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Credo Personal

Dios

Dios es un ser que existe eternamente en tres personas distintas [El Padre, El
Hijo y El Espíritu Santo], cada una de las cuales es totalmente e igualmente
Dios; posee toda la naturaleza y atributos divinos, y es totalmente digna de
nuestra adoración y servicio (Deu. 6:4; Mat. 28:19; Juan 1:14, 10:30; 2 Cor.
13:14).

Dios Padre

Dios Padre es la primera persona de la Trinidad. Dios es eterno, inmutable,


todopoderoso, omnisciente, omnisapiente, omnipresente, su esencia es amor,
completamente justo y perfectamente santo, soberano gobernador y
sostenedor del universo. El es el Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo
y Padre de todos los creyentes (Gén. 1:1; Efe. 4:6; Juan 1:12-13, 5:19-21,
17:1-5; Isa. 40:21-28, 43:10-13, 46:8-11; Rom. 8:14-16).

Dios Hijo

Jesucristo es Dios y la segunda persona de la Trinidad y es el eterno unigénito


Hijo de Dios quien se hizo carne para revelar a Dios al hombre y para ser el
Salvador del mundo perdido. El es totalmente Dios y totalmente hombre, dos
naturalezas inseparablemente unidas en una sola persona, por toda la
eternidad. Jesús fue concebido milagrosamente por el Espíritu Santo; nació de
la Virgen María; vivió una vida sin pecado; murió en la cruz como sacrificio
expiatorio, suficiente, sustitutivo por todos los pecados, de todos los hombres,
de todas las épocas; fue sepultado; se levanto corporalmente de entre los
muertos; ascendió físicamente al cielo en Su cuerpo resucitado y glorificado;
esta sentado a la derecha del Padre llevando a cabo su ministerio de
intercesión; volverá para tomar a Su novia la iglesia en el aire; y por ultimo
retornara a la tierra corporal, personal y visiblemente, para dar fin a la historia
de la humanidad y consumar el eterno plan de Dios, mediante la ejecución de
juicio y la introducción de su reinado en Su Reino Milenial al cual le seguirá el
eterno estado de las cosas (Juan 1:1, 14, 18, 3:16; Luc. 1:30-35; Fil. 2:5-8; Col.
2:3-9; Mar.10:45; Hech. 2:22-24; Juan 1:29; Rom. 3:25-26; Heb.10:5-14; 1 Pe.
2:24; 1 Pe. 3:18; Juan 20:20; Fil. 3:20-21; Heb. 1:3; Rom. 8:34; Hech.1:11;
Heb. 9:28; 1 Tes. 4:13-18; 2 Tes. 2:7; Mat. 24:44; Apo.19:11; Apo. 21-22).

Dios Espíritu Santo

El Espíritu Santo es Dios, es la tercera persona de la Santa Trinidad. Santifica,


convence al mundo de pecado, de justicia y de Juicio. Posee todos los atributos
de la divinidad, es una persona que gime, se contrista, nos enseña, nos
consuela y nos guía a toda verdad. Además reparte dones a los santos para la
edificación de la iglesia. (Gal. 4:6, Jn. 14: 26, Jn.15:26 , Jn.16:8-11, 1Jn.5:7)

Las Escrituras

La Biblia es la Palabra de Dios inspirada y que hombres de Dios “fueron


inspirados por el Espíritu Santo” para escribir las palabras de la Escritura. La
Biblia, por lo tanto, en sus manuscritos originales es inerrante, no contiene error
(es exacta). Dios ha preservado la Biblia en forma sobrenatural y esta es la
única y eterna autoridad para la fe y para la vida, proveyendo estimulo, guia,
consuelo y enseñanza para la instrucción en justicia (2 Tim. 3:16-17; 2 Pe.
1:20-21).

Creación

Dios trino en el principio para la manifestación de la gloria de su poder creo en


seis días el mundo y todas las cosas que hay en el, sean visibles o invisibles.
Creo el Sol y la Luna como los astros que alumbraran la tierra y separaran el
día y la noche. Creo las estrellas del firmamento, la vegetación y los animales.
Y al final al sexto día creo al hombre. Al séptimo día descanso Dios y bendijo el
séptimo día. (Gen. Cap.1)

Providencia

Dios, el Gran Creador de todo, sostiene, dirige, dispone, y gobierna a todas las
criaturas, acciones y cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por su
sabia y santa providencia, conforme a su presciencia infalible y al libre e
inmutable consejo de su propia voluntad, para la alabanza de la gloria de su
sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia. (Hebreos 1:3; Daniel 4:34,35;
Salmos 135:6; Hechos 17:25,26,28; Job 38,39,40 y 41; Mateo 10:29,30,31)

Creación del Hombre

El hombre fue creado a la imagen de Dios, que no llego a existir como


resultado de una evolución sino que su creación fue un acto directo de la
voluntad y poder de Dios. Fue creado para dar gloria, adorar y servir a Dios, asi
como para tener comunión con El. La desobediencia del hombre fue la causa
de que este cayera en pecado, lo cual trajo como consecuencia tanto la muerte
física como la espiritual; por la muerte, el hombre quedo separado de Dios. La
naturaleza del hombre se corrompió y esta totalmente perdido, “muerto en
delitos y pecados. (Gén.1:26, 2:6,17, 3:17-24; Isa. 59:1-2; Rom 23, 5:6-8;
Luc.18:2 -27; Efe. 2:1-3)
Imagen de Dios

El hombre fue creado a imagen de Dios. Esto significa que el Hombre tiene
habilidades morales e intelectuales similares a Dios, aun, cuando no son tan
perfectas y vastas como las de Dios. El hombre tenía acceso libre y sin
impedimento a Dios. Esto se ejemplifica en el relato de (Génesis 3:8)

Pecado

El hombre cuando fue creado era perfecto, y limpio. Adán y Eva se rebelaron
contra Dios y pecaron al comer del fruto prohibido. Todo pecado, ya sea
original o actual, siendo una transgresión de la justa ley de Dios y contrario a
ella, por su propia naturaleza trae culpabilidad sobre el pecador, por lo que este
queda bajo la ira de Dios y de la maldición de la ley y por lo tanto sujeto a la
muerte con todas las miserias espirituales, temporales y eternas. (1 Juan 3:4;
Romanos 2:15; Romanos 3:9,19; Efesios 2:3; Gálatas 3:10; Romanos 6:23;
Efesios 4:18; 2 Tesalonicenses 1:9)

La Salvación

La salvación es por gracia, es un don inmerecido, viene de parte de Dios, por


medio de la fe, no por obras para que nadie se glorie. (Ef.2:8,9) El ser humano
caído solo puede acercarse a Dios aceptando a Jesucristo que ha sido provisto
como cordero de Dios para quitar el pecado del mundo. (Jn. 1:29) Dios en su
gran amor y bondad amo tanto al mundo que dio a su hijo unigénito para que
todo aquel que en El cree no se pierda sino tenga la vida eterna. (Jn. 3:16)
Para ser salvo y llegar a ser hijos de Dios debemos creer en Cristo y recibirlo
ya que El es el único camino y mediador entre Dios y los hombres. (Jn.1:12,
Jn.14:6) Es necesario para esto el arrepentimiento de parte del pecador y la
regeneración operada por el Espiritu Santo. (Hech.3:19)

La ley de Dios

Dios dio a Adán una ley como un pacto de obras, por la que lo obligó a toda su
posteridad a una obediencia personal, completa, exacta y perpetua; le prometió
la vida por el cumplimiento de ella, y le amenazó con la muerte si la infringía; y
le dio también el poder y la capacidad para guardarla. (Génesis 1:26,27; 2:17;
Romanos 2:14,15; 10:5; 5:12,19; Gálatas 3:10,12; Eclesiastés 7:29; Job 28:28)
El Evangelio

Siendo el pacto según la Ley inútil para dar vida y volver al hombre hacia Dios,
agrado a Dios dar la promesa de Cristo, la simiente de la mujer, revelado como
el Verbo de Dios la palabra y el mensaje de la salvación para la conversión y
salvación de los pecadores del mundo entero por medio de la fe por la cual es
revelada la justicia de Dios. La palabra de salvación se hizo cercana en la boca
y en el corazón. Hay que creer que Cristo murió y resucito para darnos vida y
hay que confesar sin temor que El es el Señor de nuestras vidas. Como hijos
regenerados por el Espíritu Santo que es la garantía de nuestra salvación
vamos por el mundo como embajadores diciéndoles a los hombres que se
reconcilien con Dios. (Gen.3:15, Hech. 4:12, Rom.10:13-15)

La Iglesia

La iglesia es el cuerpo de Cristo, de la cual El es la cabeza y cuyos miembros


son todos aquellos que verdaderamente han recibido a Cristo por medio de la
fe. La iglesia local es una expresión tangible del cuerpo de Cristo en una
localidad en particular. Debido a que todos los miembros del cuerpo de Cristo
están unidos en El por el mismo Espíritu deben, por lo tanto, vivir en amor,
armonía y unidad; luchar por el mismo propósito y aceptar aquellas practicas
denominacionales (aunque sectarias) que se basan en una sincera
interpretación de la Biblia, que no tienen relación directa con asuntos
doctrinales sustanciales y que, en la practica, no son causa de división ni
constituyen un obstáculo para el ministerio. Creemos que el propósito de la
iglesia es dar a conocer a Cristo a los hombres perdidos, hacer discípulos y
glorificar a Dios en la tierra (1 Cor. 12:12-27; Efe. 1:20-23, 4:1-4, 4:12-16; Mat.
28:18-20; Juan 17).

Las Ordenanzas

Las únicas dos ordenanzas para la iglesia reconocidas por la Escritura, son el
bautismo por agua y la Cena del Señor. El bautismo por inmersión en el agua
es un acto de obediencia que, realizándose después de la salvación, describe
simbólicamente la muerte del creyente al pecado, la sepultura del viejo hombre,
y la resurrección a una nueva vida. La Cena del Señor celebra compañerismo y
comunión con Cristo y simbólicamente conmemora Su muerte y anticipa Su
segunda venida (Mat. 28:19; Hech. 10:47-48; Luc. 22:19-20; 1 Cor. 11:23-28;
Rom. 6:3-4)

Membrecía en la iglesia

Todos los creyentes están obligados a unirse a iglesias locales. En las iglesias
locales contamos con muchas personas asistentes pero no comprometidas en
la obra y el servicio cristiano. La miembro comprometido con la iglesia debe ser
de buen testimonio publico, bautizado y dispuesto a someterse a las
disciplinas, normas y gobierno de la iglesia conforme a la norma de Cristo
estipulado por la palabra de Dios, la Biblia. Este no debe perturbar el orden
sino buscar la paz y comunión con todos. (Heb.10:25, 12:8)

Gobierno de la Iglesia.

La iglesia local debe ser dirigida y gobernada por oficiales escogidos por Dios y
aceptados por la membrecía. A su vez el liderazgo de la iglesia representado
por un Pastor generalmente debe ser de carácter manso y humilde, tratando a
su rebaño sabiendo que no es dueño sino administrador y mayordomo del
dueño real que es Jesucristo. La congregación tiene todo el derecho de
levantarse y actuar cuando el liderazgo abraza alguna doctrina que se sale de
lo puro y genuino de las sagradas escrituras. Además la iglesia debe contar
con miembros al servicio de sus fieles como diáconos, diaconizas, etc. Todos
ellos deben atender al servicio de Cristo, ministrando la palabra, en la oración
velando por la condición y crecimiento del cuerpo de Cristo. (Heb. 13:17, 1
Pedro 5: 2-4)

Ética Cristiana

Todo aquel que cree en Cristo debe vivir para El y no para si mismo y debe,
mediante el poder del Espíritu Santo que mora en el, permitir que la vida de
Cristo se manifieste a través de la suya, para la gloria de Dios.
Mediante el diario desarrollo de la obediencia a la Palabra de Dios, cada
creyente debe madurar y ser, progresivamente, mas como Jesús.
Descansando en el poder del Espíritu Santo, cada creyente debe vivir una vida
santa; no satisfacer los deseos de la carne; practicar sus dones espirituales
para el crecimiento del cuerpo de Cristo; testificar para Cristo; involucrarse
personalmente en la formación de discípulos con objeto de dar cumplimiento a
la Gran Comisión; realizar buenas obras y llevar fruto para la gloria de Dios
(Gál. 2:20; 1 Pe. 1:15-16, 2:11; 2 Cor. 5:14-15; Rom. 6:11-13; Efe. 2:10, 4:11-
12, 4:22-24; 1 Pe. 4:10-11; Hech. 1:8; Mat. 28:18-20; Col. 1:10; Juan 15:8 y
16).

Ministerio

Dios al rescatarnos e injertarnos en el cuerpo de Cristo nos dota y capacita


para la obra del ministerio. Ministerio es servicio. Somos ministros de Cristo y
de los santos. Dios tiene un llamado irrevocable para cada uno de nosotros y
es necesario para nosotros mantenernos fiel en el conocimiento y ejercicio de
la obra encomendada. Los dones dados a los hijos de Dios son para la
edificación de la iglesia. La iglesia crece a través del crecimiento de cada
miembro. Hay diversas maneras de servir, pero hay un mismo Señor, hay
diversas funciones pero es un mismo Dios. (1 Cor.12:4-7, Rom.11:29)

Misiones

Misiones es el corazón de la iglesia. La iglesia de Jesucristo debe saber que


los campos están listos para la cosecha. Solo hacen falta trabajadores. El
espíritu Santo nos da poder para ser testigos y mártires en toda nuestra
comunidad, nuestro país y hasta lo ultimo de la tierra. La iglesia debe enviar,
confirmar la visión de sus fieles y apoyar en todo para que el evangelio sea
propagado y llene la tierra. (Hech1:8, Jn.4:35)

Escatología.

Creo que el siguiente evento profético será el arrebatamiento (rapto) de la


iglesia cuando el Señor Jesucristo regrese en el aire para recibir en Si mismo a
todos los creyentes de la Era de la Iglesia (Juan 14:1-3; Tit. 2:11-14; 1 Cor.
15:51-52; 1 Tes. 4:13-18; Fil. 3:20-21). Al arrebatamiento (rapto) de la iglesia
seguirá el periodo de siete anos de la Gran Tribulación como cumplimiento de
Dan. 9:24-27, cuya descripción esta en Apo. 6:1 a 19:21, periodo durante el
cual Israel sera purificado, el mundo entero probado y la ira de Dios derramada
contra el pecado (Jer. 30:7; Mat. 24; Apo. 3:10; 1 Tes. 5:9-11).
Creemos que al final de la Gran Tribulación, el Señor Jesucristo, en Su
segunda venida, regresara físicamente y personalmente a la tierra en la misma
forma como ascendió, con poder y gran gloria, para ejecutar juicio e introducir
el Reino Milenial, durante el cual El reinara sobre la tierra por 1000 anos con
rectitud, justicia y paz, para que se cumpla la promesa de Dios en Su Pacto con
Israel (Hech. 1:8-11; Apo. 19:11-21; Eze. 37:21-28; Isa. 11:9; Apo. 20:1-6).
Creemos que el reinado de 1000 anos de Cristo en la tierra sera seguido por el
juicio final de Satanás, cuando sea lanzado eternamente dentro del lago de
fuego; por el juicio del gran trono blanco y la resurrección corporal de aquellos
que no creyeron en Cristo; por la creación de cielos nuevos y tierra nueva; y
por el eterno estado de las cosas (Apo. 20-22; 2 Pe. 3:1-14).

Estado intermedio

Los cuerpos de los hombres vuelven al polvo, corruptos después que mueren
y sus almas inmortales vuelven a Dios. Las almas de los justos hechas
perfectas van con Cristo en el Paraíso, esperando la plena redención de sus
cuerpos. Las almas de los malvados van al infierno para ser atormentados y
esperar el gran juicio. No se reconoce en la escritura la existencia de un lugar
llamado purgatorio, donde purgar pecados. El único que limpia pecado es
Jesucristo a través de su Sangre y eso es mientras la persona esta viva aquí
en la tierra. (2 Cor. 5:6-10, Rom.14:10. Luc.23:43, 1Cor. 15:20-25 1 Tes.4:
16-17)

Día del Juicio final

Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por


Jesucristo, a quien todo poder y juicio es dado por el Padre. En tal día no sólo
los ángeles apóstatas serán juzgados, sino que también todas las personas
que han vivido sobre la tierra, comparecerán delante del tribunal de Cristo para
dar cuenta de sus pensamientos, palabras y acciones, y para recibir conforme
a lo que hayan hecho en su cuerpo, sea bueno o malo. (Hechos 17:31; Juan
5:22,27; 1 Corintios 6:3; Judas 6; 2 Pedro 2:4; 2 Corintios 5:10; Eclesiastés
12:14; Romanos 2:16 y 14:10,12; Mateo 12:36,37)

La Eternidad

En el momento de morir, todo creyente va inmediata y conscientemente a la


presencia y compañía del Señor para esperar la resurrección física y la
glorificación de su cuerpo cuando Cristo retorne a la tierra. El creyente
entonces gozara de la vida eterna con Dios acompañándole, adorándole y
sirviéndole por toda la eternidad (2 Cor 5:6; 1 Cor 15:12-58; Luc 23:39-43; 1
Tes. 4:13-18; Juan 3:16; Apo. 21-22).

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