Discurso - Palabras

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Minuto de silencio.

Hoy 29 de noviembre de 2011, nacemos de nuevo y soñamos de nuevo. Crecemos un poco, y


entendemos que a pesar de que nos separamos, no todo ha terminado, sino que ha comenzado
otra etapa más. La vida es la búsqueda infinita de la felicidad, aun continuamos en ella, tal vez un
poco más cerca, tal vez hoy sea uno de los tantos triunfos que Dios nos depara. ¿Cómo saber que
el día de mañana caminaremos en otro horizonte más, conociendo un sol diferente? ¿Cómo
encontrar el camino correcto hacia la felicidad? la respuesta está en sus corazones, en cada uno de
los sueños que durante años hemos construido, en la esperanza inagotable que abunda en cada
uno de nosotros y que no muere a pesar de las tormentas que han aparecido en nuestro
peregrinaje.

Miremos más allá de lo que podemos, y apuntemos la flecha a la luna aunque caiga en una roca ,
apuntemos nuestro deseos a la infinidad de las estrellas, soñemos un poco más, sintamos un poco
más, riamos más, lloremos más, no limitemos el sentir del alma, hoy, se trata de sentir alegría
sobre la tristeza, la alegría de vernos realizados tal vez logre opacar el dolor de saber que
perdemos lo que durante tanto tiempo hemos conservado, un cartón que dice tu nombre no
iguala los día de amigos, las llegadas tardes, el compartir diario; un cartón no reúne las enseñanzas
que más que gramaticales fuero enseñanzas de vida, porque lo que allí aprendimos no fue a hacer
trinomios cuadrados perfectos, lo que verdaderamente aprendimos fue imaginar, luchar y vencer,
perder, levantarse y continuar; a ser personas más que estudiantes, a soñar más que a entender, a
sentir más que a ser indiferente ante el dolor.

Encontramos que hoy también nació el sol en su horizonte, que la tarde continua su camino
galante, todo sigue igual; solo nosotros marcaremos la diferencia y seremos capaces de brillar
como el sol u oscurecernos como la noche, el futuro es incierto, solo Dios, que es guía de guías
sabe lo que será de nuestros silencios, sólo Él comprende lo que hoy sentimos que es esa
combinación imperfecta entre sufrimiento y emoción. Ahora miremos a nuestros lados y con la
mirada del alma busquemos a esas personas que han sido nuestro apoyo durante nuestros días
desolados, quienes nos han hecho reír y quienes nos han hecho llorar, porque nos han enseñado a
ser más fuertes; dirijamos una mirada sincera de agradecimiento a nuestros amigos que
constantemente llamamos profesores, sí, recordemos cuando posaban al frente para guiarnos
hacia el norte de lo correcto, recordemos los regaños que nos hicieron diferentes y que tantas
veces no escuchábamos, pero fue gracias a ellos que hoy estamos aquí, mirémoslos como
quienes abrieron nuestras alas gigantes hacia la verdad, aquellos días de “profe recíbame la tarea,
profe es que no la hice, no pude; profe es que se me perdió, me la robaron” y hasta el más típico
“se me quedó en la casa” , ya no tendremos la paciencia del entendimiento, ahora la vida nos
cobrará nuestras faltas una a una y ni siquiera tendrá en cuenta si verdaderamente se nos quedó
en la casa, la vida no recibirá tarde los trabajos, no nos dará oportunidades para corregir la
ortografía con la que escribimos nuestras decisiones, no se detendrá a aconsejar nuestras
tristezas, a llorar junto a nosotros y no nos sacará de clase para que nos desahoguemos, la vida y
su tiempo tan limitado no esperara a que la tristeza se vaya. De hoy en adelante nuestros profes le
entregan la tiza a la vida, y le dan permiso de formarnos, aunque nos duela; ahora, es tiempo de
conversar silenciosamente con nuestra nueva maestra, que no nos avisará cuando ponga un cero
en la planilla, ahora es tiempo de susurrarle al oído lo que deseamos y lo que tanto anhelamos. No
esperemos a que pasen solos, no esperemos a que al árbol se le caigan las hojas y ya no podamos
hacer nada más.

Espero que el alma de cada uno de los que hoy soñamos, esté agradecida con lo que la institución
nos ha brindado, y que aparte de ello, hagamos una oración, para darle gracias a DIOS, por darnos
unos padres que nunca se separaron de nosotros, que nos ayudaron a caminar por este sendero
del crecimiento personal, ellos fueron quienes alimentaron nuestras almas con dedicación y amor,
sé que cada uno tiene en su propia casa su maestra y maestros personales de experiencias vividas,
de problemas solucionados y de sonrisas que no se apagan.

No es momento de tomar decisiones rápidas, es momento de cometer errores, de subirse al tren


equivocado y extraviarse, de conocer a lo que nos hará sufrir, es momento de remplazar los
sueños de princesas y príncipes a historias realizadas de reinas y reyes.

Amigos “este mundo no es de lo mediocres, ni siquiera de los buenos, serán solo los profesionales
excelentes los que logren forjarse un espacio en esta sociedad”

Por último, todos dirijamos la mirada hacia nuestros compañeros que pasarán de ser los cansones
del salón a los doctores, profesores, médicos, ingenieros, músicos, tecnólogos y sobre todo los
que serán por siempre, nuestros amigos del colegio.

Muchas gracias

Yessica Henao Betancur

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