INSTITUCIÓN EDUCATIVA MUNICIPAL SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE - ZIPAQUIRÁ Fecha:16/03/2020

2020 LASALLISTAS GRANDES COSAS SON POSIBLES

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GUÍA 1. COMPONENTES DE LA ESTRUCTURA MORAL

Objetivo: Reconozco el sentido cristiano de la realización humana, sustentada en la rectitud de conciencia y en el
correcto uso de la libertad
Conocimientos previos (Pre-saberes):
Responde las siguientes preguntas con base en tus conocimientos previos.
1. ¿Cómo entiendes la libertad y la responsabilidad en las acciones humanas?
2. ¿Cómo se puede evidenciar la irresponsabilidad de los jóvenes en sus acciones y decisiones?
3. ¡Cuál es tu opinión al respecto de la siguiente frase: ¡y acaso no todo es en nombre de la “libertad”, de que cada
quien tiene derecho a hacer con su vida lo que le venga en gana?...

HACIA UNA LIBERTAD RESPONSABLE

Las acciones del ser humano no pueden ser consideradas como consecuencia de factores que
se encuentran fuera de él. Cada hombre y mujer están en capacidad de tomar en sus manos
su propia existencia y determinar aquello que quieren alcanzar asumiendo con
responsabilidad las consecuencias de sus actos.

LIBERTAD Y RESPNSABILIDAD
4. Leer: Rom. 13, 8 -14 y responder
La libertad es el poder, radicado en la
a. ¿Cuáles son las obras de la oscuridad a las que hace referencia el
razón y en la voluntad, de obrar o de no
texto?
obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar
b. ¿Qué significa revestirse con la luz de Cristo?
por sí mismo acciones deliberadas. La
c. ¿Qué consecuencia tiene para el ser humano el vivir en las tinieblas
libertad es en el hombre una fuerza de
y vivir en la oscuridad?
crecimiento y de maduración en la verdad
d. ¿Cuáles son las acciones más comunes que realizan los jóvenes de
y la bondad. La libertad implica la
hoy que consideras son obras de la oscuridad?
posibilidad de elegir entre el bien y et mal.
LA CONCIENCIA MORAL Esta caracteriza propiamente los actos
humanos. La libertad hace al hombre
responsable de sus actos en la medida en
que estos son plenamente voluntarios. El
Formación de la conciencia
progreso en la virtud, el conocimiento del
Cuando asumimos que nuestras acciones son tomadas "a bien, el dominio de la voluntad sobre los
propios actos.
conciencia", reconocemos que existen unos principios y valores a
partir de los cuales tomamos decisiones y juzgamos nuestros actos. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA No. 17 31

En su fuero interno, el ser humano descubre la existencia de una "voz REFLEXIONA

interior" donde Dios habla, que le invita a amar, a practicar el bien
evitando el mal esto es lo que conocemos como "conciencia moral".  ¿De qué manera se puede ejercer la
Al atender lo que nos dice la conciencia nos vemos obligados a buscar libertad en las decisiones que se toman
en la vida?
la verdad, a resolver los problemas que a diario se nos presentan en
 ¿por qué la libertad y la
la vida. Todas las personas están llamadas a formar la conciencia
responsabilidad son inseparables en la
moral mediante el estudio, la reflexión, el diálogo consigo mismo y vida?
con las demás personas.

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Actuar a conciencia implica obrar de manera libre reflexiva y responsable a partir de los principios que han sido
madurados por cada persona sin que hayan sido impuestos por nadie.

Libertad y responsabilidad con lo que hago

El ejercicio de la conciencia moral, es decir, la elección del bien y no del mal, sólo es posible si el ser humano es
libre, La libertad es la facultad que tiene el ser humano de actuar de una manera u otra desde una responsabilidad
de sus actos. Lo anterior implica que la dignidad humana requiere que el hombre y la mujer actúen según su
conciencia y de manera libre, es decir, a partir de sus convicciones personales que ha asumido teniendo en
cuenta los valores y principios que ha reflexionado y ha descubierto como esenciales para su vida, lo cual implica
que no lo hace por impulsos, caprichos o presiones.

Al actuar con libertad, el ser humano asume con responsabilidad las consecuencias de sus decisiones, responde
ante sí mismo, ante los demás y ante Dios por lo que ha hecho o dejado de hacer. Responsable es la persona que
es capaz de justificar sus acciones, explicar, dar razón de lo que hace. La responsabilidad, entonces, es
consecuencia de la libertad. Sin libertad no es posible hablar de responsabilidad, porque si el hombre no es dueño
de sus actos, si no asume lo que hace, jamás podrá responder por su propia vida.

Formar la conciencia

Se nace con la capacidad de ser libre, pero la libertad hay que buscarla y trabajarla. La conciencia es ese lugar
interior en el que la persona percibe las llamadas de la vida, las valora y decide darles respuesta. Cuando decimos
“hay que actuar en conciencia” queremos decir que la persona siempre tiene que decidir y obrar de acuerdo con
lo que le diga su conciencia; es decir, obrar con responsabilidad.

Saber escuchar

El primer paso para formar la conciencia es aprender a escuchar. Es necesario identificar bien las llamadas que
se reciben: quién o qué me está La conciencia es ese espacio interior en llamando. En el caso de que la llamada
provenga de una persona o de él que la persona recibe valora y las les llamadas da respuesta, que mí mismo,
debo preguntarme también hacia dónde me quiere llevar esa llamada y por qué.

Saber valorar y decidir

Además de escuchar, yo debo valorar la llamada. Para ello he de tener criterios de

valoración. ¿Dónde encontrarlos?

— En las normas. En la sociedad existen normas que orientan el comportamiento. Son necesarias para la vida,
porque indican por dónde debemos buscar lo bueno y lo valioso. Sin embargo, las normas no son suficientes
porque no existen normas para todas las situaciones, y porque en determinadas situaciones se puede transgredir
una norma si con ello se consigue un bien mayor.

— En los valores. Las normas están al servicio de los valores. Un valor es una cualidad que poseen las cosas o las
situaciones y que nos las hace significativas. Por ejemplo, las situaciones justas son más significativas que las
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injustas porque consideramos que la justicia aporta felicidad. Así decimos que la justicia es un valor. Necesitamos
interiorizar en nuestra conciencia los valores y decidir de acuerdo con ellos.

Así pues, ante una determinada llamada me debo preguntar: ¿hay alguna norma que me oriente en la respuesta
correcta? ¿Qué valor me propone esta llamada? ¿Este valor es constructivo para mí y para los demás? ¿Entra
este valor en contradicción con otros valores que yo considero más importantes? ¿Qué consecuencias puede
tener la respuesta que se dé a la llamada?

Saber actuar

Cuando tenemos claro qué valores son importantes para nosotros, actuamos en concordancia. A eso se llama
cultivar actitudes. Una actitud es la disposición habitual a actuar de una determinada manera, según un
determinado valor. Por ejemplo, decimos que una persona es servicial cuando habitualmente lleva a la práctica
el valor del servicio.

Cuando una persona forma su conciencia, actúa de manera libre y responsable. La responsabilidad es saber
explicar por qué se actúa de una determinada manera, y asumir las consecuencias de lo que se hace.

Una pregunta importante

Se suele afirmar que el ser humano es un ser libre. Y se considera la libertad como una característica esencial
que lo diferencia de todos los demás seres vivos. Pero muchos se preguntan si eso es verdad porque parece que
la vida de las personas está tan condicionada que no hay espacio para la libertad: dependemos de los demás
para muchas cosas. Desde que nacemos recibimos muchas influencias que marcan nuestra forma de pensar y de
actuar, tenemos que movernos en un contexto social, económico y cultural determinado, etc.

La pregunta de si somos o no libres es importante, porque si no lo somos, entonces tampoco somos responsables
de nuestros actos. Es decir, si actuamos movidos por fuerzas superiores a nosotros y que no dependen de nuestra
voluntad, nadie puede pedirnos cuenta de lo que hacemos. Si no fuésemos libres, nuestros actos no serían
verdaderamente nuestros, y tampoco tendríamos que preocuparnos de actuar bien o mal o de tomar decisiones
correctas en cada caso.

Una mirada a la vida

Para responder a la pregunta de si somos libres o no, hay que empezar por mirar la vida tal y como es. Ninguna
persona ha decidido nacer. Todos hemos sido llamados a la vida por nuestros padres. A partir de ahí, la persona
recibe cuidados, ayuda física, educación, etc. Mucho de lo que somos se debe a los vínculos que nos unen al
entorno y a los otros. Además, en la vida parecen circunstancias que a veces no dependen de nuestra voluntad
y debemos afrontarlas. Por otra Parte, la persona tiene un mundo interior del que le llegan impulsos en forma
de deseos, sentimientos, gustos personales, etc.

Todas estas influencias que la persona recibe desde sí misma o desde el exterior y todas las circunstancias que
le toca vivir podemos considerarlas como llamadas que le llegan.

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¿Qué es ser libre?

Ser libre no es vivir aislado de todos y de todo, o no estar influenciado ni condicionado por nada. Eso no sería
humano. La libertad es la capacidad de responder de manera adecuada y constructiva a las llamadas que se
reciben. En esta opción elegimos entre el bien y el mal. La persona, a medida que crece, es más consciente de
esas llamadas y de que se puede responder a ellas de distintas maneras.

La vida es un juego de llamadas y de respuestas con el que la persona va dirigiendo su existencia. Esta dirección
puede ser constructiva o es destructiva. Hay personas que con las respuestas a las llamadas se construyen a sí
mismas y ayudan a construirse a los demás, y otras que más bien provocan destrucción en sí mismas y en su
entorno.

Se es libre cuando, ante una llamada exterior o interior, se elige la respuesta más adecuada, esto es, eligiendo el
bien y rechazando el mal. La auténtica libertad genera felicidad en uno mismo y en los otros.

El peligro de la esclavitud

San Pablo escribió en una de sus cartas: "Para ser libres nos ha liberado Cristo, no permitáis que os conviertan
de nuevo en esclavos". Es un hecho que las personas pueden llegar a vivir como esclavos en vez de libres. Es el
riesgo que se corre si no se orienta adecuadamente la vida o si se van acumulando decisiones equivocadas. Para
el cristiano, la esclavitud es el pecado. El pecado es dar respuestas negativas y no constructivas a las situaciones
y a las personas, es responder a Dios, a los demás y a sí mismo sin ese amor que Jesús nos propone. Cuando
alguien actúa de esta manera, está siendo esclavo de fuerzas que le separan del bien y del camino de la felicidad.

Las fuerzas que esclavizan

En ocasiones se puede tener la impresión de que estamos sometidos a fuerzas e influencias poderosas que es
imposible actuar en contra de ellas, de acuerdo a nuestra propia conciencia.

Unas veces, estas tendencias negativas surgen del interior de la persona: sus deseos y sus inclinaciones le llevan
a actuar como no quisiera y le hacen sentirse contradictorio. El mismo san Pablo decía de sí mismo: "No hago lo
bueno que quiero hacer, sino lo malo que no quiero"

Otras veces, las influencias negativas provienen del exterior. Por ejemplo, cuando la presión social o de grupo
fuerza a actuar de una determinada manera que uno, en el fondo, considera negativa. O cuando la forma en la
que está organizada la sociedad hace asumir como normales o inevitables situaciones como la desigualdad, las
injusticias o la violencia.

Siempre hay una senda hacia la libertad

Siempre hay un resquicio, un camino, por pequeño y estrecho que sea, que nos permite elegir el bien y, por
tanto, responder con libertad a las situaciones de la vida. Siempre hay una oportunidad para el bien, incluso en
las situaciones más negativas u opresivas que se puedan dar.

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La senda de la libertad no suele ser el camino más fácil. Jesús ya advirtió de que habría que buscarla con tesón e
imaginación, porque podría estar escondida y pasar desapercibida: "Entren por la puerta estrecha, porque es
ancha la puerta y amplio el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por él. En cambio, es
estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran." (Mt 7, 13-14).
Jesús, en su vida, buscó siempre estas sendas originales y estrechas, y ahora ayuda a sus seguidores a hacer lo
mismo. Con su palabra que ilumina, y con su Espíritu que mueve los corazones, Jesús libera de la esclavitud del
pecado.

COMPRENDO Ml FE

LA IMPORTANCIA DE LA LIBERTAD

 Jesús nos muestra cómo ser libres

Cuando hablamos de libertad y responsabilidad encontramos en Jesús un auténtico modelo; él, en sus acciones
y enseñanzas, nos mostró qué significa ser libre y responsable. Jesús nos enseña que la libertad de los hijos e
hijas de Dios es el amor.

 Jesús y la libertad

¿Qué piensas cuando ves que algunas personas son capaces de dejar
todo lo que tienen y dedican su vida al servicio de los demás?
Seguramente esto es poco probable para un joven de hoy que se
interesa más por lo que pueda tener o vivir olvidándose de las
necesidades y opiniones de los demás. Dios quiere que el hombre sea
libre. porque lo ama, porque no lo "encadena", porque cree en Las
capacidades y en la voluntad que toda persona tiene para actuar
correctamente de tal manera que vaya liberándose de lo que le causa
mal a sí mismo v a los demás.

Para mostrar cómo se la libertad con responsabilidad, Dios envió a

Jesús. el hombre plenamente libre, dueño de sí mismo v de su propia vida, hasta llegar a morir libremente
asumiendo las consecuencias de sus opciones v decisiones. Jesús renunció al poder económico v social de la
época, libremente entendió que el éxito y el prestigio deben ponerse al servicio de los demás sin importar las
consecuencias.

 Jesús nos enseña a ser libres y responsables

Con su testimonio y su manera de vivir, Jesús nos enseña a reconocer al ser humano como una persona, a
buscar la realización personal en compañía de otros, decidiendo siempre por todo lo que favorece a los
demás sin buscar nada distinto que la libertad y realización del ser humano

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La libertad y la responsabilidad que Jesús nos enseña se caracterizan por el adecuado uso de lo que tenemos, del
poder v del éxito. la fama, etc. No se puede ser libre desconociendo las necesidades de los demás, discriminando
a los seres humanos, haciendo uso inadecuado de lo que se tiene y buscando el poder por el reconocimiento.
dejando a un lado el servicio. Sólo somos completamente libres cuando vivimos el amor en el a los demás.

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo
que te vamos a pedir". Él les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?". Ellos le dijeron: "Concédenos
sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les dijo: "No saben lo que
piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?". "Podemos", le respondieron.
Jesús los reunió y les dijo: saben que los que figuran como jefes de los pueblos los tiranizan, que los grandes los
oprimen, pero no ha de ser así entre ustedes; al contrario, el que quiera llegar a ser grande, sea su servid01ß y el
que quiera ser el primero, sea esclavo de todos, porque el hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino
para servir y dar su vida por todos.

Mc 10, 35

REFLEXIONA

 ¿Qué semejanzas se pueden establecer entre la manera como Jesús vivió y la manera como vive un joven
hoy?
 ¿De qué manera se puede aplicar la enseñanza de Jesús a la realidad de los jóvenes?

Actividad de comprensión:
Responde las siguientes preguntas con base en la lectura anterior.
5. Elabora un glosario de 8 términos que te ayuden a la comprensión lectora con su respectivo
significado.
6. Argumenta: ¿la Libertad y la responsabilidad que Dios nos propone vivir permiten que el hombre
y la mujer de hoy alcancen su realización personal y social?
7. Analiza y desarrolla tu Reflexión a partir de las preguntas en los recuadros de las pág. 1 y 6
8. Estructura un esquema caracterizando la temática relevante del marco teórico.

Reflexiona sobre tus aprendizajes (metacognición):

a. ¿Qué aprendí?
b. ¿Para qué me sirve lo que aprendí?
c. Acciones concretas para aplicar en mi vida lo que he aprendido

BIBLIOGRAFÍA
 Discípulos de Jesús 9; experiencia significativa el compromiso. Ed. Santillana
 Ver a Jesús 9, la moral Ed. SM.