Padre, Papá, Papi-Daniel Samper Pizano

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co - Bueno, tranquiliza saber que están tomándose unos


traguitos en casa y no en quién-sabe-dónde.

El papá marcó un acercamiento generacional muy


importante, algo que el padre desaconsejaba por
completo. Los hijos empezaron a comer en la sala
mirando el televisor, mientras papá y mamá lo hacían
solos en la mesa. Y a coger el teléfono sin permiso, y a
sustraer billetes de la cartera de papá, y a usar sus
Padre, papá, papi mejores camisas. La hija, a salir con pretendientes sin
chaperón y a exigirle al papá que no hiciera mala cara al
Daniel Samper Pizano insoportable novio y en vez de "señor González", como
habría hecho el padre, lo llamara "Tato".
¡Cómo era de bueno ser padre! Hasta hace cosa de un
siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento como si Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero bastante
no fuera dictamen de Dios sino reglamento de la maltrecha. Nada comparable a la figura procera del
Federación de Fútbol. Imperaban normas estrictas de padre. Era, en fin, un tipo querido, de lavar y planchar, a
educación: nadie se sentaba a la mesa antes que el padre; quien acudir en busca de consejo o plata prestada.
nadie hablaba sin permiso del padre; nadie se levantaba
si el padre no se había levantado; nadie repetía almuerzo, Y entonces vino papi.
porque el padre solía dar buena cuenta de las bandejas:
por algo era el padre... Papi es invento reciente, de los últimos 20 o 30 años.
Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá,
La madre ha constituido siempre el eje sentimental de la ya ni siquiera se le consulta o se le solicita, sino que se le
casa, pero el padre era la autoridad suprema. Cuando el notifica.
padre miraba fijamente a la hija, esta abandonaba al
novio, volvía a vestir falda larga y se metía de monja. A - Papi, me llevo el carro, dame para gasolina...
una orden suya, los hijos varones cortaban leña, alzaban
bultos o se hacían matar en la guerra. A papi lo sacan de todo. Le ordenan que se vaya a cine
con mami cuando los niños tienen fiesta y que entren en
- Padre: ¿quiere usted que cargue las piedras en el carro silencio por la puerta de atrás. Tiene prohibido preguntar
y le dé de beber al buey? a la nena quién es ese tipo despeinado que desayuna
descalzo en la cocina. A papi le quitan todo: la tarjeta de
¡Qué berraquera era el padre! crédito, la ropa, el turno para ducharse, la rasuradora
eléctrica, el computador, las llaves...
Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando
el padre dejó de ser el padre y se convirtió en el papá. El Lo tutean, pero siempre en plan de regaño:
mero sustantivo era una derrota. Padre es palabra sólida,
rocosa; papá es apelativo para oso de felpa o perro - Tú sí eres la embarrada, ¿no papi?
faldero. Demasiada confiancita. Además -segunda
derrota- "papá" es una invitación al infame tuteo. Con el - ¡Papi, no me vuelvas a llamar "chiquita" delante de
uso de "papá" el hijo se sintió autorizado para protestar, Jonathan
cosa que nunca había ocurrido cuando el padre era el
padre: Aquel respeto que inspiraba padre, con papá se
transformó en confiancita y se ha vuelto franco abuso
- ¡Pero, papá, me parece el colmo que no me prestes el con papi:
carro...!
- Oye, papi, me estás dejando acabar el whisky, marica...
A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al
hijo que fumara en su presencia, en vez de arrancarle de No sé qué seguirá de papi hacia abajo. Supongo que la
una bofetada el cigarrillo y media jeta, como hacía el esclavitud o el destierro. Yo estoy aterrado porque,
padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a después de haber sido nieto de padre, hijo de papá y papi
llevar amigos a casa y a organizar bailoteos y bebetas, de hijos, mis nietas han empezado a llamarme "bebé".
mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban:

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