Hemoparaìsitos

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Hemoparásitos

Los hemopará sitos son organismos que pueden ser transmitidos a los animales
domésticos por vectores mecá nicos y bioló gicos. Su presencia en los animales
domésticos produce cuadros hemá ticos que afectan la salud animal.

Los animales domésticos se encuentran expuestos a numerosos


microorganismos tales como bacterias, virus, rickettsias, mycoplasmas,
clamidias, hongos, metazoarios y protozoarios. Los hemopará sitos agrupan una
gran cantidad de agentes etioló gicos causantes de enfermedades de gran
trascendencia para la salud animal y salud pú blica a nivel mundial. Entre estos
agentes encontramos un gran nú mero de especies, principalmente rickettsias,
nematodos y protozoarios.

Causadas por Garrapatas:

Ehrlichiosis

La Ehrlichiosis es una enfermedad causada por un microorganismo llamado


Ehrlichia y transmitida por la picadura de una garrapata infectada. Una vez
adquirida, el microorganismo se reproduce dentro de las células sanguíneas,
específicamente en los gló bulos rojos y las plaquetas. Por medio de la sangre va
extendiéndose por los distintos ó rganos del perro y produciendo inflamaciones
en los mismos.

Consta de tres fases. Durante la fase inicial, que dura apenas un par de semanas,
podemos observar alguna hemorragia, temblores y algo de apatía en la mascota.
Es posible incluso que no notemos nada. En la segunda fase, la incubació n del
virus, no se observan síntomas. En todo caso sí podemos observar una
disminució n de las plaquetas. Esta fase puede durar en algunas ocasiones hasta
varios añ os. Y en la ú ltima fase, sus síntomas pueden incluir para el perro un muy
bajo conteo de células sanguíneas (pancitopenia), sangrado, infecció n bacteriana,
cojera, trastornos neuroló gicos y oftá lmicos y enfermedad renal, y en algunos
casos puede resultar fatal.

Es una enfermedad no muy conocida o tomada en cuenta por el pú blico general,


a pesar de que su incidencia ha ido en aumento durante los añ os recientes.

Esta enfermedad es sumamente difícil de eliminar ya que se vive en un país


tropical donde la humedad se mantiene a pesar de las dos estaciones y en algú n
momento la mascota será picada por una garrapata. Por lo que la probabilidad
para la mascota de contraer la enfermedad es muy alta.

Un perro que está positivo a Ehrlichia no se puede curar de la enfermedad,


porque es una enfermedad intracelular. Lamentablemente el sistema
inmunoló gico no va a afectar a la célula hasta que de la señ al de que está
enferma. Por eso es tan importante la prevenció n en estos casos. Lo
recomendable es llevar perió dicamente al perro para la realizaron de exá menes
de sangre que comprueben o no la presencia de la enfermedad, y de ser así
tratarla en sus fases tempranas. Sin embargo, el mejor tratamiento posible
contra la Ehrlichiosis consiste en tener cuidado con las garrapatas que puedan
picar a nuestro perro, colocandole el collar Scalibor®, que con su efecto residual
evita la presencia de garrapatas en nuestra mascota por 6 meses, y así la
posibilidad d contraer la Ehrlichiosis.

La enfermedad no es exclusiva de los perros, puede transmitirse a los humanos a


través de las garrapatas que pican a perros infectados.

Anaplasmosis

La anaplasmosis es una enfermedad infecciosa de los perros y de los gatos


producida por el Anaplasma phagocytophilum. Esta enfermedad fué identificada
por primera vez en el hombre en 1993. Es transmitida por las garrapatas

El inicio de la enfermedad tiene lugar a los 5-21días de la picadura y los signos y


síntomas má s frecuentes son fiebre alta, escalofrios, cefaleas y mialgias. Con
menor frecuencia se describen naú seas y vó mitos, anorexia, dolor abdominal,
pérdida de peso, diarrea y alteraciones del estado mental. Las pruebas de
laboratorio muestran leucopenia (blancos<4,500/mm³), trombocitopenia
(plaquetas <150.000/mm³) y aumento de las transaminasas. A veces se presenta
con una co-infecció n por Borrelia burgdorferi o Babesia microti. La enfermedad
se detecta por un ensayo de inmunoflorescencia indirecta.

En los granulocitos de las extensiones de sangre teñ inas con Giemsa o con la
tinció n de Wright se observan en inclusiones celulares (mó rulas).

La enfermedad responde muy bien a un tratamiento con minociclina en dosis de


100 mg dos veces al día hasta 8 días después que el paciente se encuentra afebril.

En general, en los sujetos con fiebre después de la picadura de una garrapata, con
sospecha de anaplasmosis, se recomienda iniciar un tratamiento empírico con
minociclina hasta disponer del diagnó stico, en particular si presentan leucopenia
o trombocitopenia.

Babesiosis

La babesiosis canina es una enfermedad protozoaria transmitida por garrapatas


que produce hipertermia, anemia, hemoglobinuria, letargia y anorexia; en
intensidades variables segú n el caso. Se encuentra dispersa por todo el mundo en
la actualidad. La forma de transmisió n má s comú n es a través de la saliva, y tiene
lugar mientras la garrapata se alimenta de la sangre del animal. Sin embargo,
este pará sito necesita alimentarse como mínimo dos días antes de que se
produzca la auténtica transmisió n.

El diagnó stico se centra en la observació n del pará sito en un frotis sanguíneo


(extensió n de una muestra de sangre bajo el microscopio), si bien es
recomendable realizar una analítica completa para valorar el grado de anemia,
ya que en casos graves puede ser precisa una transfusió n sanguínea.

El tratamiento consiste en una inyecció n de dipropionato de imidocarb junto con


atropina para evitar los efectos secundarios (salivació n), la cual se debe repetir a
los 15 días. La mejoría es evidente en uno o dos días, debiendo valorar si existe
algú n otro ó rgano afectado por la enfermedad, fundamentalmente los riñ ones.

Los animales pueden sufrir recaídas después del tratamiento y los perros
afectados suelen pasar a ser portadores. En cualquier caso el mejor tratamiento
es la prevenció n, para lo cual existen en el mercado varios productos efectivos:
bañ os, sprays y collares como Scalibor®, que mantienen al perro protegido de la
infestació n de garrapatas y en ultima instancia, de contraer la enfermedad.

Causadas por Pulgas:

Dermatitis Alergica

La dermatitis alérgica a la picadura de la pulga (DAPP) es un proceso


dermatoló gico de origen alérgico en perros y gatos, es la afecció n má s comú n de
este tipo en animales de compañ ía.

Esta afecció n es transmitida por la pulga al momento de picar al animal, cuando


inyecta su saliva en la herida para prevenir la coagulació n sanguínea. Si el perro
es alérgico a los componentes presentes en la saliva de la pulga, una sola picada
bastará para generar prurito importante; esto provocará la presencia de lesiones
aun cuando el numero de pulgas presentes sea bajo. Por lo que es sumamente
importante mantener un estricto control de las pulgas.

No existe ninguna predisposició n racial evidente en cuanto a la condició n


alérgica, y los síntomas suelen aparecer má s tarde que la reacció n adversa a los
alimentos, generalmente a partir de los 3 añ os de edad. El riesgo de contraerla
esta, evidentemente incrementado en presencia de cualquier medio ambiente
favorable al desarrollo de las pulgas, como aquellos que presenten calor y
humedad.

El cuadro clínico mas evidente es el prurito, que generalmente se ubica al


principio en la zona de la cola y el lomo del perro, aunque puede dispersarse al
resto del cuerpo al incrementarse la gravedad, y acarrea los signos de: eritema,
alopecia e incluso erosiones cuando es aguda.

Para el tratamiento y control basta con eliminar la causa de la DAPP (las pulgas)
del cuerpo del animal. Se pueden emplear fá rmacos pulicidas adulticidas tó picos
con actividad residual superior al mes, también se pueden usar productos orales
en caso de que el día a día del perro haga inefectivo el tó pico (contacto muy
cercano y frecuente con personas o bañ os habituales). Y la solució n mas practica
y econó mica, que son los collares anti-pulgas como el caso de Scalibor® que es
resistente al agua, mas econó mico que los fá rmacos aplicados, no posee
inconvenientes con el contacto humano y tiene acció n continua por 6 meses.
Cualquiera sea el tratamiento, debe acompañ arse de una limpieza del medio
ambiente infestado.

Causadas por Mosquitos:

Dirofilariasis

La Dirofilariasis o Enfermedad del Gusano Cardíaco es una enfermedad


provocada por un pará sito llamado Dirofilaria immitis, y transmitida por
mosquitos. Afecta principalmente al perro. Ademá s, es posible también que un
ser humano se contagie la enfermedad (aunque esto es raro).

Dirofilaria immitis es un gusano, que en sus primeras fases de vida es


microscó pico (estas larvas son denominadas “microfilarias”). Un perro se puede
contagiar al ser picado por un mosquito infectado con larvas de Dirofilaria. Una
vez en el torrente sanguíneo del perro, éstas viajan hasta el corazó n y las grandes
arterias pulmonares, donde se desarrollan hasta adultos (esto tarda unos 3-4
meses).

Los gusanos adultos pueden medir hasta 27cm de largo y puede haber entre 15 y
20 adultos por perro, dificultando el flujo sanguíneo y provocando los signos
clínicos de la enfermedad (que van desde tos y dificultad respiratoria hasta
insuficiencia cardiaca). Si hay adultos machos y hembras, se pueden reproducir
dando lugar a nuevas microfilarias, que circulará n por los vasos sanguíneos del
perro. Si un mosquito pica a ese perro infectado ingerirá las microfilarias, y luego
de un tiempo, será capaz de transmitir esas microfilarias a otro perro,
infectá ndolo. Eventualmente, un mosquito infectado puede picar a un ser
humano, y contagiarlo. Sin embargo, la enfermedad en el ser humano (si bien es
peligrosa si no se trata a tiempo) no es tan grave como en el perro.

En general, la enfermedad está presente en zonas cercanas a ríos y lagos.


Bá sicamente, lugares donde haya agua suficiente para el desarrollo de mosquitos
en cantidades importantes, y donde también haya animales susceptibles a la
infecció n.

Existen varios tratamientos, que varían segú n el momento de la enfermedad en


el que se encuentre el perro. Normalmente, primero se hace una terapia para
eliminar los gusanos adultos, y luego de un tiempo se hace la terapia para
eliminar las microfilarias. Esta ú ltima está destinada a eliminar las larvas
circulantes, y evitar el contagio a otras mascotas. Durante todo el tratamiento el
animal debe ser supervisado en forma cercana por el veterinario.

Para prevenir la Dirofilariasis debemos disminuir la posibilidad de que los


mosquitos piquen a nuestro perro. Para esto podemos usar bañ os con
piretroides, que deben aplicarse 1 vez al mes sin falta. Suelen perder eficacia si el
perro está en contacto prolongado con el agua. Collar Scalibor®: la constante
liberació n del principio activo (deltametrina) desde el collar permite que el
efecto dure 6 meses, e incluso resista al agua (esto es particularmente ventajoso
en zonas ribereñ as, donde los perros suelen entrar y salir del agua
permanentemente).Otra opció n para prevenir esta enfermedad (que incluso
puede combinarse con alguna de las anteriores) es la administració n mensual de
una droga por vía oral que elimina las larvas que pudiera estar inoculando el
mosquito al picar al perro.

Causadas por Flebotomos:

Leishmaniasis

Con el nombre leishmaniasis se conoce a un grupo de enfermedades, en su


mayoría zoonó ticas, producidas por protozoarios del género Leishmania y
transmitidas por la picadura de flebó tomos.

Las leishmaniasis se dividen en dos grupos bá sicos, la leishmaniasis visceral que


involucra ó rganos internos y que sin tratamiento es mortal, y la leishmaniasis
tegumentaria (que incluye a las formas cutá nea y mucocutá nea) que afecta la piel
o las uniones mucocutá neas y puede curar espontá neamente dejando cicatrices
desfigurantes.

La manifestació n de las dos formas bá sicas de la enfermedad, depende de la


especie de Leishmania involucrada y de la respuesta inmune del hospedador.

Existen unas 20 especies de leishmanias pató genas para el hombre, y 10 han sido
aisladas de perros.

En América, la leishmaniasis visceral es producida por Leishmania chagasi


(sinó nimo Leishmania infantum) y la leishmaniasis tegumentaria es producida
por otros tipos de Leishmania, entre ellas Leishmania (Viannia) braziliensis.

La forma cutá nea tiende a curarse espontá neamente dejando lesiones que, de
acuerdo a la especie de Leishmania involucrada, pueden llegar a provocar
leishmaniasis cutá nea difusa, leishmaniasis recidivans o leishmaniasis
mucocutá nea, con consecuencias estéticas desastrosas para el paciente.

La leishmaniasis visceral, que es la forma má s grave de esta enfermad, resulta


fatal en casi todos los casos, si no se trata.

El perro es el principal reservorio urbano de la Leishmaniasis Visceral. El ser


humano es un huésped accidental en el ciclo de transmisió n de la Leishmaniasis
Visceral.

El tratamiento de la leishmaniasis canina es difícil. Los fá rmacos usados son


caros y todos requieren regímenes de varias dosis, lo que supone numerosas
molestias tanto para los dueñ os como para el paciente. Existen frecuentemente
recaídas de la enfermedad clínica después del tratamiento y muchos de los
fá rmacos tienen efectos secundarios importantes. No hay cura parasitoló gica
para la enfermedad, só lo podemos resolver los síntomas clínicos. En los ú ltimos
añ os los periodos de tratamiento se han visto prolongados, esto puede ser
debido a la resistencia desarrollada por el pará sito frente a los fá rmacos usados
comú nmente, por lo que para prevenir la progresió n de dichas resistencias
deberían emplearse distintos fá rmacos tanto en perros como en humanos, por lo
que el factor preventivo cobra una importancia capital en cuanto a esta
enfermedad.

Existen diversos métodos de control de la leishmaniasis, algunos de ellos muy


controvertidos a causa de su alto coste medioambiental y etico, como puede ser
la completa o parcial eliminació n del medioambiente del flebotmo o de los
perros que sirven como vectores de la enfermedad. Sin embargo, una forma má s
econó mica y eficaz de control, donde los perros se saben reservorios, es prevenir
la picadura de los flebó tomos, y así la transmisió n de la enfermedad, colocando a
los perros collares impregnados con deltametrina (Scalibor®, MSD Salud
Animal). Scalibor® actú a de forma prolongada como un almacén que libera
deltametrina en la capa lipídica de la piel durante 6 meses. É ste método no
requiere un equipamiento caro o personal entrenado para su uso. Si lo
combinamos con un buen programa de sanidad pú blica, los resultados son muy
buenos.

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