El documento describe los efectos previstos del cambio climático en el departamento de Sucre, Colombia. Se prevé un aumento de la temperatura media anual de hasta 2.7°C para 2100 y una disminución del 30% de las precipitaciones anuales en el 50% del territorio. Estos cambios podrían causar inundaciones, afectar la disponibilidad de agua y los sistemas productivos, y propagar enfermedades. Adicionalmente, el documento discute las estrategias de Colombia para mitigar y adaptarse al cambio climático, incluy
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El documento describe los efectos previstos del cambio climático en el departamento de Sucre, Colombia. Se prevé un aumento de la temperatura media anual de hasta 2.7°C para 2100 y una disminución del 30% de las precipitaciones anuales en el 50% del territorio. Estos cambios podrían causar inundaciones, afectar la disponibilidad de agua y los sistemas productivos, y propagar enfermedades. Adicionalmente, el documento discute las estrategias de Colombia para mitigar y adaptarse al cambio climático, incluy
El documento describe los efectos previstos del cambio climático en el departamento de Sucre, Colombia. Se prevé un aumento de la temperatura media anual de hasta 2.7°C para 2100 y una disminución del 30% de las precipitaciones anuales en el 50% del territorio. Estos cambios podrían causar inundaciones, afectar la disponibilidad de agua y los sistemas productivos, y propagar enfermedades. Adicionalmente, el documento discute las estrategias de Colombia para mitigar y adaptarse al cambio climático, incluy
El documento describe los efectos previstos del cambio climático en el departamento de Sucre, Colombia. Se prevé un aumento de la temperatura media anual de hasta 2.7°C para 2100 y una disminución del 30% de las precipitaciones anuales en el 50% del territorio. Estos cambios podrían causar inundaciones, afectar la disponibilidad de agua y los sistemas productivos, y propagar enfermedades. Adicionalmente, el documento discute las estrategias de Colombia para mitigar y adaptarse al cambio climático, incluy
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Cambio Climático en Sucre
Tomado de CARSUCRE. 2018. Plan de gestión ambiental regional 2018 – 2027.
Con base en los escenarios de cambios climáticos regionales y departamentales
desarrollados por IDEAM (2015), se muestra para el departamento de Sucre, dentro de los cambios probables en la temperatura y precipitación para lo que resta del siglo, un posible aumento en la temperatura media anual y una disminución gradual en las precipitaciones medias anuales. Según los estudios nacionales y regionales sobre cambio climático, entre ellos los escenarios de cambio climático elaborados por IDEAM, se puede inferir para el departamento de Sucre, respecto al cambio en la temperatura, tomando los valores más altos y predominantes, que para el periodo 2011-2040 se presenta una tendencia de aumento en la temperatura media anual de hasta 1 °C para el 100% del territorio; para el periodo 2041-2070, una tendencia de aumento de hasta 1,6 °C para el 100% del área municipal, y para el periodo 2071-2100, también una tendencia de aumento de hasta 2,7 °C para el 100% del territorio. Frente al cambio en las precipitaciones medias anuales, según los escenarios de cambio climático, el departamento de Sucre proyecta para el periodo 2011-2100 una disminución del 30% en las precipitaciones en el 50% del territorio y de 20%, en el otro 50% del territorio, lo que implica un predominante déficit de lluvias. Estos cambios en la precipitación y temperatura vendrían acompañados de posibles efectos como inundaciones y afectación por altas temperaturas en los sistemas productivos desarrollados (principalmente la disponibilidad de peces), la afectación en la provisión de agua potable y afectaciones en salud pública relacionadas con la proliferación de vectores y zoonosis. Además, el departamento ya está viviendo los efectos del cambio climático y de la variabilidad climática, pues en el periodo 1998-2010 se presentaron 34 inundaciones, un evento de sequía fuerte y 17 vendavales, lo que muestra la vulnerabilidad y afectación por los efectos del cambio climático (Unidad de Gestión del Riesgo). La gestión del cambio climático, a nivel departamental, requiere de la puesta en marcha de estrategias desde el ámbito territorial, buscando generar una gestión compartida y resultados oportunos en su implementación, y reconociendo los lineamientos contenidos en los diferentes instrumentos existentes que apoyan tal fin. Es así como el presente Plan de Desarrollo reconoce los aportes y directrices establecidos desde el Plan Nacional de Desarrollo (2014-2018), y también los establecidos en el Conpes 3700 referente a la Estrategia Institucional para la articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático en Colombia, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), la Estrategia colombiana de desarrollo bajo en carbono (ECDBC), la Estrategia nacional de reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal (ENREDD+), la Estrategia nacional de Educación, sensibilización y formación de públicos y la Estrategia de protección financiera ante desastres, reconociendo el avance materializado a través del Acuerdo de París (2015), que busca mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C respecto a los niveles pre-industriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5°C. La estrategia colombiana de desarrollo bajo en carbono (ECDBC) consiste en un programa de planeación del desarrollo a corto, mediano y largo plazo, liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), a través de la Dirección de Cambio Climático, con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y los Ministerios Sectoriales de Colombia, que busca desligar el crecimiento de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) del crecimiento económico nacional. Esto se hará a través del diseño y la implementación de planes, proyectos y políticas que tiendan a la mitigación de GEI y, simultáneamente, fortalezcan el crecimiento social y económico del país, dando cumplimiento a los estándares mundiales de eficiencia, competitividad y desempeño ambiental. Los sectores que participan en la ECDBC son industria, energía, minería, transporte, vivienda, residuos y agricultura. La Estrategia colombiana de desarrollo bajo en carbono, junto con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, la Estrategia nacional REDD+ y la Estrategia para la protección financiera ante desastres conforman la política nacional de cambio climático. Un tema importante consecuente con esta política es el uso de energías renovables, las cuales son recursos abundantes y limpios que no producen gases de efecto invernadero ni otras emisiones dañinas para el medioambiente, como las emisiones de CO2, algo que sí ocurre con las energías no renovables como los combustibles fósiles. Una de sus principales desventajas es que la producción de algunas energías renovables es intermitente, ya que depende de las condiciones climatológicas, como ocurre, por ejemplo, con la energía eólica. Con todo, el IDAE apunta a que, por su carácter autóctono, este tipo de energías "verdes" contribuyan a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros externos, aminoren el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorezcan el desarrollo tecnológico y la creación de empleo. Debido a la escasez de agua que el fenómeno El Niño ha causado en las hidroeléctricas que representan cerca del 80% de la producción diaria energética, inversionistas privados tienen registrados, con estudios de conexión, 19 proyectos de energía eólica y solar, que pueden producir el 6,5% de la electricidad que necesita el país. Estas iniciativas reposan en el banco de proyectos de la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME, que tiene a la región Caribe como epicentro de generación: están formulados 12 proyectos eólicos –aprovechamiento del viento– para La Guajira, con una producción de 1 591 megavatios (MW), y hay otros siete solares, de los cuales cuatro están propuestos en el Cesar, dos en Atlántico y uno en Sucre, con capacidad para 120,2 megavatios. El proyecto Awarala Central Eléctrica, que se construye con el aval de Minminas en Sucre, está localizado en zona rural de Toluviejo, y está proyectado para generar, durante las 24 horas del día, los 365 días del año, 19,9 megavatios. Es una mezcla de energía solar con inducción mecánica. La inversión es de 43,5 millones de dólares. En conclusión, las problemáticas descritas anteriormente muestran que el ambiente en el departamento de Sucre se viene deteriorando de manera sistemática, debido a la mala disposición de los residuos líquidos y sólidos, la utilización indiscriminada de agroquímicos para las actividades del campo (ganadería extensiva y agricultura), el incremento de las fuentes móviles, la desforestación, la contaminación de los ríos aguas arriba en otros departamentos, la poca conciencia ambiental de los habitantes del territorio, explotación indiscriminada de los acuíferos, escasos proyectos de recarga artificial. Además del poco compromiso de los gobernantes con el medioambiente, los proyectos ambientales escolares son poco operativos y los empresarios no se comprometen con el desarrollo sostenible y la producción limpia. En el contexto de estos elementos, el problema ambiental se concibe como un problema social que refleja un tipo de organización particular de la sociedad y una relación específica de esta organización con su entorno natural. Por eso, para entender las crisis ambientales que agobian a la humanidad, es necesario mirar a la sociedad que las está produciendo y sufriendo. No se toma la crisis ambiental como otro problema más que el desarrollo debe superar ni como una variable que ha sido omitida en los modelos y los planes. Más bien se asume que hay algo inherente al modelo de desarrollo que sigue el país y los demás países del hemisferio, que está generando el deterioro de la base natural. Con base en este planteamiento, se quiere trabajar la idea de que una perspectiva ambiental permite repensar la sociedad en su conjunto. Vista así, la educación ambiental obliga a fortalecer una visión integradora para la comprensión de la problemática ambiental, ya que esta no es solo el resultado de la dinámica del sistema natural, sino el resultado de las interacciones entre las dinámicas de los sistemas natural y social. Para educar respecto de un problema ambiental, se requiere del diálogo permanente entre todas las especialidades, todas las perspectivas y todos los puntos de vista. Es en este diálogo en el que se dinamizan diversas aproximaciones que llevan a comprender la problemática ambiental como global y sistémica. En este contexto, Colombia ha tenido como uno de sus mayores logros la inclusión de la educación ambiental en la Ley 115 de 1994 (Ley General de Educación 13) dicha Ley, en el artículo 5, inciso10, define como uno de los fines primordiales de la educación "la adquisición de una conciencia para la conservación, protección y mejoramiento del medioambiente, de la calidad de vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención de desastres, dentro de una cultura ecológica...". Para el mismo año, el Decreto 1860 de 1994 reglamenta la Ley 115, incluyendo, entre otros aspectos, el Proyecto Educativo Institucional (PEI), que entre sus componentes pedagógicos ubica al Proyecto Ambiental Escolar (PRAE) como uno de los ejes transversales del currículo de la Educación Básica. En este mismo marco se formula el Decreto 1743 de 1994 (instrumento político fundamental para la educación ambiental en Colombia), a través del cual se institucionaliza el proyecto de educación ambiental para todos los niveles de educación formal, se fijan criterios para la promoción de la educación ambiental no formal e informal y se establecen los mecanismos de coordinación entre el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente, para todo lo relacionado con el proceso de institucionalización de la educación ambiental. Finalmente, la Ley 549 de 2012 fortalece la institucionalización de la política nacional de educación ambiental y su incorporación efectiva en el desarrollo territorial.