Escuela de Chicago
Escuela de Chicago
Escuela de Chicago
Es decisivo en este reto William Le Baron Jenny, que habiendo estudiado ingeniería en París y tras haber
sido ingeniero durante la Guerra de Secesión abrió un estudio de arquitectura en Chicago en 1868.
Fue profesor en la Universidad de Michigan desde 1876 hasta 1880 por lo que de sus aulas y de su estudio
saldrán los más importantes proyectistas de las próximas décadas que trabajarán en el estilo que definimos
como "La Escuela de Chicago", una solución intermedia entre la ingeniería y la arquitectura: una mezcla de
funcionalidad, avance técnico y criterios estéticos.
Fueron dos grandes avances
técnicos los que consiguieron
que esa idea se llegase a
materializar: el primero, la
invención del ascensor por parte
de Elisha Otis en 1853, que
posibilitó subir sin esfuerzo a las
alturas que poco a poco se iban
alcanzando. El otro gran avance
fue la incorporación a los
edificios de estructuras de
acero que hasta el momento
se estaban aplicando a puentes
y otras obras de ingeniería.
Con el anterior sistema de
muros de carga que tenían que
ser necesariamente más
gruesos para soportar el peso
de cada vez más plantas hubiese
sido imposible alcanzar las
Calle de Chicago en la década de 1880-90. alturas que sí permitían los
nuevos pilares de metal.
El más decisivo fue la aplicación del
invento del ascensor, primero a vapor
(Otis, 1864), luego de propulsión
hidráulica (Baldwin, 1870) y
finalmente eléctricos (Siemens, 1887),
que resolvió el transporte vertical a lo
largo del edificio, que permitía el
rápido ascenso y sin desgaste físico.
Tampoco es despreciable la utilidad de
otros dos inventos que permiten el
provechoso funcionamiento de los
grandes edificios de altura: el teléfono
y el correo neumático (tubería que
interconecta todos los pisos y los
diferentes locales del edificio).