida­
La definición selectiva de los problemas es particularmente des hidráulicas, la CEA (Comisión de Energía Atómica) o la com­
obvia en la controversia del lago Cayuga. En ese caso, los científicos pañía eléctrica, eligieron perspectivas que definían los problemas
definieron los problemas técnicos de diversas maneras que, si bien de una manera favorable a las políticas de los patrones. De manera
en principio pueden ser reconciliables, no lo fueron de hecho semejante, aquellos que representaban intereses opuestos trabaja­
durante el debate, sino que, por el contrario, se usaron para generar ron a partir de definiciones bastante diferentes que les permitieron
diferentes programas técnicos, para 'justificar diferentes políticas reinterpretar y cuestionar las conclusiones de sus adversarios y
y apoyar diferentes intereses". Por ejemplo, en un informe cientí­ defender su propia colectividad de lo que consideraban una ame­
fico patrocinado por la compañía eléctrica, el problema científico naza.
abarcaba sólo el drenaje del área del lago y se llegaba a la conclusión Mazur apunta que es posible considerar que estas disputas se
de que el efecto ambiental del poder de la planta sería despreciable. originan en fracasos en la comunicación que tal vez hubieran
Algunos científicos dentro de la comunidad local, sin embargo, podido remediarse mostrando a ambas partes que definían el
sostenían que debía considerarse el parámetro total del lago y que problema de una manera diferente y que, por tanto, sus argumen­
cuando esto se hiciera, tendrían que rechazarse las conclusiones de tos servían a propósitos distintos. Recalca, sin embargo, que esto
la investigación patrocinada por la compañía sobre contaminación rara vez sucede en la práctica. Parece muy difícil que los científi­
termal. Otros científicos pensaban que éste era un marco demasiado cos comprometidos en un debate público adopten una estrategia
356 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTE>l.'TO SOCIAL 357

mannheimiana y redefinan sus problemas a un nivel más alto en el modelos parece depender frecuentemente de, o al menos estar
que aparentemente se pueden reconciliar las posiciones divergen­ asociado con, los puntos de vista de los científicos en materia de
tes. Sucede con mucha mayor frecuencia que las diferencias en las políticas de salud pública.
i definiciones subyacentes y en las premisas básicas se oscurezcan o
sean ignoradas a medida que ambas partes presentan sus descubri­ Esta ambigüedad teórica tiene implicaciones importantes para el debate
técnico sobre los estándares permisibles de radiación. Se debe hacer
mientos como "los hechos definitivos" en relación con la radiación
notar que el modelo del "umbral" implica que los niveles de dosis por
o lo que esté en juego. Mazur y Nelkin han mostrado que las
debajo de él no dañarán a la población (a través de la I�ucemia). El
diversas partes involucradas en una disputa tienden a emplear un modelo "lineal" implica que habrá alguna incidencia de leucemia
patrón idéntico de retórica. Como sucede en las negociaciones independientemente de lo bajo de la dosis a la población. Los d os
informales dentro de la comunidad de investigación, las pretensio­ modelos difieren, entonces, en si existe o no un nivel "seguro" de
nes observacionales están enraizadas en una serie de formulaciones exposición a la radiación para la población. La naturaleza ambigua de
altamente estandarizadas de tipo social que se utilizan para desa­ la curva del efecto de la dosis ha sido ampliamente reconocida por los
creditar a los opositores y fortalecer las aseveraciones propias. Es biólogos de la radiación, y muchos adoptan el modelo lineal, no
claro que ninguna parte en este tipo de debates está comprometida necesariamente porque lo consideren verdadero, sino porque es el
con una demostración científica formal dentro de un marco cien­ modelo más conservador para fines de seguridad pública. (MazlJr, 1973,
tífico común. Ambas están comprometidas con una negociación p. 254.)
informal y buscan sustanciar conclusiones adecuadas a sus compro­
En una situación tal, una opción posible consiste en admitir abier­
misos sociales.
Además de influir en la definición del problema de los científi­ tamente que no se puede llegar a una conclusión científica clara. ¡
cos, los compromisos sociales influyen en los procesos detallados Pero los científicos normalmente no han actuado de esta manera. i

de razonamiento científico. Mazur observa que: Una razón para ello puede ser que los científicos entran al contexto
político como proveedores de conocimiento certificado. No tiene
problemas técnicos complejos del estado-del-arte requieren percepcio­ nada más que ofrecer que las supuestas certezas de la ciencia; y si
nes sutiles del tipo que no se puede articular fácilmente en una forma presentaran sus conclusiones simplemente como "posibilidades
explícita. Cuando es necesario hacer una suposición simplificadora, y admisibles" basadas en fundamentos inciertos, tendrían poco peso
muchas resultan razonables, ¿cuál es la suposición simplificadora que político. Además, se espera que los científicos presenten sus con­
debe hacerse? Cuando faltan datos sobre una cuestión, ¿qué tanto c1\,lsiones en términos de los cálculos formales de la ciencia y de
puede uno extrapolar razonablemente a partir de datos de otras fuen­
hecho usualmente están i nclinados a hacerlo. Pero para esto los
tes? ¿Qué tan confiable es un conjunto de observaciones empíricas?
Estas preguntas requieren juicios para los cuales no existe una guía
científicos se tienen que comprometer con juicios informales par­
formalizada y en este punto los expertos a menudo están en desacuerdo. ticulares que subsecuentemente se ocultan a la vista detrás de una
(1973, p. 251). terminología impersonal y una retórica que presenta los descubri­
mientos científicos como representaciones objetivas del mundo
No sólo llegan a estar en desacuerdo los científicos, sino que externo.
algunas veces introducen recursos no técnicos del escenario políti­ Por ejemplo, generalm en te los científicos están de acuerdo en
co a sus análisis con el fin de resolver sus dificultades interpretati­ que existe una conexión entre la exposición a la radiación ioniza­
vas. Por ejemplo, Mazur discute el tratamiento que le dan los dora y la aparición de leucemia y cáncer tiroida! ' Muchos han
científicos a la relación entre la radiación de bajo nivel y la inciden­ considerado, sin embargo, que la evidencia de una conexión entre
cia de la leucemia. Muestra que se han formulado varios modelos la radiación y otras formas de cáncer es menos directa. Existe, por
o interpretaciones que parecen ser coherentes con los datos dispo­ ende, un rango considerable de opiniones sobre esta cuestión, y
nibles. El elemento de juicio esencial en la elección entre dichos cada opinión se apoya en estimaciones diferentes de la confiabili-
358 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 359

dad de experimentos y observaciones particulares, en interpreta­ los procesos de negociación y reinterpretación cultural dentro de
ciones de los procesos causales involucrados que varían, etc. En el la comunidad de investigación están ligados a procesos semejantes
contexto político la pregunta importante reside en si niveles dados que ocurren en el ámbito social más amplio. Muestran que el
de radiación constituyen un riesgo alto o bajo para la salud pública. conocimiento científico se debe considerar como una parte de un
Los científicos han respondido esta pregunta calculando el número movimiento complejo de recursos culturales a través de la sociedad
anual de casos de cáncer producidos por una radiación de bajo -un movimiento que está mediado y moldeado por el patrón
nivel. Las cifras producidas han variado enormemente, en parte, al cambiante de las relaciones sociales y por el choque de intereses de
menos, porque los responsables de dichos cálculos han partido de diversos grupos.
diferentes juicios básicos en cuanto a la relación entre la radiación
y los diferentes tipos de cáncer. En un extremo, algunos críticos de
la Comisión de Energía Atómica han afirmado como una "ley
Breve resumen y observacionesfinales
científica" que todas las formas importantes de cáncer se producen Comencé este libro mostrando que, debido a que los sociólogos
por radiación y, en consecuencia, han considerado muy altos los han considerado habitualmente el conocimiento científico como
riesgos de la radiación. En el otro extremo del espectro hay poseedor de un status epistemológico especial, se han ocupado de
científicos, como los que trabajan para la CEA, que afirman que la producción y legitimación de las formulaciones científicas como
esta estimación "no encaja con los hechos" y que los cálculos deben un caso especial dentro de la sociología del conocimiento. El
partir de la premisa establecida de que sólo la le4cemia y el cáncer contenido del conocimiento científico se ha excluido del análisis
tiroidal son causados por la radiación. sociológico debido a que se ha supuesto que los científicos han
Lo que sucede en éste y otros casos es que los científicos han encontrado maneras de asegurar que sus conclusiones están deter­
cuantificado y aplicado técnicas formales de inferencia a susjuicios minadas por la naturaleza del mundo físico mismo. Una vez que
informales; han presentado los resultados como hechos incontro­ los sociólogos aceptaron que la ciencia ofrecía una representación
vertibles; y han intentado persuadir a los no comprometidos usan­ objetiva del mundo externo, parecía seguirse que la comunidad
do la retórica social y técnica de su comunidad profesional. Todas científica debía tener ciertas características distintivas; porque pa­
las áreas de i nvestigación científica se caracterizan por situaciones recía difícil concebir cómo podía generarse continuamente el
en las que la cultura técnica establecida permite formular varias conocimiento objetivo dentro de una comunidad que no tuviera
alternativas razonables, ninguna de las cuales se puede demostrar dichas características. En particular, se consideraba que la comuni­
como conclusivamente más correcta que otra. Al elegir entre tales dad científica de investigación necesariamente tenía una estructura
alternativas, ya sea al nivel de definiciones amplias o al nivel de normativa abierta intelectualmente y universalista, que era políti­
análisis detallados, los compromisos políticos de los científicos y las camente neutral y que funcionaba mas efectivamente dentro de
presiones del contexto político entran enjuego con mayor claridad. sociedades que le permitían una autonomía considerable a la
En esta sección he intentado mostrar que cuando los científicos ciencia.
i ncursionan en contextos sociales fuera de la comunidad de inves­ La posición filosófica estándar de la ciencia, que los sociólogos
tigación, tales como el ámbito más amplio de la actividad política, del conocimiento dieron por hecha al ocuparse de la ciencia como
eligen a partir de, y reinterpretan sus recursos culturales, tanto un caso especial, ofreció una descripción bastante coherente de la
técnicos como sociales, en respuesta al contexto social y de acuerdo observación científica, de la relación entre hecho y teoría, la uni­
con su posición dentro de él. Esta breve e incompleta discusión del formidad de la naturaleza y los criterios usados para validar las
movimiento de los recursos culturales fuera de la comunidad pretensiones de conocimiento científico. En el capítulo 2 intenté
científica complementa el examen anterior de las influencias exter­ mostrar que este análisis filosófico tradicional estaba acosado por
nas sobre el contenido de la ciencia. Estas dos secciones completan graves dificultades e intenté establecer el bosquejo general de una
el análisis preliminar ofrecido dentro de este libro al mostrar que posición alternativa que surge a partir de un debate filosófico
360 MICHAEL MULKAY LA CIENCIA Y EL CONTEXTO SOCIAL 36 1

reciente. Argüí, por ejemplo, que el principio de la uniformidad de evaluación de las pretensiones de conocimiento. Los participantes
la naturaleza debe verse, no como una suposición que las sociólogos tienen que seleccionar e interpretar tanto las formulaciones socia­
mismos tienen que elaborar sobre el mundo físico, sino más bien les como las cognoscitivo-técnicas en cada caso particular; y las dos
como una parte de los recursos de los científicos para construir sus clases de recursos adquieren sus significados específicos en la
explicaciones de dicho mundo. Propuse, asimismo, que el conteni­ medida en que se combinan en las sucesiones de interacción
do factual de la ciencia no se debe tratar como una reflexión informal, más demostración formal, por las cuales se ratifican las
culturalmente no mediada de un mundo externo estable. Hecho y pretensiones de conocimiento.
teoría, observación y presuposición están interrelacionados de una Una vez que hemos abandonado la posición filosófica ortodoxa
manera compleja; y las conclusiones empíricas de la ciencia se de la ciencia, se vuelve posible aceptar que la negociación social del
deben ver como construcciones interpretativas cuyo significado de­ conocimiento dentro de diversos tipos de contextos científicos de
pende de y está limitado por los recursos culturales disponibles de investigación es un tema legítimo, en gran medida fundamental y
un grupo social particular en un momento particular. De manera poco explorado de la sociología del conocimiento. Pero nunca se
similar, los criterios generales para evaluar las pretensiones de debe suponer que la producción de conocimiento que llevan a cabo {
conocimiento científico no se pueden aplicar universalmente, i n­ los especialistas científicos está totalmente divorciada del contexto
dependientemente del contexto social, como la mayoría de los social y cultural más amplio. Al reconocer esto, el argumento que
sociólogos supusieron anteriormente. Estos criterios siempre están he propuesto se conecta con las preocupaciones más tradicionales
abiertos a interpretaciones variadas y se les confiere significado en de los sociólogos del conocimiento. En el último capítulo utilicé el
términos de los compromisos intelectuales específicos, presuposi­ ejemplo de la teoría darwiniana para mostrar en detalle cómo los
ciones y objetivos de cientl1icos particulares. En una palabra, Argüí recursos culturales del ámbito social amplio pueden entrar en l a
que los recursos cognoscitivo-técnicos de los científicos están abier­ forma y contenido mismos d e las afirmaciones científicas así como,
tos a un cambio continuo de significado; que no hay nada, por tal vez, desempeñar una parte significativa en su aceptación. Algu­
tanto, en el mundo físico, que determine únicamente las conclusio­ nas veces la conexión entre la ciencia y la sociedad más amplia se
nes de los científicos; y que, en consecuencia, es adecuado que los establece por medio de un contacto social directo entre los cientí­
sociólogos examinen de cerca las maneras en que los científicos ficos y los legos; pero también puede surgir de una manera más
I construyen sus explicaciones del mundo y las maneras en que las difusa a través de la habilidad de los científicos para seleccionar a
variaciones dentro del contexto social influyen sobre la formación partir de, y reinterpretar, recursos culturales generalmente dispo­
y aceptación de las afirmaciones científicas. nibles para los miembros de una sociedad particular o una clase
En el tercer capítulo mostré que ei"a inadecuado el duradero social particular durante un periodo específico.
análisis sociológico de la estructura normativa de la ciencia, inde­ En el último capítulo también consideré brevemente las impli­
pendientemente de su incompatibilidad con el análisis filosófico caciones de mi tesis general para otra preocupación central de la
revisado que se presentó en el capítulo 2. Sugerí que lo que los sociología del conocimiento, a saber, las acciones políticas de los
sociólogos habían tomado como un conjunto completo de princi­ productores de conocimiento. Sugerí, como se podría esperar a la
pios básicos que especificaban los procedimientos adecuados que luz de mi argumento anterior. que las pretensiones de conocimien­
deberían seguir los científicos comprometidos con investigacio­ to de los científicos pueden verse afectadas por su posición dentro
nes, debería verse como sólo una parte de un repertorio social de un contexto político y que elementos de un contexto político
complejo que los científicos usan con flexibilidad en el curso de las pueden interconstruirse en las afirmaciones de los científicos sobre
negociaciones del significado de sus propias acciones y del de el mundo natural. Intenté mostrar también que el compromiso
las acciones de sus colegas. Además, examiné varios estudios re­ creciente de los científicos dentro de la arena política de ninguna
cientes sohre casos que parecen mostrar que no hay una separación manera señala el fin de la ideología política, como se ha supuesto
clara en la ciencia entre la negociación de significado social y la ampliamente. Argüí, en lugar de ello, que la propia afirmación de

l .
362 MICHAEl MULKAY LA CIENCIA Y El CONTEXTO SOCIAL
363

los científicos de ser políticamente neutrales era en sí misma evaluaciones sociales contribuye a la interpretación y la aceptación
ide�lógica, �n el sentido en que constituye un uso y una interp de las pretensiones específicas de conocimiento.
re­ . . de
En este capítulo final el tema fundamental fue el moVl mlento

taclOn selectivos de los recursos culturales disponibles a los cientí­ . es­
ficos, de una manera que favorece los intereses creados de su recursos interpretativos dentro y fuera de la comunidad de m
an
comunidad especializada. tigación. Algunos científicos políticos como Nelkin y Mazu � y�
El argumento que se presentó en este libro y que resumí arriba OCI m ien to
empezado a estudiar cómo adaptan. los científicos su con
abre numero�� líneas de investigación empírica y análisis que hasta di os s on ,
especializado a las presiones de debate político. Tales estu
. ve nz a a

ahora los s�clologos han Ignorad o por lo general. Por �emplo, una sin embargo, todavía escasos, y espero que este libro co n
­
vez que dejemos de pensar que es autoevidente que las pretensio­ algunos sociólogos de que ést.'l es un área de investigación .pot
On a o
nes de conocimiento científico se evalúan mediante criterios claros cialmente fructífera. Un tema igualmente importante y rel acI
que ha sido ignorado por completo por los científicos social.es �as
ta

y preestablecidos, es posible aceptar que consideraciones no técni­
cas puedan influir sistemáticamente en la asignación del crédito cl ml e to
muy recientemente, es el de las influencias sobre el cono
as
científico. En consecuencia, se vuelve posible acercarse al estudio científico que se originan fuera de las redes sociales dentro de
do cla ro ,
:
de la clasificación social dentro de la ciencia de una manera que se lleva a cabo la investigación científica. Así, ha queda
rta s
radicalmente nueva y explorar por primera vez la medida en la que en el curso de este capítulo, que una de las tareas más i mpo �
r
los fenómenos de poder y dominación están presentes dentro de que enfrentan ahora los sociólogos del conocimiento es descrl �
cie n la
la comunidad de investigación. Esta posibilidad se discutió al final los procesos sociales dinámicos mediante los cuales la �
absorbe, reinterpreta y renueva los recursos culturales de i� soCl ­
del primer capítulo. En el segundo, una de las ideas más interesan­ e
va qu e
dades industriales modernas. A partir de la nueva perspecu

t�s �ue surgió fue que las proposiciones científicas no poseen un
slgmficado estable, sino que se las reinterpreta a medida que se hemos propuesto, no se debe tratar la ciencia como un c o
��even �e un contexto social a otro. Este proceso de reinterpreta­ sociológico privilegiado y mantenerla separada de otras áreas e
CIO� �a �Ido poco comprendido y requiere de una investigación producción cultural. Más bien, se debe realizar todo el esfuerz,o
soclOlogJca detallada. Por ejemplo, sería particularmente útil con­ para investigar la deuda de los científicos con la sociedad ��s
tar con estudios de las variaciones introducidas en formulaciones amplia y delinear las complejas conexiones entre la producclon
específicas que tienen fines generales dentro de diversos contextos, cultural dentro de la ciencia y otras áreas de la vida social..
así como con un análisis cuidadoso de cómo se diseñaron estas Éstos son solamente algunos de los temas más obVIOS par h
a
variaciones para cumplir con los requerimientos de dichos con­ futuras investigaciones que surgen a partir del análisis q� e e
es
textos. presentado en este libro. Además, existen numerosas cuestIOn
. un
que no se percl' ben tan f:'aCI'1 mente, y S in embargo requl' eren. de

En el capítulo 3 el tema central fue el de la negociación social '

del conocimiento científico. Como enfaticé en dicho capítulo, la examen cuidadoso a la luz de esta nueva concepción de la soc��lo a
de la ciencia. Tal vez el más importante de ellos sea la cuest1�n e
;
manera en que traté el tema deja abiertas muchas dudas, muchos
caminos por estudiar. Un punto importante que sí surgió claramen­ la relación entre ciencia y tecnología. Desde la perspectiva �s�nd r
te fue que el repertorio evaluativo de los científicos es mucho más de la ciencia, esta relación es relativamente poco proble mauca. e
complej o y extenso de lo que los sociólogos han supuesto. En considera que la tecnología efectiva es simplemente un resul �do
consecuencia, si hemos de alcanzar una mejor comprensión de la del conocimiento objetivo. Pero si subrayamos el carácter sOCi aI Y
. . s
naturaleza de la negociación social dentro de la ciencia, debemos cuI tural mente contingente dei conOCImiento " Clentl'fiICO, debemo
l
estar preparados para cuestionar la suposición difundida d� qu�, a

contar con más estudios como el de Mitroff (1974), que ofrece una
documentación amplia y detallada del lengu:ye moral de la ciencia. tecnología moderna es, en general, un derivado de la inv�s U�cl n
dO
Pero esto, si bien es esencial, no basta. Debemos también encontrar científica básica y/o desplazarnos hacia un análisis del sl�rllfica
s e
diversas maneras de afirmar de qué manera el repertorio de social de la tecnología. Sin embargo no tengo intenCIOne
364 MICHAEL MULKAV

ahondar en esa compleja cuestión por el momento. Espero que


muchos lectores lo hagan por sí mismos y que descubran en el texto
varios temas de interés y asuntos sin resolver dignos de un estudio
sistemático que yo no he identificado explícitamente. Si esto suce­
de, el libro habrá alcanzado uno de sus objetivos centrales, a saber,
el de coadyuvar a hacer el estudio de la ciencia una región vigorosa
dentro de la sociología del conocimiento.

BIBLIOGRAFÍA

. Incluye únicamente textos citados en esta antología cuyas fichas


bibliográficas no aparecen completas en los artículos que los men­
cionan.

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