Laming-Emperaire (1972) Los Sitios Arqueologicos de Los Archipielagos de Patagonia Occidental
Laming-Emperaire (1972) Los Sitios Arqueologicos de Los Archipielagos de Patagonia Occidental
Laming-Emperaire (1972) Los Sitios Arqueologicos de Los Archipielagos de Patagonia Occidental
ANNETTE LAMING-EMPERAIRE
Figura 1. Mapa mostrando el camino de porteo utilizado por los Alakalúf entre el golfo
de Penas y el golfo Elefantes.
Los raros conchales del territorio alakalúf que han sido objeto de sondeos
han entregado todos más o menos el mismo material. A las cenizas, carbones,
conchas y piedras quemadas constitutivas del conchai están mezcladas algunas
piedras talladas por percusión y cabezas de arpón en hueso de ballena; Bird
ha encontrado también cuchillos de concha. Estos sitios de importancia variable
(/) "En su vida errante los Alakalúf tenían una preferencia marcada por ciertos sitios pró
ximos al Pacífico que llegaban a ser así lugares de paso y de habitación temporal muy
frecuentados. Nadie podría decir por qué ni explicar las razones de esta preferencia,
tal vez sentimental. Las islas y canales que están cerca del Pacífico son más inhospitalarios
que los otros. Sin embargo, si nos fundamos en el número de nacimientos y defun
ciones que se han producido allí en una época reciente, se puede eslimar que el canal
Fallos, los archipiélagos Guayaneco y Madre de Dios, la red complicada de canales
entre el canal Castillo y el canal Ladrillero, el Brazo Norte y el canal Pidón eran ceñ
irospreferidos de estancia" emperaire, 1955: 30).
"A su nacimiento, los niños no reciben nombre. Sólo cuando comienzan a hablar y
caminar el padre les elige uno. Muy a menudo este nombre es un lugar geográfico,
un canal, una bahía, un paso vecino al lugar del nacimiento. ." (ibid.: 230). Esta
.
costumbre cn cierta medida permite identificar las zonas más frecuentadas por los
indios.
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EMPERAIRE
Los sitios permanentes instalados sobre las playas de bahías privilegiadas son
raros. Ellos no poseen nunca conchales importantes si no que están constituidos
de los
por una multitud de pequeños conchales, vecinos los unos de los otros y
cuales ninguno es de mucho espesor. Los principales sitios permanentes inven
tariados por J. Emperaire están situados en Puerto Edén, sobre la costa oriental
de la isla Wellington y fuera de la zona de gran densidad arqueológica indicada
sobre el mapa, y en la costa continental: Puerto Grappler (49°30'S.) y Puerto
Bueno (51°00S.). Estos sitios permanentes o semi-permanentes no son a lo
mejor tan uniformes lo parecen. Distintas informaciones (BIRD, 1946: 72-
como
73; EMPERAIRE, 1955: 257), en parte fundadas sobre los trabajos de Gusinde,
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trecho, evitando la pasada por el canal Jerónimo, camino que era todavía utili
zado a fines del siglo XIX. Estos senderos eran frecuentados sólo excepcional-
mente y no pueden estar señalados por vestigios arqueológicos más que en sus
dos extremos.
Figura 3. Mapa mostrando el camino de porteo utilizado por los alakalúf entre el mar o
La historia del desarrollo de las culturas de los nómades del mar podría ser
reconstituida más fácilmente en los archipiélagos de Patagonia donde ninguna —
lagos de Tierra del Fuego más abiertos sobre las pampas de la Isla Grande. La
excavación de un sitio clave en el borde de la costa actual nos informaría sobre
los períodos más próximos. Para remontarse en el pasado será necesario encontrar
sitios sobre terrazas más y más elevadas. Después de la retirada de los últimos
glaciares el levantamiento isostático de las tierras ha actuado regularmente durante
varios milenios y ha podido ser del orden de una centena de metros o más. Es
por lo tanto sobre elevadas disimuladas por la hojarasca y los estratos
terrazas
inferiores de la forestavirgen austral que serán descubiertos los sitios más an
tiguos. Este descubrimiento no será fácil a juzgar por algunos modestos ensayos
que hemos efectuado y que han fracasado completamente para el territorio de los
Alakalúf.
IV. SUMMARY
A summary review about the archaeological investigalions that have been made
up to the presente time in the archipiélago of Chiloé (BIRD, 1938; VASOUEZ
DE ACUÑA, 1963; DÍAZ and GARRETON, 1971, and the unpublished works
of Kaltwasser, 1968) is given, arriving at the conclusión that the prehistory of
Chiloé is still practically unknown.
There exists a reference from the 18th century concerning the existence of
a that had served as a communal tomb for the indigenous people of the
cave
región (BYRON, 1968). This región was travelled through by BIRD (1938).
LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS 95
The Golfo de Penas and the Península de Taitao are used to sepárate the
domain of Chono from that of the Alakalúf. The people were accustomcd to
crcss the isthmus of
Ofqui, carrying their canoes in order to arrive at Golfo
Elefantes to facilitatc their transpon (BYRON, 1768: 193; GONZÁLEZ DE
AGÜEROS, 1791: 176; EMPERAIRE, 1955: 75). It is probable that archaeolo
gical signs of ancient Indian camps exist along those trails of canoe transpon
(map. 1).
The archaeological experience of J. Emperaire (1950) concerning the te-
rritory occupied by the Alakalúf in this área is summarized in his map (map. 2).
Earlier, BIRD (1938; 1946) travelled over the western archipiélago of Pata
gonia, obtaining some general conclusions. Emperaire lived 18 months with the
Alakalúf (1946-1948) and later did some, archaeological prospecting, publishing
part of his results in Les nómades de la mer (1955).
The following fundamental conclusions are inferred from the analysis of
map. 2: (1) The archaeological beds of the territory of the Alakalúf are not
distributed by chance, but concentrated in definitite zones: (2) The major concen
trations of sites found in the north are in the Guayaneco Islands on the west
coast of Isla Wellington, the archipiélago of Madre de Dios, and Isla Duque de
York; and those found in the south are in the archipiélago of Reina Adelaida
and Península Muñoz Gamero; (3) and there exist signs of permanent camps and
others of brief stays, which may have been uséd as occasional or traditional stop-
ping points.
Previously, the principal excavations have been done in the regions of the
interior seas
(Skyring and Otway) or in the pampa, in particular by the French
archaeological missions.
V. LITERATURA CITADA
BIRD. J. B. 1938. Antiquity and Migrations of the early Inhabitants of Patagonia. Geo
graphical Review, 28 (2): 250-275.
BYRON, J. 1768. The narrative of the Honourable John Byron conlaining an accounl
of the great distresses suffcred by himself and his companions on the coast
of Palagonia, from llie year 1740 lili llieir arrival in England, 1746. London.