Aprender de Grandes - Santiago Bilinkis - Promo Experiencia

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(Gerry) Mientras termina la temporada 2019 de “Aprender de Grandes” y

preparamos la temporada 2020, voy a compartir con todos algunos de los


episodios de los que más me impactaron hasta ahora. Los volví a escuchar y
como suele pasar con estas cosas escuché cosas distintas de las que recuerdo
de cuando los grabamos. Sentí algo parecido a cuando vuelvo a leer un libro.
Por otro lado, cuando publicamos estos episodios originalmente lo hicimos en
partes, ahora vamos a publicar cada episodio completo en una sola parte,
muchos de ustedes me pidieron que lo haga así. También les cuento, por si no
lo vieron todavía que desde principios de 2019, los nuevos episodios de
“Aprender de Grandes” están disponibles también en video, para los que aparte
de escuchar quieren también ver las conversaciones que tengo con gente que
admiro. Simplemente busquen a “Aprender de Grandes” en YouTube. Ahí
pueden verlos y si quieren subscribirse. Si quieren dejarme sus reacciones y
comentarios pueden hacerlo en cualquiera de las redes sociales de “Aprender
de Grandes”. Sin más, acá va uno de esos episodios en los que aprendí
mucho. Estoy usando “Aprender de Grandes” a veces para tener una buena
excusa para charlar con alguien que tengo ganas de charlar y algunas de las
charlas que ya tuve fueron de ese tipo de charlas, pero también quiero usar
“aprender de Grandes” para compartir charlas que tengo con gente que ya
tengo oportunidad de charlar y con los que charlo muy seguido y hoy tuve la
suerte y el gusto de charlar un largo rato con Santi Bilinkis, con quien hablo
todo el tiempo, hacemos un montón de cosas juntos con Santi y siempre me da
la sensación de que cuando charlo con Santi estamos pensando en voz alta los
dos y lo que quise es compartir una de esas conversaciones con todos. Hoy
hablamos de varios temas con él y decidí dividir este episodio en tres partes y
antes de contarles de qué se trata la primera parte les cuento qué es todo esto.
Esto es “Aprender de Grandes” el podcast donde comparto lo que aprendo
mientras intento aprender durante toda la vida y lo que converso con gente que
admiro. Quiero contarles de un nuevo proyecto que vengo preparando hace
mucho tiempo y que ahora estoy listo para lanzar. Se llama “Experiencia
Aprende de Grandes” y es un lugar ne l que vamos a seguir aprendiendo
juntos, ojalá, durante toda la vida. Vamos a tener un encuentro por mes de un
día entero en persona en Buenos Aires en el que vamos a grabar nuevos
episodios de “Aprender de Grandes”, vamos a compartir tiempo con invitados
de lujo y muchas cosas más. Si quieren que los ayude a expandir sus límites y
si viven en Buenos Aires o si quieren tener una buena excusa para venir un fin
de semana por mes, miren los detalles en aprnderdegrandes.com/experiencia.
Pueden escuchar los links de este episodio en aprenderdegrandes.com/Santi.
Los dejo con Santi. Hola Santi.
(Santiago) Hola, Gerry, ¿cómo estás?
(Gerry) Bien, es muy raro hablar así porque hablamos muchos, pero me dieron
muchas ganas de compartir alguna conversación que tenemos. Siento que
cada vez que conversamos aprendo un montón y me sentí muy egoísta de no
poder compartir antes con muchos eso y ojalá podamos tener una de esas
lindas conversaciones y que a otros les pueda ser útil.
(Santiago) Un gusto.
(Gerry) Así que bueno, quiero empezar, como siempre, con una pregunta súper
amplia y que eso nos lleve a donde nos tenga que llevar y es, ¿cómo haces
para aprender algo nuevo? Yo sé que a lo largo de tu vida te metiste en
distintos campos y diste saltos y de repente, no solo aprendes algo sino que te
transformas en referentes de alguna de estas cosas, otras no tanto, pero en
muchas sí. Cuando es algo que aprendiste, de manera no hace tanto, no de
toda la vida, pero muy rápido, tienes alguna manera de hacerlo que me intriga
mucho, contáme, ¿cómo lo hacés?
(Santiago) no sé si es una técnica, sí creo que para mí uno de los hallazgos de
la vida fue una vez que tuve una charla con Juan Enríquez, el famoso orador
de Ted, tecnólogo, científico y Juan me contó en esa charla que él una vez
cada 10 años hacía tabula rasa, básicamente se prohibía así mismo hacer
cualquier cosa que ya hubiera hecho antes y tenía que empezar de cero con
algo completamente nuevo y me pareció genial, me pareció genial, pero a la
vez me pareció de un coraje descomunal porque no solo está el desafío de
aprender algo nuevo, sino el mayor desafío es renunciar a la inercia, renunciar
a cuán facilitado suele estar todo después de dedicarle 10 años de la vida a
algo. Y medio me puse a mí mismo la mete de lograr hacer algo parecido, por
eso después de muchos años como emprendedor para mí el momento de
renunciar fue a la vez una escena de mucho temor, pero también de mucha
liberación, de mucha libertad y uno de los hallazgos interesantes de eso es que
en general no estamos preparados para tener libertad, o sea, tener libertad en
las manos me paralizó por un buen tiempo. No me imaginaba, no sabía lo que
era intentar decidir con libertad. Pero desde ese momento no sé si tenga
alguna técnica. Sí la determinación de seguir aprendiendo toda la vida como
dice la bajada de Aprender de Grandes. Sí te puede decir que la sensación que
tengo es que cada vez es más difícil.
(Gerry) Te es más difícil a vos porque estás más grande y…
(Santiago) No, digo, podríamos rápidamente atribuirlo a la edad. Tal vez tenga
que ver con eso, tal vez tenga que ver con cambios en mi estilo de vida, ¿no?
Con el nivel de información que recibo, con el grado de involucramiento en
redes donde mi atención se vuelve claramente mi recurso más escaso incluso
para mí mismo, el recurso más difícil de asir. Y la otra cosa que me parece muy
importante es que en general, hace poco, en una columna que escribí hablaba
de que se viene hablando mucho de esto de aprender de grandes y que algo
que en general aparece menos visible es que lo más difícil cuando uno es
grande no es aprender sino desaprender. Lo que quise fue poner el énfasis es
que en general, digamos, si vos, uno cuando es chico tiene el disco rígido vacío
por así decirlo y entonces cualquier cosa que, que agregues no solo entra sino
que no conflictúa casi con nada previo. A medida que pasan los años el disco
rígido se llena, no solo tenemos menos capacidad, sobre todo tenemos un
montón de creencias, convicciones, a veces implícitas de las que ni siquiera
nos damos cuenta y cuando aprendés algo nuevo muchas veces ese nuevo
entra en conflicto con un montón de cosas que ya traías y soltar es dificilísimo,
deshacerte de una convicción es mucho más difícil que incorporar una
convicción nueva. Y es eso lo que vengo, de alguna manera, en el último
tiempo trabajando. Te diría que uno de los hallazgos es que si aprender es
cada vez más difícil, por lo menos en mi experiencia individual, no entiendo por
qué cada vez en la vida solemos dedicarle menos tiempo. O sea, si uno mira
cuánto tiempo dedicás a aprender en la vida yo creo que la curva es
claramente decreciente cuando si reconocemos una dificultad deberíamos
dedicar, nada que para lograr aprender
(Gerry) Salvo que tires la toalla.
(Santiago) Claro, bueno, pero no tiene sentido tirar la toalla.
(Gerry) Claro.
(Santiago) Y por eso, pensando en uno de los capítulos, uno de los primeros
episodios de “Aprender de Grandes” me dejó pensando mucho y llegué a una
idea que me pareció iluminadora.
(Gerry) A ver.
(Santiago) Básicamente, lo que me cayó en la ficha, también justo leí un
artículo que hablaba de que la duración promedio del conocimiento hoy es de
menos de 10 años.
(Gerry) O sea, aprendés algo y en 10 años está obsoleto.
(Santiago) Está obsoleto en casi cualquier campo del conocimiento. Cosa que
me sorprendió un poco, pero no tanto…
(Gerry) Eso es más en tanto al contendido, no en tanto a las habilidades.
(Santiago) No en las habilidades, pero sí en el contenido fáctico. Sea medicina,
cuál es el tratamiento ideal para tal cosa o cualquier área del conocimiento y
entonces cuando escuché eso me impactó mucho y pensé “qué ridículo, ¿no?”,
porque, claro, con un mundo que cambiaba mucho más lento armamos un
esquema donde durante 20% de la vida dedicamos el 100% o el casi 100% a
estudiar. Digamos entre los 5 y los veinte y pocos años, 20% más o menos de
la vida 100% enfocados en estudiar y el resto en general la mayoría de las
personas dedicamos 1% probablemente es mucho y entonces se me ocurrió la
idea de que en vez de dedicar el 20%, perdón el 100% del 20% de la vida,
deberíamos dedicar 20% del tiempo durante el 100% de la vida. Esto simplifica
justo lo que decía recién, tal vez debiera ser incluso creciente, ¿no? Porque si
es verdad y no es solo un fenómeno que solo me ocurre a mí, que cada vez es
más difícil, tal vez habrá que ir invirtiendo cada vez más simplemente para
lograr el mismo nivel de aprendizaje que uno antes incorporaba más fácil. Y me
pareció una idea muy iluminadora para mí mismo individualmente al punto que
tomé una decisión de llevarlo a la práctica y decidí que por el resto de mi vida
un día a la semana voy a dedicarme a aprender y en alguna medida se llo debo
a “Aprender de Grandes”.
(Gerry) Está buenísimo, de hecho, de hecho el inicio de “aprende de Grandes”
era que yo me regalaba este año para aprender cosas, no era tan ambicioso
como vos de decir “el resto de mi vida”, no sé, pero al menos este año y hasta
ahora me está resultando espectacular. O sea, no solo que la experiencia de
aprender enriquece y por lo menos yo lo disfruto un montón sino que el otro
80% suelo ser más productivo, suelo, funciona mejor. No es una pérdida, no es
que hay una tensión y que es una cosa de suma cero que si le sacas a algo el
tiempo ese algo pierde, ese algo sucede mejor todavía, ¿no?
(Santiago) Totalmente. De hecho yo acompañando, como tu amigo, el proceso
de gestación y gestión de este podcast fui viendo los aprendizajes que hiciste
en el proceso y es genial. Ahora esta idea que se me abrió en la cabeza del
20% del tiempo durante el 100% de la vida tiene consecuencias bastantes
fuertes si te haces cargo del concepto y es que yo pensaba, por ejemplo, en
charlas a empresas, teniendo la oportunidad de hablarle a empresarios yo creo
que las empresas debieran formalizar que sus empleados trabajan cuatro días
a la semana y estudian uno y poner mucha cabeza en diseñar ese día para que
sea sumamente productivo para la persona y para la empresa, o sea, que la
empresa entienda el valor de que su gente esté actualizada, esté entrenada,
esté ágil mentalmente porque, como digo, cuando vos estudiás algo no solo
aprendés lo que aprendés, aprendés acerca de aprender y sabes que no me
parce tan irrealizable armar por ejemplo, con un proceso de curaduría, que las
empresas evalúen para cada tipo de puesto, qué de la enorme oferta de
recursos que existen hoy en el mundo es relevante para los empleados de esa
compañía, que te den un abanico grande de posibilidades. Hoy la oferta de
cursos online es gigantesca y después ponerte ciertos tiempos, no se trata de
que ahora en más el viernes todos paveamos mirando videítos en internet, no
tenés que completar el curso con ciertos requisitos formales en determinado
tiempo, no me parece una locura.
(Gerry) Está buenísima. Las empresas obviamente le dedican tiempo y plata y
energía a la capacitación, pero no es 20% ni mucho menos.
(Santiago) Debes ser el uno.
(Gerry) Sí, por ahí el 5, dependiendo del momento porque de repente te
mandan una semana a un curso.
(Santiago) Cinco sería día por mes.
(Gerry) Si, pero si te mandan dos semanas a ser un curso en un año dos
semanas, ya es el cuatro por ciento del año
(Santiago) Sí, dudo que haya muchas compañías que te den dos semanas al
año de entrenamiento.
(Gerry) Puedes ser. Sí, no, seguramente es muchísimo menos. No sé si es el
uno o el cinco, pero no es el 20 ni es, seguramente es muchísimo menos así
que a mí me parece espectacular la idea.
(Santiago) Y en muchos caso casi a regañadientes, ¿no? O sea, hay como un
conflicto entre el área de recursos humanos que cree que es importante y todas
las áreas operativas que “Oh, otra vez se llevan a la gente para que”, que hoy
está como devaluada la idea de que actualizarse es importante.
(Gerry) Bueno, en general las áreas operativas son corto plazistas por
naturaleza porque la miden por el rendimiento día a día y esto es una inversión
que no, no tiene su repago inmediato quizás y es difícil invertir a largo plazo,
¿no?
(Santiago) Claro y tiene después un lado paralelo que es que para muchos
argentinos estudiar en Harvard, por ejemplo, debe haber sido un anhelo, una
fantasía completamente irrealizable. Me imagino que debe ser, no sé, menos
del uno por ciento de los argentinos que han estudiado en Harvard en MIT,
Stamford o algunas de las universidades top. Hoy yo puedo decir desde que
empecé a ejecutar esto de dedicar un día por semana yo los viernes en la
mañana estudio en Harvard y lo digo como en chiste, pero un poco en serio, o
sea, siento orgullo de que estoy pudiendo, aunque sea desde el living de mi
casa, aunque Harvard nunca se entere estoy estudiando en Harvard, con
profesores de Harvard, rindiendo los exámenes.
(Gerry) Que es un curso online.
(Santiago) Es un curso online en una plataforma que se llama EDX que es
gratuita, está buenísima, la contra es que todavía el contenido es mayormente
en inglés. De a poco supongo que irán subtitulando y hoy es quizás la barrera
más grande de acceso al grueso del contenido que es que todavía está ya todo
en inglés y con pocos subtítulos, pero en definitiva llevando esto un poco más
allá hoy se puede hacer cosas ridículas, cosas impensadas como yo el viernes
en la mañana estudio en Harvard y en el viernes a la tarde estudio en Stamford
que queda a 5000 kilómetros. O en Europa, ¿no? En la mañana estudio en
Europa y en la tarde estudio en Asia. Realmente creo que en el momento que
empecemos a incorporar toda esta faceta de internet, nos va a añadir una
riqueza enorme a la vida.
(Gerry) Definitivamente, definitivamente y me pongo a pensar en cómo
aprender y seguramente hay algunas técnicas. Una vez me contaste tu teoría
sobre el copiado. Sobre que los chicos se copian y qué hacer con eso.
Contáme, recordáme cómo era eso.
(Santiago) Mira, para mí quien mejor lo dijo fue Meli, con quien conversaste
hace relativamente poco cuando Meli da su charla en Río de la Plata empieza
con una frase que a mí me voló la cabeza y que yo apenas la escuché, al
terminar su charla fui y le dije “Meli, sabes que voy a decir que lo dijiste vos,
pero esta frase la voy a decir muchas veces”, Meli empezó diciendo “algunas
personas están preocupadas porque dicen que la escuela no le enseña a
nuestros hijos a pensar, yo estoy preocupada porque creo que les enseña a no
pensar” y ese dar vuelta de dos palabritas cambia una enormidad la gravedad
del tema. Y a mí me pareció muy, muy clara la manera de decirlo respecto a
algo que yo había tratado de decir con muchísima menos claridad que ella
cuando escribí en su momento la parte de educación de “Pasaje al futuro” que
es el énfasis desmedido que le damos hoy a los datos fácticos, que es en
definitiva de lo que se trataba la charla de Meli. Hace, digo, cuando nosotros
éramos chicos si por alguna razón necesitabas un dato fáctico y no lo sabías,
por ejemplo, no sé, ¿cuál es la capital de Bulgaria? Si tenías la suerte de tener
una enciclopedia en tu casa ibas hasta la biblioteca, agarrabas la enciclopedia,
buscabas el dato. Tiempo promedio de conseguir el dato, no sé, tres, cuatro
minutos. Si no tenías la suerte de tener una enciclopedia en casa tenías que ir
hasta la biblioteca, no la biblioteca mueble, la biblioteca edificio a hablar con el
bibliotecario, decirle “necesito saber cuál es la capital de Bulgaria” y el tipo
buscaba en un fichero, identificaba cuál era el libro, subía una escalera, te lo
bajaba de un estante, lo ponía arriba de una mesa, buscaba, tiempo de acceso
a un dato por ahí 45 minutos o más, depende de a qué distancia estuvieras de
la biblioteca. En un mundo así tan analógico, llenar nuestra cabeza de datos
tenía todo el sentido del mundo por las dudas, porque era tan costoso no tener
un dato en el caso de que lo necesites que bueno, todo lo que entre en mi
cabeza yo la meto de datos por las dudas. Hoy en día que cualquier dato
fáctico se obtiene en exactamente cuatro segundos incluso por reconocimiento
de voz, hablándole a tu teléfono y diciéndole “¿Cuál es la capital de Bulgaria?”,
el teléfono te lo contesta. No tiene más sentido atiborrarnos de datos fácticos.
Solo en tanto y en cuanto sean útiles para después construir otros conceptos,
datos conceptuales, pero datos fácticos, el nombre de la capital no te dice
absolutamente nada ni te lleva a construir nada posterior. Eso no tuvo correlato
en la manera en la que evaluamos a los chicos o a los adultos, ¿no?, porque
en definitiva la educación de adultos no es muy diferente a la de los chicos que
se basa esencialmente en la repetición de datos facticos, pues la mayoría de
los exámenes son preguntas donde claramente el docente espera una
respuesta concreta que es correcta y todas las demás respuestas son falsas.
Eso tiene un aspecto muy positivo que es que se hace muy fácil corregir
porque es absolutamente objetivo, si me preguntas en qué fecha fue la batalla
de Sepeda, si yo digo la fecha en la que la batalla de Sepeda es correcta y si
digo cualquier otra fecha es incorrecto, pero a la vez nos empuja, nos obliga,
digamos a recordar datos, a entrenar esta habilidad que era crucial 40 años
atrás y es casi enteramente irrelevante hoy. Es divertido cómo los que tenemos
40 y tantos nos acordamos todos los teléfonos de nuestra niñez y ningún
teléfono de ahora. Yo no sé tu número de teléfono.
(Gerry) Yo tampoco el tuyo.
(Santiago) Y sin embargo me preguntás el número de teléfono de mis amigos
de la primera y me los acuerdo todos todavía hoy. Eso tiene que ver con cómo
el rol de la memoria se ha desplazado en nuestra vida cotidiana, pero la
escuela todavía o la educación no refleja eso todavía. Hace poco me tocá dar
una charla con muchos docentes y yo tenía mis notas en la mano mientras
daba la charla entonces cuando llega esta parte agarro y les digo a los
docentes “¿Ustedes se dieron cuenta qué tengo yo en mis manos?”, un
silencio, tengo un machete ¿y por qué tengo un machete? Bueno, tengo un
machete porque en la vida nos macheteamos todo el tiempo, vivimos
macheteándonos. O sea, vas al supermercado, llevas una listita que querés
comprar, no te las aprendés de memoria. Todo lo que queremos recordar en
general lo anotamos, entonces en la vida constantemente nos macheteamos
por qué prohibir machetearse en la escuela, por qué no considerar que es un
recurso que usamos diariamente todos en la escuela debiera estar prohibido. Y
entonces en el libro llevo un paso más allá, a mí me gusta ser provocador, ya
estas alturas me conocés diciendo que en realidad no se trata de permitir la
copia sino volverla obligatoria. En definitiva plantear como consigna que
cualquier pregunta que vos tengas que responder en un examen deba ser
respondida, obviamente examen a computadora abierta y deba ser respondida
usando material de por lo menos tres fuentes distintas, dando crédito a la
fuente, no se trata de afanarle nada a nadie, validando que la fuente sea
confiable porque internet está lleno de información buena y lleno de
información malísima de manera que si vos copiás información mala tu trabajo
va a ser tan bueno como la calidad de información que utilices, aprender a
validad cuál es una fuente confiable o no es una habilidad enorme. Para mí es
importantísima hoy y en base a por lo menos tres fuentes construir un discurso
propio relevante que conteste la pregunta, que no tenga duplicaciones. Yo creo
que alguien que adquiere esa habilidad está cien mil veces mejor preparado
que el que te puede decir la capital de Bulgaria. Y sin embargo, lo más loco,
por lo menos lo que a mí más me, me, me enoja es que, yo lo veo mucho con
mis hijos y sobre todo con el más grande que está en secundaria y es cuando
más se ve todo esto de los datos facticos. Él estudia de memoria el día anterior
a la prueba, estudia el dia anterior y no con mayor anticipación porque sabe
que de memoria, la memoria no dura, sabe perfectamente bien que se va a
olvidar absolutamente todo tan pronto termine el examen, pero lo triste no es
que él lo sabe lo triste es que él lo sabe, yo lo sé, la profesora lo sabe, el
director de la escuela, todos sabemos que es una farsa y contribuimos a que
siga.
(Gerry) ¿Y por qué seguimos con esa farsa?
(Santiago) Creo que hay varias razones una tiene que ver con que muy, muy
pocas cosas en este mundo tienen tanta inercia como la educación.
Conjeturando, no soy un experto en el tema, pero creo que en gran medida los
docentes no conciben educar de una manera muy diferente a la que ellos
mismos fueron educados. Es difícil, aprendiste sobre educación primero como
alumno y reproducís aquello que viviste, también porque los padres tiene una
gran desconexión y no sé cuántos padres que ven a su hijo estudiando el día
anterior de memoria se hacen las preguntas que yo me hago y en gran medida
también porque no tenemos muy claro hacia dónde hay que ir entonces está
claro que lo que está está mal, yo puedo hacer la propuesta de la copia
obligatoria, pero una reforma más profunda, más de base requiere tener un
plano de qué es lo que quieres construir antes de tirar abajo con lo que está.
(Gerry) Claro, eso me hace acordar y atando con lo que hablábamos al
principio de que lo que te decía Juan Enríquez de que cada 10 años empezar
de cero. Jerry Senfield, el humorista, después de hacer mucho tiempo una
rutina que lo hizo tan famoso como fue un día decidió hacerla por última vez y
dijo “después de esto les prometo que no vuelvo a hacer estos chistes, que no
vuelvo a hacer esta rutina”, para forzarse de alguna manera a volver a ser
creativa, ¿no?, porque le iba muy bien con ese y no tenía la necesidad,
digamos, de empezar de cero, pero, y de hecho hizo un show que se llama “Te
lo digo por última vez”, así se llamó, ese era el título del show. Hizo la misma
rutina, siempre terminó y después de eso comenzó a construir nuevo material
de cero y le costó un montón. De hecho, está registrado ahí en un documental
de cómo lo hace y eso me lleva a la pregunta, a la duda que ya la conversamos
en otras oportunidades de si cuando uno quiere emprender algo nuevo, desde
el punto de vista de aprender o de dedicarse a algo nuevo cuán importante es
dejar de hacer lo anterior en el sentido de desaprender, cuán necesario es
hacer ese lugar en nuestra mente, en nuestro tiempo, en nuestras rutinas
diarias para que lo nuevo surja, versus la gente que dice “No, pará, no me voy
a tirar a la pileta si no sé, si no hay agua. Dejáme primero que olfatee por
dónde viene lo nuevo que quiero hacer, lo empiezo hacer mientras sigo
haciendo lo anterior y de a poquito hago la transición”. ¿Cuál funciona mejor de
esas estrategias? ¿La de corte brusco para dar lugar a que lo nuevo surja o
empezar a sembrar cositas chiquiticas y cuando empiecen a crecer ahí pegar el
salto?
(Santiago) La verdad es que no sé s hay una receta universal, a mí claramente
necesito vaciar el vaso antes de poder llenarlo de nuevo. Así lo viví en cada
una de las grandes transiciones de mi vida que tuvieron, yo renuncié siempre a
lo anterior antes de saber qué venía como casi como necesidad, como para
poder gestar algo nuevo. Esta idea, digamos, hay una metáfora que a mí me
gusta que es que si a vos estás agarrado, digamos, de un poste, por ejemplo y
querés agarrarte de otro, pero la distancia del otro poste es más que el largo de
tus brazos estirados podés intentar e intentar hasta que te vas a dar cuenta que
la única manera de llegar a agarrarte de ese otro poste es primero soltar aquel
del que estás agarrada, no hay manera de llegar al otro sin soltar primero. Creo
que la vida, la mayor parte de las veces es eso, es movimiento entre postes
que no alcanzás al próximo sin soltar el primero antes y eso tiene que ver con
incluso con la disponibilidad mental real para pensar otras cosas. Donde quizás
es muy notorio es en el mundo de las empresas porque en el mundo de las
empresas pasa algo más loco todavía, que no sé si están, probablemente en el
plano individual haya un correlato, pero no tan evidente, en el plano de las
empresas muchas veces aquello que te hizo enormemente exitoso es
precisamente lo mismo que te mata si nos capaz de parar de hacerlo.
(Gerry) Tipo Kodack.
(Santiago) Tipo Kodack, sí, está lleno de ejemplos de cómo. Tal vez un buen
ejemplo para mostrar que no es solo de empresas sea Einstein, ¿no?, y la
famosa dificultad de Einstein…
(Gerry) Con la mecánica cuántica.
(Santiago) Claro, con la cuántica. Haber creado la teoría más brillante que
hubiera concebido la humanidad hasta ese momento por su antituividad,
porque una cosa era mirar caer la manzana como Newton y postular cómo
pasaba eso y otra cosa era evaluar fenómenos que no podían ser observados y
crear semejantes conjeturas que después cuando fueras a busca los datos
experimentales, validaran ese modelo descabellado que propusiste y aun así
no pudo pensar después lo que venía tremendamente influenciado por el
raigambre de su propio pensamiento. Creo que pasa mucho eso y pasa cada
vez más. En el ejemplo de Einstein quizás para su época fuera excepcional,
hoy es la regla. Hoy si no tenemos la capacidad de ir poniendo constantemente
signo de pregunta a nuestras propias certezas en muy poco tiempo lo mismo
que te dio éxito te mata.
(Gerry) Santi, hablamos hasta ahora de cómo aprendemos, cómo pegamos
saltos en la vida y obviamente un desafío que tenemos como sociedad es
pensar la educación del futro. Más allá de si va a durar el 20% inicial de la vida
o el 20% durante toda la vida es cómo hacer para dotarnos a nosotros, a
nuestros hijos, a otra gente en la sociedad de las capacidades necesarias para
poder realizarnos en la vida, para decirle de una manera bien amplia y está
claro, y estamos todos de acuerdo en que el modelo educativo actual está
obsoleto en muchas cosas a pesar de que en muchas cosas están
experimentando y están mejorando, pero hay muchas que son resabios de
necesidades del pasado y no de lo que quizás necesita la gente hoy. Te
propongo hacer un juego.
(Santiago) A ver.
(Gerry) Un juego, así sin pensarlo demasiado. Pensemos juntos si tuviéramos
que diseñar una escuela, digamos, una secundaria. Los dos tenemos hijos en
edad secundaria, por lo menos vivimos del lado de padres ahora lo que los
chicos están viviendo en el colegio, tenemos algún recuerdo de cómo lo
vivimos nosotros hace algún tiempo y tenemos la sensación de que es como
vos decías antes el modelo está mucho más pensado para meter datos que
después no significan nada y que no son tan necesarios a futuro y que se
vuelven obsoletos, etc., y estamos de acuerdo en que no es eso lo que
necesitan. Entonces, ¿cómo hacemos? Si tuviéramos hoja en blanco, ¿no?, y
tuviéramos que pensar, vamos a construir, diseñar una escuela, ni siquiera sé
si es una escuela, ni si quiera sé si hay que hay que construir algo. ¿Por dónde
podríamos empezar a pensarlo? Pensemos juntos, no estoy esperando una
respuesta sino que pensemos.
(Santiago) Mira, una de las cosas que a mí siempre me chocó mucho es que yo
dentro de todo era buen alumno, era bastante curioso, interesado y aun así,
salvo muy contadas excepciones, la mayoría de las materias del secundario no
me interesaban demasiado y ahora me pasó algo curiosos, no es secundario,
es séptimo grado, pero en el comienzo de clases de este año mi hijo Ezequiel
que está por empezar séptimo grado tuvimos una reunión de padres donde los
maestros nos contaron qué era lo que los chicos iban a ver este año. Entonces
la maestra de sociales nos contó que iban a ver historia argentina del siglo XX,
historia universal del siglo XX, Segunda Guerra Mundial. Después nos contaron
que en ciencias naturales iban a ver los principales sistemas del sistema
respiratorio, del sistema digestivo y a medida que nos iban contando a mí todo
me parecía fascinante y pensaba “qué lindo que Ezequiel va a ver todas estas
cosas este año”, casi que me daban ganas de hacer séptimo grado a mí.
Llegué a casa, porque Ezequiel no estaba en la reunión con nosotros y le digo
“Ezequiel, qué espectacular todas las cosas que vas a ver este año”, “¿Qué,
papá?”, le empiezo a enumerar y su cara de nada, me estás jodiendo, es un
bodrio todo eso que me estás contando. Y claro, pensaba que en realidad no
es objetivo que sea o no un bodrio depende de que vos interesado en esos
temas. Y me animo a conjeturar que si me dieran el programa de cuarto grado
o me dieran el programa de tercer año todos me parecían fascinantes ahora.
Muy pocas cosas me parecerían un embole y tiene que ver con que mi mirada
del mundo hoy es muy diferente a la que era en ese momento. Lo cual nos
lleva a algo que no sé cómo se arregla, pero sobre todo en la adolescencia a
los chicos les importa otra cosa.
(Gerry) Claro. Es interesante porque está recontra estudiando que la
motivación, digamos, de la persona que está estudiando influye mucho en su
capacidad de aprender. Esto es casi una obviedad.
(Santiago) De hecho para mí el valió más valioso hasta ahora de “Aprender de
Grandes” fue el que mencionaste pasando en limpio la entrevista con Mariano
Sigman. De que incluso estar motivado por otra cosa funciona.
(Gerry) Porque segrega la dopamina.
(Santiago) Exacto, no importa por qué, o sea, motiváte por algo y después
estudiá aunque no sea por la misma razón.
(Gerry) Pero eso está buenísimo porque creo que refuerza lo que decías antes
de esta idea de estudiar, de dedicarlo 20% a estudiar durante toda la vida en
lugar de dedicarle 20% de la vida a estudiar durante el 100% del tiempo porque
de esa manera uno es más flexible para ir estudiando las cosas que le van
interesando a uno en cada momento. De hecho a mí, yo siempre odie estudiar
en la secundaria estudiar historia, no me gustaba. Habrá sido por los libros, por
los profes, no sé, por algo que a mí me pasaba en otros lados. No era algo que
a mí me fallaba y ahora me está fascinando, me está fascinando y estoy
leyendo de eso y estoy preparando episodios de “Aprender de Grandes” sobre
historia porque encontré una manera de leerla y de entenderla que, no sé, la
encuentro fascinante en este momento de mi vida, no en cuarto grado y en
cuarto grado por ahí era el mismo contenido factico, pero en ese momento no
significaba nada para mí y todo lo que me dijeron seguramente se me olvidó.
Entonces ahí vamos poniendo un factor, ¿no?, de ver cómo hacer en esta, si
querés escuela del futuro o la escuela que podamos construir para buscar los
momentos adecuados para aprender cada cosa que, definitivamente, no son lo
mismo para cada chico, para cada grande, ¿no?
(Santiago) Bueno, totalmente lo cual nos lleva a algo que seguramente tendría
esa escuela que es que para mí tendría bastante más grado de elección de los
contenidos, que todos los chicos cursen las mismas 11 materias durante cinco
años suena bastante descabezado.
(Gerry) Y a la misma edad.
(Santiago) Lo veo incluso con mi hijo más grande que está en secundaria que
es una secundaria que tiene orientación y que los últimos tres años tiene fuerte
carga en ciertos temas que ya son temas que él eligió y tiene muchísimo más
interés en las materias de orientación que en las materias generales. Entonces
creo que por ahí hay una punta de lobillo interesante. Después hay un tema
que desde que escribí también esa del “Pasaje al futuro” me da muchas vueltas
en la cabeza que es un tema antipático, pero me parece muy importante y es
que no sé si nos dimos cuenta, o sea, curiosamente el castigo físico se abolió
en las escuelas hace muy poco tiempo, muy poco tiempo. Incluso en algunos
lugares en Estados Unidos todavía es legal. En algunos estados en Estados
Unidos está reglamentado en qué circunstancia se puede pegar, quién puede
pegar, con qué puede pegar y cuántos golpes puede dar en función, es una
especie de código penal, dice “hiciste tal macana, okay”, dan con regla ocho
chinos.
(Gerry) Claro, pero debe ser una cosa que casi no se usa.
(Santiago) Muy probablemente no se usa, no creo que se use a estas alturas
en ningún lado, lo cual no deja de mostrar cuán cerca está que incluso esté
legalmente vigente, que no haya sido si quiera derogado. En buena parte de
los países de Europa el castigo físico se abolió hará unos 30 años y me
contaron varios conocidos españoles que apenas sucedió esto, no era raro que
los padres fueran a los maestros y le dijeran “maestro, si usted tiene que
pegarle, péguele”, o sea no importa que ahora ya la escuela no lo promueva. Si
usted siente la necesidad de pegarle, péguele”, porque hasta ese punto estaba
incorporado y lo que me parece interesante, más allá de que ahora suena casi
tan loco como pensar que hace poco tiempo no votaban las mujeres o hace
poco tiempo los negros no podía sentarse en el mismo banco de la plaza que
los blancos, lo que me parece muy interesante es que no sé si en algún
momento nos dimos cuenta cuán importante era el miedo como estructurador
de la experiencia del aula. No sé si en el momento de sacar el castigo físico
nos dimos cuenta que estábamos sacando no un detalle, algo absolutamente
central a la construcción de autoridad del docente. La autoridad del docente se
apoyaba en la simetría del conocimiento, en saber mucho más que los alumnos
y en tener el garrote. La posibilidad incluso, o sea, a mi mamá le pegaban en la
escuela. Mi mamá cuenta que le hacían cosas como arrodillarse sobre granos
de maíz como castigo si hacía ciertas faltas. Cuando yo hice la primaria, por
ejemplo, ya no nos pegaban, pero era el proceso y nos revidaban las uñas que
tuvieran cortas y nos miraban con los dedos, que no podíamos tener más de
dos dedos con el pelo en la nuca. Ciertas cosas que no hacía falta que te
peguen para que el miedo esté sobrevolando el aula. Ahora no, ahora vos
entrás a cualquier escuela y te das cuenta que felizmente los chicos ya no
tienen miedo, pero no sé si nos dimos cuenta de lo difícil, hacía falta
reemplazar al miedo con algo. No podías sacarlo sin poner algo en su lugar. Y
ese algo en su lugar yo creo es la motivación. Y es mucho más fácil tener a un
chico asustado que tenerlo motivado, pero no nos dimos cuenta del desafío
que nos estábamos comprando en el momento de decir “Okay, no le peguemos
más a los chicos, no hagamos, no les hagamos sentir más miedo” y ahora
tenemos el enorme desafío de construir una escuela donde no está el miedo y
donde encima tampoco está del todo la simetría del conocimiento entre
docentes y alumnos, hay muchas áreas en donde los alumnos saben mucho
más que los maestros.
(Gerry) O sea, la simetría está pero al revés.
(Santiago) Claro. En algunos casos está subvertida y los chicos lo saben y los
maestros lo saben entonces lo que te encontrás, que te he tenido de darle
charla a equipos docentes, los maestros están muy a la defensiva, no sé si se
dan cuenta cuán a la defensiva están y yo creo que tiene que ver con estas dos
cosas. Tiene que ver con que se les socavaron los dos pilares básicos de su
autoridad y no los ayudamos a encontrar cómo se construye un lugar de
autoridad diferente que no provenga ni de la simetría del conocimiento ni del
poder del castigo físico.
(Gerry) Y la hipótesis que proponés es que sea a través de la motivación. Es
decir que la herramienta que tienen los maestros es la de motivar para
reemplazar esas cosas que antes ordenaba, si querés, la dinámica en la
escuela, ¿no?
(Santiago) Totalmente, lo cual es un desafío gigante. O sea, yo tengo una gran
admiración por los maestros y no sé si me dan muchas ganas de ponerme en
sus zapatos, pero vienen a la cabeza los ejemplos clásicos, no sé, del cine,
¿no? Mister Keetee, el profesor de la sociedad de los poetas muertos, esos
profesores capaces de transmitir una enorme pasión por el tema que los
involucra y despertar esa motivación en los chicos. Es súper difícil. Ahora, algo
interesante, hace un año fue, cumplí 25 años de que terminé la secundaria y
hubo un acto el área del Aula Magna de mi colegio al cual no fueron muchos
profesores, pero fue uno que yo recordaba como uno de los mejores profesores
de mi secundaria, un profesor de historia de apellido Cano que tenía varias
particularidades. Cano tomaba, éramos 36 en el aula, Cano hacía 18 temas. O
sea, no era tema uno, tema dos, tema uno, tema dos. Era tema uno, dos, tres,
cuatro, 18, solo dos personas en el aula tenían las misma pregunta. Todos los
exámenes de Cano eran una sola pregunta que en general no ocupaba más de
un renglón. Era una tirita de papel con un renglón y esa era la pregunta, nunca
más que una. Contestar esa pregunta de un renglón en general requería tres,
cuatro, cinco carillas de manera no absolutamente no obvia y a libro abierto. Yo
tenía un gran recuerdo de este profesor y pensé que era yo. El tipo estaba ahí
y no había pibe de mi año desde los más tragas, hasta los más quilomberos,
todos lo veían ahí y se acercaban a decirle “Profesor, qué recuerdo tengo de
haber estudiado con usted” .
(Gerry) ¿Y qué era? ¿Qué tenía este señor Cano?
(Santiago) Te hacía pensar. O sea, te conectaba con la historia de una manera
un poco como vos decías. Las preguntas muchas veces eran tramposas
entonces tenías preguntas como, “¿En qué ayudó…?”, me acuerdo una en
particular, “¿En qué ayudó…”, creo que era “Catalina la Grande a lograr que se
haga el tratado de no sé cuánto?”, y en realidad en lo que ayudó fue en morirse
porque Catalina La Grande se murió y gracias a que ella se murió, llega el
sucesor y ya no se hace el acuerdo que ella quería hacer, o sea, tenías que
entender mucho el tema para darte cuenta porque el tipo te ponía bastante
trampas, pero trampas que requerían inteligencias, trampas que requerían una
buena interpretación de los hechos históricos para darte cuenta. Pero lo que
más me sorprendió es que yo creí que era más un tema mío y me di cuenta
que ese tipo había tenido el mismo efecto en prácticamente en todos, lo cual te
hace pensar que hay ciertas metodologías o ciertas, no sé si decir magia, no sé
qué. Hay algo que ciertos profesores tienen que funciona y funciona para
prácticamente todo el mundo.
(Gerry) Está buenísimo. Sigamos pensando en esta escuela que vamos a
construir juntos, ¿hacemos materias o no?
(Santiago) Es una buena pregunta. Ahora está muy de moda, suena casia
lugar común, pero para mí no es casualidad, creo que hay una gran verdad,
creo que tiene para mí mucho más sentido trabajar alrededor de proyectos que
de materias, ¿no? De nuevo, es mucho más difícil porque es mucho más fácil
conseguir un profesor de historia que un profesor desde un proyecto pueda
articular tres o cuatro disciplinas diferentes. Requiere habilidades que hoy por
hoy los profesores o maestros no tienen porque no fueron educados ni como
alumnos ni como docentes bajo esa metodología, pero cuando ves ciertas
experiencias de educación no formal, me viene a la cabeza puerta 18, la charla
de Río de la Plata de Laura Benvenaste o Crativis de Matías Cacciagrano que
tuvo su charla en el mundo de las ideas, esa manera de trabajar que ellos
tienen donde no solo trabajan por proyectos, sino que trabajan a partir.

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