La Pantera Rosa - JIC

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

D.R. © Tumbona Ediciones S.C. de R.L. de C.v.

, 2010
Progreso 207-201, Col. Escandon
Mexico D.F., 11800
http://tumbonaediciones.com LAS ENCfAS DE LA AZAFATA
http://www.tumbona.blogspot.com

ISBN: 978-607-7534-23-5
Impreso en Mexico.
Printed in Mexico.

D.R. © Jose Israel Carranza, 2010


D.R. © Diseiio de coleccion y portada: Eramos Tantos

Este libro no puede ser fotocopiado, ni reproducido total 0 parcial-


mente, por ningUn medio 0 metoda, sin la autorizacion por escrito
del editor.

La version original de este libro obtuvo el Premio Nacional de Ensayo


Literario Carlos Echanove Trujillo, otorgado por el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes y el Instituto de Cultura de Yucatan, en
septiembre de 2005.
i.Cuantas veces hablo la Pantera Rosa? Yo sostenia
que tres veces: en el episodio del area (cuando al final
pregunta: "i.Por que los seres humanos no pueden ser
civilizados como los animales?"); en otro en el que un
codicioso personaje trataba de apoderarse de un dia-
mante (y por alguna razon iba a tocar a la puerta de la
Pantera, que 10recibia en batin rojo y con sarcasmos), y
en uno mas en el que sostenia una violenta disputa con
su vecino a causa de una podadora prestada y nunca
devuelta. Una madrugada de televisi6n inesperada no
s610me descubri en el error, sino que ademas me encon-
tre con la imposibilidad de alcanzar ya ninguna certeza,
pues en el episodio de la podadora habia dos personajes
con voz: uno era el vecino rijoso y conchudo, y el otro era
el mismisimo Diablo, que al final aparecia para soltar
una ironia siniestra, cuando las crecientes hostilidades
habian hecho volar el mundo en pedazos (en el pleito se
intercalaban escenas de peliculas de guerra y montajes
de armas en acci6n sobre los dibujos animados). La Pan-
tera no abria la boca. Pero el triste descubrimiento fue Creo, pues, que hacemos minoria los fans del pecu-
este, que constate una madrugada despues: han seguido liar felino. Y eso es tan misterioso como que casi cual-
produciendose series con sus aventuras -quiero decir: quiera sea capaz de recitar sin titubeos los nombres de
la Pantera Rosa continua vigente, actuando, mientras Cucho, Espanto, Panza, Demostenes y el supracitado Be-
yo la hacia en la trastienda de la memoria-, y por 10 nito (sin olvidar a Don Gato, of course, que los contiene
visto en sus nuevas temporadas habla ella y hablan los a todos y es el emblema de cada uno). 0 que haya quien,
personajes que la acompanan, lamentables seres de for- antes de recordar a la Pantera misma, tenga presente
ma y colores humanos que en nada se parecen al patino mejor a Don Ramon ("Ron Damon"), el de El chavo del
original, la figura blanca y bigotona que pelaba los ojos ocho, caminando como ella con las notas inconfundibles
y a 10 sumo rugia 0 mascullaba. Por lo visto, digo: cuan- de su tema musical. Por los vericuetos de la memoria
do he encontrado que transmiten uno de esos bodrios, televisiva el pasado queda asi corrompido, estropeado, y
cambio de canal 0 dejo que la madrugada y el insomnio el universo rosaceo que muchos han perdido para siem-
acaben de cualquier manera. pre otros solo 10 tenemos como un privado locus am(2-
Cada que la fiesta va en picada 0 cuando la conver- nus donde reina un ser a veces atolondrado y a veces
sacion esta por fracasar del todo, nunca falta quien ex- astuto, a veces ingenuo y a veces maldoso, pero siempre
tienda sobre el mantel su mazo de nostalgias televisi- enigmatico en su silencio y en su andar despacioso, en
vas: que si te acuerdas de Chivigon, que como se llama- su indefinicion sexual, en su inverosimil elegancia (6no
ba el gemelo de Benito, que que intenciones tenia con iba la Pantera por 10 general en cueros, pero como si la
Heidi la malvada senorita Rottenmeier, que que sentiste hubiera vestido Yves Saint-Laurent?), en su absoluta e
cuando se murio Corazon Alegre. En esos momentos, infranqueable soledad.
deplorables pero ineludibles, siempre he tratado infruc- La Pantera Rosa fue, en su origen, la version que los
tuosamente de jugar la carta prestigiosa -seglin yo- dibujantes Isadore Friz Freleng y David DePatie conci-
de la Pantera Rosa, y cuando mucho he conseguido que bieron hace mas de cuarenta aftos, del diamante afamado
alguien pesque el recuerdo del episodio de la libreria que Peter Sellers iba a buscar en la pelicula de Blake Ed-
psicotropica. "iClaro! -dice alguien-, la que tenia un wards: un diamante invaluable en cuyo centro habia una
ojote en la puerta." Pero apenas voy refiriendo como la particula de ambar rosado que recordaba, claro, la figura
Pantera usaba una letra "f" como escopeta 0 que el due- de una pantera en pleno salto. Animado para acompa-
no de la libreria era el mismo mono blanco de siempre, nar los creditos de apertura de la cinta, el personaje con-
solo que con boinita y barbon, cuando ya la noche co- quisto inmediatamente al publico y al poco tiempo pudo
menzo a levantar los vasos y todo mundo esta aprestan- prescindir de Edwards, de Sellers y del diamante para
dose para largarse. pasearse a sus anchas por sus propios dominios: una
industria prospera que produjo mas de ciento noventa de Beethoven y ponia en su lugar la de Mancini (que al
cortos (de los que la television mexicana solo transmitio, final salia, aplaudiendo, en un auditorio desierto), ya 10
una y otra y miles de veces, apenas sesenta, sin contar fastidiaba atravesandose en cada foto que el pobre que-
los que mencione antes, los mas recientes, espurios y de- ria tomar, ya queria que todas las flores del jardin fue-
testables). ran rosas y no amarillas ... De cualquier forma, al final
Cuentan sus creadores que la Pantera Rosa solo co- acababa alejandose, dandonos la espalda, perdiendose
nocio su tema musical hasta que Henry Mancini la hubo en quien sabe que imaginaciones, en que suenos, en que
conocido a ella, y yo pienso que quedo tan halagada que preocupaciones.
en adelante adapto para siempre sus movimientos y su Como con to do personaje legendario (DePatie, el otro
rebuscada languidez a ese acompanamiento de striptease dibujante, aseguraba que el y Freleng idearon el carac-
innecesario y a destiempo (6que ropa, pues, iba a quitar- ter y los movimientos de su creacion pensando en James
se?) Freleng afirmaba, por otra parte, que el poder de fas- Dean), se antoja pensar que en torno ala Pantera hay
cinacion del dibujo radicaba en que todo el tiempo pare- varios misterios por 10 visto irresolubles: 6quien era el
cia ir por la vida pensando: yo observaria que si, parecia muchacho que llegaba al Teatro Chino en un coche de
traer algo en mente, pero solo hasta que la aventura se carreras del que bajaban la Pantera y el Inspector? 6Por
cruzaba en su camino (el borrachin que no atinaba con que luego a veces salla ella con apariencia de femme fa-
la cerradura, la bruja que Ie regalaba unos patines ma- tale, posando sobre un fondo difuminado, con collar ne-
gicos, el minusculo bolido en los corredores de la tienda gro y larga boquilla? 6Fumaba 0 no? Y ya que aparecio
departamental); entonces se revelaba como una simplo- el Inspector Clouseau, no sera dificil convenir en que la
na dispuesta, ante todo, a divertirse -aunque luego se mejor epoca de la Pantera Rosa fue cuando sus cortos
llevara un susto tremendo 0 se enredara en apuros tan se alternaban con los de este: 6por que, si Dodo era tan
tontos como inocentes-, 0 bien batallaba con contrarie- frances como el, no sabia hablar frances? (Es mas: 6como
dades absurdas (el pajarito cucu empecinado en cumplir se escribiria su nombre? 6Deaudeau?)2 6Que hicieron los
su deber, que ella tiraba al rio y luego se apersonaba en su extraterrestres con el Comisionado cuando se 10 llevaron
puerta tundiendo una bateria y con un letrero luminoso embotellado? El problema con misterios de esta indole es
que decia: "jComa en Joe's!"). La aventura, pues, inte-
rrumpia sus cavilaciones 0 ella la invocaba con sus capri-
2 Debo a Teresa Gonzalez Arce y Luis Vicente de Aguinaga las
chos, sus deseos 0 sus sencillas ganas de joder: ya volvia siguientes noticias: que Dodo era espanol (si bien ninguno de los
loco al mono blanco -en papel de arquitecto/albanil- dos atino a documentar este data, decidimos creer en fildada la in-
cambiandole los pIanos de la cas a 0, cuando este iba en competencia lingiifstica del simpatico gendarme), y que su aspecto
somnoliento explicaba su nombre, sacado de la expresion francesa
caracter de director de orquesta, Ie quitaba la partitura
"faire dodo", equivalente a nuestro "hacer la meme".
que solo reafirman, para quienes seguimos investigan-
dolos, nuestra soledad y nuestra indefension: hace falta
mucha necedad para dar con alguien que sepa que pasa
si se pronuncian las palabras "iPinki, pinki!" 0 como
acabo la viejita que pidio ayuda a la Pantera -en plan
de super heroe- para bajar a su gato del arbol.
Habra que admitir como a nuestro parecer cualquie-
ra tiempo pasado fue mejor: mas si ese tiempo tenia un
suave tono rosa, aunque esto, en mi caso, supone entrar
COMO ESCRIBIR UN ENSAYO ACERCA DE
en una idealizacion forzosa del recuerdo: ya bastante le-
UNA MUJER IRACUNDA
jos de la infancia descubri que la Pantera Rosa era rosa
solo hasta que tuve un televisor a color. Cai en la cuenta,
entonces, de que la habia aceptado y querido -si, queri-
do- sin reparos, sin objetar ni siquiera el hecho de que
su nombre fuera un disparate. i.Rosa? i.Por que? Nunca
me 10 pregunte. A mi 10 que me desasosegaba era que se
distrajera y una plancha caliente Ie dejara en la panza
un agujero de forma triangular. 0 que su cabana cayera
desde 10 alto de un precipicio y ella estuviera tranqui- La primera senal fue ignorada: un rubor que se instalo
lamente dormida. 0 por que la acosaban un asterisco subitamente en su rostro para desaparecer tambien de
gigante y su asterisquito bebe. Y que nunca hablara ... pronto, dejando lugar a una palidez terrible. Se crispan
Bueno, salvo en dos ocasiones. i.0 fueron tres? sus dedos --estrujan, digamos, la servilleta que antes dejo
su regazo para posarse sobre el mantel, como si la impa-
ciencia por levantarse y salir fuera insoportable desde hace
rato-, y en sus ojos asoma el brillo incorregible de un llan-
to que va a tardar un poco mas en romper sus diques. No
fuma, pero da un zarpazo sobre el encendedor y toma un
cigarro y 10 prende. Mira hacia otro lado y, sin hablar -0
habiendo dicho ya 10 suficiente-, se instala en la trinche-
ra del rencor y empieza a disparar al aire. Y uno esta en la
necedad de creer que algo habra que sirva decirle.

También podría gustarte