6 Rasgos de Las Personas Egoístas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

Las Personas Egoístas Comparten Estos 6 Rasgos

1. Aprovechan la situación para salir beneficiadas

Es bastante frecuente que traten de obtener algún tipo de beneficio


de las situaciones cotidianas. Son pequeños detalles que pueden
pasar desapercibidos, como por ejemplo pagar menos en una cena
entre amigos, ir siempre en el coche de alguien o copiar en un
examen.

Las personas egoístas suelen buscar pequeños recovecos diarios


para sacar provecho de una forma un tanto ilegítima. Todos en
alguna ocasión hemos actuado así, y tampoco es nada de lo que
preocuparse, pero hay algunos individuos que se exceden en este
tipo de actitudes y son expertos en sacar rendimiento de múltiples
situaciones.

2. Son poco propensas a compartir

Si en el punto 1 hablábamos de la capacidad de las personas


egoístas para sacar provecho de ciertas situaciones cotidianas, en
este segundo punto destacamos su poca propensión a compartir.

Por ejemplo, cuando un amigo eventualmente no lleva dinero


encima con el que pagar la entrada de cine, son muy reacios a
ofrecerse para pagar ellos. Sucede lo mismo con todas las
posesiones materiales (e inmateriales en ocasiones): no les gusta
hacer partícipes de ellas a terceras personas, prefieren disfrutarlas
en soledad. Dan mucha importancia a la exclusividad, a sentirse
bien por ser los únicos que pueden disfrutar de un cómic nuevo,
un videojuego, un libro, un coche
3. Llevan al extremo el principio de reciprocidad

...O podríamos decir que son un poco rencorosas. Si cuando es su


cumpleaños te invita a su fiesta y no le haces ningún regalo,
seguramente no te dirá nada pero apuntará tu nombre en la lista
negra, y olvídate de recibir algún detalle por su parte en el futuro.

Estas personas suelen tener una concepción de las relaciones


humanas con ciertos esquemas económicos: solo dan algo si van a
recibir algo a cambio. No acostumbran a tener detalles de forma
desinteresada.

4. Raramente se desprenden del “último ejemplar”

Si le pides a un individuo egoísta un chicle o un poco de agua que


les queda en una botella… olvídate de que te lo den. Encontrarán
una excusa para reservarse para ellos esas pocas existencias, no
se arriesgarán a quedarse sin ellas.

Para ello podrán recurrir desde a justificaciones más o menos


creíbles hasta mentiras. Por ejemplo, es bastante habitual que, si
les pides un chicle y solo les queda uno, te aseguren que ya se les
han acabado.

5. Temen prestar cualquier cosa

Si le pides algo prestado a una persona egoísta, es bastante


probable que no te lo ceda a no ser que haya un motivo de peso
para hacerlo (por ejemplo, que te pueda pedir algo a cambio, o que
se reserve el favor para usarlo en el futuro).

Piensan que prestar ese bolígrafo, libro, disco… supondrá la


posibilidad de que no vuelva a sus manos. E incluso puede que
piensen con un criterio economicista “¿Para qué lo voy a prestar si
no es a cambio de algo?”.
6. Aplican la ley del mínimo coste

Este tipo de personas solo están dispuestas a recoger con su coche


a un amigo si éste vive cerca, o si el sitio les viene de camino. No
contemplan la posibilidad de desviarse de su rumbo para hacer un
favor a alguien.

En definitiva, las personas egoístas aplican un criterio de eficiencia


a su vida social, con lo cual pueden resultar desagradables,
demasiado frías y calculadoras y poco amistosas. Por suerte, todos
estamos a tiempo de detectar si somos un poco egoístas y empezar
a pensar de otro modo, con principios y actitudes que nos ayuden
a conectar con los demás y fomentando la empatía.

También podría gustarte