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La Vega Baja

de Toledo

Toledo •2009
La Vega Baja
© L a V ega B aja de T oledo
© de la edición: Toletum Visigodo
© de los textos: Mª Mar Gallego García • Javier García González • Ricardo Izquierdo Benito
Jorge de Juan Ares • Lauro Olmo Enciso • Diego Peris Sánchez • Ramón Villa
© de las fotografías y dibujos: Archivo Toletum Visigodo
Archivo Antonio Pareja Editor
Antonio L. Pareja

Agradecimientos: Archivo Municipal de Toledo

Colaboran:



• Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
• Ayuntamiento de Toledo
de Toledo
• Fundación Cultura y Deporte

Mª Mar Gallego García


Javier García González
Ricardo Izquierdo Benito
Jorge de Juan Ares
Lauro Olmo Enciso
Diego Peris Sánchez
Ramón Villa

D iseño y M aquetación : Antonio Pareja E ditor


C oordinación editorial : A lfonso G arcía • D iego P eris
C oordinación gráfica : J avier F ronce G onzález
T ratamiento de imágenes : A ntonio L. P areja
I gnacio M artín T ante
C arlos P areja
I mpresión : C ódice
I.S.B.N.: 84-95453-65-7
D epósito L egal : M

I mpreso en E spaña

Todos los derechos reservados.


Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o
transmitida por, un sistema de recuperación de información en ninguna forma ni por
ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por
fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito del editor.
Ayuntamiento de Toledo
“Conocer nuestro pasado, comprender nuestro presente”

E n el espacio leemos el tiempo. Para los visigodos de los Concilios, para los árabes de las
mezquitas de Bab al Mardum y Tornerías, para los judíos que
El tiempo, y los hombres, van dejando su huella en el te- rezaban en las sinagogas de Samuel ha Leví y de Santa María
rritorio. la Blanca, de la capital de Sefarad, la Jerusalén de Occidente;
Las ciudades son un espacio de civilización, lugares que para el Arzobispo Jiménez de Rada y sus cruzados, para los
acumulan la memoria colectiva de muchas generaciones a tra- constructores de la catedral... Toledo siempre fue una ciudad
vés de los siglos. espiritual.

Aldo Rossi, recuerda que “la ciudad es la memoria colecti- Pero me detengo ahora en la España “de Roma y de los
va de los pueblos: y como la memoria está ligada a los hechos duros visigodos”, en la época tardorromana, una de las edades
y a lugares, la ciudad es el locus de la memoria colectiva”. más oscuras de nuestra historia, eclipsada entre el resplandor
de Roma y la fascinación por la tensión entre cristianos y mu-
En este sentido, como en tantos otros, Toledo es un lugar sulmanes de la Edad Media.
excepcional, un lugar de la historia, Patrimonio de la Huma-
nidad, que es, en el sentido utilizado por Pierre Nora, un lugar El testimonio de Tito Livio y la información proporcionada
de memoria. por la arqueología dan fe de la conquista de este lugar por las
legiones romanas dos siglos antes de Cristo.
En Toledo leemos la historia de España.
En Toletum, los romanos levantaron un imponente acue-
Su “estratigrafía cultural” está llena de valiosa informa- ducto que salvaba el desnivel por el puente de Alcántara, del
ción, desde la prehistoria hasta nuestro siglo. que apenas quedan algunos cimientos y, en la zona que nos
interesa, un gran circo.
Como si la geología y la historia jugaran con el basamento
rocoso circundado por el Tajo, a lo largo de los siglos se han También, junto al río, entonces limpio y cristalino, edifica-
ido depositando sedimentos de civilizaciones como limos de ron villas de recreo que formaban un verdadero locus amoenus
nuevas culturas. donde la hedonista clase dirigente alcanzó un alto refinamien-
to, como atestiguan los mosaicos encontrados a principios de
Otras veces, invasiones violentas arrastraron formas e
siglo en la Fábrica de Armas.
ideas, como el río arrastra materiales de aluvión; o movimien-
tos sociales, como erupciones, sacudiendo conciencias y pro- En el año 411, los alanos entraron en la ciudad a sangre
moviendo cambios. y fuego y, sólo siete años después, la ocuparon los visigodos
instalándose en ella durante trescientos años, a lo largo de
Vestigios de todo ello encontramos en Toledo, síntesis de la

La Vega Baja de Toledo


los cuales, como es lógico, hicieron muchas construcciones,
historia de España resumida por Borges en estos versos:
mientras iban cambiando por el latín la escritura y el habla
…España del íbero, del celta, del Cartaginés y de Roma, de Ulfilas.
España de los duros visigodos (…) No obstante, esta Antigüedad Tardía ha sido una época
España del Islam, de la cábala desconocida sobre la que, hasta fechas recientes, ha habido
Y de la Noche Oscura del Alma… más leyenda que historiografía.
7

Discurso del Excmo. Sr. D. José María Barreda Fontes en el acto de imposición de la Medalla de Honor de la REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO.
Sin embargo, para Toledo, estos siglos de transición fueron Sobre el mundo visigodo se ha hecho más ideología que Sobre el mito, el silencio. Pero el mantenimiento del patrimonio no puede basarse en
muy importantes, pues se convirtió en la Urbs regia, la ciudad investigación y más literatura que historia. el atraso y en la falta de desarrollo, que, por otra parte, tam-
Pero, ya que estamos en una Academia, recordaré los Es-
real en la que los obispos, como se ordenó en uno de los con- bién pasa la factura de la ruina y el abandono.
Los ciclos de la “Pérdida de España” en torno a los baños tatutos Fundacionales de la Academia hermana de la Histo-
cilios, “por reverencia al Rey y por el honor de la sede real,
de la Cava y la traición del conde don Julián hablan de la ria, fruto, como ésta, del espíritu ilustrado: se trata, dicen los En plena fiebre romántica por las ruinas y la desolación,
(…) deben residir un mes cada año, exceptuando los tiempos
destrucción de un reino que dará lugar a una reconquista. El Estatutos, de “aclarar la importante verdad de los sucesos, Bécquer llegó a decir que pondría un cartel en la puerta de
de siega y de la vendimia”.
Islam es así sólo un paréntesis (eso sí, de ocho siglos) entre el desterrar las fábulas introducidas por la ignorancia, o por la la Bisagra con la siguiente inscripción: “En nombre de los
Sobre el granito de la ciudad amurallada y las tierras de la reino visigodo y los Reyes Católicos. malicia, y conducir al conocimiento de muchas cosas, que escritores y artistas, de los soñadores y eruditos, se prohíbe
Vega, se edificaron iglesias y palacios y se convocaron Con- obscureció la antigüedad o tiene sepultados el descuido”. al progreso tocar una sola de estas piedras con su mano torpe
cilios. Hasta el 711, en Toledo se elebraron 18, algunos de la La ausencia de buenos estudios y la carga ideológica ente- y destructora”.
rraron esta época entre los escombros de la política dominan- Y es eso precisamente lo que ahora nos toca hacer: excavar
importancia del III, en el año 589, en el que se condenó la
te y las leyendas a su servicio. para recuperar; investigar para saber, superando prejuicios, Lo cierto es que durante todo el siglo XIX se mantuvo su
herejía arriana y se produjo la conversión al catolicismo de
los procedentes de la dictadura, pero también los posterio- decadencia y, en las primeras décadas del XX, Félix de Ura-
Recadero. Para el franquismo, la imagen de una Iglesia y un Estado res que, en un movimiento pendular, despreciaron esta época bayen todavía podía escribir que “en Toledo la piedra se ha
Con importantes mártires y una gran extensión territorial, forjando juntos su autoridad era demasiado tentadora. En el hasta ignorarla como si no hubiera existido, pese a su innega- dormido hace siglos”.
el obispado toledano y la ciudad afianzaron su importancia. decreto que establecía la fundación del Museo de los Conci- ble importancia.
lios y de la Cultura Visigótica en Toledo, en 1969, se alababa Con posteridad a la Guerra Civil, llegó el largo período de
Así, Toledo se convirtió en la capital de la mayor parte de a los visigodos por haber dado a los españoles su “amor na- El artículo 46 de la Constitución Española –que, además la dictadura, con poca inversión para la rehabilitación, excep-
la Península que había sido provincia remota de Roma y aún cional a la ley y el orden”, lo que, además de un anacronismo, de acatar, hay que cumplir– y de la cual, felizmente, dentro ción hecha de la Dirección General llamada, muy descriptiva-
más lejana de Bizancio, inspiradora de los visigodos. La imi- suponía, cuando menos, cierta exageración. de unos días celebraremos treinta años, dice que “los poderes mente, de Regiones Devastadas, pero también impulsó figuras
tatio imperii fue probablemente la guía para erigir el conjunto públicos garantizarán la conservación y promoverán el enri- de protección al conjunto del casco histórico.
palatino tal como se levantó en Constantinopla junto al gran Es interesante observar que ya en la época visigoda, San quecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de
circo constantiniano. Con esta hipótesis, se trabaja en las ex- Isidoro de Sevilla, asistente a concilios toledanos, escribió la los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cual- Por fortuna, la mezcla explosiva del desarrollismo de los
cavaciones de la Vega Baja. Historia Gothorum para hacer descender su estirpe de la de quiera que sea su régimen jurídico y su titularidad”. años 60 y la falta de controles democráticos, no hizo un daño
Jafet, tercer hijo de Noé, considerado progenitor de la raza inmenso que hubiese sido irreparable.
Como en los versos de Borges, como en las capas de una aria o indoeuropea. Ahora Toledo crece y debe hacerlo respetando su mayor
cebolla milenaria, en la vega del Tajo han ido acumulándose tesoro, que es su propio pasado, un pasado que durante si- Por fin, la capitalidad de Castilla-La Mancha ha supues-
los restos de civilizaciones diversas. Es la historia calificada por Menéndez Pidal nada menos glos se fue olvidan- do mientras, como decía Antoine Latour to para Toledo un verdadero renacimiento: mejora de las co-
que como la “primera historia nacional de un pueblo de la en 1860 “cada día el tiempo ejecuta su sentencia y empuja municaciones, incremento de la población, rehabilitación de
Ha sido escenario de la vida cotidiana de hombres y muje- Edad Media”, lo que también es algo exagerado. algunas piedras más hacia el Tajo, sin que ninguna mano se muchos edificios para sedes institucionales, esfuerzos para
res que gozaron y sufrieron, que veneraron a dioses diversos, esfuerce en retenerlas”. Precisamente, a estos testimonios se revitalizar el casco… Desde luego, sería una paradoja que
disfrutaron con espectáculos públicos y enterraron a quienes El tratamiento de esta época de la Historia de España ha el crecimiento pusiera en peligro el patrimonio histórico. Por
refirió Gregorio Marañón en su discurso de ingreso en esta
amaban. Ahora, de todas las experiencias espirituales e inma- estado muy influido por las coyunturas políticas y la hegemonía eso debe ser ordenado y vigilado. Toledo hoy es una ciudad
Academia.
teriales, sólo nos podemos hacer idea interpretando los restos de los diversos regímenes y se presta muy bien, en la línea de viva, que palpita, aunque tenga un corazón muy antiguo.
arqueológicos; de ahí su importancia. los trabajos de Paul Ricoeur sobre La memoria, la historia, el A Galdós le pareció que Toledo era una ciudad muerta.
olvido, para estudiar las formas de institucionalizar la memoria “Su aspecto –escribió– abate y suspende el ánimo a la vez Se trata de construir sin destruir.
Pero, pese al esplendor de esta Civitas regia, sin duda una y el recuerdo, a través del patrimonio, los museos, las conme- como todas las tumbas ilustres”.
de las ciudades mas importantes de Occidente en los siglos VI moraciones, los libros y los discursos. De todo esto, de la Ges- Por eso, cuando peligró un espacio arqueológico rico y sin
y VII, poco quedó de ella. tión de la memoria y de la historia al servicio del poder, sabe Toledo puede ser una ciudad museo, no sólo una ciudad explorar, muchos ciudadanos y algunas instituciones, como la
mucho Juan Sisinio Pérez Garzón, catedrático de la Universi- con museos, pero nunca un mausoleo. Real Fundación Toledo, la Academia de Bellas Artes y Cien-
Felipe Benítez Reyes, podría haberse inspirado en la Vega dad de Castilla-La Mancha y, sobre todo, amigo y colaborador. cias Históricas de Toledo, esta misma Academia de Bellas
Baja al escribir: En 1983, el mismo año en el que se formó el primer Go- Artes de San Fernando y el actual Ayuntamiento, dieron la
La formación de Hispania, la configuración de un reino bierno de Castilla-La Mancha, Antonio Bonet coordinó un señal de alarma.

La Vega Baja de Toledo


Qué honda devastación. Qué limpio el viento.
La Vega Baja de Toledo

católico que tendrá que ser reconquistado…, todo se prestaba simposio cuyo tema era una doble interrogación: ¿Toledo, ciu-
para ser usado, al margen de cualquier rigor histórico, para dad viva? ¿Toledo, ciudad muerta? Por fortuna llegamos a tiempo de salvar la Vega Baja de
La gloria de la piedra adivinada. los ladrillos y estamos recuperando para la ciudad, para los
construir el mito de la España eterna. Me vienen a la memoria
Las ponencias pusieron de manifiesto los problemas y las ciudadanos de hoy y de mañana, un espacio fascinante desde
Los oros del pasado polvoriento. palabras de León Felipe:
dificultades por las que atravesaba la ciudad y también cómo el que se podrá seguir viendo el perfil dibujado en el aire de la
El eco de un teatro ante la nada. España… sobre tu vida, el sueño la falta de dinamismo económico, paradójicamente, había ciudad amurallada que forma con ella un paisaje único.
ayudado a su conservación.
Sobre tu historia, el mito
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Todo paisaje es cultural, consecuencia de la huella conti- Toledo está en la poesía de Garcilaso, en las leyendas de na, pues somos ciudad de Turismo, sino también demostrar al Por eso, no dudo en calificar este programa de interés na-
nua del hombre. Bécquer, en las novelas de Galdós y de tantos otros, y está, mundo entero civilizado que España y Toledo son capaces de cional y, por ello, aprovecho esta ocasión para reiterar la peti-
sobre todo, en el corazón de los toledanos y en el paisaje rete- velar por sus valores culturales en circunstancias tan difíciles ción de colaboración del Gobierno de España.
Toledo y su entorno configuran un paisaje complejo, re- nido en la retina de millones de viajeros. como son las del momento”.
sultado de transformaciones, agregaciones y superposiciones Los republicanos del Comité de Defensa de Monumentos
de muy diferentes épocas. Esa es su riqueza: la suma de los Luis García Montero ha escrito que “cada tiempo de dudas Ahora, a Dios gracias, no estamos en ninguna situación lí- veían en las posibilidades del turismo el pan de mañana y,
elementos naturales, de su personalidad geológica, de la geo- tiene su paisaje”. mite, ni se necesitan planteamientos heroicos, pero sí estar en ciertamente, el turismo es hoy una industria limpia, una fuen-
grafía humana, de la huella de la historia. guardia porque los intereses, la burocracia y la rutina pueden te de riqueza, que, además, no se puede deslocalizar.
Sobre el futuro paisaje toledano de la Vega Baja hemos sali- acabar anestesiando la sensibilidad y jugar malas pasadas.
La interacción de todos estos elementos conforma su esencia. do de dudas porque estamos decididos a cuidarlo y protegerlo. Pero, como no sólo de pan vive el hombre, la propia Carta
Por otra parte, hoy las exigencias de protección van mucho Internacional sobre Turismo Cultural, aprobada en México en
En Toledo, tal vez con más claridad que en otros sitios, el En este acto solemne, quiero dar las gracias a todos los más allá de los “monumentos” y pasan por el respeto ambien- 1999, recuerda que “un objetivo fundamental de la gestión
paisaje es cultural y a su vez está muy recreado por la cultu- que me ayudaron con sus planteamientos a dar un giro de tal, la valoración de las arquitecturas menores, de la arqueo- del patrimonio consiste en comunicar su significado y la ne-
ra y el arte. Es, sin duda, una de las ciudades más pintada y 180 grados a una situación que parecía haber condenado de logía y los valores de los conjuntos, con independencia de que cesidad de su conservación, tanto a la comunidad anfitriona
dibujada: desde las composiciones irreales de El Greco hasta forma irreparable a la lapidación de los restos arqueológicos no haya ninguna obra espectacular. como a los visitantes”.
los cuadros de Benjamín Palencia o Rafael Canogar, por citar y a la densificación con bloques de viviendas, de un espacio
sólo a dos paisanos académicos de esta casa, de entre los mu- que debía quedar libre para uso de los ciudadanos y disfrute En definitiva, como dijera un buen alcalde de Roma e his- En nuestro proyecto, vamos a compatibilizar la recupera-
chos que han plasmado en sus lienzos la ciudad; desde la Casa del patrimonio. toriador del arte, Giulio Carlo Argán, “hay que tratar de sin- ción arqueológica con la dimensión pedagógica que nos per-
del diamantista junto al Tajo, hasta la punta de diamante de la cronizar los fenómenos urbanos desdeel remoto pasado hasta mita disponer de un recurso que genera riqueza material e
Torre de la Catedral; desde el Hospital de Tavera, flotando en No podíamos pasar a la historia como la generación que el futuro”. intelectual.
las afueras, hasta el miradero por el que se asoma Zocodover, destruyó para siempre una buena parte de la ciudad histórica,
Toledo está en lienzos, en poemas, en novelas y en el cine. y, gracias a esa movilización, lo hemos evitado. En un futuro no muy lejano, se podrá pasear entre las rui- Nosotros, ahora, estamos trabajando para sacar a la luz un
nas visigodas de la Vega Baja, como por un jardín de piedras gran tesoro visigodo –mucho más valioso que las alhajas y
Elijo un poema de Blas de Otero, conciso y denso, de entre Me gustaría que este caso animara con su ejemplo a los y ningún edificio impedirá desde allí la vista de la ciudad joyas de las coronas y cruces de Guarrazar– la trama de una
los muchos que han penetrado en la identidad de la ciudad: que luchan en condiciones similares. Tener éxito en las rei- amurallada. ciudad y los vestigios de muchos edificios que nos ayudarán a
vindicaciones es posible. Yo recibo hoy, con mucho agrade- conocer mejor nuestro pasado que es tanto como comprender
Toledo cimiento, esta medalla, pero sé muy bien que el mérito es Se podrá caminar agradablemente desde el Circo Romano, mejor nuestro presente.
dibujada en el aire, compartido. Tal vez, si no me hubierais advertido, entre la limpio y adecentado, y la Basílica de Santa Leocadia, hasta la
vorágine de los días, la premura de lo urgente y los intereses Fábrica de Armas de Sabatini, convertida hoy en fábrica de Ahora, quiero aprovechar la ocasión, que la publicación
corona
de unos y otros, hubiéramos perdido tiempo y podríamos ha- inteligencia, en Campus Universitario, que pronto albergará de este libro me permite, para transmitirles que estoy ganado
dorada ber llegado tarde. también una Escuela de Arquitectura especializada en ciuda- para la causa de la defensa del Patrimonio Histórico; y sobre
del Tajo, des históricas y rehabilitación del patrimonio. todo agradecido a todo el movimiento ciudadano e institucio-
En la bendita normalidad democrática pueden agazaparse nal que, en el caso de la Vega Baja de Toledo, dieron la señal
taller los peligros de la rutina y de la burocracia. A veces, por su Recuerdo que estamos hablando de un gran espacio de de alarma para evitar un daño que hubiera sido irreparable.
de la muerte evidencia, es más fácil responder en momentos complicados y unas 40 hectáreas, que podrán albergar, junto al parque ar-
tela en situaciones extremas. queológico, instalaciones culturales como un Centro de Inter- Estoy muy agradecido y sé muy bien que el agradecimiento
pretación e Investigación sobre la época visigoda y un Museo es la memoria del corazón.
verde la Asunción Recuerdo ahora una instantánea publicada en un libro de de la Ciudad y del mundo tardorromano.
sombría foto-historia –de la que tanto sabe el ilustre paisano y acadé-
mico Publio López Mondéjar– en la que puede verse el Entie- Para la gestión de este amplio territorio, se ha constituido José María Barreda Fontes
bajada del Pozo Amargo, Presidente de Castilla-La Mancha
rro del Conde de Orgaz, en plena Guerra Civil, protegido por entre el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades
brille sacos terreros. de Castilla-La Mancha una empresa –Toletum Visigodo– diri-
tu cielo gida por Diego Peris, que es toda una garantía. A él y a todo

La Vega Baja de Toledo


Josep Renau en su libro Arte en peligro recuerda la preocu-
La Vega Baja de Toledo

morado, el equipo de arqueólogos e investigadores les agradezco su


pación por las vidrieras de la catedral con ocasión de la mina trabajo y su compromiso con un proyecto apasionante.
pase que iban a explotar en el asedio del Alcázar.
suavemente la brisa Su dimensión y su importancia cultural hacen de esta in-
En agosto de 1936, se constituyó en Toledo el Comité de tervención una de las más ambiciosas de toda Europa para
rozando Defensa de Monumentos Artísticos con el fin de evitar la pér- integrar un gran espacio arqueológico en el conjunto de una
tu silo de siglos. dida del patrimonio: “Para no sólo asegurar el pan de maña- trama urbana.
10 11
21 CAPITULO 1
CAPITULO 3 95
¿DE COMPLEJO PALATINO VISIGODO A ARRABAL ISLÁMICO?
TERRITORIO: HISTORIA, CARTOGRAFÍA E IMAGEN
Ricardo Izquierdo Benito
Ramón Villa
Diego Peris Sánchez

115 CAPITULO 4

LA CULTURA MATERIAL DE LA VEGA BAJA

CAPITULO 2 69
LA VEGA BAJA EN ÉPOCA VISIGODA:
Jorge de Juan Ares
Mª Mar Gallego García
Javier García González

151
UNA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICAEN CONSTRUCCIÓN
Lauro Olmo Enciso
CAPITULO 5

VEGA BAJA. ARQUEOLOGÍA, CIUDAD Y PAISAJE


Diego Peris Sánchez
CAPITULO 1

TERRITORIO:
HISTORIA, CARTOGRAFÍA E IMAGEN
Ramón Villa
Diego Peris Sánchez
TERRITORIO: HISTORIA, CARTOGRAFÍA E IMAGEN

Ramón Villa
Diego Peris Sánchez

T
oledo ha sido en muchos momentos de la historia de España centro territo-
rial importante por su posición geográfica, por sus funciones administrativas
o por ser la sede del poder político y religioso del momento. Por ello apa-
rece como referente fundamental en la estructura de comunicaciones y en
la cartografía y documentación gráfica de ciudades1. En esta aproximación
cartográfica del territorio y de la ciudad se hace presenta la Vega Baja como
espacio del conjunto urbano.

Al principio era el río. La imagen que, históricamente, más se ha di-


vulgado de la ciudad de Toledo con su recinto amurallado cercado en tres
Territorio: historia, cartografía e imagen

quintas partes de su trazado por el Tajo es, precisamente, la del torno que

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


el río Tajo describe a su alrededor2, en un singular fenómeno geológico ya
que su cauce abandona las terrazas sedimentarias de la Cuenca de Madrid
y se interna en las rocas metamórficas e ígneas de la Meseta cristalina de
Toledo, transformándose de manera brusca en una garganta estrecha, que
A. Rey Pastor (1928) explicó a partir de líneas de reactivación geotectónica
que produjeron la asimetría de las vertientes del valle.

1.– PERIS SANCHEZ, Diego, ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther. 2008. La ciudad y su imagen,
Toledo, Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha.
2.– Tal y como señala ALONSO AZCÁRATE, J.; 2007: Paseo Geológico por los alrededores de la ciudad de
Toledo. Cuarto Centenario: “El Tajo traza alrededor del recinto amurallado de la Ciudad de Toledo un
20 arco de circunferencia casi perfecto, correspondiente a la mitad de un meandro completo del río. La 21
mayor parte de la ciudad histórica de Toledo queda comprendida en la orilla interna (margen derecha)
de la primera mitad de este meandro, que se inicia en la central hidroeléctrica de Safont y finaliza en
la estación depuradora de aguas residuales (EDAR). Se trata de un meandro del tren general del Tajo
Medio, con una longitud de onda de 4,6 km, una amplitud de 2,3 km, y un radio de curvatura de unos
1100 m; es, por tanto, uno de los mayores del tramo Aranjuez-Talavera de la Reina”.
Mapa de Portocarrero, 1681. Grabado de Juan Francisco Leonardo.
Mosaico de la Alberquilla. Dibujo de conjunto y reconstrucción
teórica del pavimento.
la Consejería de Obras Públicas12, y otro edificio localizado
al hacerse el vaciado del terreno para construir la sede de la
Caja Rural de Toledo, con estructuras que parecen correspon-
derse con las “Ruinas romanas que se supone que son de las
termas” que señala el plano de Coello-Hijón (1858).

Entre el Paseo de Merchán y la Avenida de la Reconquista,


al llevarse a cabo la ejecución de los bloques militares por
Regiones Devastadas, se localizaron restos de la necrópolis,
con enterramientos de muy diverso tipo entre los que sólo se
documentaron tres inhumaciones depositadas en fosas delimi-
tadas por tegulae con una fuerte capa de opus caementicium,
sobre el que se dispondría un forro de sillares que lo dotaría
de una cierta monumentalidad; una de ellas con un sarcófago
de plomo conteniendo diferentes piezas de uso quirúrgico y
un freno de caballo calado, que se fechó, a partir del hallaz-
go de una moneda de Marco Aurelio, en torno al 18013. Esta
tes que se construirán al exterior del pomerio, ocupando la
cercana llanura aluvial, en las proximidades de la Huerta del
Rey (estructuras y sepulturas localizadas junto a la estación
del ferrocarril, con una cronología de los siglos I-II; natatio o
ninfeo en el edificio de Paseo de la Rosa, 76 —Cabrahigos—,
en uso entre los siglos I y IV; Villa romana con mosaicos en La
Alberquilla, datada en el s. IV), como en la Vega.
Vista de Toledo, 1585. Grabado por Brambilla sobre dibujo de Nobilibus. En esta amplia zona dispuesta al norte del peñón se cons-
truyeron los principales edificios lúdicos: el circo romano8,
Así, la primera imagen que tenemos de la Vega Baja es 1.1.– Historia de un territorio entre fines de la época julio-claudia y comienzos de la Flavia,
la de un espacio que formaría parte de la llanura aluvial por
la que discurriría el paleo cauce del Tajo, procedente de la El paisaje debió transformarse sustancialmente a partir de con una capacidad aproximada de 13.000 espectadores; un
actual Huerta del Rey a través de la explanada que ahora ocu- la conquista y posterior romanización del territorio toledano. posible teatro al noroeste9 (abandonado, seguramente, en la
pan el Hospital de Tavera y el Paseo de Merchán3. Sobre esta Las noticias que nos ofrece Tito Livio sobre la Toletum pre- segunda mitad del s. III), y un anfiteatro, en el barrio de las
llanura aluvial que ha sido objeto de explotación tradicional rromana nos sitúan ante un asentamiento ubicado en el peñón Covachuelas10, asociados al cruce de las vías entre Toletum y
agropecuaria (fundamentalmente huertas y descansadero de toledano al que se califica como “urbs” y “oppidum” y señalan Augustóbriga-Titulcia (oeste-este) y la que desde el sur venía
ganados de la Mesta) no se ha constatado poblamiento pre o su situación estratégica controlando el vado del Tajo5, por lo por Consabura.
protohistórico, aunque algunos escasos fragmentos de cerá- que se ha argumentado que aquí se concentraría la población
Junto a ellos se desarrollaron otra serie de edificaciones
micas realizadas a mano han permitido aventurar la hipóte- carpetana6. Sobre este mismo asentamiento se proyecta el ur-
privadas, entre las que podemos mencionar la villa de la Fá-
Territorio: historia, cartografía e imagen

sis de que debió existir cierta frecuentación de poblaciones banismo romano7 con una serie de edificios lúdicos importan-
brica de Armas11, con mosaicos fechables en el s. II, a la que Plano de Toledo, 1858, Coello.

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


prehistóricas, cuyos asentamientos no han sido documentados
surtiría el estanque de opus caementicium documentado en
arqueológicamente hasta el momento4. 5.– Tito Livio (XXXV, 7, 6), narrando las campañas carpetanas del pretor M. Fulvio
Nobilior en el 193 a. C., menciona una batalla en las cercanías de Toledo, a la 12.– En uso al menos hasta la primera mitad del s. IV, pero con enterramientos pos-
que califica como núcleo fortificado (“Is apud Toletum oppidum”), por el control 8.– Construido sobre un espacio ocupado previamente con un uso distinto, quizás teriores. ROJAS y VILLA, 1996: Consejería de Obras Públicas, Toledo; Arqueo-
3.– Esta explanada, en gran parte, fue obtenida artificialmente al colmatarse la vagua- del vado del Tajo. mercado, según señalan SÁNCHEZ PALENCIA Y SÁINZ PASCUAL. logía en la Ciudad, Patrimonio Histórico-Arqueología de Castilla-La Mancha, nº
da existente en el siglo XVI, tal y como lo describen las Relaciones de Felipe II. En el año 192 nos narra la toma de Toledo por Cayo Flaminio, presentándola con 9.– CARROBLES SANTOS, J. 2001: El teatro romano de Toledo. Una propuesta de 13. Toledo, pp. 225-237.
4.– A partir de este tipo de hallazgos, expone CARROBLES, J. la hipótesis de un po- la expresión “ibi parva urbs erat, sed loco munitio” (XXXV, 22, 5). identificación. Según J. M. ROJAS, también “podrían estar relacionadas con temas hidráulicos
blamiento puntual de la Edad del Bronce. CARROBLES SANTOS, J.: “Prehistoria En el 185 los pretores L. Quintio Crispino y C. Calpurnio Pisón combaten con- 10.– REY PASTOR, A. 1932: El circo romano de Toledo. de la villa de la Fabrica de Armas, dos vigas de enebro con escotaduras en los
e Historia Antigua. Los orígenes de la ciudad”, en AA.VV.: Historia de Toledo, tra los carpetanos cerca de Dipo y de Toletum, a las que califica como “urbs”, 11.– En la Fábrica de Armas, de forma fortuita se produjo en 1923 el hallazgo de extremos descubiertas en 1956 “en la Vega Baja, al hacer la excavación para
Toledo, 1997; p. 37. luchándose junto a los vados del río (XXXIX, 30-31). varias dependencias atribuidas a una villa, con dos mosaicos, uno que servía la estación depuradora del alcantarillado de Toledo, al pie del Matadero Mu-
PLÁCIDO, D., MANGAS, J. y FERNÁNDEZ MIRANDA, M. (1992): “Toletum”, 6.– “Toledo sí parece implicar la concentración casi exclusiva de la población con- de pavimento a una habitación de planta rectangular y otro, octogonal, de una nicipal” citando a M. J. ARAGONESES 1958, que las adscribe a un pozo de
en Dialoghi di Archeologia, Anno 10, nº 1-2, pp. 263-274, afirman que “… la po- temporánea en la ciudad carpetana”, en palabras de PLÁCIDO, MANGAS Y fuente ubicada en el centro de un atrio. MÉLIDA, J. R. 1923: “Un mosaico época romana por su tipología. ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., 1999: “El
blación carpetana prerromana se instalaba preferentemente sobre las alturas inme- FERNÁNDEZ-MIRANDA, 1992, p. 265. descubierto en Toledo”, en B.R.A.H. LXXXIII, p. 19-23; SAN ROMÁN, F. de B. territorio: Las ocupaciones humanas en la Vega Baja a lo largo de la Historia”,
diatas a la vega del Tajo, en pequeños cerros fácilmente individualizables y a base 7.– RUBIO RIVERA, Rebeca, 1997: “Sobre la configuración urbana de la ciudad ro- 1934: “El segundo mosaico romano de la Vega baja de Toledo”, en Anuario del en: PERIS SÁNCHEZ, D.; ELVIRA GUTIÉRREZ, R. y DE LUCAS MARTÍNEZ,
22 23
de discretas unidades de poblamiento que se registran arqueológicamente con gran mana de Toledo”, en: Ensayos humanísticos: Homenaje al profesor Luis Lorente To- Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, II. P. 339-347; A. (2001): El edificio Sabatini en la Fábrica de Armas de Toledo, p. 43.
dificultad, en ocasiones superpuestas a sentamientos de la Edad del Bronce”. ledo, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, pp. 361-377. BLÁZQUEZ MARTÍNEZ J. M. 1982: Mosaicos romanos de la Real Academia de 13.– PALOL SALELLAS, P. de 1972:“Una tumba romana de Toledo y los frenos de
la Historia. Ciudad Real, Toledo, Madrid y Cuenca, p. 33-40). caballo hispanorromanos del Bajo Imperio”, en Pyrenae, 8, 133-150.
Basílica del Cristo de la Vega20, podemos identificar tres pun- ta islámica, y los posteriores de abandono y destrucción a lo
tos de prestigio en el Toledo visigodo que actúan como centros largo del califato, es uno de los aspectos históricos más inte-
políticos y eclesiásticos de la ciudad: la iglesia catedral, el resantes que puede desvelar arqueológicamente el yacimiento
templo palatino y el conjunto martirial. Este último se identi- ahora en curso de excavación36.
fica con la Basílica martirial de Santa Leocadia, fundada por
Sisebuto en el 61821 en un arrabal (suburbio) de la ciudad 22, en 20.– Identificada como áulica, realizada con grandes sillares de granito y muros de
dos metros de espesor con contrafuertes en la cara exterior equidistantes unos
el área cementerial donde se encontraba el sepulcro de la vir- 3 m. PALOL SALELLAS, P. de 1991:”Resultados de las excavaciones junto al
gen toledana23; junto a ella se ubicaría el monasterio de monjas Cristo de la Vega, supuesta basílica conciliar de Santa Leocadia, de Toledo.
Algunas notas de topografía religiosa de la ciudad”, en Actas del Congreso XIV
bajo la advocación de esta virgen citado en el XI Concilio24. En
Centenario del Concilio III de Toledo, 589-1989; pp. 787-832.
ella se custodiaban los tesoros sacros de la monarquía visigo- 21.– En el Apologeticus de San Eulogio podemos leer: «tempore Heraclii imperato-
da, sirviendo también de panteón de reyes (Suintila; Sisenan- ris anno imperio eius septimo, currente era DCLVI…/…Toleto quoque beatae
Leocadiae aula miro opere, iubente preadicto Principe culmine alto extenditur»
do, 635; Wamba y Witiza, 711) y obispos (S. Eugenio, 657, y S. (Palol, 1991: 791).
Ildelfonso, 667)25, y celebrándose allí los V y VI concilios (636 22.– La misma indica que se trataba de un edificio situado extramuros de la ciudad
y 638, bajo Suintila) y el XVIII (694, Egica)26. «apud urben Toletanam, quae est in suburbio Toletano».
23.– A mediados del siglo VIII, el sepulcro de la Santa aún se mantenía en la Ba-
Vega Baja durante la celebración del III Congreso Eucarístico Nacional, 1926. sílica, trasladándose sus restos a Oviedo, durante el emirato de Abderraman I
La Basílica pretoriense de los Santos Apóstoles Pedro y Pa- (756-788).
necrópolis se amplió durante el s. IV en torno al Cristo de la Sobre este paisaje, ya claramente antropizado, se va a de- blo se situaba también en el suburbio27, y fue sede de algunas 24.– PUERTAS TRICAS, 1975, p.20.
Vega14 en relación con la tradición que culminará con el culto sarrollar, a partir del segundo cuarto del siglo VI17, un progra- importantes reuniones conciliares (653, VIII Concilio, convo- 25.– VELÁZQUEZ Y RIPOLL, 2002: p. 557; PALOL, 1991: p. 791.
ma edilicio impulsado por la monarquía visigoda18 que propi- 26.– Aparece confundida en los concilios VI y VII con la basílica Pretoriense, aun-
a Santa Leocadia. cado por Recesvinto28; 681, XII Concilio; 683, XIII; 688, XV, que a juicio de algunos autores “…el apelativo pretoriense dedicado a esta
ciará “la creación en la Vega Baja de una ciudad palatina a y 693, XVI, convocados por Egica, y posiblemente el XVIII, basílica no haría referencia tanto a sus situación dentro del conjunto palatino
Como se ha señalado, la celebración en época romana de los pies de la urbe, siguiendo patrones de la Constantinopla 703) y diversas ceremonias relacionadas con la monarquía (se como a la naturaleza de este templo” siendo su carácter de panteón regio y no su
una serie de actividades que requerían espacios abiertos, en situación junto al aula regia la que se lo proporcionaría. BARROSO CABRERA,
contemporánea”19 y que se completará con la ejecución de im- entronizaba y ungía al rey y se entregaba el estandarte regio R. y MORÍN DE PABLOS, J.:2007: p. 116.
las vegas, “dio lugar a la construcción de toda una serie de portantes transformaciones urbanísticas en la ciudad durante antes de una campaña militar). Con ella se han identificado 27.– PORRES, J. lo interpreta como un barrio exterior a la ciudad, dentro de otro
edificios lúdicos relacionados presumiblemente con la mu- el reinado de Wamba, señaladas en la Crónica mozárabe. los restos arqueológicos documentados en el inmueble nº 25
recinto fortificado, derivada de entenderla “in suburbio toletano”, “apud urbem
regia in urbe toletana”.
nicipalización de la ciudad que luego, siguiendo el modelo de la c/ de San Pedro el Verde29, asociados también a una se- 28.– Esta fecha, según PORRES, podría situar en el primer tercio o a mediados del
documentado en las ciudades que adquieren importancia a A partir de la hipótesis planteada por P. de Palol, después VII la fundación o revalorización de este templo.
rie de enterramientos30.
partir del siglo III, se transformarían para dar lugar a una zona de la excavación de una importante construcción al pie de la 29.– ROJAS, 1999, (citando a GAMERO, PARRO, MADOZ Y PORRES), y ROJAS
Y GÓMEZ, 2009, presentando los restos de un edificio de nueva planta reuti-
suburbial que diluyó la tradicional separación de la ciudad Estas inhumaciones y el propio recuerdo del templo pre- lizando un espacio con construcciones anteriores, integrado por grandes muros
con respecto al campo que la rodea”, en la que, durante el s. toriense (si no su pervivencia física) debían estar relaciona- dispuestos en retícula que generan espacios rectangulares y cuadrados, orien-
IV “se fue implantando un núcleo importante de complejos 17.– Según Palolo, el Apologeticus de San Eulogio sitúa la fundación de la Basílica tados en sentido norte-sur y este-oeste, e interconectados formando una posible
el día 29 de octubre del año 618 por el Rey Sisebuto «tempore Heraclii impera-
das con la construcción de la ermita de San Pedro el Verde, planta en forma de cruz. Los recintos cuadrados presentaban unas dimensiones
residenciales, agrícolas e industriales relacionados con gran- toris anno imperio eius septimo, currente era DCLVI…/…Toleto quoque beatae que se levantó sobre los restos de la Basílica de San Pedro y de 6,20 m de lado y los rectangulares variaban entre los 6,20 m de longitud por
des edificios como el circo, que se mantuvieron en uso hasta Leocadiae aula miro opere, iubente preadicto Principe culmine alto extenditur» San Pablo tras la toma de la ciudad por parte de Alfonso VI 2,92 m de anchura, y los 4,92 m de longitud por 2,92 m de anchura.
fechas relativamente tardías”15, conviviendo con una extensa (Palol, 1991: 791). 30.– De acuerdo con la información aportada por sus excavadores, se localizó una
18.– Según ROJAS Y GÓMEZ, “Desde mediados del VI, como ha mostrado la ex- en 1085. Esta ermita era la que citaba Francisco de Pisa31 y gran tumba excavada en el terreno natural en cuyo fondo se localizaron restos de
zona cementerial, todo lo cual implica una alta densidad de cavación de la Vega Baja, el suburbium debió empezar su lenta transformación cuyas noticias recogen otros historiadores32. Pisa lo identifica dos individuos removidos, una tumba infantil y varias de adultos que se encon-
poblamiento en época tardía. urbanística para acoger a la Corte. Se trataba de una zona fácilmente defendible como el lugar «adonde al presente es la ermita de San Pedro traban dispuestas en sentido este-oeste y ortogonales respecto a los cimientos.
de enemigos internos y externos y su amplio espacio permitía construir los edi- ROJAS Y GÓMEZ, 2009.
ficios para albergar a todos los representantes de la jerarquía eclesiástica, civil el Verde, que se reedificó en memoria de aquella antigua (ba- 31.– PISA, 1976, pp. 120-121.
Las ruinas de este paisaje histórico que se han conservado
Territorio: historia, cartografía e imagen

y militar. En él se levantaron los edificios principales del reino y, asociados a sílica Pretoriense de San Pedro y San Pablo)»33. 32.– MARTIN GAMERO, 1979, pp. 400-405.
hasta nuestros días, especialmente las del circo romano, han ellos, otros edificios de menor importancia y porte. Los historiadores locales 33.– Respecto a la denominación de «pretoriense», este historiador indica que era

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sido continuamente representadas en los diversos planos16, recogieron abundantes noticias sobre estos edificios. Entre otros, PISA, Fran- «por estar fundada esta iglesia no lejos del pretorio, que se entiende del alcázar
cisco de, 1976: pp. 120 y 121, MARTÍN GAMERO, 1979, p.345, PARRO, Sixto Al mismo tiempo se desarrolló en la Vega Baja un urba- o casa real».
grabados y fotografías de la ciudad. Ramón, 1978: pp. 268-270 y MADOZ, 1987: p. 377, indicaban la presencia en nismo nuevo34, seguramente alejado de la concepción bajoim- 34.– Éste, a juicio de ROJAS Y GÓMEZ, 2009, se configura como “una serie de
la Vega Baja de grandes edificios de cronología visigoda. Son de sobra conocidas grandes complejos de edificios relacionados entre sí, pero en los que desaparece
las relaciones de edificios que debieron crearse de nueva planta o rehabilitarse
perial, del que las excavaciones desarrolladas desde el 2001 el modelo ortogonal de los espacios a medida que se avanza en el siglo VII”,
14.– Un resumen de los diferentes restos cimenteriales localizados en la Vega Baja para asumir las funciones administrativas, militares, religiosas o de ocio (circo empiezan a mostrarnos los primeros resultados, que vienen a reaprovechando, en especial, las vías de comunicación preexistentes.
puede consultarse en MAQUEDANO, B.; ROJAS, J. M.; SÁNCHEZ, E. I.; SÁINZ y teatro) que necesitaba el reino. ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M. y GÓMEZ confirmar el gran volumen de noticias relacionadas con ha- 35.– PISA, Francisco de, 1976: pp. 120 y 121 en el XVII, y MADOZ, 1987: p.377,
PASCUAL, M. J. y VILLA, R., 2002: Nuevas aportaciones al conocimiento de las LAGUNA, A. J. “Intervención arqueológica en la Vega Baja de Toledo. Caracte- MARTÍN GAMERO, 1979: p. 345, y PARRO, Sixto Ramón, 1978: pp. 268-270,
necrópolis medievales de la Vega Baja de Toledo (I y II), TULAYTULA, nos. 8 y 9; rísticas del centro político y religioso del reino visigodo” en El siglo VII frente
llazgos de piezas arquitectónicas que recoge la bibliografía en el XIX aportan varias de ellas, señalando la presencia en la Vega Baja de
procederían también de esta necrópolis las lápidas paleocristianas citadas por al siglo VII. Arquitectura. Anejos de AEspA LI, pp. 45-89 tradicional toledana35. edificios de cronología visigoda.
VIVES, 1969, los fragmentos de sarcófago de la Puerta del Sol (datados en torno 19.– BARROSO CABRERA, R. y MORÍN DE PABLOS, J., 2007: “La Civitas Regia 36.– Entre las causas que pudieron originar estos procesos, ROJAS Y GÓMEZ, 2009:
al 330-345) y el del Museo de Santa Cruz procedente de la Fábrica de Armas. Toletana en el contexto de la Hispania de la séptima centuria”, en Regia Sedes p. 86 señalan el cambio de patrón de asentamiento detectado a partir de media-
15.– CARROBLES, 2007: 59 y 68 Toletana. La topografía de la ciudad de Toledo en la Antigüedad Tardía y Alta
La documentación del proceso de ocupación/sustitución dos del siglo VIII y la serie de conflictos civiles que arrancan en ese momento en
16.– PORRES MARTÍN-CLETO, J., 1982: Planos de Toledo. Edad Media, 109. de este urbanismo en los primeros momentos de la conquis- los que se ve envuelta Toledo de manera más o menos directa.
24 25
Excavaciones en San Pedro el Verde.

Aunque el terreno fue transformándose paulatinamente en


área cementerial37, se ha constatado en el interior del circo
la existencia de alfares38 y debemos suponer que hubo una
intensa explotación agrícola de los huertos que mencionan los
documentos mozárabes de los siglos XII y XIII. Sin embargo,
todavía se debían encontrar algunas de estas edificaciones ha-
bitadas en torno al 831, cuando “los toledanos, y especialmen-
te, los agricultores de la Vega hicieron causa común con Ha-
sim39 y demolieron la fortaleza que había construido Amrús”;
incluso debían conservarse parcialmente en el 930, al menos
lo suficiente como para que el aún emir Abderramán III orde-
nara su demolición con el fin de evitar las continuas salidas
que, escondidos entre estas construcciones (quizás ya ruino-
sas), hacían los toledanos sobre su campamento40 si prestamos
atención a la noticia que nos proporcionan J. Amador de los
Ríos y S. Ramón Parro41. De ser ésta cierta, habría que situar
hacia el año 930 el proceso de demolición de las últimas es-
tructuras edificadas que subsistieran en la Vega Baja. Cristo de la Vega.
La abundante documentación mozárabe estudiada por naxí en la época musulmana, en el Arrabal de Toledo, pago de Más alejada se encontraba la denominada Casa de la Monja rambla que bajaba hasta una barca de paso por el río, en el que
González Palencia nos ofrece una serie de noticias sobre la Marzalcadí o Prado del Cadí. En 1137, la misma María dona a modesto edificio próximo a la cruz de Santa Susana45, pasada se encontraba el citado huerto de Alhanaxí en 1124, y, por úl-
Vega Baja en los siglos XII y XIII, con referencias diacrónicas la Catedral la nuda propiedad de su parte en la huerta que te- ya la Venta de la Esquina, hacia la confluencia del arroyo de timo, la huerta del Capiscol, próxima a Buenavista, cerca de la
sobre la existencia de un paisaje agrícola (huertos y azudas) nía su padre “en el Arrabal, barrio de San Pedro”42; en 1198, Buenavista con el Tajo, en la que desde 1250 hasta 1369 estu- llamada recientemente Huerta de Pavón47, antigua propiedad de
en el que subsistían y se remodelaban algunos edificios re- “…al venderse un huerto llamado Alhofra o del Foso, cerca vo el convento de Clarisas bajo la advocación de San Damián. la Catedral en la que había un molino que se citaba en 1234.
ligiosos. Este es el caso de la ermita de San Pedro el Verde, de los molinos del prado —o vega—, que dicen del Arrabal, y
citada en 1124, cuando María, hija de Mair Temán, con sus cerca de la iglesia de San Pedro”43, y en 1209, formando parte Respecto a los huertos, conocemos, como ya hemos señala- El río se explotaba mediante una serie de azudas y molinos
hermanos García y Eulalia y su tío carnal Hind ben Cebrián de las mandas testamentarias de doña Charina, quien deja un do, el de la Alhofra46, situado junto a San Pedro, que se vendió cuya construcción se ha considerado que supuso una elevación
trataban de ciertos arreglos sobre un huerto llamado de Alha- pequeño legado “al convento de San Pedro, en la Puerta de en 1198.; el de Ajuneina que se citaba junto a los molinos de del nivel fluvial en unos 4 metros48, existiendo en la zona de la
los Judíos”44. Azumel en 1174 y cuyos frutales fueron talados en una incur- Vega Baja tres, denominadas de Almahçuda49, Azumel50 y del
37.– Según A. de JUAN ya en el siglo VIII; además de los importantes restos cemente- sión musulmana en 1199, mencionado todavía en 1299 “en la Capiscol51. Aguas abajo se encontraba la de Algondorines52.
riales que se han ido excavando en los últimos años en el entorno del circo romano La antigua Basílica martirial de Santa Leocadia, ahora co- puerta de San Martín”; el pago de Marzalcadí o prado del Cadí,
(MAQUEDANO y otros 2001 y 2002), los trabajos desarrollados en Vega Baja han nocida como Santa Leocadia de Afuera, tenía un presbítero citado también en 1174 al adquirirlo la Catedral, en las cerca- 47.– Esta huerta es mencionada también por HURTADO, p.569, inmediata a Buena-
detectado áreas importantes de la maqbara (ROJAS y GÓMEZ, 2009: 50). vista, a la vera del camino real a Valladolid, situándose junto a ella la Venta de
38.– MARTÍNEZ LILLO, 1987: pp.73-93. (Domingo) en 1107, y es objeto asimismo de las mandas tes- nías de Toledo por su parte norte, lindando con el río y con una los dos caminos, PORRES, 1982: p. 931.
39.– Hasim al-Darrab, cabecilla de la revuelta producida en el año 829. PORRES DE tamentarias de doña Charina (1209), legándole un mizcal “a 48.– ROJAS Y GÓMEZ, 2007: p. 46, exponen que “el nivel del Tajo, aguas arriba
MATEO, J., Historia de Tulaytula (711-1085). IPIET, 1985, p. 29.
Santa Leocadia y capilla de San Ildefonso, en ella”. En 1121 45.– Esta cruz, cuyos cimientos han sido descubiertos en los meses pasados, fue de la presa de Azumel, se encontraría en épocas romana y visigoda a más de
40.– Ibn Hayyán en el Muqtabis (V, 213,214) narra que estableció el campamento trasladada en 1967, en sus alrededores se están excavando en la actualidad los cuatro metros por debajo del actual y, por tanto, con menor riesgo de provocar
sitiador en Zalencas “… puerta de Toledo en el río, entre vergeles, viñas y jardi- ya se la denomina “dextructa y ruinosa”, pero en 1162 se restos de un maqbara que ha sido datada provisionalmente en el s. XI inundaciones en los lugares habitados que jalonaban sus riberas”, basándose
nes… pero pareciéndole más perjudicial e irritante (para los sitiados) acampar había restaurado, construyéndose su ábside, y se había esta-
Territorio: historia, cartografía e imagen

46.– Topónimo que se viene traduciendo como “el foso”, aparece citado también en tanto en los resultados de los estudios geotécnicos realizados por J. NOCITO
en el cementerio a las puertas de la ciudad, se trasladó allí al día siguiente (…) para la Fábrica de Armas en 1999, como en resultados de diversas excavaciones
blecido en ella el primer convento de agustinos de la ciudad 1198, cuando se dona a la catedral toledana una parte de esta finca, que en épo-

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estuvo allí treinta y siete días, talando árboles, demoliendo alquerías, asolando ca musulmana pertenecía a Aben Alajanaxí, situándolo en el Arrabal, cerca del arqueológicas y en el hecho de que los mosaicos de la villa de la Fábrica de Ar-
cosechas y destruyendo recursos” (citado por PORRES: 1985: 43). En Zalencas del que dependían otras ermitas (entre ellas las de San Cosme Prado del Cadí y de la Iglesia de San Pedro [el Verde o de la Vega]; el topónimo mas se localicen a más de dos metros de profundidad, proponiendo que existió
o Chalencas estableció la denominada Madinat al-Fath (Ciudad de la Victoria) y San Damián, San Pedro de la Vega o el Verde, etc.). El con- aún se conservaba en 1927, cuando la D. G. de Montes, para ampliar al vivero un programa de elevación del terreno en la Vega mediante aportes de tierra en
en junio/julio del 930, volviendo a ser utilizada en agosto del 932, designándola forestal de Toledo que le cedió para tal fin la Diputación, compró la huerta una franja que ocuparía unos 80 ms. de anchura entre el Cristo de la Vega y la
como “campamento urbanizado” y “triunfante campamento”. vento se transformó en abadía, de la que dependía en 1178 Fábrica de Armas.
llamada Alofra, de 9’67 Has. de superficie a su propietaria la marquesa de La
41.– En el siglo X, con motivo de la rebelión del Walíd Kalib ben-Hatam, Abderra- San Servando. Guardia. Tal huerta lindaba al Oeste con el río Tajo, al Este con el camino de 49.– En 1121 se la cita en relación con la venta de una viña; según J. PORRES esta-
mán III puso cerco a la ciudad “(…) y la puso apretado cerco; los sitiados hacían San Pedro el Verde y terrenos de la Fábrica de Armas; al Norte con la huerta de ría entre el Cerro de la Cabeza y la Solanilla.
continuas salidas, causando gran destrozo en las tropas sitiadoras, abrigados por los Cambroneros y al Sur con la huerta de Menor, extinguiéndose el nombre PO- 50.– Un quinto del azud existente en esta presa era, desde poco antes de 1199, pro-
esos edificios que les permitían la retirada sin recibir daño, y entonces fue cuan- RRES, p. 1982. Dada su situación en la Vega, debemos entender que este foso piedad del convento de San Clemente; en 1242 un judío adquiere varias partes
do el Califa propuso abatir aquellas robustas moles para quitar a los sitiados el no sería artificial ni estaría relacionado con el amurallamiento de la ciudad; por indivisas del molino que cede un año después al obispo de Cuenca, don Gon-
amparo con que burlaban sus esfuerzos, y arrasaron las tropas cordobesas estas 42.– GONZÁLEZ PALENCIA, docs. 967, 727 y 1050. El segundo la sitúa en la zalvo Petrez. Como propiedad de la Catedral de Toledo serían desamortizados
otra parte debía corresponder a una superficie relativamente grande que confor-
fábricas que venían desafiando los siglos con su imponente solidez” (S. Ramón Alhofra. mediante subasta el día 2 de abril de 1844.
mara una amplia hondonada en la Vega Baja, susceptible de contener diversos
Parro: 1857). En uno de los documentos mozárabes, de 1210, se cita en la Vega 43.– GONZÁLEZ PALENCIA, doc. 288 y pág. 79 del volumen preliminar. 51.– En 1234 se cita un molino en la huerta epónima.
huertos que podríamos relacionar perfectamente con el paleocauce localizado
el inmediato cementerio de los musulmanes. 44.– GONZÁLEZ PALENCIA. 1022. 52.– Citada como Algonderi en 1125, en 1150 se mencionan los molinos y el azud de
en el yacimiento.
26 Algundarin sobre el Tajo, unido éste al parecer a los molinos de Corral Rubio. 27
Toledo. Libro de las Grandezas y cosas memorables de España.
Pedro de Medina, 1548.
Un grabado anónimo de 1548 dibuja la ciudad de Toledo
con forma circular, dos puentes simétricos, con sus torres y
tres puertas de entrada con tres torreones. “Esta es la visión
imposible del Toledo renacentista. Esta es la imagen más
repetida de la ciudad en los años centrales del siglo XVI.
En impresos de finales de siglo, la misma estampa aparece
desgastada, desdibujada, por agotamiento de la madera que
le da vida”59. El autor anónimo, hombre del Renacimiento,
hace el dibujo porque las ciudades se dibujan así, con una
técnica sencilla como es la xilografía. “Cuando esta estampa
de Toledo se imprime por primera vez - en 1548, año en que
se edita el Libro de las grandezas y cosas memorables de Es-
paña60, de Pedro de Medina, al que sirve de ilustración -, los
burilistas y los aguafuertistas han sucedido en toda Europa a
los xilógrafos”61.

La imagen de la ciudad en este momento es la que presen-


ta El Greco en su vista y plano de la ciudad o el grabado de
Anthon Wyngaerden. “Las vistas de España de Anton Van den
Wyngaerde ilustran un mundo que hemos perdido. Sus dibujos
retratan ciudades españolas a mediados del siglo XVI, uno de
los momentos más gloriosos de su historia, y las representan
con una precisión que casi puede definirse como fotográfica…
Chorographia del Río Tajo, 1640. Lámina 1. Anton Van den Wyngaerde, conocido en España como Antonio
En relación con el huertecillo de Ajuneina y el Prado del situándola en la Vega de San Martín55, repitiéndolo Hurtado de las Viñas o Antonio de Bruselas, estaba especializado en
Cadí, se mencionan una barca de paso sobre el río y camino en el Memorial (500, 543 y 569)56. vistas urbanas, se trataba del arte de representar, ya fuera en
público con el que lindaba el primero en 1174, existiendo un perfil u oblicuamente desde arriba, una ciudad o población
“paraje de la barca” y un “camino de la barca”, y una rambla Entre los siglos XVI y XVIII la Vega de San Martín o de concreta. Su objetivo era la exactitud topográfica. En el siglo
que bajaba hasta una barca de paso por el río que adquiere la Santa Susana, como se la conocía, sufre una tremenda trans- XVI, Van den Wyngaerde era incuestionablemente uno de los
catedral, incluyéndose en el huerto de Ajuneina, junto a los formación pasando de ser la zona de esparcimiento y cultivo más diestros profesionales del género”62.
molinos de Azumel en el segundo, en la denominada poste- de huertos, que describe Hurtado en 157657, a “el más árido y
riormente plazuela de las Barcas. abandonado de la población”, en palabras de Martín Gamero,
debido en gran medida a que fallaron las aguas y los artificios
Aunque conocemos pocas noticias de los siglos medievales hidráulicos con que se regaban antes, incluso en el siglo XVII 1.2.– La imagen grabada de la Vega Baja 59.– PAU PEDRÓN, Antonio. 1995: Toledo grabado. Toledo, p.11.
60.– MEDINA, Pedro de: Libro de las grandezas y Cosas memorables de España, ago-
posteriores, cuando se configura el ejido municipal donde pas- en que los describe el doctor Pisa. ra de nuevo fecho y copilado por el Maestro Pedro de Medina, vecino de Sevilla,
taban los ganados que venían a Toledo para el abastecimiento Pedro de Alcocer describe así la ciudad a mediados del dirigido al Serenísimo y muy esclarecido señor Don Felipe príncipe de España
nuestro Señor, MDXLVIII.
Territorio: historia, cartografía e imagen

de sus vecinos, sabemos que, , a partir de 134153, la ermita de siglo XVI: “Después que esta Imperial ciudad de Toledo fue
55.– Arch. San Clemente, carpeta 18, nº 15; doc. 358 del Catálogo de C. Torroja. 61.– PAU PEDRÓN, Antonio. 1995: p.11.
San Pedro el Verde se transforma en un pequeño convento con venida al poder de los reyes Godos (como avemos dicho), vis-

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56.– Según J. PORRES, por su situación extramuros se la utilizaba para seguir cele- 62.– KAGAN, Richard. 1986: Vistas españolas de Antón Van den Wyngaerde. Madrid,
uno o dos ermitaños o ermitañas a los que se deja otro legado brando en tiempo de entredicho eclesiástico, aunque debía ser un subterfugio au- to por ellos su asiento y fortaleza, ordenaron de ennoblecerla El Viso, p.11.
torizado oficiosamente; ya que dependía del arzobispado, como todas las demás. Su redescubrimiento empezó a finales del siglo XIX. En un artículo de 1895, Carl
en 133754. En1365 se la denomina “ermita de San Pedro”, mucho más que antes estava, passando como luego passaron Justi, reprodujo por primera vez la vista del Alcázar de Madrid de Van den Wyn-
57.– “a la parte del Norte está una vega llana, donde la jente por la mayor parte se
recrea, por ser la más fácil salida por la puerta de Visagra y del Cambrón, casi a ella, la silla real que antes tenían en la ciudad de Tolosa de gaerde. Esta y otras vistas de Madrid aparecieron después en el catálogo de la
53.– Siguiendo a J, PORRES, fecha en la que el Ayuntamiento compró varias parce- junto a los muros de la ciudad, en la cual demás de los guertos y açudas que Francia, adornándola de magníficos edificios, dándole título exposición del Antiguo Madrid, en 1926, y luego en el libro de Francisco Iñiguez
las en la Vega: al maestre Cacum, alcalde de la aljama de los moros de Toledo, tienen, que adelante se dirá, tiene un circuito antiquísimo con una puerta de Almech, Casas reales y jardines de Felipe II publicado en 1952. Sin embargo, el
argamasa y un ancho teatro, arruinado y volcado”.
y dignidad de Civitatis regia, o ciudad real, y de cabeça de sentido de su trabajo quedará claramente explicitado con la publicación del pro-
a San Clemente, dos fanegas “en la Vega de San Martín”; a Gonzalo González de
Caldelas, otras tres en la misma vega; otras nueve junto al camino de San Polo las Españas”58. fesor Haverkmp -Begemann, especialista en arte holandés y flamenco, publicó en
(sic, probablemente por San Pedro el Verde); dos junto a San Bartolomé, y dos 1969 “The Spanish Views of Anton Van den Wyngaerde”, un importante artículo
más, una junto al fonsario de los judíos, próximo a esta ermita. que iba acompañado de un catálogo definitivo. Wyngaerde realiza diversas vistas
54.– SALAZAR DE MENDOZA, Chronico de el Cardenal Tauera, 252-253; lo repite 58.– ALCOCER, Pedro de. 1554: Hystoria o descripción de la Imperial ciudad de de ciudades de Castilla-La Mancha incluidas en varios itinerarios: Toledo, Cuen-
PARRO, p. 209. Se trata de un legado de diez maravedís hecho por María Illán, Toledo, Toledo, libro primero, capítulo XXXII, fol. XXVIIV-XXVIII (Edición ca, Belmonte, Guadalajara, Chinchilla de Montearagón y Almansa que ofrecen
esposa de Gonzalo de Vergara, documento perdido en la actualidad. facsímile, Toledo, 1973). una imagen detallada de estas ciudades y de su entorno natural.
28 29
Anton Van den Wyngaerde. Vista de Toledo. Palacios de Galiana. Perez Villaamil, 1842.

Cuando Wyngaerde visitó Toledo en 1563, hacía dos años


que la corte de Felipe II se había instalado en Madrid, dejando
Toledo como mera capital espiritual del reino, sede primada y
núcleo cultural. Toledo comienza en este momento un proceso
de conventualización. Sin embargo, durante años la ciudad con-
serva un nivel de vida alto y una intensa actividad. El período
entre 1561 y 1606 fue uno de los de mayor esplendor, en todos
los órdenes, para Toledo63. La ciudad se presenta elevada sobre
la colina, y rodeada por el río Tajo. Jerónimo Münzer decía en
1495 “Está situada en un monte y muy fortificada. La rodea en
sus tres cuartas partes el Tajo, por un profundo valle… ¡Oh,
qué murallas más firmes tiene, levantadas por los sarracenos, y
qué fortificada está por la naturaleza y el arte!”64.

Rodeada por el gran corte que el río Tajo ha abierto en la


montaña hacia el sur, abierta a la Sagra hacia el norte y rodeada
por una doble muralla. A su alrededor por levante y poniente
se extendía su vega; al Este, la Huerta del Rey con sus norias
y campos de cultivo, rodeando los viejos palacios de Galiana y
la isla de Antolínez con sus viñas; al oeste la vega”. El camino
de Aranjuez quedaba defendido por el castillo de San Servando, sus casas accesorias. Esta zona era el lugar de los hospitales de
fuerte desde época romana pero reconstruido por el arzobispo la ciudad: el hospital de San Antón fundado por Gonzalo Ruiz
Pedro Tenorio, a fines del siglo XIV. El Puente de Alcántara era de Toledo en 1318 para los enfermos del “fuego sacro” del cor-
el acceso a la ciudad que, en 1563 mostraba sus dos torres de- nezuelo del centeno y el de San Lázaro —para tiñosos, sarnosos
fensivas de época musulmana. En el otro extremo, en el acceso a y leprosos—, construido en 1418. En dirección a Madrid la
la ciudad desde el camino de Mérida, se entraba por el antiguo ciudad tenía en su límite la ermita de San Eugenio, el tercer pa-
puente de San Martín. En esta dirección se ven la ermita de San trón de Toledo, con su ábside mudéjar de arcos polilobulados.
Ildefonso y la basílica —en el siglo XVI, abadía— de Santa Leo-
cadia. Un poco más lejos estaba el monasterio de San Bartolomé Desde el Cambrón, se organiza la gran cornisa de Toledo
de la Vega de los Mínimos de San Francisco de Paula, recién hacia la Vega Baja que llega hasta el edificio de San Juan de
fundado y terminado pero cuya iglesia volvería a remodelarse a los Reyes del que se ven los pies de la iglesia y su cimborrio.
partir de 1581, según proyecto de Nicolás Vergara, el Mozo. Sobre la muralla se alzaban algunas casas del Toledo del Qui-
nientos, las de don Fernando de Silva y don Diego de Vargas.
La parte central de los accesos a la ciudad, por el camino Más hacia levante estaba la casa del marqués de Malpica,
de Illescas y Madrid, al norte, era también estructura bastante don Francisco de Ribera. Al oeste de este palacio están el
reciente, levantada sobre restos romanos. Sobre ellos, hacia la monasterio de los mercedarios de Santa Catalina, la parroquia
Territorio: historia, cartografía e imagen

ribera del Tajo, se situaba el barrio extramuros de Covachuelas. de Santa Leocadia con su torre mudéjar del XIV, el convento
Esta zona se ordenó por una calle que limitaban el hospital de de dominicas de Santo Domingo el Real —fundado en 1364

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San Juan Bautista, fundado por el cardenal don Juan Tavera, y y cuya iglesia se levantaría de nuevo a partir de 1565— y las
parroquias de San Marcos y San Román.
63.– PERIS SANCHEZ, Diego. 1992: La ciudad española hacia 1500. Cuenca-Méjico.
64.– MÜNZER, Jeronimus. 1991: Viaje por España y Portugal (1494-1495). Madrid, Así, la panorámica que ofrece Wyngaerde65 refleja deta-
Polifemo, p. 247. Münzer (aprox. 1460-1508) nació en el Tirol y se doctoró en
medicina en Pavía. Salió de Nuremberg acompañado de tres amigos para reali- lladamente la realidad de los edificios singulares de Toledo y
zar su viaje a la Península Ibérica desde el 17 de septiembre de 1494 hasta el 8
de febrero de 1495. Su actitud parece indicar que era un embajador de Maximi- 65.– El grabado de Toledo de 1563 tiene unas dimensiones de 420 x 1.075 mm.
liano con una doble misión: averiguar los resultados de los viajes colombinos y ofreciendo así esa secuencia lineal de la visión de edificios superpuestos en
las intenciones de la corte española y estudiar las posibilidades de un acuerdo una imagen lineal en la que el propio dibujo trata de acrecentar la idea de
de colaboración con Juan II de Portugal. Realiza una descripción muy pormeno- perspectiva con grandes cambios de escala entre los situados en primer plano y
rizada de gentes, lugares y situaciones. los alejados. La ciudad aparece casi horizontal, en su configuración, para poder
30 ofrecer una buena visión de todos los edificios que quiere incluir en su vista. 31
Vista y plano de Toledo. El Greco. Sólo, en el perfil del fondo, sobresalen las torres de la catedral, del Alcázar y en
el otro extremo la Casa de Bargas.
Toletum. Joris Hoefnagel. Civitates Orbis Terrarum.Colonia 1572. Toletum. Joris Hoefnagel. Urbium Praecipuarum
Mundi Theatrum Quintum.Colonia 1598.

presenta una imagen general de la ciudad construida sobre la El cuadro “Vista y mapa de Toledo” de El Greco, fechado
roca y rodeada por el Tajo. “Las vistas topográficas son el pre- entre 1608 y 1614 puede ser incluido dentro del género de las
cedente más próximo de lo que por esos años, una vez supera- vistas topográficas de ciudades y presenta panorámica de To-
dos ciertos atavismos del clasicismo y de los gremios profesio- ledo tomada desde el norte, en una posición muy próxima a la
nales, se empezaría a denominar con propiedad “paisaje”66. imagen de Wyngaerde. “Mientras que las vistas topográficas
de Wyngaerde y Hoefnagel pretenden una fidelidad y verismo
Junto a la vista de Toledo que realiza Wyngaerde en 1563, que acentúan la terrenalidad, la posición del Hospital San
Hoefnagel en 1572 realiza los grabados de Civitates Orbis Te- Juan Bautista, mostrado como una maqueta, las alegorías, y
rrarum que empiezan a editarse ese mismo año y que acabará sobre todo, la forma de pintar las nubes y la luz, dotan al cua-
cuarenta y cinco años más tarde con el sexto tomo publicado dro del Greco de algo sobrenatural”67. Sin embargo la Vista de
en 1617. El primer dibujo de Toledo es de 1572 y el segundo Toledo que se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva
se publica en 1598 en el quinto volumen de Civitates. En el York pintada entre 1595 y 1610 parece ser un verdadero pai-
segundo grabado se reproducen, a mayor escala que el res- saje autónomo, si bien, es una interpretación subjetiva a par-
to, la Catedral y el Alcázar ampliados a derecha e izquierda tir de la realidad de la ciudad. El cuadro hace presente una
como elementos singulares de la ciudad. La iluminación de trabazón que “viene determinada por una sensación de senti-
los grabados es de la época. miento y, si se quiere de dramatismo que está implícito en una
atmósfera opresiva, determinada por la extraña luminosidad
Pocos años después, en 1585, Pedro de Nobilibus realiza su del cuadro, por la acumulación desordenada e incluso violen-
grabado de la ciudad. Ya en 1600, Jollain presenta su vista de ta de las nubes que hacen que el cielo presagie una tragedia y
Territorio: historia, cartografía e imagen

Toledo, y en 1626 Munster dibuja un Toledo que ilustra su Cos- por la contundencia de los elementos terrestres, ya que parece
mografía. En 1659, los grabados de Valkeiner ilustran su obra

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


como si la tierra hubiera sido esgarrada y los edificios que se
Theatrum Hispaniae, un texto extenso y minucioso, ilustrado siluetean sobre el cielo se hubieran encrespado”68.
ocasionalmente por aguafuertes con una panorámica de la ciu-
dad cuyo pie dice: “Toletum Carpetanorum, ad Tagum; Gotho- El plano de Alfonso Bacheti Brun está obtenido del dibu-
rum ac Naurorum regia, ampla et elegans; verum hodie in dies jado por El Greco en su óleo “Vista y plano de Toledo” hacia
deficiens”. El grabado de 1665 realizado por Meunier presenta 161069. En la zona situada al norte, entre las puertas de Bisa-
una vista desde el norte de la ciudad con el texto: Perspective de
la ville de Tolède, capital de la nouvelle Castille. 67.– MADERUELO, Javier. El paisaje. Génesis de un concepto, Madrid, Abada, p.
312.
66.– MADERUELO, Javier. 2008: “Manera de ver el mundo. “De la cartografía al 68.– MADERUELO, Javier. 2006, p. 313.
paisaje”, en: Paisaje y territorio, Abada Editores, p. 73. 69.– Publicado en el libro Plano de Toledo por Dominico Theotocopuli El Greco, Tole-
32 do: Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos, 1967. 33

El Greco. Vista de Toledo, 1597-9


The Metropolitan Museum of Art, New York.
Vista de Toledo. Pier Maria Baldi.
Biblioteca Laurenziana.

gra y del Cambrón, señala la Vega con edificaciones como San matices graduados. El conjunto completo comprende pano-
Ildefonso, San Bartolomé y la capilla de Montero. rámicas de las ciudades, villas, aldeas y ventas que atravesó
el séquito a su paso por todos los países”72. El tratamiento de
“El largo viaje que en los años 1668 y 1669 llevó a Cosme todos los paisajes es similar con un claro detalle de las imá-
de Médicis a través de media Europa ha dado lugar a uno genes que aumenta el valor testimonial de los dibujos. Parece
de los corpus documentales y gráficos de mayor interés para que trabajaba sobre bocetos que, posteriormente, acababa de
conocer la historia de la época. El entonces príncipe de su definir y elaborar.
ducado en decadencia, como intelectual y amante de las ar-
tes, se rodeó de un cultísimo séquito a partir del que nacerían De Toledo hay dos vistas que se continúan una a la otra
varios relatos de viaje, entre ellos el presente, que consta de en sentido lineal. La primera de ellas deja una amplia zona
dos volúmenes con el texto escrito por Magalotti y las acua- con arbolado a su izquierda para representar, en la mitad del
relas realizadas por Pier Maria Baldi. Los dos volúmenes se dibujo, la ciudad elevada sobre la roca. El segundo dibujo
custodian en la Biblioteca Medicca Laurenziana. El primero continúa la perspectiva anterior completando, así, la visión
de ellos consta del texto de Magalotti relativo al viaje por total de la ciudad. Coetáneamente, A. Jouvin describe la ciu-
España y Portugal —desde la partida de Florencia hasta el dad: “Toledo tiene una situación tan extraña que no sé cómo
embarque del grupo en el puerto de A Coruña— así como las ha podido ser escogida para construir allí la primera ciudad
162 acuarelas realizadas por Pier Maria Baldi durante este de España. Es una gran roca separada de las altas montañas
trayecto…”70. por el río Tajo, cuya altura forma un poco de meseta, donde
están la plaza, la iglesia y el castillo; el resto de una roca está
En el séquito de Cosme de Medicis viajaba el pintor y ar- ocupado por casas que parecen como los granos de una grana-
quitecto Pier Maria Baldi71. “Aunque Magalotti y los auto- da que estuviese medio abierta”73.
res de las relaciones no oficiales del viaje apenas le prestan
atención, las acuarelas que el pintor realizó a lo largo de todo “Comienza el siglo XVIII y un sujeto del que casi nada
el recorrido constituyen uno de los corpus iconográficos más sabemos salvo su nombre —Joseph de Arroyo Palomeque—
Territorio: historia, cartografía e imagen

interesantes para el estudio de la Europa del siglo XVII, y a y su profesión —maestro de obras—, dibuja y omite fechar

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veces son un testimonio de mayor valor que el propio texto. esta curiosa vista de Toledo en perspectiva caballera. Bas-
Las láminas están ilustradas con una o dos acuarelas, 432 en tante tosca y casi infantil, hecha evidentemente por un buen
total. Todas ellas están elaboradas en un solo color: sepia con conocedor del casco urbano y por ello meticulosa en grado
sumo, incluye en ella a todas y cada una de las manzanas que
70.– VAZQUEZ Santos, Rosa. 2004: Crónica Oficial del viaje de Cosme III de Medicis. 72.– VAZQUEZ SANTOS, Rosa. 2004: p. 313.
En: El viaje a Compostela de Cosme III de Médicis. Santiago de Compostela p- 312. 73.– GARCÍA MERCADAL, José. 1952: Viajes de extranjeros por España y Portugal,
71.– Pier María Baldi realizaba una acuarela de cada una de las poblaciones, aldeas Madrid, Aguilar, vol I, p.945. A. Jouvin viajó por la Península Ibérica en 1672
y ventas en las que el cortejo paraba para un simple descanso o una estancia. visitando casi todas las ciudades importantes de aquella época. La relación
Esto permite tener en la actualidad la imagen de lugares que, si no hubiera sido de sus viajes la publicó entre los años 1672 y 1676 con el título Le voyageur
por esta situación, no se conocerían, y añade un gran número de matices a la d’Europe, ou sont les voyages de France, d’Italie et de Malthe, d’ Espagne et
descripción oficialista y árida del viaje. Portugal.
34 35

< El Greco. Vista y plano de Toledo.


Museo de El Greco, Toledo.
Convento de San Bartolomé. Dibujo de Santiago Palomares, 1753.
Biblioteca Pública de Toledo, Colección Lorenzana.
componían la ciudad, con el número de plantas de cada una,
sus edificios más importantes, los puentes, molinos y mura-
llas, el Artificio casi completo —cuya planta concuerda con
la traza de El Greco— y el clavicote de la Santa Caridad tenía
instalado en el centro mismo de Zocodover”.

Este dibujo podemos situarlo con bastante seguridad muy


a fines del XVII o, mejor aún, a comienzos del XVIII. Apa-
recen en él la torre almenada, con paso en codo, que cerraba
la salida del puente de Alcántara, sustituida en 1721 por el
arco barroco actual; luego ha de ser anterior a este año. Se
rotula el Alcázar como “Palacio de la Reina”, alusión clara a
doña Mariana de Neoburg, reina viuda de Carlos II, que fue
residenciada en él hasta 1706, en que fue llevada a Bayona.
Entre ambas fechas, y más cerca de 1706 que de 1721, pues
no duraría mucho el recuerdo de doña Mariana, debemos si-
tuar el documento que hoy posee la Biblioteca Pública de la
provincia a la que debió llegar junto con la colección Borbón-
Lorenzana”.

El plano tiene el interés del momento en que se realiza, de la Vega lo dibujó también el Greco y tiene planta cuadrada
recogiendo la imagen de la ciudad antes de las reformas del con torres en sus esquinas. Cerca de él dibuja el humilladero
XVIII y a las destrucciones del XIX. El dibujo presenta gran de Montero y se hacen visibles estructuras del circo romano.
cantidad de detalles que dejan constancia de la realidad En el centro de la zona aparece el convento de San Bartolomé
monumental y urbana en ese momento. No sólo los edificios de la Vega incendiado por los franceses y “luego demolido
monumentales, sino también el conjunto residencial. “Por para reutilizar sus restos en el Presidio Correccional… Fue
ejemplo, los pretiles ante San Sebastián, las Benitas, el Ayun- también dibujado, por su cara opuesta, por el citado Antonio
tamiento o Santo Tomé, subsistentes hoy; los brocales de los de Bruselas, pero el diseño de Arroyo es más completo, resal-
pozos públicos en El Salvador, Barrionuevo o Pozo Amargo; la tando su planta rectangular, con un breve atrio en el ángulo
isla de Antolinez, el “puente de Julio César”. Construido por izquierdo…”76.
Juanelo para su Artificio cruzara sobre la calle del Carmen y,
como en el plano de El Greco, el “Brasero de la Vega”, al que En el lateral izquierdo aparece dibujada la ermita del Cris-
añade los restos del circo romano, omitidos por Domenico y to de la Vega antes de su destrucción por las tropas francesas,
por Antón de Bruselas. Están también la azuda de la Huerta de nave única con fachada alta y espadaña en su remate con
del Rey, el doble arco de la cuesta del Alcázar”74. Incluso se una pequeña edificación al fondo y otra de gran tamaño en su
dibujan cosas invisibles desde el punto de vista del autor, lateral con un patio grande cercado en su parte posterior. Y
Territorio: historia, cartografía e imagen

como son la puerta del Sol, la ermita de la Bastida, Montesión junto a la ermita y basílica del Cristo de la Vega, la ermita de
(San Bernardo). Al pie del documento hay una relación con San Idelfonso y un pequeño cementerio posterior.

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93 nombres de edificios y objetos destacados, cuyos números
aparecen localizados en el dibujo. El dibujo de la Vega Baja de Santiago Palomares77, de
1753, presenta en primer plano el convento de San Barto-
En el plano de Arroyo Palomeque, la Vega aparece como un lomé como una gran construcción con sus torreones en sus
lugar amplio en el que se conservan algunas edificaciones. En esquinas. Al fondo de la imagen se observa el arco del circo
una zona próxima a la puerta de Bisagra todavía se mantiene romano. Una imagen del lugar con un fondo en el que el sol se
el Brasero de la Vega y restos del circo romano75. El Brasero hace presente en su esquina izquierda.

74.– PORRES MARTÍN-CLETO, Julio. 1989: Planos de Toledo. Toledo, IPIET, Plano 76.– PORRES MARTIN-CLETO, Julio: Panorámica de Toledo de Arroyo Palomeque,
nº 10. IPIET, 1992.
36 75.– PORRES MARTIN-CLETO, Julio. Planos de Toledo, Toledo, IPIET, 1989. 77.– En el dibujo aparece la inscripción Dyonis Palomares invent del Toleti 1753. 37

< Plano de Arroyo Palomeque.


Plano de Toledo, realizado por Navia, 1776.

Plano de la ciudad de Toledo y sus


inmediaciones, José Díaz, 1765.

En 1765 se publica el Plano de la ciudad de Toledo y sus A finales del siglo XVIII Manuel Antonio Carbonero firma
inmediaciones realizado por el maestro de obras José Díaz78. el Plano de Vista de la Vega, que llaman de los Bartolos, de la
El plano conservado en el Archivo del Servicio Geográfico ciudad de Toledo. Un plano que dibuja la Vega Baja con el lí-
del Ejército presenta el núcleo urbano de Toledo inserto en mite superior de la muralla de la ciudad y en su parte inferior
un amplio territorio circundante que recorre una tupida red el borde del Rio Tajo. En la muralla se dibuja la puerta de Bi-
de caminos. En la zona de la Vega, próxima a la ciudad, apa- sagra (1), un tramo de muralla (2) que llega hasta la Puerta del
recen dibujados San Bartolomé y la capilla. De las puertas de Cambrón y el convento de Agustinos (4), con un tramo final de
Bisagra y del Cambrón parten multitud de caminos paralelos muralla (5) que llega hasta el río Tajo. Se señala en el plano
al perímetro de la ciudad y otros que en, diversas direccio- el arroyo de las aguas inmundas (6), junto al río, el Baño de la
nes, se alejan hacia pequeñas edificaciones señaladas en la Cava (7) y el inicio del artificio (8) con un primer tramo que
zona próxima al río. El plano de Toledo realizado por Navia llega al primer desvío (10) salvando un desnivel de 52 pies.
hacia 1776 fue publicado por A. Ponz en su “Viage de Espa- En la zona sur del plano se señala el cementerio del Paraíso
ña, en que se da noticia de las cosas más apreciables”79. (11), el Cristo de la Vega (12) y la entrada a la zona de huertas
(13) que llegan hasta la zona del Cristo de la Vega (14). En la
zona se localiza el convento de Mínimos (15) vulgo Bartolos,
el terreno erial de la Vega (16) que ocupa espacios entre los
paseos y alamedas (17), el convento de Mínimos (18) y la Fá-
Territorio: historia, cartografía e imagen

78.– LOPEZ BALLESTEROS, Antonio. “El plano de Joseph Diaz, de 1765” en: La brica de las Espadas (19, el Hospital de las Afueras (20) y San

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ciudad medieval de Toledo: historia, arqueología y rehabilitación de la casa, Pedro el Verde (21) se indican en la leyenda del plano. En su
Toledo, Universidad de Castilla-La Mancha, 2007, pp. 95-96.
Joseph Diaz es maestro albañil, nombrado alarife por el ayuntamiento de Toledo extremo inferior izquierdo, la Venta de la Esquina (22) y otro
el 15 de marzo de 1752, después de un examen práctico al que concurren otros cementerio (23). El brasero ocupa la posición 26 y la plazuela
dos maestros albañiles, Joseph Arroyo Palomeque y Diego Sánchez Román.. de Merchán la posición 27 delante de la puerta de Bisagra.
“Joseph Arroyo en lo teórico se allá muy olvidado a causa de su edad, y no ha-
berlo ejercitado mucho tiempo á …y que Joseph Diaz se allá actualmente mas
versado en la arquitectura, geometría y promptitud y firmezsa en sus cuentas… a Una cartografía singular que se levanta para documentar la
votar …quedan empatados Joseph Arroyo, y Joseph Díaz, entre quienes se debe zona que se quiere regar con agua del río Tajo, con el artificio
volver a votar… Hecha la nueva votación quedo nombrado Joseph Díaz”
79.– PONZ, 1787: Viaje de España, Tomo I, Madrid: Imp. de la Viuda de Ibarra, p. hidráulico que con el nombre de Balanza debía de colocar en
116. Posteriormente, algo modificado, se publica en el Semanario Pintoresco las orillas del río. Un intento de convertir en regable esta zona
Español, 11 (15 de marzo de 1857) p. 84.
para su explotación agrícola.
38 39

Vista de la muralla desde la Vega y plano de las tierras entre ésta y el río Tajo. Manuel Antonio Carbonero, 1798.
Susana y la Venta de la Esquina (en el entorno del arranque acogidos en el Hospital de San Ildefonso88. En 1630, conocida de Pavón, a la vera del camino real a Valladolid, se encontraba
actual de la carretera de Ávila) por parte de Lorenzana y Fa- ya como Ermita del Cristo de la Vega, había aún un ermitaño, la Venta de los Dos Caminos101. Como venta de la Esquina per-
bián antes de 1761. Otras noticias de la misma época (1775) y su capellán alegaba ante el ayuntamiento “haber alargado tenecía en 1801 a la Capilla de la Virgen del Sagrario, quién la
vienen dadas por el cardenal Lorenzana, quien, precisamente la capilla”, sin embargo a principios del XIX se encontraba tenía arrendada en 500 reales al año, habiendo subsistido hasta
cuando se estaban llevando a cabo las obras de construcción arruinada, siendo terminada de destruir poco más tarde por los años 70 del pasado siglo. De ella afirma J. Porres que “sin
de la Fábrica de Armas, llegó a prohibir al santero de San las tropas francesas alojadas en el Convento de San Barto- duda por su estratégica situación, es muy probable que sea uno
Pedro el Verde que sacara “sillares grandes de buen edificio” lomé. Se rehizo el edificio entre 1818 y 182689, con una sola de los más antiguos de Toledo en su clase”.
para la mencionada obra84. El templo, ya en precario estado nave de las tres originales, y se reformó en 1845, cuando se
y expoliado como cantera para la construcción de la Fábrica le adosaron los dos recintos funerarios laterales90, conservan- Junto al río, y muy próximo a los molinos de Azumel, encon-
de Armas, debió abandonarse, siendo demolidos sus restos en do aún un ábside mudéjar91. Al clausurarse los cementerios tramos un lugar conocido con el topónimo de Plaza o Paraje de
1806 por amenazar ruina85. parroquiales, de hermandades y cofradías en 1855, quedó al las Barcas que fue el escenario donde se inició la navegación
servicio cimenterial de las Hermanas de la Caridad, bajo pro- fluvial ordenada por Felipe II, topónimo que aparece citado va-
El mismo proceso de decadencia, abandono, ruina y demoli- piedad de la Diputación Provincial92, habiéndose suprimido rias veces en relación con la Fábrica de Armas, la primera de
ción sufren el resto de edificaciones religiosas de las que tene- la dignidad de abad en el Concordato de 1851. ella cuando Gazola hace “una serie de estudios para trasladar
mos noticia en la Vega durante los siglos XVII y XVIII, en con- la Fábrica fuera del casco y buscar, sobre todo, la fuerza motriz
sonancia directa con la crisis que transforma en la misma época El convento de San Bartolomé de la Vega se construyó en del río (…) en la Playa de las Barcas y en el paraje de “Bue-
Basílica de Santa Leocadia. G. P. Villaamil, 1842-1844. a Toledo en lo que se ha dado en llamar la ciudad eclesiástica. un extremo del circo romano entre 156293 y 1591, sobre unas navista” donde existe una casa de recreo de un arzobispo” 22
casas cedidas a instancias de la Emperatriz Isabel de Portugal (cita a J. Miranda, 1982, p. 232), y posteriormente, en 1859, al
En un paraje situado entre el Cigarral de Buenavista y la a los frailes mínimos de San Francisco de Paula94, costeando la venderse parcelas en la Vega Baja, desamortizadas al munici-
1.3.– Lugares y construcciones Venta de la Esquina, en gran parte coincidente con la cañada, obra (trazada por Covarrubias y rectificada por Vergara) Diego pio. Todavía se conservaba el nombre al venderse una huerta de
se fundó la ermita de Santa Susana en 1515 por la cofradía de de Vargas, el secretario de Felipe II. A pesar del patronato 2’81 hectáreas desamortizada al Hospital Tavera.
San Pedro el Verde, según Porres, una iglesia o ermita ex-
Todos los Santos86, pero en 1612 pertenecía a la de San Blas. que sobre él ejercieron el Duque de Alburquerque y el Conde
tramuros que integraría seguramente aún restos del edificio
Según Porres, “era bastante capaz, de planta rectangular con de Siruela, tuvo una vida relativamente corta, desapareciendo
visigodo en el medieval, funciona hasta final del XVIII en un
tres naves y otras tantas capillas absidiales” conservando el en 1811 tras su uso como hospital por las tropas francesas, 88.– A fines del siglo XV debieron pasar el cementerio y la capilla al Hospital de la
espacio en el que aún debían ser visibles las ruinas de los Misericordia, que enterraba allí a sus acogidos, teniendo constancia documental
culto hasta 1630”. En sus alrededores creció un barrio, habi- que lo incendiaron95, y demoliéndose las ruinas en 184596. En
edificios antiguos, dependiendo de una cofradía del mismo en 1721.
tado fundamentalmente por panaderos —70 personas en 17 1914 el propietario de la finca acabó con sus últimos restos 89.– La última fecha la da F. Sierra al notificar que el 14 de septiembre de 1826 se
nombre radicada en la parroquia de San Martín —cuyo terri-
casas87— y en 1644 sólo quedaban las tres capillas y la nave arquitectónicos, apareciendo, entonces, tres capiteles visigo- bendijo la ermita del cristo de la Vega, “después de haberla reedificado, aunque
torio comprendía casi toda la Vega Baja—80. En torno a esta no en toda su extensión”. CERRO MALAGON, Rafael, 2007: Noticias de Toledo
central, ésta con el tejado destruido. Según este autor subsis- dos de la cercana basílica de Santa Leocadia, uno de ellos con
edificación tenemos las primeras noticias sobre excavaciones entre 1801 y 1844. La Memoria del curial Felipe Sierra, Toledo, Ayuntamiento
tía hasta el XVIII, cuando se desmanteló. la inscripción “LICIVS FECIT”, cedido o vendido al Museo de Toledo.
efectuadas en la Vega Baja con el interés de descubrir restos 90.– PARRO, Sixto Ramón, t II, p. 279.
históricos (o al menos en las que se recogen estos restos) pro- de Valencia de Don Juan97. 91.– BLANCO y ASSAS, 1851, Indicador toledano, p. 68.
La Basílica martirial de Santa Leocadia, cuyas rentas y
porcionadas por Pisa, quién describe las excavaciones efec- propiedades se anexionan al Convento del Escorial en 1550,
92.– PORRES, 1982: 1133 y ss.
En el hemiciclo del circo romano se encontraba también 93.– Según algunas noticias, es posible que originalmente el paraje estuviera ocupa-
tuadas a fines del siglo XVI (hacia 1580) por el canónigo de es sustituida por la capilla de San Ildefonso en 1612 (Hurtado do por un cementerio hebreo, usado luego por conversos hasta 1481 (P. LEÓN
el denominado Brasero de la Vega, construcción destinada a
la Catedral D. Tomás de Borja (luego obispo de Zaragoza), en y Pisa), época en la que debía servir de cementerio de los TELLO, Judíos de Toledo, I, p. 131; J. CARO BAROJA, Los judíos en la España
las ejecuciones públicas, levantado de manera provisional en moderna, 1962, III, pp. 279-281).
las que se encontraron restos de edificaciones y conducciones
1576 y reformado entre 1592-95, ya con la fábrica de mam- 94.– En 1539, según PISA y RAMÓN PARRO, S. o en 1531, según MARÍAS, J.
hidráulicas81 junto con diversos materiales82 que fueron depo- 95.– El 25 de abril de 1808, lo ocupan los franceses como hospital; debieron dejarlo
postería que aparece en la panorámica de Palomeque y en el
sitados en el palacio arzobispal toledano83. 84.– MAROTO, 1991, p. 269. En 1775 el santero de esta ermita volvió a encontrar en mal estado, agravado por la ausencia de la congregación, de tal modo que
Territorio: historia, cartografía e imagen

“extensas ruinas y sólidos cimientos, tal y como escribe Lorenzana en sus notas
plano de El Greco como una especie de corral cuadrado con durante los años posteriores ofrece una sensación de abandono y ruina. Buen
torrecillas en los lados y una cruz en el centro. Este elemento ejemplo de ello es que el 25 de noviembre de 1821, los milicianos locales ha-

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Pérez Bayer nos proporciona también noticia de la rea- autógrafas a la copia por Palomares de la II parte de Pisa, dónde apuntó este
dato (Conf. Ed. de 1976, pp. 120-123). cían prácticas de tiro contra un mono vestido con uniforme ruso en la pared del
lización de diversas excavaciones arqueológicas entre Santa subsistió hasta el final de la Inquisición98 (1814). convento (noticias ofrecidas por F. SIERRA. DEL CERRO, 2007.
85.– Fecha que da MADOZ en su Diccionario, vol. XIV, pág. 824. “…ha aparecido,
en el Archivo Diocesano de Toledo una hoja suelta, que debió ser parte de una 96.– Según J. MORALEDA, en: Sucesos notables… Toledo, 1909, el 9 de enero de
cuenta, en la que, con fecha 27 de noviembre de 1806 se indica: “Rs. 428, 12. Junto a él se encontraba la Capilla o humilladero de Mon- 1814 se bendecían para camposanto los restos del convento.
80.– Se puede fechar el abandono definitivo hacia 1794, coincidiendo con la última Sobrantes del derribo y producto de materiales de la Hermita de Sn. Pedro el tero, ermita o simple imagen que hubo en la Vega Baja en el 97.– CASTAÑOS MONTIJANO, M, Entre ruinas, pp. 233 y ss. Indica las dimensio-
reunión de la Cofradía (29 de junio) que discutía con el arzobispado a quién le Verde y casa contigua a ella, según consta de la diligª puesta al folio 70 vto. nes de cada pieza; SCHLUNK en Ars Hispaniae, vol. II, fig. 250, publica este
correspondía repararlos deterioros del edificio. RAMÍREZ DE ARELLANO, Las de dchos. autos con fecha 6 del corriente… 218, 17” (Leg. “Cuentas de obras”,
mismo patíbulo, que también aparece reflejada en el plano de capitel.
parroquias… p. 208 pontificado de Borbón, año 1806. El Greco y es citada por Pisa en 1605, mencionándose por 98.– Según la noticia que ofrece F. SIERRA, el 19 de junio de 1820 se inició su de-
81.– “Debajo de tierra conductos por donde viene el agua este sitio y otras muchas 86.– El corregidor Gutiérrez Tello hacia 1575 instaló una cruz de piedra sobre tres molición, procediendo el maestro Mortero (Montero?) por una cantidad de 3500
última vez en 1748. Luis Hurtado, en su Memorial de 1576, reales.
cosas Pisa, Descripción, II parte; pág. 123. gradas en el cerrete sobre el que estaba; esta cruz fue desplazada al construirse
82.– “se hallaron mármoles, cimientos de vara y media de espesor, piedras de silla- la gasolinera y colegio Mayol, PORRES, pp. 1.321 y ss., y restos de sus cimien- incluye entre las ventas extramuros de la ciudad, partiendo 99.– Se acababa de regularizar la bajada a la Vega desde esta puerta con un trazado
res…”, PARRO, S., p. 264; PORRES, 1988: p. 1212; MAROTO, 1991: p. 122. tos han sido recientemente descubiertos en una intervención arqueológica. de la puerta del Cambrón99 y pasada ya “la de Arellano, junto en zig-zag que ha subsistido funcionalmente hasta hoy.
83.– PARRO, S., p. 270. 87.– RAMIREZ DE ARELLANO, p. 58 y HURTADO, p. 543. 100.– En el plano del río trazado en 1755 por don José Briz y don Pedro Simó, se
a la ermita de Sant Pedro, a la de Lázaro Buey situada “en la llama ya a la presa ubicada en Lázaro Buey, “presa del lavadero de Rojas”.
40 41
esquina de los caminos” en 1576100. En relación con la Huerta 101.– En el mismo plano, figura ya con este nombre.
Chorographia del Río Tajo, Luis Carduchi. Lámina 2.

1.4.– Los planos del siglo XIX y principios del XX nológico universitario de la Universidad de Castilla-La Man-
cha105. El primitivo proyecto de Sabatini para la fabricación
La imagen del río Tajo y de sus riberas, desde Toledo hasta de armas blancas aprovechando la energía hidráulica, se va
Alcántara, en el XVII ha quedado plasmada en la Coreogra- ampliando con nuevos edificios y fabricaciones. Desde finales
phia hecha por Luis Carduchi en 1641 por encargo del Conde del XVIII hasta un siglo después la fábrica se limita al edifi-
Duque de Olivares102 que se conserva en el Archivo Municipal cio original con pequeñas naves de ampliación. Será a finales Toledo, Fábrica de Armas. 1878. Ilustración de Miscelaneous Family Journal, Boston Mass.
de Toledo. En ella, no sólo se dibujan los principales obstá- del siglo XIX cuando la fabricación de cartuchería requiera
culos que debían salvarse dentro del cauce fluvial, sino que nuevas construcciones y se empiece a consolidar una ciudad una estructura de fabricación que en las primeras décadas del gos sobre las ruinas del circo romano en dirección al Cristo de
se van anotando las poblaciones y otras edificaciones menores industrial en la proximidad del río Tajo. Naves de una planta siglo XX consolidan una importante realidad productiva. la Vega. Junto a él crece una serie de edificios en una zona de
existentes en sus márgenes, registrándose alguna de las ven- con estructuras metálicas crean grandes espacios para la fa- construcciones sencillas, con la venta de Aires como centro
tas de las que acabamos de mencionar. bricación de armas. Las diversas ampliaciones, las utilizacio- Edificios de una planta con cubiertas de teja y grandes lu- de reunión de artistas vinculados con la generación del 27 in-
nes de energías diversas, según la tecnología del momento, y cernarios se integran en un recinto en el que los recorridos y tegrados en la Orden de Toledo y con personajes como García
Territorio: historia, cartografía e imagen

A finales el siglo XVIII y con la llegada del gobierno ilus- la evolución de los procesos de fabricación van conformando paseos peatonales al igual que las zonas singulares se cubren Lorca, Dalí y Buñuel.

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


trado de Carlos III el proyecto de las Reales Fábricas creó de vegetación conformando un espacio que se mimetiza con el
en Toledo el inicio de un complejo industrial de importancia 102.– El reconocimiento exhaustivo del río tenía como finalidad estudiar su navega- río y se integra en un paisaje industrial singular que ha con-
bilidad con el fin de enviar por barco soldados y bastimentos que impidieran la
para la ciudad y de valor singular por la conformación que, separación del reino de Portugal de la Corona española.
formado la otra ciudad histórica de Toledo106. La construcción 106.– PERIS SANCHEZ, Diego; ELVIRA GUTIERREZ, Rafael, 1999: La otra ciu-
posteriormente, ha tenido como ciudad industrial. La Fábrica 103.– PERIS SANCHEZ, Diego; LUCAS, Antonio de; 2002. El edificio Sabatini de la de la Fábrica origina también una transformación sustancial dad histórica de Toledo, La Fábrica de Armas, Revista Añil nº 17, pp 32-39
107.– “Conducen a la Real Fábrica, desde las dos puertas de Visagra y Cambrón, dos
de Armas de Toledo comenzó con el proyecto diseñado por Fábrica de Armas de Toledo, Toledo, Universidad de Castilla-La Mancha, del viario urbano, construyéndose lo que se ha venido a deno- alamedas de álamos negros, de cerca de un tercio de legua de lago cada una lo
104.– PERIS SANCHEZ, Diego; ELVIRA GUTIERREZ, Rafael; MORENO FRAN-
Sabatini103 que construye el primer edificio del conjunto. A CO, José Antonio; FRANCES, Miguel, Dos siglos en construcción. De Real fá-
minar “el tridente ilustrado” para comunicarla con la ciudad más en línea recta. Consisten en tres calles, la del medio más ancha, para los
lo largo de los siglos XIX y XX104 se consolida un complejo brica de armas a campus tecnológico universitario. Madrid, Constructora San a través de una alameda, y con sus principales salidas107 coches, y las dos laterales más angostas, para la gente de a pie: desembocan
José. ambas en una plazuela cuadrada de cuyo cuadro es un lado la fachada prin-
de edificios, que es un ejemplo de la evolución constructiva cipal de la Real Fábrica de doscientos veinte y cinco pies de línea, dirigida
105.– PERIS SANCHEZ, Diego; LUCAS MARTÍNEZ, Antonio, ELVIRA GUTIE-
de este período y un excelente modelo de la arquitectura in- RREZ, Rafael et al. 2006. Rehabilitación de un campus universitario con crite-
A mediados del siglo XIX se produce la primera urbaniza- al oriente de verano…” (59), citando un documento del AGS. S.H. leg. 807 y
dustrial de nuestro país, ahora rehabilitado como campus tec- rios de sostenibilidad, Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha ción de la zona con la construcción del paseo de los Canóni- AGS. SM. Leg. 428.
42 43
El plano de Toledo levantado y publicado a costa y bajo la Vega junto a la cual está el Enterramiento de los canónigos
la dirección de D. Francisco Coello por D. Maximiano Hi- y a su derecha la capilla. Desde el camino carretero a Tala-
jón presenta una Vega como gran espacio agrícola. Desde la vera a la izquierda el terreno aparece roturado en parcelas
Puerta de Bisagra sale un conjunto de caminos, uno de ellos de diferentes dimensiones que explican un uso agrícola del
conduce al Cementerio General donde se encuentra con el territorio. En la parte superior del plano y en dirección este-
Camino de la Vega. A la izquierda del anterior, el Camino oeste aparece el trazado del Sifón para el riego de la Vega
carretero a Talavera de la Reina pasa por las Ruinas del Circo Baja que viene desde los molinos de Safón atravesando las
romano, por los restos del que pudiera haber sido el Templo huertas de Safón y la carretera de Madrid.
de Marte o de Hércules, y en la parte norte del plano por las
Ruinas que, se supone, son de las termas. Más a la izquierda, En 1880 se publica el plano de la ciudad de Toledo dibu-
el Camino de la Fábrica de Espadas que atraviesa las Ruinas jado por Augusto Thiollet que aparece en el libro Itinéraire
de la Naumaquia. En dirección este-oeste otro camino que se général descriptif, historique et artistique de l’Espagne et du
encuentra con el Paseo de la Vega baja, pasa por las ruinas Portugal de A. Germond de Lavigne108. De 1882 poseemos
del convento de Mínimos de San Bartolomé hasta encontrarse
con otro camino de la fábrica de espadas. El Paseo de la Vega 108.– GERMOND DE LAVIGNE, A. 1880, Itinéraire général descriptif, historique et
parte de la Basílica de Santa Leocadia llamada del Cristo de artistique de l’Espagne et du Portugal, Paris : Librairie Hachette et Cie.
Territorio: historia, cartografía e imagen

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44 45
Plano de Toledo dibujado por Augusto Thiollet, 1880.

< Plano de Toledo. Francisco Coello.


Plano de la ciudad de Toledo. 1885.

Plano guía de Toledo, José Reinoso. 1892.

editado ese mismo año (Escala 1:12000) y publicado en el


libro Guía del Antiguo Reino de Toledo, provincias de Ma-
drid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, ilustrada
con mapas, planos, grabados...111.

En el plano guía de Toledo de don José Reinoso, de 1892,


aparecen en la esquina superior izquierda el Cristo de la Vega
o Basílica de Santa Leocadia y el cementerio de la Miseri- Plano de Toledo, guía del Vizconde de Palazuelos.
cordia y la trama de caminos que parten hacia la Fábrica de
Espadas y Talavera, el paseo de la Vega Baja y las ruinas de
Mínimos de San Bartolomé. Un plano a menor escala de los
Contornos de Toledo presenta el conjunto complejo de cami-
nos que partiendo de las Puertas de Bisagra y el Cambrón,
se han definido en el territorio. El plano que acompaña a la
guía del vizconde de Palazuelos112 marca esa zona como suelo
agrícola con los viarios iguales a los señalados en el plano de
otro documento gráfico de gran importancia: el “Plano de la la agrupación de una serie de viviendas alineadas junto a un Reinoso y los mismos referentes de edificaciones o restos. De
ciudad de Toledo y plantas de sus principales edificios” que lateral del circo romano (la Venta de Aires110, la principal de 1892 es el plano de Juan Marina que completa la abundante
fue levantado por el Instituto Geográfico y Estadístico, siendo ellas, se sitúa frente a éstas) y el espacio ajardinado del Par- cartografía de este siglo XIX.
su director Don Carlos Ibañez Ibero109, en el que aparecen la que Escolar sobre el hemiciclo del circo.
Territorio: historia, cartografía e imagen

La cartografía de este momento y principios del XX reco-


Fábrica de Armas, los molinos y presas de Azumel, las ermi-

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noce en este territorio una nueva explotación agrícola y ga-
tas del Cristo de la Vega y San Ildefonso, el Campo de tiro y la De 1885 es el Plano de la ciudad de Toledo, con indica-
nadera, la presencia de restos de edificios históricos y una
Mina de Safont, con un trazado de viario similar al actual. ción del nombre de sus calles y de sus principales edificios,
compleja red de comunicaciones que definen de forma estable
una estructura del territorio marcada, como permanencia, por
De este mismo año es el primer plano conservado en la 109.– De este plano se conserva una copia fechada el 26 de noviembre de 1900 en los viarios que lo atraviesan.
serie del Instituto Geográfico Nacional, que nos presenta a el Ayuntamiento de Toledo. Ed. Facsímil del COACM, Delegación de Toledo.
escala 1: 50.000 la ciudad y su entorno más próximo. Las SHM 1341, A-14-43.
110.– El edificio y negocio actual se fundaron en 1891, convirtiéndose en lugar de 111.– VALVERDE Y ÁLVAREZ, Emilio, 1885: Madrid, Imprenta de Fernando Cao y
diferentes ediciones de esta planimetría (1934, 1937, 1944, encuentro de los intelectuales que visitaban Toledo en el primer tercio del Domingo de Val, pp. 128-129.
1974 y 2001) permiten apreciar lo que será el desarrollo ur- siglo. Debía existir otro anterior en el mismo lugar o muy cercano, pues una 112.– Plano de la ciudad de Toledo grabado por C. Bachiller (Escala 1:4000). Fue
noticia recogida por F. SIERRA nos informa de que el 2 de mayo de 1831, hubo realizado en Madrid en la Lit. de J. Palacios. Publicado en el libro Toledo:
banístico de Toledo y sus alrededores a lo largo del siglo XX Guía artístico-práctica del Vizconde de Palazuelos, Toledo: Imprenta, librería
una reyerta en el ventorrillo del Cristo de la Vega en la que se produjo una
que, en la Vega, se va a producir sutilmente en sus inicios con víctima mortal. y encuadernación de Menor Hermanos, 1890.
46 47
Plano de Toledo, guía de Juan Marina, 1892.
Territorio: historia, cartografía e imagen

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Toledo y su entorno territorial en el mapa topográfico
Nacional de España, Instituto Geográfico Catastral.

48 49

Plano general de Toledo, Ibañez Ibero, 1882.


Cementerio Municipal trazas de M. A. Marichalar, 1836. Escuela Central de Educación Física. Foto Archivo Rodríguez.

1.5.– El territorio en el siglo XIX y XX:


planeamiento urbanístico y actuaciones
arqueológicas

En 1829113 el corregidor D. Antonio María Navarro, con el


trabajo de los presos de la cárcel provincial, lleva a cabo la
construcción de un canal subterráneo que permitía derivar el
agua desde la presa del Cañal (en la margen derecha del río,
frente a la Huerta del Rey), hasta la Vega Baja y las proximi-
dades del circo romano, donde terminaba una de sus bocas.
La mina fue comprada por J. Safont al mismo tiempo que los
terrenos de los propios de Toledo en la Vega durante la des-
amortización de 1855114, conociéndose desde entonces ambos
elementos con los nombres de presa y mina de Safont.

El canal disponía de 7 pies de altura y 3’5 de ancho, dis-


curriendo bajo el Salto del Caballo, plaza de Toros (entonces
no construida), y los terrenos que ocupaba la Escuela de Gim-
nasia, bifurcándose en dos ramales cerca del arranque de la
carretera de Ávila: uno con 1.766 m. hacia el circo y el vivero
de obras públicas que riega los terrenos próximos a la Fábrica
circo romano119, en dirección a la ermita del Cristo de la Vega. la Fábrica, bajo la dirección del coronel D. Federico Baeza
de Armas, y el otro, de 1.500 m., que continua bajo la cañada
Sobre el mismo circo se celebró la feria de ganados a partir Ledesma120. Después de la Guerra Civil el coronel Don Juan
de Coronel Baeza y que, sirviendo de aliviadero terminaba en
del año 1865, coincidiendo con las fiestas de agosto. Mas del Ribero planifica un proyecto de Poblado Obrero que,
el arroyo de Buenavista115, siendo usado por el ayuntamiento
además de viviendas ofrecerá cultura, oficio religioso, ocio y
como colector de Palomarejos desde 1962. Con el funciona- A finales del siglo XIX se ha conformado en la Vega Baja tiempo libre a todos los empleados de la fábrica. El poblado,
miento de este canal subterráneo volvieron a explotarse du- un paisaje en el que conviven la edificación industrial y las que ocupó la mayor parte de las antiguas huertas121, empezó a
rante unas décadas las huertas existentes en la Vega Baja116. ermitas reconstruidas sobre las antiguas basílicas visigodas. ejecutarse entre los años 1948 y 1950 y contó con los medios
municipal, en el camino de Ávila, que seguiría en uso hasta Este paisaje, en el que se ha reactivado la actividad agrí- disponibles en la propia Fábrica122. Su desarrollo reciente ha
Pocos años después117, en 1836 se construye el Cemen- la construcción del nuevo cementerio en 1893. Entre éste y cola y ganadera, ha sido reflejado en diferentes planos. En sido regulado con un Plan Especial de Reforma Interior123. Del
terio municipal, con trazas de M. A. Marichalar, arquitecto el Hospital de San Juan Bautista se instaló el Campo de Tiro la ermita del Cristo de la Vega se eliminaron por iniciativa proyecto original sólo se construyeron 136 viviendas y las es-
militar por R.O. de 21 de abril de 1869, donde posteriormente del cardenal Segura en los años 20, la portada exterior y la cuelas, inauguradas en 1953, remodelándose las edificadas por
113.– Las obras se iniciaron el 10 de julio de 1827, con dos cuadrillas que trabajaban se ubicaría la Escuela Central de Educación Física, ocupando alameda de cipreses para construir el monumento al Corazón el coronel Baeza. Hasta el año 1998 el Ministerio de Defensa
en sentido convergente, una desde los molinos del Corregidor y otra “de la también parte de los bienes propios municipales que el Ayun- de Jesús. mantuvo la propiedad del terreno y las instalaciones.
parte de la Vega Baja, por detrás del Cuartel de San Lázaro”, que se encontra-
ron (la mina rompió, es la frase exacta que usa) en abril de 2008, noticias que
tamiento ofreció al Ramo de Guerra el 16 de junio de 1846 a
recoge y nos transmite SIERRA, F. cambio de ubicar aquí el Colegio General Militar. En relación directa con la Real Fábrica Nacional de Armas En la inmediata postguerra y, sobre todo, en los años
114.– El 18 de septiembre de 1842, José Safont ofreció una fiesta en la Vega con mo-
Territorio: historia, cartografía e imagen

surge el Poblado obrero, edificado entre 1922-1925 en el bor- del desarrollismo, el crecimiento urbanístico de Toledo en
tivo de haber comprado las obras de la mina del corregidor, según nos informa Al mismo tiempo se hicieron importantes remodelaciones de sur de la cañada ganadera “Cordel del Guadarrama” que

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nuevamente F. SIERRA.
115.– Éste sería usado por el ayuntamiento como colector del barrio de Palomarejos urbanísticas en toda la zona, mejorándose las principales vías discurre paralela a la carretera de Ávila, en terrenos que fue-
desde 1962. (Luis Barber remodela el trazado de la carretera de Ávila en ron propios del Ayuntamiento toledano y que, en la desamor- 120.– CAMPOS, Lourdes y RODRÍGUEZ, M. A., 2008.
116.– Veinticinco años antes, el 12 de octubre de 1804, F. Sierra escribe: “Se principió 121.– El proyecto preveía un mayor número de viviendas (650) que las finalmente
a labrar la Vega Baja, o sea las tierras que había entre las carreras de árboles a
1863, arbolada en 1882, y Obras Públicas construye el paseo tización de 1855, se adjudicaron en subasta a don José Safont. ejecutadas, ocupando la mayor parte de las antiguas huertas de la zona com-
derecha e izquierda de los propios de esa ciudad para sembrarla, habiendo sido de Recaredo, llamándosele Ronda Nueva en el nomenclátor Inicialmente se construye una modesta barriada con 24 vi- prendida entre el Circo Romano, el cordel del Guadarrama y la Fábrica de
de pasto toda la vida” Según CERRO, R, 2007, en octubre de 1803 la Real So- de 1864118) y construyendo en 1849 un paseo plantado de mo- Armas y río Tajo.
ciedad Económica de Toledo había intentado obtener dos pedazos de tierra para
viendas distribuidas en seis pabellones frente a los límites de 122.– Además de la dirección facultativa de los técnicos de la Fábrica, se utilizaron
cultivo de hortalizas o tierra de labor para su arriendo en esta vega.
reras, con bancos de piedra y fábrica, sobre los terrenos del los talleres para la fabricación de diversos elementos (baldosas, carpinterías,
117.– Nuevamente F. SIERRA nos informa de que la apertura de las zanjas de cimen- 119.– Unos años antes, el 5 de febrero de 1824, F. SIERRA nos describe el hallazgo herrajes) y se dispuso de un tejar cercano a la Venta de la Esquina para hacer
tación para el nuevo cementerio comenzó el 16 de julio de 1835, ubicándose de un sepulcro geminado de lucillo con cuatro enterramientos: “haciendo plan- los ladrillos, extrayéndose el barro del subsuelo de la propia Vega y originando
“como a unos 200 pasos desde el corral del Hospital de Afuera”, de que “por 118.– Hacia 1925 el mismo ministerio construyó el túnel que pasaba por debajo del tación de árboles con presos en el circo, se encontraron una bóveda de rosca de importantes sacatierras detectados en el transcurso de las excavaciones ar-
ahora sólo consistirá la obra en un cercado de paredes, y de que el nuevo ce- acceso desde la Reconquista que se eliminaría en 1976, desmontándose los ladrillo con dos divisiones, cuatro esqueletos de cadáveres (…) se resume que queológicas.
menterio se bendecía el 15 de noviembre de 1836. vertidos que colmataban el acceso al Hostal del Cardenal. sean del tiempo de los moros” (Del Cerro: 2000). 123.– BOP Toledo de 8 de noviembre de 2001.
50 51
la Vega124 tiene un importante auge que se verá plasmado en
los planeamientos urbanísticos de 1940125, 1945126, 1964127 y
1986128 que dirigen el crecimiento urbanístico de la ciudad has-
ta el vigente Plan de Ordenación Municipal129.

En 1940 se desarrolló el Plan General de Ordenación Ur-


bana130 de la ciudad. “Este plan fue el objetivo principal, con-
secuencia de la declaración de Ciudad Monumental, en virtud
del decreto de 9 de marzo de 1940. Se disponía la formulación
de un plan de ordenación urbana que, con vistas a su resurgi-
miento, prevea y regule el desenvolvimiento nacional a Tole-
do, según normas y principios que respondan a un meditado
estudio técnico urbanístico, dentro de aquellas condiciones
impuestas por el carácter histórico monumental y artístico de
la ciudad”. La dirección técnica fue encomendada al arqui-
Paseo de la Vega. Ganados en la Vega Baja.
tecto don Rodolfo García-Pablos perteneciente a la Sección para la transformación posterior y preocupado por la defini-
de Urbanismo de la Dirección General de Arquitectura. ción del entorno tanto monumental como natural de la ciu-
Monumento al Corazón de Jesús. dad134. Se eluden los aspectos socioeconómicos y se potencia
Este Plan General131 contenía una información completa la ciudad monumental y representativa aunque no tenga vida
de la ciudad y su zona de influencia. El estudio informativo ni actividad. Fernandez Vallespín proponía al hablar de Tole-
se completó con un análisis de diagnóstico que dio lugar a la do: “Se debe dejar dormir a Toledo un sueño de siglos… Debe
formación del plano general de ordenación sobre la base de ser la ciudad un museo, orgullo y gloria de los españoles”135.
un plano parcelario actualizado por sectores”132. Las Direc-
ciones Generales de Arquitectura y Bellas Artes desarrollaron En 1945 la Dirección General de Urbanismo redactó un
las previsiones del Plan dentro del recinto histórico que “han nuevo Plan General “refundiendo el anterior, para recoger los
resuelto deficiencias en los entornos de edificaciones de inte- planes especiales que trazarían el futuro ensanche de la ciudad
rés histórico-artístico”133. El Plan General tiene en cuenta los y paliar la necesidad de vivienda tras los efectos de la guerra. A
problemas del conjunto histórico de Toledo con un concepto finales de los cuarenta, se iniciaría la construcción de bloques
de carácter formalista y de valoración “ambiental”, pero con- en la nueva avenida de la Reconquista a cargo de la Dirección
siderando la ciudad de una forma global que servirá de base General de Regiones Devastadas...”136. Parte del suelo de la
Vega Baja comienza a estar inmerso en los procesos de planea-
Ermita del Cristo de la Vega. 124.– PORRES, J. 1982, la describe en torno a 1968 como “un simple descansadero miento urbano que definen el crecimiento de la ciudad.
de ganado al borde del cordel del Guadarrama, con un abrevadero en su centro
por todo adorno, campo de juego de la chiquillería y auténtico erial de mediano
aspecto, donde se ejercitaban a veces los soldados de la guarnición”.
La Dirección General de Regiones Devastadas, constru-
125.– 1940 El Plan General de Ordenación de Toledo. Ministerio de Gobernación. yó el primer bloque de viviendas (con proyecto de Fernández
Dirección General de Arquitectura, Toledo, 1940. Vallespín) en terrenos del descansadero de ganados, junto al
126.– Redactado por la Dirección General de Urbanismo.
Territorio: historia, cartografía e imagen

127.– SOLDEVILLA., RODRIGUEZ GOMEZ, V., GARCIA LANZA, J. y JUNA


antiguo camino a Valladolid, inaugurado en 1948, al que si-
guieron rápidamente otros cinco, conformando el lateral de la

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ABAD, A. 1964: Plan General de Ordenación urbana de Toledo. Toledo.
128.– Plan General Municipal de Ordenación urbana de Toledo, 1986. Avenida de la Reconquista, detrás de la cual surge un nuevo
129.– Plan de Ordenación Municipal de Toledo-POM. Toledo, 2007. Memoria justifi-
cativa. AUIA. barrio sobre terrenos del antiguo campo de tiro, que se va
130.– 1940 El Plan General de Ordenación de Toledo. Ministerio de Gobernación. cerrando hasta los años 70. Enfrente de las viviendas cons-
Dirección general e Arquitectura. Toledo 1940. truidas en la primera fase del Poblado Obrero, al otro lado de
131.– El Plan 1943 fue publicado en la revista Nacional de Arquitectura núm. 40, en
abril de 1945. la carretera de Ávila, se construyó el campo de fútbol muni-
132.– GARCIA-PABLOS GONZÁLEZ-QUIJANO, Rodolfo. 1988: “Toledo, el Tajo y
el entorno”, en: Toledo ¿ciudad viva? ¿Ciudad muerta?”. pp. 183-196.
GARCIA-PABLOS GONZALEZ-QUIJANO, Rodolfo. 1972: Problemas urba- 134.– TERÁN, Fernando de, 1982: Planeamiento urbano en la España contemporá-
nísticos de Toledo ante su futuro desarrollo económico, 58 pp. nea. 1900/1980. Madrid, Alianza Universidad. p. 191.
133.– GARCIA-PABLOS GONZALEZ-QUIJANO, Rodolfo.1945: Revista Nacional 135.– FERNANDEZ VALLESPIN, A. 1941: “Toledo”. En Reconstrucción nº 9.
de Arquitectura nº 40 extraordinario. 136.– CERRO MALAGON, Rafael del. 1997: p. 50.
52 53
Poblado obrero.
Foto aérea de Toledo.
cipal entre 1928/1930, en el espacio que actualmente ocupa nucioso estudio de un cuerpo urbano que es una de las más importante tumba, fabricada con ladrillos, y un sepulcro, apa-
el Hospital Virgen de la Salud. El desarrollo de Palomare- preciadas joyas histórico-artísticas de España”141. rentemente visigodos, cuando se realizaban obras en el vivero
jos (Plan Parcial de Ordenación Urbana de Palomarejos, de “en el extremo noroccidental de este mismo solar”, en 1918 y
1966) no llega a ejecutarse tal y como estaba previsto, sin El Plan General de Ordenación Urbana142 refleja los con- 1921. Debido a las obras de edificación de nuevos talleres en
que se llegue a desarrollar la fachada urbana proyectada al ceptos generales de la época y el modo de plantear el planea- la Fábrica de Armas que se llevan a cabo en 1923 se produjo el
bulevar de la carretera de Ávila (condicionado por la cons- miento en ese momento. El modelo de ciudad “se define en hallazgo de mosaicos romanos y, posteriormente, una explosión
trucción del Cuartel de la Guardia Civil, el Hospital General, situaciones de proximidad a la isotropía territorial, por la dis- accidental en terrenos militares permitió descubrir otro mosai-
el Ambulatorio de la Seguridad Social y la Escuela de Magis- posición de unas superficies destinadas al crecimiento, a la co con motivos marinos y portuarios149. Nuevas excavaciones
terio), la propiedad militar de los terrenos libres dedicados a extensión, rodeando el núcleo existente”143 y, en lo relativo al arqueológicas en el Circo Romano fueron autorizadas a D. José
la Escuela de Gimnasia y la inexistencia de espacios libres centro histórico, la separación entre los aspectos urbanísticos Mª Campoy, presidente de la Comisión Provincial de Monu-
de titularidad pública137. En una primera fase se construyen y los referentes al patrimonio histórico como áreas de trabajo mentos, en 1927150, continuando esta labor posteriormente Rey
las viviendas protegidas que se han dado en llamar “Corea” separadas por sus contenidos y especialización, y el concepto Pastor y Castaños y Montijano.
y, posteriormente, se cierra la edificación hacia la Avenida de de una ciudad sobredimensionada en sus áreas exteriores que
Barber. Entre los bloques militares de la Avenida de la Re- llevará a potenciar, de forma muy notable el despoblamiento congelando a efectos constructivos esta barriada y declarando En un desmonte frontero a la citada Casa de Ejercicios,
conquista, el circo romano y los terrenos adscritos a la protec- de la ciudad histórica. zona verde la huerta que la separaba de la Fábrica de Ar- que coronaba la cruz de Santa Susana, halló el profesor Téllez
ción de la Fábrica de Armas, se desarrolla el Barrio de Santa mas146. El Plan General de Ordenación Urbana de 1986 con- en noviembre de 1943 una pequeña necrópolis, con tumbas
Teresa138, en cuya construcción, al menos, se destruyeron res- La valoración de las áreas exteriores tenía relación con el taba, entre sus directrices básicas, la de la protección de la encuadradas por cistas graníticas y cubiertas de piedras pla-
tos romanos. Lo mismo ocurrió al levantar el edificio Sede de denominado “Plan de descongestión de Madrid y el pobla- vega del río Tajo en ambas márgenes y en todo su recorrido nas, a unos dos metros de profundidad. Por los restos cerá-
la Caja Rural y el último tramo de la acequia de recepción de miento del Tajo”. “El Ministerio de la Vivienda a través de por el municipio (con zonas de ocio y protección de cauces en micos hallados, que estudió Alia Medina, se clasificó como
la Mina de Safont en 1990. la Dirección General de Urbanismo, recibió del Gobierno el las que se relega su desarrollo a las determinaciones del pla- prehistórica con persistencia romana, según expone J. Porres.
encargo de iniciar una operación a gran escala, justificada por neamiento especial ulterior) y la creación de un espacio verde Al realizarse las obras del 2º Bloque de la Vega Baja por Re-
En 1963 se plantea de nuevo la redacción del Plan General la necesidad de limitar el extraordinario crecimiento de Ma- y deportivo en la antigua Escuela de Gimnasia Militar. Sin giones Devastadas. en las explanaciones realizadas para la
de Ordenación Urbana de la ciudad. La Dirección General de drid que pasó de 1.088.647 habitantes en 1940 a 2.259.000 embargo, en la Fábrica de Armas no preveía modificar la si- construcción de este edificio (1943-1944) se arrasaró un nú-
Urbanismo del Ministerio de la Vivienda encargó la realización en 1960”144. Para ello se potenciaba una estructura de ciuda- tuación existente, manteniendo el uso industrial en la propia mero no determinado de fosas, con cuatro tipos diferentes de
de este trabajo, bajo su supervisión, al equipo técnico formado des industriales del centro estructuradas en torno a los ríos. Fábrica y permitiendo un uso residencial con baja densidad enterramientos, sin que se llevara a cabo mayor estudio ar-
por los arquitectos Soldevilla, Rodríguez y García Lanza139. La A lo largo del Tajo se situaban Aranjuez, Toledo y Talavera en el resto del espacio. queológico, dando esta noticia los miembros de la Real Aca-
Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, de 1956, de la Reina para asumir parte de este crecimiento. “El futuro demia de Toledo E. Vera151.
y los veinte años transcurridos desde el plan 1943 justificaron expansivo de Madrid debe estar en sus ciudades satélites y Este desarrollo urbanístico ha dado lugar al hallazgo en
la redacción de un nuevo plan de ordenación. El desarrollo ur- no en la prolongación indefinida de su casco urbano”145. “Y diversas circunstancias de restos arqueológicos a lo largo del Del entorno del Cristo de la Vega proceden el Credo epi-
bano en la Vega-Palomarejos y el asentamiento del polígono de aparece a continuación una primera insinuación de localiza- s. XX, bien por la realización de excavaciones, bien por la gráfico, encontrado por M. Jorge Aragoneses en 1950, y un
descongestión de Madrid exigían la formulación de un nuevo ciones adecuadas para establecer los puntos de atracción de propia acción constructora que han sido ya señaladas en di- crismón visigodo, así como otros restos localizados en un área
Plan General140. Las previsiones del plan fueron cifradas en la población correspondiente al caso de Madrid: Guadalajara, versas publicaciones. genéricamente denominada “Vega Baja”152. En 1972 excavó
240.000 habitantes, de los cuales 25.000 corresponden al cas- Toledo, Talavera de la Reina, Alcázar de San Juan y Aranda en la propia ermita P. de Palol, tanto al interior (buscando las
co intramuros, 35.000 a la Vega, 85.000 a Ramabujas y 96.000 de Duero”. Finalmente se sustituirá Talavera por Manzanares En la basílica de Santa Leocadia, y en “el perímetro limitado naves originales) como al exterior (localizando un cemente-
a Valdecabras... El equipo redactor indicó en la memoria des- y será la lista que aprobará el Ministerio. por las ruinas del circo romano” se llevaron a cabo excavacio- rio medieval con cipos funerarios). En 1975 se llevó a cabo
criptiva y justificativa que en este Plan General Municipal no nes arqueológicas en 1885 por la Comisión Provincial de Mo- una pequeña intervención de urgencia por parte de Ricar-
En una modificación del Plan de 1964 se declara como numentos147, recuperándose también algunas piezas en obras
Territorio: historia, cartografía e imagen

estaba contemplado el Plan Especial para el Toledo monumen- do Izquierdo en la zona que actualmente ocupa la carretera
tal, “trabajo de muy grave responsabilidad que exigiría un mi- zona arqueológica el sector comprendido entre el Paseo de realizadas en esta zona en 1898 y 1906148. Nuevamente se rea- que accede al puente de la Cava, que dio como resultado la

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Recaredo y el camino que conduce a la Fábrica de Armas, lizarían excavaciones arqueológicas en el Circo en 1915, según documentación de unas tumbas aparentemente islámicas153.
consta en el Archivo del Museo de Santa Cruz, suprimiéndose Igualmente como necrópolis islámica, fueron considerados los
137.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio, 2004: El urbanismo del término municipal de To- en 1920 la licencia de excavaciones a D. V. Fernández López.
ledo en el siglo XX, Toledo, Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha, 141.– GARCIA-PABLOS GONZÁLEZ-QUIJANO, Rodolfo. 1988: “Toledo, el Tajo y el 149.– BALIL, 1961; BLÁZQUEZ: 1982.
Demarcación de Toledo. entorno”. En: Toledo ¿ciudad viva? ¿Ciudad muerta?, pp. 183-196., p 191-192.
En la zona donde se localiza actualmente la Consejería de 150.– MAROTO, 1991: 144
138.– Las construcciones se inician a finales de los sesenta (según J. Porres en 1969 El Plan es supervisado por GARCIA-PABLOS desde la Dirección General de 151.– J. PORRES expresa que al construirse el primero de los bloques militares de
se construyen los primeros bloques), en 1982 se aprobó el Proyecto de Delimi- Urbanismo y en su aprobación se decide dejar sin efecto el Pan en lo referente Obras Públicas, Moraleda y Esteban citan el hallazgo de una la Avenida de la Reconquista “se halló en sus cimientos un sepulcro visigodo,
tación de Suelo los Bloques-Santa Teresa. al casco histórico recomendando la urgente realización de un Plan Especial. hecho con losetas cerámicas en forma de omega, acopladas, que se conserva
139.– SOLDEVILLA.., RODRIGUEZ GOMEZ, V., GARCIA LANZA, J. y JUNA 142.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio. 1992: hoy en el Museo de Santa Cruz”.
ABAD, A. 1964: Plan General de Ordenación urbana de Toledo. Toledo. 143.– TERÁN, Fernando. 1982: p.401. 146.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio, 2004, p.26. VERA, 1943-1944 y TÉLLEZ, G., 1944.
140.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio. 1992: El urbanismo del término municipal de 144.– GARCIA-PABLOS GONZÁLEZ-QUIJANO, Rodolfo. 1988: p. 193. 147.– MAROTO, 1991: p. 135. 152.– ARAGONESES: 1958; REVUELTA: 1986.
Toledo en e siglo XX: planeamiento, gestión y análisis. Toledo. 145.– TERÁN, Fernando de. 1982: p.328. 148.– MAROTO, 1991: pp. 137-139. 153.– IZQUIERDO, R., 1975; JUAN GARCÍA, 1987: p.18.
54 55
restos excavados en el solar de la Consejería de Presidencia, urbanismo tardorromano/visigodo en esta zona. En las excava-
actualmente dependencia municipal154 ciones de de 2001, en los terrenos que limitan con la calle de
San Pedro el Verde, se documentaron “abundantes estructuras
En dos fases diferentes al edificarse en la avenida Carlos de basurero” y “una considerable cantidad de distintos tipos
III, en las proximidades del circo romano, el Colegio Públi- de cimientos y bases de muros de mampostería trabada con ba-
co que actualmente existe, la actuación arqueológica también rro, en su mayor parte pertenecientes a edificios de viviendas”,
permitió definir la existencia de restos de edificaciones de que parecen responder a una prolongación del hábitat descrito
diverso tipo (cimientos de “opus caementicium” y de mam- anteriormente y que, dada la entidad de los restos, podría co-
postería ordinaria) junto con amplias zonas de basureros, de rresponderse con la basílica pretoriense de San Pedro y San
época hispanovisigoda y tumbas medievales. La primera fase Pablo, donde se celebraron los Concilios de Toledo.
fue dirigida por M. J. Sáinz y A. de Juan y en la segunda,
llevada a cabo en 1991 bajo la dirección de J. M. Rojas y R. En los últimos años se han desarrollado las actuaciones
Villa, se detectaron enterramientos que formaban parte de las arqueológicas en relación con el urbanismo solicitadas en de
últimas fases de ocupación documentadas, correspondiendo a la aplicación del artículo 21 de la Ley 4 de 1990 del Patrimo-
tumbas antropomorfas realizadas con fábrica de ladrillo. nio Histórico de Castilla-La Mancha, en las parcelas corres-
pondientes a la Actuación Urbanística proyectada en la Vega
En el solar del antiguo “Vivero de Obras Públicas”, actual Baja, y en las del P.A.U. del Cristo de la Vega, estando aún
sede de la Consejería de Urbanismo y Vivienda, durante el en curso las desarrolladas en relación con el P.A.U. del Circo
control arqueológico de las labores de cimentación de este Romano y con la II fase de la Vega Baja.
edificio se documentaron diversos restos arqueológicos, entre
los que destacan un estanque de planta rectangular de época
romana (datado en la transición del siglo III al IV de nuestra
era) y varias tumbas correspondientes al área de necrópolis
de época hispanovisigoda, en un conjunto que, durante época
medieval y moderna fue utilizado como área de huertas, con
resto, incluso, de un antiguo camino a la Fábrica de Armas y
alguna construcción de menor entidad155. Estratigráficamente
se pudieron definir hasta siete fases de ocupación del espacio,
desde la más antigua de construcción del estanque romano,
hasta la última correspondiente a las obras necesarias para la
edificación de la sede de la Consejería de Obras Públicas.

Las excavaciones realizadas para Iberdrola en 1992, en el


solar Paseo de la Basílica nº 92, al exterior del actual Centro
Cultural San Ildefonso, también permitieron identificar restos Plano de síntesis del Plan Especial del Casco Histórico de Toledo.
de una necrópolis medieval. Se constató en ella la existencia
de una compleja secuencia de ocupación a partir de una ne-
1.6.– El urbanismo de la segunda mitad del Los diferentes planeamientos urbanísticos se conciben
Territorio: historia, cartografía e imagen

como elementos separados de la ciudad histórica que, aislada


crópolis romana (s. III) que, en época visigoda, se asocia a siglo XX y principios del XXI

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como pieza singular, debe recibir un tratamiento específico y
unas estructuras de posible carácter monacal (ss. VII-VIII), exclusivo de la mano de los planes especiales o normativas sin-
sobre la que se disponen los enterramientos mozárabes y cris- El Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Toledo
de 1986 es redactado por Foro GTT y Angel Orbe Cano157. “El gulares como el caso de la Instrucción de la Dirección General
tianos (desde el s. X), que concluyen con la construcción de de Bellas Artes. Gracias a todas estas directrices, la Vega Baja
los cementerios de la Misericordia y de Canónigos156. documento redactado se asienta sobre las directrices básicas
siguientes: ampliar el suelo capaz de desarrollarse como am- se ha mantenido libre de edificaciones a lo largo de los años.
pliación de las zonas de ensanche con densidad media, pro- Las grandes propiedades militares de la zona, y el sentido del
En los sondeos arqueológicos abiertos en la zona donde se
tección de la vega del río Tajo en ambos márgenes en todo su paisaje presente en la valoración de la ciudad, han conseguido
preveía instalar el “aulario” universitario (entre la Fábrica de
recorrido por el municipio, relegar el desarrollo del Conjunto mantener libre esta importante zona de la ciudad.
Armas y el Poblado Obrero, en 1995), se documentaron abun- 154.– JUAN: 1986; 1987 y 1998; SÁNCHEZ-PALENCIA y otros: 1996
dantes estructuras correspondientes a edificaciones visigodas, 155.– ROJAS y VILLA, 1996: pp.225-237.
Monumental a un planeamiento especial que se puede desarro-
157.– Plan General Municipal de Ordenación urbana de Toledo 1986. ALVAREZ
cuya ubicación permitía exponer la hipótesis de existencia de 156.– GARCÍA, 1996: pp.143-157. llar en varias unidades o conjuntamente (Casco, Cigarrales, Ta- AHEDO, Ignacio, 2004: pp. 30-36.
56 vera, Circo Romano) y creación de suelo no programado...”158 158.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio. 2004, p. 31. 57
Después de largo tiempo sin disponer de este instrumento, miento de forma puntual, y estableciendo en la Avenida de la Zona de la Vega Baja.
se pone en marcha la redacción del Plan Especial de Toledo. Reconquista un desarrollo urbano que desde la racionalidad y Esquema del POM de Toledo.
Su redacción se encarga a Joan Busquets que, a partir de una sobriedad de los proyectos residenciales, establecía una ciu-
amplia documentación elaborada por la administración regio- dad que mantenía sus valores básicos conservando libre la
nal, municipal y del Ministerio de Cultura, establece unas zona de la Vega Baja en sus espacios fundamentales.
bases sólidas para el futuro desarrollo de la ciudad. El Plan
Especial del conjunto histórico de Toledo mantiene las zonas El Documento de avance para la concertación administra-
de protección de los ejes de acceso a la ciudad definiendo tiva del POM se presenta en Julio de 2004161 y presenta el cre-
zonas libres de visión159. Si bien no entra en definiciones y cimiento de la ciudad con un triple criterio: diseñar una ciu-
aspectos de paisaje, recoge la tradición del planeamiento de dad unitaria y cohesionada, integrando las partes de Toledo
la segunda mitad del siglo XX y establece una serie de arcos y mejorando los sistemas estructurantes, diseñar una ciudad
visuales que definen la necesidad de liberar amplias zonas del sostenible y compatibilizar modernidad y monumentalidad.
territorio para garantizar las visuales de la ciudad histórica En su propuesta de ciudad unitaria quiere proyectar los nue-
desde el entorno próximo. vos crecimientos para llenar los vacíos del discontinuo urbano
que hoy es Toledo y ampliar la ciudad con un nuevo criterio
En los años ochenta comienza a plantearse la posibilidad de continuidad, fortalecer la red de conexiones existentes y lógicos en las diferentes parcelas162. Los resultados de estos el desarrollo de este proyecto se constituye una empresa pú-
de urbanizar la zona que los militares han mantenido libre de mejorar la movilidad, articular un sistema de espacios libres trabajos de excavación, la reflexión sobre la realidad del pai- blica, Toletum Visigodo, que inicia las actuaciones arqueoló-
edificaciones durante todo el siglo. En 1997 el Ayuntamiento y dotacionales y crear áreas de centralidad adecuadas a las saje y la ordenación general del territorio ponen en cuestión gicas, urbanísticas y de equipamiento cultural.
de Toledo firma un convenio con el Ministerio de Defensa, demandas sociales de los distintos barrios. El POM pretende el desarrollo edificatorio previsto para esta zona.
que supone la cesión de los terrenos de la antigua Fábrica de dejar aislado, en alguna medida, la zona histórica de Toledo,
Armas con la recalificación de los terrenos propiedad del Mi- pero sus actuaciones tienen una incidencia importante en la En este proceso hay que reseñar, de forma singular, la ac- 162.– Para la empresa Vega Baja en viales y zonas comunes trabaja el equipo de
nisterio situados en la parte exterior de la Fábrica, para cons- ciudad. Las relaciones entre legislación urbanística y de pro- tividad desarrollada por la Real Academia de Bellas Artes Juan Manuel Rojas y Antonio Rodríguez Malo que también trabajan en las
y Ciencias históricas de Toledo y la Real Fundación Toledo parcelas R1, R2, R8 C1. En la parcela R3 trabajó AGER Arqueología y Pa-
truir 937 viviendas y una amplia superficie de suelo comer- tección del patrimonio histórico y, sobre todo, la incidencia trimonio S.L. de Javier Gómez Rojo y Yolanda Peña Cervantes. En la parcela
cial160. La aprobación del PGOU de estos terrenos propiedad de decisiones de planeamiento urbano que integran zonas de que, con su labor de crítica constructiva, colaboran para que, R10, ARC Consultores con Jaime Max Magariños y Luis Andrés Domingo.
del Ministerio de Defensa permiten la cesión del conjunto de la ciudad consideradas como conjuntos históricos son funda- finalmente, el Presidente de la Junta de Comunidades de Cas- En la R12 Arturo Ruiz Tabeada y Beatriz Martín Eguiguren. En las parcelas
R4 y R6 Novas Arqueología con Elena I. Sánchez Pelaez y Rafael Caballero
la Fábrica de Armas al Ayuntamiento de Toledo quien inicia, mentales. Y en este caso afectan a un elemento básico de la tilla-La Mancha, José Maria Barreda, asuma la decisión de García. En estas dos parcelas trabajan también Virginia Requejo López, Raúl
en esos momentos, la cesión a la Universidad de Castilla-La ciudad de Toledo como es su integración en el territorio y a la paralizar el proceso de urbanización, declarando Bien de In- Maqueda Garcia Morales y Bienvenido Maquedano Carrasco.
Mancha. Desde la entrega en 1997, hasta el año 2008 la Uni- forma en que se define su paisaje. terés Cultural toda la zona y poniendo en marcha un proyecto Las diferentes empresas de arqueología realizan un trabajo profesionalmente
impecable cuya documentación e información, en un proceso, urbanística y
versidad de Castilla-La Mancha ha abordado una importan- cultural para todo el territorio en el que se integran elementos políticamente complejo, resulta esencial para llegar a la protección final de
te actuación de rehabilitación en el espacio industrial de la El POM en estos aspectos suscita las críticas de la Real arqueológicos, paisajísticos y de equipamiento cultural. Para este territorio.
Fábrica de Armas, convertida ahora en campus tecnológico Sociedad Geográfica, de la Real Academia de Bellas Artes
universitario. de San Fernando, de la Real Academia de la Historia, de la
Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de To- Plano de síntesis del POM de Toledo.
El nuevo equipo de gobierno municipal adquirió al Mi- ledo, de ICOMOS y de la Real Fundación Toledo, entre otras
nisterio de Defensa los terrenos y creó la Empresa Municipal instituciones y personas que consideran que las vegas tienen
“Vega Baja” para gestionar la actuación. Para ello se realiza valores arqueológicos y paisajísticos que deben protegerse y
Territorio: historia, cartografía e imagen

una modificación urbanística de la zona, redactada por AUIA conservarse.


que, posteriormente, quedará integrada en el Plan de Ordena-

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ción Municipal (POM) redactado por este mismo equipo. El El proceso de construcción llega a ponerse en marcha con
POM reconoce también aprovechamientos en la zona del circo la adjudicación de las diferentes parcelas a cooperativas y
romano y del Cristo de la Vega con dos Planes de Actuación promotores que deben realizar previamente trabajos arqueo-
Urbanística que posibilitan la construcción de viviendas en
esas zonas.
159.– BUSQUETS, Joan. Plan especial de Toledo. 2000, pp. 151-158
El crecimiento urbanístico registrado en Vega Baja desde 160.– La modificación nº 11 del PGOU fue redactada por el arquitecto Tomás Marín
Rubio con una propuesta de ordenación general de la zona como Plano de
1944 había respetado de forma aceptable el entorno paisajís- imagen.
tico que definía a la ciudad histórica de Toledo, planteando 161.– Plan de Ordenación Municipal de Toledo-POM. Memoria de Ordenación Julio
una forma de relación de la ciudad histórica con su creci- 2004. Documento de avance para la concertación interadministrativa.
58 59
Inundaciones de 1947. Vista sur de Toledo desde la Solanilla. Aureliano Beruete, 1895.

1.7.– El paisaje de la Vega y su imagen Diversas imágenes pintadas, grabadas y fotografiadas nos Vista de la Vega Baja desde el Cambrón. Aureliano Beruete, 1895.
presentan este territorio a finales del siglo XIX y durante el
El paisaje de la Vega está claramente influido por la presen- siglo XX. Ya hemos mencionado anteriormente los grabados
cia del río Tajo en su borde. Esta relación con el río debe ser de Wyngaerden, de Baldi o de Arroyo Palomeque. El grabado
elemento esencial en la recuperación de la zona en su planea- de la portada del Álbum artístico de Toledo165 de Manuel de
miento futuro. La Vega Baja ha sufrido, a lo largo del tiempo, Assas, de 1848, presenta enmarcado en una estructura ar-
numerosas inundaciones dada la proximidad del río163. Desde
principios del siglo XX numerosas reseñas de noticias en la 163.– ALONSO, 2007. Según este autor, sólo afectaron a las partes más bajas (ex-
cavadas y/o cercanas al río), como los talleres y salas de maquinaria próximas
prensa local se refieren a la incidencia de las inundaciones en al Canal de Carlos III. Hay cuatro momentos de inundación en mayo de 1853,
la Fábrica de Armas, como recoge el periódico El Castellano febrero y septiembre-octubre de 1855, y diciembre de 1860
en sus ejemplares de 13 de diciembre de 1910, 28 de marzo 164.– La incidencia de esta inundación en la Fábrica de Armas ha sido objeto de
un trabajo específico (González, 2003), realizándose una detallada modelación
Territorio: historia, cartografía e imagen

de 1924 y 24 de diciembre de 1925. Importante fue la inunda- hidráulica a partir de las marcas de nivel, reconstruyendo con precisión las
ción de marzo de 1947164, de la que se conservan abundantes

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zonas inundadas, y obteniendo mapas batimétricos.
noticias, documentos gráficos (fotografías en blanco y negro), 165.– ASSAS, Manuel, 1848: Album artistico de Toledo, escrito por D. Manuel de
Assas, abogado, académico de la Arqueológica española, etc, etc, ilustrado con
y marcas y placas de nivel (tres del 6 de marzo de 1947 se láminas egecutadas por artistas distinguidos y publicada por D. Doroteo Bachi-
ubican en las paredes del antiguo Taller de Cirugía; una en ller, litógrafo de Cámara de S. M. año de 1848, Madrid: [s.n.], 1847 (Imprenta
de D. Julián Saavedra y Compañía)
la fachada principal del antiguo molino y central de Azumel; Manuel de Assas (Santander, 1813-1880) fue profesor de sánscrito y arqueó-
otra en la fachada occidental del antiguo Almacén y la últi- logo. Esta formación se ve reflejada en las descripciones que hace en la obra
ma, repuesta tras la restauración, en el lateral derecho de la de los monumentos toledanos y en el descubrimiento de una arquitectura visi-
goda poco apreciada hasta entonces. Este Álbum es un precioso libro en gran
puerta de acceso a la fachada principal del Edificio Sabatini), formato compuesto principalmente por litografías de Doroteo Bachiller, acom-
que nos dan cumplido conocimiento de la tensa relación man- pañadas del texto de Assas. Cada lámina está dibujada por un autor diferente
tenida entre el río y la Vega. y tomada del natural. Manuel de Assas colaboró con Bécquer en su obra “Los
templos de Toledo” donde escribió la parte dedicada a la Catedral.
60 61
Exterior de la Fábrica de Armas. Batanero, 1840.

Toledo aprisco en la Vega Baja. Fotografía de Pedro Román.

Fábrica de Armas y sus alrededores. Urrabieta, 1866.


quitectónica, una vista de las ruinas del circo romano. Los
cuadros de Beruete de finales del siglo XIX nos muestran la
doble imagen del espacio desde el Cambrón166 en la que está
presente el río con arbolado en sus riberas y espacios de cul-
tivos. La otra visión, es la del sur de Toledo desde los cigarra-
les167 con un primer plano del río con su vegetación de ribera,
dos personas en una barca y, en la posición elevada el perfil Vista de Toledo desde la Vega Baja. Fotografía de Pedro Román.
de los edificios de la ciudad rodeada de murallas.
Las imágenes de este territorio nos presentan la Vega Baja
La zona construida de la Fábrica de Armas es objeto de como un paraje natural en el que el río es parte esencial y
diversos grabados que representan el edificio Sabatini y su con terrenos para usos agrícolas y ganaderos. Las fotografías
entorno en diferentes épocas. El grabado de Batanero presen- de Pedro Román Martinez168 nos presentan una imagen de la
Territorio: historia, cartografía e imagen

ta la fachada del edificio Sabatini en 1840. De 1866 es el gra- Vega Baja de Toledo de principios del siglo XX centrada en

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


bado de Urabieta en el que se ve el edificio Sabatini rodeado dos aspectos. Por un lado las ruinas del circo romano169 y, por imagen de Toledo vista desde la Vega Baja170 ofrece la visión Las fotografías de Rodríguez, de la Fábrica de Armas, desde
de un entorno natural arbolado y libre de otras edificaciones. otro, el ambiente de la Vega Baja en sus usos agrícolas. La de un campo de cultivo con la siembra recogida parcialmente el puente de San Martín, nos presentan en un primer plano la
El grabado “Toledo, Spain, and the manufactory of arms”, de y el perfil de la ciudad de Toledo al fondo. En la presentación presa de Azumel y los edificios de la Fábrica incluida la Cen-
1878 es una ilustración del Miscelaneous Family Journal y 166.– Vista de la Vega Baja desde el Cambrón: el río y sus riberas con la fábrica de de los trabajos y oficios de la época, una imagen de un aprisco tral de Vapor, hoy desaparecida, junto al edificio Sabatini. El
armas al fondo. Óleo 50 x 80 cms donación de la viudad del pintor al Museo en la Vega Baja171, con los pastores, la valla de cuerda trenza- entorno es un amplio espacio libre de edificaciones y con zonas
presenta la visión del edificio Sabatini con la imagen de la Arqueológico de Toledo.
ciudad de Toledo al fondo y con los caminos que comunican Ver: VVAA, Tres grandes maestros del paisaje decimonónico español: Jenaro da y las ovejas en su interior con el perfil de la ciudad al fondo de arbolado como muestran fotografías de la primera mitad del
el recinto industrial con la ciudad histórica, que, posteriore- Villamil, Carlos de Haes y Aureliano de Beruete, Madrid. y los paseos arbolados. siglo XX y en los que las ruinas del circo romano aparecen
167.– Vista sur de Toledo desde los cigarrales, óleo 50 x 89. como único referente identificador este espacio.
mente, configurarán los recorridos la Avenida de de Carlos III 168.– VVAA, 2008: Pedro Román Martínez. Toledo, fotografía y pintura, Toledo, Di-
y del Paseo del Cristo de la Vega. putación Provincial, Ayuntamiento de Toledo.
169.– Toledo. Campaña de excavación arqueológica del circo romano: Arco de acceso 170.– LAR-257
62 a la suma cavea y restos del graderío. Fotografía Colección LAR-137. 171.– LAR-737. 63
La fotografía aérea establecerá la relación de este territorio de zonas diversas, que se han configurado urbanísticamente a
con la zona elevada del casco histórico y con la presencia del lo largo de los años.
río. Las imágenes de la ciudad aparecen centradas en la zona
urbana construida sobre la roca elevada y la Vega Baja apare- Un territorio singular para la ciudad de Toledo con una
ce en ese entorno como el espacio llano y vacío que enmarca ubicación que ha sido ocupado a lo largo de veinte siglos y
la ciudad y define su singularidad. La visión de la ortofoto del cuya memoria material debemos conservar como valor arqueo-
conjunto de la ciudad de Toledo, en la actualidad, hace visi- lógico, como territorio esencial en la definición del paisaje de
ble el sentido de las vegas del río Tajo en esa unidad compleja la ciudad y como proyecto de desarrollo futuro de Toledo.

Vista aérea de Toledo.


Territorio: historia, cartografía e imagen

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


64 65

Ortofoto de Toledo. >


CAPITULO 2

LA VEGA BAJA EN ÉPOCA VISIGODA:


UNA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA
EN CONSTRUCCIÓN
Lauro Olmo Enciso
Territorio: historia, cartografía e imagen

Ramón Villa • Diego Peris Sánchez


66 67
LA VEGA BAJA EN ÉPOCA VISIGODA:
UNA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA
EN CONSTRUCCIÓN

Lauro Olmo Enciso

L
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

a ciudad de Toledo experimentó a lo largo de los siglos IV y V d.C. un proce-


so de transformaciones que introdujeron en su fisonomía elementos diferen-

2.1.– La antigüedad tardía


ciadores respecto al paisaje urbano de época altoimperial, transformándola
en una de las ciudades más importantes del centro peninsular. Para ello
se vio favorecida por su situación estratégica, revalorizada por la reforma
administrativa del emperador Diocleciano, al ocupar un lugar central en el
eje de comunicación que, a través del valle del Tajo, ponía en comunicación
Mérida, capital de la diócesis hispana, con la zona oriental de la península.
De ello da testimonio la investigación arqueológica que en los últimos años
viene ofreciendo datos sobre un crecimiento de la ciudad particularmente
notable en sus zonas suburbanas, así como una importante ocupación del
espacio periurbano con villae y establecimientos rurales reflejo de la riqueza
agrícola del valle del Tajo y de una potente clase de posessores1.

Lauro Olmo Enciso


La Vega Baja ofrece datos sobre este dinamismo, mostrando ejemplos
sobre la planificación del espacio suburbano próximo al cerro ocupado por
la ciudad carpetana y republicana. Esta actividad constructiva, de época al-

68 1.– FUENTES DOMÍNGUEZ, Angel (coord.), 2006: Castilla-La Mancha en época 69


romana y Antigüedad Tardía, Ciudad Real, pp. 192-195.

Toledo. Codex Emilianensis, fol. 129. Patrimonio Nacional. Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
toimperial, ha sido puesta en relación con la promoción de la cerámica sigillata sudgálica, hispánica, pintada de tradición lización de este baptisterio, próxima al emplazamiento defen- A lo largo de la época bajoimperial el Circo siguió en uso
ciudad a municipio romano, momento en que se inicia todo un indígena, junto a producciones de vidrio, conjuntos todos ellos dido para la catedral, la iglesia de San Juan del Arzobispo, por lo menos hasta principios del siglo V, tal y como atestigua
programa de remodelación urbanística basado en la extensión fechables entre los siglos I al III d.C. 7. La existencia de zonas conocida desde el siglo XIII, que se situaría en las inmedia- una pieza perteneciente a una sella curulis, el marfil de Hipó-
de la ciudad fuera de los estrechos límites que la habían con- de necrópolis altoimperiales parece sugerirlo el hallazgo de ciones de la actual C/ Trinidad y, por tanto, a espaldas del lito fechado en el año 40012. Como un elemento nuevo del pai-
figurado hasta entonces2. Elemento central de este programa estelas funerarias fechadas en torno a los siglos I y II d.C., actual palacio episcopal. Un dato más a tener en cuenta para saje, el espacio suburbano de la Vega Baja estaría definido por
fue la construcción del Circo en el siglo I d.C., así como de reutilizadas en enterramientos de época bajoimperial, tal y la localización de la iglesia de Santa María, son unas prospec- la presencia de villae suburbanas como la ya conocida de la
otra notable edificación en su cercanía, que ha sido identifi- como se constata en la necrópolis del Cristo de la Vega8. ciones geofísicas realizadas en la década de los años ’70 del Fábrica de Armas, construida de nueva planta en esta época.
cada como el Teatro3. Las excavaciones recientes muestran pasado siglo, bajo la actual catedral, en la que se detectaron De esta se conoce su pars urbana, de la que pudo identificarse
la presencia de materiales y restos dispersos de esta época La ciudad de Toledo adquirió una importancia creciente en el sector N.O. restos de una posible construcción de planta un triclinium de planta rectangular con un pequeña fuente en
altoimperial en diferentes zonas de la Vega Baja, aunque con en época bajoimperial, tal y como refleja el hecho de haber- de cruz griega10. su zona central y un peristilo con un estanque octogonal, cuyo
una mayor concentración en la franja occidental comprendida se transformado en una relevante sede episcopal desde los fondo estaba decorado con un mosaico de inspiración mari-
entre la zona de la ermita del Cristo de la Vega4 y el sector N. primeros momentos de institucionalización del cristianismo. Pero es en la zona de la Vega Baja donde la arqueología na, la misma temática que poseía el otro mosaico aparecido,
de la calle San Pedro el Verde. En la zona septentrional del Ejemplo de ello lo proporciona el hecho de ser la única sede ofrece evidencias sobre las transformaciones que entre los si- y fechados en los primeros años del siglo IV13. En relación
yacimiento, vinculada a dicha calle, se documentó la existen- del centro peninsular que asistió, a través de la participación glos IV y V se produjeron en la ciudad y que, como ya se ha con esta villa se localizó al Sur de estos restos un estanque,
cia de una zona de actividades productivas, definida por una de su obispo Melancio, a la primera reunión de la Iglesia his- citado, introdujeron en su fisonomía elementos diferenciado- también fechado entre los siglos III-IV, cuya función debió
serie de estructuras, entre las que destacaba un pozo —re- pana, el Concilio de Elvira celebrado entre los años 300-302. res respecto a la época altoimperial que apuntan a una mayor centrarse en el almacenaje y distribución del agua necesaria
lleno con material altoimperial—, así como la base de una Esta importancia quedaría consolidada con posterioridad, de- densificación del paisaje urbano de este periodo en esta zona para el funcionamiento de todo el complejo14. Con este tipo
cubeta de opus signinum, y, contemporánea a estas, la orga- bido a la celebración del I Concilio de Toledo en el año 400 suburbana. Estas transformaciones en el suburbio de la ciu- de establecimientos podría relacionarse la existencia de unas
nización de un área ligada a la extracción de arcillas, que se d.C., sínodo de gran trascendencia dado que en él se condenó dad están documentadas en otras zonas, como es el caso de pequeñas termas, fechadas entre los siglos IV y V, que ha
fecha entre la segunda mitad del siglo III y principios del IV, el priscilianismo, movimiento que, por sus derivaciones so- la Vega Alta, donde se produce el abandono de infraestructu- sido constatada recientemente y que se encuentran asociadas
así como una serie de piletas y un horno, fechado en torno al ciales y religiosas, había cuestionado la estructura ideológica ras de época altoimperial relacionadas con usos hidráulicos a una serie de edificios organizados en recintos ortogonales15.
siglo III5. Al norte de esta zona, se descubrieron los restos de de la Iglesia de la época. y sobre ellas se sitúan construcciones domésticas de zonas Estos edificios estarían testimoniando la existencia de una
un gran edificio, fechado en época romana sin poder ofrecer de vivienda que quizás nos reflejan para esta zona al E. de la ocupación más densa en esta zona de la Vega Baja sobre la
Sin embargo, y a diferencia de lo que sucede en otras ciu- ciudad una estructura de ocupación dispersa11.
una datación más precisa6. La investigación arqueológica que que posteriormente se desarrollará el nuevo programa urbano
dades peninsulares de la época, la arqueología no ha ofrecido,
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

se realiza en la actualidad, ofrece también datos sobre una Marfil romano de Hipólito. de época visigoda.
por el momento, evidencias concluyentes sobre edificaciones
ocupación de época altoimperial, a través de la presencia de
pertenecientes al complejo episcopal toledano, elemento pri- Una serie de zonas de enterramiento de época bajoimpe-
mordial de la imagen de la ciudad bajoimperial y expresión rial se han localizado en diferentes puntos de la Vega Baja.
2.– FUENTES DOMÍNGUEZ, Angel (coord.), 2006: pp 107-108.
3.– CARROBLES SANTOS, Jesús, 2001: El teatro romano de Toledo: una propuesta en el nuevo paisaje urbano del papel hegemónico que el cris- Al oeste del circo, se desarrolló a partir del siglo III d.C. una
de identificación, Toledo. tianismo había adquirido en la estructura social tardoantigua. necrópolis, en algunas de cuyas sepulturas se reutilizaron es-
4.– Donde se hallaron una serie de materiales cerámicos, en niveles muy alterados
por la utilización posterior de este espacio como necrópolis a partir del siglo III
No obstante si hay que destacar, como P. de Palol defendió en telas funerarias de época altoimperial16. Esto supuso el inicio
d.C., formados por cerámica sigillata itálica y sudgálica, cerámica de paredes un sugerente trabajo, la existencia de un grupo episcopal, ya de la ocupación cementerial de una zona de gran trascenden-
finas, cerámicas de tradición indígena y cerámica común pintada y sin deco- desde el siglo V d.C., en la zona central del interior del recin- cia en la posterior época visigoda al ser localizado en ella todo
rar. Ver: GARCÍA SÁNCHEZ DE PEDRO, J., “Paseo de la Basílica, 92”, en
AA.VV., Toledo: Arqueología en la Ciudad, Patrimonio Histórico-Arqueología, to urbano toledano9. En la configuración de este complejo, el
Castilla-La Mancha, nº 13, Toledo, 1996, pp. 155-156. templo catedralicio dedicado a la Virgen María, se localizaría
5.– La excavación de esta zona ligada a actividades productivas fue acometida por
dos empresas de arqueología, contratadas por diferentes promotores, como con-
bajo la actual catedral medieval, y, probablemente, el núcleo 12.– SÁNCHEZ PALENCIA, J., 1989: “El marfil de Hipólito del circo romano de
secuencia de la división de este sector de la Vega Baja en varias parcelas – episcopal relacionado con la iglesia bautismal de San Juan. Toledo”, Homenaje al Profesor Antonio Blanco Freijeiro, Estudios de la Facultad
las dos que aquí afectaban al yacimiento eran las denominadas como R-2 y En este sentido, apuntó la presencia de un esquema conocido de Geografía e Historia, 3, Universidad Complutense, Madrid, pp. 377-401.
R-3- dentro del proceso urbanizador que se quiso iniciar. Los resultados de la 13.– MÉLIDA, J. R., 1923: “Un mosaico encontrado en Toledo”, Boletín de la Real
parcela R-3 en: PEÑA CERVANTES, Y., GÓMEZ ROJO, J.: Conferencia so-
para los grupos episcopales, el de baptisterio relacionado con Academia de la Historia, LXXXIII, Madrid, pp. 19-23; BALIL ILLANA, A.,
bre las excavaciones efectuadas en la parcela R-3 de la Vega Baja, con motivo el templo catedralicio y presente en ciudades peninsulares 1961-62: “Mosaico con una escena portuaria hallado en Toledo”, Homenaje al
de las Jornadas Técnicas sobre Vega Baja, organizadas por Toletum Visigodo y como Mérida y Valencia. Para ello señaló como posible loca- 10.– VON KONRADSHEIM, G. C. “Exploration géophysique des soubassements de Profesor Cayetano de Mergelina, Murcia, pp. 123-138; también del mismo autor
celebradas en mayo de 2008, en las que los autores presentaron los resultados la Cathédrale de Tolède”, Annales d’Histoire de l’Art et d’Archeologie, 2, Bruse- “Monumentos alejandrinos y paisajes egipcios en un mosaico romano de Tole-
de sus trabajos fundamentados en una completa secuencia estratigráfica de su las, pp. 95-99. do”, Alessandria e il mondo ellenistico-romano, Mélanges A. Adriani, 1984, vol.

Lauro Olmo Enciso


área de excavación fechada entre los siglos I al IX d.C. Para los resultados de 7.– Ver en esta misma obra, J. GARCÍA GONZÁLEZ, J. Cerámica de Época Roma- 11.– Véase sobre la zona de la Vega Alta: ROJAS RODRÍGUEZ MALO, J. M., 1966: III, pp. 433-439.
la parcela R-2 veáse ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, na, y Vidrio de Vega Baja “Paseo de la Rosa, 76 (La piscina romana de Cabrahigos)”, en AA.VV., Toledo: 14.– J.M. ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., VILLA GONZÁLEZ, R., 1996: “Con-
A., “Intervención arqueológica en la Vega Baja de Toledo. Características del 8.– GARCÍA SÁNCHEZ DE PEDRO, J., 1996: p. 156 y Lám. VI. Arqueología en la Ciudad, Patrimonio Histórico-Arqueología, Castilla-La Man- sejería de Obras Públicas” en AA.VV., Toledo: Arqueología en la Ciudad, Patri-
centro político y religioso del reino visigodo”, en: CABALLERO ZOREDA L., 9.– PALOL I SALELLAS, P. de, 1991: “Resultados de las excavaciones junto al cha, nº 13, Toledo, pp. 79-80; y J. CARROBLES SANTOS, J. “La ciudad de monio Histórico-Arqueología, Castilla-La Mancha, nº 13, Toledo, pp. 225-237;
MATEOS CRUZ P., UTRERO AGUDO Mª. A., (eds), 2009: El siglo VII frente al Cristo de la Vega, supuesta basílica conciliar de Santa Leocadia, de Toledo. Toledo en la Antigüedad Tardía”, en L.A. GARCÍA MORENO, L. A., RASCÓN ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J.M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009, p. 51.
siglo VII: Arquitectura. Anejos de AEspA LI, Madrid, p. 83. Algunas notas de topografía religiosa de la ciudad”, en AA.VV.: XIV Centenario, MARQUÉS, S., (eds.), 1999: Complutum y las ciudades hispanas en la Antigüe- 15.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J.M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: pp. 75 y 83.
6.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 69. Concilio III de Toledo, 589-1989, Toledo, 1991, pp. 787-832. dad Tardía, Alcalá de Henares, pp. 193-200. 16.– GARCÍA SÁNCHEZ DE PEDRO, J., 1996, pp. 153-157, figs. 5 y 6., láms. VI a IX.
70 71
EL REINO VISIGODO EN EL SIGLO VI

el complejo dedicado a la mártir toledana Santa Leocadia. Al nístico, valorización de los espacios suburbanos, y todo ello anexa de Montano a Toribio, parecen constatar la existencia
norte de esta, ya en los terrenos de la Fábrica de Armas, bajo conectado con la evidencia de que la Antigüedad tardía sigue de una jurisdicción de Toledo sobre un territorio que com-
el actual edificio polideportivo del campus universitario, se siendo un mundo urbano en el que la ciudad se proyecta hacia prendía Carpetania, Celtiberia y la Submeseta Norte, que ya
localizó, en excavaciones efectuadas por R. Villa González en todo el territorio21. estaría bajo control efectivo del estado visigodo, tal y como se
1999, una zona de enterramientos infantiles tardorromanos17. reconoce en el último canon del Concilio23. La asistencia al
Al E. del actual yacimiento de Vega Baja, en la zona de la concilio de Ergano, un alto dignatario vinculado, en este texto
Avenida de Reconquista se localizó una zona de enterramien- de Montano, al rey gozando al igual que este de potestades
tos bajoimperiales en los años 1944-45 y 196518. disuasorias, es un dato más a favor de esta argumentación, así
como de la importancia que la ciudad tenía para la monarquía
Todos estos hallazgos nos ofrecen un paisaje urbano diver- visigoda. La posición central de Toledo, casi equidistante en-
so al que había configurado la ciudad altoimperial, organiza- tre la Tarraconense y la zona de Lusitania y Bética, el control
da en torno al original asentamiento carpetano y republicano del eje viario Emerita-Toletum-Complutum-Caesaraugusta-
aprovechando la altura del cerro. Estos cambios parecen cen- Barcino, su localización en un territorio bajo control efectivo
trarse en una generalización del poblamiento suburbano que, del Estado visigodo, son testimonios que avalan la creciente
en el caso de la Vega Baja, se basaría fundamentalmente en importancia de la ciudad en esa época24.
el reforzamiento de una corona inmediata de villae suburba-
nas, en un contexto de ocupación del espacio que tendría su Es a partir del reinado de Teudis, monarca caracterizado
proyección a toda la zona periurbana del territorio toledano19. por desarrollar una política destinada a reforzar el poder real,
Se ha interpretado esta ocupación del suburbio debido a la cuando ya poseemos datos del carácter de Toledo como sede
escasa disponibilidad de espacio, dentro de la antigua ciudad, regia, tal y como se deduce de la promulgación en la ciudad
para albergar residencias con las dimensiones y característi- por este rey, en el año 546, del único documento legislativo tal y como refleja el hecho de que de esta ciudad salieran, en
de su reinado, la Ley de Costas Procesales. Esta ley, dirigi- el 566, las hijas del rey para contraer matrimonio en la Galia
cas urbanísticas que definen a estas villae20. De confirmarse
da a impedir el soborno a los jueces, formó parte del intento (Ven. Fortun. Carmn VI, 5. 13.) o que en ella muriera este rey
esta teoría, que implicaría cambios en el interior del recinto
de afirmar el poder de la monarquía sobre los altos funcio- en el 567 (Isid. Hisp., H.G., 47)29.
urbano primitivo, podría también relacionarse con la tesis,
narios del reino pertenecientes a los grupos dominantes de
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

aquí expresada de P. de Palol, sobre la localización en esta Amalarico. Genealogía de los Reyes de España. B. N. M. la sociedad hispanovisigoda25. Asimismo, Teudis utilizó por Hasta ese momento el Estado visigodo no habían tenido
época de la sede episcopal toledana en la zona de la actual
primera vez en un rey visigodo el apelativo Flavius, en la fir- una capital con las características que van a confluir en To-
catedral, donde también se ha apuntado la localización del
Foro de la ciudad altoimperial. Todo esto llevaría a considerar
2.2.– En los comienzos de la época visigoda: ma de dicha ley, imitando posiblemente la denominación del ledo, puesto que no habían consolidado una estructura esta-
la gestación de una capital ostrogodo Teodorico, y como una forma de emular a los estados tal como la que caracterizará al Reino Visigodo de Toledo.
para el Toledo tardoantiguo el mismo proceso de cambios en Por tanto, el papel de Toledo como capital va intrínsecamente
más potentes de la época que ha sido definida como el inicio
el paisaje urbano que se comprueba en otras ciudades hispa-
La posición relevante que la ciudad de Toledo había expe- de un proceso de ”imperialización” de la realeza visigoda26. A unido al nacimiento de la estructura que va a dar lugar a un
nas del momento, si bien en el caso que aquí nos ocupa la in- partir de estas consideraciones se ha defendido una presencia Estado centralizado. Hasta entonces las sedes de la monar-
rimentado durante la época anterior, se muestra más acentua-
vestigación arqueológica tiene que ofrecer todavía mucha más prolongada de Teudis en Toledo lo cual sería síntoma de la fija- quía visigoda, a partir de la derrota infringida por los Francos
da ya desde principios del siglo VI, momento en que ya forma
información relevante. Un proceso que da paso a un modelo ción de la capitalidad en la ciudad27. I. Velazquez y G. Ripoll, en Vouille en el 507, se habían caracterizado por su carácter
parte del Estado visigodo. Testimonio de ello lo ofrece la cele-
de ciudad que difiere del anterior pero que también generará han defendido acertadamente, el hecho de que, a diferencia de itinerante que le había llevado durante toda la primera mitad
bración del II Concilio de Toledo, efectuado en el año 527 du-
una nueva imagen en el que se hallarán presentes una nueva otras ciudades notables de la península, el poder eclesiástico de ese siglo VI a asentarse en diferentes ciudades —Narbona,
rante el reinado de Amalarico. A este asistieron seis obispos
arquitectura del poder, ligada al mensaje ideológico del cris- en Toledo no estaba en grado de eclipsar a la nueva corte28. Barcelona—, de forma ocasional y siempre en función de los
de la zona central de la península, así como un alto dignatario
tianismo así como nuevas configuraciones del espacio urba- intereses o necesidades geoestratégicas.
visigodo, y en él se resalta el carácter metropolitano de la
sede toledana y de su obispo Montano22. Los datos transmiti- El carácter de capital estará plenamente definido ya bajo
17.– Excavaciones realizadas por VILLA GONZÁLEZ, R., en el año 1999, véase dos por las actas de este concilio así como la correspondencia el reinado de Atanagildo, máxime cuando la ya mencionada 25.– GARCÍA MORENO, L. A., 1991: “Las invasiones, la ocupación de la península
al respecto, MAQUEDANO CARRASCO, B., ROJAS RODRIGUEZ-MALO, J. situación geográfica la situaba en una posición equidistante y las etapas hacia la unificación territorial”, en JOVER ZAMORA, J.M. (dir.),
M., E. I. SÁNCHEZ PELÁEZ, E. I., M .J. SAINZ PASCUAL, M. J., VILLA 1991: Historia de España de Menéndez Pidal. España visigoda, vol. III-1, Ma-
GONZÁLEZ, R., 2002: “Nuevas aportaciones al conocimiento de las necrópolis de los territorios conflictivos del periodo, los dominios bizan- drid, p. 157.
medievales de la Vega Baja de Toledo I”, Tulaytula, nº 9, Toledo, p. 36. 21.– GURT ESPARRAGUERA, J. M., SÁNCHEZ RAMOS, I., 2008: “Las ciudades tinos y la Bética, así como por ser la residencia del monarca, 26.– Ibídem.

Lauro Olmo Enciso


18.– PALOL I SALELLAS, P. de, 1972: “Una tumba romana de Toledo y los frenos de hispanas durante la Antigüedad Tardía: una lectura arqueológica” en L. Olmo 27.– OLMO ENCISO, L., 1988, p. 52; VELÁZQUEZ, I., G. RIPOLL, G., 2000: pp.
caballo hispanorromanos del bajoimperio”, Pyrenae, nº 8, Barcelona, pp. 787- Enciso (ed): Recópolis y la ciudad en la época visigoda, Zona Arqueológica, nº 9, 532-538
832; y MAQUEDANO CARRASCO, B., ROJAS RODRIGUEZ-MALO, J. M., E. Alcalá de Henares, pp. 184-202. 28.– RIPOLL, G., 2000: “Sedes Regiae en la Hispania de la Antigüedad Tardía”,
I. SÁNCHEZ PELÁEZ, E. I., M. J. SAINZ PASCUAL, M. J., VILLA GONZÁ- 22.– OLMO ENCISO, L., 1988: El proceso de formación del reino de Toledo, Uni- 23.– J. VIVES, J., 1963: Concilios Visigóticos e Hispano-romanos, Barcelona-Madrid, 2000, en: RIPOLL, G., GURT, J. M., (eds) Sedes regiae (ann. 400-800), Barce-
LEZ, R., 2002, p. 30. versidad de Alcalá, Madrid, pp. 50-53; VELÁZQUEZ, I., RIPOLL, G., 2000: p. 42-52; L. OLMO ENCISO, L., 1988: p. 51-52. lona, pp. 393-396; I. VELÁZQUEZ, I., RIPOLL, G., 2000: p. 535.
19.– FUENTES DOMÍNGUEZ, A., 2006: pp. 193-195. “Toletum, la construcción de una Urbs Regia”, en RIPOLL, G., GURT, J. M., 24.– OLMO ENCISO, L., 1988, p. 52; OLMO ENCISO, L 2007: “Nuevos paisajes 29.– OLMO ENCISO, L., 1988, pp. 52-54; L. OLMO ENCISO, L., 2002: “Arqueolo-
20.– Ibídem., pág. 194. (eds), 2000: Sedes regiae (ann. 400-800), Barcelona, pp. 536-537. urbanos y consolidación del Estado en época visigoda”, en AA.VV., Hispania gía y formación del Estado en época visigoda”, en A. PEREA, A., (ed.): El tesoro
72 Gothorum. San Ildefonso y el Reino Visigodo de Toledo, Toledo, pp. 167-168. visigodo de Guarrazar, Madrid, pp. 379-386. 73
Por todo ello, el éxito de la organización estatal, desde me- Dentro de este contexto, hay que situar las otras iniciativas de a los que se enfrenta la investigación, el de dar respuesta a la se presentó a los suyos en solio, cubierto de la vestidura real…
diados del siglo VI, obliga, a la hora de hablar de sedes regias este tipo efectuadas durante el reinado de Leovigildo, de las pregunta sobre si el modelo de ciudad que estamos analizando (Isidoro de Sevilla, H.G., 51), hecho que debe situarse entre
en el reino visigodo, a distinguir dos etapas. La primera, data- que únicamente poseemos testimonio a través de las fuentes corresponde a un periodo de transformación y gestación de lo estos años34.
da a partir del colapso del reino de Tolosa, con capitales oca- escritas, como fueron la fundación en el año 581 de la ciu- que será la ciudad medieval o más bien a una evolución ya
sionales del reino, en función de una serie de condicionantes, dad de Victoriaco, y la restauración en el 583 de las murallas consumada de la propia ciudad clásica. Es en este contexto de consolidación del Estado centrali-
fundamentalmente políticos, y de las necesidades de una débil de Itálica. La continuidad de esta política urbanística estará zado favorecido por Leovigildo, donde hay que situar tempo-
estructura política e ideológica no cohesionada y en proceso de constatada durante y a partir del reinado de Recaredo, con el ralmente el inicio del desarrollo urbanístico del suburbio de
formación. La segunda, estaría definida por la consolidación y desarrollo del proceso de monumentalización en Recópolis, la la actual Vega Baja, destinado a proporcionar a la capital un
afianzamiento de una estructura estatal con voluntad centrali- presencia de un palatium civil en Barcelona, la fundación de nuevo paisaje urbano y una arquitectura de poder que sim-
zadora, que permitirá crear unas sedes regiae de acuerdo con la ciudad de Eio-El Tolmo de Minateda, y la intervención en bolizaran el proyecto ideológico triunfante. No dejaría de ser
las necesidades derivadas de esta organización30. otros centros urbano del S.E. peninsular, así como la creación sorprendente que dentro del programa político de Leovigildo
de Ologicus por el rey Suintila (621-632) (Isidoro de Sevilla, se acometiera en esos años la fundación de una ciudad de
2.3.– La nueva imagen de una capital: espacios de H.G., 63, 10)31. nueva planta, Recópolis, emulando a los emperadores bizan-
poder y desarrollos urbanísticos tinos, y no se desarrollara urbanísticamente la capital como
Por tanto, junto a la aceptada consolidación de la ciudad expresión espacial del éxito del naciente Estado. Por tanto, la
El inicio de una política urbanística y edilicia a cargo del episcopal como transmisora del mensaje ideológico de la ciu- intervención urbanística en la Vega Baja formó parte de todo
Estado visigodo constituye uno de los síntomas más relevantes dad cristiana32, se comprueba como también se manifiesta a un programa de aemulatio imperii que se constata ya en otros
de la hegemonía de éste, durante el periodo de tiempo com- partir de la segunda mitad del siglo VI, una ciudad impulsada aspectos del momento de consolidación del Estado visigodo
prendido entre el último cuarto del siglo VI y la primera mitad desde la iniciativa estatal y transmisora, igualmente, de un por Leovigildo.
del VII. Las expresiones más significativas de este proyecto mensaje ideológico. La interacción entre ambos paisajes ur-
se dieron en Toledo, donde se produjo un nuevo desarrollo ur- banos y sus desarrollos diacrónicos es uno de los elementos Triente visigodo acuñado en tiempos de Leovigildo. Este proyecto de ampliación, fundación y rehabilitación de
banístico que albergó el complejo palatino de la capital en el esenciales para entender el modelo de ciudad y sus variables ciudades, necesario para el mantenimiento de la estructura
suburbio toletano, localizado en la actual zona de Vega Baja, que se define en este periodo33. estatal, que se inicia en la época del rey Leovigildo, nos ofre-
En este sentido, ya he apuntado la relación existente entre ce testimonio de la importante capacidad de coerción fiscal
y en la fundación de Recópolis, una ciudad de nueva planta, el proceso de afirmación de la monarquía y la intervención que el Reino de Toledo poseía en ese momento fundacional.
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

ordenada por Leovigildo. Ambas reflejaron en su fisonomía el Como consecuencia de estos cambios, un aspecto funda-
urbana impulsada por esta, como elemento que simboliza la Capacidad para acometer este tipo de operaciones de revita-
impacto de los modelos urbanísticos bizantinos. Este proyecto mental, que ha sido puesto de manifiesto por varios autores, es
importancia que el desarrollo urbanístico tendrá como ex- lización urbana, tal y como testimonia, entre otras fuentes,
estatal de fundación o ampliación de ciudades, se produjo, el de la caracterización de la ciudad de este periodo, desde la
presión material de la ideología del naciente Estado. Este Isidoro de Sevilla quien, refiriéndose a Leovigildo, dice: Fue
igualmente, en otra serie de lugares a lo largo de esta fase perspectiva de si ésta nos muestra la fase final de un proceso
caso señalaría la voluntad de Leovigildo de equipararse a las el primero que hizo aumentar el erario y el fisco (Isidoro de
y documentan la necesidad por parte del Estado de contar urbano o si nos encontramos ante un nuevo paisaje ciudadano
prácticas de los emperadores bizantinos, fundamentalmente Sevilla, H.G.,51,5). Es precisamente, esta capacidad de im-
con una red de centros urbanos para estructurar el territorio. que anuncia nuevos modelos sociales. Este es uno de los retos
Justiniano, en materia de fundación de ciudades, a la vez que poner un sistema tributario, la que ayuda a entender la con-
refleja su intención de consolidar un Estado dirigido por su solidación del Estado bajo Leovigildo y Recaredo así como la
31.– OLMO ENCISO, L. “Ciudad y procesos de transformación social entre los siglos propia dinastía. Este proceso de afirmación de la monarquía posibilidad de poder controlarlo territorialmente a través de
VI y IX: de Recópolis a Racupel”, en CABALLERO, L. y MATEOS, P. (eds): y de reivindicación de la voluntad centralizadora con la que toda una red de ciudades.
Visigodos y Omeyas. Un debate entre la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media,
Anejos de AespA, XXIII, Madrid, 2000, pp. 385-399; L. OLMO ENCISO, L.,
ésta concebía el Estado toledano, comienza a documentarse
2001: p. 383; OLMO ENCISO, L., 2007: “The Royal Foundation of Recópolis en el año 576, que señala el inicio de la acuñación de mone- Las excavaciones arqueológicas en la Vega Baja, comienzan
and the Urban Renewal in Iberia during the Second Half of the Sixth Century”, da por Leovigildo con leyenda en solitario a su nombre, y en a transmitir datos sobre una destacable actividad constructi-
en Henning, J., (ed.) Post-Roman Towns, Trade and Settlement in Europe and
Byzantium. Vol. 1, The Heirs of the Roman West, Berlin, pp. 181-196; OLMO las que se representa al modo de los emperadores bizantinos, va cuyo momento de mayor desarrollo debería situarse entre
ENCISO, L., 2008: “Recópolis: una ciudad en una época de transformaciones”, con diadema y manto. Por tanto, es un dato importante del la segunda mitad del siglo VI y mediados del siglo VII d.C.,
OLMO ENCISO, L. (ed): Recópolis y la ciudad en la época visigoda, Zona Arque- proceso de consolidación del poder de Leovigildo y de su
ológica, nº 9, Alcalá de Henares, 2008, pp. 41-62; BELTRÁN DE HEREDIA relacionado con todo un fenómeno de revitalización urbana
BERCERO, J., “Barcino durante la antigüedad tardía”, en: OLMO ENCISO, L. proyecto de Estado, tras una serie de campañas victoriosas, a que afecta a las principales ciudades hispanas de la época35.
(ed): Recópolis y la ciudad en la época visigoda, Zona Arqueológica, nº 9, Alcalá partir del 569, contra una parte de la nobleza en estado de re- Durante este periodo, P. de Palol fue el primero en plantear
de Henares, 2008, pp. 280-281, figs. 2 y 3; GUTIÉRREZ LLORET, S., CANO-
belión desde la muerte de Atanagildo, contra los bizantinos,

Lauro Olmo Enciso


VAS GUILLÉN, P., “Construyendo el siglo VII: arquitecturas y sistemas con- cómo Toledo adquirirá una nueva fisonomía, consecuencia del
structivos en el Tolmo de Minateda”, en: CABALLERO ZOREDA, L., MATEOS y contra diferentes pueblos peninsulares. Y de un proceso intento de crear una liturgia cortesana y urbana imperial por
CRUZ, P., UTRERO AGUDO, Mª. A., (eds), 2009: El siglo VII frente al siglo VII: que entre 576 y 578 va a ofrecer los símbolos más evidentes
Arquitectura. Anejos de AEspA LI, Madrid, pp. 91-132.
Recópolis 32.– GURT ESPARRAGUERA, J. M., SÁNCHEZ RAMOS, I., 2008: pp, 184 y 192- de dicha consolidación: estas acuñaciones de moneda a su
34.– OLMO ENCISO, L., 1988: p. 287-297.
198. nombre, la fundación de Recópolis, así como la adopción de 35.– L. OLMO ENCISO, L., 2007: pp. 189-195; y 2007: “Nuevos paisajes urbanos…”,
30.– OLMO ENCISO, L., 2007: pp. 161-162. 33.– OLMO ENCISO, L., 2007: p.165 vestiduras reales, utilización del solio … fue el primero que pp. 161-167.
74 75
Conversión de Recaredo en 587. Óleo sobre lienzo, A. Muñoz Degrain. P. Senado, Madrid.
esa voluntad soberana, real e incluso imperial que comenza- 2.4.– In Suburbio Toletano…
ron a dibujar los monarcas visigodos desde Leovigildo y que
Recaredo se esforzó en reafirmar. Esta iglesia fue el lugar de Con el nuevo paisaje urbano que supondrá la ampliación
reunión de los concilios IX (655) —bajo Recesvinto— y XI de época visigoda en el suburbio toletano, se iniciará un pro-
(675) —bajo Wamba, también el XIV (684) —en época de ceso en el que la ciudad va a adquirir una fisonomía diver-
Ervigio— y en la Continuatio Hispana también se hace refe- sa a la que había definido, durante la Antigüedad Tardía, un
rencia al XI Concilio, del 675, bajo Wamba. Las citadas actas centro urbano que probablemente, y al igual que otros, había
conciliares proporcionan un dato más acerca de la localiza- estado caracterizado únicamente por la actividad edilicia de
ción de este templo, al señalar todas que se encontraba en el la Iglesia.
interior de la ciudad38. Igualmente, a este respecto hay que Sisenando ante el IV Concilio de Toledo. Grabado anónimo s. XIX.
mencionar la posibilidad de que el III Concilio se celebrara En lo que se refiere a la época de inicio del complejo pa- del templo al señalar como éste es el lugar de enterramiento de
en esta catedral de Santa María, que a tenor de lo transmitido lacial edificado …in suburbio toletano… y aunque los datos la Santa, …in ecclesia gloriosae uirginis et confessoris Christi
por la inscripción anteriormente citada, había sido restituida arqueológicos no son aún concluyentes, y la documentación sanctae Leocadiae, quae est in suburbio Toletano ubi sanctum
al culto católico dos años antes de este sínodo39. escrita tampoco proporciona información al respecto, ya se ha eius corpus requiescit…43. Las actas conciliares transmiten la
argumentado como debe ser considerada la época de Leovi- existencia de un monasterio vinculado a esta basílica, cuyo
Velazquez y Ripoll, han planteado con acierto que una de gildo como un momento central para el desarrollo de todo este abad Valderedo firmó las actas del XI Concilio toledano, …
las razones que pudo influir en la capitalidad de Toledo, fuera complejo. No obstante, es necesario señalar que este nuevo
el hecho de que, a diferencia de otras ciudades notables de la Valderedus ecclesiae monasterii sanctae Leocadiae abba…44.
desarrollo urbano no debió constituir un modelo estático ni
península, el poder episcopal en Toledo no estaba en grado de Una posible existencia de esta basílica ya desde el siglo V, ha
homogéneo, sino que más bien debió estar sometido a un pro-
eclipsar a la nueva corte40. Esto, vendría apoyado por la in- sido apuntada por I. Velazquez y G. Ripoll, que la referencia
ceso diacrónico de ampliaciones, transformaciones o incluso
formación que transmite la citada inscripción sobre la restitu- sobre la celebración del II Concilio de Toledo apud Toletanam
reducciones a lo largo de toda la época visigoda. En estas
ción in catholico del templo, que vendría a apoyar una anterior urbem podría significar que esta iglesia fuera de la ciudad se
dinámicas, en las que jugaría un papel relevante el proceso de
consagración al arrianismo de la antigua catedral católica en identificara con un primitivo templo martirial45. Este complejo
mimetismo con Bizancio. Ello conllevaría la presencia, carac- cambios, transformaciones y necesidades del Estado visigodo
época de Leovigildo. Ello sería un síntoma más de la política de de Santa Eulalia, fue adquiriendo una importancia creciente
terística de las grandes capitales, de tres edificios basilicales, y de sus sucesivos monarcas. Esta, por el momento, hipótesis,
afirmación del poder del Estado, a través de la intención de este a lo largo del siglo VII, y existen testimonios, transmitido por
encontraría su apoyo en el proceso de transformaciones que
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

la Catedral, la Iglesia áulica o palacial y la Iglesia Martirial,


rey, de cohesionar ideológicamente a la sociedad apoyándose y el Apologeticum de Eulogio de Córdoba, que hacen pensar en
que en el caso de Toledo correspondería a la Iglesia de Santa las ciudades más dinámicas de la época visigoda experimen-
favoreciendo a la Iglesia arriana, en detrimento de la poderosa unas obras de remodelación, embellecimiento y ampliación
María, la basílica de Santa Leocadia y la Iglesia de los Santos taron en su paisaje, tanto en la fase de revitalización urbana,
iglesia católica41. Este ejemplo, vendría a ratificar cómo en la del primitivo templo ordenadas por el rey Sisebuto y consagra-
Apóstoles, también denominada de San Pedro y San Pablo o acontecida entre mediados del siglo VI y primera mitad del
capital la jerarquía eclesiástica no era capaz de ofrecer la resis- siglo VII, como en la posterior de desestructuración, a lo largo do por el obispo Eladio el año 61846. El prestigio en aumento
Iglesia praetoriensis36.
tencia que si presentó en otras ciudades hispanas. de la segunda mitad del VII y principios del VIII, ligada esta de dicho templo, se manifiesta por los testimonios de diversos
Como ya se ha expuesto, P. de Palol, defendió la existencia textos que sitúan en él enterramientos de reyes, como Suinti-
última a la crisis del Estado visigodo42.
En este sentido, no deja de ser sugerente, en apoyo de esta lia, Sisenando, Wamba y Witiza, y obispos como Eugenio II,
del grupo episcopal toledano ya desde el siglo V d.C. Estaría
localización el hecho de que el desarrollo de todo un nuevo San Ildefonso y Julián de Toledo47.
formado por el templo catedralicio dedicado a la Virgen Ma-
modelo urbanístico vinculado a la consolidación del Estado 2.5.– Basílica de Santa Leocadia
ría, que situó en el subsuelo de la actual catedral gótica, y por
Visigodo y de su capital se efectúe…in suburbio toletano…
el núcleo episcopal con la iglesia bautismal de San Juan, que La basílica de Santa Leocadia estaba situada en el subur- 43.– VIVES, J., 1963: pp., 186, 226, 233 y 522; PUERTAS TRICAS, R., 1975: Igle-
y, por tanto, diferenciado de los espacios más vinculados a la
se encontraría en el espacio ocupado hoy por el palacio epis- bium de la ciudad, tal y como transmiten el IV Concilio (633), sias hispánicas (siglos IV al VIII). Testimonios literarios, Madrid, p. 30-31; I.
cristianización de la topografía y a la consolidación del pai- Velázquez, G. Ripoll, op. cit., 554; L. Olmo Enciso, op. cit “Nuevos paisajes…”,
copal. Interpretó, así mismo, la inscripción, de la que sostuvo apud Toletanam urbem…in basilicam beatissimae et sanctae
saje episcopal. 2007, p. 169; BALMASEDA MUNCHARAZ, L. J., 2007: “En busca de las igle-
su autenticidad, de consagración de esta iglesia dedicada a martyris Leocadiae; el V (636), apud urbem Toletanam…in sias toledanas de época visigoda”, en AA.VV., Hispania Gothorum. San Ildefon-
la virgen María por Recaredo en 587, como evidencia de una basilicam sanctae martyris Leocadiae; el VI (638), donde se so y el Reino Visigodo de Toledo, Toledo, pp. 201-204.
44.– VIVES, J., 1963: p. 369; PUERTAS TRICAS, R., 1975: p. 30; BALMASEDA
nueva consagración in catholico del templo dedicado antes 36.– PALOL, P. de, 1991, pp. 787-788. señala su situación en el pretorio de la ciudad, in praetorio MUNCHARAZ, L. J., 2007: p. 202.
al arrianismo, aspecto en el que también coinciden Ripoll y 37.– Véase nota 10, y P. de PALOL, P. de: 1991, pp. 788-789; I. VELAZQUEZ, I., G. Toletano in ecclessiam sanctae Leocadiae martyris; el XVII 45.– I. VELÁZQUEZ, I., RIPOLL, G., op.cit., pág. 553.
RIPOLL, G., 2000: p. 543. 46.– PALOL, P. de, 1991, p. 791; VELÁZQUEZ, I., G. RIPOLL, G., 2000: p. 556;
Velázquez37. Señaló lo sugestivo de la consagración del tem- 38.– I. VELAZQUEZ, I., RIPOLL, G., op. cit., 2000: p. 552, estas autoras destacan (694), donde se ofrece una localización más precisa al señalar

Lauro Olmo Enciso


BALMASEDA MUNCHARAZ, L. J., 2007: p. 202.
plo a la Virgen María en el momento en que en Bizancio el la precisión de las actas al situar dicha iglesia …in Toletana urbe... esto es en el suburbio y además se resalta el posible carácter martirial 47.– PALOL, P. de., 1991, p. 791; VELÁZQUEZ, I., G. RIPOLL, G., 2000: p. 557,
el interior de la ciudad, frente a la expresión …apud Toletanam urbem…para
culto a la Theotokos sufrió un gran incremento no sólo como referirse a las otras iglesias (Sta. Leocadia y Santos Apóstoles).
quienes señalan las noticias proporcionadas por Julián de Toledo en su Elogio
de San Ildefonso en lo referente a los enterramientos de Eugenio II y S. Ildefon-
protectora de la ciudad, sino como un importante elemento 39.– Véase al respecto I. VELÁZQUEZ, I., RIPOLL, G., 2000, p. 553, y nota 79. 42.– L. OLMO ENCISO, L., 2001: “Consideraciones sobre la ciudad en época visigo- so; por Felix de Toledo en su Vida de S. Julián de Toledo, para el propio Julián; y
propiciatorio de un sistema de gobierno real fuertemente teo- 40.– Ibídem, p. 535; y G. RIPOLL, G., 2000: pp. 393-396. da”, Arqueología y Territorio Medieval, 5, Jaén, pp. 109-118; op. cit. 2001, pp. en lo que se refiere a los reyes se hacen eco de lo transmitido por la Crónica del
41.– L. OLMO ENCISO, L., op. cit. 2001, pp. 382-383; 2007, “The royal foundation..,
crático. Este gesto, además ofrece un nuevo ejemplo sobre p. 190 ; 2007, “Nuevos paisajes urbanos…”, p. 166.
382-383; 2007, “The royal foundation…, pp. 188-190; 2007, “Nuevos paisajes Moro Rasis, para Suintilia, Sisenando, y Wamba, por el Chronicon de Luitprando
urbanos…”, p. 166; op. cit., 2008, p. 60. para Witiza,
76 77
Chindasvinto. Genealogía de los Reyes de España. B. N. M.

tos restos, por la calidad de su factura, con una construcción 2.6.– El complejo palatino: Pretorio e Iglesia de
áulica, vinculada con algún conjunto áulico, si bien es verdad Santos Apóstoles
que dudaba para su atribución cronológica entre época roma-
na o visigoda50. Ya señalé, en su momento, cómo gracias al El conjunto palatino, estuvo situado, fuera del recinto ur-
conocimiento de la arquitectura de época visigoda, presente bano, tal y como en su momento defendieron investigadores
en las construcciones áulicas de Recópolis y en los restos del como Ewig, seguido posteriormente por otros autores, basán-
edificio aparecido en la zona de la calle de San Pedro el Verde dose para ello en la localización en el suburbio toledano de la
—en la actualidad en el sótano de la clínica Fremap— todos iglesia pretoriense de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Las
ellos con similitudes constructivas con la construcción halla- primeras noticias sobre la localización del palacio en el su-
da por Palol, había que apostar por una datación en la época burbio toledano la proporciona el VI Concilio, en el que, como
visigoda, máxime cuando los recientes hallazgos arqueológi- ya se ha citado, se asocia al pretorio de la ciudad a la iglesia
cos en otros centros urbanos documentaban para sus edificios de Santa Leocadia, in praetorio Toletano in ecclessiam sanctae
técnicas similares51. Leocadiae martyris, posteriormente ya se vincula al templo de
los Santos Apostoles, tal y como es denominada en los Con-
Relacionado con este edificio se hallaron al S., bajo el ac- cilios, XII, donde también se alude a su situación in suburbio
tual Paseo de la Basílica, restos de un edificio interpretado Toletano in ecclesia pretoriensi sanctorum Petri et Pauli; en el
como de carácter monacal y, por tanto, asociado al conjunto de XV …in ecclesia praetoriensi sanctorum apostolorum Petri et
Sta. Leocadia52. En relación con este edificio, se ha localizado Pauli; y en el XVI …in praetoriensis basilica sanctorum Petri
una fase de necrópolis de época visigoda, continuación de la et Pauli… La existencia de un palacio en esta ciudad es algo pero además albergó otras serie de manifestaciones ligadas
Credo epigráfico. Toledo, Vega Baja, siglo VII. creada en el siglo III d.C., y que, igualmente, hay que vincular que, igualmente, transmiten las Vitas Patrum Emeritensium,
al ceremonial real59. Palol señaló, remarcando su carácter
con los restos identificados como pertenecientes a la Basílica sin que haya más noticias acerca de su exacta localización
áulico, como en ella se desarrollaron tres hechos litúrgicos
En las proximidades de la iglesia del Cristo de la Vega, se de Sta. Leocadia53. Con esta misma necrópolis se han relacio- (V.P.E., XII, 31) 55. El carácter áulico del templo toledano, cortesanos, el primero de los cuales sería el de la ceremonia
descubrieron el año 1956, como consecuencia de unas obras nado los dos enterramientos localizados entre 1918 y 1921 por igualmente defendido por Palol56, viene complementado por religiosa de la unción real, recibida por los reyes Wamba, en
de saneamiento, una serie de piezas de época visigoda, a una J. Moraleda Esteban, así como con la zona de enterramientos la propia denominación como pretoriense, ya que esta indica el 672, Egica, en el 687, y Witiza, en el 711. Asimismo, en
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

profundidad de entre 4 y 6 metros. Entre ellas destacaban de época visigoda situados al N.O. del citado edificio en la una iglesia palatina asociada, por tanto, al palacio57. De he- este templo tuvieron lugar las ceremonias efectuadas con mo-
dos fragmentos de una lápida de piedra caliza con inscrip- zona ocupada hoy por la Consejería de Obras Públicas54. cho aquí debe identificarse ya praetorium como palacio, algo tivo de la marcha y retorno de los reyes a las campañas milita-
ción perteneciente a un Credo epigráfico, una placa nicho ya conocido para otros reinos contemporáneos del visigodo, res. Incluso en ella fue ordenado por Wamba un obispo lo que
fragmentada, así como diferentes elementos decorativos, que debido a que ya desde el siglo V había desaparecido la dis- le valió la recriminación del XII Concilio del 681, celebrado
fueron interpretados por M. Jorge Aragoneses como perte- tinción legal romana entre palatium y praetorium, definiendo en esta iglesia al igual que otros también realizados aquí en
necientes a la Basílica martirial de Santa Leocadia, lo cual ambas un mismo concepto palatino58. la segunda mitad del siglo VII60. En relación con este último
confirmaría la fuerte tradición que señalaba como ubicación aspecto hay que recordar el hecho de que todos los concilios
de dicho templo esta zona48. Las excavaciones arqueológicas La iglesia pretoriense de los Santos Apóstoles, adquirió celebrados en esta iglesia lleven la firma de los viri illustres,
efectuadas en 1972 por P. de Palol49 junto a la ermita del especial importancia a lo largo de la segunda mitad del siglo
los altos funcionarios de la corte61.
Cristo de la Vega, proporcionaron una secuencia arqueológi- VII, de hecho la primera noticia sobre ella es la relativa a la
ca con testimonios que abarcaban desde la época moderna a celebración del VII Concilio convocado y presidido por Chin- Es importante destacar, como en su día ya fue señalado62,
Relieve con inscripción del Evangelio de San Juan. Toledo, siglo VII.
la romana. La última de estas fases estaba caracterizada por dasvinto en el año 653. A partir de ese momento fue sede de como esta advocación a los Santos Apóstoles, remite un grupo
los restos de un gran edificio, con muros de 2 m. de anchura los concilios XII (681), XIII (683), XV (688), y XVI (693), de templos edificados en su mayoría por iniciativa imperial,
50.– PALOL I SALELLAS, P. de, 1991: pp. 797-798.
y doble paramento exterior e interior de sillares de granitos 51.– L. OLMO ENCISO, L., 1988: “Arquitectura religiosa y organización litúrgica en el primero de los cuales sería el Apostoleion, iglesia de planta
con relleno de mampuestos y todas las hiladas trabadas con época visigoda. La basílica de Recópolis”, Archivo Español de Arqueología, vol. cruciforme ordenada construir por Constantino en Constanti-
61, Madrid, pp. 164-166; L. OLMO ENCISO, L., 1955: “Proyecto Recópolis: 55.– EWIG, E., 1963 : “Residence et capitale pendant le Aut. Moyen Age”, Revue
mortero de cal, que en su cara exterior tenía contrafuertes de ciudad y territorio en época visigoda”, AA.VV., Arqueología en Guadalajara, Historique, nº 230, pp. 25-72; VIVES, J., 1963, pp. 233, 390, 449 y 48; GAR- nopla como mausoleo imperial. Fue posteriormente, recons-
sillería de granito y situados cada 3,5 m. Palol relacionó es- Patrimonio Histórico-Arqueología Castilla-La Mancha, nº 12, Toledo, pp. 213- CÍA MORENO, L. A., 1978: “La cristianización de la topografía de las ciuda- truida entre 536 y 550 d.C. por Justiniano (Procopio, De Aedi-
215; L. OLMO ENCISO, L., 2008: pp. 47-49; des de la península ibérica durante la Antigüedad Tardía”, Archivo Español

Lauro Olmo Enciso


52.– GARCÍA SÁNCHEZ DE PEDRO, J., 1996: pp. 149-153 y 156-157, fig. 4 y lám. V de Arqueología, L-LI, Madrid, 1978, pp. 311-321; OLMO ENCISO, L., 1988,
48.– JORGE ARAGONESES, M., 1957: “El primer credo epigráfico visigodo y otros 53.– Ibídem, p. 570; OLMO ENCISO, L., 1988, p. 570; OLMO ENCISO, L., 2007, “Nuevos 59.– MCCORMICK, M., 1986: Eternal Victory. Triumphal Rulership in Late Antiquity,
restos coetáneos descubiertos en Toledo”, Archivo Español de Arte, nº 30, Ma- 54.– J. M. ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., y VILLA GONZÁLEZ, R., 1996, pp. paisajes…”, p. 171. Byzantium and the Early Medieval West, Cambridge, pp. 297-327.
drid, pp. 295-323; la lectura ofrecida por este autor fue complementada en 1970 227-230 y 235-236, fig. 3 y fotos 3 y 4. La fase anterior bajoimperial, estaba 56.– PALOL, P. de, 1991: p. 790. 60.– PALOL, P. de: 1991, p. 790.
por SCHLUNK, H., 1970: “Beiträge zur kunstgechichtlichen Stellung Toledos definida por la presencia en esta zona del ya citado estanque construido entre 57.– OLMO ENCISO, L., 1988, “El proceso de formación…”, pp. 568-569. 61.– GARCÍA MORENO, L. A., 1978, p. 320.
im 7. Jahrhundert”, Madrider Mitteilungen, 11, pp. 161-186. los siglos III y IV d.C. e interpretado como dedicado al suministro de agua a la 58.– BRÜHL, C. R., 1977: “The town as a political centre: General Survey”, Euro- 62.– OLMO ENCISO, L., 1988: pp.568-569; OLMO ENCISO, L., 2007, “Nuevos pai-
49.– PALOL I SALELLAS, P. de, 1991: pp. 787-832. Villa de la Fábrica de Armas, pp. 231-235, y figs. 6-8. pean Towns. Their Archaeology and Early History, Londres, pp. 421-422. sajes urbanos…”, p. 170.
78 79
Ábside

Vista aérea de las excavaciones de Vega Baja.


Pablo y adscribió los fragmentos escultóricos aparecidos en la que la documentación escrita nos proporciona sobre este tem-
Fábrica de Armas a dicha basílica, aunque, igualmente, ma- plo palatino. Los restos que se documentaron correspondían a
Nave central nifestó como esta hipótesis debería fundamentarse de forma una construcción de nueva planta de gran calidad, con muros
Habitación
bautismal más concluyente65. de 1,25 m. de ancho, con cimentaciones de 1,60 m de ancho y
40 cm de profundidad, realizada con aparejo de mampostería
Sin embargo, los hallazgos arqueológicos producidos en dispuesto en hiladas trabadas con argamasa de buena calidad
Nave lateral los últimos años son los más determinantes a la hora de loca- y sillares de granito en las esquinas y entronques. De la unión
Nártex lizar este complejo palacial. En este sentido, hay que llamar de ambas zonas de excavación, se ha planteado una propues-
la atención sobre la identificación de los restos de una cui- ta interpretativa en la que se defiende la posibilidad de un
dada construcción, en la zona de la Vega Baja, ya que todo edificio de planta cruciforme que pudiera relacionarse con la
ello apunta a la existencia de un proceso de urbanización de citada iglesia de San Pedro y San Pablo, sin que los restos
nueva planta y de construcción de edificios significativos. En aparecidos hasta el momento puedan ser concluyentes en lo
el año 2001, se pudieron llegar a documentar unas estructu- que respecta a dicha identificación67. Lo que es indudable es
Recópolis. Iglesia del Conjunto Palatino. ras pertenecientes a lo que, indudablemente, fue un notable que este edificio formó parte del conjunto de edificaciones
edificio, que desapareció en gran parte como fruto de unas áulicas y, en este sentido, hay que citar su similitud en lo que
ficiis, I, IV, 9), conservando la planta cruciforme en un periodo obras realizadas sin control arqueológico, otros de cuyos res- a la técnica constructiva se refiere respecto al conjunto pala-
en que las grandes realizaciones de la arquitectura religiosa tos pudieron excavarse en 2003, localizados bajo el actual nº tino de Recópolis —ya observada respecto a éste y el edificio
oficial bizantina ya estaban definidas por las iglesias de plan- 25 de la calle de San Pedro el Verde. Dicho edificio ha sido excavado por Palol identificado con Sta. Leocadia— De esta
ta central abovedada. Todo ello es un dato más de peso a la interpretado como perteneciente al complejo palatino, y den- misma época, destacan los restos de un muro de sillares tra-
hora de interpretar esta iglesia toledana de los Santos Após- tro de éste identificado posiblemente con la Basílica de San bados con cal, de 1,10 m. de anchura, situados a unos 100 m.
toles como fruto de una iniciativa edilicia real influida por Pedro y San Pablo y fechado en función de los testimonios al sur de las anteriores construcciones, y para el que ha sido
las prácticas bizantinas. En este sentido, conviene recordar transmitidos por la actas conciliares66 primer tercio del siglo apuntada la posibilidad de tratarse de una muralla asociada
como la iglesia del conjunto palatino de Recópolis que, por el VII, en función de esta identificación, con la primera mención al conjunto palatino68.
momento, constituye el único templo edificado por iniciativa
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

real que conocemos materialmente, tiene una planta crucifor- 65.– JORGE ARAGONESES, M., 1957: pp. 316 y 320 2.7.– Un nuevo desarrollo urbano
me aspecto por el que se ha querido ver su relación con este 66.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 55y figs.
4 y 5. Respecto a la datación que se ofrece, conviene recordar que las fuentes no
tipo de templos. Hay que destacar la hipótesis planteada por dicen en ningún momento que tanto la iglesia de San Pedro y San Pablo, como En la época visigoda, se asiste a una transformación del
Ripoll y Velázquez, sobre la posibilidad de que esta iglesia el Palacio se edificaran en el primer tercio del siglo VII (p. 55), simplemente los paisaje urbano, que había caracterizado el suburbio toledano
“sustituyera” a Santa Leocadia como iglesia palatina a partir primeros testimonios literarios que citan la Iglesia de San Pedro y San Pablo
son del año 653 con motivo de ser sede del VIII Concilio, y respecto al Palacio
hasta ese momento. En gran parte de la Vega Baja, se confirma
de la citada celebración del VIII Concilio63. Sin embargo, es su existencia aparece citada por vez primera con motivo del VI Concilio en el la existencia de un nuevo desarrollo urbanístico69 relaciona-
necesario apuntar que a diferencia del Apostoleion de Cons- año 638. Se trata, por tanto, de primeras citas literarias sin que ello refleje una do con la consolidación del Estado visigodo y de su capital la mayor parte de los espacios y construcciones, amortizaron,
fecha fundacional. Desafortunadamente, no se pudo datar estratigráficamente
tantinopla que tenía como función fundamental su carácter este complejo, con lo que al parecer la arqueología poco puede ofrecer, hasta el que supondrá la plasmación de una imagen nueva de ciudad. a tenor de lo que transmite la evidencia arqueológica, gran
de mausoleo imperial, y que inspiró la construcción de otros momento, para solucionar esta cuestión. Este programa, se basó en la organización de plan urbanístico parte de las edificaciones de la fase anterior, o se situaron en
templos con características similares como es el caso de la jerarquizado —complejo palatino, áreas de viviendas y po- espacios hasta entonces. Todo ello produjo que la época visi-
Iglesia de los Santos Apóstoles de Paris, fundada por Clovis sibles zonas comerciales y artesanas— y regularizado. En él goda se caracterizara por la mayor densificación urbanística
como mausoleo real64, la iglesia toledana nunca tuvo esa fun- del suburbio toletano hasta ese momento.
ción, que sí cumplió la basílica de Santa Leocadia, y además
67.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009. Ya desde
estuvo vinculada al complejo palatino. antiguo se viene identificando la zona de S. Pedro el Verde como lugar de la
Ejemplos de este nuevo paisaje urbano, ya intuido en ex-
localización de la Iglesia de Santos Apóstoles, lo cual ha podido influir en la in- cavaciones realizadas en la década de los 90, en la zona situa-
En lo que se refiere a la localización arqueológica de este terpretación sugerida. Interpretación que se basa en la proyección de los muros da entre el Poblado Obrero y la Fábrica de Armas, donde un
aparecidos en 2001 y 2003 hasta ver una planta cruciforme, que se antoja algo
conjunto, M. Jorge Aragoneses, ya señaló la vinculación de la forzada. conjunto de abundantes estructuras apuntaban a la existencia
zona donde existió hasta el siglo XVIII la ermita de San Pe- 68.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 71, fig. de una planificación urbana en época visigoda70, se han des-

Lauro Olmo Enciso


dro el Verde con la Basílica de los Santos Apóstoles Pedro y 3 –nº 5 y 6-, y fig. 18. Es evidente de que se trata de una cuidada construcción,
que se conserva a nivel de cimentación y que además presenta a ambos lados del
cubierto en todos los sectores que se excavaron en los años
muro restos de pavimentos de opus signinum,. El hecho de que posea las mismas 2004-2006 así como en las excavaciones actuales. En estas
63.– VELÁZQUEZ, I., RIPOLL, G., 2000, p. 560. características constructivas que las presentes en la primera fase del conjunto
64.– WARD PERKINS, B., 2000: “Constantinople, Imperial Capital of the Fifth and palatino de Recópolis, apuntaría más a la posibilidad de que formara parte del
Sixth Centuries” en RIPOLL, GURT, (eds) Sedes regiae (ann. 400-800), Barce- conjunto de construcciones aúlicas. 70.– MAQUEDANO CARRASCO, B., ROJAS RODRIGUEZ-MALO, J. M., SÁNCHEZ
lona, p. 75. 69.– OLMO ENCISO, L., 2007 “Nuevos paisajes urbanos…”, pp. 167-171 PELÁEZ, E.I., SAINZ PASCUAL, M. J., VILLA GONZÁLEZ, R., 2002, p. 34.
80 81
Restos de san Pedro el Verde.
Para la zona más cercana al complejo palacial, se observó una El sector S.O. del yacimiento, al S. de la Avenida de Carlos
organización del espacio diferente con edificios que aparecían III también ofreció datos sobre la ocupación de época visi-
como una suma de recintos, con amplios espacios abiertos y goda. En la zona situada entre dicha avenida y el campus
organizados en función del trazado viario de esta zona, todo de la Fábrica de Armas, se detectó un edificio de grandes
ello conviviría con las áreas descritas organización del espa- dimensiones, con muros perimetrales de más de 50 x 25 m. de
cio descrita anteriormente74. lado, junto al que se localizaron dependencias rectangulares
de menor tamaño y posiblemente relacionadas entre si. Estos
Esta última zona, objeto de excavación en la actualidad, recintos están asociados a dos calzadas, una de las cuales tie-
está caracterizada por una gran densidad estratigráfica definida ne una anchura de 6 m. para la que se ha sugerido que podía
por una ocupación que por ahora se puede situar entre la épo- comunicar el recinto palatino con la Iglesia de Santa Leoca-
ca visigoda y los siglos XIX-XX, que amplia notablemente la dia76. En el extremo más meridional del yacimiento, entre la
secuencia de ocupación de la zona respecto a la defendida por citada avenida de Carlos III y al N. de la actual consejería de
otros equipos que anteriormente habían trabajado en la zona. Obras Públicas, aparecieron las estructuras de un gran con-
En esta zona se ha localizado un edificio de época visigoda de junto edificado asociado a una calzada, que se relacionan con
grandes dimensiones, unos 700 m2 aproximadamente, que fue la reorganización urbanística de época visigoda. Dicha cons-
objeto de diferentes ocupaciones y expolios75. La fase original trucción era de destacables dimensiones, con una superficie
se estructuraba en cuatro crujías rectangulares organizadas en de 900 m2, y con sus crujías abriéndose a un patio central77.
torno a un espacio central o patio, de planta ligeramente tra-
pezoidal y llevaba asociada en su lado N.O. una cisterna de 76.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: pp. 65-66,
cuidada construcción en opus signinum, también sometida a figs., 3 y 10.
diversos usos y expolios posteriores. Los muros del edificio es- 77.– RUIZ TABOADA, A., MARTÍN, B. Conferencia sobre las excavaciones efectua-
das en la parcelas R-12 de la Vega Baja, con motivo de las Jornadas Técnicas
tán construidos en sillarejo de piedra de gneis, en dos hileras organizadas por Toletum Visigodo y celebradas en mayo de 2008. Los autores
careadas con relleno de mampuesto (piedras de gneis, cantos defendieron la datación en época visigoda de este edificio así como de la citada
de cuarcita y fragmentos de tejas), trabados con mortero de calzada, aunque se argumentó que los hallazgos correspondían a las unidades
estratigráficas más recientes, de época emiral, ya que no se había podido com-
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

arcilla y cal. Presentan refuerzos de sillares en las esquinas, pletar la investigación de esta parcela.
Diferentes aspectos de las exacavaciones. sillares que también se usan como jambas en los vanos, es-
tos generalmente son elementos reutilizados, como sillares de
se constata la existencia de una trama urbana regular, estruc- Al O. de este sector se localizaron una serie de espacios granito, en otros casos son grandes bloques de gneis. Tanto los
turada en manzanas de edificios organizados en torno a patios construidos cuya orientación difería de las antes descritas y muros maestros como las compartimentaciones están ejecuta-
centrales. Algunas de estas viviendas tenían unas dimensio- presentaba mayores similitudes con la zona próxima al con- das con el mismo tipo de fábrica. Los primeros presentan un
nes de 400 m2, y en una de ellas situada en la zona E del junto palatino. El hallazgo más notable fue el de un edificio ancho entre 0.80 y 0.90 m. y las compartimentaciones son algo
yacimiento, próxima a la Avda. de Mas de Rivero, se encontró de grandes dimensiones del que se pudieron excavar dieciséis más estrechos, entre 0.60 y 0.70 m., ambos constituían los zó-
un tesorillo de 30 tremises correspondientes a acuñaciones habitaciones de planta cuadrada y rectangular dispuestas al- calos sobre los que se elevaban las paredes de tapial, estando
de Leovigildo, Sisebuto, Suintila, Sisenando y Chintila, con rededor de un patio. Se comprueba como en esta construcción constituida la cubierta por un tejado de imbrices.
un porcentaje decreciente en su proporción de oro según el fueron integrados muros de construcciones anteriores que,
estudio que se está efectuando71. Esta misma organización estas sí, guardaban una orientación similar a las descritas
anteriormente para el sector Este del yacimiento. Todo este 74.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: pp. 76-77.
con edificios ortogonales y trama urbana similar se localizó en
75.– La excavación de este edificio corresponde al área 10.000 de las actuales in-
las excavaciones realizadas en esta misma zona, denominada complejo se abandonó a principios del siglo VIII, sin que se vestigaciones realizadas desde su inicio manualmente, lo cual posibilitó obtener
como Plataforma Superior T1, si bien aquí no se pudo llegar a pueda definir la fecha inicial al no haberse finalizado la ex- una amplia secuencia que comprende desde niveles datados en el siglo XX hasta
cavación de estos recintos. Entre los espacios de este edificio los actuales niveles de época visigoda, sin que hasta el momento se haya agotado
los niveles de época visigoda. La excavación ofreció datos so- la excavación de este sector. Una primera excavación se acometió por parte de
bre la existencia de edificios de destacables dimensiones con tiene particular interés un conjunto de habitaciones relacio- la empresa J.M. Rojas-Arqueología S. L., durante los años 2004-2005, en lo que
habitaciones rectangulares, algunas de 120 m2, estructurados nadas, situadas en su esquina E., que comunicaban con una entonces se denominó parcela R-1 y vial 5, en la zona denominada B. 3, como
consecuencia del proyecto urbanizador que se quiso acometer. La excavación

Lauro Olmo Enciso


en torno a grandes espacios abiertos —posibles patios—72. de mayores dimensiones, 18 m. de longitud por 7,2 de anchu- de una de las habitaciones, permitió fechar la ocupación más antigua en época
ra, en una disposición que sus excavadores relacionan con el visigoda y la más moderna en época emiral. Es interesante el dato ofrecido por el
edificio del complejo episcopal de Eio-Tolmo de Minateda73. análisis por radiocarbono de una muestra de madera carbonizada, localizada en
71.– CABALLERO, R., MAQUEDA, R., REQUEJO, V., SÁNCHEZ, E., 2008: Con- el último nivel excavado correspondiente a un incendio, y que proporcionó una
ferencia sobre las excavaciones efectuadas en las parcelas R-4 y R-6 de la Vega fecha calibrada entre 430-560 que situaría entre estas fechas la datación del
Baja, con motivo de las Jornadas Técnicas organizadas por Toletum Visigodo y 73.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009, pág. 77, edificio, según lo expuesto por los autores. Véase: ROJAS RODRÍGUEZ-MALO,
celebradas en mayo de 2008. Los autores presentaron fig. 19. J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 68,78-79, figs., 14 B.3 y 15.
82 72.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009, p. 73 y 75, 83
figs., 2, 10, 13 y 14. Detalle de la excavación de uno de los sectoresde la Vega Baja en el año 2006,
dirigida por Arturo Ruiz Taboada (Parcela R12).
Ajuar doméstico

de mesa estaría formada por producciones en vidrio. Especial


interés tiene el conjunto de cerámicas norteafricanas, ya que
nos está reflejando la llegada de productos de ámbito medite-
rráneo al interior de la meseta, aspecto que hasta el momento
solo estaba presente de forma cuantitativamente notable en
Recópolis.

La producción en vidrio presenta conjuntos de diversa fun-


cionalidad, destacan los de mesa definidos por la presencia de
cuencos, vasos y botellas, junto co utensilios de uso doméstico,
como los ungüentarios, así como objetos destinados a la ilumi-
nación, tales como lámparas, tulipas y “policándela”. La apa-
rición de numerosos crisoles de fundición, así como de vidrio
triturado destinado al reciclado hace bastante verosímil la exis-
tencia de un taller de vidrio de fundición y reciclado en esta
zona de la Vega Baja79. Los materiales metálicos de esta época
se centran en los destinados al uso personal como anillos, hebi-
llas, broches de cinturón, colgantes y alfileres, así como objetos
para la iluminación como lampadarios. Así mismo aparecieron
Dado de hueso tres ponderales y objetos de balanza. Por su calidad destaca
una cuenta de amatista engarzada en oro. La producción ebo-
raria ha proporcionado piezas excepcionales como el bote con
una escena del Nuevo Testamento, así como cajitas cilíndricas,
dados, botones, agujas, y placas en hueso cuya función pudo
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

ser la de apliques destinados a objetos muebles80.

Placa de bronce Los diferentes hallazgos arqueológicos realizados en la


Vega Baja durante la presente década confirman la ya defendi-
Las excavaciones actuales están ofreciendo un interesan- da existencia de un nuevo desarrollo urbanístico para la épo-
te conjunto de materiales adscritos a la época visigoda, que ca visigoda impulsado a partir de la consolidación del Estado
nos ayudan a entender las características del yacimiento. La visigodo81, que destaca por la calidad y dimensiones de los di-
producción cerámica está presente con una serie de formas ferentes espacios construidos localizados. Este nuevo paisaje
ligadas a contenedores y de cocina —ollas, ollitas, marmitas, urbano dotó a la zona de Vega Baja de una fisonomía diferente
tapaderas y botellas, fundamentalmente— así como cuencos, a la que había definido la anterior ocupación tardoantingua.
todas ellas realizadas a torno. Hay que destacar la aparición Destaca en todo ello, los indicios sobre la existencia de un
de cerámicas de importación fundamentalmente ánforas y an- programa urbanístico ligado a los nuevos espacios de poder,
foriscos —spatheia— norteafricanos, dedicados al transporte fundamentado en la existencia de un conjunto de edificaciones
de vino y aceite. El conjunto cerámico aparecido confirma la áulicas en su franja occidental y en las cercanías de la ribera
existencia de unas tipologías de cerámica dominantes en el del Tajo. A continuación de éste se configuraron una serie de
ámbito urbano, al mostrar su similitud con los materiales de nuevos desarrollos urbanísticos, en gran parte de nueva plan-
este tipo presentes en Recópolis78. En esta misma dirección ta —si bien el algún sector se reutilizaron construcciones de
apuntaría el hecho de que, hasta el momento, la mayoría de la época anterior—, organizados en diversas franjas situadas al

Lauro Olmo Enciso


cerámica pertenezca a producciones de cocina y contendores
ya que al igual que en esta ciudad en la Vega Baja la vajilla
79.– En este mismo volumen, GARCÍA GONZÁLEZ, J., Vidrio de Vega Baja
80.– Véase en este mismo volumen, JUAN ARES, Jorge de: El material óseo y El
material metálico
78.– Véase en este mismo volumen, GALLEGO GARCÍA, Mª Mar, Aproximación a la 81.– L. OLMO ENCISO, Lauro, 2007: “Nuevos paisajes urbanos y consolidación del
cerámica de época visigoda Estado…”, pp. 167-171.
84 85

Material cerámico Vega Baja. >


La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

86

Llave y cruz.
Materiales constructivos Vega Baja.
87

Lauro Olmo Enciso


E. y al S. de este complejo. El estado actual del conocimien- Los datos aquí analizados, tanto literarios como arqueoló-
to sobre la zona, permite apuntar a una ocupación dinámica gicos, constatan la existencia de un proceso de ampliación de
y sometida a cambios y transformaciones, muestra de unas la ciudad de Toledo en un suburbio que había comenzado a
dinámicas urbanas no estáticas y que enlazan con un proceso desarrollarse desde época bajoimperial. La aparición de nue-
de cambios que se produce en otras ciudades de la época vi- vas edificaciones, testimoniadas por la documentación escrita y
sigoda entre los siglos VI y principios del VIII82. arqueológica, así como de amplias áreas inéditas hasta el mo-
mento, confirma la existencia de un proceso de ampliación de la
Queda por definir la división del nuevo espacio urbano y ciudad en época visigoda. Dicho proceso conllevaría, por tanto,
aunque pueda ser prematuro, los resultados que se están ob- un desarrollo urbanístico de nueva planta que supuso la cons-
teniendo en la actualidad nos permiten plantear algunas hipó- trucción del complejo palatino y los templos más importantes
tesis. La diferenciación, entre los espacios de poder y nuevas de la ciudad, a excepción de la catedral, en el citado suburbio,
zonas de habitación, podría ampliarse a la existencia de áreas pero que también ocupó una gran parte del espacio de la Vega
productivas y comerciales como parecerían sugerirlo los ma- Baja con un amplio programa de construcciones destinadas
teriales que se van encontrando en las excavaciones. Esto se a viviendas y otros usos, que confirió a la ciudad una nueva
fundamenta en la aparición en la zona más próxima al conjunto imagen. El ejemplo de este nuevo desarrollo urbanístico, sirve
palatino, de materiales ligados a este tipo de actividades, pon- para entender mejor esta imagen de ciudades definidas por el
Colgante derales, elementos de balanzas, presencia creciente de mate- impulso estatal, que hasta el momento sólo se defendía para
riales de importación norteafricana, evidencias sobre la exis- Recópolis, y lleva implícito el concepto del monarca fundador
tencia de un taller de producción de vidrio… Todo ello plantea de ciudades, como un elemento de clara afirmación del poder
la posibilidad sobre presencia de una zona comercial y artesana estatal, y como se acaba de mencionar, el impacto de los mode-
próxima al palacio, dentro de un esquema consolidado para esa los presentes en Constantinopla que ya intuyó P. de Palol.
época en el urbanismo de inspiración estatal. El ejemplo más
próximo, en sus acepciones topográficas, temporales y geográfi- Y ahora, la arqueología sigue teniendo la palabra…
cas, lo proporciona Recópolis, donde a ambos lados de la calle
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

principal, en la parte más próxima al palacio y a continuación


de la puerta monumental, se situaban dos grandes edificios
dedicados a actividades comerciales y artesanas de prestigio. 2
Esta disposición se inserta en un esquema urbanístico presen- 1
te en numerosas ciudades del ámbito mediterráneo oriental de
esa época, y cuyo origen conceptual se encuentra en la Cons-
tantinopla de Justiniano, Conjunto de los palacios imperiales, 3
Puerta Monumental y a continuación las áreas comerciales re- 4
lacionadas con la calle principal, la Vía Mesa. Este esquema 7
se expandirá hacia Occidente y se aplicará en la ampliación de 5
la ciudad natal de este emperador, rebautizada como Justiniana
Prima, y alcanzará el occidente europeo. Aquí, además del ya 4
citado ejemplo de Recópolis, se conoce para el Paris merovin- 6
gio, en este caso sólo a través de los testimonios literarios de
Gregorio de Tours83. De confirmarse esta posibilidad, consti- 3
tuiría un elemento más a favor de la existencia en la capital
toledana de una planificación urbanística de inspiración estatal
según el modelo de bizantino de Constantinopla.

Lauro Olmo Enciso


1 Iglesia
82.– OLMO ENCISO, L., 1992: “El reino visigodo de Toledo y los territorios bizanti- 2 Necrópolis (siglos XII-XIV)
nos. Datos sobre la heterogeneidad de la península ibérica”, Coloquio Hispano- 3 Zona de viviendas
italiano de arqueología medieval, Granada, pp. 185-198; op. cit., 1998, pp. 109-
4 Edificios comerciales
118; op. cit., 2007: “The royal foundation…”, pp. 189-195; 2008: pp. 59-60.
83.– OLMO ENCISO, L., 2008: pp. 52-53, y 55-56, fig. 3. 5 Puerta monumental Yacimiento de Vega Baja.
88 6 Palacio Recópolis. 89
7 Cisterna
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

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Plano general del yacimiento, septiembre 2009.

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91

Lauro Olmo Enciso


La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción

92
CAPITULO 3

Ricardo Izquierdo Benito


A ARRABAL ISLÁMICO?
¿DE COMPLEJO PALATINO VISIGODO

93

Lauro Olmo Enciso


¿DE COMPLEJO PALATINO VISIGODO A ARRABAL
ISLÁMICO?

Ricardo Izquierdo Benito

L
os testimonios escritos de época islámica que narran acontecimientos re-
lacionados con Toledo —al igual que ocurre con el resto de al-Andalus—
proceden de épocas diferentes, lo que hace que no siempre presenten testi-
monios muy fiables, en especial aquellos que fueron redactados más tardía-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

mente. El paso del tiempo supuso que los escritores, basándose en relatos
anteriores, añadiesen acontecimientos y sucesos no siempre ajustados a lo
que habría sido la auténtica realidad histórica. De ahí el problema que estos
textos plantean para los investigadores, pues muchos de los hechos que en
ellos se recogen —siendo también en ocasiones muy parcos— no se pueden
tomar literalmente al pie de la letra. Son diversos los textos que recogen
acontecimientos relacionados con Toledo, —casi siempre reiterativos— y
cabe anticipar que ninguno de ellos, hace referencia expresa al complejo

Ricardo Izquierdo Benito


urbano que se había levantado en la zona de Vega Baja en época visigoda,
y que es con el que se encontrarían los musulmanes cuando llegaron aquí
por vez primera.

En las líneas siguientes vamos a presentar, de una manera sucinta, los


principales acontecimientos que tuvieron a Toledo por escenario, durante
los dos siglos siguientes a la llegada de los musulmanes a la ciudad. Como
94 95
Detalle yacimiento Vega Baja.
en aquella única batalla campal que los musulmanes protago- te de la población hubiese huido ante la llegada del ejército
nizaron en la Península. A pesar de lo que algunas crónicas musulmán. No está constatada que se hubiese producido una
señalan, posiblemente la diferencia numérica de los dos ejér- resistencia. Quien hubiese podido encabezarla, como de he-
citos no sería mucha, pero el invasor sí se manifestó mucho cho luego ocurriría en otras ciudades, sería el obispo, pero
más eficaz, especialmente por el despliegue que a partir de según parece éste también había abandonado la ciudad y se
aquel momento llevaría a cabo2. En los meses siguientes los había marchado a Roma de donde ya no regresaría, lo que
conquistadores se dispersaron por la Península sin apenas en- supuso que, hasta su muerte, la sede toledana quedase sin
contrar resistencia. La aristocracia visigoda, muy desunida, representante.
reaccionó de forma muy diferente ante aquella situación. En
unos casos hubo resistencia, pero en otros se optó por pactar Las ciudades eran los centros en los que estaba centrali-
con los conquistadores, como harían obispos y otros miembros zada la organización administrativa de la monarquía visigoda.
de la aristocracia visigoda. Parece que en las ciudades la ocu- En las más importantes residían los obispos, que se habían
pación se produjo de forma bastante rápida mientras que en convertido en una autoridad más de las mismas. Por ello,
las zonas rurales hubo más resistencia. cuando los musulmanes llegaron a ellas, en ausencia de otros
representantes del poder político, aquéllos actuaron como in-
Tariq, tras la batalla de Guadalete, se dirigió de inmediato terlocutores válidos y fueron los que pactaron las condiciones
a Toledo, a donde llegaría en el mes de noviembre. ¿Cuál fue en las que los musulmanes las habrían de ocupar.
el motivo que le impulsó a venir tan rápidamente después
de su triunfo militar? Aparentemente se podría considerar la Como ha señalado Eduardo Manzano, con estos pactos “la
existencia de un motivo político. Si los musulmanes desem- Iglesia se aseguró a cambio de su colaboración el mantenimien-
barcaron en Hispania con el objetivo de apoyar a un bando en to casi intacto de su organización territorial y de sus posibili-
un conflicto dinástico, lo lógico era dirigirse a Toledo, para dades de control social a través de la existencia de importantes
controlar cuanto antes el centro de poder que era, al ser toda- comunidades cristianas que los conquistadores respetaron. Es
vía la capital de la monarquía visigoda. Una vez en la ciudad, legítimo pensar que en tales circunstancias los obispos se con-
Batalla de Guadalete. Salvador Martínez Cubells. R.A.B.A. San Fernando.
cabría pensar que hubiesen propiciado la instauración en el vertirían en un primer momento en colaboradores de los gober-
señalaremos, y como hasta el momento van mostrando las ex- trono de uno de los hijos de Vitiza. Sin embargo, no fue así. nadores establecidos en cada centro urbano”3.
cavaciones realizadas, parece que durante ese tiempo el en- Al parecer, estos fueron compensados con una serie de bienes
tramado urbano que había surgido en la actual zona de Vega pertenecientes a la monarquía visigoda, pero no se les dio el En el caso de Toledo, a falta en la ciudad de una autoridad,
Baja en la etapa visigoda, continuó contando con una pobla- poder. Aquella actitud parece demostrar cual era el verdadero tanto política como religiosa, no es sorprendente que su po-
ción1. Al hilo de los acontecimientos históricos conocidos, y objetivo que tenían los musulmanes desde el momento que pre- blación hubiese huido o, al menos, no hubiese puesto ningún
Coronas de Guarrazar.
ante la falta de una información escrita más precisa, intenta- pararon su desembarco: conquistar el territorio peninsular. tipo de resistencia a los recién llegados. No se tiene constancia
remos reconstruir, en un segundo apartado, con un sentido de Además de por su propio valor material, la apropiación de de ningún pacto establecido con los dominadores, como había
aproximación de marcado carácter hipotético, lo que pudo ha- Además, muy posiblemente, Tariq tendría otro objetivo no aquel tesoro tendría una carga simbólica de victoria militar ocurrido en otros lugares, pues en realidad no había con quien
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

ber ocurrido en esa zona durante el tiempo que todavía pudo menos ambicioso: hacerse con el tesoro que la monarquía vi- para el poder omeya que en aquellos momentos desde Damas- pactar. En cualquier caso, es muy posible que los que aban-
permanecer habitada. sigoda custodiaba en el palacio de Toledo. Sin embargo, es co dominaba sobre el mundo islámico, y en aquel caso como donaron la ciudad pronto volviesen a la misma, acogidos a la
muy posible que, cuando Tariq llegó a la ciudad, el tesoro no imposición fehaciente sobre el poder visigodo. política de tolerancia que los musulmanes pondrían en práctica
3.1.- Lo que fue se encontrase aquí, pues cabe pensar que un grupo de nobles pues no les interesaba encontrar ninguna resistencia.
visigodos, en previsión de lo que iba a ocurrir, se lo hubiesen Por todo lo señalado, cabe pensar que Tariq, cuando llegó
Como es bien conocido, un ejército musulmán, encabezado llevado con la intención de refugiarse en tierras del norte. Así por primera vez a Toledo, su objetivo no sería tanto entrar en En los meses siguientes a su llegada, los musulmanes se
por un bereber, Tariq, derrotó al ejército visigodo encabezado se podría deducir de algunos relatos recogidos en crónicas la ciudad, sino llegar cuanto antes al palacio para hacerse con dedicarían a controlar el territorio circundante a Toledo y se
por el rey Rodrigo en la denominada batalla de Guadalete, en musulmanas que nos cuentan que Tariq salió en pos de ellos el tesoro. No habría tenido ninguna oposición para entrar en producirían los primeros asentamientos de reducidos contin-

Ricardo Izquierdo Benito


el mes de abril del año 711. Del rey visigodo no se vuelve a y llegó a recuperar el tesoro, entre cuyas piezas más valiosas aquél, pues la nobleza palatina que podría haber opuesto una gentes de soldados en los lugares que se considerasen más
tener noticias, por lo que se piensa que pudo haber perecido se cita la Mesa de Salomón. Una vez realizada esta campaña, resistencia, una parte habría perecido en la batalla de Gua- estratégicos. Estos individuos serían bereberes islamizados
Tariq regresaría a Toledo donde pasaría el invierno. dalete y otra sería la que habría intentado huir al norte con el pertenecientes a diversas tribus que con el tiempo termina-
tesoro, con lo que el palacio se encontraría abandonado. rían por establecerse en la región.
1.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, Juan Manuel- GOMEZ LAGUNA, Antonio J.,
2009: “Intervención arqueológica en la Vega Baja de Toledo. Características
del centro político y religioso del reino visigodo”, en Anejos de AEspA LI, pp. 2.– COLLINS, Roger, 2005: La España visigoda, 409-711, Editorial Crítica, Barce-
Según las crónicas islámicas, cuando Tariq llegó a Toledo, 3.– MANZANO MORENO, Eduardo, 2006: Conquistadores, emires y califas. Los
45-89 lona, p. 145. la ciudad estaba vacía. Es muy posible que una gran par- omeyas y la formación de al-Andalus, Barcelona, p. 53.
96 97
Muza azota el rostro de Tariq por desobedecer sus órdenes. Dibujo de J. Alaminos.
nos— a la aprobación del árabe. La fase bereber ha quedado bre que los musulmanes dieron al territorio que ocuparon en LA INVASIÓN ISLÁMICA DE LA PENINSULA
cerrada y seguirá estándolo hasta el paso de almorávides y al- la Península Ibérica.
mohades. La historia andalusí vuelve a ser árabe y a inscribir-
se dentro del contexto general del imperio sirio-mediterráneo Toledo se encontraba en el centro del principal eje que ha-
omeya musulmán. Observación lógica, pero cuya aceptación bría de articular al -Andalus, como sería la ruta que uniría las
ayuda a entender mejor el contexto general donde se inscribi- ciudades del sur —especialmente Córdoba— con Zaragoza.
rán los acontecimientos peninsulares4. A través de ella, y de sus principales ciudades, se produci-
ría un gradual proceso de islamización, como lo demuestra el
Muza y Tariq pasaron aquel invierno en Toledo preparando gran número de ulemas que en las mismas pronto empiezan
la campaña militar que al año siguiente realizaron por tierras a aparecer, como fue el caso de Toledo. Los conquistadores
del Ebro, que muy posiblemente estaban controladas por otro mantuvieron la trama urbana que encontraron en el momento
rey del que se habla muy poco, de nombre Agila, y que pudo de su llegada y no emprendieron, de momento, la fundación
haber gobernado simultáneamente con Rodrigo, siendo ambos de nuevas ciudades.
rivales. Se conservan varias monedas con su nombre, acuñadas
en las cecas de Gerona, Narbona y Tarragona, lo que nos mues- Tras su marcha, Muza dejó como gobernador de al-Andalus
tra el ámbito geográfico de su influencia. El resto de la Penín- a su hijo Abd al-Aziz, que no se estableció en Toledo sino en
sula habría estado controlado por Rodrigo. Posiblemente Agila Sevilla. Sus sucesores trasladarían la sede a Córdoba, posi-
habría sido aupado, lejos de Toledo, por otro sector nobiliario blemente por seguir manteniendo una proximidad con el norte
rival del que consiguió la proclamación de Rodrigo. de África en unos momentos en los que la conquista de His-
En el año 712, el árabe Muza, gobernador de Ifriqya des- pania todavía se estaba consolidando. Además, en esta ciudad
embarcó en la Península con otro ejército, esta vez compuesto Alguna crónica señala que durante su estancia en Toledo el desaparecido rey Rodrigo había contado con una serie de
fundamentalmente por soldados de origen árabe. Al parecer Musa ejecutó a un grupo de miembros de la aristocracia por su propiedades que ahora podían ser aprovechadas por los con-
se encontraba muy molesto pues no le habían llegado noticias apoyo a Oppas, hijo del rey Egica. Según Collins, podría ser quistadores.
de lo que Tariq estaba haciendo. Sin embargo, su objetivo in- razonable pensar que éste habría sido elegido y hasta consa-
mediato no fue venir a Toledo, sino conquistar otras ciudades grado como rey en el tiempo transcurrido entre la derrota de Es curioso comprobar cómo, en el caso de Toledo, no se
importantes, cabeceras provinciales, tales como Sevilla y Mé- Rodrigo y la llegada de Tariq a Toledo y que su suerte habría produjo el mismo fenómeno que ya había ocurrido en otros
rida, las cuales, a diferencia de Toledo en su momento, sí opu- sido la misma que la de sus partidarios5. territorios ocupados durante el proceso de expansión del Is-
sieron resistencia encabezada por el poder local eclesiástico lam. En Irán (Ctesifonte), en Egipto (Alejandría) y en el Norte
—ambas eran sedes metropolitanas—, aunque finalmente tu- Una vez realizadas sus campañas por el norte peninsular, de África (Cartago), con una posible intención de degradar- Tras la marcha de Muza y Tariq quedaría nombrado un
vieron que rendirse y fueron ocupadas por los musulmanes. Muza —reclamado por el califa— y Tariq se dirigieron a Da- los, sus centros de poder fueron abandonados y en sus in- gobernador de la ciudad y de su territorio, del cual no tene-
masco a rendir cuentas de lo que habían sido las operaciones mediaciones se fundaron nuevas ciudades que en un primer mos ninguna referencia. Con toda probabilidad sería un árabe
Una vez tomada Mérida, Muza se dirigió hacia Toledo. militares en Hispania. Previamente se habrían reunido los dos momento actuaron como asentamientos militares7. No parece pues los cargos de mayor responsabilidad eran desempeñados
Tariq salió a su encuentro y, en un lugar impreciso no muy en Toledo, donde Muza recogería la ceca y el botín. Sin em- que ocurrió lo mismo con Toledo, pues no fue abandonada, por gente de este origen y no tanto por bereberes.
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

alejado de Talavera los dos personajes se vieron. Según algu- bargo, una vez en Damasco, Muza cayó en desgracia, al ser aunque tal vez pudo haber sufrido un cierto proceso intencio-
nas crónicas, Muza reprendió severamente a Tariq, llegando acusado de haberse quedado con parte del botín6. y se deja nado de destrucción de edificios significativos como expresión En los años posteriores, consolidada la ocupación, ven-
incluso a humillarle, por la actuación tan personalista que de tener noticias de los que habían sido los conquistadores simbólica de ruptura con el pasado visigodo y manifestación drían nuevos contingentes de musulmanes, entonces no tanto
había llevado a cabo desde su desembarco en la Península, de Hispania y que habían pasado un tiempo en Toledo, dando evidente de la imposición de un nuevo poder. ¿Pudo haberse tropas sino grupos familiares de los que se habrían asentado
atribuyéndose algunas competencias que no le habían sido los primeros pasos en lo que habría de ser el proceso de isla- proyectado todo esto en el complejo de Vega Baja donde de desde el primer momento. De esta manera la presencia de
otorgadas. De allí marcharon a Toledo donde Muza exigió a mización de esta ciudad, la madinat al-muluk (la ciudad de una manera más efectiva había tenido su sede la monarquía musulmanes se haría cada vez más numerosa. Se ha señalado
Tariq que le entregase todo el botín que había conseguido y los reyes), como en alguna ocasión habría de ser denominada, visigoda? En cualquier caso, para Toledo se abría una nueva que en Toledo no hubo asentamientos árabes de importancia,
que era lo que, una vez efectuado el reparto entre las tropas, en recuerdo al pasado político que había tenido. Toledo, que etapa bajo el influjo de los nuevos dominadores, y continuó mientras que en sus alrededores sí que fueron numerosos los

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correspondía al califa. Desde aquí fue enviada una delegación habría de ser conocida como Tulaytula, se convirtió en una siendo una de las ciudades más dinámicas de al-Andalus. A grupos bereberes8.
a Damasco para informar al califa al-Walid del proceso de ciudad más de las muchas que existieron en al-Andalus, nom- diferencia de otras que padecieron una profunda situación
conquista de Hispania, incluida la de la antigua capital de la de crisis económica, sus habitantes consiguieron imponer un A estos musulmanes que llegaban de fuera se irían aña-
monarquía visigoda. 4.– CHALMETA, Pedro, 1994: Invasión e islamización. La sumisión de Hispania y dominio sobre la zona rural circundante, logrando encauzar diendo los toledanos que se convirtiesen al Islam (los mula-
la formación de al-Andalus, Madrid, p. 181.
5.– COLLINS, Roger, 1991: La conquista árabe, 710-797, Editorial Crítica, Barce-
hacia ella la producción agraria.
Como ha señalado Pedro Chalmeta, “a partir de ahora, los lona, p. 34. 8.– MANZANO MORENO, Eduardo, 1991: La frontera de al-andalus en época de los
6.– CHALMETA, Pedro, 1994, pp. 199-209. 7.– COLLINS, Roger, 1991, p. 45. omeyas, Madrid, p. 179
acontecimientos obedecerán a la iniciativa o —cuando me-
98 99
díes) cuyo número, con el paso del tiempo, iría en aumento. do una sublevación protagonizada por los grupos bereberes, Ya cuando el futuro Abd al-Rahmán I se hizo con el po- pitando y sus cuerpos arrojados al gran foso. Este sangriento
Lo cual supondría una necesidad de nuevas mezquitas para descontentos con el papel hegemónico que desempeñaban los der en al-Andalus, el antiguo gobernador, derrotado, Yusuf acontecimiento es el que se conoce en la historiografía anda-
lo que se estaría procediendo a la adaptación de algunas de árabes. En al-Andalus los sublevados constituyeron tres co- al-Fihri, pretendió hacerse fuerte en Toledo, aunque nada lusí como “la Jornada del Foso”. Las víctimas debieron de ser
las antiguas iglesias o basílicas a esta función. De la misma lumnas, una de las cuales asedió Toledo durante un mes pero consiguió y tuvo que pactar. No obstante, poco después volvió numerosas, aunque posiblemente no tantas como los cronis-
manera, también necesitaban sus propios lugares de enterra- no consiguió tomar la ciudad. A la postre fueron derrotados en de nuevo a sublevarse pero también fue derrotado y huyó a tas árabes han señalado. Con aquella drástica medida Toledo
miento por lo que surgirían nuevos cementerios, no asociados las cercanías, junto al arroyo Guazalete. tierras de Toledo, donde sus propios partidarios le asesinaron quedaría pacificada durante varios años.
a los lugares de culto como normalmente ocurría con los ce- en el año 759.
menterios cristianos. La otra fecha importante es la del 756, año en el que Abd E. Manzano se cuestiona la existencia de este aconteci-
al-Rahmán b. Muawiya, un omeya, se hizo con el control de Tres años después una nueva conjura estalló en la ciudad miento, considerando que pudo haber sido una elaboración
Por el contrario, aquellos que, tolerados en sus creencias al-Andalus proclamándose emir (Abd al-Rahmán I). Con su contra el emir, durante la cual Hisham ben Urwa se erigió en cronística de un tema literario ampliamente difundido en el
se mantuvieron fieles a su religión católica —los que poste- imposición se iniciaba una nueva etapa en la historia de al- gobernador de la misma. En el año 764 un ejército enviado mundo islámico11. Además, está documentalmente constatado
riormente habrían de ser conocidos como mozárabes— segui- Andalus que habría de ser conocida como el Emirato Inde- desde Córdoba consiguió restablecer el orden. que en aquella fecha Amrus no se encontraba en Toledo, sino
rían manteniendo algunos de sus antiguos lugares de culto, a pendiente. El centro político del nuevo estado sería Córdoba. en la Frontera Superior.
los que también quedarían vinculados sus lugares de enterra- El primer emir se decidió por esta ciudad y no por la antigua En los años finales del reinado de Abd al-Rahmán I, un hijo
miento. Con el paso del tiempo irían experimentado un con- capital de la monarquía visigoda. Desde allí intentaron poner de Yusuf al-Fihri, Abu l-Aswad Muhammad, se sublevó en To- Sin embargo, aquella situación tampoco iba a durar mucho,
secuente proceso de arabización. Los edificios de culto serían en práctica los mecanismos necesarios para ejercer un control ledo hasta que en el año 785 fue derrotado por el propio emir. pues a partir del año 811, y en varias ocasiones, los toledanos
los mismos, unos continuando como iglesias y otros adaptados sobre todo el territorio y su población, para lo que tuvieron se volvieron a sublevar por lo que fue necesario enviar tropas
a mezquitas. Desconocemos cuando se pudo haber levantado que contar con colaboradores fieles, que actuasen en nombre Al morir Abd al-Rahmán I dejó como sucesor a su hijo desde Córdoba, que sitiaron la ciudad, aunque con escasos
la primera mezquita de nueva planta en Toledo. del nuevo poder. menor Hisham. El hijo mayor, Sulayman, que en el momento resultados.
de la muerte de su padre se encontraba en Toledo como gober-
Es muy posible que, hasta la Durante aquella etapa Toledo se convirtió en el centro mi- nador, se sintió agraviado. Pretendiendo acceder al trono, re- Otra importante revuelta, que el emir Abd al-Rahmán II
muerte del metropolitano Sinderedo litar más importante de la Frontera o Marca Media, frente al clutó un ejército y se dirigió a Córdoba pero fue derrotado en tardaría siete años en sofocar, estuvo encabezada por un mo-
en Roma, se hubiese producido un cada vez más consolidado reino astur. Sus obispos continua- el camino. De nuevo volvió a Toledo, esta vez con su hermano desto jornalero llamado Hashim al-Darrab (el Herrero), del
vacío episcopal en Toledo. No es se- ron manteniendo la primacía eclesiástica entre la comunidad Abd Allah. Para terminar con aquella situación, en el año 789 cual varios familiares habían sido ejecutados en los sangrien-
guro que el chantre Urbano hubiese mozárabe de al-Andalus, pero en la ciudad ya no se volvieron el nuevo emir puso sitio a la ciudad durante más de dos meses tos acontecimientos de la Jornada del Foso. Con una partida
desempeñado las funciones episco- a celebrar concilios. hasta que ésta se rindió. Conseguida la pacificación, Hisham de descontentos que consiguió reunir, a partir del año 829
pales en su ausencia. Tras la ocu- I envió como gobernador a su hijo al-Hakam, el que habría de se dedicó a atacar los campos de los alrededores de Toledo
pación musulmana, el prestigio que Tal vez lo más significativo es que Toledo fue escenario de ser su sucesor. Durante su estancia en Toledo, en el año 792, y a asaltar a los viajeros que transitaban por los camino. Los
había alcanzado la Iglesia de Toledo múltiples revueltas al negarse sus habitantes a reconocer el nació su hijo el futuro Abd al- Rahmán II. rebeldes también derribaron la fortaleza mandada construir
a fines del siglo VII a través de sus nuevo poder omeya10. Los gobernadores enviados desde Cór- por Amrus. Desde Córdoba, se encargó al general de la Fron-
metropolitanos todavía se mantenía. doba tuvieron serias dificultades para ejercer su cargo, lo que Nuevamente, ya durante el reinado de al-Hakam I, en el tera Media, Muhammad ben Rustum, que les reprimiese, lo
Pero entonces eran sobre todo diá- se tradujo en constantes sublevaciones, por lo que, durante 797 Toledo volvió a desvincularse de su obediencia al poder que hizo, muriendo el cabecilla de la revuelta. Aunque sus
conos los que llevaron adelante la casi todo el Emirato, la ciudad se mantuvo en una situación cordobés. Entonces, el emir encargó al gobernador de Hues- seguidores continuaron con las acciones, las tropas enviadas
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

labor intelectual y no tanto los obis- de semi-independencia, llegando a recabar, en ocasiones, la ca, el muladí Amrus, que se dirigiese a la ciudad para sofocar por el emir, tras un asedio consiguieron entrar en Toledo en el
pos, tal vez por el estricto control ayuda militar de los cristianos del norte peninsular. la revuelta que estaba encabezada por un tal Ubayd Allah ben mes de junio del 837. La antigua ciudadela fue nuevamente
que los musulmanes ejercerían so- Jamir. Pronto se desembarazó de éste, haciéndole caer en una reconstruida, se nombró un gobernador y se instaló una nu-
bre ellos. Con el metropolitano Cixi- También algunos musulmanes, en ocasiones, tomaron trampa, como luego haría con los demás cabecillas. Amrus merosa guarnición, todo lo cual posibilitó que, hasta el final
la la iglesia toledana volvería a recuperar su prestigio. Como a Toledo como centro de sus revueltas y discordias civiles, persuadió a los toledanos de que tenían que construir una del reinado de Abd al-Rahmán II, Toledo pudo permanecer
ha señalado Roger Collins, “Toledo perdió en gran medida tal aprovechando, seguramente, su alejamiento de la capital cor- fortaleza para residencia de los gobernadores y de la guarni- tranquila, en gran parte merced a los numerosos rehenes to-
posición después de la conquista árabe, pero a mediados del dobesa y las características defensivas de la propia ciudad. ción militar. De esta manera se levantó una gran ciudadela, ledanos que fueron confinados en Córdoba para asegurar la
siglo VIII por fin parece haberse restablecido como guía de Ello les permitió poder eludir con más facilidad las pesqui- de muros de tapial, rodeada por un gran foso del cual se había lealtad de la ciudad.

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muchas, o de la mayoría, de las iglesias de la península”9. sas de los oficiales centrales y resistir con mayor efectividad extraído la tierra para la construcción de aquella. En el año
los consiguientes ataques del poder omeya. El hecho fue que, 807, al-Hakam I, confabulado con Amrus, envió a su hijo, el Nada más acceder al trono Muhammad I, los toledanos se
La siguiente noticia que tenemos sobre Toledo, nos lle- entre unos y otros, Toledo se convirtió en la principal ciudad futuro Abd al-Rahmán II que a la sazón contaba catorce años, volvieron a sublevar. Encarcelaron al gobernador omeya de la
va al año 742, treinta años después de la primera presencia rebelde de al-Andalus durante aquella época. al frente de un ejército. Llegado a la ciudad se le preparó una ciudad y un ejército, encabezado por el mozárabe Suintila, se
musulmana en la ciudad. El año anterior se había produci- recepción en la nueva fortaleza, a la que también se invitó dirigió hacia Calatrava, cuyos habitantes la abandonaron. En
10.– PORRES MARTÍN-CLETO, Julio, 1985: Historia de Tulaytula (711-1085), To- a los toledanos m s influyentes, tanto de la ciudad como del
9.– COLLINS, Roger, 1991: p. 74. ledo. campo. A todos ellos, según iban llegando, les fueron deca- 11.– MANZANO MORENO, Eduardo, 1991: pp. 274-284.
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Puente de Alcántara.
Puente de Alcántara y Alficén.
Posteriormente la ciudad estuvo controlada por diversos 3.2.- Lo que pudo haber sido
personajes, hasta que en el 906 Lope ben Tarbisa se hizo de
nuevo con el poder y lo mantuvo hasta los primeros años del Hasta aquí hemos presentado, sucintamente, los princi-
reinado de Abd al-Rahmán III. El personaje que le sucedió pales acontecimientos recogidos en las fuentes escritas que
también mantuvo a la ciudad en rebeldía. tuvieron por escenario a Toledo desde la llegada de los musul-
manes a la misma, en el año 711, hasta que en al-Andalus se
Cuando en el año 929 —tras llevar varios años como instauró el Califato en el año 929. Como ya se ha señalado con
emir—, Abd al-Rahmán III se autoproclamó califa, ya había anterioridad, los textos apenas nos ofrecen ninguna informa-
conseguido pacificar gran parte de al-Andalus, pero todavía ción de valor urbanístico sobre la ciudad y su entorno. Ante
se mantenía en rebeldía el endémico foco de Toledo. Intentó esta situación, y para intentar buscar una respuesta fidedigna
convencer a los toledanos de que debían de reintegrarse al a lo que pudo haber pasado —especialmente en el espacio
seno de la comunidad andalusí y pagar los impuestos debidos suburbano—, tanto en los primeros momentos de la presencia
a la hacienda regia. Pero no consiguió ningún resultado efec- musulmana como en los años posteriores, nuestra única po-
tivo y, ante el fracaso, se decidió a intervenir por la fuerza. sibilidad es el recurso a plantearnos una serie de hipótesis,
En la primavera del año 930 envió un primer ejército, al que, dentro de la lógica que pudieron haber tenido los aconteci-
en el mes de julio, se unió otro encabezado por él mismo. mientos históricos y que luego, llegado el caso, la arqueología
Acamparon en la posición de Chalencas, para posteriormen- nos podrá confirmar o desmentir.
te establecer el campamento junto al cementerio de Toledo e
iniciar así un cerrado cerco. Durante varios días se dedicaron Nos encontramos ante un ejemplo evidente de cómo, ante
a destruir las cosechas y quemar las alquerías de los alre- la falta de un apoyo documental suficiente y fiable, la recons-
dedores para imposibilitar el abastecimiento de los sitiados. trucción histórica de un determinado lugar se puede intentar
Abd al-Rahmán III mandó entonces levantar una ciudad en el realizar a partir de la interpretación de unos restos materiales
el verano del 853, tropas enviadas desde Córdoba recobraron nadores extranjeros, y muy posiblemente también su negativa
alto de Chalencas, para lo que llamó a artesanos y obreros, y recuperados en unos trabajos arqueológicos. Siempre lo de-
esta ciudad en la que establecieron una importante guarnición. a pagar los impuestos que se les exigía desde Córdoba. No
a la que denominó Madinat al-Fath (la Ciudad de la Victoria). seable es poder contar con ambas fuentes, las materiales y
Ante la previsible reacción del emir, los toledanos solicitaron obstante, no se conoce muy bien como se organizaban estas
Luego se marchó a Córdoba. las escritas, pero, desgraciadamente en este caso, no es así.
la ayuda del rey asturiano Ordoño I, el cual mandó un ejército revueltas, sobre todo en lo referente a los personajes que las Procurando no caer en especulaciones arriesgadas difíciles de
al mando de Gatón del Bierzo. El propio Muhammad I se puso Durante dos años se mantuvo el asedio a Toledo. Sus ha- encabezaban, es decir, si eran elegidos para tal empresa y, demostrar y manteniendo siempre la prudencia que cualquier
al frente de numerosas tropas que, en junio del año 854, de- bitantes, como ya habían hecho en otras ocasiones, volvieron llegado el caso, quién les elegía. interpretación ha de conllevar, vamos a señalar a continua-
rrotaron a los sublevados y a sus aliados junto al arroyo Gua- a solicitar ayuda militar cristiana, esta vez a Ramiro II. Pero ción algunas deducciones que pueden entrar dentro de una
zalete, causándoles graves pérdidas. Sin embargo, aunque la el ejército que éste envió fue derrotado por las tropas omeyas. Según E. Manzano, al contrario que en otras zonas fronteri- cierta lógica a tenor de los acontecimientos conocidos. Surgi-
ciudad fue sitiada en el año 856, no consiguieron tomarla. Aislados del exterior y acosados por el hambre, los toleda- zas, en Toledo no surgieron linajes dominantes que mantuvie- rán muchas interrogantes que no siempre tendrán respuestas
nos tuvieron que rendirse. De esta manera, el 2 de agosto del sen un protagonismo predominante con afán de perpetuarse. rotundas ni tal vez, convincentes. Pero de momento es a lo
En el año 858 el emir se dirigió nuevamente a Toledo y Se conocen los nombres de algunos de estos efímeros cabe-
932, Abd al-Rahmán III entró a caballo en la ciudad donde más que podemos llegar.
mandó derribar el puente de Alcántara que era uno de los
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

estableció una numerosa guarnición, aunque no adoptó repre- cillas que se pusieron al frente de algunas revueltas, pero no
principales accesos a la ciudad. Abandonados por Ordoño I, consiguieron imponer ningún tipo de jefatura hereditaria. Las
salias ni medidas de castigo. Mientras estuvo en Toledo se ini- Cuando Tariq llegó a Toledo, aquí se encontraría con una
los toledanos solicitaron una amnistía que les fue otorgada. fuentes se refieren a “la gente de Toledo”, sin destacar espe-
ció la construcción del al-Hizam (Alficén), un amplio recinto ciudad en la que, todo parece indicar, se podrían señalar dos
Ello posibilitó que los diez años siguientes transcurriesen re- cialmente a nadie. Los levantiscos habitantes de la ciudad,
fortificado a modo de alcazaba, para controlar, desde la propia ámbitos diferentes. Por una parte, la ciudad propiamente di-
lativamente tranquilos, hasta que se produjo una nueva suble- contaban con una fuerte cohesión interna que les permitió
ciudad, el acceso al puente de Alcántara. Para lo cual man- cha, Toletum, encaramada en un cerro, protegida por una mu-
vación en el 875. disponer de tropas y desafiar a la autoridad cordobesa mante-
dó levantar una muralla que desde el actual Alcázar llegaba ralla. Por otra, el complejo urbano que se había desarrollado
hasta el Miradero. Desde entonces, Toledo, ya pacificada de niéndose dentro de una cierta autonomía, lo cual no dejaba de en la parte baja, próximo al Tajo, (el suburbium, hoy conoci-
Durante el mandato de los dos emires siguientes, al-Mund-
una forma definitiva e incorporada a la obediencia del poder ser sorprendente12. También se explicaría porque posiblemen- do como Vega Baja), en torno al complejo palatino que, desde

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hir y Abd Allah, Toledo debió de permanecer completamente
central cordobés, no volvería a protagonizar sublevaciones te Toledo consiguió controlar su territorio circundante del que hacía ya casi dos siglos, la monarquía visigoda había levan-
al margen de la autoridad omeya. Un agitador toledano, Lope
durante el resto del siglo X. conseguía garantizar su abastecimiento. Por ello, era frecuen- tado en aquella zona y cuyos restos han comenzado a aflorar
ben Tarbisa —hijo de Tarbisa ben Masuna— se hizo con el
te que, en momentos de sublevación, las campañas de castigo desde hace unos años. Cómo se encontraron los musulmanes
control de la ciudad y se dedicó a atacar a los Banu Di-l-Nun
En aquella prolongada actitud levantisca debió de influir, lanzadas desde Córdoba estuviesen orientadas al saqueo de estos grandes espacios y cómo se produjo la ocupación de los
de la zona de Santaver. Estos, en el año 887, organizaron un
en gran medida, la circunstancia de que la mayor parte de la las tierras de los alrededores. mismos, son aspectos que, en gran medida desconocemos.
gran ejército que derrotó a los toledanos y consiguieron un
población era de origen hispanovisigodo —muladíes y mozá-
gran botín, aunque posiblemente no ocuparon Toledo.
rabes— que no aceptaba fácilmente la ingerencia de gober- 12.– MANZANO MORENO, Eduardo, 2006: p. 327.
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Según las crónicas islámicas, en el momento de la llega- se hubiese vuelto a estabilizar. Pero, no siempre esos objetos Como ya se ha señalado anteriormente, uno de los princi- En el tiempo que Muza y Tariq aquí estuvieron es inne-
da de Tariq a Toledo la ciudad estaba vacía. A qué ciudad volvieron a manos de sus antiguos propietarios y continuaron pales objetivos de Tariq al llegar a Toledo sería la consecu- gable que tuvieron que contar, al menos, con una mezquita.
se refieren ¿a la de arriba? ¿a la del suburbio? ¿o a todo el ocultos —algunos lo seguirán estando todavía— hasta que el ción del tesoro visigodo, pues los musulmanes, especialmente ¿Cuál fue la primera mezquita que se fundó en Toledo? No
conjunto? Esto es algo a lo que no podemos responder pues azar quiso, en algunos casos, que se volviesen a recuperar. en aquellos primeros momentos de la conquista, necesitaban lo sabemos pero, dentro de una lógica, bien pudiera pensarse
no contamos con ningún elemento fidedigno, aunque cabría conseguir botín, entre otras causas para recompensar a las que hubiese sido la basílica visigoda de los Santos Pedro
pensar, dentro de una lógica, que los textos se refieren a la El caso más significativo de ocultación es el conocido como tropas que estaban participando en todo el proceso militar. y Pablo. Esta basílica, con la denominación de “pretorien-
ciudad propiamente dicha, es decir, a la de arriba. “tesoro de Guarrazar”, un conjunto de coronas votivas vincu- Por ello, Tariq se dirigiría al palacio, donde el tesoro se cus- se” como aparece citada en la documentación, debía de en-
ladas a varios reyes visigodos, del cual se sabe su lugar de todiaba, aunque al parecer tuvo que recuperarlo saliendo tras contrarse aneja al palacio real y habría sido como el lugar
En cualquier caso, es lógico pensar que se produciría un aparición pero no su lugar de procedencia13. Alguien, ante la un grupo de nobles visigodos que se lo habría llevado. En- de culto “oficial” de la monarquía visigoda15. Si el edificio
momento de confusión y hasta de pánico por parte de los inminente llegada de los musulmanes, recogió las coronas del tre las piezas recuperadas se encontraría la llamada mesa de se ubicaba contiguo o próximo al palacio, y en él ahora se
habitantes de Toledo, ante la llegada de unos desconocidos lugar o de los lugares en las que se encontraban, y las escon- Salomón que tanta literatura ha generado, especialmente en encontraba alojado el nuevo poder dominante, ¿por qué no
cuyo afán principal parecía ser la consecución de botín. Por dió en una tumba, en un paraje retirado de Toledo. Todo pare- las fuentes islámicas, llegando a convertirla en un elemento pensar que adaptaron el edificio para la práctica de su propio
ello, no sería sorprendente que mucha gente saliese huyendo, ce indicar que esas coronas, por sus características, procede- casi legendario y fantasioso14. En cualquier caso, aceptando culto? Es lo que sabemos que ocurrió en otros casos, en los
llevando consigo o escondiendo, aquello que de valor pudie- rían de un contexto religioso significativo. ¿Se encontraban en una mínima base histórica sobre su existencia, todo parece que antiguas iglesias visigodas se convirtieron en mezquitas,
sen tener. En aquel contexto se debieron de producir muchas alguna o en varias de las basílicas del suburbio toledano o tal apuntar a que se trataría de un objeto con unas características añadiéndoles un mihrab en el muro que se adecuaba a la
ocultaciones de objetos valiosos con la intención de dejarlos vez en algún edificio de culto cercano al lugar del hallazgo? muy especiales que lo harían muy llamativo y de ahí el asom- orientación precisa.
a resguardo y de volverlos a recuperar cuando la situación Son preguntas que no podemos responder. bro que causó.
Muza ya había fundado anteriormente una mezquita en Al-
Otro ejemplo de ocultación lo han proporcionado las exca- Cabe pensar que el lugar de residencia de Tariq durante geciras, por lo que no sería sorprendente que aquí fundase
vaciones realizadas en Vega Baja. Se trata de un “tesorillo” su estancia en Toledo sería el palacio real, en el que se es- otra, en el complejo palatino, máxime tratándose de un lu-
compuesto por un conjunto de 30 monedas de oro acuñadas tablecería, junto con una tropa, pues en definitiva era como gar simbólico como anterior centro de poder de la monarquía
por varios reyes visigodos, que aparecieron en el interior de el representante del nuevo poder que sustituía al anterior. visigoda. Esto será algo que la arqueología, llegado el caso,
una vivienda. Muy posiblemente, el que viviese en la mis- Aunque también es de suponer que la ciudad de arriba sería podrá demostrar. Si se localizase con precisión la basílica de
ma las ocultó, en el momento de producirse la llegada de los controlada para evitar una posible resistencia al amparo de los Santos Pedro y Pablo, y se comprobase que tiene un mi-
primeros musulmanes, ante el lógico temor de que se las re- la muralla por parte de la población toledana que tal vez no hrab añadido, entonces no habría duda que, efectivamente, el
quisasen. Sin embargo, no las volvió a recuperar y allí perma- hubiese huido o que hubiese regresado. Así transcurriría el edificio fue convertido en una mezquita, aunque siempre nos
necieron hasta que las excavaciones actuales las han vuelto a invierno del año 711. quedaría la duda de si fue la primera de Toledo.
sacar a la luz.
Tras su encuentro al año siguiente cerca de Talavera Muza Durante la permanencia de Muza en Toledo tuvo que ha-
y Tariq marcharon a Toledo donde su punto de destino sería ber estado funcionando una ceca, con la finalidad de acuñar
el complejo palatino en el que se alojarían, aunque enton- moneda para pagar a las tropas que le acompañaban. En su
ces el que actuaría como verdadero gobernador sería Muza. condición de gobernador, tenía capacidad legal para acuñar
Si ellos se alojaron en el palacio, ¿dónde lo hicieron las tro- moneda. Por ello, con él traería una ceca ambulante que, con
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

pas que les acompañaban? Desconocemos cuantos soldados el metal precioso obtenido del botín, acuñaría monedas con
podían encontrarse en aquellos momentos en Toledo, aunque que compensar a los soldados en los primeros momentos de la
cabe pensar que su número sería importante pues eran dos conquista, cuando todavía no se realizaban repartos de tierras
ejércitos los que se habían juntado. Una parte lo haría en el o de otros bienes.
mismo palacio, actuando como guardia personal de los dos
personajes. El resto cabe pensar que se hubiese dispersado Al poco de desembarcar Muza en la Península los musul-
por los edificios que se encontrasen vacíos, tanto en la parte manes comenzaron a acuñar moneda propia, con la intención,
de arriba como en el complejo urbano del entorno del palacio. muy posiblemente, de marcar las diferencias desde el primer

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Pero también es muy posible que se hubiese montado un gran momento con respecto al poder visigodo. Se trataba de piezas
campamento, de tiendas de campaña, en el que alojar y tener de oro, de mayor peso y menor tamaño que las visigodas, imi-
concentradas a todas las tropas. ¿Estuvo este campamento en tación de los sólidos bizantinos, y que al principio pudieron
algún punto de Vega Baja? Cabe pensar que así fuese. haber sido numerosas. Era también una manera de poner en

14.– HERNÁNDEZ JUBERÍAS, Julia, 1996: La Península imaginaria. Mitos y leyen- 15.– PUERTAS TRICAS, Rafael, 1975: Iglesias hispánicas (siglos IV-VIII). Testimo-
13.– PEREA, Alicia (ed.), 2001: El tesoro visigodo de Guarrazar, Madrid. das sobre al-Andalus, Madrid, pp. 208-248. nios literarios, Madrid, pp. 31-32.
104 105
Coronas de Guarrazar.
Excavación de una tumba en Vega Baja.
marcha un incipiente sistema administrativo como demostra- Durante la revuelta bereber del año 742, cabe pensar que
ción fehaciente de las intenciones de los nuevos ocupantes. el ataque a Toledo se llevaría contra la ciudad alta, protegida
La dispersión de las nuevas monedas actuaría como un vehí- por su muralla, gracias a la cual pudo resistir. Pero esto nos
culo transmisor de la nueva realidad16. lleva a plantearnos qué pasó entonces con la zona de Vega
Baja: ¿no fue atacada?, ¿por qué? Cabría pensar que sus ha-
En el complejo palatino todavía se conservaría la ceca en bitantes hubiesen subido a refugiarse a la parte de arriba y
la que algunos reyes visigodos habían acuñado moneda, con que el lugar estuviese despoblado. Pero en tal caso se presen-
lo que es muy posible que Muza reaprovecharía la infraes- taba como muy propicio para ser saqueado y, llegado el caso,
tructura que en ella todavía se pudiese conservar para seguir arrasado. Sin embargo no parece que así fuese. Ello nos lleva
con sus acuñaciones. De los ejemplares que se conocen de a pensar que, muy posiblemente, se debió a que este arrabal ¿En qué situación se encontraría el arrabal de Vega Baja
las primeras emisiones monetarias realizadas en al-Andalus, estaba, desde el primer momento, habitado por familias de cuando Abd al-Rahman III organizó el asedio de Toledo en el
muy posiblemente varios de ellos tengan un origen en la ceca origen bereber, por lo cual, de alguna manera también partici- año 930? Si entonces todavía contaba con población, se podía
toledana. paban de la revuelta y por eso no sufrió ninguna destrucción. convertir en un reducto desde el que los sublevados podían
encontrar una ayuda exterior. Por lo cual, es posible que el
Como ha quedado señalado anteriormente, cuando Muza y Tampoco podemos precisar qué impacto pudieron haber Califa lo hubiese mandado evacuar o al menos habría procu-
Tariq abandonaron Toledo, aquí tuvieron que dejar a un per- tenido en el espacio de Vega Baja los acontecimientos rela- Con motivo de algunas de las revueltas, ya hemos visto cómo rado que permaneciese aislado, para evitar que sus habitantes
sonaje de confianza con funciones de gobernador. Descono- cionados con la presencia en Toledo del depuesto gobernador desde Córdoba se enviaban ejércitos con la intención de con- pudiesen socorrer a los de la ciudad.
cemos si su residencia fue el antiguo palacio visigodo o se al-Fihri, tras su huida de Córdoba a la llegada del futuro Abd seguir la rendición de la ciudad. Ello suponía que durante un
estableció en la parte alta de la ciudad, desde donde podía al-Rahmán I. ¿Fue escenario de alguna destrucción? cierto tiempo ésta era asediada —entre los años 742 y 930, es- Una vez que Abd al-Rahmán III entró en Toledo y contro-
ejercer un mejor control sobre toda la población. En cualquier tán documentadas al menos 11 asedios—, lo cual implicaba que ló definitivamente a sus habitantes tras la construcción del
caso, consideramos que pronto el centro de poder se estable- La instauración del emirato omeya modificó la estructura el ejército tenía que levantar un campamento. Para ello lo lógico al-hizam, ¿qué pasó con el arrabal de Vega Baja? Hasta el
cería en la ciudad alta pues era un lugar más idóneo desde el urbanística de muchas ciudades. En el caso de Córdoba sur- era hacerlo o en la hoy denominada Huerta del Rey —que des- momento, los hallazgos arqueológicos, especialmente los nu-
cual dominar y defenderse. Una zona llana como Vega Baja gieron arrabales densamente poblados cuando esta ciudad se conocemos cómo se encontraba en aquellos momentos— o en mismáticos, no han proporcionado elementos datables en el
quedaba más expuesta a posibles ataques por lo que era ne- convirtió en el centro de poder de al-Andalus. Como ha seña- la zona de Vega Baja. En cualquier caso, el arrabal que en ella siglo X. Todo hace pensar, por consiguiente, que a partir de la
cesario contar con un lugar más protegido. Ello pudo suponer lado Eduardo Manzano el desarrollo de los arrabales cordobe- se levantaba quedaba aislado de la ciudad y podía ser objeto de pacificación de Toledo —sino antes— este arrabal quedó de-
que el palacio se abandonase, dedicándolo a otros usos que ses siguió casi siempre un patrón muy similar, que derivaba un asalto. Lo que no podemos precisar es si sus habitantes, en finitivamente abandonado. ¿Fue por efecto de una destrucción
desconocemos. A partir de aquel momento, el entramado ur- de la fundación de una almunia o de una mezquita por parte los momentos conflictivos lo abandonaban y se refugiaban en la o fue intencionadamente despoblado?
bano que en su origen había surgido a su alrededor, cambiaba de algún miembro de la familia Omeya, en torno a las cuales ciudad alta, o si por el contrario permanecían en él, lo que en
de sentido. Ya no era un complejo orientado al abastecimiento se generaba un núcleo de poblamiento que poco a poco se iba tal caso nos podría hacer considerar que no participaban en las Sobre este punto planteamos la hipótesis de que Abd al-
de los residentes en el palacio, sino que, falto de esa función, haciendo más denso y que en ocasiones también podía incluir sublevaciones, lo que no parece probable pues entonces podrían Rahmán III, en su objetivo de terminar definitivamente con las
se estaría convirtiendo en lo que podríamos considerar como un cementerio18. Tal es el caso, por ejemplo, del arrabal cono- ser hostigados por los propios rebeldes de la ciudad. revueltas toledanas, hubiese considerado procedente agrupar
un arrabal de la nueva Tulaytula. cido como al-Rusafa. a toda la población dentro del recinto urbano, para mantener-
Por su ubicación, esta zona de Vega Baja podía verse tam- la controlada desde el recién construido al-hizam. En aque-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

Los musulmanes que permanecieron y no se fueron con Aquí en Toledo también se producirían transformaciones bién afectada por las inundaciones del cercano río Tajo. Está lla circunstancia los escasos habitantes que todavía pudiesen
Muza y Tariq se asentarían en aquellas casas que se encon- en la ciudad propiamente dicha, aunque posiblemente no fue documentado un desbordamiento que tuvo lugar en el año estar viviendo en el arrabal se habrían visto obligados a tener
trasen vacías, tanto en la parte alta de la ciudad, como en el necesario fundar ningún arrabal puesto que se podría consi- 850, a causa de intensas lluvias, aunque no sepamos las con- que abandonarlo y asentarse, posiblemente, no en el interior
complejo urbano de Vega Baja. Con el paso del tiempo llega- derar que éste ya existía. Llegó incluso a contar con un pe- secuencias destructivas que pudo haber tenido en Toledo19. de la ciudad donde no tendrían cabida, sino también en el
rían nuevos contingentes, que irían adecuando estos edificios queño cementerio como lo demuestra el conjunto de tumbas exterior, aunque junto a la muralla, dando origen a la cons-
a sus nuevas necesidades, como están demostrando las exca- islámicas que han sido localizadas. De cualquier manera, los hallazgos numismáticos que se titución de un nuevo arrabal, el que sería conocido como el
vaciones arqueológicas que se están realizando en esta zona, están produciendo en las excavaciones de Vega Baja, nos con- arrabal de Toledo y que terminaría por rodearse de una mura-
que permiten constatar que no hubo una destrucción siste- Ya ha sido señalada la gran frecuencia con la que Toledo firman la presencia de un poblamiento en el siglo IX, mo- lla. A partir de entonces, el antiguo complejo urbano que se

Ricardo Izquierdo Benito


mática17. Al igual que en la ciudad de arriba, junto a familias se sublevó frente al poder cordobés durante la etapa del Emi- mento en que tuvieron lugar las revueltas. Lo que nos lleva había constituido en época visigoda y que había tenido una
musulmanas convivirían familias que permanecerían fieles a rato. Al margen de las causas que estuvieron en el origen de a considerar que sus habitantes permanecían en el lugar du- continuidad durante dos siglos bajo dominio islámico, queda-
sus creencias cristianas. esta actitud levantisca de los toledanos nos podemos pregun- rante el transcurso de las mismas o que lo abandonaban mo- ría definitivamente abandonado para siempre y comenzaría a
tar qué pudo haber pasado con el arrabal de Vega Baja en el mentáneamente, sin que sufriese ningún tipo de destrucción, convertirse en el extenso yacimiento que hoy ocupa una gran
16.– MANZANO MORENO, Eduardo, 2006: pp. 55-59. contexto de aquellos acontecimientos. al menos significativa. parte de la Vega Baja de Toledo.
17.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, Juan Manuel- GOMEZ LAGUNA, Antonio J.,

106
2009: p. 62. 18.– MANZANO MORENO, Eduardo, 2006: p. 250. 19.– PORRES MARTÍN-CLETO, Julio, 1985: p. 30. c 107
S. Ildefonso, en un detalle del Retablo de Santa Ana
o de Calixto III, obra de Pere Reixach.
En relación con la llegada de los musulmanes a Hispania, Y lo mismo se puede decir de los arzobispos, que también los trasladó a Toledo. Como Alfonso II reinó entre los años Toledo. En cualquier caso, aunque
y especialmente a Toledo, existen varios relatos legendarios, habrían contado con enterramientos acordes a su dignidad. Es 791 y 842, ello nos indicaría que los restos de Santa Leocadia no en todos ellos se señala su fecha y
procedentes de textos islámicos luego recogidos por crónicas muy posible que éstos se enterrasen en la basílica-catedral de habrían sido llevados a Oviedo en la primera mitad del siglo lugar de acuñación, todo parece indi-
cristianas. Al margen de los que hacen referencia al supuesto Santa María, aunque conocemos algunos casos de arzobispos, IX, lo que nos indicaría que la basílica toledana podría ha- car que no van más allá de mediados
comportamiento vejatorio del rey Rodrigo hacia la hija del como el de San Ildefonso, que se enterraron en la basílica de ber quedado entonces sin culto. Sin embargo, algunos autores del siglo IX. Como puede deducirse,
conde don Julián, están aquellos que nos hablan sobre la Santa Leocadia21. En Mérida se excavó el interior de la anti- cuestionan que ese rey hubiese mandado construir la Cámara y a falta de futuros nuevos hallazgos
existencia de dos “casas” en Toledo. Una, la “Casa Cerrada”, gua basílica de Santa Eulalia, en la que se tenía constancia Santa y que se habría construido en época posterior25. Lo cual que nos lo reafirmen o desmientan, es
protegida por tantos candados como reyes visigodos se habían del enterramiento de algún metropolitano, y se pudo compro- nos indicaría que las reliquias se habrían trasladado años posible que hasta entonces es cuando
sucedido, en la que se encontraría un arca, la cual habría sido bar cómo todos los enterramientos estaban saqueados22. Es después, tal vez durante el reinado de Alfonso III (886-910). se habría mantenido un poblamiento
abierta por Rodrigo, desencadenando la maldición de que Es- lo que nos faltaría por constatar aquí en Toledo, aunque lo más o menos estable en Vega Baja.
paña sería invadida por unos personajes de rasgos similares a primero sería localizar las basílicas documentadas. Las reliquias de San Ildefonso se encuentran actualmente
los de las figuras que contenía el arca, es decir, los musulma- en Zamora, muy posiblemente desde que esta ciudad fue re- Las respuestas a todo este con-
nes. La otra casa, la “Casa de los Reyes”, en la que los inva- Una pregunta que nos podemos hacer es qué pasó con los res- poblada por mozárabes procedentes de Toledo en el año 893. junto de hipótesis que hemos señala-
sores encontraron un conjunto de coronas que eran colocadas tos de la mártir toledana, Santa Leocadia, enterrada en la basíli- Esta fecha parece ajustarse también a la del traslado de las de do tendrán que venir por vía arqueo-
en el lugar cada vez que un rey moría. El número de candados ca a la que daba nombre y que según la tradición se encontraba Santa Leocadia a Oviedo. Es muy posible que, en torno al año lógica. A medida que las excavacio-
y de coronas sería de veinticuatro, equivalente al número de en el lugar que hoy ocupa la ermita del Cristo de la Vega23. Tam- 890, grupos de mozárabes toledanos abandonasen la ciudad y nes avancen, se podrá comprobar
reyes visigodos20. bién en la misma basílica había sido enterrado el arzobispo San se marchasen a tierras por las que el reino asturiano se estaba el auténtico impacto que supuso la
Ildefonso. Si el edificio fue objeto de algún expolio, cabe pensar expandiendo. Si se llevaron con ellos las reliquias de los dos ocupación por parte de una sociedad
Aunque se trata de relatos legendarios, muy reproducidos que uno de los principales objetivos de los cristianos toledanos, santos toledanos más representativos, enterrados además en islámica, del complejo palatino de
con versiones diferentes cuando no contradictorias, siempre empezando por el clero, habría sido la salvaguarda y custo- la misma basílica, cabe pensar que fue porque considerasen época visigoda y del entramado ur-
pueden tener alguna base histórica luego muy transformada dia de los restos de estos personajes tan significativos para que dejarlos en ella podría suponer un gran riesgo de pérdida bano que junto a él se desarrolló. Todo parece indicar que
con el paso del tiempo, falseando la auténtica realidad que la Iglesia local que en ella se encontraban. de su culto (aunque bien es verdad que lo podrían haber se- terminó por convertirse en lo que podríamos denominar como
pueden esconder. En el caso de las coronas, ahí están las del guido manteniendo los mozárabes que no emigraron), máxime un arrabal, dependiente de la ciudad que se encontraba en la
tesoro de Guarrazar para demostrarnos que este tipo de piezas Santa Leocadia había dado origen a un culto bas- cuando el edificio tal vez no se encontrase en las adecuadas parte alta. Por los resultados actuales, parece que al menos
existían. Y la “Casa de los Reyes” ¿no es una alusión indirec- tante extendido en la Península durante la época visi- condiciones arquitectónicas. durante dos siglos —VIII y IX— se contó con la presencia de
ta al palacio real? goda24. Sus reliquias así como las de San Ildefonso una población musulmana en el lugar, la cual, indudablemen-
fueron llevadas a tierras del norte peninsular, aun- A partir de entonces, y al no contar con los restos de sus te, dejó su huella. Hasta qué punto conservaron o modificaron
A los muchos interrogantes ya señalados, todavía se po- que no sepamos en qué momento concreto se efectuó dos enterrados más significativos, no es sorprendente que el las anteriores estructuras constructivas y urbanísticas de épo-
drían añadir algunos más que, llegado el caso, podrán tener el traslado. Se suele señalar que los restos de Santa edificio se abandonase, a finales del siglo IX, y comenzase ca visigoda será lo que se podrá comprobar a medida que los
una respuesta por vía arqueológica. Es lógico pensar que, en Leocadia fueron trasladados a Oviedo durante el su gradual proceso de destrucción, posiblemente también en trabajos arqueológicos avancen.
su afán por conseguir botín, otro de los objetivos que con toda reinado de Alfonso II, el cual mandaría construir unas circunstancias en las que la zona de Vega Baja ya estaría
seguridad habrían tenido los musulmanes en Toledo serían la Cámara Santa para que en ella fuesen deposi- en un acusado proceso de abandono, si es que no estaba ya También se procurará constatar si la población que vivió
las tumbas de los reyes visigodos. Esas tumbas contendrían tados. Allí permanecerían custodiados aunque completamente abandonada entonces. en Vega Baja fue toda ella musulmana o si ahí también vi-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

objetos de valor, asociados al ajuar personal con que éstos posteriormente parte de ellos termina- vieron algunas familias mozárabes, cuyos componentes po-
hubiesen sido enterrados. Apenas tenemos noticias documen- rían en otros lugares de Un elemento importante como referente cronológico en toda drían ser descendientes de los que ya estaban establecidos en
tales sobre el lugar de enterramiento de los reyes visigodos, Europa hasta que Felipe II excavación son las monedas que se puedan recuperar, especial- el lugar en época visigoda y que no se convirtieron al Islam
aunque evidentemente estarían en lugares de culto. Alguno se mente si se encuentran en contexto arqueológico. En Vega Baja, cuando Toledo fue conquistada por los musulmanes. En tal
enterró en la basílica de Santa Leocadia y es posible que la 21.– RIVERA RECIO, Juan Francisco, 1985:
aparte de monedas de época romana y visigoda, han apareci- caso, tendrían que haber mantenido algún lugar de culto de
de los Santos Pedro y Pablo, por su carácter de “pretoriense”, San Ildefonso de Toledo. Biografía, épo- do varios ejemplares de monedas musulmanas26. Se trata en su época visigoda, posiblemente la basílica de Santa Leocadia,
hubiese actuado como panteón real. Lo más probable es que ca y posteridad, Madrid, p. 237. mayoría de feluses de cobre aunque también se ha recuperado que también les serviría de lugar de enterramiento. Igualmen-
22.– MATEOS CRUZ, Pedro, 1999: La basílica de
esas tumbas hubiesen sido saqueadas. Si se pudiese localizar algún dirham de plata. Algunas de ellas corresponden a los te será interesante poder comprobar si las frecuentes revuel-

Ricardo Izquierdo Benito


Santa Eulalia de Mérida. Arqueología y urbanis-
una tumba real —mediante una inscripción, por ejemplo—, mo, Anejos de Archivo Español de Arqueología, primeros momentos de la conquista y no descartamos que algu- tas que se produjeron en Toledo durante el siglo IX tuvieron
XIX, Madrid. no de los ejemplares pudiese haber sido acuñados en la misma
las excavaciones nos vendrían a demostrar cómo el enterra- 23.– PALOL I SALELLAS, Pere de, 1991: “Resultados de
algún efecto destructivo en esta zona, de la que nos quedan
miento estaría destrozado como consecuencia de ese afán de las excavaciones junto al Cristo de la Vega, supuesta basí- dudas acerca del protagonismo que sus habitantes pudieron
rapiña de los musulmanes. lica conciliar de Santa Leocadia, de Toledo. Algunas notas 25.– ARIAS, Lorenzo, 1993: Prerrománico asturiano. El arte de la Monarquía Astu- haber tenido en aquellas circunstancias.
de topografía religiosa de la ciudad”, en XIV Centenario riana, Gijón, pp. 98-104.
Concilio III de Toledo. 589-1989, pp. 787-832. 26.– GARCIA LARGO, Rubén Lot y otros, 2007: “Aportación de la numismática
24.– GARCÍA RODRÍGUEZ, Carmen, 1966: El culto de los san- al conocimiento de las fases de ocupación de la Vega Baja de Toledo”, en Arse En fin, que el trabajo que queda por hacer tiene mucho de
20.– HERNÁNDEZ JUBERÍAS, Julia, 1996: pp. 194-199. tos en la España romana y visigoda, Madrid, pp. 246-253. (Boletín del Centro Arqueológico Saguntino), 41, pp. 115-138. apasionante.
108 109

Naveta, relicario de Santa Leocadia. Catedral de Toledo.


¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

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Ricardo Izquierdo Benito


CAPITULO 4

LA CULTURA MATERIAL
DE LA VEGA BAJA
Jorge de Juan Ares
Mª Mar Gallego García
Javier García González
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?

Ricardo Izquierdo Benito


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LA CULTURA MATERIAL DE LA VEGA BAJA

Jorge de Juan Ares


Mª Mar Gallego García
Javier García González

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


os materiales presentes en el yacimiento de la Vega Baja nos van suminis-
trando información sobre la realidad histórica, los tiempos de ocupación del
mismo, las formas de vida y la realidad social y cultural de los habitantes de
este espacio singular.

Los estudios que presentamos solo son una aproximación general, una
muestra parcial, a través de la cual podremos dar a conocer el interés y
potencial que esconde el yacimiento. Para ello se han seleccionado los ma-
La cultura material de la Vega Baja

teriales más representativos, realizando un boceto general de sus caracte-


rísticas y relaciones con el panorama general de la investigación histórica
referida a cada uno de los campos tratados.

Esta primera catalogación permite identificar las fases de ocupación hu-


mana del yacimiento, en las que se suceden romanos, visigodos, musulma-
nes, pero también cristianos de la Toledo post conquista del rey castellano
Alfonso VI, habitantes y ocupantes ocasionales durante la edad moderna y
contemporánea que, en su cultura material, nos suministran la información
que necesitamos para la reconstrucción de la historia de la Vega Baja.
114 115
4.1.– Cerámica de época romana bos casos se alzan sobre ranuras. El borde es plano en la parte superior En Por último hemos agrupado un conjunto de piezas que es-
cuanto a su cronología, posiblemente corresponde al final de los flavios. tán muy rodadas y resulta muy difícil su identificación.
La presencia de cerámica romana en el conjunto total de La presencia de cerámica sudgálica en el interior de la península co-
piezas recuperadas en la Vega Baja es, por el momento, resi- mienza a partir de Tiberio Claudio y logra mantenerse hasta el final de los Quedan recogidas en la lámina II.
dual, no llegando a alcanzar el 5% del volumen total. Estos flavios. A finales del siglo I son las producciones de origen hispánico las
fragmentos son mayoritariamente de terra sigillata de formas li- Debemos mirar el valle del Ebro y su círculo de influencia
que dominaran los circuitos comerciales peninsulares.
sas y decoradas que abarcan una cronología comprendida entre como el centro de producción de donde posiblemente deben
Los fragmentos de Terra sigillata Hispanica se encuentran bastante de-
los siglos I y III. Menos significativo es, hasta ahora la presen- provenir las sigillatas hasta el momento recuperadas en la Vega
teriorados y son difíciles de identificar, pero en los casos en los que ha sido
cia de cerámica pintada de tradición indígena. Baja, pues es en esa zona donde se sitúa uno de los principales
posible responden a formas clásicas como son los tipos Drag 29, 30 y 37.
centro de producción que abastece la península y, en particular,
Es importante señalar que el contexto en el que aparecen Fragmento 2157-1 la Meseta. Se localiza en Trittium Magallum, y engloba nume-
estos fragmentos corresponde a posicionamientos secundarios Forma decorada correspondiente a un tipo 30. Motivo metopado y friso rosos talleres, como Tritio, Bezares, etc. Estos centros las pro-
en estratos de tierras de acarreo, muy movidas. Las bases de con decoración correspondiente a un ambiente de campo con avutardas. ducciones de Terra Sigillata Hispánica se inician desde época
vasos y cuencos son lo que mejor se conserva. Y lo mejor Posible taller de tritio o bazares, es más antigua que la media del conjunto, de Claudio y se mantendrán hasta el final del alto imperio. Si
conservado es lo más tardío, menos rodado, lo cual índica la pasada de horno que le da una tonalidad más oscura al engobe. Se trata de bien es cierto que, frente a estos grandes centros de producción
perturbación y destrucción de los niveles tardo imperiales. una de las primeras producciones hispánicas. Los separadores en forma de y con la aparición de nuevas ciudades, van surgiendo nuevos
metopas son característicos del comienzo del siglo II d.C. talleres con la intención de abastecer mercados regionales y
Este conjunto viene caracterizado por el predominio de for- Fragmento 3508-2 locales. En particular, debemos destacar la presencia de talle-
mas hispánicas medio imperiales, pero también están repre- res que se localizan en la zona de Talavera de la Reina1 y que
Fragmento de galbo que corresponde posiblemente a un tipo 29 o 37,
sentados fragmentos de sigillata sudgálica que corresponden participarían en el abastecimiento de Toledo.
se encuentra muy rodado, presenta decoración de círculos concéntricos,
a época flavia, y cerámica pintada de tradición indígena de
este motivo es propio de los talleres del Ebro, muy generalizado a lo largo Como hemos señalado anteriormente, los fragmentos de Te-
motivos metopados. Este conjunto, recuperado hasta la fecha,
del siglo II. rra Sigillata Hispánica recuperados en la Vega Baja responden
y como ya hemos señalado anteriormente, está integrado por
fragmentos muy rodados, principalmente del siglo segundo. Fragmento 3587-1 a formas clásicas como son Drag 24/25 29, 30, 37, inspiradas
Vaso Drag 24/25, hispánica bastante antigua. Corresponde a una forma en formas gálicas. Aparecen lisas o decoradas. Las formas de-
Hemos distinguido, por tanto, tres grupos de cerámica ro- clásica lisa, inspirada en prototipos sudgálicos, muy difundida en los talle- coradas recuperadas hasta ahora corresponden a motivos meto-

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mana: res hispánicos. La pasta es de color salmón, el barniz es rojo-marrón. pados y círculos concéntricos, que se repiten sucesivamente.

a) Terra Sigillata Sudgálica Lámina I Por el momento sólo se ha registrado un fragmento con mo-
Frag. 3782-1 tivos de animales con decoración de metopas a modo de sepa-
b) Terra Sigillata Hispánica Fragmento de Terra Sigillata Hispánica correspondiente a una forma radores. En cuanto a su cronología tienen una amplia difusión
indeterminada que podría corresponderse a formas Drag 29, 30 o 37. Pre- desde su origen, a mediados del siglo I, hasta época tardía.
c) Cerámica pintada de tradición indígena
senta decoración con metopas separadoras, propio de los talleres del Ebro.
La pasta es de color salmón y el engobe es de color marrón rojizo. Estas Finalmente, la cerámica pintada de tradición indígena se
Relación de piezas: formas con estos motivos perduran hasta el medio imperio. Este fragmento encuentra, por el momento, poco representada. Son escasos
está muy rodado los fragmentos recogidos, pero destaca el fragmento 6912-1,
Frag. 4017-1
La cultura material de la Vega Baja

correspondiente a una ollita de forma globulada con decora-


Frag. 2614-1
Terra Sigillata Sudgálica. Vaso Drarg 24/25. Es una forma lisa que no ción de influencia metopada, propia del interior de la meseta,
presenta decoración. Borde con tendencia a la verticalidad y labios muy Fragmento de Terra sigillta hispánica, esta es una de las formas deco-
sobretodo de la zona de Complutum. En cuanto a su cronolo-
finos, la pasta es de color salmón y el engobe es de color marrón rojizo. A radas más abundantes y que perduran hasta época tardía, entre finales del
gía abarca los siglos I y III.
diferencia del resto del conjunto de piezas, esta destaca por estar menos siglo III y comienzos del siglo IV. Corresponde a una forma grande de tipo
rodada. Su cronología corresponde a época flavia antigua. Drag 37. Podemos distinguir el inicio del galbo de una acampanada, en
cuanto a la decoración destaca el uso de ruedecilla ancha. Es una produc-
Frag. 4017-2
ción propia de los talleres de sigillta de Toledo o de la meseta Norte.
Terra Sigillata Sudgálica. Vaso Drag 27. Pasta color salmón, barniz 1.– JUAN TOVAR, L.C., 1983: Elementos de Alfar de Sigillata Hispánica en Talavera
Frag. 3293-1 de la Reina (Toledo). Alfares de Sigillata en la Cuenca del Tajo, pp. 165-175,
0 3 cm. rojo-marrón. Labios redondeados tanto al exterior como al interior y en am-
Madrid.
Hispánica tardía forma lisa tipo 8.
116 Lámina I 117
4.2.– Aproximación a La Cerámica Visigoda de la gable su filiación a época visigoda, podemos concluir varios
Vega Baja aspectos referentes a la identificación de la cerámica del pe-
riodo comprendido entre los siglo V-VII d. C.
Resulta difícil el estudio de las producciones cerámicas2 en
contextos urbanos en el centro peninsular, especialmente en las El material cerámico está realizado exclusivamente a tor-
provincias de Guadalajara, Madrid y Toledo, debido al panora- no. Al igual que en Recópolis existen dos lotes con pastas
ma de comprensión del territorio en época visigoda (s. VI-VII bien diferenciadas: unas rojizas u anaranjadas, y otras de
d. C.), en el que falta un análisis pormenorizado y amplio de és- color marrón y negro. Sin embargo a diferencia del yaci-
tos. Así, la ciudad de Recópolis, aún guardando semejanzas su miento señalado, el porcentaje del primer lote puede ser el
cultura material con algunos de los yacimientos de naturaleza predominante. En cuanto a las características de las pastas,
campesina excavados en la comunidad de Madrid, muestra un destaca el uso mayoritariamente de desgrasantes de arena y
conjunto de particularidades que parecen ratificar la existencia cuarzo de pequeño calibre, dando como resultado piezas de
de producciones de naturaleza diversa, coincidiendo con las gran calidad.
distintos niveles de la formación social tributaria, que caracte-
rizan al estado visigodo de los siglos VI y VII d.C. En las formas predominan las ollas con un diámetro entre
los 16 y 26 cm., siendo minoritaria la presencia de ollitas
Las características de las cerámicas de Recópolis parecen —diámetro inferior a 15 cm—. Tipológicamente el grueso
ser coincidentes con los primeros datos que observamos en de ellas es similar a las formas definidas en el Grupo R-1 y
el yacimiento toledano de Vega Baja, ratificándose también R-2 de Recópolis3, con formas globulares sin cuello marcado.
la diferenciación de estos contextos con los de otros gran- También se han registrado fragmentos de bordes con moldura
des centros urbanos, como es el caso de Mérida. La línea de para tapadera. Otra de las formas documentadas, es la marmi-
investigación principal se está dirigiendo a la identificación ta, gran contenedor con borde vuelto sobre el que, en algunos
regional de los materiales cerámicos, que presenta evidentes casos arranca el asa, con diámetros superiores a los 25 cm.
similitudes con Recópolis, y la posible existencia de produc-
ciones “propias” y su difusión. Por otra parte, es necesario En cuanto a la presencia de los cuencos, que son un ele-
identificar los contextos cerámicos en espacios habitaciona- mento material de amplia representación en los contextos ar-

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les similares, más allá de su presencia/ausencia en un yaci- queológicos de época visigoda en el valle del Tajo4, suelen
miento. En el caso de Recópolis, hasta la fecha, el grueso de superar los 20 cm. de diámetro. Tienen carena alta, posible-
las intervenciones arqueológicas se está realizando en áreas mente son de producción local, con cocciones primordialmen-
próximas al conjunto palatino, y en el caso de Vega Baja, a te oxidantes, pastas depuradas, sin que se haya detectado por
pesar de la innegable entidad de las estructuras aparecidas, el momento su uso de cocina, como ocurre en el caso de Re-
no se ha realizado un estudio pormenorizado y funcional de cópolis.
éstas, más allá de unas primeras aproximaciones.
Según queda recogido en la lámina III.
En la actualidad, el grueso de la excavación científica se
está concentrando dentro del Área de Excavación 5 (AE5),
La cultura material de la Vega Baja

que ha podido identificar una amplia secuencia de ocupación


del espacio desde momentos actuales hasta fases pleno me- 2.– OLMO, L. y CASTRO, M., 2008: “La cerámica de época visigoda de Recópolis:
apuntes tipológicos desde un análisis estratigráfico”, en: Recópolis y la ciudad en
dievales. Esta última coincide con la utilización doméstica época visigoda, Zona Arqueológica, nº 9, pp. 89-96; Madrid.
del espacio, próxima a pequeñas áreas de enterramiento, que 3.– OLMO, L. et allí, 2000: “Transformaciones de un paisaje urbano: las últimas
aportaciones de Recópolis”, en: Actas del I Simposio de Arqueología de Guadala-
se apoyan o cortan fases de ocupación anteriores y que se jara, pp. 553-554, Madrid.
encuentran en proceso de excavación. OLMO, L. y CASTRO, M., 2008, pp. 91-93.
4.– VIRGIL, A., 2003: “Cerámicas tardorromanas y altomedievales de Madrid”, en:
Cerámicas tardorromanas y altomedievales en la Península Ibérica. Ruptura y
Del análisis del material aparecido en estratos de amor- Continuidad, Anejos de Archivo Español de Arqueología, XXVIII, pp. 377-385.
tización de época medieval y que, tipológicamente, es inne- Madrid.
118 Lámina II 119

0 3 cm.
Ollas
Una de las características de la cerámica de época visi- Otro elemento significativo es la documentación de frag-
goda en el caso de la Vega Baja, es la escasez de elementos mentos de pivote o base de spatheion, que por sus caracterís-
decorativos; son pocos los ejemplos documentados de decora- ticas formales también pertenecerían al grupo KEAY XXVI,
ciones, limitándose éstos a líneas incisas o peine. que ha sido registrada, con sus variantes, en otros yacimientos
de la Península, como Cartagena —Carthago Spartharia—,
En cuanto a otros materiales, destaca el hallazgo de un nu- Tarragona —Tarraco—9. En el ejemplo que mostramos ID
meroso lote de cerámicas que tradicionalmente, se las ha de- 6730, se trata de un pivote macizo de pastas amarillentas, con
nominado de “importación”. Entre ellas, las conocidas como desgrasantes micáceos y superficie exterior alisada.
ánforas africanas de pequeñas dimensiones —spatheia—,
que, entre otros lugares del Mediterráneo, se producen amplia- Figura 2
mente en el África bizantina entre los siglos VI-VII d. C. Es
difícil concluir el tipo de sustancia que contenían, aunque por
su documentación en contextos bizantinos orientales de natu-
raleza militar, sugieren su uso como transporte de vino5. En
el caso de la Vega Baja, se combinan las pastas anaranjadas,
con otras amarillentas o blanquecinas que, como han puesto
de manifiesto algunos investigadores recientemente6, no es un
argumento suficiente para identificar lugares de producción.
Ollitas Entre ellas, destaca la localización en posición secundaria de
un spatheion o anforilla africana (ID
6280) tipo KEAY XXVIG, represen-
tada ampliamente en el Mediterráneo
y en el caso peninsular similar, entre
Por último, y a modo de conclusión, se ratifica la natura-
otras, a la pieza CP-4369-159-1, re-
leza urbana de los contextos arqueológicos de Vega Baja, en
cuperada en la fase de fundación y
época visigoda (s. VI-VII d. C.). Dadas las características de
primera pavimentación del barrio

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las producciones cerámicas localizadas, permiten confirmar
bizantino creado sobre el antiguo
no sólo el abastecimiento de cerámica común de similares ca-
teatro romano de Cartagena. Los
racterísticas a lo largo del Valle de Tajo, como sucede con
arqueólogos que realizaron la exca-
Cuencos las producciones existentes con Recópolis, sino también, la
vación7 fecharon estos contextos en-
llegada de productos foráneos desde puertos mediterráneos,
tre los años 550-590 d.C. También
especialmente a través de la vía de comunicación que uni-
se ha registrado este tipo de anfo-
ría la capital de la provincia bizantina —Carthago Spatharia,
risco de época tardía durante las
Cartagena—, con el centro de la península, a través posible-
intervenciones arqueológicas en
mente del eje Toledo-Recópolis.
el suburbio portuario en Tarrago-
na8. La pieza que se muestra está
La cultura material de la Vega Baja

compuesta por borde, asa, hombro


y cuerpo, de pastas de color ana- 5.– BONIFAY, M., 2007: “Que transportaient donc les amphores africaines?”, en:
Supplying Rome and the Empire, Journal of Roman Archaeology, Supplement nº
ranjado, desgrasantes micáceos, 69, pp. 8-32.
con un diámetro en boca de 7 cm, 6.– BONIFAY, M. y BERNAL, 2008: “Recópolis, paradigma de las importaciones
africanas en la visigothorum regnum. Un primer balance”, en: Recópolis y la ciu-
y un característico espatulado ver- dad de época visigoda, Zona Arqueológica, nº9, p.110, Madrid.
tical que se desarrolla desde el 7.– RAMALLO, S. F. et allí, 2006: “Contextos cerámicos de los siglos V-VII en Car-
tagena”, en: Archivo Español de Arqueología, nº 69, pp. 146-147, Madrid.
hombro hacía la base. 8.– REMOLÀ, J. A., 2000: Las ánforas tardo-antigua en Tarraco (Hispania Tarraco-
nensis), pp. 304-305, Barcelona.
Figura 1 9.– Op. cit. nota 6 y 7.
120 121
Lámina III
0 3 cm.
4.3.– La Cerámica Andalusí y Mudéjar del siglo VIII y el IX d.C. También encontramos ollas a torno
de borde exvasado con formas globulares y dos asas. Son simi-
En el material cerámico de filiación andalusí recuperado lares, en algún caso, a las documentadas en Melque15 fecha-
en Vega Baja se pueden apreciar todas las etapas del pasado das en la transición de los siglos VII y VIII, y en la segunda
islámico de Toledo y su epílogo cultural representado por las mitad del siglo VII o inicios del VIII en el Tolmo16, también
cerámicas de fabricación o tradición mudéjar. a las de la primera fase de Bayyana17 y en Mérida18 con unas
fechas algo más tardías según sus excavadores. En Jaén19 se
El momento andalusí mejor representado es el emiral, es- documentan ollas de perfil en S con borde exvasado, similares
pecialmente en sus primeras etapas. Precisamente, uno de los a las de la Vega Baja, y labio redondeado y engrosado situadas
más desconocidos y sobre el que Vega Baja está destinada a entre principios y mediados del siglo IX, con perduraciones
aportar importantes datos. El estudio de contextos estratigrá- que llegan hasta la época califal. En Jaén contamos con para-
ficos bien datados, con abundante ajuar cerámico, permitirá lelos para las ollas a torno con bordes triangulares exvasados
en un futuro definir las características de la gradual transfor- y forma globular que son fechadas entre finales del siglo IX o
mación de la cultura material visigoda a la andalusí. principios del X20.

Esta primera aproximación a la cerámica de época islámica Algunos de los contenedores localizados de tipo cántaro o
es una caracterización general a partir de las piezas documen- anfórico, recuerdan prototipos del Tolmo, aunque en nuestro
tadas, sin incidir en los contextos arqueológicos de los que caso son de menores dimensiones. Contamos con paralelos
proceden. Tras la conquista islámica, el repertorio cerámico del siglo IX en Bayyana21, y piezas similares se documentan
no experimenta grandes cambios respecto al periodo anterior. en Marroquíes Bajos en su fase II C, fechada entre finales del
Se documentan distintos tipos formales denominados genéri- siglo IX y principios del siguiente22. Entre los cuencos des-
camente como “de transición”, conviviendo las formas visigo-
das con otras propiamente emirales. Según vayan avanzando
10.– SANZ PARATCHA, ÁLVARO. (2008): “Vida después de la muerte: los contextos
los años se irá apreciando una mayor diversificación formal, cerámicos de Recópolis en época emiral”, en: Recópolis y la ciudad en época
con un aumento en los tipos de ollas, cuencos, cantaros, tina- Visigoda. Zona Arqueológica nº 9, p. 171, fig. 3.
jas, y jarros —en momentos más avanzados— . 11.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia; GAMO PARRAS, Blanca y AMORÓS RUIZ, Vic-

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toria, 2003: “Los contextos cerámicos altomedievales del Tolmo de Minateda
y la Cerámica altomedieval en el sudeste de la Península Ibérica”. Anejos de
Las piezas de Vega Baja se encuentran mayoritariamente AEspA, XXVIII, Fig. 13, nº 5.
12.– Id., p. 141, fig. 4
realizadas a torno, con pastas claras bien decantadas. Entre
13.– OLMO ENCISO, Lauro y CASTRO PRIEGO, Manuel, 2008: “La cerámica visi-
las escasas piezas decoradas, destacan las pintadas con líneas goda de Recópolis: apuntes tipológicos desde un análisis estratigráfico”. Recó-
sinuosas en rojo o manganeso sobre contenedores de líquidos polis y la ciudad en época Visigoda. Zona Arqueológica nº 9, p. 95, fig. 7; SANZ
PARATCHA, Alvaro. (2008), p. 171, fig. 3.
y cuencos. 14.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia; GAMO PARRAS, Blanca y AMORÓS RUIZ, Vic-
toria, 2003, p. 127, fig. 4, nº 9.
Entre las formas cerámicas de esta etapa se puede señalar la 15.– CABALLERO ZOREDA, Luis; RETUERCE VELASCO, Manuel Y SÁEZ
LARA, Fernando, 2003: “Las cerámicas del primer momento de Santa María
existencia de jarras de borde lobulado, de los primeros momen- de Melque (Toledo). Construcción, uso y Destrucción”, Anejos de AespA, XXVIII,
tos del emirato similares a las halladas en Recópolis10. Para algu- p. 245, fig. 11.
La cultura material de la Vega Baja

16.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia, GAMO PARRAS, Blanca y AMORÓS RUIZ, Vic-
nos autores son perduraciones visigodas en contextos emirales, toria, 2003, 126 y 127, fig. 4, nº 2.
mientras que otros las adscriben a mediados o a la segunda mitad 17.– CASTILLO GALDEANO, Francisco y MARTÍNEZ MADRID, Rafael, 1993:
“Producciones cerámicas en Bayyana”, en: La cerámica altomedieval en el sur
del siglo VIII, como en el caso de El Tolmo de Minateda11. de Al-andalus. Universidad de Granada, p. 79, lám. I.
18.– ALBA, Miguel y FEIJOO, Santiago, 2003: “Pautas evolutivas de la cerámica co-
En el yacimiento están presentes las ollas de perfil en S, mún de Mérida en épocas visigoda y emiral”, Anejos de AEspA, XXVIII, fig. 10.
19.– Englobadas en el grupo tipológico 1.3.A, de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003:
consideradas piezas de transición y situadas en el horizonte II Las cerámicas omeyas de Marroquíes Bajos (Jaén). Un indicador arqueológico
del Tolmo de Minateda de mediados del siglo VIII12. Distintas del proceso de islamización. Universidad de Jaén, p. 187.
20.– Grupo tipológico S.1.A., de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003: pp. 187 y 241.
formas con bordes moldurados, similares a ejemplares de Re- 21.– CASTILLO GALDEANO, F. Y MARTÍNEZ MADRID, R. 1993, 94, lám. XI, p. 3.
cópolis13 o del Tolmo14 están fechadas entre la segunda mitad 22.– Grupo tipológico T.1.2. de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003, p.243

122 123

Lámina IV

0 3 cm.
Figura 3 Figura 4
tacan aquellos con bordes apuntados reentrantes, asociados mudéjar en verde y manganeso del siglo XIII, con fondos de
en Recópolis con cerámicas pintadas, dentro de la ocupación ataifores de pie alto, pastas rojizas y vidriados pobres, varias
emiral, entre la segunda mitad del VIII y los inicios del siglo de ellas en el interior de las fosas de saqueo de los muros
IX23. También en el Tolmo de Minateda se les considera como altomedievales.
de la segunda mitad del VIII24 e, igualmente, en Fuente la
Mota se sitúan entre el último tercio del s. VIII y la primera Figura 4
mitad del siguiente25.
4.4.– Aproximación a la cerámica moderno-
Entre las piezas recuperadas también se encuentran jarros contemporánea en el contexto
de borde recto y engrosado con boca ancha, carena y base estratigráfico
plana, fechados en el Tolmo entre finales del siglo VIII e ini-
cios del IX26. Dentro de este grupo se pueden mencionar los Las fuentes escritas y el registro arqueológico coinciden
bordes triangulares de jarritas con pitorro documentados en en confirmar, por el momento, la ausencia de poblamiento es-
la primera fase emiral de Recópolis de un momento algo ante- table en la Vega Baja desde el siglo XVI. Sin embargo, las
rior. Algunos tipos de los tipos bordes de cuencos carenados fuentes escritas recuerdan la importancia del lugar, como in-
localizados en Vega Baja, se sitúan en Recópolis dentro de su dican Madoz32, Martín Gamero33 y Parro34 entre otros. En el
primera fase emiral, como perduraciones de época visigoda de periodo moderno y contemporáneo, y dada la riqueza de sus
inicios del siglo VIII27. construcciones, es expoliada de manera intensa, como seña-
lan los apuntes del Cardenal Lorenzana sobre la existencia
En relación a las piezas con decoración pintada presen- desde antiguo de grandes edificios en la Vega Baja35.
tes en Vega Baja, contamos eventualmente con pocas formas.
Son fragmentos con líneas sinuosas verticales pintadas en rojo La actual excavación arqueológica está confirmando mu-
sobre asas de cinta, tanto en el reverso como el envés de la chos de estos datos: gran parte de las estructuras murarias de
pieza y galbos con decoraciones de líneas verticales o restos las que quedan restos suelen aparecer vinculadas a fosas de
de ellas en manganeso que decoran formas de bordes ligera- expolio de cronología moderna, aunque también es significati-
mente remarcados al exterior. va la ejecución de muchas de ellas en época bajomedieval. La

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construcción de la Fábrica de Armas a finales del siglo XVIII
De forma gradual, según avanza el siglo IX, el repertorio (1775-1780) contribuyó al despoblamiento de la zona inmedia-
formal del ajuar cerámico andalusí se va ampliando28 y, tam- ta intensificándose posiblemente el uso rural, caracterizado por
bién van haciéndose cada vez más frecuentes los recipientes 0 3 cm. 0 3 cm. el empleo de huertas de uso familiar próximas a la ciudad36.
vidriados29.
De este periodo histórico se puede observar varios pro-
Desde finales del emirato, y durante los periodos califal (candiles, asas de pico decoradas en verde, incisas en verde, azul y blanco del XVII y azulejos contemporáneos. Dentro del cesos que, si bien, carecen de una visible referencia estruc-
y taifa, los materiales localizados en Vega Baja se vuelven verde y manganeso, sobre ataifores, candiles, jarras y ollas), lote hay piezas de los siglos X y XI como ataifores vidriados en tural, tienen importancia por dos motivos fundamentales. La
esporádicos sin que, por el momento, se hayan detectado con- a los que se asocian jarras vidriadas meladas, loza decorada en melado y manganeso, ollas con hombro, coladores, jarras, can- incorrecta definición y excavación de los elementos contem-
textos intactos pertenecientes a estos periodos. Se han locali- taros y algún lebrillo. Su presencia junto a atifles y piezas con
La cultura material de la Vega Baja

zado pequeños fragmentos de verde y manganeso califal y de defectos de cocción parecen indicar que proceden de la remo-
23.– SANZ PARATCHA, Álvaro, 2008, p. 177, fig. 5.
ataifores melados con decoración en manganeso. Igualmente, 24.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia., 1996: La Cora de Tudmir. De la antigüedad tardía ción de testares, cuyos materiales fueron utilizados de relleno 30.– MARTÍNEZ LILLO, S, 1986: “Horno cerámico nº 1 del circo romano de Toledo”,
Actas I C.A.M.E., Zaragoza, IV, 73-93.
hay cuerda seca parcial con vidriados en verde pertenecientes
al mundo islámico. Poblamiento y cultura material. Madrid-Alicante, fig. 17. en fosas de cronología reciente. En este sentido, cabe recordar 31.– Pueden verse multitud de ejemplos en CAVILLA SANCHEZ-MOLERO, FRAN-
25.– VIGIL-ESCALERA GUIRADO, Alfonso, 2003: “Cerámicas tardorromanas y al-
a fragmentos de jarritas, algunos de ellos formando parte de tomedievales de Madrid”, Anejos de AespA, XXVIII, p. 384, fig. 6.Alfonso la excavación de los hornos cerámicos andalusíes localizados CISCO. (2005): La cerámica almohade de la isla de Cádiz (Yazirat Qadis). Cádiz.
32.– MADOZ, P., 1987: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus
los rellenos de las fosas de expolio de los muros. 26.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia; GAMO PARRAS, Blanca Y AMORÓS RUIZ, en los años 80 en las excavaciones del Circo Romano30. posesiones de ultramar. Castilla-La Mancha, T.II, Toledo.
Victoria., 2003, p. 153, fig. 21, nº 6.
27.– SANZ PARATCHA, ÁLVARO, 2008, p. 171, fig. 3. 33.– MARTÍN, A., 1979: Historia de la ciudad de Toledo, Toledo.
Figura 3 28.– IZQUIERDO BENITO, Ricardo, 1987: “Típología de la cerámica de la ciudad Se han detectado algunas piezas más tardías como fondos 34.– PARRO, S. R., 1978: Toledo en la mano, Toledo.
35.– PISA, F. de, 1976: Apuntamientos para la II parte de la “Descripción de la impe-
hispanomusulmana de Vascos”. Segundo Coloquio Internacional de la Cerámica convexos con acanaladuras y un fragmento de tinaja estam- rial Ciudad de Toledo”, Toledo.
Son de destacar dos lotes de cerámica hispanomusulma- en el Mediterráneo Occidental. Toledo, 113-125.
pillada, de pasta clara, con decoración epigráfica de filiación
29.– IZQUIERDO BENITO, Ricardo, 1983: “La cerámica decorada de la ciudad his- 36.– PERIS, D., 2008: Tiempos de la Vega Baja, Cuenca, Universidad de Castilla-La
na localizados en un sondeo realizado para la colocación de panomusulmana de Vascos”, en: Homenaje al Prof. Martín Almagro Basch, vol. almohade31. También se identifican producciones de tradición Mancha.
124 cartelería, que aparecen mezclados con materiales mudéjares 4, 107-115. 125
Figura 7
poráneos y modernos genera siempre vacíos explicativos y • Serie ramos azules: todas las piezas presentan esmaltado
multiplicación de hipótesis —muchas de ellas erróneas— a en blanco con decoraciones de pequeños ramilletes en azul
medida que la excavación avanza. Por otra parte, el uso rural, cobalto. Su producción comienza en el primer tercio del siglo
como zona de expolio o, simplemente, vertedero, también con- XVIII y finaliza a mediados del XIX37.
forma la historia del lugar, pudiendo diferenciar la diferente
Figura 6
naturaleza de la ocupación antrópica.

El conjunto de materiales que presentamos a continuación,


ha sido recuperado en varias fosas de expolio de estructuras
murarias, y distintos basurales. Se ha preferido escoger exclu-
sivamente material que forme parte de la secuencia estrati-
gráfica del yacimiento, ya que aporta justificación cronológica
de manera directa o indirecta. En niveles superficiales, pero
descontextualizados y relacionados posiblemente con vertidos
efectuados en el siglo XX, aparece un mayor lote cerámico
con fragmentos de producciones de Talavera, Puente del Ar- 0 3 cm.

zobispo y Alcora.
0 3 cm. Figura 8
Los fragmentos cerámicos registrados de producciones ori-
ginales de Talavera corresponden a formas muy extendidas 0 3 cm.
Pero, sin duda, la loza más abundante es la producida en 4. 5.– El conjunto numismático de Vega Baja40
como platos de mediano y gran tamaño, escudillas, tarros y la Cartuja sevillana desde 1841. Se trata de una nueva cerá-
jarros. Las series representadas se reducen a dos: En contexto arqueológico no se han registrado por el mo- mica realizada a partir de métodos fabriles novedosos, como El conjunto numismático registrado por las intervenciones
mento producciones de Talavera de cronologías anteriores el empleo intensivo del molde, las prensas de estampación y arqueológicas realizadas desde el año 2006 alcanza la cifra
• Series blancas y azul lineal: todas las piezas presentan al siglo XVII, como la serie de las palmas, los roleos o las la producción en cadena. El iniciador de la manufactura de de 93 monedas (61 identificables y legibles), de las que 30
esmaltado en blanco, y alguna de ellas líneas en azul cobal- blancas de tradición mudéjar. Sí se han documentado varios esta cerámica industrial fue el inglés Charles Pickman, que corresponden a hallazgos contextualizados, entendiendo por
to indistintamente al exterior e interior. Ésta serie es la más ejemplos de cerámica de imitación del XVII, conocidas como aprovechó la desamortización de los bienes eclesiásticos de éstos, obviamente, aquellos vinculados a una unidad estrati-

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


significativa en el registro arqueológico de Vega Baja. Tienen “contrahechas”. Se trata, en este caso, de la emulación de Mendizabal (1841) para establecerse en el monasterio cartujo gráfica dentro de un contexto arqueológico preciso.
una gran amplitud temporal, su producción se inicia en el pri- la serie de las mariposas de Talavera y las policromadas. La sevillano de Santa María de las Cuevas39.
mer tercio del siglo XVII y finaliza a mediados del siglo XIX. problemática que presentan estas cerámicas es su lugar de De entre ellos, destaca un importante grupo de feluses
producción y temporalidad, ya que se inician casi a la par que En el registro estratigráfico de Vega Baja están represen- —moneda de cobre—, pertenecientes genéricamente al pe-
Figura 5
las cerámicas originales de Talavera y Puente del Arzobispo. tadas dos de sus series: por un lado, la serie rosa, minori- riodo conocido como Emirato Dependiente (711-756 d. C.),
Éstas proliferan a lo largo de los siglos XVII y XVIII, princi- taria, de la que se han registrado fragmentos de platos. Su que corresponde con la fase inicial de conquista y articulación
palmente por su menor precio de venta, “en 1627, el plato o producción se inicia en 1841 y perdura hasta la actualidad. previa de al-Andalus, antes del surgimiento de un nuevo es-
escudilla pintados “de ramillete” de autentica loza de Tala- Ésta representa la manufactura más purista de la decoración tado omeya en Occidente, bajo el poder de Abd-al-Rahman I
vera valía 24 maravedís, mientras que su imitación sevillana denominada “a la inglesa”. Por otro lado, la serie negro vis- (756-788 d.C.).
sólo valía 14 […] en 1680 el plato pequeño y escudilla legíti- tas, cuyos fragmentos corresponden a formas de platos y taza,
La cultura material de la Vega Baja

mos habían subido a 32 maravedís, mientras que su imitación con composiciones decorativas de influencia neoclásica. En Estas piezas, hasta fechas recientes, han carecido de es-
de Toledo sólo valía 10…”38. el motivo central se representan paisajes idealizados, enmar- tudios arqueológicos contextualizados e, incluso, de una cla-
cados por grecas de guirnaldas, rocallas y celosías. La técnica sificación correcta si observamos su escasa presencia en los
Figura 7 original de ambas consistía en el grabado de la decoración catálogos clásicos del numario hispano-musulmán41. Además
sobre una plancha de cobre. de la clasificación tipológica de Rafael Frochoso42, existe un

Figura 8 40.– Agradecemos la colaboración de Manuel Castro Priego en la realización de este


37.– GONZÁLEZ, C., 2004: Talaveras: Las lozas de Talavera y su entorno a través de trabajo.
una colección, Madrid. 41.– MILES, G.C., 1950: The Coinage of the Umayyadas of Spain, New York.
0 3 cm.
38.– PESCADOR, Mª C., 1965: “La loza de Talavera y sus imitaciones del siglo VIVES, A., 1979: Monedas de las Dinastías Arábigo-Españolas, Madrid.
XVII”, en: Archivo Español de Arte, nº 149-152, pp. 245-251, Madrid. 39.– MAESTRE, B., 1993: La cartuja de Sevilla. La fábrica de cerámica, Sevilla. 42.– FROCHOSO, R., 2001: Los feluses de Al-Ándalus, Madrid.
126 127
Figura 10 Figura 12
Relación peso - n º de ejemplares
reducido número de trabajos sobre la vinculación de estas
10
piezas con asentamientos de los siglos VIII-IX d.C., siendo los 9

n º de ejemplares
8
más destacados los de Carolina Doménech en el País Valen- 7
ciano43. En los últimos años empiezan a documentarse contex- 6
5
tos arqueológicos que aportan nuevos datos sobre la relación 4
de estas piezas con el fenómeno de la expansión islámica, el 3
2
surgimiento de Al-Andalus y su unión a un circulante previo 1
0 1 cm.
0 1 cm.
ya existente, como demuestran los hallazgos de Recópolis44 y 0

el Tolmo de Minateda45.

4
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4

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9

9
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1,

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5–

5–
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5
1,

2,

3,

4,

5,
Los feluses del Emirato Dependiente (siglo VIII d.C..), En cuanto a los tipos se caracterizan por:
representan el 52,4% del total de monedas legibles y un
• Grupo II: No suelen tener orla y en anverso presentan
34,4% de las piezas registradas siendo, hasta ahora, uno de • Grupo XI: Tiene en el anverso la leyenda: SE CONTRIBUYE AL SER-
una leyenda en dos líneas: NO DIOS SINO DIOS, y en rever-
los conjuntos más importantes localizados en un yacimiento • Grupo VII-b,: Se trata de ejemplares de los que se conocen un reducido VICIO DE DIOS, y en el reverso: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS.
so: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS.
arqueológico peninsular y con amplios elementos comunes número y que presentan en anverso la leyenda: NO DIO SINO DIOS, y en re- Existen dos ejemplares. En el caso del ID 1020, fue acuñado en dos ocasio-
con los 46 feluses recuperados en la Mezquita de Córdoba Figura 9 verso: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS, ambas en dos líneas. La leyenda nes, lo que dificulta su lectura, siendo inicialmente inscrita con leyendas del
en 199646. Estos últimos fueron localizados en varios contex- se muestra invertida —en espejo—, como se observa en el ejemplar ID 3176. tipo Grupo II de Frochoso. Se trata de un tipo de felús que algunos autores
tos arqueológicos fiables, coincidentes con la reforma de un definen con el calificativo de “Feluses de la Conquista” de acuerdo a la
Figura 11
pavimento de época visigoda en un momento emiral previo propuesta clásica de Barceló y Balaguer en la década de los 7049, que iden-
a la construcción de la Mezquita por Abd-al-Rahman I (785 tificaban las leyendas de estos ejemplares con pagos militares, coincidiendo
d.C.), y relacionado con el uso de la basílica de San Vicente con el momento de la entrada de las tropas de Tarik en la Península en el
como nuevo espacio religioso islámico que, tradicionalmen- 711 d.C. Este planteamiento fue posteriormente revisado por Barceló, que
te, se sitúa en torno al 75647 d.C. matizó lo “extraordinario” de estas emisiones, considerándolas un ejemplo
más de la fiscalidad islámica del siglo I de la Hégira/VII-VIII d. C., que uti-
0 1 cm.
Este último conjunto, sin embargo, no coincide con el de liza una etimología propia del primer momento de expansión del Islam, sin
Vega Baja en la tipología, ya que según Frochoso, que cir- estar necesariamente unida al proceso de conquista de la Península50.

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


cunscribe su estudio para este caso a 18 ejemplares de 46 del 0 1 cm.

hallazgo cordobés48, son destacables los denominados por él Figura 13


como Grupos III y XVIII. En nuestro caso, el tipo dominante
es el II, que por otra parte coincide con el felus del Emirato
Dependiente más representado en la colección del Museo Ar- • Existen varios subtipos que sin presentar cambios en las leyendas, se
queológico Nacional. Todos los hallazgos no presentan data y limitan a modificaciones decorativas, como es el caso del ejemplar ID 929,
la única ceca representada en tres de ellos es “Al-Andalus”. identificado por Frochoso como una variante del Grupo II.
• Grupo IX (ID 1503):, Variante. En el anverso aparece la leyenda: EN
Desde el punto de vista metrológico, se han observado algu- EL NOMBRE DE DIOS, en dos líneas, y en el reverso: MAHOMA ES EL
43.– DOMÉNECH, C., 2003: Dinares, dirhames y feluses: circulación monetaria islá-
nas similitudes con la frecuencia de pesos que señala Frochoso ENVIADO DE DIOS. Se diferencia de los tipos anteriores en los adornos 0 1 cm.
La cultura material de la Vega Baja

mica en el Pais Valenciano, Alicante.


y que parece confirmar la concentración de la producción de 44.– CASTRO, M., 2008: “Los hallazgos numismáticos de Recópolis: Aspectos singu- con forma de estrella que se documentan en ambas caras.
estas monedas de cobre en dos valores: por un lado entre 1,4 y lares de su integración en la secuencia histórica del yacimiento”, en: Recópolis y
una ciudad en época visigoda, Zona Arqueológica, nº 9, pp. 130-141. Madrid.
2,5 grs y, por otro, entre 4,5 y 5 grs. En el caso de los feluses de 45.– DOMÉNECH, C. y GUTIÉRREZ, S., 2005: “Las monedas del Tolmo de Minate-
Vega Baja, y habiendo analizado, por tanto, ejemplares no per- da (Hellín, Albacete)”, en: Actas XIII Congreso Internacional de Numismática,
vol.2, pp. 1567-1576, Madrid. 49.– BALAGUER, A.M., 1976: Las emisiones transicionales árabe-musulmanas de
tenecientes a colecciones museísticas, se puede señalar que el 46.– MARFIL, P., 1996: “Resultados de la intervención arqueológica en el patio de Hispania, Barcelona.
felus dominante se sitúa entre 1,4 y 2,4 grs, que representa el los naranjos de la mezquita de Córdoba en el año 1996”, en: Qurtuba. Estudios BARCELÓ, M., 1972: “Sobre algunos fulūs contemporáneos a la conquista de
• Grupo XVII: Es el conjunto de feluses de mayor peso, que alcanzan
andalusíes, pp. 79-104. Córdoba. Hiapnia por los arabo-musulmanes”, en: Boletín de la Real Academia de Buenas
50% del total legible. Por otro lado, y menos significativo, hay 47.– Agradecemos las observaciones realizadas por Pedro Marfil Ruiz, arqueólogo Letras de Barcelona, (XXXIV) 1971-1972, pp. 33-42, Barcelona. la cifra de 10,1 grs, y un peso medio de 6,4 grs., lo que podría indicar la
un segundo grupo con un peso que oscila entre 3,4 y 5 grs, que que realizó la intervención arqueológica en el Patio de los Naranjos de la Mez- 50.– BARCELÓ, M, 1994: “Els fulūs de Tanga de finals del segle IH./VII d.C., els existencia de un felús “más pesado” sin que todavía pueda ser posible re-
quita de Córdoba en el año 1996. pactes més antics i el cas de Mallorca i de Menorca: una revisió”, en: Gaceta
representa el 21,8% del total legible. 48.– FROCHOSO, R., 2001, pp. 14-15. Numismática, 114 – 1994, pp. 5-8, Barcelona. lacionarlo con una producción concreta, o con ejemplares de mayor valor
128 129
Figura 17 Figuras 19 y 20
monetario. La leyenda se caracteriza por presentar en anverso una estrella • También se ha recuperado, en este caso en contexto arqueológico,
en el centro de la pieza con una leyenda en orla: NO DIOS SINO DIOS; una pequeña fracción de cobre de los Reinos Taifas —ID 2020—, de difícil
MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS, y en el reverso, en el centro, la ceca lectura, y que hasta hace poco tiempo merecían escaso interés por parte de
en dos líneas: EN AL-ANDALUS, y en la orla: EN EL NOMBRE DE DIOS los investigadores. Sin embargo en los últimos años, y gracias a los trabajos
FUE ACUÑADO ESTE FELUS. de Frochoso y Medina51, y la publicación de algunos tesoros que contienen
piezas de este tipo52 han comenzado a catalogarse un conjunto de piezas con
Figura 14
un peso en torno a medio gramo y que son, sin ninguna duda, de cobre. Se ha
0 1 cm.
considerado a este tipo de monedas divisores menores de la fracción de dinar 0 1 cm.

que recordemos se sitúa, en el caso de la Taifa toledana entre 1,2 y 1,6 grs.

Figura 16

0 1 cm.
• El segundo, acuñado a nombre de Ervigio, es hasta ahora la moneda
de época visigoda más tardía hallada en la Vega Baja, acuñándose entre el
686-687 d.C., siendo su lugar de producción Ispalis —ID 7086—. Su tipo
0 1 cm. es similar al Miles 409d56.

Figura 18

0 1 cm.

• El conjunto de ejemplares numismáticos de cronología islámica se


complementa con un felús del Emirato Independiente (756-929 d.C.) des-
Durante las intervenciones arqueológicas recientes, se han recuperado
contextualizado —ID 1926—, y recortado, sin que sea posible distinguir ni
también dos tremises del siglo VII d.C., que se unen a los hallazgos ya
el lugar de producción ni el año de emisión, a lo que se une una leyenda de
conocidos, como el tesorillo de treinta tremises con piezas de Leovigildo,

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


reverso ilegible. Sin embargo las características epigráficas del anverso, y es-
Suintila, Sisenando, Sisebuto y Chintila53, y la recuperación de un tremis
pecialmente la letra — , — que aparece en la parte inferior de la leyenda
de Suintila54, que apareció al sur del yacimiento, acuñado en Tarraco, e • En cuanto al numario de época romana (3 ejemplares), es interesante
central del anverso, tiene claros paralelos en emisiones de dírhems de Abd- 0 1 cm.
identificable con el tipo Miles 215d55. observar la presencia de tipos de cronología diversa. Por un lado, una pieza
Al-Rahman II de los años 830(1)-832(3) d. C../, 840(1) d.C./ y 849(50) d. C.
acuñada durante la República (siglo II-I a.C.) —ID 3819—, en la que se
Figura 15
• El primero de ellos es un tremís de Tulga (639-642 d.C.) ceca Tarra-
observa la imagen de Roma con busto a la derecha (anverso), y biga en el
gona, variante tipológica no conocida, dado la leyenda que presenta en el
reverso dirigida por la República.
reverso —ID 6547—.
Figura 21
La cultura material de la Vega Baja

51.– MEDINA, A. y FROCHOSO, R., 1998: “Las monedas fraccionarias del reino de
Toledo. Nuevas Aportaciones”, en: Numisma, 241, pp.41-57, Madrid.
• En cuanto a las monedas acuñadas tras la conquista cristiana de Tole-
FROCHOSO, R. y MEDINA, A., 1999: “Las monedas fraccionarias de los reinos do en 1085, se reduce a un pequeño conjunto de seis ejemplares de vellón,
de Taifas”, en: Numisma, 242, pp. 81-101, Madrid. en los que es significativa su cronología comprendida entre finales del siglo
52.– CASTRO, M., 2002: “Hallazgos numismáticos de época islámica en Guadalaja-
0 1 cm. ra: El tesorillo taifa de Aranzueque”, en Actas del I Simposio de Arqueología de XIII y el último tercio del siglo XIV, lo que permite plantear, a pesar de
Guadalajara, pp. 569-578, Madrid. encontrarse en posición secundaría, una posible ocupación del espacio de
53.– VV.AA., 2007: Hispania Gothorum, San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo,
Toledo. la Vega Baja en ese momento histórico.
0 1 cm.
54.– GARCÍA, R.L., et alii, 2007: “Aportación de la Numismática al conocimiento
de las fases de ocupación de la Vega Baja de Toledo”, Arse, nº14, pp. 115-138,
Valencia.
55.– MILES, G.C., 1952: The Coinage of the Visigoths of Spain, Leovigild to Achila II,
p. 275, New York. 56.– MILES, G.C., 1952: p. 382.
130 131
• De época altoimperial se ha recuperado un As o Dupondio —ID 4.6.– Vidrio de Vega Baja58
57
264—, posiblemente Flavio (finales del siglo I d.C.).
Los primeros análisis del vidrio procedente de Vega Baja
Figura 22 nos muestrean un vidrio de cronología muy variada, que abar-
can desde época antigua hasta época moderna. Sin embargo,
si nos centramos en la zona de intervención llevada a cabo en
el “Área 10.000”, podemos observar un predominio del vidrio
de época romana, en concreto de vidrio azulado, poco traba-
jado pero de muy buena calidad y que perdura hasta época
tardía. Aparece muy triturado. Se trata de formas de perfil
vertical, como ungüentarios, botellas, y otras formas abiertas
como cuencos y vasos y también se han documentado formas
0 1 cm. de perfil en “S”.

Es importante señalar que la mayor parte corresponde a


vidrio en reciclado, lo que parece apuntar a varias vidas del
vidrio. El reciclado del vidrio se llevaría a cabo en época
tardía romana. Pero antes de la nueva fundición, el material
De cronología más tardía se ha documentado un AE2 posiblemente acu- triturado pudo ser utilizado como herramientas de corte o de
ñado por Graciano, ceca Arelate (en la actual Francia) —ID 6693—, produ- raspado.
cido ya en pleno periodo bajoimperial (mediados del siglo IV d.C.).
Lámina V
Figura 23
Por tanto, cabe la posibilidad de pensar en la existencia
de un taller de fundición y reciclado de vidrio de época tardía
en la Vega Baja y que podría perdurar hasta, al menos, bien

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


entrado el siglo VII. Hemos localizado restos de frita, es decir,
fragmentos de crisol de fundición y restos de fábrica.

De época tardía (siglos V al VII) predominan fragmentos de


vasos troncocónicos o semiesféricos de color amarino y tam-
bién destaca la presencia de fragmentos de vidrio dorado, los
0 1 cm.
primeros podrían ser parte de los policándela, grandes lámpa-
ras de iglesia, y los últimos a objetos de ambiente palatino.

Con la colección de vidrio que presentamos queremos dar


La cultura material de la Vega Baja

una imagen global de lo que hasta el momento ha sido recu-


perado durante la intervención que se está llevando a cabo en
el Área 10.000, y que abarca desde época romana hasta épo-
ca moderna, haciendo especial hincapié en formas de época
57.– Su estado de conservación impide una mayor precisión en su clasificación.
romana y tardía por ser estas las fases cronológicas con un
mayor porcentaje de restos recuperados.

58.– Agradecemos la colaboración del doctor Ángel Fuentes en la realización de este


trabajo.

132 133

Lámina V
0 3 cm.
Relación de piezas Frag. 4469-2

Fragmentos de borde y pitorrito que podrían ser de una misma pieza, la


Época romana
de un alimentador.
Frag. 3605-1 Frag. 4556-1
Fragmento de ungüentario, corresponde a un umbo de vidrio azulado, Vasito de perfil es “S” romano tardío,
alto imperial, característico del siglo I d.C. La técnica es de soplado en
Frag. 4623-1
molde.
Ollita del siglo V o quizás más antigua, globular, pulida al fuego.
Frag. 3699-2
Frag. 5690-1
Fragmentos de botella flavia cortado para reutilizar, vidrio azulado.
Siglo IV, cuenco semiesférico muy abierto.
Frag. 4443-1
Frag. 6190-1
Fragmentos de botella, vidrio azulado muy difundida durante el alto
imperio. Vidrio facetado, soplado en molde exterior, superficie decorada con óva-
los, pero hecho soplando en un molde con el tallado interior del molde.
Frag. 5571-1
Frag. 6640-1
Asita de una pieza estirada, posiblemente un ungüentario.
Fragmento de botellita, se conserva el cuello macizo aparentemente con
Frag. 5619-1
muchas burbujas, hilos aplicados a la boca. Época tardía.
Pie de una copa grande, el vidrio parece romano, posiblemente corres-
ponde a una tapadera de urna funeraria, su cronología es del siglo I o más Vasos troncocónicos y con decoración dorada
tardío.
Frag. 3699-3
Frag. 6637-1
Vaso troncocónico del siglo III d.C. Amarillo realizado a partir del fun-
Posible tapadera cónica o posible cuenco, azulado dido de vidrio antiguo.

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Frag. 6996-1 Frag. 3837-1

Copita muy común desde la segunda mitad del siglo I en adelante. So- Cuenco del siglo IV-V, troncocónico, cerrado, ámbar, amarino.
plado al aire
Frag. 3980-1
Época tardía Vasos troncocónicos de labio exvasado y otro invasado. Reciclado, so-
plado al aire englosado al fuego. SV-SVI.
Frag. 3699-1
Frag. 4009-1
Fragmento de vidrio azul romano. Umbo de una gran botella.
Posible lámpara, cuenco tulipiforme, troncocónico, asociado a grandes
Frag. 3699-4
lámparas de iglesia. Soplado al aire, de muy buena talla. Al soplado le han
La cultura material de la Vega Baja

Cuello de ungüentario del siglo II-III, triturado, reciclado para fundir. añadido un hilo macizo para hacer el borde. Policándelo asociado a iglesias.
Frag. 4018-1 Vidrio reciclado, presenta burbujas y acepciones de superficie. Cronología
propia del siglo VI
Umbo de ungüentario tardío, fragmento azulado, posiblemente del siglo
IV o más tardío. Frag. 4028-1

Frag. 4469-1 SigloV, VI, VII, cuenco troncocónico abierto. Pulido al fuego. Reciclado
romano
Asa de anillo de una pieza grande muy tardía romana posiblemente de
lámpara de pared fina. Frag. 4469-3

Triturado para su molduración y reciclado.


134 135
Lámina VI
0 3 cm.
Frag. 5179-1 Moderno corresponden con objetos fabricados en el África bi-
Fragmento de vidrio tardío. Cuenco troncocónico. zantina o son resultado de una comercialización del
Frag. 2082 -1
marfil para su posterior transformación. Los objetos
Frag. 5255-1 Fragmento de vidrio decorado posiblemente del siglo VIII. documentados se relacionan con un número reduci-
Fragmento de cuenco troncocónico Frag. 2683-1 do de categorías funcionales, principalmente conte-
nedores, objetos de adorno personal, piezas de ajuar
Frag. 5516-1 Vidrio plano de cristal moderno.
doméstico y elementos de carácter lúdico.
Tulipa, cuenco de perfil vertical, troncocónico, borde reentrante de lám- Frag. 4217-1
para. Muy buena. Se dan paralelo en Oriente. Entre los contenedores, se han documentando
Vidrio muy moderno, contemporáneo. SXIX
distintos elementos pertenecientes a cajas, botes
Frag. 5567-1
Frag. 6162-1 o arquetas. La más llamativa es un bote o ar-
2 fragmentos de cuencos triangulares del siglo VI-VII con acanaladuras queta cilíndrica (ID 3173). Figura 25. Tiene
Botellería actual de Sabín
interiores, posible lámpara. un diámetro aproximado de 13,6 cm. y un
Indeterminado grosor de 3 m.m., conservando 7,8 cm. de altura
Crisol y restos de fábrica
Frag. 5533-1 y 7,9 cm. de anchura. En el interior, un pequeño
Frag. 3709-1 hombro serviría de base a una tapadera circular
Vidrio meteorizado, verdoso masivo de pie o de repie de un fragmento
Frita, fragmento de crisol de fundición. de la que no se han localizado restos. En su faz
de vidrio romano, tallado posiblemente de oro, con amalgama de mercurio
exterior se talló una escena en altorrelieve que
Frag. 5571-2 para amalgamar el oro encima. Tesela de cristal y oro para mosaico parietal,
le otorga su carácter excepcional. Desconoce-
cronología imprecisa.
Restos de fábrica mos el desarrollo completo de la composición
decorativa, reconociéndose dos figuras con
túnica y toga en torno a un pozo. La escena
parece representar un pasaje de la vida de
Jesús, como es habitual en las representacio-
nes figurativas del primer cristianismo. La si-
tuada a la izquierda señala al suelo con la mano

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derecha, levantando la izquierda hacia el mentón, tal vez
Figura 25
0 1cm. en actitud reflexiva. A la derecha una figura femenina, con
la toga cubriéndole la cabeza; mira al exterior, levantando su
brazo derecho y sujetando la cuerda del pozo con el izquierdo.
4.7.– El Material Óseo Esta segunda figura cuenta con un remache circular con apén-
dice trapezoidal de bronce y una perforación para un segundo
El estudio del material óseo entraña una gran dificultad remache en su parte inferior. Llama la atención la minucio-
por la dispersión de los materiales publicados y la práctica sidad con que se representa el pozo central con arco, polea,
inexistencia de trabajos monográficos59. Hasta ahora se han cuerda, cesto y su brocal circular de sillares60.
La cultura material de la Vega Baja

contabilizado veintiocho objetos de hueso o marfil en los que


es posible reconocer con suficiente precisión sus característi-
cas formales originales. Además, existen multitud de peque-
59.– AGUADO MOLINA, Maria., BANGO GARCÍA, Carlos. Y JIMÉNEZ CAÑIZOS,
ños fragmentos deficientemente conservados que no han sido Ofelia, 2007: “El hueso trabajado del yacimiento del «Cerro de Álvar-Fáñez»
tenidos en cuenta en este trabajo preliminar. (Huete, Cuenca)”. Cæsaraugusta, 78, p. 495.
60.– A falta de un estudio iconográfico detallado enunciamos tres posibles hipótesis
de interpretación de esta pieza: En el Antiguo Testamento puede ser la historia
En el conjunto, resulta especialmente relevante la alta del encuentro de Eliécer y Rebeca en el pozo que cuenta el Génesis (Génesis
calidad técnica de parte de las piezas recuperadas. La apa- 24,1-31). En el Nuevo Testamento puede ser el encuentro de Jesús con la Sama-
ritana en la fuente de Jacob (Juan 4,1-14) y en el arte bizantino entre los temas
rición de piezas de eboraria refleja el carácter lujoso de al-
que ilustran la Anunciación en el Himno Akathistos (de finales del siglo V) en el
gunas producciones, resultando precipitado establecer si se que se ve al ángel que se aparece a María que ha ido al pozo a buscar agua.
136 137
Figura 28
Figura 29
Figura 26 Figura 27

0 1cm. 0 1cm.

La iconografía de esta pieza, con pozo central y figuras a ningún género de dudas, como pertenecientes a un único ob-
ambos lados, cuenta con paralelos que abarcan una cronolo- jeto. Se encuentran compuestas por un cuerpo hueco de forma
gía situada entre los siglos III y VIII61. No es la única de su cilíndrica con una perforación lateral y hombros internos en
tipo aparecida en el entorno de Vega Baja, conociéndose, des- su parte superior e inferior, que permitiría cerrarlas con las
de hace algunos años, el Marfil de Hipólito localizado en las tapaderas discoidales. Muchas de ellas están decoradas con

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inmediaciones del circo romano62. Este tipo de piezas en hue- círculos concéntricos. Tienen una altura comprendida entre
so o marfil, aunque no muy abundantes, cuentan con distintos los 2,6 y 3,6 cm. y un diámetro situado entre los 2,3 y 3 cm.
ejemplos como los relieves de marfil de Carranque (Toledo),
la arqueta de marfil de Samagher (Istria) o la cátedra de mar- Otro tipo frecuente, entre las piezas elaboradas en hueso
fil del obispo Maximiano (Rávena). Su fragilidad hace pensar y marfil, son las asociadas a decoraciones del mobiliario de
que hubo de ser manejada con sumo cuidado, encontrándose madera. En general, de forma cuadrangular con sección pla-
posiblemente reservada a contener algún material de especial na. En las excavaciones de Vega Baja se han recuperado siete
valor material o espiritual. plaquitas de este tipo, algunas con decoraciones de círculos Figura 31
incisos. Posiblemente a este tipo de elementos pertenezca una
Entre los contenedores localizados, destacan pequeñas ca- pieza calada decorada con círculos incisos Figura 28.
La cultura material de la Vega Baja

jitas cilíndricas con tapadera que cuentan con, al menos, ocho


ejemplares diferentes Figura 26 y 27. Son piezas documentadas 61.– Como la pilastra de la Iglesia del Salvador (Toledo), los mosaicos parietales de
en yacimientos tardoantiguos del entorno mediterráneo. Cla- San Apollinar il Nuovo (Ravena, S VI), las representaciones al fresco en las
sificadas como discos de hueso por diferentes autores, no está Catacumbas de San Calixto (Roma, S. IV) o en Dura Europos (Siria, S. III d.C.)
entre otros.
clara su funcionalidad, identificándose como fichas de juego 62.– V.V.A.A., 2007: Hispania Gothorum. Toledo, p. 371.
(Teserae Lusoriae) o botones63. Lo excepcional de los ejempla- 63.– Veasé GAMO PARRAS, Blanca, 1998: La antigüedad tardía en la provincia de
Albacete. Instituto de estudios albacetenses de la Diputación de Albacete. Al-
res de Vega Baja es que de las tres piezas las componen (dos bacete. Serie I, nº 102, p.p. 228-229 y 333, figs. 28 y 29; MUSEO NAZIONALE
tapaderas y un cuerpo cilíndrico que es el que propiamente ROMANO (2000): Cripta Balbi. Ministero per i Beni e le Attività Culturali. So-
printendenza archeologica di Roma. Milan, p. 66 y V.V.A.A. (1998): Complutum.
da su utilidad al recipiente) han podido ser identificadas, sin Catalogo de la Exposición. Alcalá de Henares, p. 178.
138 Figura 32 Figura 30 139

0 1cm.
Figura 33 Otros dieciocho fragmentos de hueso podrían pertenecer 4.8.– El material Metálico Figura 34
a este tipo de piezas, aunque su estado de conservación no
permite asegurarlo, abundando entre ellas las decoradas con Dentro de este epígrafe se agrupa un copioso número de
círculos e incisiones Figura 29. De estos elementos cabe des- piezas. La gran amplitud cronológica y la abundancia de res-
tacar dos plaquitas, de 2,3 cm de lado en forma de triángulo tos hacen complicado resumir en estas líneas la gran variedad
rectángulo, decoradas con círculos concéntricos64 Figura 30. Y tipológica que puede establecerse. Esta variedad no se ciñe
una placa de cuadrada de 4,9 cm. de lado, decorada con cír- exclusivamente al aspecto formal, sino también a los tipos de
culos en los ángulos y un gran círculo central que enmarca materiales documentados que abarcan los más frecuentes en
otro más pequeño en altorrelieve Figura 31. los yacimientos arqueológicos como plata, bronce, hierro, plo-
mo e incluso oro, y otros menos habituales, como las aleacio-
Dentro de los objetos relacionados con el atuendo perso- nes de objetos relacionados con la Fábrica de Armas.
nal, se puede señalar la aparición de diversos botones y agujas
para el pelo o acus, destacando una pieza decorada con inci- En este cuadro general nos centraremos en los materiales
siones helicoidales que enmarcan rombos en resalte. Su cuer- de cronología más antigua (romana, visigoda e islámica), sin
po distal tiene forma lanceolada. Entre los objetos de carácter incluir los modernos y contemporáneos, solo mencionados de
lúdico señalamos la presencia de dos dados con tipologías forma esporádica. El total de piezas suma varios miles, en
distintas. El primero, en hueso, es cuadrado con dimensiones gran parte de periodos recientes.
milimétricas, mientras que el segundo fue realizado en marfil
con forma rectangular, contando con paralelos en el cercano Los objetos de adorno personal y vestimenta destacan por
Complutum65 Figura 32. su número y calidad. Cabe citar los anillos, con cinco ejem-
plares, destacando dos por su decoración. El primero consti-
Por último, cabe señalar los elementos posiblemente rela- tuido por una lámina de bronce de sección plana decorada dos
cionados con el ajuar doméstico. Destaca una pieza compuesta líneas horizontales, e incisiones verticales paralelas que en-
por tres cuerpos huecos de forma cilíndrica, con un diámetro marcan aspas separadas por líneas horizontales. El segundo
de 3 cm. y una altura de 9,6 cm Figura 33. Presenta una decora- tiene sección circular y presenta en su parte superior un sello
ción de semicírculos, a modo de arcos de herradura, enmarca-

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circular de 1,3 cm. de diámetro con el grabado esquemático
dos en una banda doble de líneas incisas y motivos circulares. de un busto de perfil con corona doble.
El cuerpo superior, sin decoración, presenta dos perforaciones
cuadrangulares enfrentadas en el extremo. Otras piezas, frag- Dentro de los colgantes han aparecido diversas medallas
mentadas, asociables a cachas de cuchillo, son dos plaquitas de tradición popular, mayoritariamente de época moderna y
rectangulares decoradas con círculos concéntricos incisos y dos piezas tardoantiguas Figura 34. De entre éstas últimas, des-
perforaciones para remaches de 1 mm. de diámetro. taca un colgante en forma de bellota realizado a partir de una
lámina de bronce con un apéndice circular Figura 35. Está de-
corada con líneas incisas en zig-zag en su parte superior, imi-
tando la corteza de la cáscara de bellota. Una segunda línea
La cultura material de la Vega Baja

incisa separa el fruto de su parte superior. La otra es una pieza


fusiforme, con apéndice circular hueco, presenta relieves de
series de gránulos en vertical por toda la pieza y una línea ro-
deando el contorno Figura 34. Como elementos característicos 0 1 cm.

del periodo visigodo se pueden citar las piezas pertenecientes


a hebillas y broches de cinturón. Las dos piezas identificadas
se corresponden con agujas de base escutiforme en bronce
64.– Plaquitas triangulares muy similares se han localizado en la Cripta Balbi, for- 66.– Ejemplos cercanos de estos tipos los encontramos en Recópolis (Guadalajara),
mando parte de tableros de juego, fechadas en el s.VII. Cripta Balbi, MUSEO fundido, de origen romano, que resultan especialmente fre- en las necrópolis de Carpio de Tajo (Toledo), de los Afligidos o de Tinto Juan de
NAZIONALE ROMANO, 2000, p.66. cuentes en los yacimientos de siglo VI66 Figura 36. la Cruz (Madrid).
65.– V.V.A.A., 1998, p. 178.
140 141
0 3 cm.
Figura 37
Figura 35 Entre las fíbulas se puede destacar una de las llamadas múltiplo del solidus (4,5 gr.), equivalente 12 veces a su peso.
de pie vuelto con puente de sección almendrada y un apén- Tiene una corona laureada que contornea una cruz griega con
dice caudal con dos anillas moduladas y botón terminal, si- dos letras: gamma y beta. Bajo la primera, un pequeño círculo
milar a un ejemplar de Recópolis67 Figura 36. También destaca pudiera corresponderse con una omicrón. La gamma simboli-
un broche de bronce realizado sobre una lámina ovalada de zaría la uncia y la beta el número dos, correspondiéndose su
sección plana, que conserva la aguja y el enganche Figura 37. valor a dos uncias, equivalente a seis solidi. Se encuentran
Otro tipo de elementos, dentro de este grupo, son los alfileres, coronadas por una cruz y rodeadas por dos círculos grabados,
habiendo aparecido varios ejemplares entre los que destaca uno en el anverso y otro al reverso. Su canto es recorrido por
uno completo de sección circular y cabeza esférica con 7,2 dos acanaladuras. El segundo (ID 3154) es un ponderal cua-
cm de longitud. Eran utilizados en época bajoimperial y visi- drado decorado con una corona más esquemática con puntos
goda, usualmente para el aderezo de las togas68 Figura 38. Cabe y símbolos geométricos en las esquinas. Tiene las letras N y
señalar la presencia de abundantes botones metálicos, mayo- S grabadas. La primera es asimilable a nomisma (moneda), la
ritariamente modernos, destacando aquellos pertenecientes a
uniformes militares de variada tipología asociados a la Fábri-
ca de Armas. Entre los elementos de ajuar doméstico desta- 67.– V.V.A.A., 2006: Recópolis. Un paseo por la ciudad visigoda. Catálogo de la
exposición. M.A.R., p. 128.
can las hojas de cuchillo realizadas en hierro, en general muy 68.– Un ejemplar del mismo tipo y dimensiones aparece en Complutum. VVAA.
alteradas por las características edafológicas del terreno poco 1998, p. 250 y también en La Pingarrona, Madrid. (V.V.A.A., 2007: Hispania
Gothorum. Catálogo de la Exposición. Toledo, p. 468.
apropiado para la conservación de este tipo de materiales. 69.– V.V.A.A. 2007, p. 555. Un ejemplo de este tipo de base de lampadario lo encon-
Figura 36 tramos en Varea V.V.A.A., 1990: Los bronces romanos en España. Catalogo de la
De los elementos relacionados con el mobiliario, hay que Exposición. Ministerio de Cultura, nº 222.
70.– V.V.A.A. 1990, p. 212, nº 22 y V.V.A.A. (1998), p. 247, fig. 168.
llamar la atención sobre un disco circular de bronce con umbo 71.– PALOL, Pedro de. 1949: “Ponderales y exagia romanobizantinos en Hispania”,
y orificio central de 7 cm. de diámetro, posiblemente una base en: Ampurias, XI, p. 127 y s.s., y PALOL, Pedro, 1957: “El ponderal bizantino
del Seminario de Arqueología del a Universidad de Salamanca”, Zephyrus, VIII,
de lampadario como el aparecido en las excavaciones realiza- 291-294. Pedro.
Figura 38 das en el circo romano de Toledo en 192969 Figura 39.

Un tipo de piezas a las que se ha dado una funcionali-

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


dad tanto decorativa como ritual, son las pequeñas campanas
o tintinabulum de bronce Figura 34. Las localizadas en Vega
Baja, de cronología tardoantigua, tienen sección cuadrada.
Ejemplos de este tipo de piezas los encontramos en Tarraco y
Complutum70. Otro tipo de pieza similar son las bullae que en
ocasiones, pueden pasar por cascabeles. Contamos con una
pieza en bronce de 3,2 cm de diámetro Figura 34.

De las piezas de armamento se puede señalar la aparición


de un regatón, un contera y una punta de lanza, en la actuali-
La cultura material de la Vega Baja

dad en proceso de restauración.

Entre los elementos relacionados con actividades comer-


ciales es muy importante la aparición de tres ponderales de
bronce. Posiblemente se trate de piezas importadas de imperio
bizantino para el control de comercio de oro. Son fechables
entre los siglos VI y VII. Ponderales similares, aunque de dife-
rente peso, se localizan en Salamanca, Gerona y Segovia71. El
primero (ID 3153), circular, cuenta con de 3,3 cm. de diáme-
142 tro, 0,9 cm. de grosor y 54,2 gr. de peso, relacionable con un Figura 39 143

0 1cm.

0 1cm.
Figura 40

apliques, chapas, aros y aran- 4.9.– Material Constructivo Latericio


delas, fragmentos de bisagras,
herraduras y láminas, algunas La principal aportación de material constructivo latericio
conservando remaches. se localiza en un preparado de suelo, del que recientemente
Figura 42
se ha procedido a su levantamiento. Este preparado estaba
De piezas de bronce contamos con chapas y láminas remacha- formado por ladrillo romano reutilizado. Por el momento, des-
das, algunas decoradas a buril con motivos circulares. También conocemos cuando se produce el abandono de estas estruc-
arandelas de reducido tamaño, alambres, chinchetas, alcayatas turas puesto que llegó a nosotros descubierto y únicamente
y clavos. Entre las piezas señaladas debemos citar un aplique de con restos de una capa de opus signinum muy alterado, pero
sección plana con extremo circular con un hueco, también cir- que en algunas zonas se encontraba fuertemente adherido.
segunda pudiera ser el numeral seis, referido a la moneda de
cular, contorneado por una decoración de círculos concéntricos. Sin embargo, las intervenciones que, actualmente, se están
oro o solidus, siendo múltiplo de este, con valor de seis. Tie-
El cuerpo, rectangular, presenta un círculo decorado con una llevando a cabo en la zona, han de aportarnos datos que nos
ne 26,70 gr. de peso, 2,5 cm de anchura y 0,5 cm. de grosor,
espiral en su interior. En la parte distal, aunque rota, también se clarifiquen el por qué de esta construcción y su finalidad. Los
equivaliendo a seis solidus Figura 40. El tercero (ID 6622), más
pequeño, también es cuadrado y tiene grabadas la N y la Beta reconocen restos de una decoración del mismo tipo. ladrillos aparecen dispuesto sin orden alguno, se colocan con
(como numeral dos), rodeadas por líneas entrecruzadas en for- la intención de cubrir la superficie de un habitáculo del que
Otra pieza de bronce llamativa es una lámina rectangular
ma de corona laureada. Tiene unas dimensiones de 1,65 cm. de por el momento desconocemos sus dimensiones. Figura 44
con dos apliques con remaches. Tiene una decoración a pun-
anchura por 0,45 cm. de grosor, pesando 9,2 gr. (dos solidus).
zón realizada con series de puntos formando motivos geomé- Figura 44 y Figura 45
Relacionada también con los cálculos de peso cabe citar un tricos. Se encontró acompañada de una segunda lámina trape-
gancho de estátera en bronce de sección cuadrada, así como zoidal sin decoración Figura 43. Los ladrillos son rectangulares, y podemos diferenciar aque-
distintos eslabones agrupados en tres pequeñas cadenas que llos que poseen escotaduras en los lados mayores. Las medi-
En cuanto al plomo, solo cabe señalar la aparición de al- das que presentan estos ladrillos son las siguientes:
pudieron formar parte de una balanza o, más probablemente,
gunas placas de tamaño mediano realizadas en este material,
de elementos de sujeción de una lámpara, al igual que otros
tres ganchos con eslabones. Los ganchos triples se utilizaban con funciones no determinadas. Ladrillos rectangulares: 37,5 x 22 x 2,75 cm
como soportes de lámparas de vidrio o bronce, en la Cripta
Ladrillos rectangulares con escotadura: 37,5 x 24 X 2,75
Balbi y las cadenas triples de igual modo y como elementos

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


de suspensión en las estateras72. Figura 46

Entre los elementos de joyería encontramos varios pendien- Este tipo de ladrillos se utilizó en la construcción de edifi-
tes de aro con remate circular o poligonal, algunos en plata, que Figura 45
cios termales en estancias como el hypocausto o en el calda-
cuentan con multitud de paralelos bajoimperiales, visigodos e rium, ya que por sus características son ideales en resistividad
islámicos y una lámina ovoide de oro, partida en dos fragmen-
y mantenimiento del calor. El ladrillo rectangular se emplea
tos. Una pieza especialmente significativa es un pendeloque
en las suspensurae o para realizar lo arquillos de las pilae de
(ID 2021) Figura 41, realizado con hilo grueso de oro y engarce
los hypocausta. Los ladrillos de orejetas o con escotadura se
sobre gema73, parecido a una pieza aparecida en el Tolmo
utilizan en la construcción de la concameratio o doble pared,
de Minateda74 y, especialmente, a los pinjantes que
que tenía la función de permitir la circulación de aire caliente
La cultura material de la Vega Baja

cuelgan de una corona de chapa simple del tesoro


por las paredes75.
de Guarrazar, conservada actualmente en Cluny
(nº 2879), con la presencia de una pequeña
pieza bitroncocónica de oro que le sirve de
tope. Localizándose, aislado, otro tope simi- 75.– BENDALA GALÁN, M., 1992: “Materiales de construcción hispanos: peculiari-
lar, también en oro Figura 42. dades de Hispania”, en: Ciencias, metodologías y técnicas aplicadas a la arqueo-
Figura 43 logía, Barcelona.
BENDALA GALÁN, M. y ROLDÁN GÓMEZ, L., 1996: “El cambio tecnológico
De los objetos de funcionalidad diversa en la arquitectura hispanorromana: perduración, novedades y peculiaridades”
realizados en hierro, destacan por su abun- en: II Congreso de Arqueología Peninsular, Vol. IV, pp. 103-116, Madrid.
BENDALA GALÁN, M. y ROLDÁN GÓMEZ, L., 1999: “El ladrillo y sus deriva-
dancia los clavos, así como diversos tipos de dos en la época romana” en: Monografías de Arquitectura Romana 4, Madrid. Figura 46
144 72.– V.V.A.A., 1990, p. 342, nº 343. 145
Figura 41 73.– La cuenta es un cuarzo amatista engarzada con oro amarillo de más de 18 kila-
tes, según el experto gemólogo David Duran Sanpedro de Casa Durán.
74.– V.V.A.A. (2007), p. 392.
4.10.– El Material Constructivo Decorado Frag. 3177

Hasta la fecha se han recuperado escasos restos arquitec- Fragmento de elemento decorativo semicircular tallado en piedra cali-
tónicos constructivos que presenten motivos decorados, de za, que presenta la misma decoración por ambos lados, borde sogueado y en
modo, que la muestra no es suficientemente representativa la parte interior motivos vegetales, podría ser parte de una cruz visigoda.
como para poder establecer conclusiones de carácter arqui-
Frag. 3151
tectónico y profundizar en aspectos relativos a la factura del
relieve o los motivos iconográficos. Sin embargo, a pesar de Fragmento de imposta o cimacio realizado en piedra caliza, que presen-
que el número de piezas recuperadas es escaso, observamos ta un rebaje en la parte inferior. La decoración consiste en motivos geomé-
unos rasgos comunes que nos señalan hacia una época y un tricos que se repiten en friso y que se adaptan a la faja de la pieza. Los
estilo arquitectónico. motivos que se distinguen son circulares repetidos en friso que se adaptan 3177
a la faja.
Estos elementos arquitectónicos recuperados hasta el mo-
mento han sido realizados sobre piedra caliza. La decoración 5501
El cimacio es un elemento arquitectónico de origen bizantino típico
consiste en motivos geométricos que se repiten, principal- desde el siglo V, que se extiende por el Mediterráneo hasta Occidente in-
mente círculos, y en cuanto a los motivos de carácter vegetal cluida la Península Ibérica. La función del cimacio es la de soportar el peso
responden a formas muy esquematizadas y sencillas sin com- de los arcos.
plicaciones ornamentales, algo que, por otra parte, es propio
del periodo hispano-visigodo. Frag. 6555

Relación de piezas Posible suspensurae de piedra caliza relacionado con edificios termales
de época romana.
Frag. 7107.
Lámina VII
Columnilla decorada en piedra caliza, está fracturada y presenta fuste
liso, collarino y capitel de estilo corintio muy esquematizado con volutas

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


muy sencillas sin complicaciones.
6555
Frag. 5501.

Fragmento de capitel. Se conserva únicamente dos de sus caras y pre-


senta una decoración igual que la pieza anterior descrita, es decir, siguien- 7107
do el concepto de formas esquematizadas. 3151

Frag.. 4007

Fragmento de capitel, que responden a una simplificación formal del


La cultura material de la Vega Baja

estilo corintio, sin complicaciones ornamentales, donde se conserva el


arranque de hojas lisas. Se trata de un capitel que responde al estilo carac-
terístico de época visigoda. Y en el cual se puede apreciar la evolución del
acanto en hojas lisas.

Frag. 6006

Fragmento de capitel o cimacio cuya forma es tronco piramidal con


rebajes escalonados.

146 147
6006
4007
0 3 cm.
La cultura material de la Vega Baja

148
CAPITULO 5

Diego Peris Sánchez


VEGA BAJA.
ARQUEOLOGÍA, CIUDAD Y PAISAJE

149

Jorge de Juan Ares • Mª Mar Gallego García • Javier García González


VEGA BAJA. ARQUEOLOGÍA, CIUDAD Y PAISAJE

Diego Peris Sánchez

L
a ciudad como realidad física, espacio construido para la convivencia y servi-
cios comunes, ha evolucionado en su configuración y funcionamiento a lo largo
de los siglos. Los centros urbanos se conforman como conjuntos que engloban
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

edificios residenciales y equipamientos públicos, infraestructuras comunes y


estructuras políticas y administrativas que los organizan como tales.

La realidad urbana de otras épocas se ha definido por la presencia de una


serie de factores. Los historiadores definen la ciudad de los siglos V al IX
por la presencia de un conjunto de elementos: existencia de defensas, pla-

Diego Peris Sánchez


nificación de calles, mercados, acuñación de moneda, una cierta autonomía
legal, un papel como lugar central, población relativamente amplia y densa,
diversificación económica, tipos de casa “urbanos”, diferenciación social,
organización religiosa compleja y funciones judiciales.

150 Dibujo de la Vega Baja con los restos del Circo y el convento de S. Bartolome. Santiago Palomares, 1753. 151
La estructura urbana se configura por una serie de fac- Hay, pues, un entorno urbanizado en épocas muy posterio-
tores tanto físicos, que conforman su realidad, como admi- res y una serie de estructuras urbanas que recorren la zona
nistrativos y políticos1. La confluencia en un lugar de tres o y que se consolidan con el desconocimiento de la estructura
cuatro de las características enunciadas anteriormente, define arqueológica existente. Un espacio considerado socialmente
la existencia de una ciudad2. Los historiadores y arqueólogos como lugar vacío, un ámbito de gran extensión. Valorando la
nórdicos consideran que el urbanismo medieval es un fenó- superficie que, en la actualidad, queda libre en la Vega Baja
meno predominantemente económico. Para ellos, la “idea” de tenemos un territorio de más de ochenta y cinco hectáreas4
ciudad se centra en el intercambio activo y en la presencia de con diferentes situaciones urbanísticas, de propiedad y de co-
núcleos artesanales, con la particularidad de que muchas de nocimiento sobre sus valores arqueológicos y patrimoniales.
esas ciudades carecieron durante mucho tiempo de todo esta-
tuto jurídico formal. La diferencia, en inglés de town y city es La modificación del planeamiento urbanístico de la zona
muy significativa. La primera —town— tiene connotaciones comienza cuando el Ayuntamiento de Toledo llega a un acuer-
económicas, mientras que la segunda, —city— es un término do con el Ministerio de Defensa para la cesión del conjunto
para designar un centro episcopal con algún tipo de privilegio de la Fábrica de Armas a cambio de recalificar los terrenos,
Vista general de la Vega Baja y la Fábrica de Armas. propiedad del Ministerio, situados en la zona colindante a la
institucional. La presencia de una actividad urbana, según
Wickham, viene dada por “la existencia de una concentración misma. Para la firma del convenio, el Ayuntamiento aprue-
demográfica de relativa importancia, la presencia de un mer- ba la modificación puntual número 11 del Plan General de
cado y la observación de actividades económicas estructural- Ordenación Urbana que recalifica los terrenos exteriores con
mente diferentes a las de la campiña”3. un aprovechamiento residencial y comercial que compensa la
valoración de la Fábrica de Armas5.
El yacimiento de la Vega Baja, con las incipientes exca-
vaciones realizadas en el mismo, se puede considerar como Cuando se estudia la modificación del Plan de Ordenación
una estructura urbana de singular importancia. Un espacio Municipal (P.O.M.), se asume el proyecto inicial de la Fábri-
Detalle del plano de Toledo de Rey Pastor, 1926.
que queda abandonado con el paso del tiempo y que, en la ca de Armas y se plantea una ordenación general de todo el
actualidad, aparece como una ciudad rodeada por otra ciudad territorio de la Vega Baja. En el año 2004 comienza a elabo-
de época muy posterior que la ha ocupado en parte, que ha rarse el nuevo Plan de Ordenación Municipal de Toledo, cuyo
Documento de avance para la concertación administrativa se La actuación urbanística “Vega Baja” se pone en marcha
definido sus límites y con la que debe relacionarse y en cuyo
presenta en Julio de 20046. El Plan, en su propuesta de ciu- con la concesión de parcelas de la zona a cooperativas y pro-
interior debe mantenerse como yacimiento arqueológico. La
dad unitaria, plantea los nuevos crecimientos para “llenar los motores que plantean proyectos de vivienda en este espacio.
situación del yacimiento tiene una peculiaridad esencial en
vacíos del discontinuo urbano que hoy es Toledo y ampliar La Empresa Municipal Vega Baja asume el proyecto general
esta singular configuración ya que el espacio donde se ubica
Grupo de viviendas en la Avenida de la Reconquista de urbanización. Para el desarrollo de los diferentes proyectos
fue expoliado y poco a poco abandonado. Las referencias de la ciudad con un nuevo criterio de continuidad, fortalecer la
red de conexiones existentes y mejorar la movilidad, articular de construcción se exige a todos los promotores la realización
siglos posteriores nos hablan de una ocupación del espacio
un sistema de espacios libres y dotacionales y crear áreas de de estudios arqueológicos que se complementan con los que
más próximo al circo romano y a la nueva ciudad fortifica- fabricación de armas que se ha rehabilitado, en la última dé-
centralidad adecuadas a las demandas sociales de los distin- realiza la propia empresa gestora para la construcción de via-
da construida en la zona elevada. Este territorio abandonado cada, como campus universitario.
tos barrios”. les e infraestructuras comunes. Los datos de los diferentes
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

se convertirá finalmente en explotación agrícola y ganadera


equipos de arqueólogos fueron confirmando la importancia de
aprovechando la proximidad del río, la bondad de los terre- Después de la guerra civil comenzará una cierta ocupación
este yacimiento y la necesidad de preservarlo.
nos naturales, las nuevas infraestructuras de comunicación urbanística con la construcción de viviendas en la Avenida 4.– La Memoria de Toletum visigodo de 2008 evalúa el territorio libre existente en
y la llegada de aguas para regadío. En uno de sus márgenes la Vega Baja incluida la Fábrica de Armas en 854.990 metros cuadrados de los
de la Reconquista. La propiedad militar y la protección del cuales están ya considerados BIC declarados o incoados el 72%. En las zonas no Y así, junto a los argumentos paisajísticos y de protección
cercano al río Tajo se construirá, desde finales del siglo XVIII conjunto de la Fábrica de Armas protegen este territorio de declaradas la normativa del POM exige la realización de trabajos de arqueología de este espacio que tradicionalmente en el planeamiento ur-
hasta mediados del XX, una ciudad industrial dedicada a la previos a cualquier actuación.
un crecimiento urbano que se produce en sus bordes y que,

Diego Peris Sánchez


5.– La modificación puntual número 11 es redactada por el arquitecto Tomás Marín
banístico había quedado fuera del desarrollo edificatorio, se
poco a poco, va consolidándose. Los viarios históricos sirven Rubio, siendo alcalde de la ciudad Agustín Conde. Posteriormente el Ayunta- suman ahora los argumentos que confirman la existencia de
ahora como estructuras de comunicación en su interior y como miento de Toledo cederá a la Universidad de Castilla-La Mancha los terrenos un importante yacimiento arqueológico.
1.– BIDDLE, Martín, 1976: Towns, p. 100. de la Fábrica de Armas para su rehabilitación como campus universitario cuya
comunicación con el resto de la ciudad. Se consolidan así las primera fase se inaugura en febrero de 1999.
2.– WICKHAM, Chris, 2008: Una historia nueva de la Alta Edad Media. Europa y el
mundo mediterráneo 400-800. Barcelona, Crítica, p. 841. avenidas de Carlos III, Más del Ribero, Paseo Cristo de la 6.– Plan de Ordenación Municipal de Toledo-POM. Memoria de Ordenación Julio 2004. Frente a las propuestas del P.O.M se levantan muchas vo-
3.– WICKHAM, Chris, 2008, p. 843. Vega y la Avenida de Méjico. Documento de avance para la concertación interadministrativa. ces críticas que enuncian argumentos distintos, especialmen-
152 153
te en lo referido a las vegas de la ciudad. La Real Sociedad que es parte de, o contribuye a, su importancia y su carácter
Geográfica7 hace una lectura crítica del proceso de compac- distintivo”. “Mas allá de los aspectos físicos y visuales, el en-
tación como única solución de la ordenación de la ciudad, torno incluye la interacción con el paisaje natural; prácticas
presentando modelos de numerosas ciudades que tienen una sociales o espirituales en el pasado o presente, costumbres,
estructura más abierta y que, en esa organización, han defini- conocimiento tradicional, usos y actividades u otras formas
do adecuadamente su desarrollo y actividad urbana. Es una y aspectos intangibles del patrimonio cultural que crearon y
importante argumentación que amplía los criterios patrimo- formaron espacio, así como el contexto cultural, social y eco-
niales para hacer un análisis urbanístico y territorial del posi- nómico actual y dinámico”.
ble desarrollo de la ciudad. La Real Academia de la Historia8,
analizadas las condiciones legales del territorio, pide que: La Real Fundación de Toledo ha desarrollado una activi-
“como mínimo se deben excluir de la clasificación de suelo dad importante en la crítica de algunos aspectos del POM.
urbanizable” (manteniéndose como están) aquellos espacios En la entrega de los premios del año 2006 de la Fundación,
que el PGOU de 1986 calificaba como “suelo no urbanizable Gregorio Marañón decía: “Pues bien, en este sentido, hay
especialmente protegido”. que afirmar que la preservación del paisaje histórico toleda-
no, y quizás también de una parte su riqueza arqueológica,
La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas corren ahora un peligro inminente. El Plan viene a sostener
de Toledo9 recuerda las determinaciones de las Instrucciones que la ciudad histórica se limita al perímetro de la ciudad
de la Dirección General de Bellas Artes para la aprobación amurallada, y su paisaje a los cigarrales, desconociendo in-
de proyectos de obras proyectadas en las zonas de la ciudad comprensiblemente, la importancia paisajística, geográfica y
de Toledo afectadas por la declaración del Conjunto Histó- arqueológica de las Vegas, protegidas, desde 1968, en todos
rico publicadas en 1965. En las Instrucciones se dice “que los planeamientos anteriores, y en el expediente que dio lugar
en Toledo, la ciudad, el río y su paisaje circundante, forman a la resolución de la UNESCO”12.
la unidad de su conjunto monumental...”. La Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando10 considera que “la aplica- Los planteamientos presentes en las críticas de las dife-
ción de tales criterios no lleva al POM a valorar y preservar rentes instituciones ponen de manifiesto la necesidad de en-
adecuadamente la percepción visual de Toledo desde su en- tender la ciudad de Toledo en su relación con el medio natural
torno y la singular identidad morfológica que caracteriza al circundante como valor esencial de su patrimonio. Y ello debe
conjunto formado por el casco histórico y su inserción en su hacerse desde el planeamiento urbanístico que establezca las
basamento natural, exaltada históricamente por la pintura, la condiciones de protección de estos elementos. La Vega Baja
literatura, la historiografía y el pensamiento. Esta identidad se reconoce como un elemento esencial en el entendimiento
es un valor tan universalmente reconocido... Esta forma de de la actual ciudad sobre la colina que tiene su singularidad
entender y aplicar los criterios de protección de los valores frente a la superficie vacía y llana de este espacio, permi-
paisajísticos, como elementos esenciales del valor cultural de tiendo vistas, desde y hacia esta zona de la ciudad. Un valor
la ciudad, llevó desde la declaración monumental de su con- esencial que, por su obviedad, resultaba olvidado en el nuevo
planeamiento urbanístico y que deterioraba, con su desarro-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

junto, efectuada por el decreto de 3 de marzo de 1940...”.

El informe de ICOMOS11 hace un recorrido exhaustivo so-


bre las normativas existentes en momentos anteriores conclu-
7.– Real Sociedad Geográfica. Informe sobre el anteproyecto de Plan de Ordenación Mu-
yendo que: “La naturaleza íntimamente ligada a la ciudad es nicipal de la ciudad de Toledo, 2005.
uno de los valores fuertemente arraigados en su imagen ya que 8.– Informe de la Real Academia de la Historia, 2005.

Diego Peris Sánchez


no se entiende el Centro Histórico sin la presencia referencial 9.– Informe de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 2005.
del Tajo, de las cuñas de la Vega que se aproximan hacia los 10.– Informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando sobre el POM de Tole-
do en curso de tramitación, 2005.
dos puentes históricos, Alcántara y San Martín, o el lomo de 11.– Informe del Comité español del Consejo Internacional de Monumentos y sitios (ICO-
la carretera de Madrid”. En la reciente declaración de Xi’an MOS) sobre el proyectado Plan de Ordenación de la Ciudad de Toledo, 2005.
se define el entorno como “el ambiente inmediato y amplio 12.– Actos de entrega de los Premios Real Fundación de Toledo. 2 de marzo de 2006.
154 155
< Ortofoto de Toledo, 1998.
llo, uno de los valores esenciales de la ciudad histórica de 5.1.– La ciudad histórica recuperada La ciudad como conjunto patrimonial, no ha sido valorada La nueva realidad construida y la revisión del concepto
Toledo y en general de muchas de las ciudades históricas para hasta época muy reciente. Hasta el siglo XIX los estudios urbano llevan a valorar lo existente como objeto histórico,
las que su relación con el lugar constituye un valor esencial. El debate abierto en muchos foros sobre la realidad pa- de las ciudades se refieren fundamentalmente a los edificios como elemento de análisis y estudio. Los urbanistas serán los
trimonial de Toledo y las aportaciones jurídicas y teóricas singulares de las mismas. Desde el punto de vista histórico primeros que considerarán la necesidad de situar la ciudad en
Los valores paisajísticos de la zona, la importancia arqueo- realizadas desde diferentes ámbitos llevan a la administra- se estudian sus instituciones jurídicas, políticas y religiosas una perspectiva histórica y estudiarla con los criterios de las
lógica del territorio y las consideraciones urbanísticas sobre ción regional, competente en materia de patrimonio histórico, y sus estructuras económicas y sociales; el espacio urbano configuraciones urbanas contemporáneas. La noción de pa-
el crecimiento de la ciudad hacen que se cuestione el desarro- a adoptar decisiones sobre este territorio. El presidente de es el gran ausente16. Los cambios derivados de la revolución trimonio urbano histórico, constituida a contracorriente del
llo residencial iniciado en la Vega Baja de Toledo. Castilla-La Mancha, José María Barreda asume la decisión de industrial llevan a la reflexión sobre la estructura urbana y, proceso de urbanización dominante, es el resultado de una
considerar la zona como espacio patrimonial, arqueológico y en especial, sobre la estructura de la ciudad histórica. “La dialéctica de la historia con la historicidad que se mueve en
paisajístico que se debe proteger, suprimiendo el desarrollo conversión de la ciudad material en objeto de saber histórico tres figuras sucesivas de la ciudad antigua: memorial, histó-
urbano previsto y planteando un proyecto de futuro como ám- ha sido provocada por la trasformación del espacio urbano rica e historial.
bito cultural de la ciudad. El anuncio de proteger este espacio consecutiva a la revolución industrial: trastorno traumático
como zona patrimonial se realiza en marzo del 2006 y abre un del medio tradicional, emergencia de otras escalas viales y
nuevo camino en el desarrollo de este importante espacio de parcelarias. La ciudad antigua se trasforma entonces en ob-
la ciudad de Toledo. jeto de investigación por efectos de diferenciación y, según el 16.– F. CHOAY, 2007: Alegoría del patrimonio. Barcelona, Gustavo Gili, p. 163.
término de Pugin, por contraste”17. 17.– F. CHOAY, 2007, p. 164.
Ya se había producido la protección legal en distintos mo-
mentos de partes de este territorio. En 1992 se declara Bien de
Interés Cultural (B.I.C) con la categoría de yacimiento arqueo-
lógico la Vega Baja de Toledo13, en la zona próxima al circo ro-
mano. En abril de 2001 se procede a la delimitación del entor-
no de la ermita del Cristo de la Vega14. La protección legal del
nuevo espacio propuesto para su urbanización, se realiza con
la declaración de la zona como Bien de Interés Cultural con la
categoría de yacimiento ampliando el área del yacimiento Vega
Baja declarado BIC en 1992. La declaración definitiva, después
del proceso de exposición pública y alegaciones se produce el
18 de junio de 200815 y viene a confirmar un doble aspecto: el
establecimiento legal del máximo nivel de protección jurídica
como patrimonio histórico y la valoración social del mismo.

El desarrollo del Plan Especial que recoge la Ley 16/85


debe definir los criterios de desarrollo de este amplio espa-
cio y el reconocimiento colectivo de los valores patrimoniales
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

del lugar, con peculiaridades definidas por su situación en un


entorno urbano, así como por la condición de yacimiento ur-
bano como ciudad histórica. Para la gestión de este importan-
te territorio se constituye una empresa en la que participan,
en igualdad de condiciones, el Ayuntamiento de Toledo y la
Vega Baja. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La puesta en

Diego Peris Sánchez


marcha de la sociedad “Toletum Visigodo” a finales del 2007
inicia un nuevo proyecto para la valoración de este espacio
13.– DOCM 20 DE MAYO DE 1992. Decreto 71.
con una carga histórica significativa, que desde el patrimonio
14.– DOCM 20 de abril de 2002. Decreto 112.2001. histórico y con la potenciación de elementos culturales debe
15.– DOCM 126 18 de junio de 2008 Acuerdo 10.06.2008. dinamizar la zona y el conjunto de Toledo.
156 157
Toletum, Vega Baja, Olivilla.
Ruskin18 entiende la ciudad histórica como figura memo- diferentes Cartas de épocas posteriores, especialmente en la
rial. Considera el tejido urbano como el ser de la ciudad y Carta de Cracovia del año 2000.
como un objeto patrimonial intangible que tiene que ser pro-
tegido y conservado. La ciudad en su conjunto asume la cate- La Vega Baja de Toledo constituye un espacio complejo en
goría de monumento histórico. La ciudad ha jugado a lo largo el que se integran yacimientos arqueológicos singulares como
de los siglos el papel del monumento histórico, memorial de la el Circo Romano o el propio yacimiento de la Vega Baja. Este
vida y la actividad de sus habitantes, estableciendo las raíces territorio aparece ahora como un fragmento de ciudad como un
de las personas que viven allí con su espacio y con el tiempo. espacio de grandes dimensiones24, que se sitúa en medio de la
Ruskin reduce, sin embargo, la vida de la ciudad a su pasado ciudad consolidada. La Vega Baja, situada al norte de Toledo,
perdiendo su tiempo presente y su proyecto de futuro. Los tiene en su margen izquierdo el rio Tajo como borde geográfico
valores de la ciudad se establecen únicamente por su pasado, definido y se extiende en una superficie casi horizontal que,
por el recuerdo que son capaces de suscitar la presencia de entre zonas libres o consideradas como patrimoniales, tiene
sus edificios y trazados urbanos considerados como valores un área de 854.000 metros cuadrados. En el sur se localiza
que se deben conservar. el circo romano, cuyo espacio fue declarado Bien de Interés
Cultural en 1992, con una superficie de 191.786 metros cua-
La figura histórica tiene su ejemplo en la obra de Camilo drados. Al norte de esta zona queda un espacio libre que en la
Sitte que asume la historicidad del proceso de urbanización última revisión del Plan de Ordenación Municipal de Toledo
que trasforma la ciudad. La ciudad que ha quedado anticuada se califica como residencial (PAU del Circo Romano). Más al
por el proceso de la sociedad industrial, debe ser reconocida norte, y limitando con el rio Tajo, se encuentra el conjunto
como un valor original que nos invita a la reflexión. Su obra industrial de la Fábrica de Armas, con 155.167 metros cua-
“Construcción de la ciudad según principios artísticos”19 será drados, que tiene incoado expediente como Bien de Interés
mal entendida por la crítica y la arquitectura posterior y ob- Cultural con la categoría de Conjunto Histórico y que está
jeto de la oposición radical de Giedion o de los CIAM que lo siendo rehabilitado (ya lo está más del 70% de su superficie
presentan como el ejemplo del paseismo más retrógrado o el construida) como campus universitario. Otros 272.663 metros
“apóstol del camino de los asnos”20. La figura histórica en- cuadrados corresponden a la zona declarada BIC en 2008, con
tiende la ciudad en objeto de museificación. “Los arqueólogos la categoría de yacimiento arqueológico, como consecuencia
que descubrían las ciudades muertas de la antigüedad, los au- de la presencia de importantes estructuras detectadas cuando
tores de guías, los ciceroni que recortaban el mundo del arte se realizaron las excavaciones previas a la construcción de
europeo en capas urbanas, contribuyeron a que se pudiera Vista aérea de Toledo. Ortiz Echagüe. más de 1.000 viviendas proyectadas en ese espacio. Y, final-
pensar en la museificación de la ciudad antigua”21. mente, queda otro amplio territorio de unos 70.000 metros
lla. La belleza de las ciudades debe preservarse como se con- La ciudad histórica es un monumento, un valor que se cuadrados que, recientemente, ha sido prospectado con mé-
La ciudad histórica es reconocida en sus valores, pero se serva la obra de arte en el museo, alejada de toda variación y debe conservar, pero que ha de mantenerse como tejido vivo todos geofísicos para determinar la presencia de estructuras
asume la necesidad del cambio y evolución, aunque para Ca- contaminación que producen los cambios urbanos. para considerarse como tal. Donde realmente surge la moder- arqueológicas y evaluar su situación jurídica futura. Todo este
milo Sitte la urbe contemporánea tiene valores que proceden nidad de Giovannoni es en su capacidad para definir, con los espacio constituye una unidad física con situaciones jurídicas
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

de su progreso técnico pero no se han realizado de forma be- La tercera figura de la ciudad antigua aparece como sín- criterios actuales, los problemas de la “defensa de los centros muy diversas en las que la cultura material constituye un fac-
tesis de las anteriores y tuvo su enunciado inicial en el ar- históricos”, la introducción del concepto de “respeto ambien- tor esencial para su valoración.
quitecto y urbanista Gustavo Giovannoni22 quien estudia si- tal” y la valoración de las “arquitecturas menores”. El monu-
18.– RUSKIN, John. 1848: The seven lamps of architecture, Londres. RUSKIN, multáneamente en los conjuntos urbanos su valor de uso y mento no puede entenderse como algo aislado, sino que debe La preservación de la cultura material es un elemento de pri-
John.1852: The stones of Venice, Londres. RUSKIN, John.1866: The crown of
wild olive, Londres. su valor museal. El patrimonio urbano tiene su sentido en un valorarse en su contexto urbano, definido por las formas y vo- mera importancia en este proceso pero implica peculiaridades
urbanismo que adquiere dimensiones territoriales. Todo frag- lúmenes que se han gestado a lo largo del tiempo y en medio que hay que considerar en el proyecto que se va a desarrollar.

Diego Peris Sánchez


19.– C. SITTE, Camilo, 1899: Construcción de ciudades según principios artísticos.
Reedición de 1926. Barcelona, Canosa. mento urbano debe integrarse en un plan de ordenación local, de los cuales surgen los monumentos. Y finalmente, introduce El yacimiento tiene dimensiones que hacen prever la presencia
20.– P.V.TURNER, 1977: The Reading of Le Courbusier. Nueva York, Garland. de una gran estructura urbana de la ciudad visigoda y épocas
regional y territorial. Giovannoni forma parte de esa nueva el concepto de “diridamento” como cambio necesario que se
21.– F. CHOAY, 2007: p. 172.
generación de “restauradores europeos que trata de llevar a produce en los tejidos residenciales, renovando y sobre todo
22.– G. GIOVANNONI, 1931: Vecchie cittá ed edilizia nuova . Cittás Studi, Milán.
sus últimas consecuencias, en perfección, los postulados de 24.– En la Memoria de Toletum visigodo de 2008 se hace una valoración de la superficie
23.– J. RIVERA, 2001: De varia restauratione. Teoría e historia de la restauración arqui- revitalizando las viviendas y las manzanas. Estos principios total del territorio de la Vega Baja (incluyendo la Fábrica de Armas) que llega a
tectónica. Madrid, R&R, 206 pp., p.139. Boito”23. se harán patentes en la Carta de Atenas de 1931 y en las 854.990 metros cuadrados.
158 159
Cental de reserva 1926. Interior del edificio de laboratorios de E.U. Ingenieria Industrial.

Yacimiento de Vega Baja..


Vista del canal y pasarelas de comunicaciones.
posteriores. La creación de un parque arqueológico en medio de parte, la introducción de una dinámica de actividades cultu- da con su entorno, territorio y paisaje”26. La conservación del el interior de una ciudad consolidada en su entorno cuya rela-
lo urbano implica decisiones y consideraciones singulares. rales en su interior, definidas básicamente por la presencia yacimiento arqueológico debe hacerse compatible con la defi- ción hay que establecer de forma positiva para ambas estruc-
del campus universitario, la construcción de un gran edifi- nición de un paisaje de usos y significaciones sociales, asumi- turas: la del propio yacimiento y la de la ciudad circundante.
“La conservación integrada de paisajes arqueológicos y es- cio- Museo, Centro del Sitio, Centro de Investigación- y de dos actualmente. Los paisajes arqueológicos en su austeridad,
táticos con el desarrollo de paisajes muy dinámicos, implica edificios menores de servicios universitarios y culturales del tanto física como temporal, pueden hacerse compatibles con la Una relación en la que el factor tiempo es también ele-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

la consideración de valores sociales, culturales y estéticos”25. barrio, permitirá compatibilizar la necesaria dinámica de ac- presencia de elementos actuales y referentes que hagan utiliza- mento esencial. Los estudios arqueológicos tienen un ritmo
Hay un conjunto de factores que hay que evaluar para lograr tividad cotidiana y social con la conservación del yacimiento bles sus territorios como lugares de vida ciudadana actual. diferente al del desarrollo de nuestras ciudades actuales. Hay
una adecuada integración del yacimiento en el conjunto ur- arqueológico como espacio estático. que permitir que el estudio riguroso del yacimiento trascurra
bano y garantizar su mantenimiento en un entorno con una Y, en este caso, de una forma singular ya que la arqueo- en paralelo con las actuaciones del entorno urbano, sabiendo
dinámica diferente. Debemos partir, como dato esencial de principio, de la logía se relaciona con el urbanismo en una doble dirección: que la arqueología deberá definir, en el futuro, los cambios y

Diego Peris Sánchez


consideración del yacimiento arqueológico dentro de su pai- porque el yacimiento presenta una estructura urbana de gran modificaciones necesarios.
La existencia en el espacio donde se ubica el yacimiento saje propio, de lo que se ha denominado paisaje arqueológico. interés con la configuración de un entramado de viarios, de
de viarios, definidos especialmente en los dos últimos siglos, “Cualquier intervención que afecte al patrimonio arqueológico, edificios residenciales y públicos, que habrá que documentar Un territorio en el que, junto a las referencias históricas
permite un recorrido por el amplio territorio y posibilita las debido a su vulnerabilidad, debe estar estrictamente relaciona- y estudiar detenidamente, y porque el yacimiento se ubica en documentales, aparecen ahora evidencias de primera magni-
conexiones de este espacio con el resto de la ciudad con tra- tud en el ámbito de la cultura material. Las aportaciones de
yectos urbanos en su interior para el uso cotidiano. Por otra 25.– Carta de Cracovia, 2000: a.9. 26.– Carta de Cracovia, 2000: a.5. las excavaciones iniciadas recuperan, de nuevo, la memoria
160 161
Vega Baja, detalles de la excavación.
5.2.– Arqueología y ciudad conocimiento de un periodo singular poco conocido de la his-
toria de España.
Con el objetivo de dar respuesta a estas demandas se ela-
bora el Plan Estratégico que trata de presentar las directrices • porque es posible la consolidación del yacimiento en la
de trabajo en el proyecto de recuperación de la Vega Baja de medida que la excavación lo vaya requiriendo, consolidando
Toledo. Las actuaciones se articulan en torno a cuatro gran- así una estructura que podrá ser visitada y conocida por todos.
des directrices de trabajo: la cultura material, urbanismo de
• porque constituye una ocasión excepcional para acercar
un fragmento de ciudad, paisaje y territorio y equipamiento
la arqueología a los ciudadanos, implicando a toda la pobla-
cultural de la zona.
ción en el proceso de excavación, el conocimiento de los re-
Una vez tomada la decisión de paralizar el proceso de sultados progresivos y el entendimiento de la cultura material
construcción de viviendas en la Vega Baja, la Consejería de y sus métodos de estudio.
Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
La importancia arqueológica de la Vega Baja es muy gran-
asume la continuación de las excavaciones arqueológicas, es-
tableciendo un proyecto general para el yacimiento que debe- de. Su estudio abre la posibilidad de conocer la capital del
rá desarrollarse a lo largo de años. Una excavación sistemá- reino visigodo y periodos anteriores y posteriores al mismo.
tica en el espacio de la Vega Baja es especialmente relevante El conocimiento de la “urbs regia” en un asentamiento urbano
por varias razones: amplio y complejo nos ayudará a conocer, a través de la rea-
lidad de la cultura material, cómo era la sociedad, su poder
• por tratarse de una zona libre de edificaciones en un económico social y religioso.
entorno urbano consolidado en sus bordes, en el que se plan-
teará una excavación con rigurosos criterios científicos desde Desde finales del 2007 se trabaja de forma sistemática en
de este lugar y, por ello, de la ciudad y de la realidad histórica Y ahora, la memoria se hace presente con la aportación la visión de un proyecto conjunto. el yacimiento, continuando con los trabajos de investigación
española de un tiempo. “La memoria es una reconstrucción de elementos materiales que nos remiten a tiempos pasados: en una de las zonas más importantes del conjunto. Toletum
parcial y selectiva del pasado, cuyos puntos de referencia son estructuras construidas, espacios urbanos y materiales arqueo- • porque plantea la investigación de un momento crono- Visigodo, coordinadamente con la Consejería de Cultura y el
suministrados por los intereses y la conformación de las so- lógicos diferentes hacen presentes, en el momento actual, la lógico de gran relevancia para la ciudad de Toledo y para el Ayuntamiento de Toledo, pone en marcha una amplia campa-
ciedad presente”27. Cuando se recuerda, se recuerda por me- memoria común de otras culturas y otras civilizaciones que
dio de las claves específicas que se corresponden a los grupos desarrollaron su actividad en la ciudad de Toledo. “La acción
en los que, o sobre los que, se esté recordando, pero también de recordar debe llegar, y debe llegar en el presente, y del
por medio de la aceptación implícita de marcos más amplios presente depende”30. Hay que alejar la tentación de creer que
que prescriben determinadas configuraciones básicas sobre el acumular fragmentos de preexistencia equivalga, por sí, a acu-
espacio, el tiempo y el lenguaje. mular una memoria inmóvil. Y este proceso se desarrolla en un
espacio concreto, en el territorio de la Vega Baja de Toledo.
Recordar implica, así también, asumir una determinada
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

representación de la temporalidad, la espacialidad y el len- Un lugar que ha sido testigo de la historia de veinte siglos
guaje. La memoria supone un esfuerzo28. “Nuestros recuerdos de actividad, que ha construido espacios conservados parcial-
son colectivos, nos son recordados por los otros incluso aun- mente, superpuestos y enriquecidos en esta multiplicidad de as-
que se trate de acontecimientos en los que hemos estado solos pectos que configuran un “sitio histórico” como “lugar o paraje
y objetos que solamente nosotros hemos visto. Pero en reali- natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado”.
dad nunca estamos solos. No es necesario que otros hombres

Diego Peris Sánchez


estén allí. Que se distingan materialmente de nosotros, pues 27.– HALBWACHS, Maurice, 1950: La memoria colectiva, p. 23.
nosotros llevamos siempre con nosotros y en nosotros una can- 28.– BLOCH, M. 1977: “Memoria colectiva, tradizione e costume. A propósito di un libro
tidad de personas que no se confunden”29. Esta memoria debe recente”, en Storici e storia. Torino, Einaudi. pp. 210 ss.
29.– HALBWACHS, Maurice, 1950: p. 6.
establecer como realidad común la que afecta a la comunidad
30.– RICCI, Andreina,.2005: Attorno sulla nuda pietra. Archeologia e cittá tra identitá e
que vive allí y a la colectividad de forma más genérica. progetto. Roma, Donzelli Editore, p. 74.
162 163
Vista de la Vega Baja y su relación con el centro histórico.
ña de excavaciones. Los trabajos discurren en paralelo con la deberá ir adoptando decisiones en su desarrollo; de prioriza-
consolidación necesaria de partes del yacimiento y la divul- ción y de ordenación. Todo ello con un necesario proceso de
gación de lo realizado a través de jornadas, congresos, página selección34 que surgirá de la presencia de un proyecto general
web y visitas públicas. del territorio, pero proyecto que se irá modificando y configu-
rando con la evolución de los trabajos de excavación.
“La arqueología urbana es el planeamiento del conjunto de
acciones destinadas a preservar los restos arqueológicos, o a Un territorio que acoge muchos espacios y lugares diferen-
definir las estrategias y criterios de eliminación de éstos, una tes, de tiempos diversos que configuran esta zona urbana, esta
vez que hayan sido exhaustivamente documentados, y es, asi- ciudad entendida como concatenación de lugares35, lugares
mismo, la investigación e integración del pasado arqueológico en los que la arquitectura funciona como instrumento prima-
urbano en el urbanismo del futuro”31. Como afirma Argan, hay rio de la memoria y lugar de estratificación de esta memoria.
que tratar de “sincronizar los fenómenos urbanos actuales en En la compleja relación entre permanencia y modificación se
relación con el desarrollo diacrónico, desde el remoto pasa- ha ido construyendo la realidad de la Vega Baja en la que aho-
do hasta el futuro, de una determinada situación urbana”. La ra tenemos la estratificación de la memoria materializada.
planificación debe incorporar los valores de la historia docu-
mentada en la realidad material de la arqueología que, en este La arqueología urbana es “la búsqueda arqueológica glo-
caso, aparece como un documento cronológico y de estructura bal en una ciudad existente sobre su secuencia, desde la fun-
material urbana de gran interés. dación a nuestros días sin privilegiar un período respecto a
otro…”36. La arqueología puede establecer este diálogo con la
“Estos espacios vividos, memoria de la cotidianeidad ur- realidad urbana existente y consolidada, en este caso, en todo
bana, deben integrarse en el planeamiento urbano desde la su perímetro y convivir con el desarrollo urbano de la zona
perspectiva de una comunidad que es la suma de los elemen- que debe relacionarse con el conjunto de la ciudad y conver-
tos que conforman el pasado y el presente de los ciudadanos y tirse en espacio vivo y dinámico.
que deben ser conservados y proyectados para el futuro. Por la
propia esencia de la arqueología que, fundamentalmente, apor- El patrimonio histórico no puede entenderse como el es-
ta conocimiento histórico pero que además posee una función tudio de fragmentos o elementos parciales por muy signifi-
social, es fácil deducir qué tipo de ciudad debe apostarse des- cativos que estos sean. Su entendimiento y valoración debe
de la arqueología. Se participa en la defensa y aplicación del hacerse desde la perspectiva urbanística, desde la valoración
modelo de ciudad que tenga profundidad histórica, que preser- de la realidad urbana. “No se trata de suprimir el control y la
ve la diversidad y peculiaridad, frente a las homogeneidades defensa del patrimonio, sino de separarlo de los escuetos da-
y globalizaciones que definen modelos de ciudad fuertemente tos históricos y arqueológicos e incorporarlo a todo el proceso
funcionalistas y sujetos a intereses especulativos y contrarios a urbanístico. La conservación del patrimonio hay que conser-
varla desde los proyectos urbanos”37. La realidad urbana com-
5.3.– Urbanismo de un fragmento de ciudad. • La potenciación de recursos culturales y de equipamiento
una diversidad urbana que tanto desde la diacronía como de la público que dinamicen la zona desde los recursos patrimoniales
sincronía ha caracterizado el espacio urbano”32. pleja de una ciudad de gran superficie ocupada, en la que se Usos y relaciones con lo existente.
existentes en el territorio, tanto desde los grandes equipamien-
ha ido levantando otra ciudad diez siglos después, establece
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

La posibilidad de actuación, desde lo público, en un frag- tos para el conjunto de la ciudad de Toledo, como de aquellos
Se trata del estudio de un ámbito territorial de gran com- elementos que deben abordarse desde un planteamiento urba- elementos de proximidad a la población más cercana.
plejidad y extensión, de una ciudad pluriestratficada33 que nístico dinámico y con perspectivas de futuro. mento de ciudad con valores patrimoniales singulares no debe
ser un obstáculo a su desarrollo, sino, más bien, generar po-
• Planteando una adecuada relación con el entorno de
31.– OLMO ENCISO, Lauro, 2003: “Arqueología y modelos de ciudad: una reflexión tencialidades de futuro. Los valores históricos existentes en
35.– ROSSI, P.O. 2002: “Roma una carta per la qualità urbana: La memoria in forma- ciudad mejorando las comunicaciones y potenciando recur-
desde España”, en: Archeologia e urbanística. International school in archeology. zione”, en: AAVV: en: Archeologia e urbanística. International school in archeology. el conjunto que han evolucionado y cambiado a lo largo de los
Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edizioni all’insegna del Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edizioni all’insegna del sos singulares como el yacimiento arqueológico, el campus

Diego Peris Sánchez


siglos, deben ser elementos básicos del futuro planeamiento
Gilio. p. 254. Gilio. pp. 125-144. universitario y otros focos de nueva creación. La existencia
32.– OLMO ENCISO, Lauro, 2003, p. 255. 36.– BROGIOLO, G.P. 2000: Archeologia urbana, en FRANCOVICH, R.; MANACOR- que se realizará sobre la base de estos conocimientos38.
de este gran espacio en el interior de la ciudad debe resolver
33.– GELICHI, Sauro, 2003: “Cittá pluriestratificate: La conoscenza e la conservazio- DA, D. (a cura di) Dizionario di Archeologia, Roma, Laterza.
ne dei Bacini Archeologici”, en AAVV: en: Archeologia e urbanística. International RICCI, Andreina, 2002: “Roma: una carta per la qualitá urbana: La memoria re- Por ello, el desarrollo urbanístico de la Vega Baja debe sus posibles conexiones con el resto y facilitar a través de
school in archeology. Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edi- mota”, en: AAVV: Archeologia e urbanística.. International school in archeology.
zioni all’insegna del Gilio. pp. 61-75. Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edizioni all’insegna del plantearse con:
Gilio. pp. 107-123. 38.– AAVV, 2000: Un futuro para la memoria. Sobre la administración y el disfrute del
CARVER, M.H.O., 1983: Valutaziones, strategia ed analisi nei siti pluriestratificati, Patrimonio Histórico español. Madrid.
164 37.– BOHIGAS, Oriol. 2004: “Contra la incontinencia urbana”, en: Reconsideración mo- 165
Archeologia Medievale, X, pp. 49-71.
ral de la arquitectura y la ciudad, Barcelona, Electa, 214 pp., p. 104.
34.– RICCI, Andreina. I malli dell’abondanza.
la misma, con los controles y el diseño adecuado, aquellas mos, cuyo despliegue sobre la superficie de la tierra y en la
comunicaciones necesarias para el conjunto urbano. Viarios continuidad del tiempo tiene sentido, simultáneamente para
históricos como la avenida de Carlos III, el paseo del Cristo de el que edifica y para el que lo habita”40. El papel propedéutico
la Vega y otros del entorno se adecuarán con condiciones de del patrimonio “ya no sería la conservación de un patrimonio
pavimentación, iluminación… que irán haciendo compatible que tiene, en tanto que tal, un interés solamente relativo y
el uso ciudadano con los valores patrimoniales de la zona. limitado, sino la conservación de nuestra capacidad de conti-
nuarlo y de reemplazarlo, esta propedéutica exigiría repensar
• Definiendo la ubicación de los elementos singulares que y restaurar desde arriba abajo la totalidad de nuestras actuales
van a ser nuevos referentes, especialmente el Museo de la prácticas patrimoniales”41. Y ello realizado desde el necesario 7
época visigoda, Centro de interpretación de la Vega Baja y leguaje de nuestro tiempo. Porque la ciudad se construye a lo
Centro de Investigación del patrimonio histórico. largo de la historia con las aportaciones de la cultura de cada 6
tiempo que debe mantenerse viva y continuarse en el presen-
• Estableciendo en el borde del río un sistema general ver- te y en el futuro. Y porque el enriquecimiento de la realidad
de que vuelva a recuperar la imagen natural en sus paseos, es- diversa, compleja y plural de la ciudad histórica debe recibir
pacios generales ahora convertidos en grandes aparcamientos las aportaciones de nuestra cultura cualificada y actual.
o zonas singulares como los márgenes fluviales.
22
El patrimonio puede y debe integrarse en la dinámica vital 1 13
La Fábrica de Armas, como ciudad industrial rehabilitada urbana. Uno de los retos esenciales del proyecto de la Vega 5
y convertida en Campus Tecnológico Universitario, puede ser Baja debe ser integrar la zona con sus valores arqueológicos,
un buen referente de los modos de actuación en la recupera- la dotación de recursos culturales y educativos en el desa-
2
2
ción de un patrimonio conservado, mantenido en sus condi- rrollo de la ciudad; hacer compatible la existencia del gran 8
1
ciones esenciales, y revitalizado con los nuevos usos. En los yacimiento con la vida actual dentro del máximo rigor por la 19 12
años próximos, el campus universitario debe revalorizarse con conservación de la cultura material, valor esencial de este 3 1
la incorporación de nuevas enseñanzas, la potenciación de territorio.
4
14
10 9 18
centros de investigación y usos complementarios demandados
por la Universidad. Un servicio para el conjunto de la ciudad, A lo largo del 2009 se ha iniciado, en una primera fase, 7
11 7 6
que da sentido al uso del patrimonio construido en este espa- el proceso de acondicionamiento de los viarios que recorren 5
25 26 27
28
cio que establece una dinámica de actividad y vida urbana la zona. Se mejoran las condiciones de la Avenida de Méjico, 20

en su entorno próximo y es referente del municipio y de la en su acceso al campus universitario, a la vez que se ordena
provincia de Toledo. el espacio existente entre el límite de la Fábrica de Armas 21
3
con el paseo del Cristo de la Vega, se crea un aparcamiento 4
23
El proceso de desarrollo histórico debe continuar en la ciu- en el cual el arbolado actúa como elemento de protección y
16

dad si no queremos caer en el peligro de musealización que reducción del impacto visual que tiene desde la parte elevada
está alcanzando al patrimonio en muchos lugares. La imagen de la ciudad.
narcisista del patrimonio39 se está desarrollando por un pro- 17
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

ceso que pretende convertir en patrimonio histórico todos los Los grandes ejes, la avenida de Carlos III y Mas del Ribe-
objetos de cualquier ámbito y época con una referencia igua- ro, se acondicionan como elementos estructurantes de Toledo
ladora y, como consecuencia de ello, a una museificación de y establecen las comunicaciones con el entorno urbano próxi-
todos los campos y tipos de la actividad humana. El museo que mo. El acondicionamiento de estos viarios obedece a razones BIC 1992 BIC 2008 BIC FÁBRICA DE ARMAS
era una institución se está convirtiendo en una mentalidad. múltiples: son caminos históricos, que aparecen en la carto-

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La salvación del patrimonio viene de la continuidad de la
“competencia de edificar” como “capacidad de articular entre 39.– CHOAY, Françoise, 2006: Pour une anthropologie de l’espace. Paris, Seuil, p. 296.
sí y con su contexto, por la mediación del cuerpo humano, los 40.– CHOAY, Françoise, 2007, p. 230.
elementos llenos o vacíos, siempre solidarios y nunca autóno- 41.– CHOAY, Françoise, 2007, p. 235.

166 167

Plano de las áreas BIC y zonas donde se han llevado a cabo actuaciones arqueológicas.
Detalle de Toledo revisado por el Ayuntamiento hacia 1917.
Plano de Toledo realizado por Navia hacia 1776.

grafía de mediados del XIX de Toledo, consolidados como ejes Todo ello ha introducido una dinámica diaria ciudadana que
de actividad nueva en el entorno. Son trazados que ordenan es compatible con la preservación del patrimonio y cuya pre-
urbanísticamente el conjunto del espacio con su disposición sencia es un factor positivo para la conservación y valoración
en aspa y que, con un mínimo impacto, establece las mejores social de la Vega Baja.
comunicaciones internas y con el entorno próximo. Además,
con su amplio recorrido lineal (más de un Kilómetro cada uno Junto a estas actuaciones en viarios se plantea una ade-
de ellos) definen visuales dinámicas de gran interés hacia el cuación del entorno del circo romano en su margen derecho
conjunto histórico. de la avenida de Carlos III.

Las secciones de estas calles se han configurado para un La ciudad de Toledo se piensa y planifica con un plan ge-
tráfico reducido de dos direcciones con un ancho de calzada neral para el conjunto urbano en época romana. Toledo tiene
adecuado, amplias aceras a ambos lados y carril bici en uno un proyecto de construcciones públicas singulares que sirven
de sus laterales. La presencia de arbolado en dos líneas a am- a sus necesidades y que son ejemplo de cómo el nuevo sistema
bos lados del viario marca la visión perspectiva de los mismos de la cultura romana quiere intervenir en España. Se construye
y recuperan la imagen de otros momentos en los que eran pa- una ciudad en cuyo acceso se sitúan los grandes edificios pú-
seos de recorrido habitual para los ciudadanos de Toledo. blicos que quieren hacer presente la imagen de la ciudad. Un
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

conjunto con el circo como elemento fundamental, un teatro


Su tratamiento permite un uso adecuado para los miles que se situaba donde está ahora el Colegio de Carmelitas y un
de ciudadanos que cada día recorren este territorio. El prin- anfiteatro, probablemente situado en el barrio de Covachuelas.
cipio de la avenida de Carlos III con su área residencial y
servicios de hostelería, la zona educativa, la presencia del El edificio del circo de Toledo es una construcción destina-

Diego Peris Sánchez


campus universitario con más de cuatro mil usuarios diarios da a las carreras de carros con unas características peculiares
entre alumnos, profesores y personal de administración y ser- por su ubicación y por su modo de construcción. En Toledo42
vicios y, finalmente, la urbanización de San Pedro el Verde se levantó una construcción singular que es un referente entre
con sus edificios residenciales y diversos servicios comunes,
Circo romano plantas y sección longitudinal. definen una intensa actividad en este eje de comunicaciones. 42.– SANCHEZ PALENCIA, F.J.; SAINZ PASCUAL, Mª J., 2001, “El circo de Toletum”,
en: El circo en la Hispania romana, Mérida.
168 169
Recreación en 3D del circo romano.

Planta del circo romano de Rey Pastor.

Fotomontaje del Circo.

los que se conservan en mayor o menor medida en la Penín-


sula Ibérica. Su planta es un rectángulo con dos lados rectos
y casi paralelos, un extremo en forma de hemiciclo y otro li-
geramente curvado,, en arco donde se sitúan las cárceres o
casillas desde donde salían los carros. El graderío consta de
un maenianum primum o grada inferior y un maenianum sum-
mum o superior. se localiza un complejo alfarero que se compone de cinco hor-
nos más una serie de dependencias y estructuras complemen-
El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo I
tarias que se datan entre los siglos X-XI d.C.”50.
d C, en época de la dinastía Julio-Claudia y comienzos de la
Flavia43, y permanece en uso hasta finales del siglo IV44 o prin-
cipios del V d.C.45. El espacio construido en época romana es 43.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ PASCUAL, Mª. J, 1988, “El circo romano de
Toledo: estratigrafía y arquitectura”, en: Estudios y Monografías, nº 4, Consejería de
monumental y pervive en épocas tardías46. Esta instalación se Educación y Cultura.
conserva en época visigoda probablemente con otra función, 44.– SANCHEZ PALENCIA, F.J., 1989: “El marfil de Hipólito del circo romano de Tole-
do”, en: Homenaje al Profesor Antonio Blanco Freijeiro, U.C.M. Madrid.
aunque sirvió de “referencia del conjunto palatino que fue 45.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ PASCUAL, Mª. J, 1988.
creciendo a su alrededor como consecuencia de la imitatio 46.– Prueba de ello es el hallazgo del marfil de Hipólito de época teodosiana que perte-
neció a algún personaje importante de la administración imperial.
imperi que rigió la política de diferentes monarcas visigodos, SANCHEZ PALENCIA, F. J., 1989.
a imitación del que existía en Constantinopla que se encon- 47.– CARROBLES, Jesús. 2007: La vega Baja de Toledo y el problema de la conservación
del Patrimonio arqueológico a comienzos del siglo XXI.
traba organizado en torno al gran circo constantiniano”47. En 48.– CARROBLES, Jesús, 2001.
este mismo espacio había un conjunto de grandes cepas de 49.– BALIL ILLANA, A. “Monumentos alejandrinos y paisajes egipcios en un mosaico
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

romano de Toledo (España)” en: Alessandria e il mondo ellenistico-romano Studio in


opus caementicium pertenecientes a un gran edificio público onore de Acille Adriani. Studi e materiali 6, Palermo, 1984 pp. 433-439.
que fueron destruidos al construirse un colegio hacia 196048. La villa romana del siglo III se descubre en 1923 como consecuencia de los trabajos
que se realizan para la construcción de diferentes talleres en el recinto de la Fábrica
de Armas.
En esta zona se construyen suntuosas villas dotadas de 50.– SAINZ, Maria Jesús.1991, p. 50.
mosaicos como el que aparece en la Fábrica de Armas49. “Tras MARTINEZ LILLO, s., 1987: “Horno islámico nº 1 del circo romano de Toledo”,
en: Actas del I Congreso de Arqueología medieval española. (Huesca abril 1985),
el abandono del circo, el lugar fue ocupado con el paso del

Diego Peris Sánchez


Zaragoza, t. IV, pp. 73-93.
tiempo por construcciones y estructuras que expoliaron sus MARTINEZ LILLO, S. 1987: “Los hornos califales de Toledo” en: Coloquio sobre
hornos alfareros y testares medievales en el mediterráneo Occidental. Madrid, Casa de
materiales y degradaron su fábrica. Cronológicamente, la pri- Velázquez (enero 1987)
mera ocupación documentada del recinto del circo se produce MARTINEZ LILLO, s., 1987: “Horno islámico nº 1 del circo romano de Toledo”,
en: Actas del I Congreso de Arqueología medieval española. (Huesca abril 1985),
durante la dominación islámica de Toledo. Así, al norte del Zaragoza, t. IV, pp. 73-93.
circo, concretamente aprovechando el podium y en la arena, MARTINEZ LILLO, S. 1987: “Los hornos califales de Toledo” en: Coloquio sobre
170 hornos alfareros y testares medievales en el mediterráneo Occidental. Madrid, Casa de 171
Fotomontaje del Circo. Velázquez (enero 1987)
Dibujo del sepulcro encontrado en el circo romano, 1751. Vista de Toledo, A. V. Wyngaerde, detalle.
En época islámica la zona
del circo sigue siendo cante-
Mosaicos romanos de la Fábrica de Armas durante la excavación. ra de materiales para diversas
construcciones de la ciudad.
En la zona sureste se localizan
áreas de enterramiento durante
los siglos X y XI que, según An-
tonio de Juan, hay que comen-
zar a situar en el siglo VIII51.
Son tumbas del tipo fosas sim-
ples en alcaén, que se extien-
den fuera del perímetro del edi-
ficio en dirección a la Puerta de
Bisagra. A lo largo de los siglos
XIII y XIV el edificio continúa
abandonado utilizando partes
del mismo como escombreras,
rellenando algunos espacios con más de 2,00 m de tierra52. A lo largo del siglo XVIII la decadencia de Toledo llega
“Tras la dominación islámica y el abandono de ambos com- también a este borde de la ciudad que se empieza a convertir
plejos, vuelve a ser utilizada nuevamente como necrópolis a en zona de residencia marginal y espacio de cultivo de huer-
partir del siglo XIII y hasta el siglo XV. Esta fase mudéjar tas. Por razones de seguridad el Cardenal Lorenzana manda
presenta buna tipología de enterramientos diferentes a los de “… lodar las cuevas o subterráneos del circo, destruyéndolas
la fase anterior, caracterizada por enterramientos “sin estruc- a propósito, para evitar que fueran albergues de gentes de
tura”, de “cubierta plana” y en “lucillos”, con su ubicación mala vida y costumbres”56. A finales del siglo XVIII la cons-
circunscrita al recinto del circo”53, la zona se convierte así en trucción de la Fábrica de Armas potencia la existencia de una
una Necrópolis Mudéjar”54. serie de viarios que comunican la Vega Baja con la ciudad
construida sobre la colina. La Avenida de Carlos III, como eje
A partir de este momento, en su perímetro, se levantan una principal, atraviesa el Circo uniendo la Puerta de Bisagra con
serie de edificios religiosos, como la Ermita-Convento de San la entrada de Sabatini del recinto industrial.
Bartolomé (1529) que, para su construcción, reutiliza mate-
riales del circo55 y que será destruido en 1811 ocupando una A comienzos del siglo XIX las tropas francesas ocupan
zona próxima a los cárceres; la Capilla de Montero (S. XVI- como cuartel el convento de San Bartolomé, incendiado y de-
XVIII), o civiles como el conocido como Brasero de la Vega molido en 1845. Las ermitas de San Ildefonso y del Cristo de
(1506-1813). la Vega sufrieron daños, pero fueron restauradas para capilla
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

del cementerio del Hospital de la Misericordia y del nuevo


51.– DE JUAN GARCIA, A, 1987, Los enterramientos musulmanes del Circo Romano de
Toledo, nº 2, Museo de Santa Cruz, Estudios y Monografías. de capitulares catedralicios hasta que, en 1836, se decidió la
52.– SAINZ PASCUAL M.J y ROJAS, J. M., 2000: Circo Romano. Informe final de las construcción del Cementerio General en el extremo norte de
excavaciones arqueológicas realizadas entre 1998 y 1999. Sin publicar. Informe ce- la Vega Baja57. Con la entrada en vigor de la Constitución de
dido por los autores.
1812 que abolió la Inquisición, en 1813 se destruyó también
53.– SAINZ, Maria Jesús.1991, p. 50.
MAQUEDANO, CARRASCO, B; ROJAS, J.M; SA, E.I; SAINZ PASCUAL, M.J. y el Brasero de la Vega. Tras la desamortización de los bienes

Diego Peris Sánchez


VILLA, R (2002): “Nuevas aportaciones al conocimiento de las necrópolis medie- municipales en 1855 se acabó el régimen de explotación agrí-
vales de la Vega Baja de Toledo (I)” en Tulaytula nº 9, Primer Semestre pp. 19-51.
54.– DE JUAN GARCIA, A 1987: “Los enterramientos musulmanes del circo romano de
Toledo”, en Estudios y monografías, Nº 2. Museo de Santa Cruz, Toledo.
56.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ PASCUAL, Mª J., 2001, p. 111
55.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ APSCUAL, Mª J., 2001: “El circo de Toletum”
en El Circo en la Hispania Romana, Mérida, pp. 114, citan a Ponz, A. (1787): Viaje 57.– CERRO MALAGÓN, Rafael, 1990: La transformación moderna de Toledo. Arquitec-
a España. Madrid. tura y urbanismo del siglo XIX, Madrid.
172 173
Mosaico romano de la Fábrica de Armas, detalle. Galería romana.
Estado de las ruinas del Circo Máximo el año 1848,
según la portada del Album Artístico de Toledo.
El final del siglo XIX y y principios del XX supone un pro-
ceso de ocupación del territorio donde se sitúa el circo romano
con diferentes elementos. En 1891 se construye la Venta de
Aires, edificio que se mantiene todavía con grandes trasforma-
ciones, al lado SW del camino de la Fábrica. Desde 1906 se
produce la plantación del actual jardín localizado en el extremo
NE del hemiciclo. Es el inicio de su transformación en una
zona de esparcimiento y de carácter lúdico59. La Vega Baja co-
menzaba lentamente a trasformarse mezclando el uso hortelano
y el paseo. En 1906 se inauguró el campo escolar, por iniciativa
del profesor don Luis de Hoyos, y junto al paseo de Merchán,
a partir de los años veinte, las explanadas comenzaban a ser
miradas como solares ideales para levantar viviendas, hoteles,
escuelas o estacionamientos para autobuses60.

A lo largo de los siglo XIX y XX se producen diversas in- entre 1927 y 1929 con el arco de acceso a la summa cavea y
tervenciones, destacando las realizadas por la Sociedad Ar- restos del graderío. Entre 1963 y 1964 se realizan las inter-
queológica de Toledo en 1889, las llevadas a cabo por Luis venciones de Marcelo Vigil y en 1972 las dirigidas por Ricardo
Hoyos a comienzos del siglo XX en 1906 y, sobre todo, las Izquierdo. El estudio general del conjunto lo realizan Sánchez
efectuadas entre 1927 y 1929 por la Comisión de Monumentos
Histórico-Artísticos de la Provincia de Toledo, dirigidos, en- 59.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ PASCUAL, Mª J., 2001, p. 112.
tre otros, por Rey Pastor, San Román y Castaños, que incluyó 60.– CERRO MALAGON, Rafael. “Siglo XX. El cierre de un milenio” en: Historia de
Toledo, Toledo, Azacanes, p. 566.
el levantamiento topográfico completo del edificio61. Las imá-
61.– CASTAÑOS, M; PLAN, I del; ROMAN, P. y REY PASTOR A., 1926: “Excavaciones
genes del Archivo Rodríguez nos presentan el avance de las en Toledo. Memoria de los trabajos efectuados en el circo romano”, en Memorias de
excavaciones y los obreros trabajando en ellas. La fotografía la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, nº 96, pp. 7 y 8.
62.– VVAA. 2008: Pedro Román Martínez. Toledo, fotografía y pintura. Toledo, Diputa-
de Pedro Román Martínez62 presenta la campaña arqueológica ción Provincial, Ayuntamiento de Toledo, p.38.
Vista de la muralla desde la Vega y plano de las tierras entre ésta y el río Tajo. 1798.
Restos del circo romano a principios del s. XX.
cola de la zona. Ya entonces el Ayuntamiento trató de
cambiar el uso de la Vega construyendo un canal de
riego conocido como Mina del Corregidor. Al enaje-
narse las fincas, se continuó con el proyecto constru-
yendo ramales que permitieron las explotaciones de
huertas en la zona hasta mediados del siglo XX.
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

En esta época se produce la primera urbaniza-


ción, con la construcción del paseo de los Canóni-
gos sobre las ruinas del circo romano en dirección
al Cristo de la Vega. A su lado surgen una serie de
edificios y construcciones sencillas con la venta de

Diego Peris Sánchez


Aires utilizado como centro de reunión de artistas
vinculados con la generación del 27, integrados en
la Orden de Toledo, con personajes como García Lor-
ca, Dalí y Buñuel58.

174 58.– 175


Labriegos de la Vega.
torno los restos permanecen ocultos y deteriorados. El proyecto
Restos del circo romano en la actualidad.
para el espacio que ocupa la planta original del circo romano
plantea dejarlo liberado de vehículos, a la vez que marcará su
configuración, de manera que vaya haciéndose visible su traza
en el conjunto. Para ello, la calle del circo romano se ha redu-
cido a una vía de servicio que da acceso a los establecimientos
que en su momento se autorizaron.

Se eliminará la vegetación que dificulta la visión de los res-


tos arqueológicos existentes, completando la excavación del
entorno para dejar visibles los diferentes elementos, con el
estricto control arqueológico de las actuaciones. En la traza
de las bandas laterales del circo se realiza una pavimentación
con dos bandas de pletinas laterales y tratamiento de hormi-
gón rugoso en el suelo para hacer visible la planta original del
Planta de las ruinas del Circo Máximo en la Vega. 1905. Palencia, Sainz Pascual, Martínez Lillo, A. de Juan García,
circo. Este mismo tratamiento continuará hasta la parte final
Pereira y Ricardo Izquierdo en los trabajos autorizados por el
de los cárceres para poner en evidencia el trazado final de la
Ministerio de Cultura63. Como resultado de estas intervencio-
estructura originaria.
nes se determina la cronología del edificio64, y se realiza una
aproximación a los sistemas constructivos del conjunto. En la pavimentación de la avenida de Carlos III se mar-
can las trazas que corresponden a las bandas edificadas del
Las actuaciones del Ayuntamiento de Toledo, dirigidas por
circo con materiales diferenciados que señalan la forma del
Ignacio Alvarez Ahedo65 en 1998 consolidan y protegen los primitivo circo. Se realiza una señalización explicativa del es-
restos situados en el parque Escolar que se sitúan, así, en pacio con plantas y textos referentes a la importancia del lugar
una zona verde protegida y bien conservada. Los trabajos ar- e infografías que representan la totalidad de la construcción
queológicos fueron realizados por Juan Manuel Rojas y María existente en otros momentos.
Jesús Sainz Pascual66 y en su informe final dicen: “El Proyec-
to de Parque Arqueológico del Circo Romano de Toledo pre- De esta manera, una primera actuación de urbanización
tendía una mejora del entorno de las ruinas del circo romano mejora notablemente los viarios para su uso ciudadano, favore-
ubicadas dentro del jardín público conocido como Parque Es- ciendo los accesos de la ciudad y dignificando la presencia de
colar”. Enuncian a continuación las actuaciones que deberían los restos arqueológicos en un entorno urbano cuidado de for-
continuarse como las referidas a las estructuras existentes al ma austera y funcional, pero acorde con su destino cultural.
otro lado de la avenida de Carlos III, la escalera situada a la
espalda de la Venta de Aires, zona de los cárceres…
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

El otro margen de la Avenida de Carlos III ha ido deterio-


rándose con el paso del tiempo, perdiendo su carácter arqueo-
lógico y convirtiéndose en zona de aparcamiento en cuyo en-

63.– El Ministerio de Cultura es propietario de una pequeña parcela situada en la trasera


de la Venta de Aires.

Diego Peris Sánchez


64.– SANCHEZ PALENCIA, F..J. y SAINZ PASCUAL, Mª J., 1988: “El circo romano de
Toledo: estratigrafía y arquitectura”, en Estudios y Monografías, nº 4, Consejería de
Educación y Cultura.
65.– ALVAREZ AHEDO, Ignacio. 1998. Proyecto de ejecución de Parque arqueológico del
circo romano. Toledo, Ayuntamiento de Toledo.
66.– ROJAS, Juan Manuel; SAINZ PASCUAL, María Jesús, 2000: Circo romano de Tole-
Restos del circo romano a principios del s. XX. do. Informe final de las excavaciones realizadas entre 1998 y 1999.
176 177
Vega Baja.
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

Diego Peris Sánchez


178 179

La Olivilla, Fábrica de Armas y terrenos de la Vega Baja.


Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

Diego Peris Sánchez


Plano de la Fábrica de Armas y sus inmediaciones, Gabriel Pellicer y Reus, 1857.

180 181

Fábrica de Armas y alrededores. Instituto Geográfico y Estadístico.


Interior del Aulario nº 10.

Otro elemento singular de la Vega Baja es la Fábrica de Desde entonces, hasta ahora, se han rehabilitado más de
Armas, ciudad industrial que tiene incoado expediente para 35.00 metros cuadrados convirtiendo la antigua ciudad indus-
la declaración de Bien de Interés Cultural como conjunto his- trial en ciudad del saber y la investigación. La presencia de
tórico. Una ciudad industrial, que inicia su construcción a cuatro mil personas entre alumnos, profesores y personal de
finales del siglo XVIII con el edificio diseñado por Sabatini67 administración y servicios ha convertido este espacio en un
e impulsado por el rey Carlos III, para la fabricación de ar- polo de actividad dinámica social. Junto a estas actividades,
mas blancas. El conjunto plantea una obra de ingeniería para el campus universitario se ha convertido en referente social,
aprovechar la energía hidráulica que justifica su ubicación cultural y político. En la actualidad se rehabilita la antigua
junto al río Tajo. nave del “Taller de Material Quirúrgico” para aulas, semina-
rios e Instituto de Nanotecnología y Nanociencia, el antiguo
Durante dos siglos se consolidó una ciudad industrial68, “Taller de Envases de Cartón” como Aula Magna y el antiguo
modelo constructivo y de organización de la industria militar edificio de “Laboratorios” de la Fábrica como edificio del Vi-
en diferentes épocas. Una instalación vinculada a la Academia cerrectorado y Gerencia del Campus. Lateral izquierdo del Edificio Sabatini.
de Artillería de Segovia y que trata de implantar las técnicas
de fabricación de armamento, consolidando una estructura Junto a ello se proyecta la puesta en marcha en la zona La Vega Baja tiene una actividad urbana que se desarro-
productiva que da trabajo a más de 1000 personas y que por de polvorines, rehabilitada como parque de la Olivilla, de un lla desde las diversas estructuras arqueológicas existentes en
ello se convierte en un referente para la ciudad de Toledo. espacio de investigación de las áreas medioambientales con la zona, los viarios que la recorren y vertebran y los equi-
la implantación de diversos Institutos de Investigación rela- pamientos ya existentes como el campus universitario. Las
Cuando en 1998 se llegó al acuerdo entre el Ayuntamiento cionadas con ellas. De esta manera, la ciudad histórica70 de la nuevas dotaciones culturales completarán este conjunto de
de Toledo y el Ministerio de Defensa para la cesión de estas Fábrica de Armas que ocupa una posición privilegiada en el elementos dinámicos que conviven con el gran yacimiento. La
instalaciones a la ciudad, a cambio de recalificar los terre- borde del territorio, junto al rio Tajo, se convierte en un mode- ciudad se nos presenta, así, como concatenación de lugares
nos exteriores para poder construir viviendas y usos comer- lo de revitalización en el que la conservación del patrimonio es e instrumento para recordar71. La presencia de elementos de
ciales, se abre una nueva etapa para la ciudad industrial. El compatible con la actividad más contemporánea y dinámica. diferentes periodos, con estructuras arquitectónicas y arqueo-
Consistorio acuerda la cesión a la Universidad de Castilla-La lógicas diferentes, hace que la ciudad se nos presente como
Mancha quien inicia un amplio proceso de rehabilitación. La 67.– PERIS SANCHEZ, Diego et al: 2001: El edificio Sabatini de la Fábrica de Armas de el lugar de la estratificación de la memoria. En la relación
primera fase se inaugura en febrero de 1999 con el desarro- Toledo. Madrid, El Viso, UCLM.
compleja entre modificación y permanencia, que caracteriza
llo de la actividad docente en unos 12.000 metros cuadrados 68.– PERIS SANCHEZ, Diego et al: 2003: Dos siglos en construcción. De fábrica de
armas a campus universitario. Madrid, Constructora San José. la evolución temporal, acaba concretándose la memoria ma-
acondicionados para ello69. 69.– PERIS SANCHEZ, Diego; LUCAS MARTINEZ, Antonio, 1999: La Fábrica de ar- terializada, la realidad concreta que nos hace recordar y revi-
mas de Toledo. t.I Historia. Ciudad Real, UCLM. vir momentos temporales diferentes. El lugar de la Vega Baja
70.– PERIS SANCHEZ, Diego. 1999: “La otra ciudad histórica de Toledo. La Fábrica de
configura nuestro pensamiento y nuestros recuerdos. La ciu- Vista general de la sala de lectura.
armas”, en: Añil nº 17, Madrid, Celeste, pp. 32-39.
dad es el teatro del discurrir de los acontecimientos, escena
estable para la formación de la memoria72.

La superposición de tiempos, las construcciones propias


Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

de cada época, sus superposiciones, alteraciones y modifica-


ciones acaban configurando este territorio complejo y plural
que conforma la actual Vega Baja de Toledo. Un territorio
construido en diferentes momentos históricos con estructuras
arquitectónicas y urbanísticas que se entrelazan, se modifican
y superponen, dando lugar al espacio que actualmente cono-

Diego Peris Sánchez


cemos y en el que la diversidad cronológica y construida es un
elemento esencial de su realidad actual.

71.– ROSSI, P.O. 2002: p.125.


72.– ROSSI, P.O. 2002: p. 133.
182 183
Puente que unía la fábrica con la zona de polvorines. Salida de los obreros de la Fábrica. Paseo principal frente a la biblioteca.
dola. La historia de la ciudad con sus vivencias culturales, yectar el paisaje sería a la vez ponerlo en imágenes o repre-
con sus modos de entender el mundo, nos lleva a esa realidad sentarlo (proyección) e imaginar lo que podría ser o llegar a ser
urbana. La ciudad de Toledo es, en este sentido, una ciudad (proyectación). Esta ambigüedad, o esta circularidad, es cons-
compleja, resultado de agregaciones y superposiciones de titutiva de la idea misma del proyecto en el pensamiento del
muy diferentes épocas. La riqueza de su paisaje proviene de paisaje”80. Y en este sentido, el paisaje es una realidad abier-
esta agregación de las alteraciones, modificaciones y superpo- ta al futuro. No podemos, ni debemos, considerarla acabada
siciones de distintos momentos históricos76. sino en ejecución, si bien, entendiendo de forma inteligente
aquellos logros ya conseguidos en otros momentos históricos y
El paisaje es el entorno material y vivo de las socieda- que han conformado una realidad valorada positivamente por
des humanas. Es un mundo vivido, fabricado y habitado por la comunidad. Toledo debe estar abierto a proyectos de futuro,
unas sociedades humanas siempre cambiantes. El paisaje se pero sabiendo mantener y conservar aquellos valores consoli-
identifica con la ecumene humana produciéndose, así, un en- dados como consecuencia del esfuerzo colectivo.
cuentro entre un territorio humanizado y un entorno, espacios
de naturaleza y de actividad humana. El paisaje es el aspecto En el caso de la Vega Baja hay que hacer una valoración
del territorio77, es la suma de elementos naturales y artificia- del territorio como paisaje desde una múltiple perspectiva:
les que subsisten en él y varían con el tiempo en función del
cambio que experimenta la suma de esos elementos. Integra • como espacio, que en su proximidad al río, ha definido
aspectos que se superponen, entrelazan y combinan de diver- lugares singulares de vegetación, de tratamiento ambiental y
sas formas; lo que acaba constituyendo el paisaje es la forma de perspectivas particulares que pueden ponerse en valor en
de relacionarse los diferentes elementos entre sí. Lo real es su la recuperación del curso fluvial y su entorno.
“trabazón”78 y esa trabazón se ha ido haciendo distinta en di-
versos tiempos, lugares y culturas. Lo específico del lugar está • como espacio que, en su especial conformación, valora
en un determinado orden global, que se traduce en una cierta la singularidad de la ciudad histórica elevada sobre la colina
condición geométrica que se puede medir, que parte del terre- que se presenta como espacio referencial en el entorno, per-
no y el clima y, sobre cuya base, se producen las aportaciones mitiendo una visión del mismo desde el horizonte próximo y
y diversas intervenciones. El paisaje es una realidad dinámi- desde la elevación del terreno liberado.
ca, evolutiva recorrida por tendencias variables en el tiempo.
• como espacio que tiene una vista singular desde la ciu-
Casco Histórico y Vega Baja.
El paisaje de Toledo es la suma de los elementos naturales,
dad histórica elevada y que requiere tratamientos particulares
de su fuerte geología, de la geografía y de la construcción del
de sus dotaciones para optimizar así el impacto visual.
5.4.– Paisajes. Valores de la Vega en sí misma y El paisaje es, también, una manera de ver y de imaginar hombre. La interacción de todos estos elementos conforma el
relación con la ciudad histórica de Toledo
el mundo. Es una realidad objetiva y material, producida por paisaje de la ciudad. La realidad del paisaje tiene aproximaciones diversas y
los hombres. Todo paisaje es cultural, no tanto porque es visto
plurales que no son contradictorias sino complementarias.
La reflexión sobre el paisaje, especialmente en las últimas por una cultura, sino, porque ha sido producido en el seno de Cuando se representa la ciudad como suma de elemen-
Por ello, la Convención de Florencia sobre paisaje lo define,
décadas, ha generado variedad de pensamientos y visiones. un conjunto de prácticas (económicas, políticas, sociales), y tos naturales y construidos, y cuando se realiza la percepción
con una visión general, como “cualquier parte del territorio
según unos valores que, en cierto modo, simboliza74. Hay en desde la visión peculiar del hombre estamos ya hablando de
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

Para algunos, el paisaje es pensado y estudiado en primer tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resul-
lugar como realidad cultural. El paisaje es el territorio produ- el suelo “una huella continua del hombre”75, el paisaje es el paisaje. La representación de Toledo de los grabados de Wyn-
tado de la acción y la interacción de factores naturales y/o
cido y practicado por las sociedades por razones económicas, mundo humano que se inscribe en la naturaleza trasformán- gaerden es la representación de un “paisaje”79. Es la visión de
políticas y culturales. Y en este sentido, “el valor paisajero la ciudad construida por el hombre, generada por la riqueza
76.– PERIS SANCHEZ, Diego, 2000: “La evolución de la ciudad histórica”, en: Ciuda-
de un lugar no se considera como esencialmente estético, sino 73.– J. M. BESSE, 2006: “Las cinco puertas del paisaje” en: Paisaje y pensamiento. de las construcciones en medio del ambiente natural y perci- des históricas, conservación y desarrollo. coord. M. A. Castillo. Madrid, Visor, Fun-
Abada Editores, pp. 145-171, p. 151. bida por el hombre que la valora y proyecta. dación Argentaria, pp. 145-158.
que se enfoca con relación a la suma de las experiencias, los

Diego Peris Sánchez


Este concepto ha sido ampliamente expuesto por John Brickerfhoff Jackson fun- 77.– G. JELLICOE, 1995: El paisaje del hombre. La configuración del entorno desde la
hábitos, las prácticas que un grupo humano ha desarrollado dador de la revista Landscape. JACKSON, J.B. 2003. A la découverte du paysage prehistoria hasta nuestros días. Barcelona, Gustavo Gili.
vernaculaire. Actes Sud/ENSP, Arles, p. 262. El paisaje es una experiencia fenomenológica y es también
en ese lugar”73. Para Jackson, el paisaje es un espacio or- 78.– MADERUELO, Javier, 2005, El paisaje. Génesis de un concepto, p.33.
74.– J. M. BESSE, 2006: Esta concepción del paisaje proviene de la visión del paisaje un proyecto en el que no es tan importante el edificio y sus es- 79.– MADERUELO, Javier. 2008: “Maneras de ver el mundo. De la cartografía al paisa-
ganizado, obra colectiva de las sociedades que trasforman el como un “territorio fabricado y habitado”. tructuras como el contexto. En la relación de lo artificial con je”, en : Paisaje y territorio, Madrid Abada, p. 73.
sustrato natural. 75.– J. BRUNHES, La géographie humaine. Paris, F.Alcan, p.41, 1912.
el suelo, el territorio y el medio natural está el proyecto. “Pro- 80.– J. M. BESSE, 2006, p. 168.
184 185
Vista de Toledo desde la Vega Baja. Fotografía de Pedro Román.
“La ciudad de Toledo se ubica a caballo entre dos gran-
des unidades geológicas peninsulares, de un lado el Macizo
hespérico o Ibérico, cuyos materiales y estructuras ocupan la
denominada meseta cristalina de Toledo, y de otro, la cuenca
sedimentaria de Madrid, que forma parte de la cuenca sedi-
mentaria cenozoica del Tajo. En el entorno de Toledo, ambos
conjuntos entran en contacto tectónico mediante un sistema
de fallas alpinas. Puntualmente, entre ellos afloran los ma-
teriales correspondientes a un tercer conjunto geológico que
se asocia con la antigua cuenca sedimentaria mesozoica de la
ama castellana de la Cordillera Ibérica”84.
visión de ese espacio que se tiene desde la parte alta de la
Esta peculiaridad, sin embargo, es diferente en su facha- ciudad. Para ello es necesario mantener un control sobre las
da norte que limita con la Vega Baja y en cuyo espacio el posibles edificaciones de la zona de influencia visual, de ma-
rio define dos márgenes situados a gran distancia que dejan nera que queden liberadas sus panorámicas. La visión de la
en su interior este gran ámbito llano denominado Vega Baja. ciudad de Toledo desde la Vega Baja es una de las perspec-
Esta singularidad geológica y geográfica requiere el mante- tivas actualmente libres y privilegiadas que deberían man-
nimiento liberado de estos espacios de la ciudad que se han tenerse con un control de la posible volumetría de la zona,
conformado como bordes urbanos y que conforman un perfil limitada a equipamientos colectivos puntuales y con una baja
diferente en cada orientación. La base rocosa de las pendien- densidad y altura.
tes de la parte elevada debe mantenerse libre de edificaciones
para primar, así, la imagen del conjunto construido sobre una En el concepto de paisaje de la Vega Baja hay, pues, una
base natural. reivindicación del vacío del sitio como elemento esencial en
cuanto que establece el contraste de esta amplia superficie lla-
Por otra parte, cuando se ha definido el valor paisajístico
Vista de la Vega Baja y la ciudad.
de la ciudad histórica, se habla de la necesidad de preservar 84.– VVAA. NUCHE DEL RIVERO, Rafael. Ed. Patrimonio geológico de Castilla-La
sus vistas desde el entorno próximo y mantener liberada la Mancha. Madrid, Enresa, 613 pp., p. 370.

humanos”81. Y junto a ello, la Convención insta a reconocer estructura geológica que conforma la fractura donde se encaja
jurídicamente los paisajes como elementos fundamentales del el río Tajo a su paso por Toledo y la geografía que supone el
entorno humano, expresividad de la diversidad de su patrimo- corte de la roca en su perímetro, son elementos esenciales por
nio común cultural y como fundamento de su identidad. Para cuanto presentan la ciudad en una posición visual elevada,
ello deberán ponerse en marcha acciones encaminadas a con- apoyada en un basamento rocoso libre, que desciende hasta el
servar y mantener los aspectos significativos o característicos rio con diferentes perfiles en cada uno de los márgenes. El río
de un paisaje, ya sean naturales o creados por el hombre82. Tajo recorre territorios de suelos terciarios en un trazado si-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

nuoso encontrándose, en un momento dado, con las migmatitas


Con estas consideraciones, es importante avanzar en la cla- fragmentadas por las fallas que las rompen transversalmente83.
rificación de lo que entendemos por paisaje de la Vega Baja El Tajo sigue su recorrido bordeando una zona montañosa a la
de Toledo para enunciar aquellos elementos, significativos o que rodea por tres de sus lados para continuar, una vez supera-
característicos, que se deben preservar y guiar el proyecto de do este obstáculo, formando meandros hacia la Sagra.
actuación futura.

Diego Peris Sánchez


La valoración de la ciudad histórica situada sobre la colina 81.– Convenio Europeo del paisaje. Florencia 20.X.2000.

elevada y su paisaje se ha referido, fundamentalmente, a dos 82.– VVAA, 2008: Convenio Europeo del paisaje. Textos y comentarios. Madrid, Ministerio
de Medioambiente, 145 pp.
aspectos esenciales: al entendimiento del entorno geográfico 83.– VVAA. 1996. El patrimonio geológico. Bases para su valoración, protección, conser-
de la ciudad y a sus perspectivas y vistas desde el exterior. La vación y utilización. Madrid, MOPT y MA, 112 pp.
186 Vista de Toledo desde la Vega Baja. 187
Avenida Carlos III. Avenida Más del Ribero.
na con la ciudad situada sobre la colina y porque define unas
visuales privilegiadas desde diversos lugares de este territo-
rio. En la posición alejada que se presenta del yacimiento, en
los límites con San Pedro el Verde, se hace posible una visión
global del perfil urbano de esta parte de la ciudad que valora
los edificios de la cornisa y define una agrupación singular al
tratarse de un borde de ciudad, con edificios monumentales
de una fuerte volumetría y que se presentan como agregación
rica en matices de tiempos y formas entendidos como unidad.
La presencia de elementos modernos, como la Consejería de
Agricultura o las escaleras mecánicas de acceso al casco, se
han integrado de manera positiva en esta pluralidad urbana.

Las perspectivas de la ciudad desde los dos grandes ejes de


la zona, avenida de Carlos III y Mas del Ribero, dado su trazado
contundente y lineal, permiten una percepción continuada y
privilegiada del perfil de la ciudad que va apareciendo al fondo Vista general de la Vega Baja y la Olivilla.
del recorrido lineal por estos viarios. El recorrido por Mas del biente da un nuevo significado a este lugar ahora comunicado
Ribero se focaliza en el extremo de este perfil urbano con las con el otro margen a través del puente que sustituye al antiguo
puertas del Cambrón y San Juan de los Reyes, sobresaliendo puente de barcas, destruido por la fuerza del agua.
del conjunto como fondo al que se produce un acercamiento
que amplía el campo de visión en los espacios finales del reco- La visión desde la ciudad requiere otras decisiones impor-
rrido. La no existencia de elementos construidos en su margen tantes. En primer lugar, la perspectiva del entorno de sus fa-
izquierda permite una panorámica global de la ciudad que va chadas sur, este y oeste, especialmente en las zonas elevadas
haciéndose visible de manera fragmentada y sugerente. había tenido un control con la existencia de “cigarrales” con
una volumetría reducida y con la voluntad de ocultarse en el
El recorrido por la avenida Carlos III se centra en un ám- medio natural, conservando, desde su posición, vistas privi-
bito donde se ubican grandes edificios como la Diputación, el legiadas de la ciudad histórica pero sin incidir negativamente
Nuncio y se hacen visibles las escaleras mecánicas que dan en su entorno. En los últimos años, la volumetría excesiva de
acceso a este espacio. La presencia de vegetación y de algu- alguno de los edificios construidos ha conformado de manera
nas construcciones, una vez pasado el acceso a la puerta de muy negativa este paisaje circundante de Toledo.
obreros de la Fábrica de Armas, hacen más difícil y parcial
esta visión que necesita llegar al final de su recorrido para La Vega Baja se presenta como un espacio singular, desde
presentarse con toda la fuerza de su perfil. la perspectiva elevada de Toledo, dada la importante diferen-
cia de cotas. La vegetación, en los bordes del río y el trata-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

El parque de la Olivilla, ocupado anteriormente por la de- miento de estos márgenes fluviales deben ser uno de los ele-
nominada zona de polvorines de la Fábrica de Armas, ofrece mentos de conformación del paisaje de la ciudad. La Fábrica
unas vistas peculiares de la ciudad que, en su entorno natural de Armas con más de doce hectáreas de superficie y cerca
con vegetación de ribera de gran desarrollo y la pendiente de de 50.000 metros cuadrados de naves, lo que representa una
su trazado, van presentando perfiles urbanos de gran interés. baja edificabilidad, tiene construcciones de una o dos plantas

Diego Peris Sánchez


El desarrollo de este espacio verde como ámbito de investiga- perfectamente integradas. Es un elemento esencial, junto al
ción con pequeños edificios compatibles con el uso ciudadano tratamiento del río, del paisaje de la Vega Baja.
de este espacio verde constituye una oportunidad de desarro-
llo para este enclave. La implantación de institutos de inves- El Tajo es un componente definidor de esta vega en la que
tigación relacionados con las áreas de ciencias del medio am- la vegetación y los enclaves de fauna son elementos estruc-
188 189
Remonte al Casco Histórico desde la Avda. Carlos III. Avenida Más del Ribero.
turantes. La visión del río con sus márgenes vegetales, que Por otra parte, y como ya ha quedado dicho la Vega Baja 5.5.– Dotaciones culturales. Museo. Centro de Fragmento de sarcófago Vega Baja.
en esta zona debido a la presencia de la Fábrica de Armas ha de Toledo es un gran yacimiento arqueológico en el que se in- Interpretación de la Vega Baja y Centro de
mantenido su configuración natural sin apenas alteraciones, tegran elementos de época romana, como el circo del que se
investigación
es un elemento esencial en la definición del paisaje. En su conservan importantes restos de la estructura portante de su
recorrido, las dos centrales de Azumel y la de la Presa de los perímetro, especialmente del lado sur, y que ha recibido un tra-
Uno de los factores esenciales en la revitalización y valo-
Cañares, con sus azudes y construcciones de principios del tamiento muy diverso a lo largo de la historia. La zona arqueo-
ración de la Vega Baja debe ser su dotación cultural y social.
siglo XX, son puntos básicos en la definición de este tramo del lógica quedará siempre como un gran espacio vacío, liberado
Los recursos comunes de orden cultural, educativo y de equi-
rio Tajo a su paso por Toledo. La puesta en marcha de estas de edificaciones con pequeños acentos en las construcciones
pamiento socio-cultural pueden y deben ser elementos que
minicentrales como energías renovables limpias puede ser un de servicios del espacio excavado y en su día consolidado. Las
establezcan un diálogo y convivencia con la importante reali-
factor más en la definición de este complejo territorio. Las grandes superficies libres, hoy en día utilizadas como espacios
dad arqueológica y paisajística y revitalizar la zona como ciu-
propuestas de ordenación de estos márgenes deben adaptarse de aparcamiento, deben recibir tratamientos para minimizar su
dad vivida por los ciudadanos. El conjunto de la Fábrica de
a la realidad natural existente, asumiendo como valores esen- impacto visual con vegetación y actuaciones paisajísticas que
Armas, como campus universitario y Centro de Investigación,
ciales, la presencia del rio con un fuerte caudal y anchura y la controlen su ordenación e integración en el territorio.
constituye un polo de dinámica cultural, social y educativa en
vegetación de ribera de gran densidad en este tramo.
Vista general de la Vega Baja. un centro histórico rehabilitado.

El edificio de Museo- Centro de interpretación- Instituto


de Investigación debe ser una construcción singular y refe-
rente, dentro del conjunto de museos de la ciudad de Toledo, que integren a todos los sectores implicados en el ámbito
del período que llega hasta la baja Edad Media. Plantea una del Patrimonio Histórico. Junto a la investigación especí-
relación con el territorio donde existe una cronología arqueo- fica sobre la época visigótica, debe ser una institución con
lógica que abarca este amplio intervalo de tiempo y se rela- vocación de hacerse presente en el debate internacional
ciona con el Museo del Sitio y el Centro de investigación como sobre las nuevas estrategias de intervención en el Patri-
partes estructurales. monio que se están generando a partir de la utilización de
nuevas tecnologías. El Centro tendrá dos grandes áreas
La construcción de este elemento puede tener una múlti- científicas, centradas en: estudios sobre la época visigoda
ple valoración: y nuevas tecnologías en la conservación; y divulgación
del patrimonio arquitectónico y arqueológico.
• Como Museo y Centro de interpretación de la Vega Baja
que sirva de referencia del proceso de excavación ar- Se trata de una dotación cultural, que servirá de base a los
queológica, de centro de investigación, interpretación y trabajos que deberán continuarse en años sucesivos, y de un
exposición al público. elemento dinamizador del conjunto con el desarrollo de sus
El Centro de Interpretación de la Vega Baja será una actividades como museo.
sección más del Museo, aunque independiente y confi-
Para la construcción de este centro se ha convocado un
gurada como el espacio de conexión entre éste, el yaci-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

concurso internacional de arquitectura. En una primera fase


miento arqueológico y demás espacios históricos de la
se seleccionarán los equipos a los que posteriormente se les
Vega Baja.
encargará la presentación del anteproyecto del edificio. El
• Como espacio cultural que dinamice esta parte de la Museo puede ser, durante el proceso de estudio arqueológico
ciudad, que presentará una visión de otras épocas de la de la zona, un punto de referencia, un foco de investigación
y dinamización del proyecto global de la Vega Baja. Una vez

Diego Peris Sánchez


evolución de Toledo menos presentes en el casco histó-
rico. puesto en funcionamiento será el centro de gestión de un pro-
yecto concebido como un parque arqueológico en el interior
• Como Centro de Investigación sobre la época visigoda y el de la ciudad, un espacio en el que las actividades arqueoló-
patrimonio histórico en general, concebido como ámbito gicas, de investigación y divulgación del patrimonio histórico
formativo e investigador de prácticas multidisciplinares sean referentes urbanos de Toledo.
190 191
Conclusiones brio de todos ellos y la vitalidad que cada uno de ellos puede
introducir en el conjunto.
1. El desarrollo de la gestión de este amplio territorio nos
lleva a cuestionar algunos de los planteamientos del urbanis- “Los paisajes como patrimonio cultural son el resultado y
mo y la arqueología. La documentación arqueológica previa el reflejo de una interacción prolongada en diferentes socieda-
es esencial en la planificación urbanística para adecuarla a des, entre el hombre, la naturaleza y el medio ambiente físico.
los requerimientos de conservación y mantenimiento de los Son el testimonio de la relación del desarrollo de comunida-
valores de la cultura material que sea necesario preservar del des, individuos y su medio ambiente físico. En este contexto
proceso urbanizador o entender de qué manera se deben inte- su conservación, preservación y desarrollo se centra en los
grar en el mismo. aspectos humanos y naturales, integrando valores materiales
5.6.– La Vega Baja en el territorio e intangibles”86. La integración de paisajes con valores cul-
El proceso de excavaciones, de los próximos años debe turales requiere el establecimiento de vínculos con el habitat
estar abierto a la participación, y con un impulso importan- construido de la ciudad próxima que en el caso de Toledo es
La Vega Baja, con sus ochenta y cinco hectáreas, tiene nuevo viario que se salta, circunstancialmente, en la cons-
te desde la administración, para ofrecer a los ciudadanos los muy diverso. Es la ciudad industrial construida desde el siglo
una superficie significativa dentro del conjunto de la ciudad trucción del barrio de Santa Teresa. La propiedad militar del
resultados del trabajo realizado que deberá mantenerse en el XVIII al XX en la Fábrica de Armas, es el poblado obrero edi-
de Toledo con dimensiones similares a la del actual conjunto lugar y la proximidad de la Fábrica de Armas son elementos
tiempo para permitir un proceso riguroso y científico. ficado como residencia de trabajadores de la misma fábrica y
histórico. Posee una ubicación singular en la zona llana libre, que van dejando libre el espacio de la Vega Baja. Esta cir-
es el desarrollo iniciado en el siglo XX en el eje de la Avenida
delimitada por el río en uno de sus márgenes y por la ciudad cunstancia, junto a su proximidad al río, hace que los dife-
2. La gestión y desarrollo de esta importante parte de la de la Reconquista.
consolidada en los barrios de Santa Teresa y todo el desarrollo rentes planeamientos urbanísticos la vayan protegiendo como
ciudad, inmersa en el proceso urbanizador de su entorno, debe
urbano establecido en el eje de la Avenida de la Reconquista. lugar no edificable.
hacerse consiguiendo que este espacio urbano disponga de “La conservación integrada de paisajes arqueológicos y es-
los recursos culturales y de equipamiento social y educativo táticos con el desarrollo de paisajes muy dinámicos, implica
Por ello, la Vega Baja debe entenderse en el contexto general Su gran superficie y su ubicación requieren una reflexión
que dinamicen el entorno urbanizado. De esta forma se conse- la consideración de valores sociales, culturales y estéticos”.
de la ciudad de Toledo, configurada como una ciudad dispersa sobre cómo debe establecerse la relación de la Vega Baja con la
guirá una valoración ciudadana positiva del proceso iniciado Un conjunto de valores que deben integrarse, a pesar de su
e integrada por elementos que han ido ocupando el territorio de ciudad construida en su entorno. La existencia de estructuras
que, además, debe ser un elemento ejemplar de iniciativas de amplitud, en una unidad en la que convivan la arqueología
forma muy diferente y en etapas, también, muy diversas. ciudadanas de uso actual como los conjuntos residenciales y
protección y enriquecimiento del patrimonio histórico. con la actividad cotidiana de la sociedad y sus necesarios
el campus universitario requieren accesos racionales que los
Su relación con el conjunto histórico construido en la zona equipamientos sociales y una dinámica cultural que vaya des-
comuniquen con el resto de la ciudad. Y ello no sólo no debe
elevada se establece a lo largo de los siglos de manera muy 3. El desarrollo del proyecto requiere, en este caso espe- de lo universitario a la presentación, estudio, investigación y
incidir negativamente en el yacimiento arqueológico, sino que
heterogénea. Las estructuras urbanas se van superponiendo cialmente, una implicación ciudadana que asuma como suyo divulgación del importante patrimonio histórico del lugar.
debe aprovecharse como elemento de dinamización para evitar
sobe las existentes, alterando y modificando su fisonomía. Y el proceso cultural que debe realizarse con el rigor y los tiem-
la sensación de vacío en el interior de este gran espacio per-
así, la configuración de la ciudad amurallada con sus puertas pos necesarios. 86.– Carta de Cracovia aº 9.
mitiendo su convivencia con la actividad cotidiana y la vida
de control en Bisagra y Cambrón hace que estos puntos sean actual en su entorno. No se trata de musealizar sin más este La Vega Baja de Toledo ha sido el lugar de una parte impor-
referentes en su relación con el territorio de la Vega Baja para ámbito, sino de integrarlo en la vida cotidiana de la ciudad. tante de la historia de la ciudad de Toledo. En la actualidad la
la definición de vías de comunicación. Durante siglos los re-
presencia del gran yacimiento arqueológico, testimonio de la
corridos en este territorio se hacen en base a una red tupida Y por otra parte, hay que analizar cómo se integra en la
cultura material de otros momentos puede, y debe ser, un ins-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

de caminos que lo recorre dando acceso a los diferentes es- dinámica del entorno de una ciudad que ha tenido un desa-
trumento de revitalización de esta parte de la estructura urba-
pacios agrícolas o ganaderos del lugar. La implantación de la rrollo disperso y atomizado. Hay que articular los diferentes
na. Para ello es necesario avanzar en su estudio y excavación
Fábrica de Armas a finales del siglo XVIII establece un polo espacios de vida que han relacionado al hombre con su me-
y completar su presencia con aportaciones de elementos que
de desarrollo de gran importancia que define la comunicación dio natural y al “incesante reinicio de la institución de su
configuren equipamientos culturales y educativos, integren
con las puertas de acceso a la ciudad a través de los ejes ur- comunidad”85. La presencia de este importante yacimiento,
este gran espacio en la vida ciudadana y valoren el paisaje
banos que van a organizar su superficie. la conservación del territorio de la Vega Baja es, sobre todo,

Diego Peris Sánchez


de un espacio de vega que completa y enriquece la ciudad
el reto de mantener activa nuestra capacidad de construir la
Será después de la guerra civil española cuando la ciudad histórica sobre la colina. La presencia de la arqueología en su
ciudad y de asumir los elementos de nuestra historia pasada
inicie un desarrollo urbano en esta zona definiendo un eje interior ofrece una oportunidad de estudio y de análisis de la
en nuestro proyecto de futuro.
viario en la Avenida de la Reconquista que abre la amplia- interacción de elementos tan diversos como el urbanismo, el
ción de la ciudad hacia el norte, teniendo como borde este 85.– CHOAY, Françoise, 2007: p. 234.
paisaje y los equipamientos urbanos para encontrar el equili-
192 193
A Miguel Ángel Bru Castro Ángela Crespo Fraguas Laura E. Fernández López Fernán Gómez Monedero J Sara Maldonado Muñoz O Eva Rosario Rodríguez García T
Beatriz Alcalde González Javier Busto Carrasquilla Leonardo Cristodero Víctor Manuel Fernández Ruiz García del Pino Ana María Jiménez Muñoz Sandra Marcos Benítez Iván Olmedo Moreno Mónica Rodríguez Martínez Sonia Taravilla Gómez
Mª Pilar Alhambra Muñoz Emiliano Cuadra del Valle Dan Florín Costea Oihane González Herrero Olga Jiménez Rodríguez Antonio Marin Domínguez Lauro Olmo Enciso Antonio Rojas Fernández Virginia Tejedor de Miguel
Fernando Álvarez Ortiz C Carmen Cuesta Angel Fuentes Domínguez Carlos González Justo Virginia Jiménez Sánchez Carlos Marín Hernández Mª Luz Ortega Meco Daniel Rojas García José Carlos Timón Lanza
Rosa María Chapunal Blázquez Leticia Isabel González Perrote Javier Marín Pérez Aníbal Román Gamonal
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje

Fernando Aparicio Gutiérrez Javier Caballero García Jorge de Juan Ares Mª Dolores Ortín Arranz
Clara Eugenia Aranda Ruiz Joaquín Checa Herráiz G Aníbal González-Arintero Pablo Martín Herrera Yolanda Otálora Moreno Nuria Romero Serrano U
Yasmina Cáceres Gutiérrez
David Aranda Sánchez Emilio A. García Berciano K A. Javier Martínez Jiménez Begoña Rubio-Iglesias Fernández-
Rodrigo Calvo Moreno Oliva Uceda Cabañas
Luis Araus Ballesteros D Alicia García Ballesteros Miriam Guerra Aragonés Israel Daniel Mayoral de Ancos P Vegue
Rebeca Cano Boyero Adil Khalil Jesús Carlos Urda Lozano
Gabriel Arellano García-Arcicollar Moisés de Dueñas Rubio Mª Remedios García Barroso Antonio Guío Gómez Enrique Mesa Monfort María Ruiz Torrado
José Luis Cano Muñoz Víctor Pantoja Pleite Koray Usta
Lidia Aroca Muñoz Mamadou Diallo Diana García Camacho Begoña Gutiérrez Infantes María de Miguel Gamero
Juan Bautista Cañadillas Gómez L Guiomar Pastor Sevillano Juan A. Utrilla Martín
Irene Arroyo Vaquero Manuel Luis do Dascimiento Cama Mª del Mar Gallego García Mª Luz Gutiérrez López Rey Carlos Molina Valero S
Álvaro Carvajal Fernández Sira Lacasa Cristina Miguel Antonio Pereira Laukkanen
Mimmoun Aissaoui Laura García Benito Sagrario Gutiérrez García Roberto Monterrubio Martínez Noelia Sabugo Sousa
José Luis Carrasco García Mykola Lagoyda Guillermo Pérez Gutiérrez V

Diego Peris Sánchez


E Francisco Javier García González Hugo Gutiérrez Quispe Abraham Montiel Olivares Viva Sacco
Julián Fernando Casero Serrano Gema Lancha Quijorna Ángeles Plazas Rufo Julio Valmaseda García
Fernando García Granullaque Tomás Moreno Llerena Marina Salamanca Grasa
B Trinidad Castellanos Portero David Escalona Carrasquilla Juan Antonio Largo García Ana I. Ponce Nieto Silvia Velarde Arroyo
Emilio Andrés García Guerrero H David Moreno Rainero José Luis Saldaña Muñoz
Miguel Ángel Barrio Navas Concepción Castillo Baeza Ignacio Erades Maldonado Ricardo Largo Martín Leticia Verdes-Montenegro Díaz
Sagrario García Gutiérrez Moisés Hernández Cordero Marta Moreno Rubio José San Félix García Calvo
Mohammed Benaou Margarita Castro Arellano Álvaro Esteban Gallego Ana Belén López Arevalillo R J. Ramón Villa González
Alberto García Privado Ramón Hernández Sánchez Raquel Morlanes Conejo Luis Miguel Sánchez García
Alba Benavent Villaseñor Mónica Castro de Lera David Jesús López Díaz Inés Mª Ramos Martínez Rosa de Viña Carmona
Víctor García Privado Mónica Hervás Mendoza Juan José Mostazo Salazar Juan Carlos Sánchez Gómez
Sandra Benítez Marcos Carlos Coello Díaz F Moisés López Fernández Víctor Manuel Redondo Solera
Sara García Rodríguez Alba Isabel Moyano Alcántara Alfredo Sánchez Maeso
Víctor L. Benito Plana Cristina Conejo González Ana María Felpeto García Cristina Lorente Sanandrés María Refigio Gutiérrez Z
194 Jesús Corral Llorente Juan Carlos García-Abad Cantarero I Laura Lorenzo Galán Mª Angeles Sánchez Moya 195
Laura Blasco de la Llave Raquel Fernández N Teodoro Revenga García de Blas Rosa Mª Zaba Paredes
Eduardo Corrochano Labrador Juan Giordano Ricardo Izquierdo Benito Ana R. Sánchez Peláez
Camille Bonnevie Francisco Javier Fernández de la Peña Ignacio Rivas López José Antonio Zamora Navarro
Ana Costalago Sánchez Amanda Gómez Checa M Aníbal Nevado Martínez de la Francisco Sánchez Salas
Marta Bravo Martínez Montserrat Gema Fernández García- Irene Mª Rivera Jiménez
Mª Luz Crespo Isabela Gómez Fernández Mª Cristina Magdaleno Llepes Casa Paula Slepoy Benites
Miguel Ángel Brezmes Escribano Núñez David Rodríguez Fernández
Manuel Nicolás de Santos
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La Vega Baja de Toledo
se terminó de imprimir el día
13 de noviembre de 2009.
Festividad de san Diego de Alcalá
compuesto en tipografía Bodoni
e impreso sobre papel estucado semiarte.

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