Enfoques Criticos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

ENSAYO CRÍTICO

PRESENTADO POR:

LUISA MARÍN CORREA – 000587152


KATERINE MENESES HERRERA - 000583335

PRESENTADO A:
CARLOS JOSE ESCOBAR VARGAS

ASIGNATURA

ENFOQUES CRÍTICOS DE LA PSICOLOGÍA

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


SECCIONAL BELLO
2020
INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente se conoce que la psicología responde a ciertas demandas de orden

cultural, sanitario, ambiental, familiar, personal, entre otros. Y que estos corresponde al

sujeto mismo en cuanto a todos los aspectos en los que puede desarrollarse o verse inmerso,

empero, se olvida o se desconoce que esta misma nace o surgen a partir de los diferentes

sucesos contextuales que se presentan en cada época.

De este modo, se entiende que la psicología predominante o hegemónica responda a

un modelo capitalista (Guzmán, 2011), que pretende moldear la misma ciencia a favor de

intereses individuales y/o consumistas. No obstante, a partir de estos fenómenos de

individualización o disgregación social y psicológica, se empiezan a generar múltiples

reflexiones por parte de la psicología crítica, social y política, que permiten integrar aquellos

componentes aislados por la psicología tradicional y que juegan un papel importante en la

conformación de cada sujeto.

Por esto es de gran ímpetu relacionar las pretensiones de una psicología forjada como

ideología y como esta incide en la desintegración de las demandas psicosociales o

psicológicas de las personas y la sociedad misma.


¿QUÉ ENTRAÑA EL FENOMENO DE LA PSICOLOGIZACIÓN?

Fariñas (2007). “La autenticidad, la sinceridad con uno mismo, con un núcleo

verdadero, interior y esencial del yo es otro elemento fundamental del aspecto moral de la

construcción de la identidad, imperativo que obliga a ser fiel a uno mismo” (p.40). El autor,

da a lugar a una posible interpretación en relación a que debe primar la relación o interacción

propia y esto es lo que constituye que una persona se sitúe como individuo y no como sujeto.

Por esto, actualmente se entiende que el papel del psicólogo debe guardar una

estrecha relación con el proceso de adaptación de un individuo hacia sí mismo, es decir,

permitir un espacio o brindar un acompañamiento el cual posibilite en este la habilidad para

encontrar aquellas cosas que le identifican como ser independiente y ajeno a la sociedad,

además, poder organizar y reconocer sus sentimientos, emociones, percepciones, ideologías

y gustos en relación a la interacción consigo mismo. Por consiguiente, la relación que se

establece con el otro se ve limitada debido a los propios asuntos que cada individuo regula

intentando enajenarse de la sociedad. Fariñas (2007) afirma que; “Todos estos fenómenos se

expresan en una crónica del yo, que implica un control del tiempo, estableciendo zonas de

tiempo personal que sólo guardan relaciones remotas con los órdenes temporales externos”

Ahora bien, la relación que guarda esta perspectiva individualista con el fenómeno de

la psicologización es precisamente el asunto de volcar las diferentes posturas o miradas

psicológicas como ajenas entre estas mismas u otras disciplinas. Generando así; diferentes

metodologías de investigación encasilladas en la interpretación individual, imparcial, neutra

y ajena a las variables sociales o naturales que se pueden presentar en cada proceso de

estudio. Generando así diversas posturas polarizadas respecto a la construcción psíquica de


cada persona, es decir, se generan vertientes delimitadas por diferentes postulados que

posicionan al ser humano no como un sujeto constituyente a un entorno sino, por el contrario,

con individuo ajeno a este, además, organizan, estructuran y modelan el cómo el individuo

debe constituirse desde los primeros años de vida.

Por consiguiente, las consecuencias de volver la psicología o práctica psicológica un

fenómeno aislado a las interacciones sociales o interdisciplinarias; generan que esta se

formalice como una ideología, tan sesgada como para sopesar en sí las variables sociales,

ambientales o naturales que intervienen en esta. Sin embargo, la psicología crítica, social y

política guarda en cierta medida un interés por replantear dicha concepción hegemónica de

la psicología que se ha presentado año tras año. Crespo (2015) lo explica así: “la psicología

social crítica nos ha sensibilizado a entender tal sujeto como una construcción socio-histórica.

Este sujeto —y la subjetividad que lo caracteriza—es un lugar crucial en la dinámica

sociopolítica del poder”.

Estas nuevas formas de concebir al ser humano, ya no como un sujeto ajeno de su

entorno social, ambiental, familiar y personal, son las que permitirán que se empiecen a

generar diferentes reflexiones en relación a la dinámica ideológica acerca de lo que es la

psicología y de cómo esta debería vincularse en el proceso de construcción de cada sujeto sin

que olvide que es un sujeto participe de una sociedad.

Finalmente, podemos concluir que este fenómeno de deslegitimar al sujeto de su

propio entorno o el hecho de posicionar la psicología como un agente único de saber, de

conocimiento y de poder, generan en esta, una ideologización de la misma y un fenómeno de

psicologización que no permite realizar acercamientos que integran diversos componentes


absolutamente pertinentes y necesarios en las dinámicas psicológicas o psíquicas de cada

sujeto, como por ejemplo las construcciones que se generan en este a través de la interacción

con el otro, y, que se olvidan por el afán de individualizar, separar o desintegrar el ser humano

de los factores que pueden incidir en él.

Referencias
Crespo, E. (2015). UNA NOTA SOBRE EL SUJETO DE LA IDENTIDAD. Papeles del

CEIC, 2.

Fariñas, V. J. (2007). Psicologización, poder constituyente y autonomía: repensando la

construcción de la subjetividad en la postmodernidad . Athenea Digital. Revista de

Pensamiento e Investigación Social, 40.

Guzmán, A. M. (2011). Reseña de "La Psicología como disciplina: contra la ideología" de

Ian Parker. Athenea Digital. Revista de Pensamiento e Investigación Social, 251-254.

También podría gustarte