Unidad 3. Tema 3. Tratamiento Primario

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Universidad Tecnológica Nacional

Facultad Regional Rafaela

UNIDAD N° 3
EFLUENTES LÍQUIDOS

Tema 3:
Tratamiento Primario.

SANEAMIENTO
Y MEDIO AMBIENTE
1. DECANTACIÓN O SEDIMENTACIÓN: Conceptos Generales

La sedimentación consiste en la separación, por la acción de la gravedad de las partículas


suspendidas cuyo peso específico sea mayor al del agua. Los sólidos de menos peso tienden a
ascender, por lo tanto en la mayoría de los casos también se separa el material flotante,
reduciendo el contenido de sólidos en suspensión del agua. La decantación es una de las
operaciones unitarias más utilizadas en el tratamiento de las aguas residuales. Los términos
decantación y sedimentación se utilizan indistintamente.
Esta operación se emplea en la eliminación de arenas, de flóculos químicos cuando se emplea
la coagulación química, de la materia en suspensión en flóculos biológicos en los decantadores
secundarios, para la concentración de sólidos en los espesadores de fangos.
En la mayoría de los casos se busca la obtención de un efluente clarificado, pero también es
necesario la producción de un fango cuya concentración de sólidos permita su fácil tratamiento
y manejo.
2. PRECIPITACIÓN QUÍMICA: Conceptos Generales
La precipitación química en el tratamiento de aguas residuales lleva consigo la adición de
productos químicos con la finalidad de alterar el estado físico de los sólidos disueltos y en
suspensión y facilitar su eliminación por sedimentación. En algunos casos, la alteración es
pequeña y la eliminación se logra al quedar atrapados dentro de un precipitado voluminoso
constituido, principalmente, por el propio coagulante. Otra consecuencia de la adición de
productos químicos es el incremento neto de los constituyentes disueltos en el agua residual.
Los procesos químicos, junto con algunas operaciones físicas unitarias, se han desarrollado
para proporcionar un tratamiento primario más completo a las aguas residuales no tratadas.
Precipitación química para mejorar el rendimiento de las Plantas de Tratamiento
En el pasado la precipitación química se empleaba para mejorar el grado de eliminación de los
sólidos suspendidos y de la DBO en los siguientes casos:
1) Cuando se producían variaciones estacionales en la concentración de agua residual (como
en el caso de vertidos de fábricas de conservas).
2) Cuando solamente era necesario llevar a cabo un tratamiento de alcance intermedio.
3) Como ayuda en el proceso de sedimentación.
Desde alrededor de 1970, la necesidad de mejorar la eliminación de los compuestos orgánicos
y de los nutrientes (nitrógeno y fósforo) contenidos en el agua residual, ha hecho renacer el
interés por la precipitación química. A lo largo de los años, se han empleado muchas sustancias
y de diversa naturaleza, como agentes de precipitación. El grado de clarificación resultante
depende tanto de la cantidad de productos químicos que se añade como del nivel de control de
los procesos.
Mediante la precipitación química, es posible conseguir efluentes clarificados básicamente libres
de materia en suspensión o en estado coloidal y se puede llegar a eliminar del 80 al 90% de la
materia total suspendida, entre 40 y 70 % de la DBO, del 30 al 60 % de DQO y entre el 80 y 90
% de las bacterias. Estas cifras contrastan con los rendimientos de eliminación de los procesos
de sedimentación simple, en los que la eliminación de la materia suspendida solo alcanza
valores del 50 a 70 % y en la eliminación de la materia orgánica solo consigue entre el 30 y
40%.
Los productos químicos que se añaden al agua residual reaccionan con las sustancias
habitualmente presentes en el agua, o que se añaden a ella para tal fin. La teoría de las
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reacciones químicas de precipitación es muy compleja. Algunos de los productos utilizados son:
sulfato de aluminio, cloruro de hierro (III), sulfato de hierro (III), sulfato de hierro (II), cal, etc.
3. COAGULACIÓN – FLOCULACIÓN
El objetivo de la clarificación de un agua es eliminar su turbidez causada por materia en
suspensión y coloidal, con lo que en esta etapa también se elimina parcialmente el contenido en
materia orgánica del agua. La clarificación engloba los procesos de coagulación-floculación,
decantación y/o filtración.
Hay partículas en las aguas naturales que por su diminuto tamaño, o estabilización en forma de
coloides, no sedimentan por un proceso físico. Estas partículas coloidales suelen ser las
responsables, entre otras, de dos características no deseables en el agua: la turbidez y el color.
La mayoría de las partículas coloidales o micelas existentes en las aguas están estabilizadas
por presentar cargas superficiales electrostáticas (absorción de iones) que originan fuerzas de
repulsión entre ellas e impiden su aglomeración. En general estas cargas son negativas y la
coagulación consiste en la neutralización de dichas cargas por adición de electrolitos.
Para eliminar las micelas coloidales es necesaria la adición de determinadas sustancias que
permiten su coagulación, aglomeración y posterior sedimentación. El proceso se denomina
coagulación-floculación.
El término coagulación lo utilizaremos para el fenómeno de desestabilización de los
sistemas coloidales por medio de anulación de todas las fuerzas repulsivas que
mantienen separadas las partículas dispersas.
El término floculación es el fenómeno por el cual las partículas coloidales ya
desestabilizadas, se mueven dentro del líquido hasta hacer contacto unas con otras y
forman mallas porosas tridimensionales denominadas “floc” que sedimentan
espontáneamente.
La coagulación ocurre por el agregado de un “coagulante” y dura apenas unos segundos; la
floculación es espontánea y su duración depende de la velocidad de transporte de las partículas
desestabilizadas y de la propia sedimentación del floc.
3.1 Coagulación.
Se consigue por adición de electrolitos, siendo los más utilizados las sales de iones
polivalentes, que son mucho más efectivos. Los principales compuestos químicos utilizados son
las sales de aluminio y de hierro (III).
Los dos mecanismos que intervienen en el proceso son:
eutralización de cargas y precipitación, las cargas proporcionadas por los iones del
coagulante neutralizan la carga superficial de las micelas, desestabilizando las partículas
coloidales y permitiendo su aglomeración (formación de microflóculos)
dsorción sobre un precipitado originado por el coagulante (coagulación por barrido) algunos
agentes coagulantes producen la formación de un precipitado: Al(OH)3 o Fe(OH)3, el cual
engloba o arrastra a las partículas coloidales en su precipitación, formando partículas de mayor
tamaño.
El primer mecanismo predomina en condiciones de bajo pH y bajas dosis de coagulante (dosis
excesivas podrían reestabilizar la partícula coloidal por inversión de carga) mientras que el
segundo mecanismo predomina en condiciones de alto pH y altas dosis de coagulante.
La adición del coagulante debe realizarse de tal forma que se posibilite una mezcla rápida del
reactivo químico con el agua.
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Ejemplo:
Cuando se añade sulfato de aluminio al agua residual que contiene alcalinidad en forma de
bicarbonato de calcio y magnesio, la reacción que tiene lugar se puede ilustrar:

Sulfato de Bicarbonato Sulfato de Hidróxido de Dióxido de


+ + + Carbono
Aluminio de Calcio Calcio Aluminio

El hidróxido de aluminio insoluble es un flóculo gelatinoso que sedimenta lentamente en el agua


residual, arrastrando consigo materia suspendida y produciéndose otras alteraciones. La
reacción es exactamente análoga cuando se sustituye bicarbonato de calcio por el de
magnesio.

Figura 1. Esquema de diferentes mecanismos de coagulación:


(a) Neutralización de cargas; (b) Adsorción y barrido.

Grado óptimo de pH para la


Catión
Coagulación-Floculación
Al+3 6,0-7,4
Fe+3 >5

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3.2 Floculación
Los floculantes son productos químicos que favorecen la agrupación de las partículas coloidales
desestabilizadas en partículas de mayor tamaño (flóculos) que sedimentan fácilmente. Los
principales compuestos utilizados en la actualidad son polielectrolitos orgánicos sintéticos con
cargas eléctricas y/o grupos ionizables que hacen de puentes entre las partículas,
agrupándolas.

Figura 2. Representación esquemática del proceso de floculación

Figura 3. Esquema del proceso de decantación


Polielectrolitos
Los polielectrolitos se dividen en dos categorías: naturales y sintéticos. Los naturales
importantes incluyen polímeros de origen biológico y los derivados del almidón, de la celulosa y
alginatos.
Los polielectrolitos sintéticos consisten en monómeros simples que se polimerizan para formar
sustancias de alto peso molecular. Según el signo de la carga en el momento de introducirlos
en agua (negativo, positivo o neutro), se clasifican en polielectrolitos catiónicos, aniónicos y no
iónicos respectivamente.
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La acción de los polielectrolitos se puede dividir en tres categorías generales. En la primera los
polielectrolitos actúan como coagulantes rebajando la carga de las partículas. Puesto que las
partículas del agua residual están cargadas negativamente, se emplean polielectrolitos
catiónicos. En esta aplicación se considera que los polielectrolitos catiónicos son coagulantes
primarios.
La segunda forma de acción de los polielectrolitos es la formación de puentes entre las
partículas. En este caso los polímeros aniónicos y no iónicos se adhieren a un número de
puntos de adsorción de la superficie de las partículas presentes en el efluente. El puente se
forma entre las partículas que son adsorbidas por un mismo polímero, las cuales se entrelazan
en el proceso de floculación, aumentando su tamaño tridimensionalmente hasta poder ser
eliminados por sedimentación.
El tercer tipo de polielectrolitos pueden clasificarse como una acción de coagulación–
floculación de puentes, que resulta al emplear polielectrolitos catiónicos de elevado peso
molecular. Además de reducir la carga, estos polielectrolitos también formarán puentes entre las
partículas.

Figura 4. Esquema de proceso de Coagulación-floculación y posterior decantación.

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4. DECANTADORES.
Un decantador no se debe considerar como una simple cuba, sino como un conjunto, más o
menos complejo, según el tipo de aparato, cuyo rendimiento está condicionado por su
hidráulica, que debe ser objeto de un estudio minucioso.
4.1. Decantadores estáticos.
El término estático se reserva para designar a los decantadores que no son ni de recirculación
de fangos, ni de lecho de fangos, si bien en estos aparatos la decantación se efectúa, de hecho,
según un proceso dinámico.
Según la cantidad de materia en suspensión en el agua bruta, el volumen de los precipitados a
evacuar y la pendiente del fondo del aparato, el decantador puede equiparse o no con un
sistema de rascado de fangos.
4.1.1. Decantadores estáticos sin rascado.
4.1.1.1. Decantadores cilindro - cónicos normales
Este decantador de flujo vertical, se utiliza para instalaciones de pequeño caudal, hasta unos 20
m3/h, especialmente en el caso de depuración por vía química. Se utiliza, asimismo, un
tratamiento de aguas residuales para poblaciones inferiores a 1000 ó 2000 habitantes.
También pueden utilizarse en instalaciones de mayor importancia, cuando el volumen de
precipitados es reducido, y elevada su densidad. Este decantador puede ir precedido, en caso
necesario, de un floculador, e incluso de un desarenador.
La pendiente de la parte cónica del aparato estará comprendida entre 45 y 65°, según la
naturaleza del agua tratada y el tratamiento aplicado.

Figura 5. Decantador Cilindro –Cónico

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4.1.1.2. Decantadores estáticos de flujo horizontal.
Este tipo de decantador exige grandes superficies. Cuando se quieren evacuar los sedimentos
de fango, debe procederse al vaciado total del depósito. Por lo tanto, este sistema puede
utilizarse cuando el volumen de fango es pequeño.
Los depósitos de decantación estática generalmente van precedidos de una cámara de mezcla
en la que se consigue una difusión rápida de los reactivos, y de un floculador de agitación lenta
para favorecer la floculación.

4.1.1.3. Decantadores estáticos laminares.


Existen diversos tipos, previstos de placas paralelas o de tubos.

1. Mezclador
2. Floculador
3. Decantador
4. Entrada Agua Bruta
5. Salida Agua Decantada
6. Purga
7. Purga

Figura 6. Decantador estático laminar


4.1.2 Decantadores estáticos con barrido mecánico de fangos
Los decantadores de rasquetas se utilizan, generalmente en el tratamiento primario,
clarificación y depuración química de aguas residuales. Es conveniente que los fangos puedan
extraerse a medida que se van formando.
Con el barrido de fangos en el fondo del decantador, se consigue el espesamiento de los
mismos: el volumen al extraerse es pequeño y la pérdida de agua evacuada con los fangos es
mínima. Por otra parte, mediante este barrido, los fangos pueden enviarse a una o varias fosas
especiales, de las que más tarde serán extraídos.
La velocidad de desplazamiento de las rasquetas destinadas a reunir los fangos en la fosa de
concentración y evacuación, depende del porcentaje de sólidos en suspensión en el agua a
tratar, así como de su densidad.
Por término medio, en los decantadores rectangulares de barrido longitudinal, esta velocidad es
del orden de 1 cm/s para agua de abastecimiento y de 2 a 5 cm/s para aguas residuales. En los
decantadores circulares de barrido rotatorio, las velocidades periféricas de los brazos son, de
13 cm/s y de 2 a 6 cm/s.

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4.1.2.1. Decantadores circulares.
En éstos el sistema de barrido va sujeto a una estructura que gira alrededor del eje del
depósito. Puede llevar una lámina o bien una serie de raqueras montadas en “celosía”.
Según el tratamiento utilizado y la calidad del agua tratada, puede ser conveniente prever un
sistema de eliminación de espumas en superficie. Este sistema se utiliza especialmente para
aguas residuales.
Los fangos concentrados en una fosa central, son evacuados por un sistema automático de
extracción.
Los decantadores circulares de rasquetas pueden equiparse con un floculador de agitación
lenta, que se sitúa en el centro del aparato.
A continuación, el agua floculada pasa a través de amplias aberturas sin vertedero (con el fin de
evitar una turbulencia excesiva), a la zona periférica de decantación, en la que se depositan las
partículas floculadas y las materias en suspensión.
Los decantadores circulares de rasquetas generalmente tienen alturas periféricas de agua
comprendidas entre 2 y 3,50 m.
4.1.2.1. Decantadores longitudinales rectangulares.
Presentan la ventaja de que permiten una implantación más compacta de los diferentes equipos
de tratamiento, si bien su costo generalmente es más elevado. Normalmente, de adopta una
relación longitud / anchura comprendida entre 3 y 6. La profundidad de los depósitos está
comprendida, frecuentemente, entre 2,5 m y 4 m. La pendiente del fondo del orden del 1 %.
El sistema de barrido puede ser accionado por un puente que abarque el depósito, que se
desplace de un extremo a otro del decantador, o mediante cadenas sin fin, sumergidas.
Las fosas de fangos van situadas debajo de la llegada de agua bruta, y la recogida de espumas
inmediatamente antes de la salida de agua decantada. El rascador del fondo desplaza los
fangos en sentido contrario al de circulación de agua, y el rascador de superficie en el mismo
sentido. Las maniobras de los diferentes rascadores, así como la inversión del sentido de
marcha del puente, si efectúan de forma totalmente automática.

Figura 7. Decantador Longitudinal

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4.1.3 Decantadores estáticos con succión de fangos
Se utilizan especialmente en el caso del tratamiento de aguas residuales por fangos activados,
en el que es importante que se reduzca el tiempo de permanencia de estos fangos en el
decantador, con el fin de evitar su degradación.
Cuando el decantador alcanza un cierto diámetro, conviene multiplicar los puntos de recogida
de los fangos depositados, utilizando un dispositivo de succión,
En efecto, no puede adelantarse el retorno de los fangos hacia el centro del aparato
aumentando la velocidad de rotación de la rasqueta de fondo sin crear turbulencias
inaceptables. El depósito de succión puede adaptarse tanto a decantadores circulares como a
rectangulares.

Figura 8. Decantador cilíndrico con rasquetas y succión de fangos

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5. FLOTACIÓN.
El proceso de flotación por aire disuelto surgió en 1924 en los países escandinavos y fue
desarrollado inicialmente para la recuperación de fibras en la industria del papel. Hoy en día se
reconoce a la Flotación como uno de los más económicos y efectivos métodos de recuperación-
remoción de sólidos e iones, en el tratamiento de aguas de procesos.
La flotación es una operación unitaria que se emplea para la separación de partículas sólidas o
líquidas de una fase líquida. La separación se consigue introduciendo finas burbujas de gas,
normalmente aire, en la fase líquida. Las burbujas se adhieren a las partículas, y la fuerza
ascensional que experimenta el conjunto partícula-burbuja de aire hace que suban hasta la
superficie del líquido. De esta forma, es posible hacer ascender a la superficie partículas cuya
densidad es mayor que la del líquido, además de favorecer la ascensión de las partículas cuya
densidad es inferior, como el caso del aceite en el agua.
En el tratamiento de aguas residuales, la flotación se emplea para la eliminación de la materia
suspendida y para la concentración de los fangos biológicos. La principal ventaja del proceso de
flotación frente al de sedimentación consiste en que permite eliminar mejor y en menos tiempo
las partículas pequeñas o ligeras cuya deposición es lenta. Una vez las partículas se hallan en
superficie, pueden recogerse mediante un rascado superficial.

Figura 9. Esquema del proceso de flotación


Descripción del proceso:
La aplicación práctica de la flotación en las instalaciones de tratamiento de aguas residuales
urbanas se limita, en la actualidad, al uso del aire como agente responsable del fenómeno. Las
burbujas se añaden, o se induce su formación, mediante uno de los siguientes métodos:
1. Inyección de aire en el líquido sometido a presión y posterior liberación de la presión a que
está sometido el líquido (flotación por aire disuelto).
2. Aireación a presión atmosférica (flotación por aireación).
3. Saturación con aire a la presión atmosférica, seguido de la aplicación del vacío al líquido
(flotación por vacío).
En todos estos sistemas, es posible mejorar el grado de eliminación y rendimiento mediante la
introducción de aditivos químicos.

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5.1. Flotación por aire disuelto.
En los sistemas FAD (Flotación por Aire Disuelto), el aire se disuelve en el agua residual a una
presión de varias atmósferas, y a continuación se libera la presión hasta alcanzar la
atmosférica. En las instalaciones de pequeño tamaño, se puede presurizar a 275-230 kPa
mediante una bomba la totalidad del caudal a tratar, añadiéndose el aire comprimido en la
tubería de aspiración de la bomba. El caudal se mantiene bajo presión en un calderín durante
algunos minutos, para dar tiempo a que el aire se disuelva. A continuación, el líquido
presurizado se alimenta al tanque de flotación a través de una válvula reductora de presión, lo
cual provoca que el aire deje de estar en disolución y que se formen diminutas burbujas
distribuidas por todo el volumen del líquido.
En las instalaciones de mayor tamaño, se recircula parte del efluente del proceso de FAD (entre
el 15 y el 20 por 100), el cual se presuriza, y se semisatura con aire. El caudal recirculado se
mezcla con la corriente principal sin presurizar antes de la entrada al tanque de flotación, lo que
provoca que el aire deje de estar en disolución y entre en contacto con las partículas sólidas a
la entrada del tanque. Las principales aplicaciones de la flotación por aire disuelto se centran en
el tratamiento de vertidos industriales y en el espesado de fangos.

Figura 10. Sistema de flotación por aire disuelto.

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Figura 11. Esquema de un sistema de flotación por aire disuelto sin recirculación
.

Figura 12. Esquema de un sistema de flotación por aire disuelto con recirculación.

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5.2. Saturación de agua con aire a presión (> 3 atmósferas).
Este proceso tiene como objetivo disolver aire en agua a presión elevada para proveer, una vez
reducida la presión, del gradiente de concentración de aire y energía necesario para la
formación de microburbujas. La disolución de aire en agua depende de la temperatura y
presión. La cinética de disolución depende de las características del sistema de saturación.
Esta se lleva a cabo en "saturadores" o estanques herméticos resistentes a la presión,
operando en continuo con alimentación de agua y aire.
Una de las formas más utilizadas para contactar el aire con el agua es un sistema que emplea
un empaque (anillos Rashig) por el cual se distribuye el agua bajo presión y se contacta
íntimamente con el aire. Este último método es el más utilizado en el ámbito industrial.

Figura 14. Saturador de aire Lecho de percolación con anillos de Raschig.

5.3. Flotación por aireación.


En los sistemas de flotación por aireación, las burbujas de aire se introducen directamente en la
fase líquida por medio de difusores o turbinas sumergidas. La aireación directa durante cortos
periodos de tiempo no es especialmente efectiva a la hora de conseguir que los sólidos floten.
La instalación de tanques de aireación no suele estar recomendada para conseguir la flotación
de las grasas, aceites y sólidos presentes en las aguas residuales normales, pero ha resultado
exitosa en el caso de algunas aguas residuales con tendencia a generar espumas.

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Figura 15. Aireadores tipo difusores
5.4. Flotación por vacío.
La flotación por vacío consiste en saturar de aire el agua residual directamente en el tanque de
aireación, o permitiendo que el aire penetre en el conducto de aspiración de una bomba. Al
aplicar un vacío parcial, el aire disuelto abandona la solución en forma de burbujas diminutas.
Las burbujas y las partículas sólidas a las que se adhieren ascienden entonces a la superficie
para formar una capa de espuma que se elimina mediante un mecanismo de rascado
superficial. La arena y demás sólidos pesados, que se depositan en el fondo, se transportan
hacia un cuenco central de fangos para su extracción por bombeo. En el caso de que la
instalación esté prevista para la eliminación de las arenas y si el fango ha de ser digerido, es
necesario separar la arena del fango en un clasificador de arena antes del bombeo a los
digestores.
La instalación está compuesta por una cuba cilíndrica cubierta, en la que se mantiene un vacío
parcial, que incluye mecanismos para la extracción de fangos y de espumas. La materia flotante
se barre continuamente hacia la periferia de la cuba, donde se descarga automáticamente a
una arqueta de espumas de donde se extrae de la instalación por bombeo, asimismo en
condiciones de vacío parcial. El equipo auxiliar incluye un calderín para saturar de aire el agua
residual, un tanque que proporciona un tiempo de detención corto para la eliminación de las
burbujas grandes, las bombas de vacío y las bombas de fangos y de espumas.
Ventajas de la Flotación por aire disuelto:

La Flotación por Aire disuelto presenta grandes ventajas, entre las que se destacan:
 Tiempo de retención: la flotación es un fenómeno mucho más rápido que la decantación,
precisando tanto un espacio ocupado mucho menor y un tiempo de retención muy breve.
 Concentración de los sólidos separados: los sólidos decantados están sumergidos
permanentemente en un medio líquido, por lo que su concentración tiene un límite muy
bajo. Los sólidos flotados, por el contrario, están sobre un medio líquido, pero en
contacto con el aire, pudiendo alcanzar concentraciones muy superiores a los
decantados.
 Productos químicos: los flóculos convenientes en la decantación deben ser grandes y
bien formados, con objeto de acelerar el proceso. Para ello es preciso la adición de
determinadas cantidades de productos químicos y la retención previa en floculadores,

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para la buena formación de los flóculos. La flotación, en cambio, necesita solamente
flóculos incipientes de reducido tamaño, suficiente para la adhesión de las
microburbujas.
Desventajas:
 Comparado con la sedimentación, el sistema FAD es más sensible a variaciones de
temperatura, concentración de sólidos en suspensión (> 3-4 %), recargas hidráulicas y
principalmente a variaciones en las características químicas y físico-químicas de los
sólidos en suspensión.
 Costos operacionales elevados, principalmente cuando existe necesidad de un riguroso
control automático, de parámetros y dosis de reactivos.

Bibliografía
- “Contaminación Ambiental. Una Visión desde la Química”. C. Orozco Barrenetxea, A. Perez
Serrano, M.N. Gonzalez Delgado, F.J. Rodríguez Vidal, J.M. Alfayate Blanco. Thomson
Editores, Madrid, España (2003).
- “Ingeniería Ambiental. Fundamentos, entornos, tecnologias y sistemas de gestión”. Gerard
Kiely. Mc Graw Hill. Editorial Nomos S.A. Colombia. (1999).
- “Ingeniería de Aguas Residuales. Tratamiento, vertido y reutilización”. Metcalf y Eddy, Inc.
McGraw-Hill. Tercera Edición (1995).
- “Ecología y Medio Ambiente”. G. Tyler Miller. Versión en Español. Grupo Editorial
Iberoamericano. México (1999).
- “Manual Técnico del Agua”. Degremont. 4ta Edición Española. Bilbao, España (1979).

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