Cap-Ii - Relaciones de Produccion
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2. CAPÍTULO II:
RELACIONES DE PRODUCCIÓN.
¿Por qué siendo los trabajadores los que arrancan las riquezas de la naturaleza, y siendo
ellos los que producen nuevas riquezas, la mayor parte de estas riquezas va a parar a otras
manos: a las manos de un grupo minoritario de la población?
A esta pregunta sólo podremos responder si nos preguntamos ¿en manos de quién están los
medios de producción? ¿En manos de quién están los grandes minerales? ¿En manos de
quién están las fábricas y las tierras?
Y lo primero que podemos contestar es que no están en manos de los trabajadores, sino que
están en manos de los capitalistas locales y extranjeros y de los dueños de las tierras
Porque los medios de producción son, como veíamos en el punto anterior, las condiciones
materiales de toda producción. Sin estos medios no se puede producir. Y debido a esto, los
que han logrado acaparar y mantener en sus manos estos medios pueden obligar a quienes
no los poseen a someterse a las condiciones de trabajo que ellos fijen.
Esto mismo sucede con los obreros industriales. Para poder vivir necesitan ofrecer su fuerza
de trabajo a los capitalista; éstos pagan a los obreros un determinado salario y obtienen
gracias a su trabajo grandes ganancias que no van a parar a manos de los trabajadores, sino
a manos de los empresarios. Si los obreros reclaman, el patrón les dice: “¿De qué se
quejan? Yo los contraté por una jornada de tantas horas a tanto la hora; ¿acaso no es eso lo
que les estoy pagando? Yo soy el fábrica, si no les gustan las condiciones de trabajo, vayan
a buscar trabajo a otra parte.” Pero, como los obreros saben que a donde vayan les dirán lo
mismo, tienen que resignarse a trabajar para que el dueño de los medios de producción se
enriquezca.
Partiendo de los ejemplos que hemos visto podemos decir que en el proceso de trabajo se
establecen determinadas relaciones entre los propietarios de los medios de producción y los
Documento adecuado del libro “CONCEPTOS ELEMNTALES DEL MATERIALISMO
HISTÓRICO , Martha Harneker, Siglo XXI, 1973, disponible en: WWW.rebelion.org
CONCEPTOS ELEMENTALES DEL MATERIALIMO HISTÓRICO
productores directos o trabajadores. Los que son dueños de los medios de producción
explotan a los que no tienen estos medios.
Ahora bien, esto no sólo sucede así en el sistema capitalista, ocurre igualmente en los
sistemas de producción anteriores a él.
En el sistema esclavista, por ejemplo, el amo era dueño no sólo de la tierra y otros medios
de producción, sino que también era dueño de los hombres que trabajaban la tierra, que
remaban en sus barcos, que servían en sus casas. Estos hombres eran considerados por él
como un “instrumento de trabajo” más, y por ello los obligaba a trabajar hasta donde dieran
sus fuerzas, dándoles de comer y permitiéndoles descansar solamente para que pudieran
reponer la energía gastada durante el trabajo, de modo que estuvieran listos para trabajar al
otro día.
En resumen, en todos los sistemas de producción que hemos analizado, en que los medios
de producción están en manos de unos pocos, los dueños de estos medios se apoderan del
trabajo ajeno, explotan a los trabajadores; es decir, se establecen relaciones de explotación
entre estos grupos.
Sin embargo, la explotación no ha existido siempre. En los pueblos primitivos, donde se
produce apenas para sobrevivir, no existe propiedad privada de los medios de producción;
éstos pertenecen a toda la comunidad y los frutos del trabajo de sus miembros se reparten
entre todos en forma igualitaria.
En estos pueblos no existen relaciones de explotación sino relaciones de colaboración
recíproca entre todos los miembros de la sociedad.
La explotación no es, por tanto, algo eterno, tiene un origen histórico bien determinado.
Ella aparece cuando un grupo de individuos de la sociedad logra concentrar en sus manos
los medios de producción fundamentales despojando de estos medios a la mayor parte de la
población. Y ella desaparece cuando se elimina la propiedad privada de los medios de
producción y éstos pasan a ser propiedad colectiva de todo el pueblo.
Hasta aquí hemos visto cómo todo proceso de trabajo es un proceso históricamente
determinado y cómo en él se establecen relaciones específicas entre los propietarios de los
medios de producción y los trabajadores o productores directos.
A estas relaciones que se establecen entre los hombres, determinadas por la relación de
propiedad que éstos tienen con los medios de producción las llamaremos relaciones
sociales de producción.
Hasta aquí hemos hablado de dos tipos de relaciones de producción: las relaciones técnicas
de producción y las relaciones sociales de producción.
Para profundizar más estos conceptos examinaremos a continuación la forma que adoptan
en las dos etapas del desarrollo del capitalismo: la manufactura y la gran industria.
a) La manufactura
Marx dirá que las condiciones necesarias para que esto ocurra son fundamentalmente dos:
una cierta cantidad de dinero acumulada por un sector de la población: los capitalistas, y la
presencia de un trabajador libre, desposeído de todo medio de producción, que para poder
subsistir debe vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario al capitalista que es quien
posee estos medios.
En la manufactura el trabajo toma, primeramente, la forma de una cooperación simple.
Cada trabajador realiza el mismo tipo de trabajo que antes con la sola diferencia de que
ahora trabaja en común con otros trabajadores. Por eso Marx dice que la diferencia del
taller artesano y de la manufactura es, al comienzo, puramente cuantitativo. La
característica esencial de ambos procesos de trabajo es la unidad que existe entre el
trabajador y su medio de trabajo.
Ahora bien, la manufactura que comienza como una forma más de cooperación simple,
pero sometida ahora al capitalista .debido a que es éste el propietario de los medios de
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producción evoluciona rápidamente, impulsada por el deseo de aumentar las ganancias del
capitalista, hacia formas de cooperación cada vez más complejas. Nace así la división
técnica del trabajo dentro de la manufactura. Los trabajadores se van especializando en
diferentes tareas de acuerdo con sus aptitudes. Estas tareas van teniendo un carácter cada
vez más parcial, más limitado.
El carácter técnico del trabajo en la manufactura tiene, por lo tanto, dos características
fundamentales: es primeramente un trabajo manual que depende en gran medida de la
fuerza, habilidad, aptitud, seguridad, rapidez conque el obrero maneja su herramienta de
trabajo. En segundo lugar, es un trabajo parcelario, es decir, un trabajo en el que cada
obrero se especializa en una tarea muy concreta y sólo la suma de estos trabajos parcelarios
llega a constituir el objeto global. Esto tiene efectos positivos ya que implica un aumento
del rendimiento en el trabajo; ello quiere decir que con el mismo esfuerzo, en el mismo
tiempo, se producen más productos. Pero tiene también efectos negativos: parcela al
trabajador a tal extremo que hasta su cuerpo llega a deformarse para responder mejor a la
actividad manual altamente especializada que debe ejecutar.
La existencia de este trabajo colectivo, en el que cada trabajador desarrolla tareas altamente
especializadas, hace necesaria la existencia de una dirección que armonice las distintas
actividades individuales y ejecute las funciones generales necesarias para la puesta en
marcha del proceso de producción global.
Esta función de control, vigilancia y dirección se convierte en una función del capital tan
pronto como el trabajo sometido a él reviste la forma de un trabajo colectivo.
Esta función que nace como una de las tantas tareas del trabajador colectivo, se separa de él
y se transforma en una función que lo domina y aplasta. El trabajador colectivo pierde el
dominio sobre el proceso global de trabajo.
Ahora bien, lo importante es estudiar la forma en que esta función, en sí de carácter técnico,
está sobre determinada por la función social que desempeña el capital.
Como el proceso de producción capitalista tiene como finalidad fundamentalmente
aumentar su ganancia, el papel directivo que el capitalista (o uno de sus representantes)
cumple en el proceso de producción no se limita solamente a la realización de tareas
técnicas sino que, al mismo tiempo, estas mismas tareas técnicas de control, vigilancia y
dirección están sobre determinadas por la necesidad de extraer el máximo de ganancia. Los
trabajadores no directos se transforman en fiscalizadores del proceso de producción, exigen
a los obreros el máximo de rendimiento, se aumentan así, más allá de las necesidades
técnicas, los cargos de vigilancia y control para impedir que los trabajadores le saquen la
vuelta al trabajo, etcétera.
Ahora bien, en un determinado momento del desarrollo del modo de producción capitalista,
la base técnica de la manufactura: la unidad trabajador parcelario/instrumento, que
implica que el rendimiento del trabajo encuentre límites en la capacidad física del
trabajador, entra en contradicción con la necesidad de la acumulación capitalista. De esta
manera se busca reemplazar el trabajo manual por el trabajo mecánico realizado por la
máquina.
b) La gran industria
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La máquina-herramienta permite así saltar la barrera orgánica que surgía entre el trabajador
y el medio de trabajo en la manufactura y aumentar con ello considerablemente la
producción.
La materia prima pasa así cada vez en forma más interrumpida de su primera a su última
fase. Si lo que caracteriza a la manufactura es el principio del aislamiento de los procesos
particulares por la división del trabajo, lo que caracteriza a la fábrica es, por el contrario, la
continuidad interrumpida de esos mismos procesos.
Todo trabajo con máquinas requiere un aprendizaje temprano del obrero, para que éste
pueda adaptar su propio movimiento al movimiento uniformemente continuo de un
autómata. En tanto la maquinaria global constituye un sistema de máquinas múltiples,
operantes simultáneamente y combinadas, la cooperación fundada en ella requiere también
una distribución de grupos heterogéneos de obreros entre las máquinas heterogéneas. Pero
la industria maquinizada suprime la necesidad de consolidar manufactureramente esa
distribución, esto es, de asignar de manera permanente los mismos obreros a la misma
función, dice, y aclara esta idea citando a un economista inglés, el doctor Ure, que en sus
obras hace una exaltación de la gran industria:
Dice que “en caso de necesidad” los obreros “pueden desplazarse de una máquina a otra, a
voluntad del director”, y exclama en tono triunfal: “Tal cambio está en contradicción
flagrante con la vieja rutina que divide el trabajo y asigna a un obrero la tara de moldear la
cabeza de un alfiler, a otro la de aguzar su punta.
Refiriéndose a este texto de Ure, Marx expresa que el autor debió preguntarse, más bien,
por qué en la fábrica automática sólo “en caso de necesidad” se abandona esa “vieja
rutina”.
Como el movimiento global de la fábrica no parte del obrero, sino de la máquina, pueden
verificarse continuos cambios de personal sin que se interrumpa el proceso de trabajo
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.sostiene el autor de El capital y agrega más adelante .: la velocidad con que en la edad
juvenil se aprende el trabajo con las maquinarias, suprime asimismo la necesidad de
adiestrar exclusivamente como obreros mecánicos a una clase particular de
obreros.
Marx reconoce, sin embargo, que si bien las características técnicas de la gran industria
podrían echar por tierra la vieja división del trabajo, el capitalismo tiene interés en
reproducirla y consolidarla de manera sistemática y bajo una forma aún más repulsiva,
como medio de explotación de la fuerza de una herramienta parcial se convierte en la
especialidad vitalicia de servir a una máquina parcial. Se utiliza abusivamente la
maquinaria para transformar al obrero, desde su infancia, en parte de una máquina parcial.
De esta suerte no sólo se reducen considerablemente los costos necesarios para la
reproducción del obrero, sino que a la vez se consuma su desvalida dependencia respecto al
conjunto fabril; respecto al capitalista, pues (...). En la manufactura y el artesanado el
trabajador se sirve de la herramienta; en la fábrica sirve a la máquina. Allí parte de él el
movimiento del medio de trabajo; aquí, es él quien tiene que seguir el movimiento de éste.
En la manufactura los obreros son miembros de un mecanismo vivo. En la fábrica existe un
mecanismo inanimado independiente de ellos, al que son incorporados como apéndices
vivientes (...) Un rasgo común de toda la producción capitalista, en tanto no se trata solo de
proceso de trabajo, sino a la vez de proceso de valorización del capital, es que no es el
obrero quien emplea a la condición de trabajo, sino, a la inversa, la condición de trabajo al
obrero. Pero solo con la maquinaria ese trastocamiento adquiere una realidad técnicamente
tangible. Mediante su transformación en autómata, el medio de trabajo enfrenta al obrero,
durante el proceso mismo de trabajo, como capital con trabajo inanimado que domina y
succiona la fuerza de trabajo vivo. La escisión entre las potencias intelectuales del proceso
de producción y el trabajo manual, así como la transformación de las mismas en poderes
del capital sobre el trabajo, se consuma, como ya indicaremos, en la gran industria, erigida
sobre el fundamento de la gran maquinaria... la subordinación técnica del obrero a la
marcha uniforme del medio de trabajo y la composición peculiar del cuerpo de trabajo,
integrado por individuos de uno u otro sexo y pertenecientes a diversos niveles de edad,
crean una disciplina cuartelaria que se desenvuelve hasta constituir un régimen fabril pleno
y que desarrolla completamente el trabajo de supervisión .ya mencionado con
anterioridad . y, por tanto, a la vez, la división de los obreros entre obreros manuales y
capataces, entre soldados rasos de la industria y suboficiales industriales.
Esta coincidencia entre las relaciones sociales y técnicas de producción, entre las relaciones
propiedad y apropiación real .que hace que la separación del trabajador de sus medios de
producción sea total es lo que le da el carácter totalmente irreversible al proceso de
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desarrollo capitalista en esa etapa. Otra cosa ocurre cuando el proceso se encuentra en la
etapa de desarrollo manufacturero, donde prima todavía el trabajo manual y el obrero puede
dejar la fábrica y volver, de alguna manera, a su antigua producción artesanal. Esto ha
ocurrido con algunas reformas agrarias en que el proceso de colectivización de la tierra no
ha ido acompañado de la creación de la base tecnológica correspondiente. Se mantienen
todavía métodos y técnicas de trabajo individual, solo que ahora se realiza dentro de un
terreno que es de propiedad colectiva. Cualquier retroceso político puede implicar, en este
caso, una vuelta atrás en la producción agrícola hacia la pequeña propiedad independiente.
Al estudiar el proceso de trabajo nos detuvimos primero en el análisis de los elementos más
simples y generales: fuerza de trabajo y medios de producción. Luego señalamos cómo el
hombre al trabajar establece determinadas relaciones entre él y los medios de producción:
relaciones que denominamos relaciones técnicas de producción. Por último vimos cómo
los hombres, al efectuar el proceso de trabajo, establecen entre sí determinadas relaciones
sociales de producción: relaciones de colaboración de ayuda mutua, relaciones de
explotación o relación de transición entre ambos extremos. Estas relaciones que los
hombres establecen entre sí en el proceso de trabajo son las que determinan el carácter que
toma este proceso en una sociedad históricamente determinada. Existe una gran diferencia
entre el trabajo realizado bajo el látigo de un capataz de esclavos y el trabajo realizado bajo
la mirada vigilante del capitalista.
Marx llama a estas relaciones: relaciones de producción e insiste en que todo proceso de
trabajo se da bajo determinadas relaciones de producción, es decir, que la forma en que los
hombres transforman la naturaleza no está nunca aislada, sino que, por el contrario, está
determinada por el tipo de relación que ellos establecen en el proceso de trabajo.
En las sociedades en que existe la propiedad privada de los medios de producción, los
propietarios de estos medios tienen un papel en el proceso general de producción, sin
figurar necesariamente como productores directos, pues al ser dueños de los medios de
producción hacen posible el proceso. Como los medios de producción son las condiciones
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Es importante señalar que se trata de dos puntos de vista para estudiar a los mismos agentes
y no de tareas técnicas o sociales que deben ser cumplidas por agentes diferentes.
Cada agente de la producción está así doblemente determinado. Esta determinado tanto por
su función técnica como por su función social. Si tomamos como ejemplo el sistema
capitalista vemos que el obrero es, desde el punto de vista técnico, un trabajador directo y,
desde el punto de vista social, un trabajador privado de los medios de producción; el
capitalista, a su vez, es, desde el punto de vista de su función social, el propietario de los
medios de producción y, desde el punto de vista técnico, puede desempeñar el papel de
trabajador no-directo (administrador), como ocurre en las pequeñas industrias donde el
propietario y su familia trabajan, o pueden no desempeñar ningún papel en el proceso de
producción mismo, tratándose, en este caso, de un no-trabajador.
Por otra parte, también el técnico debe ser considerado desde estos dos puntos de vista.
Desde el punto de vista técnico es un trabajador no-directo y, desde el punto de vista social,
es un no-propietario que, sin embargo, desempeña en el interior de la industria la función
social del capitalista. Es el afán de ganar más lo que lleva al capital a buscar nuevas
fórmulas para aumentar su ganancia.
Las relaciones técnicas propias de la gran industria han sido originadas y están
sobredeterminadas por las relaciones sociales capitalistas de producción.
5) RELACIONES DE PRODUCCIÓN.
En los puntos anteriores hemos demostrado que existen dos tipos de relaciones de
producción: las relaciones técnicas de producción “relaciones del hombre con la
naturaleza” y las relaciones sociales de producción o “relaciones de los hombres entre sí a
través de los medios de producción”.
Hemos visto además cómo estas relaciones forman una unidad inseparable. Podemos
concluir, por lo tanto, que:
Las relaciones de producción están formadas por las relaciones técnicas y las relaciones
sociales de producción.
Sin embargo, si se leen atentamente los textos de Marx se comprueba que, cuando éste
habla de “relaciones de producción”, no restringe su significado sólo a las relaciones
sociales de producción, sino que incluye los dos tipos de relaciones de producción
anteriormente señalados: técnicas y sociales.
Todo proceso de producción no sólo produce productos materiales, sino que también
produce y reproduce sus condiciones sociales de producción, es decir, reproduce
constantemente las relaciones de producción dentro de las cuales opera el proceso de
producción capitalista. Así, al mismo tiempo que produce mercancías, reproduce las
relaciones capitalistas de producción: el capital y el trabajo asalariado.
Del tipo específico de relación que se establece entre los propietarios de los medios de
producción y los productores directos depende el tipo de intervención de los elementos
extraeconómicos.
Este punto es de gran importancia, ya que destruye todas las ideas utópicas de
“colaboración entre obreros y patrones”. Las relaciones entre obreros y patrones no podrán
ser “fraternales” mientras las producción no cambien.
Además, es importante señalar que estas relaciones sociales de producción son relaciones
que se establecen independientemente de la voluntad de los hombres. El capitalista explota
y explotará al obrero aunque no se lo proponga conscientemente, aunque luche contra esa
explotación, ya que las leyes objetivas del sistema capitalista son inflexibles.
Si el capitalista paga salarios muy altos, y si a pesar de ello mantiene los mismos precios
para poder vender, lo que sucede es que disminuye sus ganancias. Ahora, como una parte
de ellas debe ser reinvertida en la empresa para poder perfeccionar su tecnología y, de esa
manera, poder competir en el mercado, lo que ocurre es que este capitalista se va quedando
atrás, hasta que llega un momento en que ya no puede competir con los costos más bajos de
los otros capitalistas que han mejorado sus tecnologías y, por lo tanto, quiebra.
En el sistema capitalista, por consiguiente, a los trabajadores se les presenta una sola
alternativa: mantener su situación de explotación o luchar por la desaparición del sistema
capitalista.
Ahora bien, cuando el marxismo afirma que es necesario destruir las relaciones capitalistas
de producción, que es necesario que desaparezca el capitalismo, no está afirmando que los
capitalistas deben ser destruidos físicamente. Sostiene algo muy diferente: lo que debe
desaparecer no es la persona del capitalista, sino su función de explotación, es decir, el
papel de explotador que éste desempeña. Si el capitalista acepta ser expropiado y ofrece sus
servicios al nuevo sistema económico que se pretende implantar, desaparece como
capitalista, como explotador, pero no desaparece como hombre, por el contrario, puede
cumplir ahora una función de real servicio a la sociedad.
En toda producción social existe una repartición de tareas, es decir, una división del trabajo.
Mientras mayor es la complejidad de la sociedad y más alto es su nivel de desarrollo,
mayor es esta diferencia de tareas.
Debemos distinguir los siguientes tipos de división del trabajo: división de la producción
social, división técnica del trabajo y división social del trabajo.
Ahora bien, la división técnica puede conducir a la división de la producción social. Este es
el caso de la actividad química que comenzó como una simple división técnica dentro del
proceso de producción textil para luego convertirse en una rama autónoma, en una
verdadera industria química.
¿Cómo distinguir, entonces, claramente entre la división técnica del trabajo y la división de
la producción social?
Por ello es por lo que la actividad química, que nació como un trabajo especializado más
dentro de la industria textil, debe ser considerado en este caso dentro de la división técnica
del trabajo. Los objetos que esta actividad produce no salen al mercado, sino que pasan
directamente a ser incorporados al proceso de teñido de las telas.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando se producen combinados industriales. Las industrias
extractivas de petróleo, las refinerías y las empresas distribuidoras pasan a constituir un
solo proceso de producción en que las unidades de producción representan una división
técnica del trabajo. Sólo el producto final de este proceso de producción combinado llega al
mercado. En los pasos anteriores no hay compra ni venta, sólo hay traslado de un producto
de una unidad de producción a otra, de acuerdo con un plan preestablecido.
Esta división social del trabajo empieza históricamente con la división entre el trabajo
manual y el trabajo intelectual. A este último sólo tenían acceso los individuos que
provenían de las clases dominantes.
8) RESUMEN
En este capítulo hemos visto, en primer lugar, la relación que existe entre la propiedad
privada de los medios de producción y la explotación de los trabajadores, tanto en el
régimen capitalista como en los regímenes esclavista y servil; las relaciones de explotación
y las de colaboración recíproca adelantando una definición provisional de relaciones
sociales de producción. Hemos demostrado cómo las relaciones técnicas y sociales de
producción forman una unidad inseparable en la manufactura y la gran industria. Nos
hemos detenido en el término propiedad privada para poder distinguir entre el derecho
jurídico y el poder real de usar, gozar y disponer de un bien y lograr así
dar una definición más exacta de lo que entendemos por relaciones sociales de producción.
Hemos señalado la subordinación de las relaciones técnicas a las relaciones sociales de
producción para definir luego al conjunto de estas relaciones como “relaciones de
producción”. Hemos indicado cómo el proceso de producción tiende a reproducir estas
relaciones y por qué no deben ser consideradas como simples relaciones humanas, ya que
se establecen independientemente de la voluntad de los hombres. Por último, hemos
definido los distintos tipos de división del trabajo.
En este capítulo hemos visto los siguientes conceptos: derecho de propiedad - propiedad
real y posesión efectiva - relaciones sociales de producción - agentes técnicos de
producción – agentes sociales de la producción - relaciones de producción - división de la
producción social – división técnica del trabajo - división social del trabajo.