Juicio de Ponderación Paola Cano
Juicio de Ponderación Paola Cano
Juicio de Ponderación Paola Cano
FUNDAMENTOS TEORICOS
SISTEMA DE FUENTES EN EL DESARROLLO DEL DERECHO
ADMINISTRATIVO
En primer lugar, es necesario resaltar que este tema es una problemática que la
están viviendo o padeciendo los médicos colombianos que han decidido realizar
una especialización en nuestro país; tal es el caso de la especialidad en Patología,
la misma, que es la encargada de analizar las muestras tomadas a los pacientes,
para determinar la enfermedad o “patología” que presentan, ejemplo de ello, es el
caso de los pacientes que se les diagnostica Cáncer, donde en principio, el
patólogo es el encargado de establecer y precisar dicha enfermedad, y a su vez,
remitir el dictamen al médico para que esté, se lo comunique al paciente.
Para ello, la persona que desee especializarse en esta rama de la salud, tendrá
que haber cursado la carrera de medicina, la cual por lo general tiene una
duración de seis (6) años, traducidos en doce (12) semestres, para luego, dedicar
otros cuatro (4) años de su vida, mientras cursa esta especialización; no sin antes
presentar y aprobar, los exámenes de conocimiento y psicológicos programados
por las distintas universidades del país para poder ingresar a dicha
especialización.
Cabe mencionar, que los médicos que han logrado ingresar a los diferentes
programas, tendrán que dejar de “trabajar”, y por ende devengar sueldo durante el
tiempo estipulado mientras estudian, sin ser acreedores de ningún tipo de subsidio
por parte del Estado, además de cumplir con sus labores académicas; están
obligados a firmar una cláusula de exclusividad con hospitales o fundaciones en
donde deberán prestar sus servicios como residentes, durante los turnos u
horarios que la entidad les asigne de acuerdo con su especialidad, sin ningún tipo
de remuneración por ello.
Entonces, serán los ya médicos pero de nuevo estudiantes, los que tendrán que
correr con sus gastos, como común mente se dice, de acuerdo al pago de
matrícula que a propósito no es nada económica, oscilando entre los cinco y
veinte millones semestrales dependiendo de la universidad, y el pago de
manutención, que corresponde a arrendamiento de habitación o vivienda,
alimentación y transporte, sin olvidar que si bien los estudiantes dependen de la
familia para realizar sus estudios, otros son el sustento de sus familias.
Así las cosas, una vez se ha presentado esta breve introducción, frente a la
importancia de esta especialización, sin desmeritar las demás, y a modo de
ejemplo, es necesario precisar que esta ponderación es frente a la desigualdad
que se presenta de acuerdo a las demás especializaciones de las distintas
carreras o áreas, donde es posible estudiar, y al mismo tiempo ejercer la
profesión, devengando sueldo y obteniendo las prestaciones de ley, tal como es el
caso del abogado.
Lo que nos indica y afirma que para estos médicos, el mínimo vital les garantizaría
la satisfacción de sus necesidades básicas como la alimentación, vivienda y salud;
y la única forma factible de lograrlo es a través de la remuneración por parte del
Fondo Nacional de Residentes quien sería el encargado de asumir el pago de las
prestaciones sociales de los residentes; según lo planteado por ellos, que sería
como mínimo tres (03) salarios mínimos legales mensuales vigentes, y a su vez,
protegiendo así, la economía de la familia, en donde no sería necesario el
endeudamiento abismal no solo para el pago de estas necesidades sino también
por el pago de las matriculas exageradamente elevadas que poseen las
universidades privadas en Colombia, que según ellos, estas tarifas injustificadas y
sacadas de toda proporción, son para el sostenimiento de las mismas carreras, y
sin ellas según lo argumentado en su negatividad con este proyecto de ley, sin
estos pagos, se verían obligados al cierre de estas especialidades, sin contar que
lo que les están aportando los residentes con la prestación de sus servicios
durante los turnos, les ahorra según investigaciones extranjeras en promedio unos
400.000 USD anuales; estadística o promedio que no se ha efectuado en
Colombia.
Por otro lado el derecho fundamental a la igualdad de todas las personas según lo
argumentado por la Corte Constitucional, en su Sentencia T 432 de 1992 indica
que la igualdad de las personas, “…ante la ley y las autoridades, constituye un
derecho constitucional fundamental tanto por su consagración como tal en el
Capítulo I, Título II de la Constitución Nacional, como por su exaltación como
derecho de vigencia inmediata en el artículo 85 de la Carta Política, y también por
el valor trascendente que tiene para el hombre, sobre todo dentro de una nación
que persigue garantizar a sus habitantes una vida convivente dentro de
lineamientos democráticos y participativos que aseguren un sistema político,
económico y social justo”.
Con lo anterior, se resalta la importancia de dar el trato igual a las personas que
están en igualdad de condiciones, donde los residentes al igual que los demás
profesionales que prestan sus servicios, tienen la oportunidad de recibir
remuneración por ello, lo que contraviene la cláusula de exclusividad que deben
firmar los residentes para poder realizar las “practicas” durante el tiempo que se
desarrolle cada especialidad, negándoles la oportunidad de contraer cualquier tipo
de contrato con otra entidad prestadora de salud en donde por su trabajo les
paguen lo correspondiente y así puedan cubrir sus gastos.
Contrario a lo que ocurre en diferentes países, tales como Chile, Mexico,
Argentina, Cuba, en donde se les brinda a estos profesionales la oportunidad de
estudiar con mejores garantías de vida, y lo que ha provocado que en los últimos
años, la migración de nuestros profesionales y con ello, el privarnos a nosotros
mismo de contar con el conocimiento y enseñanza de los profesionales
preparados en nuestro país; Profesionales que en el campo de la salud (sin
desmeritar las demás profesiones), se preparan fervientemente para enfrentar
cualquier situación bajo presión que se pueda presentar y así salvar la vida de sus
compatriotas.
No hay que olvidar, que hasta la década de los ochenta, los residentes ostentaban
la figura de trabajadores, y por ello les pagaban; sin embargo, después fueron
calificados como estudiantes y les fue arrebatado esas dadivas y lo que por
derecho les correspondería.
Ahora bien, al igual que ello, resulta irracional que las universidades privadas
quieran justificar los altos costos de sus matrículas y el no pago de los honorarios
de los residentes, argumentando que se verían obligados a cancelar estas
especializaciones y por ende cerrar estas facultades, no contando con el costo –
beneficio que les aportan estos profesionales de la salud y con ello, dejando de
contratar otros especialistas que por su ya titulación y en aras del aprendizaje de
sus alumnos, les dejan toda la carga a ellos y se dedican tan solo a recibir el
informe que estos les reportan después de sus largos turnos.
Y para finalizar, lo argumentado por los opositores a este proyecto de ley, tales
como las Universidades privadas, argumentando el déficit que se presentaría con
el pago de tales prestaciones y el no cobro de las matriculas, “sin los dineros de
las matrículas ellos no pueden sostener los programas de posgrados”, trasladando
ese déficit presupuestal a los médicos residentes y obviamente a sus familias;
porque aunque se quiera hacer creer que el ICETEX resulta ser la mejor opción en
los casos donde no se cuenta con los recursos necesarios, es claro que el
endeudamiento de estos profesionales y sus familias como codeudores, es amplio
al momento de terminar sus estudios, no sin antes mencionar, que para acceder a
uno de estos créditos, después de rezarle a todos los santos, se tendrá que
demostrar que se cuenta con una capacidad de endeudamiento para garantizar el
pago de dicho crédito, capacidad que en muchas ocasiones es imposible
demostrar, debido a la informalidad salarial con la que contamos la mayoría de
colombiano, lo que dificulta aún más el acceso a estos créditos, y si analizamos
más a fondo la situación, en el ejemplo que mencionábamos al inicio de esta
ponderación, el caso de los residentes de patología, al querer crédito aparte del
para la matricula, para su manutención, en la mayoría de oportunidades es
negado dado a una especie de puntuación baja (30 puntos), de acuerdo a la
demanda, en comparación con otras especialidades a las cuales se les da 100
puntos o más, provocando una inequidad con relación con otras especialidades,
restringiendo igualmente las mismas oportunidades.
Para terminar, es preciso traer a colación la postura del Doctor Quintero bajo la
vocería de Ascofame, donde se indica que en efecto existe un costo de matrícula,
y tal es el caso de Ser Pilo Paga, donde las Universidades por su autonomía,
presentan un sobrecosto de hasta cuarenta (40) millones anuales en el pago de
esas matriculas, restringiendo con ello como ya lo hemos dicho, la justicia social y
la salud de los colombiana que ya bástate deficiente esta con la nefasta Ley 100
de 1993, promotor de está el señor Álvaro Uribe Vélez, y la causante de la crisis
de residentes y sanitaria, vivida en nuestro país.