Números
Números
Números
1. ANALISIS CRONOLOGICO
7. DESDE CADES-BARNEA HASTA MOAB, Números 20, 21, 22, 33, 37-49;
Deuteronomio 2, 3:1-11.
I.
ANALISIS CRONOLOGICO
I. El itinerario desde Egipto a Sinaí, Números 33:1-15, conectando con Éxodo 7:37-19:2.
II. Todos los eventos y la legislación de los capítulos 7, 8, 9, se relacionan en orden de tiempo
con Éxodo 40 como sigue: segundo año, primer mes, primer día, el libro de Éxodo acaba,
levantándose el tabernáculo en el cual Moisés no podía entrar hasta que fuese dedicado.
Los Siguientes Doce Días.
1. Las ofertas de los príncipes, Números 7:1-86.
2. La dedicación, Números 7:87, 88.
3. Moisés entra ahora y oye la Voz, Números 7:89.
4. La Purificación de la tribu de Leví para el servicio. Números 8:1-26.
El Décimo Cuarto Día.
1. La Observancia de la Segunda Pascua. Números 9:1-5.
2. La Ocasión de la Pequeña Pascua y la Provisión para ella, Números 9:6-14.
III. La Legislación en Números 5 y 6 se relaciona en orden de tiempo con Levítico: estos dos
capítulos de Números y Levítico cubren todo el resto del primer mes, es decir: diez y seis días.
1. Leprosos excluidos del campamento, Números 5: I-4.
2. Restitución en caso de trasgresión, Números 5: 5-I 0.
3. La prueba de los Celos, Números 5:11-31.
4. La ley del Nazareo, Números 6:1-21.
5. Forma de la Bendición del Sumo Sacerdote, Números 6:22-27.
IV. Primeros Diez y Nueve Días del Segundo Mes, dedicados a los preparativos para la primera
marcha hacia la Tierra Prometida, Números 1, 2, 3, 4, 9:15-23; 10:1-10, 14-32.
1. Fechas finales de esta sección, Números 1:1, y 10:11.
2. Enumeración de los guerreros de las doce tribus seculares, 603, 550, Números 1 :I-46.
3. El Orden de su acampamento, Números 2.
4. La tribu de Leví fue exenta de servicio secular y militar y de herencia gentílica y
señalada para un servicio religioso, porque estaba para ser el substituto en lugar de los
primogénitos de las tribus seculares perteneciendo el primogénito a Jehová; Capítulos 1 :47-54, y
3:1-13.
5. Censo de los varones Levíticos desde un mes de edad para arriba corno base de la
sustitución propuesta, número 22,000; 3:10-43.
6. Censo de los primogénitos de las doce tribus seglares como base de la sustitución
propuesta, número 22,273, 3:14-16, 39.
7. Precio de Redención del exceso secular. 273, 3: 44-51.
8. El encargo especial a todos los Levitas, por familias, para marchar y acamparse y el
orden de su campamento, 3:17-38.
9. Segundo Censo de los varones Levitas para el duro servicio de marchar y
acampar---esta vez desde treinta años hasta cincuenta.-número 8,580--y la distribución de los
deberes por familias, capítulo 55.
10. Señales de marchar y acampar:
( 1 ) La Columna de la Nube, 9:15-23.
( 2 ) Las Trompetas, 10:1-10.
( 3 ) El Arca, 10:33.
( 4 ) Las Palabras de Moisés, 10:35, 36.
11. El orden regular de marchar y acampar, 10: I 4-28.
12. La Invitación a Hobab--su servicio y la bendición prometida, 10:29-32. ( Nótese el
gran tema para el púlpito, 10:29).
( 2 ) El gran pecado de María y Aarón contra Moisés y Dios: el castigo y la curación por
la intercesión de Moisés.
( 3 ) Tiempo: al menos siete días.
( Nótese la explicación que da el autor de la esposa cosita de Moisés).
La Marcha desde Hazerot a Cades, 12:16.
Tiempo: tal vez cuatro días.
Ningún suceso narrado.
VII. El período largo y silencioso de las peregrinaciones que abarca como treinta y siete años.
1. El itinerario, Números 33:19-36.
2. El quebrantamiento del pacto, la circuncisión, su señal no observada, Josué 5:2-9.
3. Siendo aquella generación desterrada> Jehová no mandó ningunos sacrificios
(Jeremías 7:22) y no ofrecieron ningunos, sino que por el contrario, sirvieron a los ídolos ( Amós
5:25 y Hechos 7:42-43 ) .
4. Sin embargo, por amor a las generaciones futuras, Jehová los cuidó, Deuteronomio
2:7; 29:5, 6; Nehemías 9:19-21.
VIII. De nuevo, acontecimientos en Cades barnea. Varios meses comenzando con el primer mes
del año cuadragésimo, 20:1; 33:38.
1. Vuelven a reunirse en Cades, 20:1.
2. Muerte de María en el lugar donde había pecado treinta años antes, 20:1.
3. Segunda rebelión en Cades, 20:2-6.
4. El pecado de Moisés y Aarón en herir la peña y su castigo anunciado, 20:7-13.
( Compárese este pasaje con 20:24; 27:14; Deuteronomio 1:37; 3:26: Salmo 106:32, 33, y
analícese el pecado de Moisés).
5. El ataque sobre Israel de parte de los Cananeos y su castigo subsecuente, 21:1-2.
6. Se les niega el paso por Edom, 20:14-21.
IX. Más de treinta días desde Cades hasta el monte Hor en el límite de Edom. La muerte de
Aarón y el nombramiento de Eleazar como sumo sacerdote, 20: 22; 23:37, 39.
***
II
INTRODUCCION
Números 1-4.
***
III
En el Capítulo II, di una introducción Histórica, hice un bosquejo breve y en seguida uno
más extenso. No seguiré ni uno ni otro de estos bosquejos, porque carecen de exactitud
cronológica, sino que seguiré el análisis cronológico que se da en el capítulo I.
A1 estudiar el libro de Números, el primer punto de nuestro bosquejo de que hablaremos
es el capítulo séptimo que relata los donativos de los príncipes de Israel. Estos donativos fueron
presentados en doce días sucesivos, siguiendo justamente al día en que el tabernáculo fue
levantado, como se da en el capítulo cuarenta del libro de Éxodo; fue el primer día del primer
mes del segundo año. Este capítulo 7 de Números sigue inmediatamente el pasaje en Éxodo
40:35. En esta conexión Éxodo manifiesta que cuando Moisés hubo completado el tabernáculo y
lo hubo levantado, la nube bajó y lo llenó de modo que él no pudo entrar en el tabernáculo. Este
capítulo 7 nos dice cómo Moisés pudo entrar en él; los doce días siguen inmediatamente después.
Cuando acabemos de estudiar este capítulo, estaremos en el día décimo tercero del primer mes.
Por esto digo en mi bosquejo, que los doce días de los donativos de los príncipes siguen Éxodo
40:35, donde Moisés no podía entrar en el tabernáculo, la cual fecha era el primer día del primer
mes del segundo año. Estas ofrendas nos traen al día décimo tercero señalado para hacer una
ofrenda, y entre sus donativos había ciertas ofrendas. Al fin de este capítulo hallamos que estas
ofrendas para sacrificios fueron hechas y que Moisés entró en el Tabernáculo y escuchó la voz de
Dios que le hablaba.
El siguiente punto del bosquejo es el capítulo 9 de Levítico 1-14, El tema es "La segunda
Pascua," y la provisión para una pequeña pascua más tarde. Estamos en el día catorce del primer
mes. Para los que a causa de la ausencia o la inmundicia ceremonial no podían comer la primera
pascua, había una ley que los capacitaba para guardarla un mes después.
Desde el día catorce hasta el fin del primer mes se verificó todo lo ocurrido en el libro de
Levítico más estos capítulos de Números, la legislación levítica como se encuentra manifestada
en los capítulos 5, 6 y 8:1-4. Silos contamos como meses Lunares sabemos cuántos días fueron
incluidos-catorce días; pero si era un mes según nuestro modo de calcular serían incluidos diez y
seis días. En orden de tiempo esto debe ponerse justamente al fin de Levítico.
Llegamos al primer día y al segundo mes donde se verifica el censo. El censo de las once
tribus 1:1-46, llegó a 603,550 varones de veinte y cinco años para arriba.
El siguiente punto dado en el segundo capítulo es el orden en que acamparon las tribus.
Ese orden fue expresado en la introducción.
El siguiente punto es el censo de los levitas, de un mes para arriba, y el orden de su
campamento. 3:14-39, dejando la primera parte del tercer capítulo para que se coloque en otro
lugar, llegando el censo a 22,000, dando en otra parte, 22,300. Es una cosa difícil para los
comentadores explicar esa diferencia de 300. Puede hacerse, suponiendo que 300 de los levitas
eran primogénitos por lo cual no fueron incluidos en los cálculos que se hicieron después. En
seguida se muestra cómo acamparon los levitas al oriente.
El punto que sigue es el censo de los primogénitos de Israel, 3:10-43, que llegó-a 22,273.
El siguiente punto es el cambio de los 22,273 primogénitos de las once tribus por los 22,000
levitas. Un precio de conmutación fue pagado por los 273 que sobraron de los primogénitos,
3:1-13 y también 44_51.
El siguiente punto es el segundo censo de los levitas desde treinta a cincuenta, y el
capítulo nos dice exactamente cómo tenía que hacer cada uno antes de emprender la marcha.
Explicaré pronto este punto.
Otro punto es el limpiamiento de los levitas, capítulo 8.
El siguiente es el servicio que había de hacer la columna de nube, 9:15-23.
Otro es el servicio de las trompetas, 10:1-10. Este bosquejo es absolutamente exacto
hasta este punto cronológica y analíticamente.
En seguida voy a dar un bosquejo del orden de la marcha. A fin de entender esto debemos
imaginarnos a Israel en el campamento, cada tribu en su propio lugar, el tabernáculo levantado y
la nube arriba del tabernáculo. Moisés, Aarón y sus hijos y los levitas cada uno en su propio
lugar. Téngase ese cuadro en la mente. Ha llegado la mañana en que han de marchar. Se nos dice
cuál mañana en el décimo capítulo: ' Y aconteció en el segundo año, en el segundo mes y el día
vigésimo." La primera cosa esa mañana fue sacrificio de la mañana que nunca se descuidó.
Luego que se acabó ese sacrificio, Aarón se adelanta y dice (6:24-26): "Jehová te bendiga y te
guarde. Haga Jehová resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti compasión; alce Jehová su
rostro sobre ti y te conceda -yaz." De esta manera Aarón pone el nombre de Jehová sobre e1
pueblo. No saben cuándo van a partir. De repente la nube que cobijaba cercanamente el
tabernáculo sube en el aire: era la señal divina de que debían prepararse para marchar. En
seguida había una señal humana, pues las trompetas empezaron a sonar. Cuando sonaron
aquellas trompetas, las primeras personas que tenían algo qué hacer eran Aarón y sus hijos.
Aarón entra en e1 lugar Santísimo y, en la manera prescrita, cubre el arca del pacto de modo que
estuviera oculta de la vista y pone las varas en los anillos de los lados para que cuatro hombres
puedan llevarla con las varas descansando sobre sus hombros. Entonces Aarón y sus hijos
cubren, según la manera prescrita, cada una de las cosas santas.
En seguida los gersonitas que son una parte de la tribu de Leví, vienen y toman a su cargo
todas las cortinas de todas clases.-lo cual es siempre su negocio. Tienen carros tirados cada uno
con dos bueyes, para llevar en ellos esta grande cantidad de equipaje. Eleazar e Itamar toman a
su cargo los aceites sagrados y otras cosas especiales de esta clase. Los meraritas desarman las
partes pesadas del tabernáculo y los acomodan en cuatro carros, cada uno de los cuales era
estirado por dos bueyes. Los coatitas vienen y toman toda cosa que Aarón ha cubierto con
excepción del arca. Cuatro toman a su cargo el arca y los demás toman las otras cosas.
Ahora tenemos otra escena. La nube que había subido en el aire y detenídose allí, luego
que los levitas han arreglado todas esas cosas en los carros, comienza a moverse lentamente en la
dirección a que desean dirigirse. Luego que Moisés ve esto los cuatro hombres que han de llevar
e1 arca la alzan y andan inmediatamente debajo de la nube. Léase esto en 10:33: "De manera que
partieren del monte de Jehová, y prosiguieron una jornada de tres días; y el arca del pacto de
Jehová iba delante de ellos durante la jornada de tres días, para buscarles lugar donde
descansasen." De modo que las cosas que iban enfrente de la columna son la nube arriba y el
arca abajo. Al comenzar a moverse el arca Moisés dice, "Levántate. Oh Jehová, y sean disipados
tus enemigos y huyan delante de ti los que te aborrecen. "Uno de los cánticos más conmovedores
que se han escrito sobre esto es el que Cromwell adoptó como su salmo, y cada vez que entraba a
la batalla hacía que su ejército se arrodillara y orar, y cuando se daba la orden de marcha,
marchaban cantando el cántico que parafraseaba estas palabras de Moisés. Entonces Moisés y
Aarón siguen el arca, las trompetas tocan alarma, y Judá, el de la vanguardia, parte con la
multitud acampada al oriente, Judá, Isacar y Zabulón con un ejército de 186,400 hombres. Luego
que comienza a moverse aquel inmenso cuerpo, siguen los gersonitas con las cortinas del ta-
bernáculo y los meraritas con las partes pesadas. Entonces las trompetas suenan una segunda
alarma y los que están acampados al lado meridional, Rubén Simeón y Gad, se adelantan con un
ejército de 151,450 hombres. Luego, después de ellos, siguen los coatitas con las cosas sagradas:
Eleazar e Itamar los hijos de Aarón los encabezan. Entonces sigue la tercera alarma de la
trompeta y la multitud al occidente se pone en marcha, Efraím, Manasés y Benjamín con un total
de 108,600 hombres. ¿No es ésta la organización? Ha visto alguno organización mejor?
Ahora os diré cómo se detienen. Nunca supieron dónde ni cuándo se detendrían. Se
movieron mientras se movía el arca. Dios es el capitán de esta expedición. Siempre al momento
que se detiene la nube, los hombres que llevan el arca la bajan debajo de la nube, pero ésta está
muy arriba en el aire y el arca está cubierta. Moisés y Aarón se detienen. Entonces Judá toma su
posición al oriente y los gersonitas y meraritás vienen con las cortinas y las partes pesadas del
tabernáculo e inmediatamente señalan los límites del atrio, alzan los palos y cuelgan las cortinas
y el velo, y nadie ve las cosas sagradas. Entonces se adelantan el cuerpo de Rubén y acampa al
sur; con él vienen los coatitas y ellos se adelantaban y bajan el altar de los holocaustos y la
fuente, y, entrando en el lugar santo, bajan el altar de incienso, la mesa de los panes de la
presencia y el candelabro. Ahora todo está en su lugar: Aarón solo entra en el Lugar Santísimo
para descubrir el arca. Enseguida se adelanta Dan y levanta sus tiendas al occidente, y las tribus
descendientes de Raquel se adelantan en su posición al norte. Entonces la nube se baja y al
detenerse Moisés dice estas palabras: “Vuelve Oh, Jehová, a los millares de millares de Israel.”
¿Qué sigue? El sacrificio de la tarde. Esta orden se observaba después de la marcha de cada día.
Ahora van a partir a un viaje de tres días, deteniéndose solamente en la noche. Van para el norte
por un país sumamente escabroso, llamado por Moisés el desierto grande y horrible.
***
IV
DESDE SINAI HASTA CADES BARNEA.
Números 11:1-12:16.
En este capítulo estudiamos sólo dos capítulos de Números, 11 y 12, la sección del
bosquejo desde Sinaí hasta Cades barnea. Cuando habían acabado de hacer sus preparativos, el
punto objetivo desde Sinaí era Cades, a una distancia de 150 0 200 millas, pero que para una
multitud tan grande eran once días de jornada (Deuteronomio 1:2) . Pero aquellos once días no
abarcaban todo el tiempo, puesto que se detuvieron mucho tiempo en dos lugares cuando menos.
Vamos a considerar, pues, la cuestión del tiempo. Después de tres días llegaron a Kibrot, donde
se detuvieron treinta días. Después de salir de Kibrot, el segundo punto fue Hazerot en donde se
detuvieron siete días.
De modo que esta sección ocupa cuarenta días. A fin de cerciorarse de esta fecha es
preciso comparar muchísimas fechas, lo cual yo he hecho cuidadosamente. Esta lección describe
los primeros tres días de la marcha para Kibrot pero no da el tiempo desde Kibrot a Hazerot, sin
embargo, Deuteronomio 1:2 nos da los once días, de modo que el tiempo debió haber sido ocho
días. Os daré los grandes acontecimientos de estos cuarenta y ocho días. A1 principio del
capítulo siguiente os daré algunas explicaciones acerca de Cades barnea. En el camino para
Cades barnea, cometieron tres grandes pecados, culminando en un pecado más grande todavía en
Cades barnea, pecado éste que no discutiremos en este capítulo y que fue el segundo quebran-
tamiento del pacto. El primer pecado ocurre en aquella marcha de tres días desde Sinaí por aquel
desierto grande y terrible. El pueblo murmuró hablando mal al oído de Jehová. Fue una queja en
contra de Dios mismo a causa de sus padecimientos. Un hombre por sí sólo podría padecer, pero
el cambiar tres millones de pueblo con sus ganados fue mucho más difícil. De modo que
murmuraron contra Jehová y el fuego de Jehová ardió entre ellos y los devoró por todo el campa-
mento. Algunos han supuesto que el fuego serían relámpagos. Pero hay pocos relámpagos en ese
país. Me parece Señor. Este es, pues, el primer pecado y el primer castigo. "Y el pueblo clamó a
Moisés y Moisés oró a Jehová y el fuego se extinguió." Este castigo fue quitado por la
intervención de Moisés, su gran medianero. ¿Qué memorial hubo de este gran pecado y su
castigo? "El nombre de aquel lugar fue llamado Taberah, porque el fuego de Jehová ardió entre
ellos." Esto ocurrió en uno de estos tres días.
Hallamos narrado el segundo pecado en 11:3-34. No comenzó con los israelitas, sino con
la multitud mixta que los siguió desde Egipto, no circuncidados y, por lo mismo, no incluidos en
el pacto. El pecado consistía en desear mucho un cambio de alimento. Pero los israelitas tomaron
parte en ese pecado, y lloraron y dijeron, "quién nos diera carne qué comer. Nos acordamos de
los pescados que comimos en Egipto," y por eso volvieron la vista hacia el país de donde habían
venido: "Mas ahora nuestra alma se seca; que no hay nada ante nuestra vista sino este maná!"
Expresaron un disgusto completo del alimento que Dios les había proveído y un deseo de comer
el alimento de su esclavitud. En otras palabras querían mejor tener peces del Nilo y legumbres de
sus riberas y quedarse en la esclavitud, que alimentarse con maná e ir a la Tierra Prometida.
Apreciaron más sus apetitos que su relación con Dios. Tenéis aquí una descripción que podéis
leer acerca del Maná. Se parecía a la semilla de que fue un fuego que salió de la presencia del
culantro; lo recogían y lo molían en molinos o lo machacaban en morteros y tenía el sabor del
aceite nuevo de divo. Moisés oyó el llanto del pueblo, todo hombre a la puerta de su tienda, a
causa de la poca ración en el servicio de Dios. He estado en marchas forzadas con sólo harina de
maíz mojada y con un poco de sal, quemada por ambos lados y cruda por dentro que en el calor
del verano se agriaba en dos horas, y he marchado alimentándome con este pan por tres días.
¡Por qué cosas tan extrañas lloran algunos en este mundo! Moisés dijo a Jehová, "¿por qué has
tratado mal a tu siervo? ¿y por qué he hallado tan poca gracia en tus ojos que has puesto la carga
de todo este pueblo sobre mí?" Sin duda se había cansado de su tarea. Había visto a los niñitos
llorar por alimento. "No soy yo capaz de llevar solo este pueblo; mátame te ruego, para que no
vea mi miseria." Moisés era un hombre muy manso y paciente pero dos o tres veces anheló
abandonar su tarea. El Señor amaba a Moisés y le dio un remedio para el mal, esto es: la distribu-
ción de la labor. Vimos antes un caso semejante cuando Jethro vino a Moisés y Moisés obraba
como juez de paz, juez del condado, juez del distrito y juez del tribunal supremo de todo el
pueblo. Por el consejo de Jethro dividieron el trabajo judicial, pero es una cosa distinta. Se dice
que sobre esto se basaba el Sanedrín.
Fueron nombrados setenta hombres para la obra administrativa y se les avisó cuándo
debían venir para ser iniciados. Todos vinieron con excepción de dos. Cuando Dios envió el
espíritu sobre los que se quedaron en el campamento, así como sobre aquellos que se presen-
taron, esto inquietó algo a Josué. Estaba muy celoso de la fama de Moisés y lo amaba mucho.
Aarón dice: "Señor Moisés, hay dos hombres que no se presentaron y están profetizando en el
campamento. Debe exigirse que se callen y hagan las cosas en el orden señalado." Moisés
contestó que había tantas cosas grandes que atender que cosas pequeñas como esa no le
molestaban en lo más mínimo. Que él deseaba que todo el pueblo de Dios fuese de profetas, ya
fuera formal o informalmente.
Esto resolvió el asunto desde el punto de vista de Moisés, pero no dio al pueblo lo que
deseaban comer. Dios les dijo que se santificaran para el día siguiente y que él les daría carne.
Ahora se introduce una duda en la mente de Moisés, y esta es una escritura muy importante,
versículo 21 : "Pero Moisés respondió: Seiscientos mil hombres de a pie son el pueblo en medio
de quien estoy; y sin embargo tú les dices, yo les daré carne para que coman por todo un mes."
¿Significa esto que han de matarse ganados y rebaños o que se han de recoger peces? Pero dijo el
Señor, "¿Se ha cortado la mano de Jehová?" Si predicáis sobre esta escritura acerca de la fe en
Dios, hay otras cuatro 0 cinco escrituras que debéis usar en la misma conexión. Este pueblo dijo,
"Hacemos este viaje tan largo. ¿Qué haremos si nuestros niños se enferman y se debilitan
nuestros ancianos?" Dios dijo, "No habrá un enfermo ni un débil. Los zapatos se gastan pero los
de vosotros durarán cuarenta años y así será con vuestra ropa, y os daré una iluminación brillante
por la noche y una nube que os dé sombra durante el día." Todo es un milagro permanente. Fue
tan fácil para Dios alimentar aquellos tres millones de gente como lo fue para Jesús tomar cinco
escrituras que debéis usar en la misma relación. Otro caso en la historia es el de Elíseo, el
profeta, que dijo que a cierta hora, la mejor harina sería vendida barata en una ciudad donde el
pueblo estaba sitiado y muriendo de hambre. También Abraham no vaciló en incredulidad
cuando consideró que la cosa prometida era físicamente imposible. Nunca olvidaré lo que el
anciano presidente de la Asociación de Waco dijo a su esposa cuando estaba muriendo, "Cuando
yo haya partido puede ser que tengas que sufrir algo, pero no llegues a ser una de aquellas
mujeres que se quejan." Muchas veces he hablado con la señora Riddle acerca de eso y cada vez
me dice que está procurando vivir como su esposo le indicó: Hasta ahora, no se ha unido a la
columna de los quejumbrosos.
Dios dio a este pueblo en ira carne como castigo de la falta de fe. Les llovió codornices y
les dijo que comieran aquella carne por treinta días. "Mientras está en vuestra boca os dará
náusea y la peste os herirá." El castigo del segundo pecado fue la saciedad nauseabunda y fue
castigado con una plaga. Sobre este pasaje se basa la afirmación de que ningún hombre puede
comer una codorniz treinta días consecutivos, versículo 33: "Empero la carne estaba todavía
entre sus dientes, aun no habían acabado de mascarla, cuando se encendió la ira contra el pueblo,
y Jehová hirió el pueblo con una plaga sobremanera grande y fue llamado aquel lugar Kibrotava;
porque allí enterraron al pueblo codicioso."
El tercer pecado vino de personas de más alto rango. Los pecadores eran María y Aarón,
hermano y hermana de Moisés. Debéis leer el poema del Dr. Wilkinson que describe cómo se
preparaba mucho tiempo antes la rebelión por causa de los celos. La cuestión en su mente fue
ésta: "¿Acaso por Moisés tan sólo ha hablado Jehová? ¿no ha hablado también por nosotros?"
dijo María, "Yo me acuerdo cómo cuidaba al niño cuando estaba en la arquilla de juncos. El
espíritu de la profecía descansa sobre mí. ¿No nos ha hablado a nosotros también el Señor?"
¿Cuál fue la ocasión de este pecado? El primer versículo dice que María y Aarón
hablaron en contra de Moisés a causa de la mujer cusita con quien se había casado. ¿Sería
Zípora, su primera esposa, o se casaría de nuevo en el desierto? Ha pasado mucho -tiempo desde
que él y Zípora se casaron. Tenía un poco más de cuarenta años y habían pasado otros cuarenta
años antes de que se encargara de ese pueblo. Muchos comentadores suponen que puesto que
Zípora era madianita y descendiente de Abraham, debía de haber muerto en este tiempo y que
Moisés se haya casado con una descendiente de Cam. Cus en la Biblia significa Etiopía. Pero
Moisés nunca había estado en Etiopía sino cuando hizo su campaña, y si se casó allí esto la haría
la primera esposa y a Zípora la segunda. Pero una parte de Arabia fue llamada Cus y aquella
tierra de los cusitas incluía una parte del territorio ocupado por los madianitas. De modo que la
mujer cusita era sin duda su esposa Zípora. No hay la menor evidencia de que Moisés volviera a
casarse. De modo que Aarón y María unnca habían estado contentos con su casamiento con
Zípora.
Luego se presenta la pregunta: ¿Era legítimo que un hebreo se casara con una madianita?
Lo era porque los madianitas eran descendientes de Abraham, y Moisés se casó entre su propio
pueblo, no en línea escogida: pero pueden citarse cuatro o cinco escrituras que prueban que
semejante matrimonio era legal y que Moisés no violaba ninguna ley. Esto muestra cuánto
tiempo algunas personas pueden tener un rencor antes de hacer un disturbio acerca de ello.
Habían alentado este rencor cuarenta años. Pero la verdadera causa de su rencor fue la
supremacía de Moisés en el campamento y querían fundirlo con algún pretexto. "Y Jehová lo
oyó." ¡Qué texto! "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que ningún hombre de cuantos
había sobre la faz de la tierra." Dios mandó que los tres aparecieran delante de él y dio su
decisión enfática en favor de Moisés. María que fue la instigadora, fue castigada con la lepra, y
Aarón rogó a Moisés que interviniera, y Moisés rogó a Dios y María fue sanada, pero Dios
exigió que se quedara fuera del campamento siete días. Esa fue la razón por la que tuvieron que
quedarse fuera del campamento siete días.
Estas son las tres escenas y los tres castigos.
***
V.
ACONTECIMIENTOS EN CADES BARNEA
Números 13-15.
Cades barnea es el lugar más notable con excepción de Sinaí y en algunos casos no se
necesita exceptuar ni aún éste, durante todo el período de cuarenta años desde Egipto hasta la
tierra Santa. En el capítulo 14 de Génesis, en la historia de la marcha de Kedorlaomer, se declara
que pasó por el lado oriental del Jordán y descendió casi hasta Sinaí y luego marchó hacia el
norte hasta que llegó a Enmispat; este fue Cades, y significa la fundación del juicio. Moisés,
escribiendo mucho más tarde, le da el nombre que había adquirido de la transacción de este
pasaje. El verdadero nombre del lugar es Ritma, como se hallará en la enumeración de los
lugares de descanso que se da más tarde en este libro. Hablando en lo general, estaba en el
desierto de Parán y hablando de una manera especial, estaba en el desierto de Zin. Se menciona
el desierto de Parán en este pasaje; un poco más tarde Cades en el desierto de Parán, y más tarde
aún, Cades en el desierto de Zin. Todos estos nombres se refieren al mismo lugar. Véase el
magnífico argumento sobre la situación de este lugar, en "Cades barnea" de Trumbull.
El tiempo de este capítulo es el verano del segundo año del Exodo. El texto dice que era
el tiempo de las primeras uvas maduras, como al principio de julio. La gran transacción que se
verificó aquí fue el envío de los espías para reconocer la Tierra Prometida.
El primer punto en relación con el envío de estos espías se halla en Deuteronomio 1 :22,
que dice que la sugestión para enviar a los espías fue originada entre el pueblo. Números dice
que Dios mandó que se hiciese. Pero la sugestión original vino del pueblo que no confiaba en
Dios, y que no quería moverse hasta saber algo de la tierra a donde iba. Por esto Dios les per -
mitió que obrasen como deseaban, y mandó a Moisés que enviara a los espías. Esto causó una
dilación de cuarenta días, el tiempo que estuvieron los espías ausentes.
Hubo doce espías, uno de cada tribu. Eran hombres prominentes, famosos en la historia
del pueblo. Habían de pasar por el país del mediodía donde habían vivido Abraham, Isaac y
Jacob. Habían de subir las montañas que rodeaban Cades barnea, que estaba en un valle, y
habían de marchar directamente hacia la antigua ciudad de Hebrón.
¿Qué comisión fue dada a estos doce hombres? "Y ve la tierra qué tal es; y el pueblo que
habita en ella si es fuerte o débil, si es poco o mucho; y qué tal es la tierra en donde habitan si es
buena o mala y qué tales las ciudades en que habitan, si viven en campamentos o en plazas
fuertes; y qué tal es el terreno si es feraz o estéril, y si hay leña o no; esforzaos, pues, y traed nos
frutos de la tierra; el tiempo era la sazón de las primeras uvas" ( Números 13:18-20 ) .
¿Cuánto del país debían ellos de examinar? El versículo 21 nos dice: Habían de ir a
Hamat, que es la parte más al norte de la Tierra Santa. Mi hijo Harvey visitó en una ocasión ese
lugar y me envió una descripción muy buena de él. Debían de examinar las tierras altas y las
tierras bajas y en una expedición tan extensa se gastarían cuarenta días. A1 volver se detuvieron
en Eschol. Para entonces era agosto y las uvas estaban bien maduras. Trajeron un racimo tan
grande que tuvieron que llevarlo entre dos hombres en un palo. El hermano Penn nos dice en su
predicación que el racimo de uvas de Eschol que les fue traído de la Tierra Santa antes de llegar
allí tiene una significación espiritual; que aquí en la tierra, antes que el cristiano llegue ala tierra
Prometida, Dios le da una prenda de la herencia que ha de recibir. A veces en un gran avi-
vamiento nos es permitido gustar de las uvas de Eschol.
Han cumplido plenamente con su deber, y cuando vienen a dar su informe hay un
informe de la mayoría y hay otro de la minoría. No hay diferencia en los dos informes sobre el
primer punto. Todos están de acuerdo de que es una tierra gloriosa, que fluye leche y miel y que
en todo respecto es lo que Dios les había prometido. "Sin embargo el pueblo que mora allí es
fuerte y las ciudades son fuertes y grandes."
El pueblo se agitó mucho oyendo esa parte del informe, y que había grandes gigantes allí.
"Y Caleb acalló el pueblo delante de Moisés y les dijo, Subamos de una vez y tomemos posesión
de ella; porque muy bien podemos conquistarla." Este es un gran texto. Oía un misionero
predicar sobre este texto cuando yo era niño y es un buen texto misionero ahora. Ahora llegamos
a la divergencia. Diez de estos hombres desistieron completamente: ( 1 ) "No podemos subir
contra ellos porque son más fuertes que nosotros;" ( 2 ) Un mal informe de la tierra: "Es una
tierra que consume sus moradores;" ( 3 ) "Los hombres son de grande estatura, los Nephilim.
Nosotros éramos a nuestros propios ojos como langostas, y así también éramos a los ojos de
ellos." Pues bien, siempre que un hombre piense que es como una langosta, ya está de antemano
completamente vencido. Si quiere tomar dos grandes textos y contrastar el uno con el otro,
tómense aquellas opiniones divergentes acerca de su habilidad para poseer la tierra.
Ahora hemos llegado a lo que se llama el segundo grande quebrantamiento del pacto. El
primero fue cuando adoraban el becerro de oro. Esta es una grande rebelión. El pueblo levantó su
voz y lloró aquella noche. Imaginaos dos o tres millones de gentes velando y llorando toda la
noche. Todos los hijos de Israel murmuraron contra Moisés y Aarón: "Ojalá hubiéramos muerto
en la tierra de Egipto u ojalá hubiéramos muerto en este desierto, y ¿a qué intento nos introduce
Jehová en esta tierra para que caigamos a espada?" Allí murmuran contra Dios: "Y para que
nuestras mujeres y nuestros hijos vengan a ser una presa." Culpan -a las mujeres y los niños.
"Tendríamos valor si estuviéramos solos." Muchas veces he oído en boca de ciertos hombres esta
excusa. Una vez oí decir a un hombre que él no quería ver el circo, pero que iba a fin de
acompañar a las mujeres y niños.
Ahora llegamos al acto culminante: "Constituyámonos un capitán y volvámonos a
Egipto." Esto significaba que querían volver la espalda a la columna de nube y fuego y al
tabernáculo y toda su gloriosa historia y los caudillos divinamente nombrados, Moisés y Aarón, a
renunciar el gobierno de Dios, y volver a la esclavitud de que habían sido librados. Cuando
dijeron esto, Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros porque supieron que había sido cometido
un pecado horrendo. Mientras Moisés y Aarón están postrados sobre sus rostros mírese el hecho
heroico de Josué y Caleb: “Y Josué hijo de Nun y Caleb de Jefoné, que eran de los exploradores;
de la tierra, rasgaron sus vestidos: y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel,
diciendo: La tierra por donde hemos pasado para explorarla es una tierra buena en gran manera:
Si Jehová se complace en nosotros, nos llevará a la tierra aquella y nos la dará; tierra que mana
leche y miel. “Empero no os rebeléis contra Jehová, ni temáis al pueblo de esa tierra." Allí están
Moisés y Aarón sobre sus rostros, y aquí están Josué y Caleb con sus vestidos rotos, en presencia
de los blasfemos, procurando persuadirles antes de que caiga sobre ellos él golpe del juicio
divino." "Pero toda la congregación quería apedrearles" “mátese al hombre que nos dice la
verdad." Ahora la nube desciende. Estaba arriba en el aire. La nube descendió sobre el arca del
tabernáculo como una indicación de que Jehová estaba para hablar: "¿Hasta cuándo me ha de
tratar este pueblo con desprecio?" Acuérdense de la primera oración de Cicerón en contra de
Catalina: "¿Hasta cuándo, Oh Catalina, abusarás de nuestra paciencia?" "¿Hasta cuándo me ha de
tratar este pueblo con desprecio? ¿Y hasta cuándo no creerán en mí a pesar de todas las señales
que he hecho en medio de él? Los heriré con pestes y los desheredaré, y haré de ti una nación
más grande y más fuerte que ellos." Esto muestra el quebrantamiento del pacto. "Y haré de ti una
nación más grande y más fuerte que ellos. Voy a llevar una nación a la tierra de promisión, pero
destruiré a todos éstos."
Ahora veremos la gracia. Veréis lo que dice Moisés a Dios. El es el mediador y es el tipo
del Salvador: "Y Moisés respondió a Jehová: entonces lo oirán los egipcios, de en medio de
quienes hiciste subir con tu poder a este pueblo; y se lo dirán a los habitantes de esta tierra:
porque ellos han oído decir que tú, Oh Jehová, estás en medio de este pueblo; y que tú, Oh
Jehová, te dejas ver cara a cara de él; y que tu nube permanece sobre ellos; y que en una columna
de nube vas delante de ellos de día y de noche en una columna de fuego. Si pues tú dieres muerte
a este pueblo como a un hombre, las naciones que han oído tu fama dirán: Porque Jehová no
pudo meter a este pueblo en la tierra que les había prometido con juramento, por eso los destruyó
en el desierto." Ahora pues, sea grande, te lo ruego, el poder de mi Señor conforme a lo que has
hablado diciendo: "Jehová es lento en iras y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y
la trasgresión, bien que de ningún modo tendrá por inocente al rebelde; que visita la iniquidad de
los padres sobre los hijos, hasta la tercera y hasta la cuarta generación. Ruégote que perdones la
iniquidad de este pueblo, según es grande tu misericordia, y según has sido indulgente para con
este pueblo desde Egipto hasta aquí." Las mujeres y los niños no tenían nada que ver con el
asunto. pero todo hombre de mayor edad que participó en aquel pecado sería cortado de la Tierra
Prometida. Un año por un día. Así como habían gastado cuarenta años en reconocer la tierra, su
peregrinación desde Egipto a Cancán sería cuarenta años. Todo ello podría hacerse en un viaje
rápido de unos cuantos días. "Cada uno de ellos morirá y sus cadáveres caerán en este desierto; y
sus huesos blanquearán en él. Mas en cuanto a vuestros pequeñitos, a éstos los cuidaré y los
introduciré en la Tierra Prometida. Vivo yo, dice Jehová, que conforme hablaste en mis oídos,
asimismo os voy a hacer." Está prestando juramento. Josué y Caleb son los únicos a quienes se
les concede la vida. Ahora el Señor les habló directamente a Moisés y a Aarón, diciéndoles cómo
debían llevar a cabo esta sentencia. Moisés anunció la sentencia, diciéndoles que Dios miraba
como quebrantado el pacto, y que eran desheredados, pero que el perdón les era concedido a
todos los que tenían menos de veinte años, pero que los demás perecerían. Dicen, "Pero aquí es-
tamos ahora y subiremos." Moisés les dice, "Pero la nube no os guiará y el arca NO IRA delante
de vosotros. Si fuerais, iréis como un pueblo sin pacto y sin Dios entre vosotros." Pero fueron y
fueron vencidos vergonzosamente por sus enemigos.
Esta es la gran rebelión y merece ser estudiada cuidadosamente por todo estudiante de la
Biblia. En seguida tenemos el capítulo I S con alguna legislación que inspira esperanzas:
"Cuando hubiereis entrado en la tierra de vuestras habitaciones." Esto precede todo acto. "Acabo
de anunciar que los hombres de más de veinte años morirán. Por temor de que esta terrible
sentencia haga desesperar vuestros corazones, al momento os daré alguna legislación que os
animará y os infundirá esperanza." Hay algo en esta legislación a que quiero llamaros la
atención: "Si alguno pecare por ignorancia el sacerdote hará expiación por esa alma. Pero el alma
que pecare con mano alzada, sea que fuere nacido en el país o extranjero, éste mismo blasfema a
Jehová; y esa alma será cortada de entre su pueblo. Porque ha menospreciado la palabra de
Jehová, y ha quebrantado su mandamiento; esa alma será cortada; su iniquidad será sobre él."
Allí está el pecado imperdonable. Todo hombre de veinte años para arriba con excepción de
Caleb y Josué había cometido aquel pecado. Eso es lo que significa pecar con mano alzada.
Un hombre recogía palos el día de sábado. Violaba uno de los diez mandamientos y fue
apedreado.
Al Fin fueron mandados a hacer flecos a la orilla de sus vestidos, para que mirando el
fleco azul, se acordaran de su pecado y del castigo de Dios.
***
VI
EL RESULTADO DE LA VIOLACION DEL
PACTO EN CADES-BARNEA
Números 16-19.
En el último capítulo discutí Cades-barnea y la gran violación del pacto que allí se
verificó.
La sección del capítulo 16 hasta el 19 nos da el resultado de ese quebrantamiento,
sucediendo todo en Cades-barnea antes de partir sus peregrinaciones por más de treinta y ocho
años.
El primer caso que tenemos delante es la gran rebelión contra Dios de Moisés y Aarón.
Los que tomaron parte en esta rebelión eran Coré y algunos Levitas. La demanda que hicieron
ellos fue que les cabía el honor no sólo de ser levitas, sino de ser sacerdotes, siendo que Dios
había dicho que el sacerdocio pertenecía solamente ala familia de Aarón. Se unieron con tres
rubenitas cuyo campamento lindaba con el suyo. Estos rubenitas tenían una queja enteramente
distinta, es decir: Que Moisés los había sacado de una tierra que fluía leche y miel y no los había
metido en la Tierra Prometida, y cuando Moisés les exigió que comparecieran rehusaron
positivamente venir. El tercer elemento de esta gran conspiración triple consistía de 250 de los
príncipes de Israel. Estos 250 afirmaban que tenían tanto derecho a ejercer las funciones
sacerdotales como la tribu de Leví y se proveyeron de incensarios de bronce y demandaron que
ellos, como cabezas de Tribus, deberían ministrar delante de Dios. Estos tres elementos se
unieron y dijeron a Moisés y a Aarón, "Os arrogáis demasiado pues todo el pueblo del Señor es
santo," y Moisés propuso una prueba para que Dios determinara entre ellos, y mandó a los 250
príncipes que querían ejercer el oficio sacerdotal que llenaran sus incensarios con incienso y se
presentaron delante del Señor, para cer lo que él haría. Y mandó al pueblo el día siguiente que se
separaran de Coré, Datán y Abiram. Cuando el pueblo se había separado de estos caudillos dijo,
"La prueba es ésta: Si estos hombres mueren de muerte natural Dios no me ha enviado, pero si la
tierra abre su boca y los traga a vista de todo el pueblo, ésta es prueba de que Dios me ha enviado
a mí y no a ellos." Y al momento la tierra se abrió y a vista de todo el pueblo descendieron. La
prueba para los 250 príncipes pie Israel fue que un fuego saldría de Dios y los destruiría, lo cual
sucedió.
Pero esto, en vez de convencer al pueblo hizo que la rebelión se extendiese por todo el
campamento. No les gustaba la idea de tener que vagar treinta y ocho años, y toda la
congregación de Israel acusó a Moisés de matar al pueblo del Señor. Inmediatamente Moisés
mandó a Aarón que encendiera un incensario y pasara entre la gente, porque salía una plaga de
Dios, y para antes de que Aarón pudiera hacer esa intercesión, pasando con su incensario por
entre la gente herida, más de 14,000 de ellos habían muerto de la plaga. No os olvidéis de los
elementos de esta conspiración y las tres pruebas de Dios.
El resultado de esto fue que el pueblo se desesperó completamente. Se expresa al fin del
capítulo decimosexto: "Entonces hablaron los hijos de Israel a Moisés diciendo: he aquí que
perecemos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos! Cualquiera que de manera alguna se
acercare a la habitación de Jehová, muere.
¿Acaso hemos de perecer completamente?" Moisés se resolvió a valerse ahora de otra
prueba, y otro vínculo que evitara que el pueblo desmayase en su desesperación. Mandó que
cada tribu trajese una vara, y pusieron las tres varas delante del Señor sobre el arca y dejaron a
Dios mostrarles por un milagro inequívoco quién había de ser el caudillo del pueblo por lo que
tocaba a la función sacerdotal. El resultado fue que la vara de Aarón brotó, floreció y dio
almendras en una sola noche mientras que las otras permanecieron como antes. Dios mandó que
aquella vara con las almendras maduras fuese puesta en el arca como un memorial permanente
de su decisión. No sabemos cuanto tiempo permaneció allí aquella vara, pero cuando el arca fue
abierta en los días de Salomón, la vara no estaba allí. Probablemente fue quitada cuando el arca
fue capturada por los filisteos.
El capítulo 18 se consagra a una provisión para los levitas. Toda palabra del capítulo se
basa sobre esta idea: "Los levitas no han de tener herencia en la tierra. Pertenecen a Dios. No han
de depender para su sostenimiento de trabajo secular de ninguna clase. Se manifiesta aquí que
han de depender para su alimento de ciertas ofrendas que se mencionan. Su sostenimiento
permanente venía del diezmo, siendo dedicada a los levitas la décima parte de todos los
productos.
El capítulo decimonono cierra este incidente. Una parte de él es una provisión nueva para
limpiar la contaminación del pecado. La culpa del pecado es la condenación que viene sobre el
pecador porque ha pecado. La contaminación del pecado es una cosa muy distinta de cualquiera
de las otras. Para mostraros la diferencia, supongamos que un hombre es justificado. Esto
quitaría la culpabilidad del pecado, pero si la salvación se detiene aquí, tendría en sí una
naturaleza mala que moviera a pecar y tendría la contaminación que viene del pecado.
Supongamos que no sólo sea Justificado, sino que también sea regenerado. Aunque se le dé un
impulso para el bien no obstante esto, la contaminación del pecado se le pegará, y estaría en un
estado lamentable, como la mente pura de una mujer modesta compelida a vivir en presencia
constante de cosas vergonzosas. Sería para ella el infierno. Ningún autor ha manifestado más
poderosamente este pensamiento como Eugenio Sue en sus "Misterios de París." La hija de un
gran príncipe de Alemania fue robada cuando era chiquita, y había sido criada en un barrio bajo
de París, en toda su vida no había conocido otra cosa sino la contaminación del crimen. Su padre
la halló y no habiendo sido ella tocada por la contaminación del pecado, llegó a ser una de las
princesas más hermosas de Europa, pero murió con su corazón despedazado porque no podía
nunca olvidar los pecados por los que había pasado como niña. Este capítulo 19 manifiesta tina
gran provisión para el limpiamiento de la contaminación del pecado. Más de una vez os he dicho
que en la regeneración hay dos elementos constituyentes, uno de los cuales es el cambio de la
mente carnal. la concesión de una nueva naturaleza; y segundo el limpiamiento de la
contaminación del pecado. Y estas dos se necesitan para efectuar la regeneración. Aquí se tiene
la provisión original y típica para limpiar de la contaminación. De aquí la importancia de este ca-
pítulo. La provisión fue que se tomara una ternera roja. No debía tener ni un pelo blanco. Y debía
ser llevada fuera del campamento y muerta, y quemada con leña de cedro rojo, significando lo
rojo, sangre; y mientras se quemaba, hilos de paño escarlata debían arrojarse a la lumbre,
significando sangre la escarlata. Cuando fue quemada debían recogerse las cenizas y ponerse en
un lugar limpio para proveer el limpiamiento permanente. Para preparar estas cenizas y
guardarlas debían ser mezcladas con agua del cielo, haciendo una lejía líquida la cual debería
tenerse todo el tiempo a la mano. Un manojo de Hisopo cuya madera es roja, debía usarse para
rociar esta lejía. Cuando lleguemos a las profecías, digamos al capítulo treinta y seis de Ezequiel,
veremos la combinación del limpiamiento con el agua de purificación, simbolizando sangre, con
el cambio de la naturaleza. Allí dice Dios. "Os recogeré de todos los países donde habéis sido
esparcidos, y os rociaré con el agua de la purificación y seréis limpios." Esto tipificaba la
aplicación de la sangre de Cristo. "También quitaré vuestro corazón de piedra y os daré un
corazón de carne, y pondré también mi espíritu dentro de vosotros." Esta es la otra parte de la
regeneración. Cuando lleguéis a la interpretación simbólica de ella en el capítulo 9 de los
Hebreos, hallaréis este lenguaje: "¿Si las cenizas de la novilla rociadas a los inmundos san-
tificaban para la purificación de la carne, cuánto más la sangre de Cristo limpiará vuestra
conciencia de las obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" En un debate con un predicador
metodista sobre este asunto, hice este desafío: "En la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis
ningún hombre puede hallar que Dios haya mandado jamás a un profeta, sacerdote o predicador
que vertiera agua pura sobre hombre, bestia o cosa alguna, como un rito moral, ceremonial o
religioso." Les concedí un día para hallar el pasaje y se levantaron en todas partes del templo
diciendo que podían hallar muchos. Esto produjo la sensación más grande que jamás hayan
tenido en su comarca. Buscaron en su concordancia las palabras "rociar' y "derramar". E1 día
siguiente vino un hombre y me dijo, "lo he hallado en el capítulo treinta y seis de Ezequiel,
'Luego rociaré sobre vosotros agua limpia y seréis limpios'." Contesté en primer lugar, que el
rociamiento sea cual fuere, es hecho por Dios, y no manda a los hombres que lo hagan. En
segundo lugar, aquella no era solamente agua. sino que era el agua de la purificación que había
sido hecha de las cenizas de la ternera roja que simbolizaba la sangre del Señor Jesucristo, que es
aplicada con el Espíritu Santo cuando alguno cree en Jesucristo. Un hombre no sólo es
justificado cuando cree, sino que también es limpiado. No sólo es limpiado sino que es
regenerado." Entonces busqué en toda la Biblia los pasajes referentes al asunto. Otro hombre se
levantó, y citó lo que dice Juan, "Yo a la verdad os bautizo con agua." Dije en contestación," El
bautismo no significa rociar o derramar," pero dijo, "dice 'con'," y yo repuse, "Pero ésta no es la
traducción de la palabra griega. La palabra griega es en y ésta quiere decir "en." No expresa sino
el medio o el instrumento cuando se traduce 'con.' Finalmente los bautistas bautizamos con agua,
no con aceite, ni con arena, y usamos mucho más que ustedes."
No os olvidéis de la significación profunda y solemne del capítulo 14 de Números, de que
era un tipo de aquella parte de la regeneración que efectuaba el limpiamiento de la
contaminación del pecado, por la aplicación de la sangre de Cristo al creyente. Diez y nueve
predicadores de veinte, al discutir la regeneración, se limitan meramente al cambio de la
naturaleza.
Esto cierra completamente el caso, por lo que toca a Cades-barnea, y la segunda división
del libro de Números cubre treinta y ocho años que era el período del silencio, y las referencias a
ella en la escritura son escasas: (1 ) En este libro tenemos solamente el itinerario, 33:19-49; (2)
No circuncidaron a sus niños, Josué 5:5-6; (3) No ofrecieron sacrificios a la tienda, Jeremías
7:22; Amos 5 :25, 26, (4) Adoraron ídolos, Hechos 7:43; (5) Toda la generación desde veinte
años para arriba murieron en el desierto, 1 Cor. 10:5. Ese período es típico. Cuando Jesucristo
estableció su iglesia se inauguró el glorioso período misionero de los días apostólicos por más de
dos siglos y entonces la iglesia huyó al desierto. Esto es lo que se nos dice en el libro de
Apocalipsis, y ningún hombre ha sido capaz de poner la cadena del agrimensor sobre ese periodo
de aquel desierto. Y deja perplejos a todos los estudiantes de la historia eclesiástica. Algunos de
ellos os dirán que no hubo iglesia durante ese tiempo. Pero sí hubo iglesia entonces, así como
había una iglesia en el ante tipo y no pereció. Para ilustrar: Imagínese un río largo y torcido, que
pasa a través de una montaña donde no se ve. Si se arroja una astilla en un lado de la montaña,
pasado algún tiempo veréis que sale de debajo de la montaña. Y sabéis que ha sido continuo su
movimiento. Al hablar de la sucesión de la Iglesia de Jesucristo durante los Siglos Obscuros, mi
descripción de ello es que Dios en su misericordia ha ocultado a nuestros ojos aquel período,
justamente como lo oculta aquí.
Este capítulo 20 dista treinta y ocho años del tiempo del capítulo 19. Están de nuevo en
Cades-barnea en el primer mes del año cuadragésimo. Hasta ahora todas mis discusiones sobre el
libro de Números han sido restringidas al segundo año, comenzando con el levantamiento del
tabernáculo el primer día del primer mes. Desde el capítulo 20 hasta el fin de Números, hay un
período de diez meses, y Deuteronomio cubre los otros dos meses necesarios para completar los
cuarenta años, hasta el tiempo que bajan al agua para cruzar el río Jordán.
***
VII
DESDE CADES-BARNEA HASTA MOAB
Números 20, 21, 22, 33, 37-49; Deuteronomio 2, 3:1-11.
Históricamente los capítulos 21 y 22 nos llevarán hasta el fin del libro, describiendo el
viaje desde Cades al Jordán. Pero omite el gran incidente de Balaam que ocupa varios capítulos.
En relación con los capítulos 20, 21, 22, estúdiense las siguientes escrituras: Números 33, el
capítulo del itinerario, comenzando con el versículo 37 y siguiendo hasta el versículo 49;
Deuteronomio 2 y 3:1-11. En muchos aspectos esos dos capítulos dan un relato más inteligible
que esta sección de Números.
Los grandes incidentes de este capítulo son, la reunión en Cades en el año cuadragésimo;
La muerte de María, el pecado de Moisés que lo excluyó de la Tierra Prometida; la lucha hecha
contra ellos por Arad el cananeo; la muerte de Aarón en el monte Hor el pecado del pueblo el
cual fue castigado por serpientes ardientes y salvado por la fe en la serpiente de bornee, el cavar
un pozo en otra estación por los príncipes de Israel usando sus varas, manantial hermoso al cual
deslizaba un cántico narrado en el antiguo libro de las Guerras de Jehová; y la guerra con Sehón
y Og.
Es el año cuadragésimo y el primer mes de ese año cuando se hallan reunidos por
mandato divino en Cades-barnea. Antes de proseguir en esta discusión quiero que demos una
mirada sobre aquellos treinta y ocho años de silencio. Os dije que en aquellos treinta y ocho años
no guardaron la ordenanza de la circuncisión. En el libro de Josué, luego que pasaron el río
Jordán, el pacto fue renovado y Josué circuncidó a todos aquellos que no habían sido circun-
cidados en el desierto. Del capítulo treinta de Amos y el capítulo siete de Hechos, aprendemos
que en todos aquellos treinta y ocho años no habían hecho sacrificios. Aprendemos que en ese
tiempo adoraban ídolos. Estuvieron bajo la maldición de Dios, y él no contó el tiempo; hubo una
suspensión total del pacto; pero durante ese tiempo los levitas se quedaron alrededor del arca del
pacto y continuaron el culto. Los lugares mencionados en el capítulo 33 de Números constituyó
un registro de los lugares donde descansó el arca durante su viaje.
Se les mandó que siendo ya casi acabada la pena -y hallaremos exactamente donde se
acaba- debían volver a reunirse en el lugar donde quebrantaron el pacto. María, que había vivido
a través de aquél período de treinta y ocho años, muere justamente en el lugar donde había
cometido su pecado. Es sepultada y no volvemos a oír más de María. El pueblo volvió allí
sentido, aunque es una nueva generación, y la primera cosa que hizo fue cometer otro pecado. El
agua en Cades-barnea no bastaba para los millones de gentes, y llegando allí en tiempo de seca
comenzaron a quejarse como antes. Moisés presenta el caso a Dios y Dios le manda reunirlos en
una gran congregación, y a vista de ellos, con la vara en la mano, la vara con que había hecho
todos los milagros de los años pasados, hablara a la peña y el agua saldría y Dios empezaría de
nuevo a suplir la necesidad del pueblo. Moisés estaba muy enojado. Había sido un hombre
manso y paciente. Había estado encargado de ese pueblo y había llevado sobre sí la carga de
ellos por treinta y nueve años. La descripción del pecado que cometió se expresa en las
siguientes escrituras: Números 20:10, 11; 27:14; Deuteronomio 31:5-12; Salmo 106:33. Vamos a
suplicaros para el examen que analicéis el pecado de Moisés, y como no voy a daros ese análisis
es muy importante que os acordéis de aquellos pasajes de la escritura. Dios dijo a Moisés que
hablara a la peña, pero en lugar de hablarle Moisés la hirió. En otra ocasión Dios le había
mandado que hiriese la peña, que significaba el hecho de que Cristo tendría que ser herido
primero para suplir las necesidades de su pueblo. Pero en seguida no ha de ser herido. Debéis
hablar y por petición sacar la provisión de un Cristiano. Pero Moisés hirió dos veces. Estaba muy
enojado y parecía atribuir el poder a sí mismo. No santificó a Dios en este asunto, sino se
santificó a sí mismo. El salmista dice que el pecado del pueblo hizo pecar a Moisés de modo que
habló imprudentemente con sus labios. Justamente antes de su muerte, que se narra en Deute-
ronomio, dice Moisés, "A causa de vosotros cometí este pecado que me evitó entrar a la Tierra
Santa que vosotros habéis de entrar."
El próximo asunto en orden de' tiempo, es volver al capítulo 21 y leer tres versículos que
nos hablan del rey Cananeo, Arad. Este rey pensaba que procurarían repetir su experimento de
entrar a la Tierra Santa por el sur. y salió y peleó con ellos en el mismo lugar donde habían sido
vencidos antes, pero esta vez fue vencido completamente. Fue proscrito y aquella sentencia fue
cumplida en los días de Josué.
Mientras estuvo en Cades, Moisés envió mensajeros a dos naciones. Quería llegar al lado
del río Jordán sin tener qué rodear mucho. No había sino dos maneras, una por el país de los
Amorrheos y el otro yendo por la tierra de Edom. Moisés envió una comunicación muy
respetuosa al rey de Edom, llamándole hermano Edom -o Esaú- y diciéndole, "Vuestro hermano
Jacob desea pasar por vuestro país para llegar a su propia tierra, y os promete pasar por los
caminos y no esparcirse por el país, y no tomaremos nada sin pagar su precio." Sabemos por
Deuteronomio que Moisés envió un mensaje semejante a Moab, los descendientes de Lot, puesto
que tendrían que pasar por el país del monte Seir yen seguida por Moab. Y dijo a los moabitas,
"Los descendientes de Abraham dicen a los descendientes de Lot, permitid que vuestros primos
hermanos pasen por vuestro país." Pero por lo que toca a Edom reunieron un ejército para cerrar
el camino a ellos.
¿Qué sucedió enseguida? Cades-barnea está un poco al sur de Hebrón. Los hijos de Israel
estaban en Cades-barnea y querían pasar al lado del Jordán por el territorio de Edom y Moab sus
parientes. Si Moab y Edom rehusaban tendrían que hacer un gran rodeo. Moab y Edom
rehusaron y Dios no les permitió abrirse camino por medio de guerra, porque eran parientes. Por
esto tuvieron que ir por el sur, pasando por el Arabah, aquel gran valle por el cual sin duda el
Jordán fluía antes. Cuando se detuvieron en el monte Hor en el límite del país, Aarón murió. La
historia es muy conmovedora. En lo general, fue un hombre notablemente bueno. Cometió
algunos pecados. Se unió con Moisés en el pecado que le excluyó de la Tierra Prometida. Dios
mandó a Moisés que condujera a Aarón a esa montaña árida y que llevara también a sus hijos
consigo; le quitara sus vestiduras sacerdotales y con ellas vistiera a Eleazar, que había de ser el
sumo sacerdote. Allí murió Aarón. Muchas veces he pensado en aquel sepulcro solitario. Hay
ahora una tradición acerca de aquella montaña. Cualquier guía os llevará voluntariamente a la
tumba de Aarón si vais allí.
Entonces dejaron el monte Hor e hicieron el viaje de un día o dos a un lugar llamado
Zalmona, bajando por el Arabá seco. El pueblo volvió a quejarse y Dios le castigó enviando
entre ellos serpientes ardientes. Una vez un niño me suplicó que le contara una historia acerca de
víboras. Le dije: "Una vez había un gran campamento de tres millones de personas en un valle
seco, y pecaron contra Dios, y en la noche, de todas direcciones del desierto vinieron víboras,
grandes, víboras que tenían manchas rojas, y mucho más venenosas que víboras de cascabel. El
que se movía era picado por las víboras. Los niños lloraban toda la noche diciendo que habían
sido mordidos por víboras, y el pueblo moría y seguía muriendo, hasta que al fin Dios dijo al
caudillo de aquel campamento, que pusiera bronce en el horno y amoldara una gran serpiente
colocándola en un palo, y que cualquiera que mirara a ella sería sano, al tocar el sol aquella
serpiente, la hizo tan conspicua que podía verse desde todas partes del campamento. Una madre
oyendo hablar de aquella serpiente decía a su hijo, que se retorcía de dolor y agonía, "Hijito te
voltearé a modo de que puedas verla. Levanta la vista a ver aquella serpiente de bronce," pero
cerrando sus ojos dijo, "No miraré," y entonces murió. Llegaron a donde había un hombre
mordido, y le hallaron maldiciendo. Todos le rodearon y su esposa le decía, "Oh marido aquí
están tus hermanos y hermanas y tus amigos y uno de tus hijos. Todos han sido mordidos pero
miraron y vivieron. ¿No quieres mirar y vivir también? pero cerró los ojos y murió. Pero sucedía
que cuando una serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce y vivía." Le gustó
tanto al niño la historia que me preguntó dónde la había leído, y le dije que en la Biblia, el lugar
menos pensado en que creía hallar una buena historia.
Hubo un judío convertido llamado Joseph Frey, que llegó a ser un gran expositor de los
tipos de Cristo en el Antiguo Testamento. Tomó este texto en Juan, "Y como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo
aquel que en él crea no se pierda mas tenga vida eterna." Todos los predicadores deben obtener
el libro de Joseph Frey "Los Tipos del Antiguo Testamento." Fairbairn tiene un libro sobre la
"Tipología," pero no es tan bueno como el de Frey.
Voy a llamaros la atención sobre un pensamiento que no hallaréis en ninguna otra parte
del mundo. Recordáis aquel macho cabrío que en el gran día de la expiación había de darse a
Azazel y pasar bajo el poder del espíritu malo? Así Jesús en la cruz pasó bajo el poder del
espíritu malo; aquí tenemos este tipo. La serpiente representa a Jesús levantado sobre la cruz, y
aunque la serpiente le mordió, él hirió la cabeza de la serpiente.
Cuando llegamos a Arnón, 21:13, aquí hallaréis la referencia de aquel antiguo libro, "Las
Guerras de Jehová." "Y de allí caminaron a Beer." Ese es un lugar muy seco. Cuando Dios dijo a
Moisés que abasteciera al pueblo con agua, los príncipes cavaron en la tierra con sus báculos y
brotó un manantial de agua fresca. Llegan ahora frente a la desembocadura del Jordán. Moisés
parado sobre la cumbre del monte Nebo tendió la vista sobre la Tierra Prometida.
Moisés mandó un mensajero a los Amorrheos y ellos menospreciaron al mensajero y se
prepararon para hacer guerra. Pero fueron capturados y su país tomado. Entonces llegaron a
Basán. Deuteronomio nos dice qué tan grande era Og, el rey del país. Contando un cubo como un
pie y medio, su cama tenía trece pies y medio de largo, y fácilmente podía acostarme yo en él
toda mi altura atravesado.
Aquí se acaba esta sección. Sólo falta tratar algunos incidentes que ocurrieron, en
particular el incidente de Balaam.
***
VIII
BALAAM: SUS PROFECIAS IMPORTANTES,
SU CARACTER Y SU HISTORIA BIBLICA
Estas escrituras os dan la clave tanto de la historia, como del carácter de Balaam;
Números 22, 23, 24, 31 :8, y especialmente 31 :16; Deuteronomio 23:4, 5; Josué 13: 22; 24:9,
10; Miqueas 6:5; Nehemías 13:2; Judas 11; 2 Pedro 2:15; y la más importante de todas es Apoca-
lipsis 2:14. El que procure discutir a Balaam, debe conocer bien cada una de estas escrituras.
¿Quién era Balaam? Era descendiente de Abraham, así como lo eran los israelitas. Era
madianita y vivía cerca del lugar donde habitaban los parientes de Abraham. Nacor y Labán.
Poseían desde los días de Abraham un conocimiento muy considerable del verdadero Dios. No
sólo era descendiente de Abraham y poseía el conocimiento del verdadero Dios por tradiciones
transmitidas, como en el caso de Job y Melquisedec, sino que era profeta de Jehová. Esto es
confirmado repetidas veces. Desdichadamente era también un agorero y un adivino, añadiendo
esto él mismo a su oficio profético, con el fin de ganar dinero. Era costumbre dar recompensas a
los adivinos. Fácilmente podría obtenerse su conocimiento de los movimientos de los hijos de
Israel y a que el libro de Éxodo dice expresamente que este conocimiento fue difundido sobre
todo el país. Un poema como el de las bendiciones de Jacob moribundo circularía por todas las
tribus semíticas, y una administración como la de José llegaría a conocerse por todo el mundo,
tal ostentación de poder como los milagros en Egipto, el libramiento en el mar Rojo y la
promulgación de la ley en una comarca colindante con el territorio de la nación de Balaam, lo
hace posible que aprenda él todos estos grandes acontecimientos. Se equivocan mucho los que
dicen que Dios se comunicaba solamente con los descendientes de Abraham. Veamos cómo
influyó en el pueblo en el tiempo de Job y cómo influyó en Melquisedec, y hay una notable
declaración hecha en uno de los profetas que no sólo trajo a Israel de Egipto sino a los filisteos
dedicar un sermón sobre él algún día, en que Dios afirma que no sólo trajo a Israel de Egipto sino
a los Filisteos de Captor y todos los pueblos de los lugares que ocuparon ( Amos 9: 7 ). Estamos
propensos a tener ideas muy mezquinas del gobierno de Dios sobre la raza humana, cuando
procuramos limitarlo solamente a los judíos.
Enseguida queremos considerar el pecado de Balaam. En primer lugar, era de principio a
fin un pecado contra el conocimiento. El tenía muchos conocimientos acerca de Jehová. Fue un
pecado contra la revelación y un pecado muy atroz que procedía de su codicia de dinero, el amor
a la recompensa del mal hacer. Su pecado llegó al colmo cuando, después de que hubo fracasado
en su intento de mover a Jehová por adivinaciones, y cuando era claro que Jehová pensaba
bendecir a este pueblo, tuvo la vileza, por un precio que le fue pagado en la mano, de sugerir un
medio por el cual e1 pueblo podía ser apartado de Dios y traído al castigo. Esto fue una cosa tan
malvada como la compra de los votos en la reciente elección de prohibición en Waco, para la re-
compensa del mal hacer. Su consejo ( 31 :16 ) era seducir al pueblo de Israel trayendo a las
malas mujeres de los moabitas y madianitas para tentar al pueblo y conseguir por su
concupiscencia que asistiera a las fiestas idolátricas.
Para entender el carácter de este hombre afortunadamente tenemos en sermones alguna
literatura muy valiosa. Los más grandes predicadores de tiempos modernos han predicado sobre
Balaam, y comparando sus sermones cada joven predicador debe informarse profundamente
sobre el carácoer de Balaam. El sermón más famoso por algún tiempo fue el del obispo Butler.
Cuando yo era niño, todo el mundo leía este sermón, y según me acuerdo, su objeto fue el de
mostrar que Balaam engañándose a sí mismo se persuadió en todo caso que el pecado que
cometió podría ser justificado por las reglas de la conciencia y revelación, de modo que pudiera
decir algo en todo punto para mostrar que obraba bien, siendo que todo el tiempo obraba mal.
Tenemos también el gran sermón por el cardenal Newman: "La negra sombra se proyecta sobre
un curso noble, por detenerse siempre en la escalera del avance, y por la suspensión de una
ambición que nunca se satisface." Vio en Balaam, uno de los más notables hombres del mundo,
muy arriba sobre la escalera y el camino para su cumbre enteramente abierta pero sombreado por
su negro pecado. También el sermón del Dr. Arnold sobre Balaam, cuya sustancia fue según me
acuerdo, que tenemos aquí la forma más pura de la creencia religiosa con acción,
inconmensurablemente más baja. En seguida mencionaré el gran sermón por Spurgeon con siete
textos. Toma las palabras de la Biblia "yo he pecado," y Balaam es uno de los siete hombres a
quienes discute. Spurgeon representó a Balaam como hombre de ánimo doble. Podía ver lo
bueno pero sin embargo su naturaleza baja le cegaba de continuo entablándose una lucha entre
sus naturalezas alta y baja. Estos cuatro hombres fueron los más grandes predicadores después de
Pablo. Quisiera modestamente llamar la atención a mi propio sermón sobre Balaam; que Balaam
no era de ánimo doble, fue movido por avaricia y deseo de poder, y sencillamente usaba su luz
religiosa para satisfacer su ambición. Ninguna repulsa podía detenerle por mucho tiempo. Dios,
le decía, "No irás," y él contestaba, "Señor, óyeme de nuevo y déjame ir." Se puso en camino y
un ángel le encontró y oyó la reprensión de la bestia muda pero todavía buscaba medio de hacer
mal. Nunca he visto hombre de ánimo más sencillo que el de Balaam.
Quiero que leáis acerca de él en el "Christian Year," de Keble. Keble concibe a Balaam
como parado sobre un alto monte y mirando sobre todos aquellos países de que va a profetizar y
usó este lenguaje: "Ojalá que la mano de un escultor te representara parado, flotando tu pelo
largo en el aire oriental, tus ojos abiertos pero embargados, fijos en la niebla del desierto, como
quien viera en espejismo algún mar pagano, pasan vastos e indistintos, arrojando sombras, como
las formas gigantescas que le apresuraran a su ruina. Uno por uno se vislumbra enorme; y
enseguida desaparecen. Pero todavía en el alma del profeta brilla sólo la avaricia." Este es un
concepto magnífico: La estatua de mármol de un hombre como éste delante de cuyos ojos,
parado él sobre la alta montaña, pasaban en gloriosa procesión los grandes imperios; pero no
obstante, seguía brillando en sus ojos la vil avaricia. Y hay otro concepto, y ha sido esculpido en
una roca: "No había sol ni estrellas tan brillantes, en todo el mundo de las luces que pudiera
atraer al cielo sus ojos ofuscados; oyó las palabras del Todopoderoso, vio la espada del ángel.
Sin embargo se adhirió a la tierra." Esta es una mejor descripción de Balaam que la que hace
Keble. Esta os muestra un hombre tan enamorado de la tierra que ningún sol o estrella podía
hacerle alzar sus ojos al cielo, ni siquiera la palabra del Dios Todopoderoso podía hacerle le-
vantar la vista hacia arriba sin coartar su voluntad humana.
Debéis entender que las dos primeras profecías de Balaam le fueron reveladas cuando
quería influir en Dios con adivinaciones. En estas dos obedece tan mecánicamente como una
persona hipnotizada, obedece la voluntad de un hipnotizador. Habla sencillamente bajo el poder
coercitivo de Dios. En estas dos primeras profecías Dios le indica lo que ha que decir, como si
una mano más poderosa que la suya hubiera mojado la pluma en la tinta y movido su mano para
escribir aquellos renglones. Al fin de la segunda cuando había visto que ninguna adivinación
valdría en contra de aquel pueblo, las otras profecías resultaron del hecho de que el espíritu de
Dios vino sobre él justamente como había venido sobre Saúl, el rey de Israel, y profetizó como
un hombre realmente inspirado. En la primera profecía muestra en primer lugar un pueblo que
Dios ha bendecido y no quiere maldecir; en segundo lugar es obligado a decir: "Muera yo la
muerte de los justos y sea mi postrimería como la suya." Esto muestra la revelación de Dios a
este pueblo. La segunda profecía muestra por qué esto es así: "Dios no es hombre para que se
arrepienta." "No vale la pena adivinar. Ha señalado el futuro de esta nación." Segundo, ¿por qué
es que no quiere mirar iniquidad en Jacob? Por causa del propósito que él tiene no les imputará
sus transgresiones. La profecía se detiene en el pensamiento de que al mirar lo que este pueblo
hacía y hará, no debéis decir. "He aquí lo que hizo Moisés, o lo que hizo Josué ni David," sino
que habéis de decir, "He aquí lo que ha hecho Dios." La primera vez que oí al Dr. Burleson
dirigirse a los jóvenes predicadores, no siendo yo mismo cristiano, tomó como texto estas
palabras. Comenzó diciendo, "Este es un gran tema para un predicador. Evidentemente estos
judíos no habían hecho todas estas cosas. Se rebelaban de continuo deseando volver, y sin
embargo los vemos salir de Egipto y cruzar el mar, venir a Sinaí, organizados. alimentados,
vestidos, protegidos del calor del día y de las tinieblas de la noche, vencedores en batallas
maravillosas y debéis decir, "He aquí lo que Dios ha hecho."
Cuando le sobrevino el poder espiritual comienza a mirar más lejos que nunca antes,
hasta los días Mesiánicos. Hay pocas profecías en la Biblia que tengan más alcance que esta
última profecía de Balaam, cuando dice hablando del Mesías, "Le estoy mirando, mas no en
tiempos cercanos," habla de tiempos muy lejanos. "Mi caso ha fracasado, pero ha salido una
estrella, se ha levantado un cetro.".-El símbolo de la estrella y cetro expresaba el pensamiento del
poder del Mesías. Tanto impresionó esta profecía al mundo, que aquellos hombres sabios que
vinieron del mismo país que Balaam cuando nació Jesús, se acordaron de esta profecía: "Hemos
visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle."
Entonces mira en derredor y allí están las naciones y desde la cumbre de las montañas ve
las naciones que están delante de él, y profetiza acerca de Moab y Amalec y pasa adelante, y
hasta ve naciones todavía no nacidas. Divisa el imperio griego que se levantará muy lejos en el
remoto futuro, más lejos que ningún otro sino Daniel. Ve venir los navíos de los griegos y la
destrucción de Azur y la destrucción de Eber, su propio pueblo. Llegaremos más tarde a las
referencias antitípicas.
Si queréis comparar a este hombre con otro, compárese con Simón. Mago que quería
comprar el poder del Espíritu Santo para ganar dinero. Este es menos malo que judas, aunque
puede compararse también con él. Judas tenía conocimientos, fue inspirado, obraba milagros, y
sin embargo Judas nunca vio el verdadero reino de Dios en el espíritu de la Santidad, y porque
no podía iniciar el reino del cual sería el tesorero, vendió al Señor Jesucristo por treinta piezas de
plata. Estos son los pensamientos principales que quería añadir.
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IX
EL PECADO DE ISRAEL Y EL ACTO DE
JUSTICIA DE FINEES Y OTRAS COSAS
Números 25-36.
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