Este documento describe los componentes clave de la planificación docente. Explica que la planificación permite al profesor organizar su enseñanza anticipando actividades y evaluaciones para lograr objetivos educativos de manera coherente. Los componentes principales incluyen el marco teórico, fundamentación, propósitos, objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, actividades y evaluación.
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Este documento describe los componentes clave de la planificación docente. Explica que la planificación permite al profesor organizar su enseñanza anticipando actividades y evaluaciones para lograr objetivos educativos de manera coherente. Los componentes principales incluyen el marco teórico, fundamentación, propósitos, objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, actividades y evaluación.
Este documento describe los componentes clave de la planificación docente. Explica que la planificación permite al profesor organizar su enseñanza anticipando actividades y evaluaciones para lograr objetivos educativos de manera coherente. Los componentes principales incluyen el marco teórico, fundamentación, propósitos, objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, actividades y evaluación.
Este documento describe los componentes clave de la planificación docente. Explica que la planificación permite al profesor organizar su enseñanza anticipando actividades y evaluaciones para lograr objetivos educativos de manera coherente. Los componentes principales incluyen el marco teórico, fundamentación, propósitos, objetivos, contenidos, estrategias metodológicas, actividades y evaluación.
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LA PLANIFICACIÓN
La planificación es un acto eminentemente práctico; se orienta en función de la
acción y su objeto se realiza en la práctica. La planificación, como los mapas, deben ser representaciones útiles1. Toda situación de enseñanza está condicionada por la inmediatez y la imprevisibilidad, por lo que la planificación permite entre otras cosas: reducir el nivel de incertidumbre, anticipar lo que sucederá en el desarrollo de la clase, otorgando rigurosidad y coherencia a la tarea pedagógica 2 La planificación es un instrumento del docente, le permite organizar su tarea y reflexionar sobre su práctica, orientar sus acciones, por esto mismo no se la debe considerar como una exigencia para presentar a otros. Este instrumento lleva un orden integrado y coherente, en el que, el docente, se plantea qué, para qué, por qué y cómo enseñar, explicitando los contenidos, propósitos, estrategias, actividades, recursos y formas de evaluación.
COMPONENTES DE LA PLANIFICACIÓN
Marco Teórico o Marco referencial o Referentes teóricos
Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el supuesto sobre la esencia del conocimiento científico? ¿A qué paradigma educativo se adhiere? ¿Qué dice la teoría respecto al tema a trabajar?. En el marco teórico se pone de manifiesto cuales son las teorías, enfoques o perspectivas disciplinares y didácticas que sostienen toda la propuesta. Deberá incluir las estructuras conceptuales que se privilegian. Es decir, expresa la postura ideológica y epistemológica en relación a lo que se va a enseñar los supuestos respecto al espacio curricular, las temáticas a desarrollar, etc. Fundamentación: Preguntas orientadoras:¿Por qué es importante enseñar determinado contenido? ¿Para qué lo enseñamos? ¿Cómo se relaciona con los saberes que tienen los estudiantes?. 1 Gvirtz, S.y otros. “El ABC de la tarea docente” 2 Serie. Recursos para el aula “Planificación escolar” Año 2 Septiembre 2010 En la fundamentación detallamos cada uno de los contenidos, o el recorte de contenidos seleccionados, a trabajar explicando y justificando la importancia de su elección. Se puede sugerir las posibles articulaciones con otros espacios curriculares u otros contenidos. Propósitos: Preguntas orientadoras: ¿qué quiero lograr, como docente, con esta enseñanza? Es necesario aclarar, que los propósitos son del docente, es la meta que quiere alcanzar, cuál es la intencionalidad de la enseñanza. Son aspiraciones amplias y generales, por ejemplo: “Promover que los estudiantes sean receptores activos y críticos de mensajes orales interpersonales y de los medios de comunicación”. “Propiciar el trabajo en equipo a partir del uso de estrategias de trabajo grupal” Algunos autores sugieren: expresar con claridad los aprendizajes que se pretenden generar en los estudiantes, dar cuenta de los tema que se van a estudiar y de las competencia que debe desarrollar el alumno, empleando verbos en infinitivo (por ejemplo: Promover, generar, instar, etc.) que estarían designando la acción del docente. Objetivos: Preguntas orientadoras: ¿Qué deberá lograr el estudiante? Toda acción de enseñanza supone la fijación de objetivos; sea para una clase determinada, un ciclo lectivo, o una unidad de aprendizaje. Recordemos que toda situación de enseñanza supone la existencia de un problema para el aprendiz, algo que él es capaz de resolver si recibe la ayuda y el contenido necesario para enfrentarlo. Cuando se piensa el objetivo de una clase se está intentando explicitar el problema que queremos plantear a los estudiantes. Por lo general un objetivo se formula vinculando un contenido a enseñar con algún tipo de actividad, por ejemplo: Que el estudiante logre describir las partes de una novela a partir de la lectura de textos seleccionados”. Contenidos: Preguntas orientadoras para su selección y/o recorte: ¿Qué se pretende enseñar para lograr los propósitos y objetivos? ¿estamos planteando algo que realmente queremos enseñar? Los contenidos comprenden todos los aprendizajes que los alumnos deben alcanzar para progresar en las direcciones que marcan los fines de la educación en una etapa de escolarización en cualquier área o fuera de ellas, para lo que es preciso estimular comportamientos, adquirir valores, actitudes y habilidades de pensamiento, además de conocimiento. Por ello hay que referirse no solo a informaciones que deben adquirir sino también, a los efectos que se derivan de determinadas actividades que es necesario practicar para conseguir aprendizajes tan variados como los mencionados (Magnani) Podemos diferenciar los contenidos de la enseñanza con los contenidos a enseñar Contenidos de la enseñanza: Lo que efectivamente se transmite. El objeto, el qué de la enseñanza Contenido a enseñar: lo que el diseño curricular determina que debe ser presentado a los alumnos. Los contenidos a enseñar comprenden todos los saberes que los alumnos deben alcanzar (informaciones, actitudes, hábitos, habilidades, sentimientos, etc.) solo una parte del contenido está compuesta por el saber académico o científico). Recordemos que los contenidos escolares son productos sociales e históricos que se definen en el contexto de prácticas sociales. Son saberes que en el ámbito escolar circulan como objetos de enseñanza y de aprendizaje. Desde esta concepción, siguiendo la línea de Cullen (2000), los contenidos escolares implican distintos modos de referirse y representarse la realidad y de actuar sobre ella. Marco metodológico/ estrategias de enseñanza y actividades de aprendizaje Preguntas orientadoras: ¿Cómo vamos a enseñar el contenido? ¿Qué estrategias se pondrán en marcha?¿ Cuál es la forma más adecuada para desarrollar el tema? ¿Cuál es la estrategia para movilizar y motivar a los estudiantes, a fin de que puedan aprender mejor? Las estrategias de enseñanza, entendidas desde la postura de Stenhouse, como las líneas de acción del docente en relación a las características de sus alumnos, a los contextos donde se desarrolla su tarea, brinda la posibilidad de dejar de pensar la enseñanza solo en función de pasos estructurados o inamovibles para adaptarse a las particularidades del contexto y del grupo de alumnos con los cuales se encuentra el docente diariamente. Existen muchas estrategias que pueden variar desde la clase magistral hasta la solución de problemas. En este sentido cabe señalar a qué hacemos referencia cuando hablamos de estrategias metodológicas. Estas implican todo lo que el docente pone en juego a la hora de diseñar y poner en acto las propuestas de enseñanza, consideran entre otras cuestiones, todas aquellas actividades y recursos que utiliza el docente en la práctica educativa No existe una única y sistemática secuencia de pasos. Existe una amplia gama de posibilidades adecuadas o no en función de los alumnos, el contenido, el contexto, las metas, las situaciones reales, etc. Por ejemplo: podemos comenzar la clase con una explicación expositiva que puede tener como objetivo actualizar conocimientos ya enseñados. A través de preguntas, se puede indagar cuánto y cómo saben acerca de un contenido clave, importante para futuros aprendizajes. A su vez con la elaboración de un mapa conceptual un docente avanza en el establecimiento de las relaciones y diferencias de los conceptos fundamentales a aprender. Así también la propuesta de la resolución de un problema puede generar la búsqueda individual o conjunta de varias alternativas de solución que permitan activar los esquemas conceptuales de lo que ya saben, estableciendo así nuevas relaciones con otros conocimientos. Es importante señalar que una estrategia es flexible y adaptable. Los factores que condicionan e inciden en la misma deben tenerse en cuenta al momento de analizar cuáles son las más adecuadas: las características del pensamiento y el nivel de los conocimientos previos de los alumnos, los fines que se pretenden desarrollar, el análisis de la estructura científica de la disciplina, o area, espacios y tiempos curriculares y los materiales curriculares. Diferencias entre actividades y estrategias metodológicas: Antunez señala que “las actividades didácticas son la manera activa y ordenada de llevar a cabo las estrategias metodológicas o experiencias de aprendizaje. Unas estrategias determinadas (proyecto, solución de problemas, elaboración de fichas investigación, centro de interés, clase magistral, etc.) conllevan siempre un conjunto de actividades secuenciadas y estructuradas” Existen muchas formas de plantearse las actividades, Tyler y Wheeler proponen una guía para seleccionar actividades: Las actividades han de ser coherentes con la metodología y los objetivos propuestos Han de ser significativas para los alumnos Han de ser adecuadas al desarrollo y a las posibilidades del grupo Para conseguir un mismo objetivo existen muchas actividades diferentes La misma actividad puede dar diversos resultados y consecuencias imprevisibles Las actividades donde predominan medios simbólicos (palabras, textos) nos sirven para desarrollar conocimientos complejos (sistemas conceptuales), y aquellas en las que la enseñanza es directa (experiencias) o icónica (observación) nos sirven, sobretodo para conceptos, procedimientos y actitudes. Es conveniente rechazar la generalización y la creencia en la omnipotencia de un tipo de actividades. Las experiencias de aprendizaje se deben seleccionar en virtud de su aplicabilidad a la vida y de la importancia que tienen las funciones implícitas para los alumnos en el medio social en el que se encuentran. Evaluación: Preguntas orientadoras: Apuntando a los objetivos propuestos: ¿Qué queremos evaluar y para qué? Apuntando a los instrumentos más adecuados para obtener la información que se está buscando: ¿Cómo vamos a evaluar? Teniendo en cuenta los contenidos y la metodología: ¿En qué momento evaluar? Identificando y diferenciando que se quiere evaluar: la propuesta, los aprendizajes, los materiales: ¿A quién se evalúa? Cuando se piensa en la evaluación es muy importante no perder de vista la coherencia interna de la propuesta pedagógica, ya que la información proporcionada permite tomar decisiones encaminadas a la mejora de la misma. Los objetivos, los contenidos la metodología y la evaluación constituyen una totalidad con sentido, orientada hacia la formación de los estudiantes. La evaluación tiene como objetivo proporcionar elementos para la comprensión de lo que sucede en el aula y por lo tanto debe ser considerada como inherente a todo proceso de enseñanza y de aprendizaje. Es posible pensar en tres tipos de evaluación: Evaluación Inicial: Se realiza al comenzar el proceso y consiste en recoger conocimientos previos acerca de las temáticas a desarrollar. El análisis y la interpretación de estos datos proporcionan el diagnóstico que servirá para efectuar, si es necesario, replanteamientos. Evaluación procesual: Consiste en la valoración, a través de producciones parciales con instancias individuales y grupales, del funcionamiento del proceso, ofreciendo información de modo permanente. Permite controlar lo planificado si aparecen desviaciones que puedan desvirtuar los resultados y que obligarían a reajustar de inmediato lo programado. Posibilita tomar decisiones en el momento indicado para no esperar al final cuando las soluciones no pueden suponer una mejora del proceso. Evaluación final o sumativa: Permitirá analizar los resultados de los procesos educativos y acreditar los aprendizajes adquiridos por parte de los alumnos. La evaluación educativa es una herramienta generadora de información útil respecto de la calidad de la propuesta de enseñanza y del proceso formativo que se busca desarrollar en los alumnos. Es decir que da cuenta de los logros y dificultades de la práctica educativa para analizarla, comprenderla y mejorarla. Implica: Describir y recoger datos a través de diversos procedimientos Comprender y explicar su objeto Valorar y emitir un juicio de valor Ayudar a la toma de decisiones. La evaluación no puede ser acotada ni a un sistema de acreditación, ni a un sistema de calificación, ya que es un proceso amplio, complejo y profundo. Recordar que ACREDITACION es un proceso paralelo a la evaluación, pero que pretende constatar, a través de evidencias, el aprendizaje de los estudiantes. Asimismo es habitual que la evaluación sea identificada con la medición o cuantificación de los aprendizajes. Esto resulta problemático porque el comportamiento humano es difícil de cuantificar; por ello se hace necesario definir criterios de estandarización. Otro aspecto que suele generar algunas confusiones son las diferencias entre los criterios y los indicadores de evaluación: Los criterios son los elementos a partir de los cuales se puede contrastar la información obtenida respecto del objeto de evaluación o de algunas de sus características. Su construcción es una tarea ardua dentro del proceso de evaluación. Se corre el riesgo de reducir la evaluación a una acción de carácter normativo en el cual solo se intenta establecer el grado de satisfacción o insatisfacción de determinadas normas. El enunciado de un criterio cumple el papel de orientación y guía para quienes están involucrados en el desarrollo de los procesos educativos y sirve de base para emitir el juicio evaluativo. Ejemplos de criterios de evaluación: Participación en las actividades áulicas. Uso de vocabulario especifico Resolución de situaciones problemáticas empleando la teoría abordada en la cátedra. Los indicadores de evaluación, según Babier (1990) se pueden definir como las categorías de aprehensión de lo real. Es una derivación observable de un concepto, que permite emitir juicios sobre su presencia o ausencia. Estos se constituyen en una herramienta de la evaluación para constatar la existencia o no de una característica. Por ejemplo: Muestra una actitud positiva frente a las actividades Intenta resolver las actividades sin ayuda Explica la resolución de la actividad utilizando el lenguaje especfico del area. Instrumentos de evaluación: Con qué se evaluará. Para evaluar las propuestas pedagógicas, se utilizan: Observaciones, registros, entrevistas, encuestas, memorias de clase. Para evaluar los aprendizajes: Pruebas escritas, trabajos prácticos, preguntas orales, resolución de problemas. Bibliografía: En todo proyecto se debe destacar qué bibliografía se utilizó para su diseño, con qué bibliografía trabajaran los estudiantes y qué bibliografía utiliza el docente para ampliar su trabajo áulico. Normas para citar textos: LIBROS.- Autor/a (apellido -sólo la primera letra en mayúscula-, coma, inicial de nombre y punto; en caso de varios autores/as, se separan con coma y antes del último con una "y"), año (entre paréntesis) y punto, título completo (en letra cursiva) y punto; ciudad y dos puntos, editorial. Gerbaudo, A. (2011). “La lengua y la literatura en la escuela secundaria”. Santa Fe – Rosario: Universidad Nacional del Litoral, Homo Sapiens. ARTÍCULOS DE REVISTA.- Autores/as y año (como en todos los casos); título del artículo, punto; nombre de la revista completo y en cursiva, coma; volumen en cursiva; número entre paréntesis y pegado al volumen (no hay espacio entre volumen y número); coma, página inicial, guión, página final, punto. Viñas, R. (2012). “Ser joven, leer y escribir para contar”. En Revista Argentina de Estudios de Juventud. Vol. 1, (Nro. 6). Gutiérrez Calvo, M. y Eysenck, M.W. (1995). Sesgo interpretativo en la ansiedad de evaluación. Ansiedad y Estrés, 1(1), 5-20. MATERIAL CONSULTADO EN INTERNET.- El World Wide Web nos provee una variedad de recursos que incluyen artículos de libros, revistas, periódicos, documentos de agencias privadas y gubernamentales, etc. Estas referencias deben proveer al menos, el título del recurso, fecha de publicación o fecha de acceso, y la dirección (URL) del recurso en el Web. Formato básico Autor/a de la página. (Fecha de publicación o revisión de la página, si está disponible). Título de la página o lugar. Recuperado (Fecha de acceso), de (URLdirección) Ejemplo: Suñol. J. (2001). Rejuvenecimiento facial. Recuperado el 12 de junio de 2001, de http://drsunol.com.