La Vega Baja de Toledo PDF
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de Toledo
Toledo •2009
La Vega Baja
© L a V ega B aja de T oledo
© de la edición: Toletum Visigodo
© de los textos: Mª Mar Gallego García • Javier García González • Ricardo Izquierdo Benito
Jorge de Juan Ares • Lauro Olmo Enciso • Diego Peris Sánchez • Ramón Villa
© de las fotografías y dibujos: Archivo Toletum Visigodo
Archivo Antonio Pareja Editor
Antonio L. Pareja
Colaboran:
• Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
• Ayuntamiento de Toledo
de Toledo
• Fundación Cultura y Deporte
I mpreso en E spaña
E n el espacio leemos el tiempo. Para los visigodos de los Concilios, para los árabes de las
mezquitas de Bab al Mardum y Tornerías, para los judíos que
El tiempo, y los hombres, van dejando su huella en el te- rezaban en las sinagogas de Samuel ha Leví y de Santa María
rritorio. la Blanca, de la capital de Sefarad, la Jerusalén de Occidente;
Las ciudades son un espacio de civilización, lugares que para el Arzobispo Jiménez de Rada y sus cruzados, para los
acumulan la memoria colectiva de muchas generaciones a tra- constructores de la catedral... Toledo siempre fue una ciudad
vés de los siglos. espiritual.
Aldo Rossi, recuerda que “la ciudad es la memoria colecti- Pero me detengo ahora en la España “de Roma y de los
va de los pueblos: y como la memoria está ligada a los hechos duros visigodos”, en la época tardorromana, una de las edades
y a lugares, la ciudad es el locus de la memoria colectiva”. más oscuras de nuestra historia, eclipsada entre el resplandor
de Roma y la fascinación por la tensión entre cristianos y mu-
En este sentido, como en tantos otros, Toledo es un lugar sulmanes de la Edad Media.
excepcional, un lugar de la historia, Patrimonio de la Huma-
nidad, que es, en el sentido utilizado por Pierre Nora, un lugar El testimonio de Tito Livio y la información proporcionada
de memoria. por la arqueología dan fe de la conquista de este lugar por las
legiones romanas dos siglos antes de Cristo.
En Toledo leemos la historia de España.
En Toletum, los romanos levantaron un imponente acue-
Su “estratigrafía cultural” está llena de valiosa informa- ducto que salvaba el desnivel por el puente de Alcántara, del
ción, desde la prehistoria hasta nuestro siglo. que apenas quedan algunos cimientos y, en la zona que nos
interesa, un gran circo.
Como si la geología y la historia jugaran con el basamento
rocoso circundado por el Tajo, a lo largo de los siglos se han También, junto al río, entonces limpio y cristalino, edifica-
ido depositando sedimentos de civilizaciones como limos de ron villas de recreo que formaban un verdadero locus amoenus
nuevas culturas. donde la hedonista clase dirigente alcanzó un alto refinamien-
to, como atestiguan los mosaicos encontrados a principios de
Otras veces, invasiones violentas arrastraron formas e
siglo en la Fábrica de Armas.
ideas, como el río arrastra materiales de aluvión; o movimien-
tos sociales, como erupciones, sacudiendo conciencias y pro- En el año 411, los alanos entraron en la ciudad a sangre
moviendo cambios. y fuego y, sólo siete años después, la ocuparon los visigodos
instalándose en ella durante trescientos años, a lo largo de
Vestigios de todo ello encontramos en Toledo, síntesis de la
Discurso del Excmo. Sr. D. José María Barreda Fontes en el acto de imposición de la Medalla de Honor de la REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO.
Sin embargo, para Toledo, estos siglos de transición fueron Sobre el mundo visigodo se ha hecho más ideología que Sobre el mito, el silencio. Pero el mantenimiento del patrimonio no puede basarse en
muy importantes, pues se convirtió en la Urbs regia, la ciudad investigación y más literatura que historia. el atraso y en la falta de desarrollo, que, por otra parte, tam-
Pero, ya que estamos en una Academia, recordaré los Es-
real en la que los obispos, como se ordenó en uno de los con- bién pasa la factura de la ruina y el abandono.
Los ciclos de la “Pérdida de España” en torno a los baños tatutos Fundacionales de la Academia hermana de la Histo-
cilios, “por reverencia al Rey y por el honor de la sede real,
de la Cava y la traición del conde don Julián hablan de la ria, fruto, como ésta, del espíritu ilustrado: se trata, dicen los En plena fiebre romántica por las ruinas y la desolación,
(…) deben residir un mes cada año, exceptuando los tiempos
destrucción de un reino que dará lugar a una reconquista. El Estatutos, de “aclarar la importante verdad de los sucesos, Bécquer llegó a decir que pondría un cartel en la puerta de
de siega y de la vendimia”.
Islam es así sólo un paréntesis (eso sí, de ocho siglos) entre el desterrar las fábulas introducidas por la ignorancia, o por la la Bisagra con la siguiente inscripción: “En nombre de los
Sobre el granito de la ciudad amurallada y las tierras de la reino visigodo y los Reyes Católicos. malicia, y conducir al conocimiento de muchas cosas, que escritores y artistas, de los soñadores y eruditos, se prohíbe
Vega, se edificaron iglesias y palacios y se convocaron Con- obscureció la antigüedad o tiene sepultados el descuido”. al progreso tocar una sola de estas piedras con su mano torpe
cilios. Hasta el 711, en Toledo se elebraron 18, algunos de la La ausencia de buenos estudios y la carga ideológica ente- y destructora”.
rraron esta época entre los escombros de la política dominan- Y es eso precisamente lo que ahora nos toca hacer: excavar
importancia del III, en el año 589, en el que se condenó la
te y las leyendas a su servicio. para recuperar; investigar para saber, superando prejuicios, Lo cierto es que durante todo el siglo XIX se mantuvo su
herejía arriana y se produjo la conversión al catolicismo de
los procedentes de la dictadura, pero también los posterio- decadencia y, en las primeras décadas del XX, Félix de Ura-
Recadero. Para el franquismo, la imagen de una Iglesia y un Estado res que, en un movimiento pendular, despreciaron esta época bayen todavía podía escribir que “en Toledo la piedra se ha
Con importantes mártires y una gran extensión territorial, forjando juntos su autoridad era demasiado tentadora. En el hasta ignorarla como si no hubiera existido, pese a su innega- dormido hace siglos”.
el obispado toledano y la ciudad afianzaron su importancia. decreto que establecía la fundación del Museo de los Conci- ble importancia.
lios y de la Cultura Visigótica en Toledo, en 1969, se alababa Con posteridad a la Guerra Civil, llegó el largo período de
Así, Toledo se convirtió en la capital de la mayor parte de a los visigodos por haber dado a los españoles su “amor na- El artículo 46 de la Constitución Española –que, además la dictadura, con poca inversión para la rehabilitación, excep-
la Península que había sido provincia remota de Roma y aún cional a la ley y el orden”, lo que, además de un anacronismo, de acatar, hay que cumplir– y de la cual, felizmente, dentro ción hecha de la Dirección General llamada, muy descriptiva-
más lejana de Bizancio, inspiradora de los visigodos. La imi- suponía, cuando menos, cierta exageración. de unos días celebraremos treinta años, dice que “los poderes mente, de Regiones Devastadas, pero también impulsó figuras
tatio imperii fue probablemente la guía para erigir el conjunto públicos garantizarán la conservación y promoverán el enri- de protección al conjunto del casco histórico.
palatino tal como se levantó en Constantinopla junto al gran Es interesante observar que ya en la época visigoda, San quecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de
circo constantiniano. Con esta hipótesis, se trabaja en las ex- Isidoro de Sevilla, asistente a concilios toledanos, escribió la los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cual- Por fortuna, la mezcla explosiva del desarrollismo de los
cavaciones de la Vega Baja. Historia Gothorum para hacer descender su estirpe de la de quiera que sea su régimen jurídico y su titularidad”. años 60 y la falta de controles democráticos, no hizo un daño
Jafet, tercer hijo de Noé, considerado progenitor de la raza inmenso que hubiese sido irreparable.
Como en los versos de Borges, como en las capas de una aria o indoeuropea. Ahora Toledo crece y debe hacerlo respetando su mayor
cebolla milenaria, en la vega del Tajo han ido acumulándose tesoro, que es su propio pasado, un pasado que durante si- Por fin, la capitalidad de Castilla-La Mancha ha supues-
los restos de civilizaciones diversas. Es la historia calificada por Menéndez Pidal nada menos glos se fue olvidan- do mientras, como decía Antoine Latour to para Toledo un verdadero renacimiento: mejora de las co-
que como la “primera historia nacional de un pueblo de la en 1860 “cada día el tiempo ejecuta su sentencia y empuja municaciones, incremento de la población, rehabilitación de
Ha sido escenario de la vida cotidiana de hombres y muje- Edad Media”, lo que también es algo exagerado. algunas piedras más hacia el Tajo, sin que ninguna mano se muchos edificios para sedes institucionales, esfuerzos para
res que gozaron y sufrieron, que veneraron a dioses diversos, esfuerce en retenerlas”. Precisamente, a estos testimonios se revitalizar el casco… Desde luego, sería una paradoja que
disfrutaron con espectáculos públicos y enterraron a quienes El tratamiento de esta época de la Historia de España ha el crecimiento pusiera en peligro el patrimonio histórico. Por
refirió Gregorio Marañón en su discurso de ingreso en esta
amaban. Ahora, de todas las experiencias espirituales e inma- estado muy influido por las coyunturas políticas y la hegemonía eso debe ser ordenado y vigilado. Toledo hoy es una ciudad
Academia.
teriales, sólo nos podemos hacer idea interpretando los restos de los diversos regímenes y se presta muy bien, en la línea de viva, que palpita, aunque tenga un corazón muy antiguo.
arqueológicos; de ahí su importancia. los trabajos de Paul Ricoeur sobre La memoria, la historia, el A Galdós le pareció que Toledo era una ciudad muerta.
olvido, para estudiar las formas de institucionalizar la memoria “Su aspecto –escribió– abate y suspende el ánimo a la vez Se trata de construir sin destruir.
Pero, pese al esplendor de esta Civitas regia, sin duda una y el recuerdo, a través del patrimonio, los museos, las conme- como todas las tumbas ilustres”.
de las ciudades mas importantes de Occidente en los siglos VI moraciones, los libros y los discursos. De todo esto, de la Ges- Por eso, cuando peligró un espacio arqueológico rico y sin
y VII, poco quedó de ella. tión de la memoria y de la historia al servicio del poder, sabe Toledo puede ser una ciudad museo, no sólo una ciudad explorar, muchos ciudadanos y algunas instituciones, como la
mucho Juan Sisinio Pérez Garzón, catedrático de la Universi- con museos, pero nunca un mausoleo. Real Fundación Toledo, la Academia de Bellas Artes y Cien-
Felipe Benítez Reyes, podría haberse inspirado en la Vega dad de Castilla-La Mancha y, sobre todo, amigo y colaborador. cias Históricas de Toledo, esta misma Academia de Bellas
Baja al escribir: En 1983, el mismo año en el que se formó el primer Go- Artes de San Fernando y el actual Ayuntamiento, dieron la
La formación de Hispania, la configuración de un reino bierno de Castilla-La Mancha, Antonio Bonet coordinó un señal de alarma.
católico que tendrá que ser reconquistado…, todo se prestaba simposio cuyo tema era una doble interrogación: ¿Toledo, ciu-
para ser usado, al margen de cualquier rigor histórico, para dad viva? ¿Toledo, ciudad muerta? Por fortuna llegamos a tiempo de salvar la Vega Baja de
La gloria de la piedra adivinada. los ladrillos y estamos recuperando para la ciudad, para los
construir el mito de la España eterna. Me vienen a la memoria
Las ponencias pusieron de manifiesto los problemas y las ciudadanos de hoy y de mañana, un espacio fascinante desde
Los oros del pasado polvoriento. palabras de León Felipe:
dificultades por las que atravesaba la ciudad y también cómo el que se podrá seguir viendo el perfil dibujado en el aire de la
El eco de un teatro ante la nada. España… sobre tu vida, el sueño la falta de dinamismo económico, paradójicamente, había ciudad amurallada que forma con ella un paisaje único.
ayudado a su conservación.
Sobre tu historia, el mito
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Todo paisaje es cultural, consecuencia de la huella conti- Toledo está en la poesía de Garcilaso, en las leyendas de na, pues somos ciudad de Turismo, sino también demostrar al Por eso, no dudo en calificar este programa de interés na-
nua del hombre. Bécquer, en las novelas de Galdós y de tantos otros, y está, mundo entero civilizado que España y Toledo son capaces de cional y, por ello, aprovecho esta ocasión para reiterar la peti-
sobre todo, en el corazón de los toledanos y en el paisaje rete- velar por sus valores culturales en circunstancias tan difíciles ción de colaboración del Gobierno de España.
Toledo y su entorno configuran un paisaje complejo, re- nido en la retina de millones de viajeros. como son las del momento”.
sultado de transformaciones, agregaciones y superposiciones Los republicanos del Comité de Defensa de Monumentos
de muy diferentes épocas. Esa es su riqueza: la suma de los Luis García Montero ha escrito que “cada tiempo de dudas Ahora, a Dios gracias, no estamos en ninguna situación lí- veían en las posibilidades del turismo el pan de mañana y,
elementos naturales, de su personalidad geológica, de la geo- tiene su paisaje”. mite, ni se necesitan planteamientos heroicos, pero sí estar en ciertamente, el turismo es hoy una industria limpia, una fuen-
grafía humana, de la huella de la historia. guardia porque los intereses, la burocracia y la rutina pueden te de riqueza, que, además, no se puede deslocalizar.
Sobre el futuro paisaje toledano de la Vega Baja hemos sali- acabar anestesiando la sensibilidad y jugar malas pasadas.
La interacción de todos estos elementos conforma su esencia. do de dudas porque estamos decididos a cuidarlo y protegerlo. Pero, como no sólo de pan vive el hombre, la propia Carta
Por otra parte, hoy las exigencias de protección van mucho Internacional sobre Turismo Cultural, aprobada en México en
En Toledo, tal vez con más claridad que en otros sitios, el En este acto solemne, quiero dar las gracias a todos los más allá de los “monumentos” y pasan por el respeto ambien- 1999, recuerda que “un objetivo fundamental de la gestión
paisaje es cultural y a su vez está muy recreado por la cultu- que me ayudaron con sus planteamientos a dar un giro de tal, la valoración de las arquitecturas menores, de la arqueo- del patrimonio consiste en comunicar su significado y la ne-
ra y el arte. Es, sin duda, una de las ciudades más pintada y 180 grados a una situación que parecía haber condenado de logía y los valores de los conjuntos, con independencia de que cesidad de su conservación, tanto a la comunidad anfitriona
dibujada: desde las composiciones irreales de El Greco hasta forma irreparable a la lapidación de los restos arqueológicos no haya ninguna obra espectacular. como a los visitantes”.
los cuadros de Benjamín Palencia o Rafael Canogar, por citar y a la densificación con bloques de viviendas, de un espacio
sólo a dos paisanos académicos de esta casa, de entre los mu- que debía quedar libre para uso de los ciudadanos y disfrute En definitiva, como dijera un buen alcalde de Roma e his- En nuestro proyecto, vamos a compatibilizar la recupera-
chos que han plasmado en sus lienzos la ciudad; desde la Casa del patrimonio. toriador del arte, Giulio Carlo Argán, “hay que tratar de sin- ción arqueológica con la dimensión pedagógica que nos per-
del diamantista junto al Tajo, hasta la punta de diamante de la cronizar los fenómenos urbanos desdeel remoto pasado hasta mita disponer de un recurso que genera riqueza material e
Torre de la Catedral; desde el Hospital de Tavera, flotando en No podíamos pasar a la historia como la generación que el futuro”. intelectual.
las afueras, hasta el miradero por el que se asoma Zocodover, destruyó para siempre una buena parte de la ciudad histórica,
Toledo está en lienzos, en poemas, en novelas y en el cine. y, gracias a esa movilización, lo hemos evitado. En un futuro no muy lejano, se podrá pasear entre las rui- Nosotros, ahora, estamos trabajando para sacar a la luz un
nas visigodas de la Vega Baja, como por un jardín de piedras gran tesoro visigodo –mucho más valioso que las alhajas y
Elijo un poema de Blas de Otero, conciso y denso, de entre Me gustaría que este caso animara con su ejemplo a los y ningún edificio impedirá desde allí la vista de la ciudad joyas de las coronas y cruces de Guarrazar– la trama de una
los muchos que han penetrado en la identidad de la ciudad: que luchan en condiciones similares. Tener éxito en las rei- amurallada. ciudad y los vestigios de muchos edificios que nos ayudarán a
vindicaciones es posible. Yo recibo hoy, con mucho agrade- conocer mejor nuestro pasado que es tanto como comprender
Toledo cimiento, esta medalla, pero sé muy bien que el mérito es Se podrá caminar agradablemente desde el Circo Romano, mejor nuestro presente.
dibujada en el aire, compartido. Tal vez, si no me hubierais advertido, entre la limpio y adecentado, y la Basílica de Santa Leocadia, hasta la
vorágine de los días, la premura de lo urgente y los intereses Fábrica de Armas de Sabatini, convertida hoy en fábrica de Ahora, quiero aprovechar la ocasión, que la publicación
corona
de unos y otros, hubiéramos perdido tiempo y podríamos ha- inteligencia, en Campus Universitario, que pronto albergará de este libro me permite, para transmitirles que estoy ganado
dorada ber llegado tarde. también una Escuela de Arquitectura especializada en ciuda- para la causa de la defensa del Patrimonio Histórico; y sobre
del Tajo, des históricas y rehabilitación del patrimonio. todo agradecido a todo el movimiento ciudadano e institucio-
En la bendita normalidad democrática pueden agazaparse nal que, en el caso de la Vega Baja de Toledo, dieron la señal
taller los peligros de la rutina y de la burocracia. A veces, por su Recuerdo que estamos hablando de un gran espacio de de alarma para evitar un daño que hubiera sido irreparable.
de la muerte evidencia, es más fácil responder en momentos complicados y unas 40 hectáreas, que podrán albergar, junto al parque ar-
tela en situaciones extremas. queológico, instalaciones culturales como un Centro de Inter- Estoy muy agradecido y sé muy bien que el agradecimiento
pretación e Investigación sobre la época visigoda y un Museo es la memoria del corazón.
verde la Asunción Recuerdo ahora una instantánea publicada en un libro de de la Ciudad y del mundo tardorromano.
sombría foto-historia –de la que tanto sabe el ilustre paisano y acadé-
mico Publio López Mondéjar– en la que puede verse el Entie- Para la gestión de este amplio territorio, se ha constituido José María Barreda Fontes
bajada del Pozo Amargo, Presidente de Castilla-La Mancha
rro del Conde de Orgaz, en plena Guerra Civil, protegido por entre el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades
brille sacos terreros. de Castilla-La Mancha una empresa –Toletum Visigodo– diri-
tu cielo gida por Diego Peris, que es toda una garantía. A él y a todo
115 CAPITULO 4
CAPITULO 2 69
LA VEGA BAJA EN ÉPOCA VISIGODA:
Jorge de Juan Ares
Mª Mar Gallego García
Javier García González
151
UNA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICAEN CONSTRUCCIÓN
Lauro Olmo Enciso
CAPITULO 5
TERRITORIO:
HISTORIA, CARTOGRAFÍA E IMAGEN
Ramón Villa
Diego Peris Sánchez
TERRITORIO: HISTORIA, CARTOGRAFÍA E IMAGEN
Ramón Villa
Diego Peris Sánchez
T
oledo ha sido en muchos momentos de la historia de España centro territo-
rial importante por su posición geográfica, por sus funciones administrativas
o por ser la sede del poder político y religioso del momento. Por ello apa-
rece como referente fundamental en la estructura de comunicaciones y en
la cartografía y documentación gráfica de ciudades1. En esta aproximación
cartográfica del territorio y de la ciudad se hace presenta la Vega Baja como
espacio del conjunto urbano.
quintas partes de su trazado por el Tajo es, precisamente, la del torno que
1.– PERIS SANCHEZ, Diego, ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther. 2008. La ciudad y su imagen,
Toledo, Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha.
2.– Tal y como señala ALONSO AZCÁRATE, J.; 2007: Paseo Geológico por los alrededores de la ciudad de
Toledo. Cuarto Centenario: “El Tajo traza alrededor del recinto amurallado de la Ciudad de Toledo un
20 arco de circunferencia casi perfecto, correspondiente a la mitad de un meandro completo del río. La 21
mayor parte de la ciudad histórica de Toledo queda comprendida en la orilla interna (margen derecha)
de la primera mitad de este meandro, que se inicia en la central hidroeléctrica de Safont y finaliza en
la estación depuradora de aguas residuales (EDAR). Se trata de un meandro del tren general del Tajo
Medio, con una longitud de onda de 4,6 km, una amplitud de 2,3 km, y un radio de curvatura de unos
1100 m; es, por tanto, uno de los mayores del tramo Aranjuez-Talavera de la Reina”.
Mapa de Portocarrero, 1681. Grabado de Juan Francisco Leonardo.
Mosaico de la Alberquilla. Dibujo de conjunto y reconstrucción
teórica del pavimento.
la Consejería de Obras Públicas12, y otro edificio localizado
al hacerse el vaciado del terreno para construir la sede de la
Caja Rural de Toledo, con estructuras que parecen correspon-
derse con las “Ruinas romanas que se supone que son de las
termas” que señala el plano de Coello-Hijón (1858).
sis de que debió existir cierta frecuentación de poblaciones banismo romano7 con una serie de edificios lúdicos importan-
brica de Armas11, con mosaicos fechables en el s. II, a la que Plano de Toledo, 1858, Coello.
y militar. En él se levantaron los edificios principales del reino y, asociados a sílica Pretoriense de San Pedro y San Pablo)»33. 32.– MARTIN GAMERO, 1979, pp. 400-405.
hasta nuestros días, especialmente las del circo romano, han ellos, otros edificios de menor importancia y porte. Los historiadores locales 33.– Respecto a la denominación de «pretoriense», este historiador indica que era
46.– Topónimo que se viene traduciendo como “el foso”, aparece citado también en tanto en los resultados de los estudios geotécnicos realizados por J. NOCITO
en el cementerio a las puertas de la ciudad, se trasladó allí al día siguiente (…) para la Fábrica de Armas en 1999, como en resultados de diversas excavaciones
blecido en ella el primer convento de agustinos de la ciudad 1198, cuando se dona a la catedral toledana una parte de esta finca, que en épo-
de sus vecinos, sabemos que, , a partir de 134153, la ermita de siglo XVI: “Después que esta Imperial ciudad de Toledo fue
55.– Arch. San Clemente, carpeta 18, nº 15; doc. 358 del Catálogo de C. Torroja. 61.– PAU PEDRÓN, Antonio. 1995: p.11.
San Pedro el Verde se transforma en un pequeño convento con venida al poder de los reyes Godos (como avemos dicho), vis-
ribera del Tajo, se situaba el barrio extramuros de Covachuelas. de Santa Leocadia con su torre mudéjar del XIV, el convento
Esta zona se ordenó por una calle que limitaban el hospital de de dominicas de Santo Domingo el Real —fundado en 1364
presenta una imagen general de la ciudad construida sobre la El cuadro “Vista y mapa de Toledo” de El Greco, fechado
roca y rodeada por el Tajo. “Las vistas topográficas son el pre- entre 1608 y 1614 puede ser incluido dentro del género de las
cedente más próximo de lo que por esos años, una vez supera- vistas topográficas de ciudades y presenta panorámica de To-
dos ciertos atavismos del clasicismo y de los gremios profesio- ledo tomada desde el norte, en una posición muy próxima a la
nales, se empezaría a denominar con propiedad “paisaje”66. imagen de Wyngaerde. “Mientras que las vistas topográficas
de Wyngaerde y Hoefnagel pretenden una fidelidad y verismo
Junto a la vista de Toledo que realiza Wyngaerde en 1563, que acentúan la terrenalidad, la posición del Hospital San
Hoefnagel en 1572 realiza los grabados de Civitates Orbis Te- Juan Bautista, mostrado como una maqueta, las alegorías, y
rrarum que empiezan a editarse ese mismo año y que acabará sobre todo, la forma de pintar las nubes y la luz, dotan al cua-
cuarenta y cinco años más tarde con el sexto tomo publicado dro del Greco de algo sobrenatural”67. Sin embargo la Vista de
en 1617. El primer dibujo de Toledo es de 1572 y el segundo Toledo que se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva
se publica en 1598 en el quinto volumen de Civitates. En el York pintada entre 1595 y 1610 parece ser un verdadero pai-
segundo grabado se reproducen, a mayor escala que el res- saje autónomo, si bien, es una interpretación subjetiva a par-
to, la Catedral y el Alcázar ampliados a derecha e izquierda tir de la realidad de la ciudad. El cuadro hace presente una
como elementos singulares de la ciudad. La iluminación de trabazón que “viene determinada por una sensación de senti-
los grabados es de la época. miento y, si se quiere de dramatismo que está implícito en una
atmósfera opresiva, determinada por la extraña luminosidad
Pocos años después, en 1585, Pedro de Nobilibus realiza su del cuadro, por la acumulación desordenada e incluso violen-
grabado de la ciudad. Ya en 1600, Jollain presenta su vista de ta de las nubes que hacen que el cielo presagie una tragedia y
Territorio: historia, cartografía e imagen
Toledo, y en 1626 Munster dibuja un Toledo que ilustra su Cos- por la contundencia de los elementos terrestres, ya que parece
mografía. En 1659, los grabados de Valkeiner ilustran su obra
gra y del Cambrón, señala la Vega con edificaciones como San matices graduados. El conjunto completo comprende pano-
Ildefonso, San Bartolomé y la capilla de Montero. rámicas de las ciudades, villas, aldeas y ventas que atravesó
el séquito a su paso por todos los países”72. El tratamiento de
“El largo viaje que en los años 1668 y 1669 llevó a Cosme todos los paisajes es similar con un claro detalle de las imá-
de Médicis a través de media Europa ha dado lugar a uno genes que aumenta el valor testimonial de los dibujos. Parece
de los corpus documentales y gráficos de mayor interés para que trabajaba sobre bocetos que, posteriormente, acababa de
conocer la historia de la época. El entonces príncipe de su definir y elaborar.
ducado en decadencia, como intelectual y amante de las ar-
tes, se rodeó de un cultísimo séquito a partir del que nacerían De Toledo hay dos vistas que se continúan una a la otra
varios relatos de viaje, entre ellos el presente, que consta de en sentido lineal. La primera de ellas deja una amplia zona
dos volúmenes con el texto escrito por Magalotti y las acua- con arbolado a su izquierda para representar, en la mitad del
relas realizadas por Pier Maria Baldi. Los dos volúmenes se dibujo, la ciudad elevada sobre la roca. El segundo dibujo
custodian en la Biblioteca Medicca Laurenziana. El primero continúa la perspectiva anterior completando, así, la visión
de ellos consta del texto de Magalotti relativo al viaje por total de la ciudad. Coetáneamente, A. Jouvin describe la ciu-
España y Portugal —desde la partida de Florencia hasta el dad: “Toledo tiene una situación tan extraña que no sé cómo
embarque del grupo en el puerto de A Coruña— así como las ha podido ser escogida para construir allí la primera ciudad
162 acuarelas realizadas por Pier Maria Baldi durante este de España. Es una gran roca separada de las altas montañas
trayecto…”70. por el río Tajo, cuya altura forma un poco de meseta, donde
están la plaza, la iglesia y el castillo; el resto de una roca está
En el séquito de Cosme de Medicis viajaba el pintor y ar- ocupado por casas que parecen como los granos de una grana-
quitecto Pier Maria Baldi71. “Aunque Magalotti y los auto- da que estuviese medio abierta”73.
res de las relaciones no oficiales del viaje apenas le prestan
atención, las acuarelas que el pintor realizó a lo largo de todo “Comienza el siglo XVIII y un sujeto del que casi nada
el recorrido constituyen uno de los corpus iconográficos más sabemos salvo su nombre —Joseph de Arroyo Palomeque—
Territorio: historia, cartografía e imagen
interesantes para el estudio de la Europa del siglo XVII, y a y su profesión —maestro de obras—, dibuja y omite fechar
El plano tiene el interés del momento en que se realiza, de la Vega lo dibujó también el Greco y tiene planta cuadrada
recogiendo la imagen de la ciudad antes de las reformas del con torres en sus esquinas. Cerca de él dibuja el humilladero
XVIII y a las destrucciones del XIX. El dibujo presenta gran de Montero y se hacen visibles estructuras del circo romano.
cantidad de detalles que dejan constancia de la realidad En el centro de la zona aparece el convento de San Bartolomé
monumental y urbana en ese momento. No sólo los edificios de la Vega incendiado por los franceses y “luego demolido
monumentales, sino también el conjunto residencial. “Por para reutilizar sus restos en el Presidio Correccional… Fue
ejemplo, los pretiles ante San Sebastián, las Benitas, el Ayun- también dibujado, por su cara opuesta, por el citado Antonio
tamiento o Santo Tomé, subsistentes hoy; los brocales de los de Bruselas, pero el diseño de Arroyo es más completo, resal-
pozos públicos en El Salvador, Barrionuevo o Pozo Amargo; la tando su planta rectangular, con un breve atrio en el ángulo
isla de Antolinez, el “puente de Julio César”. Construido por izquierdo…”76.
Juanelo para su Artificio cruzara sobre la calle del Carmen y,
como en el plano de El Greco, el “Brasero de la Vega”, al que En el lateral izquierdo aparece dibujada la ermita del Cris-
añade los restos del circo romano, omitidos por Domenico y to de la Vega antes de su destrucción por las tropas francesas,
por Antón de Bruselas. Están también la azuda de la Huerta de nave única con fachada alta y espadaña en su remate con
del Rey, el doble arco de la cuesta del Alcázar”74. Incluso se una pequeña edificación al fondo y otra de gran tamaño en su
dibujan cosas invisibles desde el punto de vista del autor, lateral con un patio grande cercado en su parte posterior. Y
Territorio: historia, cartografía e imagen
como son la puerta del Sol, la ermita de la Bastida, Montesión junto a la ermita y basílica del Cristo de la Vega, la ermita de
(San Bernardo). Al pie del documento hay una relación con San Idelfonso y un pequeño cementerio posterior.
74.– PORRES MARTÍN-CLETO, Julio. 1989: Planos de Toledo. Toledo, IPIET, Plano 76.– PORRES MARTIN-CLETO, Julio: Panorámica de Toledo de Arroyo Palomeque,
nº 10. IPIET, 1992.
36 75.– PORRES MARTIN-CLETO, Julio. Planos de Toledo, Toledo, IPIET, 1989. 77.– En el dibujo aparece la inscripción Dyonis Palomares invent del Toleti 1753. 37
En 1765 se publica el Plano de la ciudad de Toledo y sus A finales del siglo XVIII Manuel Antonio Carbonero firma
inmediaciones realizado por el maestro de obras José Díaz78. el Plano de Vista de la Vega, que llaman de los Bartolos, de la
El plano conservado en el Archivo del Servicio Geográfico ciudad de Toledo. Un plano que dibuja la Vega Baja con el lí-
del Ejército presenta el núcleo urbano de Toledo inserto en mite superior de la muralla de la ciudad y en su parte inferior
un amplio territorio circundante que recorre una tupida red el borde del Rio Tajo. En la muralla se dibuja la puerta de Bi-
de caminos. En la zona de la Vega, próxima a la ciudad, apa- sagra (1), un tramo de muralla (2) que llega hasta la Puerta del
recen dibujados San Bartolomé y la capilla. De las puertas de Cambrón y el convento de Agustinos (4), con un tramo final de
Bisagra y del Cambrón parten multitud de caminos paralelos muralla (5) que llega hasta el río Tajo. Se señala en el plano
al perímetro de la ciudad y otros que en, diversas direccio- el arroyo de las aguas inmundas (6), junto al río, el Baño de la
nes, se alejan hacia pequeñas edificaciones señaladas en la Cava (7) y el inicio del artificio (8) con un primer tramo que
zona próxima al río. El plano de Toledo realizado por Navia llega al primer desvío (10) salvando un desnivel de 52 pies.
hacia 1776 fue publicado por A. Ponz en su “Viage de Espa- En la zona sur del plano se señala el cementerio del Paraíso
ña, en que se da noticia de las cosas más apreciables”79. (11), el Cristo de la Vega (12) y la entrada a la zona de huertas
(13) que llegan hasta la zona del Cristo de la Vega (14). En la
zona se localiza el convento de Mínimos (15) vulgo Bartolos,
el terreno erial de la Vega (16) que ocupa espacios entre los
paseos y alamedas (17), el convento de Mínimos (18) y la Fá-
Territorio: historia, cartografía e imagen
78.– LOPEZ BALLESTEROS, Antonio. “El plano de Joseph Diaz, de 1765” en: La brica de las Espadas (19, el Hospital de las Afueras (20) y San
Vista de la muralla desde la Vega y plano de las tierras entre ésta y el río Tajo. Manuel Antonio Carbonero, 1798.
Susana y la Venta de la Esquina (en el entorno del arranque acogidos en el Hospital de San Ildefonso88. En 1630, conocida de Pavón, a la vera del camino real a Valladolid, se encontraba
actual de la carretera de Ávila) por parte de Lorenzana y Fa- ya como Ermita del Cristo de la Vega, había aún un ermitaño, la Venta de los Dos Caminos101. Como venta de la Esquina per-
bián antes de 1761. Otras noticias de la misma época (1775) y su capellán alegaba ante el ayuntamiento “haber alargado tenecía en 1801 a la Capilla de la Virgen del Sagrario, quién la
vienen dadas por el cardenal Lorenzana, quien, precisamente la capilla”, sin embargo a principios del XIX se encontraba tenía arrendada en 500 reales al año, habiendo subsistido hasta
cuando se estaban llevando a cabo las obras de construcción arruinada, siendo terminada de destruir poco más tarde por los años 70 del pasado siglo. De ella afirma J. Porres que “sin
de la Fábrica de Armas, llegó a prohibir al santero de San las tropas francesas alojadas en el Convento de San Barto- duda por su estratégica situación, es muy probable que sea uno
Pedro el Verde que sacara “sillares grandes de buen edificio” lomé. Se rehizo el edificio entre 1818 y 182689, con una sola de los más antiguos de Toledo en su clase”.
para la mencionada obra84. El templo, ya en precario estado nave de las tres originales, y se reformó en 1845, cuando se
y expoliado como cantera para la construcción de la Fábrica le adosaron los dos recintos funerarios laterales90, conservan- Junto al río, y muy próximo a los molinos de Azumel, encon-
de Armas, debió abandonarse, siendo demolidos sus restos en do aún un ábside mudéjar91. Al clausurarse los cementerios tramos un lugar conocido con el topónimo de Plaza o Paraje de
1806 por amenazar ruina85. parroquiales, de hermandades y cofradías en 1855, quedó al las Barcas que fue el escenario donde se inició la navegación
servicio cimenterial de las Hermanas de la Caridad, bajo pro- fluvial ordenada por Felipe II, topónimo que aparece citado va-
El mismo proceso de decadencia, abandono, ruina y demoli- piedad de la Diputación Provincial92, habiéndose suprimido rias veces en relación con la Fábrica de Armas, la primera de
ción sufren el resto de edificaciones religiosas de las que tene- la dignidad de abad en el Concordato de 1851. ella cuando Gazola hace “una serie de estudios para trasladar
mos noticia en la Vega durante los siglos XVII y XVIII, en con- la Fábrica fuera del casco y buscar, sobre todo, la fuerza motriz
sonancia directa con la crisis que transforma en la misma época El convento de San Bartolomé de la Vega se construyó en del río (…) en la Playa de las Barcas y en el paraje de “Bue-
Basílica de Santa Leocadia. G. P. Villaamil, 1842-1844. a Toledo en lo que se ha dado en llamar la ciudad eclesiástica. un extremo del circo romano entre 156293 y 1591, sobre unas navista” donde existe una casa de recreo de un arzobispo” 22
casas cedidas a instancias de la Emperatriz Isabel de Portugal (cita a J. Miranda, 1982, p. 232), y posteriormente, en 1859, al
En un paraje situado entre el Cigarral de Buenavista y la a los frailes mínimos de San Francisco de Paula94, costeando la venderse parcelas en la Vega Baja, desamortizadas al munici-
1.3.– Lugares y construcciones Venta de la Esquina, en gran parte coincidente con la cañada, obra (trazada por Covarrubias y rectificada por Vergara) Diego pio. Todavía se conservaba el nombre al venderse una huerta de
se fundó la ermita de Santa Susana en 1515 por la cofradía de de Vargas, el secretario de Felipe II. A pesar del patronato 2’81 hectáreas desamortizada al Hospital Tavera.
San Pedro el Verde, según Porres, una iglesia o ermita ex-
Todos los Santos86, pero en 1612 pertenecía a la de San Blas. que sobre él ejercieron el Duque de Alburquerque y el Conde
tramuros que integraría seguramente aún restos del edificio
Según Porres, “era bastante capaz, de planta rectangular con de Siruela, tuvo una vida relativamente corta, desapareciendo
visigodo en el medieval, funciona hasta final del XVIII en un
tres naves y otras tantas capillas absidiales” conservando el en 1811 tras su uso como hospital por las tropas francesas, 88.– A fines del siglo XV debieron pasar el cementerio y la capilla al Hospital de la
espacio en el que aún debían ser visibles las ruinas de los Misericordia, que enterraba allí a sus acogidos, teniendo constancia documental
culto hasta 1630”. En sus alrededores creció un barrio, habi- que lo incendiaron95, y demoliéndose las ruinas en 184596. En
edificios antiguos, dependiendo de una cofradía del mismo en 1721.
tado fundamentalmente por panaderos —70 personas en 17 1914 el propietario de la finca acabó con sus últimos restos 89.– La última fecha la da F. Sierra al notificar que el 14 de septiembre de 1826 se
nombre radicada en la parroquia de San Martín —cuyo terri-
casas87— y en 1644 sólo quedaban las tres capillas y la nave arquitectónicos, apareciendo, entonces, tres capiteles visigo- bendijo la ermita del cristo de la Vega, “después de haberla reedificado, aunque
torio comprendía casi toda la Vega Baja—80. En torno a esta no en toda su extensión”. CERRO MALAGON, Rafael, 2007: Noticias de Toledo
central, ésta con el tejado destruido. Según este autor subsis- dos de la cercana basílica de Santa Leocadia, uno de ellos con
edificación tenemos las primeras noticias sobre excavaciones entre 1801 y 1844. La Memoria del curial Felipe Sierra, Toledo, Ayuntamiento
tía hasta el XVIII, cuando se desmanteló. la inscripción “LICIVS FECIT”, cedido o vendido al Museo de Toledo.
efectuadas en la Vega Baja con el interés de descubrir restos 90.– PARRO, Sixto Ramón, t II, p. 279.
históricos (o al menos en las que se recogen estos restos) pro- de Valencia de Don Juan97. 91.– BLANCO y ASSAS, 1851, Indicador toledano, p. 68.
La Basílica martirial de Santa Leocadia, cuyas rentas y
porcionadas por Pisa, quién describe las excavaciones efec- propiedades se anexionan al Convento del Escorial en 1550,
92.– PORRES, 1982: 1133 y ss.
En el hemiciclo del circo romano se encontraba también 93.– Según algunas noticias, es posible que originalmente el paraje estuviera ocupa-
tuadas a fines del siglo XVI (hacia 1580) por el canónigo de es sustituida por la capilla de San Ildefonso en 1612 (Hurtado do por un cementerio hebreo, usado luego por conversos hasta 1481 (P. LEÓN
el denominado Brasero de la Vega, construcción destinada a
la Catedral D. Tomás de Borja (luego obispo de Zaragoza), en y Pisa), época en la que debía servir de cementerio de los TELLO, Judíos de Toledo, I, p. 131; J. CARO BAROJA, Los judíos en la España
las ejecuciones públicas, levantado de manera provisional en moderna, 1962, III, pp. 279-281).
las que se encontraron restos de edificaciones y conducciones
1576 y reformado entre 1592-95, ya con la fábrica de mam- 94.– En 1539, según PISA y RAMÓN PARRO, S. o en 1531, según MARÍAS, J.
hidráulicas81 junto con diversos materiales82 que fueron depo- 95.– El 25 de abril de 1808, lo ocupan los franceses como hospital; debieron dejarlo
postería que aparece en la panorámica de Palomeque y en el
sitados en el palacio arzobispal toledano83. 84.– MAROTO, 1991, p. 269. En 1775 el santero de esta ermita volvió a encontrar en mal estado, agravado por la ausencia de la congregación, de tal modo que
Territorio: historia, cartografía e imagen
“extensas ruinas y sólidos cimientos, tal y como escribe Lorenzana en sus notas
plano de El Greco como una especie de corral cuadrado con durante los años posteriores ofrece una sensación de abandono y ruina. Buen
torrecillas en los lados y una cruz en el centro. Este elemento ejemplo de ello es que el 25 de noviembre de 1821, los milicianos locales ha-
1.4.– Los planos del siglo XIX y principios del XX nológico universitario de la Universidad de Castilla-La Man-
cha105. El primitivo proyecto de Sabatini para la fabricación
La imagen del río Tajo y de sus riberas, desde Toledo hasta de armas blancas aprovechando la energía hidráulica, se va
Alcántara, en el XVII ha quedado plasmada en la Coreogra- ampliando con nuevos edificios y fabricaciones. Desde finales
phia hecha por Luis Carduchi en 1641 por encargo del Conde del XVIII hasta un siglo después la fábrica se limita al edifi-
Duque de Olivares102 que se conserva en el Archivo Municipal cio original con pequeñas naves de ampliación. Será a finales Toledo, Fábrica de Armas. 1878. Ilustración de Miscelaneous Family Journal, Boston Mass.
de Toledo. En ella, no sólo se dibujan los principales obstá- del siglo XIX cuando la fabricación de cartuchería requiera
culos que debían salvarse dentro del cauce fluvial, sino que nuevas construcciones y se empiece a consolidar una ciudad una estructura de fabricación que en las primeras décadas del gos sobre las ruinas del circo romano en dirección al Cristo de
se van anotando las poblaciones y otras edificaciones menores industrial en la proximidad del río Tajo. Naves de una planta siglo XX consolidan una importante realidad productiva. la Vega. Junto a él crece una serie de edificios en una zona de
existentes en sus márgenes, registrándose alguna de las ven- con estructuras metálicas crean grandes espacios para la fa- construcciones sencillas, con la venta de Aires como centro
tas de las que acabamos de mencionar. bricación de armas. Las diversas ampliaciones, las utilizacio- Edificios de una planta con cubiertas de teja y grandes lu- de reunión de artistas vinculados con la generación del 27 in-
nes de energías diversas, según la tecnología del momento, y cernarios se integran en un recinto en el que los recorridos y tegrados en la Orden de Toledo y con personajes como García
Territorio: historia, cartografía e imagen
A finales el siglo XVIII y con la llegada del gobierno ilus- la evolución de los procesos de fabricación van conformando paseos peatonales al igual que las zonas singulares se cubren Lorca, Dalí y Buñuel.
48 49
surge el Poblado obrero, edificado entre 1922-1925 en el bor- del desarrollismo, el crecimiento urbanístico de Toledo en
tivo de haber comprado las obras de la mina del corregidor, según nos informa Al mismo tiempo se hicieron importantes remodelaciones de sur de la cañada ganadera “Cordel del Guadarrama” que
estaba contemplado el Plan Especial para el Toledo monumen- do Izquierdo en la zona que actualmente ocupa la carretera
tal, “trabajo de muy grave responsabilidad que exigiría un mi- zona arqueológica el sector comprendido entre el Paseo de realizadas en esta zona en 1898 y 1906148. Nuevamente se rea- que accede al puente de la Cava, que dio como resultado la
1.7.– El paisaje de la Vega y su imagen Diversas imágenes pintadas, grabadas y fotografiadas nos Vista de la Vega Baja desde el Cambrón. Aureliano Beruete, 1895.
presentan este territorio a finales del siglo XIX y durante el
El paisaje de la Vega está claramente influido por la presen- siglo XX. Ya hemos mencionado anteriormente los grabados
cia del río Tajo en su borde. Esta relación con el río debe ser de Wyngaerden, de Baldi o de Arroyo Palomeque. El grabado
elemento esencial en la recuperación de la zona en su planea- de la portada del Álbum artístico de Toledo165 de Manuel de
miento futuro. La Vega Baja ha sufrido, a lo largo del tiempo, Assas, de 1848, presenta enmarcado en una estructura ar-
numerosas inundaciones dada la proximidad del río163. Desde
principios del siglo XX numerosas reseñas de noticias en la 163.– ALONSO, 2007. Según este autor, sólo afectaron a las partes más bajas (ex-
cavadas y/o cercanas al río), como los talleres y salas de maquinaria próximas
prensa local se refieren a la incidencia de las inundaciones en al Canal de Carlos III. Hay cuatro momentos de inundación en mayo de 1853,
la Fábrica de Armas, como recoge el periódico El Castellano febrero y septiembre-octubre de 1855, y diciembre de 1860
en sus ejemplares de 13 de diciembre de 1910, 28 de marzo 164.– La incidencia de esta inundación en la Fábrica de Armas ha sido objeto de
un trabajo específico (González, 2003), realizándose una detallada modelación
Territorio: historia, cartografía e imagen
de 1924 y 24 de diciembre de 1925. Importante fue la inunda- hidráulica a partir de las marcas de nivel, reconstruyendo con precisión las
ción de marzo de 1947164, de la que se conservan abundantes
ta la fachada del edificio Sabatini en 1840. De 1866 es el gra- Vega Baja de Toledo de principios del siglo XX centrada en
L
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción
Toledo. Codex Emilianensis, fol. 129. Patrimonio Nacional. Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
toimperial, ha sido puesta en relación con la promoción de la cerámica sigillata sudgálica, hispánica, pintada de tradición lización de este baptisterio, próxima al emplazamiento defen- A lo largo de la época bajoimperial el Circo siguió en uso
ciudad a municipio romano, momento en que se inicia todo un indígena, junto a producciones de vidrio, conjuntos todos ellos dido para la catedral, la iglesia de San Juan del Arzobispo, por lo menos hasta principios del siglo V, tal y como atestigua
programa de remodelación urbanística basado en la extensión fechables entre los siglos I al III d.C. 7. La existencia de zonas conocida desde el siglo XIII, que se situaría en las inmedia- una pieza perteneciente a una sella curulis, el marfil de Hipó-
de la ciudad fuera de los estrechos límites que la habían con- de necrópolis altoimperiales parece sugerirlo el hallazgo de ciones de la actual C/ Trinidad y, por tanto, a espaldas del lito fechado en el año 40012. Como un elemento nuevo del pai-
figurado hasta entonces2. Elemento central de este programa estelas funerarias fechadas en torno a los siglos I y II d.C., actual palacio episcopal. Un dato más a tener en cuenta para saje, el espacio suburbano de la Vega Baja estaría definido por
fue la construcción del Circo en el siglo I d.C., así como de reutilizadas en enterramientos de época bajoimperial, tal y la localización de la iglesia de Santa María, son unas prospec- la presencia de villae suburbanas como la ya conocida de la
otra notable edificación en su cercanía, que ha sido identifi- como se constata en la necrópolis del Cristo de la Vega8. ciones geofísicas realizadas en la década de los años ’70 del Fábrica de Armas, construida de nueva planta en esta época.
cada como el Teatro3. Las excavaciones recientes muestran pasado siglo, bajo la actual catedral, en la que se detectaron De esta se conoce su pars urbana, de la que pudo identificarse
la presencia de materiales y restos dispersos de esta época La ciudad de Toledo adquirió una importancia creciente en el sector N.O. restos de una posible construcción de planta un triclinium de planta rectangular con un pequeña fuente en
altoimperial en diferentes zonas de la Vega Baja, aunque con en época bajoimperial, tal y como refleja el hecho de haber- de cruz griega10. su zona central y un peristilo con un estanque octogonal, cuyo
una mayor concentración en la franja occidental comprendida se transformado en una relevante sede episcopal desde los fondo estaba decorado con un mosaico de inspiración mari-
entre la zona de la ermita del Cristo de la Vega4 y el sector N. primeros momentos de institucionalización del cristianismo. Pero es en la zona de la Vega Baja donde la arqueología na, la misma temática que poseía el otro mosaico aparecido,
de la calle San Pedro el Verde. En la zona septentrional del Ejemplo de ello lo proporciona el hecho de ser la única sede ofrece evidencias sobre las transformaciones que entre los si- y fechados en los primeros años del siglo IV13. En relación
yacimiento, vinculada a dicha calle, se documentó la existen- del centro peninsular que asistió, a través de la participación glos IV y V se produjeron en la ciudad y que, como ya se ha con esta villa se localizó al Sur de estos restos un estanque,
cia de una zona de actividades productivas, definida por una de su obispo Melancio, a la primera reunión de la Iglesia his- citado, introdujeron en su fisonomía elementos diferenciado- también fechado entre los siglos III-IV, cuya función debió
serie de estructuras, entre las que destacaba un pozo —re- pana, el Concilio de Elvira celebrado entre los años 300-302. res respecto a la época altoimperial que apuntan a una mayor centrarse en el almacenaje y distribución del agua necesaria
lleno con material altoimperial—, así como la base de una Esta importancia quedaría consolidada con posterioridad, de- densificación del paisaje urbano de este periodo en esta zona para el funcionamiento de todo el complejo14. Con este tipo
cubeta de opus signinum, y, contemporánea a estas, la orga- bido a la celebración del I Concilio de Toledo en el año 400 suburbana. Estas transformaciones en el suburbio de la ciu- de establecimientos podría relacionarse la existencia de unas
nización de un área ligada a la extracción de arcillas, que se d.C., sínodo de gran trascendencia dado que en él se condenó dad están documentadas en otras zonas, como es el caso de pequeñas termas, fechadas entre los siglos IV y V, que ha
fecha entre la segunda mitad del siglo III y principios del IV, el priscilianismo, movimiento que, por sus derivaciones so- la Vega Alta, donde se produce el abandono de infraestructu- sido constatada recientemente y que se encuentran asociadas
así como una serie de piletas y un horno, fechado en torno al ciales y religiosas, había cuestionado la estructura ideológica ras de época altoimperial relacionadas con usos hidráulicos a una serie de edificios organizados en recintos ortogonales15.
siglo III5. Al norte de esta zona, se descubrieron los restos de de la Iglesia de la época. y sobre ellas se sitúan construcciones domésticas de zonas Estos edificios estarían testimoniando la existencia de una
un gran edificio, fechado en época romana sin poder ofrecer de vivienda que quizás nos reflejan para esta zona al E. de la ocupación más densa en esta zona de la Vega Baja sobre la
Sin embargo, y a diferencia de lo que sucede en otras ciu- ciudad una estructura de ocupación dispersa11.
una datación más precisa6. La investigación arqueológica que que posteriormente se desarrollará el nuevo programa urbano
dades peninsulares de la época, la arqueología no ha ofrecido,
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción
se realiza en la actualidad, ofrece también datos sobre una Marfil romano de Hipólito. de época visigoda.
por el momento, evidencias concluyentes sobre edificaciones
ocupación de época altoimperial, a través de la presencia de
pertenecientes al complejo episcopal toledano, elemento pri- Una serie de zonas de enterramiento de época bajoimpe-
mordial de la imagen de la ciudad bajoimperial y expresión rial se han localizado en diferentes puntos de la Vega Baja.
2.– FUENTES DOMÍNGUEZ, Angel (coord.), 2006: pp 107-108.
3.– CARROBLES SANTOS, Jesús, 2001: El teatro romano de Toledo: una propuesta en el nuevo paisaje urbano del papel hegemónico que el cris- Al oeste del circo, se desarrolló a partir del siglo III d.C. una
de identificación, Toledo. tianismo había adquirido en la estructura social tardoantigua. necrópolis, en algunas de cuyas sepulturas se reutilizaron es-
4.– Donde se hallaron una serie de materiales cerámicos, en niveles muy alterados
por la utilización posterior de este espacio como necrópolis a partir del siglo III
No obstante si hay que destacar, como P. de Palol defendió en telas funerarias de época altoimperial16. Esto supuso el inicio
d.C., formados por cerámica sigillata itálica y sudgálica, cerámica de paredes un sugerente trabajo, la existencia de un grupo episcopal, ya de la ocupación cementerial de una zona de gran trascenden-
finas, cerámicas de tradición indígena y cerámica común pintada y sin deco- desde el siglo V d.C., en la zona central del interior del recin- cia en la posterior época visigoda al ser localizado en ella todo
rar. Ver: GARCÍA SÁNCHEZ DE PEDRO, J., “Paseo de la Basílica, 92”, en
AA.VV., Toledo: Arqueología en la Ciudad, Patrimonio Histórico-Arqueología, to urbano toledano9. En la configuración de este complejo, el
Castilla-La Mancha, nº 13, Toledo, 1996, pp. 155-156. templo catedralicio dedicado a la Virgen María, se localizaría
5.– La excavación de esta zona ligada a actividades productivas fue acometida por
dos empresas de arqueología, contratadas por diferentes promotores, como con-
bajo la actual catedral medieval, y, probablemente, el núcleo 12.– SÁNCHEZ PALENCIA, J., 1989: “El marfil de Hipólito del circo romano de
secuencia de la división de este sector de la Vega Baja en varias parcelas – episcopal relacionado con la iglesia bautismal de San Juan. Toledo”, Homenaje al Profesor Antonio Blanco Freijeiro, Estudios de la Facultad
las dos que aquí afectaban al yacimiento eran las denominadas como R-2 y En este sentido, apuntó la presencia de un esquema conocido de Geografía e Historia, 3, Universidad Complutense, Madrid, pp. 377-401.
R-3- dentro del proceso urbanizador que se quiso iniciar. Los resultados de la 13.– MÉLIDA, J. R., 1923: “Un mosaico encontrado en Toledo”, Boletín de la Real
parcela R-3 en: PEÑA CERVANTES, Y., GÓMEZ ROJO, J.: Conferencia so-
para los grupos episcopales, el de baptisterio relacionado con Academia de la Historia, LXXXIII, Madrid, pp. 19-23; BALIL ILLANA, A.,
bre las excavaciones efectuadas en la parcela R-3 de la Vega Baja, con motivo el templo catedralicio y presente en ciudades peninsulares 1961-62: “Mosaico con una escena portuaria hallado en Toledo”, Homenaje al
de las Jornadas Técnicas sobre Vega Baja, organizadas por Toletum Visigodo y como Mérida y Valencia. Para ello señaló como posible loca- 10.– VON KONRADSHEIM, G. C. “Exploration géophysique des soubassements de Profesor Cayetano de Mergelina, Murcia, pp. 123-138; también del mismo autor
celebradas en mayo de 2008, en las que los autores presentaron los resultados la Cathédrale de Tolède”, Annales d’Histoire de l’Art et d’Archeologie, 2, Bruse- “Monumentos alejandrinos y paisajes egipcios en un mosaico romano de Tole-
de sus trabajos fundamentados en una completa secuencia estratigráfica de su las, pp. 95-99. do”, Alessandria e il mondo ellenistico-romano, Mélanges A. Adriani, 1984, vol.
el complejo dedicado a la mártir toledana Santa Leocadia. Al nístico, valorización de los espacios suburbanos, y todo ello anexa de Montano a Toribio, parecen constatar la existencia
norte de esta, ya en los terrenos de la Fábrica de Armas, bajo conectado con la evidencia de que la Antigüedad tardía sigue de una jurisdicción de Toledo sobre un territorio que com-
el actual edificio polideportivo del campus universitario, se siendo un mundo urbano en el que la ciudad se proyecta hacia prendía Carpetania, Celtiberia y la Submeseta Norte, que ya
localizó, en excavaciones efectuadas por R. Villa González en todo el territorio21. estaría bajo control efectivo del estado visigodo, tal y como se
1999, una zona de enterramientos infantiles tardorromanos17. reconoce en el último canon del Concilio23. La asistencia al
Al E. del actual yacimiento de Vega Baja, en la zona de la concilio de Ergano, un alto dignatario vinculado, en este texto
Avenida de Reconquista se localizó una zona de enterramien- de Montano, al rey gozando al igual que este de potestades
tos bajoimperiales en los años 1944-45 y 196518. disuasorias, es un dato más a favor de esta argumentación, así
como de la importancia que la ciudad tenía para la monarquía
Todos estos hallazgos nos ofrecen un paisaje urbano diver- visigoda. La posición central de Toledo, casi equidistante en-
so al que había configurado la ciudad altoimperial, organiza- tre la Tarraconense y la zona de Lusitania y Bética, el control
da en torno al original asentamiento carpetano y republicano del eje viario Emerita-Toletum-Complutum-Caesaraugusta-
aprovechando la altura del cerro. Estos cambios parecen cen- Barcino, su localización en un territorio bajo control efectivo
trarse en una generalización del poblamiento suburbano que, del Estado visigodo, son testimonios que avalan la creciente
en el caso de la Vega Baja, se basaría fundamentalmente en importancia de la ciudad en esa época24.
el reforzamiento de una corona inmediata de villae suburba-
nas, en un contexto de ocupación del espacio que tendría su Es a partir del reinado de Teudis, monarca caracterizado
proyección a toda la zona periurbana del territorio toledano19. por desarrollar una política destinada a reforzar el poder real,
Se ha interpretado esta ocupación del suburbio debido a la cuando ya poseemos datos del carácter de Toledo como sede
escasa disponibilidad de espacio, dentro de la antigua ciudad, regia, tal y como se deduce de la promulgación en la ciudad
para albergar residencias con las dimensiones y característi- por este rey, en el año 546, del único documento legislativo tal y como refleja el hecho de que de esta ciudad salieran, en
de su reinado, la Ley de Costas Procesales. Esta ley, dirigi- el 566, las hijas del rey para contraer matrimonio en la Galia
cas urbanísticas que definen a estas villae20. De confirmarse
da a impedir el soborno a los jueces, formó parte del intento (Ven. Fortun. Carmn VI, 5. 13.) o que en ella muriera este rey
esta teoría, que implicaría cambios en el interior del recinto
de afirmar el poder de la monarquía sobre los altos funcio- en el 567 (Isid. Hisp., H.G., 47)29.
urbano primitivo, podría también relacionarse con la tesis,
narios del reino pertenecientes a los grupos dominantes de
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción
aquí expresada de P. de Palol, sobre la localización en esta Amalarico. Genealogía de los Reyes de España. B. N. M. la sociedad hispanovisigoda25. Asimismo, Teudis utilizó por Hasta ese momento el Estado visigodo no habían tenido
época de la sede episcopal toledana en la zona de la actual
primera vez en un rey visigodo el apelativo Flavius, en la fir- una capital con las características que van a confluir en To-
catedral, donde también se ha apuntado la localización del
Foro de la ciudad altoimperial. Todo esto llevaría a considerar
2.2.– En los comienzos de la época visigoda: ma de dicha ley, imitando posiblemente la denominación del ledo, puesto que no habían consolidado una estructura esta-
la gestación de una capital ostrogodo Teodorico, y como una forma de emular a los estados tal como la que caracterizará al Reino Visigodo de Toledo.
para el Toledo tardoantiguo el mismo proceso de cambios en Por tanto, el papel de Toledo como capital va intrínsecamente
más potentes de la época que ha sido definida como el inicio
el paisaje urbano que se comprueba en otras ciudades hispa-
La posición relevante que la ciudad de Toledo había expe- de un proceso de ”imperialización” de la realeza visigoda26. A unido al nacimiento de la estructura que va a dar lugar a un
nas del momento, si bien en el caso que aquí nos ocupa la in- partir de estas consideraciones se ha defendido una presencia Estado centralizado. Hasta entonces las sedes de la monar-
rimentado durante la época anterior, se muestra más acentua-
vestigación arqueológica tiene que ofrecer todavía mucha más prolongada de Teudis en Toledo lo cual sería síntoma de la fija- quía visigoda, a partir de la derrota infringida por los Francos
da ya desde principios del siglo VI, momento en que ya forma
información relevante. Un proceso que da paso a un modelo ción de la capitalidad en la ciudad27. I. Velazquez y G. Ripoll, en Vouille en el 507, se habían caracterizado por su carácter
parte del Estado visigodo. Testimonio de ello lo ofrece la cele-
de ciudad que difiere del anterior pero que también generará han defendido acertadamente, el hecho de que, a diferencia de itinerante que le había llevado durante toda la primera mitad
bración del II Concilio de Toledo, efectuado en el año 527 du-
una nueva imagen en el que se hallarán presentes una nueva otras ciudades notables de la península, el poder eclesiástico de ese siglo VI a asentarse en diferentes ciudades —Narbona,
rante el reinado de Amalarico. A este asistieron seis obispos
arquitectura del poder, ligada al mensaje ideológico del cris- en Toledo no estaba en grado de eclipsar a la nueva corte28. Barcelona—, de forma ocasional y siempre en función de los
de la zona central de la península, así como un alto dignatario
tianismo así como nuevas configuraciones del espacio urba- intereses o necesidades geoestratégicas.
visigodo, y en él se resalta el carácter metropolitano de la
sede toledana y de su obispo Montano22. Los datos transmiti- El carácter de capital estará plenamente definido ya bajo
17.– Excavaciones realizadas por VILLA GONZÁLEZ, R., en el año 1999, véase dos por las actas de este concilio así como la correspondencia el reinado de Atanagildo, máxime cuando la ya mencionada 25.– GARCÍA MORENO, L. A., 1991: “Las invasiones, la ocupación de la península
al respecto, MAQUEDANO CARRASCO, B., ROJAS RODRIGUEZ-MALO, J. situación geográfica la situaba en una posición equidistante y las etapas hacia la unificación territorial”, en JOVER ZAMORA, J.M. (dir.),
M., E. I. SÁNCHEZ PELÁEZ, E. I., M .J. SAINZ PASCUAL, M. J., VILLA 1991: Historia de España de Menéndez Pidal. España visigoda, vol. III-1, Ma-
GONZÁLEZ, R., 2002: “Nuevas aportaciones al conocimiento de las necrópolis de los territorios conflictivos del periodo, los dominios bizan- drid, p. 157.
medievales de la Vega Baja de Toledo I”, Tulaytula, nº 9, Toledo, p. 36. 21.– GURT ESPARRAGUERA, J. M., SÁNCHEZ RAMOS, I., 2008: “Las ciudades tinos y la Bética, así como por ser la residencia del monarca, 26.– Ibídem.
ordenada por Leovigildo. Ambas reflejaron en su fisonomía el Como consecuencia de estos cambios, un aspecto funda-
urbana impulsada por esta, como elemento que simboliza la Capacidad para acometer este tipo de operaciones de revita-
impacto de los modelos urbanísticos bizantinos. Este proyecto mental, que ha sido puesto de manifiesto por varios autores, es
importancia que el desarrollo urbanístico tendrá como ex- lización urbana, tal y como testimonia, entre otras fuentes,
estatal de fundación o ampliación de ciudades, se produjo, el de la caracterización de la ciudad de este periodo, desde la
presión material de la ideología del naciente Estado. Este Isidoro de Sevilla quien, refiriéndose a Leovigildo, dice: Fue
igualmente, en otra serie de lugares a lo largo de esta fase perspectiva de si ésta nos muestra la fase final de un proceso
caso señalaría la voluntad de Leovigildo de equipararse a las el primero que hizo aumentar el erario y el fisco (Isidoro de
y documentan la necesidad por parte del Estado de contar urbano o si nos encontramos ante un nuevo paisaje ciudadano
prácticas de los emperadores bizantinos, fundamentalmente Sevilla, H.G.,51,5). Es precisamente, esta capacidad de im-
con una red de centros urbanos para estructurar el territorio. que anuncia nuevos modelos sociales. Este es uno de los retos
Justiniano, en materia de fundación de ciudades, a la vez que poner un sistema tributario, la que ayuda a entender la con-
refleja su intención de consolidar un Estado dirigido por su solidación del Estado bajo Leovigildo y Recaredo así como la
31.– OLMO ENCISO, L. “Ciudad y procesos de transformación social entre los siglos propia dinastía. Este proceso de afirmación de la monarquía posibilidad de poder controlarlo territorialmente a través de
VI y IX: de Recópolis a Racupel”, en CABALLERO, L. y MATEOS, P. (eds): y de reivindicación de la voluntad centralizadora con la que toda una red de ciudades.
Visigodos y Omeyas. Un debate entre la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media,
Anejos de AespA, XXIII, Madrid, 2000, pp. 385-399; L. OLMO ENCISO, L.,
ésta concebía el Estado toledano, comienza a documentarse
2001: p. 383; OLMO ENCISO, L., 2007: “The Royal Foundation of Recópolis en el año 576, que señala el inicio de la acuñación de mone- Las excavaciones arqueológicas en la Vega Baja, comienzan
and the Urban Renewal in Iberia during the Second Half of the Sixth Century”, da por Leovigildo con leyenda en solitario a su nombre, y en a transmitir datos sobre una destacable actividad constructi-
en Henning, J., (ed.) Post-Roman Towns, Trade and Settlement in Europe and
Byzantium. Vol. 1, The Heirs of the Roman West, Berlin, pp. 181-196; OLMO las que se representa al modo de los emperadores bizantinos, va cuyo momento de mayor desarrollo debería situarse entre
ENCISO, L., 2008: “Recópolis: una ciudad en una época de transformaciones”, con diadema y manto. Por tanto, es un dato importante del la segunda mitad del siglo VI y mediados del siglo VII d.C.,
OLMO ENCISO, L. (ed): Recópolis y la ciudad en la época visigoda, Zona Arque- proceso de consolidación del poder de Leovigildo y de su
ológica, nº 9, Alcalá de Henares, 2008, pp. 41-62; BELTRÁN DE HEREDIA relacionado con todo un fenómeno de revitalización urbana
BERCERO, J., “Barcino durante la antigüedad tardía”, en: OLMO ENCISO, L. proyecto de Estado, tras una serie de campañas victoriosas, a que afecta a las principales ciudades hispanas de la época35.
(ed): Recópolis y la ciudad en la época visigoda, Zona Arqueológica, nº 9, Alcalá partir del 569, contra una parte de la nobleza en estado de re- Durante este periodo, P. de Palol fue el primero en plantear
de Henares, 2008, pp. 280-281, figs. 2 y 3; GUTIÉRREZ LLORET, S., CANO-
belión desde la muerte de Atanagildo, contra los bizantinos,
tos restos, por la calidad de su factura, con una construcción 2.6.– El complejo palatino: Pretorio e Iglesia de
áulica, vinculada con algún conjunto áulico, si bien es verdad Santos Apóstoles
que dudaba para su atribución cronológica entre época roma-
na o visigoda50. Ya señalé, en su momento, cómo gracias al El conjunto palatino, estuvo situado, fuera del recinto ur-
conocimiento de la arquitectura de época visigoda, presente bano, tal y como en su momento defendieron investigadores
en las construcciones áulicas de Recópolis y en los restos del como Ewig, seguido posteriormente por otros autores, basán-
edificio aparecido en la zona de la calle de San Pedro el Verde dose para ello en la localización en el suburbio toledano de la
—en la actualidad en el sótano de la clínica Fremap— todos iglesia pretoriense de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Las
ellos con similitudes constructivas con la construcción halla- primeras noticias sobre la localización del palacio en el su-
da por Palol, había que apostar por una datación en la época burbio toledano la proporciona el VI Concilio, en el que, como
visigoda, máxime cuando los recientes hallazgos arqueológi- ya se ha citado, se asocia al pretorio de la ciudad a la iglesia
cos en otros centros urbanos documentaban para sus edificios de Santa Leocadia, in praetorio Toletano in ecclessiam sanctae
técnicas similares51. Leocadiae martyris, posteriormente ya se vincula al templo de
los Santos Apostoles, tal y como es denominada en los Con-
Relacionado con este edificio se hallaron al S., bajo el ac- cilios, XII, donde también se alude a su situación in suburbio
tual Paseo de la Basílica, restos de un edificio interpretado Toletano in ecclesia pretoriensi sanctorum Petri et Pauli; en el
como de carácter monacal y, por tanto, asociado al conjunto de XV …in ecclesia praetoriensi sanctorum apostolorum Petri et
Sta. Leocadia52. En relación con este edificio, se ha localizado Pauli; y en el XVI …in praetoriensis basilica sanctorum Petri
una fase de necrópolis de época visigoda, continuación de la et Pauli… La existencia de un palacio en esta ciudad es algo pero además albergó otras serie de manifestaciones ligadas
Credo epigráfico. Toledo, Vega Baja, siglo VII. creada en el siglo III d.C., y que, igualmente, hay que vincular que, igualmente, transmiten las Vitas Patrum Emeritensium,
al ceremonial real59. Palol señaló, remarcando su carácter
con los restos identificados como pertenecientes a la Basílica sin que haya más noticias acerca de su exacta localización
áulico, como en ella se desarrollaron tres hechos litúrgicos
En las proximidades de la iglesia del Cristo de la Vega, se de Sta. Leocadia53. Con esta misma necrópolis se han relacio- (V.P.E., XII, 31) 55. El carácter áulico del templo toledano, cortesanos, el primero de los cuales sería el de la ceremonia
descubrieron el año 1956, como consecuencia de unas obras nado los dos enterramientos localizados entre 1918 y 1921 por igualmente defendido por Palol56, viene complementado por religiosa de la unción real, recibida por los reyes Wamba, en
de saneamiento, una serie de piezas de época visigoda, a una J. Moraleda Esteban, así como con la zona de enterramientos la propia denominación como pretoriense, ya que esta indica el 672, Egica, en el 687, y Witiza, en el 711. Asimismo, en
La Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción
profundidad de entre 4 y 6 metros. Entre ellas destacaban de época visigoda situados al N.O. del citado edificio en la una iglesia palatina asociada, por tanto, al palacio57. De he- este templo tuvieron lugar las ceremonias efectuadas con mo-
dos fragmentos de una lápida de piedra caliza con inscrip- zona ocupada hoy por la Consejería de Obras Públicas54. cho aquí debe identificarse ya praetorium como palacio, algo tivo de la marcha y retorno de los reyes a las campañas milita-
ción perteneciente a un Credo epigráfico, una placa nicho ya conocido para otros reinos contemporáneos del visigodo, res. Incluso en ella fue ordenado por Wamba un obispo lo que
fragmentada, así como diferentes elementos decorativos, que debido a que ya desde el siglo V había desaparecido la dis- le valió la recriminación del XII Concilio del 681, celebrado
fueron interpretados por M. Jorge Aragoneses como perte- tinción legal romana entre palatium y praetorium, definiendo en esta iglesia al igual que otros también realizados aquí en
necientes a la Basílica martirial de Santa Leocadia, lo cual ambas un mismo concepto palatino58. la segunda mitad del siglo VII60. En relación con este último
confirmaría la fuerte tradición que señalaba como ubicación aspecto hay que recordar el hecho de que todos los concilios
de dicho templo esta zona48. Las excavaciones arqueológicas La iglesia pretoriense de los Santos Apóstoles, adquirió celebrados en esta iglesia lleven la firma de los viri illustres,
efectuadas en 1972 por P. de Palol49 junto a la ermita del especial importancia a lo largo de la segunda mitad del siglo
los altos funcionarios de la corte61.
Cristo de la Vega, proporcionaron una secuencia arqueológi- VII, de hecho la primera noticia sobre ella es la relativa a la
ca con testimonios que abarcaban desde la época moderna a celebración del VII Concilio convocado y presidido por Chin- Es importante destacar, como en su día ya fue señalado62,
Relieve con inscripción del Evangelio de San Juan. Toledo, siglo VII.
la romana. La última de estas fases estaba caracterizada por dasvinto en el año 653. A partir de ese momento fue sede de como esta advocación a los Santos Apóstoles, remite un grupo
los restos de un gran edificio, con muros de 2 m. de anchura los concilios XII (681), XIII (683), XV (688), y XVI (693), de templos edificados en su mayoría por iniciativa imperial,
50.– PALOL I SALELLAS, P. de, 1991: pp. 797-798.
y doble paramento exterior e interior de sillares de granitos 51.– L. OLMO ENCISO, L., 1988: “Arquitectura religiosa y organización litúrgica en el primero de los cuales sería el Apostoleion, iglesia de planta
con relleno de mampuestos y todas las hiladas trabadas con época visigoda. La basílica de Recópolis”, Archivo Español de Arqueología, vol. cruciforme ordenada construir por Constantino en Constanti-
61, Madrid, pp. 164-166; L. OLMO ENCISO, L., 1955: “Proyecto Recópolis: 55.– EWIG, E., 1963 : “Residence et capitale pendant le Aut. Moyen Age”, Revue
mortero de cal, que en su cara exterior tenía contrafuertes de ciudad y territorio en época visigoda”, AA.VV., Arqueología en Guadalajara, Historique, nº 230, pp. 25-72; VIVES, J., 1963, pp. 233, 390, 449 y 48; GAR- nopla como mausoleo imperial. Fue posteriormente, recons-
sillería de granito y situados cada 3,5 m. Palol relacionó es- Patrimonio Histórico-Arqueología Castilla-La Mancha, nº 12, Toledo, pp. 213- CÍA MORENO, L. A., 1978: “La cristianización de la topografía de las ciuda- truida entre 536 y 550 d.C. por Justiniano (Procopio, De Aedi-
215; L. OLMO ENCISO, L., 2008: pp. 47-49; des de la península ibérica durante la Antigüedad Tardía”, Archivo Español
real que conocemos materialmente, tiene una planta crucifor- 65.– JORGE ARAGONESES, M., 1957: pp. 316 y 320 2.7.– Un nuevo desarrollo urbano
me aspecto por el que se ha querido ver su relación con este 66.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 55y figs.
4 y 5. Respecto a la datación que se ofrece, conviene recordar que las fuentes no
tipo de templos. Hay que destacar la hipótesis planteada por dicen en ningún momento que tanto la iglesia de San Pedro y San Pablo, como En la época visigoda, se asiste a una transformación del
Ripoll y Velázquez, sobre la posibilidad de que esta iglesia el Palacio se edificaran en el primer tercio del siglo VII (p. 55), simplemente los paisaje urbano, que había caracterizado el suburbio toledano
“sustituyera” a Santa Leocadia como iglesia palatina a partir primeros testimonios literarios que citan la Iglesia de San Pedro y San Pablo
son del año 653 con motivo de ser sede del VIII Concilio, y respecto al Palacio
hasta ese momento. En gran parte de la Vega Baja, se confirma
de la citada celebración del VIII Concilio63. Sin embargo, es su existencia aparece citada por vez primera con motivo del VI Concilio en el la existencia de un nuevo desarrollo urbanístico69 relaciona-
necesario apuntar que a diferencia del Apostoleion de Cons- año 638. Se trata, por tanto, de primeras citas literarias sin que ello refleje una do con la consolidación del Estado visigodo y de su capital la mayor parte de los espacios y construcciones, amortizaron,
fecha fundacional. Desafortunadamente, no se pudo datar estratigráficamente
tantinopla que tenía como función fundamental su carácter este complejo, con lo que al parecer la arqueología poco puede ofrecer, hasta el que supondrá la plasmación de una imagen nueva de ciudad. a tenor de lo que transmite la evidencia arqueológica, gran
de mausoleo imperial, y que inspiró la construcción de otros momento, para solucionar esta cuestión. Este programa, se basó en la organización de plan urbanístico parte de las edificaciones de la fase anterior, o se situaron en
templos con características similares como es el caso de la jerarquizado —complejo palatino, áreas de viviendas y po- espacios hasta entonces. Todo ello produjo que la época visi-
Iglesia de los Santos Apóstoles de Paris, fundada por Clovis sibles zonas comerciales y artesanas— y regularizado. En él goda se caracterizara por la mayor densificación urbanística
como mausoleo real64, la iglesia toledana nunca tuvo esa fun- del suburbio toletano hasta ese momento.
ción, que sí cumplió la basílica de Santa Leocadia, y además
67.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009. Ya desde
estuvo vinculada al complejo palatino. antiguo se viene identificando la zona de S. Pedro el Verde como lugar de la
Ejemplos de este nuevo paisaje urbano, ya intuido en ex-
localización de la Iglesia de Santos Apóstoles, lo cual ha podido influir en la in- cavaciones realizadas en la década de los 90, en la zona situa-
En lo que se refiere a la localización arqueológica de este terpretación sugerida. Interpretación que se basa en la proyección de los muros da entre el Poblado Obrero y la Fábrica de Armas, donde un
aparecidos en 2001 y 2003 hasta ver una planta cruciforme, que se antoja algo
conjunto, M. Jorge Aragoneses, ya señaló la vinculación de la forzada. conjunto de abundantes estructuras apuntaban a la existencia
zona donde existió hasta el siglo XVIII la ermita de San Pe- 68.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: p. 71, fig. de una planificación urbana en época visigoda70, se han des-
arcilla y cal. Presentan refuerzos de sillares en las esquinas, pletar la investigación de esta parcela.
Diferentes aspectos de las exacavaciones. sillares que también se usan como jambas en los vanos, es-
tos generalmente son elementos reutilizados, como sillares de
se constata la existencia de una trama urbana regular, estruc- Al O. de este sector se localizaron una serie de espacios granito, en otros casos son grandes bloques de gneis. Tanto los
turada en manzanas de edificios organizados en torno a patios construidos cuya orientación difería de las antes descritas y muros maestros como las compartimentaciones están ejecuta-
centrales. Algunas de estas viviendas tenían unas dimensio- presentaba mayores similitudes con la zona próxima al con- das con el mismo tipo de fábrica. Los primeros presentan un
nes de 400 m2, y en una de ellas situada en la zona E del junto palatino. El hallazgo más notable fue el de un edificio ancho entre 0.80 y 0.90 m. y las compartimentaciones son algo
yacimiento, próxima a la Avda. de Mas de Rivero, se encontró de grandes dimensiones del que se pudieron excavar dieciséis más estrechos, entre 0.60 y 0.70 m., ambos constituían los zó-
un tesorillo de 30 tremises correspondientes a acuñaciones habitaciones de planta cuadrada y rectangular dispuestas al- calos sobre los que se elevaban las paredes de tapial, estando
de Leovigildo, Sisebuto, Suintila, Sisenando y Chintila, con rededor de un patio. Se comprueba como en esta construcción constituida la cubierta por un tejado de imbrices.
un porcentaje decreciente en su proporción de oro según el fueron integrados muros de construcciones anteriores que,
estudio que se está efectuando71. Esta misma organización estas sí, guardaban una orientación similar a las descritas
anteriormente para el sector Este del yacimiento. Todo este 74.– ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M., GÓMEZ LAGUNA, A. J., 2009: pp. 76-77.
con edificios ortogonales y trama urbana similar se localizó en
75.– La excavación de este edificio corresponde al área 10.000 de las actuales in-
las excavaciones realizadas en esta misma zona, denominada complejo se abandonó a principios del siglo VIII, sin que se vestigaciones realizadas desde su inicio manualmente, lo cual posibilitó obtener
como Plataforma Superior T1, si bien aquí no se pudo llegar a pueda definir la fecha inicial al no haberse finalizado la ex- una amplia secuencia que comprende desde niveles datados en el siglo XX hasta
cavación de estos recintos. Entre los espacios de este edificio los actuales niveles de época visigoda, sin que hasta el momento se haya agotado
los niveles de época visigoda. La excavación ofreció datos so- la excavación de este sector. Una primera excavación se acometió por parte de
bre la existencia de edificios de destacables dimensiones con tiene particular interés un conjunto de habitaciones relacio- la empresa J.M. Rojas-Arqueología S. L., durante los años 2004-2005, en lo que
habitaciones rectangulares, algunas de 120 m2, estructurados nadas, situadas en su esquina E., que comunicaban con una entonces se denominó parcela R-1 y vial 5, en la zona denominada B. 3, como
consecuencia del proyecto urbanizador que se quiso acometer. La excavación
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Llave y cruz.
Materiales constructivos Vega Baja.
87
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Plano general del yacimiento, septiembre 2009.
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III
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92
CAPITULO 3
93
L
os testimonios escritos de época islámica que narran acontecimientos re-
lacionados con Toledo —al igual que ocurre con el resto de al-Andalus—
proceden de épocas diferentes, lo que hace que no siempre presenten testi-
monios muy fiables, en especial aquellos que fueron redactados más tardía-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?
mente. El paso del tiempo supuso que los escritores, basándose en relatos
anteriores, añadiesen acontecimientos y sucesos no siempre ajustados a lo
que habría sido la auténtica realidad histórica. De ahí el problema que estos
textos plantean para los investigadores, pues muchos de los hechos que en
ellos se recogen —siendo también en ocasiones muy parcos— no se pueden
tomar literalmente al pie de la letra. Son diversos los textos que recogen
acontecimientos relacionados con Toledo, —casi siempre reiterativos— y
cabe anticipar que ninguno de ellos, hace referencia expresa al complejo
ber ocurrido en esa zona durante el tiempo que todavía pudo menos ambicioso: hacerse con el tesoro que la monarquía vi- para el poder omeya que en aquellos momentos desde Damas- pactar. En cualquier caso, es muy posible que los que aban-
permanecer habitada. sigoda custodiaba en el palacio de Toledo. Sin embargo, es co dominaba sobre el mundo islámico, y en aquel caso como donaron la ciudad pronto volviesen a la misma, acogidos a la
muy posible que, cuando Tariq llegó a la ciudad, el tesoro no imposición fehaciente sobre el poder visigodo. política de tolerancia que los musulmanes pondrían en práctica
3.1.- Lo que fue se encontrase aquí, pues cabe pensar que un grupo de nobles pues no les interesaba encontrar ninguna resistencia.
visigodos, en previsión de lo que iba a ocurrir, se lo hubiesen Por todo lo señalado, cabe pensar que Tariq, cuando llegó
Como es bien conocido, un ejército musulmán, encabezado llevado con la intención de refugiarse en tierras del norte. Así por primera vez a Toledo, su objetivo no sería tanto entrar en En los meses siguientes a su llegada, los musulmanes se
por un bereber, Tariq, derrotó al ejército visigodo encabezado se podría deducir de algunos relatos recogidos en crónicas la ciudad, sino llegar cuanto antes al palacio para hacerse con dedicarían a controlar el territorio circundante a Toledo y se
por el rey Rodrigo en la denominada batalla de Guadalete, en musulmanas que nos cuentan que Tariq salió en pos de ellos el tesoro. No habría tenido ninguna oposición para entrar en producirían los primeros asentamientos de reducidos contin-
alejado de Talavera los dos personajes se vieron. Según algu- bargo, una vez en Damasco, Muza cayó en desgracia, al ser aunque tal vez pudo haber sufrido un cierto proceso intencio-
nas crónicas, Muza reprendió severamente a Tariq, llegando acusado de haberse quedado con parte del botín6. y se deja nado de destrucción de edificios significativos como expresión En los años posteriores, consolidada la ocupación, ven-
incluso a humillarle, por la actuación tan personalista que de tener noticias de los que habían sido los conquistadores simbólica de ruptura con el pasado visigodo y manifestación drían nuevos contingentes de musulmanes, entonces no tanto
había llevado a cabo desde su desembarco en la Península, de Hispania y que habían pasado un tiempo en Toledo, dando evidente de la imposición de un nuevo poder. ¿Pudo haberse tropas sino grupos familiares de los que se habrían asentado
atribuyéndose algunas competencias que no le habían sido los primeros pasos en lo que habría de ser el proceso de isla- proyectado todo esto en el complejo de Vega Baja donde de desde el primer momento. De esta manera la presencia de
otorgadas. De allí marcharon a Toledo donde Muza exigió a mización de esta ciudad, la madinat al-muluk (la ciudad de una manera más efectiva había tenido su sede la monarquía musulmanes se haría cada vez más numerosa. Se ha señalado
Tariq que le entregase todo el botín que había conseguido y los reyes), como en alguna ocasión habría de ser denominada, visigoda? En cualquier caso, para Toledo se abría una nueva que en Toledo no hubo asentamientos árabes de importancia,
que era lo que, una vez efectuado el reparto entre las tropas, en recuerdo al pasado político que había tenido. Toledo, que etapa bajo el influjo de los nuevos dominadores, y continuó mientras que en sus alrededores sí que fueron numerosos los
labor intelectual y no tanto los obis- de semi-independencia, llegando a recabar, en ocasiones, la ca, el muladí Amrus, que se dirigiese a la ciudad para sofocar por el emir, tras un asedio consiguieron entrar en Toledo en el
pos, tal vez por el estricto control ayuda militar de los cristianos del norte peninsular. la revuelta que estaba encabezada por un tal Ubayd Allah ben mes de junio del 837. La antigua ciudadela fue nuevamente
que los musulmanes ejercerían so- Jamir. Pronto se desembarazó de éste, haciéndole caer en una reconstruida, se nombró un gobernador y se instaló una nu-
bre ellos. Con el metropolitano Cixi- También algunos musulmanes, en ocasiones, tomaron trampa, como luego haría con los demás cabecillas. Amrus merosa guarnición, todo lo cual posibilitó que, hasta el final
la la iglesia toledana volvería a recuperar su prestigio. Como a Toledo como centro de sus revueltas y discordias civiles, persuadió a los toledanos de que tenían que construir una del reinado de Abd al-Rahmán II, Toledo pudo permanecer
ha señalado Roger Collins, “Toledo perdió en gran medida tal aprovechando, seguramente, su alejamiento de la capital cor- fortaleza para residencia de los gobernadores y de la guarni- tranquila, en gran parte merced a los numerosos rehenes to-
posición después de la conquista árabe, pero a mediados del dobesa y las características defensivas de la propia ciudad. ción militar. De esta manera se levantó una gran ciudadela, ledanos que fueron confinados en Córdoba para asegurar la
siglo VIII por fin parece haberse restablecido como guía de Ello les permitió poder eludir con más facilidad las pesqui- de muros de tapial, rodeada por un gran foso del cual se había lealtad de la ciudad.
estableció una numerosa guarnición, aunque no adoptó repre- cillas que se pusieron al frente de algunas revueltas, pero no
principales accesos a la ciudad. Abandonados por Ordoño I, consiguieron imponer ningún tipo de jefatura hereditaria. Las
salias ni medidas de castigo. Mientras estuvo en Toledo se ini- Cuando Tariq llegó a Toledo, aquí se encontraría con una
los toledanos solicitaron una amnistía que les fue otorgada. fuentes se refieren a “la gente de Toledo”, sin destacar espe-
ció la construcción del al-Hizam (Alficén), un amplio recinto ciudad en la que, todo parece indicar, se podrían señalar dos
Ello posibilitó que los diez años siguientes transcurriesen re- cialmente a nadie. Los levantiscos habitantes de la ciudad,
fortificado a modo de alcazaba, para controlar, desde la propia ámbitos diferentes. Por una parte, la ciudad propiamente di-
lativamente tranquilos, hasta que se produjo una nueva suble- contaban con una fuerte cohesión interna que les permitió
ciudad, el acceso al puente de Alcántara. Para lo cual man- cha, Toletum, encaramada en un cerro, protegida por una mu-
vación en el 875. disponer de tropas y desafiar a la autoridad cordobesa mante-
dó levantar una muralla que desde el actual Alcázar llegaba ralla. Por otra, el complejo urbano que se había desarrollado
hasta el Miradero. Desde entonces, Toledo, ya pacificada de niéndose dentro de una cierta autonomía, lo cual no dejaba de en la parte baja, próximo al Tajo, (el suburbium, hoy conoci-
Durante el mandato de los dos emires siguientes, al-Mund-
una forma definitiva e incorporada a la obediencia del poder ser sorprendente12. También se explicaría porque posiblemen- do como Vega Baja), en torno al complejo palatino que, desde
pas que les acompañaban? Desconocemos cuantos soldados el metal precioso obtenido del botín, acuñaría monedas con
podían encontrarse en aquellos momentos en Toledo, aunque que compensar a los soldados en los primeros momentos de la
cabe pensar que su número sería importante pues eran dos conquista, cuando todavía no se realizaban repartos de tierras
ejércitos los que se habían juntado. Una parte lo haría en el o de otros bienes.
mismo palacio, actuando como guardia personal de los dos
personajes. El resto cabe pensar que se hubiese dispersado Al poco de desembarcar Muza en la Península los musul-
por los edificios que se encontrasen vacíos, tanto en la parte manes comenzaron a acuñar moneda propia, con la intención,
de arriba como en el complejo urbano del entorno del palacio. muy posiblemente, de marcar las diferencias desde el primer
14.– HERNÁNDEZ JUBERÍAS, Julia, 1996: La Península imaginaria. Mitos y leyen- 15.– PUERTAS TRICAS, Rafael, 1975: Iglesias hispánicas (siglos IV-VIII). Testimo-
13.– PEREA, Alicia (ed.), 2001: El tesoro visigodo de Guarrazar, Madrid. das sobre al-Andalus, Madrid, pp. 208-248. nios literarios, Madrid, pp. 31-32.
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Coronas de Guarrazar.
Excavación de una tumba en Vega Baja.
marcha un incipiente sistema administrativo como demostra- Durante la revuelta bereber del año 742, cabe pensar que
ción fehaciente de las intenciones de los nuevos ocupantes. el ataque a Toledo se llevaría contra la ciudad alta, protegida
La dispersión de las nuevas monedas actuaría como un vehí- por su muralla, gracias a la cual pudo resistir. Pero esto nos
culo transmisor de la nueva realidad16. lleva a plantearnos qué pasó entonces con la zona de Vega
Baja: ¿no fue atacada?, ¿por qué? Cabría pensar que sus ha-
En el complejo palatino todavía se conservaría la ceca en bitantes hubiesen subido a refugiarse a la parte de arriba y
la que algunos reyes visigodos habían acuñado moneda, con que el lugar estuviese despoblado. Pero en tal caso se presen-
lo que es muy posible que Muza reaprovecharía la infraes- taba como muy propicio para ser saqueado y, llegado el caso,
tructura que en ella todavía se pudiese conservar para seguir arrasado. Sin embargo no parece que así fuese. Ello nos lleva
con sus acuñaciones. De los ejemplares que se conocen de a pensar que, muy posiblemente, se debió a que este arrabal ¿En qué situación se encontraría el arrabal de Vega Baja
las primeras emisiones monetarias realizadas en al-Andalus, estaba, desde el primer momento, habitado por familias de cuando Abd al-Rahman III organizó el asedio de Toledo en el
muy posiblemente varios de ellos tengan un origen en la ceca origen bereber, por lo cual, de alguna manera también partici- año 930? Si entonces todavía contaba con población, se podía
toledana. paban de la revuelta y por eso no sufrió ninguna destrucción. convertir en un reducto desde el que los sublevados podían
encontrar una ayuda exterior. Por lo cual, es posible que el
Como ha quedado señalado anteriormente, cuando Muza y Tampoco podemos precisar qué impacto pudieron haber Califa lo hubiese mandado evacuar o al menos habría procu-
Tariq abandonaron Toledo, aquí tuvieron que dejar a un per- tenido en el espacio de Vega Baja los acontecimientos rela- Con motivo de algunas de las revueltas, ya hemos visto cómo rado que permaneciese aislado, para evitar que sus habitantes
sonaje de confianza con funciones de gobernador. Descono- cionados con la presencia en Toledo del depuesto gobernador desde Córdoba se enviaban ejércitos con la intención de con- pudiesen socorrer a los de la ciudad.
cemos si su residencia fue el antiguo palacio visigodo o se al-Fihri, tras su huida de Córdoba a la llegada del futuro Abd seguir la rendición de la ciudad. Ello suponía que durante un
estableció en la parte alta de la ciudad, desde donde podía al-Rahmán I. ¿Fue escenario de alguna destrucción? cierto tiempo ésta era asediada —entre los años 742 y 930, es- Una vez que Abd al-Rahmán III entró en Toledo y contro-
ejercer un mejor control sobre toda la población. En cualquier tán documentadas al menos 11 asedios—, lo cual implicaba que ló definitivamente a sus habitantes tras la construcción del
caso, consideramos que pronto el centro de poder se estable- La instauración del emirato omeya modificó la estructura el ejército tenía que levantar un campamento. Para ello lo lógico al-hizam, ¿qué pasó con el arrabal de Vega Baja? Hasta el
cería en la ciudad alta pues era un lugar más idóneo desde el urbanística de muchas ciudades. En el caso de Córdoba sur- era hacerlo o en la hoy denominada Huerta del Rey —que des- momento, los hallazgos arqueológicos, especialmente los nu-
cual dominar y defenderse. Una zona llana como Vega Baja gieron arrabales densamente poblados cuando esta ciudad se conocemos cómo se encontraba en aquellos momentos— o en mismáticos, no han proporcionado elementos datables en el
quedaba más expuesta a posibles ataques por lo que era ne- convirtió en el centro de poder de al-Andalus. Como ha seña- la zona de Vega Baja. En cualquier caso, el arrabal que en ella siglo X. Todo hace pensar, por consiguiente, que a partir de la
cesario contar con un lugar más protegido. Ello pudo suponer lado Eduardo Manzano el desarrollo de los arrabales cordobe- se levantaba quedaba aislado de la ciudad y podía ser objeto de pacificación de Toledo —sino antes— este arrabal quedó de-
que el palacio se abandonase, dedicándolo a otros usos que ses siguió casi siempre un patrón muy similar, que derivaba un asalto. Lo que no podemos precisar es si sus habitantes, en finitivamente abandonado. ¿Fue por efecto de una destrucción
desconocemos. A partir de aquel momento, el entramado ur- de la fundación de una almunia o de una mezquita por parte los momentos conflictivos lo abandonaban y se refugiaban en la o fue intencionadamente despoblado?
bano que en su origen había surgido a su alrededor, cambiaba de algún miembro de la familia Omeya, en torno a las cuales ciudad alta, o si por el contrario permanecían en él, lo que en
de sentido. Ya no era un complejo orientado al abastecimiento se generaba un núcleo de poblamiento que poco a poco se iba tal caso nos podría hacer considerar que no participaban en las Sobre este punto planteamos la hipótesis de que Abd al-
de los residentes en el palacio, sino que, falto de esa función, haciendo más denso y que en ocasiones también podía incluir sublevaciones, lo que no parece probable pues entonces podrían Rahmán III, en su objetivo de terminar definitivamente con las
se estaría convirtiendo en lo que podríamos considerar como un cementerio18. Tal es el caso, por ejemplo, del arrabal cono- ser hostigados por los propios rebeldes de la ciudad. revueltas toledanas, hubiese considerado procedente agrupar
un arrabal de la nueva Tulaytula. cido como al-Rusafa. a toda la población dentro del recinto urbano, para mantener-
Por su ubicación, esta zona de Vega Baja podía verse tam- la controlada desde el recién construido al-hizam. En aque-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?
Los musulmanes que permanecieron y no se fueron con Aquí en Toledo también se producirían transformaciones bién afectada por las inundaciones del cercano río Tajo. Está lla circunstancia los escasos habitantes que todavía pudiesen
Muza y Tariq se asentarían en aquellas casas que se encon- en la ciudad propiamente dicha, aunque posiblemente no fue documentado un desbordamiento que tuvo lugar en el año estar viviendo en el arrabal se habrían visto obligados a tener
trasen vacías, tanto en la parte alta de la ciudad, como en el necesario fundar ningún arrabal puesto que se podría consi- 850, a causa de intensas lluvias, aunque no sepamos las con- que abandonarlo y asentarse, posiblemente, no en el interior
complejo urbano de Vega Baja. Con el paso del tiempo llega- derar que éste ya existía. Llegó incluso a contar con un pe- secuencias destructivas que pudo haber tenido en Toledo19. de la ciudad donde no tendrían cabida, sino también en el
rían nuevos contingentes, que irían adecuando estos edificios queño cementerio como lo demuestra el conjunto de tumbas exterior, aunque junto a la muralla, dando origen a la cons-
a sus nuevas necesidades, como están demostrando las exca- islámicas que han sido localizadas. De cualquier manera, los hallazgos numismáticos que se titución de un nuevo arrabal, el que sería conocido como el
vaciones arqueológicas que se están realizando en esta zona, están produciendo en las excavaciones de Vega Baja, nos con- arrabal de Toledo y que terminaría por rodearse de una mura-
que permiten constatar que no hubo una destrucción siste- Ya ha sido señalada la gran frecuencia con la que Toledo firman la presencia de un poblamiento en el siglo IX, mo- lla. A partir de entonces, el antiguo complejo urbano que se
106
2009: p. 62. 18.– MANZANO MORENO, Eduardo, 2006: p. 250. 19.– PORRES MARTÍN-CLETO, Julio, 1985: p. 30. c 107
S. Ildefonso, en un detalle del Retablo de Santa Ana
o de Calixto III, obra de Pere Reixach.
En relación con la llegada de los musulmanes a Hispania, Y lo mismo se puede decir de los arzobispos, que también los trasladó a Toledo. Como Alfonso II reinó entre los años Toledo. En cualquier caso, aunque
y especialmente a Toledo, existen varios relatos legendarios, habrían contado con enterramientos acordes a su dignidad. Es 791 y 842, ello nos indicaría que los restos de Santa Leocadia no en todos ellos se señala su fecha y
procedentes de textos islámicos luego recogidos por crónicas muy posible que éstos se enterrasen en la basílica-catedral de habrían sido llevados a Oviedo en la primera mitad del siglo lugar de acuñación, todo parece indi-
cristianas. Al margen de los que hacen referencia al supuesto Santa María, aunque conocemos algunos casos de arzobispos, IX, lo que nos indicaría que la basílica toledana podría ha- car que no van más allá de mediados
comportamiento vejatorio del rey Rodrigo hacia la hija del como el de San Ildefonso, que se enterraron en la basílica de ber quedado entonces sin culto. Sin embargo, algunos autores del siglo IX. Como puede deducirse,
conde don Julián, están aquellos que nos hablan sobre la Santa Leocadia21. En Mérida se excavó el interior de la anti- cuestionan que ese rey hubiese mandado construir la Cámara y a falta de futuros nuevos hallazgos
existencia de dos “casas” en Toledo. Una, la “Casa Cerrada”, gua basílica de Santa Eulalia, en la que se tenía constancia Santa y que se habría construido en época posterior25. Lo cual que nos lo reafirmen o desmientan, es
protegida por tantos candados como reyes visigodos se habían del enterramiento de algún metropolitano, y se pudo compro- nos indicaría que las reliquias se habrían trasladado años posible que hasta entonces es cuando
sucedido, en la que se encontraría un arca, la cual habría sido bar cómo todos los enterramientos estaban saqueados22. Es después, tal vez durante el reinado de Alfonso III (886-910). se habría mantenido un poblamiento
abierta por Rodrigo, desencadenando la maldición de que Es- lo que nos faltaría por constatar aquí en Toledo, aunque lo más o menos estable en Vega Baja.
paña sería invadida por unos personajes de rasgos similares a primero sería localizar las basílicas documentadas. Las reliquias de San Ildefonso se encuentran actualmente
los de las figuras que contenía el arca, es decir, los musulma- en Zamora, muy posiblemente desde que esta ciudad fue re- Las respuestas a todo este con-
nes. La otra casa, la “Casa de los Reyes”, en la que los inva- Una pregunta que nos podemos hacer es qué pasó con los res- poblada por mozárabes procedentes de Toledo en el año 893. junto de hipótesis que hemos señala-
sores encontraron un conjunto de coronas que eran colocadas tos de la mártir toledana, Santa Leocadia, enterrada en la basíli- Esta fecha parece ajustarse también a la del traslado de las de do tendrán que venir por vía arqueo-
en el lugar cada vez que un rey moría. El número de candados ca a la que daba nombre y que según la tradición se encontraba Santa Leocadia a Oviedo. Es muy posible que, en torno al año lógica. A medida que las excavacio-
y de coronas sería de veinticuatro, equivalente al número de en el lugar que hoy ocupa la ermita del Cristo de la Vega23. Tam- 890, grupos de mozárabes toledanos abandonasen la ciudad y nes avancen, se podrá comprobar
reyes visigodos20. bién en la misma basílica había sido enterrado el arzobispo San se marchasen a tierras por las que el reino asturiano se estaba el auténtico impacto que supuso la
Ildefonso. Si el edificio fue objeto de algún expolio, cabe pensar expandiendo. Si se llevaron con ellos las reliquias de los dos ocupación por parte de una sociedad
Aunque se trata de relatos legendarios, muy reproducidos que uno de los principales objetivos de los cristianos toledanos, santos toledanos más representativos, enterrados además en islámica, del complejo palatino de
con versiones diferentes cuando no contradictorias, siempre empezando por el clero, habría sido la salvaguarda y custo- la misma basílica, cabe pensar que fue porque considerasen época visigoda y del entramado ur-
pueden tener alguna base histórica luego muy transformada dia de los restos de estos personajes tan significativos para que dejarlos en ella podría suponer un gran riesgo de pérdida bano que junto a él se desarrolló. Todo parece indicar que
con el paso del tiempo, falseando la auténtica realidad que la Iglesia local que en ella se encontraban. de su culto (aunque bien es verdad que lo podrían haber se- terminó por convertirse en lo que podríamos denominar como
pueden esconder. En el caso de las coronas, ahí están las del guido manteniendo los mozárabes que no emigraron), máxime un arrabal, dependiente de la ciudad que se encontraba en la
tesoro de Guarrazar para demostrarnos que este tipo de piezas Santa Leocadia había dado origen a un culto bas- cuando el edificio tal vez no se encontrase en las adecuadas parte alta. Por los resultados actuales, parece que al menos
existían. Y la “Casa de los Reyes” ¿no es una alusión indirec- tante extendido en la Península durante la época visi- condiciones arquitectónicas. durante dos siglos —VIII y IX— se contó con la presencia de
ta al palacio real? goda24. Sus reliquias así como las de San Ildefonso una población musulmana en el lugar, la cual, indudablemen-
fueron llevadas a tierras del norte peninsular, aun- A partir de entonces, y al no contar con los restos de sus te, dejó su huella. Hasta qué punto conservaron o modificaron
A los muchos interrogantes ya señalados, todavía se po- que no sepamos en qué momento concreto se efectuó dos enterrados más significativos, no es sorprendente que el las anteriores estructuras constructivas y urbanísticas de épo-
drían añadir algunos más que, llegado el caso, podrán tener el traslado. Se suele señalar que los restos de Santa edificio se abandonase, a finales del siglo IX, y comenzase ca visigoda será lo que se podrá comprobar a medida que los
una respuesta por vía arqueológica. Es lógico pensar que, en Leocadia fueron trasladados a Oviedo durante el su gradual proceso de destrucción, posiblemente también en trabajos arqueológicos avancen.
su afán por conseguir botín, otro de los objetivos que con toda reinado de Alfonso II, el cual mandaría construir unas circunstancias en las que la zona de Vega Baja ya estaría
seguridad habrían tenido los musulmanes en Toledo serían la Cámara Santa para que en ella fuesen deposi- en un acusado proceso de abandono, si es que no estaba ya También se procurará constatar si la población que vivió
las tumbas de los reyes visigodos. Esas tumbas contendrían tados. Allí permanecerían custodiados aunque completamente abandonada entonces. en Vega Baja fue toda ella musulmana o si ahí también vi-
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?
objetos de valor, asociados al ajuar personal con que éstos posteriormente parte de ellos termina- vieron algunas familias mozárabes, cuyos componentes po-
hubiesen sido enterrados. Apenas tenemos noticias documen- rían en otros lugares de Un elemento importante como referente cronológico en toda drían ser descendientes de los que ya estaban establecidos en
tales sobre el lugar de enterramiento de los reyes visigodos, Europa hasta que Felipe II excavación son las monedas que se puedan recuperar, especial- el lugar en época visigoda y que no se convirtieron al Islam
aunque evidentemente estarían en lugares de culto. Alguno se mente si se encuentran en contexto arqueológico. En Vega Baja, cuando Toledo fue conquistada por los musulmanes. En tal
enterró en la basílica de Santa Leocadia y es posible que la 21.– RIVERA RECIO, Juan Francisco, 1985:
aparte de monedas de época romana y visigoda, han apareci- caso, tendrían que haber mantenido algún lugar de culto de
de los Santos Pedro y Pablo, por su carácter de “pretoriense”, San Ildefonso de Toledo. Biografía, épo- do varios ejemplares de monedas musulmanas26. Se trata en su época visigoda, posiblemente la basílica de Santa Leocadia,
hubiese actuado como panteón real. Lo más probable es que ca y posteridad, Madrid, p. 237. mayoría de feluses de cobre aunque también se ha recuperado que también les serviría de lugar de enterramiento. Igualmen-
22.– MATEOS CRUZ, Pedro, 1999: La basílica de
esas tumbas hubiesen sido saqueadas. Si se pudiese localizar algún dirham de plata. Algunas de ellas corresponden a los te será interesante poder comprobar si las frecuentes revuel-
110
111
LA CULTURA MATERIAL
DE LA VEGA BAJA
Jorge de Juan Ares
Mª Mar Gallego García
Javier García González
¿De complejo palatino visigodo a arrabal islámico?
Los estudios que presentamos solo son una aproximación general, una
muestra parcial, a través de la cual podremos dar a conocer el interés y
potencial que esconde el yacimiento. Para ello se han seleccionado los ma-
La cultura material de la Vega Baja
a) Terra Sigillata Sudgálica Lámina I Por el momento sólo se ha registrado un fragmento con mo-
Frag. 3782-1 tivos de animales con decoración de metopas a modo de sepa-
b) Terra Sigillata Hispánica Fragmento de Terra Sigillata Hispánica correspondiente a una forma radores. En cuanto a su cronología tienen una amplia difusión
indeterminada que podría corresponderse a formas Drag 29, 30 o 37. Pre- desde su origen, a mediados del siglo I, hasta época tardía.
c) Cerámica pintada de tradición indígena
senta decoración con metopas separadoras, propio de los talleres del Ebro.
La pasta es de color salmón y el engobe es de color marrón rojizo. Estas Finalmente, la cerámica pintada de tradición indígena se
Relación de piezas: formas con estos motivos perduran hasta el medio imperio. Este fragmento encuentra, por el momento, poco representada. Son escasos
está muy rodado los fragmentos recogidos, pero destaca el fragmento 6912-1,
Frag. 4017-1
La cultura material de la Vega Baja
0 3 cm.
Ollas
Una de las características de la cerámica de época visi- Otro elemento significativo es la documentación de frag-
goda en el caso de la Vega Baja, es la escasez de elementos mentos de pivote o base de spatheion, que por sus caracterís-
decorativos; son pocos los ejemplos documentados de decora- ticas formales también pertenecerían al grupo KEAY XXVI,
ciones, limitándose éstos a líneas incisas o peine. que ha sido registrada, con sus variantes, en otros yacimientos
de la Península, como Cartagena —Carthago Spartharia—,
En cuanto a otros materiales, destaca el hallazgo de un nu- Tarragona —Tarraco—9. En el ejemplo que mostramos ID
meroso lote de cerámicas que tradicionalmente, se las ha de- 6730, se trata de un pivote macizo de pastas amarillentas, con
nominado de “importación”. Entre ellas, las conocidas como desgrasantes micáceos y superficie exterior alisada.
ánforas africanas de pequeñas dimensiones —spatheia—,
que, entre otros lugares del Mediterráneo, se producen amplia- Figura 2
mente en el África bizantina entre los siglos VI-VII d. C. Es
difícil concluir el tipo de sustancia que contenían, aunque por
su documentación en contextos bizantinos orientales de natu-
raleza militar, sugieren su uso como transporte de vino5. En
el caso de la Vega Baja, se combinan las pastas anaranjadas,
con otras amarillentas o blanquecinas que, como han puesto
de manifiesto algunos investigadores recientemente6, no es un
argumento suficiente para identificar lugares de producción.
Ollitas Entre ellas, destaca la localización en posición secundaria de
un spatheion o anforilla africana (ID
6280) tipo KEAY XXVIG, represen-
tada ampliamente en el Mediterráneo
y en el caso peninsular similar, entre
Por último, y a modo de conclusión, se ratifica la natura-
otras, a la pieza CP-4369-159-1, re-
leza urbana de los contextos arqueológicos de Vega Baja, en
cuperada en la fase de fundación y
época visigoda (s. VI-VII d. C.). Dadas las características de
primera pavimentación del barrio
Esta primera aproximación a la cerámica de época islámica Algunos de los contenedores localizados de tipo cántaro o
es una caracterización general a partir de las piezas documen- anfórico, recuerdan prototipos del Tolmo, aunque en nuestro
tadas, sin incidir en los contextos arqueológicos de los que caso son de menores dimensiones. Contamos con paralelos
proceden. Tras la conquista islámica, el repertorio cerámico del siglo IX en Bayyana21, y piezas similares se documentan
no experimenta grandes cambios respecto al periodo anterior. en Marroquíes Bajos en su fase II C, fechada entre finales del
Se documentan distintos tipos formales denominados genéri- siglo IX y principios del siguiente22. Entre los cuencos des-
camente como “de transición”, conviviendo las formas visigo-
das con otras propiamente emirales. Según vayan avanzando
10.– SANZ PARATCHA, ÁLVARO. (2008): “Vida después de la muerte: los contextos
los años se irá apreciando una mayor diversificación formal, cerámicos de Recópolis en época emiral”, en: Recópolis y la ciudad en época
con un aumento en los tipos de ollas, cuencos, cantaros, tina- Visigoda. Zona Arqueológica nº 9, p. 171, fig. 3.
jas, y jarros —en momentos más avanzados— . 11.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia; GAMO PARRAS, Blanca y AMORÓS RUIZ, Vic-
16.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia, GAMO PARRAS, Blanca y AMORÓS RUIZ, Vic-
nos autores son perduraciones visigodas en contextos emirales, toria, 2003, 126 y 127, fig. 4, nº 2.
mientras que otros las adscriben a mediados o a la segunda mitad 17.– CASTILLO GALDEANO, Francisco y MARTÍNEZ MADRID, Rafael, 1993:
“Producciones cerámicas en Bayyana”, en: La cerámica altomedieval en el sur
del siglo VIII, como en el caso de El Tolmo de Minateda11. de Al-andalus. Universidad de Granada, p. 79, lám. I.
18.– ALBA, Miguel y FEIJOO, Santiago, 2003: “Pautas evolutivas de la cerámica co-
En el yacimiento están presentes las ollas de perfil en S, mún de Mérida en épocas visigoda y emiral”, Anejos de AEspA, XXVIII, fig. 10.
19.– Englobadas en el grupo tipológico 1.3.A, de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003:
consideradas piezas de transición y situadas en el horizonte II Las cerámicas omeyas de Marroquíes Bajos (Jaén). Un indicador arqueológico
del Tolmo de Minateda de mediados del siglo VIII12. Distintas del proceso de islamización. Universidad de Jaén, p. 187.
20.– Grupo tipológico S.1.A., de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003: pp. 187 y 241.
formas con bordes moldurados, similares a ejemplares de Re- 21.– CASTILLO GALDEANO, F. Y MARTÍNEZ MADRID, R. 1993, 94, lám. XI, p. 3.
cópolis13 o del Tolmo14 están fechadas entre la segunda mitad 22.– Grupo tipológico T.1.2. de PÉREZ ALVARADO, Sonia, 2003, p.243
122 123
Lámina IV
0 3 cm.
Figura 3 Figura 4
tacan aquellos con bordes apuntados reentrantes, asociados mudéjar en verde y manganeso del siglo XIII, con fondos de
en Recópolis con cerámicas pintadas, dentro de la ocupación ataifores de pie alto, pastas rojizas y vidriados pobres, varias
emiral, entre la segunda mitad del VIII y los inicios del siglo de ellas en el interior de las fosas de saqueo de los muros
IX23. También en el Tolmo de Minateda se les considera como altomedievales.
de la segunda mitad del VIII24 e, igualmente, en Fuente la
Mota se sitúan entre el último tercio del s. VIII y la primera Figura 4
mitad del siguiente25.
4.4.– Aproximación a la cerámica moderno-
Entre las piezas recuperadas también se encuentran jarros contemporánea en el contexto
de borde recto y engrosado con boca ancha, carena y base estratigráfico
plana, fechados en el Tolmo entre finales del siglo VIII e ini-
cios del IX26. Dentro de este grupo se pueden mencionar los Las fuentes escritas y el registro arqueológico coinciden
bordes triangulares de jarritas con pitorro documentados en en confirmar, por el momento, la ausencia de poblamiento es-
la primera fase emiral de Recópolis de un momento algo ante- table en la Vega Baja desde el siglo XVI. Sin embargo, las
rior. Algunos tipos de los tipos bordes de cuencos carenados fuentes escritas recuerdan la importancia del lugar, como in-
localizados en Vega Baja, se sitúan en Recópolis dentro de su dican Madoz32, Martín Gamero33 y Parro34 entre otros. En el
primera fase emiral, como perduraciones de época visigoda de periodo moderno y contemporáneo, y dada la riqueza de sus
inicios del siglo VIII27. construcciones, es expoliada de manera intensa, como seña-
lan los apuntes del Cardenal Lorenzana sobre la existencia
En relación a las piezas con decoración pintada presen- desde antiguo de grandes edificios en la Vega Baja35.
tes en Vega Baja, contamos eventualmente con pocas formas.
Son fragmentos con líneas sinuosas verticales pintadas en rojo La actual excavación arqueológica está confirmando mu-
sobre asas de cinta, tanto en el reverso como el envés de la chos de estos datos: gran parte de las estructuras murarias de
pieza y galbos con decoraciones de líneas verticales o restos las que quedan restos suelen aparecer vinculadas a fosas de
de ellas en manganeso que decoran formas de bordes ligera- expolio de cronología moderna, aunque también es significati-
mente remarcados al exterior. va la ejecución de muchas de ellas en época bajomedieval. La
zado pequeños fragmentos de verde y manganeso califal y de defectos de cocción parecen indicar que proceden de la remo-
23.– SANZ PARATCHA, Álvaro, 2008, p. 177, fig. 5.
ataifores melados con decoración en manganeso. Igualmente, 24.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia., 1996: La Cora de Tudmir. De la antigüedad tardía ción de testares, cuyos materiales fueron utilizados de relleno 30.– MARTÍNEZ LILLO, S, 1986: “Horno cerámico nº 1 del circo romano de Toledo”,
Actas I C.A.M.E., Zaragoza, IV, 73-93.
hay cuerda seca parcial con vidriados en verde pertenecientes
al mundo islámico. Poblamiento y cultura material. Madrid-Alicante, fig. 17. en fosas de cronología reciente. En este sentido, cabe recordar 31.– Pueden verse multitud de ejemplos en CAVILLA SANCHEZ-MOLERO, FRAN-
25.– VIGIL-ESCALERA GUIRADO, Alfonso, 2003: “Cerámicas tardorromanas y al-
a fragmentos de jarritas, algunos de ellos formando parte de tomedievales de Madrid”, Anejos de AespA, XXVIII, p. 384, fig. 6.Alfonso la excavación de los hornos cerámicos andalusíes localizados CISCO. (2005): La cerámica almohade de la isla de Cádiz (Yazirat Qadis). Cádiz.
32.– MADOZ, P., 1987: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus
los rellenos de las fosas de expolio de los muros. 26.– GUTIÉRREZ LLORET, Sonia; GAMO PARRAS, Blanca Y AMORÓS RUIZ, en los años 80 en las excavaciones del Circo Romano30. posesiones de ultramar. Castilla-La Mancha, T.II, Toledo.
Victoria., 2003, p. 153, fig. 21, nº 6.
27.– SANZ PARATCHA, ÁLVARO, 2008, p. 171, fig. 3. 33.– MARTÍN, A., 1979: Historia de la ciudad de Toledo, Toledo.
Figura 3 28.– IZQUIERDO BENITO, Ricardo, 1987: “Típología de la cerámica de la ciudad Se han detectado algunas piezas más tardías como fondos 34.– PARRO, S. R., 1978: Toledo en la mano, Toledo.
35.– PISA, F. de, 1976: Apuntamientos para la II parte de la “Descripción de la impe-
hispanomusulmana de Vascos”. Segundo Coloquio Internacional de la Cerámica convexos con acanaladuras y un fragmento de tinaja estam- rial Ciudad de Toledo”, Toledo.
Son de destacar dos lotes de cerámica hispanomusulma- en el Mediterráneo Occidental. Toledo, 113-125.
pillada, de pasta clara, con decoración epigráfica de filiación
29.– IZQUIERDO BENITO, Ricardo, 1983: “La cerámica decorada de la ciudad his- 36.– PERIS, D., 2008: Tiempos de la Vega Baja, Cuenca, Universidad de Castilla-La
na localizados en un sondeo realizado para la colocación de panomusulmana de Vascos”, en: Homenaje al Prof. Martín Almagro Basch, vol. almohade31. También se identifican producciones de tradición Mancha.
124 cartelería, que aparecen mezclados con materiales mudéjares 4, 107-115. 125
Figura 7
poráneos y modernos genera siempre vacíos explicativos y • Serie ramos azules: todas las piezas presentan esmaltado
multiplicación de hipótesis —muchas de ellas erróneas— a en blanco con decoraciones de pequeños ramilletes en azul
medida que la excavación avanza. Por otra parte, el uso rural, cobalto. Su producción comienza en el primer tercio del siglo
como zona de expolio o, simplemente, vertedero, también con- XVIII y finaliza a mediados del XIX37.
forma la historia del lugar, pudiendo diferenciar la diferente
Figura 6
naturaleza de la ocupación antrópica.
zobispo y Alcora.
0 3 cm. Figura 8
Los fragmentos cerámicos registrados de producciones ori-
ginales de Talavera corresponden a formas muy extendidas 0 3 cm.
Pero, sin duda, la loza más abundante es la producida en 4. 5.– El conjunto numismático de Vega Baja40
como platos de mediano y gran tamaño, escudillas, tarros y la Cartuja sevillana desde 1841. Se trata de una nueva cerá-
jarros. Las series representadas se reducen a dos: En contexto arqueológico no se han registrado por el mo- mica realizada a partir de métodos fabriles novedosos, como El conjunto numismático registrado por las intervenciones
mento producciones de Talavera de cronologías anteriores el empleo intensivo del molde, las prensas de estampación y arqueológicas realizadas desde el año 2006 alcanza la cifra
• Series blancas y azul lineal: todas las piezas presentan al siglo XVII, como la serie de las palmas, los roleos o las la producción en cadena. El iniciador de la manufactura de de 93 monedas (61 identificables y legibles), de las que 30
esmaltado en blanco, y alguna de ellas líneas en azul cobal- blancas de tradición mudéjar. Sí se han documentado varios esta cerámica industrial fue el inglés Charles Pickman, que corresponden a hallazgos contextualizados, entendiendo por
to indistintamente al exterior e interior. Ésta serie es la más ejemplos de cerámica de imitación del XVII, conocidas como aprovechó la desamortización de los bienes eclesiásticos de éstos, obviamente, aquellos vinculados a una unidad estrati-
mos habían subido a 32 maravedís, mientras que su imitación con composiciones decorativas de influencia neoclásica. En Estas piezas, hasta fechas recientes, han carecido de es-
de Toledo sólo valía 10…”38. el motivo central se representan paisajes idealizados, enmar- tudios arqueológicos contextualizados e, incluso, de una cla-
cados por grecas de guirnaldas, rocallas y celosías. La técnica sificación correcta si observamos su escasa presencia en los
Figura 7 original de ambas consistía en el grabado de la decoración catálogos clásicos del numario hispano-musulmán41. Además
sobre una plancha de cobre. de la clasificación tipológica de Rafael Frochoso42, existe un
n º de ejemplares
8
más destacados los de Carolina Doménech en el País Valen- 7
ciano43. En los últimos años empiezan a documentarse contex- 6
5
tos arqueológicos que aportan nuevos datos sobre la relación 4
de estas piezas con el fenómeno de la expansión islámica, el 3
2
surgimiento de Al-Andalus y su unión a un circulante previo 1
0 1 cm.
0 1 cm.
ya existente, como demuestran los hallazgos de Recópolis44 y 0
el Tolmo de Minateda45.
4
,9
4
>6
9
9
4
2,
5,
1,
2,
3,
3,
4,
5,
4,
–1
1–
2–
5–
5–
3–
5–
5–
5–
4–
5
1,
2,
3,
4,
5,
Los feluses del Emirato Dependiente (siglo VIII d.C..), En cuanto a los tipos se caracterizan por:
representan el 52,4% del total de monedas legibles y un
• Grupo II: No suelen tener orla y en anverso presentan
34,4% de las piezas registradas siendo, hasta ahora, uno de • Grupo XI: Tiene en el anverso la leyenda: SE CONTRIBUYE AL SER-
una leyenda en dos líneas: NO DIOS SINO DIOS, y en rever-
los conjuntos más importantes localizados en un yacimiento • Grupo VII-b,: Se trata de ejemplares de los que se conocen un reducido VICIO DE DIOS, y en el reverso: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS.
so: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS.
arqueológico peninsular y con amplios elementos comunes número y que presentan en anverso la leyenda: NO DIO SINO DIOS, y en re- Existen dos ejemplares. En el caso del ID 1020, fue acuñado en dos ocasio-
con los 46 feluses recuperados en la Mezquita de Córdoba Figura 9 verso: MAHOMA ES EL ENVIADO DE DIOS, ambas en dos líneas. La leyenda nes, lo que dificulta su lectura, siendo inicialmente inscrita con leyendas del
en 199646. Estos últimos fueron localizados en varios contex- se muestra invertida —en espejo—, como se observa en el ejemplar ID 3176. tipo Grupo II de Frochoso. Se trata de un tipo de felús que algunos autores
tos arqueológicos fiables, coincidentes con la reforma de un definen con el calificativo de “Feluses de la Conquista” de acuerdo a la
Figura 11
pavimento de época visigoda en un momento emiral previo propuesta clásica de Barceló y Balaguer en la década de los 7049, que iden-
a la construcción de la Mezquita por Abd-al-Rahman I (785 tificaban las leyendas de estos ejemplares con pagos militares, coincidiendo
d.C.), y relacionado con el uso de la basílica de San Vicente con el momento de la entrada de las tropas de Tarik en la Península en el
como nuevo espacio religioso islámico que, tradicionalmen- 711 d.C. Este planteamiento fue posteriormente revisado por Barceló, que
te, se sitúa en torno al 75647 d.C. matizó lo “extraordinario” de estas emisiones, considerándolas un ejemplo
más de la fiscalidad islámica del siglo I de la Hégira/VII-VIII d. C., que uti-
0 1 cm.
Este último conjunto, sin embargo, no coincide con el de liza una etimología propia del primer momento de expansión del Islam, sin
Vega Baja en la tipología, ya que según Frochoso, que cir- estar necesariamente unida al proceso de conquista de la Península50.
que recordemos se sitúa, en el caso de la Taifa toledana entre 1,2 y 1,6 grs.
Figura 16
0 1 cm.
• El segundo, acuñado a nombre de Ervigio, es hasta ahora la moneda
de época visigoda más tardía hallada en la Vega Baja, acuñándose entre el
686-687 d.C., siendo su lugar de producción Ispalis —ID 7086—. Su tipo
0 1 cm. es similar al Miles 409d56.
Figura 18
0 1 cm.
51.– MEDINA, A. y FROCHOSO, R., 1998: “Las monedas fraccionarias del reino de
Toledo. Nuevas Aportaciones”, en: Numisma, 241, pp.41-57, Madrid.
• En cuanto a las monedas acuñadas tras la conquista cristiana de Tole-
FROCHOSO, R. y MEDINA, A., 1999: “Las monedas fraccionarias de los reinos do en 1085, se reduce a un pequeño conjunto de seis ejemplares de vellón,
de Taifas”, en: Numisma, 242, pp. 81-101, Madrid. en los que es significativa su cronología comprendida entre finales del siglo
52.– CASTRO, M., 2002: “Hallazgos numismáticos de época islámica en Guadalaja-
0 1 cm. ra: El tesorillo taifa de Aranzueque”, en Actas del I Simposio de Arqueología de XIII y el último tercio del siglo XIV, lo que permite plantear, a pesar de
Guadalajara, pp. 569-578, Madrid. encontrarse en posición secundaría, una posible ocupación del espacio de
53.– VV.AA., 2007: Hispania Gothorum, San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo,
Toledo. la Vega Baja en ese momento histórico.
0 1 cm.
54.– GARCÍA, R.L., et alii, 2007: “Aportación de la Numismática al conocimiento
de las fases de ocupación de la Vega Baja de Toledo”, Arse, nº14, pp. 115-138,
Valencia.
55.– MILES, G.C., 1952: The Coinage of the Visigoths of Spain, Leovigild to Achila II,
p. 275, New York. 56.– MILES, G.C., 1952: p. 382.
130 131
• De época altoimperial se ha recuperado un As o Dupondio —ID 4.6.– Vidrio de Vega Baja58
57
264—, posiblemente Flavio (finales del siglo I d.C.).
Los primeros análisis del vidrio procedente de Vega Baja
Figura 22 nos muestrean un vidrio de cronología muy variada, que abar-
can desde época antigua hasta época moderna. Sin embargo,
si nos centramos en la zona de intervención llevada a cabo en
el “Área 10.000”, podemos observar un predominio del vidrio
de época romana, en concreto de vidrio azulado, poco traba-
jado pero de muy buena calidad y que perdura hasta época
tardía. Aparece muy triturado. Se trata de formas de perfil
vertical, como ungüentarios, botellas, y otras formas abiertas
como cuencos y vasos y también se han documentado formas
0 1 cm. de perfil en “S”.
132 133
Lámina V
0 3 cm.
Relación de piezas Frag. 4469-2
Copita muy común desde la segunda mitad del siglo I en adelante. So- Cuenco del siglo IV-V, troncocónico, cerrado, ámbar, amarino.
plado al aire
Frag. 3980-1
Época tardía Vasos troncocónicos de labio exvasado y otro invasado. Reciclado, so-
plado al aire englosado al fuego. SV-SVI.
Frag. 3699-1
Frag. 4009-1
Fragmento de vidrio azul romano. Umbo de una gran botella.
Posible lámpara, cuenco tulipiforme, troncocónico, asociado a grandes
Frag. 3699-4
lámparas de iglesia. Soplado al aire, de muy buena talla. Al soplado le han
La cultura material de la Vega Baja
Cuello de ungüentario del siglo II-III, triturado, reciclado para fundir. añadido un hilo macizo para hacer el borde. Policándelo asociado a iglesias.
Frag. 4018-1 Vidrio reciclado, presenta burbujas y acepciones de superficie. Cronología
propia del siglo VI
Umbo de ungüentario tardío, fragmento azulado, posiblemente del siglo
IV o más tardío. Frag. 4028-1
Frag. 4469-1 SigloV, VI, VII, cuenco troncocónico abierto. Pulido al fuego. Reciclado
romano
Asa de anillo de una pieza grande muy tardía romana posiblemente de
lámpara de pared fina. Frag. 4469-3
0 1cm. 0 1cm.
La iconografía de esta pieza, con pozo central y figuras a ningún género de dudas, como pertenecientes a un único ob-
ambos lados, cuenta con paralelos que abarcan una cronolo- jeto. Se encuentran compuestas por un cuerpo hueco de forma
gía situada entre los siglos III y VIII61. No es la única de su cilíndrica con una perforación lateral y hombros internos en
tipo aparecida en el entorno de Vega Baja, conociéndose, des- su parte superior e inferior, que permitiría cerrarlas con las
de hace algunos años, el Marfil de Hipólito localizado en las tapaderas discoidales. Muchas de ellas están decoradas con
0 1cm.
Figura 33 Otros dieciocho fragmentos de hueso podrían pertenecer 4.8.– El material Metálico Figura 34
a este tipo de piezas, aunque su estado de conservación no
permite asegurarlo, abundando entre ellas las decoradas con Dentro de este epígrafe se agrupa un copioso número de
círculos e incisiones Figura 29. De estos elementos cabe des- piezas. La gran amplitud cronológica y la abundancia de res-
tacar dos plaquitas, de 2,3 cm de lado en forma de triángulo tos hacen complicado resumir en estas líneas la gran variedad
rectángulo, decoradas con círculos concéntricos64 Figura 30. Y tipológica que puede establecerse. Esta variedad no se ciñe
una placa de cuadrada de 4,9 cm. de lado, decorada con cír- exclusivamente al aspecto formal, sino también a los tipos de
culos en los ángulos y un gran círculo central que enmarca materiales documentados que abarcan los más frecuentes en
otro más pequeño en altorrelieve Figura 31. los yacimientos arqueológicos como plata, bronce, hierro, plo-
mo e incluso oro, y otros menos habituales, como las aleacio-
Dentro de los objetos relacionados con el atuendo perso- nes de objetos relacionados con la Fábrica de Armas.
nal, se puede señalar la aparición de diversos botones y agujas
para el pelo o acus, destacando una pieza decorada con inci- En este cuadro general nos centraremos en los materiales
siones helicoidales que enmarcan rombos en resalte. Su cuer- de cronología más antigua (romana, visigoda e islámica), sin
po distal tiene forma lanceolada. Entre los objetos de carácter incluir los modernos y contemporáneos, solo mencionados de
lúdico señalamos la presencia de dos dados con tipologías forma esporádica. El total de piezas suma varios miles, en
distintas. El primero, en hueso, es cuadrado con dimensiones gran parte de periodos recientes.
milimétricas, mientras que el segundo fue realizado en marfil
con forma rectangular, contando con paralelos en el cercano Los objetos de adorno personal y vestimenta destacan por
Complutum65 Figura 32. su número y calidad. Cabe citar los anillos, con cinco ejem-
plares, destacando dos por su decoración. El primero consti-
Por último, cabe señalar los elementos posiblemente rela- tuido por una lámina de bronce de sección plana decorada dos
cionados con el ajuar doméstico. Destaca una pieza compuesta líneas horizontales, e incisiones verticales paralelas que en-
por tres cuerpos huecos de forma cilíndrica, con un diámetro marcan aspas separadas por líneas horizontales. El segundo
de 3 cm. y una altura de 9,6 cm Figura 33. Presenta una decora- tiene sección circular y presenta en su parte superior un sello
ción de semicírculos, a modo de arcos de herradura, enmarca-
0 1cm.
0 1cm.
Figura 40
Entre los elementos de joyería encontramos varios pendien- Este tipo de ladrillos se utilizó en la construcción de edifi-
tes de aro con remate circular o poligonal, algunos en plata, que Figura 45
cios termales en estancias como el hypocausto o en el calda-
cuentan con multitud de paralelos bajoimperiales, visigodos e rium, ya que por sus características son ideales en resistividad
islámicos y una lámina ovoide de oro, partida en dos fragmen-
y mantenimiento del calor. El ladrillo rectangular se emplea
tos. Una pieza especialmente significativa es un pendeloque
en las suspensurae o para realizar lo arquillos de las pilae de
(ID 2021) Figura 41, realizado con hilo grueso de oro y engarce
los hypocausta. Los ladrillos de orejetas o con escotadura se
sobre gema73, parecido a una pieza aparecida en el Tolmo
utilizan en la construcción de la concameratio o doble pared,
de Minateda74 y, especialmente, a los pinjantes que
que tenía la función de permitir la circulación de aire caliente
La cultura material de la Vega Baja
Hasta la fecha se han recuperado escasos restos arquitec- Fragmento de elemento decorativo semicircular tallado en piedra cali-
tónicos constructivos que presenten motivos decorados, de za, que presenta la misma decoración por ambos lados, borde sogueado y en
modo, que la muestra no es suficientemente representativa la parte interior motivos vegetales, podría ser parte de una cruz visigoda.
como para poder establecer conclusiones de carácter arqui-
Frag. 3151
tectónico y profundizar en aspectos relativos a la factura del
relieve o los motivos iconográficos. Sin embargo, a pesar de Fragmento de imposta o cimacio realizado en piedra caliza, que presen-
que el número de piezas recuperadas es escaso, observamos ta un rebaje en la parte inferior. La decoración consiste en motivos geomé-
unos rasgos comunes que nos señalan hacia una época y un tricos que se repiten en friso y que se adaptan a la faja de la pieza. Los
estilo arquitectónico. motivos que se distinguen son circulares repetidos en friso que se adaptan 3177
a la faja.
Estos elementos arquitectónicos recuperados hasta el mo-
mento han sido realizados sobre piedra caliza. La decoración 5501
El cimacio es un elemento arquitectónico de origen bizantino típico
consiste en motivos geométricos que se repiten, principal- desde el siglo V, que se extiende por el Mediterráneo hasta Occidente in-
mente círculos, y en cuanto a los motivos de carácter vegetal cluida la Península Ibérica. La función del cimacio es la de soportar el peso
responden a formas muy esquematizadas y sencillas sin com- de los arcos.
plicaciones ornamentales, algo que, por otra parte, es propio
del periodo hispano-visigodo. Frag. 6555
Relación de piezas Posible suspensurae de piedra caliza relacionado con edificios termales
de época romana.
Frag. 7107.
Lámina VII
Columnilla decorada en piedra caliza, está fracturada y presenta fuste
liso, collarino y capitel de estilo corintio muy esquematizado con volutas
Frag.. 4007
Frag. 6006
146 147
6006
4007
0 3 cm.
La cultura material de la Vega Baja
148
CAPITULO 5
149
L
a ciudad como realidad física, espacio construido para la convivencia y servi-
cios comunes, ha evolucionado en su configuración y funcionamiento a lo largo
de los siglos. Los centros urbanos se conforman como conjuntos que engloban
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
150 Dibujo de la Vega Baja con los restos del Circo y el convento de S. Bartolome. Santiago Palomares, 1753. 151
La estructura urbana se configura por una serie de fac- Hay, pues, un entorno urbanizado en épocas muy posterio-
tores tanto físicos, que conforman su realidad, como admi- res y una serie de estructuras urbanas que recorren la zona
nistrativos y políticos1. La confluencia en un lugar de tres o y que se consolidan con el desconocimiento de la estructura
cuatro de las características enunciadas anteriormente, define arqueológica existente. Un espacio considerado socialmente
la existencia de una ciudad2. Los historiadores y arqueólogos como lugar vacío, un ámbito de gran extensión. Valorando la
nórdicos consideran que el urbanismo medieval es un fenó- superficie que, en la actualidad, queda libre en la Vega Baja
meno predominantemente económico. Para ellos, la “idea” de tenemos un territorio de más de ochenta y cinco hectáreas4
ciudad se centra en el intercambio activo y en la presencia de con diferentes situaciones urbanísticas, de propiedad y de co-
núcleos artesanales, con la particularidad de que muchas de nocimiento sobre sus valores arqueológicos y patrimoniales.
esas ciudades carecieron durante mucho tiempo de todo esta-
tuto jurídico formal. La diferencia, en inglés de town y city es La modificación del planeamiento urbanístico de la zona
muy significativa. La primera —town— tiene connotaciones comienza cuando el Ayuntamiento de Toledo llega a un acuer-
económicas, mientras que la segunda, —city— es un término do con el Ministerio de Defensa para la cesión del conjunto
para designar un centro episcopal con algún tipo de privilegio de la Fábrica de Armas a cambio de recalificar los terrenos,
Vista general de la Vega Baja y la Fábrica de Armas. propiedad del Ministerio, situados en la zona colindante a la
institucional. La presencia de una actividad urbana, según
Wickham, viene dada por “la existencia de una concentración misma. Para la firma del convenio, el Ayuntamiento aprue-
demográfica de relativa importancia, la presencia de un mer- ba la modificación puntual número 11 del Plan General de
cado y la observación de actividades económicas estructural- Ordenación Urbana que recalifica los terrenos exteriores con
mente diferentes a las de la campiña”3. un aprovechamiento residencial y comercial que compensa la
valoración de la Fábrica de Armas5.
El yacimiento de la Vega Baja, con las incipientes exca-
vaciones realizadas en el mismo, se puede considerar como Cuando se estudia la modificación del Plan de Ordenación
una estructura urbana de singular importancia. Un espacio Municipal (P.O.M.), se asume el proyecto inicial de la Fábri-
Detalle del plano de Toledo de Rey Pastor, 1926.
que queda abandonado con el paso del tiempo y que, en la ca de Armas y se plantea una ordenación general de todo el
actualidad, aparece como una ciudad rodeada por otra ciudad territorio de la Vega Baja. En el año 2004 comienza a elabo-
de época muy posterior que la ha ocupado en parte, que ha rarse el nuevo Plan de Ordenación Municipal de Toledo, cuyo
Documento de avance para la concertación administrativa se La actuación urbanística “Vega Baja” se pone en marcha
definido sus límites y con la que debe relacionarse y en cuyo
presenta en Julio de 20046. El Plan, en su propuesta de ciu- con la concesión de parcelas de la zona a cooperativas y pro-
interior debe mantenerse como yacimiento arqueológico. La
dad unitaria, plantea los nuevos crecimientos para “llenar los motores que plantean proyectos de vivienda en este espacio.
situación del yacimiento tiene una peculiaridad esencial en
vacíos del discontinuo urbano que hoy es Toledo y ampliar La Empresa Municipal Vega Baja asume el proyecto general
esta singular configuración ya que el espacio donde se ubica
Grupo de viviendas en la Avenida de la Reconquista de urbanización. Para el desarrollo de los diferentes proyectos
fue expoliado y poco a poco abandonado. Las referencias de la ciudad con un nuevo criterio de continuidad, fortalecer la
red de conexiones existentes y mejorar la movilidad, articular de construcción se exige a todos los promotores la realización
siglos posteriores nos hablan de una ocupación del espacio
un sistema de espacios libres y dotacionales y crear áreas de de estudios arqueológicos que se complementan con los que
más próximo al circo romano y a la nueva ciudad fortifica- fabricación de armas que se ha rehabilitado, en la última dé-
centralidad adecuadas a las demandas sociales de los distin- realiza la propia empresa gestora para la construcción de via-
da construida en la zona elevada. Este territorio abandonado cada, como campus universitario.
tos barrios”. les e infraestructuras comunes. Los datos de los diferentes
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
de su progreso técnico pero no se han realizado de forma be- La tercera figura de la ciudad antigua aparece como sín- criterios actuales, los problemas de la “defensa de los centros muy diversas en las que la cultura material constituye un fac-
tesis de las anteriores y tuvo su enunciado inicial en el ar- históricos”, la introducción del concepto de “respeto ambien- tor esencial para su valoración.
quitecto y urbanista Gustavo Giovannoni22 quien estudia si- tal” y la valoración de las “arquitecturas menores”. El monu-
18.– RUSKIN, John. 1848: The seven lamps of architecture, Londres. RUSKIN, multáneamente en los conjuntos urbanos su valor de uso y mento no puede entenderse como algo aislado, sino que debe La preservación de la cultura material es un elemento de pri-
John.1852: The stones of Venice, Londres. RUSKIN, John.1866: The crown of
wild olive, Londres. su valor museal. El patrimonio urbano tiene su sentido en un valorarse en su contexto urbano, definido por las formas y vo- mera importancia en este proceso pero implica peculiaridades
urbanismo que adquiere dimensiones territoriales. Todo frag- lúmenes que se han gestado a lo largo del tiempo y en medio que hay que considerar en el proyecto que se va a desarrollar.
la consideración de valores sociales, culturales y estéticos”25. barrio, permitirá compatibilizar la necesaria dinámica de ac- presencia de elementos actuales y referentes que hagan utiliza- mento esencial. Los estudios arqueológicos tienen un ritmo
Hay un conjunto de factores que hay que evaluar para lograr tividad cotidiana y social con la conservación del yacimiento bles sus territorios como lugares de vida ciudadana actual. diferente al del desarrollo de nuestras ciudades actuales. Hay
una adecuada integración del yacimiento en el conjunto ur- arqueológico como espacio estático. que permitir que el estudio riguroso del yacimiento trascurra
bano y garantizar su mantenimiento en un entorno con una Y, en este caso, de una forma singular ya que la arqueo- en paralelo con las actuaciones del entorno urbano, sabiendo
dinámica diferente. Debemos partir, como dato esencial de principio, de la logía se relaciona con el urbanismo en una doble dirección: que la arqueología deberá definir, en el futuro, los cambios y
representación de la temporalidad, la espacialidad y el len- Un lugar que ha sido testigo de la historia de veinte siglos
guaje. La memoria supone un esfuerzo28. “Nuestros recuerdos de actividad, que ha construido espacios conservados parcial-
son colectivos, nos son recordados por los otros incluso aun- mente, superpuestos y enriquecidos en esta multiplicidad de as-
que se trate de acontecimientos en los que hemos estado solos pectos que configuran un “sitio histórico” como “lugar o paraje
y objetos que solamente nosotros hemos visto. Pero en reali- natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado”.
dad nunca estamos solos. No es necesario que otros hombres
La posibilidad de actuación, desde lo público, en un frag- tos para el conjunto de la ciudad de Toledo, como de aquellos
Se trata del estudio de un ámbito territorial de gran com- elementos que deben abordarse desde un planteamiento urba- elementos de proximidad a la población más cercana.
plejidad y extensión, de una ciudad pluriestratficada33 que nístico dinámico y con perspectivas de futuro. mento de ciudad con valores patrimoniales singulares no debe
ser un obstáculo a su desarrollo, sino, más bien, generar po-
• Planteando una adecuada relación con el entorno de
31.– OLMO ENCISO, Lauro, 2003: “Arqueología y modelos de ciudad: una reflexión tencialidades de futuro. Los valores históricos existentes en
35.– ROSSI, P.O. 2002: “Roma una carta per la qualità urbana: La memoria in forma- ciudad mejorando las comunicaciones y potenciando recur-
desde España”, en: Archeologia e urbanística. International school in archeology. zione”, en: AAVV: en: Archeologia e urbanística. International school in archeology. el conjunto que han evolucionado y cambiado a lo largo de los
Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edizioni all’insegna del Certosa di Pontignano (Sena) a cura di Andreina Ricci. Edizioni all’insegna del sos singulares como el yacimiento arqueológico, el campus
en su entorno próximo y es referente del municipio y de la en su acceso al campus universitario, a la vez que se ordena
provincia de Toledo. el espacio existente entre el límite de la Fábrica de Armas 21
3
con el paseo del Cristo de la Vega, se crea un aparcamiento 4
23
El proceso de desarrollo histórico debe continuar en la ciu- en el cual el arbolado actúa como elemento de protección y
16
dad si no queremos caer en el peligro de musealización que reducción del impacto visual que tiene desde la parte elevada
está alcanzando al patrimonio en muchos lugares. La imagen de la ciudad.
narcisista del patrimonio39 se está desarrollando por un pro- 17
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
ceso que pretende convertir en patrimonio histórico todos los Los grandes ejes, la avenida de Carlos III y Mas del Ribe-
objetos de cualquier ámbito y época con una referencia igua- ro, se acondicionan como elementos estructurantes de Toledo
ladora y, como consecuencia de ello, a una museificación de y establecen las comunicaciones con el entorno urbano próxi-
todos los campos y tipos de la actividad humana. El museo que mo. El acondicionamiento de estos viarios obedece a razones BIC 1992 BIC 2008 BIC FÁBRICA DE ARMAS
era una institución se está convirtiendo en una mentalidad. múltiples: son caminos históricos, que aparecen en la carto-
166 167
Plano de las áreas BIC y zonas donde se han llevado a cabo actuaciones arqueológicas.
Detalle de Toledo revisado por el Ayuntamiento hacia 1917.
Plano de Toledo realizado por Navia hacia 1776.
grafía de mediados del XIX de Toledo, consolidados como ejes Todo ello ha introducido una dinámica diaria ciudadana que
de actividad nueva en el entorno. Son trazados que ordenan es compatible con la preservación del patrimonio y cuya pre-
urbanísticamente el conjunto del espacio con su disposición sencia es un factor positivo para la conservación y valoración
en aspa y que, con un mínimo impacto, establece las mejores social de la Vega Baja.
comunicaciones internas y con el entorno próximo. Además,
con su amplio recorrido lineal (más de un Kilómetro cada uno Junto a estas actuaciones en viarios se plantea una ade-
de ellos) definen visuales dinámicas de gran interés hacia el cuación del entorno del circo romano en su margen derecho
conjunto histórico. de la avenida de Carlos III.
Las secciones de estas calles se han configurado para un La ciudad de Toledo se piensa y planifica con un plan ge-
tráfico reducido de dos direcciones con un ancho de calzada neral para el conjunto urbano en época romana. Toledo tiene
adecuado, amplias aceras a ambos lados y carril bici en uno un proyecto de construcciones públicas singulares que sirven
de sus laterales. La presencia de arbolado en dos líneas a am- a sus necesidades y que son ejemplo de cómo el nuevo sistema
bos lados del viario marca la visión perspectiva de los mismos de la cultura romana quiere intervenir en España. Se construye
y recuperan la imagen de otros momentos en los que eran pa- una ciudad en cuyo acceso se sitúan los grandes edificios pú-
seos de recorrido habitual para los ciudadanos de Toledo. blicos que quieren hacer presente la imagen de la ciudad. Un
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
A lo largo de los siglo XIX y XX se producen diversas in- entre 1927 y 1929 con el arco de acceso a la summa cavea y
tervenciones, destacando las realizadas por la Sociedad Ar- restos del graderío. Entre 1963 y 1964 se realizan las inter-
queológica de Toledo en 1889, las llevadas a cabo por Luis venciones de Marcelo Vigil y en 1972 las dirigidas por Ricardo
Hoyos a comienzos del siglo XX en 1906 y, sobre todo, las Izquierdo. El estudio general del conjunto lo realizan Sánchez
efectuadas entre 1927 y 1929 por la Comisión de Monumentos
Histórico-Artísticos de la Provincia de Toledo, dirigidos, en- 59.– SANCHEZ PALENCIA, F.J. y SAINZ PASCUAL, Mª J., 2001, p. 112.
tre otros, por Rey Pastor, San Román y Castaños, que incluyó 60.– CERRO MALAGON, Rafael. “Siglo XX. El cierre de un milenio” en: Historia de
Toledo, Toledo, Azacanes, p. 566.
el levantamiento topográfico completo del edificio61. Las imá-
61.– CASTAÑOS, M; PLAN, I del; ROMAN, P. y REY PASTOR A., 1926: “Excavaciones
genes del Archivo Rodríguez nos presentan el avance de las en Toledo. Memoria de los trabajos efectuados en el circo romano”, en Memorias de
excavaciones y los obreros trabajando en ellas. La fotografía la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, nº 96, pp. 7 y 8.
62.– VVAA. 2008: Pedro Román Martínez. Toledo, fotografía y pintura. Toledo, Diputa-
de Pedro Román Martínez62 presenta la campaña arqueológica ción Provincial, Ayuntamiento de Toledo, p.38.
Vista de la muralla desde la Vega y plano de las tierras entre ésta y el río Tajo. 1798.
Restos del circo romano a principios del s. XX.
cola de la zona. Ya entonces el Ayuntamiento trató de
cambiar el uso de la Vega construyendo un canal de
riego conocido como Mina del Corregidor. Al enaje-
narse las fincas, se continuó con el proyecto constru-
yendo ramales que permitieron las explotaciones de
huertas en la zona hasta mediados del siglo XX.
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
180 181
Otro elemento singular de la Vega Baja es la Fábrica de Desde entonces, hasta ahora, se han rehabilitado más de
Armas, ciudad industrial que tiene incoado expediente para 35.00 metros cuadrados convirtiendo la antigua ciudad indus-
la declaración de Bien de Interés Cultural como conjunto his- trial en ciudad del saber y la investigación. La presencia de
tórico. Una ciudad industrial, que inicia su construcción a cuatro mil personas entre alumnos, profesores y personal de
finales del siglo XVIII con el edificio diseñado por Sabatini67 administración y servicios ha convertido este espacio en un
e impulsado por el rey Carlos III, para la fabricación de ar- polo de actividad dinámica social. Junto a estas actividades,
mas blancas. El conjunto plantea una obra de ingeniería para el campus universitario se ha convertido en referente social,
aprovechar la energía hidráulica que justifica su ubicación cultural y político. En la actualidad se rehabilita la antigua
junto al río Tajo. nave del “Taller de Material Quirúrgico” para aulas, semina-
rios e Instituto de Nanotecnología y Nanociencia, el antiguo
Durante dos siglos se consolidó una ciudad industrial68, “Taller de Envases de Cartón” como Aula Magna y el antiguo
modelo constructivo y de organización de la industria militar edificio de “Laboratorios” de la Fábrica como edificio del Vi-
en diferentes épocas. Una instalación vinculada a la Academia cerrectorado y Gerencia del Campus. Lateral izquierdo del Edificio Sabatini.
de Artillería de Segovia y que trata de implantar las técnicas
de fabricación de armamento, consolidando una estructura Junto a ello se proyecta la puesta en marcha en la zona La Vega Baja tiene una actividad urbana que se desarro-
productiva que da trabajo a más de 1000 personas y que por de polvorines, rehabilitada como parque de la Olivilla, de un lla desde las diversas estructuras arqueológicas existentes en
ello se convierte en un referente para la ciudad de Toledo. espacio de investigación de las áreas medioambientales con la zona, los viarios que la recorren y vertebran y los equi-
la implantación de diversos Institutos de Investigación rela- pamientos ya existentes como el campus universitario. Las
Cuando en 1998 se llegó al acuerdo entre el Ayuntamiento cionadas con ellas. De esta manera, la ciudad histórica70 de la nuevas dotaciones culturales completarán este conjunto de
de Toledo y el Ministerio de Defensa para la cesión de estas Fábrica de Armas que ocupa una posición privilegiada en el elementos dinámicos que conviven con el gran yacimiento. La
instalaciones a la ciudad, a cambio de recalificar los terre- borde del territorio, junto al rio Tajo, se convierte en un mode- ciudad se nos presenta, así, como concatenación de lugares
nos exteriores para poder construir viviendas y usos comer- lo de revitalización en el que la conservación del patrimonio es e instrumento para recordar71. La presencia de elementos de
ciales, se abre una nueva etapa para la ciudad industrial. El compatible con la actividad más contemporánea y dinámica. diferentes periodos, con estructuras arquitectónicas y arqueo-
Consistorio acuerda la cesión a la Universidad de Castilla-La lógicas diferentes, hace que la ciudad se nos presente como
Mancha quien inicia un amplio proceso de rehabilitación. La 67.– PERIS SANCHEZ, Diego et al: 2001: El edificio Sabatini de la Fábrica de Armas de el lugar de la estratificación de la memoria. En la relación
primera fase se inaugura en febrero de 1999 con el desarro- Toledo. Madrid, El Viso, UCLM.
compleja entre modificación y permanencia, que caracteriza
llo de la actividad docente en unos 12.000 metros cuadrados 68.– PERIS SANCHEZ, Diego et al: 2003: Dos siglos en construcción. De fábrica de
armas a campus universitario. Madrid, Constructora San José. la evolución temporal, acaba concretándose la memoria ma-
acondicionados para ello69. 69.– PERIS SANCHEZ, Diego; LUCAS MARTINEZ, Antonio, 1999: La Fábrica de ar- terializada, la realidad concreta que nos hace recordar y revi-
mas de Toledo. t.I Historia. Ciudad Real, UCLM. vir momentos temporales diferentes. El lugar de la Vega Baja
70.– PERIS SANCHEZ, Diego. 1999: “La otra ciudad histórica de Toledo. La Fábrica de
configura nuestro pensamiento y nuestros recuerdos. La ciu- Vista general de la sala de lectura.
armas”, en: Añil nº 17, Madrid, Celeste, pp. 32-39.
dad es el teatro del discurrir de los acontecimientos, escena
estable para la formación de la memoria72.
Para algunos, el paisaje es pensado y estudiado en primer tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resul-
lugar como realidad cultural. El paisaje es el territorio produ- el suelo “una huella continua del hombre”75, el paisaje es el paisaje. La representación de Toledo de los grabados de Wyn-
tado de la acción y la interacción de factores naturales y/o
cido y practicado por las sociedades por razones económicas, mundo humano que se inscribe en la naturaleza trasformán- gaerden es la representación de un “paisaje”79. Es la visión de
políticas y culturales. Y en este sentido, “el valor paisajero la ciudad construida por el hombre, generada por la riqueza
76.– PERIS SANCHEZ, Diego, 2000: “La evolución de la ciudad histórica”, en: Ciuda-
de un lugar no se considera como esencialmente estético, sino 73.– J. M. BESSE, 2006: “Las cinco puertas del paisaje” en: Paisaje y pensamiento. de las construcciones en medio del ambiente natural y perci- des históricas, conservación y desarrollo. coord. M. A. Castillo. Madrid, Visor, Fun-
Abada Editores, pp. 145-171, p. 151. bida por el hombre que la valora y proyecta. dación Argentaria, pp. 145-158.
que se enfoca con relación a la suma de las experiencias, los
humanos”81. Y junto a ello, la Convención insta a reconocer estructura geológica que conforma la fractura donde se encaja
jurídicamente los paisajes como elementos fundamentales del el río Tajo a su paso por Toledo y la geografía que supone el
entorno humano, expresividad de la diversidad de su patrimo- corte de la roca en su perímetro, son elementos esenciales por
nio común cultural y como fundamento de su identidad. Para cuanto presentan la ciudad en una posición visual elevada,
ello deberán ponerse en marcha acciones encaminadas a con- apoyada en un basamento rocoso libre, que desciende hasta el
servar y mantener los aspectos significativos o característicos rio con diferentes perfiles en cada uno de los márgenes. El río
de un paisaje, ya sean naturales o creados por el hombre82. Tajo recorre territorios de suelos terciarios en un trazado si-
Vega Baja. Arqueoología Ciudad y Paisaje
elevada y su paisaje se ha referido, fundamentalmente, a dos 82.– VVAA, 2008: Convenio Europeo del paisaje. Textos y comentarios. Madrid, Ministerio
de Medioambiente, 145 pp.
aspectos esenciales: al entendimiento del entorno geográfico 83.– VVAA. 1996. El patrimonio geológico. Bases para su valoración, protección, conser-
de la ciudad y a sus perspectivas y vistas desde el exterior. La vación y utilización. Madrid, MOPT y MA, 112 pp.
186 Vista de Toledo desde la Vega Baja. 187
Avenida Carlos III. Avenida Más del Ribero.
na con la ciudad situada sobre la colina y porque define unas
visuales privilegiadas desde diversos lugares de este territo-
rio. En la posición alejada que se presenta del yacimiento, en
los límites con San Pedro el Verde, se hace posible una visión
global del perfil urbano de esta parte de la ciudad que valora
los edificios de la cornisa y define una agrupación singular al
tratarse de un borde de ciudad, con edificios monumentales
de una fuerte volumetría y que se presentan como agregación
rica en matices de tiempos y formas entendidos como unidad.
La presencia de elementos modernos, como la Consejería de
Agricultura o las escaleras mecánicas de acceso al casco, se
han integrado de manera positiva en esta pluralidad urbana.
El parque de la Olivilla, ocupado anteriormente por la de- miento de estos márgenes fluviales deben ser uno de los ele-
nominada zona de polvorines de la Fábrica de Armas, ofrece mentos de conformación del paisaje de la ciudad. La Fábrica
unas vistas peculiares de la ciudad que, en su entorno natural de Armas con más de doce hectáreas de superficie y cerca
con vegetación de ribera de gran desarrollo y la pendiente de de 50.000 metros cuadrados de naves, lo que representa una
su trazado, van presentando perfiles urbanos de gran interés. baja edificabilidad, tiene construcciones de una o dos plantas
de caminos que lo recorre dando acceso a los diferentes es- dinámica del entorno de una ciudad que ha tenido un desa-
trumento de revitalización de esta parte de la estructura urba-
pacios agrícolas o ganaderos del lugar. La implantación de la rrollo disperso y atomizado. Hay que articular los diferentes
na. Para ello es necesario avanzar en su estudio y excavación
Fábrica de Armas a finales del siglo XVIII establece un polo espacios de vida que han relacionado al hombre con su me-
y completar su presencia con aportaciones de elementos que
de desarrollo de gran importancia que define la comunicación dio natural y al “incesante reinicio de la institución de su
configuren equipamientos culturales y educativos, integren
con las puertas de acceso a la ciudad a través de los ejes ur- comunidad”85. La presencia de este importante yacimiento,
este gran espacio en la vida ciudadana y valoren el paisaje
banos que van a organizar su superficie. la conservación del territorio de la Vega Baja es, sobre todo,
Fernando Aparicio Gutiérrez Javier Caballero García Jorge de Juan Ares Mª Dolores Ortín Arranz
Clara Eugenia Aranda Ruiz Joaquín Checa Herráiz G Aníbal González-Arintero Pablo Martín Herrera Yolanda Otálora Moreno Nuria Romero Serrano U
Yasmina Cáceres Gutiérrez
David Aranda Sánchez Emilio A. García Berciano K A. Javier Martínez Jiménez Begoña Rubio-Iglesias Fernández-
Rodrigo Calvo Moreno Oliva Uceda Cabañas
Luis Araus Ballesteros D Alicia García Ballesteros Miriam Guerra Aragonés Israel Daniel Mayoral de Ancos P Vegue
Rebeca Cano Boyero Adil Khalil Jesús Carlos Urda Lozano
Gabriel Arellano García-Arcicollar Moisés de Dueñas Rubio Mª Remedios García Barroso Antonio Guío Gómez Enrique Mesa Monfort María Ruiz Torrado
José Luis Cano Muñoz Víctor Pantoja Pleite Koray Usta
Lidia Aroca Muñoz Mamadou Diallo Diana García Camacho Begoña Gutiérrez Infantes María de Miguel Gamero
Juan Bautista Cañadillas Gómez L Guiomar Pastor Sevillano Juan A. Utrilla Martín
Irene Arroyo Vaquero Manuel Luis do Dascimiento Cama Mª del Mar Gallego García Mª Luz Gutiérrez López Rey Carlos Molina Valero S
Álvaro Carvajal Fernández Sira Lacasa Cristina Miguel Antonio Pereira Laukkanen
Mimmoun Aissaoui Laura García Benito Sagrario Gutiérrez García Roberto Monterrubio Martínez Noelia Sabugo Sousa
José Luis Carrasco García Mykola Lagoyda Guillermo Pérez Gutiérrez V
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La Vega Baja de Toledo
se terminó de imprimir el día
13 de noviembre de 2009.
Festividad de san Diego de Alcalá
compuesto en tipografía Bodoni
e impreso sobre papel estucado semiarte.