Estudio Medico Legal de Las Heridas
Estudio Medico Legal de Las Heridas
Estudio Medico Legal de Las Heridas
Las lesiones constituyen uno de los capítulos más importantes dentro de la Medicina Legal, y es
importante conocer dos aspectos de ellas. El aspecto médico y el aspecto jurídico. Desde el punto
de vista médico se establece la naturaleza, localización, vitalidad, gravedad, mecanismo de
producción, evolución, complicaciones, secuelas, etc., mientras que desde el punto de vista
jurídico se valoran las circunstancias que afectan al agresor y la tipología legal de las distintas
lesiones.
Desde el punto de vista de su gravedad, las lesiones se clasifican como mortales y no mortales,
siendo las primeras responsables de la muerte del individuo, bien de forma inmediata o diferida y
las segundas son aquellas que, aunque produzcan una gravedad variable no van a producir la
muerte.
LESIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud, la lesión se define como: “Toda alteración del
equilibrio biopsicosocial”.
Por su parte, la definición clínica de lesión es: “La alteración funcional orgánica y psíquica
consecutiva a factores internos o externos”.
Desde el punto de vista jurídico en el Código Penal en el Artículo 144. Concepto. Comete delito de
lesiones quien, sin intención de matar, causare a otro daño en el cuerpo o en la mente.
- Artículo 145. Lesiones específicas. Quien, de propósito castrare o esterilizare, dejare ciego o
mutilare a otra persona, será sancionado con prisión de cinco a doce años.
- Artículo 146. Lesiones gravísimas. Quien causare a otra lesión gravísima será sancionado con
prisión de tres a diez años Es lesión gravísima la que produjere alguno de los resultados
siguientes:
1. Enfermedad mental o corporal cierta o probablemente incurable;
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- Artículo 147. Lesiones graves. Quien causare a otro lesión grave, será sancionado con prisión
de dos a ocho años.
Es lesión grave la que produjere alguno de los resultados siguientes:
1. Debilitación permanente de la función de un órgano, de un miembro principal o de un
sentido;
2. Anormalidad permanente en el uso de la palabra;
3. Incapacidad para el trabajo por más de un mes;
4. Deformación permanente del rostro.
- Artículo 148. Lesiones leves. Quien causare a otro lesión leve, será sancionado con prisión de
seis meses a tres años. Es lesión leve la que produjere en el ofendido alguno de los siguientes
resultados:
1. Enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de diez días, sin exceder de treinta;
2. Pérdida e inutilización de un miembro no principal;
3. Cicatriz visible y permanente en el rostro.
En cuanto a los agentes productores de las lesiones, podemos establecer la siguiente clasificación:
1. Agentes mecánicos. Se producen generalmente por violencias externas y son las más
frecuentes y en principio se consideraban sinónimas de lesión en la esfera penal. La
gravedad de estas lesiones va a estar, entre otras, en relación con:
La zona del cuerpo sobre la que actúa el objeto.
La velocidad con la que incide sobre el cuerpo.
El tamaño del objeto.
Características particulares de dicho objeto (armas blancas, armas de fuego,
elementos contundentes, etc.)
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2. Lesiones de origen físico. Son aquellas que se derivan de la acción del frio, del calor, de los
cambios de presión atmosférica, radiaciones ionizantes y de cualquier otro agente físico.
Las propiedades que tienen cada uno de estos agentes, van a ser responsables del tipo de
lesión que se produzca.
- Excoriación.
Es la separación total de la dermis y la epidermis; también se considera el deslizamiento de los
planos superficiales de la piel por fricción. Este tipo de lesión puede ocurrir en distintas
formas; por ejemplo, las lineales se producen casi siempre en accidentes, como arrastre por
atropellamiento de vehículo automotor en movimiento. Otro ejemplo son los estigmas
ungueales, que son efecto del estrangulamiento manual o bien de una riña. Es importante
saber que esta lesión suministra datos sobre su mecanismo de producción; la clasificación
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medicolegal establece que por lo regular no pone en peligro la vida y tarda en sanar menos de
15 días.
- Equimosis.
Es la extravasación de sangre en los tejidos por acción contundente o rotura de capilares del
tejido celular subcutáneo. La coloración de la piel en caso de equimosis se debe al infiltrado
hemático y cambia a medida que la lesión evoluciona; en los tres primeros días es de color
negruzco; del cuarto al sexto día es azulosa; entre el octavo y duodécimo días se vuelve verde;
y del decimotercero al vigésimo días se torna amarilla y desaparece. Estas equimosis pueden
encontrarse en diferentes partes del cuerpo, pero predominan en las regiones palpebrales.
Este caso se conoce como “ojo morado”, producto las más de las veces de un puñetazo en una
riña. También suele deberse al impacto de la cabeza contra una superficie dura, como el
parabrisas de un vehículo en un accidente de tránsito, o bien por caída. Por lo regular, la
equimosis se evalúa en medicina legal como lesión que no pone en peligro la vida y que tarda
en sanar menos de 15 días, siempre y cuando sea única y no se acompañe de una más grave,
como el traumatismo craneoencefálico, en cuyo caso modifica la valoración medicolegal.
- Hematoma.
Se define como un tumor de sangre producto de la rotura de vasos medianos o grandes; la
valoración medicolegal depende de su extensión y localización. Puede tratarse de hematomas
superficiales sin consecuencias o profundos y complicados, como los que comprimen
estructuras vitales o el riego sanguíneo al extremo de poner en peligro la vida del paciente.
Éste es el caso de la compresión cerebral por hematoma extradural, subdural o intracraneal.
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Ante estas situaciones, la valoración medicolegal establece que este tipo de lesiones es la que
pone en peligro la vida.
- CONTUSIONES
Son lesiones producidas por la acción de cuerpos duros de superficie obtusa o roma, que
actúan en el organismo por intermedio de una fuerza viva más o menos considerable.
La contusión seria “la lesión producida por un instrumento contundente que golpea el cuerpo
o el impacto del cuerpo contra un objeto o una superficie romos,” Las contusiones se
presentan bajo el aspecto de manchas de color rojo oscuro, más o menos extensas
constituidas por sangre coagulada o extravasada que infiltra los tejidos.
Los instrumentos contundentes son muy abundantes y por tanto resulta dificil establecer una
clasificación.
Gisbert (2004) los clasifica como:
1.- Instrumentos expresamente construidos y empleados como agentes de contusión, para
la defensa y ataque.
2.- Órganos naturales de defensa y ataque del hombre y animales.
3.- Objetos o instrumentos usados por el hombre con finalidades distintas y que
ocasionalmente sirven como armas contundentes.
La fuerza del instrumento contundente puede ejercerse, perpendicularmente en forma de
presión o percusión, o en sentido tangencial en forma de frotamiento o actuar los dos
mecanismos conjuntamente. Se le puede unir un mecanismo de tracción dando lugar a
violencias más complejas. Las contusiones son lesiones muy frecuentes en la práctica
médico-legal y por tanto su conocimiento es de gran interés por la información que nos
pueden proporcionar.
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- Contusiones profundas.
- Avulsión.
Es el arrancamiento traumático de una parte u órgano del cuerpo humano, incluidas piezas
dentarias. Este tipo de lesiones son frecuentes por atropellamiento y por lo regular ocurren en
miembros torácicos y pélvicos, arrancados por el impacto y la velocidad del vehículo. La
pérdida de piezas dentarias se debe a riñas en las que hay avulsión de uno o varios dientes. En
un paciente hospitalizado, las primeras se clasifican como lesiones que ponen en peligro la
vida. En otras ocasiones, este tipo de avulsiones causa la muerte por choque traumático.
Las livideces, denominadas livor mortis son las machas rojo-vinosas que se ven en la superficie de
la piel, debidas a la acumulación de la sangre en las partes declives. En las vísceras constituyen la
hipostasis visceral. Son visibles a partir de las 3 horas de la muerte y obedecen a cambios de
posición en las primeras doce horas (varían con los cambios de posición). En las segundas 12
horas ya no desaparecen las livideces formadas ni cambian y pueden formarse nuevas livideces
con los cambios de posición que desaparecen con facilidad.
Después de 24 horas ya no se forman más livideces. Respetan las zonas de presión.
Varían en su forma, inician como punteado, luego son manchas que al unirse forman placas que
se extienden, lo que depende del tiempo transcurrido. La coloración también varía con el tiempo,
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inicia de color rosado, luego rojo claro, y va oscureciéndose hasta ser azul oscuro que es el tono
máximo alcanzado entre las 12 a 15 horas del inicio.
Son de color rojo-cereza en las intoxicaciones por monóxido de carbono. Su descripción detallada
en cuanto a la distribución, cantidad, forma y color son de gran importancia para determinar el
tiempo de la muerte y la posición.
La sangre desciende espontáneamente hacia las partes declives para formar manchas azul
grisáceas llamadas livideces o sigilaciones cadavéricas, debidas a la congestión pasiva de los
capilares sobre la espalda; esto las distingue de las equimosis.
En decúbito dorsal se sitúan en el dorso, en los lomos, en la cara posterior de los muslos. Por el
contrario, la compresión de los tegumentos en las zonas sobre las cuales reposa el cadáver
(nalgas y omóplatos, en decúbito dorsal) impide la formación de livideces. Por la misma razón, las
manchas pueden presentar líneas blanquecinas en relación con el relieve del plano sobre el cual
ha estado descansando el cuerpo.
La fijación de las livideces está ligada a la coagulación de la sangre en los capilares, o bien a la
coloración de los tejidos por la hemoglobina salida de los glóbulos rojos y exudada con el suero.
Las «manchas de posición» permiten observar si ha habido cambio en la posición del cadáver.
Las livideces pueden tener el aspecto de pequeñas equimosis del tamaño de una cabeza de alfiler,
debidas a rupturas capilares causadas por la ingurgitación excesiva de los capilares, en los casos
en que la sangre ha permanecido completamente líquida.
La diferencia entre las livideces cadavéricas y las equimosis es que, en las primeras, la sangre está
dentro de los vasos. En las segundas, esta extravasada y las equimosis no cambian con la posición
del cuerpo ni desaparecen a la presión; la sangre esta coagulada en el tejido conjuntivo y no fluye;
los vasos estarán lacerados, y al microscopio se observarán fagocitos.
simple mordedura cuando se encuentran tranquilos, y en ella solo dejan huella de caninos o de
incisivos.
No se sabe con exactitud por qué se denomina arma blanca a los instrumentos con características
laminadas o cilíndricas, con punta algunos y punta filosa otros. Es probable que se deba a que el
acero antiguo era del todo distinto al actual, ya que era de color blanco.
Otra suposición explica que estos instrumentos se cromaban y, por tal razón, en la noche el
destello lunar los hacía brillar, razón por la cual se les designó de esta manera.
Definición
Son lesiones infligidas por instrumentos de diversa hechura y estructura, entre los que
predominan los laminados y los cilíndricos dotados de uno o más bordes cortantes, y en los que
uno de sus extremos termina por lo general en punta, mientras que el otro es romo, con mango y
empuñadura (cuchillo).
Las heridas por arma blanca son menos frecuentes que las producidas por proyectil de arma de
fuego
• Punzantes
• Punzocortantes
• Cortantes o incisas
• Corto-contundentes
• Punzo-contundentes
En cuanto a las características del agente que las produce, se dividen en típicas y atípicas.
Según sean el propósito de su uso y el tipo de arma utilizada, se clasifican en armas para
homicidio o suicidio.
Armas típicas Armas atípicas
1) Cuchillo 1) Trozos de metal afilado
2) Navaja de fuelle 2) Trozos de metal o vidrio
3) Puñal 3) Trozos de porcelana
4) Sable 4) Tijeras
5) Espada 5) Cortaplumas
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Las características de las lesiones por arma blanca que se consideran son:
1. Tipicidad o atipicidad
2. Morfología de la lesión
3. Características de las lesiones de defensa
4. Mecanismos de acción
Las características morfológicas de las lesiones las diferencian entre lineales, en colgajo,
penetrantes, rutilantes, superficiales o rasantes (cola de rata).
Estos instrumentos pueden ser de lámina con filo o bien con un borde o lomo sin filo, punta y
mango, los cuales provocan heridas de tipos diversos; por lo general lo hacen mediante el filo,
que al penetrar en los tejidos los divide a manera de cuña y causa soluciones de continuidad. El
borde cortante del instrumento puede actuar de dos maneras: por presión o deslizamiento. Esta
diferencia tiene gran importancia en el ámbito medicolegal, ya que al hacer uso de un solo
instrumento, con igualdad de fuerza y resistencia de los tejidos lesionados, los efectos son más
graves cuando se derivan del segundo mecanismo que del primero.
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Cuando el instrumento actúa sólo por simple presión, la acción vulnerante se efectúa
perpendicular a la superficie de la lámina del arma en el lugar en que actúa el instrumento, y la
fuerza del brazo que maneja el arma vulnerante es mayor cuando sólo actúa por presión.
Las características de más interés desde el punto de vista medicolegal respecto de la evidencia de
las heridas se definen en los ángulos, los márgenes y la profundidad de éstas.
- Márgenes: En general son regulares, sin contusiones ni excoriaciones; se juntan en los dos
extremos, excepto en las heridas cortocontundentes, que sí presentan equimosis en los
bordes debido a las características del instrumento cortocontundente, como el machete o el
hacha, que tienen filo y peso. Esto último provoca el infiltrado hemático en los bordes al
contacto con ellos. La mayor o menor separación de los bordes está condicionada en
particular por la dirección de las fibras de los tejidos afectados por el instrumento o por la
disposición anatómica de los órganos.
- Profundidad: En este aspecto medicolegal se deben distinguir el fondo y las paredes afectadas
por la lesión. El fondo suele presentar una sección triangular, con base en la superficie, y el
vértice más o menos profundo en sus tejidos. El eje es perpendicular u oblicuo respecto de la
base. Por lo general, las paredes son regulares, unidas de acuerdo con la elasticidad de los
distintos planos de los tejidos seccionados.
Mecanismo de muerte.
Cuando la lesión por arma blanca afecta una arteria de mediano o gran calibre provoca casi
siempre una hemorragia profusa; la víctima, aún con vida, en el periodo en que se desangra,
experimenta choque hipovolémico; cuando este último es irreversible hay cesación total y
permanente de las constantes vitales. El diagnóstico post mortem se describe como anemia
aguda; es importante aclarar este hecho, ya que el choque hipovolémico aparece con frecuencia
en los dictámenes como causa de muerte medicolegal, una conclusión errónea porque el
diagnóstico de este choque es clínico.
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Lacassagne las llamó perforantes, tras expresar con gran acierto que la denominación herida por
instrumento punzante puede hacer suponer una lesión superficial, lo cual no es exacto en todos
los casos, dado que lo más frecuente es que el instrumento separe y no desgarre los tejidos, con
lo cual alcanza la profundidad.
Definición
Son las lesiones producidas por elementos que actúan en aspectos profundos más que en la
superficie y atraviesan varios planos tisulares.
En estas heridas predomina la profundidad sobre la extensión. La clasificación de las armas
punzantes intenta diferenciarlas en típicas y atípicas, y de acuerdo con el perfil de sección.
Definición
Son lesiones de carácter mixto, es decir, producidas por elementos que actúan por deslizamiento,
corte o penetración. Por lo general predomina la profundidad sobre la extensión.
Características generales
Este instrumento tiene punta, filo y borde romo con empuñadura: se conoce como cuchillo.
Hay otros instrumentos que tienen punta y dos bordes con filo, también considerados
punzocortantes.
Las heridas de este tipo se identifican durante la necropsia como más a menos graves. Las
características dependen de numerosas variables, como las de sus extremos, es decir, si uno es
romo y otro agudo; de la disposición de la herida en la región; si sus bordes laterales son nítidos;
si su longitud es de largo por ancho; de la distancia de la herida al plano de sustentación; si se
proyecta de adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante, de arriba abajo o de abajo arriba, de
izquierda a derecha o de derecha a izquierda. También se considera la descripción de los órganos
afectados y su vitalidad.
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Los instrumentos que causan estas lesiones se distinguen por su filo y peso. Al producir la lesión
dejan una solución de continuidad cuyos bordes presentan infiltrados hemáticos o bordes
contundidos, equimóticos, con profundidad, y que en muchas ocasiones interesan hueso;
también tienen un filo, como el hacha y el machete.
Características
Las heridas punzocontundentes son efecto de objetos atípicos, como la chaira, instrumento que
sirve para enderezar el filo de los cuchillos del carnicero, la varilla o el zapapico.
Estos instrumentos tienen punta que no es aguda, sino roma, y carece de filo; con ellos, las
heridas son más profundas que extensas, separan las fibras de la piel y dejan equimosis alrededor
de la herida; además, el impulso que le imprime el agresor, y dado que no es un instrumento
puntiagudo, contunde a los tejidos adyacentes y se profundiza.
La literatura clásica divide las lesiones por arma blanca según el mecanismo de acción del
instrumento que las produce, pudiendo clasificarse en base a este criterio como:
- Heridas simples: Se producen cuando el arma actúa por un único mecanismo, y pueden ser:
Heridas punzantes: Son el resultado de la acción de la punta del instrumento, y en ellas
la profundidad de la lesión es mayor que la longitud de la herida en superficie.
Heridas incisas: Se producen como resultado del corte del instrumento lesivo por uno
o más fi los, determinando una herida larga y de escasa profundidad en relación con su
longitud.
Heridas dislacerantes: Debidas a la acción de agentes lesivos que distienden los tejidos
rasgándolos o dislacerándolos.
MEDICINA FORENSE
Son varias las cuestiones de interés médico forense que debe plantearse el patólogo, ante una
necropsia en una víctima por arma blanca:
- la etiología médico legal del suceso,
- el mecanismo de la muerte,
- la data de producción de las heridas,
- la identificación del agente causal,
- la posición relativa víctima agresor, la intensidad de la violencia ejercida por éste durante el
ataque y
- otras cuestiones de interés en casos de heridas múltiples.
Esta es una de las cuestiones más trascendentes en el ámbito forense, ya que de su clara
determinación puede derivar la necesidad de investigar la autoría de terceras personas, o que no
sea preciso hacerlo en el caso de que la responsabilidad se haya extinguido con la propia víctima,
de ser ella misma la causante del suceso.
Para ello, el patólogo forense deberá proveerse de un arsenal de datos procedentes de una
exhaustiva investigación, que se iniciará en el mismo lugar de los hechos y proseguirá con el
examen del cadáver, en el que serán de gran interés el tipo, número, dirección y localización de
las lesiones y el estudio de sus vestimentas, debiendo todo ello relacionarse posteriormente con
el arma presumiblemente empleada.
2. El estudio completo del cadáver supone el eje central de la actuación del patólogo
forense, y en él será primordial el exhaustivo reconocimiento de todas las lesiones que
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4. Estudio del arma: El tipo de arma empleada también puede servir para orientar la etiología
médico legal.
5. Estudio del presunto agresor: Resulta definitiva su exploración de la forma más precoz
posible, a efectos de constatar una posible existencia de signos de lucha -excoriaciones en
cara, cuello, antebrazos y manos, mordeduras en dedos, equímosis perioculares- e incluso
lesiones autoproducidas por la propia arma de modo involuntario durante la agresión.