Trabajo DEONTOLOGÍA JURÍDICA PRIMERA EVALUACIÓN L II

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR


PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
NÚCLEO: SAN JUAN DE LOS MORROS

PRIMER AÑO DE DERECHO SECCIÓN: 5 (Fines de Semana)


Profesora: Abg. MUÑOZ CARMEN T
TERCERA EVALUACIÓN

Integrantes:
N° C. I. N°
APELLIDOS Y NOMBRES
1 12.842.184 PÉREZ AZUAJE ELY VICK
2 12.918.340 MONTILLA GRATEROL JESÚS ALEJANDRO
3 13.276.466 HURTADO MARTÍNEZ SALOMÓN ISIDORO
4 14.051.500 IBARRA MARRÓN´TATIANA DEL VALLE
5 15.711.924 ALVIA RAMÍREZ LUÍS ENRIQUE
6 20.877.343 RIVERO PALMA ALEJANDRA CRISTINA

San Juan de los Morros, 16 de abril de 2020


Introducción
Se ha dicho desde tiempo atrás que la primera virtud del abogado es la
integridad, ya que siendo un fin del abogado el persuadir, el medio más seguro de
lograrlo es que el juez, prevenido a su favor, le tenga por hombre de verdad y
sincero, lleno de honra y buena fe, de quien se puede fiar plenamente. El abogado
debe ser el enemigo capital de la mentira, incapaz de fraude o artificio. Sin duda,
la buena reputación del abogado añade peso a sus razones .El ejercicio de la
abogacía está sujeto a diversas exigencias no solamente técnicas, sino también y
fundamentalmente deontológicas.

El abogado desempeña una misión que exige de una enorme confianza y


por ello debe cumplirla con honor. La confianza es uno de los pilares que
sustentan a la abogacía, sin ella la tarea del abogado es prácticamente imposible.
Dichas exigencias obedecen, como señalamos, a la confianza que el abogado
debe generar y a que las acciones contrarias al prestigio y a la honorabilidad de la
profesión deben derivar en la sanción disciplinaria correspondiente por parte del
órgano de control ético de cada colegio de abogados.

La profesión del Abogado nos remite al ejercicio del Derecho, entendido


como la recta ordenación de las relaciones sociales mediante un sistema racional
de nomas de conducta declaradas obligatorias por la autoridad competente, por
considerarlas soluciones justas a los problemas surgidos por la realidad histórica.
Por lo tanto, mediante el ejercicio de la profesión, el abogado además de
desempeñarse de una manera óptima como asesor jurídico o abogado litigante en
todos los procesos que requiera su intervención, debe generar cambios en el
ámbito del derecho que responda a un ejercicio profesional sustentable en el
respeto a la persona, el bien común y la justicia así como aplicar un método
analítico y valorativo en el estudio de los acontecimientos de interés jurídico y sus
posibles soluciones.

El abogado en la sociedad tiene como función básica el aplicar en sus


diferentes campos de trabajo, los criterios que surjan de las normas jurídicas.
Analiza y asesora en forma verbal y escrita problemas civiles, mercantiles,
penales, administrativos y laborales, redacta diferentes tipos de documentos tales
como cartas de créditos, compra y venta de bienes muebles o inmuebles y
contratos de trabajo, de obras, de arrendamiento o de cualquier otro tipo, preparan
libelos de demandas y los introduce al tribunal respectivo.

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Índice
Contenido
Introducción ..................................................................................................................................ii
Índice ............................................................................................................................................ iii
Desarrollo..................................................................................................................................... 1
a) LEY DE ABOGADOS Y SU REGLAMENTO: ............................................................... 1
Título II Del Ejercicio de la Profesión de Abogado (Artículos 7 al 14) ............................ 2
b) ÁMBITO DE APLICACIÓN: ............................................................................................ 3
c) DISPOSICIONES GENERALES: ................................................................................... 4
a) FEDERACIÓN DE COLEGIOS DE ABOGADOS DE VENEZUELA.
ATRIBUCIONES Y DEBERES............................................................................................... 5
a) BENEFICIOS: ................................................................................................................ 10
b) CRÍTICAS ....................................................................................................................... 10
EL CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO VENEZOLANO .................. 11
Conclusión ................................................................................................................................. 13
Bibliografía ................................................................................................................................. 14

iii
Desarrollo
a) LEY DE ABOGADOS Y SU REGLAMENTO:
La Ley de Abogados, su Reglamento, los Reglamentos internos y el Código de
Ética Profesional, rigen la profesión y el ejercicio de la abogacía; ejercicio que se
dedica al estudio de todas las disciplinas necesarias a la defensa del Derecho, de
la libertad y de la justicia.
No se puede estimar la profesión de Abogado como un comercio o una industria
por el solo hecho de ser consideradas como liberal. Esta Ley la puede utilizar toda
persona a través de los órganos de administración de justicia para la defensa de
sus derechos e intereses, y para comparecer en juicio como parte, aquella
persona que no es Abogado deberá nombrar a un profesional del derecho para
que lo asista o lo represente en el proceso judicial.
Todo documento debe ser redactado por un profesional en ejercicio, con la
excepción de cuando uno de los otorgantes es abogado, su cónyuge o familiares,
podrán redactar el documento aun cuando no ejerzan la abogacía.
Artículo 1
El artículo 1 de la Ley, podemos inferir que su objeto es regular la profesión de
Abogado y su ejercicio; en concordancia con el Reglamento, los Reglamentos
Internos y el Código de Ética Profesional correspondientes.
Artículo 2
El abogado en la sociedad tiene como función básica el aplicar en sus diferentes
campos de trabajo, los criterios que surjan de la interpretación de las normas
jurídicas; no con una misión de lucro, sino que, mediante el ejercicio de la
profesión, además de desempeñarse de manera óptima como asesor jurídico o
abogado litigante en todos los procesos que requieran su intervención, debe
generar cambios en el ámbito del derecho que respondan a un ejercicio
profesional sustentable en el respeto a la persona, el bien común y la justicia, así
como aplicar un método analítico y valorativo en el estudio de los acontecimientos
de interés jurídicos y sus posibles soluciones. Por tanto, se dispone en este
artículo que las actividades del abogado, no serán gravadas con los impuestos
que se aplican a las empresas y ejercicio de profesiones cuyo único fin es el lucro
personal. Por otra parte, el artículo 2 también permite pensar en el reconocimiento
de la existencia de asociaciones de abogados o bufetes, este aunque es un tema
no desarrollado, es reconocido por la normativa legal especial; en tal sentido el
mismo Artículo 2 establece:
“Los despachos de abogados no podrán usar denominaciones comerciales, y sólo
se distinguirán mediante el uso del nombre propio del abogado o de los abogados
que ejercieren en él, de sus causantes, o de los que habiendo fallecido hubiesen
ejercido en el mismo, previo consentimiento de sus herederos, y la calificación de
bufete, escritorio o despacho de abogados. También se permitirá una
denominación impersonal cónsona con la dignidad de la profesión.”
Artículo 3
Se instaura mediante este artículo, como requisito indispensable ser abogado,
para “comparecer por otro en juicio y evacuar consultas jurídicas, verbales o
escritas y realizar gestiones inherentes a la abogacía.” Se requiere además, que
los representantes legales, no abogados, para comparecer en juicio a nombre de

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su(s) representado(s) deberán ser asistidos por un profesional del derecho.

Artículo 4
Contempla este artículo el mandato de que en juicio, toda persona debe ser
representada por un abogado en ejercicio. En caso contrario, el Juez hará la
designación correspondiente; a los fines de garantizar un efectivo cumplimiento
del debido proceso, a que tienen todos los ciudadanos.
Artículo 5
En protección de la profesión de abogado, defensa del efectivo funcionamiento del
sistema judicial y garantizar el debido proceso al ciudadano común, por imperio de
esta Ley, sólo abogados en ejercicio podrán actuar como representantes o
asistentes de terceros. Esta es una disposición que deben hacer cumplir los
Jueces, Registradores, Notarios y demás autoridades civiles políticas y
administrativas; en cualquier ámbito: penal, civil, administrativo, laboral, etc.

Artículo 6
Por mandato de la Ley de Abogados, se debe exigir la intervención de los
abogados en toda materia de naturaleza jurídica; en tal sentido, tenemos que
evidentemente de acuerdo con dicha Ley, es obligatorio que todo documento
sometido a registro se encuentre redactado por abogado, sin que se admitan las
excepciones de la Ley de Registro Público. Lo que se pretende con esta
disposición, es que el ejercicio de la abogacía, no esté en manos inexpertas de
quienes no tienen la preparación para desempeñarse en el área jurídica.
Título II Del Ejercicio de la Profesión de Abogado (Artículos 7 al 14)
Artículo 7:
Desde el aspecto gremial la Constitución de 1999 señala en el artículo 105
que la Ley determinará las profesiones que requieren título y las condiciones que
deben cumplirse para ejercerlas, incluyendo la colegiación.
Esta cita es importante porque desmiente aquello que no hay obligatoriedad
de colegiación para los abogados; la Ley de Abogados, pese a ser anterior a la
Constitución, no la contraría, por lo que está en plena vigencia y validez, ya que
tiene su basamento en la Disposición Derogatoria Única.
En concordancia con el artículo 105 de la Constitución, la Ley, contempla
en su artículo 7: "Quien haya obtenido el título de Abogado de la República…
deberá inscribirse en un Colegio de Abogados y en el Instituto de Previsión Social
del Abogado para dedicarse a la actividad profesional".
En resumen, se establece como requisito sine qua non, la obligación de
inscribir el título en el Colegio de Abogados.
Artículo 8:
Según este artículo, la solicitud de inscripción del título se formulará por
escrito ante el Colegio respectivo, se acompañará de los recaudos señalados en el
presente artículo y en el lapso indicado.
El contenido de los artículos 7 y 8, permiten determinar que para ejercer el
Derecho, no basta con obtener el título de Abogado, sino que establece la
obligatoriedad de inscribirse en el Colegio de Abogados respectivo y en el Instituto
de Previsión Social del Abogado (INPRE).
Artículo 9:
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Respecto a la inscripción referida en el Artículo anterior, en caso de ser
negada la solicitud o no se decidiere, el abogado podrá apelar por ante la
Instancia competente, entiéndase Directorio de la Federación de Colegios de
Abogados y si estos no deciden entonces recurrirá por ante la Corte Suprema de
Justicia, ahora, Tribunal Supremo de Justicia.
Artículo 10:
Las inscripciones prenunciadas, habilitan para el ejercicio y la actividad
profesional en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela.
b) ÁMBITO DE APLICACIÓN:
Artículos 11 y 12:
Estos artículos, definen el ámbito de aplicación de la Ley en estudio, ya que, el
abogado, cualquiera sea el ámbito o función que desempeñe, está sometido a su
cumplimiento. Es decir, la conducta regulada por la Ley comprende todo el
desempeño profesional de un abogado, independientemente que ejerza como
litigante, asesor, docente, funcionario público, juez, fiscal, árbitro, diputado,
gerente legal, periodista, etcétera.
Por su parte, el artículo 12 determina quienes no pueden ejercer como abogados.
Entre ellos se menciona: los ministros de culto, los militares en servicio activo,
abogados diputados incorporados a la Cámara; entre otros. Definiéndose al mismo
tiempo por qué no pueden ejercer libremente la profesión.
Artículo 13:
Se deduce del artículo 13, la exigencia de un sentido de reciprocidad respecto al
ejercicio de la profesión de abogados extranjeros en nuestro país; dicho artículo
establece que "no se permitirá el ejercicio de la profesión a los abogados
extranjeros, originarios de países en los cuales no se permita el ejercicio de dicha
profesión u otra equivalente a los venezolanos".
Artículo 14:
El Ministerio de Justicia, ahora Ministerio del Poder Popular del Interior y Justicia,
publicará el día 1º de Enero, un listado en la gaceta oficial, de los abogados que
hayan registrado su título durante el año anterior.
Ahora bien, si un abogado no figura en el referido listado, y ha cumplido con todos
los requisitos de Ley, puede ejercer sin problema alguno.
De la previsión social del abogado. (Art. 75 al 83)
Todo lo que tenga que ver con la prevención social del abogado se regirá por esta
ley y por los reglamentos internos que surjan a través de esta, se crea el instituto
de prevención social del abogado el cual tiene como fin cuidar a los abogados y
sus familiares en caso de muerte o enfermedad, fomentar el ahorro y facilitar
adquisiciones de bienes muebles e inmuebles. A este instituto pertenecen todos
los abogados que estén inscritos en el colegio de abogados o formen una
delegación, el instituto tendrá su sede en Caracas y cada colegio de cada región
es una sucursal directa del mismo.
El patrimonio serán los bienes que pertenezcan al Montepío de los abogados así
como las cuotas de inscripción y los aportes así como los aportes que hagan el
estado o entidades públicas o privadas anualmente.

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c) DISPOSICIONES GENERALES:
La Ley de Abogados es aquella que regula el ejercicio de la abogacía, se divide en
7 títulos de los cuales el primero, de 6 artículos trata de las disposiciones
generales contenidas en dicha ley.
El artículo 1 delimita el alcance de la propia ley y define el conjunto de entes
encargados de regular o controlar el ejercicio de la abogacía y de los procuradores
en tanto le sean aplicables
El artículo 2 se puede dividir en dos partes en la primera se define los
principios del ejercicio de la profesión de abogado como lo son la dedicación al
estudio, la defensa al derecho, a la libertad y la justicia así como la naturaleza de
la actividad profesional. La segunda parte de dicho artículo impone una serie de
directrices que han de ser vistas al momento de establecer un despacho o bufete,
en cuanto a sus denominaciones y sobre las actividades llevadas a cabo dentro de
los mismos las cuales no deben de ser contrarias a la naturaleza de la profesión.
En cuanto al artículo 3 el primer párrafo expresa que para ser válida toda
actividad de un particular que se subsuma dentro de las propias de un profesional
del derecho este debe de poseer un título que lo acredite como abogado. En su
siguiente párrafo el legislador expresa la necesidad de que para que toda persona
jurídica de carácter privado pueda actuar válidamente en un juicio debe de ser
representada por un abogado.
El artículo 4 establece que toda persona que actúe dentro de los órganos
de administración de justicia debe de nombrar un abogado que lo represente en el
proceso y que en su defecto el juez nombre para el uno. Sin dicha representación
el acto se reputaría como invalido al ser motivo de reposición de la causa este
artículo deja a ver la importancia que tiene el abogado ya que sin el se violaría el
principio constitucional de la legitima defensa y de efectiva tutela judicial.
En relación a lo dispuesto por el artículo anterior el articulo 5 ordena a todo
juez o autoridad civil el solo reconocer como representante de terceros a
abogados en ejercicio en aquellos procedimientos que por su importancia la ley
reserva a estos.
El artículo 6 prohíbe a todo juez, autoridad civil o funcionario el aceptar
escritos con ocasión de trámites civiles o contenciosos que no sean “redactados”
por abogados en ejercicio, así como también aquellos documentos redactados en
el extranjero que tengan efectos jurídicos en Venezuela si no son antes visados
por un abogados del país en ejercicio.
El primer título de la ley de abogados trata de abarcar todo cuanto
comprende la actividad propia de los abogados buscando delimitarla y definir los
principios superiores que deben de ser observados por todo profesional del
derecho. Además de esto, los primeros 6 artículos de la ley de abogados denotan
la importancia que tiene para el Estado y por ende la misma sociedad los
abogados como instrumento para salvaguardar los derechos de los particulares
frente al estado y los valores que rigen a la Nación.

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ORGANISMOS PROFESIONALES:

a) FEDERACIÓN DE COLEGIOS DE ABOGADOS DE VENEZUELA.


ATRIBUCIONES Y DEBERES
Fue creada el 7 de febrero de 1993 mediante decreto del presidente Carlos
Andrés Pérez, y se instaló el 21 de agosto de ese año. Su núcleo organizacional
es la Federación de los Colegios de Abogados con sede en Caracas. Integrado
por todos los colegios de Abogados de los Estados, el Distrito Capital y las
delegaciones los colegios de Abogados de los Estados tienen la sede en cada
capital estadal, por Ejemplo el Colegio de Abogados del Estado Zulia con sede en
Maracaibo.
La Federación de Colegios de Abogados es la entidad máxima de
representación de los abogados venezolanos, tiene una gran influencia en el
escenario político nacional y económico. En Venezuela, sólo los colegios de
abogados tienen el poder de autorizar el ejercicio de la profesión de abogado,
concedida después de un riguroso examen tanto oral como escrito.
La Federación de Colegios de Abogados de Venezuela, fomentará el
perfeccionamiento moral y científico de los abogados, su bienestar material y
social; promoverá la defensa de los intereses y fueros de los Colegios y
Delegaciones que la integran e incrementará en la sociedad el público
reconocimiento de la misión fundamental que atañe a la profesión de la abogacía.
Entre sus atribuciones, se puede mencionar:
1. Cumplir y hacer cumplir los fines de la Federación y los acuerdos y resoluciones
de la Asamblea.
2. Interpretar las normas de ética profesional, cuando le fuere solicitada por algún
Colegio y dictar aquellas normas no previstas en el Código de Ética Profesional,
mediante Acuerdos que serán sometidos a consideración de la Asamblea.
3. Convocar la Asamblea a reunión ordinaria o extraordinaria según el caso.
4. Preparar el Presupuesto de Gastos de la Federación y disponer las medidas
adecuadas para realizarlo.
5. Adoptar las medidas necesarias para la ejecución de los Acuerdos y
Resoluciones de la Asamblea.
6. Informar a la Corte Suprema de Justicia, al Ejecutivo Nacional y al Consejo de
la Magistratura, de las faltas o incorrecciones que observe en la administración de
Justicia y recomendar la forma de evitarlas y subsanarlas, pudiendo formular las
denuncias correspondientes cuando lo creyere conveniente.
7. Las demás que le señalen las Leyes y Reglamentos.
Son sus deberes:
1. Establecer las reglas de ética profesional y las medidas de disciplina que
aseguren la dignidad del ejercicio de la abogacía, y la estimación pública que ésta
merece.
2. Ejercer una acción vigilante de protección hacia el libre e independiente
ejercicio de la abogacía, reivindicando sus fueros y el respeto público a su
dignidad.

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3. Excitar a los Colegios de Abogados y Delegaciones a tomar medidas
conducentes, para la mejor defensa del honor, la dignidad y el decoro de la
profesión de abogado.
4. Dirimir los conflictos que pudieren surgir entre los Colegios de Abogados.
5. Coordinar y orientar las actividades de los Colegios de Abogados.
6. Colaborar con las instituciones que se ocupan del estudio del Derecho y con el
Poder Judicial para lograr la mejor forma de enseñanza y divulgación de las
ciencias jurídicas y velar por la más perfecta administración de justicia en escala
nacional.
7. Publicar una revista que le sirva de órgano para la mejor difusión de los
estudios jurídicos y de la jurisprudencia.
8. Estimular y preparar la realización de conferencias en distintos lugares de la
República, con el fin de robustecer los conocimientos de los profesionales del
Derecho y orientar a la opinión pública sobre los beneficios que derivan de las
instituciones jurídicas.
9. Promover la celebración de Congresos Jurídicos, donde se trate a la luz de los
principios, temas relacionados con el Derecho y disponer todo lo necesario para
su mejor realización.
10. Mantener su servicio de bibliografía y publicaciones jurídicas nacionales y
extranjeras.
11. Mantener intercambio cultural con los organismos profesionales y con las
Escuelas Universitarias de Derecho nacional o extranjeras.
12. Poner en práctica los más adecuados medios de previsión social, para
asegura el bienestar profesional y de sus familiares.
EL REGLAMENTO INTERNO DEL INSTITUTO DE PREVISIÓN SOCIAL DEL
ABOGADO:

El Instituto de Previsión Social del Abogado (IPSA), cuya denominación


abreviada será INPREABOGADO, tiene personalidad jurídica y patrimonio propio,
y se regirá por las disposiciones del Título VI de la Ley de Abogados, por el
Reglamento y por las demás normas que dicten para regular su estructura y
funcionamiento.
Este Instituto tiene por objeto procurar el bienestar social y económico de
los Abogados inscritos y de sus familiares. Y para el más eficaz cumplimiento de
sus fines, el Instituto podrá constituir otras entidades y encomendarles algunas de
las actividades propias de su objeto y contratar los servicios de entidades ajenas a
los mismos fines.
El Instituto tiene su domicilio en Caracas y cada Colegio de Abogados de
los Estados constituyen delegaciones suyas, con las atribuciones que se
determinan en este Reglamento, en los Reglamentos internos del Instituto y las
que procedentemente le otorguen la Asamblea o el Consejo Directivo.
Los miembros del Instituto son todos los Abogados que, perteneciendo a un
Colegio de Abogados, se inscriban en él y están obligados a cumplir con todos los
deberes que, respecto al mismo, se indican en la Ley de Abogados y en los
Reglamentos, y las infracciones a esas disposiciones se sancionarán conforme a
las normas de la citada Ley. El Instituto tiene por objeto procurar el bienestar
social y económico de los profesionales del derecho y a sus familiares y en tal
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sentido, deberá asegurarles medios idóneos de protección social frente a las
eventualidades derivadas de la muerte, enfermedad o incapacidad de aquel,
fomentar el ahorro entre sus miembros y propiciar la adquisición de viviendas
propias y en general, cualesquiera otras actividades encaminadas a cumplir el
objeto esencial de su existencia. En tal virtud el instituto podrá promover la
constitución y funcionamiento de otras entidades que coadyuven al mejor logro de
sus fines.
El Instituto tendrá su domicilio en Caracas y cada Colegio del interior de la
República es una Delegación nata de él y tendrá las atribuciones que le fijen los
Reglamentos.
Los órganos del instituto son los siguientes:
a) La Asamblea General que estará integrada hasta por cinco representantes de
cada Colegio de Abogados.
b) El Consejo Directivo formado por siete miembros, que se denominarán:
Presidente, Primer Vice-Presidente, Segundo Vice-Presidente, Secretario,
Subsecretario, Tesorero y Subtesorero.
Los Reglamentos del Instituto determinarán las atribuciones de cada uno de
sus órganos y la fecha en que habrá de reunirse la Asamblea General, en la cual
cada Delegación de Colegio de Abogados, tendrá un voto, decidido por la mayoría
de sus integrantes. El Consejo Directivo tendrá voto en los asuntos que no versen
sobre su gestión.
Los miembros del Consejo Directivo del Instituto serán designados por la
Asamblea General del mismo, deberán estar domiciliados en el área metropolitana
de Caracas y durarán dos años en el ejercicio de sus funciones.
El patrimonio del Instituto estará integrado de la siguiente manera:
a) Por los bienes que pertenezcan al Montepío de Abogados.
b) Por las cuotas de inscripción y los aportes ordinarios y extraordinarios de sus
miembros.
c) Por los aportes anuales que haga el Estado para cubrir sus gastos de
administración, a cuyo efecto, el Consejo Directivo enviará anualmente la
estimación al ministerio de Justicia, a fin de que incluya la partida correspondiente
en la Ley de Presupuesto.
d) Por los aportes que le hagan las entidades públicas o privadas.
e) Por un cinco por ciento del monto de las cantidades recaudadas mensualmente
por concepto de arancel y contribuciones que será también deducido por el
funcionamiento receptor, cuando haga el balance a que se refiere el Artículo 38 de
la Ley de Arancel Judicial.
El Consejo Directivo del Instituto queda facultado para reglamentar
internamente la estructura y funcionamiento del Instituto. El Consejo Directivo
deberá presentar anualmente a la Asamblea General, Memoria y Cuenta de su
actuación en el año inmediatamente anterior, a los fines de su estudio y
resolución.
La suprema autoridad del Instituto es la Asamblea General, constituida por
representantes de todos los Colegios de Abogados de la República, cuyo número
no excederá de cinco por cada Colegio.
La Asamblea se considerará válidamente constituida para deliberar si ella
estuvieren representados la mitad más uno de los Colegios de Abogados. Las
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Asambleas son ordinarias o extraordinarias. Las ordinarias tendrán lugar en la
oportunidad que indique el Reglamento Interno del Instituto. Las extraordinarias se
reunirán cuando el Consejo Directivo lo crea necesario, o cuando lo soliciten por
escrito por lo menos cinco Colegios de Abogados. En cada Asamblea ordinaria se
fijará la sede de la próxima.
La convocatoria para cualquier Asamblea la hará directamente el Consejo
Directivo, a través del Presidente, a todos los Colegios de Abogados, mediante
correspondencia remitida con la debida anticipación; y, además, se publicará en
un periódico de Caracas, de los de mayor circulación, con diez días de
anterioridad, por lo menos, a la fecha de la reunión. En la convocatoria se
expresará el lugar, día, hora y el objeto a tratar.
Cada Colegio de Abogados tendrá un voto en la Asamblea, cualquiera que
sea el número de los delegados que lo represente. El Consejo Directivo tendrá
voto en los asuntos que no versen sobre su gestión.
Las decisiones se tomarán en todo caso por mayoría absoluta de votos.
Cuando a la Asamblea no concurriere el número de Colegios que para
formar quorum determina este Reglamento, se hará una nueva convocatoria en la
forma pautada en el artículo 87 del Reglamento de la Ley del Abogado, y la nueva
Asamblea así convocada sesionará válidamente con el número de Colegios que
están representados. Esta circunstancia se advertirá en k segunda convocatoria.
Las atribuciones de la Asamblea ordinaria serán determinadas en el
Reglamento Interno del Instituto. En las Asambleas extraordinarias se tratarán
únicamente los asuntos para los cuales sean convocadas.
El Consejo Directivo será el órgano de administración del Instituto, y estará
formado por siete miembros denominados así:
Presidente
Primer Vice-Presidente
Segundo Vice-Presidente
Secretario
Sub-Secretario
Tesorero
Sub-Tesorero.
Las faltas absolutas o temporales del Presidente las llenarán los Vice-
Presidente en orden sucesivo.
Las del Primer Vice-Presidente serán cubiertas por el Segundo Vice-
Presidente, las del Secretario por el Sub-Secretario y las del Tesorero por el Sub-
Tesorero.
En la oportunidad en que se elijan los miembros principales del Consejo Directivo,
se elegirán tres suplentes para llenar las faltas absolutas o temporales del
Segundo Vice-Presidente, del Sub-Secretario y del Sub-Tesorero.
Los miembros principales del Consejo Directivo y sus suplentes deberán
estar inscritos en el Instituto, domiciliados en el área metropolitana de Caracas,
ejercerán sus cargos durante dos años y podrán ser reelegidos. En caso de
renuncia, continuarán en el cargo hasta que sean reemplazados.
El Consejo Directivo debe reunirse por lo menos una vez a la semana,
previa convocatoria del Presidente o de quien haga sus veces o de cuatro de los
otros miembros. Para la validez de sus reuniones se requiere que esté presente la
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mayoría de sus integrantes, y las decisiones se aprobarán por no menos de cuatro
votos.
De cada reunión del Consejo Directivo se levantará un acta que se insertará
en el libro correspondiente, y deberá ser firmada por el presidente y el Secretario.
En la misma acta se harán constar los votos disidentes.
Si un miembro del Consejo Directivo dejare de asistir a dos o más sesiones
en un mes sin acreditar un motivo justificado, el Consejo por órgano de quien lo
presida, lo excitará al cumplimiento de sus deberes y en caso de reincidencia se
elevará el asunto a conocimiento de la Asamblea.
Las atribuciones del Consejo Directivo serán las determinadas en el
Reglamento Interno del Instituto.
El patrimonio del Instituto está integrado así:
1. Por todos los bienes que pertenecían al Montepío de Abogados, incluyendo los
créditos que a favor de esa institución existían a cargo de sus asociados por no
haber cancelado las cuotas previstas en la Ley de Montepío de Abogados y las
decretadas por Resoluciones del Consejo Directivo.
2. Por las cuotas de inscripción en el Instituto.
3. Por las cuotas mensuales que deben pagar todos los ahogados inscritos, cuyo
monto se fijará en la oportunidad de establecer los planes de protección. Estas
cuotas serán canceladas directamente al Instituto o a través de los Colegios de
Abogados. Las Cuotas de inscripción y mensuales podrán ser modificadas por el
Consejo Directivo de acuerdo con los estudios que se realicen en relación con los
servicios prestados.
4. Por los aportes anuales que haga el Estado para cubrir los gastos de
administración. A este efecto, el Consejo Directivo presentará anualmente al
Ministerio de Justicia la estimación de este aporte a fin de que se incluya la
correspondiente partida en la Ley General de Presupuesto.
5. Por los aportes que hagan entidades públicas o privadas.
6. Por un cinco por ciento <5%) del monto de las cantidades recaudadas
mensualmente por concepto de arancel y contribuciones abonadas por
actuaciones ante Tribunales, Notarías y Registro Mercantil. Este porcentaje se
liquidará y abonará al Instituto por el correspondiente funcionario receptor,
deduciéndola cuando haga el balance a que se refiere el artículo 38 de la Ley de
Arancel Judicial, y en la misma forma ' condiciones como se líquida y paga, a los
Colegios de Abogados, el porcentaje que a estos se consagra en la disposición
citada.
7. Por todos los demás ingresos que provengan de las actividades propias del
Instituto.
El pago de las cuotas que se fijan en los números 2 y 3 son obligatorias, y
quienes no las cancelen incurrirán en las sanciones previstas en las letras c), d) y
f) del artículo 70 de la Ley de Abogados. A estos efectos el Consejo Directivo del
Instituto remitirá periódicamente a la Junta Directiva de cada Colegio, la nómina de
los abogados miembros del mismo que no hayan pagado las cuotas respectivas,
para que sean requeridos a su cancelación, siguiéndose en este sentido lo
previsto en el artículo 20 del Reglamento del Abogado, y, en caso negativo, se les
aplique la sanción correspondiente.

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El Consejo Directivo elaborará cada año una Memoria que contenga en
forma completa y discriminada las realizaciones cumplidas en el año que finaliza y
un programa de las que deban realizarse en el año siguiente, con determinación
de los medios y recursos correspondientes.
El período económico del Instituto está comprendido entre el primero de
enero y el treinta y uno de diciembre de cada año. En esta última fecha se hará el
corte de las cuentas, se formará inventario de todos los bienes y el balance
general, determinándose con precisión el capital existente y el estado económico.
La Memoria, el balance y las cuentas serán sometidos a la consideración de
la Asamblea Ordinaria anual.
El Consejo Directivo determinará las cantidades que deban aportarse para
formar un fondo de garantía y reserva.
a) BENEFICIOS:
 Prestar servicios de previsión y asistencia social a los abogados, a sus
familiares y demás personas que determine la Ley o sus Reglamentos.
 Prestar directamente o contribuir al pago de los gastos de asistencia
médica, obstétrica, quirúrgica y hospitalaria de sus asociados y de los
familiares inmediatos de éstos, determinados en la Ley o en sus
Reglamentos.
 Proteger a sus afiliados mediante una pensión mensual, en caso de
incapacidad temporal o permanente, parcial o total.
 Proteger, mediante la asignación de rentas temporales a a los beneficiarios
del afiliado, en caso de muerte de éste.
 Establecer sistemas de jubilaciones y pensiones.
 Establecer sistemas idóneos para la concesión de préstamos a los afiliados.
 Prestar a los miembros del INPREABOGADO las facilidades necesarias
para la adquisición de vivienda propia o para liberar gravámenes
hipotecarios que pesen sobre ésta.
b) CRÍTICAS
En cuanto a las críticas que constantemente se realizan al Instituto de
Previsión Social del Abogado (INPREABOGADO), se puede mencionar, que los
funcionarios que conforman el Consejo Directivo de INPREABOGADO, integrado
por siete (7) miembros, se mantienen en sus cargos estando vencido desde hace
muchos años el período para el cual fueron electos; la omisión de convocar a una
Asamblea Ordinaria para que ésta elija a las nuevas autoridades del Consejo
Directivo de INPREABOGADO.
En este mismo sentido, manifiestan los accionantes que poseen legitimidad
para actuar en virtud de su condición de abogados en ejercicio, que los miembros
del actual Consejo Directivo del INPREABOGADO, tienen varios años en el
ejercicio de sus cargos.
Cuestionan la omisión por parte del actual Consejo Directivo del
INPREABOGADO de convocar a elecciones libres, universales, directas y
secretas, violentando los derechos constitucionales de participación, a la igualdad
y a elegir y ser elegidos para los cargos que conforman dicho Consejo, así como

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también los principios de confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de
los procesos electorales.
En este sentido, señalan que tanto la norma legal como la reglamentaria,
establecen unas elecciones de segundo grado, pero con la entrada en vigencia de
la Constitución de 1999, se han establecido nuevos principios de participación
popular para consolidar un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia
participativo, protagónico y corresponsable, por lo que las normas precitadas
violan los artículos 21 y 63 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y el artículo 78 de la Ley de Abogados.
Entre otras críticas, se pueden mencionar que la Directiva actual del
INPREABOGADO ha sido poco diligente en el cumplimiento de las obligaciones;
no fomenta planes de vivienda, planes de ahorro entre sus abogados; tampoco
paga con puntualidad las retribuciones de sus afiliados en caso de enfermedad del
seguro colectivo que les cobija, pese a los inmensos recursos financieros que
maneja.

EL CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO VENEZOLANO

Esenciales

El abogado tiene el deber de actuar con probidad, honradez, discreción,


eficiencia, desinterés, veracidad y lealtad en todos los actos que realice; conservar
absoluta independencia en sus actuaciones profesionales. Como parte del sistema
de justicia, ha de defender los derechos de la sociedad y de los particulares
cooperando en la conservación y perfeccionamiento del orden jurídico y en la
realización de una recta y eficaz administración de justicia. A sus colegas debe
tratarlos con fraternidad, mediante el respeto mutuo y con racional tolerancia.

Deberes Institucionales

El honor de la Abogacía es responsabilidad de todos los abogados, por eso


se dice que es indivisible; en consecuencia; la dignidad y el decoro han de
caracterizar siempre la actuación del Abogado. El Abogado que incurra en una
acción indigna lesiona el patrimonio moral de todo gremio. Por ello también deberá
ajustarse la conducta privada del Abogado a las reglas del honor y de la dignidad.

El Abogado combatirá por todos los medios lícitos la conducta moralmente


censurable de sus colegas, investidos o no de autoridad y deberá hacer las
denuncias pertinentes. Incurre en grave falta si elude el cumplimiento de este
deber, observando una actitud pasiva, indiferente o complaciente.

El Abogado en ejercicio de su profesión deberá conservar su dignidad e


independencia; estas son irrenunciables. Por ello, el Abogado hará respetar su
independencia frente a los poderes públicos, los magistrados y demás autoridades
administrativas frente a las cuales ejerza su ministerio, y actuará siempre
conforme a su conciencia, rechazando todo lo que contraríe a la justicia y a la
libertad de la defensa.
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El abogado no intervendrá en un asunto sino cuando tenga libertad para
actuar. Por ello, no aceptará el abogado un asunto en el que tuviere sostener
principios contrarios a sus convenios personales, incluso políticas o religiosas, ni
aquellos en que su independencia se viere obstaculizada por motivos de amistad,
parentesco o de otra índole.

El abogado es un servidor de la justicia y colaborador en su administración,


la esencia de su poder profesional consiste en defender los derechos de su
representado con diligencia y estricta sujeción a loa normas jurídicas y la ley
moral.

El abogado acusador en el juicio penal considerará como su primer deber,


velar por el que se haga justicia y no por que se obtenga una condena. En sus
actuaciones frente a la nación y a las entidades estatales y municipales, el
abogado tendrá cuidado de no lesionar los intereses legítimos de éstas.

Ningún abogado permitirá que sus servicios o bien su nombre sean usados
de modo que personas legalmente desautorizadas para el ejercicio del derecho
puedan practicarlo; y se abstendrá de suscribir y visar documentos en cuya
redacción no haya participado.

Deberes para con el Asistido o Patrocinado

El abogado, en defensa de la verdad y los intereses que representa,


ejercerá libremente y con moderación su ministerio, sin más limitaciones que las
establecidas en las demás normas que regulen el ejercicio profesional de la
abogacía.

La conducta del abogado deberá caracterizarse siempre por la honradez y


la franqueza. No deberá aconsejar ni ejecutar actos que puedan calificarse de
dolorosos, hacer aseveraciones o negaciones falsas, citas inexactas, incompletas
o maliciosas, ni realizar acto alguno que pueda entorpecer una eficaz y rápida
administración de la justicia.

El abogado que en el ejercicio de su profesión, directa o indirectamente,


intente o ejecute actos en concusión, soborno o cualesquiera otros de corrupción,
incurre en grave falta contra el honor y la ética, sin perjuicio de las acciones
penales a que hubiere lugar. Así mismo, Deberá abstenerse de hacer uso de
recusaciones injustificadas y de ejercer otros recursos y procedimientos legales
innecesarios, con el solo objeto de entorpecer o retardar la secuela del juicio.

Es deber del abogado la defensa gratuita de las personas de escasos recursos


económicos, debiendo observar no obstante, las normas que al respecto contiene
la Ley de Abogados y el Reglamento Nacional de Honorarios Mínimos.

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Conclusión
Debido a la esencial función social ejercida por los abogados (esto es, la defensa
de la dignidad humana), la actuación de los abogados se desempeña en el marco
de la libertad y la independencia, además se rigen por los principios de diligencia,
dignidad e integridad. En relación a lo expuesto, se justifica la existencia de las
normas deontológicas puesto que ofrecen luz a los abogados respecto a la
actuación profesional que deben observar a través de los valores y principios que
ensalzan. De tal forma, las normas deontológicas tienen un triple objetivo:
favorecer la imagen del sector, aumentar la confianza en los abogados y mejorar
la calidad de los servicios prestados por los mismos. SEGUNDO.-Teniendo en
cuenta los principios que deben regir la actuación de los abogados (esto es,
respecto a la dignidad, la diligencia y la integridad),resulta problemático la falta de
una regulación clara en relación a dichos principios así como una mayor
ejemplificación por los tipos de infracciones que pueden darse. Por ello, creemos
necesario que se siga abordando en esta temática del Derecho al precisar aún
mejoras legislativas. Este trabajo se ha realizado con el objetivo de exponer una
primera aproximación que delimítelas competencias profesionales de los
abogados, así como las virtudes que deberían tener o alcanzar. Hemos
vislumbrado que existe una tendencia clara hacia la regulación de la deontología
jurídica. Tanto desde una perspectiva regulatoria como desde el punto de vista de
la cultura empresarial, se está buscando tener impacto en la integridad de los
abogados. Por este motivo, consideramos oportuno que desde la etapa
universitaria, en los despachos así como desde los Ilustres Colegios de Abogados,
se incida en el conocimiento y seguimiento de las referidas normas pues es a
través de su enseñanza y su respectivo seguimiento, la forma en que
conseguiremos mejorar la reputación de nuestra profesión.

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Bibliografía
Referencias de Fuentes Electrónicas

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https://issuu.com/nadyuli/docs/revista_digital_subir (Consultada: 2020 Abril 09)
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(Consultada: 2020 Abril 09)
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previsionalistas-en-alerta-por-inconvenientes-con-el-ips (Consultada: 2020 Abril
09)
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http://www.intracen.org/Federacion-de-Colegios-de-Abogados-de-Venezuela/
(Consultada: 2020 Abril 09)

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