Reorganizacion de Esclavos

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3.    Reorganización económica feudal y política colonial: Reducciones.

Reorganización de la Economía Feudal

La economía feudal se caracteriza por la ruralización de la producción y la


subsistencia. Las ciudades pierden protagonismo en la vida económica y social.
Las pocas urbes que hay están directamente vinculadas al cultivo del campo y al
mercado local.

La agricultura

La agricultura y la gran propiedad fueron las bases de la economía feudal.


Mientras la población se mantuvo en cifras bajas no fue necesario ampliar la
superficie de cultivo, pero a partir del siglo XII se hicieron necesarias nuevas
roturaciones. Las técnicas de cultivo continuaron siendo las utilizadas en la época
romana, salvo en el mundo islámico, que desarrolló la técnica del regadío, con
nuevos instrumentos, como la noria. Los campesinos tendían a hacerse sus
aperos de labranza. Los musulmanes introdujeron, lentamente, el cultivo del
algodón, la caña de azúcar y la seda. Además, no hubo integración de agricultura
y ganadería, por lo que los abonos eran escasos y las cosechas exiguas. El
ganado era poco y caro, sobre todo el de animales grandes. En España, se reguló
la explotación ganadera, ovina principalmente, con la institución de la Mesta, en el
año 1273.

En torno a los pueblos se estableció un sistema de explotación de la tierra, muy


parecido en todas partes. En los alrededores inmediatos del pueblo se
encontraban las huertas de frutas y hortalizas, las mejor regadas y abonadas, que
se cultivaban de forma intensiva. Luego se situaban las tierras dedicadas a las
leguminosas y los cultivos de regadío, más lejos estaba el cereal de secano, trigo
y escanda, más allá los pastos y baldíos, y por último el bosque, que
proporcionaba leña y caza.

.      Los productos básicos fueron los cereales, la vid y las hortalizas, pero
también, el aceite, la miel, la sal y la pesca. La sal y las especias eran
fundamentales para la conservación de los alimentos. Estas eran las principales
mercancías de los mercados.

La Artesanía                                                  

La artesanía es una figura vital en las comunidades medievales; ya que la mayoría


de ellas deben procurarse sus propios aperos de labranza, paños y los útiles
cotidianos.
Desde el siglo XI los artesanos comenzaron a agruparse en cofradías de ayuda
mutua. Estas cofradías estaban alentadas por la Iglesia y consagradas a un santo
o virgen. Las cofradías comenzaron a reglamentarse por estatutos, algunos de
ellos privilegiados, y acogían artesanos de distintos oficios. Paralelamente se
crearon los gremios, con artesanos del mismo oficio, o de oficios
complementarios, que reglamentaron la producción y el aprendizaje. Los
reglamentos de los gremios regulaban desde cómo y con qué se debían hacer los
productos, hasta los precios. Se intentaba evitar el fraude y la competencia
irresponsable.

La industria textil fue una de las más prósperas, de una importancia casi tan
grande como la agricultura. Además, implicaba a numerosos oficios, desde el
ganadero hasta el tintado. Destacaron los paños florentinos y flamencos. Los
paños eran, generalmente, de lana o piel; la seda era un artículo de lujo; pero
también sobresalieron los paños de lino y cáñamo. En torno a la industria textil se
desarrollaron los tintes, como el glasto, el alumbre, etc.

De importancia vital fue la minería, sobre todo metálica, que proporcionaba hierro
para la labranza. Los productos principales serán: el hierro, el estaño, el cobre, el
mercurio o azogue y el plomo. Las minas solían ser de propiedad real.

Fue de destacar la industria de la construcción, que nos dejó iglesias, catedrales,


monasterios, lonjas, casas gremiales, castillos, puentes, murallas, etc. Las
técnicas de construcción tuvieron una evolución impresionante, desde el arte
prerrománico hasta el gótico. Este será un oficio de especialistas, donde la división
del trabajo está más asentada.

Es en la Edad Media cuando comienza a desarrollarse la burguesía, y un


incipiente capitalismo, que es plenamente feudal, como el resto de la sociedad. En
cuanto se recuperó el comercio apareció el interés por acumular dinero, incluso
con la patente de corso.

El Comercio

Uno de los tópicos más arraigados de la Edad Media es que el comercio


desapareció totalmente. Después de las oleadas de las invasiones el comercio se
recupera, en los siglos VI y VII. En la época de esplendor de Bizancio. El comercio
a larga distancia está abierto, pero es escaso. Este comercio se organiza en torno
a dos ejes fundamentales: el Mediterráneo y el Báltico e interior del continente. A
partir del siglo X el comercio vuelve a tener un auge importante.

Desde el siglo XII mejoran notablemente los métodos  de navegación, por la


adopción de la brújula, el astrolabio y el timón fijo. Además, la capacidad de carga
de las cocas, barcos mercantes, aumentó. La carabela, con sus 300  toneladas de
carga, no fue inventada hasta el siglo XIV. Por otro lado, siempre fue muy
importante la navegación fluvial. Todas las grandes ciudades de Europa tenían
puerto, pero las nuevas técnicas facilitaban la navegación de altura.
Constantinopla y Alejandría eran los grandes puertos comerciales internacionales
del Mediterráneo.

El comercio internacional estuvo dominado por musulmanes, genoveses y


venecianos. Genoveses y venecianos comerciaban, desde el siglo XI, sobre todo
con Bizancio, pero también con Asia, a través de los musulmanes. Los productos
más transportados fueron los metales y los paños, sobre todo de Flandes, Francia
e Inglaterra; y las especias asiáticas. A lo largo de la Edad Media, los musulmanes
pierden el dominio del Mediterráneo en favor de Aragón.

El comercio no sólo se centró en torno al Mediterráneo. En el Atlántico norte y el


Báltico se creó otro importante eje comercial, donde dominaban el comercio
flamenco y normando, desde el siglo XII.

Muy fructífero fue, también, el comercio entre musulmanes y cristianos en la


península ibérica, que conectaba las rutas musulmanas con las cristianas.

Fue en el ámbito del comercio del Báltico donde las ciudades portuarias firmaron
un pacto de amistad y mutua libertad de comercio. El primer pacto lo firmaron las
ciudades de Liubeck y Hamburgo en 1230, pero a él se fueron adhiriendo otras
ciudades. En 1247 se había creado la Hansa, una asociación de mercaderes que
se unió para fomentar el libre comercio, terminar con la piratería y defenderse de
los príncipes de las ciudades que querían poner impuestos de paso. La Hansa
perduraría hasta 1669, y llegó a contar con 200 ciudades asociadas, del entorno
báltico.

El comercio al por menor se organizó en torno a un sistema de ferias y mercados


locales en distintas ciudades. El mercado, o la feria, era una concesión real, que
se desarrollaba en unos días concretos.  La feria fue un mercado  importante, que
se hacía en determinadas fechas señaladas. Los mercados se montaban en
planicies, o al pie de las murallas y puertas de las ciudades, ya que no había
lugares abiertos dentro, aunque en ciudades importantes.

Desde el siglo XII, se generalizan en Europa las acuñaciones de moneda, cosa


habitual en el mundo musulmán. La moneda musulmana solía tener mejor calidad
que la cristiana, y se utilizaba como moneda de intercambio internacional,
habitualmente.

Política Colonial: las reducciones

La política de reducciones es conocida como una de las medidas más drásticas de


la colonización española en América. Se trata de concentrar o “reducir” aldeas
autóctonas dispersas, para formar pueblos de mayor escala. El motor impulsor de
esta política era la idea arraigada en la tradición clásica de que, como los hombres
son seres sociales, se harán plenamente hombres sólo viviendo en pueblos. Este
proyecto “civilizador” fue puesto en práctica en un área de gran extensión por
parte de agentes civiles y eclesiásticos con miras a la dominación política, la
explotación económica y el control ideológico.

Su objetivo era analizar los impactos de la política de reducciones sobre la


sociedad indígena en los dominios españoles de Sudamérica. Entre los
numerosos intentos ejecutados en este continente, dos han atraído
particularmente el interés de los historiadores: las reducciones toledanas de la
región andina y las misiones jesuíticas del Río de la Plata.

Esta política contribuyó a poner los cimientos de la dominación colonial o fue sólo
un episodio más entre otros esfuerzos fracasados, la sociedad indígena se
transformó radicalmente bajo el régimen reduccional.

Las reducciones eran una institución compleja y multifuncional de larga duración.


Sirvieron de base para la segregación de las dos “repúblicas”, la recaudación de
tributo, la explotación de la mano de obra indígena, la evangelización, etc.

En la historiografía contemporánea, la política de reducciones suele presentarse


como unitaria y unificadora. Los funcionarios civiles y los religiosos tenían metas
diferentes y el conflicto entre ambos repercutía en la evolución de la política. La
reacción de los indígenas tampoco era unitaria. Muchos opusieron resistencia,
mientras otros consintieron vivir bajo el nuevo régimen, y algunos aún se
apropiaron del modelo y crearon “anexos” a la imagen de los pueblos matrices.

-Instituciones de gobierno en América: Virreinatos, capitanías generales,


audiencias, intendencias, Real Patronato, Real Hacienda.

El virreinato fue una institución local y administrativa de la Corona de España (Castilla)


creada a finales del SIGLO XV para el gobierno de sus posesiones.1 El virrey o visorrey fue
la figura administrativa durante el Imperio español responsable de administrar y gobernar,
en representación de la corona española, un país o una provincia. El título de virrey lo
encontramos en el siglo XIV en un documento en latín de Pedro el Ceremonioso (1381).2 A
mediados del siglo XVI, se introdujo en la Corona de Aragón la palabra virrey derivada de
la palabra "visrei" ya utilizada al menos en el siglo XV3 y del catalán pasaría al castellano
"visorey".3 En los documentos de la Corona de Aragón del siglo XV (1428), redactados en
latín, se empleaba el término "vice rex" para referirse al virrey de Sicilia.45

La administración de los inmensos territorios que resultaron del descubrimiento de América


y las conquistas posteriores hizo que se pensara en sistemas de gobierno que ya se
utilizaban en Europa, pero que en América tendría las variantes de la extensión territorial y
de la lejanía de la metrópoli estatal. La situación descrita requería de un gobierno provincial
que fuese capaz de atender los asuntos internos de rutina y que, a la vez, fuese dependiente
del rey y fiel a su Corona

Capitanía General era la denominación de la función más alta que se confería a quien
ejerciere como capitán general, junto a la función de virrey o presidente-gobernador —
salvo ciertas excepciones en este último caso— en el Imperio español, la cual conllevaba el
mando y organización del ejército y la jurisdicción que formaban parte de esta.

Por extensión, el término se utilizó para llamar así a la zona o territorio donde el capitán
general ejercía sus respectivas competencias.

En algunas posesiones coloniales españolas, caracterizadas en general por ser zonas de


importancia estratégica, ya fuera en la lucha contra las potencias extranjeras, la piratería, así
como en la lucha contra las tribus indígenas de difícil sometimiento, el cargo de capitán
general, y sus funciones, poseyó mayor relevancia que las propias del oficio de presidente o
simple gobernador.

Durante el reinado del monarca Felipe V se revitalizó la antigua figura del capitán general,
responsable del ejército real presente en su jurisdicción.

Real Audiencia

La corona española designó a la Real Audiencia como el principal tribunal de justicia civil
y criminal en América. Su objetivo era velar por el cumplimiento y la interpretación de las
leyes; sin embargo, tras la promulgación de las leyes de 1542 y 154 (denominadas Nuevas
Leyes), pudo involucrarse en asuntos de gobierno. En este sentido, fiscalizaba la labor
ejercida por los gobernadores y, de paso, les restaba poder.

Las reales audiencias estaban integradas por un presidente (que podía ser el virrey, el
gobernador o un oidor decano), cuatro oidores o jueces, relatores y un fiscal. También
formaban parte de ellas otros funcionarios con menores responsabilidades, como el teniente
del gran canciller, el alguacil mayor, los escribanos, receptores y procuradores.

Los fallos de la Real Audiencia eran casi inapelables. La mayoría de los procesos era
finiquitada en esta instancia; solo los de mayor importancia y controversia eran presentados
ante el Consejo de Indias.

La primera Audiencia establecida en América fue la de Santo Domingo, en 1511. En


nuestro país se instauró por primera vez en 1565, en la ciudad de Concepción. Su objetivo
fue seguir de cerca los acontecimientos ocurridos en Arauco. Dejó de funcionar en 1573 y
fue restablecida en 1604, fijando su sede en Santiago. Allí funcionó hasta el año 1811,
siendo reemplazada por la institucionalidad republicana.

intendencias,
El régimen de intendencias se aplicó a partir del siglo XVIII en las posesiones del
Imperio español en América y las Filipinas debido, principalmente, al buen
desempeño que tuvo el sistema en España. Los reyes, imbuidos en el
pensamiento del absolutismo ilustrado, deseaban reformar la administración de
sus posesiones, uniformándola y promoviendo el bienestar, junto con mejorar los
ingresos de la Real Hacienda y la defensa de tales territorios.

El intendant fue un funcionario que surgió en Francia hacia 1551, adquiriendo


impulso inicial bajo la influencia de los cardenales Richelieu y Mazarino y
fomentado posteriormente por Luis XIV y su ministro Jean-Baptiste Colbert. El
intendente era en aquellos tiempos el representante del monarca en las
généralités (divisiones territoriales francesas en el Antiguo Régimen), cuya misión
primordial consistía en el desarrollo económico de éstas, poseyendo atribuciones
de justicia, policía y hacienda (intendant de justice, police et finances).

Real Patronato

El Patronato Real es una concesión que hace el Papado como máximo detentador del Poder
espiritual, a monarcas profundamente cristianos, que detentan el poder civil, para
implicarles en el gobierno de sus iglesias, a cambio de la máxima difusión del Evangelio.

La primera concesión del Patronato Real se produce en los inicios del siglo XV a la Corona
portuguesa, que en aquellos tiempos históricos, estaba desarrollando la exploración y
conquista de tierras tanto en África como en el sur de Asia.

El Patronato Real español se produce el 13 de diciembre de 1486 con la promulgación de la


bula “Ortodascue fidei”, realizada por el Papa Inocencio VIII, para que con esta concesión,
los Reyes Católicos se comprometieran a la evangelización de las islas Canarias que
acababan de ser conquistadas y el reino de Granada que está siendo reconquistada de las
manos musulmanas.

Los Papas concedieron el Patronato Real a los Reyes Católicos porque incluía el deber de
propagar la fe católica. La Bula “Inter Caetera” dice : “ Nos, alabando mucho en el Señor
ese vuestro santo y loable propósito que sea llevado a su debida finalidad de que el
nombre de nuestro Salvador sea introducido en aquellas regiones, os rogamos
insistentemente en el Señor y afectuosamente os requerimos por el Sacro Bautismo en que
os obligasteis a los mandatos apostólicos, y por las entrañas de misericordia de Nuestro
Señor Jesucristo, para que deduciéndoos a proseguir por completo semejante empresa,
con ánimo y celo ferviente hacia la fe ortodoxa, queráis y debáis conducir a los pueblos
que viven en tales islas a recibir la profesión católica, sin que nunca os intimiden peligros
ni trabajos, teniendo gran esperanza y confianza de que Dios Omnipotente os auxiliará
felizmente en vuestras empresas”

Real Hacienda.
Este organismo se encontraba bajo la Casa de Contratación y el Consejo de Indias y su
principal función fue recibir o percibir el dinero llegado a las arcas reales de las colonias y
administrarlo adecuadamente.

Sus principales funcionarios eran los tesoreros, contadores y los revisores. Éstos dependían
de la Real Audiencia y debían rendir fianza y presentar un inventario acerca de todas sus
posesiones para así evitar un enriquecimiento indebido.

Esta política financiera estaba regulada por una Junta de Real Hacienda, la cual estaba
formada por el gobernador, los oficiales reales, el fiscal de la Real Audiencia y un oidor de
la misma.
Las cuentas de esta institución debían remitirse cada cierto tiempo a sus dos organismos
superiores: Consejo de Indias y Casa de Contratación.

-Los pueblos de indios. Estructura social. Distintas clases de repartimiento y


encomienda, sus contradicciones.

-Relaciones de producción y política agraria.

-Desarrollo científico, artístico, cultura y educativo

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