SEPTIMOGUIAS 1 Y 2 (4 Semanas)

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SEPTIMO

INSTITUCIÓN EDUCATIVA RURAL DEPARTAMENTAL NUMERO GUIA 1


EL DORADO FECHA INICIO
GUIA DE TRABAJO FECHA FINAL
TIEMPO DE TRABAJO EN HORA 4 HORAS
FECHA DE ENVIO:
ASIGNATURA: GEOGRAFÍA GRADO 7°
DOCENTE: ELISABET RODRIGUEZ
Asumir la Tierra como nuestro único hogar, como un sistema vivo que genera y permite
APRENDIZAJE
la vida de todo lo que existe

CONDICIONES DE Enviar fotografías de la actividad desarrollada en el cuaderno vía Whatsapp


ENTREGA 3212475234 o correo. [email protected]

En caso de no poder acceder a los documentos de manera virtual, los mismos


quedan anexados al final de este cuadro.

QUE ES LA CARTOGRAFÍA .VIDEO


RECURSOS https://www.youtube.com/watch?v=1nPxuRaIfJY

QUE ES LA CARTOGRAFÍA .

https://volaya.github.io/libro-sig/chapters/Mapas.html
TALLER

1. Elabora el siguiente cuadro:


CONCEPTO DEFINICIÓN O USO E IMAGEN
ELEMENTOS IMPORTANCIA
CARTOGRAFÍA
CARTOGRAFÍA
DE BASE
CARTOGRAFÍA
TEMÁTICA
ACTIVIDADES CAPAS
TEMÁTICAS
MAPA
MAPA DE
SIMBOLOS Y
PROPORCIONES
MAPAS DE
PUNTOS
MAPAS DE
ISOLINEAS
Reconocerá características de la Tierra que la hacen un planeta vivo y utilizará
coordenadas, convenciones y escalas para trabajar con mapas y planos de
CRITERIOS DE
EVALUACION representación
ANEXOS

El mapa y la comunicació n cartográ fica

Dentro o fuera del SIG, el mapa es el medio por excelencia para transmitir la información geográfica de modo visual. Ser
capaz de crear representaciones óptimas durante el trabajo con un SIG implica ser capaz de entender cómo crear un
mapa y saber escoger qué tipo de mapa es el más adecuado en función de la información a mostrar. En este capítulo
estudiaremos todo lo relativo a los mapas y sus conceptos fundamentales, así cómo las consideraciones necesarias a la
hora de crearlos, con objeto de poder abordar en el siguiente el trabajo directo de visualización dentro de un SIG y
analizar qué aporta este al concepto clásico de mapa.
Para seguir este capítulo es necesario haber estudiado el capítulo anterior, ya que haremos uso de las ideas entonces
presentadas acerca de las variables visuales. Algunos conceptos relativos al diseño cartográfico han aparecido ya en
capítulos previos, por lo que no se repetirán en este. En particular, el capítulo  Fundamentos_cartograficos dedicado a
los fundamentos cartográficos y geográficos contiene materia que debe conocerse antes de abordar la lectura del
presente.

Introducció n
Los mapas han sido empleados desde la antigü edad para recoger la informació n geográ fica y transmitirla. Como ya
dijimos en el capítulo anterior, podemos entender un mapa como un medio de comunicació n visual que constituye
un lenguaje con un objetivo particular: la descripció n de relaciones espaciales. Una mapa es, pues, una abstracció n
simbó lica de algú n fenó meno real, lo cual significa que presenta un cierto grado de simplificació n y generalizació n.
El diseñ o, producció n y uso de un mapa como forma de comunicació n conforma lo que se conoce como proceso
cartográfico. Má s concretamente, el proceso cartográ fico conlleva cuatro etapas o subprocesos, a saber:
 Recoger los datos.
 Manipular y generalizar los datos para diseñ ar y construir mapas.
 Visualizar el mapa.
 Interpretar la informació n.
La labor del cartó grafo se centra en el segundo de estos puntos, mientras que el usuario del mapa lleva a cabo los dos
ú ltimos. Será en esa construcció n de los mapas en lo que nos fijemos a lo largo de este capítulo, para conocer los
conceptos y reglas que rigen la comunicació n cartográ fica a través del uso de mapa. El lenguaje visual que
estudiá bamos en el capítulo Conceptos_basicos_visualizacion se convierte ahora en un lenguaje cartográ fico al
adaptarlo al caso particular de la creació n de mapas, y estas reglas (equivalentes a la gramá tica y la sintaxis de un
lenguaje hablado) son imprescindibles para poder crear cartografía que facilite las citadas labores del usuario
posterior de esta. Este conjunto de ideas relativas a la producció n de mapas dan forma a lo que conocemos
como diseño cartográfico.
El diseñ o cartográ fico implica la toma de decisiones por parte del cartó grafo. Algunas de estas decisiones pueden ser
la cantidad de simplificació n que debe realizarse o los símbolos que han de emplearse para plasmar la informació n a
transmitir. Las ideas desarrolladas en los pró ximos apartados conforman una base de conocimientos que facilita la
toma de decisiones correctas en este sentido.

El propó sito del mapa


Como elemento de comunicació n, un mapa tiene siempre un propó sito. De la misma forma que al hablar
pretendemos transmitir algo y para ello usamos el lenguaje como herramienta, en el caso de crear un mapa
empleamos el lenguaje grá fico para transmitir una determinada informació n geográ fica. También de igual modo que
en el caso de la comunicació n verbal, y el de cualquier otra forma de comunicació n, existe un receptor de nuestro
mensaje. Es decir, un usuario (o varios) de ese mapa, que será n quienes lo interpreten y aprovechen.
Esto que parece obvio es un hecho en realidad ignorado muchas veces a la hora de elaborar un mapa, y con ello se
pierde gran parte de la capacidad del mapa como elemento de comunicació n. Aplicar los conceptos de visualizació n
correctamente, así como aquellos que veremos en este capítulo relativos a la simbolizació n, no garantiza que el mapa
que generemos sea ú til, del mismo modo que aplicar adecuadamente la gramá tica del chino para elaborar una frase
no sirve de nada si nuestro interlocutor solo habla castellano, ya que no será capaz de interpretar nuestro mensaje
por muy correcto que este sea. Resulta incluso mejor elaborar un mensaje con errores gramaticales en castellano, ya
que al hacerlo así estamos teniendo en cuenta las circunstancias en que se produce la comunicació n.
Al crear un mapa nunca debemos olvidar quién y para qué va a usar ese mapa, y en funció n de ello elegir los
elementos correctos y la forma de presentar la informació n má s acorde con esos destinatarios y sus objetivos
particulares. Só lo entonces es cuando aplicaremos los conceptos del diseñ o cartográ fico para que el mensaje que
elaboramos sea el mejor posible.
La figura \ref{Fig:PropositoMapa} muestra un ejemplo claro de lo anterior a través de sendos mapas con
predicciones meteoroló gicas, proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología de Españ a. El primero es un
mapa de probabilidad de precipitació n, mostrada esta mediante isolíneas. El segundo es un clá sico mapa del tiempo
(conocido como mapa significativo) en el que sobre el mismo territorio se sitú an símbolos indicando el tiempo
previsto (soleado, chubascos, lluvias, tormentas, etc.). Ambos mapas son correctos desde el punto de vista de la labor
cartográ fica y se han creado a partir de una misma informació n, pero la forma de mostrar esta es bien distinta. Para
un uso científico, este ú ltimo mapa resulta claramente insuficiente, mientras que el primero es adecuado. Sin
embargo, si la audiencia es no especializada, tal como los lectores de un perió dico que deseen saber si mañ ana
podrá n o no salir al campo a disfrutar de un día soleado, el segundo mapa es mucho mejor, ya que el primero, aunque
también proporciona esa informació n e incluso lo hace con má s detalle, puede resultar excesivamente complejo y
difícil de entender si no se tienen ciertos conocimientos. Es decir, el usuario es en ú ltima instancia, y por encima del
propio diseñ o cartográ fico, quien hace que el mapa sea o no un elemento ú til.

Dos formas
distintas de mostrar una informació n a través de un mapa. En funció n del propó sito de este y el publico al que va
dirigido, cada una de ellas podrá ser adecuada o no. (Imá genes cortesía de AEMET)$$\label{Fig:PropositoMapa}$$
Entre los elementos fundamentales que se han de elegir en funció n del propó sito del mapa se encuentran los
correspondientes a la base matemática del mapa: escala y proyecció n. La escala condicionará el tipo de estudios que
será posible llevar a cabo con el mapa, y establecerá el nivel de detalle que se desea comunicar a través de este
(siempre, obviamente, dentro de los limites de la escala a la que se hayan recogido los datos). Por su parte, la
proyecció n debe considerarse en funció n de sus propiedades. Como ya vimos en el apartado TiposProyecciones, toda
proyecció n implica algú n tipo de distorsió n. Existen así proyecciones que mantienen las á reas, las distancias o los
á ngulos. Segú n qué trabajo se espere con el mapa será má s indicado hacer uso de una u otra de ellas, ya que no es lo
mismo un mapa catastral que una carta de navegació n, y la elecció n de una proyecció n inadecuada puede convertir
un mapa en una herramienta inú til para la tarea que se pretende realizar.
El otro aspecto importante a considerar es la forma en que transmitimos la informació n a través del mapa, es decir,
el tipo de mapa, como hemos visto en el ejemplo propuesto. Dentro de este capítulo estudiaremos los tipos de mapas
má s habituales y las características que los definen, así como la forma de crearlos correctamente.

Cartografía temá tica y cartografía base


Existen muchos tipos de mapas y muchas formas de clasificarlos. Una clasificació n especialmente relevante es la que
divide a estos en dos grupos cartográ ficos principales en funció n del tipo de informació n que aporten: cartografía
base, también denominada fundamental o topográfica, y cartografía temática.
La cartografía base representa el tipo de mapa que originalmente era el objeto principal de la cartografía, cuando lo
primordial era recoger con precisió n qué había sobre la Tierra, documentando a través del documento cartográ fico
las características físicas de esta. Este tipo de cartografía requiere de medidas precisas y se basa fundamentalmente
en el trabajo de la topografía para obtener la informació n necesaria que posteriormente se plasma sobre el mapa.
La cartografía base tiene cará cter general, y ello explica que inicialmente fuera el ú nico tipo de mapa de interés para
el cartó grafo, ya que existía una indudable necesidad de ese tipo de informació n de referencia acerca del entorno
físico. Una vez que se ha desarrollado una colecció n suficiente de mapas topográ ficos y se conoce bien la Tierra a
través de ellos, los cartó grafos comienzan a recoger en otro tipo de mapas otras variables espaciales también
susceptibles de ser representadas de ese modo. Esto tiene lugar alrededor del siglo XVIII, y aparece entonces la
cartografía temá tica.
La cartografía temá tica se centra en la representació n de un tema concreto (una variable espacial dada), pudiendo
esta ser de cualquier índole: física, social, política, cultural, etc. Se excluyen de la lista de esos temas posibles a los
puramente topográ ficos, que constituyen el objeto de la cartografía base.
La cartografía temá tica se apoya en la cartografía base, ya que esta se incluye también en los mapas temá ticos para
facilitar la comprensió n del comportamiento espacial de la variable representada y ubicar esta en un contexto
geográ fico dentro del propio mapa. Un mapa temá tico se compone, así pues, de dos partes bien diferenciadas:
 Una capa específica con la informació n temática. Contiene la informació n principal del mapa, representando
la variable espacial sobre la que se construye este.
 Un mapa base. El mapa base provee una localizació n geográ fica a la que se referencia la informació n
temá tica. Debe contener los elementos propios de la cartografía base, aunque siempre ha de tenerse en cuenta que
estos han de coexistir con los correspondientes a la parte temá tica. Por ello, frecuentemente es necesario incluir en
este mapa base menos detalle que si se diseñ ara para ser un mapa independiente, limitá ndose a los elementos
necesarios que definan un contexto geográ fico bá sico. La labor de este mapa base no es ser utilizado como tal como
si se tratara de cartografía base aislada, sino ayudar a los elementos de la componente temá tica a transmitir mejor la
informació n que contienen.
Aunque en ocasiones puede utilizarse un mapa topográ fico estándar como mapa base, habitualmente este contiene
demasiada informació n e interfiere con la capa temá tica, siendo má s adecuado crear el mapa base a partir de
elementos individuales. Algunos de los má s importantes son el canevás (rejilla de coordenadas, especialmente
necesaria a escalas pequeñ as), la red fluvial, el relieve, la vías de comunicació n, las poblaciones y los nombres
geográ ficos. Todos ellos son buenos elementos de referencia para permitir situar en base a ellos cualquier tipo de
informació n temá tica.
La mayoría de las ideas de este y el pró ximo capítulo se aplican fundamentalmente a la cartografía temática, siendo
esta ademá s la que con mayor frecuencia se genera mediante el uso de un SIG. Una buena parte de lo visto en
relació n con las variables visuales y sus propiedades tiene mayor relevancia a la hora de tratar con cartografía
temá tica, ya que esos conceptos se aplican a la representació n de variables y fenó menos de tipo cuantitativo, y es la
cartografía temá tica la que trabaja con ellos.
En la cartografía topográ fica, los elementos geométricos que representamos son en sí la informació n que
pretendemos comunicar con el mapa, mientras que en la cartografía temá tica esa geometría es solo parte de la
informació n, siendo la otra parte la que se transmite a través del uso de variables visuales como, por ejemplo, el
color. De otro modo, la cartografía topográ fica representa «cosas» que encontramos en el terreno (un accidente
geográ fico, el curso de un río, el perfil de una costa), mientras que la cartografía temá tica se centra má s en la
representació n de valores y atributos. La línea que representa una carretera en un mapa existe realmente en el
terreno, mientras que la que representa una curva de nivel no existe físicamente. Podemos decir también que en
lugar de en el qué, la cartografía temá tica se centra en el cómo.
Segú n el tipo de informació n que contenga, la cartografía temática se divide en cuantitativa y cualitativa. Como
veremos a continuació n, el tipo de informació n tiene gran repercusió n a la hora de generar un mapa, ya que
condiciona los elementos que podemos usar para simbolizar dicha informació n.

Elementos del mapa. Composició n


Un mapa no es solo una colecció n de grá ficos que representan objetos o valores del mundo real a una escala dada,
sino que para ser verdaderamente completo requiere completarse con otra serie de elementos adicionales. Es decir,
el mapa en sí no es solo lo que se deriva de la representació n de la informació n geográ fica y su simbolizació n, sino un
conjunto de elementos dispuestos de forma ó ptima, entre los cuales, eso sí, resulta de particular relevancia aquel que
contiene la informació n geográ fica como tal.
Igual de importante que simbolizar correctamente la informació n geográ fica es situar adecuadamente los distintos
elementos del mapa, ya que estos está n pensados también, al igual que la propia simbología, para facilitar la
interpretació n de la informació n y hacer esta má s comprensible.
Los siguientes son los elementos fundamentales que podemos emplear para componer un mapa (Figura
\ref{Fig:ElementosMapa}):
Ejemplo de mapa mostrando
sus elementos má s habituales.$$\label{Fig:ElementosMapa}$$
 Nombre o título. Imprescindible para conocer qué informació n muestra el mapa.
 Autor. La persona u organismo que ha creado el mapa debe aparecer indicada en algú n punto de este.
 Otra información sobre el mapa. Por ejemplo, la relativa al sistema de referencia empleado o la fecha de
su creació n, entre otras.
 Canevás. El canevá s nos indica dó nde dentro de la superficie terrestre se encuentra aquello que el mapa
representa, y provee la referencia geográ fica para sus elementos. Asimismo, complementa a la escala para la
estimació n visual de distancias y medidas. Es má s necesario en caso de escalas bajas, aunque se añ ade con
independencia de la escala.
 Leyenda. Aunque se ha de tratar de utilizar una simbología lo má s expresiva posible, no toda la informació n
puede incorporarse en el mapa, y es necesario acompañ arlo de una leyenda. Esta ha de ser también fá cil de
interpretar y lo má s clara posible. Una leyenda demasiado extensa o de difícil comprensió n probablemente nos
indica que la simbología escogida es mejorable. La leyenda es un elemento difícil de crear, aunque los SIG
normalmente presentan funcionalidades de creació n automá tica de esta. No obstante, la calidad del resultado suele
ser pobre, y es habitual que exista siempre la posibilidad de editarla manualmente con posterioridad para corregir
sus deficiencias. Un error comú n es mostrar los valores exactos de los intervalos de clase, una precisió n muchas
veces innecesaria. Por ejemplo, para los mapas de la figura \ref{Fig:TiposIntervalosClases}, que representan la
variable població n, los límites de los intervalos no son en algunos casos valores enteros debido a la propia naturaleza
del método empleado para crearlos, pero la població n sí que ha de ser siempre expresada con un valor entero.
Expresar el rango de cada clase con un numero amplio de decimales (tal y como las rutinas automatizadas del SIG
suelen hacer) no resulta muy adecuado, por lo que deben sustituirse las cifras por las correspondientes
redondeadas, sin que ello reste utilidad o exactitud a la leyenda. La leyenda y el mapa en sí forman un todo, por lo
que no deben separarse mediante un cuadro, salvo en el caso en que el mapa cubra todo el á rea del lienzo y no sea
fá cil separar visualmente de forma clara ambos elementos.
 Norte. Aunque habitualmente se presupone la orientació n Norte-Sur, no siempre ha de ocurrir así, y una
aguja apuntando al norte o una rosa de los vientos sirve para aclarar la orientació n del mapa. Es de reseñ ar que la
orientació n no ha de ser constante para todos los puntos de un mapa, estando esto en relació n con el tipo de sistema
de coordenadas y la proyecció n empleada. Por ejemplo, en el mapa mundial de la figura \ref{Fig:TintasElevacion}, el
Norte se sitú a hacia arriba de la hoja solo en el centro. Si nos encontramos en la parte izquierda del mapa la direcció n
del Norte no es la misma. El canevá s, que contiene los paralelos y meridianos, será en este caso la referencia fiable en
lo que a orientació n respecta.
 Escala. La escala debe indicarse tanto de forma numérica como grá fica, de modo que puedan realizarse
cá lculos y estimar visualmente distancias entre puntos dados del mapa.
 Localizador. Un localizador provee un elemento visual para situar el mapa en un contexto geográ fico má s
amplio, de modo similar al canevá s. Es de especial interés en el caso de series de mapas, para establecer la relació n
entre el presente y los restantes dentro de la misma serie. En este caso, el localizador sirve como mapa índice.
 Mapas de detalle. Cuando resulta necesario mostrar una cierta zona del mapa con mayor detalle y a una
escala mayor, se puede incluir un mapa correspondiente a esa zona como un enclavado dentro del mapa principal. Se
debe señ alar asimismo sobre este ú ltimo la zona a la que corresponde el mapa de detalle.
Aunque en un mapa en sentido clá sico deben incorporarse todos o la gran mayoría de los anteriores elementos,
cuando trabajamos con representaciones dentro de un SIG la situació n es distinta y se puede prescindir de una
buena parte de ellos. Por ejemplo, y dado el cará cter menos persistente de la representació n en pantalla, añ adir el
nombre del autor carece la mayoría de las veces de sentido. Informació n tal como la procedencia de los datos que
estamos visualizando resulta de má s interés que el autor del mapa, pero lo correcto es consultar esta en los propios
datos, que deberían contenerla de algú n modo (veremos má s sobre esto en el capítulo Metadatos).
La escala es adecuado mostrarla de forma numérica, pero no en su versió n grá fica, ya que dentro de un SIG
encontramos herramientas que nos permiten medir con total precisió n distancias y á reas, y una escala grá fica carece
de utilidad en este contexto. Por su parte, el localizador es mejor que el canevá s para definir el contexto, ya que
muchas aplicaciones SIG incorporan incluso un localizador interactivo sobre el que puede operarse para cambiar el
encuadre del mapa.
En lo que respecta a la forma de disponer los elementos sobre el lienzo que un mapa conforma, la premisa
fundamental es maximizar la claridad y aprovechar de la mejor forma posible el espacio disponible. La figura
\ref{Fig:AprovechamientoEspacioMapa} muestra un claro ejemplo de có mo un adecuado uso del espacio en el mapa,
evitando que existan zonas en blanco que no comunican ninguna informació n, mejora notablemente la calidad del
mapa.

Ejemplo de un aprovechamiento ó ptimo del espacio de


un mapa (a) y un aprovechamiento incorrecto de este (b).$$\label{Fig:AprovechamientoEspacioMapa}$$
Asimismo, es importante que el diseñ o del mapa recalque su propó sito, haciendo énfasis en los aspectos má s
relevantes para cumplir este.
Aunque el objetivo principal del diseñ o cartográ fico es crear un mapa ú til y no un mapa bonito, no cabe duda que una
cierta preocupació n por el aspecto estético es recomendable, ya que también contribuirá a una mejor interpretació n
de la informació n del mapa. Este es un aspecto subjetivo y con una componente principalmente artística, aunque
también pueden aportarse algunos elementos metodoló gicos de cará cter má s sistemá tico. Uno de ellos utilizado
frecuentemente es el empleo de la proporció n á urea para dimensionar los elementos del mapa. Comenzando por las
dimensiones del propio lienzo, puede aplicarse a las de los restantes componentes, tales como la leyenda en caso de
estar situada en un cuadro aparte, o el cuadro que contiene el nombre del mapa y otra informació n adicional.
Los conceptos que deben manejarse a la hora de elegir las características de los elementos del mapa y su
emplazamiento derivan de la percepció n visual, disciplina que ya vimos en el capítulo anterior. A continuació n tienes
algunas ideas adicionales sobre percepció n visual que deben aplicarse a la composició n de mapas. Si deseas ampliar
estos conceptos, la referencia fundamental sobre percepció n visual desde el punto de vista del arte es
[Arnheim1986Paidos].
 El documento cartográ fico tiene dos centros. Un centro geométrico y uno ó ptico. Este ú ltimo se sitú a por
encima del geométrico, aproximadamente a un 5% de la altura total del documento. Los elementos del mapa se
deben disponer alrededor del centro ó ptico.
 Los elementos en la parte superior del mapa tienen una mayor importancia, así como los situados en la parte
izquierda. Es en estas zonas donde deben situarse los elementos má s importantes sobre los que se quiera centrar la
atenció n.
 La atenció n del lector del mapa va desde la esquina superior izquierda hasta la inferior derecha, pasando
por el centro ó ptico. Los elementos importantes deben situarse en esta línea, para que su posició n se corresponda
con los movimientos naturales de la vista.
 Debe tratarse de crear un mapa sea visualmente equilibrado. El equilibrio visual es el resultado del peso que
cada elemento tiene y su posició n, así como su orientació n. Estos pesos deben repartirse adecuadamente por todo el
lienzo del mapa. El peso de un elemento depende de mú ltiples factores, entre ellos los siguientes:
o Posició n. Los elementos tiene má s peso en la derecha que en la izquierda, y má s en la parte superior
que en la inferior. El peso aumenta al aumentar la distancia al centro del documento.
o Tamañ o. Mayor tamañ o implica má s peso.
o Color. Los colores brillantes tienen má s peso que los oscuros. El tono rojo tiene má s peso que el
azul.
o Aislamiento. Los elementos aislados tienen má s peso que aquellos rodeados por otros.
o Forma. Las formas regulares tienen má s peso que las irregulares. Cuanto má s compacta sea la
forma, también tendrá má s peso.
o Direcció n. Algunos elementos pueden tener una direcció n que «dirija» la atenció n hacia otros,
concediéndoles peso (por ejemplo, una flecha que señ ale a un elemento, haciendo que llame má s la atenció n),
Las ideas acerca de la composició n y el equilibrio del mapa se han de aplicar a todo el documento cartográ fico (es
decir, al que contiene todos los elementos citados anteriormente), así como a la parte de este que representa la
informació n geográ fica. Es importante seleccionar adecuadamente el á rea geográ fica cubierta para que la
informació n relevante que se muestra acerca de esta conforme un conjunto equilibrado y siga a su vez las
indicaciones mencionadas.
Recordar, por ú ltimo, que la composició n del mapa implica una organizació n horizontal (plana) de sus elementos,
pero existe asimismo una organizació n vertical. Esta viene definida por la jerarquía existente, sobre la cual ya se
comentaron algunas ideas en el apartado AyudasPercepcion. Estas ideas deben aplicarse igualmente en la
composició n del mapa, para conjuntamente lograr un documento equilibrado en el que quede claro qué elementos
son los de mayor importancia y pueda accederse con facilidad a la informació n que contienen.

Tipos de mapas temá ticos


Los mapas temá ticos representan la mayor parte de los creados en un SIG, por lo que resulta necesario ver en detalle
las formas en las que pueden presentarse. Existen diversas alternativas en funció n del tipo de elemento que se
pretenda simbolizar o las características de la variable tratada, y la elecció n de una u otra supondrá una diferencia
importante en el mapa obtenido y en su uso posterior. En un mismo mapa pueden combinarse varias de estas
formas, especialmente si se pretende representar má s de una variable, en cuyo caso la combinació n debe buscar la
má xima claridad en la representació n de todas ellas.
En este apartado detallaremos los siguientes tipos de mapas temá ticos: mapas de coropletas, mapas de isolíneas,
mapas de densidad de puntos y mapas de símbolos proporcionales. Todos ellos se utilizan para la representació n de
variables cuantitativas.

Mapas de símbolos proporcionales


Un mapa de símbolos proporcionales representa variables cuantitativas a través de símbolos cuyo tamañ o esta en
relació n con el valor a representar de dicha variable. Es decir, emplea la variable visual tamañ o, que como ya hemos
visto es la ú nica que presenta la propiedad cuantitativa. La forma de los distintos símbolos es siempre la misma, y
por simplicidad lo má s frecuente es utilizar como símbolo base el círculo, aunque puede utilizarse cualquier otro, e
incluso símbolos de tipo lineal (barras).
Puesto que el tamañ o es el elemento que diferencia a los distintos símbolos y el que transmite la informació n
cuantitativa, su elecció n es crucial para la creació n de un buen mapa de este tipo. La elecció n de un tamañ o implica
elegir uno mínimo y uno má ximo, correspondientes a los valores mínimo y má ximo de la variable en el mapa. Entre
estos se situará n los distintos tamañ os correspondientes al resto de posible valores que toma la variable.
Existe, claramente, una relació n entre el tamañ o má ximo y el mínimo, ya que se define una relació n de escalado de
los distintos valores. Este escalado es distinto para símbolos lineales que para símbolos de á rea, ya que la percepció n
de la relació n entre ellos es distinto segú n el tipo de símbolo empleado. En ambos casos, el escalado debe ser
coherente con el valor que se representa, de tal modo que si el usuario del mapa percibe que el tamañ o de un
símbolo es el doble que el de otro, los valores de ambos símbolos estén igualmente en esa proporció n.
Para conseguir esto se ha de seleccionar el tamañ o asociado al valor de uno de los extremos. Esto se hará con un
criterio puramente grá fico, de tal modo que, si por ejemplo establecemos el tamañ o má ximo, este no sea excesivo y a
la hora de representar el símbolo correspondiente en el mapa ocupe demasiado espacio y existan solapes. Debe
evitarse asimismo que el tamañ o mínimo sea demasiado pequeñ o y no se aprecie el símbolo con claridad. Una vez
hecho esto, se establece una relació n lineal, de tal forma que podemos calcular el tamañ o correspondiente a todo
valor. Si un valor de 100 se corresponde con una barra de una altura de 10mm, entonces un valor de 200 se
representara mediante una barra de 20mm, y así sucesivamente.
Para el caso de símbolos superficiales, no obstante, el escalado no debe hacerse en funció n de un pará metro lineal
(por ejemplo, el radio en el caso de emplear círculos), sino respecto a la propia superficie. Es decir, si un valor de 100
se representa con un circulo de radio $r$, el valor 200 no se representará mediante un círculo de radio $r'=2r$, sino
con una de tal radio que la superficie sea el doble del primero. En este caso, el radio buscado sería $r' = \sqrt{2}r$.
El escalado de símbolos se puede dar de forma continua, de tal modo que cada valor se representa con un símbolo de
un tamañ o calculado segú n la idea anterior, empleando el valor exacto para el escalado. No obstante, la capacidad de
diferenciar visualmente tamañ os distintos e interpretar la relació n entre ellos es limitada, por lo que suele resultar
má s conveniente efectuar un escalado discreto. Es decir, crear clases y asignar a un valor no un símbolo del tamañ o
exacto que le correspondería, sino el asignado al valor que define a la clase, habitualmente el centro de esta.
Tanto las barras como los círculos pueden sectorizarse, mostrando una divisió n en subclases del valor total que
representan. Para el caso de la població n, podrían mostrarse las proporciones que corresponden a hombres y
mujeres. Este tipo de representaciones, no obstante, son a veces difíciles de interpretar en su conjunto, por lo que
resulta má s adecuado crear varios mapas que muestren esa misma informació n por separado, en lugar de
conjuntamente en uno ú nico.
Aunque la variable visual tamañ o presenta la propiedad cuantitativa, la percepció n de la relació n de tamañ o no es
perfecta y existe una cierta imprecisió n. Esta se debe a muchos factores, como por ejemplo el hecho de que los
símbolos situados alrededor de uno dado pueden afectar a la percepció n de su tamañ o. Por esta razó n, es importante
para facilitar la correcta interpretació n de un mapa de símbolos graduados el mostrar en la leyenda la relació n entre
los distintos tamañ os de los símbolos y sus valores. Para el caso habitual de emplear círculos, esto puede llevarse a
cabo mediante elementos grá ficos como los mostrados en la figura
\ref{Fig:EjemplosLeyendaSimbolosProporcionales}

Dos ejemplos de leyendas


para un mapa de símbolos proporcionales.$$\label{Fig:EjemplosLeyendaSimbolosProporcionales}$$
El uso de un escalado lineal en el que se conserve la propiedad cuantitativa resulta en ocasiones inapropiado debido
a la distribució n de los valores. Por ejemplo, para representar el mapa de la figura \ref{Fig:TiposIntervalosClases},
este esquema no es adecuado, ya que una de las zonas presenta un valor de la variable muy superior a la del resto
(puede verse esto claramente en la representació n por intervalos iguales), lo cual requeriría el uso de un símbolo
desproporcionadamente grande. Si se usan clases iguales, la mayoría de los valores entrarían en una de ellas, por lo
que no se transmitiría bien la distribució n de estos. En este caso, se debe emplear un esquema de clases distinto,
aunque así la proporció n de tamañ os no permita visualmente estimar las cantidades. Es decir, los tamañ os de los
símbolos nos indican que hay má s cantidad en una zona que en otra, pero no podemos solo con ellos
saber cuánto má s hay. Los mapas elaborados de esta forma se conocen como mapa de símbolos graduados. En estos
mapas, la importancia de la leyenda es aú n mayor si cabe, ya que es la encargada de explicar el significado de cada
tamañ o, y sin ella la informació n de la que disponemos es mucho menor.
El mapa de la figura \ref{Fig:ElementosMapa}, que mostramos al presentar los distintos elementos del mapa, es un
ejemplo mapa de símbolos graduados.

Mapas de puntos
Los mapas de puntos se emplean especialmente para la representació n de variables que representen algú n tipo de
cantidad, tales como la població n, el gasto medio por persona o la producció n de un determinado cultivo. Estas
cantidades se representan mediante la repetició n de puntos, en numero proporcional a su magnitud. Cada uno de
esos puntos representa un valor unitario, y el conjunto de ellos sobre la zona en cuestió n suma la cantidad total a
representar. Los puntos tienen todos la misma forma y tamañ o, a diferencia de lo que vimos en el caso de los
símbolos proporcionales.
Los mapas de puntos transmiten de forma muy eficaz los valores que representan, obteniéndose este por el mero
recuento, aunque visualmente permiten una estimació n inmediata y pueden compararse entre las distintas zonas del
mapa. Por esta razó n, son especialmente adecuados para variables discretas má s que para continuas, aunque
también pueden emplearse para estas ú ltimas.
Aunque podrían crearse con cualquier otro símbolo, ya que es la repetició n de este la que transmite la informació n,
lo má s habitual es el empleo de puntos, de ahí el nombre genérico que se les da.
Tres son los aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar un mapa de puntos: el valor de cada punto
(es decir, cuá ntas unidades de la variable representa cada punto), su tamañ o y su posició n.
Si los valores de la variable que se manejan son bajos, se puede establecer como valor del punto la unidad. Es decir,
un punto representa sobre el mapa un habitante en el caso de un mapa de població n. No obstante, con valores altos
(como en el caso de la població n) esto da lugar a un nú mero demasiado elevado de puntos que saturan el espacio del
mapa y no transmiten adecuadamente la informació n. Por ello, cada punto debe representar un nú mero mayor de
elementos de la variable representada, de tal modo que no aparezcan en demasía en el mapa, solapá ndose unos con
otros. Si el valor escogido es demasiado alto, aparecerá n pocos puntos en el mapa, y este puede quedar poco
expresivo y no transmitir la distribució n de la variable. Debe, por tanto, escogerse un valor adecuado que equilibre la
presentació n de los puntos sobre el mapa. Este valor se representará en la leyenda para su interpretació n,
habitualmente en forma de texto, escribiendo por ejemplo, que «un punto equivale a 1000 habitantes».
La elecció n del tamañ o del punto debe garantizar la buena visibilidad de este, al tiempo que no debe ser
excesivamente grande para que no ocupe demasiado espacio y dificulte la visió n de otros. Obviamente, el tamañ o
ó ptimo está en relació n con el valor unitario escogido, y ambos pará metros deben establecerse conjuntamente para
lograr la combinació n má s adecuada.
Por ú ltimo, la posició n del punto es de gran importancia para transmitir la informació n correcta y no dar lugar
ambigü edades o incorporar errores conceptuales. Si no disponemos de informació n adicional y solo tenemos el valor
correspondiente a una zona dada, los puntos se han de disponer de forma regular ocupando toda la superficie de la
zona. Si, por el contrario, sabemos algo má s acerca de la distribució n de la variable, debemos emplear esa
informació n para emplazarlos de forma má s realista. Si, por ejemplo, la zona corresponde a una provincia y sabemos
la localizació n de la principal ciudad dentro de ella, es má s ló gico situar má s puntos cerca del emplazamiento de esa
ciudad que en otras partes de la provincia, ya que una mayor parte de la població n estará allí.
Otro aspecto a considerar es el significado de la variable que se representa y la posibilidad o no de que aparezca en
las distintas localizaciones de los puntos. Si la variable es, por ejemplo, el numero de ejemplares avistados de un
determinado ave acuá tica, situar los puntos sobre zonas urbanas o de bosque no tiene sentido, ya que dan a entender
que ahí hay presencia de esa especie (tantos ejemplares como los puntos en cuestió n indiquen), algo que es falso.
En los dos casos anteriores va a resultar necesario «mover» los puntos a su localizació n má s correcta, algo que,
habitualmente, no resulta posible con los mecanismos automatizados de que dispone un SIG. El chequeo del mapa
creado resulta, por tanto, imprescindible para comprobar que existen puntos en posiciones erró neas. El uso de
herramientas externas tales como programas de diseñ o grá fico, segú n vimos en el
capítulo Introduccion_visualizacion, es una solució n para retocar los mapas creados y obtener una distribució n de
los puntos má s correcta.
La imagen \ref{Fig:MapaPuntos} muestra un ejemplo de un mapa de puntos.
Mapa de puntos.$
$\label{Fig:MapaPuntos}$$

Mapas de isolíneas
Los mapas de isolíneas son unos de los má s usados para la representació n de informació n cuantitativa, en particular
cuando se trata de variables continuas. Se utiliza habitualmente para representar campos escalares y constituye una
forma muy efectiva de incorporar esta informació n en un mapa, ya que puede combinarse con otros tipos de mapas y
de informació n, debido a que, al representarse ú nicamente mediante líneas, permite la presencia de otros elementos
dentro del mapa sin resultar obstrusiva.
Un mapa de isolíneas está formado por un conjunto de líneas, cada una de las cuales une puntos que presentan el
mismo valor de la variable. Estas líneas no pueden cruzarse, ya que ello significaría que en un punto se presentan dos
valores. El caso má s típico de mapa de isolíneas son las curvas de nivel que aparecen el un mapa topográ fico,
indicando la elevació n del terreno. Otras variables que habitualmente se representan mediante curvas de nivel son la
temperatura (en cuyo caso, las líneas se denominan isotermas), la presió n (isobaras) o el tiempo (isocronas). En el
caso de las curvas de elevació n, estas se conocen como isohipsas, aunque resulta mucho má s habitual denominarlas
simplemente curvas de nivel, nombre que se emplea también por extensió n como sinó nimo general de isolíneas.
Para una variable continua, los valores que esta puede tomar son infinitos, por lo que el nú mero de isolíneas que
pueden trazarse también lo es. Por ello, es necesario seleccionar qué isolíneas se desea representar, estableciendo
clases y representando tan solo los límites de estas. A pesar de esta divisió n, no resulta habitual un aná lisis complejo
a la hora de establecer la distintas clases, tal y como se detalló en el apartado CreacionClases. En su lugar, se emplean
en la gran mayoría de casos intervalos iguales, siendo el tamañ o de cada clase (el rango de valores que cubre) el
ú nico pará metro a definir. Este pará metro es lo que se conoce como equidistancia en un mapa de curvas de nivel.
La construcció n de un mapa de curvas de nivel es una tarea compleja que requiere de unas técnicas particulares que
no detallaremos aquí. La razó n para esto es que, dentro de un SIG, esas técnicas se aplican de forma distinta a través
de procesos como los que ya hemos visto en la parte correspondiente del libro. El problema principal para la
construcció n del mapa de isolíneas es estimar el trazado de estas a partir de valores puntuales, lo cual coincide con lo
que vimos en el capítulo Creacion_capas_raster acerca de los distintos métodos de interpolació n. Por esta razó n,
dentro de un SIG el procedimiento a seguir será calcular una capa rá ster a partir de valores puntuales, y después
crear las isolíneas a partir de esta capa segú n lo visto en el apartado Isolineas, no siguiendo la metodología clá sica de
creació n de estas a pesar de que los fundamentos teó ricos subyacentes (las técnicas de interpolació n) son los
mismos en ambos casos.
Algo que si debe citarse en lo que respecta a la creació n de las isolíneas, ya sea con o sin la ayuda del SIG, es la
diferencia entre las denominadas isaritmas o líneas isométricas y las isopletas. Las isartimas expresan una variable
que existe como tal en aquellos puntos por los que pasa la isolínea, como por ejemplo en el caso de la elevació n. Una
curva de nivel de 100 metros pasa por un punto en el que la elevació n es exactamente igual a 100. Con otras
variables, sin embargo, el valor no tiene que existir como tal en esos puntos, y la isolínea es solo una forma de
representar el comportamiento de la variable. Así sucede, por ejemplo, en valores que no ocurren en puntos, sino por
unidad de á rea, y que al convertir en isolíneas dan lugar a las citadas isopletas.
Imaginemos, por ejemplo, el caso de la densidad de població n. Podemos crear unas isolíneas de densidad de
població n, pero no podemos medir esta en un punto. Debemos contar los habitantes en un á rea dada y después
dividir entre dicho á rea. El valor obtenido debemos después asignarlo a un punto y con el conjunto de puntos así
obtenidos ya podremos crear las isolínea. La diferencia en este caso es que esa unidad de á rea debe resumirse en un
punto.
En caso de que dentro de la unidad exista una distribució n homogénea, podemos asignar el valor del á rea a su centro
geométrico, pero de no ser así es necesario buscar otra localizació n en base a la informació n adicional de que
dispongamos. Por ello, los mapas de isopletas presentan mayor incertidumbre que los de isaritmas, especialmente si
las unidades de á rea empleadas son grandes. Aunque a efectos de su representació n (que es principalmente lo que
estamos tratando en este capítulo) no existen diferencias, los aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de su
uso y creació n son distintos y deben reseñ arse.
A la hora de simbolizar las isolíneas, y con independencia de su tipo, la variable visual tamañ o es la ú nica que suele
emplearse, en particular para señ alar aquellas líneas que representan un valor mú ltiplo de una determinada
cantidad y hacer así má s fá cil la lectura del mapa. Estas líneas son lo que se conoce como curvas directrices. Por
ejemplo, en un mapa topográ fico con curvas de nivel con una equidistancia de 100 metros, es habitual establecer
curvas directrices cada 500 metros. Todas aquellas curvas cuyo valor asociado sea mú ltiplo de 500 se representan
con un trazo má s grueso para que puedan localizarse rá pidamente.

Mapa de isolíneas. Se ha empleado para su


representació n tanto las líneas como el coloreado de las franjas entre estas.$$\label{Fig:Isolineas}$$
El uso del color o la textura en las líneas no es habitual como simbología, ya que simbolizar los valores de cada una a
través de las variables visuales resulta en este caso menos prá ctico. Lo normal es etiquetar cada una de ellas con el
valor concreto (con texto sobre la línea), y aprovechar el hecho de que dos líneas consecutivas está n separadas
siempre una magnitud igual al tamañ o de la clase (la equidistancia), lo cual aporta un importante contexto en lo que
a los valores se refiere.
Una forma particular de representar las isolíneas mediante color es hacerlo no sobre las líneas, sino sobre las zonas
que median entre ellas. Es decir, representar la clase en lugar del límite de clase. Este tipo de mapas se asemeja al
mapa de coropletas (que veremos seguidamente), tratá ndose má s de un mapa de á reas que de líneas, por lo que se
conoce como de isocoropletas. Ambos tipos de representació n, mediante á reas y mediante líneas, pueden combinarse
en un ú nico mapa.
En la figura \ref{Fig:Isolineas} puede verse un ejemplo de mapa de isolíneas combinando las dos formas anteriores.

Mapas de coropletas
Los mapas de coropletas son utilizados muy habitualmente para representar la informació n geográ fica en un SIG, y
hemos visto ejemplos de ellos en otros puntos de este y otros capítulos. Por ejemplo, los mapas de la figura
\ref{Fig:TiposIntervalosClases} son todos ellos mapas de coropletas.
En un mapa de coropletas se tiene una serie de á reas definidas, cada una de las cuales posee un valor de una variable.
Este valor de la variable afecta a todo el á rea y es el que se representa por medio de alguna variable visual,
normalmente el color a través de su componente valor. Las zonas definidas por cada á rea tienen un significado
arbitrario, no relacionado con la variable asociada. Muy frecuentemente, se utilizan limites administrativos o de
gestió n como á reas. Cada á rea conforma una unidad espacial, y el valor asociado a ella resume la variable dentro de
dicho á rea.

Resumen
Hemos visto en este capítulo có mo un mapa constituye una forma de comunicació n visual, y có mo en esa
comunicació n existen una serie de factores a tener en cuenta para que la transmisió n de la informació n entre emisor
y receptor sea ó ptima. De especial relevancia en este sentido es prestar atenció n a este ú ltimo y tener siempre en
cuenta el propó sito del mapa que creamos.
Distinguimos dos tipos de cartografía: la cartografía de base y la temá tica. Esta ú ltima es la que crearemos con má s
frecuencia en un SIG. Las formas de cartografía temá tica está n muy relacionadas con las características de la
variable. Para el caso de variables cuantitativas, es importante agrupar adecuadamente los distintos valores en
clases. Existen diversas formas de delimitar los intervalos correspondientes, siendo las má s habituales el uso de
intervalos iguales, intervalos naturales o intervalos basados en la media y la desviació n típica de los valores en
cuestió n.
Dentro de los tipos de mapas temá ticos má s importantes encontramos los mapas de puntos, de símbolos
proporcionales, de isolíneas y de coropletas, cada uno de ellos con sus características particulares. Los mapas de
isolíneas son especialmente indicados para la representació n de variables continuas, mientras que por su parte las
variables de tipo razones se representan de forma especialmente adecuada mediante los mapas de puntos.
A la hora de componer un mapa existen diversos elementos que deben añ adirse para facilitar su interpretació n.
Ademá s de conocer la funció n de cada uno, es importante saber có mo situar estos sobre el lienzo del mapa,
aprovechando correctamente el espacio e integrá ndolos adecuadamente.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA RURAL DEPARTAMENTAL NUMERO GUIA 2
EL DORADO FECHA INICIO
GUIA DE TRABAJO FECHA FINAL
TIEMPO DE TRABAJO EN HORA 4 HORAS
FECHA DE ENVIO:
ASIGNATURA: GEOGRAFÍA GRADO 7°
DOCENTE: ELISABET RODRIGUEZ VARGAS
Asumir la Tierra como nuestro único hogar, como un sistema vivo que genera y permite
APRENDIZAJE
la vida de todo lo que existe

CONDICIONES DE Enviar fotografías de la actividad desarrollada en el cuaderno vía Whatsapp


ENTREGA 3212475234 o correo. [email protected]

En caso de no poder acceder a los documentos de manera virtual, los mismos


quedan anexados al final de este cuadro.

MAPA GEOLOGICO DE LOS ANDES


https://images.app.goo.gl/iNYCXzmnJAKfNTgt5

PATRONES DE RIQUEZA ESPECÍFICA DE LAS FAMILIAS MELASTOMATACEAE


Y RUBIACEAE EN LA CORDILLERA ORIENTAL, COLOMBIA, NORTE DE LOS
ANDES Y CONSIDERACIONES PARA LA CONSERVACIÓN
https://images.app.goo.gl/Yc2UrkXJrwRHTWNR8
RECURSOS
MAPA DE CORONAVIRUS EN EL MUNDO
https://images.app.goo.gl/3REEEz6NZBbSMh3w5

LIDERES SOCIALES ASESINADOS EN COLOMBIA


https://images.app.goo.gl/SgM56daqqyFNiK9S8

MAPA DE LAS ACTIVIDADES ECONOMICAS EN EUROPA


https://images.app.goo.gl/6zn2d4eFd3UTvbV37

TALLER

1. Analiza Cada uno de los mapas teniendo en cuenta la información


organizada en el taller anterior. Así:
 Qué tipo de mapa es.
 Que información está representando
 De qué forma representa la información
ACTIVIDADES  Que tio de convenciones usa
 Que otras formas de representación podrá tener
 Que elementos me brindan información en el mapa, que elementos faltan
en el mapa
 Como se ven las escalas y las coordenadas en el mapa
 Como se evidencian las capas en el mapa.

Reconocerá características de la Tierra que la hacen un planeta vivo y utilizará


coordenadas, convenciones y escalas para trabajar con mapas y planos de
CRITERIOS DE
EVALUACION representación
ANEXOS

ACTIVIDADES ECONOMICAS EN EUROPA

MAPA DE LÍDERES SOCIALES ASESINADOS EN COLOMBIA


CASO DE CORONAVIRUS

MAPA GEOLOGICO DE LOS ANDES


PATRONES DE RIQUEZA ESPECÍFICA DE LAS FAMILIAS MELASTOMATACEAE Y RUBIACEAE EN LA
CORDILLERA ORIENTAL, COLOMBIA, NORTE DE LOS ANDES Y CONSIDERACIONES PARA LA
CONSERVACIÓN

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