Tesis Belen

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NIVERSIDAD

NSURGENTES

Plantel Xola

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CON


INCORPORACIÓN A LA U.N.A.M. CLAVE 3315-25

“LA RELACIÓN ENTRE LOS ESTILOS DE


PARENTALIDAD Y EL GRUPO DE PARES CON EL
CONSUMO DE DROGAS EN ESTUDIANTES
ADOLESCENTES DEL DISTRITO FEDERAL”

T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
PRESENTA
BELÉN VICTORÍA SANTAMARÍA VERA

ASESOR: MTRO. MIGUEL ÁNGEL MEDINA GUTIÉRREZ

MÉXICO, D.F. 2009


AGRADECIMIENTOS

Para la realización de este trabajo, agradezco el apoyo brindado por el CONACYT


a través del proyecto Número 42092-H del cuál fui becaria; al Instituto Nacional de
Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, División de Investigaciones
Epidemiológicas y Psicosociales a través del Proyecto número 4316-N

De manera muy especial agradezco al Maestro Jorge Ameth Villatoro Velázquez,


por su gran apoyo, paciencia y dedicación en la realización de este proyecto así
como sus grandes enseñanzas y valiosas retroalimentaciones profesionales.
Gracias por ayudarme en mi crecimiento profesional

A si mismo agradezco al Maestro Miguel Ángel Medina Gutiérrez por sus


observaciones y tiempo dedicado a la revisión y realización de este trabajo, por su
paciencia, tranquilidad y grandes aportaciones profesionales que me ha brindado
desde siempre, gracias también por su escucha y siempre oportunos comentarios
dados a lo largo de mi vida como estudiante y como profesional.

Gracias por la confianza proyectada, por su gran seguridad y por las tantas
sonrisas que hicieron emerger de mí en los momentos más complejos, de este
que ha sido un gran proceso con ustedes a mi lado.

Gracias por ser mis grandes ejemplos profesionales.


DEDICATORIAS Y AGRADECIMIENTOS

Señor te agradezco por todo el gran amor, por la fuerza, y la valentía que toda mi vida me haz dado, por
toda la luz que haz proyectado en mi camino y por todas las grandes personas que siempre haz puesto
en mi camino.

A mi Padre un gran hombre, gracias por estar conmigo siempre, en las buenas y en las malas, gracias
por todo el amor que me haz dado, por hacerme sentir segura y protegida, agradezco tu paciencia, tu
confianza y gran tenacidad, que me haz dado a lo largo del gran aprendizaje de la psicología, gracias
por tu escucha siempre, por apoyarme en todo lo que me emociona, me apasiona y me hace feliz
gracias por toda tu ayuda e impulso , gracias por que aparte del padre mas amoroso del mundo eres mi
gran amigo, gracias por ser un ejemplo de vida para mi.

De manera muy especial a ti Mamá pues es la realización de todo tu amor, y tu dedicación, por tus
incansables esfuerzos para apoyarme, siéntete orgullosa de tu gran trabajo como madre, por que yo lo
estoy de ti. Gracias por ser mi madre.

Gracias Padre, gracias Madre por que por su dedicación y amor logre llegar hasta aquí.

A mis hermanos Oscar y Carla por ser mis Ángeles. La vida no la concibo sin su compañía, sus
cuidados y su gran amor. Gracias por hacer de todas las situaciones siempre aventuras inolvidables.
Los amo mucho.

A José Luís por estar a mi lado en los momentos importantes de mi vida, por ser mi apoyo, gracias por
tu gran paciencia y amor, gracias por tu ayuda, por impulsarme y apoyarme en mis proyectos
profesionales, por enseñarme el maravilloso arte del amor, gracias por tu hermosa nobleza y por las
inolvidables experiencias que hemos vivido. Te amo.

Gracias también a mi nena Leía por todo su gran cariño y amor, por acompañarme en el proceso y por
regalarme simplemente alegría y su gran, gran amor tan maravillosamente peculiar.

A mi gran amiga Nallely, gracias por compartir el tiempo y la vida y por que mi adolescencia no hubiera
sido ni la mitad de lo divertida que fue contigo, ni mi vida en general lo seria, gracias Nay por estar
conmigo incondicionalmente y esta no fue la excepción y por tu siempre cariño brindado. Te quiero
Mucho.

Por compartir mas que la dirección del viento y el tiempo, por las risas compartidas en las clases,
especialmente en las del Prof. Filio y Miguel Ángel y por que no, por las complicaciones que
enfrentamos, a lo largo de la profesión, por que hasta de eso sabemos aprender, y que por cierto el
mazapán cubierto de chocolate que disfrutamos juntas las hacia menos visibles, por tu gran cariño y
respeto, por la confianza, por ser mi camarada a lo largo de la carrera. Gracias Fátima, gracias por que
todo esto se queda en mi corazón.

Gracias a mis Profesores por la dedicación, apoyo y conocimientos, por las grandes enseñanzas
profesionales y personales brindadas al Prof. Miguel, Ana Luisa, Rosa Maria, Filio, De la Cruz y Sanen,
gracias por todos los conocimientos compartidos en y fuera del aula.

Dedico esta tesis también a una de las personas mas especiales para mi a ti abuelito Oscar, se que
desde donde te encuentras, siempre estas conmigo, porque lo siento. Te quiero mucho abuelo.

Gracias a mis profesores de la UIN, Gracias a la Universidad Nacional Autónoma de México, por su gran
oportunidad por haber creído en mí, y por la gran ayuda brindada.

A la psicología por la pasión profesional que hace emerger de mi.


“Es un padre sabio el que conoce a su hijo”

William Shakespeare
INDICE
RESUMEN ……………………………………………………………...…………..…………. 1
INTRODUCCION ………………………………………………………………………….….. 5

Capítulo 1: La Familia ……………………………………………………………………..…. 12


1.1 Conceptos y Tipos de Familia ……………………………………………….. 12
1.2 Estilos de Parentalidad ………………………………………………………. 24
1.3 El adolescente y la familia ………………………………………………..…. 32

Capítulo 2: Visiones Conceptuales del consumo de drogas …………………………….. 45


2.1. Modelos y Enfoques Conceptuales …………………………………………. 46
2.1.0 Modelo de riesgo-protección …………………………………………...…. 46
2.1.1 Modelo de Oetting y Cols …………………………………………………… 50
2.1.2 Modelo de Catalano y Hawkins y Cols ………………………………..….. 61
2.1.3 Generalidades del Consumo de Drogas…………………………………… 65
2.1.4 Teoría Psicoanalítica ………………………………………………………… 71
2.1.5 Teoría del Aprendizaje Social ………………………………………………. 79
2.1.6 Teoría Gestalt ………………………………………………………………... 85

Capítulo 3. Consumo de Drogas y Factores Asociados …………………………………. 91


3.1 Panorama del consumo de drogas en México …………………………….. 91
3.1.0 Encuesta Nacional de Adicciones ……………………………………….... 92
3.1.1 Encuesta de Estudiantes …………………………………………………… 96
3.1.2 Factores Asociados al Consumo de Drogas en Adolescentes ………… 104
3.1.3 Los factores familiares y el consumo de drogas ……………………….. 107
3.1.4 El grupo de pares y el consumo de drogas …………………………….... 113
3.1.5 Otros factores asociados ………………………………………………..… 122

Capítulo 4: Metodología …………………………………………………………………....... 131


4.1 Planteamiento del Problema ………………………………………………….. 131
4.2 Objetivo General ……………………………………………………………….. 131
4.3 Objetivos Específicos ………………………………………………………….. 131
4.4 Hipótesis Conceptual ………………………………………………………….. 132
4.5 Definición Conceptual de Variables ………………………………………….. 132
4.6 Definición Operacional de Variables …………………………………….…… 134
4.7 Población y Muestra ………………………………………………………….... 135
4.8 Instrumento …………………………………………………………………..… 137
4.9 Procedimiento ………………………………………………………………….. 141
4.10 Análisis de Datos ……………………………………………………………... 142

Capítulo 5: Resultados …………………………………………………………………….…. 144


Capítulo 6: Discusiones y Conclusiones ………………………………………………….... 156

Bibliografía …………………………………………………………………………………….. 172


Anexos ………………………………………………………………..................................... 179
1

RESUMEN

El consumo de drogas es una de las problemáticas que ha ido creciendo año con
año, formando como resultado un cambio en las sustancias que son preferentes
por los adolescentes, haciendo que la mariguana ocupe el primer lugar dentro de
las drogas preferentes por los/as adolescentes seguida por los inhalables, los
tranquilizantes y la cocaína, mostrando que la prevalencia total de consumo de
drogas ilegales fue del 17.8% mostrando un porcentaje estadísticamente mayor al
2003 en un 2.6%.

Situación que preocupa cada vez más a los padres de familia, docentes e
instituciones de salud pública, debido a que el desarrollo físico, psicológico y social
de los adolescentes está en constante riesgo. Ya que es justo la etapa
adolescente donde hay una mayor vulnerabilidad y riesgo de uso de sustancias, y
con ello se derivan otras problemáticas como conductas antisociales y deserción
escolar.

Ante esta problemática diferentes investigaciones epidemiológicas han propuesto


y generado modelos que expliquen a detalle el consumo de drogas, coincidiendo
en el papel de vital importancia de la familia, la escuela y el grupo de pares; estos
a su vez han permitido identificar los factores de riesgo y de protección con el
objetivo de crear estrategias de prevención e intervención que puedan ser
controladas con el objetivo de reducir y fortalecer los factores individuales y
ambientales en los que se desarrollan las personas.

Bajo este contexto el objetivo de la presente investigación es conocer la relación


que existe entre los estilos de parentalidad y el grupo de pares en la influencia del
consumo de drogas.
2

Método:
La muestra se extrajo a partir de los registros oficiales de la SEP de las escuelas
públicas y privadas de las 16 delegaciones políticas en el Distrito Federal, de nivel
enseñanza media y media superior correspondiente al ciclo escolar 2005-2007. La
selección fue de forma aleatoria en las escuelas de cada dominio.

El diseño de muestra fue estratificado, bietápico (individuos de cada


conglomerado) de cada grupo y por conglomerados (grupos), la variable de
estratificación fue el tipo de escuela: secundarias, bachilleratos y escuelas
técnicas o comerciales a nivel bachillerato.

Participaron 362 grupos escolares, con una media de 35 alumnos por


grupo. La muestra total del estudio consto de 10,523 estudiantes. De las escuelas
seleccionadas, solamente 27 rechazaron participar (7.5%).

Resultados:
En el caso de las relaciones parentales los estudiantes adolescentes de nivel
bachillerato indican tener mejores estilos de parentalidad que los de secundaria.

Por su parte los no usuarios también indican tener mejores estilos de parentalidad
en comparación con los usuarios experimentales y usuarios regulares, lo mismo
resultó para los no usuarios en general y en comparación con los usuarios
experimentales y los usuarios regulares.

En el caso del involucramiento positivo, las mujeres indicaron medias más altas
que los hombres, en referencia al monitoreo negativo las medias más altas las
reportaron los hombres y mujeres usuarios regulares de bachillerato, al igual que
los de secundaria estos con medias ligeramente menores. En lo que respecta a la
educación evasiva, los estudiantes de secundaria tanto hombres como mujeres
usuarias regulares indican medias mayores en educación evasiva que los usuarios
experimentales y no usuarios. En aliento y apoyo las medias fueron similares para
3

los dos niveles de estudio, uno de los datos importantes que se obtuvieron en esta
investigación es que las mujeres usuarias regulares, tanto de secundaria como de
bachillerato, indican tener menor aliento y apoyo en comparación con los hombres
usuarios regulares de ambos niveles. En cuanto a la disciplina inconsistente, los
resultados fueron ligeramente más elevados en los hombres y mujeres usuarios
regulares de secundaria, otro dato relevante es que las mujeres de bachillerato
usuarias regulares y experimentales obtuvieron medias ligeramente mayores en
comparación con los hombres de bachilleratos regulares y experimentales.

Por último y en general los no usuarios indican tener más amistades con
conductas prosociales que los usuarios experimentales y usuarios
regulares, en la escala de amigos antisociales las medias más altas son
reportadas por los hombres usuarios regulares de secundaria y bachillerato. En
general también los usuarios regulares y experimentales reportan tener más
amigos con conductas antisociales que los no usuarios.

Conclusiones:
De acuerdo a los hallazgos expuestos en la presente investigación, se concluye
que los estilos de parentalidad y el grupo de pares están vinculados en la
influencia del consumo de drogas en los estudiantes adolescentes. Haciendo de
gran evidencia el valor que tienen las relaciones paterno-filiales en el
fortalecimiento de vínculos afectivos y en la formación de aspectos positivos y
formativos del desarrollo de los individuos, así como en la influencia en la
enseñanza de relaciones positivas con el grupo de amigos, sin hacer exclusión por
el género de los adolescentes, y de acuerdo a ésto puedé reducirse las
posibilidades de caer en el riesgo del consumo de drogas y otras conductas
antisociales.

Finalmente es necesario enfatizar la gran importancia que tienen los estilos de


parentalidad en cuanto a actitudes, patrones y comportamientos hacia los hijos ya
que son de gran impacto en el desarrollo psicosocial del individuo. Y que junto con
4

el grupo de pares y la escuela, se puede trabajar en intervenciones preventivas


que contengan herramientas y habilidades sociales desde edades tempranas. Y
que por supuesto estas acciones siempre deberán estar basadas en evidencias
científicas para poder incidir directamente en los factores de riesgo que están
vinculados significativamente con el consumo de drogas.
5

INTRODUCCIÓN

El fenómeno de las adicciones es uno de los principales problemas sociales y de


salud pública que se ha agudizado en los últimos años presentándose en la
mayoría de las naciones del mundo.

Ocasionando la demanda de necesarias soluciones globales que requieren de una


cooperación internacional ya que las fronteras entre los países productores,
distribuidores, y consumidores han desaparecido, y la mayor parte de las
actividades relacionadas con el narcotráfico dependen del mercado de las drogas
que a su vez también se rige por los ciclos de consumo, las oportunidades para el
consumo, la producción, el contrabando de éstas y por las actitudes públicas
relativas al abuso (Medina–Mora, 2003).

Las Naciones Unidas han calculado que alrededor del mundo 185 millones de
personas consumen drogas ilícitas lo que equivale al 3% de la población mundial
una de las drogas de mayor consumo mundial es la hierba de cannabis 150
millones, seguida por los estimulantes, unos 30 millones de personas para las
anfetaminas, principalmente las metanfetaminas y anfetaminas, y 8 millones para
el éxtasis. Algo más de 13 millones de personas consumen cocaína y 15 millones
consume opiáceos, heroína, morfina, opio, opiáceos, sintéticos, incluidos unos 9
millones que toman heroína de la población global. (Informe Mundial sobre las
Drogas 2004).

De acuerdo a cada país los ingresos de drogas son diferentes, lo cual muestra una
diversificación en el consumo de las sustancias utilizadas, esto influye en las
estadísticas de la demanda de tratamiento, hospitalización, la sobredosis, la
mortalidad, la violencia, y la participación de la delincuencia organizada.
6

En lo que respecta a las repercusiones para la salud y atención remedial de las


principales drogas que generan problemas sociales y de salud más graves, los
opiáceos son los que plantean los problemas mas gravé a nivel mundial y son
responsables del 67% de los tratamientos en Asia, el 61% en Europa y el 47% en
Oceanía.

En Asia sudoriental las metanfetaminas se han convertido en la principal droga


problemática del último decenio, la cocaína sigue ocupando el primer lugar en
América, actualmente el número de admisiones en centros de tratamiento de los
Estados Unidos es mayor para la heroína que para la cocaína, y en África el
cannabis encabeza la solicitud de tratamiento mostrando un 65% substancias a
las que se les atribuye en el plano mundial (Informe Mundial sobre las Drogas
2004).

Dentro de los problemas más serios que trae el abuso y riesgo de dependencia a
las drogas de administración intravenosa es la transmisión de enfermedades
infecciosas como el VIH y el SIDA, la hepatitis, las cuales se han ido prolongando
particularmente en Europa Oriental, Asía, y en América Latina (Informe Mundial
sobre las Drogas 2004).

En cuanto a los aspectos críticos y preocupantes que reporta el Sistema de


Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones SISVEA (2003) de este problema, son
la reducción de la edad de inicio del consumo de drogas y su incremento en los
grupos estudiantiles así como su cada vez mayor penetración en estratos
poblacionales tales como las mujeres, habitantes de zonas rurales y de nivel
socioeconómico medio-bajo de México.

Una de las principales drogas licitas de inicio y de mayor consumo es el alcohol


los Centros de Integración Juvenil reportan atender a jóvenes usuarios de alcohol
mostrando un mayor porcentaje en hombres (86.2%), y la edad de inicio se ubica
7

entre los 14 y 19 años, el alcohol es la droga mas comúnmente reportada como de


inicio pero quedó en tercer sitio como la droga de impacto en estos centros.

Por otra parte el 92.2% progresaron a una segunda droga, el tabaco 47.7%
seguida por la mariguana 21.8% y la cocaína 17.9%.

Los Centros de Integración Juvenil (CIJ) hacen referencia en cuanto a que la


población más vulnerable está conformada por niños y adolescentes de (10-18
años), dato que se asemeja mucho con lo mostrado por el Observatorio Mexicano
en tabaco, alcohol y otras drogas (2003), además de que ubica a la mariguana
como la droga ilícita de mayor consumo entre los jóvenes de entre 10 y 19 años
de edad, seguida por la cocaína que va cada vez en aumento y que se ha
extendido entre los niños y los sectores pobres de la población.

Sin dejar de lado que el tabaco y el alcohol son las drogas de mayor consumo
entre los adolescentes, las cuales incrementan las probabilidades de usar drogas
ilícitas (Medina-Mora y cols., 2003, Villatoro y cols., 2005).

Dentro del panorama del consumo de drogas en México somos un país localizado
en las principales vías de tráfico de drogas, dejando de ser un país de tránsito de
drogas para convertirnos en un país de consumidores (Medina-Mora, 2001).

La Encuesta Nacional de Adicciones 2002 muestra que el consumo de tabaco en


los adolescentes es de 435,473 individuos menores de edad que representan el
5.7% en un rango de edad de 12-17 años, observándose un mayor porcentaje
entre los hombres, en el caso del consumo del alcohol uno de cada tres menores
de edad ha reportado consumir bebidas alcohólicas, los índices de crecimiento en
el consumo y en el abuso entre los adolescentes es de 2.7% en hombres y en
mujeres de 0.8%.
8

En el caso del consumo de drogas en México 3, 508, 641 personas que habitan
zonas rurales y urbanas del país han hecho uso ilícito de drogas, en promedio
cada usuario consume 1.3 drogas. El consumo es mayor en zonas urbanas
(1.38%) que en rurales (0.67%) y es ligeramente mayor entre hombres (1.27%)
que entre mujeres (1.16%) (ENA, 2002).

En general el inicio en el consumo de drogas es temprano, la media de inicio se


ubica entre los 19 y los 24 años de edad, siendo mas temprano para los hombres
(19 años) que para las mujeres (23 años) (ENA, 2002).

Los amigos son reportados como la principal fuente de obtención de drogas (56%)
sin dejar de lado que la mayor proporción de usuarios de drogas reportaron
conseguirlas en las calles (30%), lo que resalta la importancia de reforzar las
acciones preventivas y de eliminación de drogas de las calles (ENA, 2002).

El consumo de alcohol y drogas trae consigo consecuencias como: las


discusiones con la familia y los amigos, las peleas, los problemas con la policía, en
la escuela, en el trabajo y los de tipo económico, por mencionar algunas que son
reportadas con mayor frecuencia.

Por otras parte dentro de la información referida en la última Encuesta de


Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco en Estudiantes del Distrito Federal 2006
menciona que el consumo de drogas se está incrementando en la población
adolescente, y que los estudiantes no son la excepción, los índices de consumo
en la población que se mantiene escolarizada es menor cuando se le compara con
otros grupos, y entre los estudiantes es mayor entre quienes dejan de estudiar
algún tiempo. (Villatoro y Cols, 2007).

El consumo de alcohol ha ido incrementando en forma consistente, y los niveles


de consumo son elevados, de más del 50% para tabaco y de más del 60% para el
alcohol. Esta situación está relacionada con dos aspectos muy importantes, por un
9

lado se observan bajos niveles de percepción de riesgo y una alta tolerancia


social, en comparación con el uso de drogas ilegales y médicas, y por otro, esta
situación se ve reflejada en el alto porcentaje de niños/as que inician su consumo
a los 12 años o antes (1 de cada 5 estudiantes) (Villatoro y Cols, 2007).

Además, se ha mostrado claramente, en población general y en población escolar


que este inicio temprano es un factor de riesgo muy importante para iniciar el
consumo de otras drogas (Medina-Mora y Cols, 1995).

En cuanto a la prevalencia total del consumo de drogas ilegales entre los


estudiantes del Distrito Federal fue del 17.8% porcentaje estadísticamente mayor
al del 2003 en un 2.6%. Los hombres son el subgrupo más afectado por el
consumo actual (5.9%) en comparación con las mujeres (4.3%). De la población
total, el 12.9% es usuario experimental y el 4.9% es usuario regular es decir (que
ha probado drogas en más de 5 ocasiones) (Villatoro y Cols, 2007).

De acuerdo a las preferencias del uso de drogas en estudiantes adolescentes


mujeres el primer lugar lo ocupa la mariguana (6.4%), seguida por los inhalables
(6.2%) los tranquilizantes (5.8%) y las anfetaminas (3.4%). En cuanto a los
hombres el orden es mariguana (11.2%), los inhalables (7.3%), la cocaína y los
tranquilizantes (4% para ambos). Adicionalmente destaca el porcentaje de los
adolescentes hombres que han probado alguna vez crack que es del (1.9%)
(Villatoro y Cols, 2007).

Estos resultados llaman la atención, ya que tradicionalmente somos una sociedad


con una alta tolerancia ante el uso y abuso del alcohol y el tabaco, lo que muestra
una mayor probabilidad en cuanto a la experimentación con otras drogas.

El consumo de drogas es uno de los antecedentes más importantes de


problemáticas en la salud mental de los adolescentes, ya que los datos muestran
claramente que el consumo de drogas está altamente vinculado con conductas
10

antisociales, el intento suicida, los problemas de conducta alimentaria y el abuso


sexual, tanto en los hombres como en las mujeres. De ahí la importancia de
conocer el problema e instrumentar medidas de prevención adecuadas a la
población (Villatoro y Cols, 2007).

Incluyendo dentro de la problemática a quienes son responsables de su desarrollo


como lo son los padres de familia, profesores, grupos sociales, y el grupo de
pares.

El Consejo Nacional contra las Adicciones en sus diferentes propuestas muestra la


gran importancia y necesidad de realizar acciones preventivas mediante la
implantación de programas sustentables en la curricula escolar, en todos los
niveles de educación, que protejan sobre todo a los jóvenes contra el abuso de
sustancias, haciendo hincapié en la importancia de enfocar los riesgos
relacionados con el consumo, con el fin de determinar los factores que lo propician
y que se pueden llegar a controlar como los factores familiares, individuales y
comunitarios (CONADIC, 2006).

Para el presente trabajo, se plantea conocer en que forma, y de que medida la


influencia de los estilos de parentalidad y del grupo de pares, predicen el uso de
drogas entre los estudiantes adolescentes del Distrito Federal:

 Establecer la relación que existe entre el consumo de drogas y el ser


hombre o mujer

 Establecer la relación que existe entre los estilos de parentalidad y el


consumo de drogas en estudiantes adolescentes del Distrito Federal

 Establecer la relación que existe entre el grupo de pares y el consumo de


drogas en estudiantes adolescentes del Distrito Federal
11

Cada uno de estos objetivos permitirán conocer perfiles de cada una de las
variables, no solo para distinguir las diferencias de los consumidores y no
consumidores, sino que a su vez identificará de esta forma los factores de riesgo y
de protección que distinguen a unos de otros, lo cual servirá para aportar
conocimientos a las nuevas y posibles líneas de investigación, así como en la
emisión de recomendaciones que pueden ser de utilidad a programas educativos y
de promoción de la salud que se desarrollan en diferentes instituciones incluyendo
a una de las más importantes, la familia y la comunidad escolar y así fortalecer el
papel protector que todas ellas pueden ofrecer y otorgar a los adolescentes.
12

CAPÍTULO 1: LA FAMILIA

1.1 Conceptos y Tipos de Familia

Como es sabido el ser humano es un individuo que para su supervivencia


biológica y social requiere de un desarrollo protegido, en donde precise un ámbito
en el cual en el tiempo que crece y aprende a ser autónomo, encuentre protección
afecto, identidad y pertenencia y uno de los principales grupos es la familia.

La familia es el grupo de crianza y desarrollo, el cual tiene funciones nutrientes,


normativas y socializantes. Esta es considerada como una institución presente en
todas las sociedades humanas, que se manifiestan en cada una de ellas con
diferentes características que dependen de factores históricos, sociales y
culturales (Fuentes, De la Paz , Loría, Brachet, Viviane ,Bonfil, Salinas y Cols,
1997).

En líneas generales, la familia se preocupa de la reproducción y del cuidado físico


de sus miembros y está a cargo del bienestar y desarrollo psicológico y social de
cada uno de ellos (Quiroz, 2006).

La familia es también considerada como una unidad social primaria, ya que


conforma un sistema cuya finalidad, es transmitir pautas de civilización de una
generación a otra, para ello desempeña una función biológica de protección,
crianza y reproducción; a la vez que realiza una función psicológica de
construcción de identidades, papeles y adaptación social.

La familia constituye un sistema abierto en constante transformación que


desarrolla un ciclo cuyas diferentes etapas exigen ajustes y reestructuraciones
para adaptarse a circunstancias cambiantes, al mismo tiempo demandan el
mantenimiento de una continuidad que permite el crecimiento psicosocial de sus
miembros (Fuentes, De la Paz, Loría, Viviane, Bonfil, Salinas y Cols, 1997).
13

Ya que es la primera unidad social donde pueden satisfacerse inicialmente las


necesidades y requerimientos para el adecuado nacimiento, crecimiento y
desarrollo de los individuos, esa satisfacción de necesidades es de gran influencia
en la vida de los individuos, particularmente en la adolescencia, ya que marca el
destino de lo que será la forma de vida de estos (Velasco, 1995).

Es entonces cuando la satisfacción de necesidades y la influencia que ejerce la


familia en la vida de los individuos, particularmente en la adolescencia, marca el
destino de lo que será la forma de vida de estos adolescentes.

La familia es una institución que influye con valores y pautas de conducta que son
presentadas especialmente por los padres, los cuales van conformando un modelo
de vida para sus hijos, enseñando normas costumbres, valores que contribuyan en
la madurez y en la autonomía de sus hijos, en donde influyen de sobremanera en
este espacio, las buenas costumbres y la moral en cada uno de los integrantes. Es
por ésto que los adultos, los padres son considerados los modelos a seguir en lo
que dicen y en lo que hacen.

De esta forma, los valores morales como la verdad, el respeto, la disciplina, la


autonomía, etc., hace que los hijos puedan enfrentarse al mundo que les rodea de
manera madura y protagónica (Velasco, 1995).

Son muchas las definiciones que hay de familia, pero la mayoría plantea que es la
estructura social básica donde padres e hijos se relacionan. Esta relación se basa
en fuertes lazos afectivos, de esta manera sus miembros forman una comunidad
de vida y amor implicando también una permanente entrega entre todos sus
miembros sin perder la propia identidad, siendo así que lo que llega a afectar a un
miembro afecta directa o indirectamente a toda la familia.
14

Cuando se habla o se piensa en la familia, se tiende a evocar una imagen


tradicional de su configuración la cual es constituida por el padre, la madre y los
hijos siendo esta concepción útil en la presente investigación, ya que también se
piensa que el modelo de familia tradicional funciona mejor y ofrece mayor
estabilidad y mejores oportunidades de desarrollo en sus miembros (Velasco,
1995).

Investigaciones muestran que a través de la historia ha existido una gran variedad


de formas de familia. En donde reincluyen: La poliádrica que está conformada por
una sola madre que cuida a todos los hijos que ha tenido de todos los maridos, la
poligámica en donde varias madres cuidan a cada uno de sus propios hijos y el
padre de todos es el mismo, el Kibutz, son varias parejas monógamas que viven
en comunidad y ésta cuida a los hijos de todos, la familia extensa es la familia
nuclear más un número indefinido de parientes tales como tías, tíos, sobrinos,
sobrinas, primos abuelos y parientes políticos, y finalmente la familia nuclear que
en este caso es de la cual nos referimos en la presente investigación, está
constituida por un esposo, una esposa monógamos y sus hijos esta última tiende a
considerarse normal probablemente porque nuestra sociedad le da esa categoría
y porque es la más común, es bueno mencionar que la familia nuclear está al
menos un poco relacionada con la familia extensa por aquellos contactos que se
llegan a tener con parientes que en ocasiones son especiales (Puente, Gómez,
Souza y Espel, 1979).

Por otra parte Minuchin, (1987) menciona algunas configuraciones más comunes
en la investigación y en la práctica de la familia como:

 Familias de Pas de Deux: Son familias que se pueden componer de dos


personas solamente, los integrantes probablemente están muy apegados
cuando se trata de madre e hijo, es posible que este pase mucho tiempo en
15

compañía de adultos, lo cual genera que esté adelantado en su capacidad


verbal y se interesará más por temas de adultos que por sus coetáneos y
parecerá más maduro. Pasa menos tiempo con los niños de su edad y tiene
menos cosas en común con estos, teniendo más atención individual de la que
podría si debiera ocuparse de otro integrante de la familia. En consecuencia el
padre o la madre puede interpretar de mejor manera las necesidades del hijo el
resultado de esto puede ser un estilo de vinculación intenso y puede tender a
interpretar las situaciones con excesos ya que no tiene otra persona en quien
concentrarse.

 Familias de Tres Generaciones: Se trata de varias generaciones que


viven en íntima relación y es probablemente la configuración familiar más
típica en todo el mundo, ya que en el contexto urbano de los países de
Occidente, la familia de varias generaciones tiende a ser más característica
de la clase media baja y de los grupos socioeconómicos inferiores. La
organización del apoyo y la cooperación en las tareas familiares se pueden
llevar a cabo con una flexibilidad inherente a esta forma de familia, y a
menudo con una genuina calidad, y no necesitan estar alojados en un
mismo domicilio para ejercer notable influjo. En ciertas familias extensas
desorganizadas, es posible que los adultos funcionen de un modo
desapegado, en esos casos determinadas funciones ejecutivas, incluida la
crianza de los niños, pueden quedar mal definidas y caer en problemas de
la estructura.

 Familias con Soporte: Cuando son muchos los niños, en un hogar, por lo
común uno de ellos, y a veces varios de los mayores, reciben
responsabilidades parentales, y toman sobre sí funciones de crianza de los
demás niños, como representantes de los padres, este ordenamiento
funciona sin tropiezos mientras las responsabilidades del niño parental
están definidas con claridad por los padres y no sobrepasan su capacidad
considerando su nivel de madurez. Existe el peligro potencial de que los
16

niños parentales contraigan síntomas cuando se descargan sobre sus


hombros responsabilidades superiores a sus fuerzas o no se les confiere la
autoridad que les permitirá ponerlas en práctica. Los niños parentales se
sienten excluidos del contexto de los hermanos y no aceptados de manera
genuina por los padres. El niño parental puede bloquear el ejercicio de los
cuidados tiernos que los más pequeños necesitan de sus padres.

 Familias Acordeón: Se presenta cuando uno de los cónyuges se ausenta


el que permanece en el lugar tiene que asumir funciones adicionales de
cuidado de los niños, ejecutivas y de guía, pues de otro modo quedarían
privados. Las funciones parentales se concentran en una sola persona
durante una parte de cada ciclo. Los niños pueden obrar en el sentido de
promover la separación de los padres, y aún de cristalizarlos en los papeles
de “padre bueno y madre mala, abandonadora” en una organización que
tiende a expulsar al progenitor periférico.

 Las familias cambiantes: Esta se encuentra en las familias en donde el


progenitor soltero cambia de pareja una y otra vez, y cada pareja del padre
o la madre tiene que ser esposa/so o madre y padre en potencia, esto
puede suceder también en el caso de cambio de casa, en donde los niños
llegan a perder a su red de compañeros y deben ingresar en un contexto
escolar nuevo, desarrollando disfuncionalidades, ya que si la familia pierde
su contexto por cambio de domicilio, sus miembros entrarán en crisis y
tenderán a funcionar en un nivel más bajo de capacidad que en
circunstancias en que se recibe el apoyo del contexto extrafamilir.

 Familias Huésped: Se presenta en familias en donde hay un niño huésped


que es por definición miembro de una familia temporaria, y la familia
huésped no debe apegarse al niño, y es preciso evitar una relación padre-
hijo, aunque en muchos casos se lleguen a manifestar en el niño alguna
sintomatología producto del ingreso en un sistema nuevo ya que este
17

funciona como si atravesara una crisis de transición. Por el contrario, si el


niño ya está integrado plenamente a la familia, sus síntomas pueden
obedecer a la organización de ésta y se relacionan con las tensiones que
otros miembros de la familia manifiestan de diverso modo.

 Familias con padrastro o madastra: Cuado un padre adoptivo se agrega


a la unidad familiar, tiene que pasar por un proceso de integración que
puede ser más o menos logrado. Y con ello es posible que los hijos
redoblen sus demandas dirigidas al padre natural, exacerbando así el
problema que a este le plantea la división de lealtades, tomando en cuenta
que los hijos tendrán que acomodarse tanto a su padre natural como al
postizo.

 Familias con un Fantasma: Son las familias que han sufrido una muerte o
deserción y tropiezan con problemas para reasignar las tareas del miembro
que falta, haciendo posible que se respeten las antiguas coaliciones como
si el miembro de la familia que falta siguiera con vida. Los miembros de
estas familias pueden vivir sus problemas como la consecuencia de un
duelo incompleto y esta configuración llega a ser un estorbo en el desarrollo
de nuevas estructuras.

 Familias Descontroladas: Son familias en las que uno de sus miembros


presenta síntomas en el área del control ya que existen problemas en uno o
varios determinados campos. El tipo de problemas de control varía según el
estadio de desarrollo de los miembros de la familia. Se puede suponer que
los padres se descalifican uno al otro, lo que forma el tirano triangulado que
forma el miembro de la familia y los cónyuges. En el caso de familias con
adolescentes es posible que los problemas de control se liguen con la
incapacidad de los progenitores para pasar de padres complacientes de
niños pequeños al de padres respetuosos de adolescentes. Es posible que
los niños se adapten bien a los cambios que les impone su desarrollo, y los
18

padres pueden no tener alternativas nuevas para el estadio de vida en que


como padres se encuentran. Las pautas de comunicación tienden a ser
caóticas en estas familias, ya que las comunicaciones parecen organizadas
en torno de secuencias o interacciones inconexas y carentes de
importancia.

 Familias Psicosomáticas: Se presenta ante la queja que motiva a la


demanda y esta es un problema psicosomático de alguno de los miembros
de la familia, la estructura de ésta incluye una excesiva insistencia en los
cuidado tiernos, entre las características de estas familias se descubre
sobreprotección, fusión o unión excesiva entre los miembros de la familia; la
incapacidad para resolver conflictos, enorme preocupación por mantener la
paz o evitar los conflictos y una rigidez extrema.

En cuanto a las funciones que ella tiene, vemos que, independientemente del tipo
de familia que se trate, cumple ciertas características básicas que están
relacionadas con lo que la familia hace. De hecho, como institución primordial de
la sociedad, la familia desempeña ciertas funciones básicas que le son propias
que pueden variar en la forma como se expresen en el tiempo (Saavedra, 2007).

Dentro de las diferentes formas de interacción que hay en la familia, es importante


mencionar las diversas funciones que se deben cumplir dentro de esta, las cuales
son de gran importancia, para el sano desarrollo del individuo.

Escalante y López (2002) mencionan que existen siete funciones básicas y


primordiales que debe cumplir la familia:

1. Brindar identidad al menor: Al nacer el individuo incorpora para si, no solo


las características biológicas de sus padres, sino también sus
características psicosociales, lo mismo recibe actitudes y hábitos, valores
personales, estilos de vida, costumbres, cultura, y estatus socioeconómico,
19

sentido de pertenencia, nombre apellido, así como elementos que lo


particularizan y constituyen su identidad.

2. Proporcionar protección: Los niños dependen absolutamente para su


supervivencia de la persona que lo cuida; y solo a través del tiempo y en
forma paulatina van adquiriendo autonomía e independencia.

3. Desarrollar y establecer la seguridad básica: A través de la adecuada


satisfacción de sus relaciones primarias y de una relación afectiva, en
especial del contacto físico, la calidez y la atención, el individuo logra
desarrollar y establecer la seguridad básica, que no es otra cosa que la
convicción de sentirse querido e importante, especialmente por los padres.

4. Brindar las primeras y más importantes experiencias sociales: La familia es


la célula social por excelencia; en ella el individuo aprende a compartir su
espacio con los demás, desarrollando esquemas de interrelación que son
trasmitidos en el trato cotidiano que recibe de las personas que conviven
con él, particularmente de sus padres.

5. Dictar y determinar la introyección de normas sociales de convivencia. Esto


es porque el individuo incorpora modelos de conducta en relación con los
demás y estable para si, controles personales acerca de lo que debe ser su
actuación social, diferenciando lo que es permitido de lo que no lo es.

6. El aprendizaje de la expresión amorosa. A medida que crece y a través del


contacto físico, el individuo aprende a expresar sus emociones y
sentimientos los cuales permitirán construir el futuro y mantener relaciones
afectivas significativas.

7. Construir un filtro con el resto de la sociedad. La pequeña sociedad familiar,


permite al individuo experimentar con su propio comportamiento, en
20

relación con los otros, las transgresiones, deficiencias y errores de


conducta son probados por él, y son a su vez moldeados y compartidos
dentro del hogar, definiendo en buen grado los márgenes de permisividad
y/o restrictividad que tendrán en el futuro.

Como se ha dicho, la familia moldea la forma de ser de estos individuos, les


establece las pautas de comportamiento aceptadas, los valores y toda una gama
de comportamientos regidos e influenciados por el núcleo familiar. Dicha influencia
puede ser tanto positiva como negativa; desafortunadamente, la mala influencia
puede tener como consecuencia la presencia de conductas antisociales, por
mencionar un ejemplo (Quiroz, 2006).

Como se puede observar la familia está orgánicamente unida a la sociedad, en


este sentido, transforma la sociedad, es revolucionaria al provocar cambios
sustanciales, ya que en la familia se hacen ciudadanos y encuentran en ella la
primera escuela de las virtudes que engendran la vida y el desarrollo de la
sociedad, constituyendo el lugar natural y el instrumento más eficaz de
humanización de la sociedad; colabora de manera original y profunda en la
construcción del mundo, haciendo una vida propiamente humana, particularmente
protegiendo y transmitiendo las virtudes y valores.

Es por ello que la familia es el lugar por excelencia donde todo ser humano
aprende a vivir en comunidad con actitudes de respeto, servicio, fraternidad y
afecto.

Ofrecer una definición exacta sobre la familia es una tarea compleja debido a
enormes variedades que encontramos y al amplio espectro de culturas existentes
en el mundo. Es por ello que es importante mencionar, que la familia ha
demostrado históricamente ser el núcleo indispensable para el desarrollo de la
persona, la cual depende de ella para su supervivencia y crecimiento. No
obstante, es importante reconocer que han surgido otros tipos de familia en estas
21

últimas décadas, las cuales también enfrentan desafíos permanentes en su


estructura interna, en la crianza de los hijos/as, en su ejercicio parental o maternal.

Aunque en nuestra sociedad muchas de las actividades tradicionales de la familia


han pasado parcialmente a desarrollar otro tipo de acciones, sin embargo, todavía
quedan sociedades en las que la familia continúa ejerciendo las funciones
educativas, religiosas, protectoras, recreativas y productivas.

No falta quien la acuse de incapacidad para la misión encomendada, de que no


cumple con su deber, sea por negligencia deliberada o por torpeza moral, pero es
importante tener en cuenta que la familia no es una persona ni una cosa, sino una
comunidad. Ahora bien, algo hay de cierto al reconocer que no siempre los
adultos, en específico los padres, cuentan con todos los elementos que les
permitan educar de manera correcta a sus hijos. No es lejana la realidad de la
violencia intrafamiliar, abusos sexuales, abandonos de los hijos, problemas de
comunicación y comprensión que llevan a los más débiles de la familia, los hijos, a
ser vulnerables a un sin fin de riesgos como las drogas, la violencia, y otros delitos
contra la sociedad.

Como ya hemos visto hay diversos tipos de familia, según Escalante y López
(2002), cuando se habla de tipos de familia, únicamente se puede hablar de dos:
las que cumplen plenamente su función social y que habremos de definirlas como
familias solidarias, y las que no cumplen con tal función, que se podrían llamar
familias deformantes (Quiroz, 2006).
22

Son múltiples las formas en que cada uno de sus miembros se relaciona y vive
cotidianamente, es por esto importante mencionar algunas de las características
más relevantes de los modos de ser de las familias que Saavedra (2007)
menciona.

 Familia Rígida: Se caracteriza por tener dificultad en asumir los cambios


de los hijos/as. Los padres brindan un trato a los niños como adultos. No
admiten el crecimiento de sus hijos. Los hijos son sometidos por la rigidez de
sus padres siendo permanentemente autoritarios.

 Familia Sobreprotectora: Presenta preocupación por sobreproteger a los


hijos/as. Los padres no permiten el desarrollo y autonomía de los hijos/as. Los
hijos/as no saben ganarse la vida, ni defenderse, tienen excusas para todo, se
convierten en "infantiloides". Los padres retardan la madurez de sus hijos/as y
al mismo tiempo, hacen que estos dependan extremadamente de sus
decisiones.

 La Familia Centrada en los Hijos: Hay ocasiones en que los padres no


saben enfrentar sus propios conflictos y centran su atención en los hijos; así, en
vez de tratar temas de la pareja, traen siempre a la conversación temas acerca
de los hijos, como si entre ellos fuera el único tema de conversación. Este tipo
de padres, busca la compañía de los hijos/as y dependen de estos para su
satisfacción. En pocas palabras "viven para y por sus hijos".

 La Familia Permisiva: En este tipo de familia, los padres son incapaces de


disciplinar a los hijos/as, y con la excusa de no ser autoritarios y de querer
razonarlo todo, les permiten a los hijos hacer todo lo que quieran. En este tipo
de hogares, los padres no funcionan como padres ni los hijos como hijos y con
frecuencia observamos que los hijos mandan más que los padres. En casos
extremos los padres no controlan a sus hijos por temor a que éstos se enojen.
23

 La Familia Inestable: La familia no alcanza a ser unida, los padres están


confusos acerca del mundo que quieren mostrar a sus hijos por falta de metas
comunes, les es difícil mantenerse unidos resultando que, por su inestabilidad,
los hijos crecen inseguros, desconfiados y temerosos, con gran dificultad para
dar y recibir afecto, se vuelven adultos pasivos-dependientes, incapaces de
expresar sus necesidades y por lo tanto frustrados y llenos de culpa y rencor
por las hostilidades que no expresan y que interiorizan.

 La Familia Estable: La familia se muestra unida, los padres tienen claridad


en su rol sabiendo el mundo que quieren dar y mostrar a sus hijos/as, lleno
de metas y sueños.

Esto hace que les resulte fácil a los integrantes de la familia para mantenerse
unidos por lo tanto, los hijos/as crecen estables, seguros, confiados, les resulta
fácil dar y recibir afecto y cuando son adultos son activos y autónomos, capaces
de expresar sus necesidades, por lo tanto, se sienten felices y con altos grados de
madurez e independencia (Saavedra, 2007).

Es importante mencionar que la familia, especialmente los padres, deben ser


cuidadosos, en todo lo que hagan para cumplir con sus funciones porque las
consecuencias de una mala elección marcarán el futuro de los individuos, de
hecho los patrones de interacción son básicos ya que estos representan el
ambiente en el que se desenvuelve la familia especialmente los niños a lo largo
de la vida por lo que dejarán huellas imborrables.

Es por esto que las elecciones que se hagan dentro de la familia para establecer
su estructura, marcarán la vida de cada uno de sus miembros; en ocasiones las
elecciones serán las correctas; pero en otras no; es por eso que es de vital
importancia crear consciencia en las familias, para que se desenvuelvan en un
ambiente de responsabilidad, y de pleno compromiso en la formación de los hijos.
24

Ya que la creación o el establecimiento, de una familia no es un juego,


específicamente lo que se refiere a la formación de los hijos.

Esto ha sido analizado y las investigaciones indican que en la etapa adolescente


la influencia de los padres y madres todavía es grande, perdurando de manera
importante en los valores, actitudes y creencias de sus hijos, ya que ciertas
variables familiares se encuentran también detrás de la elección de un tipo de
amigos u otro, siendo esta elección un papel clave en la implicación o no de
conductas desviadas (Gómez y Villar citado por Quiroz, 2006).

1.2 Estilos de Parentalidad

Los estilos de parentalidad han sido extensivamente investigados por muchos


años, dentro de la documentación en el cuidado de los hijos, como
comportamiento son descritos como estilos de parentalidad, así como sus
dimensiones del cuidado de estos, siendo estos los representantes de una
constelación de actitudes, conocimientos y emociones (Baumried, 1966 citado por,
Aguilar, Valencia y Romero, 2004).

Oetting & Donnermeyer (1998) mencionan que la parentalidad es uno de los


ámbitos de socialización más importantes de los hijos, siendo las relaciones
paterno-filiales de gran impacto en el desarrollo del niño (Doménech-Rodríguez,
2007).

Es por ello que las prácticas de paternidad se han asociado con diferentes
problemas de salud mental en niños, como lo son, los problemas de conducta en
la casa y en la escuela, deserción escolar, subsiguiéndola el uso de drogas por
mencionar algunos (Chamberlain, Bank, Forgatch, Degarmo, Reid y Cols, citado
por Doménech-Rodríguez, 2007).
25

Los estilos de parentalidad son considerados como un conjunto de actitudes y


patrones generales de comportamiento de los padres hacia los hijos, y están
dirigidas a establecer habilidades y comportamientos específicos que a su vez
constituyen las herramientas conceptuales más importantes para comprender el
desarrollo psicosocial de los individuos.

Baumrid (1968) menciona en sus teorías y trabajos previos que los efectos de los
estilos parentales sobre el desarrollo de los individuos de 3 a 15 años son
importantes, también menciona que el buen ajuste de los niños se asocia con
padres que usan una disciplina consistente y firme, y que a la vez son afectuosos
y solidarios, combinación que corresponde al estilo autoritativo. Pero también
menciona que en los adolescentes de hogares donde los padres eran poco
convencionales y tolerantes tenían índices sustancialmente más elevados de
consumo de drogas que los adolescentes de hogares autoritativos (Aguilar,
Valencia, y Romero, 2004).

Es por esto la importancia en el cuidado de los hijos y es dentro de este tema en


donde se menciona en recientes investigaciones que es poco lo que se conoce
acerca del cuidado y la relación de los hijos de los latinos. Esto se presenta de una
forma activa para la salud mental, debido a que los profesionales investigan
acerca del universo y las características únicas en el cuidado de los hijos latinos
esto es con el fin, de poder suministrar culturalmente tratamientos sensitivos, para
poder intervenir en esas familias (Renee, 2006).

En cuanto a los modelos y teorías que existen de los estilos de parentalidad, el


modelo de aprendizaje social, y la teoría de la interacción social facilitan una
perspectiva teórica de las mejores guías de aprendizaje del cuidado de los hijos y
del proceso de socialización temprana del desarrollo del niño (Renee, 2006).
26

De aquí la importancia de mencionar que Forgatch y Martínez (1999) describen la


interacción social de los modelos de aprendizaje, como el proceso por el cual el
desarrollo de los niños es directamente influenciado por las prácticas de los
padres e indirectamente por factores contextuales que rodean el medio ambiente
de la familia. De esta manera la teoría proporciona lentes apropiados para
examinar la interacción padres-hijos, principalmente porque la teoría reconoce
una integrada y comprensiva visión de esta interacción (Renee, 2006).

Dentro de las investigaciones que se han hecho, se ha caracterizado el


comportamiento familiar en tres dimensiones que describen la calidad de los
padres e hijos y su relación. La cordialidad, que refiere a los comportamientos
familiares que son apoyados, interesantes y complejos (Broderick y Blewitt, 2003).

La demanda, que describe la cantidad de control impuesta por los padres en el


niño y la cantidad de énfasis en los papeles impuestos, y las normas de
comportamiento. La tercera dimensión, es la aceptación autónoma (Steinberg,
1991) la cual describe el modo en el que la familia permite a sus niños expresarse
(Renee, 2006).

Sin embargo, es relevante mencionar que ha habido considerables avances en las


dimensiones básicas del cuidado del los hijos. Dos de las más importantes y
destacadas son: la demanda y la responsabilidad, (Bamrind, 1966 Maccoby y
Martín 1983). Investigadores, han usado diferentes términos de demanda como:
control del comportamiento, disciplina, monitoreo, regulación y responsabilidad, en
el caso de la responsabilidad los ejemplos son: la cordialidad, el interés, el
desarrollo de los padres y la aceptación. (Stewart, Bond 2002).

Es entonces cuando Steinberg (1991) agrega una tercera dimensión, la aceptación


autónoma para clasificar mejor los comportamientos en los estilos de Baumrind
(Renee, 2006).
27

Steinberg y otros (1991) describen el proceso de aceptación autónoma como el


permitir al niño un equilibrio en cuanto a la disciplina, fomentándolo para expresar
sus opiniones ante la familia, y sin incluir las amenazas (Renee, 2006).

En suma es por esto que las dimensiones en el cuidado de los hijos pueden ser un
método útil, ya que pueden ganar un mejor entendimiento de los comportamientos
de los padres (Renee, 2006).

Dentro de las investigaciones que se han realizado se han identificado diferentes


estilos de parentalidad, los cuales se caracterizan por diferentes niveles de control
y calor (demostraciones afectivas positivas ante situaciones) pero para fines de
esta investigación se mencionarán cinco.

 Involucramiento parental: En este estilo los padres se interesan por los


gustos y actividades de sus hijos/as, los apoyan y ayudan en cualquier cosa
que ellos/as requieran (Villatoro, Quiroz, Gutiérrez, Díaz y Amador 2006).

El involucramiento positivo: También es conocido en otras investigaciones como


envolvimiento positivo, se refiere también a pasar tiempo con los hijos de manera
llevadera para que cuando surjan situaciones donde el padre o la madre deban
imponer disciplina pueda haber un balance entre las interacciones positivas y
negativas (Doménech-Rodríguez, 2007).

 Monitoreo parental: Es indispensable para verificar que los hijos/as estén


fuera de peligro. Es decir estar al pendiente de las actividades y relaciones
de los hijos (Villatoro, Quiroz, Gutiérrez, Díaz y Amador 2006).

El monitoreo o supervisión se usan de manera positiva para saber cómo, dónde y


con quién están los hijos y qué están haciendo.
28

Forehand, Millar, Dutra y Chance (1997) encontraron que los reportes de los
padres acerca de su conocimiento de dónde, con quién y que hacían sus hijos se
relacionaron significativamente con los reportes de comportamientos
problemáticos, como el uso de sustancias, agresión, conductas sexuales de
riesgo, etc., estos datos fueron obtenidos en cuatro muestras de familias en los
Estados Unidos de Latinos en San Juan, latinos en nueva York, y de Afro-
americanos en Nueva York (Doménech-Rodríguez, 2007).¡

 Educación parental Evasiva: Aquí los padres se demuestran más bien


indiferentes, permisivos y pasivos respecto a la relación con sus hijos/as
(Villatoro, Quiroz, Gutiérrez , Díaz, y Amador 2006).

En este estilo los padres son confiados acerca de las acciones que pueden llegar
a tener sus hijos y esto puede llegar a ser una actitud falsa en el cuidado de estos
ya que puede llegar a convertirse en una forma de descuido hacia los hijos
(Doménech-Rodríguez, 2007).

 Aliento parental: En este estilo los papás mantienen relaciones afectuosas


con sus hijos motivándolos en todas sus actividades y halagan cuando
hacen las cosas bien (Villatoro, Quiroz, Gutiérrez, Díaz, y Amador 2006).

El aliento de nuevas destrezas se observa cuando los padres alientan a los hijos
de manera positiva y específica. Se alienta a los hijos dándoles retroalimentación
positiva acerca de lo que hacen y el aliento debe ser específico e inmediato, esto
se puede hacer utilizando frases positivas en donde el padre reconoce el esfuerzo
que el niño hace al llevar a cabo cierta actividad (Doménech-Rodríguez, 2007).

Martínez (1988) hizo observaciones interesantes en donde muestra resultados


positivos de parte del hijo cuando la madre usa halagos y control físico positivo
para enseñar una nueva destreza, mientras se obtienen resultados negativos
cuando se utiliza control físico negativo (Doménech-Rodríguez, 2007).
29

 Educación parental inconsistente: En este estilo los papás utilizan las


amenazas verbales y las privaciones dirigidas hacia los menores para
mantener la disciplina al interior de la familia. Además no cumplen los
castigos o premios que les prometen a sus hijos/as (Villatoro, Quiroz,
Gutiérrez , Díaz. y Amador 2006).

Es aquí en donde la reciprocidad negativa afecta la relación padre e hijo ya que


uno comienza la interacción de manera negativa y el otro corresponde, utilizando
frases negativas e imperativas por parte de los padres y rebeldía en las frases de
los hijos (Doménech- Rodríguez, 2007).

Es importante mencionar que dentro de los estilos de parentalidad se encuentra el


escalamiento, este se refiere al proceso por el cual la interacción negativa escala
en intensidad, es decir si el niño tiene una reacción negativa ante alguna
indicación del padre, el padre tiene otra reacción de igual o de mayor intensidad
ante tal respuesta. El refuerzo negativo es el proceso por el cual operan la
reciprocidad negativa y el escalamiento, ya que al retirar el estimulo aversivo como
puede llegar a ser una indicación del padre hacia su hijo, esto a su vez puede
reforzar negativamente la desobediencia hacia su indicación y pueden surgir
enojos fuertes de las dos partes (Doménech- Rodríguez, 2007).

Otra de las variables importantes por mencionar dentro de los estilos de crianza
son las diferencias de género en el cuidado de los hijos, ya que investigaciones
han descubierto como el género del niño afecta en su cuidado (Holden y Miller
(1999) haciendo que las familias socialicen de diferente manera con estos (Renee,
2006).

Cookston (1999) encontró en un estudio que hizo con jóvenes blancos, que altos
niveles de supervisión paternal, daban como resultado un hecho significativo de
menor consumo de alcohol y drogas. Mientras que las jóvenes tienen menos
30

niveles en el consumo de alcohol y drogas con niveles medios de supervisión


paternal (Renee, 2006).

También las investigaciones muestran que madres y padres se conducen de


diferente manera con sus hijos. Walker (1994) encontró que las madres valoran la
cordialidad más que los padres, ellos están más concentrados con el
comportamiento perjudicial que su homólogo.

En otra investigación se encontró en una muestra de latinos, que los padres usan
más disciplina y las madres usan más educación con sus hijos Grossman (1995)
también se encontró que los padres son más autoritarios con sus hijos y las
madres eran más autorizadas con sus hijas (Renee, 2006).

Parece ser que el género influye también sobre los patrones de comunicación
familiar, ya que algunos estudios encuentran que las mujeres tienen una
comunicación más frecuente con sus padres que los hombres, probablemente por
su disponibilidad y porque son percibidas como más abiertas y comprensivas, pero
también tienen más discusiones probablemente porque en la mayoría de los casos
los adolescentes tienen un mayor contacto con ellas (Arranz, 2004).

Con respecto a la ausencia de la figura paterna en un hogar monoparental algunos


estudios encuentran que esta ausencia puede suponer un déficit en control y
supervisión, y ésto puede contribuir al surgimiento de comportamientos
antisociales (Arranz, 2004).

Baurmind (1991) ha destacado también los cambios en la familia derivados de las


conquistas de los movimientos de liberación de la mujer, que aunque han
supuesto un claro avance social también han podido tener efectos secundarios
negativos sobre el desarrollo y ajuste adolescente. Ya que la incorporación
femenina al mundo laboral ha supuesto una menor presencia de la mujer en el
hogar en su papel tradicional de dispensadora de apoyo y supervisión, debido al
31

aumento de compromisos profesionales, conllevan a una diversificación de


intereses y quizá un menor compromiso con la crianza (Arranz, 2004).

Menéndez (1998) menciona que una implicación paterna con un reparto más
equitativo de las tareas parentales, podría compensar esta menor presencia
materna, más sin embargo parece que se está lejos de alcanzar una situación de
igualdad entre géneros en el reparto de las tareas relacionadas con la educación y
la crianza de los hijos (Arranz, 2004).

Investigadores han mencionado que las familias latinas son autoritarias, basadas
en el valor cultural y de respeto (Darling y Steinberg, 1993) mientras que otros han
encontrado a las familias latinas como permisivas (Julian y Otros, 1994) en cuanto
a Escobar y Lazarus (1982) encontraron que los padres latinos expresaron más
altos niveles de diálogo y expresión física de afecto y crianza (Renee, 2006).

Otro de los puntos relevantes por mencionar son las influencias especificas
culturales, Forehand y Korchick (1996) describen el impacto cultural en los estilos
como la interacción de una herencia cultural personal y su entendimiento del
mundo mismo, los cuales influyen directamente en la expresión del
comportamiento (Renee, 2006).

Ya que dependiendo de los diferentes valores culturales de cada región es como


se van presentando las faltas o las asertividades en cuanto a la forma de crianza
de los niños y adolescentes, y es muy importante que los padres de estos cuenten
con los conocimientos y habilidades suficientes para poder ofrecer una mejor
crianza en sus hijos.
32

1.3 El adolescente y la familia.

La adolescencia es la etapa donde se presenta el proceso de crecimiento del


individuo, Aberastury & Knobel (1988) mencionan que es el periodo comprendido
entre los 13 y 21 años. Siendo este término el que se aplica específicamente al
periodo de la vida comprendida entre la pubertad y el desarrollo completo del
cuerpo.

Sin embargo para Caplan y Lebovici (1973) aproximadamente a los 10 años en la


niña y a los 12 en el varón, comienzan a manifestarse las transformaciones del
cuerpo propias de la pubertad y, en la mayoría de los casos constituyen la
principal característica de la entrada en la adolescencia, la motivación de los
demás cambios de esta edad.

Delval (1994), menciona que es conveniente diferenciar a la pubertad de la


adolescencia, ya que es en la pubertad donde se presentan modificaciones físicas
muy aparentes, siendo este un fenómeno físico, la vida del niño esta centrada en
la familia, y por otra parte la adolescencia depende mucho de los factores del
ambiente social, ya que en esta hay que hallar una identidad individual fuera de la
familia.

Para Ericsson (1950), el termino identidad se refiere a la confianza intensificada de


la realidad y continuidad internas que se preparan en el pasado y que
correspondan a la realidad y continuidad de significado que uno tiene para las
demás personas, y es precisamente durante el crecimiento rápido y durante los
cambios fisiológicos de la adolescencia, cuando la identidad desempeña un papel
muy importante en el desarrollo, ya que se refiere a la lucha por encontrarse a sí
mismo, y puede revestir una gran variedad de formas, como por ejemplo, la
búsqueda de una vocación o carrera, la elaboración del propio papel sexual,
logros especiales o la identificación con otros.
33

Por lo tanto la rebelión que el adolescente llega a mostrar, en contra de algún


grupo establecido puede llegar a ser una señal de la búsqueda de identidad
(Fitzgerald, Mckinney y Strommrren, 1982).

También se ha encontrado una gran influencia de los cambios hormonales sobre


el estado de ánimo, y el humor del adolescente, éste suele limitarse a la
adolescencia temprana, cuando las fluctuaciones en los niveles hormonales
parecen influir en forma más directa sobre la irritabilidad y agresión en los varones
y en los estados depresivos en las mujeres lo que sin duda afecta a las relaciones
que establecen con sus padres (Buchan, Maccoby, Dornbuch, Stemberg y Silk,
Citado por Arranz 2004).

Es importante señalar como sugiere Paikoff y Brooks (1991) que el impacto que
los cambios tanto biológicos como psicológicos, no se limitan a la configuración
corporal sino también al significado que cultural y socialmente se le otorgan a
dichos cambios. Ya que en cada grupo social, pese a que las características
biológicas entre hombres y mujeres son exactamente las mismas, el significado
psicológico que se le otorga puede variar enormemente. Debido a que se
desarrollan expectativas de comportamiento y lineamientos sobre la manera más
apropiada de comportarse y qué tipo de características deben reforzarse en cada
uno dependiendo del sexo biológico. (Andrade, Betancourt y Cañas 2008).

De acuerdo a que la adolescencia es un periodo crítico hay mucha relevancia e


impacto en cuanto a estos lineamientos ya que tienen influencia en la identidad
esto ocurre porque el adolescente se preocupa por cubrir los requisitos que su
“sexo” exige y en este proceso la información transmitida por las diversas
instituciones influye en su propia identidad. (Andrade, Betancourt y Cañas 2008).

Por otra parte Piaget menciona que en el periodo comprendido entre los 11 y 15
años se presenta una profunda evolución y experimentación dentro de las
estructuras intelectuales. Esta evolución se caracteriza por la aparición de la lógica
34

en las proposiciones, por el paso del nivel concreto al hipotético-deductivo en los


procesos de pensamiento.

El adolescente se vuelve capaz de razonar acerca de relaciones entre relaciones,


elevándose por encima del nivel concreto. Al comienzo de la adolescencia se
establece una red de operaciones combinatorias que son la culminación de la
evolución intelectual y que al dar coherencia interna al proceso de pensamiento,
serán el criterio de un razonamiento riguroso basado en suposiciones e hipótesis.
De este modo superponen un mundo construido por el proceso de pensamiento al
mundo que revelan sus sentidos (Caplan y Lebovici, 1973).

El pensamiento formal se aplica a todos los contextos y todo es objeto de la


organización lógica. De manera que alrededor de los 15 años la evolución
estructural del pensamiento está terminada. El individuo razona acerca de todo,
debido a que para el adolescente el razonar es una necesidad, razona acerca de
los temas más irreales y más alejados de su experiencia (Caplan y Lebovici,1973).

Es entonces en el periodo de las operaciones formales en donde se perciben las


presiones culturales, se presentan las necesidades de adquirir roles de adulto, la
maduración de estructuras cerebrales y las nuevas experiencias de aprendizaje y
de vida social. Es aquí en donde los adolescentes desean estimulación intelectual
y reaccionan de manera favorable a esta cuando la reciben.

Sin embargo no todos los adolescentes tienen la capacidad de pensar mediante


las operaciones formales en todo momento. En general, se puede suponer que ni
la edad cronológica, ni el paso del tiempo son determinantes para el desarrollo
cognoscitivo (Craig, citado por García, 2006).

De modo muy positivo, esta evolución incluye no solo un interés por la discusión
sino la fascinación por los problemas generales, por los temas artísticos,
científicos, políticos, filosóficos y sociales. La adquisición de la abstracción permite
35

indagar en los sistemas de representaciones colectivas que ofrece la cultura en la


que crece el sujeto (Caplan y Lebovici, 1973).

Da sustento al pensamiento, al pensamiento verbalizado, al debate apasionado, a


interminables discusiones a afirmaciones urgentes, para el adolescente es una
gran experiencia y un verdadero descubrimiento. Pero lo que el joven descubre
sobre todo, en esta exploración desordenada y deliberadamente caótica, es a él
mismo, en el proceso de pensar a su interioridad (Caplan y Lebovici, 1973).

Havighurts (1953) enumeró las siguientes tareas o metas sobresalientes de los


adolescentes.

1. Lograr el sentimiento de independencia con respecto a los padres.


2. Adquirir las aptitudes sociales que se requieren de todo adulto joven.
3. Lograr un sentimiento de sí mismo como de una persona que tiene
su propio valor.
4. Desarrollar las necesarias habilidades académicas y vocacionales
5. Adaptarse a un físico que está cambiando rápidamente y al
desarrollo sexual.
6. Asimilar un conjunto de normas y valores internalizados que le
puedan servir de guías (Fitzgerald, Mckinney y
Strommrren, 1982).

Otro de los aspectos de mayor relevancia es la relación que tiene el adolescente


con su familia, debido a que puede resultar un tanto complicada ante los cambios
que van presentando.

Dentro de las diferentes situaciones que se le presentan al adolescente algunas


de ellas llegan a ser difíciles, y esto a su vez pueden causar muchos tipos de
perturbaciones intrafamiliares (Lidz y Shapiro, 1969).
36

Estos conflictos incluso pueden llegarse a presentar en las familias en las que las
relaciones parento - filiales se habían caracterizado por la comunicación, el apoyo
y el afecto mutuo, ya que comienza a aparecer una mayor variedad de
interacciones que oscilarán entre el afecto y la hostilidad o el conflicto. (Holmbecl,
Hill, Paikoff y Brooks-Gunn, citado por Arranz, 2004).

En el campo de la psicología como en la literatura se ha contribuido a dibujar una


imagen dramática y negativa de esta etapa evolutiva en la que los problemas
emocionales, conductuales y los conflictos familiares ocupan un lugar preferente
autores como Hall, Freud o Erikson apoyaron claramente la idea de que una
adolescencia turbulenta y complicada era una característica normativa y deseable
en el desarrollo humano, pero durante las últimas décadas esta visión pesimista
fue puesta entredicho por diversos autores como Coleman, Eclces, Midgley,
Wigfield, Buchanan, Reuman, Flanagan, Macive, Streinberg y Levine (1997)
debido a que encontraron una menor incidencia de problemas emocionales y
conductuales durante la adolescencia, que lo mencionado por Hall o Freud,
también se ha acumulado una cantidad importante de datos empíricos que
también han cuestionado esa imagen tan optimista de la adolescencia como lo
planteó Arnett (1999).

Aunque por otro lado, no se puede mantener la imagen de dificultades


generalizadas, pero hay suficiente evidencia acerca de una importante incidencia
de problemas relacionados con tres áreas las cuales son: Los conflictos con los
padres, la intensidad emocional, y las conductas de riesgo (Laureen, Coys Collins,
Steinberg, Morris, Buchanan y Cols, 2004).

Esto es debido a los cambios en la adolescencia, ya que las relaciones familiares


experimentan algunos cambios importantes durante este periodo teniendo como
características conductuales, el aumento de los conflictos y discusiones entre
padres e hijos que en muchos casos rompen la armonía que en cierto momento
había reinado en el hogar, ya que se considera que los procesos tanto
37

intrapersonales como los interpersonales tienen lugar en el contexto socio-cultural,


que deben tenerse en cuenta si se pretende comprender los cambios o
transformaciones que se van dando en las relaciones entre los padres y el
adolescente (Bronfrenbrenner, Dishion y Hollenstein, citado por Arranz, 2004).

Lidz (1969) analiza detalladamente los conflictos que cabe esperar, se produzcan
en el grupo familiar cuando el adolescente se esfuerza por superar el estado de
dependencia de la niñez, como lo son el liberarse del control de los padres y
adquirir una identidad distinta y propia. Así como también el pasar por una fuente
de dificultades para el adolescente, por el hecho de que deba renunciar a la
seguridad que le ofrece su “nido” infantil en la familia, cuando aun no ha alcanzado
la seguridad que le proporcione una identidad adulta estable, siendo esta la que se
encuentra en una constante búsqueda (Lidz y Shapiro,1969).

Lamentablemente este impulso se halla en oposición a su deseo dominante de


libertad y autosuficiencia que a menudo lo induce a adoptar una actitud agresiva,
buscando defectos a sus padres y menospreciándolos, también dentro de estos
cambios hay una súbita inversión de los roles afectuosos y dependientes
sorprendiendo tanto a los padres como al adolescente (Lidz y Shapiro, 1969).

Lidz también expone la necesidad que siente el adolescente de que los padres
establezcan límites coherentes contra los cuales pueda luchar en sus esfuerzos
por romper sus ataduras. Si estos límites faltan, a menudo se siente olvidado y no
querido. Por mucho que este se revele contra los padres debe seguir viéndolos
como modelos básicamente valorizados. Ya que su eventual identidad es
considerablemente influida por su identificación con ellos de manera que su
autoestima adulta esta vinculada con el autoestima de los padres en el mundo de
la realidad aunque en la fantasía o en sus fases de rebelión los desvalorice (Lidz y
Shapiro, 1969).
38

Lidz (1969) menciona que en el caso de que el adolescente descubra a uno de


sus padres en una experiencia frecuentemente traumática tiende a darle poco
valor en el mundo real, y esto puede destruir al padre como modelo de
identificación adecuado, dejando desorientado al joven.

En cuanto a las investigaciones de Shapiro (1969) revelan los detalles del


proceso por el cual las percepciones y expectativas de los padres afectan a la
conducta y a la autoimagen del adolescente.

Uno de los aspectos trascendentales de la socialización del adolescente es justo


su entorno familiar y es aquí donde aprenden la asignación de papeles o roles que
diferencian a hombres y mujeres, estos roles se componen de conductas y
actividades específicas que son asignadas de manera tradicional a hombres o a
mujeres e incluso también se relacionan con la serie de características de
personalidad que desarrollen y que se hacen manifiestas en estos roles, ya que el
interés de los padres es que sus hijos e hijas adopten los comportamientos
pertinentes a su sexo como algunos autores lo mencionan (Lypton y Romney 1991
y Rocha, 2004) debido a que esto ejercerá una fuerte influencia en la construcción
de la identidad del adolescente.

La consistencia o estabilidad que una persona pueda presentar en términos del


papel o rol genérico que juega a través de su vida varía en función de que tanto
son reforzadas las expectativas y comportamiento normativos que se asocian a
cada rol (Andrade, Betancourt y Cañas, 2008).

Los estereotipos en términos generales corresponden a una serie de creencias


populares sobre las actividades, roles, rasgos, las características o atributos que
caracterizan y distinguen a los hombres de las mujeres, creencias que son
socialmente compartidas por lo cual parecen inamovibles. (Busts, Delgado,
Novoa y Fernández 1998 citado por Andrade, Betancourt y Cañas, 2008).
39

A través de diferentes sociedades y culturas la masculinidad ha estado


relacionada con la autonomía, el dominio, la orientación al logro, la resistencia, la
racionalidad, en tanto la feminidad es asociada a la sumisión, a la dependencia, a
la expresividad y a los afectos así como al cuidado de otros (Andrade, Betancourt
y Cañas, 2008).

En un estudio de Rocha, (2001) diseñado para medir género (roles ejecutados por
hombres y mujeres, rasgos, y creencias) en donde participaron 567 adolescentes
(52% mujeres y 48 % hombres) con edades entre 12 y 21 años con un nivel
socioeconómico medio y medio bajo todos de escuelas públicas, dos escuelas
secundarias y un bachillerato público de la Ciudad de México en cuanto a las
diferencias en el tipo de actividades se obtuvieron diferencias significativas en
cuanto al rol autoafirmativo, ya que los hombres reportaron salir con más
frecuencia de noche, a fiestas y con sus amigos.

En términos de las actitudes tradicionales que apoyan la pertenencia de roles


esteriotipados se detectó que los adolescentes varones están a favor de que las
mujeres permanezcan en el hogar o que el hombre pase la mayor parte del tiempo
fuera de casa. Haciendo evidente la manera en la que diferencialmente los y las
adolescentes viven dentro de su hogar, de acuerdo con los resultados, los varones
tienen una mayor permisividad, en tanto las mujeres aparentemente siguen siendo
mas cuidadas y protegidas, tanto en función del tipo de actividades que realizan,
como de los permisos y libertades que tienen (Andrade, Betancourt y Cañas,
2008).

Sin embargo algo cierto también es que las investigaciones a través de más de
cuarenta años de Díaz-Guerrero (2003), destacan las modificaciones paulatinas
que se han experimentado, si no en todos los ámbitos al menos en aquellos que
competen a esta visión. Aunado a ello, diversas investigaciones coinciden con el
hecho de que actualmente hay profundas transformaciones en términos de los
40

roles y actividades desempeñadas por los hombres y las mujeres (Andrade,


Betancourt y Cañas, 2008).

Es relevante mencionar que los y las adolescentes enfrentan en la actualidad la


posibilidad de replantear los supuestos tradicionales que han cobijado las
identidades masculinas y las identidades femeninas enfrentando las limitaciones y
los obstáculos que existen para un desempeño menos convencional o tradicional
de sus roles y sus características (Rocha, 2000 citado por Andrade, Betancourt y
Cañas, 2008).

Otro de los puntos que mencionan los estudios de Shapiron (1969) es que los
padres que sobreprotegen a sus hijos y los mantienen dependientes debido a sus
actitudes y valores de origen cultural afectan al comportamiento superficial de
éstos pero no necesariamente a la estructura de su personalidad, mientras que los
padres que se conducen de un modo semejante debido a su propio transtorno
idiosincrásico ejercen una influencia patogénica sobre sus hijos (Lidz y Shapiro,
1969).

Pero no obstante, es importante lo que Lidz (1969) observa, que pese a toda su
rebeldía activa el adolescente necesita a sus padres para poder tener una
identificación para la formación de su identidad adulta. (Lidz y Shapiro, 1969).

Anna Freud (citado en Lidz, 1969) nos dice que un adolescente puede mostrarse
incoherente e impredictible en su conducta y eso puede hacerlo sufrir, pero esto
no conduce a la necesidad de tratamiento, sino hay que darle tiempo y ocasión
para que resuelva sus dificultades. Menciona que hay pocas situaciones en la vida
más difíciles de afrontar que un hijo o hija adolescente en la época en que trata de
liberarse, pero lo que resulta afectado no es sólo la confianza en el hijo sino la
confianza en lo que le han ofrecido y transmitido.
41

Los padres tendrán que remitirse cada vez más a lo que le han inculcado en años
anteriores, a su hijo/a pues es en esta etapa en la que el joven deberá comenzar
a gobernar su propia vida, a probar lo que ha adquirido en los años más
protegidos y a descubrirse a sí mismo en cuanto a un individuo distinto (Lidz y
Shapiro, 1969).

En el estudio que realizó Lidz menciona que los padres pueden necesitar
orientación y ayuda, tanta o más que el adolescente, esto con el fin de poder
tolerar y afrontar las ansiedades y frustraciones suscitadas por la transición de
ésta etapa, a la edad adulta (Lidz y Shapiro, 1969).

Ya que es natural que se produzcan conflictos entre el adolescente y su familia


uno de los problemas esenciales tanto del joven como de sus padres se deben a
que éste tiene que afrontar las tareas criticas de superar su dependencia de éstos,
solo después de cumplidas estas tareas, podrá consolidar sus identificaciones y
modelos de papeles para integrarse como un adulto, y poder hallar una identidad
propia (Lidz y Shapiro, 1969).

En algunos casos, es en este periodo en el que la violencia y la rebeldía reflejan a


menudo el esfuerzo necesario para superar los lazos que unen al joven con los
padres, y no una indicación de la hostilidad de aquel hacia éstos, ya que el
adolescente tiene que convencerse y convencer a sus padres de que ya no los
necesita, y que tanto él como ellos son muy distintos de cómo eran cuando era
simplemente un niño (Lidz y Shapiro, 1969).

Las normas, valores y preocupaciones de los padres que son consideradas,


anticuadas, poco razonables y muy distintas de lo que manifiestan los mucho más
modernos e inteligentes padres de los amigos. Esto lleva así a una devaluación de
los propios padres fomentando aún más los conflictos familiares, ya que hay una
búsqueda de una mayor libertad de acción para sí mismo, en donde el joven
encuentra defectos en la conducta y en las personalidades de los padres,
42

especialmente en lo que toca a sus acciones y normas éticas, y por diversas


razones, tiende a magnificar esas deficiencias (Lidz y Shapiro, 1969).

Las cosas se pueden llegar a complicar todavía más cuando el adolescente se


siente culpable a raíz de su hostilidad hacia los padres, ya que teme las
represalias de estos y se puede llegar a sentir ansioso por su incapacidad de
obtener la independencia que busca; es entonces cuando la rebeldía deja lugar a
manifestaciones de afecto y a ensayos regresivos de renovar la dependencia (Lidz
y Shapiro, 1969).

Son estas oscilaciones de conductas y las actitudes las que dejan perplejos a los
padres. Llevando al adolescente a una confusión, ya que trata de superar las
ambivalencias, demostrando que no quiere lo que quiere y, es a través de este
afán de contradicción lo que les impide a los padres ofrecerle el apoyo que el
necesita y que quisiera poder aceptar (Lidz y Shapiro, 1969).

Es importante mencionar que no todas las dificultades del adolescente con sus
padres se deben a los problemas y la conducta de aquél; las tareas correlativas a
esta fase incumben también a los padres, incluyendo el permiso gradual y hasta el
estímulo de una mayor libertad de acción y de decisión, lo que implica tener una
mayor responsabilidad para el joven, por otro lado a los padres suele resultarles
difícil no solo renunciar a la autoridad, sino también reprimir sus ansiedades a raíz
de la capacidad del adolescente para cuidar de sí mismo, esta ansiedad lleva a la
cólera, y puede llegar a desahogarse violentamente contra su hijo. Los padres
desconfían de las nuevas normas que el joven ha tomado de la cultura
adolescente y aborrecen la imagen que él se crea modelándose de acuerdo con
un ideal que la mayoría de las veces se burla de los valores adultos.

Es conveniente mencionar también que las discrepancias acerca del grado de


libertad que se otorga al hijo pueden llegar a ocasionar problemas y dividir a la
pareja (Lidz y Shapiro, 1969).
43

Por otra parte, dentro de este periodo si no le es permitido al joven desempeñar un


rol instrumental en la familia puede crearse una fuente seria de discordia, ya que
dentro de la familia se realizan ensayos apropiados de los roles adultos, así como
el hecho de asumir un rol instrumental, siendo esto un aspecto importante del
proceso de convertirse en adulto. El ejercicio de liderazgo, y la toma de dediciones
por parte del adolescente pueden significar un directo desafió al padre,
específicamente a las ventajas que tienen estos (Lidz y Shapiro,1969).

Pero cuando esto es reprimido en el joven, éste podría buscar la destrucción del
sistema familiar, provocando conflictos que pueden centrarse en torno de
cuestiones de obediencia filial y de construcciones paternas, demostrando en
gran medida que no se le ha dado al joven una adecuada libertad para el ejercicio
de funciones instrumentales dentro de la familia (Lidz y Shapiro, 1969).

Uno de los aspectos que también afectan mucho al joven es el hecho de que los
padres no le fijen límites, ya que lucha contra esas limitaciones pero a veces
desea verse aliviado de la responsabilidad de decidir cuales son los riesgos que
debe correr, hasta donde puede llegar con su pandilla, hasta donde puede
aventurarse en el terreno sexual, es por esto que el joven y la joven pueden
interpretar la complacencia de los padres y su buena disposición a acceder a sus
deseos, como falta de interés por ellos ( Lidz y Shapiro,1969).

Los conflictos que se van originando son fundamentalmente por las discrepancias
entre las distintas necesidades u objetivos que se plantean padres y adolescentes,
comienzan a desaparecer tan pronto como el joven, se encuentre en la última fase
de la adolescencia, ya que comienza a darse cuenta de que la época de los
ensayos esta llegando a su fin y de que tiene que afrontar la tarea de hallar un
modo de vida propio (Eccles, Midgley, Wigfield, Buchanan, Reuman, Flanagan y
Cols citado por Arranz, 2004).
44

Su visión del mundo se hace menos egocéntrica y empieza a ver a sus padres
como individuos con vidas propias y otras funciones aparte de la paternidad. Es
entonces cuando el mundo se convierte para ellos en un enorme lugar que puede
llegar a ser muy solitario sin una familia (Lidz, R y Shapiro; L 1969).

Es significativo mencionar que el salir de la adolescencia y adquirir una identidad


propia y a pesar de su rebeldía contra la familia y de su necesidad de romper los
vínculos que lo unen a ella, el joven necesita una imagen positiva de los padres y
de su relación mutua. Necesita superar su imagen infantil de éstos que los pintaba
como grandes y perfectos, ya que sigue necesitando un padre con quien pueda
identificarse y que le servirá de modelo para su edad adulta y al otro padre en
cuanto una persona cuyo afecto y admiración vale la pena buscar (Lidz, R y
Shapiro; L 1969).
45

CAPÍTULO 2: VISIONES CONCEPTUALES DEL CONSUMO DE


DROGAS

En Investigaciones que se han hecho en los últimos años sobre el abuso de


drogas en México, se observa una evolución desigual afectando de forma
heterogénea a la población. La población afectada varía, las normas sociales, así
como los problemas que el abuso representa para el individuo, la familia y la
sociedad, es por esto la percepción social que se tiene frente al problema y las
alternativas de manejo (ENA, 2002).

El consumo de drogas se llega a manifestar en diferentes categorías que


corresponden a dos etapas de la vida humana la adolescente y la adulta, siendo
en la adolescencia en donde las recientes investigaciones reportan presentar un
mayor índice (Arranz, 2004).

Ya que es en la adolescencia en donde se presenta una especial vulnerabilidad


para asimilar los impactos proyectivos, de padres, hermanos, amigos y de la
sociedad, haciendo al individuo en esta etapa un receptor propicio para asumir los
aspectos más enfermos del medio en que actúa.

Esto es lo que se presenta en una sociedad que proyecta fallas en los así
llamados desmanes de la juventud, a las que se responsabiliza de uno de los
principales problemas como las adicciones a las drogas (Aberastury & Knobel
1988).

Bulacio (1988) menciona que uno de los daños que hoy en día ha incrementado
significativamente es justo la drogadicción entre los adolescentes, debido a la
necesaria exploración y búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias dándose
así por algunos cambios cognitivos que suelen llevar al adolescente a un
deficiente cálculo de los riesgos asociados a algunos comportamientos como lo
46

son, el consumo de drogas, deportes de riesgo, haciendo más probable su


implicación en ellos (Chambers, Taylor y Potenza, citado por Arranz, 2004).

2.1. Modelos y Enfoques Conceptuales

Para poder comprender con mayor claridad el uso de drogas es necesario conocer
algunos modelos teóricos que lo explican, esto es de utilidad en la construcción de
los programas preventivos. Para efectos del presente trabajo se explican cuatro de
ellos ya que son los que por sus fundamentos teóricos brindan una aproximación
más integral para conocer y entender el proceso adictivo en los jóvenes.

2.1.0 Modelo de Riesgo-Protección

El enfoque de riesgo-protección es introducido de la aplicación del método


epidemiológico a los fenómenos sociales, dicho enfoque se centra en la
enfermedad, en el síntoma y en aquellas características que se asocian con una
elevada probabilidad de daño bio-psico-social.

El enfoque de riesgo se centra en la enfermedad, en el síntoma y en aquellas


características que se asocian con una elevada probabilidad de daño biológico o
social.

A través de este modelo se ha mostrado la existencia de numerosos casos que se


desarrollan de forma normal a pesar de constelaciones de factores que, en otros
individuos determinaban patologías severas.

El uso tradicional de factores de riesgo ha sido esencialmente biomédico y se le


ha relacionado, en particular, con resultados adversos, mesurables en términos de
mortalidad.
47

Esta concepción restringida no resulta suficiente para interpretar aspectos del


desarrollo humano, ya que el riesgo también se genera en el contexto social y
afortunadamente la adversidad no siempre se traduce en mortalidad.

Una aportación significativa a la conceptualización de riesgo la brindó la


epidemiología social y la búsqueda de factores en el ámbito económico,
psicológico y familiar. Eso permitió reconocer la existencia de una trama compleja
de hechos psico-sociales, algunos de los cuales se asocian con daño social, y
otros sirven de amortiguadores del impacto de éste. Los factores protectores
pueden actuar como escudo para favorecer el desarrollo de seres humanos que
parecían sin esperanzas de superación por su alta exposición a factores de riesgo
(Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg, 1998).

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (1998) un factor de


riesgo es cualquier característica o cualidad de una persona o comunidad que se
sabe va unida a una elevada probabilidad de dañar la salud. Se ha observado que
las probabilidades de padecer daños pueden surgir de sujetos que concentran en
sí los factores de riesgo, constituyéndose en individuos de alto riesgo (Munist y
Cols, 1988).

Otro aspecto reside en las personas generadoras de riesgo; por ejemplo, aquellos
adolescentes y jóvenes que parecieran buscar o generar situaciones de riesgo a
través de comportamientos que aumentan reiteradamente.

También define a un factor protector como las condiciones o los entornos capaces
de favorecer el desarrollo de individuos o grupos y, en muchos casos de reducir
los efectos de circunstancias desfavorables (Munist y Cols, 1988).

Los factores protectores se distinguen entre externos e internos. Los externos se


refieren a condiciones del medio que actúan reduciendo la probabilidad de daños:
familia extendida, apoyo de un adulto significativo, o integración social y laboral.
48

Los internos se refieren a atributos de la propia persona: estima, seguridad y


confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse, y empatía entre otros (Munist y
Cols, 1988)

Al analizar la interacción entre factores de riesgo y factores protectores se puede


ampliar el concepto para entender el interjuego que se da con las variables
sociales y comunitarias. Uno de los esfuerzos valiosos en este sentido ha sido
realizado por el Dr. Federico Lösel en relación a los adolescentes con problemas
de consumo de drogas en el Cuadro 1.

CUADRO 1: Adolescentes y consumo de drogas


ÁMBITO FACTORES PROTECTORES FACTORES DE RIESGO
Conducta Fuerte capacidad de decisión Resistencia de la autoridad
Espiritualidad Fe creciente Involucrarse en sectas o cultos
Familia Lazos familiares fuertes Consumo de drogas en la familia
Escolaridad Éxito escolar Deserción escolar
Pares Rechazo al uso de drogas Amigos que usan drogas
Cultura Normas grupales positivas Normas artificiales
Economía Empleo estable de los padres Normas antisociales
Fuerte: Munis, M. Santos, H., Kotiarenco, A., Suárez, N. , Infante, F., Grodberg, E; 1998.
Referncia: Loseft, F. Bureaul International Catolique de I. Enfance, 1994

Los factores de riesgo de la pobreza como son, por ejemplo, la situación


habitacional precaria, la violencia intrafamiliar y la falta de alimentación adecuada,
al actuar conjunta y simultáneamente, pueden tener un resultado negativo en el
crecimiento y desarrollo integral de niños y adolescentes (Munist y Cols, 1988).

En los años ochenta un grupo de investigadores en pobreza visualizan que


independientemente de las situaciones en que nazcan y vivan algunas personas,
sus comportamientos distan mucho de mostrar carencias e incompetencias.
49

Y por el contrario, sus actitudes son más bien reactivas frente a las situaciones
adversas que logran no solo sobrepasar, sino hasta construir positivamente en
torno a ellas.

También desde los años ochenta, ha existido un interés mayor por tener
información de aquellas personas que desarrollan competencias a pesar de haber
sido criados en condiciones adversas, o en circunstancias que incrementan la
probabilidad de presentar patologías mentales o sociales. Es por esto que a este
modelo se le reincorpora un nuevo término, la resiliencia, que proviene del inglés
resilient (Munist y Cols, 1998).

De esta manera el término “resiliente” fue adoptado por las ciencias sociales,
como el adjetivo que reciben aquellas personas, que aún cuando nacieron y
vivieron en condiciones de alto riesgo se desarrollan psicológicamente sanos y
socialmente exitosos (Munist y Cols, 1998).

La resiliencia no debe considerarse como una capacidad estática, ya que puede


variar a través del tiempo y las circunstancias. Es el resultado de un equilibrio
frente a factores de riesgo, factores protectores, y la personalidad del ser humano.

Esto último permite elaborar, en sentido positivo, factores o circunstancias de la


vida que son desfavorables (Munist y Cols, 1998).

Debido al carácter de inmovilidad de los factores internos a la persona, la


intervención ubica su acción en los factores externos, ya que se piensa que a
partir de estos es posible actuar a través de intervenciones psico-sociales.

Independientemente de la adversidad presente en algunas situaciones, existen


mecanismos protectores que logran proteger a los seres humanos, creando en
ellos la posibilidad de ser tanto vulnerables a los efectos de la adversidad, como
50

resistirlos y construir positivamente, revirtiendo así su carácter de negatividad


(Munist y Cols, 1998).

Si bien los factores de riesgo están presentes en las situaciones de adversidad,


simultáneamente con éstos se presentan los mecanismos protectores que logran
crear en las personas la posibilidad de revertir, no la situación a la que se ven
enfrentadas, sino la percepción que tienen sobre ésta y, por tanto, de
sobrepasarla. Esto crea en las personas una percepción optimista sobre las
situaciones y, a la vez, la sensación de que es posible actuar sobre ellas.

Se entiende que las situaciones adversas son susceptibles de iniciarse en


cualquier etapa de la vida y frente a cualquier evento psico-social. Por esto es
determinante trabajar con los padres a la vez que con tantos actores sociales
como sea posible dentro de la comunidad (Munist y Cols, 1998).

2.1.1 Teoría de la Socialización primaria de Oetting y Cols.

Esta teoría ha sido propuesta por Oetting y colaboradores (Donnermeyer,


Delfenbacher, Trimble, Beauvais, 1998). Y su principal objetivo es tocar aquellos
puntos que las otras teorías dejan a un lado.

La teoría centra su interés en las conductas problema. Donde el consumo de


drogas es una de ellas. Su premisa fundamental es que aunque la base biológica
de la conducta humana es incuestionable, esencialmente todas las conductas
sociales humanas son aprendidas o tienen componentes principales que son
susceptibles al aprendizaje. Las conductas sociales desviadas, tales como el uso
de droga, el crimen y la violencia, están entre estas conductas sociales
aprendidas. La desviación no es simplemente una situación defectuosa o
incorrecta que ocurre cuando hay una ruptura en los vínculos y en las normas
sociales que favorecen la convivencia armónica de la sociedad (prosociales).
51

Tanto las normas prosociales como las desviadas se aprenden del proceso de
socialización primaria (Otting y Donnermeyer, 1998 citado por Amador y Cavero,
2004).

Para estos autores el proceso de socialización es, en el que se aprenden normas


y conductas sociales. Cada sociedad va a determinar cómo se lleva a cabo la
socialización, en nuestra sociedad son responsables de este proceso la familia, la
escuela y el grupo de pares. Es en la interacción entre el individuo y estas fuentes
de socialización primaria los que más influyen, las conductas normativas y
desviadas del individuo. Desde la infancia y hasta la madurez temprana, es el
periodo de mayor importancia para la socialización del individuo; sin embargo el
riesgo de aprender normas desviadas se da principalmente en la adolescencia
(Becoña, 2001 citado por Amador y Cavero, 2004).

La teoría de la socialización primaria se basa en el aprendizaje de normas


considerando a la familia el primer elemento de socialización para el niño, si en
ésta hay problemas, como conductas delictivas, consumo de drogas, conflictos,
agresiones, el niño aprenderá de ella y por tanto, se incrementa la probabilidad de
consumo posterior en el niño o adolescente.

Esta teoría también considera a la escuela como otro elemento de socialización


primaria, y así como hay familias disfuncionales también hay escuelas que lo son,
tienen problemas o reducen la habilidad de aprender o transmitir normas
prosociales (Amador y Cavero, 2004).

Por otra parte el grupo de pares es considerado como el tercer elemento de


socialización. Está teoría distingue varios tipos de pares: pares en general, grupo
de pares, grupo de pares de estilo de vida, cluster de iguales (Brembeck, 1975).

El grupo de pares comprende a un grupo de personas que tiene aproximadamente


la misma edad, sus intereses son inmediatos y temporarios a diferencia de la
52

familia que tiene objetivos de largo alcance. Y aunque no es una institución


establecida en el mismo sentido que la familia tiene costumbres y una
organización (Brembeck, 1975).

La formación de las normas sucede básicamente en el cluster de iguales y de


manera más indirecta en los otros grupos de pares.

Se define cluster de iguales como las díadas de los mejores amigos, pequeños
grupos de amigos cercanos. Dependiendo de los iguales con normas prosociales
o implicados en conductas desviadas, se va a incluir claramente en la conducta de
esa persona (Amador y Cavero, 2004).

La selección del grupo de pares puede ser debida a causas externas, aunque las
más importantes serían la similitud en actitudes, habilidades sociales, intereses y
aptitudes. Una vez en el grupo, la similitud entre ellos es lo característico (Amador
y Cavero, 2004).

La teoría propone que si los vínculos entre el niño y la familia, y la escuela son
fuertes, entonces los niños desarrollarán normas prosociales, si son débiles la
socialización estará dominada por el grupo de pares. Debido a que el papel de los
rasgos personales afirma que las características físicas, emocionales y sociales
del joven influencian el proceso de socialización (Amador y Cavero, 2004).

Como es sabido dentro de la etapa adolescente el grupo de pares es un factor


muy importante, debido a que tiene una gran influencia dentro de la conducta, ya
que surge el proceso natural de establecer autonomía e identidad propia, los
adolescentes comienzan a separarse de sus padres, y a unirse a jóvenes de la
misma edad, haciendo del grupo de pares el centro de atención del adolescente,
buscando en ellos la seguridad, apoyo, y aceptación (Faldean, 2001).
53

Es por esto que la formación de grupos de adolescentes es considerada como una


transición necesaria entre el núcleo familiar y la vida social; esta es una de las
funciones más importantes, ya que proporciona una fuente de información y
comparación acerca de lo que es el mundo fuera de la familia (Laespada, Iraurgi, y
Arostegi, 2004).

El grupo de pares es considerado como el medio social en donde se demuestra su


independencia y las necesidades no cubiertas en casa, y para satisfacer dichas
carencias se reúnen en grupos en los que se comparten actitudes valores, y
conductas similares para poder crear esa pertenencia, disminuyendo la orientación
centrada en la familia, dando comienzo a la asimilación de valores y juicios
morales del grupo de pares (Caplan, Lebovici, Comp, 1973; Borges, 1993 citado
por Amador, y Cavero, 2004).

Los adolescentes afirman que dependen más de sus amigos que de sus padres,
para satisfacer sus necesidades de compañía, autoafirmación e intimidad
(SantrocK, 2002, citado por Amador, y Cavero, 2004).

Por otra parte dentro de los factores que dan origen al grupo de pares en primer
término está la necesidad básica que todos sentimos de relacionarnos con otra
gente, el temor de estar solo y aislado de un contacto humano significativo, en
segundo lugar a medida que el individuo crece va dependiendo menos de los
adultos para el apoyo físico y psicológico para depender más de sus pares, siendo
estos los que le proporcionan seguridad, y lealtad, ya que se convierte en lo
supremo durante este periodo, y frecuentemente ejerce un control mayor que la
familia o cualquier otro grupo (Brembeck, 1975).

Finalmente hay factores sociales y culturales que dan origen al grupo de pares ya
que por todo el mundo los chicos se agrupan de alguna manera, juegan y corren
juntos, inventan diversas actividades y en general disfrutan recíprocamente con su
compañía, por otra parte algunas observaciones mencionan que los grupos de
54

pares son diferentes de acuerdo a la sociedad en la que se desarrollan


(Brembeck, 1975).

Debido a que las funciones de la familia moderna son cada vez más reducidas, las
han llevado a no incluir el entrenamiento en las habilidades sociales requeridas en
una sociedad que puede llegar a ser compleja, ya que muchas veces la vida en un
pequeño núcleo familiar no prepara apropiadamente al adolescente para vivir en
una sociedad amplia y burocrática. Es por esto que en nuestra cultura los grupos
de pares surgen como agentes intermedios entre la familia y una sociedad de
masas, los cuales ayudan al joven a dar el gran salto de la pequeña familia a la
gran sociedad mostrando al grupo de pares funciones reales de esta. (Faldean,
2001).

Dentro de las funciones del grupo de pares están:

 En primer lugar los grupos de pares proporcionan una vía para que los
niños se tornen independientes de la autoridad de la familia.

 En segundo lugar proporciona relaciones igualitarias no posibles en la


familia, ya que el grupo de pares tiene sin duda su propia jerarquía de
relaciones pero en el grupo de pares esta libre de las desigualdades de las
relaciones del hogar y libre para explorar con sus iguales.

 En tercer lugar, el grupo de pares da al individuo el conocimiento al que no


tiene acceso en la familia, a veces esto se refiere a tabúes, tales como el
sexo, que la familia puede evitar o por lo menos tratar de un modo formal e
insatisfactorio. En otros casos el conocimiento puede ser sobre los gustos
de los adolescentes tales como la forma de vestir, el baile, la música, el
comportamiento, etc. Trata de temas que sus padres probablemente no
conozcan.
55

 Y finalmente, el grupo de pares ayuda a convertir al individuo en una


persona más compleja.

Mediante los contactos que tienen con los pares, los horizontes del adolescente se
amplían y sus percepciones adquieren mayor alcance, y es entonces cuando
empieza a ver las cosas desde el punto de vista de la sociedad antes que de la
familia.

Es por esto importante mencionar que para el grupo de pares, sus normas y
valores se convierten en la vara por la cual se mide todo, e incluso los líderes del
grupo son los que marcan su compás, pero también están sujetos a la censura del
grupo, y deben mantener sus posiciones dentro de las reglas, debido a que
aprenden realmente a adaptarse, alejándose gradualmente de la influencia de los
padres hacia la de los pares, hasta que llega a la parte opuesta del círculo
respecto de sus padres (Brembeck, 1975).

Por lo general el grupo de pares es el que dirige muchas áreas de la vida del
adolescente como son: romances, mantener secretos, usar el teléfono a todas
horas, y la más importante en este caso el consumo de alcohol y otras drogas
ilegales (Faldean, 2001).

También constituyen la socialización del adolescente, la familia, la escuela y el


grupo de pares, y son consideradas instancias que influyen en su desarrollo y le
condicionan en la medida en que son el ámbito en el que se desarrolla su vida y
su entorno más próximo.

Tomando en cuenta a la escuela como un agente educativo y de socialización


prioritaria ya que ofrece un marco ventajoso donde hay posibilidades para que el
adolescente pueda satisfacer su curiosidad, y su necesidad de nuevas
experiencias, enseñándole a planificar su ocio y facilitándole el contacto con sus
iguales (Laespada, Iraurgi, y Arostegi, 2004).
56

En cuanto al nivel de aspiraciones educacionales del adolescente parece estar


relacionado positivamente con su afiliación a un grupo de pares, ya que si su
grupo de pares valora el adquirir más educación, esta idea se verá reforzada
(Brembeck, 1975).

Investigaciones sugieren la relación positiva que existe entre el grupo de pares al


que se pertenece y las aspiraciones educacionales. En un estudio que realizó
Robert Herriot en donde examinó a 1489 adolescentes de una escuela pública con
el fin de determinar los factores sociales que influyen sobre las aspiraciones
educacionales, observó que cuanto más elevado es el nivel de expectativa
percibida de las otras personas significativas, más elevado era el nivel de
aspiraciones educacionales del adolescente (Brembeck, 1975).

Ya que las amistades de alta calidad pueden influir en dos sentidos, si el amigo
asiste a la escuela y le agrada, podría haber buenas consecuencias, pero si el
amigo esta involucrado en conductas antisociales las consecuencias pueden ser
negativas (Urberg, Luo, Pilgrim, y Degirmencioglu, 2002).

También se ha observado que un bajo rendimiento escolar, un mayor absentismo,


una menor implicación y satisfacción en relación al medio, así como actitudes
negativas hacia los profesores y la vida académica, suelen encontrarse asociados
al consumo de drogas y otras conductas desviadas como la delincuencia (Marcos
y Bahr, 1995, citado por Laespada, Iraurgi, y Arostegi, 2004).

En un estudio de Villatoro y Cols (2003) en donde al analizar el consumo de


sustancias con la asistencia a la escuela, se encontró que los menores
porcentajes de consumo de tabaco, alcohol y drogas, pertenecieron a los
adolescentes que se dedican de tiempo completo a estudiar (Amador y Cavero
2004).
57

La presión que ejercen los pares puede darse también de una forma silenciosa y
subliminal, esto puede significar desde usar los jeans que están a la moda hasta
aceptar una cerveza o un trago en una fiesta. Es así como muchos adolescentes
actúan en contra de sus propios intereses y valores por el simple hecho de formar
parte del grupo, ya que la atracción de pertenecer al círculo de amigos mueve a
los jóvenes a comportarse, vestirse, hablar y pensar de la misma manera que los
demás lo hacen (Faldean, 2001).

Los teóricos del desarrollo señalan cuatro tipos de categorías de los pares (Rubin,
Bukowski y Parker, 1998; Wentzal y Asher, 1995; en Santrock, 2002):

 Niños populares: Los cuales son frecuentemente considerados como los


mejores amigos y rara vez les son antipáticos a sus pares, otorgan
razonamiento, escuchan con atención, son abiertos a la comunicación con
sus pares, se muestran felices, actúan de manera genuina, son
entusiastas, se preocupan por los demás y confían en sí mismos, sin llegar
a ser presumidos (Santrock, 2002 citado por Amador, y Cavero, 2004).

 Niños descuidados: Rara vez son considerados como los mejores amigos,
pero no le son antipáticos a sus pares.

 Niños rechazados: Rara vez son considerados el mejor amigo de alguien y


frecuentemente le son antipáticos a sus pares. A menudo presentan
problemas de ajuste más serios que los niños descuidados (Dishion y
Spracklen, 1996; Rubin y Cols, 2000; en Santrock, 2002), La agresividad,
impulsividad y conducta disruptiva, caracterizan a la mayoría de estos
niños, pero algunos de ellos son tímidos.

 Los niños controversiales: Con frecuencia son el mejor amigo de alguien, al


tiempo que sus pares los consideran antipáticos (Amador, y Cavero,
2004).
58

Dentro de la importancia que tiene la influencia del grupo de pares del adolescente
se encuentra el tema del consumo de drogas, tema del cual es relevante conocer
los factores de riesgo sociales, sus mecanismos, y el cómo operan en la
psicología de los adolescentes, con el fin de poder ayudar a estos, a manejar esta
problemática de manera adecuada.

Climent y Guerrero mencionan al grupo de amigos, como uno de los elementos


que más influye en el comportamiento a lo largo de la vida, por ser el puente que
sirve para atravesar por esta etapa, y el apoyo que se necesita debido a que están
inseguros de enfrentarse sin experiencia al mundo que los rodea, siendo éste el
que impone normas, valores, conductas y estilos de vida a través de la
comunicación directa, así como también por medio de presiones y de sanciones
tales como la burla, el rechazo y la marginación (Llano, Martínez, y Chavarria,
1998).

Debido a la gran capacidad de influencia del grupo, este puede representar un


gran apoyo, o un grave peligro dependiendo de sus características. El peligro de
adicción para quienes tienen amigos sanos, dedicados al estudio al deporte y a
actividades juveniles positivas es prácticamente inexistente, pero si algunos de
sus miembros es victima de las ideologías, de las malas costumbres o de las
adicciones sus compañeros corren el alto riesgo de seguir sus pasos la literatura
reporta numerosos estudios, en donde se menciona que los grupos de
adolescentes son el medio en el que con mayor frecuencia se propagan las
adicciones (Llano, Martínez, y Chavarria, 1998).

Existen ciertos mecanismos de los cuales se sirven los grupos de adictos para
atraer a nuevos compañeros como lo son:

1. Los sentimientos de inseguridad del joven y su deseo vehemente de sentirse


aprobado y acepado por el grupo, pueden inducirlo a acatar las presiones, porque
estas lo orillan hacia un estado de ánimo en el que se le hace imposible decir no.
59

2. También el grupo puede recurrir a la burla, al desafío, al desprecio o a la


intimidación para agudizar los sentimientos de inseguridad y doblegar la voluntad
del compañero.

Ya que es en la adolescencia en donde se generan un nuevo tipo de vínculo


afectivo, surgiendo la importancia de la amistad, la cual implica sentimientos muy
intensos e intimidad comunicada y compartida, la que a su vez refleja una serie de
valores como son la lealtad, la honestidad, la bondad, la comprensión, la
solidaridad e incluso el altruismo (Llano, Martínez, y Chavarria, 1998)

El amigo íntimo puede llegar a ser la persona más importante para el joven, el
confidente que comprende y guarda secretos que aconseja, orienta y consuela, y
que incluso esta dispuesto a sufrir por ayudar, con quien se quiere estar a todas
horas, compartir experiencias, disfrutar de las mismas diversiones y realizar las
mismas actividades. Por eso ejerce una influencia decisiva en la conducta que
puede ser benéfica o perjudicial, según sean las características del amigo íntimo
(Llano, Martínez, y Chavarria, 1998).

Dentro de los diferentes tipos de amigos en los adolescentes en algunas


ocasiones se encuentra, el amigo íntimo drogadicto. Estudios recientes han
corroborado que la adicción a las drogas es inducida por el amigo íntimo haciendo
de éste uno de los factores de riesgo más importantes, debido a que en él
interviene el deseo de identificarse, solidarizar, acompañar y de compartir
experiencias, por lo que su invitación a drogarse rara vez es rechazada (Llano,
Martínez, y Chavarria, 1998).

Respecto al paso de la socialización primaria al consumo de drogas, esta teoría


indica que esto se puede producir por dos vías:

1) La adicción a las drogas ocurre como un resultado de socialización y


60

2) Por la dependencia de un estilo de vida basado en el consumo de drogas.


En ello incluye el tipo de drogas, su accesibilidad y grado de aceptación.

Dentro de las características de la comunidad se considera todo el ambiente físico


y social en el que el individuo vive, es por esto que influye: el vecindario, la ciudad
y el área geográfica, el nivel de urbanización y especialmente, si vive en un área
rural o urbana, el tamaño de la población en la que vive, el tipo de ocupación, el
nivel de movilidad que existe en esa población, por edades, desde el nacimiento
hasta la vejez con una especial atención al número de adolescentes, las
oportunidades sociales que hay para participar en distintos grupos sociales, dado
que es a través de ellos como se organiza y gobierna la comunidad, y el nivel de
pobreza que existe en esa comunidad (Amador y Cavero, 2004).

Varias de estas características se asocian a una mayor o menor desviación y, al


mismo tiempo, a un mayor o menor consumo de drogas.

Los medios de comunicación constituyen una fuente de socialización, en algunos


casos las personas adquieren normas culturales, que se exponen a través de
periódicos, revistas, televisión, videos, libros, discos, etc. La teoría asume que en
ocasiones estos pueden ser una fuente directa de socialización primaria, como
ocurre con los niños, cuando ven caricaturas, películas infantiles o leen cuentos
que apoyen las ideas propias (Amador y Cavero, 2004).

Oetting et. al. (1998) analizan el peso de la cultura en relación con el consumo de
drogas. La cultura influencia directamente la socialización del individuo, la
socialización primaria.

La cultura también determina las fuentes de socialización y las normas que se van
a transmitir, y a su vez la socialización influencia la cultura, como ocurre en los
61

cambios de generación en generación. La cultura también determina las normas


para el consumo de las distintas drogas (Amador y Cavero, 2004).

Cuando aparecen las subculturas, donde tienen normas específicas o distintas de


la cultura oficial o predominante surge un problema con el abuso de drogas y
constituye un elemento característico de nuestro actual sistema social (Amador y
Cavero, 2004).

Llano, Martínez, y Chavarria, (1998) mencionan la imposibilidad de criar a los hijos


aislados de la sociedad, es importante llevar a cabo una de las tareas más
esenciales es justo prepararlos para vivir socialmente, impulsándolos a desarrollar
un espíritu crítico, fortaleciendo su personalidad, inculcándoles valores y
ayudándolos a enriquecer su interior con el objetivo de que no solamente sean
capaces de resistir a las presiones negativas del medio, sino de influir
positivamente en sus compañeros y en su ambiente

2.1.2 Modelo de Catalano y Hawkins, y Cols

Es un modelo que se desprende de la teoría general de la conducta humana cuyo


objetivo es explicar la conducta antisocial a través de la especificación de
relaciones predicativas del desarrollo, dando gran relevancia a los factores de
riesgo y protección (Catalano y Hawkins, 1996 citado por Amador y Cavero 2004).

Su modelo integra aportaciones de otras teorías previas (Cuadro 2) que han tenido
apoyo empírico, como son la teoría del control, la teoría del aprendizaje social, y la
teoría de la asociación diferencial, obteniendo con ello las dos premisas que
fundamentan sus bases teóricas:

1) Los seres humanos son buscadores de satisfacción y la conducta humana


depende del interés percibido por la persona, por sus actos.
62

2) Existe un consenso normativo en la sociedad o lo que es lo mismo “reglas


del juego” (Becoña, 2001 citado por Amador y Cavero 2004).

Cuadro 2. Aportaciones teóricas al modelo de desarrollo social

TEORÍA ELEMENTOS QUE APORTA AL


MODELO
Identifica los elementos causales de la
Teoría del control conducta antisocial y de la conducta de
ajuste (conformarse)
Identifica los procesos por los que los
patrones de ajuste (conformarse) y la
Teoría de Aprendizaje Social conducta antisocial son extinguidos o
mantenidos.
Identifica los caminos causales
Teoría de la asociación diferencial paralelos pero separados para los
procesos prosociales y antisociales

El modelo del desarrollo social hipotetiza que son similares los procesos de
desarrollo que llevan tanto a la conducta prosocial como a la antisocial (Catalano y
Hawkins, 1996; Weiss, 1985). Asume que la persona pasa por varias fases a lo
largo del curso de su vida.

El objetivo del modelo es explicar y predecir el comienzo, escalada,


mantenimiento, desescalada y abandono o desistir de aquellas conductas que son
de gran preocupación para la sociedad, como la delincuencia y el uso de drogas
ilegales (Catalano y Hawkins, 1996 citado por Amador y Cavero 2004).
63

Les denomina conducta antisocial por que son vistas fuera del consenso
normativo, fuera de lo que es una conducta social aceptable, o la violación de los
códigos legales, incluyendo aquellos relativos a la edad. Involucra tanto las
ofensas violentas como las no violentas, así como el uso ilegal de drogas. La
ventaja de este modelo es que predice tanto la conducta prosocial como la
antisocial, especificando estos procesos, en la infancia y en la adolescencia así
como el mantenimiento o abandono en la adultez.

Da gran relevancia a los factores de riesgo en el desarrollo de la conducta


antisocial, asumiendo que la misma es el resultado de múltiples factores
biológicos, psicológicos, y sociales en diferentes dominios sociales, como son
dentro del individuo, en la familia, escuela, grupo de iguales y comunidad. El
abuso de drogas se enmarca en la conducta antisocial (Amador y Cavero, 2004).

La importancia para este modelo de los factores de riesgo radica en que


numerosas investigaciones señalan que un amplio grupo de ellos incrementan la
probabilidad de consumo de drogas, de la misma forma que hay importantes
factores de protección que funcionan de modo semejante.

De esta manera, el modelo incorpora tres elementos básicos:

1. La conducta delincuente y el uso de drogas


2. Una perspectiva de desarrollo con submodelos específicos para las
distintas edades (preescolar, escuela elemental (primaria), escuela media y
preparatoria) y
3. Los factores de riesgo y protección para la delincuencia y el uso de drogas.

Dentro de las consecuencias de estos elementos, el modelo del desarrollo social


parte de que el niño aprende patrones de conducta social o antisocial, de los
agentes de socialización, como son la familia, la escuela, su grupo religioso, otras
instituciones comunitarias, y su grupo de iguales (Amador y Cavero, 2004).
64

De acuerdo con este modelo, los niños socializan a través de un proceso que
implica cuatro constructos:

a) Oportunidades percibidas para implicarse en actividades e interacciones


con otros (si el individuo no ve oportunidades para usar drogas la interacción e
implicación no es posible).
b) Grado de implicación e interacción (la percepción del costo personal en
términos de sanciones legales).
c) Las habilidades para participar en estas implicaciones e interacciones y
d) El reforzamiento que ellos perciben como próximo desde la ejecución en las
actividades e interacciones (el refuerzo percibido de la conducta antisocial).

De este modo cuando el proceso de socialización es consistente, un vínculo social


se desarrolla entre el individuo y entre el agente de socialización, obteniendo de
acuerdo a lo estrecho de este vínculo un poder reforzante y contenedor de la
conducta futura, inhibiendo de esta forma las conductas desviadas a través de la
internalización de las normas y valores de la unidad socializante (Amador y
Cavero, 2004).

La conducta antisocial resulta cuando:

1) La socialización prosocial se rompe


2) Ante la presencia de vínculos prosociales que muestran una ganancia para
la acción ilícita o
3) Un niño está vinculado a una unidad de socialización inmediata (familia,
escuela, comunidad o pares) que tiene creencia o valores antisociales que lo
llevan a creer consistentemente en las normas y valores de estos grupos
(Catalana y Hawkins, 1996 citado por Amador y Cavero, 2004).

Como un resultado de lo anterior, el modelo de desarrollo social hipotetiza tres


predictores directos de la conducta antisocial, los esfuerzos percibidos para la
65

interacción e implicación de conductas seleccionadas antisociales, el apego y


compromiso con líneas de acción y otras personas con conductas antisociales y
las creencias en los valores antisociales.

Finalmente, cabe precisar que no asume que la conducta sea estática, y que se
deba a rasgos genotípicos o de personalidad, dado que la estabilidad conductual
no es tal a lo largo del tiempo, siendo posible que eventos vitales específicos, y el
ajuste a contextos sociales cambiantes durante la adolescencia y la adultez
puedan modificar el curso de la conducta antisocial a lo largo del tiempo. Por ello
hipotetiza que los tipos de eventos y contextos sociales puedan llevar a la
continuidad o al cambio conductual desde periodos de desarrollo previos. (Amador
y Cavero, 2004)

2.1.3 Generalidades del Consumo de Drogas

En los últimos tiempos el uso de drogas por los jóvenes se ha convertido en un


problema capital en la mayoría de los países industrializados, el fenómeno
comenzó en los E.U. en los años sesenta y pronto se expandió a los demás
países occidentales, aumentando considerablemente el consumo de drogas por
los jóvenes (Dolto, 2004).

La población en general tiene fácil acceso a muchas de las drogas mencionadas


en investigaciones, como la nicotina, alcohol, mariguana, cocaína, anfetaminas,
metanfetaminas, inhalables, opiáceos, y de más drogas que van siendo diseñadas
a lo largo del tiempo. Siendo la legalidad o ilegalidad de ciertas drogas un punto
de importancia, ya que esto llega a tener profundas repercusiones sobre las
estrategias de control y salud pública (Borges 1996).

Debido a la disponibilidad que tienen actualmente las drogas se ve a ésto como un


determinante principal del número de personas que pueden llegar a experimentar
con ellas, y muy posiblemente continúan su uso de una manera regular o
66

compulsiva, la OMS (Organización Mundial de la Salud) menciona que droga es


toda sustancia química que introducida voluntariamente en el organismo de un
sujeto, posee la propiedad de modificar las condiciones físicas y/o químicas de
éste (De la Garza, y Vega, 1983).

La psiquiatría ha tomado como parte importante e indispensable para su


diagnóstico al DSM-IV (2002), ya que describe algunos síntomas y criterios que
ayudan a dar un diagnóstico más acertado en los pacientes consumidores de
drogas, y otro tipo de trastornos.

El uso, abuso y la dependencia a las drogas también trae diferentes problemáticas


a los individuos, el uso hace referencia a la utilización de fármacos con fines
terapéuticos siendo su consumo el deseado (De la Garza, y Vega, 1983).

Sin embargo la OMS considera también el término de uso dañino, el cual incluye,
un patrón de uso de sustancias psicoactivas que causa daño a la salud física o
mental (Rosovsky y Cols, 1999).

Para el DSM-IV el abuso consiste en un patrón desadaptativo de consumo de


sustancias manifestado por consecuencias adversas significativas y recurrentes
relacionadas con el consumo repetido de sustancias.

Para que pueda aplicarse un criterio de abuso, el problema relacionado con la


sustancia debe haberse producido repetidamente durante un periodo continuado
de 12 meses o bien debe ser persistente, el problema conlleva un deterioro o
malestar clínicamente significativo expresado por:

 Consumo recurrente de sustancias que da lugar al incumplimiento de


obligaciones en el trabajo, en la escuela o en la casa.
67

 Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es


físicamente peligroso.

 Problemas legales repetidos, relacionados con la sustancia como arrestos


por comportamiento escandaloso, debido a la sustancia.

 Consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales


contínuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o
exacerbados por los efectos de las sustancia.

Después del abuso viene la dependencia el cual consiste en un patrón


desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o
malestar significativo en un grupo de síntomas cognoscitivos, de
comportamiento y fisiológicos que indican que el individuo continúa
consumiendo la sustancia a pesar de la aparición de problemas significativos
relacionados con ella.

Los síntomas de la dependencia son similares para todas las categorías de


sustancias, pero con alguna de ellas, los síntomas son menos patentes e
incluso pueden no aparecer como es en el caso de los alucinógenos.

Se habla de dos tipos de dependencia:

 Dependencia Psíquica: Se presenta cuando la necesidad de la droga


produce una sensación de satisfacción, y un impulso psíquico exige la
administración periódica o contínua de esa droga, con el fin de obtener
placer o de evitar un malestar. (De la Garza, y Vega, 1983).

 Dependencia Física: Es un estado de adaptación que se manifiesta en


intensos trastornos físicos cuando se suspende la administración de una
droga (De la Garza, y Vega, 1983).
68

Dentro de la dependencia de sustancias se desarrolla la tolerancia y el síndrome


de abstinencia y que el DSM-IV aparte de definir considera que aparecen en
cualquier momento dentro de un mismo periodo de 12 meses:

 Considerada como la necesidad de cantidades marcadamente crecientes


de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado, debido a
que el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente
con su consumo continuado.

 El Síndrome de Abstinencia: Consiste en la presencia de un cambio


desadaptativo de comportamiento, con concomitantes fisiológicos y
cognoscitivos, debido al cese o la reducción del uso prolongado de grandes
cantidades de sustancias. Muchos quizá todos los sujetos con abstinencia
por sustancias presentan una necesidad irresistible de volver a tomar la
sustancia para reducir los síntomas.

Los signos, y síntomas de la abstinencia verían de acuerdo con la sustancia


empleada, los síntomas por abstinencia se presentan cuando las dosis se reducen
o dejan de tomarse, mientras que los signos y síntomas de la intoxicación mejoran
(de forma gradual en algunos casos) cuando se interrumpe el consumo de la
sustancia.
69

La clasificación de las drogas más usadas se dividen en:

Nombre de la Nombres
Droga Populares Descripción
Alcohol Puede ser Cerveza El alcoholismo es una enfermedad crónica,
Bebidas caracterizada por una conducta anormal de
Preparadas búsqueda de alcohol y que siempre lleva a la
con brandy, perdida de control en la forma de beber. Tiene
ron severos efectos en la salud, así como a nivel
tequila, familiar y social.
whisky, Vodka, etc.
Tabaco Nicotina, Es un alcaloide natural que esta contenido en los
cigarros y otros productos de tabaco tales como
puros, chicles o tabaco en polvo para pipa.
Contiene una gran cantidad de gases que
causan infecciones y enfermedades
respiratorias, cáncer u otros padecimiento. El
tabaquismo afecta a la mayor parte de los
sistemas del cuerpo.
Mariguana o Pasto, yerba, Es una planta ampliamente difundida en las
Cannabis Sativa mota, toque, zonas tropicales y templadas, es una mezcla de
sin semilla, hojas y flores, el hashis es la resina de la planta
Acapulco golden y tiene efectos más fuertes.
Cocaína Y Crack Baseball, doña blanca, Esta planta crece en las regiones húmedas de
(Erythxylon coca) blancanieves, los Andes que incluyen a Perú, Ecuador, y
champaña, Bolivia. El arbusto crece lentamente hasta
speedball adquirir una altura que va de los 2mts a los
(heroína y cocaína), 2.5mts. Las hojas se meceran hasta formar una
azúcar. pasta que al refinarse da como resultado un
polvo blanco y cristalino.
El Crack se obtiene a partir de la cocaína,
utilizando solventes volátiles que hacen que la
droga se pueda fumar; de esta manera se
obtienen efectos mas intensos, ya que es la
forma mas directa en que la sustancia llega al
cerebro.
Inhalables Chemo, cemento, Son sustancias químicas toxicas, volátiles,
mona,activo, pvc, utilizadas a través de inhalación por la nariz o
goma, thinner aspiración por la boca, con el fin de producir
gasolina. depresión del sistema nervioso central.
Anfetaminas Anfetas Pertenecen a un grupo de drogas que estimulan
Y Corazones el sistema nervioso central y se utilizan
Metanfetaminas Elevadores indiscriminadamente para adelgazar, reducir el
Hielo cansancio y aumentar el rendimiento físico. La
Tacha mayoría de estas sustancias se produce en
Éxtasis laboratorios clandestinos y sus efectos pueden
ser impredecibles.
70

Tranquilizantes Pastas, roche, pastillas La mayoría pertenecen al grupo de las


e Hipnóticos y rufis benzodiacepinas se prescriben para
combatir el estrés, ansiedad, para el
insomnio, en la epilepsia, en la abstinencia al
alcohol y otras drogas adictivas.
Heroína Reina Se deriva de la planta del opio y se clasifican
Nieve como opiáceos, la palabra opio proviene del
Poderosa griego opo que significa jugo. Al hacer incisiones
Jinete en la capsula de la planta, se obtiene un
Del Apocalipsis exudado resinoso de color café oscuro y olor
Azúcar-Morena semejante al amoniaco, que al secarse forma lo
Dama blanca que se conoce como polvo de opio. Al ser
Nieve tratados a través de procesos químicos se
H (hache) obtienen derivados como morfina, codeína,
metadona, y meperidina entre otros. La heroína
es un analgésico muy potente tiene la apariencia
de gránulos blancos, cafés o roceos y su sabor
es amargo. Se utiliza por vía intravenosa,
aspiración nasal y fumada.
Alucinógenos Acido lisérgico, LSD, Son sustancias que pueden generar depresión o
cubo de azúcar, estimulación del sistema nervioso central.
ácidos, cielo azul, rayo Pueden producir cambios significativos en el
blanco, Mezcalina y estado de consciencia; reingieren por vía oral (es
peyote cactus, mezcal, la forma más común de uso), inyectada o
botones Hongos fumada. Son sustancias que en cantidades
mágicos o pequeñas pueden producir efectos muy fuertes.
alucinógenos, PCP o
polvo de ángel
(anestésico), éxtasis
(MDMA:
metilenedioximetanfeta
mina)
Alcántara, H., Reyes, M., & Cruz, S. (1999)

De la Garza, y Vega (1983) mencionan que debido a que los adolescentes son la
población considerada de más alto riesgo en el inicio del abuso de drogas, de
acuerdo al periodo crítico de evolución en el que viven, la curiosidad se presenta
como una actitud normal en la vida, ya que las drogas son parte de la realidad y
objeto de esa curiosidad.
71

2.1.4 Teoría Psicoanalítica

Como es sabido varios autores opinan que la adolescencia es la etapa más


susceptible para desarrollar una drogadicción debido a que constituye por
definición una interrupción del crecimiento imperturbado y se asemeja a la
exteriorización de trastornos emocionales y desequilibrios estructurales, sin
embargo existe una gran controversia con respecto a si el uso de drogas en esta
etapa es parte de la búsqueda de nuevas experiencias o si contrariamente es una
manifestación patológica que encuentra un momento propicio para su inicio y
desarrollo (Quijano, 2001).

La literatura sobre la psicodinamia del consumo de sustancias tiene el fin de


explicar los orígenes de la relación de un sujeto con la droga, esto ha generado
investigaciones en el campo psicoanalítico. Los primeros escritos con respecto a
las adicciones plantean los aspectos placenteros del uso de las drogas para
explicar la naturaleza compulsiva del consumo, enfocándose en la gratificación
que se obtiene con el consumo de sustancias (Khantzian, 1978 citado por Quijano,
2001).

Es relevante mencionar el significado de la palabra adicto que a lo largo de la


presente investigación se ha venido utilizando, Kalina (1987) plantea que es
proveniente del latín y significa esclavo, la adicción es utilizada como sinónimo de
sumisión, de acuerdo a que en el adicto la mayoría de las veces existe un modelo
de fracaso y consecuentemente un proyecto de muerte, y existe la posibilidad de
tener antecedentes sociofamiliares, que se observan en la incapacidad que tienen
los adictos para enfrentar las dificultades de la existencia, incrementando la
vulnerabilidad de los individuos, haciéndolos más indefensos frente a la propuesta
de la droga como un instrumento válido para enfrentar las dificultades del vivir
cotidiano (Quijano, 2001).
72

Debido a la conmoción emocional y las amplias fluctuaciones de la conducta que


aparecen con frecuencia, en el adolescente ha sido señalado como causa de los
desequilibrios que ocurren en el mundo interno como son las formas de sentir y
percibir el mundo y que dan lugar a conductas psicopáticas, fantasías estados de
ansiedad que se presentan de manera transitoria en la búsqueda de individuación
y autonomía que a su vez permiten la emergencia de conductas adictivas. Es por
ello que en algunas ocasiones se considera que la experiencia con drogas es
parte del desarrollo normal (Newcomb, Maddahian y Bentler, 1986 citado por
Quijano, 2001).

En la Obra de Freud no existe un estudio dedicado enteramente a la toxicomanía,


en la cual la problemática del toxicómano sea tratada en profundidad. Pero a lo
largo de sus escritos encontramos referencias y observaciones que resultan útiles
para encarar la problemática toxicomaniaca desde el psicoanálisis (Vera, 1988).

Desde la perspectiva del psicoanálisis el toxicómano es considerado como el que


hace a la droga, debido al lugar que le asigna a la psique y al tipo de vínculo que
establece con el objeto. Ya que para el sujeto que consume drogas, el objeto de
placer se convierte en objeto de necesidad, y más aun es la condición necesaria
de su placer, ocupando el objeto de placer un lugar entre los objetos de
necesidad, llevando al toxicómano a considerar a la droga la causa de su
bienestar.

La droga también es considerada como un excelente anestésico del dolor


psíquico, permitiendo al consumidor evocar durante la fase toxica aguda un
recuerdo doloroso o penoso sin ansiedad, al grado de vivir la solución y el
desenlace final de una manera placentera y hedónica (Bellomo, 1992 citado por
Quijano, 2001).

Vera (1988) explica que el toxicómano pretende hallar el objeto de satisfacción y


toma a la droga como objeto de necesidad que no puede faltarle en el plano vital,
73

al faltarle, lo que hace es expresarle la negación de la pérdida remitiéndolo a una


negación precoz y fundamental, la negación de la carencia de objeto.

Explicando a su vez que es el toxicómano el que hace a la droga, considerando a


ésta únicamente como objeto, en el sentido psicoanalítico del término, significando
a la sustancia convirtiéndola entonces en un objeto, y no es menor cierto que el
toxicómano al drogarse, es alguien que plantea un acto.

Dentro de lo que la dimensión de acto introduce y encarna para el toxicómano no


es otra cosa, que la pulsión de muerte, entendiéndose por pulsión a las
excitaciones internas, inherentes a lo orgánicamente vivo, es decir impulsos que
por naturaleza quieren reproducir algo anterior, como es la meta de toda vida, la
muerte (Freud, 1920).

En tanto que para el toxicómano, la satisfacción no depende del objeto droga, sino
del acto de drogarse, ya que la satisfacción está en el goce con la muerte en el
acto que se lleva a cabo (Vera, 1988).

Haciendo del vínculo con la droga, la satisfacción para el sujeto ya que reside en
el objeto, o más exactamente con el registro de la necesidad que es lo que hace la
satisfacción al acto, basándose en el acto mismo, de su repetición, es decir busca
la repetición del placer (Vera, 1988).

Ya que lo que hace la compulsión de repetición es revivenciar provocando no


menos que displacer al yo, puesto que saca a la luz operaciones de pulsiones
reprimidas (Freud 1920).

En cuanto a la clínica, muestra que el vínculo del toxicómano con la droga aparece
bajo el doble signo de la necesidad y la exclusividad. La necesidad porque al
toxicómano ese objeto se le vuelve necesario al punto de no poder faltarle en un
plano vital y la exclusividad en el sentido de que la droga para el toxicómano al no
74

superarse nunca hacia otra cosa, invalida de entrada toda posibilidad de


constituirse para los demás objetos, en tanto objetos de placer (Vera, 1988).

Así, si tratamos de precisar lo que significa el objeto droga para un sujeto a partir
del momento en que este sujeto está atrapado en este vínculo, podría formularse
diciendo que la droga se convierte para él, en objeto exclusivo de su placer
necesario.

El vínculo entre el toxicómano y la droga, pone en juego dos ejes principales de


ésta problemática: el referido a la exclusividad del objeto en tanto significante
consagrado a marcar radicalmente la relación del toxicómano con la droga, y por
otra parte el referido al destino del placer (Vera, 1988).

Tratándose dentro del destino del placer de las pulsiones destinadas a conducir a
la satisfacción, pulsiones parciales entendidas como sadismos hacia el yo propio,
destinadas a asegurar el camino hacia la muerte (Freud, 1920).

Placer en tanto funda la relación del toxicómano con el objeto, y que a su vez está
sometido a la lógica de la exclusividad, viéndose atrapado en las redes de la
necesidad.

Debido a la relación de exclusividad del toxicómano con la droga, es indisociable


su intento de rechazo, excluyendo a todo posible compañero de placer, aspirando
así además de un ideal narcisista de placer, a un ideal narcisista de autonomía en
el goce, llevando esto a determinar cuándo y cómo el sujeto consume la droga
(Vera, 1988).

Encontrando en la autonomía narcisista un apoyo en la práctica del toxicomaníaco


a través de la droga, debido a que el acto le da al toxicómano la posibilidad de
verse en el origen de lo que Freud llama un goce inmediato (Vera, 1988).
75

Es importante mencionar que no todos los que consumen drogas se vuelven por
ello toxicómanos. Para dar cuenta de la entrada de un sujeto en la toxicomanía,
hay que tener en cuenta otros datos, se cree que esa entrada es el resultado de
un encuentro, el encuentro con una problemática, la negación de la falta del
objeto, con la contingencia de ese real químico que es la droga, resultado de ese
encuentro es lo que el toxicómano llama “flash”.

Esta experiencia del flash, es puntual dentro de la problemática del toxicómano ya


que aparece como el significante que se convierte en un medio y fin, que quisiera
significarse a si mismo, es decir que quiere decirnos algo (Vera, 1988).

Implicando así a la experiencia de la droga con lo innombrable que horroriza y que


deja a la realidad en un estado de sufrimiento que irrumpe entre la percepción y la
conciencia como trauma, ya que para el toxicómano el encuentro con situaciones
traumáticas provoca la repetición del flash el cual tiene como objetivo volver
accesible lo real (Vera, 1988).

Ciertos psicoanalistas sostienen la hipótesis, en donde según ellos, el recurso a la


droga sería comparable con el recurso que tiene el niño pequeño al intentar
satisfacer por vía alucinatoria la imperiosa exigencia de las necesidades inferiores,
ya que estos sujetos se encuentran en algunos momentos en estados de extremo
infortunio físico y psíquico, para quienes por eso mismo todo comportamiento
aparece regido por el principio del placer (Vera, 1988).

Es entonces en este orden de ideas donde la droga sería para el toxicómano, el


instrumento, que le permitiría escapar a las coacciones del principio de realidad y
resolver a través de la ilusión química la prueba de frustración vivida como
insoportable para él.

Freud (1920) dentro de su obra Más allá del principio del placer explica a éste y al
principio de realidad, el primero se deriva del principio de constancia es decir a la
76

tendencia a mantener constante la excitación intracerebral, este parece estar


directamente al servicio de las pulsiones de muerte y al principio de realidad como
el que exige y consigue posponer la satisfacción, no obstante renunciando a
diversas posibilidades de lograrlo tolerando, provisionalmente el displacer, en el
largo rodeo hacia el placer, haciendo al principio de realidad responsable de una
pequeña parte de las experiencias de displacer que en este caso provoca la falta
del objeto droga.

Dentro de la problemática del toxicómano se distinguen dos momentos.


1) El encuentro con la droga
2) El desencadenamiento de la toxicomanía propiamente dicha.

El encuentro con la droga sorprende y fascina al sujeto por que colma esa espera
de un objeto que el sujeto ignora conscientemente. En ese primer tiempo de la
problemática del toxicómano se constatan dos cosas: por una parte el consumo de
droga aparece acompañado por un intenso sentimiento de placer, y por otra parte
la ausencia de comportamientos compulsivos de drogarse en donde todavía no se
ha creado el hábito del producto (Vera, 1988).

En el segundo momento la situación cambia, y la droga que al principio era una


fuente de placer, por la encarnación misma del objeto desconocido y
ardientemente esperado se convierta en la inauguración del ciclo toxicomaniaco,
debido a que es el momento en que irrumpe el hábito físico al producto y la
compulsión repetitiva a drogarse, haciendo esencial el momento en que la
repetición ocupa el lugar de placer (Vera, 1988).

Entonces el encuentro con la droga es producido bajo el signo del placer


caracterizando a la toxicomanía por la desaparición del placer ante la repetición,
obedeciendo a la compulsión a la repetición, es aquí cuando se acaba el placer y
se vuelve dependencia. Apareciendo en el momento toxicomaniaco en el nivel
77

inconsciente como placer, reapareciendo en el sistema consciente como displacer


o como ausencia de placer.

Por otro lado Vera (1998) menciona la relación dependencia/independencia que se


ve aparecer en todos los adolescentes, considerando a esta dualidad de los
elementos lo que se pone en juego, en cuanto a la independencia que puede
lograr la droga en el sujeto al apartarlo justo de las dificultades de su medio, lo
lleva a formar una dependencia a la sustancia.

Se pude decir que esta situación es paradójica, debido a que la toxicomanía


obedece a la compulsión a la repetición, acabándose el placer en el momento en
el que se crea dependencia al objeto que una vez lo aparto y lo hizo sentir
independiente de los demás.

Freud en El malestar de la cultura en 1929 menciona que uno de los métodos más
eficaces destinados a ejercer una influencia corporal, es el método químico
especificando a la intoxicación, debido a la presencia en la sangre y en los tejidos
de ciertas sustancias ajenas al cuerpo, procurando sensaciones agradables
inmediatas, y no es solo un goce inmediato, sino también un grado de
independencia deseada respecto del mundo exterior, esto a su vez funciona como
un destructor de preocupaciones, sustrayendo a la carga de la realidad y
refugiándose en un mundo propio, que es considerado por el sujeto como mejores
condiciones para la sensibilidad (Vera, 1988).

También hay que tener en cuenta que la desaparición del placer en la experiencia
del toxicómano está estrechamente vinculada con otros tres elementos que son: el
hábito físico de la droga, la repetición compulsiva a drogarse, y lo que en el decir
del toxicómano aparece muchas veces como lo “horrible” que hay que evitar
(Vera, 1988).
78

El acostumbramiento físico a la droga en la primera etapa aporta del exterior un


placer ardientemente esperado, desde el interior de la experiencia toxicomaníaca
esta droga se convierte por sus propiedades farmacológicas en un objeto
específico, cuya ausencia asume al sujeto en un estado físico y psíquico de
carencia de objeto que algunos toxicómanos describen como lo “horrible” (Vera,
1988).

Algunas formulaciones teóricas han servido para identificar la naturaleza de las


vulnerabilidades, las perturbaciones y el dolor que predispone a ciertos individuos
a la dependencia a las drogas como en el caso de los trabajos de Treece y
Khatzian (1978) describen la vulnerabilidad caracterológica subyacente al abuso
de sustancias como: a) una incapacidad para experimentar la graduación de los
sentimientos, para anticiparse al peligro o para utilizar señales afectivas que
activen los mecanismos de defensa; b) escasa autoestima con protección
narsicisista que se aúna a la escasa, introyección del yo y de las imágenes
objétales; y c) alteraciones en el pensamiento y en el juicio referidos a inmadurez y
mecanismos de adaptación y defensa rígidos. Estos tres aspectos de
vulnerabilidad, conducen a una deficiente capacidad para el autocuidado
caracterizado por alteraciones en la autorregulación, autoevalución y autocontrol
(Quijano, 2001).

Es así como la ingesta de drogas se puede iniciar durante una crisis severa en la
cual las capacidades adaptativas se encuentran alteradas. Si el usuario
experimenta un beneficio adaptativo, la consecuencia es el uso continuo y la
dependencia. Esta última puede presentarse como una manifestación regresiva, o
bien cuando la droga, a través de sus efectos proporciona una apariencia de
funcionamiento normal (Quijano, 2001).

Kandel, Treiman, Faust y Single, (1976) sostienen que el abuso de drogas suele
originarse en la adolescencia, y está vinculado con el proceso normal aunque
problemático del crecimiento, la experimentación con nuevas conductas, la
79

autoafirmación, el desarrollo de relaciones íntimas con gente ajena a la familia y el


abandono del hogar.

En conclusión la mayoría de los adictos suelen presentarse como individuos


dependientes e inadaptados y que a menudo suelen derrumbarse, al parecer no
funcionan porque son demasiado dependientes y presentan una imposibilidad
para asumir responsabilidades, son individuos que necesitan de una constante
protección, ya que temen estar aislados y separados, este miedo de separación y
el fracaso de la independencia que presentan sirve como
función protectora. Llevando a la formulación del adicto a ser o no un adulto
independiente

2.1.5 Teoría del Aprendizaje Social

Una introducción a la Teoría del Aprendizaje Social es expresada por Albert


Bandura en los años 1969, 1977, 1978, 1982, 1986, y es considerada como una
visión histórica acerca del aprendizaje y los determinantes de la conducta.

La TAS señala que el aprendizaje ocurre por el condicionamiento clásico, operante


y vicario, además de asignarle una importancia relativa a las cogniciones. Son 4
los constructos principales de esta teoría:

a) Reforzamiento Diferencial: Se refiere a las conductas que tienen consecuencias


conocidas como reforzadores que pueden darse en situaciones diversas.

b) Procesos Cognoscitivos: Las personas van adquiriendo la información


necesaria del ambiente, como para determinar el resultado de las acciones que
piensa tomar. Si una persona obtiene buenos resultados o reforzamiento en sus
acciones es muy probable que al aumentar su autoeficacia es decir el control que
el individuo tiene sobre las drogas, tiene mayor probabilidades de conseguir el
éxito en las próximas acciones a seguir (Kumate, 2002).
80

c) Determinismo Recíproco: Propone que el estudio y explicación de la conducta


se da a través de observar las variaciones simultáneas entre las conductas, las
disposiciones biológicas y ambientales a lo largo del tiempo (Martínez, 2003).

La TAS puede ser considerada una teoría interaccionista, dado que señala que los
factores personales y ambientales, son interdependientes. Existe una causalidad
multidireccional entre los factores, por lo cual la conducta puede ser estudiada y
explicada a partir de las variaciones simultáneas entre las disposiciones
personales, las variaciones del ambiente y las conductas a través del tiempo
(Martínez, 2003).

Las cogniciones de los individuos juegan un papel importante en explicación de


sus conductas. Una persona es tanto agente como receptor de los patrones de
conducta; la conducta y el ambiente interactúan con un número básico de
capacidades cognoscitivas individuales: la capacidad de simbolización, la
capacidad de previsión, la capacidad vicaria y la capacidad de auto regulación
(Martínez, 2003).

La Simbolización, de acuerdo con Bandura (1986), se refiere a la capacidad de los


individuos para desarrollar modelos cognoscitivos de la experiencia, que sirven
como guía para la toma de decisiones y las acciones futuras. La simbolización
permite a un individuo planear los cursos de acción, generar y probar alternativas.

La previsión se define, como la capacidad del individuo de anticipar consecuencias


de las acciones y establecer metas; entonces las representaciones cognoscitivas
de los eventos futuros tienen un fuerte impacto en las acciones presentes. La
simbolización y la previsión juegan un rol importante al determinar las elecciones
de conducta en un contexto ambiental específico. La capacidad vicaria, involucra
al aprendizaje ocurrido a través de la observación de la conducta en otras
personas y sus consecuencias (Martínez, 2003).
81

El modelamiento es una forma altamente eficiente para aprender acerca de los


patrones de comportamientos complejos, sin embargo, la TAS distingue entre la
adquisición y el desarrollo de la conducta modelada (Martínez, 2003).

Una vez aprendida, la conducta es más estable y resistente a la extinción cuando


se ha adquirido sobre un programa en el que constantemente se refuerza la
conducta deseada (Bandura y Walters, 1990).

Los individuos no ejecutan todo lo que aprenden, primero ponen atención a la


conducta del modelo y luego la recuerdan a través del proceso simbólico que
traduce dicho recuerdo en una acción, los incentivos para reproducir la conducta
observada determinarán la producción de las conductas modeladas (Martínez,
2003).

La TAS asume una orientación positiva del organismo en lugar de pasiva, donde
las acciones tales como anticipación, simbolización, autorregulación
modelamiento, y la auto eficacia; son determinantes de la conducta. Un individuo
elige consumir alcohol u otras drogas para obtener resultados específicos y puede
elegir otras formas de conducta más adaptativas menos dañinas, a fin de alcanzar
sus metas (Martínez, 2003).

El principio básico de la TAS, es una interacción multideterminada entre factores


biológicos, medioambientales y psicológicos, esta interrelación de factores, es la
que puede favorecer el aprendizaje de determinadas conductas que no favorecen
el desarrollo del individuo, o que son poco adaptativas (Bowers, 1973; Endler y
Magnusson, 1976; Mischel, 1973 citado por Martínez, 2003).

De esta manera, la TAS, en el campo de las adicciones, considera que la


conducta adictiva, como conducta social, se adquiere y se mantiene mediante el
modelamiento, el reforzamiento social, los efectos anticipados de la sustancia, la
82

experiencia directa de los efectos de la sustancia (recompensa y castigo) y la


dependencia física. En este modelo de aprendizaje social se considera que el
abuso de una sustancia se adquiere socialmente y las pautas de la conducta
aprendida, se mantienen por numerosas señales: antecedentes y consecuentes
reforzantes, que pueden ser psicológicas, sociológicas o fisiológicas (Martínez,
2003).

La teoría del aprendizaje social no plantea que las raíces del uso de sustancias se
originan en las cogniciones específicas del propio adolescente, sino que se origina
en las actitudes y comportamientos de personas que sirven como modelos del
adolescente. Por ejemplo, si un adolescente observa que sus padres se relajan
cuando consumen alcohol, o que sus amigos fuman mariguana para suavizar las
interacciones sociales, se modifican sus creencias acerca de las consecuencias y
sus actitudes hacia su propio consumo de sustancias (García, 2001).

El abuso de sustancias puede estar mantenido por factores tales como: la


reducción de ansiedad, el incremento del reconocimiento social, la aprobación de
los iguales, la mejoría de la habilidad para las relaciones sociales, y la evitación de
los síntomas de abstinencia (Martínez, 2003).

La TAS, explica el desarrollo y el mantenimiento de la conducta adictiva a través


de los siguientes elementos (Abrahms y Niaura, 1987):

1. Aprender a consumir alcohol u otras drogas, es una parte integral del desarrollo
psicosocial, y del proceso de socialización dentro de una cultura gran parte del
aprendizaje tiene lugar en la infancia, aun antes de que el niño o el adolescente
pruebe la sustancia, este aprendizaje se da de manera indirecta, por las actitudes,
expectativas y creencias que los individuos tienen acerca de las drogas, y de
forma directa por el modelamiento o aprendizaje observacional del consumo. Ya
que como se mencionó los patrones de consumo se aprenden dentro de un
contexto general de socialización, por lo cual en las diferentes etapas vitales de
83

desarrollo (infancia, adolescencia, y adultez), las creencias que tienen las


personas acerca del uso y abuso cambian, de acuerdo con los cambios que se
observan en las fuerzas de socialización (Cellucci, 1982 citado por Martínez,
2003).

2. Existen factores que predisponen a los individuos a consumir en exceso,


pueden ser de naturaleza biológica, sociológica, o psicológica, así como de
naturaleza heredada o aprendida, estos factores interactúan con variables
situacionales y sociales e influyen en el consumo, los factores genéticos y
farmacológicos pueden incrementar el riesgo del abuso de alcohol u otras drogas
en individuos vulnerables, los factores psicosociales incluyen déficit o excesos en
las habilidades, como incompetencia social o dificultad al mejorar emociones
negativas. La ausencia de los modelos de consumo moderado o la presencia de
los modelos de consumo excesivo, pueden también resultar factores de riesgo del
abuso.

3. Las experiencias directas con el alcohol u otras drogas son variables muy
importantes, ya que la persona al consumir obtiene efectos placenteros que
refuerzan la conducta de consumo.

4. El consumo de drogas, puede ser utilizado como una forma de enfrentar a corto
plazo las demandas de una situación estresante o para aligerar las consecuencias
aversivas. Por lo tanto es altamente probable que esta conducta se siga
presentando principalmente, en aquellas personas en las que sus capacidades de
enfrentamiento se encuentran disminuidas.

5. Ciertas situaciones ambientales se vuelven señales antecedentes del consumo,


que se convierten en estímulos condicionados del consumo de sustancias, así la
reactividad a señales internas y ambientales puede establecer las bases para el
consumo.
84

6. Dentro de la Teoría de Aprendizaje Social, la tolerancia y la dependencia física


se consideran determinantes de consumo mantenido de sustancias, la tolerancia
promueve un incremento en el consumo, al disminuir los atributos del
reforzamiento positivo del uso de la droga, por lo que el individuo necesita
consumir mayores cantidades de la sustancia, para lograr un valor de
reforzamiento de igual magnitud, paralelo al desarrollo farmacológico de la
tolerancia. Por otro lado se considera que la dependencia física, trae consigo un
aumento en el consumo de la droga, como una manera de evitar los efectos de
dolor experimentados por el retiro de la droga, que ocurre en periodos de
abstinencia agudos. Es aquí cuando el consumo de la sustancia es reforzado de
manera negativa, como una manera de evitar las consecuencias desagradables
de la no ingesta, es decir, la evitación del síndrome de abstinencia (Hershon, 1977
citado por Martínez, 2003).

7. Existe una serie de factores que afectan el consumo de sustancias: factores


sociales, situacionales e individuales, estos factores varían entre individuos y en el
tiempo, por lo que la TAS, asume, que no hay una combinación de factores que se
requieren para producir un consumo abusivo, no hay una personalidad adictiva, un
marcador genético o situaciones medioambientales específicas, y tampoco existe
una progresión inexorable de etapas adictivas, en contraste existen múltiples rutas
biopsicosociales para el uso, abuso y recuperación, que están sujetas a los
mismos principios del aprendizaje social. Tomando en cuenta que la recuperación
depende, principalmente de la habilidad del individuo para elegir y explorar formas
alternas de enfrentamiento (Martínez, 2003).

Algunos estudios realizados en muestras comunitarias de adultos y adolescentes


(Bradizza, Carey & Maisto, 1999) muestran que la influencia de variables como la
gratificación obtenida, la influencia de los compañeros que utilizan alcohol u otras
drogas, el estrés o los estilos de enfrentamiento pueden ser predictores de la
aparición de este tipo de conductas (Martínez, 2003).
85

Los adolescentes no necesariamente tienen que observar el consumo de


sustancias entre modelos influyentes para ser socialmente moldeados o
reforzados, simplemente puede ser suficiente con escuchar a modelos influyentes
que hablan en favor de la experimentación de sustancias. Por lo tanto, las causas
del uso de sustancias en adolescentes se puede encontrar entre a) padres,
amigos cercanos y otros modelos que utilicen sustancias y b) declaraciones o
actitudes favorables hacia el consumo de sustancias hechas por modelos,
especialmente por personas que pueden ser admirados y que se involucran en el
consumo de sustancias (Abrams y Niaura, 1987 citado por Martínez, 2003).

Martínez (2003) menciona que el comportamiento adictivo se aprende bajo los


principios del condicionamiento clásico y operante, y presupone que estos pueden
llegar a ser modificados a través de nuevas situaciones de aprendizaje La teoría
del Aprendizaje Social concluye que si los adolescentes esperan producciones
personales mas beneficiosas que costos, pueden estar en mayor riesgo de
experimentar con sustancias (García, 2001).

2.1.6 Teoría Gestalt

La teoría Gestalt fundada por Wertheimer, Kölher y Koffka, poco antes de la


Primera Guerra Mundial, hace referencia al significado de las percepciones de los
objetos conocidos en la vida diaria, en la mente.

Uno de los principios más valiosos de la Teoría Gestalt es que todas las conductas
se encuentran gobernadas por el principio de Homeostasis, o principio de
adaptación. Principio que sirve para lograr alcanzar necesidades personales
percibidas, estableciendo contacto con fuentes humanas, y físicas de las cuales la
persona espera lograr ayuda para completar sus necesidades (Castañedo, 1997).
86

El organismo interactúa con el medio ambiente que le rodea, llegando a


autorregularse en la satisfacción de sus necesidades. Si una persona padece de
un trastorno incontrolable en su proceso homeostático, posiblemente se sentirá
incapaz de controlar el medio y no logrará enfrentarse a él.

La catexis es un término empleado por la teoría gestalt el cual se refiere a la


actitud repelente/atrayente (polaridad) del individuo sobre las cosas de su medio
que le ofrecen esperanza y promesa por un lado, y temor o terror por otro. La
actitud puede ser positiva o negativa depende solamente del concepto mental del
individuo o de su percepción (Castañedo, 1997).

En general el ser humano tiende a desear contacto con las catexis positivas y
evitar las catexias negativas, aunque muchas veces se encuentre en un mismo
contacto ambos elementos pueden ocasionar confusión en el individuo
ambivalencia e inseguridad (Castañedo, 1997).

El contacto y la retirada son las dos formas opuestas con las que se acercan a los
acontecimientos psicológicos, ninguno de ellos es por si solo bueno o malo, estas
ayudan a lleva a cabo las actividades. Aquí se sitúa la capacidad de
discriminación, percibiendo y reaccionando ante ellos tal y como se presentan o
no. Tomando en cuenta a las emociones más que el intelecto, ya que son las
fuerzas que caracterizan la acción, situándose a la teoría gestalt como la
educadora de las emociones y no la mente (Castañedo, 1997).

Dentro de la neurosis, se pueden presentar series de asuntos inconclusos que la


persona no llega a manejar, debido a que el proceso de vida cotidiana se ve
interrumpido por el ciclo contacto-retirada, que se rompe e imposibilita la distinción
entre las dos formas de catexis, perdiéndose, la habilidad para seleccionar los
medios que puedan satisfacer las necesidades (Castañedo, 1997).
87

Imposibilitando la percepción de alternativas que pueden estar disponibles, es


entonces cuando los sujetos buscan salidas como la depresión, el uso de drogas ó
el uso de alcohol, todas ellas ofrecen solo un escape temporal al dolor, que solo
producen asuntos inconclusos (Castañedo, 1997).

Uno de los procesos importantes que maneja la teoría gestalt es la percepción,


haciendo referencia a la recepción de las ideas de otras personas, sin antes
digerir o llevar a un mejor entendimiento la información que se obtiene de las otras
personas. Es así como la persona comienza a introyectar, estableciendo sus
propias normas, valores y actitudes, y es así como elige sus conductas esto puede
llevar al adolescente a adquirir ideas de familiares, amigos y compañeros de
escuela, introyectando de cualquiera de estos grupos los pensamientos acerca del
consumo de drogas (Castañedo, 1997).

Este proceso se presenta durante la adolescencia con mayor facilidad, debido al


periodo de vulnerabilidad por el cual el adolescente atraviesa por la transición a
los cambios físicos y emocionales.

Debido a que, en mayor o menor medida, todos estamos sometidos a presiones


sociales, la persona que es dirigida por los otros llega a estar gobernada
universalmente por los “deberías” de los otros, más que por el pensamiento propio
e independiente (Castañedo, 1997).

Otro de los procesos involucrados en el consumo de drogas es la confluencia, ya


que se refiere a la falta de conciencia de la frontera que le separa de los otros. En
este proceso el individuo olvida hasta quién es, y ejecuta conductas que más tarde
no puede identificar como suyas, ejecuta acciones partiendo de actitudes de los
otros, deja a un lado su propia identidad para tomar decisiones en forma
dependiente, ya que muchas veces dentro de la adolescencia se tienen relaciones
afectivas muy intensas, y por miedo a perder amistades y pertenencia al grupo
social se va creando, una dependencia emocional y esto interviene en la forma de
88

actuar, y pensar de los adolescente, adquiriendo ideas y actitudes que son


positivas y en otros casos negativas (Castañedo, 1997).

La teoría gestalt centra al individuo a re-descubrir que es lo que le llena, y que es


lo que le vacía hasta llegar a re-establecer el equilibrio entre la persona y el
mundo que le rodea (su medio ambiente). Se limita al aquí y al ahora, observando
y percibiendo lo obvio, ya que comprende el presente, ayudando a enfrentar al
futuro (Castañedo, 1997).

La teoría tiene un modelo, el cual divide la evolución de la personalidad en tres


fases: social, psicofísica, y espiritual, estas tres partes forman un continuo y son
divididas únicamente a efectos de llegar a una mejor compresión de la teoría. Las
tres existen en una persona desde su nacimiento, como un potencial innato.

El estadio social es llamado así porque requiere la interrelación con los otros, no
solamente para desarrollarse, sino para sobrevivir se caracteriza por una
consciencia de los otros y la atención a los mismos, especialmente en relación con
los padres, una de las necesidades que se tienen en este estadio es la necesidad
de interactuar con los otros y el darse cuenta de la existencia de estos
(Castañedo, 1997).

El estadio psicofísico se caracteriza por la toma de conciencia de la existencia de


uno mismo, es en este momento en el que el niño responde al mundo en gran
parte psicológicamente con una mayor conciencia y diferenciación.

En el estadio espiritual el hombre va más allá de la forma de conciencia de si


mismo, como una entidad corporal que es en un mundo material, y experimenta su
existencia de otra forma, en este estadio la consciencia se modifica pasando por
ejemplo, de las sensaciones kinestésicas a lo que se conoce como sensaciones
extrasensoriales.
89

Dentro de la actividad intelectual física y emocional el hombre trasciende a lo que


puede denominarse, una persona sensitiva-intuitiva es en esta fase, donde
desafortunadamente mucha gente sin saber como hacer frente a su propio
desarrollo personal, trata de alcanzar el tercer estadio del desarrollo de la
personalidad, por medio de instituciones religiosas cerradas, o formando una
adicción a las drogas, cada uno de estos medios inauténticos pueden llegar a
fortalecer la propia creencia, pero ninguno de ellos puede y tiene la fuerza
necesaria para situar a una persona en algún estadio, debido a que el movimiento
o la transición de un estadio al siguiente, procede del desarrollo personal
(Castañedo, 1997).

Por otra parte el organismo humano comienza la vida con una diferenciación de
necesidades, esto es potencial de crecimiento, y se le llama periodo de ser, aquí el
individuo se modifica, aprende acerca de lo que significa la separación, las
diferencias, y las relaciones, este proceso es conocido como adaptación.

Dentro de la adaptación se encuentra la auto-conciencia y la apreciación de su


propia existencia, estas son necesarias para que el individuo logre llegar a ser
reconocido por los otros, siguiendo la aprobación que es otro de los procesos
importantes, y que a menudo es confundido con el reconocimiento, sin embargo,
sus efectos son opuestos (Castañedo, 1997).

La aprobación sugiere un sistema externo al niño, por medio del cual se le motiva
a medirse a si mismo, y el reconocimiento motiva al niño a establecer su propio
sistema, basado simplemente en quien es él.

La aprobación forma parte del proceso de socialización que tiene el individuo, ya


que quien es aprobado puede llegar a ser presionado, se divide a si mismo entre
lo que es y lo que se supone que sea.
90

En cuestión con el darse cuenta o tomar consciencia, se acompaña siempre de la


formación de nuevas percepciones, ya que con el darse cuenta el organismo
puede movilizar los estímulos del ambiente, teniendo a su vez la capacidad de
rechazar, matizar, y asimilar situaciones que pueden llegar a ser difíciles del medio
social. El darse cuenta es uno de los puntos importantes debido a que ayuda al
individuo a encontrar una solución y a enfrentar sus propios problemas
(Castañedo, 1997).

En cuanto al aprendizaje, tiene lugar por medio del descubrimiento, en la


formación de nuevas Gestalten (percepciones), de acuerdo al hecho del
organismo que interactúa con su medio ambiente, se completan las percepciones,
se desarrolla el darse cuenta, y el aprendizaje se produce.

Dentro de los objetivos de la teoría Gestalt es lograr la madurez del individuo,


entendiéndose como madurez a la transición que se realiza al pasar de recibir el
soporte del medio ambiente a darse el individuo su propio auto-soporte, este
implica el establecer contacto con otras personas, en cuanto al contacto continuo
o la confluencia, la ausencia de contacto, o el aislarse no son formas sanas de
contacto, y este se debe recibir en el medio ambiente del organismo.

Dentro de la teoría Gestalt el punto muerto es uno de los aspectos más


importantes ya que una situación en la que no se obtiene soporte del medio
ambiente, y el individuo se encuentra, o se cree incapaz de hacer frente a la vida
por sí solo, puede ocasionar manipulaciones o juegos psicológicos, los cuales son
empleados para tener el control de su medio, para evitar enfrentar la vida por sí
mismo (Castañedo, 1997).
91

CAPÍTULO 3. CONSUMO DE DROGAS Y FACTORES ASOCIADOS

3.1 Panorama del Consumo de Drogas en México

El consumo de drogas es un problema que ha trascendido diversos límites,


personales, sociales, económicos, y políticos a nivel mundial hoy en día es difícil
encontrar un país en el que no se observe este fenómeno. Los índices de abuso
en cada país muestran variaciones en la extensión y el tipo de sustancias
utilizadas, de acuerdo con estadísticas de demanda de tratamiento, en América
prevalece el abuso de cocaína

De manera particular México es un país localizado en las principales vías de


tráfico de drogas, dejando de ser un país de tránsito de drogas para convertirse en
un país de consumidores, lo cual ha redundado en la formación de poderosas
redes de narcomenudeo, enfocadas a invadir los mercados más vulnerables
(Medina-Mora, 2001).

Debido a las repercusiones que tiene el consumir drogas en los individuos el área
de la investigación epidemiológica dedica un considerable esfuerzo al estudio del
uso de drogas, y a los problemas relacionados con este uso, ocasionado en
personas que no necesariamente tienen un diagnóstico clínico de consumo
perjudicial o de dependencia.

Para fines de la presente investigación se presentará un panorama general del


consumo de drogas en México, haciendo hincapié en el comportamiento del
consumo de drogas en los adolescentes y algunos factores que se asocian con
este (Medina-Mora, 2001).

En México, a partir de la década de los 70 se establece el estudio continuo del uso


y abuso de drogas, iniciándose las primeras encuestas en hogares, así como los
estudios periódicos en población estudiantil y grupos vulnerables posteriormente,
92

en la década de los 80 se amplia el Sistema de Registro de Información en


Drogas (SRID) en la ciudad de México, el cual incluye los casos detectados en
instituciones de salud y de procuración de justicia. Durante los años 90 se
establece el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA), y
se lleva acabo un estudio de menores trabajadores en espacios abiertos en 100
ciudades. Finalmente al iniciar la primera década de este siglo se plantea la
necesidad de disponer de información actualizada, y sistematizada y obtenida con
metodologías comparables, por lo que se crea el Observatorio Epidemiológico de
Drogas (Medina-Mora, 2001).

3.1.0 Encuesta Nacional de Adicciones

En la actualidad el uso de drogas en México ha ido incrementando


significativamente afectando a la población cada vez más, en los diferentes
estudios que se han hecho en los últimos años como la Encuesta Nacional de
Adicciones 2002 menciona que dentro de las drogas legales de mayor índice de
consumo es el tabaco y el alcohol, mostrando mayor prevalencia en el alcohol.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 el consumo de tabaco en


los adolescentes representaron el 5.7%, habla de 435,473 individuos menores de
edad, de 12-17 años, observándose un mayor porcentaje entre los hombres, y a
su vez representa un factor de riesgo importante si consideramos que en recientes
estudios se ha encontrado que iniciar su uso a edades tempranas incrementa la
probabilidad de consumir otras drogas como la mariguana y la cocaína.

Dentro de los principales problemas de salud pública del país se encuentra el


consumo de alcohol, estudios recientes documentan una mayor participación de
las mujeres en las prácticas de consumo, y una disminución en la edad de inicio,
esta tendencia presume un incremento en los índices de problemas junto con una
ocurrencia a una menor edad y por lo tanto una mayor carga del problema para la
sociedad (ENA, 2002).
93

Se reporta que el consumo es más frecuente en las poblaciones urbanas que en


las rurales y en los varones más que en las mujeres, en cuanto a las diferencias
más sustanciales en los patrones de consumo se observa entre las mujeres,
siendo el consumo, significativamente más elevado en aquellas que viven en
zonas urbanas (ENA, 2002).

Se muestra un incremento en los niveles de consumo de grandes cantidades en la


población femenina pero particularmente en los índices de consumo y abuso en la
población adolescente de 12 a 17 años. Este incrementó en los niveles de
consumo coincide con lo reportado por otros estudios y tiene como consecuencia
una aparición más temprana de los problemas crónicos que se derivan del abuso
de alcohol (ENA, 2002).

En cuanto a los índices de crecimiento en el consumo y el abuso de alcohol entre


los adolescentes menores de edad se incrementó significativamente en hombres
de 0.6% en 1998 a 2.7% en 2002 y en mujeres de 0.2% a 0.8% (ENA, 2002).

Las consecuencias del abuso reportadas con mayor frecuencia son: Las
discusiones con la familia y los amigos, las peleas, los problemas con la policía, en
la escuela, en el trabajo y los de tipo económico vinieron después.

En el caso del consumo de drogas en México 3, 508, 641 personas que habitan
zonas rurales y urbanas del país han hecho uso ilícito de drogas, se considera uso
ilícito al consumo de drogas ilegales inhalables y las drogas con utilidad médica
cuando se hace fuera de prescripción (ENA, 2002).
.
En proporción al total de la población el 8.6% de los hombres y 2.1% de las
mujeres han usado drogas, con un total de ambos sexos de 5.0%, en promedio
cada usuario consume 1.3 drogas (ENA, 2002).
94

Dentro de las drogas que mas consume la población es la mariguana, 2.8


personas reportan haber usado mariguana por cada uno que ha probado la
cocaína, que es la droga que ocupa el segundo lugar de consumo después de la
mariguana (ENA, 2002).

Las drogas de uso médico utilizadas fuera de la prescripción ocupan el tercer lugar
de consumo, el 1.21% reportan haber usado este tipo de sustancias sin que un
médico se los hubiera indicado. El consumo es mayor en zonas urbanas 1.38%
que en rurales 0.67% y es ligeramente mayor entre hombres 1.27% que entre
mujeres 1.16% (ENA, 2002).

En cuanto a las drogas de inicio más temprano se encuentran los inhalables, (con
una media de 17 años), pero a su vez son las que menos persisten en la vida de
los usuarios. La mariguana ocupa el segundo lugar de acuerdo a la edad de inicio
es a los 18 años, seguida por la cocaína 22 años y las drogas médicas usadas
fuera de prescripción 28 años. En general el inicio en el consumo de drogas es
temprano, la media de inicio se ubica entre los 19 y los 24 años de edad, siendo
mas temprano para los hombres (19 años) que para las mujeres (23 años) (ENA,
2002).

Los amigos siguen siendo la principal fuente de obtención de drogas (56%) sin
embargo llama la atención la mayor proporción de usuarios de drogas que
reportaron conseguirlas en las calles (30%), lo que resalta la importancia de
reforzar las acciones preventivas y de eliminación de drogas de las calles (ENA,
2002).

La preferencia por las drogas varía de forma significativa en función del sexo de la
persona, para los hombres, la mariguana es la droga de preferencia y en segundo
lugar reportan el uso de cocaína, las mujeres prefieren las drogas de uso médico y
solo en segundo lugar la mariguana, para las mujeres la cocaína ocupa el tercer
95

lugar, en tanto que los hombres prefieren un tercer lugar las drogas médicas
(ENA, 2002).

Se reporta que el uso experimental más frecuente lo ocupa la mariguana (2.3%) y


la cocaína en polvo (0.7%), en contraste con la heroína, las metanfetaminas, el
crack y la pasta básica de cocaína, es más frecuente que las personas que
experimentan con estas sustancias desarrollen patrones de uso crónico (ENA,
2002).

Por otra parte resultados de la encuesta confirman el bajo número de personas


que usan las drogas por vía inyectada, en total 0.1% de la población reportó
haberse inyectado drogas. Si bien la mayor parte de los usuarios de heroína
reportan la vía inyectada 72.5%, su proporción en la población es pequeña. La
mayor parte de los usuarios de cocaína, y la adicción más frecuente en México
(ENA, 2002).

En promedio, el 0.4% de la población presento dependencia a las sustancias esto


ocurre con una proporción de 8 hombres por cada mujer. Una proporción menor
de usuarios con dependencia ha solicitado ayuda, de ellos usan servicios el 5.7%
de los hombres y 2.1% de las mujeres (ENA, 2002).

Ante este panorama se hace indispensable pensar en nuevas estrategias de


atención especialmente de tratamientos de los adictos, adaptados a sus
necesidades, con enfoque de género, adecuados a las condiciones
socioculturales, al tipo de droga utilizada y a la vía de administración (ENA, 2002).

Como se señaló inicialmente desde 1970 se han llevado a cabo encuestas con
estudiantes adolescentes de nivel medio y medio superior, lo cual representa una
excelente fuente de información para la generación y/o modificación de políticas
públicas y para la realización de nuevas líneas de investigación epidemiológica y
96

social. Es por esto que a continuación se expondrán las principales prevalencias y


tendencias del uso de drogas en estudiantes adolescentes.

3.1.1 Encuesta de Estudiantes

Las Encuestas en escuelas son especialmente importantes porque permiten


mantener un monitor constante del comportamiento del consumo de drogas en la
población, evaluar de manera sistemática las tendencias del problema, nos dicen
de manera anticipada la aparición de nuevas sustancias, formas de consumo y
variaciones en los grupos de población que las consume, también informan de los
cambios en la percepción del problema, de los factores que aumentan o
disminuyen la probabilidad de la experimentación y del consumo continuado y en
la manera como el problema impacta a la población.

La información referida en la última Encuesta de Consumo de Drogas, Alcohol y


Tabaco en Estudiantes del Distrito Federal 2006 refiere que el consumo de drogas
se está incrementando en la población adolescente y que los estudiantes no son la
excepción, sin embargo nos dicen también que los índices de consumo en la
población que se mantiene escolarizada es menor cuando se le compara con otros
grupos, y que entre los estudiantes es mayor entre quienes dejan de estudiar
algún tiempo. De ahí la importancia de conocer el problema e instrumentar
medidas de prevención adecuadas a la población (Villatoro, Huyeres, Quiroz,
Moreno, Gaytán, Gaytán, Amador, Medina-Mora, 2007).

Por otra parte los diversos sistemas de información del país (SISVEA, CIJ), han
mostrado que el consumo de cocaína se ha estabilizado, que la mariguana sigue
en incremento, aunque estos aspectos tienen variaciones a nivel regional.
Asimismo, en los datos de la Encuesta de Estudiantes de la Ciudad de México del
2003, se encontró una situación similar, se observó un incremento en el consumo
de mariguana, un ligero decremento en el consumo de cocaína, y como nueva
situación un repunte en el consumo de inhalables (Villatoro y Cols, 2007).
97

También se ha observando actualmente que las mujeres han incrementado su


consumo de drogas de manera específica, el reporte de la encuesta del 2003
muestra que en alcohol y tabaco en algunas delegaciones de la Ciudad de México,
hay una mayor prevalencia de mujeres que las consumen, hay indicios de que en
algunas drogas ilegales se comienzan a parecer, a las prevalencias del consumo
con la de los hombres (Villatoro y Cols 2007).

Se ha documentado con anterioridad que la escuela es un factor protector aunque


no se ha identificado con precisión cuáles elementos o mecanismos de la misma
son los que ayudan a que en esta población se encuentren prevalencias menores
que en aquellos/as que no están estudiando. Muestran los datos actuales de las
encuestas de hogares claramente que aquellos/as adolescentes que están
estudiando, tienen un menor nivel de consumo que los/as que ya no lo están, lo
cual es más marcado en el caso de los hombres (Villatoro y Cols, 2007).

Sobre el tiempo dedicado a trabajar, en aquellos/as adolescentes que se ven en la


necesidad de hacerlo, se ha encontrado claramente que quienes tienen más
tiempo trabajando, presentan mayor prevalencia de consumo, en la actualidad, se
sabe que el acceso al dinero, junto con el poco involucramiento con la escuela,
facilita que se tenga mayor acceso a las drogas (Villatoro y Cols, 2007).

Es importante señalar que el consumo de tabaco se ha mantenido estable en los


últimos 4 años aproximadamente, pero el consumo de alcohol se ha venido
incrementando en forma consistente, y los niveles de consumo de ambas
sustancias son elevados, de más del 50% para tabaco y de más del 60% para el
alcohol. Esta situación está relacionada con dos aspectos muy importantes por un
lado, se observan bajos niveles de percepción de riesgo y una alta tolerancia
social, en comparación con el uso de drogas ilegales y médicas, por otro lado,
esta situación se ve reflejada en el alto porcentaje de niños/as que inician su
consumo a los 12 años o antes (1 de cada 5 estudiantes) (Villatoro y Cols, 2007).
98

Este resultado debe llamar la atención, a fin de que se incluya un módulo


importante en los distintos programas de prevención sobre el tema, ya que
tradicionalmente somos una sociedad con una alta tolerancia ante el uso y abuso
del alcohol y el tabaco, lo que en los resultados muestran, que incita a la
experimentación con otras drogas.

Se ha encontrado una alta relación entre el consumo de drogas y otras


problemáticas en la salud mental de los adolescentes, los datos muestran
claramente que el consumo de drogas está altamente vinculado con conductas
antisociales, el intento suicida, los problemas de la conducta alimentaría y el
abuso sexual, tanto en los hombres como en las mujeres (Villatoro y
Cols, 2007).

Los resultados obtenidos en el consumo actual de tabaco es ligeramente mayor en


los hombres (19.7%) que en las mujeres (16.4%). En el consumo de tabaco por
nivel educativo, el porcentaje de usuarios/as en secundaria es bajo (35.3%) y
los/as de escuelas técnicas (65.7%). Uno de los datos relevantes es que del paso
de la secundaria al bachillerato en general casi se duplica la cifra de usuarios/as
de tabaco. Un porcentaje importante (34.2%) de adolescentes de 17 años
menores de edad reportaron fumar en la última encuesta 2006. El cambio más
drástico reportado fue el que se presenta de los 14 a los 15 años ya que aumenta
a más de la mitad la proporción de consumidores (Villatoro y Cols, 2007).

En relación con el consumo de alcohol en el Distrito Federal se encontró que el


68.8% de los/as adolescentes han usado alcohol alguna vez en su vida, tanto la
población masculina 68.2%, como la femenina 69.4%, y resultan igualmente
afectadas.
99

El nivel educativo medio 29.8% de los/as adolescentes han consumido


alcohol. Para las escuelas de educación media superior este porcentaje casi se
duplica, de manera que en las escuelas de bachillerato técnico el 57.6%, y del
bachillerato 54.6% (Villatoro y Cols, 2007).

Dentro de la edad de los adolescentes el porcentaje de consumidores/as de 14


años o menos es de 55.7% y quienes tienen 18 años o más es de 86.8%, más de
la mitad de los/as adolescentes de 17 años reportan beber alcohol (Villatoro y
Cols, 2007).

En el caso de los padres de los adolescentes con padres que tienen una
escolaridad de secundaria o mayor el resultado es mayor (42.4%), con relación a
los adolescentes cuyo papá tiene un escolaridad de primaria o menor (35.7%). En
el caso de la mamá cuando tiene una escolaridad de secundaria o mayor, es
ligeramente mayor (42.5%), con relación a cuando la mamá tiene una escolaridad
de primaria o menor (36.7%) (Villatoro y Cols, 2007).

Para el caso de los padres de los adolescentes que tienen una escolaridad de
secundaria o mayor el resultado es mayor (42.4%), con relación a los
adolescentes cuyo papá tiene un escolaridad de primaria o menor (35.7%)

Las delegaciones políticas mas afectadas por el abuso de bebidas alcohólicas son
Cuajimalpa (33.7%), Benito Juárez (30.6%), Magdalena Contreras (30.2%),
Azcapotzalco (27.9%), y Tlalpan con (27.3%).

Los resultados globales para la ciudad de México, indican que (25.2%) de los/as
estudiantes consumen 5 copas o más por ocasión de consumo, al menos una vez
al mes, porcentaje similar al reportado en la encuesta 2003 que fue de 23.8%
(Villatoro y Cols 2007).
100

La prevalencia total del consumo de drogas ilegales entre los estudiantes de


Distrito Federal fue del 17.8% porcentaje estadísticamente mayor al del 2003 en
un 2.6% (Villatoro y Cols, 2007).

Los hombres son el subgrupo mas afectado por el consumo actual (5.9%) en
comparación con las mujeres (4.3%). De la población total, el 12.9% es usuario
experimental y el 4.9% es usuario regular es decir (que ha probado drogas en más
de 5 ocasiones) (Villatoro y Cols, 2007).

En cuanto a las drogas médicas (tranquilizantes y anfetaminas) su consumo es


mayor en las mujeres (5.2%), que en hombres (3.7%) en tanto el consumo de
drogas ilegales (mariguana, cocaína, alucinógenos, inhalables, metanfetaminas y
heroína) su consumo es mayor en los hombres (11.5%) que en mujeres (8.5%) y
en general es mayor que el consumo de drogas médicas (Villatoro y Cols, 2007).

De acuerdo al nivel educativo, el consumo es casi del doble para los/as


adolescentes de escuelas de bachillerato (23%) y los de bachillerato técnico
(24.1%), en comparación con los/as de secundaria (13.3%) (Villatoro y
Cols, 2007).

Por lo que respecta a cada sustancia la mariguana (8.8%) ocupa el primer lugar de
preferencia por los/as adolescentes y le sigue el consumo de inhalables (6.7%), el
de tranquilizantes (4.9%) y el de cocaína (3.3%) (Villatoro y
Cols, 2007).

En cuanto al consumo de drogas ilegales en el último año a este estudio se


observa una proporción menor de mujeres que ha experimentado con drogas esto
se observa en los últimos 3 años, hay incremento importante en el consumo de
inhalables (4.1%) y mariguana (4%), en tanto que el consumo de cocaína (1.2%)
se ha mantenido estable (Villatoro y Cols, 2007).
101

De acuerdo a las preferencias del uso de drogas en mujeres, el primer lugar lo


ocupa la mariguana (6.4%), seguida por los inhalables (6.2%) los tranquilizantes
(5.8%) y las anfetaminas (3.4%). En tanto que en los hombres el orden es
mariguana (11.2%), los inhalables (7.3%), la cocaína y los tranquilizantes (4%
para ambos). Adicionalmente destaca el porcentaje de los adolescentes hombres
que han probado alguna vez crack (1.9%) (Villatoro y Cols, 2007).

Con relación a la edad, se observa a los inhalables como la principal sustancia


antes de los 14 años y después decrece el número de usuarios. En tanto para la
mariguana este porcentaje se incrementa notablemente a partir de los 15 años. Al
igual que ocurre con el consumo de alcohol y tabaco, el consumo en el último año
de mariguana es ligeramente mayor para los adolescentes de quienes su papá
tiene una escolaridad de secundaria o mayor. Por otro lado no se observan
diferencias significativas cuando el papá tiene escolaridad de primaria o menor, en
las demás drogas.

Por lo que respecta a la escolaridad de la mamá, el consumo de drogas de los


adolescentes no se ve afectado por esta variable dado que los consumos son muy
similares (Villatoro y Cols, 2007).

De acuerdo a la última encuesta de consumo de drogas en estudiantes, las


delegaciones más afectadas por el uso de mariguana fueron Coyoacán (9.1%),
Cuauhtémoc (8.2%), Benito Juárez (7.7%) Cuajimalpa (7.1%), Tlalpan (7.0%), y
Miguel Hidalgo (6.4%). En cuanto al consumo de cocaína en el último año las
delegaciones más afectadas fueron Coyoacán (2.3%), Venustiano Carranza y
Cuauhtémoc (ambas con 2.2%), Azcapotzalco (2.1%) y Magdalena Contreras
(1.8%). Para los inhalables en el último año a la encuesta, las delegaciones con
mayor problemática fueron Cuauhtémoc (7.8%), Iztapalapa (6%) y Venustiano
Carranza (5.8%). Finalmente, en el consumo de tranquilizantes en el último año
las delegaciones con más alta prevalencia fueron Cuajimalpa (4.3%), Iztacalco y
Álvaro Obregón (ambas con 4.1%), Cuauhtémoc y Benito Juárez (3.7% para
102

ambas), Azcapotzalco (3.5%) y Venustiano Carranza (3.3%) (Villatoro y Cols


2007).

Uno de los datos importantes en relación con el consumo de otras sustancias en


las que se ha reportado un incremento en su consumo, indican que el 1.0% de los
adolescentes han probado éxtasis, 1.1% cristal, 0.4% rohypnol y 0.5% nubain
(Villatoro, y Cols, 2007).

Los usuarios que han experimentado principalmente con estas drogas son
hombres de 17 años o más, de nivel bachillerato y en el caso del consumo de
éxtasis y cristal, los papás tienen una escolaridad de secundaria o más, este perfil
es diferente al de los/as usuarios/as de rohypnol y nubain donde los papás tienen
una escolaridad de primaria o menos (Villatoro y Cols, 2007).

De acuerdo a que los cambios y comportamientos no son iguales en todo el país


las mismas fuentes de información son encargadas de señalar que la frontera
norte del país tiene un comportamiento diferente, a las demás ciudades que se
encuentran ahí, haciendo referencia a que en Matamoros el consumo es menor a
las otras ciudades fronterizas, Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Juárez muestran
un alto nivel de consumo de cocaína y una alta problemática de consumo de
heroína (Villatoro y Cols, 2007).

Por otra parte, las ciudades fronterizas de Sonora y Baja California muestran
problemas también del consumo de estas sustancias, pero presentan ya altos
índices de consumo de metanfetaminas, tanto en aquellos que asisten a un
servicio de salud en adicciones, como en la población abierta y escolar de la
entidad. Incluso en el caso de Sonora está documentado un alto porcentaje de
esta sustancia en la ciudad capital. Esto coincide mucho con lo que pasa en los
Estados Unidos de Norteamérica, donde el mercado natural de las
metanfetaminas es California y se le han venido agregando algunos condados de
Arizona (Villatoro y Cols, 2007).
103

Otro elemento relevante en la frontera es que el consumo en Ciudad Juárez ha


alcanzado los niveles de Tijuana y la principal contribución viene del rango de los
menores de edad entre los 12 y los 17 años, de manera que estas dos ciudades
son las de mayor consumo de sustancias en el país, aún por encima de la Ciudad
de México. Por supuesto, el realizar diagnósticos de esta naturaleza en otros
estados es importante para conocer con mayor claridad su situación (Villatoro y
Cols, 2007).

En el centro del país, se encuentra una problemática intermedia, aunque la Ciudad


de México muestra un nivel de consumo de drogas ubicado entre el del centro del
país y las dos ciudades fronterizas mencionadas con anterioridad. No obstante, en
todos los estados mencionados al principio en que se han hecho los estudios en
estudiantes, ha habido un incremento importante en el consumo de drogas
(Villatoro y Cols, 2007).

Uno de los estados que reporta una problemática muy fuerte en el abuso de
alcohol es Aguascalientes alcanzando al 40% de la población de bachillerato valor
por arriba en casi un 10% del estado más cercano. Igualmente, los niveles de
consumo de tabaco son muy similares entre Aguascalientes, Querétaro y la
Ciudad de México, especialmente en los hombres y en la población de bachillerato
(Villatoro y Cols, 2007).

En el sur del país, especialmente en Yucatán, estado donde se tiene una encuesta
de hogares y una de estudiantes, la problemática se conserva como la más baja
del país, aún incluso al analizar la ciudad capital del estado. Las prevalencias del
consumo son menores, aunque para la región es importante tomar en cuenta la
necesidad de contar con un estudio específico en la Ciudad de Cancún, Quintana
Roo donde debido a su situación turística, se piensa hay un alto consumo de
drogas (Villatoro y Cols, 2007).
104

3.1.2 Factores Asociados al Consumo de Drogas en Adolescentes

El consumo de alcohol, tabaco, y otras drogas representa en nuestro país un serio


problema de salud pública, debido al enorme costo social y al daño que provoca a
las personas, sus familias y a la sociedad en general (Kumate, 2002).

Mas grave aún es el hecho del comienzo del uso de sustancias que ocurre en su
mayor parte durante la adolescencia y juventud temprana. Ya que la juventud
recibe comunicaciones contradictorias de la sociedad en su posición frente al uso
de drogas, en algunos casos el uso de sustancias se plantea de manera positiva.
Tanto el uso de sustancias lícitas como ilícitas pueden ser vistos como una
manera viable de alcanzar una posición de bienestar sin tener que hacer
demasiado esfuerzo (Kumate, 2002).

Las razones y las variables que influyen en el consumo de drogas, en esta área,
se han enfatizado en forma amplia en dos grandes grupos de factores a demás de
las características reforzadoras de las drogas y su disponibilidad:

a) Los factores ambientales: Se engloban aquellos aspectos sociales y culturales y


pueden encontrarse en los medios de comunicación, en la escuela en centros de
diversión o en la calle por mencionar algunos.

b) Los factores individuales y del ambiente interpersonal: Incluyen desde los


factores hereditarios y ciertos marcadores biológicos hasta los ambientes
interpersonales más directos en los que se desarrollan las personas, como la
familia (Borges, 1996).

La literatura reporta que dentro de las características biológicas la edad es un


punto importante, si bien las adicciones se pueden adquirir en todas las etapas de
la vida, la mayoría de los adictos se inicia en la adolescencia considerándose éste
el periodo de mayor riesgo, hasta los 25 años, el carácter débil consecuencia de
105

una educación débil por cuyo medio se intenta crear para los niños un mundo feliz
y ajeno a las dificultades de la vida normal así como también la carencia de una
filosofía de la vida, la falta de creencias, y de ideales de vida han sido identificadas
por varios investigadores como elementos asociados a la drogadicción (Climent
citado por Llano, 1998).

Investigaciones han estudiado varios factores que han sido relacionados con el
consumo de drogas en los adolescentes. Estos factores se dividen en factores de
riesgo y factores de protección (Martínez, 2003).

Los factores de riesgo están presentes antes de que se de el consumo y están


estadísticamente asociados con un incremento en la probabilidad del abuso de
drogas (Kumate, 2002).

Los factores de riesgo se refieren a las características (personal, familiar grupal


y/o ambiental) cuya presencia aumenta la probabilidad de que se produzca un
determinado fenómeno. Siendo el factor de riesgo “probabilística” no
determinista, es decir que aunque un individuo muestre factores de riesgo no
implica que necesariamente vaya a desarrollar conductas problemáticas. Algunos
de ellos quizá ejercen sus efectos de un modo relativamente directo sin
mediadores, por ejemplo si los amigos refuerzan positivamente el consumo el
individuo podrá tener más probabilidad de consumir. Además los factores de
riesgo varían en importancia a través de los individuos o los grupos, ya que
diversos factores ejercen una influencia distinta en el sujeto en las diferentes
etapas del proceso adictivo (Martínez, 2003).

De acuerdo a la clasificación de Hawkins, Catalana y Miller (1992) los factores de


riesgo se dividen en: factores comunitarios (leyes, normas de uso favorable
disponibilidad de la sustancia en la comunidad, extrema privación económica
factores familiares (consumo de alcohol y/o drogas por parte de algunos de los
padres, inconsistencias en las normas familiares, conflictos familiares, y escasa
106

supervisión de los padres), factores escolares como el (bajo compromiso con la


escuela y fracaso escolar), factores individuales (problemas de comportamiento
tempranos y/o persistentes, asociados con pares que consumen drogas, oposición
a los valores dominantes en la sociedad, percepción positiva hacia los efectos de
las drogas, e inicio temprano del consumo de sustancias), y factores fisiológicos
(bioquímicos y genéticos).

Se puede afirmar que no hay una relación directa entre los factores de riesgo y
consumo, pero si que la coexistencia de los factores de riesgo puede activar la
vulnerabilidad en los sujetos respecto al uso de drogas y generar una
predisposición favorable al consumo.

La exposición de estos factores de riesgo no lleva inevitablemente al uso de


sustancias, esto se debe a la presencia de factores de protección que
contrarrestan el impacto de los factores de riesgo, estos se definen como aquellos
recursos personales, sociales e institucionales que forman la competencia,
promueven un desarrollo exitoso y además decrementan las posibilidades de
involucrarse en conductas problema (Martínez, 2003).

Ante la perspectiva de riesgo es importante considerar también que los individuos


cuentan con estos factores de protección, estos tienen como función principal la
disminución del impacto que tienen los factores de riesgo.

Los factores protectores incluyen fuertes lazos familiares, reglas claras de


conducta dentro del núcleo familiar , la supervisión de los padres, éxito escolar así
como también relaciones estrechas con instituciones prosociales tales como la
familia, escuela y organizaciones religiosas, y adopción de las normas
convencionales sobre el uso de drogas (Martínez,2003).
107

3.1.3 Los Factores Familiares y el Consumo de Drogas

Debido a la complejidad de la problemática adolescente uno de los temas de gran


relevancia es el consumo de drogas en ellos, así como los diferentes factores,
como son las extensas redes multinacionales de producción y de distribución, y los
múltiples recursos que se llegan a manejar para iniciar a los jóvenes, siendo la
familia uno de los recursos más importantes y prometedores para la prevención
del uso de drogas, teniendo en cuenta que hay opiniones distintas sobre si existe
o no una forma que sea la más propia o la mejor pero sin duda una actitud positiva
de la familia puede ser una muy buena herramienta para poder proteger a los
adolescentes del consumo de las drogas. Si la familia está bien estructurada podrá
enfrentar las presiones internas o externas pero si no lo está, se verá mucho más
afectada (Naranjo, 1997).

Dentro de la situación familiar, como riesgo se encuentran motivos para el


consumo de drogas muy diversos, que tienen su origen en una situación personal
e individual, familiar y social, algunos de ellos son controlables y en algunos casos
se ha hecho referencia a que la situación familiar es la principal causante, ya que
es ahí donde se forma o se desforma la personalidad, donde se madura o se
queda a medio camino, dando lugar a las disposiciones adquiridas en forma de
inmadurez, observándose que la mayoría de los adictos a las drogas y de los
delincuentes juveniles provienen de los hijos que han sufrido en su niñez y en su
adolescencia graves conflictos familiares, en donde también se pueden observar
situaciones como un bajo nivel socioeconómico, un gran número de hermanos
ausencia de alguno de los padres así como también diversas desorientaciones y
frustraciones (Naranjo, 1997).

Uno de los factores de riesgo personales se produce precisamente por las


disfunciones familiares; sin embargo una adecuada educación y una dinámica
familiar sana generan personalidades fuertes siendo éstos los mejores medios de
prevención.
108

En investigaciones recientes se ha observado que el uso de drogas por parte de


los miembros de la familia son factores primarios importantes en la iniciación del
uso de cocaína y heroína (Boyd, 1990; Burton, 1996). También se ha asociado
una alta probabilidad de inicio en el uso de mariguana con el formar parte de
familias monoparentales de bajo nivel socioeconómico (Levy, Pierce Sydow, Lieb,
y Pfister citado por Galván, 2007).

Los estudios sobre la situación familiar de los jóvenes adictos han permitido
identificar alguno de los factores presentes con mayor frecuencia en las familias
en donde los padres tienen actitudes y hábitos permisivos en relación con las
drogas, es decir cuando éstos fuman, beben y utilizan tranquilizantes los niños van
creciendo con este ejemplo y se forman la idea de que esas sustancias forman
parte de la vida normal. Muchos padres de familia no rechazan claramente las
drogas y admiten que se consuman con moderación haciendo que sus hijos
perciban un doble mensaje (Muñoz-Rivas y Gaña 2001).

Otro aspecto que puede llegar a ser riesgoso para el inicio al consumo de drogas
dentro de la familia son las relaciones deficientes entre los padres e hijos como
son:

 La Falta de Afecto: Que si bien existe en los padres, éstos no siempre lo


demuestran claramente, ésto hace que los hijos no se sientan amados
aunque si lo sean, y en la adolescencia debido a las fricciones que hay
entre padres e hijos pueden ahogar las manifestaciones de afecto. Los
adolescentes al no sentirse amados se muestran más rebeldes resentidos y
violentos (Llano, Martínez y Chavarria, 1998).

Se ha observado que las redes familiares de los usuarios se caracterizan por


relaciones interpersonales conflictivas y una mala comunicación entre sus
miembros, por ejemplo, las relaciones de madres con hijas que consumen tienden
a ser hostiles, competitivas, y caóticas (y esto puede llevar a los jóvenes a buscar
109

afecto y comprensión en amistades que los predispongan al consumo de drogas


(Madanes, Dukes, Harbin, Staton, Todd y Associates, Citado por Galván, 2007).

Dentro de los factores que suelen ser frecuentes en las familias de adolescentes
con problemas de adicciones además de las actitudes y hábitos permisivos en
relación con las drogas y la falta de afecto son:

 La Indiferencia: Como el abandono afectivo deja traslucir que los hijos no


tienen la prioridad para sus padres, y una de las formas en como se puede
manifestar es dándoles dinero y cosas en lugar de dedicarles tiempo y
atención, muchas veces puede que los padres no conozcan a sus hijos. Es
entonces cuando algunos padres se refugian en un falso respeto a la
intimidad e independencia de sus hijos aduciendo que tienen en ellos una
confianza absoluta (Llano, Martínez y Chavarria 1998).

La mayoría de los estudios, coinciden que las interacciones padres-hijo


caracterizadas por la ausencia de conexión y por la sobreimplicación maternal en
las actividades con los hijos parecen estar relacionadas con la iniciación de los
jóvenes adolescentes en el uso de drogas. De forma contraria, las relaciones
familiares positivas basadas en un profundo vínculo afectivo entre padres e hijo
correlacionan con una menor probabilidad de que la juventud presente problemas
de conducta y se inicie en el consumo de sustancias (Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).

 Manejo inadecuado de la disciplina: En este factor los padres pueden optar


por los extremos debido a lo difícil que les puede resultar administrar la
disciplina en el adolescente, ya sea que manejen una rigidez absoluta o la
permisividad total, este último lleva a los padres a no tener conocimiento
sobre el tipo de ambiente en el que se mueven sus hijos, siendo que están
en una edad especialmente vulnerable, y no tienen la experiencia necesaria
para enfrentar los riesgos de las malas influencias (Llano, Martínez y
Chavarria, 1998).
110

Kandel y Andrews (1987) encontraron que factores como la ausencia de


implicación maternal así como la ausencia o inconsistencia de la disciplina
parental y bajas aspiraciones de los padres sobre la educación de sus hijos
predicen su iniciación en el uso de drogas (Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).

 Incongruencia: Cuando los padres no tienen ideas claras sobre la


educación de sus hijos o tienen una personalidad complicada, la crianza se
realiza a través de conductas indefinidas, impredecibles o débiles es decir
un día pueden rechazar lo que al día siguiente aceptan estableciendo
normas que no hacen respetar, no aplican los castigos dicen una cosa y
hacen otra, mostrando ausencia de principios auténticos sin normas claras
y firmes, dejándose llevar más por sus sentimientos o por sus estados de
ánimo que por razones emanadas de un proyecto educativo, y esto a su
vez se puede ver afectado en la orientación que se le de al adolescente que
atraviesa por una etapa de confusión y desconcierto, lo cual contribuye a
aumentar el riesgo de incidir en las adicciones (Llano, Martínez y Chavarria,
1998).

 Falta de Comunicación. Se refiere a la interrupción de la comunicación que


hay entre padres e hijos y esto puede agudizar las dificultades habiendo
una incapacidad para intercambiar ideas y opiniones. La incomunicación
también aumenta el riesgo de incidir en las adicciones porque priva a los
padres de la posibilidad de guiar y de supervisar, en cuanto a los hijos, la
ayuda, el consejo y la orientación que necesitan es menor por parte de los
padres (Llano, Martínez y Chavarria, 1998).

No obstante, estudios confirman de forma genérica la importancia de la


comunicación paterno-filial con referencia al problema concreto de las drogas ya
que sostienen que a pesar de que la relación con los padres tiene un
protagonismo especial en la vida del joven, la que se establece con los amigos
puede llegar a ser mucho más relevante (Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).
111

Otro aspecto importante dentro de la comunicación en la familia es la cohesión


familiar, ya que con respecto al consumo de tóxicos la probabilidad de que los
jóvenes manifiesten dicho comportamiento disminuye a medida que aumenta su
participación en las decisiones familiares y, por el contrario se incrementa con
forme lo hace el grado de discrepancia dentro de ésta (Alonso y Del Barrio citado
por Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).

 La desintegración familiar. En este factor los conflictos conyugales, la


desintegración del matrimonio, y de la familia son frecuentes y de
consecuencias lamentables para los hijos. Los conflictos de los padres su
tensión, su frialdad y su ruptura dejan al niño desamparado e indefenso, lo
que repercute en él, creando los factores de riesgo de incidir en la
drogadicción, entre otras cosas puede presentar pérdida de la autoestima
inseguridad, trastornos mentales y de conducta, desapego de los padres
(Llano, Martínez y Chavarria, 1998).

De forma genérica, se sostiene que la crianza de los niños en familias con alto
nivel de conflicto es un factor de riesgo importante tanto para el desarrollo de
trastornos de conducta en general como para el consumo de sustancias
(Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).

 Grupos familiares débiles o disfuncionales: Esto se da cuando en las


familias no se vive la solidaridad fundamentalmente, los respectivos
papeles de los padres e hijos son confusos, algún miembro de la familia
está real o psicológicamente ausente, esta enfermo, tiene algún trastorno
de la personalidad o es adicto, esto puede suceder en las familias en donde
los padres no viven la autoridad, no establecen controles, ni límites o son
incapaces, por ignorancia, desidia, superficialidad o corrupción, de trasmitir
valores humanos así como ofrecer el clima de seguridad y de protección
necesaria para el desarrollo normal (Llano, Martínez y Chavarria, 1998).
112

 La falta de límites o límites difusos dentro de la familia es uno de los


aspectos de mayor importancia el riesgo para el inicio del consumo de
drogas ya que la conducta se regula a través de de los límites ya que son
consideradas las normas que definen quienes participan y de qué manera y
es justo en la familia donde se determinan los lineamientos por los que se
debe regir la conducta de sus integrantes, restringiendo la participación de
otros familiares en esta tarea. En el caso de que los límites no son claros se
pueden presentar dificultades, pues si no se especifican las reglas no se
puede esperar que se cumplan, la claridad impide que se den
interpretaciones erróneas, por lo que es importante la constancia para evitar
incongruencias y flexibilidad para adecuarse a la etapa de desarrollo en la
que se encuentra la familia (Alcántara, Reyes, y Cruz, 1999).

En un estudio realizado por Chávez de Sánchez y Cols, (1975) en las colonias


suburbanas de la Ciudad de México las familias de los dependientes a las drogas
se caracterizan por

1. Pocos recursos para solucionar los problemas. Es decir evaden los problemas,
cuando un hijo los provoca por el uso de las drogas, excluyéndolos como
elementos nocivos e intentan negar la existencia del conflicto. Siendo esta actitud
un conductor para que se presenten varios casos de adicción en esas familias
sobre todo cuando el padre abandona el hogar y en este prevalece un ambiente
negativo.

2. Consumo de drogas en la familia: Es este uno de los puntos más importantes a


tratar ya que los jóvenes consumidores más afectados son los hijos de padres que
utilizan productos psicotrópicos. Siendo difícil establecer si ésto se deba a factores
directivos de imitación o a una reacción de defensa ante las perturbaciones
emocionales de los padres (Llano, Martínez y Chavarria, 1998).
113

Es por esto relevante mencionar que el uso parental de drogas se ha asociado


repetidamente con la iniciación de los adolescentes en el consumo de tóxicos
(Brook y Cols, 1990). Dentro del modelo parental las actitudes permisivas con
respecto al consumo de sustancias son percibidas por los jóvenes como de igual o
mayor importancia que el uso parental real (Brook, Hansen, Bragado, Bersabé,
Carrasco y Cols citado por Muñoz-Rivas y Gaña, 2001).

3.1.4 El Grupo de Pares y el consumo de Drogas.

En la iniciación y progresión del uso de drogas a través del tiempo se ha


identificado que las personas que usan y abusan de las drogas están a menudo
rodeadas de amigos, familiares y/o conocidos que abusan de estas sustancias o
personas que aprueban esta conducta (Hawkins & Fraser, 1985; Westermeyer &
Neider 1988; Medina-Mora y Cols, 1995, Villatoro y Cols, 2001 Citado por Galván,
2007).

Los pares o coetáneos pueden ser una influencia importante en el inicio y


progreso del uso de drogas. Se ha indicado que cuando los pares de un
adolescente usan drogas, se tiene también una alta probabilidad de usarlas
aunque no estén presentes otros factores de riesgo (Hawkins, 1992, citado por
Rodríguez, Pérez y Córdoba, 2007).

De acuerdo a que el grupo de pares comparte inquietudes, dudas, ansiedades y


proyectos, con la finalidad de poder superar los conflictos que se le presentan, la
relación puede ser de diversa índole, teniendo la posibilidad de inducir a sus
integrantes a que se superen y desarrollen sus potencialidades o por el contrario
dirigir a sus miembros hacia pautas de conducta que dañen su integridad física
psicológica y/o social.

Santrock, (2002) menciona que es indispensable establecer relaciones adecuadas


entre pares con el fin de tener un desarrollo normal, ya que el aislamiento social, o
114

la inhabilidad para integrarse en la red social, están relacionados directamente con


muchos problemas y desórdenes, tales como la delincuencia, problemas de
alcoholismo y depresión.

Por otra parte Simona, (1994) y Thornberry (1987) corroboran la importancia del
grupo de pares como uno de los factores de riesgo más importantes, si no es que
el más importante en el uso de drogas legales e ilegales en los adolescentes
(Hawkins, 1992, citado por Rodríguez, Pérez y Córdoba, 2007).

Es por esto que los aspectos familiares, las redes sociales y la influencia de los
pares son los aspectos sociales que más se han estudiado en el contexto del uso
de sustancias lícitas e ilícitas. Se concederá que estos aspectos tienen gran
relevancia dentro de la carrera adictiva, sin embargo se ha señalado que la
influencia de pares es quizá el mecanismo moldeador y alentador del uso de
drogas más fuerte y consistente de todos (Galván, 2007).

La semejanza del uso de sustancias entre los pares del adolescente ha sido
explicada por dos procesos: la socialización, en donde el grupo de pares influencia
el comportamiento del uso de sustancias del individuo, y la selección en donde los
individuos se asocian con pares que son similares a ellos en su conducta de uso
de sustancias. Estudios epidemiológicos muestran que el uso de sustancias varía
de acuerdo al género, siendo mayor para hombres que para mujeres, también se
ha encontrado que las mujeres adolescentes son influenciadas más fácilmente por
sus pares que los hombres (Andrews, Tildesley, Hops, y Li, 2002).

Dentro de investigaciones que se han realizado para observar las conductas de


riesgo a la salud en adolescentes y sus pares, se ha mostrado que las mujeres se
involucran más con pares con conductas prosociales, mientras los hombres se
relacionan con pares que presentan conductas desviadas (Prinstein, Boergers, y
Spirito, 2001).
115

En cuanto a las conductas prosociales de los amigos, se encuentran


negativamente asociados con la violencia y el uso de sustancias del adolescente,
también hay asociaciones significativas entre cuatro áreas de influencia potencial
de los pares como: la desviación, el uso de sustancias, la conducta suicida y la
conducta prosocial, en donde se muestra que los adolescentes que reportan una
mayor proporción de amigos que usan sustancias, tienen una menor proporción de
amigos que presenten conductas prosociales, y mientras mayor proporción de uso
de sustancias exista entre los amigos hay un mayor número de peleas.

También se reportó que dentro de los grupos de pares formado por adolescentes
que presentan tanto conductas adaptativas como desadaptativas el mensaje no es
siempre el más claro, sino por el contrario puede ser confuso y crear ambivalencia
en los adolescentes (Prinstein, Boergers, y Spirito, 2001).

Se ha observado también que los mejores amigos, en comparación con los


amigos en general tienen mayor influencia en el mantenimiento del uso de alcohol,
cigarro y marihuana (Andrews, Tildesley, Hops, y Li, 2002).

Es por esto relevante mencionar que la calidad de la relación es una variable


importante ya que aquellos que tienen una buena amistad con adolescentes del
mismo sexo usan drogas duras más seguido, mientras que aquellos con una
amistad buena con el sexo opuesto usan drogas duras menos seguido (Andrews,
Tildesley, Hops, y Li, 2002).

Degirmencioglu, Luo, Pilgrim, Urberg, (2002) mencionan que la alta aceptación de


pares y la alta calidad de la amistad que manejen indican una mayor propensión
en el adolescente a concordar con las conductas de uso de sustancias de sus
amigos. Observaron que las variables que caracterizan la relación de amistad son
más influyentes en este proceso que las diferencias individuales de factores de
riesgo.
116

No obstante es importante mencionar que el grupo de amigos puede ser un factor


de riesgo, ya que se ha manifestado como una de las variables más influyentes a
la hora de explicar el consumo de drogas, hasta el punto que para muchos autores
el consumo depende enteramente de la naturaleza social del grupo de amigos del
sujeto (Kandel, 1995 citado por Laespada, Iraurgi, y Arostegi, 2004).

Otro de los aspectos que son relacionados dentro de este marco de relaciones
como: el poder adquisitivo, la dependencia del grupo, el ocio desarrollado en
discotecas, bares y las salidas nocturnas de fin de semana se correlacionan con
un mayor consumo de sustancias (Borjano, y Pons, 1999; Gómez y Cols, 1995
citado por Laespada, Iraurgi, y Arostegi, 2004).

En un número importante de trabajos, se han desarrollado explicaciones en el uso


y abuso de sustancias fundamentados en la “Teoría de la acción razonada” que
establece que el comportamiento está influenciado en parte por las normas
percibidas de pares. Debido a que en un hallazgo de investigación en población
adolescente se observó que los jóvenes a menudo usan y abusan de las drogas
porque ellos creen incorrectamente que es algo normativo del grupo (Galván,
2007).

Pero dentro de la influencia de pares no todo es negativo ya que dentro del cese o
abandono del uso de drogas, al igual que en la iniciación y habituación de este
uso, la familia, las normas prevalecientes y el apoyo social aumenta la motivación
del usuario para mantenerse en tratamiento, esto es considerado en la literatura
como factores prominentes en la cesación del abuso de sustancias tanto para la
búsqueda oportuna de atención, como para obtener resultados positivos durante y
después del tratamiento (Conway, 1988 Galanter, 1985 y Galea, 2004 citado por
Galván, 2007).

En lo que refiere al consumo de alcohol y otras drogas entre jóvenes se


encuentran altamente influenciados tanto negativa como positivamente, por las
117

actitudes y conductas de sus amigos y compañeros, debido a la presión y a la


influencia de los pares en la experimentación y abuso de las drogas (Faldean,
2001).

En investigaciones realizadas Abbot, Guo, Hawkins, Kosteman, (1987) en Seattle


Estados Unidos se detectó la dinámica de iniciación en el uso de alcohol y
mariguana en una muestra de 808 jóvenes de 10 a 18 años en donde se observó
que se corren riesgos mayores cuando los jóvenes se juntan con otras personas
que usan sustancias, pero que el tener una familia con normas claras y proactivas
puede retardar el inicio de uso de drogas (Galván, 2007).

Además de los autores mencionados Hill, Hawkins y Catalano examinaron los


aspectos sociales como predictores en el inicio de uso de drogas ilícitas en donde
se observó que el riesgo para la iniciación de drogas ilícitas se presenta en un
contexto familiar muy conflictivo, y en una alta actividad antisocial entre sus pares
y una baja unión familiar (Galván, 2007).

Li y Cols, (2002) en China en su interés por conocer algunos factores que influyen
en el inicio del consumo de drogas en un estudio con una muestra de 833
consumidores de drogas institucionalizados, observó que los pares y las
percepciones del uso de drogas juegan un papel muy importante en la iniciación
del consumo (Galván, 2007).

Es relevante mencionar lo que las investigaciones muestran de los predictores


significativos del uso de drogas, ya que estos varían de acuerdo con la droga en
cuestión. Se ha mostrado también que el apoyo de la familia y el control, así como
el modelaje de los pares (aspectos del sistema ambiental) son predictores
significativos del uso de mariguana. Mostrando así que el control familiar, la
aprobación de pares, las actitudes hacia la escuela y la asistencia que hacen
referencia a la conducta convencional, predicen el nivel de uso de ciertas
sustancias.
118

Ya que en muchos casos, si se quiere demostrar independencia o madurez en el


grupo de edad en la adolescencia, una de las normas más negativas es que se
debe consumir cierta droga (Jones y Heaven, 1998).

Datos de un estudio longitudinal, utilizados para evaluar la selección inicial de


pares que usaron cigarros y alcohol, así como también la influencia posterior de
los pares, en una muestra de estudiantes afroamericanos y otra con estudiantes
blancos, en cuatro mediciones con una duración de dos años, se recolectaron
datos de 6º, 8º de secundaria y 10º de preparatoria, en donde se mostró que los
adolescentes que no llegaron al final del estudio tenían una mayor propensión a
usar cigarros y veían menos dañino el alcohol y el tabaco valorando menos el
éxito académico. Otros de los factores predictores importantes fueron el consumo
previo, el grado escolar, el consumo del amigo, la búsqueda de sensaciones, y
una calidad positiva en la amistad. En cuanto a la aceptación de pares los
adolescentes con niveles altos fueron influenciados por sus amigos mientras en
niveles bajos esto no ocurrió (Urberg, Luo, Pilgrim y Degirmencioglu, 2002).

En otro estudio el cual estuvo constituido por estudiantes de educación media


básica y superior, residentes en municipios o delegaciones en los que CIJ cuenta
con una unidad operativa, en una muestra conformada por 2 381 sujetos entre 11
y 19 años, se mostró que las sustancias consumidas fueron ofrecidas por primera
vez por los amigos, aunque en el caso del alcohol y de las pastillas como los
tranquilizantes, los familiares también fueron participantes. También se menciona
que los factores de riesgo para el uso de drogas en los ámbitos familiar y de grupo
de pares resultaron significativamente más altos entre los usuarios de drogas que
entre los no usuarios (Rodríguez, Pérez y Córdoba, 2007).

Así mismo las calificaciones (medias) de la presencia o exposición a factores


protectores, fueron significativamente mayores entre los sujetos que nunca han
usado una droga con excepción del área de participación en actividades
119

prosociales con el grupo de pares, cuya diferencia entre usuarios no resulto


estadísticamente significativa (Rodríguez, Pérez y Córdoba, 2007).

En el ámbito del grupo de pares se identifican como factores de riesgo la


participación en actividades antisociales con el grupo de pares, esto solo viene a
afirmar lo que los usuarios de drogas refirieren, ya que tienen un vínculo más
cercano con sus coetáneos que los no usuarios. El vínculo cercano con el grupo
de pares, así como el involucramiento en actividades de cualquier tipo
(antisociales como prosociales) incrementa la probabilidad de usar drogas alguna
vez en la vida.

Sin embargo la literatura menciona que la actitud favorable en el grupo familiar


ante el uso de sustancias es uno de los factores de riesgo mas importantes incluso
ante el uso excesivo de sustancias legales, como el alcohol y el tabaco ya que se
presenta como un elemento que marca la mayor diferencia, por encima de la
vinculación con pares disfuncionales en actividades de tipo antisocial.

También las actividades prosociales con el grupo de pares pueden ser predictoras
del uso de drogas, tanto legales como ilegales, ya que conducen a dos
consideraciones: por un lado las actividades de tipo prosocial como el reunirse con
amigos para estudiar, practicar deportes, y realizar actividades recreativas como ir
al cine, y el ir a la escuela, son considerados de acuerdo con estudios realizados
por Guo, y Hawkins y Cols, (2002) un ambiente protector, también resultan tener
un efecto de riesgo entre los estudiantes de secundaria, revirtiéndose esta
situación en los estudiantes de bachillerato (Rodríguez, Pérez y Córdoba, 2007).

En la segunda consideración se refiere a las implicaciones que tiene en materia la


prevención, por el hecho de involucrarse en actividades prosociales con los pares
resulta un riesgo en los adolescentes más jóvenes.
120

Diversas investigaciones han puesto de manifiesto la correlación existente entre el


consumo de drogas y el tener amigos consumidores y tolerantes (Amador y
Cavero, 2004).

En un estudio realizado por Villatoro y Cols, (1996) se encontró que si un


estudiante tiene amigos que consuman drogas tiene un riesgo 1.22 veces mayor
de consumir drogas que aquellos estudiantes que no tienen amigos que las
consuman. Asimismo datos de la encuesta de estudiantes (medición otoño del
2000) sobre consumo de drogas, reporta que un 18.4% de adolescentes mencionó
que su mejor amigo consumía drogas.

También se menciona que en la mayoría de los casos un amigo fue quien les
proporcionó la droga por primera vez, y finalmente cabe destacar que los amigos
son para mujeres y hombres, la primera y la segunda fuente de apoyo
respectivamente cuando tienen un problema, lo cual explica en gran medida la
marcada influencia de los amigos en la toma de decisiones de los adolescentes y
enfatiza la importancia de brindarles herramientas que les permitan desarrollar un
pensamiento crítico que los conlleve al alejamiento de situaciones riesgosas y al
mejor discernimiento en la toma de decisiones (Amador y Cavero, 2004).

Como es sabido el panorama de consumo de drogas entre adolescentes no es


muy alentador, pues a través de los diversos resultados aquí expuestos, se
muestran las repercusiones del infiltramiento del narcomenudeo en estudiantes.

Resultado de ello, durante las últimas décadas es el consumo de drogas debido a


que ha ido en creciente ascenso, y con marcadas variaciones referentes al tipo de
sustancias que se consumen, imponiéndose en nuestros días el uso de mariguana
y cocaína.

Dichos resultados obligan a reconsiderar los mensajes preventivos relacionados


con la vida social del adolescente en el sentido en el que no se le plantea que el
121

socializar o tener amigos cercanos sea inadecuado, por el contrario, el mensaje


simplemente debe orientarse a sensibilizar al adolescente respecto a los riesgos
que podrían estar presentes en estas situaciones de socialización e interacción
(Amador y Cavero, 2004).

Es por esto que de forma paralela a estos hallazgos, encontramos la importancia


de revestir al adolescente desde la infancia de situaciones protectoras que
reduzcan las probabilidades de involucrarse en conductas de riesgo, resaltando la
influencia de los amigos y especialmente el de la familia como primer agente de
socialización y transmisor de valores, habilidades y actitudes, así como institución
responsable en gran medida de la formación y desarrollo de una autoestima sana,
todos ellos elementos mediante los cuales los adolescentes puedan ser capaces
de integrarse exitosamente a una sociedad que exigirá de ellos adaptarse y
responder asertivamente a las pruebas que día a día afrontará tanto en casa,
como en la escuela, con los amigos y en la comunidad (Amador y Cavero, 2004).

Asimismo, las estrategias preventivas para este sector de la población


adolescente deberían encaminarse a dotar al joven de habilidades sociales
suficientes ya que estas son el conjunto de comportamientos interpersonales que
va aprendiendo la persona y que van formando parte de su competencia social en
los diferentes ámbitos de la relación, permitiendo la coherencia entre los criterios
personales, las normas, y los principios sociales (Díaz-Barriga, Gómez, Sánchez,
Cortés, Cruz, Martínez, Martínez, 2006).

Esto con el fin de identificar aquellas situaciones que puedan tener consecuencias
problemáticas o negativas para su salud así como para resistir la presión del grupo
de pares y decir no ante la oferta de drogas cuando sea necesario, sin que ésto se
traduzca en una situación de malestar y aislamiento (Rodríguez, Pérez y Córdoba,
2007).
122

Lo que lleva a la asertividad que ocupa un lugar muy importante dentro de las
habilidades sociales ya que trata de expresar sentimientos y opiniones en
momentos oportunos y de manera adecuada haciendo valer los derechos de cada
persona.

Hay diferentes tipos de comunicación asertiva entre ellos están:


 Estilo Agresivo: Son personas que interrumpen a otros, gritan, no escuchan,
culpan, regañan o no ponen atención a quien está hablando.
 Estilo Pasivo: Personas que provocan enojo porque nunca opinan nada; si
llegan a estar a favor o en contra dan la impresión de adoptar la visión de
otra persona y no la propia.
 Estilo Asertivo: Son las personas que dicen lo que piensan y sienten se
muestran seguras pero no agraden a nadie.

Dependiendo del estilo de comunicación agresivo, pasivo o asertivo que utilicen


las personas, será el tipo de respuesta que pueden esperar de los demás. Y es
una de las habilidades sociales de gran relevancia, y que es importante que se
adquieran a través de la enseñanza formal como la escuela y otros programas
educativos, existe también la enseñanza de estas habilidades de manera informal
que es por medio de la experiencia y la relación con otras personas es por esto
que es muy conveniente que tanto los padres como, los maestros contribuyan en
la enseñanza de esta habilidad social.

3.1.5 Otros factores asociados

En la etapa adolescente existen actitudes culturales que van formando una gran
influencia en el uso indebido de sustancias, debido a que es este grupo quien
introduce cambios en la conducta de la sociedad.

Por esto es importante mencionar que existen factores que influyen en la


experimentación y en el uso de sustancias en los adolescentes así como también
123

sobre las diferencias entre quienes siguen los valores culturales mediante el no
uso de drogas y quienes desafían a la sociedad mediante el uso ilícito de drogas
(Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon, 1998).

En el desarrollo actual del consumo de drogas, se han generado diferentes


modelos teóricos que señalan la importancia de diferentes variables sobre el inicio
y el desarrollo de esta conducta.

Si bien ya se ha mencionado en apartados anteriores de esta investigación


algunos de los factores que influyen en el consumo de drogas, es relevante
mencionar que existen otros factores que facilitan que una persona se involucre en
el consumo de drogas, como también en conductas problemáticas, las cuales son:
el ambiente que rodea al sujeto, la desorganización social, dentro de ésta se
encuentran el ambiente hostil, zona de alta delincuencia, alta disponibilidad de
droga, una inadecuada socialización, la tensión, el estrés y la angustia generada
por las demandas del rol que juega el sujeto, son de los factores de gran
importancia (Villatoro, Medina-Mora, Fleiz, Juárez, Berenzon, López, Rojas y
Carreño, 1996).

Dentro de los factores personales ya mencionados anteriormente se


complementan dos tipos de variables personales, el riesgo percibido desde la
dimensión cognitiva, la depresión y la ideación suicida desde la dimensión
afectiva, considerando a la depresión y la ideación suicida como variables que
están significativamente asociadas con el uso de drogas (Villlatoro,
Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon, 1998).

En cuanto a los factores interpersonales las hipótesis confirman que el uso de


drogas está relacionado con la orientación en el contexto familiar, ya que padres y
hermanos son modelos de rol importantes para esta conducta, debido a que se
reporta una alta probabilidad de consumo para el adolescente si estos consumen
drogas (Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon, 1998).
124

Otros aspectos mencionados por Flay, (1991) que son categorizados como
interpersonales, son las destrezas con que cuenta el adolescente para enfrentar
su problemática, refiriéndose a los estilos de enfrentamiento, al nivel de estrés y
de tensión que le genera y al nivel de autoestima (Medina-Mora, Villatoro, López,
Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).

Ya que la posesión de una autoestima saludable es de innegable valor, para


afrontar situaciones de riesgo y tomar desiciones asertivas. Un estudio realizado
por Berenzon, González, y Jiménez (1997), reveló la importancia que tiene el que
su papá y su mamá sean afectuosos y establezcan una comunicación clara y
abierta (Amador y Cavero, 2004).

Investigaciones indican que la presencia de estados de ánimo depresivos forman


parte de factores de riesgo importantes en el uso de drogas ya que en años
anteriores se reporta que los jóvenes que deciden experimentar con sustancias
presentan un índice significativamente mayor de problemas emocionales, los
índices de manifestación de los síntomas aumentan dos veces con variaciones
entre 9% y 18% (Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon,
1998).

Adicionalmente, dentro de las variables reportadas por las investigaciones en


cuanto a la iniciación del consumo de drogas y el uso continúo se menciona que la
percepción de riesgo, la depresión, y la ideación suicida, son factores importantes
así como también la tolerancia social relacionada en la decisión de los estudiantes
adolescentes para continuar usando una droga después de haber experimentado
los efectos de las sustancias entre una y cinco veces, la conducta problema forma
parte del estilo de vida de los consumidores, así como también la venta de droga
(Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon 1998).
125

Los estados de ánimo displacenteros se presentan con frecuencia similares entre


los experimentadores y entre los usuarios regulares de drogas y entre los
monousuarios y poliusuarios. Los jóvenes que abandonan el uso después de
haber experimentado el efecto de las sustancias y aquellos que consumen más de
una, se distinguen por la presencia de problemas de sueño, dificultad de
concentración e irritabilidad (Medina-Mora, Villatoro, López, Berenzon, Carreño y
Juárez, 1995).

Por otra parte dentro de estos predictores, el no percibir como riesgoso el


consumir drogas, el ser tolerante socialmente ante la presión del grupo de amigos
en el consumo, y el percibir mayor disponibilidad de la droga son factores que se
tienen en cuenta en la asociación significativa con el uso de más de una sustancia
así como también para continuar usando sustancias en lugar de solo experimentar
son factores importantes en el inicio del consumo de drogas. (Medina-Mora,
Villatoro, López, Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).

Resultados de la encuesta de estudiantes del 2003 muestran que un 44.1% de los


hombres y un 35.7% de las mujeres consideran que es fácil o muy fácil conseguir
drogas. Además, el 3.7% de los adolescentes reporta que su papá ha consumido
drogas, el 1% que su mamá las ha consumido y el 5.5% indica que alguno de sus
hermanos las consume. En cuanto al consumo de los amigos un 19.7% menciona
que su mejor amigo consume drogas. Esto se presenta en forma muy similar tanto
en los hombres (19.8%) como en las mujeres (19.6%) (Villatoro, Medina-Mora,
Rojano, Amador, Bermúdez, Hernández, Fleiz, Gutiérrez, y Ramos, 2004).

Se refiere que los adolescentes consideran en su mayoría, muy peligroso el


consumo de sustancias como la mariguana (71.7%) o la cocaína (82.4%)
porcentaje que es muy similar entre los hombres (79.3%) y las mujeres (85.6%)
(Villatoro, Medina-Mora, Rojano, Amador, Bermúdez, Hernández, Fleiz, Gutiérrez,
y Ramos, 2004).
126

En general, investigadores de esta área, señalan que es la interacción de varios


de estos factores lo que precede a que un individuo se involucre en las prácticas
de consumo de drogas (Medina-Mora, Villatoro y Cols, 1995).

A pesar de que el consumo está aumentando en forma considerable entre las


mujeres, el ser varón es un factor importante de riesgo para el uso y el abuso, es
significativo mencionar también, que dentro del consumo de drogas la relación que
existe entre el fuerte consumo de alcohol y tabaco con la experimentación de
drogas, esta consistentemente asociado con un mayor riesgo de consumo de
drogas (Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon, 1998).

Dentro de los lugares que son reportados por las investigaciones en cuanto a la
obtención de drogas, las fiestas, los bares, o discos son una de las principales
fuentes, también algunas reuniones privadas y parques, sin dejar de lado, la
escuela que ocupa un lugar importante en donde se consumen frecuentemente
drogas (Villlatoro, Medina-Mora, Juárez, Rojas, Carreño y Berenzon, 1998)

Son también factores que resultan significativos para el uso continuado de drogas
y para la ingesta de más de una sustancia, el tener amigos que usen drogas o el
que conozcan alumnos que usan drogas en las escuelas, el que lleguen alumnos
intoxicados, y el hecho de que es mas frecuente que los amigos les proporcionen
información sobre las drogas a través de platicas informales (Medina-Mora,
Villatoro, López, Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).

También en el ámbito interpersonal, el percibirse con bajo rendimiento escolar el


sentirse deprimido o con ideas suicidas, y el haber sido abusado sexualmente, son
predictores en el inicio del consumo de drogas (Villatoro, Medina-Mora, Fleiz,
Juárez, Berenzon, López, Rojas y Carreño 1996).
127

En la encuesta realizada por Villatoro, y Cols (2003) con estudiantes de la Ciudad


de México en la que se midieron estos aspectos se obtuvieron los siguientes
resultados:

Conductas
Relacionadas con el
Consumo de Drogas Hombres % Mujeres %
en Adolescentes
Abuso Sexual 8.9 23.4
Intento Suicida 14.4 39.5
Síntomas Depresivos 32.3 59.6
Conducta Alimentaria 5.1 19.8
TDA 7.9 14.7
(Villatoro, y Cols, 2003)

La literatura reporta que dentro de las personas en las cuales perpetra el abuso
sexual en el caso de los hombres es su novia, y en la mujeres algún familiar. Por
otra parte los adolescentes mencionan principalmente que la persona que abusa
sexualmente de ellos es un amigo(a) o conocido(a) en el caso de los hombres, o el
novio en el caso de las mujeres (Villatoro, y Cols, 1997 citado por Amador y
Cavero 2004).

En cuanto a la ideación suicida es incrementada con el uso regular de sustancias,


ya que se presentan con mas frecuencia los pensamientos de muerte y el
sentimiento de que la familia estaría mejor si el adolescente estuviera muerto.

Medina-Mora, Villatoro y Cols, (1995) mencionan que los jóvenes que


experimentan con drogas tienen en conjunto más síntomas asociados con la
depresión que aquellos que no usan sustancias, el hecho de que estos síntomas
no sean significativamente más altos en los que no suspenden el uso después de
la experimentación, ni en aquellos que usan más de una sustancia apoya la
128

hipótesis de la pre-existencia de síntomas que probablemente lleve a los jóvenes a


usar drogas como una manera de enfrentar sus problemas.

En el caso de los trastornos alimenticios investigaciones reportan que es un


fenómeno complejo de naturaleza multivariada y multideterminada que ha venido
despertando un gran interés en los investigadores no solo por las graves
alteraciones físicas que provoca, sino también por la relación que guarda con
algunos síndromes psiquiátricos incluyendo el uso de drogas (Gutiérrez, Mora,
Unikel, Villatoro,y Medina-Mora, 2001).

Estas alteraciones en la conducta alimentaría ocurren principalmente entre las


mujeres y la adolescencia ya que es el periodo en el que más se
desarrollan. Debido a que el consumo ha venido incrementando en las mujeres es
reportado que éstas se inclinan mas a usar medicamentos que producen adicción
como las anfetaminas (benzedrinas, fenisec, esbelcaps, diestest, solucaps,
efedrina, y pseudoefedrina) que son utilizadas para controlar el peso (Gutiérrez,
Mora, Unikel, Villatoro,y Medina-Mora, 2001).

Los datos de la Encuesta Nacional de Adicciones de 1993 indican que la


prevalencia del uso de sustancias médicas corresponde al 2.3%, lo cual muestra
un consumo mas elevado de las mujeres respecto a los hombres. Es por ello que
la posibilidad de que las adolescentes adopten ciertas conductas alimentarias
anómalas para controlar su peso, debido por su insatisfacción con su imagen
corporal o por sus expectativas de lograr el peso idealizado, que generalmente es
situado por debajo del actual, puede ser un incentivo para utilizar sustancias
adictivas. Se ha reportado a nivel internacional que la probabilidad de que las
mujeres adolescentes consuman sustancias es más alta cuando existen
indicadores de trastornos alimentarios (Gutiérrez, Mora, Unikel, Villatoro,y Medina-
Mora, 2001).
129

Krahnn y Cols (1992) estudiaron las conductas en mujeres escolares que las
ponen en riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, y encontraron que hay una
relación significativa entre la severidad de la dieta y una mayor prevalencia a usar
alcohol, tabaco y mariguana.

Otra de las conductas de riesgo en su relación con el consumo de drogas es el


TDAH ya que esta altamente relacionado con trastornos de la conducta que son
manifestadas por la impulsividad y falta de atención constante, lo cual lleva al
individuo con TDAH a tener dificultades escolares esto es considerado como la
repercusión más negativa (Artigas – Palleres, 2003).

En un estudio de seguimiento de 89 niños, se mostró que en la edad adulta el 39%


de la muestra habían sufrido algún arresto, este porcentaje es asociado con
personalidades antisociales, cifra significativamente mayor que los que no
presentaban TDAH los cuales únicamente habían sufrido arrestos el 20%, lo cual
se considera al más alto porcentaje como un grupo especialmente propenso al uso
de drogas y alcohol en la adolescencia y en la edad adulta (Artigas-Pelleres, 2003)

En realidad los factores que son mas determinantes como facilitadores del
consumo de drogas son la impulsividad, la búsqueda, la necesidad de gratificación
inmediata, y la marginación social en las que se pueden encontrar los individuos
con Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (Artigas – Palleres, 2003).

Otro de los factores importantes que se asocian con el uso de drogas es el


participar en actos antisociales, estos incluyen dos áreas: robos y violencia por
una parte y comportamientos de consecuencias más graves por otra.

Investigaciones realizadas con estudiantes informan que 21% de ellos cometen al


menos una conducta antisocial, de los cuales el 20.5% cometieron actos
relacionados con la primera área, y el 2.6 % se involucraron en actos con
consecuencias más graves, de ahí que las principales conductas desviadas
130

realizadas por los adolescentes sean tomar parte en riñas o peleas, golpear o
dañar un objeto, tomar una mercancía sin pagarla y tomar dinero o cosas con
valor de $50 pesos, estos actos varían en jerarquía de acuerdo a los niveles
educativos, y se puede observar un claro incremento conforme asciende el grado
de estudios, así como en relación con el sexo, siendo los hombres quienes
cometen más actos, en cualquiera de las áreas que las mujeres (Villatoro y Cols
2001 citado por Amador y Cavero, 2004).

El factor de aprobación social hacia el consumo junto con el hecho de los usuarios
regulares y los que hacen uso de más de una sustancia son distinguidos por no
percibir consecuencias cuando se da el consumo en el ambiente escolar, esto
indica la importancia de establecer normas claras en relación con lo que es
tolerado y no en el ambiente escolar (Medina-Mora, Villatoro, López, Berenzon,
Carreño y Juárez, 1995).

Dentro de las medidas de prevención que reportan usuarios y no usuarios de


drogas, lo más frecuente es que los maestros son los que tratan de ayudar y
aconsejar a los adolescentes, le sigue mandar llamar a los padres, y por último la
expulsión o el mandar al joven con el director (Medina-Mora, Villatoro, López,
Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).

Otro de los factores que son relevantes dentro de la influencia del consumo de
drogas es que los usuarios se distinguen de los no usuarios por el hecho de recibir
con más frecuencia información por parte de los amigos, también se menciona
que la mayor parte de los estudiantes saben lo que son las drogas por esta misma
fuente de información, esto lleva a reconsiderar la estrategia de no hablar sobre lo
que son las drogas, debido a que los jóvenes las conocen, hablan de ellas, y
cuando no reciben información de padres o maestros es mayor el riesgo de
consumo (Medina-Mora, Villatoro, López, Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).
131

CAPÍTULO 4: METODOLOGÍA

El estudio se tomó de la Encuesta realizada en la Ciudad de México sobre el


consumo de drogas, alcohol y tabaco en estudiantes de enseñanza media y media
superior (medición 2006) realizada por el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón
de la Fuente Muñiz” (INPRFM) y la Secretaria de Educación Pública (SEP)
(Villatoro, Gutiérrez, Quiroz, Moreno, Gaytán, Gaytán, Amador y Medina-Mora,
2007).

4.1 Planteamiento del Problema

 La relación entre los estilos de parentalidad y el grupo de pares con el


consumo de drogas en estudiantes adolescentes del Distrito Federal.

4.2 Objetivos Generales


 Conocer la relación que existe entre los estilos de parentalidad, y las
características del grupo de pares, con el consumo de drogas en
estudiantes adolescentes del Distrito Federal.

4.3 Objetivos Específicos

 Identificar los estilos de parentalidad en estudiantes adolescentes del


Distrito Federal.

 Identificar las características del grupo de pares en estudiantes


adolescentes del Distrito Federal.

 Identificar si los estilos de parentalidad y el grupo de pares tienen influencia


en el consumo de drogas.
132

4.4 Hipótesis Conceptual

Se espera que sí exista una relación entre los estilos de parentalidad y el grupo de
pares, y su influencia en el consumo de drogas en estudiantes adolescentes del
Distrito Federal.

Las prácticas de paternidad y el grupo de pares, se han asociado con diferentes


problemas de salud mental, problemas de conducta en la casa, la escuela,
deserción escolar en niños y adolescentes así como también la influencia del
grupo de pares puede llegar a influenciar en el inicio del consumo de drogas
(Doménech-Rodríguez, 2007).

4.5 Definición Conceptual de Variables

4.5.1 Variable Dependiente

El consumo de drogas consiste en la ingesta de sustancias psicotrópicas


(sustancias naturales o sintéticas) que al interior de un organismo viviente tiene
un efecto estimulante o depresor y a su vez modifica la percepción
estado de animo, cognición, conductas y funciones motoras (Rosovsky, Medina-
Mora, Cravioto, Millé, y Bonifaz, 1999).

4.5.2 Variables Independientes

Los estilos de parentalidad son considerados como un conjunto de actitudes y patrones


generales de comportamiento de los padres hacia los hijos, y están dirigidas a
establecer habilidades y comportamientos específicos que a su vez constituyen las
herramientas conceptuales más importantes para comprender el desarrollo psicosocial
133

de los individuos, debido a que la parentalidad es uno de los ámbitos de socialización


más importantes de los hijos, ya que son las relaciones paterno-filiales de gran impacto
en el desarrollo del niño (Aguilar, Valencia, y Romero, 2004; Doménech-Rodríguez,
2007).

Dentro de las investigaciones realizadas se han identificado diferentes estilos de


parentalidad, los cuales se caracterizan por diferentes niveles de control y calor.
Para el presente estudio, se tomaron los siguientes estilos de parentalidad
(Villatoro, Quiroz, Gutiérrez, Díaz y Amador 2006).

 Involucramiento Parental: En este estilo los padres se interesan por los


gustos y actividades de sus hijos/as, los apoyan y ayudan en cualquier cosa
que ellos/as requieran.
 Monitoreo parental: Es indispensable para verificar que los hijos/as estén
fuera de peligro. Es decir estar al pendiente de las actividades y relaciones
de los hijos.
 Educación Parental Evasiva: Aquí los padres se muestran más bien
indiferentes, permisivos y pasivos respecto a la relación con sus hijos/as.
 Aliento parental: En este estilo los papás mantienen relaciones afectuosas
con sus hijos motivándolos en todas sus actividades y halagan cuando
hacen las cosas bien.
 Educación parental inconsistente: En este estilo los papás utilizan las
amenazas verbales y las privaciones dirigidas hacia los menores para
mantener la disciplina al interior de la familia. Además no cumplen los
castigos o premios que les prometen a sus hijos/as.

El grupo de pares consiste en la relación que se establece entre los mejores


amigos, pueden ser grupos pequeños, cerrados, o formado por solo una pareja en
algunas sociedades la influencia de los pares depende del vínculo de la amistad, y
de la transmisión de normas, los pares pueden influenciar durante la
adolescencia, hay pares positivos los cuales transmiten valores, buena
134

comunicación, y normas prosociales, pero también hay adolescentes que


ocasionan problemas. (Otting y Donnermeyer, 1998)

4.5.3 Variables Sociodemográficas

 Sexo: Se refiere al sexo biológico considerado como la condición orgánica


que distingue a las personas en hombres y mujeres.
 Edad: Periodo entre la fecha de nacimiento y la fecha del último
cumpleaños del sujeto.

4.6 Definición Operacional de Variables

4.6.1 Variable Dependiente


 Consumo de Drogas: Se definirá en torno a las preguntas que valoran el
uso experimental, (1 a 5 veces), el uso regular (6 o más veces) y el no uso
de la droga en adolescentes, de acuerdo a las prevalencias (total, último
año, último mes y alguna vez en la vida) obtenidas en la medición.

4.6.2 Variables Independientes


 Estilos de Parentalidad: Se obtendrá a través de la escala de Alabama
incluida en el cuestionario. Esta escala evalúa las prácticas de crianza de
los padres, involucramiento paterno, aliento, monitoreo, supervisión,
prácticas inconscientes y evasivas. Consiste en 17 reactivos (ver encuesta
del DF 2006).

 Grupo de Pares: Se define como las puntuaciones obtenidas en la escala


que valora las relaciones y normas con los amigos.
135

4.7 Población y Muestra

La muestra se extrajo a partir de los registros oficiales de la SEP de las escuelas


públicas y privadas del Distrito Federal, de nivel enseñanza media y media
superior correspondiente al ciclo escolar 2005-2007.

Se consideraran tres dominios de estudio:


Estudiantes de secundaria
Estudiantes de bachillerato
Estudiantes de escuelas técnicas y comerciales

El marco muestral fue sometido a validaciones y depuraciones, para lo cual, se


obtuvo una muestra aleatoria del 5% de las escuelas de cada dominio de estudio,
en las que se validó la información del marco muestral, con la finalidad de
disponer de información lo más confiable posible para evitar inconsistencias en las
estimaciones.

El diseño de muestra plantea la estimación de las tendencias sobre el uso de


drogas en los estudiantes de enseñanza media y media superior de la ciudad de
México, especificando el grado de contribución de cada delegación política a la
magnitud del problema.

Para la estimación del tamaño de muestra se consideró:

A) La distribución del uso de drogas por sexo, grupos de edad, nivel escolar y
tiempo dedicado al estudio.

B) Las prevalencias a nivel Delegacional para el uso de alcohol y tabaco por


sexo, grupos de edad, nivel escolar y tiempo dedicado al estudio.
136

C) Las prevalencias a nivel Delegacional para el uso de inhalables, estimulantes


tipo anfetamínico, mariguana, tranquilizantes y cocaína, por sexo, grupos de
edad, nivel escolar y tiempo dedicado al estudio.

De acuerdo a la encuesta realizada en el 2003, se determinaron los Coeficientes


de Variación (CV) del uso de mariguana, cocaína e inhalables. Se consideró a la
variable con el mayor CV, una tasa de no respuesta y un efecto de diseño de 2,
igual al de las encuestas anteriores. Con estos parámetros, se consideró una tasa
de no-respuesta del 15% que es la que se ha encontrado en estudios previos. El
nivel de confianza de la muestra fue del 95%, con un error absoluto promedio del
0.004. La prevalencia más baja a considerar fue para la cocaína con un 2% para el
consumo del último año. Con base en estos parámetros se calculó una muestra
aproximada, tomando en cuenta la tasa de no-respuesta, de 362 grupos
escolares, con una media de 35 alumnos por grupo. De las escuelas
seleccionadas, solamente 27 rechazaron participar (7.5%).

Las escuelas se seleccionaron aleatoriamente al interior de cada una de las 16


delegaciones políticas. El diseño de muestra fue estratificado es decir el estrato es
la partición del universo o población en dos o mas grupos que no se traslapan
Kerliger, (2002) bietápico (individuos de cada conglomerado) y por conglomerados
(grupos) la variable de estratificación fue el tipo de escuela: secundarias,
bachilleratos y escuelas técnicas o comerciales a nivel bachillerato. La unidad de
selección en la primera etapa fueron las escuelas y después el grupo escolar al
interior de éstas. Se planeó por conglomerados (grupos) con la finalidad de
optimizar los tiempos de los aplicadores y disminuir costos de trabajo de campo.

La muestra obtenida de grupos y alumnos es ponderada por grupo y delegación,


con objeto de realizar la estimación y el procesamiento de datos. Debido a que la
selección de la muestra parte de un esquema ponderado de grupos y alumnos, se
estableció lo siguiente:
137

 Se calculó una fracción de muestreo general para aplicarse en los estratos que
conformaron cada una de las delegaciones políticas.

 Se realizó el acumulado de grupos según tipo de escuela por Delegación.


 Se seleccionaron nuevos "arranques" aleatorios dentro de cada uno de los
estratos para lograr la selección independiente de los grupos escolares.
 El "arranque" aleatorio se obtuvo al azar entre el número cero y el intervalo
de selección calculado.

La muestra total del estudio constó de 10,523 alumnos, en todas las formas se
encuentra la escala de parentalidad y en menor porcentaje la forma C que es en
donde se encuentra la escala de grupo de pares.

Del total de escuelas seleccionadas (350), solamente 27 rechazaron participar las


cuales corresponde al 7.5% de la muestra.

4.8 Instrumento

La información se obtuvo mediante un cuestionario estandarizado, que ha sido


aplicado en las anteriores encuestas y que ha sido previamente validado (Medina-
Mora, Gómez-Mont y Campillo, 1981; Mariño, Medina-Mora, Chaparro y González,
1993; López, Medina-Mora, Villatoro, Juárez, et al. 1998; Berenzon, Medina-Mora,
Carreño, Juárez, et al. 1996; Villatoro, Fleiz, Medina-Mora, Reyes, 1996; Juárez,
Berenzon, Medina-Mora, Villatoro, et al. 1994, Villatoro et al, 2002, 2005).

El cuestionario se aplicó en cuatro formas, debido a su extensión, la aplicación


promedio fue de 75 minutos. De esta manera, las secciones que se mantienen
iguales para todos los sujetos fueron:
138

 Datos Sociodemográficos: incluye preguntas sobre sexo, edad, año que


cursa, tiempo dedicado al estudio, si ha tenido trabajo remunerado y el nivel
de escolaridad del jefe de familia (Anexo 1).

 Condiciones de Vivienda: donde se pregunta sobre su lugar de residencia,


servicios con que cuenta y materiales de construcción de la vivienda.

 Consumo de alcohol, tabaco y drogas, en esta sección se pregunta sobre


las drogas más comunes a estudiar como son anfetaminas, tranquilizantes,
mariguana, cocaína, crack, alucinógenos, inhalables, metanfetaminas,
heroína y sedantes. Para cada droga los aspectos principales que se
preguntan son el uso alguna vez en la vida, uso en los últimos 12 meses,
uso y frecuencia de uso en los últimos 30 días (prevalencias), número de
veces que ha usado la droga y hace cuanto la usó (incidencia); además se
pregunta sobre las circunstancias que rodearon al inicio del consumo, como
la edad del sujeto, lugar donde la obtuvo y persona que se la vendió.
Asimismo, en el caso del alcohol, se pregunta sobre las ocasiones de
consumo, las prevalencias de alguna vez en la vida, en el último año y en el
último mes. Frecuencia con que ha consumido 5 copas o más y frecuencia
de embriaguez.

 Problemas relacionados con el consumo de drogas.

 Conducta Antisocial: donde se indaga sobre la frecuencia con que el


estudiante ha realizado ciertos actos delictivos como tomar dinero, golpear
a las personas, robo de autos, etc.

 Ámbito Social: corresponde a preguntas sobre la tolerancia social, la


disponibilidad y la percepción del riesgo del consumo de drogas, de alcohol
y de tabaco; así como qué tanta desorganización social (delincuencia y
violencia), percibe el sujeto en la zona donde vive.
139

 Ámbito Interpersonal: Sobre la familia, en esta sección se pregunta sobre la


composición familiar del sujeto, los estilos de parentalidad presentes en la
familia y las normas familiares prevalecientes sobre el uso de drogas. Esta
sección se agrega al instrumento con objeto de tener una mejor evaluación
del aspecto familiar y su relación con el consumo de drogas. Su validez,
confiabilidad y adecuación a la población bajo estudio ya han sido
previamente probadas. Además, se pregunta sobre el consumo de drogas y
por problemas por el consumo de alcohol en la familia.

En cuanto al grupo de pares, se incluyen preguntas sobre el consumo de drogas y


alcohol de los amigos del entrevistado, en diferentes contextos.

 Ámbito Personal: en esta sección se pregunta si ha dejado de estudiar, su


nivel de autoestima, nivel de estrés, si ha tenido relaciones sexuales, su
nivel de ideación suicida, si han intentado suicidarse y abuso sexual.

Por otra parte, cada forma se aplicó a una muestra de tamaño similar cada una
incluye lo siguiente:

En la forma A se incluye la evaluación del tiempo libre, trastornos de la


alimentación, nivel de depresión, la relación de los medios de comunicación con el
consumo de tabaco y alcohol, asertividad, lugares donde compra y consume
bebidas alcohólicas y normas familiares sobre el consumo de alcohol y drogas.

Las secciones que contiene la forma B son la percepción de los maestros y las
fuentes de apoyo, inseguridad social y los hábitos de estudio.

En la forma C, las secciones adicionales son nivel de satisfacción, características


de su grupo de pares, escala de tamizaje de trastorno de déficit de atención,
problemas asociados con el consumo de alcohol y el CESD para medir
sintomatología depresiva.
140

En la forma D, las secciones adicionales son sobre maltrato físico, maltrato físico
severo, emocional y por negligencia, que han recibido los estudiantes.

Las secciones específicas del instrumento que se utilizaron para el presente


trabajo son:

1. Consumo de alcohol, tabaco y drogas, en esta sección se pregunta sobre las


drogas más comunes a estudiar como son anfetaminas, tranquilizantes,
mariguana, cocaína, crack, alucinógenos, inhalables, metanfetaminas, heroína y
sedantes. Para cada droga los aspectos principales que se preguntan son el uso
alguna vez en la vida, uso en los últimos 12 meses, uso y frecuencia de uso en los
últimos 30 días (prevalencias), número de veces que ha usado la droga y hace
cuanto la usó (incidencia); además se pregunta sobre las circunstancias que
rodearon al inicio del consumo, como la edad del sujeto, lugar donde la obtuvo y
persona que se la vendió. Asimismo, en el caso del alcohol, se pregunta sobre las
ocasiones de consumo, las prevalencias de alguna vez en la vida, en el último año
y en el último mes. Frecuencia con que ha consumido 5 copas o más y frecuencia
de embriaguez. Para fines de esta investigación es importante determinar que los
Usuarioas Experimentales (UE) se refieren al consumo de 1 a 5 veces, los
Usuarios Regulares (UR) se refieren de 6 o más veces, y los No Usuarios (NU) a
los que no han consumido ninguna droga (Anexo 2)

2. Escala de Parentalidad: Se usó una modificación de la Escala de Alabama para


su aplicación a adolescentes, que tiene un total de 42 reactivos los cuales miden
las prácticas de crianza de los padres, involucramiento paterno, aliento, monitoreo
supervisión, y prácticas inconscientes y evasivas. Los análisis factoriales del
estudio piloto y el estudio final cubrieron los requisitos principales de la validez y la
confiabilidad del instrumento, (Alpha = 0.91), escala de involucramiento
paterno=0.91, escala de monitoreo = 0.60, educación evasiva = 0.60, Aliento =
0.85, disciplina inconsistente =0.60. Para esta investigación se utilizaron
únicamente 17 reactivos de la versión en Español la cual consta de cuatro
141

frecuencias tipo Likert conteniendo las siguientes alternativas: 1=Nunca, 2=A


veces, 3=Con frecuencia, 4=Con mucha frecuencia. (Villatoro, Quiroz, Gutiérrez,
Díaz, Amador. 2006) (Anexo 3).

3. Escala de Relación con los Pares. La escala sobre el grupo de amigos incluye 8
reactivos, que permitirán obtener información relativa a las principales conductas y
prácticas que realiza el grupo de amigos más cercanos del adolescente. Las
opciones de respuesta son de tipo likert, conteniendo las siguientes alternativas:
1= Ninguno, 2= Algunos, 3= La mayoría, 4= Todas. En esta escala se tienen dos
factores una relacionada con amigos prosociales y otra con características de
amigos antisociales ambas escalas con alfa de cronbach mayores a 0.70.
(Amador, Villatoro, Medina-Mora, Cavero, Fleiz ,2007) (Anexo 4).

4.9 Procedimiento

El diseño operativo de la encuesta incluyó a dos coordinadores, siete


supervisores/as y 32 encuestadores/as, seleccionados entre un total de 40
encuestadores capacitados. El curso de capacitación tuvo una duración de 12
horas, e incluyó aspectos conceptuales relacionados con las adicciones,
antecedentes y los objetivos del proyecto, el manejo del cuestionario y las
instrucciones para su aplicación y para la selección de los grupos.

Se puso especial cuidado en que los/as encuestadores/as supieran transmitir


instrucciones que garantizaran a los/as alumnos/as la confidencialidad y el
anonimato de sus respuestas.

Los coordinadores fueron responsables del control del trabajo de campo, de la


entrega de materiales y del ejercicio financiero. Los/as supervisores/as vigilaron el
trabajo de campo en una zona, además ayudaron a los/as encuestadores/as a
solucionar problemas como localización y permisos de entrada a las escuelas.
142

Los/as encuestadores/as realizaron la selección predefinida de grupos en la


escuela y la aplicación de los cuestionarios.

Después de la aplicación, para fines de codificación, el grupo de codificación


crítica hizo una verificación adicional con el fin de: i) clasificar las sustancias
reportadas por los estudiantes, ii) verificar que se trataba de una droga y que se
usara con motivos de intoxicación y iii) detectar, corregir, o en su caso, eliminar
cuestionarios inconsistentes.

Para la captura y validación de la información, se ajustó el programa de cómputo


del INPRFM (Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz) a las
necesidades de este estudio y se verificó la congruencia de las respuestas.
Finalmente, se llevó a cabo una nueva depuración a través de programación para
la revisión directa de los cuestionarios que presentaran inconsistencias en la
captura.

4.10 Análisis de Datos

En principio, se hicieron los análisis descriptivos de cada una las variables


involucradas (medias y desviaciones estándar), con objeto de ver su distribución
en cada uno de los grupos de interés.

Considerando que las variables de interés para el presente estudio son, por un
lado, los predictores de sexo, nivel educativo y tipo de consumidor, en tanto que
las variables criterio son los 5 tipos de estilos de parentalidad (involucramiento
parental, monitoreo parental, educación parental, aliento parental, y educación
parental inconsistente) así como el grupo de amigos que se tiene (amigos
prosociales y amigos antisociales). Todas las variables criterio, están medidas a
nivel intervalar ya que corresponden a la suma de diversos reactivos, según se
indica en la sección del instrumento; en tanto, el sexo, el nivel educativo y el tipo
143

de usuario, son variables que nos definen diversos grupos (hombres-mujeres,


secundaria-bachillerato, no usuario-experimentador-usuario regular).

Ante esto, y con la intención de controlar el margen de error de la probabilidad


asociada a realizar múltiples comparaciones, se realizó un análisis multivariado de
la varianza tomando en cuenta a todas las variables, lo que permite considerar
que los resultados que se muestran aquí, están controlados por todas estas
variables que en él intervienen.
144

CAPÍTULO 5: RESULTADOS

En primer lugar, se observa que hay más hombres usuarios regulares (5.8%) que
mujeres usuarias regulares (4.0%), en los usuarios experimentales hombres
(13.3%) su porcentaje es ligeramente mayor que en las mujeres (12.5%), en
cuanto a los no usuarios las mujeres son las que reportan menos uso de drogas
(83.5%) en comparación con los hombres (80.9%), uno de los datos importantes
por resaltar es que los estudiantes presentan un mayor consumo experimental que
regular (Tabla1) (Grafica1).

TABLA 1: DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS


Hombre Mujer Total
N % N % N %
Tipo de Escuela Global
Secundaria 2856 53.8 2907 55.8 5763 54.8
Bachillerato 2455 46.2 2305 44.2 4760 45.2
El año pasado ¿fuiste estudiante?
No fui estudiante el año pasado 306 5.9 243 4.7 549 5.3
Estudiante de medio tiempo 670 12.8 530 10.3 1200 11.6
Estudiante de tiempo completo 4250 81.3 4379 85.0 8629 83.1
El año pasado ¿Trabajaste
recibiendo sueldo?
No trabajé 3944 75.3 4479 87.1 8423 81.1
Trabajé medio tiempo 898 17.1 501 9.8 1399 13.5
Trabajé tiempo completo 399 7.6 163 3.2 561 5.4
Tiene papás
Si 4327 81.5 4194 80.5 8521 81.0
No 984 18.5 1018 19.5 2002 19.0
Escolaridad del Papá
Primaria o menos 761 14.8 887 17.4 1648 16.1
Secundaria o más 4397 85.2 4199 82.6 8596 83.9
Escolaridad de la Mamá
Primaria o menos 964 18.5 1071 20.8 2035 19.7
Secundaria o más 4244 81.5 4075 79.2 8319 80.3
Tipo de usuario de drogas
Experimental 705 13.3 652 12.5 1357 12.9
Usuario 309 5.8 209 4.0 518 4.9
No usuario 4297 80.9 4351 83.5 8648 82.2
145

Las mujeres (85.0%) indican un mayor porcentaje en cuanto a ser estudiantes de


tiempo completo, en el caso de no haber estudiado el año anterior al estudio, los
hombres (5.9%) reportan un porcentaje ligeramente mayor al de las mujeres
(4.75%), los hombres (81.5%) indican un porcentaje similar de tener papás que las
mujeres (80.5%). En lo que respecta al nivel de estudios de sus papás y mamás
también son muy similares los datos para los hombres y las mujeres.

Gráfica: 1

T ipo de Us uario de Drog as

La Gráfica 1. Muestra que hay más hombres usuarios regulares que mujeres, lo
mismo se observa en el caso del uso experimental, y en el caso de los no usuarios
las mujeres indican un mayor índice en comparación con los hombres.
146

En cuanto a las comparaciones de los estilos de parentalidad, grupo de pares, por


sexo, nivel educativo, y tipo de usuarios, los resultados del análisis estadístico
indican que los padres de los no usuarios presentan mejores estilos de
parentalidad que los usuarios experimentales y usuarios regulares. Lo mismo
ocurre con su grupo de pares, donde los experimentadores y usuarios regulares,
tienen más amigos antisociales que los no usuarios (Tabla 2).

TABLA: 2 MEDIAS Y COMPARACIONES EN LOS ESTILOS DE


PARENTALIDAD POR SEXO, NIVEL EDUCATIVO, Y TIPO DE USUARIO

Mujer Hombre
Usuario Usuario No Usuario Usuario No Comparaciones
Experimental Regular usuario Experimental Regular usuario Posterior
Media Media Media Media Media Media Para Tipo de Usuario
Secundaria
Involucramiento
2.73 2.43 2.94 2.61 2.38 2.83 UE y UR < NU
Positivo
Monitoreo
2.04 2.26 1.63 2.15 2.41 1.88 NU < UE < UR
Negativo
Educación
1.61 1.75 1.43 1.62 1.77 1.56 NU y UE < UR
Evasiva
Aliento /Apoyo 2.50 2.00 2.77 2.45 2.22 2.68 NU > UE > UR
Disciplina
2.24 2.44 2.05 2.13 2.27 2.08 UE y UR > NU
Inconsistente
Amigos
2.61 2.54 2.84 2.73 2.66 2.95 NU > UE y UR
Prosociales
Amigos
1.93 2.44 1.45 1.89 2.68 1.63 NU y UE < UR
Antisociales
Bachillerato
Involucramiento
2.78 2.53 3.08 2.77 2.58 2.91 UE y UR < NU
Positivo
Monitoreo
2.16 2.51 1.72 2.50 2.74 2.19 NU < UE < UR
Negativo
Educación
1.35 1.42 1.26 1.46 1.56 1.36 NU y UE < UR
Evasiva
Aliento /apoyo 2.51 2.26 2.74 2.47 2.38 2.60 NU > UE > UR
Disciplina
2.22 2.28 2.07 2.12 2.20 2.04 UE y UR > NU
Inconsistente
Amigos
2.67 2.62 2.70 2.74 2.47 2.87 NU > UE y UR
Prosociales
Amigos
2.14 2.37 1.79 2.28 2.65 1.88 NU y UE < UR
Antisociales
147

Se puede observar también que los estudiantes adolescentes de nivel bachillerato


indican tener mejores estilos de parentalidad que los de secundaria.

En el caso del involucramiento positivo las mujeres no usuarias de secundaria


(  = 2.94) refieren tener medias más altas que los hombres (  =2.83), en el nivel
bachillerato tanto los hombres (  =2.91) como las mujeres (  =3.08) las medias
son igualmente altas, para no usuarias y usuarios experimentales mujeres (  =
2.78) y hombres (  = 2.77) y menores para los usuarios regulares (Gráfica 2).
Lo cual muestra que tanto los usuarios experimentales y los usuarios regulares
presentan un menor involucramiento positivo que los no usuarios.

Gráfica: 2

Involuc ramiento P os itivo

%
148

En el caso del monitoreo negativo las medias más altas las presentan los hombres
usuarios regulares de bachillerato (  = 2.74) y las mujeres usuarias regulares de
bachillerato (  = 2.51), estas medias no difieren mucho de las indicadas por los/as
estudiantes de secundaria, en ambos niveles las comparaciones posteriores
indican que los no usuarios tienen un menor monitoreo negativo que los usuarios
experimentales y estos a su vez muestran tener un menor monitoreo negativo que
los usuarios regulares.
Gráfica: 3

Monitoreo Neg ativo

La Gráfica 3. Muestra que los niveles más altos de monitoreo negativo lo


presentan los usuarios regulares.
149

En lo que se refiere a la educación evasiva, las medias más altas las presentan
los/as estudiantes de secundaria, específicamente los hombres (  = 1.77) y las
mujeres (  = 1.75) usuarios/as regulares, los estudiantes de bachillerato indican
que sus padres tienen una menor educación evasiva, mostrando medias más altas
para los/as usuarios/as regulares (Gráfica 4). Las comparaciones posteriores
muestran que los no usuarios y los usuarios experimentales presentan menos
educación evasiva que los padres de los usuarios regulares.

Gráfica: 4

E duc ac ión E vas iva

En el caso del estilo de parentalidad aliento y apoyo las medias son similares para
los/as estudiantes de secundaria y bachillerato, un dato importante que se muestra
es que las mujeres usuarias regulares de bachillerato (  = 2.26) indican un menor
aliento y apoyo de sus padres que los hombres usuarios regulares de bachillerato
(  = 2.38) este resultado es similar en el caso de los/as estudiantes de
secundaria.
150

Gráfica: 5

Aliento/Apoyo

La Gráfica 5 así como las comparaciones posteriores y las medias muestran que
los no usuarios indican tener más aliento y apoyo de sus padres en comparación a
los usuarios experimentales y estos a su vez presentan un mayor aliento y apoyo
que los usuarios regulares.

Los resultados obtenidos en cuanto a la disciplina inconsistente las medias se


muestran ligeramente mayores en nivel secundaria y en el caso de los hombres
(  = 2.27) y las mujeres (  = 2.44) usuarios regulares, en los estudiantes de
bachillerato que son usuarios regulares las medias también fueron elevadas los
usuarios regulares (  = 2.20) y experimentales (  = 2.12) indican medias menores
en comparación con las mujeres de bachillerato usuarias regulares (  = 2.28) y
experimentales (  = 2.22) las medias más bajas las mostraron los hombres no
usuarios de bachillerato (  = 2.04) y las mujeres no usuarias de secundaria (  =
2.05).
151

Gráfica: 6

Dis c iplina inc ons is tente

La Gráfica 6, las medias y las comparaciones posteriores indican que los usuarios
regulares y experimentales tienen una mayor disciplina inconsistente que los no
usuarios.

En el caso de la escala de amigos prosociales los hombres de secundaria no


usuarios (  = 2.95) indican la media más alta, seguida por las mujeres no usuarias
de secundaria (  = 2.84), resultados similares mostraron los/as estudiantes de
bachillerato no usuarios/as, seguidas por los hombres experimentales de
bachillerato (  =2.74) y mujeres experimentales de bachillerato (  = 2.67), las
medias más bajas las reportaron los hombres (  = 2.47), y mujeres (  = 2.62)
usuarios regulares de bachillerato y las mujeres usuarias regulares de secundaria
(  = 2.54).
152

Gráfica: 7

Amigos Prosociales

La Gráfica 7, las medias y las comparaciones posteriores muestra que los/as no


usuarios/as indican tener mas amigos prosociales que los/as usuarios/as
experimentales y usuarios/as regulares.

Por otro lado los resultados obtenidos de la escala de amigos antisociales las
medias más altas las presentan los hombres usuarios regulares de secundaria
(  = 2.68), seguido por los hombres usuarios regulares de bachillerato
(  = 2.65) y las mujeres usuarias regulares de secundaria (  = 2.44).
153

Gráfica: 8

A mig os Antis oc iales

En la Gráfica 8 se puede observar que las medias y las comparaciones posteriores


muestran que los no usuarios/as y usuarios/as experimentales indican tener
menos amistades antisociales que los/as usuarios/as regulares.

TABLA 3a: RESULTADOS DEL ANÁLISIS MULTIVARIADO DE LA VARIANZA.


EFECTOS PRINCIPALES

Tipo de Usuario Sexo Nivel Educativo


F Sig F Sig F Sig
Involucramiento Positivo 28.218 0.000 0.178 0.673 5.838 0.016
Monitoreo Negativo 49.037 0.000 30.417 0.000 5.706 0.017
Educación Evasiva 13.122 0.000 3.325 0.068 34.200 0.000
Aliento /Apoyo 20.146 0.000 1.622 0.203 2.620 0.106
Disciplina Inconsistente 8.391 0.000 0.066 0.797 7.070 0.008
Amigos Prosociales 18.382 0.000 3.978 0.046 0.055 0.815
Amigos Antisociales 128.091 0.000 11.520 0.001 16.201 0.000
154

Los resultados de este análisis indican que existen diferencias significativas entre
los no usuarios, los usuarios experimentales y los usuarios regulares, en cuanto a
los estilos de parentalidad que refieren los/las estudiantes, así como en los amigos
prosociales y antisociales, ya que los niveles de significación son de (p= 0.000).

También hay diferencias significativas en cuanto al sexo de los estudiantes, en el


monitoreo negativo (p=0.000), en los amigos prosociales (p= 0.046) y los amigos
antisociales (p= 0.001), en el caso del nivel educativo se encontraron más
diferencias significativas, en el involucramiento positivo (p= 0.016), monitoreo
negativo (p= 0.017), educación evasiva (p= 0.000), disciplina inconsistente
(p= 0.008) y amigos antisociales (p= 0.000).

TABLA 3b: RESULTADOS DEL ANÁLISIS MULTIVARIADO DE LA VARIANZA.


INTERACCIONES DE LOS PREDICTORES.

Tipo de Usuario
Tipo de Usuario y y Nivel Sexo y Nivel Tipo de Usuario, Sexo
Sexo Educativo Educativo y Nivel Educativo

F Sig F Sig F Sig F Sig


Involucramiento
1.124 0.325 0.272 0.762 2.182 0.140 2.142 0.118
Positivo
Monitoreo Negativo
0.638 0.528 0.934 0.393 0.778 0.378 2.397 0.091
Educación Evasiva
1.097 0.334 5.037 0.007 0.728 0.394 5.050 0.006
Aliento /Apoyo
4.446 0.012 0.953 0.386 0.163 0.686 1.860 0.156
Disciplina
1.826 0.161 2.383 0.093 2.788 0.095 1.742 0.175
Inconsistente
Amigos Prosociales
0.402 0.669 2.393 0.092 1.242 0.265 2.258 0.105
Amigos Antisociales
1.017 0.362 3.907 0.020 0.215 0.643 1.331 0.264

En cuanto a la interacción de tipo de usuario y sexo, la diferencia significativa se


muestra en el aliento y apoyo (F= 4.446,p = 0.012), en la interacción del tipo de
usuario y nivel educativo la diferencia significativa la muestra la educación evasiva
155

(F= 5.037, p = 0.007), y los amigos antisociales (F= 3.907, p= 0.020) por otra parte
en la interacción sexo y nivel educativo no mostraron diferencias significativas, en
el caso de la interacción de todos los predictores la educación evasiva fue la que
mostró tener diferencia significativa ( F= 5.050, p= 0.006).
156

CAPÍTULO 6: DISCUSIONES Y CONCLUSIONES

La presente investigación reporta los resultados de un gran número de estudiantes


de nivel medio y medio superior del Distrito Federal, lo cual da un panorama
amplio acerca de los estilos de parentalidad y la influencia del grupo de pares y de
la relación que tienen con el consumo de drogas.

Dentro la información de la última Encuesta de Consumo de Drogas, Alcohol y


Tabaco en Estudiantes del Distrito Federal 2006, la prevalencia total del consumo
de drogas ilegales entre los estudiantes de Distrito Federal fue del 17.8%
porcentaje estadísticamente mayor al del 2003 en un 2.6%. Por lo que respecta a
cada sustancia la mariguana (8.8%) ocupa el primer lugar de preferencia por
los/as adolescentes y le sigue el consumo de inhalables (6.7%), el de
tranquilizantes (4.9%) y el de cocaína (3.3%) (Villatoro y Cols, 2007).

Uno de los datos relevantes es la edad de inicio en el consumo de drogas


haciendo de los inhalables una de las sustancias que se comienzan a consumir a
los 14 años, en tanto para la mariguana se incrementa a partir de los 15 años lo
cual se relaciona con lo reportado por la literatura en cuanto a que el uso de
sustancias ocurre en mayor parte durante la adolescencia y juventud temprana
considerando a este un periodo de mayor riesgo y vulnerabilidad hasta los 25
años.

Se concluye que los hombres (5.8%) son los que reportan un mayor consumo
regular que las mujeres (4.0%) lo mismo ocurre con los usuarios experimentales
los hombres están por encima de las mujeres, en el caso de los no usuarios las
mujeres son las que reportan menos uso de drogas (83.5%) en comparación con
los hombres (80.9%) uno de los datos relevantes es que los estudiantes indican un
mayor consumo experimental que regular, esto puede ser debido a los contenidos
de los factores ambientales como la información contradictoria que la sociedad
emite acerca del consumo de drogas ya que en algunos casos el consumo de
157

drogas lícitas se plantea de manera positiva, estudios de Villlatoro, Medina-Mora,


Juárez, Rojas, Carreño, y Berenzon, (1998) mencionan que el fuerte consumo de
alcohol y tabaco esta consistentemente asociado con un mayor riesgo en la
experimentación de drogas ilícitas. Unido a ello la constante búsqueda de
sensaciones nuevas y placenteras que es una de las características de la etapa
adolescente, la cual tiene como objetivo el alcanzar una posición de bienestar sin
tener que hacer demasiado esfuerzo dejándose influenciar por su grupo de pares
estas variables son consideradas dentro de los factores de riesgo en cuanto al
consumo regular.

Por otra parte Villatoro y Cols, (2007) mencionan que el consumo está
aumentando en forma considerable entre las mujeres, el ser varón es un factor
importante de riesgo para el uso y el abuso de sustancias, lo cual puede deberse a
que hombres se desprenden emocionalmente más temprano llevándolos a
independizarse de la compañía y control de sus padres, asociado con el
pensamiento cultural en cuanto a los roles y libertades que los varones pueden
tener en ventaja de las mujeres ya que estas siguen siendo más cuidadas y
protegidas en cuanto a las funciones de tipo de actividad que desarrollan, como
los permisos y libertades que tienen. Sin dejar de tener en cuenta que las
diferencias de género y el consumo es cada vez menos marcada (Andrade,
Betancourt y Cañas 2008).

Esto puede llegar a darse por las transformaciones en términos de roles y


características que actualmente se presenta en los hombres y mujeres
adolescentes y que como resultado forma el replanteamiento de ideas menos
convencionales en ellos.

En cuanto a los datos obtenidos para saber si tienen papás o no, los hombres
reportan un 81.5% y las mujeres el 80.5% afirmando si tener papás, mostrando
porcentajes muy similares, otro resultado muy similar es el que se refiere al nivel
de estudios, este es un dato relevante ya que investigaciones indican que el
158

consumo de drogas es mayor para adolescentes que tienen padres con


escolaridad de secundaria o mayor, pero por otro lado no se han observado
diferencias significativas cuando el papá o la mamá tiene escolaridad de primaria o
menor, como un factor de riego para el uso de las diferentes drogas.

En el caso de las relaciones parentales se observó que los estudiantes


adolescentes de nivel bachillerato indican tener mejores estilos de parentalidad
que los de secundaria, esto puede presentarse debido a que los adolescentes de
bachillerato perciben de diferente manera los estilos de parentalidad de sus
padres, esto concuerda con lo mencionado por Caplan y Levovici, (1973) ya que
estos comienzan a mostrar un pensamiento mas formal, que se aplica a todos los
contextos comenzando a organizar todo de una manera lógica razonando acerca
de todo y hasta de las situaciones más alejadas de su experiencia, de manera que
alrededor de los 15 años la evolución estructural del pensamiento esta terminada,
caso contrario en los estudiantes de secundaria ya que siguiendo este supuesto
ellos se encuentran en plena adolescencia temprana donde las fluctuaciones y los
niveles hormonales influyen de una manera más directa sobre la irritabilidad,
agresión y estados depresivos lo que sin duda afecta las percepciones y
relaciones parentales.

Por su parte los no usuarios también indican tener mejores estilos de parentalidad
en comparación con los usuarios experimentales y usuarios regulares, en el caso
del involucramiento positivo los no usuarios en específico las mujeres refieren
tener medias más altas, es decir sus padres muestran un mayor interés por las
actividades y gustos de sus hijos, el involucramiento positivo es más marcado en
las mujeres esto es debido a que como lo menciona Arraz, (2004) la forma de
relacionarse de los padres tanto con los hombres como con las mujeres es muy
diferente, ya que el género tiene una influencia sobre los patrones de
comunicación familia, las mujeres tienen una comunicación mas frecuente,
probablemente por su disponibilidad y porque son percibidas como mas abiertas y
comprensivas.
159

En referencia al monitoreo negativo las medias más altas las presentaron los
hombres y mujeres usuarios regulares de bachillerato, estos resultados no fueron
muy diferentes a los mostrados por los usuarios regulares de secundaria, lo cual
indica que los padres de estos estudiantes no practican el tener una supervisión
de manera positiva para saber en que lugar y con quien se encuentran sus hijos
cuando no están con ellos, esta falta de supervisión puede coincidir con lo
mencionado por Chance, Dutra, Forehand y Millar, (1997) ya que el no tener
conocimiento de dónde con quién y qué hacían sus hijos se relaciona
significativamente con comportamientos problemáticos, con el uso de sustancias,
agresión y conductas sexuales de riesgo. Es importante mencionar que el
monitoreo parental positivo es indispensable para verificar que los hijos/as estén
fuera de peligro.

En el caso de la Educación Evasiva las medias fueron igualmente para los


estudiantes de secundaria específicamente los hombres y mujeres que reportaron
ser usuarios regulares en comparación con los/as estudiantes de bachillerato que
igualmente obtuvieron medias mayores en comparación con los usuarios
experimentales y no usuarios, en específico estos dos últimos tanto de secundaria
como de bachillerato indicaron menos educación evasiva en sus padres que los
usuarios regulares esto tiene que ver con lo mencionado por Doménech, Frick
Shelton y Wootton, (2005), Villatoro, y Cols, (2006) ya que los padres de los
usuarios regulares pueden estar educando de manera evasiva mostrándose
indiferentes y permisivos, son confiados acerca de las acciones que pueden llegar
a tener sus hijos, y esto puede ser una actitud falsa en el cuidado de éstos, ya que
puede convertirse en una forma de descuido respecto a la relación que establecen
con sus hijos.

En cuanto al estilo de parentalidad aliento y apoyo las medias fueron similares


para los dos niveles de estudio, un dato importante es que el consumo regular de
drogas se presenta en las mujeres de manera importante cuando hay poco aliento
y apoyo a diferencia de los hombres, quienes, si bien también les afecta esta
160

situación, su impacto es menor que en las mujeres, lo cual nos dice que los padres
de las usuarias regulares de ambos niveles de estudio no mantienen relaciones
afectuosas con sus hijas, y que puede haber un problema en cuanto a la
motivación y halagos en las cosas que realizan bien.

Diferentes investigaciones mencionan que por lo general las mujeres tienen


mejores relaciones parentales que los hombres, pero a su vez se les alienta más
positivamente a los hombres que a las mujeres, esta posición puede ser por el rol
de género y las ideas culturales que sus padres van inculcando en ellos, ya que
culturalmente muchas de las actividades que son desempeñadas por las mujeres
suelen ser para servir a los demás, recientes investigaciones mencionan que el
género femenino está altamente relacionado con el desarrollo de labores
domésticas, la sumisión, la dependencia así como el servicio y el cuidado de los
otros, (Díaz-Loving, Rivera y Sánchez, 2001, Andrade, Betancourt y Cañas, 2008)
actividades que socialmente pueden ser vistas como obligaciones de acuerdo al
género, y ante esta percepción hay una negativa en la posibilidad de emitir una
retroalimentación positiva, y un reconocimiento, ya que es la sociedad y los padres
los que minimizan estas actividades, llegando a obstaculizar el desarrollo y
aprendizaje de nuevas habilidades en las mujeres, ésto puede verse reflejado en
la poca confianza y baja autoestima de las adolescentes. Autores como Berenzon,
González y Jiménez (1997), Amador y Cavero, (2004) mencionan que la posesión
de una autoestima saludable es de gran valor para afrontar situaciones de riesgo y
tomar decisiones asertivas, es por esto que es de gran importancia que los padres
apoyen y alienten de manera positiva sin importar el género de sus hijos.

En general los no usuarios y los usuarios experimentales indican tener más aliento
y apoyo lo cual muestra que sus padres mantienen mas relaciones afectuosas,
éstas son importantes, debido a que la falta de afecto y de interés ocasiona que
los hijos lleguen a sentirse no amados y desmotivados percepciones que resultan
dentro de los factores individuales y del ambiente interpersonal de riego, ya que
son experimentados dentro del núcleo familiar llevando a los adolescentes a
161

mostrarse más rebeldes, resentidos y violentos (Llano, Martínez y Chavarria,


1998)

En el caso de la disciplina inconsistente los resultados fueron ligeramente más


elevados en el nivel secundaria tanto para los hombres como en las mujeres
usuarios regulares, esto puede deberse a la mala relación de los padres con sus
hijos. Debido a todas las complicadas situaciones que trae consigo la etapa
transitoria (la adolescencia temprana) y los conflictos familiares que estos cambios
ocasionan en el medio ambiente familiar, autores como Llano, Martínez y
Chavarria, (1998) mencionan que dentro de los factores que suelen ser más
frecuentes en las familias de adolescentes con problemas de adicciones además
de las actitudes y hábitos permisivos en relación con las drogas y la falta de
afecto, es la indiferencia es decir el abandono afectivo. Esto tiene que ver con la
clasificación de Hawkins, Catalana y Miller, (1992) sobre la inconsistencia de
reglas familiares, conflictos familiares, y escasa supervisión ya que ésto forma
parte de los factores de riesgo en el inicio temprano del consumo de sustancias

En el caso de los estudiantes usuarios regulares de bachillerato las medias fueron


también elevadas, uno de los datos relevantes es que las mujeres de bachillerato
usuarias regulares y experimentales obtuvieron medias ligeramente mayores en
comparación con los hombres de bachillerato usuarios regulares y experimentales
estos datos pueden deberse a varios factores, uno de ellos puede ser, como
anteriormente se mencionó la diferencia de género en la educación de los hijos, ya
que en las mujeres los padres pueden mostrar un mayor control, utilizando
amenazas verbales y algunas privaciones de las cosas que más les agradan
teniendo la idea cultural que deben mostrarse sumisas y obedientes, esto puede
generar una contradicción ya que lo menciona Andrade, Betancourt y Cañas,
(2008) actualmente hay profundas transformaciones en términos de los roles, lo
que puede crear discrepancias en las estudiantes adolescentes y sus padres al no
querer someterse a las actitudes disciplinarias ante estas situaciones puede
presentarse lo llamado por la autora Doménech-Rodríguez, (2007) reciprocidad
162

negativa en donde los padres utilizan frases negativas e imperativas, ocasionando


una mayor problemática y rebeldía en las reacciones de las hijas, alejándolas de la
comunicación y conocimiento sobre sus intereses de vida, orillándolas a buscar la
comunicación y comprensión en su medio ambiente que no siempre es el más
protector de situaciones que las pueden afectar como es, la influencia en el
consumo de drogas y que ha venido incrementando en las mujeres.

Las medias mas bajas las reportaron los hombres no usuarios de bachillerato y las
mujeres no usuarias de secundaria, lo cual indica que estos dos presentan en
menor índice de disciplina inconsistente por parte de sus padres, en general los
usuarios regulares y experimentales indican tener una mayor disciplina
inconsistente que los no usuarios, lo cual muestra que en los usuarios regulares y
experimentales pueden tener un mayor manejo inadecuado de la disciplina a
través de conductas indefinidas, impredecibles, o débiles es decir los padres
pueden rechazar lo que al día siguiente aceptan estableciendo normas que no
hacen respetar, esto puede mostrar ausencia de principios auténticos, falta de
normas claras y firmes dejándose llevar por sus sentimientos o por sus estados de
ánimo y esto a su vez puede afectar en la orientación que se le da al adolescente
que atraviesa por una etapa de confusión y desconcierto, lo cual puede contribuir
a aumentar el riesgo de incidir en las adicciones, ya que los padres dentro del
manejo inadecuado de la disciplina inconsistente pueden ser o muy rígido o caer
en la permisividad total y esto los puede llevar al riesgo de tomar en cuanta malas
influencias.

En cuanto a la escala de amigos prosociales se observó que los hombres y


mujeres de secundaria no usuarios indicaron las medias más altas, lo mismo
indicaron los estudiantes de bachillerato, lo cual nos puede decir que tanto en el
nivel secundaría como en el bachillerato, los no usuarios están rodeados de
amistades prosociales es decir su grupo de iguales asisten a la escuela, practican
algún deporte y tienen buenas calificaciones en la escuela, las aspiraciones
educacionales del adolescente según Brembeck, (1975) está relacionado
163

positivamente con la afiliación a un grupo de pares que valora el adquirir más


educación ya que esta idea se ve reforzada por su grupo de pares es decir por
personas significativas en la vida del adolescente.

Lo mismo fue mencionado por Urberg, Luo, Pilgrim, y Degirmencioglu, (2002) ya


que señalan que las amistades de alta calidad pueden influir en dos sentidos, si
las amistades asisten a la escuela y les agrada, puede haber buenas
consecuencias, pero si el amigo esta involucrado en conductas antisociales las
consecuencias pueden ser negativas.

En el caso de los hombres y mujeres experimentales de bachillerato en


comparación con los no usuarios sus medias son menores lo cual indica que
tienen en menor índice amigos con conductas prosociales esto se puede presentar
de acuerdo a lo referido por Hawkins, 1992, Córdoba, Pérez, y Rodríguez, (2007)
debido a que mencionan que la relación del grupo de pares es de diversa índole y
existe la posibilidad de incluir a sus integrantes a que se superen y desarrollen sus
potencialidades como es el caso del grupo de pares de los no usuarios ya que el
peligro de adicción para quienes tienen amigos sanos, dedicados al estudio al
deporte y a actividades juveniles positivas es prácticamente inexistente (Llano,
Martínez, y Chavarria, 1998).

Caso contrario en el grupo de pares de los usuarios experimentales y usuarios


regulares ya que sus miembros los pueden dirigir hacia pautas de conductas
dañinas en su integridad física, psicológica y/o social debido a que en el grupo de
pares no solo se comparte tiempo y la misma edad sino también inquietudes,
dudas, ansiedades, proyectos e intereses y que es justo éste, Simona, (1994) y
Thornberry (1987) uno de los factores de riesgo si no es el más importante es uno
de los principales en el uso de drogas legales e ilegales en los adolescentes.
164

En el caso de las medias más bajas fueron reportadas por las mujeres usuarias
regulares tanto de nivel secundaria como de bachillerato, un dato importante es
que los hombres usuarios de bachillerato reportaron una media menor o igual que
las presentadas por las mujeres, esto puede relacionarse con lo mencionado por
Andrews, Tildesley, Hops, y Li, (2002) acerca del género y el consumo de drogas,
las mujeres adolescentes son influenciadas mas fácilmente por sus pares que los
hombres, pero a su vez tienden a involucrarse mas con pares con conductas
prosociales y en este caso los hombres usuarios de bachillerato pueden estar
rodeados de amigos con conductas antisociales y ser influenciados en igual
medida que lo están siendo las mujeres.

En general los no usuarios indican tener más amistades con conductas


prosociales que los usuarios experimentales y usuarios regulares, el grupo de
pares de estos dos últimos es altamente probable que estén involucrados en el
consumo de drogas ya que como lo menciona la teoría de socialización de Otting y
Donnermeyer, (1998) las conductas sociales desviadas tales como el uso de
drogas, el crimen y la violencia están entre las conductas sociales aprendidas, y
que a su vez las normas prosociales y desviadas se aprenden del proceso de
socialización primaria es decir de lo enseñado por la familia, la escuela, y el grupo
de pares, ya que es en esta interacción entre el individuo y estas fuentes los que
más influyen en las conductas normativas y desviadas del individuo como es el
caso de la adicción a las drogas.

En cuanto a los resultados obtenidos en la escala de amigos antisociales las


medias más altas fueron reportadas por los hombres usuarios regulares de
secundaria y bachillerato en comparación con lo reportado por las mujeres
usuarias regulares de ambos niveles, lo cual indica que su grupo de pares
presenta conductas desviadas como fumar, beber alcohol, consumir drogas tener
relaciones sexuales sin protección, problemas familiares, inasistencias escolares y
malas calificaciones con mayor frecuencia. Lo cual nos lleva a la afirmación de lo
mencionado por Prinstein, Boergers, y Spirito, (2001) en cuanto a que los hombres
165

tienden a relacionarse con pares con conductas desviadas. Y con lo citado por
Laespada, Iraurgi, y Arostegi, (2004) ya que el bajo rendimiento escolar, un mayor
ausentismo, una menor implicación y satisfacción al medio, así como actitudes
negativas hacia los profesores y la vida académica son conductas asociadas al
consumo de drogas y otras conductas desviadas como la delincuencia.

En general los usuarios regulares y experimentales reportaron tener más amigos


con conductas antisociales que los no usuarios. Lo cual tiene que ver con lo citado
por Galván, (2007) ya que considera a la influencia de pares como el mecanismo
moldeador y alentador del uso de drogas más fuertes y consistente de todos.
Jones y Heaven, (1998) por otra parte mencionan que en muchos casos el querer
demostrar independencia o madurez en el grupo de pares dentro de la
adolescencia una de las normas más negativas que llegan a tener es el consumo
de cierta droga. Y que el tema de las drogas en la mayoría de las veces es
informado por los amigos (Villatoro, López, Berenzon, Carreño y Juárez, 1995).

Es importante aclarar que el simple hecho de vivir en un ambiente donde se


presenten en su mayoría factores de riesgo no es la causa directa para
presentarse conductas adictivas y/o antisociales sino que simplemente se asocian
con una elevada probabilidad en la influencia de un posible daño a nivel biológico
psicológico o social.

Esto nos lleva a una de las últimas conclusiones ya que de acuerdo a lo expuesto
con anterioridad los estilos de parentalidad y el grupo de pares influyen en el
consumo de drogas en los estudiantes adolescentes. Esto es debido a la etapa
adolescente ya que constantemente se presentan en mayor medida situaciones
problemáticas con los padres, riesgos y debilidad a las afirmaciones de su medio,
en específico las que se forman en el grupo de iguales, éste, y la escuela son
consideradas unidades de socialización primaria donde los adolescentes forman,
aprenden y construyen su identidad su rol y adaptación en la sociedad ya sea para
favorecer o impedir el desarrollo óptimo de los individuos.
166

Sin dejar de lado que la familia sigue siendo considerada una institución
importantes y presente que está a cargo del bienestar, del desarrollo psicológico y
social de cada uno de sus miembros, y que se debe de tener en cuenta que es en
ella donde se desarrollan las relaciones paterno-filiales y los diferentes estilos de
parentalidad así como las actitudes y patrones generales de comportamiento que
los padres desarrollan hacia los hijos.

Considero que en la familia, la escuela y el grupo de pares donde se pueden


aprovechar las estrategias que ya han sido estudiadas y que actualmente existen
como el reforzamiento de las habilidades sociales.

Una de las medidas de prevención para el consumo de drogas y otras situaciones


de riesgo que pueden llevar a afectar la salud física y mental en los adolescentes
es la implementación de programas de enseñanza-aprendizaje para los padres de
familia, y docentes ya que estas tiene la capacidad de incidir en la formación de
aspectos positivos y formativos del desarrollo de los individuos sin olvidar a los
niños y adolescentes esto con el objetivo de favorecer hacia mejores y saludables
estilos de vida.

Si bien es un tanto complicado el poder conjugar y coincidir dentro de los tiempos


de los padres y la escuela considerando las diferentes actividades y compromisos
que tienen que cumplir en el trabajo, es de gran importancia y prioridad el dedicar
tiempo de aprendizaje para una mejora contínua en uno de los compromisos más
importantes el de ser padres formadores de nuevas generaciones.

De esta manera la información de nuevas herramientas como el aprender las


ventajas que tienen los estilos de parentalidad positivos y que estos a su vez
constituyen elementos protectores en el cuidado y la apertura de una buena
relación con el adolescente son puntos muy importantes, y que considero que
como profesionales debemos tener presentes y reforzar constantemente en los
padres, tomando en cuanta la impartición de talleres, platicas, conferencias
167

círculos de estudio, círculos de lecturas, que permitan establecer mediante el


aprendizaje un cambio positivo en los padres de familia y profesionales de la
educación y de la salud.

Como se mencionó previamente el grupo de pares es también uno de los medios


de socialización de mayor importancia en la influencia de ideas y conductas en los
adolescentes, por lo que se tiene que tomar en cuenta que como psicólogos
podríamos orientar y sensibilizar respecto a los riesgos que pueden estar
presentes en la socialización e interacción enfatizando en la importancia que tiene
el aprender a convivir con redes sociales que les brinden aspectos positivos y en
pro de su desarrollo y que su influencia sea sana, haciendo uso de la asertividad
como habilidad sociales previamente aprendida para que esto no se traduzca en
una situación de control, malestar y aislamiento.

Finalmente el papel de los padres, y de la escuela consiste en dotar a los niños y


adolescentes de habilidades y herramientas que reduzcan o bien los alejen de la
posibilidad de involucrarse en conductas antisociales, por lo que es preciso que
las intervenciones que se realicen estén basadas en evidencias y en datos de
investigaciones científicas que permitan incidir de manera directa en aquellos
factores de riesgo que están vinculados significativamente con el consumo de
drogas.

Es relevante mencionar que los estilos de parentalidad y el grupo de pares no son


los únicos pero si algunas de las variables que pueden ser manipulables de
manera que se moderen o maximicen sus efectos protectores y sea posible
observar sus beneficios en las conductas adolescentes. Esto de acuerdo a que la
parentalidad es uno de los ámbitos de socialización más importantes para los hijos
debido al gran impacto que estos tienen en el desarrollo de los niños. Y que las
prácticas de parentalidad negativa son asociadas con problemáticas de salud
mental en los niños como, problemas de conductas en la casa, en la escuela,
deserción escolar y el uso de drogas.
168

Es por esto que las actitudes y patrones generales de comportamiento de los


padres hacia los hijos son tan importantes ya que están dirigidas a establecer
habilidades y comportamientos específicos que a su vez están formando las
herramientas conceptuales más importantes para el desarrollo de los individuos.

Es claro que en determinado momento los niños y adolescentes tendrán que


tomar sus propias decisiones haciéndose responsables de las situaciones que se
lleguen a presentar y no hay mejor lugar y personas para aprenderlo que los
padres y el núcleo familiar.

Derivado de este trabajo sugiero algunas estrategias dentro de los estilos de


parentalidad y en el grupo de pares que considero serán de gran utilidad para la
creación y modificación de actitudes y patrones generales de comportamiento de
los padres hacia los adolescentes que pueden ser instrumentadas y
complementarias por los programas preventivos ya existentes en el ámbito
familiar, escolar y el grupo de iguales de los estudiantes adolescentes.

Estrategias preventivas en los estilos de parentalidad y en el grupo de pares.

• Fomentar las relaciones familiares positivas basadas en un profundo


vínculo afectivo entre padres e hijos esto se puede lograr a través del respeto,
buena comunicación e interés que los padres pueden mostrarle a sus hijos,
teniendo como objetivo la identificación de los hijos con sus padres.

• Involucramiento positivo, es decir el interés que los padres pueden mostrar


ante las diferentes actividades y gustos de los adolescentes (actividades
escolares, personales, deportivas, culturales etc.) mostrando siempre respeto y
apertura ante sus gustos.

• Compartir tiempo de manera llevadera (es decir realizar actividades


recreativas, relajantes, divertidas) con el objetivo de que cuando surjan situaciones
169

donde el padre o la madre deban imponer disciplina pueda haber un balance entre
las interacciones positivas y negativas.

• Buena comunicación sin hacer diferencia en el género de los adolescentes


ya que ésto los hace sentir excluidos, resentidos, confundidos y esto a su vez
puede crear rebeldía ante las reglas e indicaciones de los padres.

• Monitoreo Parental, es decir verificar que los hijos estén fuera de peligro, en
especifico estar al pendiente de las actividades y relaciones que tienen los
adolescentes con otras personas en especifico con su grupo de iguales.

• Supervisión constante de dónde, con quién, y qué están, haciendo con el


objetivo de verificar que los adolescentes se encuentren fuera de peligro.

• No mostrarse indiferentes, permisivos, y pasivos respecto a las relaciones


con sus hijos, ya que éstas son actitudes falsas en el cuidado de los adolescentes
y son consideradas una forma de descuido hacia los adolescentes.

• Establecer reglas claras, siempre dar la explicación del por que de las
reglas de manera consistente.

• Aliento parental motivar constantemente en todas las actividades positivas


de los adolescentes.

• Utilizar halagos, de manera breve enfatizando las cosas que hacen bien de
manera específica, inmediata poniendo especial atención en los pequeños éxitos y
en los nuevos comportamientos positivos.

• Mostrarse positivos y sinceros en el momento de halagar y mencionar la


retroalimentación positiva a los hijos con el objetivo de dar reconocimiento al
esfuerzo que el niño/adolescente hace al llevar a cabo cierta actividad.
170

• Utilizar control físico positivo (caricias, abrazos, besos) en la enseñanza-


aprendizaje de nuevas destrezas.

• Escuchar atentamente sus ideas, mostrarse cortéz, compartir, usar buenos


modales, ofrecer constantemente ayuda, mostrar alegría y diversión en el tiempo
dedicado a los niños y/o adolescentes.

• Evitar la disciplina inconsistente (amenazas verbales, y privaciones de las


cosas que les agradan) con el fin de mantener la disciplina.

• Respetar siempre los tiempos de castigos y/o premios que se establecen ya


que de lo contrario, se mostrará a los adolescentes falta de seriedad ante el
posible aprendizaje de reglas y límites.

• No mostrar confianza absoluta respecto a la intimidad e independencia de


los adolescentes ya que esta idea puede ocasionar descuido en los adolescentes.

• Utilizar frases pequeñas y positivas al dar instrucciones sin olvidar el por


favor y el gracias, ya que de lo contrario es probable que se comience una
interacción negativa y los adolescentes pueden mostrar rebeldía y desobediencia
ante frases negativas e imperativas.

• Fomentar relaciones con pares que asistan a la escuela, que practiquen


algún deporte, que tengan buenas calificaciones, de acuerdo a que la selección de
los individuos es muy importante en la asociación con pares que sean similares a
ellos.

• Evitar que se relacionen con pares con conductas antisociales, ya que


pueden tener conductas dañinas en su integridad física, psicológica y/o social. Sin
dejar de lado la importancia de la asertividad ante las conductas antisociales que
se pueden llegar a aprenden del proceso de socialización primaria.
171

• Tener conocimiento del grupo de amigos y en específico del mejor amigo


del adolescente.

El reto no es sencillo, si bien se enumeran las recomendaciones anteriores, hay


que trabajar mucho en su instrumentación y en apoyar tanto a los padres como a
los hijos, en diversos ámbitos. Aún cuando la familia se viene transformando,
sigue siendo la base de la sociedad y el núcleo donde se desarrollan las nuevas
generaciones, por lo que el apoyar a este núcleo es de vital importancia para los
profesionales de la salud y para quienes tienen la toma de decisiones.

Asimismo, las estrategias preventivas para este sector de la población


adolescente deberían encaminarse a dotar al joven de habilidades suficientes para
identificar situaciones que puedan tener consecuencias negativas así como para
resistir la presión de su grupo de pares y decir no al consumo de drogas cuando
sea necesario sin mayor conflicto.
172

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179

ANEXOS
Anexo 1.
DATOS SOCIODEMOGRAFICOS

1. Eres Hombre ................................................ 1


Mujer ................................................... 2
2. ¿Qué edad tienes? Años ..........................................
3. ¿Cuál es el grado que estás cursando en la escuela? (si
estás en preparatoria o bachillerato, indica el año que Grado..............................................
cursas)
4. La mayor parte del año pasado ¿fuiste estudiante? No fui estudiante el año pasado ............. 1
Fui estudiante de medio tiempo ............ 2
Fui estudiante de tiempo completo ........ 3
5. La mayor parte del año pasado ¿Trabajaste recibiendo No trabajé ............................................. 1
sueldo? Si trabajé medio tiempo (4 horas diarias)
.............................................................. 2
Si trabajé tiempo completo (8 horas
diarias) ................................................. 3

6. ¿Tienes papá? (o quién es la persona masculina que lo sustituye o hace las funciones de tu papá):
Tengo papá .......................................................... ……1
Lo sustituye (especifica)______________________ ……2
No tengo papá y nadie lo sustituye ........................ ……3

7. ¿Tienes mamá? (o quién es la persona femenina que la sustituye o hace las funciones de tu mamá):
Tengo mamá ............................................................ …...1
La sustituye (especifica)___________________________ …...2
No tengo mamá y nadie la sustituye .......................... …...3

9a. ¿Cuál es la escolaridad de tu papá (o sustituto)? 9b. ¿Cuál es la escolaridad de tu mamá (o


sustituta)?
Sin educación formal ....................................................Sin educación formal ....................................................
Escuela primaria ...........................................................
Escuela primaria ...........................................................
Secundaria o similar.......................................................
Secundaria o similar ......................................................
Preparatoria, vocacional o similar ................................ Preparatoria, vocacional o similar ................................
Universidad ................................................................
Universidad ................................................................
Maestría o Doctorado ....................................................Maestría o Doctorado ....................................................
Otro, especifica: ________________ ............................. Otro, especifica: __________________..........................
180

Anexo 2.
CONSUMO DE DROGAS

15. Alguna vez ¿alguien te ha ofrecido drogas como Sí………………………………………... 1


mariguana, cocaína, éxtasis, etc.? No ………………………………………. 2
15a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o
probado anfetaminas u otros estimulantes, para Sí .................................................................1
perder o no subir de peso, o dar energía como el No ................................................................2
diazepan o la Efedrina, etc., sin que un médico te lo
recetara?
15b. En los últimos 12 meses, ¿has consumido Sí ..................................................................1
anfetaminas u otros estimulantes sin que un médico No .................................................................2
te lo recetara? Nunca he usado anfetaminas...........................3
15c. En el último mes, ¿has consumido anfetaminas u No .................................................................1
otros estimulantes sin que un médico te lo recetara? Sí, de 1 a 5 días .............................................2
Sí, de 6 a 19 días ............................................3
Sí, 20 días o más ............................................4
Nunca he usado anfetaminas ..........................5
15d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de la(s) _______________________________
anfetamina(s) u otros estimulantes que has tomado, _______________________________
sin que un médico te las recete. Nunca he usado anfetaminas ....................... 00
Anota tu respuesta en las líneas
15e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado anfetaminas u 1-2 veces ......................................................1
otros estimulantes, sin que un médico te lo recetara? 3-5 veces ......................................................2
6-10 veces ....................................................3
11-49 veces ..................................................4
50 o más veces .............................................5
Nunca he usado anfetaminas..........................6
15f. ¿Hace cuánto tiempo usaste anfetaminas u otros Hace menos de un mes...................................1
estimulantes por primera vez, sin que un médico te lo De 2 a 6 meses ...............................................2
recetara? De 7 a 12 meses .............................................3
Hace más de un año .......................................4
Nunca he usado anfetaminas ..........................5
15g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste anfetaminas u Nunca he usado anfetaminas ...................... 00
otros estimulantes por primera vez sin que un médico
te lo recetara? Años………………………………………………
..

16a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o


probado tranquilizantes para calmar los nervios o Sí ................................................................ 1
dormir como Librium, Valium, Diacepam, etc., sin No .............................................................. 2
que un médico te lo recetara?
16b. En los últimos 12 meses, ¿has consumido Sí ............................................................... 1
tranquilizantes sin que un médico te lo recetara? No .............................................................. 2
Nunca he usado tranquilizantes.................... 3
181

16c. En el último mes, ¿has consumido tranquilizantes No ............................................................... 1


sin que un médico te lo recete? Sí, de 1 a 5 días ............................................ 2
Sí, de 6 a 19 días........................................... 3
Sí, 20 días o más........................................... 4
Nunca he usado tranquilizantes..................... 5
16d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de(l) (los) ________________________________
tranquilizante(s) que has tomado, sin que un médico ________________________________
te lo recete. Nunca he usado tranquilizantes ................... 00
Anota tu respuesta en las líneas
16e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado 1-2 veces .................................................... 1
tranquilizantes, sin que un médico te lo recete? 3-5 veces .................................................... 2
6-10 veces .................................................. 3
11-49 veces ................................................ 4
50 o más veces ............................................ 5
Nunca he usado tranquilizantes ................... 6

16f. ¿Hace cuánto tiempo usaste tranquilizantes Hace menos de un mes ................................ 1
por primera vez sin que un médico te los De 2 a 6 meses ............................................ 2
recetara? De 7 a 12 meses .......................................... 3
Hace más de un año .................................... 4
Nunca he usado tranquilizantes ................... 5
16g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste Nunca he usado tranquilizantes..................... 00
tranquilizantes por primera vez sin que un Años .......................................................
médico te los recetara?
17a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o Sí................................................................. 1
probado mariguana, hashish? No ............................................................... 2
17b. En los últimos 12 meses, ¿has consumido Sí ................................................................ 1
mariguana? No .............................................................. 2
Nunca he consumido mariguana .................. 3
17c. En el último mes, ¿has consumido No ............................................................... 1
mariguana? Sí, de 1 a 5 días ............................................ 2
Sí, de 6 a 19 días........................................... 3
Sí, 20 días o más........................................... 4
Nunca he consumido mariguana ................... 5
17d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de(l) _______________________________
(los) producto(s) que has usado. _______________________________
Anota tu respuesta en las líneas Nunca he consumido mariguana .................. 00
17e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado 1-2 veces ...................................................... 1
mariguana? 3-5 veces ...................................................... 2
6-10 veces .................................................... 3
11-49 veces ................................................... 4
50 o más veces .............................................. 5
Nunca he consumido mariguana .................... 6
17f. ¿Hace cuánto tiempo usaste mariguana por Hace menos de un mes .................................. 1
primera vez? De 2 a 6 meses .............................................. 2
De 7 a 12 meses ............................................ 3
Hace más de un año ...................................... 4
Nunca he consumido mariguana .................... 5
182

17g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste Nunca he usado mariguana.......................... 00


mariguana por primera vez? Años.......................................................

18a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o Sí .................................................................1


probado Cocaína? No ...............................................................2
18b. En los últimos 12 meses, ¿has usado Sí .................................................................1
cocaína? No ...............................................................2
Nunca he consumido cocaína ........................3
18c. En el último mes, ¿has usado cocaína? No ................................................................1
Sí, de 1 a 5 días .............................................2
Sí, de 6 a 19 días ............................................3
Sí, 20 días o más ............................................4
Nunca he consumido cocaína .........................5
18d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de(l) ________________________________
(los) producto(s) que has tomado. ________________________________
Anota tu respuesta en las líneas Nunca he consumido cocaína .......................00
18e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado 1-2 veces ....................................................... 1
cocaína? 3-5 veces ....................................................... 2
6-10 veces ..................................................... 3
11-49 veces ................................................... 4
50 o más veces .............................................. 5
Nunca he consumido cocaína ........................ 6

18f. ¿Hace cuánto tiempo usaste cocaína por Hace menos de un mes................................... 1
primera vez? De 2 a 6 meses............................................... 2
De 7 a 12 meses............................................. 3
Hace más de un año ....................................... 4
Nunca he consumido cocaína ......................... 5
18g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste cocaína Nunca he usado cocaína ............................... 00
por primera vez? Años.......................................................

18h. ¿En qué País o Estado usaste cocaína por Nunca he consumido cocaína ........................00
primera vez? País o Estado _______________________
Anota tu respuesta en las líneas
18i. ¿Cómo has usado cocaína? Fumada ......................................................... 1
Inyectada ...................................................... 2
Inhalada ........................................................ 3
Tomada o tragada ......................................... 4
Nunca he consumido cocaína ........................ 5

19a. ¿Has usado alguna vez en tu vida cocaína Sí................................................................. 1


“crack”? No ............................................................... 2
19b. ¿Hace cuánto tiempo usaste cocaína “crack” por Hace menos de un mes...................................1
primera vez? De 2 a 6 meses...............................................2
De 7 a 12 meses.............................................3
Hace más de un año .......................................4
Nunca he consumido cocaína “crack” ............5
183

20a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o Sí ..................................................................1


probado alucinógenos como hongos, peyote, No ................................................................2
mezcalina, LSD, etc.?
20b. En los últimos 12 meses, ¿has consumido Sí ..................................................................1
alucinógenos? No ................................................................2
Nunca he consumido alucinógenos ................3
20c. En el último mes, ¿has consumido alucinógenos? No .................................................................1
Sí, de 1 a 5 días ..............................................2
Sí, de 6 a 19 días.............................................3
Sí, 20 días o más.............................................4
Nunca he consumido alucinógenos .................5
20d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de(l) (los) ____________________________
alucinógeno(s) que has usado ____________________________
Anota tu respuesta en las líneas Nunca he consumido alucinógenos ................00
20e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado 1-2 veces ......................................................1
alucinógenos? 3-5 veces ......................................................2
6-10 veces ....................................................3
11-49 veces ...................................................4
50 o más veces ..............................................5
Nunca he consumido alucinógenos ................6
20f. ¿Hace cuánto tiempo usaste alucinógenos por Hace menos de un mes ..................................1
primera vez? De 2 a 6 meses ..............................................2
De 7 a 12 meses ............................................3
Hace más de un año ......................................4
Nunca he consumido alucinógenos ................5
20g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste alucinógenos Nunca he usado alucinógenos ........................00
por primera vez? Años………………………………………

21a. ¿Alguna vez en tu vida has tomado, usado o Sí ................................................................. 1


probado inhalables como thiner, activo, No ............................................................... 2
pegamento, pintura, cemento, etc., para elevarte?
21b. En los últimos 12 meses, ¿has usado inhalables Sí ................................................................. 1
para elevarte? No ............................................................... 2
Nunca he inhalado sustancias para elevarme . 3
21c. En el último mes, ¿has usado inhalables para No ................................................................ 1
elevarte? Sí, de 1 a 5 días ............................................. 2
Sí, de 6 a 19 días............................................ 3
Sí, 20 días o más............................................ 4
Nunca he inhalado sustancias para elevarme .. 5
21d. Escribe por favor el (los) nombre(s) de(l) (los) ________________________________
inhalable(s) que has aspirado o inhalado para ________________________________
elevarte Nunca he inhalado sustancias para elevarme 00
Anota tu respuesta en las líneas
184

21e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado inhalables 1-2 veces ..................................................... 1
para elevarte? 3-5 veces ..................................................... 2
6-10 veces ................................................... 3
11-49 veces ................................................. 4
50 o más veces ............................................. 5
Nunca he inhalado sustancias para elevarme . 6
21f. ¿Hace cuánto tiempo aspiraste o inhalaste Hace menos de un mes ................................. 1
sustancias para elevarte por primera vez? De 2 a 6 meses ............................................. 2
De 7 a 12 meses ........................................... 3
Hace más de un año ..................................... 4
Nunca he inhalado sustancias para elevarme 5
21g. ¿Cuántos años tenías cuando aspiraste o inhalaste Nunca he aspirado inhalables.................... 00
por primera vez sustancias para elevarte? Años .......................................................

22a. ¿Has usado alguna vez en tu vida Sí .................................................................1


metanfetaminas (como las tachas, éxtasis o ice) ¿No ................................................................2
22b. En los últimos 12 meses, ¿has usado Sí ..................................................................1
metanfetaminas? No.................................................................2
Nunca he usado metanfetaminas ...................3
22c. En el último mes, ¿has usado metanfetaminas? No .................................................................1
Sí, de 1 a 5 días .............................................2
Sí, de 6 a 19 días ............................................3
Sí, 20 días o más ............................................4
Nunca he usado metanfetaminas ....................5
22d. Escribe por favor el (los) nombre(s) del (los) ________________________________
metanfetamina(s) que has tomado ________________________________
Anota tu respuesta en las líneas Nunca he usado metanfetaminas....................00
22e. ¿Cuántas veces en tu vida has usado De 1 a 2 veces ...............................................1
metanfetaminas? De 3 a 5 veces ...............................................2
De 6 a 10 veces .............................................3
De 11 a 49 veces ...........................................4
50 o más veces ..............................................5
Nunca he usado metanfetaminas ...................6
22f. ¿Hace cuánto tiempo usaste metanfetaminas por Hace menos de un mes .................................1
primera vez? De 2 a 6 meses .............................................2
De 7 a 12 meses ...........................................3
Hace más de un año ......................................4
Nunca he usado metanfetaminas ...................5
22g. ¿Cómo la has usado las metanfetaminas? Fumada ........................................................ 1
Inyectada ..................................................... 2
Inhalada ....................................................... 3
Tomada o tragada......................................... 4
Nunca he usado metanfetaminas .................. 5
22h. ¿Cuántos años tenías cuando usaste Nunca he usado metanfetaminas................... 00
metanfetaminas por primera vez? Años ..........................................................
185

23a. ¿Has usado alguna vez en tu vida heroína Sí .................................................................1


(arpón)? No ................................................................2
23b. En los últimos 12 meses, ¿has usado heroína? Sí ..................................................................1
No.................................................................2
Nunca he usado heroína.................................3
23c. En el último mes, ¿has usado heroína? No ................................................................1
Sí, de 1 a 5 días ............................................2
Sí, de 6 a 19 días ...........................................3
Sí, 20 días o más ...........................................4
Nunca he usado heroína ................................5
23d. ¿Cuántas veces en tu vida has consumido De 1 a 2 veces ...............................................1
heroína? De 3 a 5 veces ...............................................2
De 6 a 10 veces .............................................3
De 11 a 49 veces ...........................................4
50 o más veces ..............................................5
Nunca he usado heroína.................................6
23e. ¿Hace cuánto tiempo usaste heroína por primera Hace menos de un mes .................................1
vez? De 2 a 6 meses .............................................2
De 7 a 12 meses ...........................................3
Hace más de un año ......................................4
Nunca he usado heroína ................................5
23f. ¿Cómo la has usado? Fumada .........................................................1
Inyectada.......................................................2
Inhalada ........................................................3
Tomada o tragada..........................................4
Nunca he usado heroína.................................5
23g. ¿Cuántos años tenías cuando usaste heroína por Nunca he usado heroína ............................ 00
primera vez? Años ......................................................
23h. ¿En qué País o Estado usaste por primera vez Nunca he usado heroína ................................00
heroína? País o Estado __________________
186

Anexo 3.
ESCALA DE PARENTALIDAD
A Con Con mucha frecuencia
Tus papás o quien los sustituye: Nunca veces frecuencia
a) Se involucran en las actividades que a ti te
1 2 3 4
interesan (escolares, deportivas.)
b) Hacen cosas divertidas contigo 1 2 3 4
c) Hablan contigo acerca de tus amigos/as 1 2 3 4
d) Te incluyen cuando planean actividades
1 2 3 4
familiares
e) Asisten a reuniones de tu escuela
(conferencias, juntas de la asociación de 1 2 3 4
padres, etc.)
f) Te levantan los castigos antes de tiempo 1 2 3 4
g) Están tan ocupados que olvidan donde estás 1 2 3 4
h) Te mandan a tu cuarto como castigo 1 2 3 4
i) Cuando haces algo mal, tus papás amenazan 1 2 3 4
con castigarte pero no lo cumplen
j) Cuando haces algo malo o incorrecto, tratas de
1 2 3 4
convencer a tus papás para que no te castiguen
k) Cuando haces bien una tarea o trabajo, tus
1 2 3 4
papás te felicitan
l) Cuando obedeces o te portas bien, tus papás te
premian con cosas extras (hacer cosas juntos, 1 2 3 4
regalos, etc.)
m) Cuando haces las cosas bien, tus papás te dan
1 2 3 4
besos y abrazos
n) Sales sin que tus papás te establezcan una hora 1 2 3 4
de llegada
o) Sales en las noches sin la compañía de un 1 2 3 4
adulto
p) Sales con amigos que tus papás no conocen 1 2 3 4
q) Cuando te portas bien, tus papás te felicitan 1 2 3 4
187

Anexo 4
ESCALA DE GRUPO DE PARES

61. ¿Cuántos(as) de tus amigos(as)… Ninguno Algunos(as) La Todos(as)


Mayoría
a) Van a la escuela? 1 2 3 4
b) Han tenido relaciones sexuales? 1 2 3 4
c) Fuman cigarros? 1 2 3 4
d) Practican algún deporte? 1 2 3 4
e) Tienen buenas calificaciones en la
1 2 3 4
escuela?
f) Tienen problemas con sus papás? 1 2 3 4
g) Consumen bebidas alcohólicas? 1 2 3 4
h) Consumen drogas? 1 2 3 4

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