San Lazaro
San Lazaro
San Lazaro
Esta zona empinada, a la orilla del Río Chili, había sido habitada por los
Yarabayas, en mayor proporción. No obstante, también se han encontrado restos
arqueológicos de los Collas, Lupacas, Tiahuanacos, Carumas y Ubinas.
Siendo más antiguo que el casco central, todo el Barrio San Lázaro está
construido con sillares blancos y pavimentados con adoquines negros. La
peculiaridad de este lugar lo constituyen las callejuelas y pasajes estrechos, sus
pequeñas plazas y amplias casas. Un pequeño puente, todo de sillar, cruza una
corriente de agua rápida y une la Ermita y su Plazuela con el resto del barrio.
Surgen de este modo el callejón del Violín, con su gran arco de entrada y una
casa de 1825, el callejón de Bayoneta, estrechísimo, el callejón de los Cristales,
sin veredas, y la calleja del Combate Naval. Debajo de esta calle se encuentra la
Plazoleta de Camporredondo, antes Plazoleta del Matorral, que en un principio
fue un mercado, lleva este nombre en honor al general que inicialmente habitó el
lugar, asimismo destaca porque los Monjes Dominicos construyeron aquí la
primera ermita, que pasó a ser parroquia y, finalmente, la Iglesia de 3
Campanas. Es triangular, inclinadísima y en su centro existe un obelisco que
señalaría el sitio de la primera fundación de la ciudad.
Recientemente, una nueva remodelación dejó al barrio en estado óptimo. Fue con
ocasión de celebrarse en la ciudad el Encuentro de Ciudades Patrimonio, en
2015, obra en la que el Gobierno Regional intervino contribuyendo con su
financiamiento.
El alcalde provincial, Alfredo Zegarra, resaltó que la obra requirió una inversión
de 5 millones de soles y su objetivo fue contribuir a la conservación del
patrimonio cultural arquitectónico de la ciudad, reconocida como “Patrimonio
Cultural de la Humanidad”.
El historiador Juan Guillermo Carpio Muñoz, quien reside en una bella casona de
este barrio, escribió los siguientes versos en su homenaje.