De La Caridad A La Ciencia en Trabajo Social

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DE LA CARIDAD A LA CIENCIA.

PRAGMATISMO, INTERACCIONISMO
SIMBÓLICO Y TRABAJO SOCIAL

Bibiana Travi
Carrera de Trabajo Social, Universidad Nacional de Luján. Argentina

OBJETO DE LA RESEÑA:

MIRANDA ARANDA, Miguel. Zaragoza: Mira Editores, 2004. 479 p. ISBN 84-8465-
151-7.

El Dr. Miguel Miranda Aranda tiene 54 años, es oriundo de Tarazona (Aragón) y


en la actualidad reside en la ciudad de Zaragoza. En 1976 se graduó como
asistente social en la Escuela San Vicente de Paúl y en 1990, como trabajor social
en Universidad de Zaragoza (Unizar). En 1982 obtuvo el máster en Trabajo Social
en Psiquiatría (Estudios Propios de la Unizar). En 1998 inició su formación en el
campo de la Antropología en la Universidad Rovira y Virgili. Se diplomó como
licenciado en Antropología Social y Cultural en 1998, máster en Antropología de la
Medicina en 2002 y doctor en Antropología Social y Cultural en 2003.

DESEMPEÑO PROFESIONAL ACTUAL

Es decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Trabajo de Unizar, profesor titular


de la asignatura Fundamentos del Trabajo Social en Unizar, profesor en la
formación de posgrado para trabajadores sociales y equipos interdisciplinarios en
el campo de la salud, investigador externo del Programa de Investigación en
Trabajo Social (PITS-.EPHyD) de la Universidad Nacional de Luján (Argentina) y
conferencista e invitado en numerosos eventos científicos nacionales e
internacionales.

ANTECEDENTES PROFESIONALES Y ACADÉMICOS

Durante 10 años se desempeñó como trabajador social psiquiátrico en el Hospital


Clínico Universitario de Zaragoza, tarea que debió abandonar para dedicarse a la
docencia universitaria. En 1989 fue nombrado Profesor Asociado, hasta lograr su
designación como Profesor Titular de Escuela Universitaria en la Universidad de
Zaragoza.


Licenciada en Trabajo Social. Magister en Política Social (UBA). Doctoranda en Epistemología e Historia
de la Ciencia, UNTREF (tesis doctoral en elaboración). Profesora regular e investigadora, carrera de Trabajo
Social, Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Luján. Supervisora de trabajadores
sociales en ejercicio en el área de Salud y Desarrollo Social. Correo: [email protected]
Actualmente es presidente del Comité Interno del Estudio de Calidad de la
Docencia en la Escuela Universitaria de Estudios Sociales (EUES) (Plan Nacional
de Calidad de las Universidades, 2003). Es coordinador, desde 2004, del máster
Asistentes Sociales Psiquiátricos de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Zaragoza. Es director de diferentes tesinas del máster mencionado, por acuerdo
del Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza.

Entre 2006 y 2008, fue director de la Escuela Universitaria de Estudios Sociales de


la Universidad de Zaragoza. Fue Vicepresidente en 2006 y Presidente en 2007 de
la Conferencia de Decanos y Directores de Facultades y Escuelas Universitarias
de Trabajo Social. Ha participado en los equipos de investigación dirigidos por los
profesores Seva Díaz y Lobo Satué, ambos catedráticos del Departamento de
Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza.

PARTICIPACIÓN Y CREACIÓN DE INSTITUCIONES

Socio fundador de la Asociación Española para el Estudio Científico del


Alcoholismo y las otras Drogodependencias (Socidrogalcohol), creada en 1979.
Fue fundador y presidente de la Asociación Española de Trabajo Social y Salud,
en la cual se desempeña actualmente como vicepresidente.

PUBLICACIONES

El autor cuenta con más de 50 publicaciones en libros y revistas nacionales e


internacionales sobre Trabajo Social y salud mental, formación profesional,
identidad, fundamentos, metodología, historia y especificidad profesional.

Director, desde 1986, de la Revista Trabajo Social y Salud, la cual cuenta con más
de 50 volúmenes editados hasta la fecha.

Codirector y editor de la colección Trabajo Social Hoy, editada por Mira Editores,
Zaragoza. Desde 2005 es director único de la colección.

Miembro del Consejo de Redacción, entre 2000 y 2006, de Red de Salud, revista
de Educación para la Salud del Gobierno de Aragón.

INFORMACIÓN SOBRE EL TEMA

Si bien la cuestión sobre surgimiento del Trabajo Social ha sido tratada por
diversos autores, el tema central que aborda este libro, es decir, su surgimiento a
fines de siglo XIX en EEUU, en el marco del “proyecto global de las Ciencias
Sociales”, y la influencia decisiva del interaccionismo simbólico y el pragmatismo,

2
ha sido escasamente abordado por investigadores y académicos del campo
disciplinar en el contexto latinoamericano.

De manera que podemos afirmar, sin lugar a dudas, que a partir de estudios
realizados desde la “sociología de las profesiones”, la historia de la psiquiatría y la
medicina o la “arqueología de las ciencias humanas”, esta obra sienta las bases
para la indagación y desarrollo de una historia intelectual y conceptual de nuestra
disciplina desde la perspectiva de sus autores, sus producciones y contextos. El
conocimiento de la historia de nuestra disciplina y el estudio crítico de sus obras
fundacionales es una tarea pendiente, urgente e indispensable para el desarrollo y
fortalecimiento de la identidad profesional en un contexto en el cual la complejidad
de lo social y la gravedad de las problemáticas sociales exigen la mayor
responsabilidad, compromiso y competencia profesional.

RESUMEN OBJETIVO Y ANALÍTICO

Este texto es producto de una profunda y rigurosa investigación de tipo


bibliográfico-documental que el autor realizó en el marco de su formación en el
Máster y Doctorado en Antropología de la Medicina. Y fue justamente la
conjunción entre su pasión por conocer e indagar sobre los orígenes de la
profesión y su formación como antropólogo, la que le permitió y brindó las
herramientas para hallar vestigios y testimonios y “descubrir” el pensar y el hacer
de quienes forjaron los cimientos de nuestra profesión, desconocidos en su
mayoría o estigmatizados y desvalorizados en el mundo hispanohablante.

Parte de la premisa que el Trabajo Social, al igual que el resto de las Ciencias
Sociales, surge por el afán de comprender científicamente la realidad social y
proponer alternativas y respuestas eficaces frente a los problemas sociales de la
época. Así, sus precursores toman contacto con los principales centros
universitarios de investigación y formación científica, a la vez que se involucran,
como señala el autor, en todas las luchas “políticamente incorrectas”, mediante lo
cual algunos de ellos se constituyen en los principales referentes del Movimiento
de Reforma Social.

A partir de allí, se propone demostrar que el Trabajo Social, surgido primeramente


en Inglaterra, se “profesionaliza” en EEUU entre fines del siglo XIX y principios del
XX como “consecuencia de hacerse una serie de preguntas: sobre el porqué de
los problemas sociales, la desigualdad social, de todo el caos o desorden que trae
consigo la pobreza, sobre el cómo intervenir, sobre el desde dónde intervenir”1. Y
señala que el “tránsito” desde el voluntariado hacia la profesionalización lo hará

1
MIRANDA ARANDA, Miguel. De la caridad a la ciencia. Pragmatismo, interaccionismo simbólico y
trabajo social. Zaragoza: Mira Editores, 2004. 479 p. ISBN 84-8465-151-7. p. 22. Cursivas del autor.

3
“de la mano” y junto a las incipientes Ciencias Sociales, con quienes comparte un
origen común. Argumenta, entonces, que fue justamente en los desarrollos
científicos de la medicina, psiquiatría, psicología social, sociología y filosofía
donde el Trabajo Social buscará respuesta a sus interrogantes y desde los cuales
desarrollará los principios, conceptos y métodos que fundamentarán y guiarán el
ejercicio profesional. En tal sentido, el rastreo bibliográfico y el trabajo con fuentes
documentales le permitirá comprobar la estrecha vinculación de Mary Richmond y
Jane Addams (por nombrar a las más destacadas) con el Departamento de
Sociología de la Universidad de Chicago, las universidades de Cambridge,
Columbia, Johns Hopkins y Pennsylvania, el conocimiento por parte de ambas de
los avances científicos y debates teóricos del momento, así como su contacto
directo e incluso amistad con los pensadores más progresistas del momento, entre
los que se destacan John Dewey y George Mead.

ESTRUCTURACIÓN DEL TEXTO

El libro, de casi 500 páginas, cuenta con numerosas imágenes, fotos de la época,
afiches, folletos, datos y estadísticas, los cuales no sólo dan cuenta del exhaustivo
trabajo con las fuentes, sino que acompañan la lectura, descripciones y
argumentados análisis, invitando a un viaje a través del tiempo.

Para dar inicio al texto, explicita los supuestos y premisas de las que parte y,
desde un primer momento, establece la conexión entre historia y presente,
argumentando que el Trabajo Social, lejos de ser una profesión “joven”, cuenta
con más de 100 años y una sólida tradición teórico-filosófica en su orígenes, de
manera que no es en su “juventud” donde habría que buscar las explicaciones o
justificar “sus dificultades de legitimación, de identidad, de reconocimiento social y
académico, su escasa producción bibliográfica”2, sino al contrario, en el abandono
o desconocimiento de dicha tradición.

Al estilo de un historiador de la ciencia, realiza un recorrido del surgimiento de la


antropología cultural, la sociología, la psicología social y la enfermería,
estableciendo permanentemente los nexos y tensiones con el Trabajo Social. Así,
llega al análisis del desarrollo de la profesión y disciplina en los Estados Unidos y
del contexto del proceso de profesionalización. El estudio sobre los antecedentes
del Trabajo Social en organismos púbicos, en especial el movimiento de los States
Boards of Charities, y privados, como las Sociedades para la Organización de la
Caridad (COS, por sus siglas en inglés) y los Settlements Houses, no deja lugar a
dudas sobre las íntimas convicciones de quienes fueron sus precursores y
protagonistas, el carácter innovador de las propuestas, su implacable crítica frente

2
Ibíd., p. 37.

4
a las nefastas consecuencias sociales de capitalismo, a la burocratización y
deshumanización de los servicios de asistencia.

En estas páginas se remonta a la obra de precursoras como Dorothea Dix y


Josephine Lowell, para luego resaltar las figuras de Mary Richmond y Jane
Addams y a los principales protagonistas en la innovación de métodos o
propuestas legislativas, entre ellas: Grace y Edith Abbott, Julia Lathrop, Jeanette
Ranquin, Ida Cannon, Florence Hollis, Jessie Taft, Virgina Robinson, Mary Follet,
Edward Devine y Eduard Lindeman. Así, logra hacer visible el pensamiento y la
trayectoria profesional, política y académica de estas visionarias mujeres y
varones, a la vez que permite derribar los argumentos descalificadores e
ideologizados sobre sus obras.

Con la intención de continuar con el desarrollo de su tesis: que el “factor que


determina el nacimiento de la profesión y la disciplina es la vinculación a la
ciencia”3, dedicará parte del libro al estudio del surgimiento de los primeros
centros de formación y escuelas de Trabajo Social, su planes de estudios, la
importancia de las prácticas y la supervisión, las corrientes teóricas en disputa y el
desarrollo de los incipientes “modelos” en las distintas universidades.

Dado que la motivación del autor no es “inventar y proponer nuevos paradigmas”


“ni importarlos de disciplinas afines”, dará un paso hacia la indagación acerca de
las fuentes a las que “acudieron a beber” nuestros antecesores para consolidar
una nueva profesión y para encontrar respuestas a sus interrogantes y
fundamentos teórico-filosóficos que sustentaron su accionar. Y sus hallazgos dan
cuenta del surgimiento de una profesión inspirada en una filosofía profundamente
humanista, democrática e igualitaria, que surge justamente como forma de
diferenciarse del voluntariado de base o élite y como producto de una severa
crítica a las habituales prácticas de beneficencia, por considerarlas autoritarias, de
métodos inquisidores, poco eficientes, pero sobre todo, en palabras de sus
protagonistas, antidemocráticas.

Dedica, entonces, un extenso capítulo al análisis de vínculo fundacional, y aún


vigente para sorpresa de muchos seguramente, entre pragmatismo,
interaccionismo simbólico y Trabajo Social. La tesis central, y uno de los mayores
logros el texto, es la clarificación de los fundamentos teórico-filosóficos en los que
se basa el pensamiento de quienes “inventaron” esta profesión. Así, recorrerá
conceptos como personalidad, influencias del medio, ajuste y adaptación, al
tiempo que los ubica en el contexto y resalta que, lejos asimilarse al funcionalismo
(que de hecho surge en EEUU en los años 30), cuando son utilizados por primera
vez en Trabajo Social, es desde una perspectiva interaccionista, que toma en
3
Ibíd., p. 213.

5
cuenta el pensamiento de autores como W. James, Royce, M. Baldwin, W. I.
Thomas, pero sobre todo John Dewey y George Mead; estos últimos
indiscutiblemente comprometidos social y políticamente en la construcción de una
sociedad más justa, democrática e igualitaria

Pero lo más novedoso e impactante es que gran parte del ideario actual del
Trabajo Social “comprometido” tiene precisamente ese origen, al cual las lecturas
superficiales y escolarizadas de las obras de Mary Richmond, Gordon Hamilton u
otros escasos textos traducidos al español, hicieron invisible su perspectiva
humanista y democrática, su posicionamiento a favor de la constitución socio-
histórica de los sujetos frente al debate respecto de la relación individuo-sociedad,
conceptos como imaginación constructiva, inteligencia creativa, persona en
situación, la perspectiva del actor y su participación activa de sujeto en el proceso
de intervención, la autodeterminación del sujeto, sus propuesta hoy tan en boga
del trabajo en red, el proceso de intervención como un proceso dinámico entre
conocimiento/comprensión y acción, la ineludible relación entre teoría y práctica,
su opción por la ciencia y por sobre todo, la importancia de los valores, de un
posicionamiento ético, filosófico y político que fundamente y oriente su quehacer.

Analiza el surgimiento del Trabajo Social en Europa y en España. Es interesante el


recorrido que traza siguiendo el camino que atravesó la profesión desde las
primeras experiencias de las COS y los Settlements en Inglaterra, su desarrollo y
formalización de la disciplina en EEUU y su regreso a Europa varias décadas
después, ya profundamente transformado, “con una depuración de los objetivos y
de los métodos y sobre todo, con una identidad profesional, con unos valores, con
una base teórica, una legitimación social y una presencia en diferentes ámbitos de
intervención que antes no había tenido”4. Basándose, como a lo largo de toda la
obra, en documentos de la época y en el testimonio de los principales
protagonistas, analiza el impacto de la Primera Conferencia Internacional de
Servicio Social, celebrada en París en 1928, en la que se plantearon como temas
centrales la formación profesional, los métodos del servicio social de casos
individuales, el servicio social y la industria e higiene mental. La “especificidad”, el
aporte de otras disciplinas, la “voluntad de construir un saber autónomo”, las
prácticas en formación profesional, entre otros, son temas y debates que aún
están vigentes.


Los principales antecedentes sobre este tema en español se encuentran en diversas publicaciones del
profesor Enrique Di Carlo.
4
Op. Cit., p. 369.
 A ésta asistieron 2481 participantes provenientes de 42 países, entre los que se encontraban representantes
tanto de sindicatos como de corporaciones industriales.

6
Dedica una consideración especial al impulso que el Dr. René Sand dio al Trabajo
Social a nivel internacional, para analizar luego el caso de Francia, Bélgica y
Alemania rescatando del olvido la figura de la Dra. Alice Salomon.

Por último, el análisis del “caso español” incluirá aspectos claramente


autobiográficos, referidos a la débil formación recibida en su época de estudiante,
a la escasez de bibliografía y la pobreza de sus métodos. Se lamentará, como
muchos de nosotros, de no haber tenido acceso a la fascinante historia del
pensamiento y accionar de los pioneros norteamericanos, los bostonianos, los
chicaguenses, sus escritos, obras, tesis doctorales, etc.

Luego de un análisis de la influencia del franquismo y de la iglesia católica tanto


en la organización de los servicios sociales como en la formación profesional,
realiza una crítica a cierta perspectiva localista imperante en el Trabajo Social
español y a la escasa cientificidad que perduró hasta hace algunas décadas.
Concluye que el Trabajo Social europeo no produjo aportaciones importantes en el
proceso de profesionalización y que si bien la influencia del Trabajo Social
norteamericano llegó tempranamente, la influencia pragmatista e interaccionista
no llega a vislumbrarse, y atribuye en parte su razón a la temprana influencia del
psicoanálisis sobre todo en el Reino Unido.

Para finalizar, argumenta que el no reconocimiento y, en otros casos, la


desvalorización de nuestra herencia, “quizás explique algunos problemas
relacionados con la falta de identidad que experimentan no pocos trabajadores
sociales, así como las dificultades para encontrar un lugar en el mundo dentro de
los equipos multidisciplinares, o la obsesión permanente de definir las funciones
propias para diferenciarlas de las ajenas o los problemas de estatus”5

VALORACIÓN CRÍTICA

Es una obra que da inicio a una tarea pendiente, urgente e imprescindible (sobre
todo en América Latina), que consiste en la reconstrucción o “reinvención de la
memoria” de la disciplina (en términos de Teresa Matus) desde la perspectiva de
sus protagonistas, del análisis de su pensamiento, sus obras y su accionar
profesional y militante. Ello no debe llevar a encasillarla o etiquetarla como
“endogenista”, por el contrario, es un tarea propia de la historia de la ciencia
indagar sobre las corrientes y escuelas de pensamiento de dieron origen a los
diversos campos de saber, así como lo es el estudio riguroso de las obras y
producciones de sus autores más relevantes.

5
Ibíd., p. 439.

7
Su valor radica no sólo en la extensa información que aporta sobre cada tema
tratado y en la solidez con la que desarrolla sus argumentos, sino también en el
riguroso tratamiento y utilización de las fuentes y documentos. Su estilo de
redacción es claro, preciso y accesible para aquellos que recién se inician en la
temática.

CONCLUSIÓN ORIENTATIVA

Este texto constituye una pieza clave para la comprensión del proceso de
profesionalización del Trabajo Social en el marco del contexto socio-político de su
surgimiento y del mundo de las ideas imperante.

Por lo tanto, es de gran utilidad tanto para de los estudiantes de Trabajo Social
que inician su formación, como para aquellos que realizan sus trabajos finales de
graduación o estudios de posgrado, ya que la originalidad de la temática y
tratamiento de las fuentes documentales puede constituir un modelo orientador.

Asimismo, es un insumo fundamental para la investigación básica-histórica-


disciplinar, ya que establece las bases para el desarrollo de una historia intelectual
y del origen de las corrientes pensamiento, aplicable a diferentes contextos
históricos y geográficos, y aporta una vastísima y actualizada bibliografía.

En síntesis, es un libro impactante, escrito en primera persona, por un profesional


que nos transmite generosamente su conocimiento, su experiencia y, sobre todo,
su “pasión por el oficio”, con la convicción sobre la vigencia y enorme potencial del
Trabajo Social para dar respuesta a las problemas sociales y desafíos de nuestro
tiempo.

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