Cambio Climático en Sucre

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Cambio Climático en Sucre

Tomado de CARSUCRE. 2018. Plan de gestión ambiental regional 2018 – 2027.

Con base en los escenarios de cambios climáticos regionales y departamentales


desarrollados por IDEAM (2015), se muestra para el departamento de Sucre,
dentro de los cambios probables en la temperatura y precipitación para lo que
resta del siglo, un posible aumento en la temperatura media anual y una
disminución gradual en las precipitaciones medias anuales.
Según los estudios nacionales y regionales sobre cambio climático, entre ellos los
escenarios de cambio climático elaborados por IDEAM, se puede inferir para el
departamento de Sucre, respecto al cambio en la temperatura, tomando los
valores más altos y predominantes, que para el periodo 2011-2040 se presenta
una tendencia de aumento en la temperatura media anual de hasta 1 °C para el
100% del territorio; para el periodo 2041-2070, una tendencia de aumento de
hasta 1,6 °C para el 100% del área municipal, y para el periodo 2071-2100,
también una tendencia de aumento de hasta 2,7 °C para el 100% del territorio.
Frente al cambio en las precipitaciones medias anuales, según los escenarios de
cambio climático, el departamento de Sucre proyecta para el periodo 2011-2100
una disminución del 30% en las precipitaciones en el 50% del territorio y de 20%,
en el otro 50% del territorio, lo que implica un predominante déficit de lluvias.
Estos cambios en la precipitación y temperatura vendrían acompañados de
posibles efectos como inundaciones y afectación por altas temperaturas en los
sistemas productivos desarrollados (principalmente la disponibilidad de peces), la
afectación en la provisión de agua potable y afectaciones en salud pública
relacionadas con la proliferación de vectores y zoonosis. Además, el departamento
ya está viviendo los efectos del cambio climático y de la variabilidad climática,
pues en el periodo 1998-2010 se presentaron 34 inundaciones, un evento de
sequía fuerte y 17 vendavales, lo que muestra la vulnerabilidad y afectación por
los efectos del cambio climático (Unidad de Gestión del Riesgo).
La gestión del cambio climático, a nivel departamental, requiere de la puesta en
marcha de estrategias desde el ámbito territorial, buscando generar una gestión
compartida y resultados oportunos en su implementación, y reconociendo los
lineamientos contenidos en los diferentes instrumentos existentes que apoyan tal
fin. Es así como el presente Plan de Desarrollo reconoce los aportes y directrices
establecidos desde el Plan Nacional de Desarrollo (2014-2018), y también los
establecidos en el Conpes 3700 referente a la Estrategia Institucional para la
articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático en Colombia, el
Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), la Estrategia
colombiana de desarrollo bajo en carbono (ECDBC), la Estrategia nacional de
reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal (ENREDD+), la
Estrategia nacional de Educación, sensibilización y formación de públicos y la
Estrategia de protección financiera ante desastres, reconociendo el avance
materializado a través del Acuerdo de París (2015), que busca mantener el
aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C respecto a los
niveles pre-industriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la
temperatura a 1,5°C.
La estrategia colombiana de desarrollo bajo en carbono (ECDBC) consiste en un
programa de planeación del desarrollo a corto, mediano y largo plazo, liderado por
el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), a través de la Dirección
de Cambio Climático, con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación
(DNP) y los Ministerios Sectoriales de Colombia, que busca desligar el crecimiento
de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) del crecimiento económico
nacional. Esto se hará a través del diseño y la implementación de planes,
proyectos y políticas que tiendan a la mitigación de GEI y, simultáneamente,
fortalezcan el crecimiento social y económico del país, dando cumplimiento a los
estándares mundiales de eficiencia, competitividad y desempeño ambiental. Los
sectores que participan en la ECDBC son industria, energía, minería, transporte,
vivienda, residuos y agricultura. La Estrategia colombiana de desarrollo bajo en
carbono, junto con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, la
Estrategia nacional REDD+ y la Estrategia para la protección financiera ante
desastres conforman la política nacional de cambio climático.
Un tema importante consecuente con esta política es el uso de energías
renovables, las cuales son recursos abundantes y limpios que no producen gases
de efecto invernadero ni otras emisiones dañinas para el medioambiente, como las
emisiones de CO2, algo que sí ocurre con las energías no renovables como los
combustibles fósiles. Una de sus principales desventajas es que la producción de
algunas energías renovables es intermitente, ya que depende de las condiciones
climatológicas, como ocurre, por ejemplo, con la energía eólica. Con todo, el IDAE
apunta a que, por su carácter autóctono, este tipo de energías "verdes"
contribuyan a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros
externos, aminoren el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorezcan
el desarrollo tecnológico y la creación de empleo.
Debido a la escasez de agua que el fenómeno El Niño ha causado en las
hidroeléctricas que representan cerca del 80% de la producción diaria energética,
inversionistas privados tienen registrados, con estudios de conexión, 19 proyectos
de energía eólica y solar, que pueden producir el 6,5% de la electricidad que
necesita el país.
Estas iniciativas reposan en el banco de proyectos de la Unidad de Planeación
Minero Energética, UPME, que tiene a la región Caribe como epicentro de
generación: están formulados 12 proyectos eólicos –aprovechamiento del viento–
para La Guajira, con una producción de 1 591 megavatios (MW), y hay otros siete
solares, de los cuales cuatro están propuestos en el Cesar, dos en Atlántico y uno
en Sucre, con capacidad para 120,2 megavatios.
El proyecto Awarala Central Eléctrica, que se construye con el aval de Minminas
en Sucre, está localizado en zona rural de Toluviejo, y está proyectado para
generar, durante las 24 horas del día, los 365 días del año, 19,9 megavatios. Es
una mezcla de energía solar con inducción mecánica. La inversión es de 43,5
millones de dólares.
En conclusión, las problemáticas descritas anteriormente muestran que el
ambiente en el departamento de Sucre se viene deteriorando de manera
sistemática, debido a la mala disposición de los residuos líquidos y sólidos, la
utilización indiscriminada de agroquímicos para las actividades del campo
(ganadería extensiva y agricultura), el incremento de las fuentes móviles, la
desforestación, la contaminación de los ríos aguas arriba en otros departamentos,
la poca conciencia ambiental de los habitantes del territorio, explotación
indiscriminada de los acuíferos, escasos proyectos de recarga artificial. Además
del poco compromiso de los gobernantes con el medioambiente, los proyectos
ambientales escolares son poco operativos y los empresarios no se comprometen
con el desarrollo sostenible y la producción limpia. En el contexto de estos
elementos, el problema ambiental se concibe como un problema social que refleja
un tipo de organización particular de la sociedad y una relación específica de esta
organización con su entorno natural. Por eso, para entender las crisis ambientales
que agobian a la humanidad, es necesario mirar a la sociedad que las está
produciendo y sufriendo. No se toma la crisis ambiental como otro problema más
que el desarrollo debe superar ni como una variable que ha sido omitida en los
modelos y los planes. Más bien se asume que hay algo inherente al modelo de
desarrollo que sigue el país y los demás países del hemisferio, que está
generando el deterioro de la base natural. Con base en este planteamiento, se
quiere trabajar la idea de que una perspectiva ambiental permite repensar la
sociedad en su conjunto.
Vista así, la educación ambiental obliga a fortalecer una visión integradora para la
comprensión de la problemática ambiental, ya que esta no es solo el resultado de
la dinámica del sistema natural, sino el resultado de las interacciones entre las
dinámicas de los sistemas natural y social. Para educar respecto de un problema
ambiental, se requiere del diálogo permanente entre todas las especialidades,
todas las perspectivas y todos los puntos de vista. Es en este diálogo en el que se
dinamizan diversas aproximaciones que llevan a comprender la problemática
ambiental como global y sistémica.
En este contexto, Colombia ha tenido como uno de sus mayores logros la
inclusión de la educación ambiental en la Ley 115 de 1994 (Ley General de
Educación 13) dicha Ley, en el artículo 5, inciso10, define como uno de los fines
primordiales de la educación "la adquisición de una conciencia para la
conservación, protección y mejoramiento del medioambiente, de la calidad de
vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención de desastres,
dentro de una cultura ecológica...". Para el mismo año, el Decreto 1860 de 1994
reglamenta la Ley 115, incluyendo, entre otros aspectos, el Proyecto Educativo
Institucional (PEI), que entre sus componentes pedagógicos ubica al Proyecto
Ambiental Escolar (PRAE) como uno de los ejes transversales del currículo de la
Educación Básica.
En este mismo marco se formula el Decreto 1743 de 1994 (instrumento político
fundamental para la educación ambiental en Colombia), a través del cual se
institucionaliza el proyecto de educación ambiental para todos los niveles de
educación formal, se fijan criterios para la promoción de la educación ambiental no
formal e informal y se establecen los mecanismos de coordinación entre el
Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente, para todo lo
relacionado con el proceso de institucionalización de la educación ambiental.
Finalmente, la Ley 549 de 2012 fortalece la institucionalización de la política
nacional de educación ambiental y su incorporación efectiva en el desarrollo
territorial.

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