Denise Levertov - Poemas - Traducción Diana Bellessi
Denise Levertov - Poemas - Traducción Diana Bellessi
Denise Levertov - Poemas - Traducción Diana Bellessi
LEVERTOV
POEMAS
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Poemas
Denise Levertov /
POEMAS
Selección y traducci6n /
Diana Bellessi I
o FUNDARTE
NO TENER
6/
DESEANDO LA LUNA (11)
7/
UN MANTO
Porque hay más aventura caminando desnudo.
8/
UN FRACASO
Quise
entregar mi orguJJo,
como quien dona un pozo de petróleo
sabiendo que posee un delta entero.
Pero no entregué nada: no había quién 10 recibiese.
Las torres están inactivas.
Remar a través de los bajíos,
haciendo a un lado lirios carnosos,
mi sombra.
en tu bote oscuro.
9/
ANHELO
10/
CISNE QUE CANTA Y
11 /
POLVO DE TIERRA
12/
ESPERA
Espero.
En los bancos, en las esquinas
de las salas de espera de la tierra,
al lado de árboles cuya savia se eleva, se eleva
para escapar en hojas grises y perderse
en el aire último.
Espero
por quien viene al fin,
tarde, perdido, por siempre
añorado,canrlnando
no mi camino sino crozando
la esquina donde yo espero.
13/
EL GOLFO (11)
(Fines de diciembre, 1968)
14/
JULIO 1968
15/
INVOCACION
16/
LAS HUELLAS
17 /
LA VIDA ALREDEDOR DE NOSOTROS
para David Mitchel y David Hass
18/
CANCION PARA ISTAR
19/
EL POEMA NO ESCRITO
20/
PARA ANTONIO MACHADO
Brunnenburg, 1971
21/
SALMO REFERIDO AL CASTILLO
22/
sostener el techo, deja a los pisos sostener las co-
[lumnas,
deja bajo el piso más bajo un espacio sombrío, deja
[a)
castillo elevarse cuadrangular fuera del foso. deja
[al foso ser
un anillo y al agua profunda, deja a los guardianes
[guardarlo,
deja extensas tierras rodeándolo, deja que ese país
[donde se haUa
el castillo esté dentro de mí, déjame estar donde
[él está.
23/
DOS VARIACIONES
1 / ndagaci6n
Tú que saliste con el plan
de matar, ¿sabes
que hay ojos observándote,
ojos cuyos párpados quemaste,
que te ven comer tu bistec
y comprar una muchacha
y vender la mercadería
que te otorgan con descuento
y dormir?
Ella no es vieja.
eHa, cuyos ojos
te conocen.
Te sobrevivirá.
Vio
a sus cinco niños
retorcerse y morir;
en aquella hora
empezó a observarte.
ella, cuyos ojos están abiertos para siempre.
n La Visión
Con las manos sobre mis ojos veo
sangre y pequeños huesos;
o cuando una manta cubre
las cuencas veo
la trama; de noche el resplandor se suaviza
pero tengo poder ahora
para ver que sólo hay gris
sobre gris, los que duermen, el
altar. Veo al vivo
y al muerto; los muertos están
tan vivos, la boca de
24/
mi hijo más pequeño tira de mi
seno, pero no hay leche, él
es un fantasma; a través de su carne
veo la muerte de aquéllos
que dicen estar vivos,
comen arroz y me hablan pero
veo opaca muerte en ellos
y mientras hablan me veo
a mí misma sobre mi estera, cuerpo
y ojos, ojos que ven una
mano en el cielo despejado,
una mano humana que arroja
el fuego líquido, la lluvia que dio
a mis ojos su desvelo.
25/
¿COMO ERAN ELLOS?
2) ¿Celebraban ceremonias
de reverencia al abrirse los pimpollos?
26/
Cuando nubes pacíficas se reflejaban en los arro-
[zales
y los búfalos caminaban seguros a lo largo de las
[terrazas,
quizás los padres contaban a sus hijos viejas his-
[torias.
Cuando las bombas destruyeron aquellos espejos
sólo hubo tiempo para gritar.
27/
PROLOGO: UN INTERIM
(Fragmento del largo poemaStaying Alive)
1I
Los niños en la lavandería
esperan mientras sus madres doblan las sábanas.
Un chico de cinco años se dirige
a una niña de cuatro. 'Cuando yo diga,
¿quieres 1111 chicle? dime sí.'
'Sí .' 'iEspera!- Ahora:
¿Quieres un chicle?'
'¡Sí!' 'Sí, significa no,
así que no te doy nada.'
Masca. Revienta ante ella una gran burbuja delicada.
Oh lenguaje, virtud
del hombre, piedra de toque
desgastada por
lIna fricción tan torpe ..•
28/
POEMAS PARA OLGA
(OIga Levertov, 1914/1964)
I
Desvistiéndose, arrodillada
a la lumbre del gas,
abrasándose lujuriosamente. rasgando
porfiada insistencia, líneas
sus uñas sobre flancos de oliva,
una marca de elástico
anillándola.
(Yen la cama la hermanita
sus ojos como perlas;
¿o me sumía la somnolencia? Mi cabeza
una cámara.)
Dieciséis. Senos
redondos, redondos y
pezones oscuros.
Ahora yace, dos meses ya
huesos e hilachas carnales en la tierra.
11
Alto tono de
porfiada insistencia, líneas
que se tensan en las cejas arqueadas.
Acosada, acosada;
la piel alrededor de las uñas
roídas hasta el límite.
Querías gritarle al mundo
que retomase a su sentido
¿verdad?; empujando
a los pobres hacia la
república socialista del júbilo.
29/
Qué furor
y vergüenza humana te arrasó
cuando tenías nueve años y viste
las casas de la calle Ley,
aferrándote a la visión de la pobreza.
Mientras a esa edad yo
te burlaba, admirando
la integridad arquitectónica, próxima
al mil ochocientos cincuenta, y encontraba
dignidad en las escalinatas blanquedas.
Ovejita negra, ovejita negra,
había una llama
blanca en tu corazón.
111
1
Todo fluye
ella entró munnurando a mi mnez,
caminando sobre la hierba pisoteada donde títeres
[humanos
ensayaban destinos aquel verano,
empujados a extrañas apariencias por el latigazo de
[su deseo;
todo fluye;
miré desde mi sillita de caña de Osito más Pequeño"
y supe que las palabras venían de un libro
y las sentí ajenas a mí
pero enlazadas a palabras del libro de himnos
que amábamos:
el Tiempo como un río que corre siempre /
conduce a sus hijos lejos.
30/
2
Ahora. como si humo o dulzura me hubiera alcanzado
aspiro un sentido de su vida en aquel instante.
sintiendo. soñando. esperando. con tedio y fervor
[como cualquier otra;
una joven muchacha en el jardín. el mismo cuadrado
[alquímico
donde crecí, que a veces nos parecía
demasiado pequeño para nuestros grandes destinos.
Pero el terror
estaba en ella, un golpe de la sangre, contra el osci-
[lante y oscuro
río que avanzaba alzó bastiones, poniéndose a cernir
cenizas después de la misa temprana de todo un in-
lviemo,
rotulando el resorden nonnal de su escritorio. basando
sus versos en el Año Cristiano de Keble,
discutiendo interminableme.nte. impulsando
vidas al desastre ... ¡Cambiar,
cambiar el curso del río! Qué furor para ordenar
desordenó su peregrinaje; tanto que por largo tiempo
se recluyera entre extraños. esperando
reordenar todos los misterios en una nueva luz.
Ovejita negra. íncubo;
apareció
cabalgando angustia como los tártaros cabalgan
[yeguas**
sobre el rastrojo de los años malos.
En uno de esos años
cuando yo no sabía si ella estaba viva o muerta
la vi en sueños
31/
ojerosa y rojizamente
iluminada por el reflejo
de un puesto callejero de mariscos, en una calle del
[bajo;
¿fue un sueño? Había perdido
todo sentido, casi, de
quién era ella, de cómo -bajo su piel,
bajo su negro cabello
que murió rubio-
se sentiría bajo el paso del tiempo, en una y otra faz
[de la luna,
en la vida que sin fluir para mí se desdobla, los años
[peregrinos.
IV
Yacías en tu lecho de hospital
enamorada, los odios
que te habían seguido, una cola
de cometa, consumida
donde viviríamos sin padre ni madre
y sin añorar el mundo de arriba. Los pájaros
cantaban dulcemente, Oh canción, en medio del día,
y entrábamos silenciosas a las iglesias de Esse't en tar-
[des calurosas
y comulgábamos con las efigies de caballeros y sus
[damas
y los perros esbeltos donnidos a sus pies,
la piedra muy fría. En la juventud
está el placer. en la juventud está el placer.
32/
2
Bajo nubes de otoño, bajo la blanca
amplitud de cielos invernales caminaste
el año en que estabas más sola
regresando a los viejos caminos, viendo otra vez
los postes indicadores que señalan a Theydon Gamon
o a Stapleford Abbots o a Greensted.
cruzando las tierras aradas (cuyo color llamé mú,-
[mura,
una sombra entre marrón y malva que amábamos
cuando yo era niña y tú
no mucho más que una niña) encontrando nuevos
[senderos
cerca de White Roding o Abbess Roding; o perdidas
[en las nuevas
calles de Rornford que eran caminitos por entonces;
ceñuda mientras afinabas tus pensamientos, respiran-
[do hondo
el aire quieto y húmedo, absorbiendo
mentalmente la escarcha sin alterarte.
como tus desastres surjidos del amor
se consumieron, -
mientras dolor y drogas
reñían como hermanas en ti;
yacías flotando sobre un mar
de amor y dolor -cuánto amaste
aquella cadencia, 'Abajo
están los brazos etemos'-;
toda la historia
consumida hasta el límite
del hueso enfermo. salvo
aquella llama piadosa
33/
v
1
En un verde jardín donde yada;
ajustaste las palabras a un tono tan penoso
que pu\::;ó su cam\t\() a ua..,b de mi 'lida c~m() a \t'c\.-
(ff!!r al! atr dm,trl1t~.
A través de un bosque, sombra y luz en medio de los
abedules,
deslizándose por momentos en traslúcidos claros,
[ocultos tras matorrales de agrifolio.
tu vida se enrosca en mí. En San Valentín
una raíz sobresale en el prado varias yardas de su
[árbol
podríamos levantarla como la manija de una tram-
[pa, dijiste.
y descender largos escalones a otro país
Qué frío se sentía en tu saquito liviano, tus zapatos
[de tacos gastados;
Niobe sin lágrimas, tus niños estaban perdidos para ti
y las luces del escenario se habían apagado. incluso
[el teatro vacío
te estaba negado, cueva de mutaciones donde
casi todo había sido posible.
Cuántos libros
leiste en el silencio de tu cuarto alquilado aquel in-
[viemo.
mientras afuera ]os chorlitos atravesaban tu soledad
[con sus gritos extraños.
hacia ellos tendí mis brazos abiertos con anhelo. a
tu lado. una vez,
tambaleando sobre ]os surcos.
34/
Ah con tus medias desgarradas t el cabello lacio
andabas penosamente detrás de tu angustia
sobre Jos campos desnudos t sobriamente, sobriamente.
Tus ojos eran el oro marr6n de los cantos rodados
[bajo el a~a.
Nunca crucé el puente sobre el Roding que di~rk!(¡¡
t
35/
el miedo en eUos. ¿Qué hiciste más tarde con tu mie-
[do?
A través de los años de humillación,
de paranoia y chantaje y casi muerta de hambre,
[perdiendo
el amor de los que amabas, uno tras otro,
padres, amantes, niños, amigos idolatrados, ¿que fue
[Jo que mantuvo
la llama de la compasión encendida en ti, y te iluminó
[diáfanamente
bacia otro capítulo (pero del mismo libro) 'un claro
en la selva oscura,
una casa cuya puerta
se abre de par en par, y donde una mano da
la bienvenida'? •••
Cruzo
muchos arroyos en el mundo, hay tanta luz
danzando sobre tantas piedras, tantas preguntas que
[mis ojos
arden por preguntarle a tus ojos, dorados ojos ma-
[rrones,
las pestañas cortas pero las cejas
arqueadas como labradas en madera de olivo, ojos
[con alguna visión
de festiva bondad detrás de su dura. o velada, o ra-
[diante,
mirada inescrutable ...
Mayo-Agosto, 1964
36/
UNA NOTA PARA OLGA (1966)
1
De plomo y esmeralda
el relicario
que golpea mi esternón.
cuelga de mi garganta
rozando la vértebra del cuello
con áspero cordel invisible.
Aunque yo te olvide
una brasa roja de tu fuego
arde en aquella caja.
JI
Sobre la acera de Times Square
arrastrábamos nuestros pies con carteles
colgados de la garganta:
-Paren la Guerra-.
Cómicos
los policías
apurándose
hombro a hombro.
Tu voz de soprano
canta
justo detrás de mí.
Sin embargo -me doy vuelta,
tú no estás allí lo sé
muy bien.
y tu voz. dicen.
enronqueció
de tanto gritar a las multitudes ...
37/
aún venceremos
ronca suena entonces
desde algún lugar en el frente,
el auto patrullero
acecha boquiabierto. Parece
que eres tú
~bil Y vehemente la que alzan
desde la oscura nieve
y empujan dentro, llevándosela.
38/
HABLANDO AL DOLOR
39/
NOVEDADES
1 América la Dadivosa
Después que el welfare* hotel
se derrumbó repentinamente (luego de reiterados
[avisos)
sobre ]a calle.
JI En los escombros
Para algunos el colapso del hotel significó
que la vida tendría que empezar
de nuevo.
el sexagenario Charles, en welfare *
como tantos otros, quien dijo,
'Somos In gente sin raíces', y
'No tengo hogar, ni lugar en el que pueda decir
que realmente vivo'. y
'Me había acostumbrado a esto',
también dijo:
40/
Perdí
todo 10 que tenía
en los escombros.
Perdí mi ropa.
perdí la foto de mis padres
y perdí mi televisión:
41/
LA LIBERACION DEL POLVO
42/
MAGIA
a Ion
43/
INDICE
45/
ESTE LIBRO SE TERMINO CE IMPRIMIR EN LOS TALLERES
DE CROMOTIP, EN CARACAS, EL OlA 15 DE FEBRERO DE 1980
y 111$ Arte! del Di~lrico Fe~
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