Parques Tematicos
Parques Tematicos
Parques Tematicos
Los parques temáticos en Estados Unidos nacen al término de la guerra contra Napoleón
que finalizo con la victoria rusa y en Rusia se organiza la producción industrial de las
«montañas mecánicas». Permitiéndole a los americanos en 1884 perfeccionar este sistema,
y en Nueva York aparecen los primeros carretones mecanizados sobre rodillos, que bajaban
por carriles. Luego en 1893, en la exposición mundial de Chicago se presentaron
juegos mecánicos como la rueda de la fortuna y montañas rusas. Este es el punto de partida
para el gran auge que tuvieron posteriormente.
Al año siguiente un hombre llamado Paul Boynton inauguro el primer parque de
diversiones moderno al sur de Chicago con el nombre de Paul Boyton's Water Chutes, este
parque inspiro a otros pioneros de la industria a abrir parques similares, como Coney Island
en Nueva York (abierto en 1895), y que resultaron un éxito inmediato. n 1897, tal atracción
era imitada por los japoneses. Las montañas rusas se convirtieron poco a poco en el clásico
del género de las atracciones. Muchas otras atracciones fueron inventadas en
esta época también.
Siendo tentados por la idea de ganar clientes, los comerciantes americanos fueron invitados
a construir en territorios aledaños a las estaciones extremas de las rutas de
los tranvías parques de atracciones, previendo correctamente que las familias se dirigirían
en sus ratos de ocio del fin de semana precisamente a allí. Como resultado de esto, durante
las dos últimas décadas del siglo XIX se construyeron cerca de mil quinientos parques de
atracciones tan solo en los Estados Unidos.
En 1929, Estados Unidos sufrió su gran depresión que hizo que miles de industrias
perdieran éxito, y los parques de diversiones no fueron la excepción. La segunda guerra
mundial vino a afectar aún más a los parques. Para cuando termino la guerra ya solo
quedaban 300 parques de diversiones funcionando en Estado Unidos.
Cuando comenzaron los años 50, el mundo se encontraba sumido en conflictos sociales, la
televisión comenzaba a surgir como medio de entretenimiento y los parques de diversiones
comenzaban a ser olvidados. Para acabar con esto llega un hombre que revolucionaria la
industria del entretenimiento, Walt Disney.
Cuando se abrió Disneyland en 1955 muchas personas no creyeron que funcionaria pues no
ofrecía los tradicionales juegos de un parque de diversiones, pero Disney introdujo un
nuevo concepto, el parque temático.
Disneyland fue todo un éxito y comenzó una nueva época para los parques de diversiones
y los nuevos parques temáticos.
A partir de entonces comenzaron a surgir nuevos parques temáticos, con juegos y montañas
rusas más modernos. En 1961 se abrió SixFlags Over Texas, que repitió el éxito de
Disneyland.
Además de los cuatro parques temáticos principales, el complejo cuenta con dos parques
acuáticos, seis circuitos de golf, un complejo deportivo, dos centros comerciales,
veinticuatro hoteles de Disney, numerosas tiendas, y restaurantes. El área total de la
propiedad tiene 12.000 hectáreas (como la ciudad de San Francisco) y es el complejo de
parques temáticos más grande del mundo, a pesar de que en la última década se han
vendido grandes extensiones de terreno para conjuntos residenciales y otros proyectos,
incluyendo el terreno ahora ocupado por la ciudad de Celebration, construida y
administrada por Disney.
CULTURA
Disney es el clásico ejemplo de que los sueños pueden volverse realidad: una empresa
exitosa y que hacen exitosa a su gente, principio fundamental de su cultura corporativa.
Quien piense que las grandes empresas comienzan con grandes cimientos están muy
equivocado. Disney, una empresa dedicada a vender diversión y a hacer realidad los
sueños, es el resultado de un estruendoso fracaso. Entonces, ¿cómo llegó a convertirse en
un imperio sin fin? Su gente lo dice, la receta secreta de esta empresa, es y siempre ha sido,
su cultura organizacional.
¿Qué la vuelve tan especial e irresistible? A las personas les agrada mucho por su constante
transformación que los ha cautivado y la satisfacción a las necesidades y expectativas de
sus clientes los han hecho fieles a su marca, todo centrado en una sola cosa: la atención al
cliente.
1. Atención minuciosa
Todos en Disney deben ser minuciosos cuando de atención al cliente se trata. Aquí el
cliente no sólo tiene la razón, sino debe ser consentido y atendido como si se trata de
reyes y princesas, el primer secreto es: cuidar los detalles.
2. Generar Lealtad
Los expertos saben que la única manera de generar lealtad en sus clientes
es creando experiencias placenteras y únicas, así tienes asegurado su
regreso. Disney se encarga de que cada uno de sus componentes, desde el
director hasta el asistente de aseo tenga contacto con la gente del parque.
Aquí la cultura no está en estatutos que casi nadie lee, en Disney la cultura
organizacional se vive y se respira a todo momento. Cada integrante se ve
sometido a un curso de iniciación llamado “Tradiciones”, el cual se encarga
de capacitar e instruir al personal a través de creencias y valores que han
permanecido en la empresa desde sus inicios.
4. Reconoce a tu gente
Predicar con el ejemplo es también una de las reglas que todo líder tiene,
deben hacerse responsables de su gente y de toda tarea que le
corresponda a su área, aquí las líneas de autoridad no existen, pues el único
que siempre manda es el cliente.
6. Cero quejas
La meta es que nadie se vaya con ‘carita triste’. Una de las reglas exitosas
del parque es que si una situación no sale como se esperaba, el colaborador
tiene la obligación de hacer un esfuerzo adicional para corregirlo.